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Primer parcial
“El estadio del espejo en el niño y en el adolescente”, entrevista con Nasio, Grassi
Inconsciente y repetición.
Lo que dice nNasio acerca de la repetición del inconciente es que nuestra vida cotidiana
late al ritmo de la repetición que el inconsciente nos impone. La repetición puede ser positiva o
negativa. Es positiva cuando nos permite aprender, crear, afirmar nuestra identidad a lo largo de
nuestra existencia. Pero la repetición puede tambien mostrarse patológica cuando nos hace revivir
los traumatismos de la infancia, o nos hace multiplicar las rupturas amorossas, o aun nos hace
sufrir los ritos obsesivos compulsivos, etc. Piensa que el inconsciente esta detrás de la repetición,
dice que es una fuerza de vida que nos impulsa a repetir los mismos comportamientos felices y
fracasados.
La repetición estabiliza, estructura y permite el crecimiento. Hay repeticiones sanas que
permiten el desarrollo y repeticiones enfermas que crean situaciones de crisis en la evolución del
ser humano.
Sin embargo, hay crisis que son necesarias para el crecimiento. En el niño y adolescente
hay siete crisis que los hacen madurar. Pero lo importante no es la crisis en si misma, lo
importante es la lógica generadora de la crisis. Cada una de ellas se define como la expresión final
de tres movimientos que convergen: lo que el niño perdió, lo que el niño gano y lo que el niño
conserva. Perdida, ganancia y conservación son las tres experiencias que, cuando son simultaneas,
instlan una crisis de desarrollo.
Estas siete crisis de desarrollo son:
1. Nacimiento.
2. Destete.
3. El descubrimiento de la marcha y la aparición del lenguaje.
4. La primera escolarización.
5. El descubrimiento de la vida interior.
6. El descubrimiento del amor por fuera de la familia.
7. La salida del hogar.
En el caso del adolescente, tenemos un cuerpo enloquecido por las multiples e intensas
fuerzas pulsionales,e n particular sexuales y agresivas. Sufre del choque entre dos intensidades: la
intensidad de un cuerpo que vibra al ritmo de pulsiones que reclaman furiosamente convertise en
actos impulsivos e imprevisibles; y al mismo tiempo la intensidad de un superyó rigido e inflexible
que reprime las pulsiones con tanta violencia como la violencia que las anima. Entonces, frente a
estas dos fuerzas opuestas entre si, aparece una imagen en el espejo. Una imagen que es tambien
unitaria, pero con la particularidad de ser ante todo, una imagen de seducción.
La diferencia entre el estadio del espejo, donde aparecen 2 parametros, y el estadio del
adolescente, donde tenemos 3 parametros, reside sobre todo en el 3er personaje, que no aparece
en el caso del bebe: el superyó. Es el típico elemento dela sadolescencia. La presencia del superyó
es algo que marca esencialmente el periodo de la adolescencia. Es decir, la presencia del pudor o
del impudor. El superyó es el pudor, yy el adolescente vive en esa lucha entre pudor e impudor.
Esto hace que el autor agrege una diferencia mas entre el estadio del espejo y el de la
adolescencia. En el caso del bebe, el sentimiento que domina es la alegría, el jubilo de verse
reflejado en una imagen redonda y unificadora. En el caso del adolescente, el sentimiento que
domina es la vergüenza o, su contrario, la omnipotencia. El sentimiento mas importante de la
adolescencia es la vergüenza.
Psicopatología
Esta el caso de jóvenes cuyo transcurrir por la adolescencia va por carriles que están por
fuera de esta neurosis sana del desarrollo.
Nasio dice que el adolescente tiene dos particularidades en la manera de sentir su
sufrimiento. Primero no sabe identificar claramente el tipo de sufrimiento que lo afecta. Le es
difícil. Lo vive ese sufrimiento pero no tiene un nombre para darle. Identifdicar significa tener
conciencia. El adolescente no tiene la capacidad introspectiva de nombrar determinados
sentimientos. Diferencia 3 tiempos:
1. Identificar lo que se siente.
2. Nombrar lo que se siente.
3. Declarar lo que se siente.
Duelos y creatividad
El adolescente hace duelos pero en general no son nunca duelos largos, espectaculares o
patológicos. El adolescente pierde su infancia pero no esta abrumado por la pena de la perdida. Es
importante recordar aquí que toda perdida produce dolor y pena. El adolescente se siente triste
pero no melancolico. El sume los cambios, asume su nuevo cuerpo y las nuevas exigencias
afectivas, cognitivas y sociales. Angustia, dolor y tristeza, estos tres sentimientos forman parte del
duelo propio de la adolescencia. La adolescencia es en si un duelo, un duelo de la infancia y de
todo lo que esta ligado a ella. Pero es imperativo tener que seguir avanzando, crear y responder a
las nuevas solicitaciones.
La adolescencia tiene dos características, la primera es la presencia del superyó, la lucha intestina
entre dependencia e independencia. En tanto que niño, el depende y quiere depender. En tanto
que joven adulto, el necesita y quiere independizarse. Es esa lucha entre dependencia-
independencia que lo carcome en el interior, lo tensiona. La dependencia es un hecho, y la
independencia una aspiración, un deseo, un ideal. Olvidan que el otro del cual uno depende es
fundamental para poder crecer.
Sujeto y psicoanálisis
Sujeto y, desde la perspectiva de este texto, sujeto psíquico, es actividad de intercambios
entre los sistemas de la organización del…
Sujeto e historizacion
(texto)
Fue a partir de la década del 50, acompañando los profundos movimientos sociales de
posguerra, que los priopios adolescentes comienzan a diferenciarse y a crear los signos de una
cultura propia. El contexto social epocal de los años 50 y 60 es el espacio-.tiempo en que la
juventud de posguerra toma conciencia de si misma y pone en crisis, des-ordena y cuestiona lo
socialmente establecido.
Con la creciente difusión de los entonces nuevos medios masivos de comunicación surgen
y se imponen globalmente los primeros iconos adolescentes. Se corporizan el cuestionamiento a lo
establecido y el inquietante acontecer a lo nuevo, los adolescentes portan los significantes de su
tiempo.
En este texto se habla sobre la relación sgnificante/adolescencia.
Como bien dice su nombre, la Psicologia Evolutiva carga con el lastre del Evolucionismo,
que implica la determinación de los procesos psicológicos por los procesos biológicos. Destaca el
eje de la cronología y los procesos de maduración del desarrollo corporal.
Cuando se introduce el psicoanálisis en el campo e la cultura, las concepciones de cuerpo
cambian. Ya no se puede pensar al cuerpo sin articularlo con lo psíquico. Cuerpo y psiquismo son
dos caras de la pulsión. La pulsión mira simultaneamente hacia lo somatico, y hacia lo psíquico. La
pulsión no prescinde del cuerpo, como tampoco supedita lo psíquico al desarrollo corporal. Mira
simultaneamente a ambas caras, es bifronte. Las relaciones entre lo psíquico y lo somatico son
complejas, ambiguas, de idas y vueltas, rizomaticas, circulares.
El cuerpo tiene dos vértices, un vértice somatico, conformado por sus procesos del
desarrollo y la maduración, y uno psíquico, constituido por la imagen del cuerpo.
La imagen del cuerpo es la imagen que nos construimos de nuestro propio cuerpo. Y esta
representación psíquica que es la imagen del cuerpo implica procesos que comprometen al cuerpo
en su vértice biológico y al cuerpo libidinal. Es por este costado que se abre el objeto de estudio de
la Psi Evolutiva, teniendo en cuenta las transformaciones del cuerpo con sus procesos de
maduración y los investimentos libidinales del cuerpo.
Continuando con este desarrollo, los autores se formulan una serie de preguntas sobre las
relaciones entre lo inconsciente y el cuerpo. El psicoanálisis provee modelos para pensar las
representaciones (psíquicas) del cuerpo, por ej. la imagen inconsciente del cuerpo. Hay varias
líneas de pensamiento para explicar esto, pero una de ellas es que esta imagen no se produce sin
el Otro, sin el otro y sin la cultura. Lleva la marca de la relación al otro.
Retomando un poco el tema de la psicología evolutiva y el evolucionismo, Nasio dice que
imagina el cambio del adolescente, que va desde el final de la niñez a la edad adulta, con una línea
que en realidad no es ascendente, sino que hace zigzag, es decir, bajo y alto, bajo y alto, bajo y
alto. Va subiendo, pero hay bajos y altos. Lo mas interesante, es que hay un esquema que hace
que cada vez que el adolescente vuelve a la niñez, vuelve a avanzar. Quiere decir que hay el zigzag,
ascendente y además el espiral de ida y vuelta entre la adolescencia, la niñez y la vida adulta.
Además, saca el tema del estadio del espejo. Dice que en el niño hay tres cosas que
acordarse:
1. Es un bebe de 16 meses que esta acompañado, es muy importante que este
acompañado.
2. Esta acompañado por un adulto. Entonces quien sea este adulto lo pone frente al
espejo y el niño se pone muy contento de ver la imagen.
3. El bebe triunfa. Se siente triunfador, como si el dominara la imagen y se sintiera
fuerte. Y, sobre todo, el niño se da vuelta y mira al adulto para pedirle confirmar
que la imagen corresponde a el.
En el adolescente es diferente. En él no hay dicha emoción.
1. Cuando se mira lo hace solo.
2. Pasa horas mirándose.
3. Mira todos los defectos de su cuerpo. No le gusta. No esta contento. Siente
vergüenza de el mismo.
Entonces, la imagen que le viene al adolescente, no es una imagen global como en el niño.
El niño esta contento de ver una especie de bulto. En cambio, el adolescente ve una imagen
fragmentada. Entocnes, cuerpo real, imagen fragmentaria. Cuerpo real, imagen bulto en el niño.
En el niño la emoción es jubilo, y en el adolescente es vergüenza.
Otro concepto teorico que se incluye en este texto es un neologismo: corte-circuito. En
este neologismo usa un significante base: el corto circuito, que denotaba una falla en el circuito
que provocaba una descarga inadecuada, modificado por el significante corte, que es un
significante mayor en el trabajo adolescente. De modo que en la adolescencia aparecia un
mandato que obligaba al sujeto a cortar con los circuitos que estaba habituado a recorrer y se veía
obligado y a la vez deseoso de recorrer otros nuevos. El adolescente debía ahora circular por un
nuevo circuto escolar con códigos distintos en sus grupos de amigos, por un nuevo circuito en su
relación con sus padres donde el alejamiento del circuito corporal implicaba un cambio mayor y
debía construir un nuevo circuito en relación a su propio cuerpo. La coincidencia de lo antiguo y lo
nuevo provocaba muchísimos corto circuitos sea en el o en sus padres que no estaban dispuestos
a cortar con el circuito de su infancia.
“Ficha 1: guía que acompaña la lectura de ‘Tres ensayos sobre una teoría sexual’, de
Freud”, Grassi
Con “Tres Ensayos” (1905), Freud abordó el campo de la pulsión sexual y la sexualidad
infantil, patrimonio humano tabú, a partir del cual se desdibujo la frontera entre lo normal y lo
patológico. Las indagaciones sobre las perversiones sexuales, definidas como aberración-desvío
frente al parámetro de la reproducción y su objeto, inauguraron una erótica humana. S. Freud
alude, desde sus primeros escritos, a “la libido” como energía de la pulsión sexual: aspecto
cuantitativo, cuya manifestación dinámica muestra a las magnitudes en juego en conflicto con la
otra energía, la de las pulsiones yoicas y de las pulsiones de autoconsevación: el interés. El
conflicto energético en la primer teoría pulsional quedaba así definido entre: la libido sexual y el
interés.
En el escrito originario sobre los “tres ensayos”; Freud, dimensiona a la pulsión como un
concepto límite entre el soma y la psique que posee un fin, la descarga; una fuente: el cuerpo
erógeno; y objeto/s en los cuales descargar la tensión psíquica. Luego, en los escritos sobre la
metapsicología i , define a la pulsión como un empuje que representa una presión que fuerza el
trabajo psíquico del sujeto.
Analiza, S. Freud, que lo autoconsevativo se opone a la pulsión sexual y posee
características diferenciadas: “Las pulsiones sexuales nos llaman la atención por su plasticidad, la
capacidad de cambiar de vías sus metas; por la facilidad con que admiten subrogaciones,
dejándose sustituir una satisfacción pulsional por otra, y por su posible diferimiento…
Habría en las pulsiones autoconservativas, una meta prefijada, ciclo consumatorio, y un
objeto bien preciso, concepción, a nuestro entender, más ligada al concepto de instinto
(“Instinkt”) que al de pulsión.
Plantea que, originariamente, las pulsiones sexuales se apoyan en las necesidades
humanas iv .Apuntalamiento de la libido sexual en las necesidades de un cuerpo no-sexual: La
erótica se apuntala en la necesidad. Imbricación que, pensamos, es multidireccional. En el
esquema freudiano, el amor se apuntala en el hambre: a partir del acto de succionar, al
alimentarse y saciar esa necesidad, se crea la zona erógena oral. Plantea, Freud, que las pulsiones
sexuales se autonomizan, poco a poco, del precoz y mítico origen autoconservativo. Pero, hoy
sabemos que, la pulsión y la necesidad se hallan en interacción dinámica y dialéctica, se
complementan y suplementan. La fuente de la pulsión apuntala la búsqueda del objeto de la
libido, el trascendental hallazgo y encuentro con el objeto de la pulsión marca y transforma, al
interactuar, a la misma fuente erógena.
El acaecer pulsional del sujeto es fragmentario y la sexualidad pregenital infantil polimorfa.
Cada zona erógena y quehacer pulsional conforma cierta organización libidinal relativamente
predominante pudiendo delinear zonas erógenas pregenitales: oral, anal, fálica, y luego en la
pubertad, apuntalada en las pulsiones pregenitales, se erigirá la supremacía de la pulsión genital.
Es recién aquí, en la pubertad, que las pulsiones pregenitales se reorientan y subordinan en favor
de la poderosa pulsión genital.
El cuerpo llega a ser, todo, en su conjunto una gran zona erógena. Sobre las bases del
cuerpo erógeno se constituirá el Yo. Sin embargo, S. Freud v en “Introducción del narcisismo”
(1914), plantea que hace falta “un nuevo acto psíquico” para que el yo sea unitario y se constituya
como instancia psíquica, teniendo como sostén al cuerpo erógeno. Pasaje del autoerotismo al
narcisismo.
La libido inviste los objetos externos y, además, los deposita en el yo mismo. Piensa,
Freud, que habría, idealmente, cierto equilibrio entre la libido del yo y la libido de objetal. Si en la
primer teoría pulsional el Yo constituía un polo defensivo en el conflicto, ahora, aparecía como
objeto sexual. Es que el abordaje de la vida amorosa muestra como, hasta el mismo objeto de
deseo, puede investirse con libido narcisista, por lo cual el amante se ama a si mismo en el espejo
del amado vi . Así, aún conservando la definición de las pulsiones de autoconservación, la nueva
dualidad pulsional se halla dentro del grupo de las pulsiones sexuales: libido yoica (sexual) y la
libido de objeto (sexual), problematizando la primera teoría pulsional.
Establecemos un punto de partida, que es la pregunta por lo que sucede con la pulsión
sexual en la pubertad. Cuál es la relación entre “pubertad y pulsión sexual”, o sexualidad, si se
quiere, según la opinión popular.
1) Faltaría en la infancia.
2) Advendría en la época de la pubertad (en conexión con el proceso de maduración que
en ella se produce), siendo su meta la unión sexual (genital) o por lo menos las acciones que
tiendan hacia ello.
La introducción de los términos objeto sexual y meta sexual (la acción hacia la cual se
esfuerza la pulsión) le permite a Freud, cabalgar sobre las perversiones y la sexualidad infantil,
para iluminar el trayecto, la aventura de la pulsión sexual hasta la pubertad.
Freud sostiene que la disposición a las perversiones es la disposición “originaria y
universal”, de la pulsión sexual de los seres humanos. A partir de esta disposición y a consecuencia
de alteraciones orgánicas (esto es, el conjunto de transformaciones que experimenta el cuerpo del
púber) e inhibiciones psíquicas, se desarrolla en el curso de la maduración, la conducta sexual
normal.
Así Freud se sitúa en la niñez intentando descubrir esa disposición originaria y ahí ya
destaca la emergencia de aquello que circunscribe la orientación de la pulsión sexual. Los llama
diques morales de la pulsión: la vergüenza, el asco, la compasión y las construcciones sociales de la
moral.
Señala que la pulsión sexual es algo compuesto por muchos factores y que en la perversión
sexual éstos se disgregan en sus componentes. A partir de la pubertad, la pulsión sexual, (genital)
se dirige hacia una única meta sexual, mediante la composición de múltiples mociones de la vida
infantil, unificados.
Freud señala un destiempo en términos de la sexualidad infantil, la práctica sexual no se
desarrolla al ritmo de sus otras funciones, se discontinúa con la latencia donde la excitación sexual
no se suprime sino que se emplea para otros fines diferentes de los sexuales:
a) Para aportar los componentes sexuales de ciertos sentimientos sociales.
b) Mediante la represión y la formación reactiva edificar las ulteriores barreras sexuales.
Siguiendo con la infancia y en este pivoteo con la pubertad es preciso señalar, en el marco
de esa “no orientación pulsional” a una única meta, donde las excitaciones fluyen de diversas
fuentes y no se conjugan sino que persiguen por separado su meta (la ganancia de placer) que en
la niñez la pulsión no está centrada y al principio carece de objeto, ( o por decirlo de otro modo el
objeto es/está en el propio cuerpo) o sea es autoerótica.
Y si bien en la pubertad, se produce el primado de la zona genital, ya en la infancia
comienza a hacerse notable los genitales como zona erógena, ya sea porque como cualquier zona
erógena, engendra satisfacción ante una adecuada estimulación o porque repercute en ella la
satisfacción obtenida de otras fuentes.
Es interesante cómo el temprano florecimiento de la vida sexual infantil hace madurar
también una elección de objeto.
Tomamos en cuenta entonces las transformaciones que experimenta la sexualidad infantil
con la emergencia de la pubertad donde señalamos dos decisivas: la subordinación de todas las
fuentes originarias de la excitación sexual a la zona genital y el hallazgo de objeto. La primera, la
subordinación…se consuma por el mecanismo de aprovechamiento del placer previo, o sea, los
actos sexuales autónomos resultantes de la conjugación de excitación y placer pasan a ser actos
preparatorios para la nueva meta sexual, que él señala es el vaciamiento de los productos
genésicos (eyaculación). El logro de esta meta pone fin a la excitación sexual.
Volviendo a la elección de objeto, es guiada por los indicios infantiles renovados en la
pubertad.
Es preciso señalar también las diferencias entre placer previo y placer final. El placer previo
es lo mismo que ya podía ofrecer aunque en escala reducida, la pulsión sexual infantil y el placer
final es ya plenamente el placer de satisfacción de la actividad sexual genital.
Por último nos queda un tema que resulta de toda esta cuestión: la subordinación de
todas las fuentes al primado de la zona genital, (el gobierno de la zona genital podríamos decir) y
el hallazgo de objeto, sumado esto a la maduración de sus órganos sexuales, los genitales, nos
permiten pensar en una nueva función que aparece en el púber la: aptitud para la reproducción.
La pulsión se pone al servicio de la reproducción, “se torna altruista”.
La pulsión y el altruismo
Una de las posibilidades de incripciones diferenciales, como su nombre lo indica, tiene que
ver con la categoría de lo altero. Lo altero hace referencia a la alteridad y al altruismo. “…La
pulsión sexual se pone ahora al servico de la reproducción, se hace por decirlo así altruista” (9).
Aquí la reflexión se abre en tres direcciones:
1) A la complejidad de la relación autoerotimo-narcisimo-elección de objeto. Sabemos que
en la infancia, el/a niño/a (perverso polimorfo) crece entre autoerotismo, narcisismo y elección
(infantil) de objeto. Hay una orientación (hetero u homosexual) en la elección de objeto. Pero la
elección de objeto en pleno sentido, implica, sino una renuncia al autoerotismo y al narcisismo,
como a la elección (infantil) de objeto, sí a sus transformaciones y puestas en juego en una
relación de vincularidad. Se trata también además de encontrar el máximo de placer en el
orgasmo , de algo en relación al placer del partenaire. También generar placer en el otro. Este es
un sentido del hecho que la pulsión deja de ser egoísta y se vuelve por decir así altruista. La
alteridad se está constituyendo junto con el erotismo.
2) Si la pulsión se pone al servicio de la reproducción y esto entonces abre a la cuestión de
la relación del sujeto con un interés que no es (exclusivamente) “individual” sino (mas amplio) de
la “humanidad” (la humanidad para su subsistencia requiere de nuevos integrantes) también aquí
asistimos a la transformación de la pulsión hacia el altruismo: la consideración por lo altero es el
acoplarse a un interés colectivo.
3) En directa vinculación con el punto anterior, el/la progenitor/a se agrega en una cadena
generacional que lo/a enlaza de una manera muy particular al otro (altero) del nuevo ser objeto de
afecto, el hijo/a.
La palabra pubertad procede del latín “pubes”( que quiere decir pelos) y, en efecto, la
aparición del vello en el pubis, en las extremidades y en las mejillas (en el caso de los varones) es
uno de sus signos. Los cambios se suceden a lo largo de unos años e implican una enorme
transformación en el sujeto.
A partir de los 10 años y hasta los 12 o 13 años (con variaciones individuales), éstos
cambios se traducen en un mayor crecimiento y maduración destinados ambos a crear nuevas
funciones. Los cambios se dan en ambos sexos aunque con algunas diferencias; éste proceso se
pone en marcha por la acción de determinadas glándulas (hipófisis, testículos, ovarios) que, ya
maduras, segregan las hormonas que modifican los órganos para los cuales están destinadas. A
partir de estos cambios los/las jóvenes ya están en condiciones de procrear.
Talla: Aumento rápido de la talla que lleva a un crecimiento desordenado (crecen primero
los pies y las manos). El crecimiento puberal es en principio disarmónico y con sustanciales
diferencias en varones y mujeres, en comparación con la etapa anterior en la cual el crecimiento
era armonioso y similar en ambos sexos.
Cambios en la estructura ósea: Se produce en el varón un aumento del tamaño de los
hombros y dorso, y en las mujeres crece predominantemente la cintura pelviana (lo que
favorecerá el desarrollo uterino durante el embarazo).
Distribución del vello: En ambos sexos aparece el vello en la zona pubiana. La distribución
del vello pubiano en varones y mujeres es distinta: con forma de triángulo en la mujer y romboidal
en el varón. El desarrollo del vello pubiano mas los cambios genitales en el varón y en las mamas
en la mujer llevan a una clasificación de la madurez puberal. Aparece el bozo o bigote en ambos
sexos y posteriormente la barba en el varón, también el vello axilar y el aumento del mismo en
miembros superiores e inferiores.
Genitales: En el varón se produce un aumento en el tamaño del pene, primero en longitud
y luego en diámetro. Se da un aumento de tamaño en bolsas y testículos. Las erecciones se hacen
mas frecuentes y aparecen las primeras poluciones nocturnas.
Desarrollo mamario: En la mujer comienza alrededor de los 10años, con cambios a veces
unilaterales o sea desarrollo de una sola mama y que luego de unos meses se iguala con la otra. En
los varones se produce frecuentemente el aumento de tamaño de las mamas que luego
retrogradan casi siempre espontáneamente.
Otros cambios: En el varón la propulsión de la laringe hacia adelante (nuez de Adán) da
como resultado la voz mas grave, el cambio de la voz es mas neto en los varones que en las chicas
y, en éste período, le produce por momentos la voz distonal. Al final del proceso puberal el/la
jóven es núbil, con un cuerpo fisiológicamente apto para la práctica genital y la procreación, pero,
la fisiología no alcanza para explicar el cuerpo erógeno ni la exquisita complejidad de la sexualidad
humana que, desde el inicio de la vida, está atravesada por vicisitudes vinculares.
Metamorfosis de la pubertad
Con la metamorfosis de la pubertad, la sexualidad infantil se integra en la sexualidad
adulta bajo la égida del primado genital; se reorganiza lo que había y se agrega algo nuevo: el
placer final.
En la pubertad reemerge la masturbación (mas ostensible en el varón y generalmente mas
encubierta en la jóven), primero como descarga de tensión, luego como prueba, como ensayo (con
efecto de ligadura) , ésta precede lo que será el “trabajo adolescente”: la salida a la búsqueda-
creación del objeto por fuera del cuerpo propio, y por fuera del cuerpo familiar, trabajo que se
inscribe como “creación propia”(3), puesta en escena de una sexualidad que, incluyendo el pasado
historizado, satisfaga también las necesidades de ternura.
1) Introduccion
Introducción
¿Cómo es la puesta en marcha de la vida psíquica? ¿Cómo es el nacimiento del aparato psíquico?
Representar-metabolizar
Funciones del aparato psíquico:
1) Representacion: el aparato psíquico tiene la función de representar. Representar, para
el psiquismo, es metabolizar; se piensa a la representación psíquica como equivalente a la
metabolización que realiza el organismo. Se incorpora, transforma, aquello que se incorpora, en
base a su propia estructura, a la vez que él mismo se modifica por este proceso. Esta actividad de
metabolización indica que existe un trabajo por parte de la estructura organica que consiste enn
incorporar elementos que son ajenos, extraños a él, y transformarlos, homogeneizarlos a su propia
estructura.
Lo que interesa, entonces, en la representación psíquica, es su trabajo para la
incorporación de lo heterogéneo y su transformación en material homogéneo. Entonces, el
aparato psíquico tiene que icnorporar elementos heterogéneos a si y transformarlos,
icnorporandolos a la propia estructura psíquica.
El aparato psíquico naciente va a tener que metabolizar, que representar, el efecto de un
doble encuentro: el encuentro del recién nacido con la madre, y el encuentro de este naciente
aparato psíquico con su propia corporeidad.
En estos primeros encuentros del bebe con la madre, hay un predominio de los contactos
cuerpo a cuerpo que pasan a ocupar el primer plano de la relación, por medio de la alimentación,
de los cuidados corporales y caricias que ella implementa. Los contactos corporales en una
primera instancia, conforman el centro de la escena destacándose entre ellos la función
alimentaria que es acompañada de palabras, susurros y cantos, que aunque no cobran avalor para
el bebe (todavía) como significados, si conforman primeros significantes. El encuentro del aparato
psíquico naciente, es con los procesos psicosomáticos que se han despertado del aparato psíquico
naciente, es con los procesos psicosomáticos que se han despertado en la madre a partir del
estado de afecto en su psiquismo de la representación hijo. Es que para la madre, el naciente es
un elemento heterogéneo a si, que tendrá que metabolizar.
El encuentro del aparato psíquico naciente con la madre, es un encuentro con los procesos
psicosomáticos maternos a partir del trabajo de metabolización, que implica tener ue representar
la repsencia de un elemento heterogéneo a ella, que es el propio hijo, y de cómo sea la relación
establecida por ell con dicha representación, que tipo de afectos (amor-odio,, placer displacer) la
acompañan. El concepto de cuerpo imaginado es el que da cuenta de cómo se inicia en la madre
este proceso de representaicon-hijo. Entonces, el autor destaca que estos primeros encuentros
bebe-madre, son con los procesos psicosomáticos despertados en la madre a partir de cómo ella
viene procesando la representación hijo en su psiquismo, lo cual el produce respuestas que se
transmiten en el cuerpo a cuerpo de la alimentación, las caricias y los cuidados corporales.
De lo simple a la complejidad
Lo que plantea el autor es que el acto alimentario y los cuidados maternos que lo
acompañan, no pueden reducirse ni a la relación boca pecho, ni a la circulación exclusiva de
alimento, lo cual plantea un modelo simple. La experiencia alimentaria y de cuidados en general y
lo que tiene de fundante para el psiquismo, si se la observa con el modelo de la complejidad,
permite destacar recorridos libidinales que mas que lineales y unidireccionales, constituyen un
sistema de entrelazamientos, de entrecruzamientos, en “red”.
Porque:
a) intervienen del lado del niño una multiplicidad de sentidos, que el modelo de “lo simpl”, reduce.
Las sensaciones corporales desde el sentido de la vista, del tacto, el oído, el olfato, la superficie de
la piel son los medios por los cuales el naciente pisuqismo incorpora el alimento, el pecho, la
madre, al padre, en un entramado que se parece mas a una red que a una línea, por todas las vías
sensoriales de comunicación entrecruzadas que intervienen.
b) la experiencia alimentaria y de cuidados al bebe, no es una experiencia que tenga una sola
dirección, es una experiencia de mutualidad, donde la dirección de lo que allí sucede, mas que
unidireccional es de circunvalación, es una experiencia “envolvente”.
c) la importancia del “cuerpo imaginado”.
El pictograma
La representación correspondiente al trabajo de representación de lo originario cuando
esta regulada por el Principio de Placer es el pictograma de fusión.
¿Qué fusiona pictograma?
Lo somatico y lo psíquico, su efecto es la integración psicosomática. La
subjetividad es integración psicosomática.
Objeto y zona. Funde boca y pecho.
Representación y afecto: para lo originario la represenytacion es el afecto y el
afecto es la representación. Pictograma de fusión es principio de placer
corporizado.
¿enfermedad o salud?
La tesis principal
Mas confusión
En la adolescencia, los éxitos y fracasos del cuidado del bebe y el niño comienzan a ser
empollados. Luego, aparecen las recompensas de modo indirecto.
Naturaleza de la inmadurez
El potencial en la adolescencia
Cambios sexuales, corporales, biológicos. La responsabilidad de la fantasia personal.
Fuerte propensión a la agresión. La tensión que experimenta debido a la fantasia inconsciente del
sexo y la rivalidad vinculadacon la elección del oobjeto sexual.
Idealismo
Es una de las cosas mas estimulantes de los adolescentes.
Resumen
Resulta estimulante que la adolescencia se haga oir y se haya vuelto activa, pero los
esfuerzos adolescentes que hoy se hacen sentir en todo el mundo deben ser encarados,
convertidos en realidad por medio de un acto de confrontación. Esta tiene que ser personal. La
confrontación se refiere a una contención que no posea caracrteristicas de represalia, de
venganza, pero que tenga su fuerza propia.
Identidad y adolescencia
Cuando se va disolviendo el mundo infantil plagado de certezas y se comienza a transitar
en un mundo de incertidumbres y vacilaciones, en medio de su búsqueda de identidad, el
adolescente erige su yo de un modo frágil e inestable. Y, paralelamente, esta situación lo lleva a
sujetarse a todo aquello que lo aparta de la incertidumbre. Al esfumarse las certidumbres, busca
ampararse en cualquier cosa para agenciarse una identidad, y en ello se juega toda su
subjetividad.
El adolescente tiene como faena psíquica central el rastro de su identidad o, si se quiere, el
treazado de su “proyecto identificatorio”, aunque este sea cambiante. La constitución de la
identidad contempla la idea de intersubjetividad y la concibe como una condicon para alcanzar
una subjetividad mas rica.
Agenciarse la sensación de “yo soy”, y la consecuente relación con “yo era” y “yo sere”, es
un trabajo psíquico que se despliega enlazado con el mundo.
LO PUBERAL LO ADOLESCENTE
- Crea los materiales sobre los que trabaja lo - Desexualiza el exceso de sensualidad,
adolescente. enterneciéndolo mediante los procesos de
- Es la presencia ardiente de la sexualidad elaboración, sublimación e idealización de esas
genital que activa la interpretación apres-coup representaciones edipicas incestuosas,
de la sexualidad infantil, creando fantasias de seducción infantil creadas por
representaciones incestuosas y fantasmas de interpretación apres-coup, desde lo genital
seducción, materiales que “arden como el puberal.
viento caliente del desierto”, que queman, - Enternece el plus de sensualidad de lo
seducen y marcan ese cuerpo en transición. puberal, lo enternece.
-El cuerpo púber seduce al cuerpo todavía niño. - Expresa renuncia definitiva que posibilita
-Habita en el centro de los procesos dejar atrás las arenas calientes de una infancia
adolescentes. revisitada e interpretada, en un movimiento
-Es el exceso de sensualidad que se derrama psíquico apres-coup por la nueva sexualidad
inundando cuerpo y psiquismo, creand genmitalidad puberal.
representaciones incestuosas que dan sustento - habilita el trabajo de histrizacion de la infancia
a una intensa actividad autoerotica. y la elaboración creativa del duelo por el objeto
- En su versión originaria,e s una tendencia mendiante procesos saludables que conducen
antiseparadora por excelencia, búsqueda de la a la creación/hallazgo de objeto propuesta por
repetición de toda experiencia de Grassi.
complementariedad. - Es una fuerza separadora, promueve la
búsqueda de lo nuevo; es tendencia a la
creatividad.
- El amor adolescente requiere de cierta
coalición de la ternura y la sensualidad en un
mismo objeto.
Lo puberal y lo adolescente son procesos diferentes pero lindantes y complementarios, que
actúan de modo simultaneo.
Se juega siempre un proceso dialectico entre la fuerza fusionante de lo puberal y los trabajos
separadores de lo adolescente. Lo puberal activa el Edipo genital, lo adolescente permite su
elaboración. Lo puberal permanece cercano al yo ideal como anhelo narcisista de retorno; lo
adolescente crea las condiciones para la primacia del ideal del yo,c omo proyecto identificatorio y
horizzonte que señaliza un posible camino de salida para el sujeto adolescente.
Gutton plantea la idea de una unidad narcisista originaria puberal. “su modelo es, por
supuesto, el narcisismo originario entre madre y lactante cuando intentan prolongar la simbiosis
del embarazo…”. “la pubertad, trauma narcisista por excelencia, derrumbe la omnipotencia
infantil, ofrece al mismo tiempo una solución sexual para su curación”.
En los primeros tiempos,a ntes del acceso al otro como alteridad, lo puberal por lo
originario es empuje a la búsqueda del genital complementario, a la restitución de la fusión zona-
objeto complementario, ahora en relación con el genital del otro sexo. Pene y vagina son ahora
“fusionalmente complementarios” en la fantasia como otrora lo fueran pecho y boca.
Tanto el objeto como la pulsión deberán ser excorporizados. Por el supuesto de la
complementariedad de los sexos y la búsqueda del restablecimiento de la unidad narcisista
originaria, ahora puberal, es preciso que la figura parental no se presente seductora e
inadecuadamente solicita con el hijo/a. en este caso dificultaría el desasimiento y la exploración
de un afuera que demarque un recorrido pulsional suficientemente alejado.
Freud y el hallazgo
Freud dice que el psicoanálisis enseña que existen dos caminos para el hallazgo de objeto:
en primer lugar el que se realiza por apuntalamiento en los modelos en la temprana infancia y en
segundo lugar el narcisista.
Grassi agrega una mixtura de ambos, otra forma de encuentro que se adiciona a las
mencionadas “por la alteridad del objeto, por su ajenidad y extrañeza, extraño por lo que conlleve
de no conocido”.
Freud, además, aclara que el hallazgo es un reencuentro: “la pulsión tenia un objeto por
fuera del cuerpo propio: el pecho materno. Lo perdió solo mas tarde, quizá justo en la época en
que el niño pudo formarse la representación global de la persona a quien pertenecía el órgano que
le dispoensaba sastisfaccion. Después la pulsión sexual pasa a ser regularmente autoerotica y solo
luego de superado el periodo de latencia se reestablece la relación originaria. No sin buen
fundamento el hecho de mamar el niño del pecho de su madre se vuelve paradigmático para todo
vinculo de amor. El hallazgo (encuentro) de objeto es propiamente un reencuentro.
Hallazgo no es encuentro
El autor dice que hallazgo es descubrir con ingenio algo hasta entonces no conocido, por lo
cual hallazgo no es tanto la acción de encontrar. Si el encuentro de objeto es un hallazgo, lo es
porque el proceso estuvo comandado por la creatividad del sujeto.
Hallazgo y re-encuentro
“La pulsión tenia un objeto por fuera del cuerpo propio: el pecho materno. Lo perdió solo
mas tarde, quizá justo en la época en que el niño pudo formarse la representación global de la
persona a quien pertenecía el órgano que le dispoensaba sastisfaccion”.
El bebe se encuentra con un objeto exterior a si, fuera de su cuerpo, aunque el no
experimente nada aun de la exterioridad del mismo, y esa exterioridad hace al objeto “no-yo
ajeno”. Que en los comienzos, esa ajenidad esta al servivcio del bebe y de la ilusión de objeto
propio, creado, depende de que la función materna sea suficientemente adecuada. Se reduce asi
la exterioridad del opbjeto y pictograma de fusión mediante, la pulson pasa a ser regularmente
autoerotica; el objeto toma cuerpo en el niño.
Luego, y una vez que alcanza la representación del objeto por fuera de la propia
corporeidad, se producirá la elección infantil de objeto.
El cuerpo puberal
Llegada la pubertad, la sexualidad (la genitalidad) ya no puede ser diferida. Una vez
instalada la barrera de la prohubicion del incesto y los diques morales que hacen al sujeto de la
ética y la busqeuda de alteridad propia de la pulsión genital con la (im)pulsión puberal, al
psiquismo le urgen trabajos específicos. En esta búsqueda, la actividad creativa por parte del
sujeto, lo inesperado, lo no conocido, lo imprevisto, distancian de todo lo que puede remiri al
prefijo “re” a términos que aparecen ligados como la repetición, a la vuelta de lo mismo, a la
anulación de sus diferencias. Reencuentro, repetición, revuelta. La secuencia repetición-hallazgo-
creatividad-diferencia, se va estableciendo. De lo “re” del encuentro se deriva hacia lo “neo”.
Hallazgo es también encuentro inédito, producción de una combinatoria novedosa, original.
El cuerpo puberal, con sus reorganizaciones y neo organizaciones, requiere de nuevas
inscripciones y nuevos circuitos pulsionales.
Le urge el hallazgo-creatividad-encuentro de objeto exterior a si, en simultaneo con que el
objeto exterior no reduplique un rencuentro ya producido, sino que inscriba como
“acontecimiento que diferencie” lo que esta investido por el niño y la familia de lo que “deviene
nuevo” y que esta in-vistiendo como obra propia, por fuera del cuerpo y lo familiar. Le urge la
creación, re-creacion, re-presentacion de objeto y espacio transicional, la frontera, el borde.
Se reencontraran en el objeto rasgos de aquellos bocetos de infancia pero hallazgo es
fundamentalmente nueva inscripción e inscripción de lo nuevo, “creatividad propia”, por fuera del
cuerpo familiar. El cuerpo requiere de nuevas inscripciones con el objeto que es reinventado en la
alteridad, se adiciona asi el otro modo de elección por alteridad y radical diferencia subjetiva del
objeto.
Paradoja y cuerpo
Ante los cambios corporales, el sentimiento de extrañeza asociado al cuerpo puberal, la
perdida de los reparos y los limites corporales llevan al adolescente a tratar su cuerpo como un
“objeto extraño, externo”. Este cuerpo tratado como ajenidad y el uso de defensas paradojales
que supone traen resonancias en dirección de la autodestructividad y el masoquismo. En este
sentido, ha sido señalada la función del cuerpo como objeto subjetivo: pantalla donde dirigir
mociones pulsionales con sentimientos de odio y agresividad, lo que libera a las representaciones
psíquicas del objeto, los padres aun idealizados de pulsiones destructivas. Este trato paradojal del
cuerpo (erógeno) y de la yoidad inscripta en el mismo trato como ejanidad tan común en la
adolescencia abre a procesos de identificación-desidentificacion. Viejas e históricas identifiacione,
inscripciones reunidad en el cuerpo infantil-niño ideal-padres de la infancia. Idefntificados en el
cuerpo del niño, las caídas de los objetos de la infancia no se producen sin un pasaje por lo
corporal, porque las identificaciones de los objetos inscriptos en el cuerpo son procesos de
inscripciones-reinscripciones-transcripciones de lo corporal por la complementariedad zona-
objeto.
Los conceptos de originario y originario puberal abren perspectgivas donde situar la
problemática del objeto inscripto en lo corporal y sus tratos. Si los cambios corporales toman
importancia con relación al hallazgo de objeto es porque “las reestructuraciones objetales y
narcisistas encuentran su origen en las capas mas profundas del inconsciente inscriptas en la
máxima proximidad de lo somatico”. Son las inscripciones pictogramaticas.
Por el trabajo de lo originario puberal, la pulsión busca el objeto inscrpto en el propio
cuerpo erógeno.
La elaboración psíquica de lo originario puberal transforma la búsqueda de objeto
acoplado al cuerpo propio. Trabaja el autoerotismo produciendo la excorporacion del objeto. El
objeto parcial-complementario se reordena hacia el objeto exterior, lo pregenital deviene
paragenital.
Por lo originario puberal, a la hora del hallazgo de objeto, lo originario puberal repite y
busca que en el objeto se reinvista al yo y reduplique la mismidad. Su elaboración es trabajo de no
igualación, no identificación de la propia yoidad en el objeto, búsqueda de la alteridad corporal
subjetiva en el objeto.
Pero también, lo originario puberal insiste y nuevamente busca repetir los modelos vividos
ya conocidos, investidos lo largo de la historia de las identificaciones corporales, incestuosas
familiares. Elaboración de lo originario puberal de no repetición en el hallazgo de objeto, de
identificaciones infantiles familiares. Búsqueda de lo altero en un espacio extrafamiliar.
Introducción
Con la irrupción de la pubertad en la escena infantil, se producen transformaciones que
serán tramitadas e integradas en el entretiempo de la sexuacion. El encuentro de la psique con el
nuevo cuerpo y su genitalidad produce un trabajo de inscripción que se expresara como proceso
de crecimiento en dirección de la integración psicosomática y la subjetivación.
En cierto modo, el cuerpo infantil deviene parcialmente soma, territorio inexplorado que
impone al psiquismo su “in-corporacion” mediante trabajos de inscripción del cuerpo genital en un
proceso de integración psicosomática. Para adueñarse de este cuerpo ahora genital, el
adolescente deberá crearlo y crear-se como tal, en un trabajo de apropiacion subnjetiva,
propiciado por el encuentro intersubjetivo con el otro no familiar.
Al autor, la exploiracion le parece un buen termino para dar cuenta del devenir
adolescente.
El contexto bibliográfico
La propia vida se edificara según los resultados de la exploración y no antes de ella o sin
ella. El proceso de investidura es conseucneica o coincide con un proceso de exploración.
El autor toma al trauma puberal como aquello que condena al sujeto a explorar. Se situan
en un mismo nivel de causa tanto el trauma como el deseo. Los dos le plantean una exigencia de
poner en movimiento su cuerpo y su mente. La exigencia exploratoria le viene tanto de la
metamorfosis de su propio cuerpo, del cual debe apropiarse, y también le viene del medio social,
que lo expulsa del protectorado donde residía bajo la protección de sus padres y lo condena a
buscar su propio cobijo en el amplio mundo, fuera del hogar paterno. El propio cuerpo se torna
insuficiente, hay que salir a explorar fuera de el.
Preguntas teorico:
Lo puberal y lo adolescente son dos procesos que forman parte del periodo
definido por Grassi como “el entretiempo de la sexualidad”. Lo que hacen estos
procesos es producir las transformaciones de la adolescencia incorporando,
metabolizando lo heterogéneo, re-organizando, des-ordenando lo previo; implican un
potencial saludable. Grassi lo define como “una puesta en des-orden del statu quo
promotor de neoorganizacion”.
5. Explicar por qué Freud dice que se produce un reencuentro con el objeto,
detallar tipos de elección de objeto y explicar los aportes que hace Grassi
sobre el Hallazgo de objeto.
En sus tres ensayos de teoría sexual, Freud hace hincapié en el hallazgo de objeto. Lo
que plantea es que el niño, en sus comienzos de vida, poseía un objeto que se
encontraba fuera de su propio cuerpo, nos referimos al pecho materno, es un hallazgo de
objeto ligado a la nutrición. Sin embargo, cuando el niño crece y puede formarse una
representación global de la madre, pierde a su objeto. Luego de esto, la pulsión sexual
pasa a ser, regularmente, autoerotica, y solo luego de superado el periodo de latencia se
restablece la relación originaria. Es por esto que Freud indica que el hallazgo de objeto es
propiamente un reencuentro, ya que el joven, después del periodo de latencia, busca un
objeto por fuera del propio cuerpo y lo que se busca generalmente es un representante de
la madre o del padre.
El psicoanálisis enseña que existen dos caminos para el hallazgo de objeto: en primer
lugar, el mencionado anteriormente, cuyo nombre es “por apuntalamiento” en los modelos
de la temprana infancia, y en segundo lugar, el camino narcisista, que busca al yo propio
y lo reencuentra en otros.
Ante estos caminos para el hallazgo de objeto, Grassi agrega uno mas que seria una
mixtura de ambos, lo llama “hallazgo de objeto por alteridad del mismo, por su extrañeza,
conlleva lo no conocido”. Lo que dice es que al considerar los procesos psíquicos en su
vertiente saludable, destaca la impotancia de la no fijeza ni exclusividad en ninguno de los
modos, sino que la combinatoria en la elección es lo que la da sutileza al hallazgo.
Freud dice que, con el advenimiento de la pubertad, una de las transformaciones que
sufre el púber es que la pulsión sexual se pone al servicio de la reproducción, se hace
altruista. Hay tres perspectivas que la caracterizan como tal:
Con el transcurrir del tiempo, “al-r” derivo en la voz latina alere. Posteriormente
“alescere”, con la unión del prefijo “ad”, dio origen a la forma verbal “adolescere”: crecer,
desarrollarse. Finalmente, el participio presente de “adolescere, adolescens-entis” en el
siglo XIII se transformo en los términos del idioma francés adolescens y adolescence. Del
francés arribo al español transformándose respectivamente en adolescente y
adolescencia.
Esta muy difundida y errónea definición constituye una mal-versacion lingüística que
tiende a negativizar los sentidos de la voz adolescencia y contribue al malentendido, ad
desmentir el potencial transformador y creativo de los adolescentes.
Preguntas practico
El logro de esta conformación, de este desarrollo normal, esta relacionado con dos
factores:
Para dar cuenta de esto, primero es necesario tener en cuenta los siguientes cambios
que integran: Freud plantea que, hasta entonces, la pulsión sexual era
predominantemente autoerotica, es decir que no esta centrada y carece de objeto (esta
en el propio cuerpo), además de que se dirigía hacia una única meta sexual y que luego,
con la llegada de la pubertad, halla al objeto sexual; es decir que ahora tambien es dada
una nueva meta sexual. Para alcanzarla, todas las pulsiones parciales cooperan, al par
que las zonas erógenas, para que se subordinen al primado de los genitales. Esta nueva
meta sexual consiste, por ejemplo, para el varon, en la descarga de los productos
genésicos. Entonces, es muy importante pensar la pubertad y la síntesis en el sentido de
la unificación pulsional que en ella se produce.
Esta normalidad sexual definitiva, sin embargo, solo podrá darse, según Freud, por la
exacta coincidencia de dos corrientes dirigidas al objeto y a la meta sexuales: la tierna y la
sensual. La primera reúne en si lo que resta del temprano florecimiento infantil de la
sexualidad, proviene de la primera infancia, se ha formado sobre la base de los intereses
de la pulsión de autoconservacion. Desde el comienzo ha recibido aportes de las
pulsiones sexuales, acogiendo componentes de interés erotico. Corresponde a la elección
infantil primaria de objeto. Son pulsiones de meta inhibida, inhibidas en su fin o de
carácter sublimado, derivadas de las pulsiones libidinales. corriente se pone al servicio del
mantenimiento y desarrollo de las relaciones afectivas donde no interviene el erotismo.
Reúne y guarda los afectos no genitalizados, (no genitalizables ó desgenitalizados) de la
historia de los vínculos del niño con sus padres, hermanos/as y todos aquellos objetos de
afecto que formaron parte de sus relaciones significativas en la infancia. Mientras que la
corriente sensual que no ignora sus metas ni su objeto. Esta corriente sensual que se
adiciona en la pubertad constituye el erotismo genital. Pero como tropieza ahi con los
obstáculos de la barrera del incesto y los diques morales de la pulsión, construídos en la
latencia, desde el sepultamiento del complejo de Edipo a la pubertad, exteriorizará el afán
de hallar lo mas pronto posible el paso de esos objetos inapropiados en la realidad hacia
otros objetos, ajenos, con los cuales pueda cumplirse una real vida sexual. La unión
exacta de ambas corrientes en el hallazgo de objeto da lugar a la conformación sexual
normal definitiva.
Ademas, otra de las características por las cuales la sexualidad se conformaría como
normal y definitiva es porque, luego de la pubertad, la pulsión sexual se pone al servicio
de la función de reproducción, es decir, se vuelve altruista gracias al primado de la zona
genital y al hallazgo de objeto.
Tambien se da otro cambio relacionado con lo que Freud llama “placer previo” y
“placer final”. En la sexualidad infantil todo era placer previo, es un tipo de placer que
siempre frustra; es decir, el estado de excitación sexual presenta el carácter de una
tensión y, mientras que el placer previo es el placer inequívoco que presentan la
excitación sexual, el placer final es nuevo, forma parte de la pubertad y hace referencia a
la descarga de las sustancias sexuales, es una satisfacción mayor.
Nasio hace una comparación entre el Estadio del espejo de Lacan y lo que el llamo el
Estadio de la adolescencia. En el estadio del espejo se oponen dos parámetros:
3. El cuerpo real de un bebe que siente y vive la experiencia de sus propias
sensaciones internas y externas.
4. Un parámetro visual y virtual, donde el mismo bebe, desbordado por todas esas
sensaciones tumultosas, percibe una imagen global y globalizante en el espejo.
Entonces en estos dos parámetros tenemos:
c) Un cuerpo real sentido y vivido como despedazado, fragmentado.
d) Frente al cual se tiene una imagen especular, redonda, entera y unificante, que le
da al niño la posibilidad de sentirse una unidad en relación a si mismo, y una
entidad diferente de las otras personas que lo rodean.
En el caso del adolescente, tenemos un cuerpo enloquecido por las multiples e intensas
fuerzas pulsionales,e n particular sexuales y agresivas. Sufre del choque entre dos intensidades: la
intensidad de un cuerpo que vibra al ritmo de pulsiones que reclaman furiosamente convertise en
actos impulsivos e imprevisibles; y al mismo tiempo la intensidad de un superyó rigido e inflexible
que reprime las pulsiones con tanta violencia como la violencia que las anima. Entonces, frente a
estas dos fuerzas opuestas entre si, aparece una imagen en el espejo. Una imagen que es tambien
unitaria, pero con la particularidad de ser ante todo, una imagen de seducción.
La diferencia entre el estadio del espejo, donde aparecen 2 parametros, y el estadio del
adolescente, donde tenemos 3 parametros, reside sobre todo en el 3er personaje, que no aparece
en el caso del bebe: el superyó. Es el típico elemento dela sadolescencia. La presencia del superyó
es algo que marca esencialmente el periodo de la adolescencia. Es decir, la presencia del pudor o
del impudor. El superyó es el pudor, yy el adolescente vive en esa lucha entre pudor e impudor.
Esto hace que el autor agrege una diferencia mas entre el estadio del espejo y el de la
adolescencia. En el caso del bebe, el sentimiento que domina es la alegría, el jubilo de verse
reflejado en una imagen redonda y unificadora. En el caso del adolescente, el sentimiento que
domina es la vergüenza o, su contrario, la omnipotencia. El sentimiento mas importante de la
adolescencia es la vergüenza.
3) ¿Que significa "el des-orden del status quo" y sobre que temáticas se da
durante el "entretiempo"?
Entonces, el des-orden del status quo implica las metas a alcanzar mediante el
esfuezo del trabajo psíquico ante las modificaciones que advienen con lo puberal-
adolescente que debe ser incorporados, metabolizados, reorganizados, etc.
NO ENCONTRE BIBLIOGRAFIA
5) Según D. Winnicott, diferenciar y caracterizar fantasía de muerte y fantasía
de asesinato.
Rassial expresa en sus escritos que ser padre no es una cualidad intrínseca del ser
humano; primero es una función y luego una posición ocupada en relación a otro sujeto y,
además, esta posición es modificada cuando el niño se transforma en adolescente y luego
en adulto.
La adolescencia de los hijos, para ellos, es una crisis tanto para ellos como para la
organización familiar, ya que obliga a los padres, como personas,a reinventar su lugar, ya
sea en relación con otros miembros de la familia, con su conyuge, con sus propios
ascendentes, o en relación a ellos mismos. Se dice que es una crisis porque los padres
deben separarse de ellos mismos, deben efectuar un trabajo de duelo; asi, los padres
están psíquicamente divididos entre: “los padres de la realidad”, “los padres conscientes”
y “los padres fantaseados”.
Entonces, la adolescencia de los hijos exige un cambio de lugar de los padres, éstos
pierden su propio yo, entonces, tienen necesidad de un trabajo psíquico de reconstrucción
de ese yo apoyándose a la vez en identificaciones que Rassial denomina pre-parentales y
teniendo en cuenta una nueva realidad exterior.
Además, los padres son remitidos a su propia adolescencia: por una parte porque sus
hijos les muestran de un modo mas o menos deformado la imagen se su propia
adolescencia, donde pueden reencontrar esos sueños, ambiciones, deseos que tuvieron
que reprimir. Por otra parte, interrogados acerca de las funciones paterna y materna,
conforntados a la desintegración de la familia ampliada, se ven confrontados nuevamente
a la cuestión de la relación con sus propios padres. Todo esto genera una crisis en ellos y
produce tambien lo que Winnicott llama como “deseo de muerte”, los padres desean,
inconscientemente, la muerte de los hijos porque los compiten con ellos, hay ambigüedad
y enfrentamiento entre madre e hija y padre e hijo. Los padres compiten porque no
quieren soltar su eterna juventud, y los hijos reflejan lo que ya no son.
Rassial dice que los adolescentes muchas veces suelen tener la tendencia a evocar a
los padres como un todo. Ante esto dice que, entocnes, en la adolescencia existe la
reactivación del Edipo pero apunta el acento sobre la diferenciación de las generaciones.
¿Cómo es esto? Rassial dice que la prohibición del incesto se legitima a partir de una
diferencia entre los “pequeños” y los “mayores”, de modo que los padres son remitidos al
mundo de los adultos. Pero los adolescentes deben reformularse de otro modo esta
prohibición, deben distinguir a sus padres de los otros adultos y plantear verdaderas
preguntas. Esto los hace encontrarse, según Rassial, ante la primera prueba de Edipo.
NO ENTIENDO
El des-orden puede ser definido según distintos sentidos: por un lado, en lo que a
producción subjetiva y adolescencia se refiere, des-orden no es mera oposición a orden ni
dicho des-orden aparece por descuido, desgano, negativismo o rebeldía adolescente.
Des-orden no es producto de una carencia del sujeto ni deviene “evolución natural” del
desarrollo. Des-orden es meta a alcanzar mediante un esfuerzo de trabajo psíquico y su
realización comporta un redito positivo en la producción de subjetividad.
El encuentro del aparato psíquico naciente es con los procesos psicosomáticos que se
han despertado en la madre a partir del estado de afecto (presencia o ausencia) en su
psiquismo de la representación hijo. Es decir, para el aparato psíquico materno, el
naciente es un elemento heterogéneo a si, que tendrá que metabolizar; por lo cual
tambien hay un trabajo de metabolización en la madre, que va a implicar la puesta en
amrcha de los tres procesos psíquicos de representación.
El encuentro del bebe con la madre es une ncuentro con los procesos psicosomáticos
maternos a partir del trabajo de metabolización, que implica tener que representar la
presencia de un elemento heterogéneo a ella, que es el propio hijo, y de cómo sea la
relación establecida por ella con dicha representación, que tipo de afectos la acompañan.
Grassi destaca que estos primeros encuentros bebe-madre, son con los procesos
psicosomáticos despertados en la madre a partir de cómo ella viene procesando la
representación hijo en su psiquismo, lo cual le produce respuestas que se transmiten en
el cuerpo a cuerpo de la alimentación, las caricias y los cuidados corporales. La
representación-hijo en el psiquismo materno transmitida via “caricias-miradas-palabras” es
un elemento a metabolizar por el niño.
El principio de placer ha de estar presente en las dos partes que integran este
encuentro, en el cuerpo del niño y en los procesos psicosomáticos maternos. Es
necesaria la presencia del principio del placer en las dos partes que integran le encuentro
para que comience a trabajar el aparato psíquico y desencadene el proceso de
representación. Para lo originario, las primeras representaciones de lo corporal se
denominan pictogramas, que son las marcas, la inscripción del principio del placer en el
cuerpo. Pictograma es principio de placer corporizado.
A) Lo pisquico mas que apoyado esta enraizado en lo somatico. No va a ser tan fácil
la delimitación de las dos entidades. Porque las racies pisquicas de la subjetividad
penetran y se hunden, se expanden y se bifurcan cada vez mas arraigadas en el soma.
Con “contradecir” se refiere a una exigencia ilusoria del adolescente de un discurso sin
contradicción. Asi el subrayara las contradicciones internas del discurso de los padres,
entre lo que ellos dicen y lo que hacen, lo que promueven y lo que son, etc. Es necesario
concebir ese placer de contradecir en paralelo con el idealismo de los adolescentes, su
anarquismo en el doble sentido de una rebelión contra toda autoridad y de una pasión por
la utopía.
Finalmente, con “imitar” hace referencia a la semjeanza que existe entre los
adolescentes y lo que han sido sus padres en la adolescencia, lo que han soñado ser o, al
contrario, lo que han reprimido de sus propios deseos.
12) Desarrolle y articule el cambio de lugar generacional que plantea Rassial con
el concepto de confrontación que plantea Winnicott
Rassial plantea que las transformaciones que sufre el cuerpo del púber en el paso de
la niñez a la pubertad van a ser vividas, con frecuencia, como una competición con los
padres, debido a que, al crecer, éste se apropia de los atributos del adulto. Esto hace que
los padres ya no aseguran un sumplemento del ser, un poder de mas, y a partir de allí el
se opondrá a toda autoridad que ya no se apoye sobre la diferencia corporal que existía;
pero, por otro lado, esta apropiación implica que el adolescente se de cuenta de que
poseer el conjunto de los atributos de la edad no es la propiedad de ciertos humanos, sino
un estado provisional, como lo era la infancia. Entonces, desde el punto de vista de las
generaciones, el mundo esta dividido no ya entre dos especies: “los mayores y los
pequeños”, sino entre un cierto numero de estados provisionales, como puede ser: niño,
adulto y viejo. Es decir, si el niño crece, es tambien que los padres envejecen, y si el toma
posición de adulto, los desaloja un poco para empujarlos hacia la vejez. Esto hace que el
adolescente tambien de cuenta de la mortalidad.
Esto decepciona al adolescente, sus padres ya no pueden ser los referentes últimos,
ideales, infalibles, y esto tendrá dos consecuencias:
Todo esto es explicado por Rassial a través del concepto de “cadena de las
generaciones”, seria que el adolescente descubre una dimensión infinita: los padres no
son los primeros, el mismo ni sus hermanos serán los últimos, descubre que esta cadena
puede prologarse después de el y descubre una nueva responsabilidad.
Ante todos los cambios corporales que enfrenta el púber, se genera una vivencia de
extrañamiento corporal. El sentimiento de extrañeza, asociado a este cuerpo puberal, la
perdida de los reparos y los limites corporales llevan al adolescente a tratar a su cuerpo
como un “objeto extraño”. Asi, la yoidad tambien se encuentra inscripta en el mismo trato
como ajenidad, lo que abre a procesos de identificación-desidentificacion. Viejas e
históricas identificaciones, inscripciones reunidas en el cuerpo infantil-niño ideal-padrs de
la infancia, identificados en el cuerpo del niño, las caídas de los objetos de la infancia no
se producen sin un pasaje por lo corporal, porque las identificaciones con los objetos son
tambien inscripciones corporales.
Lo puberal: proceso que pulsa hacia los objetos incestuosos, hacia el objeto
complementario inscripto en el cuerpo con poca mediatización, a lo familiar conocido,
RELEER
15) ¿Cuáles son los prerequisitos para la formacion del caracter. Desarrolle.
(pregunta de practico)
Indefinido: