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Antes Actualmente
Hoy existe una manipulación del escenario público. Los políticos llegan al escenario del
poder de forma mediática, utilizando:
Especialista en medios.
Periodistas.
Desde el siglo XIX hasta la actualidad, existieron tres hechos que modificaron el modelo de
representación:
a. Aparición cada vez más amplia de los partidos políticos (auge de los partidos de
masa).
b. Ampliación del derecho sufragio.
c. Difusión del programa político como instrumentos de competencia por el poder.
El autor identifica una serie de arreglos institucionales que se han mantenido a lo largo del
tiempo, a pesar de haber atravesado distintas etapas de transformación:
PARLAMENTARISMO
LIBERTAD DE OPINIÓN: Existe una gran distancia entre el parlamento por un lado, y la
opinión pública por el otro. La expresión de la opinión pública difería de la elección de los
representantes no solo en sus fundamentos constitucionales sino también en sus propósitos.
En esta forma de gobierno representativo, la libertad de opinión pública incrementa la
posibilidad de que se abra una brecha entre la opinión pública y el parlamento. El
enfrentamiento entre el parlamento y la voz del pueblo, por muy amenazante que pueda ser
para el orden público, es característico del parlamentarismo. Se caracteriza por el hecho de
que la libertad de opinión pública parece indisociable de ciertos riesgos para el orden
público.
DISCUSIÓN: Se da dentro del parlamento, el cual es un lugar donde los individuos expresan
su voluntad mediante la discusión y el intercambio de argumentos. Como los representantes
no están atados por los deseos de los que los eligen, el parlamento puede ser un órgano
deliberador en todo su sentido, o sea, un lugar en el que los individuos forman su voluntad
mediante la discusión y en el que se llega al consentimiento de la mayoría mediante el
intercambio de argumentos. Los participantes deben ser proclives a cambiar sus opiniones
durante la discusión. La posibilidad de que los participantes cambien de opinión es una
condición necesaria de la discusión persuasiva.
DEMOCRACIA DE PARTIDOS:
Los electores votan durante un largo período al mismo partido, y además el voto se va a
trasmitir por generaciones, generando una estabilidad electoral. La orientación del voto está
guiada por la condición social y económica de los ciudadanos. El conocimiento sobre las
políticas a seguir es mayor que en el parlamentarismo. En la democracia de partido, como en
el parlamentarismo, la elección sigue siendo una expresión de confianza más que una opción
de medidas políticas concretas. Lo único que cambia es el objeto de la confianza: ya no son
las personas, sino una organización, un partido.
DEMOCRACIA DE AUDIENCIA:
2. El entorno en el que actúan los políticos se ha vuelto mucho más complejo. Los problemas
se han vuelto cada vez más impredecibles. Cuando se presentan a un cargo, los políticos
saben que tendrán que enfrentarse a lo imprevisto; así que no están inclinados a atarse las
manos comprometiéndose con programas detallados. La naturaleza y el entorno de la
actividad gubernamental moderna exigen poderes discrecionales. Los votantes han de
conceder a sus representantes una cierta discrecionalidad respecto de los programas
políticos.
Si un candidato promueve una línea divisoria que no moviliza efectivamente a los votantes, o
una que eventualmente actúe en su contra, perderá las elecciones. El candidato toma la
iniciativa de proponer una línea de división o bien durante la campaña o guiándose por los
sondeos de opinión. La audiencia responde después a la línea de división propuesta y,
finalmente, el político corrige o mantiene la propuesta inicial dependiendo de la respuesta
del público. Se puede observar además que la opción final ofrecida a los votantes no es el
resultado de un plan consciente o deliberado. Cuando un ciudadano entra en lo que se puede
llamar el mercado político, sus preferencias no están todavía formadas; se desarrollan
mediante el seguimiento de debates públicos. Los representantes ya no son portavoces; la
personalización de la opción electoral les ha convertido en fideicomisarios. Pero son también
actores seleccionando y exponiendo divisiones.
La neutralización de los medios de comunicación hizo que los individuos formen sus propias
opiniones políticas, independiente de cualquier inclinación partidaria. Las personas pueden
adoptar posiciones divergentes sobre un determinado tema pero estas diferencias no
conducen necesariamente a fracturas electorales ni coincide con ellas. El público puede estar
dividido a lo largo de algunas líneas en las elecciones y a lo largo de otras en asuntos
concretos. Vuelve así un rasgo desaparecido con la democracia de partidos: las expresiones
electoral y no electoral del pueblo sobre las cuestiones del día puede no coincidir. Esta
posible falta de coincidencia obedece en gran parte a la neutralización de los canales de
comunicación a través de los cuales se forma la opinión pública, pero es también la
consecuencia del carácter no partidista de nuevas instituciones que desempeñan un papel
crucial en las expresiones de la opinión pública: las instituciones de los sondeos de opinión.
Los medios son independientes de los partidos políticos y operan según principios
comerciales, no políticos. Encontramos en la democracia de audiencia una configuración que
se asemeja al parlamentarismo, con la diferencia de que las encuestas de opinión confieren
un carácter bastante especifico a la manifestación no electoral del pueblo. Las encuestas de
opinión dan voz a ciudadanos apáticos o no interesados. Los sondeos de opinión facilitan la
expresión de opiniones políticas porque son pacíficos, mientras que las manifestaciones van
acompañadas a menudo del riesgo de violencia, especialmente cuando las opiniones están
altamente polarizadas.
JUICIO MEDIANTE LA DISCUSIÓN: Los parlamentos no son foros de discusión pública.
Cada partido se agrupa alrededor de una figura dirigente y cada grupo parlamentario vota de
modo disciplinado en apoyo a su líder. Los representantes se reúnen y consultan con grupos
de interés y asociaciones de ciudadanos. Aumenta el número de votantes flotantes. Lo nuevo
del votante flotante de hoy es que está bien informado, interesado en política y bastante bien
instruido. Los votantes interesados en política y que buscan información están expuestos a
opiniones encontradas, mientras que en la democracia de partidos los ciudadanos más
activos e interesados veían reforzadas sus opiniones por sus fuentes de información. Un
incentivo para que los políticos presenten las propuestas políticas directamente al publico.
La discusión de temas concretos tiene lugar dentro del mismo público. La forma de gobierno
representativo que ahora esta emergiendo se caracteriza por tener un nuevo protagonista en
la discusión pública, el votante flotante, y un nuevo foro, los medios de comunicación.
CONCLUSIÓN
Cada transición de una etapa a otra fue experimentada como una crisis terminal de la
forma representativa de gobierno. Sin embargo, Manin nos demuestra que, aunque con
diferencias, se siguen manteniendo los cuatro principios que sustentan a este tipo de
gobierno.
• Las democracias de audiencia siguen siendo gobiernos de élites, sólo que su composición
ha cambiado.
• Las actuales élites no están más cerca del pueblo de lo que lo estuvieron los burócratas de
partidos.
• La democracia se ha ampliado a través del voto universal, pero no se puede decir que sea
más profunda.