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¿La música afecta nuestro estado de ánimo?

Introducción

Al escuchar una canción con tonos alegres y divertidos cuando es un día soleado por lo

general, la persona promedio empieza a sentirse bien. Pero, ¿qué pasaría si fuese todo lo contrario?;

si en lugar de una canción alegre estuviese una melancólica y de notas tristes, y para completar el

recuadro, el paisaje que rodea a dicha persona esta nublado o lluvioso. Obviamente esta persona

cambiara de humor y se sentirá solo y triste. Todo esto lo provocan, no las emociones que sentimos

en ese momento, sino el tipo de música que escuchemos.

Y sí, esto es posible, aunque suene algo loco o imposible, la música puede influir directa o

indirectamente en nuestros sentimientos, comportamiento y manera de pensar.

La música aporta en varios aspectos para las personas que la escuchan; la música actúa

sobre el ser humano de un modo inmediato; afecta al ser humano en su totalidad (desde que

nacemos) tanto biológica, física, neurológica, psicológica, social y espiritualmente; la música llega

a todos, porque no requiere intelecto para ser percibida; y por último, la música es un patrón

autocurativo (Altshuler, 1952).

En total, la música y cualquiera que sea su género afectan al ser humano que la escucha,

por lo que se demostrará de una forma sencilla como puede pasar esto a distintos niveles en una

persona y también una de las prácticas aun no tan reconocidas en el país pero si a nivel mundial.

Desarrollo

Brennan (1988) dice que:

La música es el arte de combinar los sonidos ajustados a la medida del tiempo bajo una

coordinación de notas armónicas que, de acuerdo a su composición como la melodía, armonía y el


ritmo, tiene como fin agradar al oído de quien la escucha, sin perder su característica de influir en

los sentimientos del oyente.

Este se puede considerar como uno de los conceptos más completos que detallan lo que es

en sí la música, pero hay otros autores que están en desacuerdo de ello. Sin embargo lo esencial

no es el concepto de música como tal, sino la formación de ella y su manera de afectar en el

consciente de las personas. Sin embargo “Los sonidos y los acordes aislados no son música porque

son presentados fuera del contexto de una composición musical” (Hevner, 1935).

La importancia de la música está en lo que ella causa en el oyente tal como lo explica

Lacárcel (2003): “La música afecta de tal forma al nivel psicofisiológico y emocional de la

persona, que me atrevería a decir que existe una necesidad de estimular el pensamiento positivo y

las emociones constructivas mediante la música”.

Existen distintos tipos de música en la actualidad como el jazz, el reggae, tango, y un

montón de géneros que dan a escoger a las personas el de su mayor gusto. Pero, ¿cuál es el más

beneficioso para escuchar o bailar? Existen varios artículos científicos que avalan a la música

clásica como el mejor género musical de escucha, pero eso depende de las personas porque así

como hay quienes sí les gusta este tipo de música hay otras personas que prefieren canciones con

más movimientos.

La relación entre la música y la emoción es plural y compleja, se manifiesta en múltiples

niveles, algunos comunes con otras manifestaciones artísticas, otros aparentemente característicos

de la experiencia musical (Juslin & Sloboda, 2001). Es por esto que se cree que la música

determina nuestro estado de ánimo y sobretodo nuestra manera de ver las cosas al momento de

escucharla.
Jauset (2008) dice que:

La música involucra muchos elementos en la vida de las personas como el cuerpo, la mente,

las emociones y hasta las relaciones sociales, ya que puede crear sensaciones de unidad, induciendo

a reunir un grupo de personas que tienen en común experiencias físicas, como celebraciones de

conciertos o en una iglesia.

En la actualidad no se fomenta la música que es buena para el oído humano, esta es una

música que no contiene ningún sentido educativo y que fomenta el desarrollo sexual a temprana

edad, por lo que es totalmente perjudicial para las personas que la escuchan.

En el hogar se debe fomentar la música grata como música de fondo para complementar

un ambiente tranquilo que logre calmar las emociones fuertes reemplazándolas por sentimientos y

emociones de amor y aprecio.

“Poner música en casa, en la oficina o en la escuela puede servir para generar un equilibrio

dinámico entre el hemisferio cerebral izquierdo, más lógico, y el hemisferio derecho, más intuitivo,

interrelación que se cree es el fundamento de la creatividad” (Campbell, 1998).

En el ámbito educativo musical según Mosquera, I. (2013):

La música no solo es producida por instrumentos musicales de diversa índole, sino que

también puede ser generada por las cuerdas vocales, y de acuerdo a la intención con que se cante

podemos experimentar sensaciones y estados de paz, tranquilidad, alegría y felicidad, pero también

de rabia y odio, entre otros.

Es primordial que se enseñe la música como una materia más en el tronco común de todas

las materias en las escuelas, ya que así se deja que los niños exploren las distintas capacidades

artísticas musicales con las que ellos cuentan desde que nacen.
Para esto es necesario que existan los suficientes profesores capacitados para que ellos

enseñen esta materia como es debida y que junto a las clases de teoría se hagan actividades lúdicas

que los incentiven a seguir practicando este arte. “Al igual que el ejercicio físico hace que aumente

la masa muscular, el ejercicio musical podría estimular el entrenamiento mental” (Alcalde, 2015).

Las emociones mayormente dependen del tipo de música que se escuche, como lo

explica la página de Ser felices (2015), mencionando que:

Es tan grande la influencia de la música sobre los seres vivos que parece demostrado que

escuchar melodías agradables no solo modifica nuestro estado de ánimo, sino que puede tener una

influencia muy positiva en el desarrollo cognitivo humano, en el estímulo de nuestra inteligencia e

incluso en la salud, reduciendo el estrés, el insomnio, la depresión, calmando el dolor y mejorando

la inmunidad.

El dinamismo de nuestro cuerpo al escuchar algún tipo de música nos da a entender que

todo lo que escuchemos se asocia con lo que nuestro cuerpo y mente hagan y piense,

respectivamente.

“De manera inconsciente podemos oír sonidos y música, y éstas quedarse almacenadas en

nuestro cerebro recordando quizás, posteriormente, la canción, la letra, la melodía, los sentimientos

de ese momento, etc” (Acorán, 2013).

Los beneficios de la música son tantos que resaltan en su mayoría, aunque también hay

otros tantos que no son exactamente buenos como lo explica Ball (2014): “La música no sólo

genera buenas vibraciones, también puede causar ansiedad, aburrimiento e incluso ira”.

Una de las ramas que estudia la música y la influencia en el ser humano es la musicoterapia,

esta puede ayudar a una persona que pase por estrés o alguna otra dolencia.
“La musicoterapia es la aplicación científica del arte de la música y la danza con finalidad

terapéutica, para prevenir, restaurar y acrecentar la salud tanto física como mental y psíquica del ser humano

a través de la acción del musicoterapeuta” (Poch, 1981), y ésta “está integrada en el grupo de las terapias

creativas, junto con la Danza- Terapia, Arte- Terapia, Poesía- Terapia y Psicodrama. No es una terapia

alternativa” (Poch, 2001).

Conclusión

Para concluir este tema se debe decir lo más importante, lo cual sería que la música puede

cambiar drásticamente nuestros sentimientos y manera de comportarnos dependiendo de otros

factores mínimos externos. Por lo tanto es de esperar que este tipo de arte sea tan acogido a nivel

mundial y que en la actualidad se lo utilice con fines curativos en personas con enfermedades

psicológicas, e incluso en algunos casos, enfermedades crónicas. Se tiene que fomentar la buena

música y el desarrollo en nuestra sociedad de la misma.

Referencias bibliográficas

 Acorán Pérez, S. J. (25 de abril de 2013). Influencia de la música en las emociones

[Mensaje en un blog]. Recuperado de: http://bit.ly/2lJh5Rz

 Alcalde, J. (2015). Muy interesante: cómo nos transforma la música. Recuperado

de: http://bit.ly/1xQ78N7

 Altshuler, I. (1952). Terapia Musical: perspectiva y retrospectiva. Book of

Proceedings. NAMT, 7

 Ball, P. (29 de abril de 2014). El efecto liberador de la música en las emociones.

BBC Mundo. Recuperado de: http://bbc.in/1kV4y9Y

 Brennan, J. (1988). Cómo acercarse a la música. México: Plaza y Valdés.


 Jauset, J. (2008). Música y Neurociencia: la musicoterapia sus fundamentos, efectos

y aplicaciones terapéuticas. Barcelona: Editorial UOC.

 Lacárcel Moreno, J. (2003). Psicología de la música y emoción musical. Educatio,

n° (20-21, 213- 226.

 Mosquera, I. (2013). Influencia de la música en las emociones. Realitas, Revista de

Ciencias Sociales, Humanas y Artes, 1 (2), 34-38.

 Poch Blasco, S. (Diciembre, 2001). Importancia de la musicoterapia en el área

emocional del ser humano. Revista Interuniversitaria de Formación del

Profesorado, n°42, 91-113.

 Poch, S. (1981). Musicoterapia. En: Boletín de la Sociedad Española de Pedagogía

Musical. N° 2. Madrid, 29.

 Ser felices. (2015). Portal de Psicología y Terapias Alternativas: el poder de la

música sobre las emociones. Recuperado de: http://bit.ly/2lDE0NY

 Oscar Wilde

 Campbell, D. (1998). The Mozart Effect. Barcelona, España: Ediciones Urano.z

 Hevner, K. (1935). Expresión en la música: una discusión de estudios

experimentales y teorías. American Journal Psych., (47), 103-118

 Juslin, P. N. & Sloboda, J. A. (2001). Music and Emotion. Theory and Research.

Oxford: Oxford University Press.

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