228

Central European Journal of Urology

PAPEL ORIGINAL INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO

Perfil clínico y los resultados exitosos del tratamiento conservador y

mínimamente invasiva de la pielonefritis enfisematosa

Vilvapathy Senguttuvan Karthikeyan, Chikka Moga Siddaiah Manohar, Ashwin Mallya, Ramaiah
Keshavamurthy, Anant Kamath Janardhan

Departamento de Urología, Insititute de Nephro Urología, Bangalore, India

Citación: Karthikeyan VS, Manohar CMS, Mallya A, R Keshavamurthy, Kamath AJ. Perfil clínico y los resultados exitosos del tratamiento conservador y mínimamente invasiva de la pielonefritis
enfisematosa. Cent Europea J Urol. 2018; 71: 228-233.

historia del artículo
Enviado 31 de diciembre, 2017
Aceptado: 12 Abril 2018 Publicado
en línea: 16 Abril 2018
Introducción pielonefritis enfisematosa (EPN) es una entidad clínica rara, caracterizado por el gas en el sistema renal, debido a una
enfermedad aguda, fulminante y proceso necrotizante potencialmente fatal con diferentes presentaciones clínicas. Es mucho más
agresivo que la pielonefritis no complicada, con la mortalidad del 20-40% en el meta-análisis contemporáneo.

material y métodos Una revisión de los registros retrospectivo de pacientes hospitalizados en el Instituto de Urología Nephro, Bangalore, India (2007-2014),

que fueron tratados después de EPN fue diagnosticado con la ayuda de una tomografía computarizada (tomografía computarizada).

Autor correspondiente
Chikka Moga Siddaiah
Manohar
Instituto de Urología Nephro
Bangalore 560002, India teléfono:
+91 984 350 2016
drmanoharcs@gmail.com
resultados Se analizaron tratados por EPN durante los últimos siete años con la media (± SD) de edad de 52,32 (± 12,48) años: Sesenta y seis
pacientes (F 27:39 M). La mediana (rango intercuartil) duración de la estancia hospitalaria fue de 8 (11,25) días con 4 (6%) pacientes que
requieren intensiva admisión unidad de cuidados (mediana, IQR = 5,5, 1,5 días) de los cuales dos falleció debido a septicemia. Cincuenta y seis
(84,85%) pacientes eran diabéticos, cuarenta (60,6%) pacientes habían estimado la tasa de filtración glomerular (EGFR) <60 ml / min / 1,7 3 m 2, 6
(9,1%) pacientes tenían eGFR <30 ml / min / 1,73 m 2 incluyendo 3 (4,5%) con eGFR <15 ml / min / 1,73 m 2 que requieren hemodiálisis y veintidós
(33%) tenían trombocitopenia. Cincuenta (75,76%) pacientes fueron clasificados como Huang y Tseng Clase 2, 7 (10%) como Clase 3 con
absceso perirrenal que requiere drenaje abierto y 9 (13,64%) tenían EPN bilateral (clase 4). La mayoría (43; 65%) respondieron al tratamiento
piperacilina-tazobactam. Doble stent J se hizo en 17 (25,76%) pacientes, el drenaje percutáneo en 5 (7,58%) de los pacientes y nefrectomía en 2
(3%) pacientes.
conclusiones Aunque históricamente EPN lleva a una alta morbilidad y mortalidad, el tratamiento médico de hoy en día con una intervención
oportuna en forma de drenaje urinario es eficaz y curativa en la mayoría de los pacientes que resultan en una baja tasa de mortalidad.

Palabras clave: pielonefritis <> agentes anti-bacterianos <> Los stents <> nefrostomía
<> percutánea <> nefrectomía

INTRODUCCIÓN
pielonefritis enfisematosa (EPN) es una urgencia urológica causada por
una infección que amenaza la vida necrotizante del riñón conduce a
una acumulación de gas en el parénquima renal y el tejido perirrenal
[1]. El término pielonefritis enfisematosa fue acuñado por Schultz y
Klorfein en 1962, aunque
Kelly y McCallum reportaron el primer caso de EPN en 1898 [2, 3]. EPN
requiere una atención especial debido a las complicaciones que
amenazan la vida, especialmente la sepsis [1]. Hasta mediados de los
años 1980, la nefrectomía fue el tratamiento dard Normaliza- como el
tratamiento no quirúrgico condujo a la mortalidad de 60-80% [3, 4, 5].
Con la mejoría de la tomografía computarizada (TC) basado sis diag- y
los avances en el uso intensivo multidisciplinar

Cent Europea J Urol. 2018; 71: 228-233 doi: 10.5173 / ceju.2018.1639


Central European Journal of Urology
cuidado, la mortalidad ha sido informado de que el 20-40% en un
meta-análisis [1]. Durante las últimas tres décadas, muchos estudios
muestran un amplio rango de mortalidad y factores de riesgo. El
tratamiento conservador se planteó pro como un factor de riesgo para la
mortalidad [1]. Se realizó este estudio para evaluar el perfil clínico,
factores de riesgo y el modo de presentación, los organismos y el patrón
de sensibilidad a los antibióticos, papel de las intervenciones quirúrgicas,
la morbilidad y la mortalidad asociadas y la eficacia del tratamiento
conservador en pacientes adultos con EPN que requieren hospitalización
en el Instituto de Nephro Urología , Bangalore, India.
MATERIAL Y MÉTODOS
Este fue un estudio retrospectivo realizado en un centro de referencia de
atención urológica terciaria en el sur de la India en el De- partamento de
Urología, de 2007 a 2014. La aprobación opinión búsqueda junta Instituto
re se obtuvo. Se INCLUYENDO ed sesenta y seis pacientes
diagnosticados de EPN en la TC de los riñones, los uréteres y la vejiga. CT
se realizó dentro de las veinticuatro horas de diagnóstico de sospecha
EPN si el paciente estaba hemodinámicamente estable. Hemody-
estabilidad NAMIC se definió como el ritmo cardíaco inferior a 100 latidos
por minuto, la presión arterial sistólica de más de 100 mm Hg, la presión
arterial diastólica de más de 60 mm Hg y la saturación de oxígeno de más
de 95%, sin suplementación de oxígeno, lo que permite el paciente se va a
desplazar a la consola CT. El seguimiento
Tabla 1. Computed clasificación de la gravedad de tomografía de el enfisema pielonefritis
Matous (EPN) [3]
Clase de EPN Descripción de grado
1 El gas en el sistema colector
2 El gas en el parénquima renal
A - Gas y / o absceso en el espacio perirrenal B - Gas y / o
3
absceso en el espacio pararrenal
4 EPN Bilateral o EPN en riñón único
Tabla 2. La clasificación de los pacientes con nefritis pyelo- enfisematosa (EPN) sobre la
base de índice de comorbilidad de Charlson (ICC)
CCI Los varones N,% Las hembras N,%
0 1 (25) 3 (75)
1 4 (33.3) 8 (66.7)
2 3 (20) 12 (80)
3 11 (61.1) 7 (38.9)
4 6 (46.2) 7 (53.8)
5 2 (50) 2 (50)
Total 27 (41) 39 (59)
N - 66
229
Se estudiaron factores: factores relacionados con el paciente, tales como
la demografía, la cara de participación, duración de la enfermedad, las
comorbilidades, modo de presentación, el pasado y el historial de
tratamiento; investigaciones radiológicas, incluidos lado de participación,
el ultrasonido (US) y hallazgos de la TC, CT severidad de clasificación, la
presencia de un absceso néfrico peri-, presencia de cálculos u
obstrucción en el riñón; factores relacionados con el tratamiento, como la
duración de la estancia hospitalaria, manage- ment médico y quirúrgico,
unidad de cuidados intensivos (UCI), el tipo y la duración de los
antibióticos administrados; paráme- tros renales, hemograma completo,
cultivo de orina y la sensibilidad y otras investigaciones pertinentes; así
como las intervenciones quirúrgicas tales como ing doble J (DJ) de stent,
nefrostomía percutánea (PCN), percutánea (PCD) o drenaje abierto o una
nefrectomía [3]. sistema de severidad de clasificación CT propuesto por
Huang et al. fue utilizado (Tabla 1) [3]. índice de comorbilidad de Charlson
(CCI) se calculó para cada paciente [6]. Es- timated tasa de filtración
glomerular (EGFR) fue cal- culado usando Modificación de la Dieta en
Renal fórmula de Enfermedades y los pacientes fueron clasificados en
base a KDI- GO (Enfermedad renal: Mejora de los resultados globales)
directrices [7, 8].
RESULTADOS
Un total de sesenta y seis pacientes fueron incluidos en la vista de re-. La edad media fue
de 52,35 ± 12,48 años con una razón hombre-mujer de 1: 1,4 (27:39). La mayoría (48 de
66; 72,7%) de los pacientes estaban en el grupo de edad 31-60 años. La mediana (rango
intercuartil - IQR) du- ración de los síntomas fue de 8 (25) días (rango: 1-180). La
presentación más frecuente fue la fiebre en los cuarenta y nueve (74,2%) pacientes, dolor
en el costado de cuarenta y cinco (68,2%), vómitos en veintidós (33,3%), Ria hematu- en
3 (4,5%) y neumaturia en 1 paciente (1,5%). La tríada clásica de fiebre, dolor en el
costado y los vómitos se observó en diecisiete (26%) pacientes. En el examen físico,
veinte (30,3%) pacientes tenían taquicardia (frecuencia cardíaca:> 100 latidos por min), 6
(9,1%) tenían hipotensión (presión arterial sistólica <90 mm Hg), ternura ángulo
costovertebral fue visto en treinta y cinco (53%) pacientes y el riñón fue ampliada y
palpable en dieciséis (24,2%) pacientes. Se observaron comorbilidades sistémicas en una
proporción significativa de los pacientes. Diabetes mellitus (DM) se observó en cincuenta
y seis (84,8%) pacientes, treinta y seis (54,5%) de los cuales eran mujeres. Siete (10,6%)
pacientes tenían hiper- tensión, 3 (4,5%) tenían enfermedad isquémica del corazón y 2
(3%) tenían enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Ocho (12,1%) pacientes tenían
cirugías urológicas anteriores 5%) tenían enfermedad isquémica del corazón y 2 (3%)
tenían enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Ocho (12,1%) pacientes tenían cirugías
Total
urológicas anteriores 5%) tenían enfermedad isquémica del corazón y 2 (3%) tenían
4
enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Ocho (12,1%) pacientes tenían cirugías
12 urológicas anteriores
15
18
13
4
- 2 (3%) fueron sometidos a nefrolitotomía percutánea, 4 (6,1%)
66 tenían cirugía ureteral (endoscópica y abierta) y 2 (3%) fueron
sometidos a pielolitotomía abierta. el mí-
230
Central European Journal of Urology

Tabla 3. La clasificación de los pacientes en base a Huang y Tseng clasificación tenía un absceso renal y 7 (10,6%) tenían un absceso ric perineph-.
pielonefritis contralateral se observó en 6 (9,1%) pacientes y EPN
bilateral se observó en 9 (13,6%) pacientes en nuestro estudio. Un
Clase Los varones N,% Las hembras N,% Total paciente tuvo cistitis enfisematosa. Como por Huang y Tseng
2 19 (38) 31 (62) 50 clasificación, cincuenta (75,8%) pacientes tenían clase 2 EPN, 7
3 4 (57.1) 3 (42.9) 7
(10,6%) tenían la clase 3 EPN y 9 (13,6%) tenían la clase 4 EPN (Tabla
3) (Figura 1). Las hembras contribu- ed a treinta y uno (31/50; 62%) de
3A 3 (42.8) 1 (14.3)
clase 2, 3 (3/7; 42,9%) de la clase 3 y 5 (5/9; 55,5%) de clase 4 EPN
3B 1 (14.3) 2 (28.6) (Tabla 3) . En la presentación, veintiséis (39,4%) pacientes tenían un
4 4 (44.4) 5 (55.6) 9 EGFR> 60 ml / min / 1,73 m2 y cuarenta (60,6%) pacientes tenían un
Total 27 (41) 39 (59) 66
EGFR <60 ml / min / 1,73 m 2. Fuera de estos pacientes con lesión renal
aguda, 6 (9,1%) pacientes tenían eGFR <30 ml / min / 1,73 m 2, incluyendo
N - 66
3 pacientes (4,5%) con eGFR <15 ml / min / 1,73 m 2

Tabla 4. Las anomalías bioquímicas en la presentación del paciente

anormalidad
bioquímica
Los varones N,% Las hembras N,% Total en la presentación, que requieren hemodiálisis. desequilibrio Lyte Electro
(sodio alterado, de potasio o de paseo cloruros) se observó en cincuenta
Anemia 25 (43.1) 33 (56.9) 58
y cinco (83,3%) pacientes, hiperglucemia (aleatorio azúcar en la sangre -
Dyselectrolytemia 25 (45.5) 30 (54.5) 55
RBS> 180 mg%) en la presentación en cuarenta y uno (62,1%) , anemia
La hiperglucemia 19 (37.3) 32 (62.7) 51 (he- moglobin <12 g% en hombres y <11 g% en mujeres) en cincuenta y
Estimado TFG <60 ml ocho (87,9%), leucocitosis (recuento total
/min/1.73 m 2 20 (50) 20 (50) 40

leucocitosis 19 (47.5) 21 (52.5) 40 > 11.000 / mm 3) en cuarenta (60,6%), trombocitopenia (plaquetas <100
000 / mm 3) en veintidós (33,3%) y elevada velocidad de sedimentación
trombocitopenia 7 (31.8) 15 (68.2) 22
globular (> 10 mm en 1 hora) se observó en veintitrés (34,8%) de los
elevación de la VSG 9 (39.1) 14 (60.9) 23 pacientes (Tabla 4).
* Total excede 66 debido a múltiples anormalidades en mismo paciente N - 66; TFG - la tasa de filtración
glomerular; ESR - velocidad de sedimentación globular
Cultura crecieron bacterias en treinta y uno de cada seis (47%)
pacientes sesenta. Escherichia coli fue el aislado más común en
dian (IQR) intervalo de tiempo entre la cirugía y desa- rrollo de EPN tenía veinticinco (25/31; 80,6%) pacien- tes y veintiún (84%) eran mujeres.
ochenta (267) días. Una proporción más grande de pacientes de sexo Los otros organismos aislados eran especies de Enterococcus en 5
femenino tenía una CCI más alta (Tabla 2). La mayoría de nuestros pacientes (5/31; 16,1%) pacientes, especies de Citrobacter y Candida albicans en
(46; 69,7%) tenían CCI van desde 2-4. En nuestro estudio, veintidós (33%) 1 (1/31; 3,2%) paciente cada uno. In- se observó la bacteriuria
pacientes tuvieron participación en el lado derecho, treinta y cinco (53%) significativa en quince (15/66;
habían dejado unilateral y (14%) la afectación bilateral. Todos los pacientes
tenían una CT de diagnóstico de los riñones per- formado. Veinte (30,3%) 22,7%) pacientes. sensibilidad antimicrobiana se dispo- capaz en
pacientes tuvieron dronephrosis hi- ipsilateral o hydroureterosis, 6 (9,1%) treinta y un (31/66; 47%) pacientes. Piperacilina tazobactam (18/31;
pacientes 58,1%) tenía la menor resistencia seguida de meropenem (16/31;
51,6%), amikacina

Figura 1. pielonefritis enfisematosa. A. Gas en el parénquima renal derecha (grado 2). B. El gas en el espacio perirrenal izquierda (Grado 3A). C. Amplia gas y
absceso en el espacio pararrenal derecho (Grado 3B).

Central European Journal of Urology
y cefoperazona-sulbactam (14/31; 45,2% cada uno), ceftriaxona (10/31;
32,3%) y imipenem, gentami- levofloxacino cin y (5/31; 16,1% cada
uno).
Algunos pacientes recibieron múltiples medicamentos. yoría ma- (43;
65,2%) de ellos respondió a piperacilina-tazobactam. Otros antibióticos
utilizados fueron ceftriax- uno-sulbactam (27; 41%),
cefoperazona-sulbactam (22; 33,3%), meropenem (18; 27,3%) y
amikacina (16; 24,2%). El tratamiento quirúrgico se realizó en treinta y dos
(48,5%) pacientes y se sometió a treinta y cuatro procedimientos. la
colocación de stents Unilateral se hizo en doce (37,5%) pacientes, la
colocación de stents bilateral en 5 (15,6%), el drenaje percutánea en 8
(25%), incisión y drenaje en 7 (21,9%) y nefrectomía simple abierta en 2 (
6,3%) pacientes. Dos pacientes fueron sometidos a PCD después de la
colocación de stents de DJ. Los pacientes fueron dados de alta en los
antibióticos orales a base de cultivo de orina y la sensibilidad o
fluoroquinolonas orales o cefalosporinas de tercera generación si cultivo
de orina era estéril. La dura- ción total del tratamiento antibiótico fue de
3-4 semanas. La duración mediana (IQR) de la estancia hospitalaria fue
de 11,26 (6,16) días y la mediana (IQR) duración de la estancia en la UCI
era 0,38 (1,43) (rango: 0-7) días. estancia en la UCI era más larga en la
clase CT 3 y 4 (p = 0,035). La longitud mediana (IQR) de hospitalización
en masculino era 10,52 (6,17) y en la mujer fue de 11,77 (6,18) días. La
mediana (IQR) era
0,26 (1) día en masculinos y 0,46 (1,67) días en femenina. Duración de la hospitalización
(LOH) fue tomada como un marca- er de morbilidad como el número de pacientes expiró era
demasiado pequeño para evaluar los factores de riesgo. Los pacientes con hipertensión
(relación de probabilidad - LR = 10,4, p = 0,028), la lesión renal aguda (LR = 10.13, p = 0.013)
y la enfermedad cardíaca isquémica (LR = 7,84, p = 0,049) tuvieron una LOH superior. Sólo 2
(3%) pacientes (1 macho y 1 hembra) fallecieron debido a shock séptico. El primer paciente
tuvo pielonefritis ulomatous xanthogran- con DM durante treinta años, hipertensión, aguda
superpuesta sobre la enfermedad renal crónica (CKD) en hemodiálisis de mantenimiento (HD)
durante 8 años, tenía un riñón palpable con trombocitopenia (93.000 / cc) y presentada con
clase 2 EPN. El segundo paciente tenía DM durante quince años, enviar litotomía uretero-
bilateral con una historia de cincuenta y seis episodios de lesiones agudas niño- ney, (AKI)
recibió HD y tenía una larga dura- ción de los síntomas (3 meses). Se presentó con la clase 4
EPN. Ambos pacientes tenían hipotensión en la presentación y se iniciaron en el momento del
ingreso meropenem. Sin interven- ción podría hacerse debido a la sepsis y la inestabilidad
hemodinámica. La longitud de cuidados intensivos de la hospitalización (LOH) era de 4 y 2
días respectivamente. Entre 56 (84,8%) pacientes con DM, la mediana (IQR) RBS fue 224
(151) mg%. Todos los 7 pacientes que se sometieron a la incisión y drenaje de un absceso
perirrenal eran diabéticos (p = 0,007). normalidades de potasio AB- se observaron en
veintisiete de cincuenta y seis (48,2%) diabéticos - hipopotasemia en quince de Se presentó
con la clase 4 EPN. Ambos pacientes tenían hipotensión en la presentación y se iniciaron en el
momento del ingreso meropenem. Sin interven- ción podría hacerse debido a la sepsis y la
inestabilidad hemodinámica. La longitud de cuidados intensivos de la hospitalización (LOH) era
de 4 y 2 días respectivamente. Entre 56 (84,8%) pacientes con DM, la mediana (IQR) RBS fue
224 (151) mg%. Todos los 7 pacientes que se sometieron a la incisión y drenaje de un absceso
perirrenal eran diabéticos (p = 0,007). normalidades de potasio AB- se observaron en
veintisiete de cincuenta y seis (48,2%) diabéticos - hipopotasemia en quince de Se presentó
con la clase 4 EPN. Ambos pacientes tenían hipotensión en la presentación y se iniciaron en el
momento del ingreso meropenem. Sin interven- ción podría hacerse debido a la sepsis y la
inestabilidad hemodinámica. La longitud de cuidados intensivos de la hospitalización (LOH) era de 4estancamiento o reflujo de Entre
y 2 días respectivamente. la orina
231
veintisiete (55,6%) diabéticos y hiperpotasemia en doce de los veinte y
siete (44,4%) diabéticos. Sólo un no diabético tenía hiperpotasemia (p
= 0,045). enfermedad renal médica se observa con mayor frecuencia
en los diabéticos (p = 0,047). La duración mediana (IQR) de la MS fue
de 1 (9,9) años en los varones y 3 (5.2) años en las hembras. La
mediana (IQR) LOH fue de 9 (10) días para los machos y 10 (9) días
para las hembras. Sólo 2 (3%) pacientes murieron. Los antibióticos y
cuidados de apoyo bastaron en treinta y cuatro de se realizaron
sesenta y seis (51,52%) de los pacientes y procedimientos quirúrgicos
en treinta y dos de sesenta y seis (48,48%) pacientes. El fracaso del
tratamiento conservador ocurrió sólo en dos pacientes en los que la
intervención no fue posible debido a la inestabilidad hemodinámica.
Nefrectomía se realiza sólo en dos de los treinta y dos procedimientos
quirúrgicos (6,25%) y 3% (2/66) de la población total.
DISCUSIÓN
La presentación clínica de la EPN es similar a la pielonefritis no complicadas. glucosa alta
tejido, deterioro del sistema inmune, los organismos formadores de gas, ureteral ob- struction y
deficientes suministro vascular se han planteado pro- como factores en la patogénesis de la
EPN [3, 9, 10]. La mayoría de los casos ocurre en los diabéticos con mala con- trol glucémico,
mientras que se produce una minoría debido a la obstrucción urinaria. En la literatura, 75-100%
de EPN se ha demostrado que es debida a organismos gases como Escherichia coli, especies
de Klebsiella, especies de Clostridium, especies de Candida, especies de Aspergillus, especies
de Cryptococcus y amebas [11-15]. Hemos observado que los organismos formadores de gas
causadas EPN 84.84% de nuestros pacientes. obstrucción del tracto urinario se ha reportado
que causa EPN en 25-40% de los pacientes [12]. En nuestro estudio, la obstrucción del tracto
urinario fue identificado en 28.13% de los pacien- tes. Fue debido a la obstrucción ureteral e
isquemia tisular local. cálculos obstructivos forman un nido de infección, causando
estancamiento o reflujo de la orina con la falta de flujo laminar en el sistema ureteral e
infección ascendente. necrosis papilar renal también se ha encontrado que causa la
obstrucción del tracto urinario y EPN [12]. Hipertensión induce isquemia debido a la
arteriosclerosis y la glomeruloesclerosis [16]. En nuestro estudio, la hipertensión se observó en
el 10,6% de los pacientes. Pacientes de sexo femenino (59%) superaban en número (41)
pacientes masculinos debido a su mayor susceptibilidad a uri- narios infecciones del tracto
[16]. E. coli (82%) y especies de Klebsiella (12%) son los organismos más comunes [17]. En
nuestro estudio, E. coli se observó en 39% de los pacientes. La mortalidad global de EPN se
ha informado a variar de un 19-25% más [1]. Meta-análisis sugiere cálculos obstructivos
forman un nido de infección, causando estancamiento o reflujo de la orina con la falta de flujo
laminar en el sistema ureteral e infección ascendente. necrosis papilar renal también se ha
encontrado que causa la obstrucción del tracto urinario y EPN [12]. Hipertensión induce
isquemia debido a la arteriosclerosis y la glomeruloesclerosis [16]. En nuestro estudio, la
hipertensión se observó en el 10,6% de los pacientes. Pacientes de sexo femenino (59%)
superaban en número (41) pacientes masculinos debido a su mayor susceptibilidad a uri-
narios infecciones del tracto [16]. E. coli (82%) y especies de Klebsiella (12%) son los
organismos más comunes [17]. En nuestro estudio, E. coli se observó en 39% de los
pacientes. La mortalidad global de EPN se ha informado a variar de un 19-25% más [1].
Meta-análisis sugiere cálculos obstructivos forman un nido de infección, causando
56con la falta
(84,8%) de flujo laminar
pacientes con DM,en
lael sistema(IQR)
mediana ureteral
RBS e infección ascendente
fue 224 (151) mg%.
232
Central European Journal of Urology
Tabla 5. Comparación de los factores que contribuyen a la mortalidad con la literatura
factores Kapoor et al. [19]
Grado 4 EPN Nulo
trombocitopenia 4/5 (80%)
El tratamiento conservador solo 0/4 (0)
Hemodiálisis No mencionado
El retraso en la presentación de 15 días> No mencionado
La diabetes mellitus 5/5 (100%)
EPN - pielonefritis enfisematosa; O - odds ratio.
que el tratamiento conservador solo, tipo I, EPN bilateral, así como la
trombocitopenia son fac- tores de riesgo de un resultado fatal en
pacientes con EPN [1]. En una revisión sistemática por Soman et al., El
tratamiento médico solo resultó en una mortalidad del 50%, el
tratamiento médico con nefrectomía emergencia en 25%, el tratamiento
médico con drenaje percutáneo en 13,5% y el tratamiento médico con
drenaje percutáneo y nefrectomía electiva en 6,6% [18]. En nuestro
estudio, la mortalidad fue del 3%. En nuestro estudio, la clase 4 EPN
se observó en el 14% de los pacientes, pero sólo 1 paciente con la
clase 4 EPN sucumbió. El tratamiento conservador con la reanimación
y antimicrobi- ALS de fluidos fue eficaz en 51,52%. Se observó
trombocitopenia en 33,33%, pero sólo 1 paciente con trombos
bocytopenia murió.
Clase 4 EPN se informó en 33% y se encontró que tienen
probabilidades de 2,85 para la mortalidad [1, 16]. Sin embargo, nos
sirvieron un Ob- de mortalidad de sólo el 3%. La trombocitopenia se ha
asociado con probabilidades de 22,68 y en hasta el 80% de mortalidad
[1, 16, 19]. fue identificado El tratamiento conservador de tener o de
2,85 para la mortalidad [1]. Aswathaman et al identificó que el 75% de
los pacientes necesitó hemodiálisis, pero en nuestro estudio se
observó que el 5,6% (1/18) de los pacientes murieron [14]. Retraso en
presenta- ción más allá de 15 días contribuyó al 80% de la mortalidad
[16]. Sin embargo, sólo el 5,6% de los pacientes con este retraso
murió. DM se observó en 84,8% de nuestros pacientes y el 93% de los
pacientes del Aswathaman et al. estudio eran diabéticos. Observaron
21.95% de las muertes, pero en nuestro estudio sólo 1,8% de las
muertes se asociaron con DM [16]. En otro estudio, el 100% de
mortalidad fue ob- servido con DM y EPN [19].
Con los avances en sección transversal de imágenes, radiología cional
intervención y la terapia antimicrobiana, mejores resultados se han
traducido en la gestión de la EPN. Hemos observado que el tratamiento
conservador con la reposición de líquidos y de amplio espectro inicial
antibi-
Aswathaman et al. [dieciséis] Falagas et al. [1] Estudio actual
3/9 (33%) O 2,85 (p <0.01) 1/9 (11,1%)
7/12 (58,3%) O 22,68 (<0,001) 1/22 (4,55%)
No mencionado O 2,85 (p <0.02) 2/34 (5,88%)
3/4 (75%) No mencionado 0/6 (0)
4/5 (80%) No mencionado 1/18 (5,6%)
93% diabéticos con 9/41
OR 0.32 (p - NS) 1/56 (1,8%)
muerte (21,95%)
otics y tratamiento antibiótico más adelante sobre la base de la cultura es
exitoso. Lu et al. han informado de las cefalosporinas de tercera
generación ción como el fármaco inicial recomendada en sus pacientes
con EPN y carbapenem en pacientes con hospitalización previa o el uso
de antibióticos; pacientes que necesitan hemodiálisis de emergencia o
oping desa- coagulación intravascular diseminada [20]. En nuestros
pacientes, se observó que las bacterias eran sensibles a
piperacilina-tazobactam y meropenem en la mayoría de los pacientes,
mientras que eran resistentes a la gentamicina y levofloxacina en
muchos pacientes. El Suc ceso de tratamiento conservador se ha
informado en pequeñas series de casos y algunos informes de casos
[21-25]. Se encontró que el PCD o DJ colocación de stents, como el
tratamiento inicial nerales pre fue útil para nuestros pacientes con EPN.
Das et al. han publicado su experiencia con drenaje urinario en forma de
DJ colocación de stents o PCN en quince pacientes, todos los cuales
fueron curadas [26]. enfermedad extensa o fulminante con compromiso
hemodinámico requerirá la nefrectomía. En nuestro estudio, se observó
la necesidad de nefrectomía sólo en el 3% de los pacientes. Los
pacientes sometidos a nefrectomía se han encontrado para tener
resultados menos favorables y el tratamiento conservador se ha
asociado con una mejor supervivencia y mejor rendimiento general [24].
CONCLUSIONES
Se necesita un alto índice de sospecha clínica en los diabéticos derly
EL- enfermos con fiebre de origen desconocido o presentación clínico
sugestivo de infección del tracto urinario. TC inmediata es vital para
establecer el diag- nóstico y descartar otras causas de sepsis
intraabdominal. reanimación temprana y agresiva, la terapia
antimicrobiana empírica y un tubo de drenaje de nefrostomía son
imprescindibles para lograr un resultado clínico positivo.
CONFLICTOS DE INTERÉS
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Central European Journal of Urology
referencias
1. Falagas ME, Alexiou VG, Giannopoulou KP, Siempos II.
Factores de riesgo de mortalidad en pacientes con
pielonefritis enfisematosa: un meta-análisis. J Urol.
2007; 178: 880-885.
2. Schultz EH Jr, Klorfein EH. pielonefritis enfisematosa.
J Urol. 1962; 87: 762-766.
3. Huang JJ, Tseng CC. pielonefritis enfisematosa:
clínicoradiológica clasificación, la gestión, el
pronóstico y la patogénesis. Arch Intern Med.
2000; 160: 797-805.
4. Neild GH. Infección del tracto urinario.
Medicina. 2003; 31: 85-90.
5. Tsitouridis I, Michaelides M, Sidiropoulos D, enfisema
Arvanity M. renal en pacientes diabéticos: evaluación
CT. Diagn Interv Radiol. 2010; 16: 221-226.
6. Charlson ME, Pompei P, Ales KL, MacKenzie CR.
Un nuevo método de clasificación de
comorbilidad pronóstico en estudios
longitudinales: desarrollo y validación. J Chronic
Dis. 1987; 40: 373-383.
7. Fundación Nacional del Riñón: K / DOQI guías de
práctica clínica de la enfermedad renal crónica:
evaluación, clasificación y estratificación. Am J
Kidney Dis. 2002; 39 (Suppl 1): S1.
8. Ketteler M, Block GA, Evenepoel P, et al. KDIGO 2017
Práctica Clínica Pauta de actualización para el
Diagnóstico, Evaluación, Prevención y Tratamiento de la
Enfermedad Renal Crónica-mineral y trastorno óseo
(CKD-MBD). Kidney Int. 2017; 92: 26-36.
9. Arsenio C, Saste A, Arul S, et al. Una serie de casos de
pielonefritis enfisematosa. Caso Rep Med. 2014;
2014: 587.926.
10. Tasleem AM, Murray P, Anjum F, imágenes
Sriprasad S. CT es muy valiosa en el diagnóstico
de la pielonefritis enfisematosa (EPN): una
emergencia urológica raro. Caso BMJ Rep pii:.
Bcr2014204040.
11. Bhat RA, Khan I, Khan I, Palla N, Mir T.
enfisematosa pielonefritis: Resultado con
tratamiento conservador. Indian J Nephrol. 2013;
23: 444-447.
12. Ubee SS, McGlynn L, Fordham M.
enfisematosa pielonefritis. BJU Int. 2011;
107: 1474-1478.
13. Kolla PK, Madhav D, Reddy S, Pentyala S, Kumar P,
Pathapati RM. Perfil clínico y los resultados de
pielonefritis enfisematosa conservadora administrado.
ISRN Urol. 2012; 2012: 931.982.
14. Mohsin N, Budruddin M, Lala S, Al-Taie S. enfisematosa
pielonefritis: una serie de informes caso de cuatro
pacientes con revisión de la literatura. Ren Fail. 2009;
31: 597-601.
15. Turney JH. conservación renal de gas infecciones
que forman. Lanceta. 2000; 355: 770-771.
16. Aswathaman K, Gopalakrishnan G,
Gnanaraj L, Chacko NK, Kekre NS,
Devasia A. enfisematosa pielonefritis:
resultado del tratamiento conservador.
Urología. 2008; 71: 1007-1009.
17. Fatima R, Jha R, Muthukrishnan J, et al.
pielonefritis enfisematosa: un estudio de centro.
Indian J Nephrol. 2013; 23: 119-124.
18. Somani BK, Nabi G, Thorpe P, Hussey J, Cook J,
N'Dow J. Es drenaje percutáneo el nuevo estándar
de oro en la gestión
233
de pielonefritis enfisematosa? La evidencia
de una revisión sistemática. J Urol. 2008;
179: 1844-1849.
19. Kapoor R, Muruganandham K, Gulia AK, et al.
Factores predictivos o la mortalidad y la necesidad
de nefrectomía en pacientes con pielonefritis
enfisematosa. BJU Int. 2010; 105: 986-989.
20. Lu YC, Hong JH, Chiang BJ, Pong YH, et al. Recomienda
la terapia antimicrobiana inicial para la pielonefritis
enfisematosa: 51 casos y de 14 años de experiencia de
un Centro de Referencia terciario. Medicina (Baltimore).
2016; 95: e3573.
21. Kangjam SM, Irom KS, Khumallambam ES, SINAM RS.
El papel del tratamiento conservador en enfisematosa
pielonefritis - Un estudio retrospectivo. J Clin Diagn
Res. 2015; 9: PC09-11.
22. Uruc F, OH Yuksel, Sahin A, Urkmez A, C Yildirim,
Verit A. enfisematosa pielonefritis: Nuestra
experiencia en el manejo de estos casos. Puede
Urol Assoc
J. 2015; 9: E480-483.
23. Chauhan V, Sharma R. enfisematosa pielonefritis
(IIIa clase) gestionados con antibióticos solos. Hong
Kong Med J. 2015; 21: 363-365.
24. Alsharif M, Mohammedkhalil A, B
Alsaywid, Alhazmy A, Lamy S.
enfisematosa pielonefritis: se justifica la
nefrectomía? Urol Ann. 2015; 7:
494-498.
25. Misgar RA, Mubarik I, IA Wani, MI Bashir,
Ramzan M, Laway BA. pielonefritis
enfisematosa: Una experiencia de 10 años
con 26 casos. J Endocrinol Metab indio. 2016;
20: 475-480. •