Sunteți pe pagina 1din 2

- Opinión - http://www.neofronteras.

com/opinion -

El calentamiento global
Posted By NeoFronteras On 12 agosto, 2005 @ 7:55 pm In Editorial | Comments Disabled

______________________________________________________________________

Ya no hay más dudas sobre el calentamiento global, es real y está ocurriendo. Recientemente se
están recibiendo muchas noticias relacionas con este asunto y todas son alarmantes. Algunas ya
han sido publicadas en NeoFronteras y otras lo serán próximamente.

Hoy 11 de agosto, momento en que se están escribiendo estas líneas, se han conocido diversas
noticias al respecto. Sólo en la revista Science se han publicado tres artículos al respecto. En uno
se resuelve la discrepancia de los datos provenientes de satélite y en el segundo los provenientes
de globos meteorológicos. Ahora todos los datos y modelos de predicción empiezan a encajar.

El efecto invernadero supone una amenaza para la Tierra. El hombre con su actividad industrial y
en los transportes ha estado consumiendo mucha cantidad de combustible fósil (carbón, petróleo,
gas natural…) durante los últimos decenios. Su combustión produce dióxido de carbono que es un
gas invernadero.

También se ha publicado recientemente que en Siberia se está liberando metano, un potentísimo


gas invernadero, debido al calentamiento del permafrost (suelo que a cierta profundidad permanece
helado todo el año) por el propio calentamiento global, en un ciclo que parece estar
retroalimentándose.

Recientemente se ha publicado otro resultado sobre las grandes consecuencias que sufrirán las
regiones tropicales y uno más sobre el efecto en las capas altas de la atmósfera. Podemos enumerar
muchos otros resultados, pero ya todos apuntan hacia el mismo culpable: el ser humano.

El efecto invernadero es muy parecido a lo que ocurre en los invernaderos para cultivos de plantas.
Los rayos del sol al incidir en el suelo calientan el mismo. El suelo, una vez caliente, emite radiación
infrarroja que es emitida al espacio y que es parcialmente reflejada por la atmósfera hacia el suelo
otra vez. De este modo la temperatura del conjunto se eleva.

Siempre ha habido efecto invernadero, y este mismo efecto permite la vida sobre la Tierra. Lo que
trae graves consecuencias es cambiar la intensidad de dicho efecto. Cuando aumentamos los gases
de este tipo el porcentaje de radiación infrarroja reflejada hacía el suelo aumenta, con el
consiguiente aumento de la temperatura. La vida en la Tierra puede adaptarse a cambios climáticos
que se producen de una manera lenta en el tiempo, pero el actual ritmo cambiaría la vida en la
Tierra tal y como la conocemos de una manera brutal. Un bosque, por ejemplo, se mueve muy
lentamente a través de diversas generaciones de árboles.

No ya sólo la subida de los niveles del mar anegaría ciudades costeras como Nueva York, Barcelona
y similares, sino que el cambio climático alteraría los monzones, aumentaría la fuerza de los
huracanes, habría más sequía e inundaciones y toda una multitud de desastres “naturales” de todo
tipo como la difusión de enfermedades tropicales hacia las áreas “templadas”.

Todo esto sin entrar en la extinción masiva y para siempre de toda clase de especies animales y
vegetales. Mas vale que nos acostumbremos a un mundo poblado de ratas, perros, cucarachas,
palomas y humanos, porque casi todas las demás especies desaparecerán. Todo esto que parece
catastrofista no lo es tanto cuando se leen los datos científicos serios de los que disponemos. No
estamos hablando de cuatro locos pseudoecologistas de Greenpeace viviendo en una paranoia
inventada y diciendo tonterías.

El primer paso para resolver un problema es conocer su existencia y ser positivo en este caso es
estar en posesión de todo este conocimiento y actuar en consecuencia. Ignorar “felizmente” lo que

Copyleft © NeoFronteras - Opinión. Some rights reserved.


- Opinión - http://www.neofronteras.com/opinion -
está pasando y practicar la política del avestruz puede que sea “optimista”, pero nos puede costar
muy caro.

Todavía estamos a tiempo de arreglar el desaguisado. Una vez entremos en un ciclo de


retroalimentación positiva ya no será posible, y será imparable hasta que la naturaleza alcance un
nuevo equilibrio muy diferente del actual. Si ahora empezamos a parar la quema de combustibles
fósiles podemos lograrlo. Algunas de las soluciones alternativas ya las tenemos como la energía
eólica y la solar. El ahorro y evitar el despilfarro es también parte de la solución.

Pese a quien le pese, la energía nuclear convencional puede sernos de utilidad porque no emite
gases de invernadero, aunque quede por resolver el problema de los residuos. Sólo mencionar que
el sol es un gigantesco reactor nuclear y que todas las energías convencionales provienen directa o
indirectamente de él. Negarse por sistema al uso de la energía nuclear, porque la palabra
“nuclear” suena mal, y pretender usar al mismo tiempo el horno microondas, la TV o el estereo es
una gran paradoja a la vez que una hipocresía.

Otra promesa podría ser la energía de fusión nuclear (la fusión de hidrogeno en helio en una reacción
nuclear que produce la energía en el sol y las estrellas). Apoyada sólo periódicamente dependiendo
de las oscilaciones del precio del petróleo no ha sido desarrollada convenientemente. Parece que
ahora con la construcción del ITER hemos entrado de nuevo en el camino de disponer de esta
energía en 20 o 30 años (cada 20 años se promete que dispondremos del primer reactor
termonuclear en 20 años, en una triste historia oída una y otra vez hasta la saciedad).

Sin inversión pública en el desarrollo de nuevas fuentes y mejora de las existentes no alcanzaremos
el objetivo. Una compañía petrolera seguirá explotando y vendiéndonos combustibles fósiles y
diciendo que no pasa nada mientras los esquimales estén ya friendo huevos sol. No hemos de
esperar que ellos inviertan en otras fuentes que además son más caras, lo deben de hacer gobiernos
e instituciones públicas. Aunque las puertas están abiertas al dinero privado. Ideas hay muchas y
sólo están esperando apoyo para llevarlas al mercado. Una mayor inversión económica producirá
resultados automáticamente. Hay además una ingente cantidad de materia gris dispuesta a trabajar
en el campo si se les paga para ello. Dedicar más recursos al desarrollo de armas (u otro tipo de
fines más o menos similares) de los que se dedican a todo lo demás es absolutamente estúpido
además de inmoral.

La tecnología obtenida deberá de ser entregada además a los países en desarrollo libre de patentes
y royaltis. Son ellos los que ahora necesitan más energía y las consecuencias las vamos a pagar
todos. ¿O acaso les vamos a negar el acceso a todo lo que los demás tenemos? Recordemos que el
dióxido de carbono de ahora es principalmente nuestro. El cumplimiento del protocolo de Kioto se
antoja en estas circunstancias de obligado cumplimiento y EEUU, el país que más contamina en el
mundo, debería de suscribirlo cuanto antes, así como todos los demás que aun no lo han hecho.

Desde el espacio se ve claramente que todos viajamos una maravillosa nave espacial de color azul
llamada Tierra. Es única, es nuestra casa, y no podemos ir a ningún otro sitio si se estropea.
Debemos de cuidarla para las generaciones futuras. Quizás albergue la única vida inteligente de la
galaxia, o ni siquiera eso si nosotros con nuestra estulticia demostramos lo contrario.

______________________________________________________________________

Article printed from Opinión: http://www.neofronteras.com/opinion


URL to article: http://www.neofronteras.com/opinion/?p=11

Copyleft © NeoFronteras - Opinión. Some rights reserved.

S-ar putea să vă placă și