Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Unefa-Guacara
Inteligencia Artificial
Integrante:
Carlos Escalona
Keybert Madariaga
Ing. En Sistema
7mo semestre
Según Takeyas (2007) la IA es una rama de las ciencias computacionales encargada de estudiar
modelos de cómputo capaces de realizar actividades propias de los seres humanos en base a dos de
sus características primordiales: el razonamiento y la conducta.
En 1956, John McCarthy acuñó la expresión inteligencia artificial, y la definió como la ciencia e
ingenio de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes. También
existen distintos tipos de percepciones y acciones, que pueden ser obtenidas y producidas,
respectivamente, por sensores físicos y sensores mecánicos en máquinas, pulsos eléctricos u ópticos
en computadoras, tanto como por entradas y salidas de bits de un software y su entorno software.
Los primeros investigadores de esta innovadora ciencia, tomaron como base la neurona
formalizada de McCulloch y postulaban que: "El cerebro es un solucionador inteligente de
problemas, de modo que imitemos al cerebro". Pero si consideramos la enorme complejidad del
mismo esto es ya prácticamente imposible, ni que mencionar que el hardware de la época ni el
software estaban a la altura para realizar semejantes proyectos. Se comenzó a considerar el
pensamiento humano como una coordinación de tareas simples relacionadas entre sí mediante
símbolos. Se llegaría a la realización de lo que ellos consideraban como los fundamentos de la
solución inteligente de problemas, pero lo difícil estaba todavía sin empezar, unir entre sí estas
actividades simples. Es en los años 50 cuando se logra realizar un sistema que tuvo cierto éxito, se
llamó el Perceptrón de Rossenblatt. Éste era un sistema visual de reconocimiento de patrones en el
cual se asociaron esfuerzos para que se pudieran resolver una gama amplia de problemas, pero estas
energías se diluyeron enseguida.
Fue en los años 60 cuando Alan Newell y Herbert Simon, que trabajando la demostración
de teoremas y el ajedrez por ordenador logran crear un programa llamado GPS (General Problem
Solver: solucionador general de problemas). Éste era un sistema en el que el usuario definía un
entorno en función de una serie de objetos y los operadores que se podían aplicar sobre ellos. Este
programa era capaz de trabajar con las torres de Hanoi, así como con criptoaritmética y otros
problemas similares, operando, claro está, con microcosmos formalizados que representaban los
parámetros dentro de los cuales se podían resolver problemas. Lo que no podía hacer el GPS era
resolver problemas ni del mundo real, ni médicos ni tomar decisiones importantes. El GPS
manejaba reglas heurísticas (aprender a partir de sus propios descubrimientos) que la conducían
hasta el destino deseado mediante el método del ensayo y el error.
En los años 70, un equipo de investigadores dirigido por Edward Feigenbaum comenzó a
elaborar un proyecto para resolver problemas de la vida cotidiana o que se centrara, al menos, en
problemas más concretos. Así es como nació el sistema experto. El primer sistema experto fue el
denominado Dendral, un intérprete de espectrograma de masa construido en 1967, pero el más
influyente resultaría ser el Mycin de 1974. El Mycin era capaz de diagnosticar trastornos en la
sangre y recetar la correspondiente medicación, todo un logro en aquella época que incluso fueron
utilizados en hospitales (como el Puff, variante de Mycin de uso común en el Pacific Medical
Center de San Francisco, EEUU). Ya en los años 80, se desarrollaron lenguajes especiales para
utilizar con la Inteligencia Artificial, tales como el LISP o el PROLOG. Es en esta época cuando se
desarrollan sistemas expertos más refinados, como por el ejemplo el EURISKO. Este programa
perfecciona su propio cuerpo de reglas heurísticas automáticamente, por inducción.
Búsqueda de Soluciones
Este término hace referencia a la búsqueda de soluciones de un determinado problema, es decir
que no significa buscar en algún sistema de información de base de datos. Por ejemplo, podemos
encontrar un programa o software específico para llegar a un pueblo, ciudad o país, por una ruta
más corta.
Sistemas Expertos
Estos sistemas son el primer producto de la IA, ya que tiene dos atributos principales:
Permiten introducir información sobre un tema en una computadora, que se denomina base
de conocimiento.
Permite interrogar a la base que creamos y luego dar razón de lo que estamos averiguando.
Procesamiento del Lenguaje Natural
Se podría decir que muchos investigadores acerca de la IA, tienen como uno de los fines a
alcanzar, porque esto se refiere a que la computadora entienda el lenguaje humano de forma directa.
Reconocimientos de Modelos
El reconocimiento y la relación de modelos son influyentes para varias aplicaciones, en donde
se incluye también la robótica y el procesamiento de imágenes.
Robótica
Podemos afirmar que la rama de la robótica está íntimamente relacionada con la inteligencia
artificial, ya que en la mayoría de casos se acostumbra a vincular ambas ciencias; es decir un robot
es la representación más precisa de lo que es la IA.
Lógica
La corrección lógica de un argumento aplicando unas reglas lógicas generales; en este contexto
la palabra argumento hace mención a las distintas afirmaciones conectadas de manera lógica para
alcanzar un fin, esto incluye pruebas matemáticas, lógica formal, lógica psicológica o filosóficas.
Lógica Difusa
Es una rama de la inteligencia artificial que se fundamenta en el concepto “todo es cuestión de
grado”, esto permite manejar la información de manera que podamos controlar el funcionamiento
de un sistema específico.
Inteligencia Artificial Vs Inteligencia Humana
Son muchas las diferencias que nos separan de los cerebros electrónicos, y no se trata de
cuestiones superficiales, sino de estructura. Este es un listado con las principales diferencias entre
los sistemas de inteligencia artificial propias de ordenadores y el funcionamiento de nuestro
cerebro:
Su arquitectura es distinta
Una máquina dotada de inteligencia artificial tiene una serie de puertos de entrada y
salida de datos que podemos identificar fácilmente. Esto no se da en nuestro cerebro: cada
subestructura de su globalidad puede ser a la vez receptora de datos y emisora de
información. Tampoco se sabe en qué dirección viaja la información, ya que las
ramificaciones interminables y los bucles son una constante en el mundo de las neuronas.
Su funcionamiento es distinto
Nuestros cerebros orgánicos se adaptan como un guante a cada situación, a pesar de que
cada una de las situaciones que vivimos sean únicas. Es más: ante contextos impredecibles,
diferentes personas son capaces de reaccionar de la misma manera. Esto es algo que no
encontramos en los sistemas de inteligencia artificial, en los que diferentes estímulos llevan
al mismo resultado sólo si esos estímulos están previamente determinados: si A, entonces
C; si B, entonces C. Los seres humanos, con todos nuestros defectos, estamos hechos para
vivir en un contexto caótico. Nuestro cerebro es capaz de interpretar todos los estímulos,
aunque se presenten de manera inesperada y sean totalmente nuevos.
La Inteligencia Artificial necesita regularidad
Los sistemas de inteligencia artificial necesitan estar montados de una manera muy
concreta para poder ejecutar órdenes y hacer que la información pase de un lugar a otro de
la manera correcta. Los cerebros, en cambio, son únicos en cada uno de nosotros. Al lado
del entramado de aproximadamente 100.000.000.000 de neuronas que sostienen nuestro
pensamiento, las huellas digitales que sirven para identificarnos en algunos contextos
parecen ser todas iguales. Además, nuestro cerebro está cambiando constantemente, incluso
mientras dormimos. La gran virtud de nuestro cerebro es que puede funcionar bien en todo
momento a pesar de estar sujeto a constantes alteraciones imprevisibles: de ahí que haya
sido definido como el sistema más complejo que existe.
Su origen es distinto
Cualquier sistema de inteligencia artificial ha sido construido por uno o más agentes
intencionales: científicos, programadores, etc. Nuestros cerebros, sin embargo, han sido
tallados por la evolución. Eso significa que, mientras que la inteligencia artificial se erige
sobre maneras determinadas de codificar la información siguiendo unos patrones y unas
operaciones lógicas, nuestro cerebro tiene que apañárselas con un conjunto de células
nerviosas que hacen cosas propias de las células nerviosas (valga la redundancia). Si una
máquina funciona a partir de instrucciones, el funcionamiento de nuestro cerebro se
fundamente en el juego de interacciones que se dan entre neuronas.
Puede que esta sea una afirmación precipitada (a fin de cuentas, ¿cómo se mide lo racional y lo
irracional?) pero, sin embargo, sí se puede decir que el pensamiento lógico y sistemático está
reducido sólo a ciertas situaciones y momentos de nuestro día a día. Mientras que las máquinas
dotadas de inteligencia artificial sólo pueden trabajar a partir de argumentos y premisas, en nuestro
caso lo normal es saltarse a la torera este paso.
Es decir, por ejemplo, de todo lo que estás haciendo ahora. ¿Responde la postura en la que te
has sentado a criterios racionales, como la necesidad de mantener la espalda en una posición que no
la dañe? ¿O en algún momento has decidido que por encima de tu salud lo que prima es evitar el
esfuerzo de mantener la espalda erguida? Es más: ¿has llegado a plantearte alguna vez este tema?
Lo cierto es que, aunque el pensamiento racional y la lógica hayan aparecido recientemente en
nuestra historia evolutiva, nuestro cerebro sigue siendo más o menos el mismo desde hace 200.000
años.
CONCLUSIÓN
Como se ha podido observar una de las críticas más grande de la inteligencia
artificial es la característica de imitar por completo a un ser humano, pero estas críticas
pasan por alto que ningún ser humano tiene la capacidad de resolver todos los problemas
existentes. Por lo tanto es muy importante detonar que tipos de problemas que podrán
resolver, la estrategia y algoritmos que realizara para llegar a dicha respuesta.
Un problema que se presta en la I.A es la comunicación que esta tendrá con el
usuario. Este contratiempo se debe a la diversidad del lenguaje, la cual apareció ya en los
primeros sistemas operativos informáticos. El ser humano se puede comunicar mediante su
lengua nativa, lo que implica que bien la persona deberá aprender el idioma de la máquina
como cualquier otra lengua conocida, o la máquina tendrá que interpretar el mensaje que la
persona se la dé.
En muchas ocasiones las maquinas dan la impresión de poseer inteligencia pero a
pesar de esto no podríamos decir que son inteligentes ya que hasta ahora solo son
emulaciones de ciertos procesos.
Con el crecimiento de la tecnología la IA ha avanzado enormemente, pero sin
embargo no se asemeja a la inteligencia de un ser humano, pero existen muchas maquinas
que realizan diferentes procesos que la pueden hacer con mayor eficiencia que cualquier ser
humano.
BIBLIOGRAFÍA
Casali, A. 2008. ¿Qué es la Inteligencia Artificial?. (En línea). Formato Pdf. Consultado,
17 de oct. 2015. Disponible en: http://www.unalmed.edu.co/~dovalle/Paper1-IA.pdf
Stuart, J., & Norvig, P. (2004). Inteligencia Artificial. Un enfoque moderno (Vol. Segunda).
Madrid: Pearson Educacion S.A.