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ALL NATION KERYGMA UNIVERSITY

NOMBRE DEL ALUMNO: Ysaias palomino Dávalos

CURSO : Antiguo testamento (HAT108)

DOCENTE : Samuel Díaz.

TAREA N°03

MONOGRAFIA DEL LIBRO DE JOSUE

INTRODUCCION:

En el libro del Génesis, nació Israel. En el libro del Éxodo, Israel fue elegido. En
el libro de Números, la nación fue probada. En el libro de Levítico, los israelitas
pudieron acercarse a Dios por medio de la sangre. Y en el libro de Deuteronomio,
la nación fue instruida.

El libro de Josué completa la redención que comenzó en el Éxodo. El libro del


Éxodo es el libro de la redención de los israelitas de Egipto. El libro de Josué,
por su parte, es el libro de la redención de los israelitas para la tierra prometida.

La palabra clave del libro de Josué, es posesión. Dios había dado la tierra a los
israelitas en un pacto incondicional. A Abraham, le dijo, en Génesis 17:8: Te daré
a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de
Canaán, en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Sin embargo la posesión
de la tierra por parte de Israel sería condicional. Habría un conflicto, y habría
conquista. Tendrían que luchar batallas y apropiarse de sus posesiones. Y, como
Josué mismo les recordaría en su mensaje final, antes de su muerte, su
obediencia a la palabra de Dios determinaría su posesión continua de la tierra.

1. RESUMEN DESCRIBIENDO LAS CARACTERISTICAS DEL LIBRO.

El libro de Josué lleva ese nombre en honor de uno de los dos espías que más
tarde llegó a ser el sucesor de Moisés. Josué condujo a los israelitas en el cruce
del Jordán, atacó y conquistó a los Cananitas, y dividió la tierra entre sus
seguidores. Los capítulos que siguen contienen un discurso de Josué en el cual
lleva al pueblo a normas elevadas de conducta personal, amonestándolos a
honrar a Dios.
El nombre del libro es en honor del espía sucesor de Moisés. Como líder político,
religioso y militar condujo a los israelitas en el cruce del Jordán; atacó y conquistó
a los cananeos, y dividió la tierra entre quienes lo siguieron. En su discurso,
Josué dirige al pueblo a observar elevadas normas de conducta personal, y los
exhorta a honrar a Dios. Se destaca la intervención sobrenatural de Dios en el
cruce del Jordán y en la conquista de Jericó y Hai. Dios es siempre fiel, y cumple
con sus promesas al conducir a su pueblo y concederle la entrada a la Tierra
Prometida.

a. MÉTODO LITERARIO
 El género de literatura en que fue escrito el libro de Josué, es el
histórico.
b. MÉTODO PANORÁMICO
 La idea principal del libro, fue la conquistar la tierra prometida de Israel,
siendo instrumento de juicio. De un total de más de un millón de
personas, Josué y Caleb fueron los únicos que salieron de Egipto y
entraron en la tierra prometida.
 La razón principal por la cual se escribió este libro fue que Dios cumple
sus promesas a pesar de nosotros Deuteronomio 32:6. Dar la historia
de la conquista de la tierra prometida.

c. PALABRAS CLAVE EN JOSUÉ.


 Capítulos 1-5: Josué, tierra, fuerte, esforzarse, valiente, firme, mandar (como
Jehová había mandado, conforme al mandato de Jehová), poseer, pacto, el
arca del pacto (de Jehová), Israel. Capítulos 13-21: Israel. tierra, Josué,
Caleb, fuerte, esforzarse, temor, mandar (mandamiento), pelear, tomar (en
guerra), heredad (herencia), posesión (para ésta incluya el capítulo), poseer,
prometer. Capítulos 22-24: tierra, poseer (posesión), pacto, fuerte,
esforzarse, temor, mandato (mandamiento, mandar), servir, heredad
(herencia), Israel, Josué, prometer, pelear.
d. TEMAS:
 Conquista, promesas de Dios, guerra santa.

COBERTURA HISTÓRICA
 Desde el principio de la conquista hasta la muerte de Josué.
e. ÉNFASIS:
 EL compromiso de la guerra santa conforme a Dios que, mediante su pueblo,
derrota repetidamente a los cananeos idólatras; el regalo de la tierra al pueblo
de Dios, cumpliendo de esta manera su promesa del pacto a los patriarcas;
la necesidad de Israel de continuar la fidelidad del pacto con el único Dios.
f. CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
 De un total de un millón de personas, Josué y Caleb fueron los únicos que
salieron de Egipto y entraron a la tierra prometida.

2. ANALISIS, CONCLUSIONES DEL LIBRO, PLAN DE DIOS PARA EL


HOMBRE Y SU CONDICION DE PECADOR.

a. TENEMOS LA OPCIÓN DE ESCOGER SERVIR A DIOS:

Se ha dicho que una de los asuntos de más riesgo que puso Dios en nosotros
fue el “libre albedrío”; eso es, la capacidad de elegir entre lo que me conviene o
lo que me afecta. El propósito de haber sido creados de esta manera era para
que el seguir a Dios no estuviera determinado por la orden de Dios sino por la
elección nuestra. Esto nos hace pensar que somos el producto de una decisión.
Uno de los principios que más han defendido los bautistas a través de la historia
ha sido la libertad de culto, y con ella, la libertad de conciencia. A nadie puede
imponérsele una creencia que no sea la que el individuo mismo escoja, de una
manera libre y soberana. Esta fue lo que Josué hizo con Israel. Les confrontó a
escoger a quien iban a servir. Pareciera paradójico que después de tanto tiempo,
y de tantas demostraciones de quién era Jehová Dios, él les estuviera llevándole
a que definieran su fidelidad en la adoración. Josué conocía muy bien a ese
pueblo. Él sabía que así como Raquel usurpó los dioses domésticos a su padre
Labán, para adorarlos, probablemente esta práctica se perpetuó de una manera
clandestina entre ellos. Josué sabía que ese pueblo imperaba el germen de la
maldad y que solo espera que las condiciones se dieran para manifestarse. El
temor de Josué aquí es natural, considerando que en el futuro la corrupción de
su corazón se pudiera hacer manifiesta, como efecto sucedió. Josué, pues,
conociendo esa tendencia innata del corazón de Israel de seguir a otros dioses,
les conmina a que declaren, de una manera solemne y pública, si serán fiel al
Dios que hasta ese momento se le ha manifestado de tantas maneras o seguirán
a otros dioses. Una paráfrasis de este texto pudiera decir, algo así como: “Si no
están de acuerdo, o si no les parece bien, que deben decidirse por este Dios que
se les ha mostrado hasta el día de hoy, entonces elijan. Tienen dos opciones:
los dioses a los que sirvieron sus antepasados del otro lado del río, o los nuevos
dioses que han encontrado en esta tierra; decídanse cuál de los dos será mejor
para adorar”. Aquí hay algo muy interesante para destacar. Yo puedo elegir si
quiero adorar a Dios o prefiero adorar otros dioses. Que aun viendo lo que Dios
hace en mi vida, todavía tengo la opción de no seguirle ni adorarle. Pero es claro
que lo si no dice esta apelación es que podemos escoger servir a Dios y también
servir a otros dioses. Esa opción nunca la encontramos en la palabra. Los
hombres han inventado a sus propios dioses, para satisfacer sus propios
deseos, mientras pretenden seguir adorando al Señor, Dios todopoderoso. Lo
cierto es que el mundo vive bajo esta alternativa. La humanidad ve en el “Dios
de Israel” muchas exigencias, por eso prefiere seguir los dioses a quien ellos
pueden controlar y quienes aprueban todo lo que hacen. Y esto forma parte de
mi escogencia.

b. SEVIR A DIOS PLANTEA UNA DECISIÓN PRIORITARIA:

Cuando Israel fue confrontado sobre la necesidad de servir a Dios, excluyendo


a otros dioses, no pensó mucho para decir “nunca tal acontezca, que dejemos
a Jehová para servir a otros dioses” v. 16. Por su parte Josué había tomado su
propia decisión respecto a quien escoger. La de él fue una decisión basada en
el conocimiento que tenía de su Dios y su resolución de permanecer fiel a la
misma, junto con toda su familia. Pero como Josué conocía la vulnerabilidad de
su gente, les confronta en este pasaje, como en ningún otro, a que piensen bien
lo que están diciendo y prometiendo. Llama la atención el diálogo que va desde
las varias peticiones de Josué hasta las tres respuestas que el pueblo da. Es
como el padre que tiene a un hijo desobediente y sabe que frente a la promesa
que se va a portar bien, el padre insiste varias veces para que considere si será
cierto que va cumplir con su palabra. Note que Josué no queda convencido con
la apresurada respuesta de Israel. Él detectó que había ciertos indicios de doblez
en sus votos. Es probable que Josué se percatara que había irregularidad en su
confesión por cuanto ellos mantenían todavía sus dioses. Fue por eso que Josué
les dijo: “No podréis servid a Jehová porque él es Dios santo, y Dios celoso…”
v. 19. Lo que siguió después fue aparente determinación del pueblo y un Josué
que más que desanimarles por las respuestas apresuradas que estaban dando,
se propone sacarles una confesión real sobre su deseo de servir al Dios vivo y
verdadero vv.21, 24. Así, pues, en medio de sus pronunciamientos de fidelidad,
Josué les dice, bueno: “Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que
habéis elegido a Jehová para servirle”. En mi caso particular, diría Josué, esa
decisión la he tomado junto con toda mi familia. Josué les increpa acerca de la
prioridad de su decisión. Veamos ese desafío.

 En primer lugar el usa el pronombre personal “Yo”. Aquí tenemos la firme


decisión de un líder y padre responsable. Es muy fácil pedir que la gente
haga las cosas sin que necesariamente yo esté involucrado en ello.
Asistimos a una sociedad donde los padres transfieren la conducción de su
familia a terceras personas. Un padre comprometido, que piensa el ejemplo
que debería dar a sus hijos, es el primero que se coloca en la brecha cuando
Dios busca una hombre para que le sirva (Isaías).
 En segundo lugar involucra a “mi casa”. Es interesante notar que Josué
decidió por su familia en aquella ocasión. Esto revela que él conocía muy bien
a su esposa y a sus hijos. No tenemos que indagar mucho saber que Josué
tenía una familia que lo respaldaba en todo. Él pudo decir eso porque conocía
la fidelidad de amada esposa y la obediencia que habían mostrado sus hijos
hacia él y hacia Dios. De modo que sus palabras no revelan una posición
“machista”, que dice que en “mi casa se hace lo que diga yo”. Más bien es el
fruto del consenso y lo que se vive a diario. Un padre que es capaz de decir
“yo y mi casa”, cuando se refiere a los valores espirituales, está seguro de los
principios que ha sembrado.
 En tercer lugar habla del objeto de su decisión “serviremos a Jehová”. Esta
decisión revela la importancia de tener una familia cristiana. De tener un
hogar donde todos estén envueltos en el servicio al Señor. Josué reconocía
que no era suficiente que él permaneciera fiel a su Dios. Él sabía que su
familia podía caer en las mismas redes de la idolatría a la que Israel era
propenso. La descomposición de la familia, hablamos de la familia cristiana
sigue siendo una realidad de que nos duele en gran manera. La falta de
unidad entre los padres hace que los hijos sirvan a otros “dioses”.
 El libro de Josué no podía concluir mejor. Comenzó con Dios animando al
líder a “esforzarse y ser valiente”, y luego darle la seguridad de la promesa a
través del “Príncipe del ejército de Jehová”, quien le acompañó hasta este
momento. Ahora es él quien asume la responsabilidad de las instrucciones
finales para su pueblo. En una osada arenga increpa al pueblo de Israel a
definirse. Les da la opción de escoger entre cualquiera de los dioses con los
que estaban familiarizados y con los que se familiarizarían en la tierra donde
ahora están viviendo. Sin embargo, él junto con su familia, ya habían tomado
la decisión. Josué no tuvo un problema de elección porque desde que salió
de Egipto bajo la dirección n de Moisés, él sabía quién era su Dios. De modo
que no tuvo reparos en decir “yo y mi casa serviremos a Jehová”. Esta es la
más grande decisión que debiéramos tener los hombres de este tiempo. El
mundo sería mejor si en cada familia existieran hombres con resoluciones al
estilo Josué. Pero para que esto ocurra se requiere de una formación previa.
Josué dijo esto porque contaba con una familia que le seguía. No se nos dice
mucho de su esposa e hijos, pero sabemos que todos servían al Señor
considerando su resolución. Qué diremos nosotros hoy día frente a una
decisión que tiene esta prioridad. Tendremos la autoridad de decir yo y mi
casa serviremos al Señor.

3. EL PLAN DE DIOS EN LA HUMANIDAD SEGÚN EL ANTIGUO


TESTAMENTO.

Para iniciar este resumen debemos consideraba la siguiente interrogante,


qué tipo de futuro podía esperar la humanidad. Entre las preocupaciones por
los brotes del virus del ébola, el holocausto nuclear y la manipulación de los
genes humanos, estaba: “¿Tiene la humanidad un futuro más allá de la
Tierra?”. Después de evaluar ambientes potenciales en otros lugares del
sistema solar, un cosmólogo y astrofísico británico llegó a la conclusión de
que la emigración en masa de nuestro planeta es un “espejismo peligroso”.

Pero, irónicamente, vale la pena considerar esa misma pregunta desde un


punto de vista espiritual. La Biblia describe también un destino para los
habitantes del mundo: un cielo nuevo y una Tierra nueva. Pero, a diferencia
del espacio exterior, será un ambiente perfectamente adecuado para
nosotros.

Durante el relato de la creación, Dios dijo: “Haya…” o simplemente “Sea…” y


todo lo que Él dispuso llegó a existir. Pero esto cambió en, cuando dijo:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”.
Luego, descubrimos que Dios “formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló
en su nariz aliento de vida”, e hizo a Eva de la costilla de Adán.

Nada más en la creación de Dios recibió tal atención personal, práctica y


directa, como la humanidad. Adán y Eva no solo fueron creados a imagen de
Dios, y diseñados y formados personalmente por Él, sino que, además, se
les dio autoridad sobre todos los animales y se les confió el cultivo y la
conservación del huerto. La humanidad fue la cúspide de la creación de Dios.

Luego presenta el origen de todos los problemas, adversidades y


sufrimientos que experimentamos hoy en el mundo. Cuando Adán y Eva
pecaron, su condición y su ambiente perfectos se perdieron. A partir de ese
momento, la humanidad heredó una naturaleza pecaminosa, vivió en una
tierra maldecida y fue destinada a morir.

El deseo de eliminar la pobreza y la esclavitud, curar todas las enfermedades,


superar la delincuencia y la guerra, y lograr la inmortalidad por medio de la
tecnología, nunca será una realidad mientras vivamos con naturalezas
pecaminosas en un mundo caído. Pero eso no significa que no tenemos
esperanza. Jesucristo, la simiente prometida a la mujer vino a redimir a toda
persona que crea en Él como Salvador y Señor. Las condiciones que la
humanidad sueña lograr con sus conocimientos y esfuerzos, podrán ser una
realidad solo por medio de Cristo cuando Él impere como Rey.

Leemos el final de la historia o, mejor dicho, el comienzo de la existencia


eterna de la humanidad redimida. Todos los problemas que nos han afligido
a lo largo de la historia, como muerte, violencia, angustia, egoísmo y dolor,
ya no existirán. Este pasaje habla del día cuando el cielo descenderá a la
Tierra, y Dios habitará entre los hombres. Es una era donde no habrá pecado
ni maldición, porque las primeras cosas pasarán, y Dios hará nuevas todas
las cosas.

Los planes de Dios para la restauración de la humanidad del pecado,


corrupción y muerte son gloriosos. Pero, por desgracia, muchos nunca serán
parte de ellos. Quienes se nieguen a recibir a Cristo como Salvador, seguirán
en su condición pecaminosa y sufrirán las consecuencias eternas de una vida
no redimida.

BIBLIOGRAFIA:

 Abel F.M., Josué, París 19582; Alonso Schokel L., Josué yJueces, Ed.
Cristiandad, Madrid 1973;
 Auzoü G., El don de una conquista. Estudio del libro de Josué, Fax,
Madrid 1967; Baldi D., Giosue,
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Das Buch Josua, Tubinga 1953;
 Pérez Rodríguez G., Josué en la historia de la salvación, Ed. Casa de
la Biblia, Madrid 1972; Soggin J. ?.,
 Le Iivre de Josué, Neuchátel 1970; Stellini ?., Giosue, Ed. Paoline,
Roma 19813.

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