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fesorado y con sus compañeros; voy a defender que ese conjunto de ideas constitt -
ye un importante freno para el desarrollo de la cooperación entre iguales, En (1
siguiente apartado analizaré las destrezas específicas que requiere este tipo de rey-
sión, usando conceptos del análisis del discurso, la pragmática y la comprensió 1
lectora. Terminaré con algunas propuestas prácticas para ayudar al aprendiente i
superar sus limitadas percepciones previas y para desarrollar las destrezas especí-
:¡ ficas requeridas. , \
1 Fundamentación
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, • e a 'de taller en el IV Congreso de Ia Sociedad Española de \ La investigaciónha definido la revisión como uno de los tres procesos básico:
E rt'culo se presento en rorm ' d d
D~~eá:ti~ade la Lengua y la Literatura (Didktica de la Lengua y la Literatura ~aradun~;~~I\ :e
que conforman la composición de escritos, junto con la planificación y h
I T " del siglo XXI) celebrado en Barcelona del 27 al 29 de noviern re e ',' textualizacián (Camps, 1994), También ha identificado los principales subproceso.
p uni~g~e las actas d~ ~icl;o congreso, editadas por la sociedad y la Universitat de Barcelona, que la componen: evaluar el escrito (comparar el borrador con los planes previos e
publ I ' 1 titulo "Habl'lidades pra<1madiscursivas en la correccion oral
O ' rn de mIsmo con e '" . .,,' , con la representación mental de "t.exto ideal"), diagnosticar desajustes o posible¡
tra verslo _ de textos escritos" se publicó en la revista del CELA (Centro de LlI1gUlstlca i
entre Igua e" l , , '
Aplicada) de la Universidad Nacional de Ro~ar~~ (Argentma)
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LINGÜÍSTICA Y LITERA TURA
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DAA1EL CASSANY LA FORMACIÓN DE REVISORES DE TEXTOS
me oras, elegir la táctica de revisión más adecuada y ejecutarla (Bereiter y entre los que podemos situar la revisión. Según este planteamiento (Vygotski, 1934;
Scardamalia, 1987: 216). En este marco revisión designa una tarea mucho más Kozulin, 1990), un aprendiente consiguedesarrollar e interiorizar un determinado
am olia y compleja de lo que se entiende corrientemente por corrección, o sea:
em rendar las faltas tipográficas u ortográficas de la superficie del producto escrito,
¡ proceso de pensamiento a partir de la interacción verbal con un adulto más experto'
(que ya domina el proceso objeto de aprendizaje, y que, en consecuencia, puede
en la fase final del proceso de trabajo; revisión significa aquí el acto de evaluar I brindarle un "andamiaje" para que construya su propio proceso); de manera que el
cor.tinuamente las distintas producciones intermedias (desde los planes iniciales aprendizaje progresa de una relación interpsíquica a otra intrapsiquica, de una rela-
has ta el borrador más elaborado) para adecuarlas al contexto comunicativo en que 1 ción interdependiente con otras personas a una actividad totalmente autónoma. En
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se nserta el escrito. De este modo, la revisión constituye un proceso fundamental I esta secuencia, el lenguaje oral constituye el vehículo o canal fundamental de trans-
de la escritura. misión y desarrol1o del objeto de aprendizaje.
Además, la investigación ha demostrado fehacientemente que los redactores
exnertos se caracterizan, entre otros rasgos, por saber revisar de modo cualitativa y
cumtitativamente especial (Flower, 1989). Los expertos'revisan reflexivamente el
I! En el caso concreto del aprendizaje de la escritura, el diálogo oral se convierte en
un instrumento regulador de los procesos internos de composición. Al dialogar con
su interlocutor, el aprendiente adquiere control sobre las operaciones de elaboración
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escrito, introduciendo cambios profundos (ideas, estructura) y globales (párrafos, I textual (entre las que destaca la revisión) y, además, se familiariza paulatinamente
ap rrtados, fragmentos extensos), usando estrategias variadas (oralizar, tachar), ela- con el uso escrito de la lengua, que se caracteriza por su descontextualización, su
borando un plan previo de revisión y buscando la forma más adecuada del texto, I monogestión y su mayor grado de abstracción. La revisión entre iguales ofrece situa-
en re muchas posibles. En cambio, los redactores aprendices, que tienen dificulta- ciones idóneas para usar el diálogo oral con estas finalidades.
de, en la redacción, revisan de manera espontánea o inmediata (a medida que leen
el texto, palabra por palabra), sólo realizan cambios más superficiales (ortografía, El trabajo cooperativo entre iguales
gr nnática, tipografía) y locales (letras, palabras, frases), usan la estrategia princi-
p" 1de tachar, no tienen plan previo de trabajo y buscan básicamente la forma co-
rr-cta del escrito (presuponen que sólo hay dos formas posibles de un texto: correcto
La revisión entre iguales es una tarea específica de trabajo cooperativo' y, en
consecuencia, tiene las mismas características que éste. En general, la investiga-
I
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o incorrecto). En resumen, los expertos revisan para construir el escrito; los ción destaca que, en comparación con el trabajo competitivo o con el individual, el ¡
al rendientes, para reparar los errores gráficos. cooperatrvo resulta mucho más beneficioso (Rué, 1991): genera motivación intrin-
ff
De las aportaciones anteriores se deduce que aprender a escribir requiere inevi- seca, fomenta actitudes positivas (autoestima, colaboración, apreciación de las fun-
ta olemente aprender a revisar los propios textos y que la revisión se convierte en un ciones del profesor) e incluso consigue un mejor rendimiento de aprendizaje. En la
objetivo importante de enseñanza. Sería ingenuo pretender que los alumnos ya misma línea, Whitrnan (1988) analiza las implicaciones cognitivas y afectivas de
aprenden por su cuenta a revisar -¡de manera naturall-, cuando los profesores les la enseñanza entre iguales. En el plano cognitivo, tener que explicar algo que se.ha
corregimos sus textos con marcas gráficas y calificaciones. Al contrario, aprender leído/escrito a alguien exige una actividad cogniriva superior a la de leerlo/escri- I
a revisar exige un tratamiento didáctico formal, con tareas específicas de diagnós-
I
ti ;0, valoración y reformulación de textos en las que los aprendientes trabajen
Algunas investigaciones (ver Rué, 1991) sugieren que no es imprescindible, para que se pro-
cooperativamente entre sí sobre sus propios escritos. Para que eso ocurra el profe-
duzca aprendizaje, que la irueracción interpersonal se desarrolle con un "experto" en el itern
sorado debe ceder el protagonismo que suele ostentar en la revisión de textos al objeto de aprendizaje. En conreto, Fonnan y Cazden (I948) sugieren que algunas tareas de
a umnado. grupo entre aprendienres de un mismo nivel pueden generar procesos de desarrollo cognitivo-
siguiendo el modelo vygotskiano. La única condición que debe reunir esas actividades es la de
1"[ diálogo oral como instrumento de mediacián contener roles o funciones distintos y complementarios para cada miembro de el grupo, de
modo que puedan regularse o ayudarse entre sí. La revisión entre iguales cumple esa caracte-
rística, puesto que reparte roles diferentes y complementarios entre los miembros de un grupo:
De acuerdo con las tesis vygotskianas -hoy ampliamente aceptadas- sobre el
por ejemplo, autor, lector, corrector, etc,
erigen social del lenguaje y del pensamiento individuales, el diálogo oral constitu-
2 También debe ser considerada una actividad de enseñanza entre compañeros de un mismo
) e el instrumento fundamental de desarrollo de los procesos cognitivos superiores,
nivel académico ("pecr reaching"). Al leer y expresar su opinión sobre un texto, el aprendiente
"enseña" (expone, explics, argumenta, justifica) una información al interlocutor.
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LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
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birlo a solas, sin tener que explicarlo; requiere una comprensión más profunda del
texto, así como la capacIdad de saber reestructurar las Ide~s propias sobre el texto
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las justifica. Dialogando con sus iguales, el aprendiente-autor puede darse cue rta
de hechos como que un lector raramente comprende todo (el 100%) lo que el au tor
al punto de vista del .otro.. En el plano afectivo, la relación entre l~uales es más quería transmitirle, que dos o más lectores pueden entender de varias maneras un
personalizada e mdlVlduaJ¡zada que en un gran grupo, lo cual también favorece el mismo texto o, incluso, que cada lector usa estrategias distintas para procesal el
aprendizaje. texto y que también tiene conocimientos previos diferentes sobre el tema del escri-
to. En definitiva, con la revisión entre iguales el aprendiente toma conciencia de las
La illvestigació1I etnográfica recomienda la revisión entre iguales limitaciones de la comunicación escrita: entiende que ésta requiere elaborac ón
previa, que ni autor ni lector tienen control total sobre el proceso, o que pueden
La investigación específica sobre el diálogo de los aprendientes que revisan
producirse pérdidas relevantes de información,
us textos, siguiendo metodologias etnográficas, apoya la revisión entre cornpañe.
5 (entre otros: DiPardo y Freedman, 1988; Whitman, 1988; De Guerrero y Villarnil,
0S La revisión entre iguales mejora el escrito
~994). Dichos estudios muestran la gran riqueza de conductas de revisión que adopta
1 aJumnado y concluyen que efectivamente se trata de una actividad provechosa
La revisión entre iguales permite mejorar la producción escrita del aprendier .te.
eara el aprendizaje. Los aprendientes revisan en varios niveles textuales (objetivos
El lector intermedio que lee el texto y verbaliza sus interpretaciones aporta iníor-
pomunicativoS, coherencia global, sintaxis, ortografía. etc.), en diferentes fases del
eroceso de composición (planes, esquemas, prosa) y a través de procedimientos mación privilegiada al autor (las reacciones que provoca el escrito; las ambigüe Ia-
~ariados (autocorrección del autor, revisión compartida autor/lector, corrección des, las dificultades o los aciertos que tiene, etc.), el cual puede usarla para mejorar
su texto: para calcular con más precisión el efecto que causa, para poder enrique .er
independiente del lect~r, etc.). . .'
Pero la investIgaclOn también descubre conductas particulares que dificultan la el borrador con más ideas, ejemplos o sugerencias, etc. Como veremos más adel m-
colaboración entre iguales. Por ejemplo: el alurrmo-autor puede dedicar mucho te, el autor puede dirigir la aportación del aprendiente-Iector, formulando objetivos
tiempo a justificar su texto oralmente ante el alumno-lector; uno o varios de los concretos de revisión, del tipo: "Me gustaría que me dieras tu opinión sobre ese
participantes pueden inhibirse de la tarea o incluso "ausentarse mentalmente"; se tema, que dijeras cuál es la idea principal del texto, que identificaras signos de
ueden generar actitudes críticas o claramente negativas respecto a algunos corn- puntuación mal utilizados, etc."Ellector intermedio se convierte en un colaborador
~añeros, a sus textos o a la misma actividad. En conjunto, esas conductas demues- del autor y la revisión, en una acti vidad fundamental para incrementar la calidad de
tran que, aunque la actividad pueda ser provechosa en general, presenta dificultades la comunicación.
concretas de aplicación en el aula. (Más adelante regresaré sobre este punto).
Limitaciones prácticas de tiempo, espacio y recursos
La revisión entre iguales "escenijica" el acto de recepción
Para terminar, no podemos olvidar cuestiones pedestres -¡pero no por eso r ie-
La revisión entre iguales permite experimentar en clase ciclos completos de co- nos importantes!- como las condiciones habituales con las que trabaja el profe so-
municaciónescrita. Los aprendientes tienen la oportunidad de leer textos escritos por rado. La ratio general de número de aprendientes por aula o por profesor, así co no
compañeros, de que éstos lean sus propios textos y de poder contrastar estas expe-
riencias entre sí. De este modo, el acto de recepción de un escrito deja de ser privado
y los aprendie~tes pueden observar atentamente el pro~eso completo de comunica- simultáneamente. Ni el emisor "observa" habitualmente cómo el receptor lee y comprend : su
texto ni, viceversa, éste "espía" cómo aquél escribe e[ mismo. Forzosamente autor y [e .tor
ción escrita, aSIcomo tomar conciencia de sus caracterisncas y limitaciones.'
tienen que trabajar por separado v solamente pueden representarse mentalmente a su interlr cu-
La tarea de revisión cooperativa constituye una especie de "ensayo general"
toro Los aprendientes, que tienen una experiencia comunicativa previa básicamente oral no
del auténtico acto de recepción del escrito: un aprendiente "representa" ante el sólo no son conscientes de esas características, sino que muy a menudo desarrollan ideas ~im-
autor el papel de lector intermedio: lee el texto, verbaliza las reacciones que tiene y pies, ingenuas -o incluso erróneas- al respecto. Haciendo paralelismos con la oralidad, tien jen
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la cantidad y variedad de tareas que recaen en éste (elaboración del proyecto 1 • Sólo otorga autoridad de revisión al profesorado, porque es quien siempre ha
curricular, programación, coordinación, preparación de clases), limitan forzosa- j corregido directamente sus escritos (y porque es quien tiene todos los conocimien-
me nte el tiempo que los docentes pueden dedicar a la corrección directa y personal !
tos necesarios para hacerla). No espera tener que revisar con un compañero. No
de los escritos de sus alumnos. Si pretendemos que éstos escriban mucho más de lo considera útiles o valiosos los comentarios que puedan darse uno a otro.
qu : su profesor puede revisar (Cassany, 1993), se requieren actividades que no • Espera IIDa "respuesta" o revisión escrita de su texto, que es la que habitual-
soorecarguen al profesorado. La revisión entre iguales es una propuesta válida en- mente ha recibido. Incluso espera que el profesor le marque los errores y le anote
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tre otras muchas, como los guiones de autoevaluación, los programas informáticos sus soluciones correctas. Tiene muy pocas expectativas de usar "la oralidad" como
(verificadores ortográficos y estilísticos) o las actividades controladas con solucio- instrumento de revisión del escrito; en ningún caso esa puede sustituir completa-
ne ¡ predeterminadas. mente la corrección escrita.
!
¡ • Espera una calificación cuantitativa y estándar de su escrito (tipo del O al l O;
Ideas y habilidades previas de los aprendientes o bien, malv. No queda satisfecho con valoraciones más cualitativas o con comen-
tarios más reflexivos sobre el trabajo.
La anterior fundamentación, aunque sugerente y positiva, no puede esconder las Valora exclusivamente el producto final, el escrito terminado, porque eso es lo
evidentes dificultades que presenta en la práctica la revisión entre iguales. Los do- único que habitualmente corrige el profesor. Se resiste a mostrar sus producciones
ce ttes reconocemos que los aprendientes no siempre aceptan de buen grado corregir- intermedias (esqueTllas, borradores, etc.) a otras personas y no les atribuye ningún
se entre sí y que en algunos casos incluso ofrecen resistencia al ejercicio (actitudes interés.
negativas, falta de confianza, incomodidad, etc.). Una de las causas principales de Por otro lado, también se pueden inferir las siguientes limitaciones respecto a
esas dificultades es la formación previa del alumnado en escritura y en su enseñanza, las destrezas que usa el aprendiente para revisar:
la cual en muchos casos entra en conflicto con las prácticas propuestas. • No sabe verbalizar sus procesos de escritura (el texto producido, los procesos
Aunque no sea consciente de ello, el aprendiente tiene concepciones previas seguidos, las decisiones tomadas, etc.), porque habitualmente escribe en silencio,
scbre la enseñanza, la escritura y la corrección. Se trata de un conjunto de valores, solo, fuera de clase, y porque muy raramente habla de sus escritos. Tampoco tiene
actitudes y normas que se ha forjado a partir de la educación recibida, con la acu- mucha experiencia ni habilidades para desarrollar conversaciones sobre un tema
m rlación de experiencias de redacción (ejercicios realizados, correcciones recibi- específico, con el objetivo de analizar un elemento, de contrastar puntos de vista
d, s, opiniones de profesores y compañeros, etc.). No se trata sólo de valores (la escuela no enseña formalmente a usar el diálogo o la conversación como instru-
1.
-¡, al stractos o actitudes mentales, sino también de opiniones que pueden manifestar- mento de aprendizaje).
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! se en la conversación y, sobre todo, de normas de conducta, hábitos e incluso ma- • No está acostumbrado a leer textos auténticos e imperfectos de compañeros,
h nías que emergen espontáneamente en la composición. Cuanto mayor sea el porque suele leer modelos ejemplares de literatura o fragmentos del libro de texto.
I al rendiente y su experiencia educativa previa, más consolidadas pueden ser esas Además, en muchos casos la lectura de estos textos se realiza en clase con la guía
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,1 ce ncepciones -iY más dificil puede resultar modificarlasl directa del profesorado.
¡i Podemos explorar esas concepciones previas a partir de la experiencia educati- En conjunto, es obvio que los valores implícitos en las prácticas anteriores
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1>. v: que recibió el aprendiente. Es bastante probable que una buena parte de las chocan frontalmente con las presuposiciones de la revisión entre compañeros
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;[ ae tividades de expresión escrita que haya realizado en la escuela mantenga la se- (autorresponsabilidad, autonomía, importancia del diálogo oral, cooperación lec-
ci.encia didáctica más corriente (Cassany, 1993), que consiste en una instrucción tor/auror, etc.) y que esta confrontación explica algunas de las dificultades de apli-
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inicial del profesor (que describe el producto final del ejercicio: tipo de texto, ex- car la propuesta. Podemos entender que los aprendientes tengan vergüenza de
tensión, tema, tono, etc.), la elaboración del texto (que el aprendiente realiza indi- mostrar sus producciones intermedias, que desconfien de las opiniones de los com-
v.dualmente fuera de horas de clase) y la corrección final del profesor (escrita en el pañeros, que no acepten sus comentarios críticos, o que tengan escasa habilidad
rr ismo texto, hecha también fuera de clase, devuelta a su autor tiempo después). Si para oralizar sus procesos de lectur~ o escritura. En definitiva, la revisión entre
h potetizamos que, en general, esa ha sido la experiencia previa con la escritura, no iguales exige a los aprendientes un cambio de valores y actitudes respecto al proceso
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Cl eo arriesgado concluir que el aprendiente puede mantener las siguientes concep- de composición, y respec~o a la relación con los compañeros y con el profesorado.
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LINGÜjSTlC.~ y LlTERATURA
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DAN/EL CASSANY LA FOlV,fAClÓN DE REVISORES DE TEX-oS
Habilidades de la revisión entre compañeros '1; . Dirigir el tema de discusión hacía los intereses personales, poner énfasis en
¡•.•.
".... subtemas específicos, introducir cuestiones nuevas, cortar las repeticiones, etc .
La revisión entre iguales requiere habilidades específicas relacionadas, por un • Saber preguntar. En concreto, saber hacer preguntas indirectas (¿parece rue
lado, con los componentes pragmáticos del diálogo oral y, por otro, con los compo- le has divertido leyendo este fragmento?); evitar preguntas desviadas o tenden~ io-
nentes discursivos de la comprensión e interpretación de escritos. La siguiente lista sas del tipo ¿no crees que este párrafo es algo confuso?, que ofrecen demasiadas
identifica cada una de las destrezas usando conceptos de pragmática lingüística, y pistas sobre las expectativas del autor, etc.
ofrece algunos ejemplos de cómo se uti1izan (a partir de Elbow y Belanoff, 1989; • I~entificar los implícitos de las respuestas y pedir aclaraciones (por ejemj 10:
Quintana, 1994): ¿a que te refieres cuando dices que el texto esfrío?, ¿por qué no has dicho nada de
1 laprimera parte?).
Habilidades pragmáticas en la conversación oral 1 • Ofrecerrespuesta (retroalimentaciQn, feedback) continuada al interlocr tor
1 ., que habla con aseveraciones no verbales (mirada, gestos, movimientos vertica les
Turnos de habla • de cabeza), manifestaciones paraverbales (ahaha, SI) O saber dar réplicas de e m-
I1 tinuidad a los comentarios del interlocutor (por ejemplo: ¿de modo que tuviste aue
Los aprendientes han de saber regular la repartición de los turnos de habla de] I releerlo?, ¿y dijiste que no estás de acuerdo con esa idea?).
diálogo o de la conversación, respetando las intervenciones de cada interlocutor y i .. Los interlocutores deben asumir el papel de "invitados" a la conversación que
aprovechando los turnos propios. Una de las conductas negativas más frecuentes es , dirige el autor-anfitrión. Por esa razón deben atender sus demandas, aunque no
la sobreactuación del autor, que tiende a interrumpir repetidamente los interlocutores, renuncien a expresar sus impresiones personales, si no se adaptan a aquéllas.'
mientras exponen sus opiniones, con el fin de rebatirlas o justificarlas, de manera
que aquéllos pueden llegar a inhibirse de la tarea y a silenciar sus opiniones, pre .. 1 La cortesía
r
sionados por las réplicas del autor! Al contrario, la conducta más útil que puede
adoptar éste es la de callar y animar los interlocutores a verbalizar todas sus opinio-
!, Los aprendientes tienen que saber dar y recibir opiniones positivas y negati las
nes e impresiones. Incluso en el caso de que lo que digan tenga poca relación con sobre sus escntos, srn ofender ni ofenderse. En términos pragmáticos hablariarios
las expectativas del autor, se trata de información relevante porque indica 10 que ha d~ respetar "la imagen" (opiniones, cultura, esta tus, etc.) de los interlocutores, usai ido
interesado a los interlocutores en una primera lectura -el autor puede preguntarse: I formulasde cortesía (Brown y Levinson, 1987; Haverkate , 1994), como actos ver-
¿por qué se han fijado en X y no en y. que es lo que yo había pretendido? 1 bale s indirectos (¿ no crees que se puede ampliarrs, modalización (en mi opinión ...,
j
! en un~ primera lectura ...r quizás si hubiera leído ...), el lenguaje educado y distante
Negociación de temas (qUlZ~ usted pensaba.:.), o la autocrítica (puede ser que me equivoque ...,.si no me
engano ...). Al contrano, comportamientos que pueden agredir al interlocutor son
Los aprendientes han de saber empezar, desarrollar y concluir cooperativamente expresar las optrnones de manera muy directa (es demasiado breve. no me ha s us-
los distintos temas de una conversación. El autor es el responsable de tomar la tado), no matizar ni razonar el juicio (es incoherente, contiene m~c}¡as[altar¡ o
iniciativa, porque es el destinatario de la información que genera la actividad. Por usar un lenguaje excesivamente vulgar (es un desastre, es una birria; es guai, cojo-
lo tanto, debe dirigir el diálogo hacia los puntos que le interesen y tiene que saber nudoy.
extraer toda la información útil que puedan aportar los interlocutores (lo cual pue- . Al ~arecer de experiencia de revisión entre compañeros (y por extensión de
de requerir dejar hablar libremente al interlocutor, como en el ejemplo anterior). valoraciones cruzadas entre iguales), los aprendientes desconocen el uso de esas
Algunas de las destrezas de conducción de temas son: fórmulas de cortesía, presuponen que no es posible expresar determinadas opir .io-
nes sm molestar al mterlocutor y acaban sintiendo miedo o recelo de la activic ad.
En estos casos una reacción habitual es la inhibición absoluta (el silencio) (J el
4 Éste sería un buen ejemplo de violación de la máxima de cantidad de Grice (1989). Al justificar refugIO en comentarios estériles o vacíos (opiniones neutras como: "es muy aine-
su escrito o al rebatir las opiniones de los interlocutor es, el aprendiente-autor vulnera la máxi-
ma de "que su contribución no sea más ~n~ormativa de lo necesario". En general, autor ~ lectores están sujetos a la tercera máxima de Grice: "Diga cosas relevan: es".
LiNGüiSTlCA y LiTERATJRA
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D/ NIEL CASSANY LA FORJ"fACIÓN DE REVISORES DE TEXTOS
ni', trata de un tema interesante", etc.). En alguna ocasión, también puede darse el Expresión de las opiniones personales
cr.mentario directo e ingenuo que resulta realmente agresivo y que genera tensión
(como se mencionó más arriba). Por esta razón es fundamental que los aprendientes Los aprendientes han de saber explicar oralmente con precisión tanto 10 que
cr.nozcan y usen las fórmulas pragmalingüisticas de cortesía, que aprendan a ha- entienden en un texto, como las reacciones que les provoca o los procesos de pro-
blar de cuestiones delicadas o comprometidas sin entrar en confrontaciones. ducción y comprensión que han seguido, El autor debe saber justificar las intencio-
Al margen de las fórmulas de cortesía, los aprendientes deben ser conscientes I nes que tenía, las dudas que se le han presentado y las decisiones que ha tomando.
de los atributos que corresponden al autor y al lector. El primero debe comprender Los lectores tienen que poder explicar las ideas principales del texto, los puntos
que las reacciones del lector son ciertas, aunque difieran de las suyas, y el segundo (pronombres, palabras ambiguas, anacoJutos) que les han confundido, lo que no
debe aceptar que el autor es el único responsable del escrito y que, obviamente, entendieron, los desacuerdos o el grado de acuerdo existente, etc. Para eso es con-
ti-me el derecho -pero no el deber- de asumir el punto de vista del lector O aprove
el tar alguna de sus aportaciones, Elbow y Belanoff (1995: 12) califican esta asirne-
tr .acomo la paradoja de la revisión: "el lector siempre tiene razón; el autor siempre
I
1
1
veniente que los aprendientes tengan dos capa-cidades: un grado aceptable de con-
ciencia sobre sus propios procesos de producción/comprensión; y un buen dominio
! de los recursos retóricos de verbalización de información como el circunloquio, la
ti me razón, " porque cada uno habla desde su punto de vista, que es tan auténtico l
ejernplificación, el resumen, la comparación, el contraste o la reforrnulación. A
corno el de la otra parte, i
I
I
través de procedimientos de este tipo, y usando un lenguaje personal, los aprendientes
1 pueden expresar su~ opiniones de manera útil almterlocutor.
'i Habilidades discursivas en la comprensión/interpretación de escritos 1, Algunas conductas que dificultan la revisión son la de no poder expandir (jus-
tificar, razonar, comentar) las opiniones personales, la de repetir las palabras origi-
e omprension del escrito nales del escrito, con pocas variaciones, o la de aprovechar las expresiones que usó
previamente otro compañero, sin poder añadir nada nuevo, Por ejemplo, no ayuda
La lectura de escritos de compañeros presenta algunas particularidades rneno-
mucho a un autor que su lector despache el comentario con un simple "me ha
re s respecto de las habilidades generales de comprensión lectora. Los lectores tie-
gustado mucho" o "es muy interesante" que pueden ser gratificantes, pero aportan
n.:n tan cerca a su autor que pueden conocer datos de él o ella (intereses, personalidad;
muy poca información.
1) -oceso de composición realizado; intenciones originales del texto, estilo literario,
~ c.) que no siempre están disponibles para el lector y que permiten profundizar en
Distinción de varios tipos de respuesta
h comprensión del escrito. Se pueden valorar aspectos como la distancia entre las
u .tenciones y el texto real, el producto textual conseguido de acuerdo con el proce-
Los aprendientes deben ser conscientes de los diferentes puntos de vista que
SI) seguido, el estilo personal, etc, Por otra parte, la lectura de borradores con tacha-
puede adoptar la revisión de un escrito, para poder valorar con más precisión el
d rras y rectificaciones puede ocasionar dificultades por falta de costumbre: los
contenido del diálogo. Podemos distinguir varios "tipos de respuesta", que desa-
a umnos están habituados a leer tipografías impecablemertte impresas en libros de
rrollan funciones distintas y que exigen "lecturas" muy diferentes, Algunos de
tt xto, carentes de errores, y tienen poca o ninguna práctica en descifrar rnauuscn-
t(ISde compañeros, en plena fase de elaboración, a me dudo redactados con caligra- los tipos más generales son los siguientes (a partir de Elbow y Belanoff, 19736 y
Reid, 1993):
f as muy personales. ,.
En general, la revisión entre iguales no depende del nivel de comprensióndel • La descriptiva (basada en el texto), en la que el lector expresa su percepción
e scrito que haya alcanzado el aprendiente-lector, pero la actividad resulta mucho del escrito (idea central, estructura, tono, etc.).
más rentable e interesante si los interlocutores alcanzan grados refinados de mter-
pretación y análisis de textos Los lectores que pueden inferir implícitos, compre~-
der la ironía o analizar la estructura semántica del texto aportan mucha mas
información y permiten un diálogo mucho mis sutil que los que sólo comprenden 6 Se trata de la primera edición de Sharing and responding, texto específico sobre la revisión
i(leas principales o marcan palabras desconocidas, Una manera de potenciar la re- entre aprendientes, En la segunda edición (Elbow y Belanoff, 1989), desarrollan la distinción
v isión entre iguales es incrementar las destrezas avanzadas de comprensión lectora de tipos de respuesta hasta presentar once técnicas o "respuestas" diferentes, que presentan en
de los aprendientes. forma de preguntas que e1 autor puede dirigir al lector.
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DANIEL CASSANY L4 FORMACIÓN DE REVISORES DE TEXTI 'S
Pauta de respuesta autor-lector y preciso sin vulgarismos,matización de las opiniones personales, etc. Por ejem-
plo, un lector puede rellenar el texto siguiente con sus opiniones: "En una primera
Autor: ¿Qué pregunta te g-ustaría que respondiera tu lector", ¿sobre qué proble- lectura, lo que me ha gustado más del texto ha sido porque _
ma necesitarías una segunda opinión? y También pienso que podria mejorar porque _
Lector: Responde las dos preguntas anteriores. Sé específico. Después comple_ _ __ y Quizá si se añadiera me
ta las siguientes afirmaciones: hubiera gustado más ",
a) La mejor parte del texto es _
b) Cuando terminé la lectura, pensé/me sentí ~ _ Comprensión del escrito y expresián de opiniones personales
c) No estoy de acuerdo cuando dices _
d) Una experiencia o idea mías similar a esto es _ En general, las orientaciones didácticas básicas para el trabajo de lectura desde
e) Cuando dices , pensaba en una óptica comunicativa son válidas para incrementar las habilidades de compren-
f) Una sugerencia para mejorar el texto es -"- _ sión e interpretación de textos de compañeros. Una manera sencilla de ayudar al
(Reid, 1993). aprendiente-lector es darle objetivos específicos de comprensión y análisis (las
Por otra parte, se pueden realizar ejercicios específicos orales para aprender a peticiones del autor) antes de que empiece a leer; eso le permite adaptar su lectura
negociar temas o a conducir una conversación -al margen de las tareas de revi- a la finalidad de la t~rea y preparar lo que después tendrá que explicar oralmente.
sión-, como algunos dramas (ver Maley y Duff, 1982) o los diálogos dirigidos y Otras posibilidades son enseñar estrategias superiores de lectura a los aprendientes,
los vacíos de información (ver Bordón, 1991), desarrollados en ambos casos en la como por ejemplo: descifrar pistas textuales (conectores, títulos, estructura) y
didáctica de L2. contextuales (presentación, conocimiento del autor, etc.) o ayudarles a inferir los
implícitos. Respecto a las habilidades de verbalización, se pueden realizar ejerci-
Cortesía
cios concretos de paráfrasis, reformulación y síntesis oral, al margen de las tareas
de revisión.
Dos de los recursos más útiles son las normas y los modelos:
LINGüíSTICA y LITERATURA
¡¡J' Recapitulación Rué i Domingo, J. (1991) El treball cooperatiu. L'organitsactá social de I'ensenyament i
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incrernenta su comprensión de las particularidades de la comunicación escrita. Pero 4. George Washington University.
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tanto las concepciones previas que tiene el alunmado como las habilidades pragmáti- Writing Lab Newsletter. Promoting the exchange of voices and ideas in one-to-one teaching o f
cas y discursivas que requiere ese tipo de revisión exigen que haya un aprendizaje writing. Editor: Muriel Harris, Dept, ofEnglish. Purdue University, West Lafayette, fN n907.
formal y especifico de las técnicas de revisión entre compañeros. De ese modo, la 1
formación de los aprendientes como revisadores eficaces de escritos en cooperación
se convierte en un objetivo básico de la clase de composición escrita. I
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