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NOMBRES:

BERMUDEZ BACILI MAYLI

TEMA:
TRATADOS INTERNACIONALES

DOCENTE:
QUEZADACORTEZ ROBERTO CARLOS

GRUPO:
8VO “B”

FACULTAD:
DERECHO Y CIENCIAS POLLITOCAS

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Contenido
Tratados: ........................................................................................................................................ 3
 Concepto .......................................................................................................................... 3
Ámbito de aplicación de los Tratados............................................................................................ 5
1. Caso de colisión entre un Tratado y una Ley interna.............................................. 5
2. Caso de colisión entre un Tratado y una norma constitucional ............................ 5
Tratados Internacionales ............................................................................................................ 6
PRINCIPIOS QUE REGULAN A LOS TRATADOS. ............................................................. 8

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Tratados:
 Concepto
Son diversas las definiciones señaladas por la doctrina respecto de lo que debemos entender
por tratados. No obstante esta variedad de opiniones, es posible hallar algunos elementos
comunes en ellas que nos permiten construir una definición.
Así, el tratado puede ser definido como el acuerdo de voluntades entre dos o más sujetos
de Derecho Internacional, regido por este ordenamiento, celebrado en forma verbal o escrita
y destinado a crear modificar, regular o extinguir derechos y obligaciones jurídicas
de naturaleza internacional, independientemente de su denominación particular y que
conste en uno o más instrumentos conexos.
La definición que acabamos de plantear contiene al menos seis elementos que merecen ser
analizados:
 a) Acuerdo de voluntades entre dos o más sujetos de Derecho Internacional:
En primer lugar, para que exista un tratado debe de haber concordancia de voluntades, es
decir, consenso; este consenso o concurso de voluntades no requiere ser simultáneo y puede
presentarse dentro de un lapso de tiempo razonable. En otros términos, se requiere de una
manifestación de voluntad común de las Partes Contratantes. Esto significa que el acto de
voluntad de cada una de dichas partes tiene el mismo contenido, es decir la manifestación
de voluntad de los sujetos se dirige hacia el mismo objeto, coincidiendo en aquello que
quieren. Al respecto, la Corte Internacional de Justicia en su dictamen del 28 de mayo de
1951, sobre Validez de cierta Reservas al Convenio para la Prevención y Sanción del Delito de
Genocidio, señalo: "Un Estado no puede quedar vinculado en sus relaciones convencionales
sin su consentimiento".
En segundo lugar, cabría precisar que este acuerdo de voluntades no solo puede presentarse
entre Estados sino también entre Estados y OrganizacionesInternacionales entre sí.
En relación a los tratados celebrados entre Estados sería oportuno, precisar que todos los
Estados tienen capacidad para celebrar estos acuerdos (ius tractatum), habiendo sido
reconocido este derecho desde el siglo XVII, como un elemento inherente a la
personalidad de estos.
De otro lado la doctrina y la practica internacionales también aceptan la posibilidad de que
entidades distintas de los Estados puedan celebrar tratados entre sí y entre ellas y los Estados,
y que estos tratados se encuentren regidos por el Derecho Internacional Público.
Las organizaciones Internacionales están pues dotadas de una cierta competencia para la celebración
de acuerdos internacionales, pero esta capacidad está limitada por el principio de especialidad, es decir,
podrán celebrar acuerdos que tengan relación con el objeto y fin asignados en su carta constitutiva.
Finalmente, se debe precisar que la circunstancia de que alguien sea sujeto de Derecho
Internacional no indica necesariamente que posee capacidad para concretar tratados; es el
caso, por ejemplo, del individuo. Precisamente, esto "permite distinguir los tratados
internacionales de los acuerdos entre un sujeto de derecho de gentes y otro que no lo es o
que siendo carece de la capacidad suficiente para ello".
En síntesis, cuando hablamos de un "acuerdo de voluntades entre dos o más sujetos de
Derecho Internacional", nos referimos a una concordancia o concurso de voluntades entre
Estados, entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre estas ultimad entre sí.
 b) Regido por el Derecho Internacional:
Debe entenderse que un contrato está regido por el Derecho Internacional "cuando resulten
aplicables al caso las normas jurídicas específicas que constituyen e integran el Derecho

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Internacional General". La expresión sirve entonces para distinguir los acuerdos
internacionales regulados por el Derecho Internacional Público de aquellos acuerdos que a
pesar de haber sido concluidos entre Estados, están regulados por el derecho interno de una
de las partes o por algún otro sistema de derecho interno elegido por las partes.
En este sentido Rueter define el tratado como "todo acuerdo de voluntades entre sujetos de
Derecho Internacional, sometido por aquellos a las reglas del Derecho Internacional". Aclara
Reuter que la sumisión del acto a las reglas generales del Derecho Internacional se traduce
en un rechazo de las partes a someterse a un derecho nacional.
 c) Celebrado en forma verbal o escrita:
Si bien actualmente los tratados constan siempre en un documento escrito el Derecho
Internacional admite la posibilidad de celebrar tratados verbales.
La validez de los acuerdos verbales fue señalada en el laudo de 1889 en el Asunto de la Isla
Lamu y confirmada por la sentencia de la Corte Permanente de Justicia Internacional de el
Asunto Groenlandia Oriental.
d) Acuerdo destinado a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas:
Según Barberis, un elemento intrínseco en la definición de tratado, es el que éste tienda a
establecer una regla de derecho en el orden jurídico Internacional.
En otras palabras, no debemos confundir la noción de tratado con otros conceptos de
diferente significado, como por ejemplo la "declaración". Este último documento suele
implicar una mera declaración o intención de propósitos que no
importa derechos ni obligaciones, para el declarante ni para terceros. El tratado tiene un
propósito distinto. En efecto las cláusulas de un tratado tiene sentido en la medida que se
hallan dentro del ámbito de lo normativo, esto es, deben contener normas que prescriban
jurídicamente una conducta como permitida, prohibida u obligatoria. "El sentido de una
norma jurídica es una prescripción, una disposición". Se debe atribuir una obligación, otorga
una competencia o facultad, o adjudicar un derecho.
 e) Cualquiera sea su denominación:
La tendencia moderna emplea el término "tratado" para denominar a todo acuerdo
internacional celebrado entre sujetos de Derecho Internacional. Sin embargo, muchas veces
encontramos que en la práctica se utilizan otras denominaciones, tales como: declaración
(cuando se trata de establecer principios jurídicos o de afirmar una actitud política común),
Convención (para compromisos de valor restringido o referente a asuntos de naturaleza
económica, comercial o administrativa), Carta (cuando se crea
una Organización internacional), Pacto (referente a algunos aspectos de las
relaciones políticas), Acta (es el instrumento en que constan las resoluciones finales de
una Conferencia Internacional), protocolo (documento anexo o aclaratorio), concordato (
acuerdo entre la Santa Sede y los Estados para regular la situación jurídica de la Iglesia),
armisticio (acuerdo militar).
La diversidad de denominación que ello importa han sido confirmadas por la doctrina y la
práctica interestatal, así como por la jurisprudencia internacional.
 f) Ya consté en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos:
Este sexto y último elemento de la definición de tratado es explicado de la siguiente forma:
El tratado puede estar formado por varios documentos, y por ejemplo incluir anexos, o un
estar consignado en varios instrumentos diferentes. Esta diversidad documental no atenta
contra su unidad jurídica, especialmente cuando se trata de interpretarlo.[1]

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Ámbito de aplicación de los Tratados
Una vez establecido el concepto de tratado, resulta de fundamental importancia determinar
su ámbito de aplicación temporal espacial. Para tal efecto, tendremos en cuenta lo dispuesto
por la Convención de Viena sobre Derechos de los Tratados de 1969, instrumento del cual
forma parte Estado Peruano, y que regula los diversos aspectos que componen esta materia.
Ámbito Temporal
En relación a este tema, debemos citar l artículo 28 de la Convención de Viena de 1969, el
mismo que señala:
"Las disposiciones de un tratado no obligaran a una parte respecto de ningún acto o hecho que haya
tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor de l tratado para esa parte ni de ninguna
situación que en esa fecha hay dejado de existir, salvo que una intención diferente se desprenda del
tratado conste de otro modo.
Como se puede apreciar, en cuanto a la validez temporal, la norma general para los tratados
es la de su irretroactividad, "no ha de considerarse que un tratado tenga efecto retroactivo
sino cuando esa intención se halle expresada en el tratado o puede inferirse claramente de
sus estipulaciones".
Ámbito espacial
En relación al ámbito espacial de aplicación de los tratados cabria señalar el artículo 29 de la
convención de Viena de 1969, el mismo que dispone:
Un tratado será obligatorio para cada una de las partes por lo que respecta la totalidad de su territorio,
salvo que una intención diferente se desprenda del tratado o conste de otro modo[2]

1. Caso de colisión entre un Tratado y una Ley interna


Establecido el rango de ley de los tratados en nuestro ordenamiento jurídico, resulta
fundamental establecer un criterio de solución en caso de conflictoentre un tratado y una ley
interna peruana.
Si bien la actual constitución no señala expresamente un criterio de solución a este eventual
conflicto normativo, la primacía incondicional del Derecho Internacional sobre el Derecho
interno ha sido defendida por los tribunales internacionales en diversas ocasiones, por el
derecho comparado, por tribunales internos y por la mayoría de los publicistas.
Esta primacía se ve finalmente reflejada en el articulo 27 de la Convención de Viena sobre
Derecho de Tratados de 1969 –jurídicamente vinculante al Perú- donde claramente se
establece como principio que un "Estado no podrá alegar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado". Estamos aquí, en palabras de
Sánchez Rodríguez, en presencia del principio general de "prevalencia de las normas
contenidas en los tratados sobre las normas propias del ordenamiento interno de los Estados
obligados por aquellos".[3]

2. Caso de colisión entre un Tratado y una norma constitucional


Otra posibilidad de conflicto puede presentarse en un tratado y una disposición
constitucional. Al respecto, el segundo párrafo del artículo 57 de la constitución política del
Perú, señala:
Cuando el tratado afecte disposiciones constitucionales deber ser aprobado por el
mismo procedimiento que rige la reforma de la Constitución, antes de ser ratificado por el
Presidente de la República.

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Sobre este tema, Miguel de la Lama señala que las posturas en el Derecho Constitucional
Comparado se pueden clasificar en tres grupos.
Una primera postura otorga primacía al tratado sobre la constitución. En este caso el tratado
se aprueba y la norma constitucional opuesta queda automáticamente reformada, sin ser
necesario ningún procedimiento adicional.
Una segunda postura otorga primacía a la Constitución sobre el tratado, prohibiéndose
expresamente la aprobación de un tratado contrario a una norma constitucional. Esta es la
opción más difundida.
Por último, una tercera postura permite la aprobación de un tratado que contenga una
cláusula contraria a la Constitución, pero previa reforma de esta.
Al igual que en el caso anterior, el tratado que colisiona con el texto constitucional no puede
ingresar en el Derecho Interno; pero en este caso, se establece la vía para remover el obstáculo
que significa esta colisión normativa, es decir la reforma constitucional.
El modelo peruano no sigue ninguno de los tres sistemas mencionados. Al igual que la
Constitución derogada adopta una postura novedosa. Así para que se apruebe un tratado en
conflicto con una norma constitucional, solo se requiere la aprobación de dicho acuerdo
utilizando el procedimiento que está previsto para la reforma constitucional.
Es similar por ende a la tercera postura antes señalada, pero sin existir propiamente la
reforma constitucional.
En este sentido la norma constitucional sigue rigiendo fuera del ámbito de aplicación del
tratado y recupera su plena vigencia en caso de que este fuese objeto de una denuncia o
terminara. En consecuencia, la sustitución de la norma constitucional por la norma del
tratado solo se verifica sobre el campo de plena vigencia. La postura adoptada por la actual
constitución presenta consecuentemente algunas ventajas:
 a. En caso de denuncia (retiro) o expiración del plazo del tratado, la entrada en vigor de
la norma constitucional es automática. No es necesario volver a incorporar la norma
constitucional al sistema jurídico.
 b. Podría darse el caso –de adoptar la tercera postura- que se reforma la constitución y el
tratado no entra en vigor (por ejemplo, por faltar un número determinado de
ratificaciones), en cuyo caso, se presentaría un vacio legislativo que no se configuraría con
la norma adoptada.

Tratados Internacionales
Un Tratado Internacional es un acuerdo celebrado por escrito entre Estados, o entre
Estados y otros sujetos de derecho internacional, como las organizaciones
internacionales, y regido por el Derecho Internacional.

1. Una de las funciones de un diplomático es negociar acuerdos internacionales. ¿Qué


son esos acuerdos? ¿Para qué sirven?

Un acuerdo internacional es un documento por el cual un Estado o una organización internacional


asume obligaciones y adquiere derechos ante otros en el ámbito del derecho internacional.
Los acuerdos internacionales sirven para establecer reglas concretas para la asociación en áreas
específicas. Pueden, por ejemplo, establecer criterios por los cuales los turistas de un país

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quedan exentos de visa para viajar a otro país. O pueden establecer la entrada de productos
libres de impuestos de un país al otro. Esos acuerdos –comúnmente denominados “tratados”,
“convenciones” o, justamente, “acuerdos”– generan un compromiso jurídico.

2. ¿Dónde puedo encontrar copias de los acuerdos internacionales firmados por Brasil?
Es posible encontrar copias de los acuerdos internacionales firmados por Brasil, en
portugués, en la página de la División de Actos Internacionales del Itamaraty

3. ¿Los acuerdos internacionales sólo pueden ser establecidos entre países y firmados por
sus presidentes?

Los acuerdos internacionales pueden ser establecidos entre dos o más Estados o entre uno o
más Estados y una organización internacional.

En Brasil, están autorizados a firmar acuerdos internacionales apenas el presidente de la


República, el Ministro de Relaciones Exteriores y los Embajadores jefes de misiones
diplomáticas de Brasil en el exterior. Además, otras autoridades pueden firmar tratados,
desde que tengan una Carta de Plenos Poderes, firmada por el presidente de la República y
refrendada por el Ministro de Relaciones Exteriores.

4. ¿Qué pasa si un país incumple un acuerdo internacional?

En caso de que un país no cumpla con un acuerdo internacional, su socio iniciará consultas
para conocer, en detalle, los motivos del incumplimiento.

En caso de que ese país esté enfrontando dificultades pero desee cumplir el acuerdo, ambos
pueden negociar una estrategia que permita su cumplimiento, que puede incluir tanto una
prórroga o modificación del acuerdo original, como la celebración de un nuevo acuerdo. Si
ese país no desea más seguir formando parte del acuerdo, notificará entonces a su socio dicha
decisión y el acuerdo será cancelado (denunciado).
Algunos acuerdos contienen reglas más elaboradas para resolver incumplimientos. Es el
caso de los acuerdos entre miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC): si un
país interpreta que fue perjudicado por otro, puede solicitar que la OMC juzgue el caso.

5. ¿Existen acuerdos internacionales secretos?

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prohíbe acuerdos secretos. De esa manera,
todos los países miembros de la ONU están obligados a hacer públicos sus acuerdos
internacionales, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 102 de la Carta de las Naciones
Unidas.

6. ¿Un acuerdo internacional entra en vigor el día de su firma?

Algunos acuerdos, al tratar de asuntos más simples y al no generar costos financieros a sus
signatarios, entran en vigor en la misma fecha de su firma, sin necesidad de confirmación
posterior por parte de los países que los firmen.

Otros acuerdos, al tratar de asuntos más complejos o al generar costos financieros a sus

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signatarios, solo entran en vigor después de que esos signatarios confirman su compromiso
de cumplirlos (ratificación).
En el caso de Brasil la ratificación solo se realiza, en la gran mayoría de casos, si el acuerdo
es aprobado por el Congreso Nacional. Las excepciones incluyen, por ejemplo, contratos de
préstamo, que solo requieren la aprobación del Senado Federal.
7. ¿Por qué el Congreso tiene que aprobar algunos acuerdos internacionales para que
entren en vigor?
Los acuerdos internacionales que impliquen responsabilidades o compromisos onerosos
para el patrimonio nacional tienen que ser aprobados por el Congreso antes de entrar en
vigor, según lo dispuesto en el Artículo 49.I de la Constitución Federal.
8. Después que el Congreso aprueba un acuerdo internacional, ¿ese acuerdo pasa a ser
válido inmediatamente?
Después que el Congreso aprueba un acuerdo internacional, todavía son necesarias algunas
etapas para que el acuerdo entre en vigor en Brasil:
i. el País informa a su(s) socio(s) que la aprobación ha ocurrido y, así, confirma su
compromiso de cumplir el acuerdo (ratificación);
ii. su(s) socio(s) también confirma(n) ese compromiso, en caso de que aún no lo haya(n)
hecho;
iii. el presidente de la República firma un Decreto que determina el cumplimiento po parte
de Brasil del acuerdo (promulgación).

9. ¿Es posible que acuerdos internacionales aprobados por el Congreso nunca entren en
vigor?
Los acuerdos internacionales probados por el Congreso pueden nunca entrar en vigor si la(s)
otra(s) parte(s) nunca confirma(n) el compromiso de cumplir el acuerdo. Otra posibilidad es
que el presidente decida no confirmar al Brasil como parte del acuerdo, debido a cambios en
los intereses del país y en la coyuntura internacional.

10. ¿Cómo puedo saber si un acuerdo está en vigor?

Es posible averiguar si un acuerdo internacional de Brasil está en vigor por medio de la


página web de la División de Actos Internacionales del Itamaraty.

PRINCIPIOS QUE REGULAN A LOS TRATADOS.


La más importante negociación jurídica a nivel internacional, es el tratado.
Constituye un acuerdo de voluntades entre sujetos de la comunidad internacional,
con el objeto de crear una relación jurídica entre ellos y regida por El Derecho
Internacional Público. Hay una serie de principios generales fundamentales, que
rigen el derecho de los tratados, y de los que podríamos mencionar los siguientes:

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PACTA SUNT SERVANDA

(los pactos deben cumplirse).

Este principio establece que los tratados deben ser cumplidos. Es considerado como
el principio fundamental del derecho internacional.

Es un principio incondicional, contemplado en la convención de Viena de 1969 sobre


derecho de los tratados. En su artículo 26 dice: “todo tratado en vigor obliga a las
partes y debe ser cumplido por ellos de buena fe”, lo encontramos consagrado en el
preámbulo de la carta de las naciones unidas, y el párrafo 2 del artículo 2 que dice:”
sus miembros cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de
conformidad con dicha carta”. Al firmarse un tratado las partes adquieren derechos
y obligaciones perfectamente definidas, las cuales deben ser cumplidas. Para algunos
autores el cumplir con estos compromisos es una regla elemental o una regla
universal de moralidad. Se considera un principio de carácter consuetudinario, sus
innumerables precedentes y la creencia universal de su obligatoriedad la han
convertido en costumbre internacional, por con

siguiente el principio pacta sunt servanda conforma la base legal, que determina que
los contratos internacionales sean obligatorios para las partes, se dice que es de
carácter coercitivo que asegura el cumplimiento de los compromisos internacionales.
Sin embargo, se aceptan tres (3) excepciones al principio pacta sunt servanda.

1. Imposibilidad física:

Esta tiene efecto cuando las condiciones físicas, en aplicación del tratado hacen
imposible su cumplimiento. En este caso, es un tratado antes valido y deja de serlo.
Por ejemplo cuando el estado se compromete a castigar a determinado individuo y
este desaparece, o muere sin tener su castigo. La convención de Viena establece que
una parte podrá alegar la imposibilidad de cumplir un tratado, si esa imposibilidad
resulta de la desaparición o destrucción del objeto mismo tratado. Si la imposibilidad
es temporal, solamente se podrá alegar como causal para suspender el tratado, no
para terminarlo.

2. Imposibilidad moral o “carga excesiva”:

Esta tiene lugar cuando su ejecución puede poner en peligro la existencia misma del
estado. En este caso es físicamente posible el cumplimiento de la obligación, pero no
lo es desde el punto de vista moral, por ejemplo, la aplicación de la pena de muerte.

3. Cláusula “Rebus sic stantibus”:

Un tratado puede quedar sin efecto cuando determinadas circunstancias históricas o


políticas aceptan su denuncia. Rebus sic stantibus es una expresión latina, que puede
traducirse como "estando así las cosas", que hace referencia a un principio de
Derecho, en virtud del cual, se entiende que las estipulaciones establecidas en los
contratos lo son habida cuenta de las circunstancias concurrentes en el momento de
su celebración, esto es, que cualquier alteración sustancial de las mismas puede dar
lugar a la modificación de aquellas estipulaciones. Antiguamente, en el Derecho

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consuetudinario francés, se incluía expresamente en todos o casi todos los contratos
de tracto sucesivo o con prestación diferida en el tiempo. Posteriormente, su inclusión
se consideró innecesaria, por entender que estaba implícita, por deducirse de la
voluntad de los contratantes: se estimaba que cada contrato contenía una cláusula
tácita que, en caso de que se cambiasen las circunstancias presentes en el momento
de la celebración del mismo, llevaba a la disolución del contrato. De ahí que a veces
se diga cláusula rebus sic stantibus, aunque ahora la opinión mayoritaria contempla
el principio como una norma objetiva, permitiéndole a la parte contratante
perjudicada por el cambio de las circunstancias invocar la disolución del contrato.
Esta frase suele utilizarse como complementaria del principio pacta sunt servanda en
la forma pacta sunt servanda rebus sic stantibus, que significa los pactos deben
cumplirse, mientras las cosas sigan así lo que habla de la obligatoriedad de cumplir
los pactos mientras las circunstancias existentes al momento de la celebración no
varíen. Se entiende la cláusula rebus sic stantibus como supuestos en que como
consecuencia de la extraordinaria alteración de las circunstancias atinentes al
contrato, no previstas por las partes, se producen efectos que atentan contra la
equivalencia de las prestaciones establecidas originariamente en el momento de
celebración del contrato. Para ello podemos poner un ejemplo de la posguerra en el
que tras la guerra civil española, algunas personas que tenían pactado un contrato de
suministro con los aceituneros de Jaén, pretendieron que éstos les siguieran
entregando tan magnífico producto en las condiciones, cantidad y precios pactados
con anterioridad. Aquí se entiende que cabría aplicar esta cláusula (así lo entiende
también el Tribunal Supremo según abundante jurisprudencia).Por lo tanto la
cláusula rebus sic stantibus “es el remedio al desequilibrio patrimonial que la
alteración de las circunstancias contractuales comporta en caso de una extraordinaria
modificación del entorno contractual”. La confrontación entre el principio de
seguridad contractual (pacta sunt servanda o “los contratos son para cumplirlos”) y
el mantenimiento de la equivalencia de las prestaciones (cláusula rebus sic stantibus)
se ha pretendido superar, a favor de esta última, argumentando que dicha cláusula
se encuentra ímplicita en todo contrato por voluntad presunta de las partes.

RES INTER ALIOS ACTA

Este principio establece los tratados solo crean obligaciones entre las partes. Este
principio se considera relativo, porque, aunque ciertamente en la mayoría de los
tratados, se obliga a los firmantes o a quienes lo hayan ratificado, también. Es cierto
que en algunos casos, un tratado puede crear derechos y obligaciones respecto a
terceros Estados que no han hecho parte del tratado. Por ejemplo, en el asunto de la
desmilitarización de las islas Aland (decidida en un tratado firmado entre Rusia y
otros países), Finlandia sostenía que, por no haber tomado parte en ese tratado, no se
creía obligada por él; pero la comisión de juristas reunida en parís en 1920 decidió
que ese tratado, a causa de los intereses vitales de otras potencias, envueltos en dicho
tratado, había creado una situación jurídica objetiva, y era oponible a los tercos
estados.

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BONA FIDE

En el artículo 26 de la Convención de Viena de 1969, establece: “todo tratado en vigor


obliga a sus partes”, pero además agrega “deben ser cumplidos de buena fe“. Es
evidente que los Estados que se comprometen al cumplimiento de un tratado deben
actuar de buena fe. Si se anula del Derecho Internacional Público el principio de
buena fe, este orden jurídico caería por su propio peso. Este principio es también
absoluto. Este principio (Buena Fe) está ligado con la prohibición del abuso del
derecho, el cual tiene lugar cuando un derecho es utilizado de mala fe, es decir
cuando está en contra del ordenamiento jurídico establecido

EX CONSENSU ADVENIT VINCULUM

Es un principio absoluto, significa: del consentimiento deviene la obligación. Otra


definición de este principio: Los estados deben manifestar libremente el
consentimiento para obligarse por un tratado. Es resultado de la estructura de la
Comunidad internacional, principalmente formada por Estados, formalmente
considerados iguales. Al no haber un ente jurídico superior a ellos y capaz de
imponerles una determinada conducta, se supone que deben dar su consentimiento
para que nazcan las obligaciones jurídicas de carácter contractual. Solamente a través
del consentimiento, los estados se comprometen en obligaciones jurídicas
contractuales. El estado debe manifestar su consentimiento a través de los órganos
facultados para celebrar tratados en la creación, modificación o extinción de
obligaciones y derechos. Este consentimiento evidentemente debe ser autentico, no
debe estar viciado por el error, el dolo, la coacción, la amenaza o el uso de la fuerza o
violencia.

IUS COGENS

Se considera uno de los principios que rigen a los tratados internacionales de derecho
público. Sumamente discutido fue el principio incorporado en el artículo 53 de la
convención de Viena, según el cual “un tratado seria nulo cuando fuera contrario a
una norma imperativa del derecho internacional”. Dejando aparte la enorme
dificultad de determinar cuándo una norma internacional es de esa clase, está claro
que la aplicación de esta disposición interfiere con la libertad de contradicción de los
estados pues incluso una de las normas que unánimemente se considera del “ius
cogens” como es la prohibición de la agresión, podría ser derogada en ciertos casos,
para las relaciones entre algunos estados en particular. “Ius cogens”, hace referencia
a normas de derecho imperativo, en contraposición a las de derecho dispositivo. De
acuerdo con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, “son aquellas
normas aceptadas y reconocidas por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario”. La existencia de estas
normas imperativas de Derecho internacional público es generalmente aceptada.
Sólo algunos pocos Estados las niegan, entre ellos Francia. No obstante, sí es objeto
de discusión qué normas concretas revestirían este carácter. Estas normas se imponen
a todos los sujetos de manera obligatoria, se basan en el consenso universal, sobre

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determinados valores mínimos, elementales, consideraciones de humanidad,
intereses generales de la humanidad, que todos los estados tienen que respetar al
margen de toda voluntad expresada. Es así por la especial naturaleza del objeto
jurídico que esta norma pretende proteger. Tienen alcance erga omnes (frente a
todos). Se tratan de normas jurídicas indispensables para la vida de la comunidad
internacional. Son intereses colectivos y se fundan en una. El reconocimiento de las
normas de ius cogens implica aceptar cierta jerarquía entre las fuentes del Derecho
internacional, jerarquía inexistente en épocas anteriores. Las normas de ius cogens
recogerían un consenso mínimo sobre valores fundamentales de la comunidad
internacional que se impondrían sobre el consentimiento de los Estados
individualmente considerados. En este sentido, su fundamento parece ser de carácter
contractualista. Varios organismos se han cuestionado cuales normas podrían ser ius
cogens y se pronunciaron al respecto: En el asunto sobre la Licitud de la amenaza o
el uso de las armas nucleares, la Corte Internacional de Justicia hizo referencia a:
"principios intransgredibles de Derecho internacional", pero no usó expresamente el
término ius cogens. Se refería a tres principios de Derecho internacional humanitario,
aplicable en caso de conflicto armado. En primer lugar, la prohibición de ataques
contra civiles y el uso de armas que no distingan entre civiles y militares. En segundo
lugar, la prohibición del uso de armas que causen un daño mayor que el necesario
para conseguir objetivos militares legítimos. En tercer lugar, el trato de civiles y
militares de acuerdo con principios de humanidad, en inmoralidad de norma de
Derecho internacional humanitario que sea de aplicación (la llamada cláusula
Martens). El Comité de Derechos Humanos afirma expresamente que son normas de
ius cogens (peremptory norms) la prohibición de la tortura y de la privación
arbitraria de la vida, así como el derecho a unas garantías procesales mínimas, en
especial el derecho a la presunción de inocencia. Actualmente, de acuerdo con la
redacción de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, puede
entenderse que el ius cogens tiene naturaleza contractualista, al ser fruto de un
acuerdo alcanzado en el seno de la comunidad internacional.

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Bibliografía:

http://cursos.aiu.edu/DERECHO%20INTERNACIONAL%20PÚBLICO/Sesión%204/PDF
/DERECHO%20INTERNACIONAL%20PÚBLICO%20I%20SESION%204.pdf

https://www.monografias.com/trabajos66/los-tratados-peru/los-tratados-peru2.shtml

http://www.itamaraty.gov.br/es/perguntas-frequentes-artigos/19387-tratados-
internacionales

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