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Estabilización
físico – mecánica de los suelos
Realizado por:
Estabilización físico-mecánica.
Aunque se puede tener una idea de lo que es por su nombre y por lo que se
ha hablado con anterioridad, propiamente, la estabilización Físico-Mecánica es
una técnica que se utiliza para mejorar los suelos, produciendo cambios en el
mismo. Una forma de estabilización físico-mecánica es la mezcla de suelo y
agregado, la cual, aunque es de amplio uso por sí sola no logra producir los
efectos deseados, necesitando siempre de la compactación. Cada una de estas
formas de estabilización se hablarán por separado, comenzando por la
compactación por ser la más general.
Compactación:
Por ello hay algunas guías que se pueden establecer, como, por ejemplo; la
siguiente tabla:
Puedo obtener tres tipos de mezcla suelo y agregado, según el material que
emplee.
Es bien sabido que los suelos están constituidos por un esqueleto de partículas
sólidas con puntos de contacto entre ellas, pero también con huecos o poros (que
pueden contener aire o agua) y por tanto se componen de tres fases: solida,
liquida y gaseosa. Cuando los suelos están completamente secos o saturados de
agua estas fases se reducen a dos pero no es frecuente encontrar suelos en este
estado ni suelen ser en general utilizables en las explanaciones de carreteras.
Por todo esto, para representar el estado del suelo se recurre a un diagrama
de densidad-humedad.
La naturaleza del suelo: la clase de suelo con que se trabaja influye de manera
decisiva en el proceso de compactación. Por ello, es necesario conocer las
características de las partículas que componen el suelo, tales como: la naturaleza
del suelo (forma, textura, distribución de tamaños, etc), la energía de
compactación y el contenido de agua del suelo.
A continuación se citan extractos de tres casos: granzón natural, granzón
mezclado y grava estabilizada(11-2, 11-3, 11-4) pertenecientes a la norma
COVENIN 2000:87, titulo V. Pavimentos, capítulo 11: Bases y Sub-bases, con la
intención de ilustrar a detalle el proceso constructivo para cada material y su
respectiva compactación:
Materiales:
a) Debe estar limpio y no debe tener más del 20% de su peso, de trozos alargados
o planos.
El agregado fino es la fracción del granzón natural que pasa el tamiz # 10.
La fracción del granzón natural que pasa el tamiz # 40, ensayada según la
Norma Venezolana 1125, debe tener las propiedades características siguientes:
Disposiciones complementarias
Equipo
• Camiones tanque
La curva de compactación:
Otro tanto puede decirse de los suelos que exhiben rebote elástico, por
ejemplo bajo el paso de cargas en movimiento; este efecto, que conduce a la
destrucción rápida de un pavimento, por ejemplo, es mucho más notable cuando
el suelo se compacta más allá de un de cierto límite, que deberá determinarse
también con base en estudios especiales.
Pruebas de compactación en el laboratorio:
A. Pruebas dinámicas
B. Pruebas estáticas
Una diferencia bien conocida entre las pruebas de laboratorio por amasado
y por impactos es que el lugar geométrico de los óptimos corresponde a grados de
saturación mayores en el primer caso que en el segundo.
Los rodillos lisos pesan normalmente unas 10 toneladas y suelen ser de eje
doble o triple. Frecuentemente se utilizan para el acabado superficial de las capas
compactadas.
Los rodillos neumáticos pueden ser también de eje simple o eje múltiple.
Los dc eje múltiple suelen pesar unas 10 toneladas por eje: en épocas anteriores
era muy frecuente el ver rodillos hasta con 50 toneladas por eje, si bien hoy estos
equipos tan pesados sólo se usan en casos excepcionales de compactación
profunda. Las presiones de inflado en las llantas dc los rodillos neumáticos suelen
ser entre 5 y 7 Kg/cm2.
En suelos arenosos con finos poco plásticos los rodillos neumáticos son los
que rinden mejores resultados y actualmente su uso tiende a imponerse aun sobre
los rodillos “pata de cabra”. En estos suelos no existen grumos cuya disgregación
requiera grandes concentraciones de presión, como las que proporciona el rodillo
“pata de cabra”; por ello resulta mejor la aplicación de presiones uniformes en
áreas mayores, que evitan, inclusive, el producir zonas sobre-fatigadas en el
material compactado.
Por todas las reflexiones anteriores resulta lógico esperar que en el campo
no se logre precisamente el peso específico seco máximo indicado por las
pruebas de laboratorio. Se define como grado de compactación de un suelo
compactado la relación, en porcentaje, entre el peso específico seco obtenido en
la obra, y el máximo especificado en el «laboratorio para tal obra. El control de la
obra se lleva generalmente investigando el grado de compactación de los
materiales ya compactados y estableciendo un mínimo aceptable, que varía según
la importancia y función de la obra.