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Resumen ejecutivo
La captación de aguas superficiales como ríos, lagos y embalses es una estructura a nivel
del terreno mediante la cual se hace uso y aprovechamiento del agua de la fuente que
corresponda, ya sea por gravedad (nivel del terreno) o por bombeo, para garantizar el
suministro del recurso a una población. Las características y tamaño de la infraestructura de
captación van a depender de la cantidad o caudal de agua que necesite la comunidad. Hay
que recordar que las aguas superficiales pueden presentar cierto grado de contaminación
por lo que deben ser objeto de una serie de tratamientos que modifiquen sus características
físicas, químicas y microbiológicas y hacerla para el consumo humano.
Ventajas
Desventajas
Se deben identificar los posibles puntos de contaminación generados por las actividades
que se realicen en los alrededores de la zona de captación.
Las medidas de prevención de riesgos de contaminación deben ser consideradas desde el
diseño de la obra de captación hasta el proceso de la operación, resultando en altos
costos de mantenimiento o prevención de riesgos de contaminación.
La cantidad y calidad de las aguas captadas de ríos va a depender de las estaciones y
escorrentías.
Pueden generarse conflictos de usuarios sobre todo en zonas áridas
Se necesita un operador con conocimiento práctico para realizar los controles operativos
de caudal y turbiedad, así como los del sistema de bombeo
Introducción
La captación de cuerpos de aguas superficiales como ríos, riachuelos, lagos y embalses son
estructuras que sirven para captar agua y suministrarla de forma continua a una comunidad.
El sistema puede hacerse tanto por gravedad, cuando la fuente escogida se encuentra por
encima del lugar o a una altitud mayor que el punto de aprovechamiento del agua,
como por bombeo, cuando la fuente se encuentre por debajo del nivel donde se encuentran
los usuarios (BARRIOS et al. 2009). Los diversos tipos de captación de agua dependen, en
gran parte, de las características que tenga la fuente, así como el caudal que se requiera, o lo
que es lo mismo, de las características geológicas, hidrológicas y topográficas de la zona
(USAID 2016).
Entre las diversos tipos de captación de aguas superficiales se tienen: a) azud, que se aplica
para ríos y riachuelos que tienen poca profundidad pero tienen gran velocidad y donde el
agua es captada a través de unas rejillas y conducida hacia un desarenador; b) pozos de
infiltración y galerías de infiltración, que son captaciones indirectas en el estrato permeable
próximo a las aguas superficiales, es decir, en los primeros el agua se infiltra a unos pozos
colocados a un lado del lecho del río o lago y de allí pasa al sistema de conducción y, en las
segundas, el agua se infiltra por el material natural granular del río o riachuelo, donde un
sistema de drenaje se encarga de conducir el agua a un tanque antes de ser llevado al
sistema de conducción; c) tomas laterales, que se realizan a través de canales construidos en
el lateral de ríos caudalosos y que llevan el agua a un tanque recolector; la captación móvil
que se construye sobre una plataforma móvil a la orilla de ríos que tienen variaciones de
nivel, usando equipos de bombeo; d) captación flotante, que también usa bombas en su
operación, se usa para ríos, lagos y embalses y consta de una estructura flotante que está
anclada al fondo del agua superficial; e) captación sumergida, que generalmente son tubos
perforados o tubos con rejilla (retienen sólidos y evitan que entren al sistema) que se
colocan al fondo del cauce por donde se capta el agua a través de bombas (CARE-AVINA
2012; USAID 2016).
Para las captaciones en ríos y riachuelos se debe realizar un estudio hidrológico previo para
medir los caudales que garanticen un aprovechamiento objetivo del agua, así como un
suministro continuo y seguro a la población. Lo mismo ocurre con los lagos y embalses, en
los que se debe conocer la cantidad y calidad de agua que se necesita y de la que se
dispone, así como la profundidad de las fuentes, que representa un dato importante ya que,
para asegurar la calidad del agua, es conveniente hacer la captación a una profundidad
suficiente y lejos de la orilla (PÉREZ DE LA CRUZ 2011).
Consideraciones de diseño
La construcción de un sistema de captación hace que el agua de ríos y arroyos sea más
accesible, eliminando así largos recorridos de los usuarios para poder obtener agua, e
incluso aumentando la cantidad que se puede consumir. Es importante que el sistema esté
correctamente diseñado para que tenga una buena operación y rendimiento. Respecto a los
lagos, lagunas y embalses es necesario cumplir con cinco puntos importantes, a saber:
seleccionar bien el punto de captación; decidir el diámetro, longitud y el tipo de tubería a
utilizar; especificar cómo será la toma de agua; diseñar los flotadores y soportes de la
tubería y toma de agua; y, escoger la instalación apropiada (WFTW 1982a; 1982b). Para
abastecimientos de agua de comunidades pequeñas, que precisan una cantidad de agua
menor, a menudo se pueden usar estructuras muy simples de captación, así como también
usar tuberías o mangueras flexibles de plástico (WHO 1996).
El agua para uso doméstico o el riego a pequeña escala puede extraerse de un río o lago y
distribuirse mediante cubetas o bombearse a camiones cisterna para transportar grandes
cantidades de agua. Antes de usarse como agua potable, debe purificarse y probarse. El
agua también se puede bombear a una red de distribución. Para extraer grandes cantidades
de agua para las ciudades (agua potable), agricultura (por ejemplo, riego por aspersión o
riego superficial), uso industrial o energía hidroeléctrica), es necesaria la captación
permanente de agua.
Siempre que sea posible, la ubicación de la extracción de agua de un río debe cumplir con
los siguientes criterios: debe realizarse donde haya un flujo adecuado; a un nivel que
permita que el suministro por gravedad minimice los costos generados por bombeo; aguas
arriba, en zonas densamente pobladas y agrícolas, para reducir el flujo de sedimentos;
aguas arriba de lugares de riego, de ganado, lavaderos y desagües para eliminar la
contaminación del agua; y, aguas arriba de los puentes para reducir la velocidad /
turbulencia (SMET y WIJK 2002). No importa el uso que se le dé al agua que se extrae,
pero la cantidad de agua utilizada debe ser menor que la cantidad disponible en la fuente.
Para estimar la disponibilidad y fortalecer la toma de decisiones sobre la gestión del agua,
se debe tener a la mano una estimación del balance hídrico.
Los diseños de captación tienen como objetivo evitar obstrucciones y erosiones y garantizar
la estabilidad de la estructura, incluso en condiciones de inundación. Para aquellos ríos que
no transportan cantos rodados o piedras, lo más adecuado es una captación no protegida en
la que la toma de agua tenga una rejilla que evita la entrada de sólidos no deseados (hojas,
palos, basura, etc.). Cuando se requiera de una captación protegida es apropiado hacer
estructuras que generalmente se construyen con concreto, piedras o ladrillos.
Estructura simple de captación de agua con tubería flexible de plástico. Fuente: SMET &
WIJK 2002, p.259
Captación de río no protegida. Fuente: SMET & WIJK 2002, p.252
Por último, en los embalses el nivel de agua es generalmente más alto al final de la estación
lluviosa y más bajo al final de la estación seca o la temporada de riego. Las bombas
instaladas en los embalses, al igual que en los lagos, deben ser capaces de manejar estas
fluctuaciones, que no son solo verticales en nivel de agua, sino incluso más pronunciadas
horizontalmente, porque el agua retrocede a las partes más bajas. También se puede hacer
que un brazo seco de un río funcione como un embalse. Este se llena de agua durante la
estación húmeda y se cierra durante la estación seca para que se pueda usar el agua
almacenada, por ejemplo, para el riego. Debido al bajo nivel de agua, normalmente se
necesitan bombas (FAO 1992).
Idoneidad
El agua de río como fuente de agua superficial es aplicable para diversos usos. La
disponibilidad de agua del río depende, en gran medida, de las necesidades del sistema
local. Resulta muy adecuado en regiones ribereñas con una escorrentía regular durante todo
el año. Semejante situación ocurre con los lagos, que representan una fuente de agua muy
importante para la región donde se encuentran. El agua almacenada se puede usar como
agua potable después del tratamiento adecuado, o para el riego. Por otra parte, el turismo, el
transporte marítimo y la pesca son algunos de los sectores industriales que se benefician de
un lago, convirtiéndolo en un factor económico importante. En lo que respecta al agua de
un embalse, como fuente de agua superficial, es aplicable para el uso en irrigación en
agricultura, hogares o procesamiento en industrias. El manejo adecuado y la regulación de
la extracción de aguas superficiales es importante para proteger el ecosistema (impactos
ecológicos, contaminación, daño al medio ambiente) y evitar conflictos entre los usuarios.
La calidad del agua del lago está influenciada por los procesos de autopurificación
mediante aireación, procesos bioquímicos y sedimentación de sólidos en suspensión. El
agua puede ser muy clara, de bajo contenido orgánico y con alta saturación de oxígeno. Por
lo general, la contaminación humana y animal sólo presenta un riesgo para la salud cerca de
la orilla. A cierta distancia de esta, el agua del lago generalmente tiene una baja densidad de
bacterias y virus patógenos. Sin embargo, las algas pueden estar presentes, particularmente
en las capas superiores de los lagos (SMET y WIJK 2002).
Con respecto a los embalses, se debe evitar la contaminación fecal, mediante tratamiento de
aguas residuales, u otro tipo de contaminación, con zonas de amortiguación (en el caso de
fuentes de contaminación no puntuales). Además, si el embalse se utiliza como fuente de
agua potable, se debe tener en cuenta la purificación del agua como medida para proteger la
salud humana. También se debe considerar, que las fuentes de agua superficial pueden
conducir a la reproducción de mosquitos, por lo que hay que tomar las medidas preventivas
estipuladas.
Un control de calidad del agua, sobre todo bacteriológico, debe realizarse al menos cada 6
meses y, se debe incrementar su frecuencia en el caso de tener conocimiento de la
existencia de una fuente de contaminación (MORENO 2004).
Operación y mantenimiento
Cuando son sistemas de captación por gravedad, MORENO (2004) establece que deben
hacerse las siguientes actividades: controlar la turbiedad del agua; limpiar regularmente las
rejas y canales de residuos sólidos (hierbas, troncos, piedras voluminosas); si existe un
desarenador en el lecho del río y es temporada de lluvias, entonces cuando el nivel de
sedimentos esté próximo al tubo de captación se debe proceder a desarenar por un período
entre 30 y 60 minutos; controlar el caudal, sobretodo en épocas de lluvias; la cámara o caja
de captación debe desarenarse aproximadamente cada 6 meses, cuando el nivel de
sedimentos afecte el flujo de agua; calibrar los elementos de medición al menos cada 6
meses.
Estas son las 5 fuentes del abastecimiento del agua mediante las cuales se almacena
primeramente el agua sin tratar, después de recolectar el agua en una zona de
almacenaje inicial. Tras eso, llega la etapa más importante para que las fuentes del
abastecimiento del agua recogida tenga uso práctico. El tratamiento para hacerla potable.
Este proceso lleva diferentes apartados que vamos a resumir de manera muy breve. En
términos generales, el proceso que lleva a convertir las fuentes de agua para abastecer a
la población en agua potable consiste en una serie de filtros, desarenadores y
decantadores de manera que se eliminen todas las partículas que puedan existir en
suspensión dentro del agua que va a llegar hasta el hogar.
Los ríos y lagos contienen solamente un pequeño porcentaje del agua en la Tierra — pero
estas aguas superficiales son cruciales. Al igual que algunos acuíferos, éstos se
reabastecen constantemente cuando el agua se desplaza desde la atmósfera hasta la
Tierra y de vuelta mediante el ciclo del agua.
Pero los recursos de agua superficial están sujetos a los patrones variables
de precipitación que los vuelve notoriamente poco fiables.
La humanidad no puede crear más agua. Pero, mediante la administración de las fuentes
de abastecimiento y los sistemas de distribución, se puede maximizar la cantidad de agua
disponible y aprovechar al máximo cada gota del preciado líquido.
No hay escasez de agua en la Tierra. La mayor parte de nuestro planeta está cubierto por
agua, pero muy poca de esa agua es apta para el consumo humano.
Nuestro “planeta azul” está cubierto por océanos que se extienden sobre dos terceras
partes de su superficie. Estos masivos cuerpos de agua salada contienen casi toda el
agua en la Tierra.
Menos del tres por ciento del agua del planeta existe como agua dulce— y no toda es
apta para el consumo humano. De hecho, más de dos tercios del agua dulce del planeta
no se encuentra siquiera en estado líquido — se encuentra congelada en glaciares en
sitios como las capas de hielo en Antártica y Groenlandia. Estos recursos son
esencialmente inaccesibles para el consumo humano, no obstante que el agua
derretida de glaciares es un importante recurso en algunas regiones.
Casi todo el resto de los recursos de agua dulce en la Tierra se encuentra como agua
subterránea. Esta agua subterránea emerge a la superficie para alimentar corrientes de
agua y saturar tierras pantanosas. El agua subterránea suministra un reservorio esencial
que se puede explotar para usos agrícolas, industriales, y ambientales, y también como
fuente de suministro de agua potable. Hoy día, el agua subterránea suministra
aproximadamente del 25 al 40 por ciento de toda el agua potable de la Tierra. Algunos de
los recursos de agua subterránea del planeta fueron creados en antiguas condiciones
climatológicas y se los considera como recursos hídricos no renovables.
Fuentes de Agua
Recordando lo visto al tratar el ciclo hidrológico del agua, de acuerdo a la forma en que se
encuentra en la naturaleza, las distintas fuentes de provisión de agua, son las siguientes:
1. Aguas Meteóricas
2. Aguas Superficiales
3. Aguas Sub-Álveas
4. Aguas Subterráneas
El agua proveniente de estas fuentes puedan ser naturalmente potables, y otras necesitan
un tratamiento correcto previo a su entrega al consumo.
La selección de la fuente de provisión constituye tarea fundamental de la que ha de
depender la seguridad del servicio que se preste. Deben balancearse cuidadosamente
dos aspectos: sanitario y económico, de manera de elegir una fuente que nos asegure la
provisión de agua en cantidad y calidad necesaria, y al mismo tiempo nos permita la
máxima economía de construcción y posterior operación y mantenimiento de servicio.
Haremos ahora una descripción de los distintos tipos de fuentes, las características que
proveen la calidad y sus posibilidades de aplicación.
1. Aguas meteóricas:
2. Aguas superficiales:
Se denominan así a las aguas provenientes de los ríos, arroyos, lagos, etc. En
nuestro país las aguas superficiales proveen a más del 70 % de la población
servida. Son en general aguas turbias y con color, y además, por ser superficiales
están sujetas a contaminarse. Por estas causas exigen tratamiento potabilizador,
incluido desinfección previa a su entrega al consumo.
3. Aguas Sub-alveas:
Son las aguas que corren por el subálveo del rió. Se captan en general mediante
pozos filtrantes o galerías filtrantes. Son en general aguas de muy buena calidad
ya que han sufrido un proceso natural de filtración. El costo de las obras para
utilización de esta agua es algo elevado.
4. Aguas Subterráneas:
Son las aguas que se encuentran en el subsuelo. Podemos distinguir 3 tipos de fuentes
subterráneas distintas según la posición del agua en el suelo.
Las aguas subterráneas profundas captadas mediante pozos semisurgentes dan por lo
general aguas potables y han sido utilizadas exitosamente en muchas zonas del país,
ocupando el segundo lugar en número de habitantes servidos y el primero en numero de
localidades servidas.
4-c) Manantiales:
Pueden constituir una solución para el caso de pequeñas localidades rurales, siempre que
tengan caudal suficiente y calidad adecuada. La captación debe estar adecuadamente
protegida.
El manantial será tanto más seguro como cuanto menos variable sea su caudal,
influenciado este por el régimen de lluvias y menos alterable sea la calidad del agua.
I-b1) Galerías filtrantes: son pozos horizontales dotados de una cierta pendiente que
recogen agua en toda su longitud. Son una forma simple de obtener agua filtrada. Para
que el proceso de filtrado sea completo las galerías deben construirse por lo menos a 15
m de la orilla del río o lago. Para su construcción se abre una zanja en las capas de
arenas acuíferas y luego se recoge el agua mediante una tubería perforada con pendiente
hacia un pozo central donde se bombea. La longitud de la zanja es función de la cantidad
de agua necesaria y de las dimensiones del acuífero. Alrededor de la tubería colocada se
ubican cantos rodados de 12 a 25 mm. El resto de la capa filtrante se formará con arena y
grava granulada. El espesor del filtro debe ser de 30 cm a 40 cm desde la tubería hacia
fuera. (Fig. 4)
La descripta es la forma más sencilla. Otra forma es con drenes dentro del lecho fluvial
(Fig. 5). Los drenes se forman con medio caño de 30 cm de diámetro con orificios
apoyados sobre base de hormigón.
I-b2) Pozos filtrantes: es otra forma de aprovechar las aguas subálveas. Consisten en
pozos excavados en la orilla de los ríos en las arenas acuíferas, generalmente son de
gran diámetro. Pueden ser de 2 tipos: a) pozo colector con perforaciones radiales (Fig. 7)
y b) pozo filtrante completo (filtración lateral y por el fondo (Fig. 8).
Detalle
d. Caños filtros: es una de las partes más importantes de un pozo. Son generalmente
de una aleación resistente a la corrosión, como por ejemplo, acero inoxidable. En
la generalidad de los casos es conveniente efectuar un prefiltro de gravilla entre el
acuífero y el tubo filtro cuyas características así como las del filtro dependen de la
granulometría de la formación geológica (esta operación se denomina "desarrollo
del pozo"). La longitud y diámetro del tubo filtro será tal que esté de acuerdo con la
formación geológica del acuífero y que la velocidad del agua a través de las
aberturas no exceda de 3 cm/seg.
Fórmulas de equilibrio:
A. Pozos Excavados: los pozos excavados (Fig. 11) se constituyen y explotan para la
captación de aguas poco profundas. En general para aguas en primera napa los canales
son pequeños. Los pozos deben ser revestidos. Los revestimientos pueden ser de
ladrillos, piedras u hormigón. En la parte inferior del revestimiento se harán orificios
apropiados para facilitar la entrada de agua. En la parte superior debe hacer hacerse un
rellenado de hormigón como protección de cualquier contaminación. Los pozos son
circulares, se construyen a pala o en algunos casos con equipo mecánico como cucharas
del tipo almeja. Si el terreno no es consistente se deberán utilizar entibados. El
revestimiento debe fundarse en terreno resistente. Si el terreno es muy desmoronable se
recurre a pozos hincados. Se construyen por medio de un anillos de hinca y el
revestimiento se va haciendo a medida que avanza la excavación. El descenso se
consigue por el propio peso del anillo a medida que se va excavando.
a. Ubicación: se deben tener en cuenta las recomendaciones dadas para los pozos
profundos.
b. Profundidad: se debe hacer ensayos de bomba en pozos de prueba para hallar el
caudal que rinde el pozo para esa profundidad, es decir, el descenso de la napa se
ha estabilizado. De acuerdo a las necesidades el pozo de prueba puede
profundizarse hasta obtener el caudal requerido.
c. Diámetro: en general el diámetro del pozo tiene muy poca relación o influencia
sobre el rendimiento del mismo. Si bien el caudal que se puede extraer de un pozo
de diámetro pequeño es prácticamente igual a uno de mayor diámetro, el
descenso de nivel en el más pequeño es mayor, y por lo tanto la velocidad de
entrada al pozo es mayor ( puede haber arrastre de arena). En general, el
diámetro de los pozos excavados puede oscilar entre 1,25 a 1,50 m.
Son consideradas con esta denominación las aguas de los ríos, lagos y arroyos. Los
aspectos fundamentales de este tipo de captación son la elección del tipo de toma a
construir y la ubicación de la misma. En general las obras de toma deben satisfacer las
siguientes exigencias básicas:
Tipos de toma:
La primera (con muro nivelador) consiste en un muro transversal a la corriente que deriva
el flujo de agua, forzándola a pasar sobre la reja que cubre la parte superior de un canal
con pendiente hacia una de las márgenes. La altura del muro no sobrepasa el metro
contando desde el lecho del río.
El segundo tipo sin muro nivelador consiste en un simple canal transversal al río con
pendiente hacia una de las márgenes, donde está ubicada la boca de toma protegida con
una reja.
Para estos tipos de obra, dado el material de arrastre del río, es muy conveniente la
construcción del desarenador en conjunto con la toma.
En ríos anchos o de llanura las obras transversales son prohibitivas. Son aconsejables
entonces las obras laterales, como las indicadas en 1º), 2º) y 3º). La adopción de una u
otra dependerá de las características del curso y la configuración de las márgenes. Para
el caso de las tomas donde el conducto está conectado a la bomba es muy conveniente
mantener las bombas permanentemente cebadas. Para esto deberán ubicarse por debajo
del mínimo nivel del río.
Los manantiales son aguas subterráneas que afloran a la superficie en forma de lugares
húmedos. Se puede originar por aguas descendentes o aguas ascendentes. En el primer
caso el agua corre sobre un estrato impermeable inclinado, hasta que alguna depresión
hace que el estrato quede al descubierto, dando lugar al manantial. En el segundo caso el
agua confinada entre dos estratos impermeables asciende a presión hasta la superficie
por alguna grieta o falla del terreno (Fig. 20). En la zona de afloramiento están expuestos
a contaminación, por lo que deben ser convenientemente protegidos. En la Fig. 21 se
indica el esquema de una cámara de captación típica para el abastecimiento de una
pequeña población.