Verticalidad y postura

La verticalizaciòn del individuo y la orientación de su mirada “al frente” forman

parte de las características del comportamiento de proyección vocal, en
contraste con el comportamiento de la voz de angustia o de insistencia, el
primero se caracteriza, como se sabe, por la intervención del soplo abdominal.
Para dar un ejemplo

Está claro que los movimientos de extensión y flexión del tronco forman parte de la fisiología
respiratoria y de la proyección vocal. Durante el esfuerzo vocal tendemos a la flexión del
tronco, con lo que el cuello se tensa, se congestiona la cara y se altera el funcionamiento de la
glotis. Los músculos abdominales tampoco pueden hacer su función de forma adecuada, con lo
que no dan el apoyo suficiente a la voz.

Hay muchos factores que nos llevan a una postura inadecuada: factores de tipo médico,
constitucionales, cargar pesos, alteraciones emocionales...

Es necesario en muchas ocasiones corregir la postura para que esta llegue a la verticalidad.
Para ello, la pelvis deberá estar en su lugar (no inclinada) y la columna debe mantenerse recta,
de modo que si trazáramos un eje que dividiera la parte izquierda y derecha del cuerpo, la
distribución sería equitativa. Si este eje se traza en el perfil, a lo largo de la línea debe situarse
la cabeza y la espalda, respetando sus curvas naturales.

Para trabajar esta posición podemos de nuevo recurrir a la imaginación, especialmente si

trabajamos con niños. Podemos sugerir que la persona es un árbol con raíces muy
enganchadas a la tierra (que son los pies), o que son una esfinge que dice “no”. En esa postura
recta pero no rígida propondremos movimientos de cabeza o de brazos, que deben ser
flexibles, ya que la postura adecuada permite el movimiento libre de los miembros.

Se puede trabajar la verticalidad de pie o sentado, pero siempre es importante vigilar que no
haya rigidez. La dirección de la mirada ayuda a mantener esta postura y es fundamental en la
comunicación.

LE HUCHE PROPONE UNA SERIE DE EJERCICIOS

QUE ESTIMULAN LA VERTICALIDAD DEL PACIENTE Y
QUE SE DESENMARCAN DEL ABORDAJE MÁS
CLÍNICOPERMITIÉNDOLE AL PACIENTE VIVENCIAR
SU CORPORALIDAD Y ASOCIARLA A UNA MEJOR
PRODUCCIÓN VOCAL DESDE UNA PROPIOCEPCIÓN
ÓPTIMA.
Ejercicio 1: La Esfinge
El sujeto debe estar frente a un espejo, libre detensiones, procurando una adecuada
verticalidad.
PROCEDIMIENTO:
1. Alinear pies, tronco y cabeza.
2. Frente a un espejo, debe fijar su propia mirada
sobre sí mismo.
3. Girar lenta y levemente su cabeza haciala
derecha y volver a posición inicial.
4. Girar lenta y levemente su cabeza hacia la
izquierda y volver a posición inicial.
5. Repetir 2 a 3 veces y mantener 5 segundos cada
posición.
6. Siempre debeconcentrarse en mantener la
mirada en sí mismo, en el centro.
7. Los hombros no deben desplazarse.
Ejercicio 2: Suspiro del Samurái
El ejercicio pretende disociar estructuras cefálicas de
toráxicaspara evitar movimientos en bloque. Sujeto
frente al espejo.

PROCEDIMIENTO:
1. Paciente debe realizar inspiración nasal de tipo
costal alto con espiración pasiva.
2. Frente al espejo deberá notarcómo asciende y
desciende su tórax en variadas ocasiones.
3. La espalda y rostro deben permanecer
invariables.
4. Los hombros no guían el movimiento, sino que la
parrilla costal y esternón lo realizan.
5.En la espiración no se permiten sacudidas
toráxicas ni corrientes entrecortadas.
Ejercicio 3: Las Cinco Articulaciones
Busca relacionar sensaciones psicológicas y físicas a
través de cambios posturales. Distingue 5 posturas,
las cuales cada una debe ser mantenida al menos un
minuto. Es posible luego conversar con el paciente
para que exteriorice qué es lo que sintió con cada
una de ellas.
La primera de estas articulaciones se sitúa en la unión de la cabeza y el cuello, la segunda entre
el cuello y el tórax; la tercera en medio de la espalda (3ra o 4ta vertebra dorsal); la cuarta en la
cintura y la quinta, en la articulación de la cadera. El ejercicio consiste en que en que el sujeto
perciba estas diferentes posiciones de flexión y que adopte sucesivamente cada una de ellas,
manteniéndola durante cierto tiempo (de 3 a 20 seg o más) para perfeccionarla y vivirla.