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FORMACION DEL HUESO

En los vertebrados superiores el soporte estructural y la protección para los tejidos y órganos del
cuerpo se dan por un esqueleto mineralizado compuesto de cartílago y hueso. Siendo formas
altamente especializadas de tejido conectivo, representan un papel protector y estructural, y
tienen funciones vitales de homeostasis de calcio y hematopoyesis. El esqueleto actúa como
palanca en la cual los músculos y tendones se anclan para facilitar la locomoción. El cartílago
aporta los modelos en los cuales se desarrollan la mayoría de los huesos del cuerpo, incluyendo el
esqueleto apendicular y el esqueleto axial. Los discos de crecimiento cartilaginoso y fundamentos
para la evaluación del Crecimiento, Desarrollo y Función cráneo facial las sincondrosis constituyen
una parte importante de los mecanismos de crecimiento del esqueleto. Los huesos del cráneo, con
excepción de los del condrocráneo, no son formados por precursores cartilaginosos; son derivados
filogenéticamente de láminas dermales y provienen directamente de la osificación de centros que
aparecen dentro del ectomesénquima de desarrollo de la cabeza

La estructura morfológica del tejido óseo formado de estas dos formas no es distinguible al final
de su formación. Se cree que el control sobre la iniciación de la osteogénesis no está en las células
preosteogénicas sino en los tejidos adyacentes con los cuales ellas interactúan inductivamente.

El hueso está compuesto por cuatro tipos de células: células que cubren la superficie ósea,
osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. El origen de los osteoblastos y osteoclastos al menos
posnatalmente, es de poblaciones celulares distintas; los primeros se derivan de células
mesenquimales, mientras los segundos son de origen hematopoyético, derivados de células del
linaje monocitimacrófafo

Los osteoblastos según su sitio de origen y localización anatómica tienen diferencias bioquímicas.
In vitro, se ha mostrado que los osteoblastos humanos provenientes de hueso de origen de células
de la cresta neural (mandíbula) y los osteoblastos de origen mesodérmico (cresta iliaca) tienen
diferencias en el contenido de FGF-2(factor de crecimiento fibroblástico) y IGF-II (factor de
crecimiento insulínico). Por otro lado, la expresión de TGF-β (factor de crecimiento trofoblástico),
se incrementa en osteoblastos de cresta iliaca, la cual también se divide más lentamente. Acerca
de esto, Hall en 1999, citado por Meikle13 sugiere que esas diferencias cuentan para una
superioridad del hueso proveniente de las células de cresta neural comparado con el hueso
mesodérmico, en procedimientos clínicos de injerto óseo.

FORMACION MEMBRANOSA DEL HUESO.

La mayor parte de los huesos planos se forman por formación intramembranosa del hueso. Este
proceso se produce en un tejido mesenquimatoso ricamente vascularizado cuyas células están en
contacto entre sí por medio de prolongaciones largas.

Las células del mesénquima se diferencian en osteoblastos que secretan matriz ósea , sustancia
que forma una red de espículas y trabéculas cuyas superficies se encuentran pobladas por estas
células. Esta región de osteogénesis inicial se conoce como centro primario de osificación. Las
fibras de colágeno de estas espículas y estas trabéculas en desarrollo están orientadas al azar,
como cabe esperar en el hueso primario. La formación de osteoide va seguida con rapidez por
calcificación, y los osteoblastos que quedan atrapados en sus matrices se convierten en osteocitos.
Las proyecciones de estos osteocitos están también rodeadas por un hueso en formación, con lo
que se establece un sistema de canalículos. La actividad mitótica sostenido de las células
mesenquimatosas ofrece una provisión de células osteoprogenitoras indiferenciadas, que forman
osteoblastos.

Conforme se establece la red de tipo esponjoso de las trabéculas, el tejido conectivo vascular que
se encuentra en sus intersticios se transforma en médula ósea. La añadidura de trabéculas a la
periferia incrementa el tamaño del hueso en formación. Los huesos de mayor tamaño como el
occipital de la base del cráneo, cuentan con varios centros de osificación, que se fusionan entre sí
para formar un solo hueso, las fontanelas ("zonas blandas") que se encuentran entre los huesos
frontal y parietales, y parietales y occipital del neonato representan centros de osificación que no
se han fusionado durante la vida prenatal. Las regiones de los tejidos mesenquimatosos que se
conservan sin calcificar se diferencian en periostio y endiostio en el hueso en desarrollo. Más aún,
el hueso esponjoso profundo en relación con el periostio y la capa perióstica de la duramadre de
los huesos planos se transforman en hueso compacto, con lo que forman las tablas interna y
externa con el diploe entre ellas

Formación del hueso frontal, parietal, parte del occipital, del temporal y de los maxilares y la
mayor parte de la clavicula -> huesos membranosos

FORMACION ENDOCONDRAL DEL HUESO: La mayor parte de los huesos largos y cortos del cuerpo
se desarrollan por formación endocondral del hueso. Este tipo de formación del hueso se produce
en dos etapas: 1) se forma un modelo cartilaginoso hialino en miniatura, y 2) el modelo de
cartílago sigue creciendo y sirve como andamio estructural para el desarrollo del hueso, se resorbe
y queda sustituido por este último.

SUCESOS EN LA FORMACION ENDOCONDRAL DEL HUESO: En la región en la que el hueso va a


crecer dentro del embrión se desarrolla un modelo de cartílago de dicho hueso. Este suceso se
inicia, exactamente de la misma manera en que se desarrollaría el cartílago hialino en cualquier
otra localización, como se describió con anterioridad. Durante cierto periodo este modelo crece,
tanto por yuxtaposición (aposición) como de manera intersticial. Por último, se hipertrofian los
condrocitos dentro del modelo de cartílago, acumulan glucógeno en su citoplasma y se vuelven
vacuolados. La hipertrofia de los condrocitos da por resultado crecimiento de sus lagunas y
reducción de los tabiques de matriz cartilaginosa intercalados que se calcifican.

CENTRO PRIMARIO DE OSIFICACION: De manera concurrente, se vasculariza el pericondrio a nivel


de la parte media diáfisis del cartílago. Cuando sucede esto las células condrogénicas se vuelven
osteoprogenitoras que forman osteoblastos, y el pericondrio suprayacente se convierte en
periostio.

Los osteoblastos recién formados secretan matriz ósea, y originan el cuello óseo subperióstico
sobre la superficie del modelo de cartílago mediante la formación intramembranosa del hueso.

El cuello del hueso impide la difusión de nutrientes hacia los condrocitos hipertroficos dentro de la
parte central del modelo de cartílago, y les produce la muerte. Este proceso es el causante de la
presencia de lagunas confluentes vacías que forman grandes concavidades, la futura cavidad
medular, en el centro del modelo de cartílago.
Los orificios excavados en el cuello óseo por los osteoclastos permiten que entre en las
concavidades dentro del modelo de cartílago una yema osteogénica o perióstica, compuesta de
células osteoprogenitoras, células hematopoyeticas y vasos sanguíneos.

Las células osteoprogenitoras se dividen para formar osteoblastos. Estas células recién formadas
elaboran matriz ósea sobre la superficie del cartílago calcificado. La matriz ósea se calcifica para
formar un complejo de cartílago y hueso calcificados. Este complejo se percibe en los cortes
histológicos teñidos de manera ordinaria por que el cartílago calcificado se tiñe con colorantes
basofílicos, en tanto que el hueso calcificado lo hace con colorantes acidófilos.

Al engrosarse el hueso subperióstico y crecer en cada dirección desde el talle de la diáfisis hacia la
epífisis, los osteoclastos empiezan a resorber al complejo de cartílago y hueso calcificados con lo
que aumenta el tamaño de la cavidad medular. Al proseguir este proceso, el cartílago de la diáfisis
queda sustituido por hueso, salvo en las placas epifisiarias, que son las encargadas del crecimiento
sostenido del hueso durante 18 a 20 años.

SUTURAS Y FONTANELAS

La sutura es una delgada capa de tejido de tipo conjuntivo intermedio que se origina entre los
huesos y en el cráneo existen dos tipos: sindermosis que ocurre en la bóveda y sincondrosis en la
base.

Sincondrosis. Unión de dos huesos mediante una sutura de tipo cartilaginoso. Las sincondrosis son
articulaciones temporales que existen durante la fase de crecimiento del esqueleto y están
compuestas de cartílago hialino. Las sincondrosis típicas son la placa de crecimiento entre la
epífisis y la metáfisis de un hueso tubular, las articulaciones vertebrales, y la sincondrosis esfeno-
occipital. Con la maduración del esqueleto, las sincondrosis se vuelven más delgadas y en el futuro
se obliteran por unión ósea o sinostosis. Dos sincondrosis que persisten en la vida adulta son las
primeras articulaciones esternocostales y la articulación petrobasilar.

Al nacimiento las suturas están separadas por tejido conjuntivo de tipo mesenquimatoso y entre
los seis meses y el año se produce una identación, los bordes irregulares se interdigitan quedan
yuxtapuestos pero no se fusionan. Evolutivamente el tejido conjuntivo se va sustituyendo y hacia
los 10 a 13 años las suturas son ocupadas funcionalmente por tejido fibroso por lo que se dice que
se han cerrado; pero la verdadera osificación no ocurre hasta la cuarta o quinta década de la vida.
Cuando estas suturas se cierran u osifican en un período anterior al que fisiológicamente les
corresponde aparecen las Craneosinostosis (CS).

En total existen 37 suturas craneales, 7 de ellas son inconstantes y las que son clínicamente
significativas en las CS se disponen de la siguiente forma:

1.- Sutura Sagital: En línea media anteroposterior, entre los dos parietales.
2.- Sutura Coronal: Entre el frontal y los parietales.
3.- Sutura Metópica: Entre las dos mitades del hueso frontal.
4.- Sutura Lambdoidea: Entre los parietales y el occipital.
En los sitios donde se encuentran tres o cuatro huesos de la bóveda las suturas se ensanchan para
formar las fontanelas, de las cuales algunas son constantes y otras inconstantes. Entre las
constantes tenemos:

1.- Fontanela Anterior o Bregmática de forma cuadrangular, situada entre los dos parietales y las
dos mitades del frontal.
2.- Fontanela Lambdoidea que ocupa el espacio triangular entre los parietales y la concha del
occipital.
3.- Otras fontanelas constantes son la ptérica o anterolateral y la astérica o poterolateral.
Las fontanelas inconstantes son la glabelar, metópica, cerebelosa y la parietal de Gerdy.

Las fontanelas son importantes para conocer mediante su palpación el estado de la presión
intracraneal. Ellas permiten hacer una valoración del crecimiento del cráneo y su cierre prematuro
constituye uno de los signos a tener presente en el diagnóstico de las CS. La forma correcta de
examinarlas es con el niño en posición semisentada entre las piernas y los brazos de la madre,
normalmente está deprimida y late. La anterior o bregmática debe cerrar entre los 14 y 22 meses,
la posterior entre el segundo y tercer mes de la vida; la ptérica o anterolateral alrededor de los
tres meses y la astérica o posterolateral en el segundo año.

El pediatra necesita poder diferenciar las craneosinostosis verdaderas que requieren tratamiento
quirúrgico de aquellas deformidades posicionales, como por ejemplo, la deformidad occipital
observada en recién nacidos, con mayor prevalencia a partir de 1992, cuando por indicación de la
Academia Americana de Pediatría, se recomendó a los padres que los niños deberían dormir en
posición supina, a fin de disminuir la incidencia del síndrome de muerte súbita infantil. Esta
deformidad requiere poco manejo, pero implica la necesidad de calmar la preocupación de los
padres. Asimismo, deberá saber diferenciar las verdaderas sinostosis congénitas de aquellas
adquiridas, como la que presentan los pacientes que poseen sistemas de derivación para la
hidrocefalia. Para lograr ésto, es necesario saber cuáles son los estudios diagnósticos (radiografías
de cráneo y tomografía computada), el momento y la indicación precisa de cada uno, así como el
conocimiento de las suturas craneanas normales

REABSORCION Y FORMACION OSEA

El esqueleto es continuamente remodelado, a través de la vida, por los osteoclastos y


osteoblastos. Los primeros reabsorben hueso viejo y los otros forman nuevo hueso. El remodelado
interno limita la reabsorción y la formación de hueso a una localización sin cambios en su forma
geométrica. Esto lo distingue del remodelado de crecimiento, a veces llamado modelado óseo,
que ocurre primariamente durante el desarrollo y crecimiento del esqueleto e involucra la mayor
parte de superficies óseas. La modelación ósea es limitada a las superficies periósticas y endósticas
y sirve para mantener la forma y proporción de un hueso cuando éste incrementa su tamaño.

El remodelado óseo en el esqueleto de un adulto ocurre en paquetes de células llamados unidades


básicas multicelulares (BMU), que recambian sobre múltiples superficies óseas y funcionan como
unidades organizadas. Cada BMU, tiene una vida de 6 a 9 meses y está geográfica y
cronológicamente separada de otras. El intervalo entre sucesivos eventos de remodelado en la
misma localización es aproximadamente de 2 a 5 años. En el hueso cortical esas BMU proceden
por una tunelización osteonal en la cual los osteoclastos se mueven en cerca de 50 μm por día. Los
osteoblastos llenan este túnel por aposición cerca de los vasos sanguíneos centrales formando un
cono cerrado con cerca de 4.000 osteoblastos por mm2. Ellos forman nuevos sistemas haversianos
(osteones secundarios) en una orientación favorable a la dirección de las cargas. En el hueso
trabecular la superficie eserosionada por los osteoclastos, seguida por una fase de aposición que
dura aproximadamente nueve días. Los osteoclastos desaparecen, tanto por migración como por
apoptosis; los osteoblastos se congregan en la parte superior de la cavidad reabsortiva y forman
tejido osteoide, el cual comienza a remineralizarse después de 13 días. Los osteoblastos continúan
sintetizando y mineralizando hasta que la cavidad está llena, lo cual en individuos normales toma
entre 124 y 168 días.

El remodelado se inicia por la fase de resorción osteoclástica. El osteoclasto es una voluminosa


célula multinucleada, proveniente de la línea monocito/ macrófago, situado en la superficie ósea.
El reclutamiento de los osteoclastos a partir de su precursor medular (ontogénesis), necesita
varias fases sucesivas: proliferación, diferenciación y fusión. El osteoclasto maduro es responsable
de la disolución del espacio extracelular comprendido entre su membrana celular arrugada y el
borde óseo.

Marcadores de la resorción son las fosfatasas ácidas tartrato resistentes (TRAP) secretadas por el
osteoclasto, la relación calcio/creatinina urinaria en Figura 2. Osteoclasto. Célula gigante
multinucleada, con una membrana celular arrugada, la cual crea entre la superficie ósea y ella un
espacio que se comporta como un lisosoma secundario. Este compartimiento extracelular es
acidificado gracias a una bomba de protones. Allí son secretadas las enzimas lisosomales,
sintetizadas en el retículo endoplásmico (RE) y almacenadas en prominentes aparatos de Golgi.
ayunas y la relación hidroxiprolina/creatinina (HOP:Cr) urinaria en ayunas. Dado que el hueso no
es la única fuente de HOP (fracción Clq, alimentación), marcadores más específicos de resorción
están siendo medidos en orina; estos son los puentes del colágeno I: la piridolina (PYR) y la
deoxipiridolina (DPYR). Luego de la fase de resorción una fase de cambio (Reversal Phase)
caracterizada por la ausencia de células óseas antecede la fase de formación en donde los
osteoblastos, provenientes de la línea de fibroblastos medulares, sintetizan hueso nuevo
reemplazando el espacio o laguna dejado por los osteoclastos. Marcadores séricos de la formación
ósea son la fosfatasa alcalina ósea (enzima osteoblástica, probablemente involucrada en el
proceso de mineral ización), la osteocalcina (la proteína no-colágena más abundante de la matriz
ósea) y los propéptidos del colágeno I

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