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Director
Patricio Merino Beas
Doctor en Teología
Querido Dios estoy altamente agradecido por el camino, por el cual me conduces
para descubrir lo que más importa en la vida. Amistades y conocimiento es lo
máximo para aprender a vivir mejor.
______________________________
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Jurado
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Jurado
Conclusión ............................................................................................................... 77
Bibliografía............................................................................................................... 84
Siglas y Abreviaturas
En el Concilio Vaticano II, en Lumen Gentium 12, la Iglesia afirma que los fieles
también tienen derecho por el sentido común a participar en el desarrollo de la
doctrina. Por este motivo la Iglesia de este tiempo trató de crear nuevos
mecanismos para proporcionar esta consulta y así en 1965 el Papa Pablo VI, el día
15 de septiembre inicia la vida de los Sínodos. Desde este tiempo tenemos
experiencia de la Iglesia sobre consulta del Sensus Fidei, la que posteriormente se
encontrará ubicada en el Código del Derecho Canónico del Papa San Juan Pablo
II. La reciente encíclica del Papa Francisco Evangelii Gaudium en su número 31
habla sobre el “Olfato que tiene el Pueblo para encontrar nuevos caminos”, esto nos
motivó a buscar y encontrar pistas para develar el proceso de la consulta del recurso
al Sensus Fidei al pueblo, describir el proceso de consulta y sus métodos y además
proporcionar su aplicación en dos Sínodos extraordinarios sobre la familia y su
documento final, exhortación Amoris Laetitia. Para este trabajo hemos escogido el
método de la hermenéutica teológica como la vía principal para llegar a los
resultados esperados, de los cuales se busca demostrar la vigencia del sentido
común del pueblo y su efectiva aplicación en la vida de la Iglesia.
Introducción
1
Franciscus, Papa. Adhortatio Apostolica Evangelii Gaudium. AAS (AAS), v.105, n.12 (2013): 1033.
En adelante se citará EG y el número correspondiente al pie de página. EG 31.
11
Por este motivo la Iglesia de este tiempo trató de crear nuevos mecanismos
para proporcionar esta participación y así en 1965 el Papa Pablo VI, el día 15 de
septiembre inicia la vida de los Sínodos3. Desde este tiempo tenemos esta
experiencia de la Iglesia sobre la consulta del sensus fidei, la que posteriormente
se encontrará ubicada en el Código de Derecho Canónico del Papa San Juan Pablo
II, y reformada por el santo Padre Benedicto XVI4.
Esto nos motivó a tomar este tema como principal de nuestro trabajo y buscar
los acontecimientos apropiados para ver el uso del término sensus fidei y su
contenido en la vida de la Iglesia. El sentido común de la fe retoma cada vez más
importancia. La importancia también de los laicos y todo el Pueblo de Dios acerca
de los temas eclesiásticos. Los Sínodos extraordinarios y ordinarios son ejemplo de
esto por excelencia. Queremos ver el uso apropiado y necesario en la consulta al
Pueblo de Dios. Por esto la motivación es aún más grande para desarrollar el tema
en nuestro contexto actual de la Iglesia.
2
Paulus VI, Papa. Constitutio Dogmatica de Ecclesia. AAS, v.57, (1965): 16. En adelante se citará
LG y el número correspondiente al pie de página. LG 12.
3
Paulus VI, Papa. Litterae Apostolicae Motu Proprio Datae. Apostolica Sollicitudo. AAS, v.57, (1965):
775-780. En adelante se citará AS y el número correspondiente al pie de página.
4
Benedictus XVI, Papa. Ordo Synodi Episcoporum. AAS, v.98, n.10 (2006): 762-763. En adelante
se citará AS y el número correspondiente al pie de página. OSE cap. IV, 7.
12
responder al interrogante ¿Cómo funcionó este recurso al sensus fidei en los dos
Sínodos sobre la familia y en Amoris Laetitia? Y al final podemos inclinarnos sobre
la pregunta acerca de las consecuencias pastorales del recurso al sensus fidei, en
los Sínodos y en la exhortación Amoris Laetitia.
Tanto el tema, y las preguntas nos invitan a poner como título de este trabajo:
Sensus Fidei y Magisterio de la Iglesia. El caso de Amoris Laetitia.
Esta descripción sobre el sensus fidei en el magisterio actual nos enseña las
bases necesarias para el buen discernimiento del papel de los fieles individuales y
la Iglesia en conjunto, después nos demuestra el tema, la materia del sensus fidei y
al terminar nos da claras pautas para el discernimiento de las verdaderas o
auténticas manifestaciones del sensus fidei en la vida de la Iglesia.
En el mismo sentido más amplio, del año 2014 tenemos dos publicaciones
una antigua de 1979 de la universidad de Navarra, escrita por el teólogo Jesús
Sancho Bielsa sobre la Infalibilidad del pueblo de Dios, con un subtítulo explicativo
sobre los temas que trata: sensus fidei e infalibilidad orgánica de la Iglesia en la
Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II. Y otra, la más reciente de Sal
Terrae de Bernard Sesboué: La infalibilidad de la Iglesia. Historia y Teología de
2014. Estas dos obras son la base para el camino en el proceso de entender el
sensus fidei y a la vez el sujeto del término que es el pueblo de Dios. Así tendremos
el punto de partida.
5
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia. p. 7.
6
Laboa, Juan María. 2008. Atlas Histórico de los Concilios y de los Sínodos. 1st ed. Madrid: San
Pablo.
14
En este sentido vale la pena mostrar muchas publicaciones sobre los dos
Sínodos de la Familia, tanto como posteriores publicaciones sobre los temas, como
lo recopila el Consejo Pontificio para la Familia en su página web7. También existe
el material suficiente sobre la exhortación del Papa Francisco Amoris Laetitia con
sus pros y contras. Esto nos ayudara hacer comparación entre las propuestas del
sensus fidei y su incorporación a Amoris Laetitia.
7
Pontificio Consejo para la Familia, Documentos.
15
8
EG 31.
16
presenta la base de los conocimientos hasta el 2014, sobre el tema del sensus fidei.
Esta es la base sistematizada del “sensus fidei” y sobre algunos, destacados
documentos del Concilio Vaticano II, como Lumen Gentium y Verbum Dei.
9
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, No. 2.
10
Ibid.
18
1.1.1 Procedencia
11
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 238. [De este modo lo describe el diccionario del año 1945,
nuevas versiones no incluyen el término alma, se refieren solo a lo natural.]
12
Ibid, 102.
13
García, El pequeño Larousse ilustrado, 919.
14
Ibid.
19
15
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 237.
16
Pié-Ninot, Diccionario de Teología Fundamental, 1348.
17
Ibid, 1349.
18
Juan Esquerda, Bifet. Diccionario de evangelización, 213.
20
sentido sobrenatural de la fe. Donde recopila lo que dijo sobre el sensus fidei el
Lumen Gentium en el punto 12 y el Verbum Dei, en el punto 8 19. El segundo
momento aparece en el dogma trinitario donde alude a la fe de los cristianos y por
último lo podemos ver en el punto 904, donde nos describe la participación de los
fieles laicos en la misión profética de Cristo20.
19
Juan Pablo II. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 91-93.
20
Ibid, 904.
21
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, No. 23.
22
Lerins, Commonitorium 50, 23.
23
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 191.
21
24
Lerins, Commonitorium 50, 23.
25
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 192.
26
Ibid, 193.
27
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 194.
28
Ibid, 197.
22
se puede apreciar la verdad con un sentido que está conforme con ella, y es
verdadera y con el sentido opuesto que no se asemeja a ella y por ende es falsa29.
La enseñanza tridentina como nos la acerca el Papa Pio XII, nos acerca a
una definición muy certera con la confrontación con la reforma, que explica que
unanimidad de los fieles en el error no significa que algo es verdadero y revelado,
significa solo la relatividad del sentido subjetivo sobre algo. La unanimidad entonces
necesita un criterio mayor que pueda avalar este sentido común de los fieles y es el
Espíritu Santo, que guía la Iglesia y la instruye. ¿Cómo la guía? – por medio del
magisterio y los obispos34. Esto evoca una nueva teoría del sensus, pero ya no fidei
29
Ibid, 198.
30
Ibid, 203.
31
Ibid, 207.
32
Ibid, 208-210.
33
Ibid, 211.
34
Pius XII, Papa. Litterae Encyclicae Humani Generis. AAS, v.42, (1950): 568. En adelante se citará
HG y el número correspondiente al pie de página. HG 15.
23
sino fidelium, como communis sensus fidelium, en la Iglesia y bajo el criterio del
Espíritu Santo en materia de la fe35. Esto es lo que afirma el Concilio y lo pone de
relieve Melchor Cano diciendo que sensus ómnium fidelium in fidei quaestione
abarca no solo a los simples fieles, sino a todos los miembros de la Iglesia36.
35
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 215.
36
Cano, De locis theologici, 178.
37
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 229.
38
Ibid, 227-228.
24
Retomando la vieja escuela europea sobre el tema del sensus fidei, en los
manuales de la teología fundamental encontramos el de Cesar Izquierdo, que nos
habla sobre dos líneas del tema del sensus.
39
Ibid, 231.
40
Ibid, 232.
41
Ibid, 232.
42
Ibid, 101.
43
Izquierdo, Teología Fundamental, 125.
25
44
Ibid.
45
Ibid.
46
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 286-287.
47
LG 12.
48
Constitutio Dogmatica de Divina Revelatione. Dei Verbum. AAS, v.58, (1966): 820-821. En
adelante se citará DV y el número correspondiente al pie de página. DV 8.
49
Izquierdo, Teología Fundamental, 126.
50
LG 12.
26
creyentes bajo la guía del Espíritu Santo. Las dos se someten al magisterio, como
intérprete auténtico de la revelación51.
Para abarcar este tema, hay que ver la acción del Espíritu Santo en toda la
Iglesia, y después verlo en el pueblo cristiano que conforma la Iglesia y tiene su
propio sentido de la fe53.
51
Izquierdo, Teología Fundamental, 127.
52
Ruiz, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la revelación, 237.
53
Ibid, 240.
54
Ibid, 241.
55
Kung, ¿Infalible? Una pregunta, 242-243. [No obstante, no comparte el significado que propone
Hans Kung sobre el tema. Más bien es referirse al sinónimo de la Infalibilidad, que en este caso es
indefectibilidad. Tema bien desarrollado en: Rodríguez P. (1978) La indefectibilidad de la Iglesia. En:
Scripta Theologica. Vol. 10 (1), p: 235-267.]
56
LG 12.
27
57
Alfaro, La Teología frente al Magisterio, 486-488.
58
Paulus VI, Papa. Adhortatio Apostolica. Evangelii Nuntiandi. AAS, v.68, (1976): 15-16. En adelante
se citará EN y el número correspondiente al pie de página. EN 16.
59
Ruiz, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la revelación, 241.
60
Ibid.
61
LG 12.
62
Ruiz, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la revelación, 242.
63
Congregatio pro doctrina Fidei. Instructio de Libertatae Cristiana et Liberatione. Libertatis
Conscientia. AAS, v.79, (1987): 563. En adelante se citará LC y el número correspondiente al pie de
página. LC 22.
64
Ruiz, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la revelación, 242.
65
Ibid, 243.
28
66
Sauras, El Pueblo de Dios, 254.
67
Ruiz, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la revelación, 243.
68
Ibid.
69
Ibid, 244.
70
Seweryniak, Teologia Fundamentalna, 138.
29
(sensus fidelium y sensus fidei), que le ayuda en esta tarea71. Estos “ojos de la fe”
por el Espíritu Santo guiados son la clave del sensus fidei72. Siguiendo, el autor
presenta tres ejemplos prácticos donde se usó la materia del sensus fidei y sensus
fidelium en la vida de la Iglesia para pronunciar solemnemente las verdades:
El tercer ejemplo evoca a la afirmación del papa Pio XII, sobre el dogma de
la Asunción de 1950, que también se basa sobre el fundamento de la fe común, de
los fieles cristianos76.
71
Ibid, 140.
72
Ibid.
73
Ibid, 141.
74
Bokwa, Breviarium Fidei, 272. [Toda la carta, con sus divisiones por los subtítulos narra la historia
de la veneración a María, dando como ejemplo los fieles, religiosos, obispos, emperadores, etc.]
75
Bokwa, Breviarium Fidei, 266 [Texto del dogma se encuentra en Pastor Aeternus, capitulo 4,
ubicado en la edición polaca del Breviarium Fidei, que contiene las afirmaciones eclesiásticas sobre
la fe.]
76
Bokwa, Breviarium Fidei, 412. [Texto del dogma se encuentra en la Constitución Apostólica del
Papa Pio XII, Munificentissimus Deus, del 1 de noviembre de 1950.]
77
Ioannis Pauli II. Litterae et Encyclicae. Evangelium Vitae. AAS, v.87, (1995): 466-464 En adelante
se citará EV y el número correspondiente al pie de página. EV 57.
30
78
Seweryniak, Teologia Fundamentalna, 142.
79
Ibid.
31
Podemos distinguir que sensus fidei se expresa en la Iglesia sobre los temas
revelados y está bajo la guía del Espíritu Santo, y se somete a la Jerarquía, donde
juntos reconocen lo que es verdadero por la intuición del Espíritu Santo que los guía.
80
LG. 12.
81
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 102.
82
Ibid, 103.
83
Ibid, 103.
84
LG. 12.
85
Ibid.
32
Las diferencias entre sensus fidei fidelis y sensus fidei fidelium. Recordando
todas las etapas de la formación del término y su contenido se nota la tendencia del
desarrollo constante del entendimiento de la Iglesia sobre este tema crucial en la fe.
Es necesario recurrir de nuevo a las directrices de la Comisión Teológica
86
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 138.
87
DV 8.
88
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 140-144.
33
Internacional sobre el sensus fidei y ver claramente las emanaciones del sensus
fidei.
Sensus fidei fidelis – como sensus fidei en la vida personal del creyente, que
se basa sobre las descripciones de la teología clásica con el fin de reflejar de qué
modo opera la fe en los creyentes individuales89. La Comisión presenta el sensus
fidei como un instinto de la fe y como una manifestación en el creyente. Abarcando
esto tenemos la definición de esta emanación:
89
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, No. 48.
90
Ibid, 49.
91
Ibid.
92
Ibid, 50.
93
Ibid, 53.
94
Ibid.
95
Ibid.
34
96
Ibid, 55.
97
Aquino, Summa Teologiczna, 3.
98
Congregatio pro doctrina Fidei. Instructio de Ecclesiali Theologii Vocatione. Donum Veritatis. AAS,
v.82, (1990): 1565-1566. En adelante se citará DVV y el número correspondiente al pie de página.
DVV 35.
99
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, No. 60.
100
Ibid, 62.
101
Ibid, 63.
102
Ibid, 66.
103
Ibid, 22.
35
consensus de los fieles, laicos y ordenados, de los estudiosos y simples. Esto ayuda
en el transcurso de la historia y da pistas prospectivas para el futuro de la Iglesia104.
Conclusión
104
Ibid, 68.
36
Todo esto nos demuestra que el sensus fidei no es una cosa sencilla, es un
conjunto de muchos factores que influyen y pueden influir sustancialmente.
Depende del magisterio y de todo el pueblo de Dios discernir los caminos correctos
para este término, que se haga cada vez más útil en la vida eclesial. La descripción
de este sensus, la etimología y las definiciones pueden ser útil a la hora de entender
que es, como se define y que significa el sensus en el plano natural y sobrenatural.
Dándonos las sólidas bases para aplicación pastoral del término en la vida de la
Iglesia universal y particular especialmente. Sabiendo que es y cómo se define
buscaremos como consultar eficazmente el sentido común de los fieles.
37
105
EG 31.
38
106
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 145.
107
LG 9.
108
EG 31.
39
ellas tomada de las palabras de Jeremías, nos da un claro distintivo que puede ser
el pueblo de Dios: Mirad, vienen días, dice el Señor, en los que haré con la casa de
Israel y con la casa de Judá una alianza nueva…, pondré mi ley en sus entrañas y
la escribiré en sus corazones y seré su Dios y ellos serán mi pueblo109. Hasta ahora
una casa de Israel y de Judá, después un Pueblo, que tiene distintivos: Ley y
Cabeza. Ley que escribe Dios en sus corazones y Cabeza, que será el mismo Dios.
En el antiguo testamento por todo el tiempo podemos apreciar esta imagen, donde
Dios gobierna como cabeza y jefe, y el pueblo obedece a sus leyes siendo a la vez
un grupo y no una sola persona con un destino futuro.
Entre las dos etapas hay por tanto continuidad representada por el nombre y
sobre todo por la fidelidad de Dios que las trasciende, por el propósito divino de
salvación que las sustenta y por la elección divina que las crea111.
109
Jr 31, 31-34.
110
Rm 4, 25
111
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 147.
112
Ibid. 149.
40
un total de sus seguidores que lo tienen por la cabeza y gozan de sus leyes y
esperan su destino futuro.
Misión sacerdotal, descrita por el Lumen Gentium118 aborda los temas del
sacerdocio común de los fieles en general y en los sacramentos de la Iglesia que
constituyen su vida. Dicha misión requiere del pueblo de Dios en el primer lugar
configurarse con Cristo Maestro y Pontífice119. Esta misión se desemboca en tres
tareas: ofrecerse a sí mismos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios 120,
deben dar testimonio de Cristo en todas partes y dar razón de su esperanza de la
vida eterna, a los que la piden121. Este es el núcleo del sacerdocio común de todos
los fieles. En este momento hay que ver también la diferencia entre el sacerdocio
113
LG 13.
114
Ibid. No.10-12.
115
Ibid. No.10.
116
Ibid. No.12.
117
Ibid. No.17.
118
Ibid. No. 10.
119
Hb 5, 1-5; Ap 1, 6.
120
Rm 12, 1.
121
1P 3, 15.
41
122
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 174.
123
LG 10.
124
Pius XII, Papa. Litterae Encyclicae. Mediator Dei et hominum. AAS, v.39, (1947): 555. En adelante
se citará MD y el número correspondiente al pie de página. MD 108.
125
Bielsa, Infalibilidad del Pueblo de Dios, 152.
126
Pius XI, Papa. Litterae Encyclicae. Miserentissimus Redemptor. AAS, v.20, (1928): 170. En
adelante se citará MR y el número correspondiente al pie de página. MR 7.
127
LG 12.
128
Ibid.
129
Ibid.
42
El sensus fidei, que encuentra su fundamento también en los fieles del Señor,
en otras palabras, en el pueblo de Dios, que es sujeto, necesita tener unos signos
viables para poder ver claramente si son auténticas manifestaciones de él o son
simplemente una opinión, reflexión, o un interés particular. Anteriormente el sentido
común de la fe se comparaba solo con la doctrina actual de la Iglesia, para así poder
encontrar la veracidad, o se comparaba con la Palabra Divina. No obstante, el
Concilio Vaticano II abrió ampliamente el espacio del sensus fidei, lo que hizo
necesario construir las bases sólidas, para poder discernir manifestaciones
auténticas del sensus fidei en la vida de la Iglesia. De este modo la Comisión
Teológica Internacional, lo primero que está viendo en esta materia, es el sujeto del
sensus fidei, la persona del cristiano y características requeridas para que el
bautizado pueda ser verdaderamente sujeto del sensus fidei135. En el segundo lugar
130
Hch 1, 8.
131
Jn 20, 21.
132
EG 119.
133
LG 17.
134
Ibid.
135
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 87.
43
Para abordar todas las características del bautizado, sujeto del sensus fidei,
sería imposible, porque son tantas y además no son excluyentes sino incluyentes y
deberían aparecer juntas. Por este motivo la Comisión Teológica Internacional
enfoca su disertación sobre un conjunto de características éticas, espirituales o
eclesiales137.
136
Ibid.
137
Ibid. No. 88.
138
LG 12-13.
139
Ibid. 89-91.
44
La apertura de la razón
San Pablo en la carta a los Romanos invita a todos para que sepan discernir
cual es la voluntad de Dios, que es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto 141. Esta
invitación paulina introduce al cristiano a abrir su mente para las verdades que
puedan sobrepasar a la mente del ser humano. Esta apertura habilita al miembro
de la Iglesia a motivarse y crecer en la fe y a su vez esta fe puede alimentar la razón
y viceversa. Así nos dice Comisión Teológica Internacional: “Los miembros de la
Iglesia aceptan la función propia de la razón iluminada por la fe en sus creencias y
prácticas142”
Adhesión al magisterio
140
Ibid. 92-94.
141
Rm 12, 1-2.
142
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 96.
143
Lc 10, 16.
144
Comisión Teológica Internacional, La teología hoy: perspectivas, principios y criterios, no. 74-80.
145
LG 39-42.
45
seáis santos146”. Este llamado describe no solo la voluntad de Dios a los miembros
de la Iglesia, sino un plan de vida a ellos. Ser santo es algo esencial de la vida
cristiana e indispensable. Cristianos tienen bastantes ejemplos para poder tomar
para su vida, empezando por el mismo Salvador y santísima Virgen María y
siguiendo con todos los santos que nos dejaron su testimonio de vida 147.
Obviamente la santidad nunca se separa de la humildad, que es necesaria para
autenticidad de la santidad. Esta humildad ayuda reconocer al miembro de la Iglesia,
cuanto le falta todavía para poder convertirse en Cristo. “Quien quiera ser el primero,
que sea el último de todos y el servidor de todos148”. La humildad se vive,
reconociendo la verdad de la fe, en el ministerio de los pastores y las necesidades
de los fieles, especialmente los más débiles149. Pero ¿cómo reconocer si la santidad
y humildad son verdaderas? La Comisión Teológica Internacional nos da respuesta
demostrando como la paz y alegría son un indicador eficaz de estas virtudes. Estos
dos dones se manifiestan de modo especial en el nivel espiritual, y no psicológico o
emocional, es la paz del corazón y alegría de la persona que encontró el tesoro de
la salvación150. La paz y alegría son dos de los frutos del Espíritu Santo151.
Edificación de la Iglesia
146
1Ts 4, 3; Ef 1, 4.
147
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 99-100.
148
Mc 9, 35.
149
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 101.
150
Ibid. No. 102.
151
Gal 5, 22.
152
1Cor 14.
153
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 104-105.
46
154
Ibid. 108.
155
Ibid.
156
Ibid. 110.
157
Ibid. 112.
158
EN 131.
47
fidei sean auténticas159. En esto hay que también descubrir un gran potencial
pastoral, que tiene fuerza evangelizadora que reclama Papa Francisco: “una fuerza
activamente evangelizadora que no podemos menospreciar: sería desconocer la
obra del Espíritu Santo160”.
Es una cosa no muy sencilla, pero clara, que no puede haber una
identificación directa entre el sensus fidei y la opinión pública, ampliamente
159
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 112.
160
EG 126.
161
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 113.
162
Ibid. 114.
163
Ibid. 115.
164
Ibid. 117.
48
165
Ibid. 118.
166
Ibid.
167
Ibid.
168
Ibid. 119.
49
Derecho Canónico nos dice: “Todos los fieles tienen derecho, y a veces
incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de
manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien
de la Iglesia”, “Tienen el derecho […los fieles] de manifestar su opinión a los demás
fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencias
hacia los pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las
personas”169.
169
Ioannis Paulus II, Papa. Codex Iuris Canonici. AAS, v.75-II, (1983): 34. En adelante se citará CIC
y el canon correspondiente al pie de página. CIC 212.
170
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 121.
171
Hch 15.
172
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 125.
173
CIC 443.
174
Ibid. 463.
175
Ibid. 512.
176
Ibid. 536.
177
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 126.
50
178
EG 31.
179
Paulus VI, Papa. Decretum de Pastorali Episcoporum Munere in Ecclesia. Christus Dominus.
AAS, v.58, (1966): 675. En adelante se citará CD y el número correspondiente al pie de página. CD
5; Paulus VI, Papa. Decretum de Activitate Missionali Ecclesiae. Ad Gentes Divinitus. AAS, v.58,
(1966): 979-980. En adelante se citará AG y el número correspondiente al pie de página. AG 29.
180
AS.
181
Oficina de Prensa de la Santa Sede, Sínodo de los obispos, no. II.
51
método colegial usa dos procesos muy necesarios en cualquier debate, que es
análisis y síntesis, dos factores por demás indispensables.
El inicio del proceso empieza con la consulta previa a las Iglesias Orientales
sui iuris, Conferencias Episcopales, Jefes de Dicasterios de la Curia romana y la
Unión de Superiores Generales para obtener indicaciones sobre posibles temas
para el Sínodo182. Estos temas deben cumplir las características previas que se
enfocan en la universalidad, para que sean para toda la Iglesia, que temas sean
relevantes y de importancia y, sobre todo, que sean posibles de realizar, sean
efectivas. Después de escoger el tema el Consejo de la Secretaría General del
Sínodo de los Obispos estudia posibles líneas de la materia y lo presenta al santo
Padre para su aprobación.
182
Ibid.
183
AS V.
184
Ibid. X.
52
Fase preparativa
En las tres fases esta es preeliminatoria y permite ver los temas en el mundo
o las indicaciones si el tema es propuesto por el santo padre, cuando convoca
asambleas generales, extraordinarias o especiales. Está dirigida por el Consejo de
la Secretaria General del Sínodo y en él se elabora todos los documentos previos a
la Asamblea Sinodal. En este paso en las Conferencias Episcopales y otros
organismos convocados al Sínodo se busca las propuestas que, junto con sus
justificativos, las Conferencias envían al Consejo de la Secretaria General del
Sínodo.
Fase consultiva
185
OSE cap. IV, 7.
186
Ibid.
187
Oficina de Prensa de la Santa Sede, Sínodo de los obispos, no. II.
53
Santo Padre para su aprobación o para añadir en el algo que el sumo pontífice
considere oportuno. Después de su aprobación el Instrumentum Laboris se traduce
a las lenguas oficiales del Sínodo y se distribuye a las Conferencias Episcopales,
para hacerlo llegar a los padres sinodales, de cada jurisdicción.
Esta etapa reúne a todos los Padres sinodales para encuentro según el
ordenamiento del Sínodo Ordo synodi episcoporum188. Se compone de tres pasos
generales. En el primer paso cada miembro presenta la situación de su Iglesia
particular, compartiendo las experiencias de fe, y especialmente lo relacionado con
el trabajo previo con el tema del Sínodo. Esta etapa se caracteriza por el compartir
entre todos, de su Iglesia particular. El segundo paso, está en las manos del relator,
quien prepara los puntos para ser discutidos en el segundo paso. Estos puntos
serán debatidos por los padres sinodales en pequeños grupos llamados círculos
menores, donde los miembros según sus lenguas discutirán los asuntos. Los
círculos menores preparan el informe de las discusiones para posteriormente
presentarlos en la asamblea plenaria, donde se puede hacer respectivas preguntas
para aclarar las dudas, argumentos y comentarios. El tercer paso de nuevo reúne
círculos menores para debatir las propuestas de los informes anteriores. En esta
etapa es importante focalizar los temas y propuestas, que se someterán a las
votaciones. Se formula las sugerencias y observaciones de manera más precisa y
188
OSE.
54
Las propuestas y experiencias sinodales sirven tanto para las iglesias locales
coma a la Iglesia universal, de modo que el Santo Padre a veces las presenta como
magisterio de la Iglesia con ciertas propuestas para su incorporación en la vida.
189
Oficina de Prensa de la Santa Sede, Sínodo de los obispos, no. II.
55
Conclusión
Esta convocatoria papal tiene unos rasgos nuevos. Sabemos que el Sínodo
es de obispos, los temas desafían la vida religiosa de los laicos, especialmente los
temas que generan mucha polémica. El Santo Padre en esta etapa convocó, según
estipula el ordenamiento de los Sínodos extraordinarios, la máxima cantidad de los
laicos, como auditores, locutores y observadores, además de esto, para marcar un
nivel pastoral más grande, se preparó una encuesta que fue dirigida a las
Conferencias Episcopales, pero por primera vez fue publicada en distintas lenguas.
Estos puntos marcan una nueva apertura del Papa Francisco, convocando este
Sínodo extraordinario.
190
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
57
El segundo nos llevara a develar como funcionó el proceso sinodal con sus
pasos ordinarios, como lineamenta, instrumentum laboris y relatio synodi en los dos
Sínodos haciendo un trabajo comparativo. Así veremos cómo se consultó al pueblo
de Dios y que consecuencias tuvo. Además, veremos los resultados que marca el
camino del recurso al sensus fidei hasta el magisterio.
Así eclipsaremos el tema por completo para poder sacar las nociones
conclusivas.
191
Sala Stampa della Santa Sede, Comunicato della Sala Stampa della Santa Sede: III Assemblea
Generale Straordinaria del Sinodo dei Vescovi (5-19 Ottobre 2014),
192
Ibid.
58
193
AICA, Sínodo sobre la Familia: Presentan el documento preparatorio.
194
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
59
En los tiempos esta misión parece ser un poco olvidada o más bien
despreciada por la humanidad, especialmente en el pueblo judío, que trata de
195
Ibid.
196
Gn 1, 24-31; 2, 4b-25.
197
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
198
Ioannis Pauli II. Adhortatio Apostolica. Familiaris Consortio. AAS, v.74, (1982): 91-93. En adelante
se citará FC y el número correspondiente al pie de página. FC 11.
199
Paulus VI, Papa. Constitutio Pastoralis de Ecclesia in Mundo Huius Temporis. Gaudium et Spes.
AAS, v.58, (1966): 1034. En adelante se citará GS y el número correspondiente al pie de página. GS
12.
60
Después del Concilio Vaticano II, hay dos Papas, que dedican sobre el tema
sus escritos, el Papa Pablo VI, con la Encíclica Humanae Vitae, donde trata de
describir la práctica necesaria sobre la enseñanza magisterial acerca de la vida
marital. El segundo Papa, san Juan Pablo II, con la exhortación Familiaris Consortio,
200
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
201
Mt 5,31-32; 19,3-12; Mc 10,1-12; Lc 16,18.
202
Ef 5,21-6,9; Col 3,18-4,1; 1Tm 2,8-15; Tt 2,1-10; 1P 2,13-3,7.
203
Ef 5,31-32.
204
GS 52.
61
describe el matrimonio como una unidad proveniente del plan divino, no es una
inserción a la sociedad humana que genera debilitamiento de la libertad, sino que
es un fundamento de la sociedad que emana de la creación divina205.
El Santo Padre el Papa Francisco en Lumen Fidei, habla del principio familiar,
basado sobre la fe, que ilumina al hombre y mujer, a la vez, resalta la importancia
de la primera célula que es familia, donde el ser humano aprende y ve el testimonio
de sus padres. El testimonio construido sobre las experiencias del amor de los
primeros testigos y de unión marital de los propios padres. Este amor eleva a los
esposos a crear vida, esta vida donada por Dios es un plano desde donde los
esposos pueden ver que el amor exclusivo y duradero es posible y es posible para
toda la vida207.
3.1.4 Cuestionario
205
FC 11.
206
Juan Pablo II. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 1055.
207
Franciscus, Papa. Litterae Encyclicae. Lumen Fidei. AAS, v.105, (2013): 589-591. En adelante se
citará LF y el número correspondiente al pie de página. LF 50-53.
62
países en los temas solicitados. Ya hemos abordado los temas preparatorios, como
las bases de la enseñanza eclesiástica sobre la familia, la actualidad del tema
necesario para convocar un Sínodo extraordinario. El último de los puntos es el
cuestionario, que fue enviado a los obispos. Contiene 39 preguntas divididas en 9
categorías. Las preguntas vienen con objetivo de aclarar dudas en la materia de
enseñanza por esto abarcan un abanico amplio de los temas. Después de
consultarlo, las respuestas se convirtieron en un documento elaborado por la
secretaria del Sínodo en un Instrumentum laboris, y así fue trabajado durante el
Sínodo extraordinario. Al finalizar el Sínodo se preparó documento Relatio synodi,
que se convirtió en la base del Sínodo ordinario sobre la Familia. Documento
preparatorio tenía en su estructura Relatio synodi, y se agregaron las preguntas.
3.1.5 Lineamenta
208
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Lineamenta.
63
El cuerpo del documento son tres partes de los temas que fueron elaborados
en el Sínodo extraordinario. La primera parte: la escucha - el contexto y los desafíos
de la familia, la segunda parte: la mirada fija en Cristo - el Evangelio de la familia y
la tercera parte: la confrontación - perspectivas pastorales.
Las reflexiones propuestas, fruto del trabajo sinodal que tuvo lugar en un
clima de gran libertad y en un estilo de escucha mutua, desean plantear
cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas
por la reflexión de las Iglesias locales durante el año que nos separa de la
Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos prevista para octubre
de 2015210.
209
Ibid. no. 4
210
Acta Synodi Episcoporum. Relatio Synodi, no. 62
211
AAS. Occasione exitus III Generalis Conventus Extraordinarii Episcoporum Synodi, 835.
212
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Lineamenta, prefacio.
64
Hay que rescatar que la consulta a las Conferencias episcopales dio muchas
respuestas, las respuestas que esperaba Papa Francisco, no solo del gremio
episcopal, sino también de las universidades y sobre todo de los laicos. “Todo el
pueblo de Dios fue invitado a participar en el proceso de reflexión y profundización,
al que contribuyó el Santo Padre, quien, con sus catequesis semanales sobre la
familia en las Audiencias Generales, y en otras varias ocasiones, acompañó el
camino común. Confirma el renovado interés por la familia, suscitado por el Sínodo,
una amplia atención reservada a ella no sólo en ambientes eclesiales, sino también
de parte de la sociedad civil”213. También a estas aportaciones se sumaron otras de
muchos fieles de manera individual o grupal, o familiar. Tal como pidió el papa
213
Acta Synodi Episcoporum. Coetus Generalis XIV, Relatio Finalis.
65
214
Ibid.
215
Ibid.
66
216
Juan Pablo II. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 2390.
217
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
67
218
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Instrumentum laboris, no. 93.
219
Ibid, 95.
220
Ibid.
221
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Lineamenta, no. 52-53.
222
Ibid, 53.
68
Muchos de los padres siguiendo el sentido común del pueblo de Dios, iban
por el camino penitencial para las personas divorciadas y vueltas a casar bajo la
responsabilidad del obispo, como experiencia efectiva de la admisión de las
personas a los sacramentos223. En referencia a la Familiaris Consortio 84, se
sugiere un itinerario de toma de conciencia del fracaso y de las heridas que este ha
producido, con arrepentimiento, verificación de una posible nulidad del matrimonio,
compromiso a la comunión espiritual y decisión de vivir en continencia224.
223
Ibid, 123.
224
FC 84.
225
Mt 19,6; cf. Mc 10,9.
226
Acta Synodi Episcoporum. Relatio Synodi, 83.
69
El tema más abordado y con los efectos desde la primera parte es el tema de
la nulidad matrimonial y el proceso jurídico que lo acompaña. La pregunta cuarta
del cuestionario en el apartado “f” decía: ¿Podría ofrecer realmente un aporte
positivo a la solución de las problemáticas de las personas implicadas la agilización
de la praxis canónica en orden al reconocimiento de la declaración de nulidad del
vínculo matrimonial? Si la respuesta es afirmativa ¿en qué forma?230.
227
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Instrumentum laboris, no. 120.
228
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
229
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Instrumentum laboris, no. 120.
230
Sínodo de los obispos, III Asamblea general extraordinaria, Documento preparatorio.
70
bases231. Rebajar los costos y dar posibilidad de quitar varias instancias del
proceso232. El Sínodo extraordinario terminó sus debates y confirmó las siguientes
soluciones a las inquietudes. Entre las propuestas se indicaron: dejar atrás la
necesidad de la doble sentencia conforme; la posibilidad de determinar una vía
administrativa bajo la responsabilidad del Obispo diocesano; un juicio sumario a
poner en marcha en los casos de nulidad notoria233. Además, se añadió la
necesidad de preparación de suficientes agentes, clérigos y laicos, para agilización
del proceso234.
231
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Instrumentum laboris, no. 101.
232
Ibid.
233
Acta Synodi Episcoporum. Relatio Synodi, 48.
234
Ibid, 49.
235
Sínodo de los obispos, XIV Asamblea general ordinaria, Lineamenta, no. 37.
236
Ibid, no. 115.
237
Ibid.
238
Franciscus, Papa. Litterae Apostolicae Motu Proprio Datae, Mitis Iudex Dominus Iesus. AAS,
v.107, (2015): 958-967.
71
239
Ibid, 959.
240
Franciscus, Papa. Adhortatio Apostolica. Amoris Laetitia. AAS, v.108, (2016): 409-410. En
adelante se citará AL y el número correspondiente al pie de página. AL 244.
241
Franciscus, Papa. Datae, Mitis Iudex Dominus Iesus. AAS, v.107, (2015): 959.
72
242
Lonergan, B., Método en teología, 13.
243
Vélez, O., Método y teología latinoamericana, 419.
244
Consejo Episcopal Latinoamericano. Las cinco conferencias generales del episcopado
latinoamericano: Río de Janeiro, Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida, 83-84.
245
Ibid, 160.
73
Unidad en el caminar
3.3.4 Deficiencias del recurso al sensus fidei del Pueblo y las consecuencias
pastorales
246
LG cap. II.
75
En una de las entrevistas a los padres sinodales, hecha por una periodista
del portal Polonia Christiana, el obispo Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar
de la archidiócesis de María Santísima en Astana (Kazajistán) expresó su
preocupación: “Someter a votación la verdad divina y la Palabra de Dios es
247
Comisión Teológica Internacional, El "sensus fidei" en la vida de la Iglesia, no. 88.
248
Ibid, 88-101.
249
Acta Synodi Episcoporum. Coetus Generalis XIV, Relatio Finalis, no. 97-101.
250
EG 31; LG 12.
76
indigno”251. Esta opinión del prelado fue un llamado a la rigidez del proceso sinodal,
que establece las votaciones del consensus, para poder recoger los datos
necesarios para debates posteriores. Desde inicio de la Iglesia se usó este sistema
de votar, por las cosas. El primero registrado en la Iglesia es escogencia del apóstol
Matías252. Después en los concilios la Iglesia recorrería el mismo camino. ¿Pero,
para buscar las respuestas acerca de la materia de la fe y moralidad, es justo y claro
recurrir a la votación? Una pregunta difícil, que requiere una respuesta seria para el
proceso del recurso al sensus fidei del pueblo de Dios. Por esto es una de las
deficiencias, que necesita solución.
251
Infocatolica, La primera relatio, era una auténtica vergüenza.
252
Hch 1, 12-26.
253
MI 958-959.
254
AL 228- 244.
255
Infocatolica, La Iglesia, ni antes, ni durante, ni después del Sínodo puede cambiar lo que viene
de la enseñanza de Cristo.
77
Esta es también una de las más graves deficiencias, el proceso sinodal deja
el espacio de no aceptación de lo tratado, por algunas faltas que requieren ser
descubiertas. La aceptación de lo debatido, aunque sea el sensus fidei puro en sus
afirmaciones cae sobre la mesa de las opiniones y discusiones, que lo debilitan y
no ayudan a aceptar los resultados.
Conclusión
Después del Concilio Vaticano II, no pasó mucho tiempo hasta el hecho de
publicar un método sinodal, como el camino para consultar el sensus fidei del pueblo
de Dios. En los primeros momentos el papa Pablo VI, no consideraba de pronto la
posibilidad multitudinaria de participación de los laicos en los procesos sinodales.
Por este motivo tenemos el Sínodo de obispos y la participación de otros actores
esta disminuida a los observadores y consultores. No obstante, el proceso sinodal
de los dos Sínodos sobre la familia, el extraordinario y el ordinario, nos demuestran
una apertura positiva en este tema. Como lo pudimos observar y deliberar en este
capítulo, nos demuestra la sensibilidad del santo Padre Francisco, que vivió en el
continente latinoamericano y está impregnado de la metodología latinoamericana,
que influyó positivamente a los procesos sinodales.
También hay que ver que el proceso no es de todo perfecto, que tiene sus
deficiencias particulares que describimos en el tercer párrafo. Las deficiencias que
evocan el uso del sensus fidei del pueblo. Pueblo que debe cumplir ciertos criterios
para poder ser visto como autentico, lo que no se hace normalmente por la no
existencia para ello un método eficaz. También una de las deficiencias clamadas
era el sistema de votación, que implica cada Sínodo, así resultó la pregunta ¿si se
puede votar asuntos de la fe o moral? El último punto de las deficiencias fue la
aceptación de los resultados, la aceptación que siempre es un efecto del camino
abierto del magisterio.
No son dogmas los resultados de los Sínodos, son señales en el camino que
advierten, instruyen al pueblo de Dios, para encontrar nuevos caminos, basándose
sobre el olfato, que tienen e impulsados por el Espíritu Santo caminan256.
256
EG 31.
79
Conclusiones generales
El tercer capítulo nos llevó por el camino sinodal para descubrir y describir
prácticamente como funcionó el sensus fidei en los Sínodos de la familia. En primer
nivel, la convocatoria del Sínodo extraordinario, que el Papa Francisco hizo apenas
8 meses después de su elección, que fue como entrada al Sínodo ordinario. En esta
convocatoria puso los límites de los debates muy altos, para abordar temas muy
difíciles y de pronto encontrar nuevos caminos para la Iglesia de nuestro tiempo.
Como es de saber los Sínodos se rigen por sus reglas puestas en el Ordo Synodi.
Pero el Santo Padre abrió otras puertas para que el pueblo de Dios pueda ser
consultado. Así la consulta en forma de cuestionario llegó, de verdad a los confines
81
El segundo tema más corto y más eficaz, fue la adopción de los niños por las
parejas del mismo sexo, que fue resuelto después de elaborar los cuestionarios que
llegaron de todas partes del mundo. Los cuestionarios abarcaron el tema muy
eficazmente y presentaron su desacuerdo casi unánime, lo que finalizó la presencia
del tema en el Sínodo extraordinario y ordinario en los documentos conclusivos.
El tercer tema, que encontró la respuesta positiva al sensus fidei del pueblo
de Dios, que clamaba desde inicio la necesidad de simplificar los casos de la nulidad
y abrir la posibilidad a los fieles que se encontraban en estos procesos, encontrar
un cambio de vida real, rápido y sin costos que los agobiaban. Ya durante el proceso
sinodal el santo Padre Francisco presentó dos documentos en forma de carta motu
proprio acerca de los procesos de la nulidad, para hacerlos más eficaces. Este
82
sino en toda la vida del pueblo de Dios, que es aceptación de las propuestas o del
magisterio definitivo, que se hace visible en los comentarios o las posiciones
opuestas de los actores del proceso sinodal.
Abordando el tema del sensus fidei, hemos entrado en el camino que nos
llevó por muchos campos de la presencia del sensus fidei, demostrando su
significativo, sus bases, su aplicación y al final la práctica del recurso a el sensus
fidei y su posterior conversión en el magisterio de la Iglesia. Como lo pudimos
observar en las consecuencias pastorales, aunque no tan visible el sensus fidei se
hace presente en la vida de la Iglesia y ocupa ya su parte indispensable. Lo que
falta es descubrir unos métodos más comunes y eficaces para su consulta.
84
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