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El profesor como actor político.

Estructura y agencia en el ejercicio de la docencia

El presente ensayo da inicio con una entrevista realizada a un profesor que lleva a
cabo su actividad en el nivel universitario y durante el transcurso de su trayectoria, también,
lo ejerció en el nivel medio. Continua con un cuadro que sintetiza la información y finaliza
con una conclusión n base a una serie de autores, que fueron utilizados n función de las
categorías que estos emplean en algunos de sus textos.

La entrevista la realizamos a un docente de la carrera de Historia que ejerce


actualmente en la facultad de Humanidades. Parte de su trayectoria profesional en el ámbito
educativo transcurrió en la enseñanza en el nivel medio, en el cual estuvo a cargo de horas
de Educación Cívica, posteriormente en horas de Historia, y posteriormente alcanzó a
jubilarse en las mismas. Cabe agregar que el profesor entrevistado desempeñó su carrera
docente tanto en el ámbito de la educación pública como en el de la educación privada. Por
otro lado, también se debe aclarar que cuenta con una gran experiencia en el ámbito de la
investigación.

Por ello consideramos que, en base a la propuesta de la cátedra y de las inquietudes


que se nos plantearon con la lectura de las obras, sería una buena oportunidad para conocer
la opinión de este docente que tiene una trayectoria de muchos años en distintos niveles del
sistema educativo.

En primera instancia hablamos con el docente para comentarle nuestra propuesta de


entrevistarlo, con el fin de plantear algunas cuestiones referidas al rol del docente tanto a lo
largo de su trayectoria profesional como en el contexto actual y los distintos ámbitos en los
que se desenvolvió. La respuesta del profesor fue positiva y nos ofreció su oficina en el IIHGI
para realizar la entrevista.

El día martes 28 de mayo nos reunimos por la mañana en la oficina de nuestro


entrevistado y realizamos la entrevista. La cual tuvimos la oportunidad de grabar por lo que
en l desgravación realizamos un trabajo de selección de las ideas que más se acercaban a las
preguntas que realizamos, es decir lo más relevante para cada interrogante.

Entrevista

Alumnos: ¿Cómo evalúa usted el estado del sistema educativo? Teniendo en


cuenta algunos factores como las políticas del estado en torno a la educación, el rol del
docente, las demandas de la sociedad y de los estudiantes, u otros los factores que usted
considere relevante

Entrevistado: Hay una opinión generalizada en la sociedad de que la educación,


desde hace algunas décadas, está desmejorada, está en decadencia. Cuando se comparan el
nivel de conocimiento con el que egresaban hace 30 años de las escuelas primarias y
secundarias, diría, da toda la impresión de que era mucho mayor que el conocimiento que
con el que egresan hoy de las escuelas. Seguramente es un problema de arrastre desde la
primaria.

En general se nota un nivel muy bajo del egresado de la escuela secundaria y cuando
digo bajo, por experiencia de muchos años de docente, hay un alto porcentaje de estudiantes
que terminan la escuela secundaria sin comprender lo que leen. Cuando alguien no
comprehende lo que lee, yo lo sintetizó en que no sabe leer, porque si no interpreta lo que lee
es inútil que lea. Y no lo interpreta, no porque resulte ser un texto de nivel elevado al que él
no tiene o no ha tenido acceso, estoy hablando de libros de textos con los cuales se presume
estudió y terminan los 5to años sin saber entender lo que lee.

¿Cuáles son las razones? Son múltiples, pero podríamos comenzar con una que es
clara a la vista de todos, que son los paros. Y sin hacer ningún tipo de valoración de los
gremios ni del estado. Los días que no se dan clases no se recuperan, todo lo contrario, las
clases que se pierden significan son un atraso mayor, porque significan empezar todo de
nuevo. La tarea docente es fundamental, es decir, las escuelas son los alumnos y los docentes.
La tarea del docente es llevar el conocimiento a la cabeza de los alumnos, si uno de los actores
no está en la escuela el otro solo no puede manejarse.

Hay quienes no hacen el paro y van a trabajar, asumiendo de que van a cobrar lo que
les paguen. Seguramente tienen como foco principal a sus alumnos, que no los quieren dejar.
Para los que hacen paros, los docentes que no lo hacen no sirven para la lucha porque en
realidad no apoyan al reclamo y en ocasiones hasta se provocan divisiones y enfrentamientos
que lo único que hacen es complicar el ambiente de la escuela. Los paros son cada vez más
frecuentes y más largos.

Alumnos: ¿Cuánto influyen las condiciones laborales? En esto están incluidos: las
jornadas, los salarios, las exigencias de capacitación, el acceso a los recursos materiales.
Y ¿Cuánto influyen estas condiciones laborales a la hora de satisfacer las demandas de
una mejor calidad de educativa? ¿El estado actúa eficazmente?

Entrevistado: Desde el punto de vista del ejercicio de la docencia, no se puede trabajar


normalmente con un curso de 40, 45 alumnos. Sin embargo, me parece que un curso no se
puede dividir en dos aulas hasta que se lleguen a una cantidad de 40 o 45 alumnos porque
hay una cuestión presupuestaria. Si se divide ese grado hay que multiplicar los gastos por
dos. Pero tener 40 alumnos en un aula hace casi imposible el ejercicio de la docencia con
alumnos de secundario, salvo que su conducta sea ejemplar, cosa que no siempre se consigue.
Entonces la transmisión de conocimiento a través de cualquier táctica que uno utilice de
cualquier pedagogía es muy difícil en esas condiciones. Y ni siquiera estoy hablando de
cuestiones que tengan que ver con lo tecnológico y con las ventajas que internet brinda, eso
casi no existe en ninguna escuela salvo que el docente lleve todo eso de su propia persona.
Con respecto a las jornadas, yo voy a plantear mi experiencia, las jornadas que se hicieron
con los 20 años que yo estuve trabajando: no sirven para nada. Y no es que tenga una postura
en contra de las jornadas de perfeccionamiento, pero, así como están planteadas no sirven
para nada voy a poner un ejemplo: “teníamos que reunirnos todos los docentes un
determinado día para eso se cortaban las clases ese día a leer algunos documentos que
bajaban del ministerio de educación, analizarlos y hacer con eso un informe y terminaba la
jornada. Después de estar conversando entre nosotros tomando mate y a las apuradas
después como si fuésemos chicos de la secundaria haciendo un informe que nadie leía y se
perdía el día. “Muchos docentes coinciden que no sirven las jornadas que es una cosa
administrativa como que hay que hacerla, pero no contribuye en nada al perfeccionamiento
del docente que si lo necesita eso no está puesto en duda, pero así no cumple ninguna
finalidad.

Alumnos: ¿Podemos afirmar que para el ejercicio de la docencia el profesional


goza de una total autonomía o existen condicionamientos o factores que limitan su tarea
en el aula?

Entrevistado: En mi práctica docente yo nunca sentí ningún tipo de


condicionamiento, es decir no me sentí obligado a decir o no decir alguna cosa, ósea, gocé
de esa libertad y seguramente me la arrogué yo mismo. Pero tampoco hubiera trabajado con
condicionamientos por lo menos no con condicionamientos que me hicieran trabajar en
contra de mis principios, en contra de mis ideales y en eso trabajé siempre con libertad. No
sé si será el caso de todos, pero me atrevería a afirmar que desde el estado no hay una
imposición de que haya que hacer esto o aquello.

Alumnos: ¿Hay algún tipo de código ético por las cuales los docentes deban
regirse dentro de la práctica profesional? ¿Hay pautas en común entre o es más
personal?

Entrevistado: No existe una documentación o pauta escrita, o normas


institucionalizadas. Me parece que o por lo menos debiera ser así, los docentes debiéramos
tener una línea de conducta ética que es básicamente para qué estoy dentro del curso y qué
cosas están bien que haga y qué cosas no debo hacer. Por ejemplo, alguien que va a la escuela
a hacer política partidaria, ósea, a tratar de inducir a los alumnos a que voten a tal o cual
partido porque es el de su preferencia es incorrecto. No van a eso. En todo caso, es
conveniente hablar de esos temas si uno tiene la capacidad de hacerlo objetivamente sin meter
ideas en la cabeza a los alumnos, digo ideas partidarias. Y si uno no está en condiciones,
porque no siempre uno está en condiciones de despojarse de eso, yo diría que no es
conveniente que se meta en ese tema con los alumnos. Ustedes me hablaban de una conducta
ética y me parece que eso no debe hacerse (imponer ideales partidarios a los chicos). La
sociedad está cada vez más dividida y por lo tanto eso se nota más en los docentes de una y
otra línea. Con lo cual lo que el docente va a crear es simplemente un desconcierto en los
alumnos más que afirmarse una propia ideología, un propio punto de vista. Lo que hay que
desarrollar es el espíritu crítico del alumno y no inducirlo de manera solapada hacia donde
yo quiero llevarlo, me parece que eso no está bien. En eso tenemos mucho que corregir, que
corregirnos. Me parecen que, si se quieren aprovechar las jornadas para analizar estos puntos
de vista y para discutir entre los docentes, como personas mayores que somos, me parecería
mucho más provechoso que estar leyendo unos documentos que no sirven para nada y
perdiendo un día que en todo caso hubiese sido mejor dar clase.

Alumnos: ¿Cómo considera o siente que es tenida en cuenta la voz del docente
por la sociedad? ¿Tiene valor lo que dice el docente? o ¿está desvalorizada la opinión
del docente sobre temas de política, cultura, pedagogía, etc.? ¿Qué peso le daría a la voz
del docente hoy?

Entrevistado: La tarea docente es una tarea que ante los ojos de la sociedad está
totalmente o absolutamente desvalorizada, la tarea y el docente también la opinión de un
docente casi que no es valorada en la sociedad. Lo que el docente pueda decir ante la sociedad
es una expresión de alguien que sabe más bien poco a diferencia de lo que sucedía hace 40 o
50 años atrás donde la voz del docente era una autoridad para todo el pueblo. En cambio,
ahora la opinión del docente es una opinión que no se tiene en cuenta. Llevado al caso más
extremo, los padres de los alumnos siempre están de acuerdo con sus hijos nunca con los
maestros, tiene que ser algo muy grande para que los padres cuestionen la conducta del hijo,
lo primero que se cuestiona es la conducta del maestro. Estoy hablando sobre todo en la
escuela primaria que es donde suele haber conflictos entre alumnos chicos y la maestra, pero
siempre los maestros los culpables. Pareciera que se tiene una desconfianza en el docente
porque ante las notas primero le pido explicaciones a los docentes. Además, se ve al docente
como alguien que realiza una actividad para la cual no se necesita mucha capacitación y se
olvidan de que es la persona que forma a las futuras generaciones.

Alumnos: En cuanto a la formación que reciben los docentes y las demandas de


la sociedad: ¿Usted cree que hay una idea clara sobre que rol o que dirección debería
pretender la formación en el sistema educativo actual?

Entrevistado: Yo creo que no… No hay un rumbo claro sobre a donde se tiene que
llegar. Los planes de estudios mismos nos muestran esta realidad. No hay una mirada clara
hacia adelante clara para qué tipo de personas estamos educando, que tipo de sociedad
deseamos, y que tipo de personas la formarán.

Alumnos: Nos preguntamos acerca de la formación de los docentes actualmente


y que es lo que se quiere lograr en los alumnos y futuros ciudadanos, ¿qué piensa usted
al respecto?

Entrevistado: Yo creo que no hay un visión clara sobre la educación en general en


el país, tampoco lo veo desde una visión pesimista, pero sí creo que se podría mejorar si
hubiera un proyecto de país, no tenemos un proyecto de país, ni siquiera discutimos sobre
uno , yo creo que podríamos tener un mejor sistema cuando se decida sobre cuál proyecto va
ir el país y para eso deberíamos tener una educación para ciudadanos que se van realizar en
tal proyecto a futuro.

Alumnos: ¿Cuál piensa usted que es la función real de los gremios a la hora de
proteger los derechos de los docentes y la mejora de la calidad educativa?

Entrevistado: Desde mi punto de vista, tengo la impresión de que el gremialismo


docente tiene la mirada puesta, casi exclusivamente, en conseguir derechos docentes que
tienen que ver con mejoras salariales y mejores condiciones de trabajo, edilicias y de la
didáctica. Está claro que el gremialismo y más el gremio provincial no tienen una idea clara
sobre una política para mejoras en torno al ámbito docente.

No siempre fue así en los años 80 y 90 cuando el gremio “CETERA”, que gozaba de
otro prestigio, se sentaba a discutir con el gobierno sobre estas cuestiones, había una política
docente clara sobre aquellas problemáticas que existían en esos años.

En el Gran Resistencia solo hay pocas escuelas que brindan una educación como se
debe, a esto me refiero a que enseñan adecuadamente, está visto que las familias de escasos
recursos acceden a escuelas en donde la calidad educativa es altamente inadecuada, frente a
la clase media-alta que pueden acceder a escuelas de mayor calidad, que son pocas pero que
enseñan de manera eficiente.

En esta sociedad la única manera de lograr que las clases más bajas de la sociedad
puedan progresar y a la vez podamos tener una sociedad más justa, no hay otra manera sino
es por la educación que debería impartirse de manera eficiente en todas las escuelas y más
en las que concurren las poblaciones con menores recursos.

La cuestión estaría en mejorar esta educación que, contrariamente a su propósito, que


es el de mediar y solucionar esa brecha existente entre la formación educativa de los que
menos tienen y de aquellos que pueden formarse adecuadamente, nuestra educación
actualmente parecería que lo único que hace es profundizar aún más las diferencias sociales
y la brecha entre estas clases que necesitan acceder a una adecuada educación conforme a los
estándares labores de hoy en día.

Alumnos: ¿Qué cambiaría usted o que cosas introduciría en el aula para mejorar esta
dinámica educativa, para contribuir a una mejor profundización de los temas que de
san en el aula? ¿Para crear ciudadanos para una sociedad mejor?

Entrevistado: Si me refiero a mi desempeño docente, diría que siempre trabaje de


manera intuitiva, y no académicamente como otros colegas. Sobre la manera intuitiva, la
cuestión esencial sería tener un contacto fluido con los alumnos, que te quieran y que vos los
quieras y hacerse conocer e ir conociéndolos respectivamente esto facilita aún más este
proceso de transmisión de conocimiento hacia el alumno.
Hablar es una de las herramientas más indispensables para llegar al alumno, en cuanto
a hablar, no me refiero a hablar sobre algún equipo de fútbol, me refiero a aquellos temas que
están dentro del programa de clases, hacer hincapié en que el alumno se pueda expresar,
pueda decir lo que le parece y debatir. Así de esta manera siente más interés a los temas. No
tratar a los alumnos como que no saben, les sorprenderían los razonamientos que tienen los
jóvenes sobre diversos temas. Dejar que se expresen y planteen sus ideas y conclusiones
sobre los temas que se trabajan me parece muy importante, siempre bajo la guía y el
acompañamiento del docente.

Si habláramos didácticamente, no se si sería lo más aconsejado, pero personalmente


yo diría que a mí me dio muy buenos resultados a lo largo de los años.

Entre mis experiencias docentes tengo algunas que diría de manera satisfactoria que
fueron buenas, al encontrarme con alumnos que tenían problema de índole personal o
familiar, estos alumnos eran callados no se integraban al resto de la clase estaban siempre
con la mirada perdida, hasta que en un momento se acercaban y me hablan de aquello, en
conjunto se resolvía la mayoría de las veces, estos tipos de experiencias no tienen precio, son
muy gratificantes a mi manera de verlo.

Información sistematizada en función de las categorías de análisis empleadas por los autores
de la bibliografía empleada como marco teórico para el presente ensayo.

Valoración de la sociedad Educación desmejorada, en decadencia.


Agobio Laboral Exigencias cada vez mayores de
capacitación, demasiados alumnos, escasos
recursos, bajos salarios, etc.
Autonomía Total libertad.
Autocontrol/autorregulación/código No cuentan con uno institucionalizado,
ético compartido por todos, sino que es una
cuestión personal.
Lugar de los Gremios y Sindicaos Mayor preocupación por mejora salariales,
edilicias y de materiales didácticos. Poca
preocupación en mejoras didáctico-
pedagógicas y en la calidad educativa.
Poder e influencia en la sociedad Escasa, estatus y consideración muy
desvalorizadas.
Preparación o calificación No hay un rumbo claro, deficiencias.
Conciencia y reflexión del estado actual Consistente de problemáticas de una
deficiente formación, de la desigualdad
social y en el acceso a la educación de
calidad, en un proyecto educativo claro y
consistente.
Metodología de enseñanza/ tipo docente Énfasis en establecer vínculos con los
alumnos, entablar diálogos, en tener en
cuenta sus intereses, sus ideas y
pensamientos, contextualizar su práctica.

Análisis de la entrevista a la luz de las categorías de análisis que posibilita la


bibliografía seleccionad y que se detalla al final.

Tomando a Bazan-Gonzales, cuando abordan la profesionalización del trabajo


docente, recurriendo a una serie de parámetros a fin de establecer su nivel de
profesionalización, en la entrevista, el profesor entrevistado nos hablaba acerca de los límites
éticos y morales, que responden a una responsabilidad personal en lo que respecta a lo que
debían y no debían hacer los docentes en el aula, y aquel límite que el docente puede o no
sobrepasar, en ciertas situaciones, que debía decir o que debía fomentar.

Esta cuestión es importante, ya que el docente si ha de formar ciudadanos críticos y


reflexivos, como se repite constantemente a modo de slogan, si bien es lícito que tenga una
posición político-ideológica, ya que “las escuelas no son lugares neutrales, y
consiguientemente tampoco los profesores pueden adoptar una postura neutral”1, estas no
deben condicionar la construcción y toma de conciencia autónomas de los alumnos. Y el
profesor nos manifiesta su preocupación por la falta de códigos éticos de conducta en el aula
que sea compartido por todos, o la mayoría de los docentes, lo que dificulta establecer el
grado de profesionalidad en este punto.

Por otro lado, en el texto de Henry Girau, Los Profesores como intelectuales
transformativos, al plantear ... “El clima político no parece favorable para los profesores en
este momento, en todo caso estos tienen ante sí el reto de entablar un debate público con sus
críticos, así como la oportunidad de comprometerse haciendo la autocrítica necesaria con
respecto a la naturaleza y a la finalidad de la preparación del profesorado, los programas
de perfeccionamiento del profesorado, etc.”2Una oportunidad como esta, no obstante, debe
ser abordada con toda la responsabilidad y profesionalidad que el tema requiere.

Con respecto a lo tratado en el cuestionamiento de la preparación de los docentes, y


los destinatarios de sus prácticas hoy en día, puede observase que la misma se encuentra
enmarcada en la lógica de mercado, en una educación que Martha Nussbaum calificaba para
la renta3, en la que los profesores son cautivos de la misma y experimentan un proceso de
proletizacion4, que hace que los docentes pierdan contacto con lo fines y los objetivos que

1
GIROUX, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje.
Barcelona, Paidós/MEC. Pp 65
2
GIROUX, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje.
Barcelona, Paidós/MEC. Pp 61
3
NUSSBAUM, Martha. (2010) Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. Bs. As.
Katz. Pp 33
4
Entendido como un proceso mediante el cual el trabajador, al vender su fuerza de trabajo al mercado,
vuelve genérica dicha fuerza de trabajo, es decir, se despoja de la particularidad, perdiendo así su relación
guían el proceso didáctico, como así también del proceso de construcción de los contenidos
y los procesos metodológicos a emplear a la hora de plasmar la adquisición de lo contenidos
seleccionados, por lo que se aprecia que la reestructuración educacional que los gobiernos
han emprendido a lo largo de décadas está muy ligada al deterioro de la formación en las
aulas de la escuela argentina, más interesada en aumentar la cantidad de alumnos egresados
y docentes empleados utilizando en dicho proceso los menores recursos posibles, sin presta
mayor atención a la calidad de los resultados, ni a los valores y principios que se postula
fomentar, ni a que proyecto de ciudadano y sociedad se pretende alcanzar mediante el modelo
político- educacional empleado.

Cuando se habla de una preparación, no solo deducimos impartir más formación en


cuanto a lo tecnológico, también tendríamos que utilizar otras modalidades en las estrategias
de enseñanza y reflexión acerca de las prácticas a que estas dan lugar, para reformar la
educación, reformando así la pedagogía tradicionalista y algo alejada de la visión del maestro
que nos reiteraba Freire al plantear “la formación permanente de los educadores, que implica
la reflexión crítica de la práctica, se apoya justamente en esta dialéctica entre aquélla y la
teoría” 5.

El clima político cambiaría, con más exigencias por parte del conjunto docente,
muchas veces abandonados por gremios inoperantes, o inmersos en una burocratización que
los alejan de los intereses de sus bases y los circunscriben a la protección de intereses
sectoriales acotados. La mejor manera de combatir y ganar el lugar que debe ocupar la
docencia y la educación en la argentina, es tener profesores y maestros bien formados y con
un ímpetu de lucha, esta formación debería ser y estar de acuerdo con las nuevas formas de
enseñanza que se tienen en cuenta en los conflictos, las problemáticas que se evidencian
actualidad y planteen soluciones o modelos educativos que reviertan estas problemáticas y
acentúen las virtudes dl sistema educativo argentino, que verdaderamente son muchas a pesar
del descredito que desde algunos sectores se le asigna.

Según lo afirmado por Domingo Bazan y Loreto González “el papel del docente se
ha visto reducido al de un ejecutor de programas en los que no ha tenido ninguna
participación. Su competencia profesional se restringe de esta manera al dominio técnico de
unos métodos para alcanzar unos resultados previstos, implicando ello una jerarquía entre
conocimiento y práctica”6, puede inferirse que, según lo expuesto por el docente entrevistado,
los resultados de una mejor calidad educativa deberían estar en primer lugar a la hora de

con el producto del mismo. THIELEMANN, L. y DELGADO, P. (2016) “Desprofesionalización y proletarización


en la escuela: aproximaciones a la nueva conflictividad docente”. En: CUADERNOS DE COYUNTURA Nº12,
AÑO 4, abril.
5
Freire, Paulo. (2006) Cartas a quien pretende enseñar. Buenos Aires: Siglo XXI. pp. 134
6
BAZÁN, D. Y GONZÁLEZ, L. (2007) Autonomía profesional y reflexión del docente: una resignificación desde
la mirada crítica. En: REXE. Revista de Estudios y Experiencias en Educación, núm. 11. Pp 78
pensar el tipo de diseño curricular y planes de estudio, contemplando las debilidades y
contexto real de cada comunidad educativa.

Lo anterior nos lleva a la concepción que el los anteriores autores plantean el texto
analizado en lo eferente a que “ser profesional o desempeñar una profesión nos sitúa en un
determinado escenario de prestigio y de status social o, al menos, de cierto orgullo personal
por las competencias intelectuales, morales y económicas desplegadas para llegar a ser un
profesional7”, y observar que este principio se encuentra lejos de ser cumplido, y que mejoras
en la formación docentes y una concientización política, en cuanto a el camino a seguir en
cuanto a la formación docente y la construcción de ciudadanos conscientes de su función y
de la función docente en la construcción más justa, más equitativa.

Conclusión:

A modo de cierre del presente trabajo el rol del docente, en los distintos niveles, es
fundamental. Principalmente en la formación de los adolescentes que son el presente y a la
vez el futuro de nuestro país. Como el profesor entrevistado aclaró, el alumno necesita de
unos conocimientos básicos para poder elegir qué carrera o profesión seguir luego de
culminar con el nivel medio. Pero esto se ve acotado por el poco nivel que la mayoría de los
alumnos está recibiendo en nuestros tiempos. Esto en parte se debe a la poca o deficiente
capacitación que los docentes realizan durante y luego de culminar su formación universitaria
o terciaria. Es importante continuar con una capacitación que adecúe al docente frente a las
nuevas tecnologías y sobre todo frente a las nuevas transformaciones a nivel social.
Lamentablemente la voz del docente ya no es tenida en cuenta como en otras épocas y eso
deviene en una actitud despectiva y de duda por parte de los padres, políticos y la sociedad
en general hacia los docentes viendo su trabajo como algo simple de realizar sin mayores
exigencias y requerimientos, como puede apreciarse al ver ejerciendo la función docente a
personal sin preparación, o sin título, o en el caso extremo e incomprensible que se observó
en Buenos Aires, donde al plantearse la problemática de una huelga desde algunos sectores
se barajó la posibilidad que personas de alguna profesión con formación superior(sin haber
cursado la carrera docente) pudieran ejercer el rol docente en reemplazo de los huelguistas.

Después de esta entrevista profundizamos más acerca del rol del profesor, de las
maneras en las que debe ejercer su profesión, los desafíos anteriormente presentados, nos
deja una aproximación del escenario que en un futuro apreciaremos en primera persona. Lo
que sí está claro es que el docente debe encontrar su propia manera de adecuarse a estos
elementos de su trabajo (tiempo, lugar y temáticas) , su comportamiento debe ser cercano al
de los educando manteniendo así una influencia y una emisión de la información más clara,
un vínculo con ello que como vimos, no solo a partir de la entrevista sino desde diferentes
macos teóricos, puede constituirse una base sólida desde donde avanzar el proceso de

7
Ibid. Pp 69
enseñanza-aprendizaje, en función de la construcción de ciudadanos consientes, críticos cuya
opinión sea tenida en cuenta, y sean capaces de exigirlo ellos mismos. En función de ello
acompañamos la afirmación de Giroux de “si los profesores han de educar a los estudiantes
para ser ciudadanos activos y críticos, deberían convertirse ellos mismos en intelectuales
transformativos8”

En cuanto a contextualización que plantea, cuando el docente se dirija a sus alumnos


en un tema dictado en clase, creemos que es posible usar ejemplos de la vida cotidiana,
apelando a las anécdotas del profesor o de alguno de los alumnos, prestar atención a las
experiencia de ello y con ella poder llegar a un entendimiento sobre lo que se está analizando
en clase o que interés tienen con respecto a lo temas tratados o respecto a la educación o la
vida, siguiendo a Giroux:

“En parte, esto sugiere que los intelectuales transformativos tomen en serio la
necesidad de conceder a los estudiantes voz y voto en sus experiencias de aprendizaje.
Ello implica, además, que hay que desarrollar un lenguaje propio atento a los
problemas experimentados en el nivel de la vida diaria, particularmente en la medida
en que están relacionados con las experiencias conectadas con la práctica del aula. En
lo político el rol del profesor no puede influir ni oprimir a algún educando , para que
este simpatice o se tiña del algún matiz político, no deben filtrarse cuestiones políticas
con la información que se transmite, en ciertos casos siendo historia una asignatura
que estudia algunos rasgos políticos de un país, el profesor no tiene razones por que
volcar su atención sobre las ideologías que son aptas para algunos o malas en ciertas
situaciones, tendría que ser crítico en todas las situaciones que se aborden sin tener
una cierta preferencia sobre las presidencias de cierto partido político o de cierta
ideología del pasado. Como tal, el punto de partida pedagógico para este tipo de
intelectuales no es el estudiante aislado, sino los individuos y grupos en sus múltiples
contextos culturales, de clase social, raciales, históricos y sexuales, juntamente con
la particularidad de sus diversos problemas, esperanzas y sueños.9

Bibliografía

BAZÁN, D. Y GONZÁLEZ, L. (2007) Autonomía profesional y reflexión del docente: una


resignificación desde la mirada crítica. En: REXE. Revista de Estudios y
Experiencias en Educación, núm. 11.

8
GIROUX, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje.
Barcelona, Paidós/MEC. Pp 65
9
Ibid Pp 66
FERNÁNDEZ ENGUITA, M. (2001) A la busca de un modelo profesional para la docencia:
¿liberal, burocrático o democrático. En: Revista Iberoamericana de Educación, Nº
25, Enero – Abril.

FREIRE, P. (2006) Cartas a quien pretende enseñar. Buenos Aires: Siglo XXI.

GIROUX, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del
aprendizaje. Barcelona, Paidós/MEC

NUSSBAUM, M. (2010) Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las
humanidades. Bs. As. Katz.

THIELEMANN, L. y DELGADO, P. (2016) “Desprofesionalización y proletarización en la


escuela: aproximaciones a la nueva conflictividad docente”. En: CUADERNOS DE
COYUNTURA Nº12, AÑO 4, abril.

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