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Cuenca hidrográfica

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La cuenca del Amazonas, con 6 123 000 km², es la más extensa del mundo.

Una cuenca hidrográfica es un territorio drenado por un único sistema de drenaje natural,
es decir, que sus aguas dan al mar a través de un único río, o que vierte sus aguas a un
único lago endorreico.1 Una cuenca hidrográfica es delimitada por la línea de las cumbres,
también llamada divisoria de aguas.2 El uso de los recursos naturales se regula
administrativamente separando el territorio por cuencas hidrográficas, y con miras al futuro
las cuencas hidrográficas se perfilan como una de las unidades de división funcionales con
mucha más coherencia, permitiendo una verdadera integración social y territorial por
medio del agua. También recibe los nombres de hoya hidrográfica, cuenca de
drenaje y cuenca imbrífera.
Una cuenca hidrográfica y una cuenca hidrológica se diferencian en que la primera se
refiere exclusivamente a las aguas superficiales, mientras que la cuenca hidrológica
incluye las aguas subterráneas (acuíferos).3
Entre las cuencas más conocidas están:
Cuenca del Amazonas: Con 6 145 000 km² es la mayor cuenca del mundo. Se extiende
por siete países: Bolivia, Venezuela, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Brasil.
Cuenca del Congo: Con 3 373 000 km² es la segunda más extensa del mundo.
Cuenca del Nilo: Con 3 254 555 km² es la tercera cuenca más extensa del mundo.
Cuenca del Mississipi: Constituida principalmente por los ríos Mississipi y Misuri, tiene una
superficie de 3 238 000 km², distribuida casi en su totalidad en Estados Unidos, aunque
una pequeña parte está ubicada en Canadá.
Cuenca del Rio de la Plata: Con aproximadamente 3 200 000 km² es la quinta más
extensa del mundo.4 Se extiende por cinco
países: Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil. Además cuenta con una población
estimada de 90 millones de habitantes, conteniendo a los dos polos económicos más
grande del subcontinente sudamericano, São Paulo (Brasil) y Buenos Aires (Argentina).
Cuenca del Orinoco: Esta cuenca hidrográfica está situada al norte de América del sur. El
Orinoco es un río que recorre el territorio Venezolano con más de 2000 km de longitud.

En VENEZUELA
Cuenca del Orinoco[editar]
El Orinoco es uno de los ríos más importantes del mundo por su longitud y caudal (2140
km y algo más de 30.000 m³/s), la extensión de su cuenca (un millón de km²) y,
especialmente, por su importancia histórica y económica y el significado que ha tenido
para Venezuela, país en el que se extiende la mayor parte de su cuenca, con casi las dos
terceras partes de la misma. Es probablemente el río más caudaloso del mundo con
relación a su cuenca, similar en extensión a la del Danubio, pero con un caudal que triplica

Cuenca del Litoral Caribe[editar]


Constituye la agrupación de gran cantidad de cuencas menores, es comúnmente dividida
en las porciones Noroccidental, norcentral y nororiental abarcando aproximadamente
80.000 km² del litoral caribeño. La mayor parte de sus ríos provienen del lado septentrional
de las Cordilleras de los Andes en el noroeste de Venezuela, la Cordillera de la Costa y el
Macizo Oriental de la misma Cordillera de la Costa.

Cuenca del Lago de Maracaibo[editar]


La cuenca del lago de Maracaibo es una cuenca exorreica en la que drenan al menos 150
ríos perennes, de extensión media pero gran caudal, provenientes de la Sierra de Perijá y
la Cordillera de Mérida. Abarca un área aproximada de unos 80.000 km² tanto en
Venezuela como en Colombia siendo sus principales afluentes los
ríos Catatumbo, Palmar, Santa Ana, Escalante, Limón, Motatán y Chama.

Cuenca del Parque Nacional Cueva de la Quebrada del Toro y


Parque Nacional Juan Crisostomo Falcon[editar]
Las aguas de sus recursos hídricos provienen de las vertientes de Lara y de las aguas
filtradas en cuevas de caliza, también de las nubes y vapores que se condensan en
la Sierra de Falcón que dan origen al lago subterráneo más importante de Venezuela.

Cuenca del Cuyuní[editar]


La cuenca del río Cuyuní constituye un importante margen de la cuenca alta del río
Esequibo, abarcando aproximadamente 40.000 km² dentro del extremo oriental de
Venezuela. En la frontera con la «Zona en Reclamación» de la Guayana Esequiba. Sus
principales afluentes son los ríos Yuruán, Yuruari y Venamo.

Cuenca del Río Negro[editar]


La cuenca del río Negro abarca unos 42.000 km² dentro de Venezuela y constituye un
vínculo entre las cuencas del río Orinoco y el río Amazonas a través del río Casiquiare.
Véase también: Cuenca del Amazonas

Cuenca del Lago de Valencia[editar]


La única de las grandes cuencas sin salida al mar abarca una pequeña área de 3100 km²
alrededor del Lago de Valencia, en el que drenan sus aguas principalmente ríos de
montaña provenientes de la ladera sur de la Serranía del Litoral y de la ladera norte de la
Serranía del interior. Sus principales afluentes son los ríos Tapa Tapa, Güigüe, Tocorón,
Aragua y Miranda.

LA CUENCA COMO UNIDAD DE PLANIFICACION


Las cuencas hidrográficas, por ser la unidad física en la cual tienen lugar
todos los procesos naturales, son asimismo la unidad natural y lógica para el
desarrollo agrícola, ambiental y socioeconómico. Con el crecimiento
demográfico y el aumento de las necesidades de urbanización,
industrialización y producción de alimentos, los efectos de la actividad
antropógena ya no se limitan solo a zonas pequeñas ni a una comunidad en
particular. Deben examinarse en el contexto más amplio en el que ocurren.

Los recursos físicos y biológicos de las cuencas hidrográficas proporcionan


bienes y servicios a las poblaciones humanas, incluida la protección de las
fuentes hídricas, mitigación de los efectos de los desastres naturales
mediante la regulación de la escorrentía, la protección de los recursos
costeros y la pesca, la protección de zonas urbanizadas y la protección de la
agricultura en tierras bajas de alta productividad. La calidad y cantidad de
esos servicios se ven afectadas tanto por fenómenos naturales, como los
terremotos, los huracanes, sequías, inundaciones, como por la actividad
humana. No resultan fácilmente estimables los beneficios económicos exactos
que se derivan de la protección de las cuencas altas ni tampoco resultan
necesarios para apreciar la contribución esencial que hacen de las cuencas
altas bien manejadas a los beneficiarios de las cuencas bajas.[1]

La cuenca hidrográfica se presenta como la unidad natural e ideal de


planificación del desarrollo, en donde es posible encontrar soluciones a escala
real de los problemas identificados por la mayoría de los países del mundo, a
saber:

o el futuro de los bosques


o la escasez del agua tanto en calidad como en
cantidad ver laminas
o los cambios climáticos
o el manejo de los ecosistemas frágiles ,
o el mejoramiento de la calidad de vida del poblador rural y,
o la conservación de la naturaleza
o En el mundo moderno, casi todos los países vienen reconociendo a las
grandes cuencas hidrográficas como los territorios más apropiados para
conducir los procesos de manejo, aprovechamiento, planeación y
administración del agua y, en su sentido más amplio y general, como
los territorios idóneos para llevar a cabo la gestión integral de los
recursos hídricos.

Las cuencas hidrográficas además de ser los territorios donde se verifica el


ciclo hidrológico, son espacios geográficos donde los grupos y comunidades
comparten identidades, tradiciones y cultura, y en donde socializan y
trabajan los seres humanos en función de la disponibilidad de recursos
naturales renovables y no renovables. En las cuencas la naturaleza obliga a
reconocer necesidades, problemas, situaciones y riesgos hídricos comunes,
por lo que debería ser más fácil coincidir en el establecimiento de
prioridades, objetivos y metas también comunes, y en la práctica de
principios básicos que permiten la supervivencia de la especie, como el de la
corresponsabilidad y el de la solidaridad en el cuidado y preservación de los
recursos naturales. (CCM,1997)

Todo lo que se ejecuta en el área de la microcuenca repercute en la


disponibilidad y calidad del agua. Esta es la principal razón técnica del por
qué considerar la microcuenca hidrográfica como ámbito de planificación.

Este territorio socio-hidrológico presenta otras ventajas:

o Guarda cierta homogeneidad en términos de condiciones agro


ecológicas y socioeconómicas;
o Facilita la organización comunal con objetivos de uso y manejo de los
recursos naturales: organismos de cuencas hidrográficas, asociaciones
de riego, comités de reforestación, grupos para compartir equipos,
entre otras posibilidades;
o Ofrece facilidades operativas institucionales para la asistencia técnica;
o Proporciona facilidades para coordinación e interacción institucional y
entre los usuarios directos e indirectos de los recursos naturales, a
través de una mejor percepción de estos actores sobre las relaciones
entre el uso y manejo del territorio y beneficios mensurables, tales
como la cantidad y la calidad del agua disponible, ausencia de
inundaciones, etc.

¿Por qué la microcuenca y no una subcuenca o una cuenca? En América Latina


y el Caribe las acciones de mayor envergadura, que necesitan de más
coordinación interinstitucional, más recursos financieros y técnicos,
generalmente presentan menos posibilidades de éxito.

Sin embargo, aunque en la microcuenca sea más factible el éxito, su


planificación debe promover la participación de los involucrados en el uso y
manejo de la tierra, ser elaborada desde abajo y tratar los problemas y
necesidades prioritarias de la población, con soluciones viables desde el punto
de vista económico, social y ambiental.

En este sentido, algunos estados de Brasil presentan ejemplos exitosos en la


planificación del uso y manejo de la tierra en microcuencas. Bragagnolo et al.
(1997) evidencia beneficios tales como el aumento de productividad y
rentabilidad de varios rubros, reducción de la erosión, mejoramiento de la
calidad del agua de manantiales y ríos, reducción de costos de tratamiento,
entre otros.

Podrían ser citados varios otros ejemplos exitosos en Costa Rica, El Salvador y
Honduras.

El Programa 21 de las Naciones Unidas define una estrategia para el manejo


de cuencas centrada en tres grandes líneas de acción:
1. el ordenamiento territorial
2. la creación de ingresos y diversificación en la economía de
montaña,
3. la prevención y reducción del impacto de los desastres naturales.

El consenso creado alrededor de la Agenda 21 constituye una clara señal de


apoyo político, a nivel nacional y regional a la acción en manejo de cuencas.

En estos momentos la ordenación y gestión de cuencas se presentas en su


momento estelar, pues ya se ha convertido en una preocupación global, ya
todo el mundo hable de ecosistemas frágiles, los cambios climáticos, la
conservación de la biodiversidad, etc. Michaelsen señala(l994) que la cuenca
se presenta como un “laboratorio al aire libre” donde es posible encontrar
soluciones reales e integradas en un esquema de instituciones públicas,
organizaciones no gubernamentales y privadas trabajando con las
comunidades locales guiado por dos principios:

o el respeto por la autonomía, poder de decisión y la autogestión de la


población local y,
o colaboración entre instituciones en un marco de “consorcio abierto”.

Para lograr todo lo anteriormente expuesto es preciso desarrollar y fortalecer


los procedimientos de administración, ordenación y gestión de los recursos
naturales, sustentado en un proceso de planificación del uso de tales
recursos, en donde la definición de las relaciones causa-efecto es de vital
importancia.

Entonces, la importancia que la cuenca hidrográfica adquiere como unidad de


planificación se debe a las siguientes razones (Imaz, 1994):

o Los recursos naturales: agua, suelo, vegetación, fauna, sustentadores


de ciclos vitales, otros recursos abundantes, hoy en día se han
convertido en recursos escasos y de fácil deterioro.
o La identificación y cuantificación espacial de los efectos, que sobre los
recursos naturales y el sistema humano tienen las acciones de
aprovechamiento de los recursos, se logra con mayor facilidad dentro
de las cuencas hidrográficas.
o Permite lograr la definición el equilibrio de las relaciones sistema
humano-sistema natural.

Los componentes principales que determinan el funcionamientode una


cuenca hidrográfica son los elementos naturales y los degeneración antrópica. Dentro
de los naturales se tiene a loscomponentes bióticos como el hombre, la flora, la fauna;
y loscomponentes abióticos como el agua, el suelo, el aire, losminerales, y el
clima. Los elementos de generación antrópica,
ogenerados por el hombre, pueden ser de caráctersocioeconómico y jurídico
institucional.
El término manejo de cuencas comienza a aplicarse en forma relativamente extendida
en América Latina y El Caribe a finales de la década de 1960. Proviene de una traducción
libre y literal del término acuñado en los Estados Unidos de Norteamérica de Watershed
Management1 que, según la literatura, se inicia en los años 1930.
El objetivo inicial que se buscaba en los programas de manejo de cuencas era controlar la
descarga del agua captada por las cuencas en cantidad, calidad y tiempo de ocurrencia.
En los Estados Unidos las técnicas de manejo de cuencas se aplicaban mayormente en
las cuencas de montaña, zonas dedicadas a bosques y pastos y poco habitadas y con
precipitación nival.

Índice

 1Historia
 2Enfoque actual
 3Notas y referencias
 4Véase también

Historia[editar]
Las técnicas eran vinculadas al manejo forestal, manejo de pastos, manejo de nieve,
control de freatofitas y en general todo lo que permitía tener cierto control sobre
la escorrentía. Lo usual era buscar retardar la escorrentía con lo cual se controlaba
también la erosión de suelos. Sin embargo, las técnicas de manejo de cuencas pueden
aplicarse para cualquier objetivo vinculado a obtener efectos deseados sobre la descarga
de agua, su calidad y el tiempo o momento en que ocurre.
El hecho que se manejaban cuencas de alta montaña en los Estados Unidos (Rocosas,
Apalaches principalmente en un inicio) origina que esta especialidad se desarrolle en las
escuelas forestales y se vinculaba casi exclusivamente a hidrología forestal. Cuando esta
especialidad llega a América Latina era poco lo que se podía aplicar de las técnicas
importadas. Las zonas de alta montaña de la región Latino Americana y del Caribe, salvo
las ubicadas muy al sur en Chile y Argentina, se encuentran altamente pobladas y
cultivadas. Ello implica que el concepto de manejo de cuencas evoluciona a un enfoque
más complejo. Primero se orienta al manejo agro silvo pastoril, es decir con fines de
conservación y producción, y se recurre al uso de técnicas de conservación de suelos. En
otros casos hay programas muy enfocados a la protección y el control del efecto de
fenómenos extremos y, más recientemente, a la mejora de la calidad del agua. En algunos
países, como en el Perú y Bolivia, se reconoce que las técnicas de manejo de cuencas ya
eran ampliamente aplicadas desde períodos pre incaicos.

Enfoque actual[editar]
Con el tiempo el enfoque de manejo de cuencas se asocia a temas de gestión ambiental,
de ordenación del territorio, de desarrollo regional y de gestión ambiental integrada y, por
último, de todas las acciones orientadas al mejoramiento de la calidad de vida de los
habitantes de una cuenca. Cabe recordar que lo que se debe “manejar” primero no es la
cuenca en sí, sino las intervenciones que el ser humano realiza en la misma, considerando
el efecto que dichas intervenciones ocasionan en la dinámica de la cuenca.
Hoy en día el término manejo de cuencas tiene un amplio rango de acepciones por lo que
es necesario informarse en cada caso sobre los objetivos de los programas que se
desarrollan bajo esta denominación. En los Estados Unidos de Norteamérica y en muchos
otros países las técnicas de manejo de cuencas están ahora fuertemente orientadas a
proteger la calidad del agua. En la región la primera reunión sobre manejo de cuencas fue
auspiciada por la FAO y se realizó en Argentina en 1970. La FAO también fomentó la
organización de la Red Latinoamericana de Manejo de Cuencas. La CEPAL también
contribuyó a debatir el tema. Hoy en día hay una gran cantidad de programas
universitarios así como proyectos y programas denominados de manejo de cuencas, que
se llevan a cabo en la región auspiciadas por diferentes organizaciones, cada cual fijando
sus objetivos y alcances. Será conveniente que sistemas como la red Latinoamericana
adoptaran una terminología y definiciones consensuadas sobre el tema.

DEGRADACIÓN DE CUENCAS HIDROGRAFICAS


La degradación y deterioro de las cuencas hidrográficas es uno de los
problemas ambientales de mayor significación que enfrentan los países en el
mundo. En particular, la degradación de los suelos está contribuyendo al
estancamiento de extensas áreas potencialmente agrícolas, cuya
vulnerabilidad se incrementa a medida que se intensifica el uso de la tierra por
actividades agrícolas y otros usos del territorio.
Sobre este particular destaca el Banco Mundial (1992: 6) las pérdidas de
potencial productivo atribuibles al agotamiento de los suelos puede alcanzar
anualmente un 0,5% a 1,5% del PBI en algunos países". En este sentido,
resultan bastante comprometedoras estas estimaciones señaladas por el
Banco Mundial (BM), especialmente en países con base económica agrícola,
en donde la pobreza, el desempleo y las malas condiciones de salud y
saneamiento son problemas generalizados.
Como resultado de esta problemática de erosión y deterioro de las cuencas. la
Declaración de Río Sobre el Ambiente y el Desarrollo es precisa al destacar
entre uno de sus principios lo siguiente: el derecho de los seres humanos a una
vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza; el deber de los
Estados de utilizar un criterio de precaución para la protección del ambiente sin
que aluda a la falta de certeza científica para postergar la adopción de medidas
eficaces en función de los costos a fin de impedir la degradación del ambiente
cuando haya peligro de daño grave o irreversible.
Con relación a estos principios, el Programa 21 fija las pautas sobre el
desarrollo sustentable de zonas de montaña, en este sentido establece en su
capítulo 13 que " Las montañas son una fuente importante de agua, energía y
diversidad biológica Son susceptibles de erosión acelerada de los suelos,
desprendimiento de tierra y un rápido empobrecimiento de la diversidad
genética y del hábitat " En este orden de ideas, incluye dos esferas de
programas:
 Generación y consolidación de conocimientos sobre la ecología y el desarrollo
sustentable de los ecosistemas de montañas.
 Promoción del aprovechamiento integrado de las cuencas hidrográficas y de
otros medios de vida.
LA DESERTIFICACION DE LAS CUENCAS
La desertificación es un proceso de degradación del medio físico y biológico
por medio del cual tierras económicamente activas de los ecosistemas áridos,
semiáridos y subhúmedos secos, por diversos factores tales como las
actividades humanas y las variaciones climáticas, pierden su capacidad de
revivir o de regenerarse a sí mismos, desarrollando, en casos extremos, un
ambiente incapaz de contener a las comunidades que antes dependían de él.
Se entiende como la lucha contra la desertificación a la realización de
actividades que forman parte de un aprovechamiento integrado de la tierra de
las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas para el desarrollo sostenible y que
tienen por objeto la prevención o reducción de la degradación de las tierras, la
rehabilitación de tierras parcialmente degradadas, y la recuperación de tierras
desertificadas. Se entiende por mitigación de los efectos de la sequía, la
realización de actividades relativas al pronóstico de la sequía, encaminadas a
reducir la vulnerabilidad de la sociedad y de los sistemas natura
La desertización ha sido identificada como una serie de procesos que afectan a las tierras
secas de todo el mundo. Estos procesos incluyen la erosión por el agua y el viento, junto con
las sedimentaciones producidas por ambos agentes, la disminución a largo plazo de la
diversidad de la vegetación natural y la salinización.

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