Sunteți pe pagina 1din 2

JUDICIAL

La Corte Nacional de Justicia administrará la función Judicial


La función Judicial administrará justicia a través de la Corte Nacional de Justicia con
sede en Quito, integrada por 21 jueces, de los cuales 11 serán designados por el
Consejo de la Judicatura y 10 por la actual Corte Suprema.

Los magistrados durarán nueve años en sus funciones, no podrán ser reelectos y se
renovarán por tercios cada tres años. Existirán conjueces que formarán parte de
esa función del Estado. De los 21 magistrados se elegirá al presidente de la Corte
que durará tres años en sus funciones. Los presidentes de sala durarán un año.

Entre los requisitos para ser magistrados se elimina la edad mínima de 45 años, y
se reduce de 15 a 10 años el haber ejercido la profesión de abogado, judicatura o la
docencia superior.

El Consejo de la Judicatura será el órgano de gobierno, administración y disciplina


de la función Judicial. Se integrará en un plazo no mayor a 180 días contados a
partir de la vigencia de la Constitución. Elegirá a los magistrados con un concurso
de oposición y méritos, impugnación y contraloría social.

En cada provincia funcionará una corte provincial de justicia integrada por el


número de jueces necesarios para atender las causas, quienes provendrán de la
carrera judicial, el libre ejercicio profesional y la docencia universitaria.

Con excepción de los magistrados de la Corte Nacional de Justicia, los jueces y


demás servidores judiciales deberán aprobar un curso de formación general y
especial, y pasar pruebas teóricas, prácticas y psicológicas. Se garantiza la
estabilidad de los funcionarios de la actual CSJ, Consejo Nacional de la Judicatura,
cortes superiores, tribunales distritales de lo Contencioso Administrativo, tribunales
de lo Fiscal y tribunales penales, los que serán reubicados en cargos de similar
jerarquía y remuneración.
TRANSPARENCIA
La ciudadanía será el nuevo “Quinto Poder” del Estado
La Función de Transparencia y Control Social tiene la intención de promover la
participación de la ciudadanía en la fiscalización del poder público.

Estará conformada por un Consejo de Participación Ciudadana y Control


Social, Contraloría, Defensoría del Pueblo y superintendencias.

Habrá una Comisión de Coordinación de estos entes, que se encargará de articular


un Plan Nacional de Lucha contra la corrupción.

El Consejo tendrá siete miembros que durarán cinco años en sus funciones y será el
encargado de designar al Defensor del Pueblo, armar las comisiones ciudadanas de
selección de autoridades como el Consejo Nacional de la Judicatura, la Corte
Constitucional y el Consejo Nacional y el Tribunal Contencioso Electoral.

Este organismo absorberá a la Comisión de Control Cívico de la Corrupción y la


Secretaría Nacional Anticorrupción.
LEGISLATIVO
Sin facultad de interpretar Constitución y suben a 124 miembros
La nueva Constitución quita a la Asamblea Nacional (antes Congreso), máximo
organismo de la Función Legislativa, la facultad de interpretar la Constitución y
designar autoridades de control, y ata la posibilidad de enjuiciar políticamente al
presidente de la república a un dictamen de admisibilidad de la Corte
Constitucional; aunque puede declarar su incapacidad física y mental para dejarlo
cesante en sus funciones.

La Asamblea tiene la capacidad de destituir al presidente por arrogarse funciones


(previo dictamen de la Corte Constitucional) o por grave crisis política y conmoción
interna, de hacerlo, se convocará inmediatamente a elecciones no solo para primer
mandatario, sino también para legisladores. El mecanismo fue bautizado como
‘muerte cruzada’.

Se devuelve a la legislatura la capacidad de enjuiciar y destituir a los ministros de


Estado, se incluye a los vocales del Consejo Nacional de la Judicatura y se ratifica el
mismo procedimiento para las autoridades de los organismos de control.

La nueva Carta Magna incrementa el número de legisladores de 100 a 124 (103


nacionales, 15 provinciales y 6 en representación de los emigrantes en el exterior),
el mínimo de edad para ser asambleísta baja de 25 a 18 años. Se mantiene la
forma de funcionamiento del organismo y se ratifica el procedimiento de aprobación
de las leyes orgánicas, ordinarias y de urgencia económica, pero se reducen los 2
recesos legislativos anuales de un mes a quince días.

La facultad de fiscalizar los actos de las funciones Ejecutiva, Electoral y de


Transparencia y Control Social, de autorizar con la votación de las dos terceras
partes de sus integrantes el enjuiciamiento penal del presidente o el vicepresidente
cuando la autoridad competente lo solicite fundamentadamente, de fijar el límite de
endeudamiento público de acuerdo con la ley, posesionar a las autoridades de
control y electorales, conceder amnistías y aprobar o improbar tratados
internacionales se mantienen.

Así como el fuero de Corte para los legisladores, que no serán civil ni penalmente
responsables por las opiniones que emitan y decisiones o actos que realicen en el
ejercicio de su función.

S-ar putea să vă placă și