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Maybel Miranda Leyva, José Ramón Ayala Yera y Juan Diez Núñez
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631.8-Mir-P
Miranda Leyva, Maybel
Producción de biomasa/ Maybel Miranda Leyva, José Ramón Ayala Yera, y Juan
Diez Nuñes. -- La Habana : Editorial Univer sitaria, 2016. -- 38 pág.
ISBN 978-959-16-3193-0
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ÍNDICE
Páginas
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………......3
CAPÍTULO I
1. La producción de pastos en el Trópico………………………………………………...6
1.2 Calidad del forraje………………………………………………………………………....8
CAPÍTULO II
2.1 Las precipitaciones………………………………………………………………………..8
2.2 La sequía. Factores condicionantes y determinantes de la sequía….…………..9
2.3 La temperatura y la radiación solar…………………..……………………………….12
2.4 Características del suelo Pardo grisáceo………………..……………………….….13
2.5 Usos y propiedades del estiércol vacuno……………………………….………..…13
CAPÍTULO III
3.1 Origen y distribución de Pennisetum Purpureum……………………………........15
3.2 Taxonomía……………………………………………………………………...……..…..17
3.3 Características del King grass (Pennisetum purpureum) .................................18
3.4 Características del híbrido Cuba OM-22 (Pennisetum purpureumx pennisetun
glaucum)........................................................................................................................21
CAPÍTULO IV
4.1 Necesidad de plantar el Cuba OM-22…………………………………………………22
4.2 Agrotecnia del género Pennisetum……………………………………….………….22
4.3 Investigaciones en Especies Forrajeras en Latinoamérica…………………...….27
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………...29
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INTRODUCCIÓN
Uno de los pilares fundamentales en la producción bovina bajo condiciones tropicales
en los países de Latinoamérica y otras regiones del trópico en el mundo, es la
alimentación con base en pasturas y otras fuentes forrajeras. Los pastos (gramíneas)
son la base fundamental de todo programa de alimentación en la ganadería del trópico
pues proveen a los animales de nutrientes como carbohidratos, proteínas, aminoácidos,
minerales y vitaminas entre otros. Es el alimento más económico de la dieta, solo con el
inconveniente del bajo contenido de proteínas (Rua 2008).
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la producción de biomasa en las empresas ganaderas del país. De ahí, que cualquier
intento científico que se realice para buscar una vía técnico-económica para la
plantación de especies de este género, constituye una solución deseada por los
técnicos y productores de las empresas ganaderas (Padilla 2003).
Dentro de los Pennisetum se encuentran el Cuba CT-115, Cuba CT-169 y Cuba OM-22.
Según Caamal (2008) en estudios realizados en Cuba, se ha demostrado que las
variedades mejoradas de Pennisetum purpureum, pueden tener mayor producción y
digestibilidad de sus componentes (hoja, tallo, planta completa) y menor contenido de
lignina.
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fertilidad natural, como los Pardos grisaceós que representan el 25 % del total de los
destinados a la ganadería en la provincia, la salinidad del suelo, el ataque de plagas y
enfermedades, la existencia de períodos prolongados de escasas precipitaciones que
pueden alcanzar los 210 días, limitando en esta época la producción de pastos ya que
la mayoría de las áreas se encuentran en condiciones de secano, es necesario que las
áreas productivas sean capaces de obtener elevadas producciones de biomasa
capaces de satisfacer el suministro de forrajes en la época de menores precipitaciones
superando los rendimientos actuales independientemente de las limitantes existentes e
incrementar la diversidad.
El híbrido Cuba OM-22 es una excelente planta forrajera de exuberante crecimiento,
de hojas muy anchas y glabras, al mes de plantada, ya brota con 8 a 10 hijos. Su
principal propiedad es la alta proporción de hojas en los meses más fríos y secos en
Cuba (Martínez 2009). Esta condición lo hace promisorio para las particularidades del
territorio en cuanto a factores que inciden negativamente en el comportamiento de las
especies pratenses.
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CAPÍTULO I
1.1 La producción de pastos en el trópico.
La producción pecuaria en los trópicos es dominada por pequeños y medianos
productores y afecta los niveles de vida no solo de los campesinos sino en forma
exponencial a los sectores ligados a la ganadería. Los forrajes contribuyen a la
sostenibilidad de sistemas de producción mixtos. Una alta proporción de los pequeños y
medianos productores están localizados en ambientes vulnerables, con sus animales y
plantas forrajeras expuestas a enfermedades y plagas, estaciones secas prolongadas,
exposición al encharcamiento temporal, suelos ácidos y de baja fertilidad en tierras en
diferentes estados de degradación, la sostenibilidad de los sistemas productivos está
amenazada por los efectos del cambio climático, mientras la agricultura y ganadería
mismas contribuyen considerablemente a la emisión de gases de invernadero (Peters et
al. 2003).
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alto rendimiento el cual alcanza en algunas especies hasta 50 t/ha/año, al igual que el
resto de los forrajes tropicales.
Las siembras de King grass efectuadas en Cuba provienen del mismo patrón genético,
lo cual es una limitante debido a la ausencia de variabilidad genética. Esto evidenció la
necesidad de buscar otras variedades con el objetivo de mejorar la diversidad genética
de esta especie y ampliar así el programa de regionalización de este forraje (Herrera
2006).
Los elementos señalados con anterioridad justificaron la utilización del King grass como
donante en programas de obtención y selección de mutantes, cuyo resultado fuera
diversificar sus patrones fenológicos y genéticos, obtener nuevas variedades que
superen a las tradicionalmente utilizadas y así poder ofrecer nuevas alternativas para la
producción forrajera (Herrera 2006).
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Pennisetum purpureum alimentar de 10 a 12 unidades de ganado mayor durante 30
días.
La calidad del forraje producido puede dar para 8-10 litros de leche o 700 g de peso
vivo por día sin suplemento. En sistemas de pastoreo o corte con riego y fertilizantes
se pueden mantener entre 3 y 5 animales adultos/ha (Martínez 2009).
CAPÍTULO II
2.1 Las precipitaciones.
Según Baruch y Fisher, 1991 (citado por Díaz, 2007) El factor climático más variables
en el área tropical es la precipitación y su distribución a lo largo del año, lo cual incide
marcadamente sobre la producción anual y estacional de fitomasa forrajera. Cualquier
análisis del efecto de la disponibilidad de humedad sobre el crecimiento de los pastos,
no debe aislarse del tipo de suelo y del potencial genético de las plantas, pues entre
estas últimas hay gran variabilidad respecto a su tolerancia al estrés de sequía.
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Sanderson et al. 1997 y Paretas, 1990 (citado por Díaz, 2007) mencionan que el
crecimiento y producción de los pastos en muchos casos muestran un comportamiento
estacional, siendo una de las causas la distribución desigual de las lluvias a través del
año, donde durante el período poco lluvioso ocurre el 20 % del total anual de las
precipitaciones. Esto condiciona que durante esta época, sin riego la producción de
pastos sea alrededor de 20 % del total del año. La cantidad y distribución de las lluvias
tienen gran influencia en la curva de crecimiento anual de los pastos, debido a su
estrecha relación con los factores bioquímicos y fisiológicos que regulan este proceso
biológico de gran complejidad.
Más de 70% del peso de las gramíneas está constituida por agua y constituye una de
las materias imprescindibles para la producción de carbohidratos necesarios para la
fotosíntesis, la síntesis de aminoácidos y proteínas, así como para el transporte por
todo el sistema conductor de la planta. De ahí que el rendimiento de los pastos
disminuya rápidamente cuando ocurre una deficiente humedad del suelo (Crespo
2008).
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El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y
los humanos (Wikipedia 2012).
Según Moneo (2004) Es difícil definir el término sequía porque tiene distintos
significados en distintas regiones del mundo. La sequía no es sólo una cosa física, ya
que no sólo depende de cuánto llueva, sino también de cuánta agua es necesaria para
cubrir las necesidades básicas. La presencia de seres humanos hace que los impactos
de las sequías sean mucho mayores y las sequías más recientes en el mundo han
dejado claro que los humanos somos tremendamente vulnerables a este “riesgo
natural”. Algunas zonas son más vulnerables a la sequía que otras (dependiendo del
clima de la zona, el tipo de agricultura que exista, cómo se maneja el agua, si está
embalsada o no, si hay buenas canalizaciones o no...) En una zona árida debe haber
un período realmente largo para ser considerado una sequía, y en cambio, en un
bosque tropical, seis días sin lluvia ya puede ser considerado como una sequía.
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La sequía agrícola se presenta cuando el agua con la que se cuenta, ya sea por
precipitación o por almacenamiento en el suelo o en los diferentes cuerpos de agua, no
es suficiente para que los cultivos puedan crecer y desarrollarse de manera adecuada.
Según lo anterior este tipo de sequía une varias características de las sequías
meteorológica e hidrológica y se evidencia en impactos a la agricultura (Díaz 2007).
Las Tunas es una de las provincias más secas del país, el período poco lluvioso puede
abarcar más de 201 días, esto representa alrededor del 6,7 meses de escasas
precipitaciones más de la mitad del año, según un material publicado en el sitio
Cubadebate (2011) tomado del Periódico 26, de Las Tunas miles de habitantes de 223
comunidades o barrios periféricos de la oriental provincia de Las Tunas reciben el agua
potable en pipa debido a la intensa sequía que se extiende por más de siete meses.
Ante esto se han reforzado las medidas de ahorro tanto en los hogares como en los
centros laborales a fin de paliar las necesidades hasta que llegue el período lluvioso,
miles de cabezas de ganado reciben el líquido en pipas o se trasladan a lugares con
posibilidades para el abastecimiento; paralelamente se prioriza la recuperación de
molinos de viento y la perforación de pozos criollos. Además se intensifica la utilización
de los sistemas de riego, pues la producción de viandas, hortalizas y granos tiene
enorme afectación, toda vez que más del 80 por ciento de las áreas de cultivos varios
de la región son de secano.
EL sitio Radio Cadena Agramonte (2011) publica en Internet que la escasez de lluvia
en los últimos meses en Cuba se debe a la influencia de La Niña o AENOS, evento de
sobreenfriamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico Ecuatorial. Ese
fenómeno se manifiesta en la Isla en la tendencia a ocurrir totales de precipitaciones
inferiores a los habitualmente bajos del período poco lluvioso (noviembre-abril),
mientras las temperaturas son más frescas que las acostumbradas. Agrega que así
sucedió en febrero, el cual finalizó con un déficit significativo en los acumulados de
lluvia en gran parte del archipiélago, catalogados de extremos a moderados en zonas
de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y otras provincias. Lo
anterior marcaría el fin de este episodio de interacción océano-atmósfera, considerado
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uno de los más fuertes registrados en las últimas décadas, comparable a los de 1988 y
el 2007.
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2.4 Características del suelo Pardo grisáceo.
Estudios realizados por Riverol, 1985 (citado por Ríos, 2010) valorando la resistencia
de diferentes suelos de Cuba a la erosión concluyo que los suelos Pardos grisáceos
poseen una resistencia antierosiva baja y los considero como uno de los suelos más
susceptibles a la degradación antrópica, este análisis evidencia que estos suelos son
propensos a degradarse por naturaleza lo que nos obliga a tomar en consideración un
grupo de alternativas como laboreo mínimo, manejo cobertura vegetal, fertilización
orgánica, medidas de conservación, etc, para disminuir la susceptibilidad de estos
suelos ante agentes climáticos y uso irracional del suelo por el hombre.
El uso de las excretas de los animales es una práctica comúnmente aplicada por los
agricultores con el objetivo de restituir nutrientes al suelo. Todos los estiércoles tiene un
uso específico, unos por ser de más fácil manipulación, otros son más beneficiosos por
su concentración de nutrientes y algunos se encuentran es más grandes cantidades en
los sistemas agropecuarios (Paneque y Calaña 2004).
Además de ser gran aportador de materia orgánica a los suelos, el uso del estiércol es
ante todo una fuente importante de nitrógeno, elemento deficitario en la mayoría de los
suelos sometidos a la explotación agrícola continua y también contiene otros
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microelementos necesarios para el buen crecimiento de las plantas. Una vaca puede
producir 30 kg/día en base seca (Funes 2006).
Matheus et al. (2007) menciona la importancia del uso de las fuentes orgánicas debido
al incremento de los costos de los fertilizantes químicos y al desequilibrio ambiental que
estos ocasionan en los suelos y a la necesidad de preservar la materia orgánica en los
sistemas agrícolas que es un aspecto fundamental relacionado con la sostenibilidad y
productividad de los sistemas agropecuarios.
Influye sobre las propiedades físicas ya que produce agregación en los suelos
mejorando su estructura, proporciona porosidad en los suelos arcillosos, aumenta la
permeabilidad hídrica y gaseosa, mejora el balance hídrico, regula la temperatura del
suelo, reduce la erosión y reduce la evaporación (Cairo 2001).
Influye sobre las propiedades biológicas estimulando la microflora del suelo, modifica la
actividad enzimática, favorece la respiración radical, favorece la capacidad germinativa
de las semillas, mejora los procesos energéticos de las plantas, favorece la síntesis de
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ácidos nucleicos, el CO2 desprendido favorece la solubilización de compuestos
minerales (Astier 2002).
Según Gómez et al. (2007) el Contenido promedio de nutrientes en las heces del
ganado lechero en estiércol fermentado es de Nitrógeno 2,4 %, Fósforo 1,4 %, Potasio
1,6 %, Magnesio 0,5 %, Calcio 2,3 %, Manganeso 0,02 ppm, Cobre 0,01 ppm, Zinc
0,02 ppm, Hierro 0,18 ppm.
CAPÍTULO III
3.1 Origen y distribución de Pennisetum Purpureum.
En Cuba se ha trabajado con Pennisetum purpureum vc King grass que fue introducido
en América del Sur por el Dr. E.R. Long Ford de la Estación Experimental de Tifton,
Georgia, Estados Unidos y en 1974 fue extendido a Panamá en la Estación
Experimental de Gualaca en Chiriquí, por la compañía de alimentos Nestlé, donde fue
clasificada como PI 300-086 y conocida también como caña japonesa (Febles y Herrera
2006).
King grass fue introducida en Cuba en 1974 procedente de Panamá. Sus primeras
plantaciones se realizaron en el Instituto de Ciencia Animal y se comenzó a extender a
partir de 1976, se convirtió en aquella época en una de las principales plantas forrajeras
de Cuba (Martínez 2009).
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En la década de los años 1980 el King grass fue utilizado como planta donante en
programas de fitotecnia de las mutaciones desarrollados en el Instituto de Ciencia
Animal (Martínez et al. 2009; Herrera 2005).
De este programa surgieron nuevos clones de los cuales se seleccionaron el clón Cuba
CT-115 para pastoreo por su porte bajo y el Cuba CT-169 para corte por su alta talla y
rápido crecimiento. Ambos clones se obtuvieron a partir del cultivo de ápices del clon
King grass, mediante técnicas de cultivo de tejidos y regeneración de plántulas in Vitro,
seleccionadas entre altas poblaciones mediante técnicas propias de campo de la
fitotecnia de las mutaciones (Martínez et al. 2009; Herrera 2006).
Si se toman en cuenta los criterios de Gold (1968); Anon (1997) la taxonomía de esta
especie es:
Reino: Plantae
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Subreino: Traqueobionta (plantas vasculares);
Superdivisión: Spermatophyta (plantas con semillas);
División: Magnoliophyta (plantas con flor);
Clase: Liliopsida (monocotiledóneas);
Subclase: Commelinidae;
Orden: Poales.
Tribu: Paniceae, que incluye al kikuyo (P. clandestinum), Millo (P. americanum) y los
pastos elefantes (P. purpureum).
Familia: Poaceae.
Subfamilia: Panicoideae.
Género: Pennisetum.
Especie: Pennisetum purpureum.
Según Herrera (1990) posee hojas anchas y largas que alcanzan un valor de 3.5 y 105
cm, respectivamente y su grueso es de 0.21 cm. Su color varía desde el verde claro
(joven) al verde oscuro (maduro). Tiene vellosidades suaves y no muy largas que
pueden alcanzar hasta 122 pelos por campo de observación. El ángulo de inserción de
la hoja con el tallo, medido en la cuarta hoja completamente abierta a partir del ápice,
es de 20.5 grados.
En cada planta se pueden encontrar 13.1 hojas completamente abiertas y a partir de los
60 días de rebrote comienza la aparición de hojas cloróticas o marchitas (2.4 hojas por
planta) en las secciones más próximas al nivel del suelo. Puede alcanzar hasta 4 m de
altura, pero en condiciones normales de explotación llega a 190 cm. Su crecimiento
diario es de 1.07 cm. El tallo tiene un diámetro de 1.2 cm y su color varía por las
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condiciones antes señaladas. Es flexible en estadio joven y rígido cuando alcanza su
madurez. La distancia entre nudos es de 17.2 cm y tiene 10 nudos a lo largo del tallo
(Febles y Herrera 2006).
Las yemas son grandes, sobresalen del entrenudo donde se insertan, sobre todo las de
las secciones inferiores del tallo; hacia la parte apical del tallo el número relativo de
yemas aumenta por la menor longitud de los entrenudos. Las yemas están protegidas
por la vaina que alcanza hasta 20.7 cm de longitud y se envuelve 57% alrededor del
tallo. Sin embargo, esta envoltura disminuye hacia la base del tallo e incluso puede no
estar presente a medida que la edad de la planta aumenta (Febles y Herrera 2006).
Florece entre los meses de noviembre y febrero, cuando la planta alcanza una altura
entre 1.0 y 1.5 m. En este momento, puede detener su crecimiento y ocurre un discreto
adelgazamiento de las hojas y los tallos. Puede presentar brotes laterales en número
mayor de 10 por planta florecida y el rendimiento generalmente se reduce. La
inflorescencia alcanza 23.5 cm de longitud y su semilla botánica es fértil teniendo entre
10-18% de germinación (Febles y Herrera 2006).
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Produce elevados rendimientos de materia seca, pudiendo alcanzar valores de hasta 50
t/ha/año del cual el 36 % se obtiene durante el período seco. Produce 32 % de hojas y
un rendimiento de este indicador de 16 t/ha/año. La materia seca de la planta llega a
20%, mientras que la de las hojas y los tallos puede ser mayor o menor en dependencia
del desarrollo de la planta y las prácticas de manejo (Febles y Herrera 2006).
Su principal característica es la alta talla que puede desarrollar alcanzando una altura
próxima a los 3 metros. Además, se caracteriza por tener un crecimiento erecto pero
debido a su altura, y a sus hojas muy largas y anchas, el ápice (punta) de la hoja se
dobla hacia abajo cuando ya no es capaz de soportar su propio peso por efecto de la
gravedad. Sus tallos son largos y gruesos y es más frondoso hacia su tercio superior
(Rua 2008).
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3.4 Características del Cuba OM-22 (Pennisetum purpureumx pennisetun
glaucum).
Cuba OM-22 está en la actualidad en proceso de evaluación en toda el país, es por eso
que no se encuentra mucha bibliografía, como en el caso de CT-115 y CT-169 que han
sido mayormente evaluadas, en revisiones bibliográficas realizadas he notado que en
México por ejemplo al Cuba CT-115 lo nombran OM-22, pareciera haber una confusión,
la cual fue aclarada por Martínez (2009) en un forro de pastos, ambos presentan
características bien definidas que lo diferencian, el CT-115 es de porte bajo, sus
entrenudos son cortos, es utilizado por esta cualidad en el pastoreo directo, el Cuba
OM-22 presenta hojas más anchas y largas, glabras (sin pelos) y de porte alto, utilizado
en corte y acarreo al igual que Cuba OM-22.
Según Cuevas et al. (2003) Es conocido en Panamá como C-22, elefante liso, que no
pica o sin pelusa, tiene como principal particularidad que no presenta pubescencia,
condición que facilita el manejo durante la cosecha, sobre todo si de realiza en forma
manual lo que es menos urticante en el corte a mano, carácter muy aceptado por los
productores
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CAPÍTULO IV
4.1 Necesidad de plantar el Cuba OM-22:
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Exige de suelos profundos y de fertilidad media a alta para lograr la mejor respuesta
biológica de la planta. No obstante, este puede crecer en suelos pedregosos y en una
gama amplia de ellos, siempre que se le repongan los nutrientes y el drenaje superficial
e interno sean buenos (Padilla y Ayala 2006).
Según Padilla et al. (2005) indicaron que este pasto se puede plantar con mínima
labranza al suelo, consistente en arar en el mes de abril y plantar en junio a vuelta de
arado, previo al pase de grada media y de esta forma se disminuye el número de
labores de 6 a 3 y los gastos totales de establecimiento por cada hectárea plantada se
reducen en 30.91 pesos cubanos y en 22.89 y 9.98 pesos cubanos por concepto de
combustible y maquinaria, respectivamente.
La hierba elefante puede plantarse a vuelta de arado con mínima labranza al suelo,
aradura más grada cuando se comienza la roturación del suelo al final del período seco
y se planta en junio, previo un pase de grada media (Padilla et al. 2005).
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dispone de riego y se decide producir semilla durante el periodo seco, cuando se inician
las lluvias ésta todavía no está lista para plantar y es necesario esperar que alcance su
madurez (Padilla y Ayala 2006).
Una buena decisión sería utilizar semilla entre 3 y 5 meses de edad, cuando la planta
logró su máximo potencial biológico sin que los tallos se envejezcan y sus yemas
comiencen a germinar en el campo. La edad no puede ser asumida de forma absoluta
pues ésta puede ser mayor o menor según las condiciones climáticas y la fertilidad del
suelo imperantes durante el proceso biológico de la formación de los tallos o yemas
vegetativas. El despaje de la semilla, antes de plantar, tiene efecto positivo en la
germinación e inclusive cuando se plantan tallos enteros y se despajan, los resultados
son mejores. No obstante, resulta poco práctico hacer este beneficio a la semilla si se
tiene en cuenta que durante el proceso de corte, acarreo, transporte y distribución de la
semilla, los tallos pierden gran cantidad de paja (Padilla y Ayala 2006).
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alrededor de 10 cm. Se planta por surcos separados entre 80-100 cm. Es importante
que los tallos estén bien distribuidos en el surco siempre en la misma dirección (Crespo
y Guzmán 1971).
En algunas regiones donde la mano de obra es abundante, es común plantar tallos con
3-6 yemas, colocarlos verticalmente, separados de 20 a 30 cm del borde de un surco y
luego cubrirlos con azadón o con arado de vertedera mediante la tracción animal.
Trabajos recientes de Padilla et al. (2005) demostraron las ventajas técnico- económico
de utilizar la plantación a vuelta de arado, con respecto al método tradicional de surcar
y tapar con cultivador.
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Fertilización y riego: El King grass es una de las especies forrajeras más
extensamente usado en el país y sus rendimientos pueden sobrepasar las 30 t/ha/año
de materia seca con adecuada fertilización mineral (Herrera et al. 1990). Sus
requerimientos de N y K son mucho mayores que la mayoría de las especies forrajeras
explotadas, por ello ha sido necesario investigar el efecto de la aplicación de estiércol
vacuno en su comportamiento.
Entre los insectos que constituyen plagas encontramos Mocis spp que vulgarmente se
conoce como falso medidor, Hedylepta indicata conocida como pegapega del frijol y
Spodoptera spp. Pueden controlarse a través de productos químicos, controles
biológicos y biopreparados (Alonso 2003).
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Entre las enfermedades se encuentran la Roya causada por Puccinia spp y
Helminthosporiosis causada por Hemilthosporium spp (Alonso 2003).
Quero et al. 1994; Quero y Enríquez, 2003 (citado por Quero et al. 2007) menciona que
en las revistas especializadas y memorias de congresos nacionales y regionales se
puede observar el mismo tipo de investigación en forrajes, donde lo que varía es la
especie o variedad de moda. Lograr caracterizar variedades obtenidas recientemente
ha sobrepasado en importancia los objetivos de adaptabilidad y rendimiento de materia
seca de la especie estudiada, derrochándose, con pobres avances, los escasos
recursos humanos y financieros disponibles para la investigación en forrajes.
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recursos vegetales y dejar de esperar el arribo de nuevas especies o variedades
forrajeras para su estudio tradicional.
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con nitrógeno y asociado con leguminosas herbáceas, a pesar de no haberse estimado
costos, es evidente el ahorro en fertilización nitrogenada con el uso de leguminosas
herbáceas en pastos de corte. El rendimiento anual de materia seca fue superior con el
uso de leguminosas en asociación con el pasto King grass. El valor nutritivo de la
biomasa evaluada fue mayor con el uso de las leguminosas evaluadas en el siguiente
orden: Centrosema pubescens > Centrosema macrocarpum > Macroptilium
atropurpureum ~ Psophocarpus tetragonolobus > King grass fertilizado con nitrógeno.
Esta tendencia se vio igualmente reflejado por la relación hoja:tallo, la cual fue muy
similar a este orden.
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