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LOS PRINCIPIOS DE LA PERSECUCIÓN PENAL

Persecución Penal
La acción penal es aquella que se origina a partir de un delito y que supone la imposición de un
castigo al responsable de acuerdo a lo establecido por la ley. De esta manera, la acción penal es
el punto de partida del proceso judicial.

Los Principios de la Persecución Penal


1. Acusatorio
2. Oficialidad
3. Investigación
4. Legalidad
5. Oportunidad

La Jurisdicción
Se llama jurisdicción a la facultad (poder) que el Estado confiere normativamente a ciertos
órganos propios, que crea desde su Constitución política, y estatuye y organiza por ley, de decidir
o dar solución a conflictos sociales conforme a su ley (decir el derecho, del latín iuris dictio).

La Competencia
La competencia penal es indisponible, por lo que, por un lado, no se admiten los pactos entre
las partes que afecten a la competencia de los órganos judiciales encargados de la tramitación
del proceso y, por otro lado, la falta de competencia de un órgano jurisdiccional se puede poner
de manifiesto tanto a instancia de parte como de oficio.

La Acción Penal
La evolución que ha seguido la percepción del delito ha tenido, precisamente en la
acción penal, su punto de referencia. Así se distingue momentos históricos que van dese
la venganza privada o autodefensa hasta llegar al control monopólico del estado en el
ejercicio y administración de la acción penal durante el proceso. La acción penal ha sido
tomada como potestad del estado de hacer justicia penal, prohibiendo a los particulares
hacerse justicia por sus propias manos. La acción, entonces, importa dos contenidos
básicos: por un lado, existe como poder del estado, pero, respecto del ciudadano
agraviado con la comisión de un delito, existe lo que conocemos como derecho a la
tutela jurisdiccional efectiva.
El Principio de Oportunidad
El Principio de Oportunidad es la facultad que al titular de la acción penal asiste para
disponer, bajo determinadas condiciones, de su ejercicio con independencia de que se
haya acreditado la existencia de un hecho punible contra un autor determinado.
Cabe indicar que se puede aplicar este Principio, en los delitos cometidos en forma
dolosa o culposa bajo las condiciones establecidas por ley, cuando el ejercicio de la
acción es pública más no así en los casos de acción privada, la que muy bien puede ser
sustituida por la conciliación en los procesos sujetos a querella. O sea, el Principio de
Oportunidad no siempre implica el uso de la conciliación, a la que utiliza como una
herramienta para obtener uno de sus requisitos, que es la reparación del daño causado
a la víctima del delito.

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