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antropología
y teología
en la acción
misionera

Vicariato Apostólico
de Iquitos - Perú
ANTROPOLOGÍA
Y TEOLOGÍA
EN LA ACCIÓN MISIONERA

Vicariato Apostólico
de Iquitos - Perú
CONTENIDO

Presentación 7
El nuevo enfoque 9
I PUNTOS DE PARTIDA 13
Mons. Gabino Peral de la Torre, obispo de Iquitos
Mons. Samuel Ruiz García, presidente del Departamento de
Misiones del Celam
II ANÁLISIS HISTÓRICO 21
Beatriz Toro Isaza USEMI
III ANÁLISIS SOCIO-ECONOMICO 39
Jesús San Román, misionero de Iquitos
IV ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO 57
Stefano Várese
V DE LA TEOLOGÍA DE LA MISIÓN A LA TEOLOGÍA
DEL ENCUENTRO 79
Gustavo Gutiérrez
VI LA IGLESIA LATINOAMERICANA EN LA CULTURA: RETO Y
ESPERANZAS PARA LA PASTORAL 87
Mons. Samuel Ruíz García, presidente del Departamento de
Misiones del Celam
Vil EXIGENCIAS DE UNA LITURGIA ENCARNADA EN LAS
CULTURAS 105
José Camps Aleu IPLA
VIII PASTORAL MISIONERA 117
Mons. Belarmino Correa - Noel Olaya - Benjamín Cardona
IX ESTRUCTURAS PARA LAS TIERRAS DE MISIÓN 135
Mons. Gerardo Valencia Cano, obispo de
Buenaventura, Colombia
Puede imprimirse X PROYECCIÓN PASTORAL DE LA MISIÓN 141
t Gabino Peral de la Torre Apuntes al Documento
Obispo de Iquitos
XI DOCUMENTO FINAL 151
Propiedad Reservada Primer encuentro de Pastoral de Misiones en el
Alto Amazones - Iquitos
PRESENTACIÓN

Llegan al mundo misionero estas páginas que son fruto


de un ENCUENTRO —el de ¡QUITOS— en el que la Iglesia
del Alto Amazonas: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y
Bolivia, presenta su testimonio ejemplar de servicio y cons-
trucción.

No entregamos un informe de labores, sino el fruto de


una reflexión que busca y espera la Iluminación y el encuen-
tro para cumplir su misión, que es la MISIÓN DE LA IGLESIA:
"descubrir lo que Dios está haciendo y diciendo en el cora-
zón del hombre" (Mons. Ruíz García); por eso la Antropolo-
gía y la Teología que aparecen en estas páginas, marcan el
gran ENCUENTRO que descubre los nuevos caminos de la
Iglesia misionera.

Fue el de ¡quitos un Encuentro de oración, de crisis, ten-


siones y corrientes como las de los grandes ríos que llegan
al río-mar del Amazonas; por eso fue también un Encuentro
de esperanzas: Obispos, misioneros, pastores y seglares, en-
tramos en ese proceso fraternal de meditación, en el ambiente
caluroso de la selva y en lo hondo de la experiencia misio-
nera, allá, ¡unto al río de las Amazonas que recoge todas las
aguas, respirando selva y asumiendo la verdad de un pueblo
que espera comprensión y el derecho de hablar, para entre-
garnos un mensaje de lo humano y de lo crístíco, que está
en sus culturas originales.

La semana del 21 al 27 de marzo de 1971 será PÓRTICO


inicial y signo eficaz en la vida exuberante del Alto Amazo-
nas; no por un triunfalismo misionero que pondera aventuras
heroicas, sino por el descubrimiento difícil y paciente del
nuevo rostro de Cristo que aparece en esas culturas origi-
nales.
Tres etapas marcan la reflexión de este encuentro: el
análisis de lo humano en el medio ecológico de la selva, la
iluminación Teológica a partir de esta realidad de las ense-

7
ñanzas de la Iglesia del Vaticano II, Melgar y Medellín, y una
proyección pastoral, fruto de este Encuentro Antropo-teológico,
EL NUEVO ENFOQUE
en la que se destacan las experiencias y las esperanzas de
los misioneros de la Cuenca Amazónica.
El Departamento de Misiones del CELAM, al presentar
este nuevo avance de la Iglesia misionera agradece a todos
los que hicieron posible este Encuentro y en particular a la
Iglesia de ¡quitos —comunidades vivas de servicio cristia-
no— cuya presencia fue el testimonio más fiel de la caridad
del Señor que alienta nuestros trabajos.

Alfonso Gortaire Iturralde El quehacer misionero, cuestionado de muchas maneras, re-


Secretario Ejecutivo del cibió en el Concilio Vaticano II una iluminación que es un ver-
Departamento de Misiones dadero reenfoque. Los Obispos misioneros, sobre todo del Con-
del CELAM tinente Africano, pugnaron gracias a Dios, porque el Documento
de Misiones que se discutía en el Concilio, no fuera una mera
repetición de lo que se podía leer en cualquier manual de Mi-
sionología; sino que diera luz y orientación en los complejos
problemas que se le planteaban hoy día a la acción misionera.

Oración del Encuentro El nuevo enfoque señala un camino no hecho, sino por ha-
cer; es punto de partida para una búsqueda que no se hace a
ciegas, sino a la luz de luminosas orientaciones, pero sin eli-
PADRE, minar incertídumbres, dudas y aún errores en la reflexión y
Nos enviaste a tu Hijo para "llevar la Buena descubrimiento de modos concretos de actuar pastoral.
noticia a los pobres, para anunciar a los cauti- Si existe una sola historia de salvación y si hay un eficaz
vos la liberación, para dar la libertad a los opri- querer divino de que todos los hombres se salven, la salvación
midos" (Le. 4.18), mira nuestra inquietud y orien- aparece como algo verdaderamente posible para cualquier hom-
ta nuestra búsqueda. Sabemos que "todo lo bue- bre, en cualquier situación histórica, en cualquier grupo huma-
no, en toda situación cultural. La acción salvífica de Dios Pa-
no que se halla sembrado en el corazón y en dre, que destinó a todo hombre desde el principio para que
la mente de los hombres, en los ritos y en las fuera imagen de su Verbo —presente y actuante en la historia
culturas propias de los pueblos... se sana, se y centro de ella— actúa por el Espíritu en el interior de toda
eleva y se consume para gloria de Dios" (Ad cultura. La cultura se convierte así en un sacramento que es-
Gentes 9). Haz que, al impulso del Espíritu San- conde las "semillas del Verbo", que esconde la acción milena-
ria del Señor.
to, descubramos con alegría y respeto las se-
millas del Verbo ocultas en las tradiciones de Descubrir los valores ético-religiosos junto con los miem-
los pueblos de la Selva, y que anunciemos el bros de un grupo étnico determinado y hacer ver cómo han si-
Evangelio para la liberación del hombre ama- do Palabra Salvífica de Dios, es ya un camino de evangeliza-
zónico. AMEN. ción. Este camino conlleva la encarnación personal del misio-
nero para que conociendo la cultura desde su interioridad, pueda
dialogar aportando la vivencia de su propia fe enmarcada en
una cultura distinta. El Evangelio, —"Buena Nueva"— debe ser
respuesta \a las angustias, preocupaciones y problemas que tie-
ne el hombre en su propio marco cultural; no podría ser buena

8 9
nueva si diera respuesta a los interrogantes del misionero que xia", lanzarse en anatemas contra una afirmación imprecisa juz-
es enviado. gándola sin evacuar su contenido profundo y colocándose en
una eclesiología superada por el Concilio Vaticano II, a cuyo
Una evangelización así, que descubre iluminadoramente al
impulso renovador se solidifica una nueva forma de hacer teo-
hombre cómo se está operando en los acontecimientos de la
logía.
historia de su pueblo y en los valores de su cultura la obra
salvífica de Dios, es una evangelización que anuncia el Reino
de Dios que ya está en el interior del hombre. t SAMUEL RUIZ
Esta evangelización, que puede llamarse unía evangeliza- Obispo de San Cristóbal de las
ción encarnada, dinamiza todos los valores de una cultura, con- Casas (Chiapas - México). Presi-
duciendo al hombre a una integral y auténtica humanización a dente del Departamento de Mi-
una creciente realización personal y comunitaria. siones del CELAM.

Como no existe sino un solo plan salvifico, una sola histo-


ria de salvación, la realización de ello se da en la situación
concreta: o como una oposición que desvía ese plan divino ha-
cia una situación de injusticia y de pecado, o como una mar-
cha ascencional y liberadora del hombre cuyo supremo modelo
es Cristo Dios y hombre.

Cómo es el hombre del Alto Amazonas? Qué signos de


los tiempos se dan en esa zona? Existe alguna relación entre
su modo de pensar del mundo y su religiosidad? Si Dios está
presente en el mundo y en su historia en qué forma podemos
vivir en esa historia el misterio trinitario que es lo que nos
especifica como cristianos? Puede pensarse en la solución de
la problemática de la integración de los grupos selváticos a la
sociedad nacional, sin tener cuenta del problema de toda nues-
tra sociedad con sus estructuras de opresión, de injusticia y de
violencia institucionalizada? Cuál es el enfoque de una acción
pastoral en la amplia región del Alto Amazonas?

A intentar una respuesta a estos y otros varios interrogan-


tes se dirigieron las ponencias del Encuentro Misional de ¡qui-
tos, Perú. Pretender que sus autores en todo y por todo hayan
acertado dando la última palabra sobre tan complejos proble-
mas, sería utópico suponerlo. Ni ellos, ni el Departamento de
Misiones que colaboró en la realización del Encuentro, ni los
participantes a él, tocan las afirmaciones y conclusiones como
adquisiciones definitivas. Indudablemente que hay en todo este
material, grandes aciertos, valiosas intuiciones, como también
imprecisiones, hasta algunas oscuridades.

Asi es toda búsqueda. Pero mal estaría dedicarnos a in-


crepar acremente a quienes van tratando de roturar el camino
de la reflexión teológica sobre el quehacer misionero de una
evangelización encarnada; o, so pretexto de tutelar la "ortodo-

10 11
I.
PUNTOS DE PARTIDA

Mons. GABINO PERAL DE LA TORRE


Obispo de ¡quitos

PRESENTACIÓN

Hermanos:
La Iglesia en Iquitos les recibe con los brazos abiertos,
con la hospitalidad Loretana, con la alegría de los hermanos
que se encuentran tras larga ausencia y con la fundada es-
peranza de poder encontrar en común trabajo, las actitudes
nuevas, los senderos nuevos en la delicada tarea de llevar
el mensaje liberador del Evangelio a los hombres de nues-
tras ciudades, de nuestras selvas y nuestros ríos.
Cuando en los primeros meses del año 1969, el enton-
ces Presidente del Departamento de Misiones del CELAM,
Mons. Gerardo Valencia Cano, me habló de la posibilidad de
este Encuentro, les confieso que sentí temor: temor y miedo
por mis limitaciones.

Con este temor, sentimos también una gran emoción


común, una gran suavidad en los ojos y en el corazón, como
manifestó el Buen Papa Juan al anunciar al mundo su idea
del Concilio Ecuménico. Y un gran fervor en todos Uds. her-
manos en el Episcopado y misioneros de los distintos terri-
torios misionales. Quisiera resaltar el fervor e interés de los
Miembros de la Oficina de Coordinación y de las distintas
Comisiones de este Encuentro que les presento y que ten-
drán oportunidad de conocer a lo largo de estas jornadas.

13
OBJETIVOS Y TEMÁTICA DEL ENCUENTRO por la que se sometan a la nueva investigación, a la luz de
la tradición de la Iglesia Universal, los hechos y las palabras
Las conclusiones del Primer Encuentro Continental de reveladas por Dios consignadas en las Sagradas Letras y ex-
Misiones en la América Latina, celebrado en Melgar (Colom- plicadas por los Padres y el Magisterio de la Iglesia. Así apa-
bia), del 21 a 27 de abril de 1968, sembró inquietudes, abrió recerá más claramente por qué caminos puede llegar la fe a
nuevas sendas, enseñó que en estas jornadas de reflexión y las inteligencias teniendo en cuenta la filosofía y la sabiduría
diálogo fraterno podríamos enriquecernos mutuamente y pla- de los pueblos, y de qué forma pueden compaginarse las
nificar mejor una Pastoral de conjunto que promueva, dirija costumbres manifestadas en la divina revelación. Con ellos se
y coordine toda la actividad misionera. (A. G., 22). descubrirán los caminos para una acomodación más profunda
en todo el ámbito de la vida cristiana. Este modo de proceder
Es evidente que el fin propio de nuestra actividad misio- se excluirá toda especie de sincretismo y de falso particula-
nera deba ser la evangelizaron y plantación de la Iglesia en rismo, se acomodará LA VIDA CRISTIANA a la índole y al ca-
los pueblos y grupos en que todavía no está enraizada, de rácter de cualquier cultura, y se agregarán a la unidad católica
suerte que de la semilla de la Palabra de Dios crezcan las las tradiciones particulares con las cualidades propias de cada
Iglesias autóctonas y particulares en todo el mundo, suficien- raza, ilustradas con la luz del Evangelio. Por fin las Iglesias
temente organizadas, debidamente dotadas de energías pro- particulares jóvenes, adornadas con sus tradiciones, tendrán su
pias y de madurez, convenientemente provistas de propia Je- lugar en la comunión eclesiástica, permaneciendo íntegro el
rarquía unida al pueblo fiel y medios connaturales para el primado de la Cátedra de Pedro, que preside a toda la asam-
pleno desarrollo de la vida cristiana, aportando su coopera- blea en la caridad.
ción al bien de toda la Iglesia. (A. G., 6).
Es por tanto de desear, es más, será muy conveniente, que
La actividad misionera de la Iglesia es única e idéntica las Conferencias Episcopales se unan entre sí dentro de los
en todas partes y en todas las condiciones, no así el modo límites de cada uno de los grandes territorios socio-culturales,
de realizarla, ya que son múltiples las circunstancias de la de suerte que puedan conseguir de común acuerdo este objetivo
misma. (A. G., 6). de la adaptación" (A. G., 22).

Nuestra actividad misionera debe tener una doble fide- Perdónenme Uds. esta larga cita del Decreto vaticano
lidad, decía Mons. Valencia al comenzar el Encuentro Misio- Ad Gentes, pues creo sintetizar los objetivos de nuestras ta-
nal de Melgar: fidelidad al mandato, al mensaje y fidelidad reas comunes en el Encuentro que hemos llamado de Alto
al destinatario, al hombre a quien se dirige; un mensaje, que Amazonas y que se nos presenta como un reto y una espe-
siendo profundamente teológico, sea eminentemente antropo- ranza en la pastoral misionera de toda la América Latina;
lógico, humano.
A) Conocimiento del hombre amazónico en la dimensión
"La semilla, que es la Palabra de Dios, nos dice el De- de sus propios valores, aceptando, sin destruir y atropellar
creto Ad Gentes, al germinar absorbe el jugo de la tierra bue- su cultura.
na, regada con el rocío celestial, lo transforma y se lo asimi-
la para dar al fin fruto abundante. Ciertamente, a semejanza B) Comprobación de nuestros errores pastorales y toma de
del plan de la Encarnación, las Iglesias jóvenes, radicadas en posiciones y Actitudes Audaces, que sean modos nuevos de
Cristo y edificadas sobre el fundamento de los Apóstoles, nuestra acción misionera.
toman en intercambio admirable todas las riquezas de las na- C) Planificación de nuestra Pastoral de Misiones, teniendo
ciones que han sido dadas a Cristo en herencia. Ellas reciben como centro de la misma el Departamento de Misiones del
de las costumbres y tradiciones, de la sabiduría y doctrina, CELAM.
de las artes e instituciones de los pueblos, todo lo que pue-
de servir para expresar la gloria del Creador, para explicar Quisiera añadir unas palabras sobre otra gran necesidad:
la gracia del Salvador y para ordenar debidamente la vida La participación de los laicos en la actividad misionera de la
cristiana. Iglesia. Nuestro tiempo, se ha dicho, es el tiempo de los
laicos. El Evangelio no podrá penetrar profundamente en la
Para conseguir este propósito es necesario que en cada conciencia, en la vida y en el trabajo del pueblo, sin la pre-
gran territorio socio-cultural se promueva la reflexión teológica sencia viva de los laicos. (A. G., 21).

14 15
Los pueblos de América Latina buscan y trabajan incan- Mons. SAMUEL RUIZ GARCÍA
sables por unas condiciones de vida más humanas, por un des- Presidente del Departamento de
arrollo cultural y económico, que libere al hombre de tantas Misiones del CELAM
ataduras que impiden sus legítimas aspiraciones. Y corres-
ponde al laico realizar este trabajo.
Es preciso que el laico sepa que en su calidad de cristiano,
todo servicio por el progreso del hombre es una preparación
para el anuncio de salvación de Cristo, siempre y cuando en sus
1. Felicitación
esfuerzos y luchas vivifique sus servicios y el mismo progreso
con el espíritu del Evangelio. Hermanos en la tarea Misional:
"Todo lo que sea verdaderamente humano debe encontrar El que emprendiendo largos viajes hayan dejado tareas
eco en su corazón: los gozos y las esperanzas, las tristezas que a otros habrían parecido más importantes que venir a re-
y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo flexionar sobre nuestras realidades misioneras y la voluntad
de los más pobres y de cuantos sufren, son a su vez los gozos de Dios manifestada en los acontecimientos, es a todas luces
y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cris- algo no solamente encomiable, sino también algo que merece
to". (G. S. 1). toda clase de enhorabuenas.
Que el Espíritu de Jesús nos ilumine a todos: a los herma- Eso significa una actitud esperanzadora de búsqueda de
nos en el Episcopado y a los fieles colaboradores en el ministe- un camino pastoral; significa un espíritu de sana crítica y
rio de la Palabra, llegados a las hermanas Repúblicas de Ve- una insatisfacción; significa también la conciencia de una
nezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia, al igual que a los llegados responsabilidad que sabe abrir el espíritu a las ricas experien-
de los cercanos territorios de las selvas peruanas; a los ex- cias (de éxito o de fracaso) por las que otros han atravesado,
pertos y estudiosos en las ciencias que tienen relación con la sin rehuir el deber de comunicar a los demás los propios pun-
Pastoral de las Misiones, para que todos podamos descubrir tos de vista.
con alegría y respeto las semillas de verdad ocultas en las
tradiciones y culturas de los pueblos de nuestras selvas, y con La dolorosa llaga de la Iglesia Latinoamericana que es el
ese conocimiento, la fuerza y el coraje para anunciar el Evan- indígena, el amor por el hermano disperso en esta región del
gelio de liberación a "todo el hombre y a todos los hombres". alto Amazonas, nos congrega por una convocación que el Señor
Jesús nos hace.
Bienvenidos, pues, todos, a esta ciudad de ¡quitos, capital
de la Amazonia Peruana! A las autoridades y amigos, que nos
honran con su presencia en esta sesión inaugural, y nos alien- 2. Augurios:
tan y ayudan a comenzar estas tareas, muchas gracias.
a) Por eso estamos aquí. Y así convocados no tenemos
porqué guardar posiciones preconcebidas, ni porqué agazapar-
nos en la apología de nuestras acciones, de nuestras obras, de
nuestras estructuras. Con el corazón abierto a la Palabra que
el Señor quiera comunicarnos estaremos prontos a reconocer
nuestros yerros en la historia, prontos a deplorar los atropellos
a la cultura y al hombre aborigen que fueron cometidos en nom-
bre del "progreso", en nombre inclusive del evangelio.

b) Desde este punto de partida podremos más tranquila-


mente analizar si nosotros, y si la Iglesia por medio nuestro,
ha llorado con los que lloran, gozado con los que gozan, he-
dióse aborigen con el aborigen, para ganarlos a todos para
Cristo.

16 17
2. Antropología
c. Se nos imponen, por ende, varios pasos: planeada, coordinada acción pastoral, o son un cordón umbi-
lical que nos liga económicamente con la Congregación de
1. Medir el grado de nuestra convicción de que debemos Evangelización de los pueblos? Tenemos canales para inter-
conocer, por medios adecuados, al hombre y su cultura, sus comunicación periódica de experiencias, elaboración y reali-
valores, su profunda religiosidad, su problemática, sus incóg- zación de planes, más allá de nuestra demarcación jurídica?
nitas espirituales, no menos que su lengua o sus extrañas Y ecuménicamente en aquellas partes en que nuestros her-
costumBres. Medir el conocimiento que tal vez de ello tene- manos evangélicos están también presentes con el mensaje
mos y revisar, sobre todo, el juicio valorativo que nos mere- de Cristo?
ce y la actitud pastoral que de ahí se engendra. Pensamos
y actuamos con la idea explícita o tácita de que no hay valo-
res verdaderos en sus culturas? Hay tal vez detrás de nues-
3. Presencia del Señor:
tras actitudes un juicio sobre nuestra superioridad? Hemos
sido capaces de establecer un auténtico diálogo con el hom-
bre aborigen a todos los niveles a fin de que seamos así El Señor Jesús nos aguarda en la encrucijada de estos
hombres de Dios puestos al servicio de estos hombres, o interrogantes. El camino de una renovación a fondo en nues-
somos arbitros supremos de su destino, destructores de sus tra acción pastoral a nivel latinoamericano, guarda el último
valores culturales y jueces inapelables de lo que debe quedar hálito de esperanza en los rincones de las selvas. La respues-
o desaparecer? Tomamos en serio sus costumbres para algo ta a los interrogantes del camino de la liberación del indio
más que un artículo "misional" interesante para el público selvático que nos guíe por el sendero de un auténtico des-
europeo? arrollo del hombre, esquivando las consecuencias deshumani-
zantes de una "cultura occidental" que produce marginacio-
2. Descubrir aquella presencia activante del Señor pre- nes, aplastamientos y tensiones.
sente en la religiosidad del hombre aborigen. El ateísmo no Gracias a Dios que existieron errores en el pasado; gra-
es fruto de la selva; es más bien producto de nuestra "pro- cias a Dios que el Concilio Vaticano II no se limitó a repe-
gresista" sociedad. Nuestra disposición de ánimo nos ha de tirnos lo que aprendimos en nuestros manuales de Teología;
llevar a mirar ese camino secreto que Dios se ha ido abrien- gracias a Dios que existen aún estos grupos de hermanos
do en el surco de la religiosidad indígena. Se requiere toda nuestros como un llamado a recorrer un camino pastoral de
nuestra aptitud para valorar esa especie de "camino vete- gran trascendencia histórica; gracias a Dios que nos hemos
rotestamentario" —que ya es salvífico— y analizar con los congregado ante este reto y ante esta esperanza para el Con-
ojos del aborigen —no con los nuestros— lo que de espiri- tinente.
tual existe en el fondo de la poligamia, de sus danzas, de
sus ritos mortuorios. Todo eso es el punto de partida hacia Estamos aquí, porque no queremos rehuir nuestra respon-
el Nuevo Testamento liberador. De otra suerte llegaríamos sabilidad histórica.
a suponer la absurda idea de un Dios incapaz de hacer llegar
su voz al hombre por múltiples cauces; tendríamos que
borrar de la historia del Reino de los cielos, las figuras de
los Patriarcas por no haber vivido la perfección evangélica
que nos describen Pablo y Juan.

3. Revisar nuestras acciones y realizaciones; someter a


crítica nuestras propias estructuras y estrategias misioneras.
Ante una población pensar en una acción pastoral tipo urba-
na? Exportamos una cultura occidental, o nos preocupa de
verdad el surgir de una Iglesia que no sea extranjera al indio?
Nuestros internados representan la voluntad de Dios, son una
verdadera estrategia misionera; o son imperativos categóri-
cos de nuestra congregación religiosa o tal vez medios para
obtener determinadas ventajas económicas? La proliferación
de vicariatos Apostólicos y Prelaturas, corresponden a una

18 19
II.
ANÁLISIS HISTÓRICO

Beatriz Toro Isaza


USEMI

ANÁLISIS DE LA HISTORIA DE LAS MISIONES EN


LA HOYA AMAZÓNICA

El enfoque de esta ponencia de/a a un lado los datos


cronológicamente registrados en informes, archivos, documen-
tos y libros, para dar una visión analítica de la actividad mi-
sionera de la Iglesia en la región del Amazonas, a partir de la
llegada de los primeros misioneros hasta el presente.
Dos grandes épocas han sido consideradas: la de la Co-
lonia y la de la República; comprendiendo en un análisis glo-
bal tres de los países de la Hoya Amazónica: Perú - Ecuador
y Colombia: detallando un poco más la acción misionera en
Colombia, por haber tenido la facilidad de manejar allí mayor
número de datos bibliográficos.
Dentro de la época de la República se consideran espe-
cialmente la época conciliar y Melgar, porque marcan un im-
portantísimo cambio de actitud en la labor misionera.

El análisis que haremos radicará principalmente sobre dos


realidades totalmente diferentes que llegaron a encontrarse
en un tiempo y en un área geográfica determinadas. A esas
realidades las llamaremos estructura Social Ibérica y Estruc-
tura Social Indígena.
Toda la problemática que hasta el día de hoy ha acompa-
ñado la labor evangelizadora, radica esencialmente en la di-
ferencia de estructuras. Por tanto, este somero análisis nos
llevará, no a juzgar a los misioneros, sino a entenderlos en

21
toda su dimensión histórica y social. Nos toca hoy en día Exceptuamos a los jesuítas, cuyas misiones no se basaron
avanzar en el proceso de evangelización, integrando el pasado en las estructuras feudales, sino en la organización social de
a las nuevas circunstancias que vivimos. Las experiencias de los indígenas. Ellos organizaron Reducciones donde la econo-
quienes nos han precedido han de servirnos para el nuevo mía giraba en base a la explotación colectiva de la tierra,
planteamiento que le daremos a nuestra labor misionera. para obtener beneficios comunes, en lo que se llamaba Cam-
pos de Dios, e individualmente con beneficios individuales,
La estructura del mundo peninsular por la época de la en lo que se denominaba Campo del Hombre. 2 . De todos
Conquista y la Colonia, era la del hombre medioeval europeo es conocido que las misiones más florecientes fueron las
más ciertos elementos del mundo Islámico. Uno de esos de los Guaraníes en el Paraguay.
elementos era la tendencia a unificar los fines del estado y
los de la Iglesia. Esto ya se daba también en la época constan- La estructura social indígena en general y particular-
tiniana y en la de los Estados Pontificios x. mente la del selvático, estaba caracterizada por una visión
del mundo que lo llevaba a representar la vida en mitos, los
Claro que ya en el Siglo XVI surgía en Europa un capitalis- que regulaban la conducta cotidiana, y, cualquier cambio cul-
mo incipiente, tipo mercantilista, que con el correr de los años tural, generalmente ha requerido la creación de un nuevo
fue tomando fuerza, siendo definitivamente su influencia en mito. Su organización social giraba y aún gira alrededor de
toda la América Latina a través de Inglaterra primero, y ac- una maloca que agrupa varias familias nucleares emparentadas
tualmente de Norteamérica. por lazos de consanguinidad y afinidad, cuya economía y
religión están regidas por los lazos de parentesco, los que
La Iglesia Misionera no ha sido ajena a estos cambios a su vez están relacionados con una concepción mítica.
porque como institución ha estado enmarcada en la estruc-
tura social de la época que le ha tocado vivir. Por lo tanto
Entrando a comparar estas dos estructuras encontramos
encontraremos como factor determinante en la actitud del
que la Ibérica ha tenido una religión Cristiana fundamen-
misionero, desde la Conquista hasta nuestros días, los tipos
tada en una filosofía Griega y en unos ritos y organización
de sistemas económicos predominantes en el Continente Eu-
eclesiástica latinos. Y una organización social con una econo-
ropeo y más tarde en el americano.
mía que se basó en un sistema feudal y actualmente en uno
Pero en realidad, la organización social feudal que para capitalista.
la época del Siglo XVI estaba siendo desplazada por la ca-
pitalista, fue trasladada al Nuevo Mundo por colonizadores Por su parte los indígenas han tenido una religión ligada
y misioneros. Estructura feudal que persiste hoy en día en la a una misión mítica del mundo, unos ritos o simbolismos
mayor parte de las Misiones de la hoya Amazónica. Este que corresponden a esa concepción, y una economía que se
feudalismo no lo encontramos puro sino con mezclas de deriva de una organización familiar; economía de subsisten-
capitalismo, el que a su vez ha surgido en nuestros países cia que en nada se asemeja a la de los sistemas feudales o
con características diferentes al europeo, dadas las condicio- capitalistas. Esto, tomándoles sin tener en cuenta los contac-
nes culturales de nuestros pueblos latinoamericanos. tos que han tenido con la civilización a través de los diferen-
tes agentes de cambio. Los grupos aculturados o ya civiliza-
En la actualidad la organización de las misiones con- dos configuran otro tipo estructural donde subyacen los ele-
siste generalmente en un núcleo formado por las construccio- mentos anteriores y aparecen yuxtapuestos los introducidos
nes de la Misión, donde se tienen los servicios de Iglesia, por el colono o por el misionero, con las variables específi-
Escuela o Internado. Puesto de Salud, talleres, etc. Todo esto cas de cada país de acuerdo a su propia historia de desarrollo
con las instalaciones de luz y agua. Rodeando el núcleo, social, político y económico.
las tierras y los cultivos de la Misión. Aparte, en algunos
lugares separados por el río, se encuentran los indígenas que Anotamos, sin embargo, que es común rezago feudal
giran económica, religiosa y culturalmente alrededor de ella. en los centros de misión, como ya lo hemos dicho, y en

2 Liévano Aguirre, Indalecio. Los grandes conflictos sociales de nuestra his-


1 Dussel, Enrique. Hipótesis para una historia de la Iglesia en América Latina. toria. 3; ed. Tercer Mundo. Bogotá, 1968 pág. 319.
Estela-Iepal 1; ed. 1967 pág. 38
23
22
algunos poblados indígenas sobre todo del Perú y Colombia, ceptualizan y formulan el mensaje evangélico siguiendo en ge-
donde la vida económica sigue girando alrededor de un pa- neral esquemas mentales y filosóficos grecolatinos" 4 .
trón, quien suministra a los indígenas todos aquellos produc-
tos de la civilización introducidos por los colonos y misio-
neros, cuyos productos, después del contacto con ambos, ETAPAS EN LA HISTORIA DE LAS MISIONES
empezó a necesitar. El tipo de relaciones entre el civilizado EN EL AMAZONAS
y el indígena, si bien configuran una organización social feu-
dal (indígena-patrón), está ligada totalmente a una economía
1? Etapa: Conquista y evangelización
capitalista que permite que haya explotadores y explotados 3 .
Fue la época de la lucha del Misionero contra una na-
No perdiendo de vista lo anterior y teniendo en cuenta turaleza hostil, donde la cruz iba de brazo con la espada.
que los misioneros forman parte de la estructura social, polí-
tica y económica de su época y de su país, podemos entrar "El misionero en esta época todavía de la Conquista, sus-
a analizar la labor por ellos realizada en el Amazonas. Esta tituye al conquistador, tratando por medios espirituales de
labor ha sido desde la Conquista hasta nuestros días, civi- lograr la reducción de los indios, que no habían podido con-
lizadora y evangelizadora, entendiendo ésta como la ense- seguir las expediciones militares. Pero ante las dificultades
ñanza de la Doctrina Cristiana. La acción civilizadora ha y peligros mantiene una escolta militar para agrupar a los in-
consistido en: reducir a pueblos a los indígenas llamados dios Andaquí, Tama y Huaque" 5 .
"salvajes", abrir vías de comunicación, construir Iglesias, es-
cuelas, etc., hacer modificaciones en el vestido, vivienda y "Ese error y temeridad por falta de experiencia (si no
cultivos de los indígenas, organizarlos en instituciones mar- es por milagro que Dios obre) el tratar de predicar y enta-
cadamente occidentales y hacer colonizaciones introduciendo blar cosa de importancia en estas gentes, sin escolta y brazo
blancos con el fin de ayudar a civilizar rápidamente a los de españoles, porque la misma brutalidad y costumbres fuera
Indígenas. de razón de estos indios, en que se crían, está clamando por
justicia que los gobierne, corrija y reprima"...
La evangelización desde un principio consistió en la . . . "Qué podrá conseguir un sacerdote solo, de tal ge-
enseñanza de las principales verdades de nuestra religión, nio de gente sino mucho trabajo de lidiar con fieras, si no
recopiladas en lo que se ha llamado el Catecismo de la Doc- se vale de los medios convenientes para domarles que es la
trina Cristiana; y en la administración de los sacramentos. vara y la fuerza de la justicia?" 6 .
La obra civilizadora del Misionero en la época de la Co-
lonia obedeció a los intereses de la Corona que fueron los 2? Etapa: Estabilización de la Iglesia en un mejor
de aumentar el número de vasallos; y en los de la Repúbli- grado de civilización
ca, a los intereses de los Gobiernos que han sido los de in-
corporar a los indígenas a la vida nacional. Es la época actual. Los puestos misionales se multiplican
por toda la cuenca amazónica. Las comunidades religiosas
Ya habíamos visto cómo los intereses de la Iglesia y los misioneras se han establecido en estos territorios y, aunque
fines del Estado no se diferenciaban. Por eso evangelización con dificultades que no pueden compararse con las de hace
y civilización han marchado unidos. A esto hay que añadir cincuenta o más años, la organización llevada a cabo permi-
la identificación total de la Iglesia con la civilización occi- te esa estabilización. Se han creado los Vicariatos y Prefec-
dental. Aún en la actualidad "muchos misioneros sufren la turas con sus divisiones en cuasi-parroquias. Las funciones
angustia de ver que la Iglesia se presenta a veces excesiva-
mente cargada con el peso de la herencia socio-cultural de
occidente, tanto en la expresión de sus dogmas como en su
4 CELAM. La Pastoral en las misiones de América Latina. Melgar 1968 págs.
disciplina e instituciones. La catequesis y la predicación con- 13 y 14.
5 En temas Misionales. Arauca Casanare, Siera Nevada, Caquetá. ETHNIA
1965, 1968 pág. 411.
6 Figueroa, Francisco de. Relación de las Misiones de la Compañía de Jesús
3 Datos suministrados por el P. José Barletti en Iquitos. en el país de los Maynas. Madrid 904 pág. 181.

24 25
de los misioneros se ven limitadas a la atención de ellas, a con la suerte del indígena. La promoción humana empieza a
la administración de sacramentos y a la educación en escue- ser entendida como evangelización.
las e internados. Gobierno e Iglesia van de la mano, al menos
en Colombia. "Mientras el Mensaje no se encarne en las culturas, nues-
tro apostolado no tendrá otro efecto que el de una superficial
"Ley 89 de 1890. "El Gobierno de acuerdo con la autori- capa de barniz 9 .
dad eclesiástica determinará la manera como esas incipien-
tes sociedades (de indígenas) deben ser gobernadas". "Nuestro papel como el de Cristo, es encarnarnos en una
comunidad, participando de su vida, sus valores, su sistema
"Ley 72 de 1892. Art. 2?. El Gobierno reglamentará de de pensamiento y marchar con la misma comunidad hacia un
acuerdo con las autoridades Eclesiásticas todo lo conducen- desarrollo autóctono" 10 .
te a la buena marcha de las misiones, para poder delegar a
los misioneros facultades extraordinarias". "Nosotros nos hemos dado cuenta de que la realidad de
la comunidad nos exige planteamientos radicales a nuestra
"Este criterio fundamentado en las leyes transcritas, se fe cristiana, que nos pide situarnos dinámicamente en una lí-
tuvo en cuenta desde que se establecieron las Misiones ca- nea de evangelización que implique participar activamente en
tólicas en el país. Y es lógico que fuera así, puesto que se la humanización de la gente en la lucha por la justicia: El
trataba y se trata de incorporar a los indígenas a la vida na- Evangelio es la buena nueva de la liberación de todos los
cional" 7 . hombres en Cristo. Porque creemos en Cristo y en su Evan-
Por el Convenio de Misiones, celebrado entre el Gobier- gelio debemos, en consecuencia, organizar la vida social, eco-
no Colombiano y la Santa Sede del 29 de enero de 1953, los nómica y política coherentemente con la conciencia que te-
Prelados son los directores Nacionales e Inspectores gene- nemos de la dignidad fundamental del pobre, del pequeño, del
rales de ¡a Educación Nacional. débil" « .

Estas etapas no las encontramos puras sino mezcladas.


3? Etapa: Adaptación de la Iglesia a las culturas in- Por eso en cualquiera de ellas podemos detectar la presencia
dígenas y expresión del lenguaje cristiano de modo de las que la preceden. Cada una de ellas ha sido realizada
apropiado a cada una de ellas con métodos y actitudes acordes con la mentalidad de la épo-
En esta etapa los misioneros se han visto en la necesi- ca que le ha tocado vivir al misionero.
dad de revisar sus métodos para renovarlos y adquirir una Las dos primeras etapas que abarcan desde la Colonia
formación adecuada para su labor. Surge la preocupación por hasta el Concilio Vaticano II, se llevaron a cabo dentro de
conocer los valores culturales de cada grupo para "tratar de una actitud de imposición de una civilización y de una fe
descubrir la forma como Cristo está realizando ya el plan de identificada con ella 1 2 . Esta imposición puede entenderse
salvación que engloba a todos los hombres" 8 . La adminis- como presión física y moral o simplemente como un rechazo
tración de los sacramentos vuelve a ser condicionada a una a todo lo que ellos consideraban anticristiano y/o salvaje,
catequesis previa. Hay adaptaciones en algunas celebracio- para adoctrinar a los indígenas en la fe cristiana poniendo
nes litúrgicas y modificaciones en el plan pastoral. La acción por delante la labor civilizadora. Esta actitud impositiva obe-
civilizadora se convierte en promoción humana, tenida esta dece, en la época de la Colonia, a que la acción colonizadora
como un elemento pre-evangelizador.

4? Etapa: Evangelización basada en la encarnación


9 Vaupés al día N? 13 Junio de 1970 pág. 5.
Los misioneros se comienzan a dar cuenta de que la adap- 10 Vaupés al día N« 19 1971 pág. 10.
11 Vaupés al día N? 19 1971 pág. 14.
tación de mensaje no es suficiente. Se necesita encarnarlo 12 Dussel Enrique, Op. Cit. pág. 47.
y encarnarse. Surge ahora la necesidad de comprometerse Se debe tener en cuenta que en la época de la Colonia había en la Iglesia una
mentalidad generalizada y que ha perdurado hasta hace pocos años de infun-
dir a los fieles el temor al infierno más que el amor a Dios. Los cuadros re-
presentativos del infierno que aún se conservan en las Iglesias coloniales y
7 En Temas Misionales. Amazonas, Chocó, Putumayo, ETHNIA 1965-1968 pág. 518. los escritos del P. Pedro de Mercado S.J. son clara manifestación de esa
8 CELAM Op. cit. p . 17. mentalidad.

26 27
de España y Portugal fue colono-evangelizadora, gracias a que y tradiciones. Ese "yo ya creo, pero verás cómo no viene",
por primera vez en la historia el Papado —o la Iglesia— otor- es la expresión más concreta de una fe que se manifiesta
ga a una nación el doble derecho de colonizar y misionar 13 . totalmente separada, desarticulada, de una convicción interna.
Reformadas dentro de la rigidez dogmática de la Iglesia, de- Un indígena no sabe por qué no cree. La razón de ello está
bido a la influencia del Concilio de Trento y a la contrarre- ligada a su inconsciente estructural. Luego conscientemente
forma que llegó a su culmen en la Inquisición. En la época hace un acto de fe. El sabe que tiene que creer porque d e ,
de la República, porque la independencia de España no llegó lo contrario, cuando muera, lo enterrarán en el potrero; pero
a cambiar las estructuras europeas importadas a América La- su lógica de pensamientto lo lleva a contradecirse en la con-
tina y porque la mayoría de los misioneros siguen siendo fesión de él.
europeos.

En cierta ocasión el Padre Fidel de Montear, Prefecto CONSECUENCIAS DE UNA ACTITUD IMPOSITIVA
Apostólico del Caquetá y Putumayo en 1905 estaba explican-
do el juicio final a unos indígenas: "Jesucristo ha de volver El indígena reaccionó de dos maneras diferentes. Una de
a resucitar a los vivos y a los muertos". Y quiso tantear el ellas fue rechazando totalmente al misionero, matándolo o
efecto de su explicación y preguntó a cualquiera: huyendo de él.
— Tú crees que Jesucristo volverá a la tierra?
"A fines de 1792 se lamentaba Fray Juan Antonio Rosa-
— No taita Pagre, no creo.
rio y Gutiérrez: los misioneros, los intereses del Rey, perdi-
— Por qué no crees?
dos, las misiones destruidas, nueve pueblos desaparecidos,
— No sé taita Pagre.
y centenares de almas vueltas a la idolatría o corrompidos
— Pues mira, tienes que creer que Jesucristo, El mismo en sus mismos vicios, me hacen suspirar" 15 .
lo dijo y el que no cree en esta verdad es un hereje. Crees
ahora? Los Capuchinos del Caquetá y Putumayo, hablan de la
— No taita Pagre. desaparición de los pueblos indígenas fundados por ellos, y
los jesuítas en las misiones con los Maynas veían desapare-
Y al buen Padre se le iba subiendo la mosca a la nariz.
cer sus poblados de la noche a la mañana.
— Mira, te vuelvo a decir que si no crees esto, no eres
buen cristiano, eres hereje y entonces no podrás entrar a la Otra manera de reaccionar el indígena fue sometiéndose
Iglesia y cuando te mueras tendremos que enterrarte en el al misionero, civilizándose y haciéndose cristiano. Hoy nos
potrero. encontramos con que estos indígenas expresan su fe a la
— Bueno taita Pagre, yo ya creo, pero verás cómo no manera occidental, pero en el fondo de su cultura subyacen
viene" 14. formas primitivas que desconciertan al misionero, dándose un
sincretismo religioso y una yuxtaposición de culturas.
Este ejemplo resume el choque de dos mentalidades di-
ferentes, donde el Evangelio no puede darse sino en base a la La estructura europea introducida por el misionero se
imposición, que solo logra una aceptación aparente y superfi- Impuso a la del indígena sin llegar a integrarse a ella, que-
cial. El Padre Montclear no podía en esa época enseñar de dando como una superestructura ya que la del indígena no
otra manera las verdades de la fe. Estas se aceptaban y se desapareció y sigue operando todavía.
era cristiano o se rechazaban y se seguía siendo pagano o
hereje. La mejor forma de imponer una verdad religiosa era El Padre Francisco de Igualada, hablando de la fe cristia-
la de infundir temor. Cuántos indígenas no verían al misione- na de los indígenas encomendados a los capuchinos nos dice:
ro revestido de un poder sobrenatural cuya presencia entre
ellos era incomprensible. Ante este poder era lógica la sumi- "Por lo general, aunque abundante en agüeros y supers-
sión, pero interiormente seguían aferrados a sus costumbres ticiones, como la gente humilde de todo el mundo; aunque con
aquellas reminiscencias de creencias antiguas, que han de

13 Dussel, Enrique Op. cit. pág. 40. 15 En Temas Misionales. Arauca, Casanare, Sierra Nevada, Caquetá. ETHNIA
14 Igualada, Francisco de. Indios Amazónicos, Colección Misiones Capuchinas 1965-1968 pág. 411.
VI 1? parte. Barcelona 1948 pág. 147.

28 29
ir desapareciendo con el tiempo, la fe de los indígenas cris- se vive en el resto del mundo católico". Hay indígenas fer-
tianos de la Amazonia Colombiana es firme y convencida... vorosos. Tienen sus santos de devoción, lo mismo que las
y como la intensidad de la fe se deduce ordinariamente de imágenes ante las cuales se arrodillan con especial reveren-
la práctica de la religión, podemos decir que, una vez, los cia. Son muy devotos de las procesiones; cada fiesta tiene
indígenas han llegado a instruirse en la nuestra, la siguen su procesión 17.
practicando con la misma normalidad con que se practica en
el mundo cristiano, aunque más o menos con las mismas de- En este ejemplo y el anterior hay otro hecho muy im-
bilidades y las mismas fallas. Se confiesan bien. Han llegado portante; la identificación de la fe con las prácticas de la re-
a la madurez cristiana no solo muchos individuos sino muchos ligión, entendidas hasta hace poco como la recepción de los
pueblos" 16. sacramentos y las prácticas devocionales. Todo el andamiaje
religioso, puramente externo, ajeno al diario vivir, ha sido
Esta descripción que nos hace el Padre Igualada, de la hasta hace poco el índice del fervor cristiano. Quien hiciera
fe de los indígenas del Amazonas, nos clarifica lo que ante- un alto en su vida y asistiera a la misa dominical, recibiera
riormente anotamos. Claro que el Padre Igualada no llegó a los sacramentos, asistiera a jubileos, congresos y procesio-
darse cuenta de que, aquello que él llama "agüeros, supers- nes, tuviera sus santos de devoción y cumpliera con el pre-
ticiones y reminiscencias de creencias antiguas", no son otra cepto pascual, era un buen católico. Muy difícil que la fe
cosa que las manifestaciones estructurales de la mentalidad pudiera practicarse de otra manera, porque lo material iba
del indígena. El hecho de que las compara con las de la gente por un lado y lo espiritual por otro, dándose un divorcio entre
humilde de todo el mundo, indica que la religión en otras la religión y la vida.
partes, tampoco ha logrado penetrar sus estructuras para ma-
nifestarse a ese nivel. La concepción dualista: espíritu y materia, que ha per-
durado en la religión cristiana, ha influido marcadamente en
Y continúa el Padre Igualada hablando de las prácticas la acción misionera. Por eso la fe que corresponde a lo so-
religiosas de los indígenas: Asistencia a la misa dominical. brenatural, no puede manifestarse sino en acciones sobrena-
Hasta los infieles asisten a la misa, al catecismo y a la con- turales como los sacramentos. Esto explica la importancia que
versación familiar espontánea que se entabla a la salida del se le ha dado a la administración de ellos a lo largo de nues-
templo. Van muy limpios y bien vestidos "demostrando en su tra historia misional.
presentación haber comprendido el sentido del homenaje a
Dios y el descanso que tiene el domingo cristiano". Se casan Los jesuítas tuvieron sus problemas en cuanto a la con-
por la Iglesia, reciben oportunamente el sacramento de la fesión: "Estando este con el mal, llegué a confesarlo, y exa-
Confirmación. Reciben sepultura eclesiástica. Solamente en minándolo, daba números exorbitantes a los pecados. Pregun-
caso de sanción se les niega y cuando es grave el caso, se tábale: Has muerto a alguno? Respondía: Sí, padre, doscien-
le niega a su familia. tos, trescientos; y a este tono en los demás pecados. Viendo
números tan increíbles y que en todos los pecados conce-
En las fiestas religiosas hay borrachera, lo que lamenta día a este modo le dije: no mientas sino di solo los peca-
el misionero, pero "a pesar de los defectos hay en todas
dos que has cometido. Respondiéndome: no, Padre, para salir
ellas un fondo verdaderamente notable de fe y de piedad
bien de la enfermedad es menester confesarnos bien; pare-
cristiana; lo demás son debilidades humanas".
ciéndole que estaba el negocio de la buena confesión en
"Los indígenas cristianos asisten a las fiestas religiosas decir muchos pecados, y no había que sacarle de eso" 1 8 .
con interés, siguen el calendario litúrgico del catolicismo y
"Con los bozales había grande trabajo porque aunque en
comprenden el significado y el espíritu de las solemnidades,
los catecismos habían oído decir de la confesión, no lo ha-
participando en ellas, lo mismo que el resto de católicos del
bían percibido, ni en la práctica sabían lo que eran los pe-
mundo". cados que habían de confesar. Muchos entendían y era lo or-
Cumplen con festividades extraordinarias como jubileos, con- dinario, que los pecados de que se habían de confesar eran
gresos, etc., "puede decirse que viven la vida cristiana, como

17 Igualada, Francisco de, Op. cit. pág. 259.


16 Igualada, Francisco de. Op. cit. págs. 245-246. 18 Figueroa, Francisco de, Op. cit. pág. 26.
30 31
el no acudir a las chacras y sementeras, y otras cosas del
servicio de sus encomenderos, quizá porque no les reñían por cada uno de ellos y, al mismo tiempo, se fomenta un vivo
intercambio entre Iglesia y las culturas". Claro que aquí el
otras cosas. Decíales que no eran esas las culpas porque
sentido de integración está ligado al de intercambio, cuya
Dios les había de castigar, sino los hurtos, matanzas, aman-
aceptación depende del grado de adaptación.
cebamientos, etc. 1 9 .
Ambos casos manifiestan lo incomprensible de la confe- A lo largo de todo el Documento de Melgar, encontramos
sión para el indígena. En el primero el indio piensa que hacerla términos como: encarnación, adaptación, integración, insertar
bien es decir que cometió muchas veces los pecados que el y asumir. Sin embargo, parece que los usa indistintamente dán-
Padre le pregunta. El no tiene ni malicia de lo que es pecado doles el sentido de adaptación, porque cuando dice: Hay que
para el misionero, porque su moral obedece a una cultura y encarnar la Palabra20, la Liturgia 21 , y la Moral 2 2 , o se re-
a una religión diferentes. Por eso ante el apuro de la confe- fiere a un esfuerzo de encarnación por parte del misionero 23 ,
sión el indígena cree estar dándole gusto al Padre, haciéndola a su vez nos dice de la inserción de la comunidad eclesial 2 *
muy bien hecha. y del Evangelio, o sea de la Palabra 25 . Luego nos habla de
la adaptación de la Iglesia como comunidad eclesial, de la
El caso de los bozales es igual en el fondo aunque dis- adaptación de las estructuras pastorales y la adaptación de
tinto en la forma. No se trata aquí de decir un gran número la Liturgia 26 . Sin embargo Melgar ha sido definitivo para la ac-
de pecados sino de reflexionar en su conciencia, qué es lo titud del misionero en la cuarta etapa, o sea la de la encar-
que puede ser pecado para el misionero. Y con una lógica nación como un proceso en el cual el misionero se despoja
digna de encomio, asocia misionero con encomendero y, si de su presencia de Cristo quien ya se encuentra en las cul-
para este es malo que no le trabaje en su chacra y semen- turas.
teras, puesto que los castiga por ello, eso tendrá que ser pe-
cado para el misionero quien les enseña la confesión de los
pecados para que se les perdonen y queden libres del castigo
CONSECUENCIAS DE UNA ACTITUD DE RESPETO
del infierno. Hoy estos casos podemos señalarlos como fe-
nómenos infraestructurales, o sea la no operancia de elemen-
tos particulares religiosos, introducidos en la cultura indí- El indígena acepta la presencia del misionero y empieza
gena. una mutua adaptación, que si bien desemboca en una inte-
gración esta no logra ser recíproca sino unilateral porque en
La tercera etapa corresponde a la época postconciliar, la práctica la Iglesia sigue ligada a una cultura y a una civili-
Tanto los documentos del Vaticano II como el de Melgar, mar- zación: la occidental. Las dificultades que todos nosotros
can un cambio definitivo en la labor misionera. La evangeli- hemos encontrado al querer adaptar o integrar el mensaje
zación debe hacerse en base al respeto a las culturas indí- cristiano y hacer surgir el clero nativo, tropieza siempre con
genas, adaptando o acomodando "la vida cristiana a la índole la dificultad de separar la fe y la Iglesia de la cultura occi-
y al carácter de cada cultura" (Ad Gentes). "Esta adaptación dental. Cuando en el Vaupés se quiera integrar la Liturgia del
de la predicación debe mantenerse como ley de toda evange- rito eucarístico, no podrán incorporarla al simbolismo de la
lización (Gaudium et Spes). comunidad indígena entre los Cúbeos, mientras la Iglesia siga
siendo greco-latina. En estos indígenas es costumbre compar-
Melgar, basado en el Concilio, continúa la línea de adap- tir diariamente la comida entre todos los habitantes del po-
tación, pero nos introduce la palabra "integración", aunque
en Ad Gentes ya está implícita cuando se habla de que "se
acomodará la vida cristiana a la índole y al carácter de cada
cultura y se incorporarán a la unidad católica las tradiciones 20 CELAM Op. cit. pág. 32.
particulares con las cualidades propias de cada nación" y en 21 CELAM Op. cit. pág. 33.
Gaudium et Spes "porque así en todos los pueblos se hace 22 CELAM Op. cit. pág. 34.
posible expresar el mensaje cristiano de modo apropiado a 23 CELAM Op. cit. pág. 44.
24 CELAM Op. cit. pág. 22.
25 CELAM Op. cit. pág. 21.
19 Figuei-oa, Francisco de, Op. cit. pág. 27. 26 CELAM Op. cit. pág. 36.

32 33
3. Antropología
blado. Para ellos este comer comunitariamente es una mani- reconozcan conscientemente, empezarán a ser CRISTIANOS
festación simbólica de su vida comunitaria, pudiéramos decir con todo el contenido que esta palabra encierra, porque:
de su eucaristía. Pero el sacerdote está impedido para asu-
mir este rito en la celebración eucarística de la Misa. Se tiene El cristiano conoce el Plan de Salvación.
que contentar con introducir pequeñas reformas en lo que El cristiano vive a Cristo en ©I proceso de humanización.
se considera occidental en la misa, conservando un simbo-
El cristiano tiene una fe que no es estática sino dinámi-
lismo que carece de significado para el indígena. "Si la Litur-
ca; continuamente critica la realidad y la transforma, porque
gia debe ser expresión de vida de toda la Iglesia, su forma
es consciente de su responsabilidad en el proceso de salva-
debe brotar también de la misma vitalidad de la comunidad 27 .
ción que se da a través de la Encarnación, Revelación y Re-
La dificultad para hacer surgir el clero nativo radica tam- surrección.
bién en esa identificación de la Iglesia y la cultura occiden-
tal. El indígena que quiere ser sacerdote no puede lograr su
deseo sin hacer estudios de Filosofía, Teología, etc. en su
seminario. Y debe ser célibe. Todo esto es totalmente ajeno
a su cultura. O se desintegra de ella y se occidentaliza o no
puede ser sacerdote.

La cuarta etapa es el producto de una angustia del mi-


sionero, que nace de una conciencia cada vez mayor de lo
que implica su misión. Su mentalidad ha cambiado gracias
a una constante reflexión sobre la realidad. Ya no le queda
otra alternativa que seguir el camino de Cristo: el de la En-
carnación. Únicamente en él se podrá dar el encuentro con
el otro y con los otros. Si no hay encuentro no hay posibili-
dades de comunicación; sin comunicación no puede haber Re-
velación y, sin esta no puede haber Evangelización.

CONSECUENCIAS DE UNA ACTITUD


DE ENCARNACIÓN

El indígena se encuentra consigo mismo. Su cultura se


torna para él la mejor manera de expresar su fe en un
Cristo que se manifiesta a través de toda la realidad social
de su comunidad. El dinamismo de su propio desarrollo empie-
za a cobrar sentido "liberador", "salvador". La autoconcien-
cia que tenga de él lo llevará a transformarse y a transfor-
mar su sociedad. Se hará la síntesis entre las dos estructu-
ras: la Ibérica y europea y la del indígena para formar una
auténtica estructura latinoamericana.

En el encuentro entre el misionero y el indígena se hará


manifiesto Cristo, se les revelará. En la medida en que lo

27 Vaupés al día N? VIII. 1969. pág. 3.

34
tf
20 Monconill Excmo. y Rvmo. Fray Gaspar M. Capuchino, obispo
BIBLIOGRAFÍA titular de Cadossin y Vicario Apostólico del Caquetá. Informe anual a
la honorable junta arquidiocesana nacional de misiones. Labores de
la misión del Caquetá 1930 y 1931. Bogotá, Imprenta Nacional 1932.
21 Misiones Católicas del Putumayo. Documentos oficiales relativos
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3 Chantre y Herrero, José. Historia de las Misiones de la Compa- 23 Misiones Agustinas. Álbum recordatorio del cincuentenario de la
ñía de Jesús en el Marañón español. 1637 - 1767. Madrid. llegada de los Padres Agustinos a Loreto. 1901-1951.
4 CELAM, La Pastoral en las Misiones de América Latina. Melgar 24 Mercado, Pedro de S.J. Historia de la Provincia del Nuevo Reino
1968. de Quito de la Compañía de Jesús. Tomo III Bogotá. MOMLVII.
3 Dussel Enrique. Hipótesis para una historia de la Iglesia en 25 Relaciones interesantes y datos históricos sobre las Misiones Ca-
América Latina. Estela-Iepal 1* ed. 1967. tólicas del Caquetá y Putumayo desde los años de 1632 hasta el
6 Fernández J.N. S.J. y Granados Rafael S.J. Obra evangelizadora presente. Bogotá Imprenta Nacional 1924.
de la Iglesia en Colombia. Bogotá, 1935. 26 Temas Misionales. Arauca, Casanare, Sierra Nevada, Caquetá. Eth-
7 Figueroa, Francisco de. Relación de las Misiones de la Compañía nia 1965-1968.
de Jesús en el país de los Maynas. Madrid 1904. 27 Temas Misionales. Amazonas, Chocó, Putumayo. Ethnia 1965-1968.
8 González Suárez, Federico. Historia General de la República del 28 Várese, Stefano. Las minorías étnicas de la montaña peruana. Es-
Ecuador. Tomo VI. Quito Imprenta del Clero. 1901. quema para una Antropología de urgencia. Instituto de Literatura,
9 Igualada, Francisco de. Indios Amazónicos. Colección "Misiones Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Universidad de San Mar-
Capuchinas" VI, 1* parte. Barcelona, 1948. cos no. 32. Separata de la Revista Letras nos. 80-81.
10 Informes sobre las misiones del Putumayo. Bogotá, Imprenta Na- 29 Várese, Stefano. La sal de los cerros. Notas etnográficas e his-
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Peruana de Ciencias y Tecnología, 1968.
11 Informes que rinde el Vicario Apostólico de la Guajira y el Pre-
fecto Apostólico del Caquetá y Putumayo, el ilustrísimo y Rvmo. 3U Vargas Ugarte, Rubén. Historia General del Perú. Tomo V.
Sr. Arzobispo Primado, Presidente de la Junta Arquidiocesana de 31 Vilanova, Pacífico de. Capuchinos catalanes en el sur de Colombia.
Misiones en Colombia, sobre los trabajos realizados por los misio- Colección "Misiones Capuchinas". Barcelona, 1947. Tomo II.
neros en los respectivos territorios de su jurisdicción. 1917-1918.
Bogotá, Imprenta Nacional.
12 Informes de las misiones católicas de Colombia relativos a los
años de 1925 y 1926. Publicados por orden del Gobierno Nacional.
Bogotá. Imprenta Nacional.
13 Integración silenciosa de 600.000 hombres. Editado por las Obras
Misionales Pontificias, Changay 725 Lima.
14 Juventud Shuar/ 5-6. Número doble especial para los educadores
y dirigentes, publicado con ocasión del cursillo familiar de idio-
ma Shuar y problemas Shuares. Cuenca 24-29 de agosto de 1970.
15 Liévano Aguirre, Indalecio. Los grandes conflictos sociales de nues-
tra historia 3? ed. Tercer Mundo, Bogotá, 1968.
16 Jouanen, José S.J. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua
Provincia de Quito. 1570-1774. Tomos I y II. ed. Ecuatoriana 1941.
17 Las Misiones Católicas en Colombia. Bogotá. Imprenta Nacional
1919.
18 Las Misiones Católicas en Colombia. 1919-1920-1921. Bogotá Im-
prenta Nacional 1922.
19 Las Misiones Católicas en Colombia. Informes. Bogotá Imprenta
Nacional 1922.
37
36
III.
ANÁLISIS SOCIO-ECONOMICO

Jesús San Román


Misionero de ¡quitos

OBSERVACIONES SOCIOECONÓMICAS
SOBRE LA AMAZONIA PERUANA

La selva amazónica está habitada por una multitud de


pueblos de culturas diferentes, pero puesto que viven en un
territorio geográfico de características semejantes, e inclu-
yen sistemas de comportamiento que son parecidos en mu-
chos aspectos, podemos hablar sin duda, de un área cultural
amazónica, al menos que aquellas zonas que integran ios paí-
ses de lengua castellana. Sin embargo, en honor a la verdad,
debo limitar todas las afirmaciones que vierta en exposición
a los pueblos integrados dentro de la amazonia peruana, sin
que esto impida generalizar ciertas tendencias que parecen
constantes de toda el área cultural amazónica.
Por otra parte, en la amazonia peruana viven no solo esos
pobladores originarios, sino también otros hombres, prove-
nientes de diversas culturas, lo que ha determinado cruces
raciales y progresivos cambios culturales, siendo difícil, en
muchos casos, un deslinde de razas y de culturas. Esto difi-
culta extraordinariamente la investigación en profundidad.
Debo hacer notar también la neta diferencia, al menos
en condicionamientos físicos, que, sin duda, tocan el factor
cultural, entre la selva baja y la selva alta. Mi punto de refe-
rencia directo será la selva baja.
Hechas estas anotaciones previas, que considero necesa-
rias para delimitar y definir el campo, mi atención se va a
centrar en algunos aspectos socio-económicos que considero

39
de importancia, tratando de buscar las motivaciones del com- periódicos: cada uno, dos, tres o más años. Es una lucha con-
portamiento. Este enfoque o punto de partida no debe hacer- tinua con la selva, conquista de nuevos campos: chacras nue-
nos perder de vista los otros aspectos de la cultura, con los vas que se abren, y también pérdidas: chacras que se aban-
que guarda significativa relación. donan por improductivas, a la selva que se convierte en pur-
ma, y de este modo posibilitar su regeneración 3 .
Caben dos modos de encontrar los aspectos socio-econó-
micos: El suelo de las alturas es generalmente de calidad pobre,
al menos para la agricultura. La técnica utilizada 4 para su
1. Partir del cuadro de producción, con sus cantidades y preparación enriquece momentáneamente el suelo con pota-
rendimiento, tratando de llegar a descubrir la vocación natu- sa y calcio, lo que aumenta, por un tiempo relativamente
ral de los suelos y sus posibilidades. Un análisis de esta na- corto, su fertilidad. Más ricas para la producción agrícola son
turaleza exigiría contar con un material del que, por desgra- las tierras de las zonas bajas, llamadas en algunas partes
cia, no se dispone en la actualidad; y, por otra parte, creo "bajíos", que, aunque expuestas a inundaciones periódicas y
que estaría fuera del lugar en la perspectiva de este en- precisamente por ello, recibe depósitos aluviales importantes.
cuentro. Y por fin están las playas que se prestan para cultivos rápi-
dos, como arroz, fríjol, maní y exigen relativamente poco tra-
2. El segundo punto de arranque, es penetrar en el hom- bajo para su desnudez, siendo las partes más fértiles.
bre en sus motivaciones, tratando de descubrir los modelos
de su comportamiento y su justificación. Por qué obra así el
hombre de la amazonia? Relación de propiedad
Podemos decir que el verdadero hombre amazónico vive
Condicionamiento físico ligado a la naturaleza que le rodea, prisionero de ella, que le
obliga a seguir su ritmo de ella. Y este ritmo de vida, con sus
La hoya amazónica "no es ni selva ni agua, es una mez-
cambios periódicos en la tierra de cultivo, debido al empo-
cla muy especial de ambas 1. En la selva baja son terrenos que,
brecimiento progresivo del suelo, crea una actitud sicológica
en su mayor parte, se hunden y emergen, en una sustitución
rotativa de estaciones, permitiendo, de este modo, que se de- muy especial. El hombre, al no poder dominar la naturaleza,
posite la carga fertilizante de las aguas, compuesta de millo- busca sacarle el máximo provecho con el mínimo esfuerzo,
nes de hojas muertas y frutos en descomposición que forma como simple arrendatario transitorio. Por otra parte, la cha-
el humus. cra que cultiva, no lleva, en la generalidad de los casos, el
signo de su obra creativa, ni el sudor o la imaginación de sus
Este ritmo de crecientes y vaciantes que, a través de los antepasados. Y todo esto hace que el hombre no se sienta
diversos meses del año, se extiende, con mayor o menor in- pegado a ese trozo de tierra que cultiva actualmente. Esta ca-
tensidad a todos los ríos, obliga una distinción neta entre racterística en la relación hombre-tierra, sin duda. Tiene una pro-
playa, barriales y restingas 2 , que condicionan la flora y la funda repercusión en el significado y sentido de la propiedad.
fauna, así como la vida misma del poblador. Esta clasificación
es fundamental para comprender la amazonia y la sicología de "El indígena, se dice en el estudio sobre los Quichuas,
sus hombres. creado en este ambiente telúrico, aprovecha y ocupa lo que
ha menester para satisfacer necesidades de su subsistencia.
Por otra parte las lluvias abundantes, y aún torrenciales, De aquí nace el concepto de chacra, parcela de tierra de la
unido a la composición química del suelo, determina un rá-
pido empobrecimiento de la tierra, lo que obliga a cambios
3 Sobre el grado de fertilidad de las tierras de selva, ciertamente bajo, puede
consultarse los siguientes estudios: Oficina Nacional de recursos Naturales
1 Máximo H. Kuezynski-Godard, La vida en la Amazonia peruana, Lima, Librería (ONER) Inventario, evaluación o integración de los recursos naturales del río
Internacional del Perú 1944 p . 6. - La región de la selva peruana, que cubre Tambo, Lima 1968; ONER; Inventario, evaluación e integración de los recursos
el 60 % del área del país y cuenta sólo con el 10% de la población, está apenas naturales de la zona- Villa Rica, Pto. Pachitea, Lima 1970.
desarollada, a pesar de que se estima que el 15% de esta región (12 millones 4 En el lenguaje del hombre de la selva se habla de: A) roce (limpiar la maleza),
de hab.) es fértil y cultivable potencialmente cfr. CIDA, Tenencia de la Tierra B) desmonte (cortar los árboles), C) juntada (reunir la maleza y los árboles
y Desarrollo Socio-Económico del Sector Agrícola, Perú p . 5. cortados en trozos), D) quema (se prende fuego después que está seco); y
2 Tipificación del Ministerio de Agricultura (Perú). posteriormente ya viene la siembra.

40 41
que aprovecha sus frutos sin tener ningún derecho de pro- de propiedad, calcados en una mentalidad occidental? Aún
piedad sino el natural que le dan la cultura social y las cos- más, son convenientes?
tumbres. El Quichua de la región no tiene un concepto preci-
so de la propiedad, funciona en torno a la chacra o simple- Esto nos obliga a una reflexión profunda. Y no olvidemos
mente usufructúa de ella5. que la relación hombre-tierra está situada en un contexto di-
ferente.
El grupo nativo de la selva, con su asentamiento disper-
El tipo de asentamiento disperso y nómada de los grupos
so y abandonos periódicos de chacras, no pierde la relación
nativos pudiese considerarse, desde un punto de vista etno-
con esas tierras, a las que considera como suyas. La disper-
céntrico, como un estilo de vida no ligado a territorio alguno.
sión y nomadismo vienen impuestos por la ecología del lugar,
Pero una mirada retrospectiva nos convence, sin temor a
y su cultivo rudimentario, que les obliga a ese cambio rota- falsos equívocos, que no se trata de un desligamiento del te-
tivo de parcelas, lo que exige extensiones grandes de terreno. rritorio. El grupo nativo se siente pegado, con fuerza al te-
El hombre de la amazonia, ligado, como hemos dicho, a rritorio donde vive y han vivido sus antepasados, y en el cual
la naturaleza que le rodea y sojuzgado por las vicisitudes ca- se siente adaptado. Es un territorio que tiene como suyo, y
prichosas de los diversos elementos que no puede dominar, defiende hasta donde permiten sus posibilidades, de todo ele-
toma actitudes de apatía e indolencia, aceptando todo como mento externo. Por consiguiente, hay actitud y mentalidad de
una cuenta a saldar por las acciones malas del hombre 6 . propiedad, pero en un contexto no capitalista. El hombre na-
Además, la selva que le somete a esta situación de imprevi- tivo no siente la necesidad de ese trozo de tierra, ni de esa
sión, ha sido, y aún sigue siendo hoy día, aunque en menor reserva de derechos, ni de esas actitudes individualistas, que
escala, despensa inagotable de carnes y pescado 7 , así como han creado los cuadros mentales del capitalismo. Y es que
de otros alimentos, que aseguran su subsistencia, sin mayo- no comprende en definitiva, ese segundo derecho: apropia-
res complicaciones. Esto obliga al hombre de la selva a des- ción de los bienes, ni siente su necesidad. Para él los bienes
plazamientos continuos, y aún a cambios de domicilio, esta- son y deben ser para todos los de la tribu, como lo afirma
cionales o permanentes, que le dan un carácter de nómada. ese derecho primario: que los bienes han sido creados por
Dios para servir a todos los hombres. Concluyendo la menta-
Esto que venimos afirmando, se objetará que es válido lidad capitalista centrada en la apropiación de los bienes a
solo para las tribus atrasadas, pero no para aquellos que han nivel individual, no está conforme con los valores de estas
sido integrados, al menos en una cierta medida, en el engra- culturas.
naje de la civilización de características sedentarias. Acepto
la limitación, pero solo hasta cierto punto, pues, si, por una En esta situación cabe preguntarse. Es conveniente una
parte, ha desaparecido ese nomadismo que existe en los pri- distribución individual de tierras? En mi opinión es perjudi-
meros en cambio, se da un alto grado de movilidad y migra- cial y por ciertos motivos: 1) Por ser contraria a los valores
ción, lo que nos indica la subsistencia de ese sentido provi- culturales, 2] por sembrar el individualismo y su secuela de
dencialista y nómada de la cultura originaria. conflictos, 3) por ser origen de explotación. Por consiguiente,
debe ser la comunidad, como tal, el sujeto de apropiación.
Lo expuesto hasta aquí nos sitúa ante un interrogante. Y, eso sí, se les debe asegurar la posesión tranquila y per-
Son válidos para esta cultura, nuestros modelos tradicionales manente de su territorio, dentro de límites razonables, y evi-
tar toda forma de usurpación. El pasado es aleccionador en
5 Escuela de Sociología de la Universidad Central, Quichuas del Coca y el Ñapo, este punto.
serie de documentos y estudios sociales, Quito, Editorial Universitaria 1969.
6 En casos extremos, "donde se ha roto el equilibrio entre la vida trivial y las Esta forma de propiedad comunitaria, de que venimos ha-
fuerzas superiores" entonces se recurre a medidas rituales extraordinarias, a blando, vale también dentro de ciertos límites y con adapta-
sacrificios expiatorios suplementarios para aplacar al mundo superior, cfr. Fer-
nando Torre López Fenomenología religiosa de la tribu Anti o Campa. ciones oportunas, para los grupos humanos que han sido in-
7 El P. Vicente de Genitagoya, hablando de los mechiguengas, dice: "Colocado el tegrados en un cierto grado a nuestra cultura occidental. El
salvaje en medio de una naturaleza pródiga, que satisface sus necesidades sin hombre de estos grupos humanos, aunque maleado en sus
gran esfuerzo, no es de extrañar que sea poco aficionado al trabajo. Si desea formas comunitarias, y con apetencias de característica capi-
carne, se va al monte y la consigue con la punta de la flecha. Si se le antoja talista, mantiene aun en el fondo sus valores de la cultura
pescado, los ríos y quebradas le proveen abundantemente" (P. Vicente de
Cenitagoya, los machiguengas Lima 1943, p . 55. originaria. Además la atribución individual, en sistema de pro-

42 43
piedad de la tierra, traerá a la larga, todos los vicios y de-
fectos del sistema capitalista. La desnutrición, con su secuela de enfermedad, es por
consiguiente un factor básico, condicionante de la vida del
Para concluir con este punto, la cultura de la selva ama- hombre amazónico que influye en su apatía hacia el trabajo,
zónica busca las formas cooperativas, integradas en un con- en su búsqueda de soledad y en todos sus estados anímicos.
texto de valores comunitarios y con particularidades propias.
Actitud hacia el trabajo
Alimentación y situación sanitaria
Los aspectos expuestos anteriormente, integrados al am-
El mundo de la medicina conoce muy bien la íntima rela- biente cultural más amplio, han creado en el hombre autóc-
ción que existe entre una alimentación deficiente y la enfer- tono de la selva una predilección, especial y notoria, por la
medad: caza, en que se siente señor, y también, en la mayor parte de
las culturas, por la pesca. En ambos casos el autóctono es
"La salud de los hambrientos crónicos está expuesta a habilísimo e incansable, demostrando serenidad y constancia.
toda suerte de ataques. Algunas enfermedades son consecuen- Conoce, con lujo de detalles, el mundo de los animales y de
cia directa de la falta de ciertos alimentos nutritivos. Otras los peces, sus costumbres y sus migraciones y sendas. Imi-
como el sarampión, la diarrea, la neumonía y la tuberculosis, ta a la perfección su lenguaje, en el caso de los primeros,
encuentran escasas resistencias cuando atacan a seres que atrayéndolos hacia sus trampas; y espera, con ansiedad, la
desde el destete hasta la muerte sufren desnutrición"8. migración estacional de los segundos 9 .
La visión que ofrece la selva amazónica, en esta perspec- En animales, aves y peces, el hombre de la selva ha en-
tiva, es impresionante. Hambre y enfermedades son, en la contrado una despensa segura y bien surtida, que le libera
actualidad, la herencia común de una gran parte de sus po- de todo almacenamiento, por cierto bastante engorroso para
bladores. Esta situación, como puede suponerse, incide en su modo de vida.
todos los campos de la actividad humana y a todas las eda-
des. El niño que va a la escuela, ve ya mermada su capaci- Al llegar a este punto salta ya, sin duda, a la mente de
dad intelectual; y el hombre adulto que sale al trabajo, ca- todos un interrogante, pero por qué esta predilección del
rece de fuerzas suficientes para un esfuerzo duradero. autóctono de la selva por la caza y la pesca? Son solo moti-
vaciones fundadas en la ley del mínimo esfuerzo?, tal como
Sería interesante presentar el cuadro de enfermedades de opinan muchos 10. O se trata más bien, de razones más fun-
la selva y sus consecuencias en el campo económico, así dadas, enraizadas en el contexto cultural sacralizado? Creo
como sus repercusiones para la vida individual y social; pero que los estudios, demasiado poco por desgracia, han llegado
esto será fuera de nuestras posibilidades y, además no está a penetrar en el campo de los valores culturales de algunas
dentro de la orientación de nuestras reflexiones. Solo me in- tribus, nos permiten ya, aunque con cierta cautela, hilvanar
teresa recalcar aquí las consecuencias de esta situación en conclusiones que expliquen ciertas actitudes del hombre
el campo de las actividades y su influjo en la formación de autóctono de la selva, actitudes que, a simple vista, parecen
la personalidad básica del poblador de la selva. sueltas y sin ninguna conexión entre ellas.
Se ha podido observar que la mala nutrición crea un con- En la cultura de la tribu Campa 11 , por ejemplo encontra-
junto de actitudes síquicas y estados de ánimo especiales: mos una estrecha relación entre el animal y el hombre; seres
1. Apatía humanos se convierten en animales. Dicen, hablando del co-
2. Depresión codrilo:
3. Irritabilidad
4. Poco agrado de vivir en sociedad. 9 Al llegar la creciente los peces salen de las conchas interiores y surcan en
forma tumultuosa y masiva, el río. Los ribereños suelen designar esta migración
con el nombre de mijada.
10 El apelativo de "vago" con que se califica a los pobladores de la selva es
8 Organización Mundial de la Salud, el hambre, enfermedad mundial (folleto) común en casi todos los libros que hablan de la Amazonia.
7 de abril de 1963, p . 1.
11 Fernando Torres López o.c. p . 5/20.
44
45
Antes era gente como nosotros". Y, supuesto este simbolismo mágico-religioso del animal,
no es de extrañar que, en ciertos casos, la caza sea acompa-
Y otra referencia al hombre perezoso convertido en ñada de prácticas rituales y prohibiciones especiales.
mono:
Hasta ahora el centro de nuestra reflexión ha sido el
"Fue y cultivó plantas... ellos no trabajaron duro, y ellos hombre, pero, y la mujer? Aquí las ideas de las diversas tribus
se volvieron monos". parecen unificarse. Sintetizando, y a pesar de las particulari-
dades de cada cultura, encontramos una estrecha relación
Y esta misma relación o simbiosis entre animal y hom-
entre la Luna —la mujer— la yuca y la tierra. La luna —hay
bre existe en la cultura de los indios Tukano 12, en la que se
algunas excepciones en que no es la luna— quien da la
da un estado de interdependencia total concebido en térmi-
yuca 1 5 a la mujer, como donación del mundo superior y,
nos de un solo ciclo de fertilización y procreación. Para poder
en todas las culturas, asimismo esta donación se realiza du-
vivir y propagarse el hombre necesita de los animales y los
rante los ritos de pubertad de la joven, buscando su conquis-
animales del hombre.
ta amorosa. De aquí nace el simbolismo especial: la yuca y
En estas culturas, como se desprende de los estudios la chacra se hacen signos de fertilidad, unidas íntimamente
citados, y en otras sobre las que tenemos referencias, el ani- a la mujer. No es de extrañar, dada esta relación que los tra-
mal aparece cargado de un simbolismo de fuerza vital, den- bajos de la chacra sean ocupaciones de la mujer, reservados a
tro de un contexto de vigor y seguridad; como en los Cam- ella.
pas, y dentro de un contexto sexual, como en los Tukano. Y
este valor simbólico mágico-religioso que personifica el ani- En este contexto cultural de que venimos hablando, es
mal, es lo que da importancia a la caza en el fondo sea la justo tildar de vago al hombre autóctono de la selva, como
función subyacente, sino también un significado de captación suele hacerse frecuentemente? A simple vista nos puede pa-
de fuerzas especiales. recer extraño y aún ser motivo de tentación para lanzar epí-
tetos no muy favorables, al ver que el hombre solo realiza
"El Campa no considera los animales como seres Infe- en el mejor de los casos las labores de desmonte, dejando
riores, pues de algunos tiene alto concepto, de otros tiene para la mujer los trabajos de siembra, deshierbe y cosecha
miedo, y, por consiguiente, pretende apropiarse sus cualida- Y, sin embargo, no se trata de pereza masculina sino de pro-
des. Muchas veces los tatuajes y pinturas, simulando tigres, hibiciones culturales con fondo religioso.
monos... asi como los nombres propios que se imponen quie-
ren ser medios para adquirir la fuerza que se revela en los Es posible que se me objete que estas afirmaciones, ver-
animales"13. tidas anteriormente, solo son válidas para los hombres y mu-
jeres de las tribus más primitivas y con poco contacto con
El hombre autóctono de la selva, al matar un animal, se la cultura de matiz occidental, pero no para aquellas otras
apropia de su fuerza, una fuerza poderosa que le da valentía que se han integrado, más o menos, por el roce continuo a
y seguridad. Es, por consiguiente, lógico que para los hom- ella. Y en apoyo de esta posición puede presentarse el cua-
bres de la selva que, con diversos matices, viven esta men- dro de ingresos y alimentación, así como la participación del
talidad, la caza sea una ocupación estimada y muy conside- hombre en los trabajos de chacra que serían exclusivos de la
rada. El hombre se perfecciona y dignifica en la caza, cosa mujer. Admito esta realidad, así como el progresivo cambio
que no sucede con los trabajos de chacra que se consideran de ocupaciones; pero sin embargo, el contacto de los hom-
de nivel inferior. Entre los Tukano; por ejemplo: bres de los ríos y algunos resultados previos de un estudio
que se está realizando 16 , me permiten formular la opinión
La pesca y la chacra "se consideran como despreciables de que una de las motivaciones más profundas, aunque no
y de muy bajo s t a t u s . . . " y declaran que "la vida del cazador
es la única digna de un hombre" 1 4 .

15 La yuca simboliza todos los productos de la chacra. Sobre la relación entre


Luna-mujer puede verse M. Eliade, Traté á" historie des Religions, París,
Patot 1953.
12 G. Reichel-Dolmatoff, o.c.
16 Actualmente se está realizando un estudio socio-económico de una región de la
13 Fernando Torres López, o . c , p . 5/21.
selva que corresponde a los límites del Vicariato de S. José del Amazonas.
14 G. Reichel-Dolmatoff, o . c , p . 8.

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únicas, que están en la base cultural del poblador de los ríos, Otra.
es esta actitud negativa, hacia el trabajo de la chacra. "Y por dinero se llenó la montaña oriental del Perú de
gentes de todas las naciones del mundo; y por ese dinero la
Ciertamente, el encuentro con la civilización ha creado injusticia tomó asiento y se entronizó en muchas partes el
necesidades nuevas y múltiples aperturas, así como una secu-
crimen. No hubo otro tribunal ni juez a quien apelar que san-
larización progresiva —desconexión del mundo de abajo y del
cionara en los conflictos que la ley de ios más fuertes. Llegó
mundo de arriba— pero no ha llegado a borrar todo rastro
a ser un artículo del Código Vulgar que llamaban la ley del
de cultura primitiva. Y así, en el fondo de su personalidad,
Calibre 44. Los hombres y mujeres se compraban a cambio
subsiste, sin duda, esa escala de valoración, aunque sea en un
estado de desintegración cultural y por consiguiente, no con de mercaderías, de deudas, de animales de carga, o por unas
la intensidad y viveza original. Todo esto se traduce en un cuantas libras esterlinas"1B.
cierto grado de apatía y rechazo. El hombre del río se mues- Y es que, al centrarse el interés de los colonos en la
tra insatisfecho y esa insatisfacción, tiene también, raíces cul- industria extractadora, el indio era una pieza de mucho valor.
turales, aunque no exclusivamente. Conocía la selva, sus árboles y sus peligros, era mano de
obra barata y adaptada al medio ambiente. No es de extrañar,
Situaciones de explotación por consiguiente, que el colono, sin escrúpulos de conciencia
viese en él una buena pieza para su negocio.
El mundo de las motivaciones, que condicionan la vida
Ante esta situación, es lógico que el hombre de la selva
del hombre de la selva no termina aquí, sino que se prolonga
tomase actitudes de rebeldía, que, a veces, llegaron a terri-
en una situación de explotación e injusticia que ha vivido y
bles y sangrientas venganzas. La figura del colonizador blanco
sigue viviendo. No es un secreto para nadie y menos para el
se fue coloreando de negro oscuro, hasta convertirse en una
que vive en estas regiones, que el afán de lucro ha orienta-
de las obras creadas por el espíritu del mal.
do la corriente colonizadora de la selva.
Pasó por fin, y con mucho provecho para estas gentes la
A una primera presión colonizadora incaica que dejó fiebre del caucho que "desgarró la selva buscando riquezas".
hondas huellas, y, pasando por alto los primeros contactos Pero el hombre autóctono, tocado por la vida del blanco, que-
con los españoles, sigue la colonización mestiza y, posterior- da definitivamente en una situación de domestificación: ape-
mente, la invasión calenturienta y desvastadora de la época tito de cosas y sujeción a los patronos y colonos. Entra, desde
del caucho. Sin dar nota de pesimista, y aún, suavizando las entonces en un proceso rápido de desintegración cultural y
afirmaciones que encontramos en diarios, libros y narracio- una progresiva adaptación a las formas externas de la otra
nes de hombres que vivieron ese ambiente, podemos afirmar cultura, tratando de copiar modas y rasgos de comportamiento.
que la explotación y el abuso, llegaron a tomar formas de es-
clavitud. Y, como prueba, citemos algunas afirmaciones de Con el correr del tiempo y especialmente en estos últi-
testigos de los hechos. mos años ha habido cambios dignos de tenerse en cuenta,
aunque las situaciones de excepción son numerosas y con
"Los salvajes de esa cuenca son los llamados HUITOTOS todo, las formas de sujeción, ordinariamente bajo otro ropaje
y AMAHUACAS, no muy bravos de suyo, pero desde aquella siguen vigentes, ocultas, con frecuencia, en formas comercia-
época comenzaron a ser inquietados por los caucheros que les larvadas. Esto es válido no solo para las tribus atrasadas
violentamente cogen de los bosques, valiéndose para ello de sino también para muchos de los habitantes de nuestros ríos.
medida tan inhumanitaria como las correrías, que llamaré ver-
daderas cacerías. Y si todo parara aquí, pues hay muchos que Al penetrar en este mundo de explotación y de formas
van a cazarlos para luego venderlos al que más les dé por larvadas, emergen ciertas figuras, típicas en el paisaje hu-
ellos, sujetándolos a duros trabajos, mientras sus dueños re- mano de la selva. Son el colono, el patrón, el regatón, el chin-
posan tranquilos, emborrachándose y corrompiendo a sus su- ganero, el rematista, prototipos que personifican la otra cul-
bordinados con su licenciosa vida"17. tura, aun en el caso en que no perteneciesen a ella, y que se
han convertido en signos de explotación.

17 Wenceslao Fernández Moro, Cincuenta años en la Selva amazónica, Madrid


1952 p . 183. 18 ídem., p . 150.

48 49
4. Antropología
El patrón El regatón
Dejando a un lado la vida del colono actual 1 9 , vida difícil La figura legendaria de nuestros ríos de la Amazonia es
y sometida a privaciones, fijemos primeramente la atención el regatón. El regatón es un individuo discutido, odiado, te-
en el patrón, esa figura de leyenda que carga con infinidad mido, bien visto, solicitado, conforme al prisma con que se
de acusaciones. De qué se le acusa? De hombre sin escrú- le mire; pero, en todo caso es el Don Quijote de la selva
pulo, ajeno a todo sentimiento humano e impulso de formas unido íntimamente a su paisaje. En un principio en su canoa,
de esclavitud. Y, si es verdad que muchas de sus prácticas y hoy día con su bote a motor o pequeña lanchita, más o
han sido suavizadas o han caído en desuso, no podemos decir menos potente, surca los ríos, llegando hasta sus últimas ra-
que su figura haya desaparecido del escenario de la selva. mificaciones. Penetra en las quebradas y se hace presente
Ciertamente sus normas de comportamiento suelen tomar en todos los rincones habitados de la selva. Es, en determina-
otro matiz, aunque siempre persigan el mismo fin. dos casos el primer contacto con los nativos de la región.

En la actualidad, dada su importancia, son dignas de tipi- El regatón hace de su bote un almacén donde hay de
ficación especial las formas de colonato: venta exclusiva de todo, desde la aspirina hasta la retrocarga.. Es el típico co-
productos, servicios personales, pagos en especie; y las for- merciante ambulante que va de casa en casa ofreciendo de
mas de habilitación o enganche20 usadas especialmente para todo: un peine, un jabón, una baratija cualquiera que necesi-
la extracción de madera, pieles, animales y otro producto ten, y, a cambio, recibe también todo: dinero, productos agrí-
cualquiera. colas, frutas, gallinas, huevos, y sobre todo, pieles, carne de
monte, pescado ahumado, etc. El regatón explora y satisface
El patrón actual se constituye en el intermediario nece- las necesidades existentes, y también crea vicios. En su bote,
sario para toda transacción económica, reservándose el dere- como si fuese artículo de primera necesidad, no puede faltar
cho de compra y venta de los productos. Y, por supuesto, los el aguardiente (cachaza).
precios se mantienen en límites excesivos, y a todas luces,
injustos: valor mínimo para los productos que compra, y valor Y, qué decir de las relaciones de cambio? Sus ventas se
máximo para los que vende. Tal vez, en descargo de respon- realizan, unas veces, al contado y otras, a crédito, dependien-
sabilidades, estén los altos costos de transporte y movilidad do de personas y lugares. La forma más ordinaria de venta
de capital, crédito a largo plazo, y pérdidas por múltiples as- es el trueque, pero, sea cualquiera la forma de venta la des-
pectos; pero aun suponiendo todo esto, creemos injustas las proporción entre el precio de los productos que él da y los
relaciones existentes, y, desde luego, totalmente injusta la si- que recibe es notoria. Son precios irrisorios; por lo bajo,
tuación de esos hombres sometidos, independientemente de para los productos que compra y demasiado abultados para
quien sea el culpable. los que vende.

En esta situación del patrón con el hombre de la selva En su defensa se podrían aducir, tal vez, las mismas razo-
suele existir la figura de El Capitán. El Capitán es también nes que hemos presentado, hipotéticamente, para el patrón
un hombre de la selva, uno de ellos, pero que ha sido elegido y, aún, alguna más; pero, en todo caso, la conclusión es la
por el Consejo de Ancianos, para que les presida. El Capitán misma: que la situación independientemente del culpable.
es en bastantes casos el hombre del patrono, su medio de Posiblemente por hoy, y mientras no se de una solución
comunicación, sometido totalmente a su voluntad. adecuada, el regatón sea el mal necesario. Y es que, a pesar
de su pernicioso proceso de influjo y sus formas de explo-
tación es un elemento útil al ribereño al cual explota y sa-
tisface las necesidades primarias. El regatón se vuelve tanto
más útil y necesario cuanto la comunicación se hace más di-
19 Son los agricultores que se han establecido en terrenos de selva. Muchos de
ellos están reducidos a estado de pobreza. fícil. Quién surtiría al pobre poblador de lugares apartados,
20 Enganche o habilitación es una forma de contrato de trabajo al que recu- con los productos de primera necesidad si no fuese el re-
rren frecuentemente ciertos patronos y otras personas para proveerse de mano gatón?
de obra estacionaria. Se basa en el adelanto de dinero o especie, a cambio
de la venta de productos que se pagan a precios convenidos ordinariamente Además, el regatón está integrado emocionalmente a la
muy bajos. vida del poblador. Sus cualidades de servicialidad, su adapta-

50 51
ción al ambiente y sus tonos de Don Juan, en muchos casos Relaciones comerciales
le hacen simpático a las gentes.
Las culturas de la selva, profundamente integradas de
Y para concluir con la figura del regatón, hemos de decir valor religioso, cargaron siempre de simbolismos toda relación
que su vida es difícil y SQmetida a múltiples peligros y pri- comercial. Sin determinarse demasiado en la equivalencia del
vaciones. En su bote, acompañado de dos o tres jóvenes, va trueque —forma de sus relaciones comerciales— se la revis-
surcando ríos y quebradas, expuesto siempre a pérdidas y, tió de contenido humano y religioso. Por medio de la cosa
aún, a la muerte. Y cabe una pregunta: Las ganancias de re- cambiada se compartía una comunicación de vida: amistad,
gatón compensan esta vida de aventurero? Una mirada rápi- unión afectiva, paz, ayuda mutua.
da a estos personajes, parece convencernos de que no com-
pensan, pues sus capitales no experimentan aumentos nota- A pesar de la explotación a que ha sido sometido el po-
bles pero, tal vez, debamos interrogarnos: es que verdadera- blador de la selva, como hemos visto anteriormente, y su pro-
mente no existen ganancias apreciables? O es que, más bien, gresiva integración en un mundo de plata y de relaciones
llevan una vida de despilfarro? Opino que esto existe en económicas, sigue vigente ese valor cultural. Cualquiera que
muchos casos. haya viajado por los ríos de la selva puede ser testigo de
ese factor humano-afectivo que condiciona la venta de pro-
El chinganero ductos. Se llega a un caserío, a una casa aislada, y se buscan
productos, ofreciendo precios elevados, y, sin embargo, se ex-
Una figura que resalta hoy día en muchos caseríos es el cusan diciendo que no tienen; pero, si al momento, llega un
chinganero, pequeño comerciante que ofrece a los poblado- conocido o un amigo, sacan esos mismos productos que son
res las cosas de primera necesidad, como son querosene, pagados a un precio muy inferior.
jabón, azúcar, sal, e t c . . Sus modos de venta son variados:
unas veces lo hacen al contado, otras a cambio de productos, Precisamente aquí está uno de los puntos débiles que ha
y, unas terceras, da fiado a pagar próximamente o en el tiem- posibilitado la explotación. El hombre nativo sigue fiel a sus
po de las cosechas. De este modo el chinganero se ha con- compromisos de amistad o de relaciones de sujeción que ha
vertido en acreedor dentro del caserío, lo que determina rela- contraído con el patrón, regatón, etc. Y estos se aprovechan
ciones de sujeción, y una explotación larvada. Se puede decir de ello para multiplicar las ataduras por medio de compadraz-
que todo chinganero es un patrón en potencia. go o de otras formas simbólicas de amistad.
Creo, por eso mismo, que será difícil destruir las rela-
El rematista ciones comerciales existentes, apoyadas, como están, en esas
formas culturales con contenido humano afectivo. No debe
El rematista es un fenómeno reciente que ha aparecido extrañar, por tanto, el comportamiento del poblador nativo
en los centros de consumo, tales como Iquitos, Pucallpa, etc. que parece estar contento de su explotación; ni debe desalen-
Ubicado a la orilla de los ríos, espía la llegada de cualquier tar el que no quiera negociar con otros, aunque ofrezcan pre-
bote que pueda tener o traer productos para la venta, y, ape- cios justos. Es necesario, en toda forma o estructura futura,
nas lo divisa, cae como ave de rapiña, regatea, y, al final, integrar esa dimensión humano-religiosa.
paga precios mínimos, con frecuencia irrisorios. El pobre po-
blador de los ríos y caseríos cercanos que viene a vender los
productos se encuentra la amarga alternativa de vender sus El trabajo, signo de alienación
productos por ese precio, o ponerse él directamente a vender A la vista de toda esta situación de explotación, sea de
(esto le resulta difícil) o volverse con su producto. patrón, regatón, chinganero o rematista, cabe una pregunta:
qué actitud puede tomar el poblador de la selva? Creo que
La elección de alternativa no tiene muchas posibilidades, la más lógica, al encontrarse en una situación de impotencia,
pues la necesidad le obliga a lo primero. Y ese mismo pro- es disminuir, al mínimo, su producción. Para qué trabajar si
ducto se ofrece al día siguiente al consumidor por un precio no va a ver recompensado su esfuerzo? Se limita, entonces,
duplicado o triplicado. Con visión bastante certera se ha de- simplemente a producir lo estrictamente necesario para el
signado el rematista con el calificativo de parásito. consumo, y, tal vez, algo más que le permita obtener las cosas
de primera necesidad. No hay incentivo económico para el
52 53
trabajo y la producción. Y así el mismo trabajo toma signos apropiación de su trabajo, tierras y demás recursos naturales,
de explotación y esclavitud, al ser el trabajo una experiencia de espíritu suntuario y faraónico, de competencia entre con-
significativa. fesiones religiosas, dando lugar a situaciones de compraventa
de fieles, etc.".
Ese hombre, inmerso en un mundo de explotación, se en-
cuentra profundamente alienado: alienación de su libertad Sin entrar en pormenores y menos aún en discusión, creo
coartada por migraciones impuestas y, aún, con formas de que sí podemos aceptar que ha habido una desintegración de
esclavitud; alienación de su vida comunitaria y, aun familiar, las culturas nativas ante el avance de nuestra cultura occi-
rota por necesidades de producción; alienación de valores cul- dental que llamamos "civilización". El hombre de la selva
turales y costumbres, ridiculizadas por la cultura del blanco; amazónica ha encontrado sus valores, sus conocimientos y
alienación de sus fuerzas de trabajo, usufructuadas en los pre- modo de vida inadecuados y, aún, ridiculizados por la civi-
cios mínimos de sus productos, en los intercambios injustos lización. El resultado ha sido verse enfrentado a una de las
en las formas de "enganche" y habilitación, en los trabajos dos siguientes alternativas: Seguir su modo de vida y reti-
para otros; alienación, en fin, de su dignidad de hombre, con- rarse a las profundidades de la selva, en caso de ser posible
siderada inferior, que busca ocultarse, en ropajes de otra cul- y esto no fue siempre; o cambiar, tratando de adaptarse a
tura, en la huida, o bajo otras formas diferentes. El hombre las nuevas exigencias de la civilización. En este segundo caso;
de la selva es, pues, un ser alienado, profundamente aliena- su situación ha sido marginal y periférica, convirtiéndose fre-
do. Es posible en estas circunstancias amar el trabajo? La cuentemente en bestia de carga. Y de esta situación resultó
contestación es un rotundo NO. El trabajo, simplemente, un la ruptura de la unidad familiar, al alcoholismo crónico y otros
mal necesario desprendido de valores personales. síntomas de desorden y de desintegración social.

Ahora bien: no ha sido nuestra civilización, con sus in-


El hombre de la selva, ante esta perspectiva, se oculta en flujos de superioridad la que ha impuesto el desprecio de la
la bebida, en lo sexual, en la apatía por el trabajo, en la in- cultura nativa? Y no ha sido ese desprecio el que nos ha lle-
diferencia aparente por todo. Son salidas, tal vez no muy vá- vado a una sistemática masacre de modelos y formas de
lidas para nosotros y, desde luego, no una respuesta adecua- vida? No busquemos personas e instituciones culpables, que
da, pero válidas en su mundo y en su cultura. No olvidemos indudablemente somos todos, en mayor o menor grado, cul-
que la bebida y la libertad sexual, tienen, en ciertos casos pemos, más bien, al sistema y sus estructuras de explotación.
de la cultura originaria, un sentido religioso que no debemos
despreciar. Las estructuras que imponemos al hombre nativo son alie-
nantes y mientras no las cambiemos seguirá siendo explotado
Estructuras socio-económicas de alienación y en una situación de alienación. Las nuevas formas socio-
económicas deben apoyarse, para ser auténticas, en los valo-
La situación que hemos presentado, es, a todas luces, in- res de la cultura originaria, de contenido altamente comuni-
justa, pero quién o quiénes son los culpables? A la hora de tario.
atribuir responsabilidades, creo que muy pocos, o tal vez,
ninguno pueda presentar las manos limpias. Todos, de un
modo o de otro, hemos cooperado a esta situación. La "De-
claración de Barbados" culpa a los Estados, a las Iglesias, a
la Fuerza Armada y otras Instituciones y creo que con bastan-
te fundamento aunque haya exageraciones en alguna afirma-
ción. En descargo a esta denuncia acusatoria se podría pre-
sentar la lista de misioneros abnegados y diversas obras de
ayuda a las comunidades nativas, y, tal vez, un montón de ser-
vicios desinteresados, pero cabe el interrogante: No habrá
estado toda esa obra abnegada y bien intencionada, enmarca-
da en el cuadro general de alienación? En la "Declaración de
Barbados" y lo mismo en otras declaraciones de antropólo-
gos, se nos acusa de "desprecio a las culturas indígenas,

54 55
IV.
ANÁLISIS
ANTROPOLÓGICO

Stefano Várese

LA MISIÓN, LAS SOCIEDADES


Y SU LIBERACIÓN

Hace más de dos años, al borde del río Rimac y a poca


distancia de la capital, tuve que hablar a los misioneros reu-
nidos en el Encuentro sobre las Misiones del Perú. (Várese
1969). Las opiniones que vertí en esa ocasión causaron una
reacción inmediata. En la mesa redonda que siguió a la ex-
posición tuve la clara sensación que la mayoría de los mi-
sioneros reunidos allí, veía en mi ponencia, más que los re-
sultados de consideraciones científicas basadas en la obser-
vación empírica, un ataque directo a la institución misional
como tal y a los misioneros como personas. En estos dos
años han sucedido muchas cosas en el Perú, en América, en
el mundo. Las ideas expresadas en 1968 en el Primer Encuen-
tro Continental de Misiones en América Latina de Melgar (Co-
lombia) (D.M.C. 1969) ya no asombran a nadie; afirmaciones
sobre la necesidad y urgencia del cambio de estructuras (Bid:
342) en América, se pueden escuchar en la Misa Dominical
o leer en algunos boletines parroquiales. Y hoy día me pare-
ce entrever un cierto sentido simbólico en el hecho de estar
aquí, reunidos en plena selva, más cerca de los hombres y
de las sociedades que han constituido tradicionalmente el
centro de interés de la Misión, al borde de un río que ha
visto por siglos atropellos, fracasos, algunas pocas luces y
un permanente y difuso estado de etnocidio y de genocidio.
También las ¡deas han crecido y se han difundido y las que
al borde del Rimac se arrastraban entre obstáculos, hoy día
transcurren más tranquilamente.

57
I mente el sistema social mundial total" (Laing 1969; 8). Ahora,
si nosotros queremos replantear críticamente la acción misio-
nal en América, debemos conocer los mecanismos y su fun-
En esta ocasión no nos interesa tanto el señalar los pro- cionamiento en el tiempo y en el espacio, debemos pasar del
blemas de comunicación intercultural, problemas que se plan- estudio de microsituaciones, progresivamente, al estudio de
tean inevitablemente toda vez que dos sociedades diferentes, macrosituaciones, hasta descubrir que la aparente ininteligibi-
o sus segmentos, entran en relación, sino que deseamos de- lidad o irracionalidad de una conducta individual adquiere un
tenernos sobre aquellos aspectos que podríamos definir de significado cuando se la observa su contexto. (IBID: 8). La ac-
diagnóstico sociológico. Nos preocupan menos los temas de titud del misionero, que en América, a diferencia de lo que
la comunicación cultural porque la antropología, en su papel sucede con los sacerdotes africanos, es fundamentalmente un
de destructora crítica de una falsa conciencia cultural, pare- hombre de formación "blanca", aparece la mayoría de las
ce haber alcanzado ya sus objetivos más generales. Sabemos veces corno totalmente irracional. Piénsese en la absurda y
que sería demasiado optimista, por nuestra parte, pensar que cruel pretensión de derrotar la libertad interior de un ser
en todos los niveles de la institución Misional se ha alcan- humano a través del sistema del internado para indígenas.
zado una clara conciencia de la fundamental falacia de una Ninguna persona mínimamente honesta puede justificar el sis-
concepción axiológicamente jerárquica de las culturas. Sabe- tema de lavado cultural y alienación que se ejerce en este
mos, y lo hemos comprobado en repetidas ocasiones, que tipo de maquinaria de producción de personalidades margina-
entre la mayoría de los misioneros que actúan en el campo, les y conflictivas. Pero es evidente que a un nivel de análi-
las concepciones etnocéntricas más obtusas y los prejuicios sis de la microsituación nadie en concreto es responsable y
raciales, sociales, étnicos y hasta lingüísticos están muy lejos menos aún se puede acusar a personas determinadas de ac-
de haber desaparecido o ni siquiera disminuido; y sin embargo tuar de mala fe o con malas intenciones. El estudio de la mi-
pensamos que ya no es una tarea urgente de la antropología crosituación, en términos sociales e históricos, no nos permi-
esclarecer estos puntos, sino que es deber de los mismos di- te superar su inteligibilidad y consecuentemente, la derrota
rigentes e ideólogos (y no decimos teólogos) de las institu- es transformada generalmente en una Asunción del hecho como
ciones misionales, reestructurar las organizaciones internas inevitable y justo. Y de un modo más claro: puesto que la
de estas instituciones, operar los cambios indispensables, re- microsituación, el problema de la bondad o menos del inter-
volucionar las relaciones internas a fin de que la toma de nado, para seguir con el mismo ejemplo, es analizada en for-
conciencia que se ha realizado entre ajgunos de los pensa- ma aislada de su contexto y sus metacontextos, la incom-
dores misionales se vuelva patrimonio de todos. prensión de las de su fundamental injusticia permanecen in-
inteligibles hasta para los misioneros más autocríticos. De
A la antropología parece tocarle ahora otra tarea de aná- esta manera un hecho social, moralmente injusto y práctica-
lisis y esclarecimiento, y decimos antropología por un míni- mente contraproducente, es legitimado por aquellos individuos
mo de celo profesional, pero podríamos decir simplemente definidos tan claramente por R. D. Laing como los "que han
ciencias sociales o pensamiento político; el compromiso está encontrado reinos de oscuridad cada vez más espesos en los
en comprender y desenmascarar los mecanismos sociales, cuales velar su ignorancia hacia sí mismos" (IBID: 20) y por
económicos y políticos que componen, de una manera estruc- tanto siguen simplemente haciendo lo que se les ha dicho o
turada, el contexto dentro del cual actúa la Iglesia y en es- acostumbrado a hacer.
pecial la misión en países como los latinoamericanos. Pero
comprender un hecho social como la actuación misional nos
Hemos tomado el ejemplo del internado como argumento
pone frente a ese dilema señalado con precisión por el siquia-
de escándalo porque nos parece que se presenta como una
tra inglés R. D. Laing cuando afirma que "la inteligibilidad de
microsituación poco comprensible en sí misma si no es refe-
los acontecimientos sociales exige que se les vea siempre
rida a marcos contextúales más amplios. Estos marcos inclu-
en un contexto que se extiende tanto en el espacio como en
yen en primer término la cultura y la sociedad del misionero
el "tiempo" y esto es, "a menudo", tan imposible como ne-
y la cultura y la sociedad del miembro del grupo tribal al que
cesario. La tela de la sociabilidad es un entretejido conjunto
se supone se debería beneficiar. Valores como el mismo sis-
de contextos, de subsistemas entretejidos con metacontextos
tema de educación formal; la competencia, el arribismo, el
y metametacontextos y así sucesivamente "hasta llegar a un
personalismo, la ausencia de un apropiado y normal conoci-
límite teórico en el que el marco de referencia es necesaria-
miento sexual, la limitación del proceso de enculturación y
58 59
una falsa socialización son solo algunos de los temas que dez de la iglesia excesivamente vinculada al peso de la he-
entran en juego en esta microsituación misional. El solo tema rencia socio-cultural occidental (D.M.C. 1969: 326-327).
de la obediencia merecería un estudio especial. Sobre la obe-
diencia se ha desarrollado todo un sub-sistema moral que Finalmente la Misión tendrá que hacerse africana con los
rige no solo las relaciones interpersonales de nuestra socie- africanos, según el precepto de San Pablo tratando de evitar
dad, sino su propio sistema político. Pero la obediencia, en- ese colonialismo cultural e imperialismo espiritual que ha ca-
tendida como la ejecución de cualquier acción interior (y esto racterizado su actuación en América indígena y mestiza. "En-
es más peligroso aún) o externa con tal que sea ordenada por séñenos el alfabeto y nosotros leeremos" decía un africano
personas o entidades con suficiente autoridad y/o poder, es al misionero; y como antropólogos o simplemente como hu-
también el eslabón más peligroso, según Julián Huxley, de manistas nosotros veríamos con placer a los pobres de Amé-
una cadena de alienación que ha llevado nuestra sociedad a rica, a los marginados, a los indios discriminados, persegui-
aceptar tranquilamente fenómenos como el nazismo, la agre- dos todavía no por sus ideas sino por la manera en la que
sión norteamericana en Vietnam y sus matanzas, el extermi- podrían pensar estas ¡deas, veríamos estos sectores de la
nio de poblaciones indígenas, el hambre, la miseria y la es- población americana aprovechar por primera vez en su his-
candalosa riqueza. Y esta misma obediencia, norma suprema toria de opresión y esclavitud, algo del dominador. Y así se
de nuestro sistema educativo, es algo desconocido en la ma- transformaría el instrumento de dominación en arma de libe-
yoría de los grupos indígenas en los que la enculturación y ración. Y es este el punto al que queríamos llegar: de qué
la socialización son procesos destinados a liberar el niño manera la Iglesia puede ser precisamente el canal a través
cuanto antes y no a esclavizarlo y transformarlo en un ser de- del cual los oprimidos podrían alcanzar algunos de los me-
pendiente en nombre del "amor", de la instrucción, de su dios necesarios para su liberación? Creemos que para poder
éxito. Cualquier misionero con algunos años de vida entre po- llegar a plantearnos las preguntas de la manera correcta que
blaciones indígenas de la selva ha pasado por la experiencia pueda hacernos vislumbrar la respuesta, debemos disponer de
de la mal llamada rebeldía de estos hombres jóvenes y vie- un cuadro general que nos permita elaborar un diagnóstico sin-
jos "sin ley, ni rey", según la expresión española del siglo tético y general de la Misión y su papel en la sociedad lati-
XVII. Surge espontánea la comparación con las también mal noamericana. Pero esta tarea sería demasiado ambiciosa. Pro-
llamadas generaciones rebeldes de nuestra propia sociedad. ponemos, en cambio, abordar el tema a nivel peruano y más
Lo nuestro es un fenómeno generacional que es liquidado por concretamente de la selva, ya que es el nivel que nos compe-
la sociedad, sin mayores dificultades a través del mecanismo te por nuestra especialización y puesto que analógicamente
del "adaptarse o perecer" que producen millones de indivi- estos datos pueden ser utilizados para otras áreas latinoame-
duos alienados en "tropas blancas que en medio de la oscu- ricanas. Los temas sobre los cuales proponemos una reflexión
ridad de la selva disparan contra la oscuridad, por razones pueden ser sintetizados en estas preguntas: De qué manera
que no conocen" y argumentando que no les corresponde ra- interactúan las sociedades tribales y las poblaciones rurales
zonar el porqué, sino cumplir órdenes (IB1D: 24). de la selva con el resto de la socieda.d nacional? Cuál es la
composición social, económica, política, étnica de la selva y
qué rol juega en este proceso social de la Misión en cuanto
Lo otro, lo de los hombres "sin ley, ni rey", no pasa con institución? Una respuesta global, a estas preguntas no e3
la juventud: es una manera de vida, la única manera de vivir posible en estos momentos, puesto que faltan casi completa-
y el sentido de culpa no surge precisamente por no haber mente los datos empíricos que permitirían fundamentarla.
cumplido una orden (que es lo que pretendemos de nuestros
niños y jóvenes y adultos y viejos), sino por no haber respe-
tado la norma tradicional. En este sentido el misionero, en Es un tema de reflexión y de acción para el futuro de la
tanto canal de una sociedad fundamentalmente laica es el pri- Misión. En esta ocasión nos limitaremos a señalar algunas
mero y el más empeñoso de los instrumentos de seculariza- de las direcciones que podrían ser fructíferas.
ción de las sociedades tradicionales.
La composición social de la selva peruana se nos presen-
Pero volvamos al postulado inicial de esta ponencia y de- ta como pluricultural, plurilingüística o multiétnica, pero al mis-
jemos para el trabajo interno de autocrítica misional los temas mo tiempo esta región pertenece a la sociedad global que
de las relaciones interculturales y la reflexión sobre los valo- le impone condiciones estructurales de relaciones sociales,
res culturales autóctonos y su contradicción con cierta rigi- económicas, políticas y culturales. En este sentido no se

60 61
puede separar el análisis de las relaciones interétnicas, del nacional, la misión como parte constitutiva de esta y el me-
análisis de las clases sociales. O sea que las relaciones qua tacontexto mundial, se relacionan en un todo estructurado en
se establecen en la selva entre grupos humanos diferente» el que cada parte debe ser analizada y comprendida en fun-
por su cultura, su idioma, su organización social, sus mutuas ción de las demás y del todo. Las sociedades nativas de la
autoidentificaciones, etc. No pueden ser estudiadas exclusiva- selva han estado sometidas a la dialéctica de la política y
mente a nivel de un análisis cultural o de un análisis social economía nacional e internacional: en los siglos XVI y XVII
que considere al grupo tribal como receptor pasivo de modi- la selva representaba un escaso interés para España, frente
ficaciones derivadas por los cambios impuestos por los cen- a las ricas posibilidades del área andina. Conquistadores, en-
tros de control y dominación, sino que estas relaciones su- comenderos y misioneros penetraron en la montaña por las
ponen un acceso diferenciado a los medios de producción. llamadas "entradas" de la cordillera y se establecieron a lo
Las relaciones que se dan entre las minorías tribales, la po- largo de los grandes ríos navegables, desplazando, de esta
blación ribereña rural y los segmentos de la sociedad nacio- manera, a la población indígena que se encontraba asentada
nal deben entenderse como relaciones de grupos humanos precisamente en las franjas de tierras aluviales, ricas en sue-
(clases) en las que uno de los grupos puede apoderarse del los apropiados para la agricultura. Este proceso de penetra-
"trabajo" del otro. Por "trabajo" entendemos, en este caso, ción y desplazamiento étnico ha sido estudiado con precisión
algo amplio que incluye desde los medios de producción hasta por D. Lathrap (1968: 23-29), quien ha demostrado que las
los canales de comercialización, los recursos naturales, los evidencias arqueológicas, permiten afirmar que antes de la
productos de las chacras, los sistemas de explotación antiso- llegada de los españoles las riberas de los ríos, en su parte
cial del "enganche" o "habilitación" o los créditos de altos navegable, eran densamente pobladas por sociedades nativas
intereses. que basaban su economía sobre una utilización de las tierras
aluviales para sus cultivos, además de la caza y la pesca que
Estamos proponiendo la introducción del análisis de clases en el bosque tropical húmedo se encuentra con cierta abun-
sociales dentro de un tema y de un área que han sido hasta dancia solo cerca de los cursos de agua. Las tierras bajas o
ahora exclusivamente objeto de análisis cultural o que inclusive aluviales, y que consecuentemente permiten el asentamiento
ha recibido poca atención por parte de las ciencias sociales estable de agricultores de rosa y una cierta concentración de-
peruanas. Porque, evidentemente, no es suficiente afirmar que mográfica, no constituyen el 10% del total del territorio ama-
el Perú es un país multiétnico, lo que es una evidencia an- zónico y este porcentaje se reduce al 3% en el caso del bos-
tropológica indiscutible, sino que es necesario enfatizar que que tropical peruano (Meggers 1960: 85-86).
las relaciones interétnicas son al mismo tiempo relaciones de
Es así, como si bien desde un punto de vista netamente
clases y que ambos sistemas de relaciones forman parte de
económico la selva no representó una zona de alto interés
una red o sistema de relaciones que se puede comprender
para la expansión colonial de los siglos XVI y XVII, la simple
solo a nivel de sociedad global y que esta a su vez no puede
ocupación de las franjas ribereñas por parte de los europeos
ser analizada en sí, sino que debe ser considerada dentro del
provocó desplazamientos y reubicaciones étnicas que reper-
sistema de constelaciones de dependencia de países domina-
cutieron sobre el equilibrio ecológico, económico y social de
dos por metrópolis económicas. Es un error tratar de com-
las sociedades tribales. Estas, en parte, abandonaron sus es-
prender la situación de los grupos tribales o de la población
tablecimientos ribereños y se retiraron hacia las nacientes
rural de la selva en términos exclusivamente locales. Es un
de los ríos o a las zonas inter-fluviales altas: áreas ambas
error, cuya responsabilidad le toca a la antropología, reducir
más pobres en recursos de suelos y de vida animal, provo-
el problema al aspecto puramente cultural y definirlo en tér-
cándose así un deterioro de las sociedades nativas en el
minos de aculturación, integración, desarrollo comunal y re-
orden económico, tecnológico, social y cultural. Es fundamen-
gional por medio de promoción técnica, etc. Pero sería un
tal que se enfaticen estos aspectos para una justa compren-
error gravísimo, en nuestro caso, suponer que la institución
sión de la situación actual de las sociedades, tribales: la gran
misional no forma estructural e históricamente parte del sis-
mayoría de los grupos nativos han sufrido directa o indirecta-
tema de relaciones de clases y étnicas que se han dado y que
mente este proceso de deterioro, marginación ecológica y de-
se dan hoy en día en la selva.
caimiento general.

Veremos ahora, en una perspectiva histórica, de qué ma- El proceso se agudizó en el siglo XVII cuando las accio-
nera las relaciones entre las sociedades tribales, la sociedad nes misionales se intensificaron y se establecieron algunos
62 63
sistemas de obrajes. En un estudio (Várese 1968 a) hemos algo más de 870.000. Esta población que constituye el 8% de
señalado algunos de los mecanismos que utilizaron los misio- la población total del país se ubica en más del 57% del te-
neros para ejercer un control sobre las poblaciones de la sel- rritorio nacional. El censo de 1961 se limitaba a dar un cálcu-
va: La manipulación de las rivalidades tribales, el estableci- lo estimado de la población nativa o tribal que arroja la cifra
miento de una red de centros misionales sobre el modelo de de 100.830 habitantes y que debe ser sumada a los 870.000
la hacienda, la organización de una sociedad local estratifica- habitantes no nativos. En estos últimos 10 años es de supo-
da —por segmentos étnicos— sociales y clases sociales, son nerse que debe haber habido un incremento poblacional en
solamente algunos de los elementos que contribuyeron a la toda la zona de selva, gracias, también, a una constante mi-
modificación del cuadro social y cultural de la selva. gración de la población andina a la selva alta.
Es evidente que la Misión, como institución, en cada épo-
ca responde a los distintos modelos que le ofrece la socie- Nuestros cálculos sobre la cantidad de población tribal
dad global de la que forma parte estructural: los jesuítas de dan un número bastante más alto. Se trata de una estima-
los siglos XVII y XVIII pretendían organizar pequeñas regio- ción aproximada que toma en cuenta varias fuentes de infor-
nes autónomas de indios (unos cuasi-reinos) administradas y mación: 1) Datos del sistema de educación bilingüe y del
controladas por unos cuantos misioneros (Várese 1968 a: 35- L. L. V. del Ministerio de Educación Pública. 2) Datos de la
41); los misioneros de hace 30 años estructuraban su organi- Dirección de Erradicación y Control de Enfermedades Trans-
zación misional sobre el modelo del fundo vecino con todas misibles; 3) Datos de los misioneros católicos; 4) Datos de
sus características sociales y económicas (IBID: 118-122); en las sub-zonas agrarias del Ministerio de Agricultura. A través
nuestros días los mejores misioneros se sienten atraídos por de la comparación de estas distintas fuentes nuestra estima-
la organización de sistemas cooperativos. Todo esto nos pa- ción da un total de aproximadamente 230.000 miembros de
rece claro porque la misión en cuanto institución injertada en grupos nativos de la selva alta y baja. El número es superior
un marco histórico se organiza, en el plano secular, sobre las al indicado por el Censo Nacional de 1961, pero muy inferior
bases conceptuales y las estructuras socio-económicas vigen- al señalado por el Anuario Indigenista de 1962 que se basa-
tes. O sea que el fenómeno es claro si es que no se espera ba sobre los pocos seguros datos del censo de 1940.
de la Misión sino el ser un instrumento más de la sociedad
Asumiendo los datos de 1961 y la estimación elaborada
dominante y colonialista, así como hay una absoluta coheren-
por nosotros, podemos afirmar que en la selva hay aproxi-
cia por ejemplo entre la "ayuda" que entregan los países
madamente 1.130.000 habitantes (más el incremento de los
ricos a los países subdesarrollados y la demanda de sumisión
últimos 10 años) de los que 230.000 son nativos que perte-
política que exigen los primeros a cambio de esa llamada
necen a 37 grupos etno-Iingüísticos diferentes cada uno de
"ayuda". Dentro de la radical incoherencia de un proceso de
los cuales se subdivide en numerosos grupos locales o comu-
acción misional que, salvo rarísimas y personales excepcio-
nidades, nativos que pertenecen cultural, social y lingüísti-
nes, no ha tomado nunca o no ha querido tomar una concien-
camente a unidades mayores que definimos como grupos etno-
cia de su papel de dominador colonialista el fenómeno es per-
Iingüísticos y por el otro lado tenemos a los diferentes seg-
fectamente coherente. Y hablamos de radical incoherencia
mentos de la sociedad nacional local en una constelación de
porque pensamos en una Iglesia fundada por el revoluciona-
relaciones de dependencia interna (nacional) y externa (in-
rio y un oprimido y heredada, en los cuatro siglos y medio
ternacional) en el aspecto económico, político, social y cul-
de su historia, por una misión al servicio consciente o incons-
tural. ,
ciente de los opresores. No pretendemos exigirle nada a la
historia: los misioneros de los siglos XVIII y XIX no podían
De acuerdo a una tipificación esquemática que atienda a
adelantarse al marxismo y a sus enunciados sobre la aliena-
la ocupación y consecuentemente a la posibilidad de acceso
ción, la falsa conciencia y la deificación, pero para la historia
al poder y a los medios de producción, la población global
de las misiones el Cristo de los oprimidos y el Francisco del
de la selva puede ser subdividida de la siguiente manera:
anticonformismo y del diálogo con el Islam parecerían haber
vivido en vano.
1. Los miembros empresariales de la sociedad nacional.
Pero volvamos al contexto social, económico y político Están ubicados en las pocas áreas urbanas de Pucallpa,
dentro del cual actúa la misión en la selva del Perú. Según el Iquitos, Tarapoto, Lamas, Yurimaguas, etc. Este sector em-
Censo Nacional de 1961 (1965) los habitantes de la selva eran presarial tiene acceso al crédito y directa o indirectamente
64 65
5. Antropología
al poder local a través de los canales institucionales o infor-
tura, Justicia, Banca, Ejército, Policía, etc.) y a los misione-
males. Son dueños, socios o administradores de los aserra-
ros de los diferentes credos. Este es el nivel que nos inte-
deros, piladoras de arroz, tiendas, sistemas de redes comer-
resa especialmente en esta ocasión, nivel en el que es indis-
ciales (a través del "regatón"), pequeñas fábricas, etc. Den-
pensable analizar las relaciones sociales e interétnicas po-
tro de esta categoría entran también los hacendados y ga-
niendo especial énfasis en el problema de los prejuicios et-
naderos, los concesionarios de explotaciones madereras (que
nocéntricos raciales y en el aspecto de la incomunicación
en muchos casos también son dueños del aserradero y de
cultural. En muchos casos, evidentemente, las formas menta-
la hacienda), los comerciantes de pieles y animales vivos.
les etnocéntricas pueden ser racionalizaciones, si cabe la pa-
radoja, que responden a otras motivaciones: compromisos con
2. Los agentes intermediarios. el poder local, defensa de privilegios sociales y económicos.
En esta categoría hay que incluir a los pequeños comer-
ciantes, los regatones, los transportistas, los habilitadores y Los cuatro grandes grupos que hemos tipificado tentati-
encanchadores locales (que a su vez son habilitados por los vamente deberán ser estudiados, en el futuro, en función del
empresarios con dineros de los créditos bancarios), los medianos sistema de interrelaciones por el acceso a los medios de
y pequeños agricultores que tienen acceso al crédito, los ma- producción, a las tierras, a los recursos naturales, a los ca-
dereros, caucheros, recolectores de pieles. Naturalmente estas nales de comercialización, a los créditos, al poder político
actividades no se realizan en forma separada. Un regatón local y nacional. No se pueden separar estos elementos de
vende mercancías, "engancha" los productos agrícolas, las la estructura porque si por ejemplo no se considerara exclu-
pieles y animales, algunas trozas de madera y posee una pe- sivamente el aspecto del acceso al uso de la tierra, encon-
queña chacra que le permite obtener préstamos bancarios. traríamos que un determinado porcentaje de grupos nativos
locales no tiene problemas, pero ese mismo porcentaje de
3. Las sociedades nativas. grupos dedica la mayor parte de su tiempo y energías al tra-
bajo de la tala de árboles maderables para pagar una serle
En esta categoría es sumamente difícil hacer una gene- de enganches; o hipoteca sus cosechas a un comerciante
ralización. Dentro de la misma agrupación etno-lingüística, por por unas cuantas escopetas; o pierde todo el beneficio de
ejemplo los campa, hay grupos locales o comunidades que sus productos en el transporte por río o carretera. De esta
están totalmente vinculadas al sistema de mercado local y manera los diferentes elementos que intervienen en el sis-
otras que por razones geográficas e históricas, mantienen muy tema de relaciones interétnicas de la selva, sean estos so-
escasos contactos con la sociedad nacional. En algunos casos, ciales, económicos, culturales (como en el caso de los pre-
escasos por cierto, puede presentarse un inicio de estratifi- juicios etnocéntricos de los funcionarios estatales o de los
cación social dentro del mismo grupo local: pequeños co- misioneros), deben ser tomados en su totalidad Integrada.
merciantes, el profesor bilingüe que maneja un escaso pre- Los unos existen en función complementaria de los otros. No
supuesto mensual, el motorista que realiza el transporte por podemos comprender un abuso de autoridad contra un grupo
el río, constituyen elementos embrionarios de una organiza- tribal o un miembro nativo, y por lo tanto no sabremos cómo
ción social con sectores económica y socialmente diferencia- luchar contra este fenómeno, si solamente tratamos de expli-
dos. Cualquiera que sea la organización interna del grupo carlo sobre la legítima base del prejuicio cultural o racial.
local nativo este se encuentra ubicado en la base de la es- De la misma manera no podemos comprender y liquidar los
tructura piramidal y asimétrica y constituye (junto con el sec- errores de la acción misional si nos limitamos a interpretar-
tor destribalizado de la población selvícola) la mano de obra los como un fruto fortuito de una poco ¡lustrada buena fe o
para las actividades extractivas. Esto último se da principal- de una incomprensión cultural. Estos son aspectos importan-
mente en la selva baja, mientras que en la selva alta la co- tes, tal vez fundamentales, pero no únicos; deben ser com-
munidad nativa se vincula más a las actividades de una agri- paginados y analizados como parte de la estructura global.
cultura de subsistencia dentro de un espacio territorial que
trata de defender de las invasiones y expoliaciones. Veamos de ejemplificar estas últimas afirmaciones. To-
mamos un caso histórico para facilitar el proceso de auto-
4. Los comunicadores de la sociedad nacional. crítica. Cuando el buen padre Gabriel Sala, hacia fines del
En esta categoría incluimos a todos los funcionarios del siglo pasado, declaraba que estaba dispuesto "a coser a cu-
Estado de los diferentes sectores (Educación, Salud, Agricul- chilladas y romperle sus flechas" (Várese 1968 a; 104) al
campa que se opusiera a- la invasión de sus tierras por parte
66 67
de una expedición misional, naturalmente estaba participan- Documento Final del Encuentro de Melgar (D.M.C. 1969: 325),
do plenamente de los prejuicios de la época, que veían en el ha constituido un grande y generoso esfuerzo de los misione-
nativo de la selva el peligroso "salvaje" irracional y traicio- ros para llevarles el mensaje cristiano e implantar la Iglesia
nero. Las mismas falsas ideas le hacían ver fantasmas allí como signo e instrumento de salvación". Pero la instalación
donde no los había y le hacían afirmar, por cierto de mane- de la Iglesia es necesariamente instalación del poder econó-
ra poco cristiana, que el " . . . p u l s o no está mal; y si llegase mico y político de las metrópolis europeas o americanas o
al caso de tener que apuntar (el fusil) contra algún salvaje, de la burguesía nacional, de las que ella misma es parte cons-
procuraríamos dirigir la vista al centro para dar siquiera a los titutiva. Cristianizar ha sido y es sinónimo de occidentalizar
pies o a la cabeza" (IBID). Sus fantasmas eran indios crueles o criollizar, términos que, a su vez esconden una realidad so-
y salvajes que debían de atacarlo de un momento a otro, pero ciológica trágica: la proletarización de la sociedad indígena.
que nunca lo hicieron por alguna milagrosa razón: no porque En otra ocasión hemos usado el concepto de "lumpenproleta-
simplemente no eran ni crueles, ni traicioneros. Pero sería rización" (Várese 1968: 90) para indicar el proceso por el
erróneo interpretar exclusivamente el fenómeno del misione- cual una sociedad indígena, relativamente autónoma, es obli-
ro Sala sobre la base de una incomprensión cultural, de unos gada por causas externas a dejar esa condición para incor-
prejuicios etnocéntricos, de una ignorancia poco disimulada. porarse a la sociedad nacional como un subproletariado inca-
El misionero Sala comandaba la expedición armada en el te- paz de autoestructurarse como clase consciente. Toda una
rritorio indio del Gran Pajonal no precisamente para llevar tendencia del pensamiento antropológico ha contribuido a for-
un mensaje evangélico, sino para conquistar a un pueblo por mar una falsa imagen del proceso de la aculturación de las
la violencia y la fuerza. Violencia armada, en el peor de los poblaciones indígenas, enfatizando exclusivamente los aspec-
casos, o violencia económica, política o ecológica. El mismo tos culturales del cambio social y descuidando el hecho que
Presidente Nicolás de Piérola le había encargado personal- en ningún caso al abandono de la cultura tradicional corres-
mente la expedición (IBID.: 103-104-105) con la finalidad de ponde la inclusión de la población nativa dentro de las clases
abrir el territorio a la expansión de las fronteras nacionales de la sociedad nacional que controlan el poder y los recur-
y acelerar de esta manera el proceso de exterminio de la sos económicos.
población indígena. Se repetían, más de tres siglos después,
la misma historia de la Conquista del Perú y de América. Y Asimilación, incorporación, integración de las sociedades
la historia se está repitiendo en nuestros días. El padre Sala indígenas a la sociedad nacional, en nuestros países, signifi-
y todos los padres Sala de hoy día que se prestan de una can simplemente proletarización. El antropólogo brasileño
manera supuestamente poco consciente a servir de " . . . P r e - Darcy Ribeiro sintetiza perfectamente este fenómeno cuan-
cursores y perros de caza del imperialismo", de la conquista do afirma que los cambios dirigidos a la integración de las
y del colonialismo interno y externo, como ha escrito el P. poblaciones indígenas marginales, lo único que logran, es
Thomas Ohm (1950: 137) en un excelente estudio sobre el transformar a un indio específico en un indio genérico. O
cristianismo visto por los asiáticos, no son sino agentes ví- sea, hacer perder al indio su especificidad cultural, social y
cariales de intereses imperialistas internos o externos. lingüística que le permita autoidentificarse como diferente
de otros indios y de los demás miembros de la sociedad na-
El mecanismo por medio del cual el misionero se trans- cional, sin darle a cambio ninguna nueva identidad cultural
forma en un delegado colonialista, tiene su punto de partida y social, salvo la de seguir siendo un "indio" sin ninguna po-
en el supuesto teórico de la acción evangelizadora, así como sibilidad de autoidentificarse como clase explotada y por lo
esta se ha entendido hasta nuestros d[as: el indio debe ser tanto potencialmente revolucionaria. En su crítica a la antro-
transformado. El mismo supuesto ha servido de base para la pología el francés J. P. Dumont ha escrito: "Los indigenistas
colonización de África y Asia y sirve de sustento implícito o los misioneros destruyen las culturas diferentes para ver-
o explícito para todas las acciones desarrollistas de los go- tirlas con los harapos de Occidente" (1970: 9-10) y se trata
biernos nacionales empeñados en la expansión de sus fronte- de harapos ideológicos también.
ras económicas internas. Nos atribuimos el derecho de trans-
formar a los otros pueblos en nombre del cristianismo, del
En resumen: el proceso de difusión e imposición de un
progreso, del desarrollo, de nuestra "moral", pero transfor-
cierto modo de ser de la sociedad occidental moderna, o
marlos en qué? Para el misionero se tratará de cristianizar:
sea el cristianismo, implica y articula un proceso de desor-
"La evangelizaron de los pueblos de América Latina, dice el
ganización social, cultural y ecológica: la sociedad indígena
68 69
es desorganizada, deculturada y proletarizada. De esta mane-
ra la misión se transforma, a pesar suyo, en una productora B¡
de proletarios sumisos, poco conscientes, obedientes que son
absorbidos por las sociedades clasistas latinoamericanas den-
tro de un sistema de explotación perfectamente articulado. El Hasta aquí hemos presentado un cuadro general y sin-
indio pasa de una sociedad preclasista que desconoce la ex- tético del porqué, en términos de una antropología compro-
plotación y el trabajo alienado, a una sociedad clasista cuyas metida con la liberación de las sociedades indígenas y de las
condiciones normales son la explotación del trabajo, ia com- poblaciones rurales explotadas, la misión ha sido un imple-
petencia, la injusticia permanente. Sociedad local y nacional mento de subversión y de la violencia institucionalizada. Nos
que a su vez está en el mismo sistema de dependencia in- toca ahora indicar, de alguna manera, cuál podría ser la otra
justo con respecto a las metrópolis dominantes. El indígena alternativa de la misión en Latinoamérica. Nuestras opiniones
pasa de un mundo controlado social, cultural, económica y tienen únicamente el valor de las reflexiones de una discipli-
ecológicamente a una constelación de dependencias asimé- na que está tratando, ella misma, con fatiga de cortar su
tricas y piramidales en cuya base se tiene que ubicar inevi- cordón umbilical que la une a una concepción y a una prác-
tablemente. Alfabeto a medias, criollo solo en los aspectos tica colonialista. La antropología no ha estado y no está libre
más externos, abandona su ambiente para marginarse, en los de las taras de una falsa conciencia y de un callado servilis-
barrios inmundos de alguna ciudad y constituir esa mano de mo al servicio del imperialismo occidental y del colonialismo
obra barata tan apreciada por los empresarios locales. En el interno. Y de manera tan grave como en el caso de la mi-
plano individual su personalidad pasa de la normalidad a la sión, los antropólogos han racionalizado sus intervenciones a
marginalidad en la que, como ha señalado F. Fanón (1952: 99) favor de los poderosos o del sistema represivo oficial, repi-
yo indio tengo que hacerme blanco a fin de obligar al blanco cando su propia ciencia, las sociedades indígenas y su lugar
a reconocer mi humanidad. dentro de las naciones latinoamericanas. En la conquista, su-
misión y depredación cultural y social de las sociedades na-
Y así la misión cumpliendo, su designio salvífico (D.M. tivas, muchas veces los antropólogos y los misioneros se han
C. 1969: 329), implementa el sistema de sociedades claslcis- tomado de la mano. Son de hace pocas semanas las declara-
tas proporcionándoles "indios genéricos", social y cultural- ciones de un antropólogo venezolano aprobando las invasio-
mente disgregados, incapaces de poder conquistar su futuro nes de tierras de los Makiritares por parte de hacendados
de libertad. Las críticas que acabamos de exponer no son y ganaderos del alto río Ventuari [El Nacional de Caracas, 11
nuevas en el seno de la Iglesia y menos en la Iglesia Latino- de febrero de 1971). Ni la misión ni la antropología sacralizan
americana. Desde los "curas obreros" o la "Misión en Fran- a sus miembros.
cia" de la segunda post-guerra, experiencia que contribuyó a
acortar las distancias entre una concepción reaccionaria del En un symposium celebrado en Barbados en enero de este
cristianismo y el marxismo, hasta las más recientes encícli- año, algunos antropólogos latinoamericanos señalaron que lo
cas papales, se ha visto siempre con mayor claridad que el mejor para las poblaciones indígenas es la suspensión de
primer compromiso de los sacerdotes especialmente los del toda actividad misionera. La medida es radical y revoluciona-
tercer mundo, es salvar al hombre aquí en la tierra. Y el pri- ria, pero dadas las actuales circunstancias políticas y socia-
mer paso para lograr esta salvación debe ser la ruptura de les de la mayor parte de América Latina, tal medida puede
la Iglesia y de la misión con el poder subversivo instituciona- precipitar la situación de las poblaciones que están vincula-
lizado. El P. Camilo Torres ha señalado con claridad este mal: das directa o indirectamente a las misiones. Sinembargo ha
"el poder eclesiástico... está unido al poder económico y al llegado el momento en el cual la misión debe invertir diame-
poder político por poseer intereses comunes. El conformismo tralmente su acción. La misión tiene hoy día un objetivo po-
de los eclesiásticos debe ser la contraprotestación para que lítico concreto: contribuir con su organización, su gente, sus
se mantengan esos intereses... A través del poder económi- recursos, su prestigio frente a la sociedad nacional a la libe-
co, del poder cultural, político, militar, la clase dirigente con- ración de las sociedades indígenas. Los misioneros deben ser
trola los demás poderes... (y) la Iglesia es un instrumento portadores de un mensaje de rebelión y no de sumisión y
de la clase dirigente" (MUNIPROC 1969: 53). obediencia a orden esencialmente injusto y subversivo como
es el de la sociedad burguesa latinoamericana. El misionero
debe alcanzar estas metas a través de un trabajo de conso-
lidación y refuerzo de las sociedades y culturas tribales: no
70
71
solo no debe destruir o respetar a las culturas locales, sino BIBLIOGRAFÍA
que debe asumir esas culturas y ser indio entre los indios,
compenetrándose en la sociedad y cultura local para descu-
brir de qué manera esta puede resistir a las agresiones ex- D.M.C. Antropología y Evangelización. Un problema de
ternas en sus propios términos y utilizando los de la cultu- 1969 Iglesia en América Latina. Depto. de Misiones,
ra nacional que sean compatibles con su esencia. Para esto Colección D.M.C. N» 1, Bogotá.
el misionero debe transformarse en un humilde discípulo de DUMONT, Jean Paul"El Occidente y los B á r b a r o s " en Anuario In-
las sociedades nativas para aprender y, aprendiendo, amar y 1970 digenista, XXX, México, dic. 1970.
de esta manera dejar de querer transformar, sino dejarse
transformar para finalmente asumir como suya la lucha de li- FANÓN, Frantz Peou Noire, Masques Blancs. París, Aux Edi-
beración de las poblaciones que ha aprendido a respetar y 1952 tions du Seuil.
amar. Y la lucha en nuestros días es esencialmente política. LAING, R. D. "Lo Obvio" en Dialéctica de la Liberación. Méxi-
1969 co, Siglo XXI Edit.
Así el misionero deberá contribuir a organizar la socie-
dad indígena para la lucha: deberá politizar a sus miembros, LATHRAP, Donald "The Hunting Economies of the Tropical forest
concientizarlos en términos sociológicos, etnológicos, econó- 1968 Zone of South America: an Attempt at His-
torigal Perspective" en LEE, R., DE VORE, I.
micos y políticos. Enseñarle sus derechos y, si estos no exis- (Ed.) Man the Hunter, Aldine Publishing.
ten enseñarle a pelear por ellos hasta que los puedan con-
quistar y asumir, así, su propia liberación y su autosugestión. OHM, Thomas Crítica de Asia sobre el Cristianismo de Occi-
Pero esta labor, este salto al otro lado de la barricada, su- 1950 dente. Buenos Aires, Ed. Desclee de Brouwer.
pone una nueva manera de ser y una preparación que el mi-
MEGGERS, Betty "Ambiente y cultura en la Cuenca del Amazonas:
sionero no ha podido tener nunca porque hay sectores inte- 1960 Revisión de la Teoría del Determinismo Am-
resados en que así sea. Y no será fácil conquistar esta pre- biental" en Estudios sobre Ecología Humana,
paración porque no habrá ayuda oficial, ni apoyo y segura- Washington, Unión Panamericana.
mente habrá represión. Ese dinero que llega con relativa fa-
cilidad para los proyectos del llamado "desarrollo comunal" MUNIPROC Golconda. El Libro Rojw de los Curas Rebeldes.
1969 Documentos Seleccionados, MUNIPROC, Bogotá.
(una escuelita, una püadora de arroz, una granja avícola) se
hará siempre más difícil de conseguir cuando las fuentes des- VÁRESE, Stefano La Sal de los Cerros, Notas etnográficas e his-
cubran que sirve para politizar y organizar a los pueblos opri- 1968a tóricas sobre los Campa de la selva del Perú.
midos. Habrá que movilizar hasta el últi.mo recurso y organi- Lima U.P.C.T.
zar cursos y seminarios de estudio para que los miembros
1968b "Antropología, Política y Neutralidad" en AMA-
de las sociedades nativas puedan complementar sus conoci- RU N? 7, Lima, julio-septiembre de 1968.
mientos y, tal vez, puedan acudir a otros países donde situa-
ciones análogas están en vías de solución. 1969 "Situación y problemática antropológica de los
territorios misionales en el oriente p e r u a n o "
Consideramos la organización de los oprimidos para su en D.M.C. op. cit.
liberación como el único objetivo al que puede aspirar la
misión en las circunstancias latinoamericanas actuales. De
esta manera, poco a poco, más de cuatro siglos y medio de
injusticias y abusos, de servicio de la misión al poder repre-
sivo constituido, podrán ser rescatados y quizás llegará el
día en que estaremos reunidos con los indios y los oprimi-
dos, los grandes ausentes de hoy, escuchándolos y polemi-
zando con ellos sobre nuestro futuro común, de tal modo
que se habrá verificado lo que pedía Martin Luther King a
propósito de los negros: "no trabajen por los indios, sino con
los indios".

72 73
MESAS SOBRE LA PONENCIA 4. Respecto al contenido educativo el grupo comenzó di-
ciendo lo siguiente:
(síntesis)
a) El Estado es el encargado de creación de centros de
formación.
Preguntas - guía: b) Que es muy arriesgado aceptar contenidos educativos
elaborados, pues ellos constituirían un nuevo elemento de
1i Qué tipo de organizaciones políticas de la dominación.
población indígena contribuirían a ser proceso c) Los contenidos educativos deberán tener en cuenta
de progresiva auto-gestión? las peculiaridades culturales de los grupos indígenas.

2? Cómo lograr una actitud de encarnación?


Mesa N? 2

/ ' Pregunta
El sistema político en general ha hecho perder la solida-
SÍNTESIS DE MESAS ridad tribal, ha hecho individualistas a los aborígenes.
Para contribuir a su proceso de progresiva auto-gestión:
Mesa N? 1 Promoción de líderes.
1. Estimamos que las organizaciones políticas de la po- Que las autoridades sean elegidas en asambleas comu-
blación indígena son posibles y que contribuirán a un proce- nales, para que los mismos pobladores tomen acuerdos y los
so de autogestión progresiva si se logra que las funciones lleven al gobierno.
de alcaldes, agentes municipales, tenientes, gobernadores,
etc., sean ejercidos por los indígenas. Estimamos que también Estatuto especial del gobierno para defensa de la orga-
es posible a través de curacas y capitanes llegar a formas nización de las tribus.
de asociación entre pequeñas comunidades con el fin de que
una vez organizadas se defiendan mejor. La labor conjunta de maestros, misioneros y líderes pro-
pios, dan resultados positivos para tener la colaboración y
2. Son posibles canales de comunicación y acción de las mentalidad de todos ellos.
sociedades indígenas frente al gobierno central. Estos cana-
les pueden ser abiertos por la propia misión cuyo rol sería Provocar la auto-gestión con pequeños estímulos, de ma-
actuar de intermediaria entre los grupos indígenas y los po- nera que se puedan organizar y promover.
deres públicos. El punto de partida en esta acción de la Mi- La Misión contribuya a formación de sistemas cooperati-
sión, son los propios valores de la comunidad indígena que vistas a cargo de sus propios líderes.
deben ser respetados; lo mismo que su cultura. Es papel tam-
bién de la Misión en esta línea insistir ante el gobierno cen-
tral en el logro del reconocimiento oficial de las comunidades. 2? Pregunta

3. Respecto a la problemática de internados, el grupo Educando al nativo para que sea un elemento base.
se expresó de la manera siguiente:
Formación de juntas de protección al indígena que lo de-
a) Creemos que los antropólogos carecen de base expe- fienda contra agentes explotadores y que ellos resuelvan sus
riencia! sobre las funciones del internado en la Misión. problemas e inquietudes.
b) Reconoció el grupo que la existencia de internados se
debe planificar cuidadosamente dentro del propio ambiente El misionero debe ser gestor para que ellos mismos des-
indígena y su finalidad primordial ha de consistir en capacitar cubran los valores cristianos e instrumentos de auténtica li-
al indígena en las actividades propias de su medio. beración.

74 75
Organismo Nacional de los pueblos en las misiones ca- En este aspecto sería bueno aprovechar para el Perú la
tólicas, con apoyo de todos los misioneros de la nación. posición del doctor Várese dentro del gobierno.

Se planteó la pregunta: 3. Soluciones y alternativas al problema del internado:


internado, educación radial, grupos móviles, etc.
Qué es lo que sabemos nosotros de los canales oficia-
les para obtener los beneficios del gobierno para la pobla- — Es un mal grave: necesario en el caso de que el pén-
ción ribereña? sum sea oficial tolerable para las tribus que lo exijan.
Lo mejor para las tribus nuevas serían profesores pro-
Mesa N? 3 pios, escuelas radiofónicas, equipos ambulantes.
Los grupos indígenas no tienen organizaciones políticas Otra opinión del grupo fue también que el internado es
a nivel regional, sí poseen organizaciones políticas a nivel solución única en ciertos casos; razones geográficas, orfan-
tribal, familiar, organizaciones que las tienen desarrolladas y dad, etc.
servirían de base para su integración en una comunidad or-
ganizada. Mesa N? 5

Mesa N? 4 El tipo ideal de organización política de la población in-


dígena es la propia organización existente en las tribus para
todos los efectos de auto-gestión.
1. Se han revisado distintas formas, hay grupos indíge-
nas sin ninguna organización; otros en cambio, como en el La Iglesia frente a los gobiernos, tiene una misión profé-
Vaupés, la organización es bastante perfecta. Existe una or- tica y su acción es necesariamente política: Denunciar los
ganización en acciones comunales que les ha conseguido va- errores, abusos, discriminaciones raciales y todo lo que aten-
rios auxilios del gobierno. ta el bien de la persona y de la colectividad.
El comité pro-defensa, es una organización en marcha que La acción del misionero tiene dos funciones:
cuenta con algunas de las 46 tribus. La cooperativa ha sido
aceptada con entusiasmo y los ha liberado de la explotación, a) Promover políticamente los grupos selváticos hasta
y por este motivo la Misión se ha desprendido de los comi- que puedan hacerse oír ellos ante los gobiernos directamente.
sariatos. b) Mientras el indígena alcance esta promoción, el mi-
sionero debe ayudarles.
Hay una organización de líderes, que tienen una normal
y 60 centros en los que trabajan. Esto ha dado muy buen re-
sultado, pues los indígenas han tomado conciencia de su Mesa N? 6
papel, han expulsado al Instituto Lingüístico de Verano porque
se daba cuenta de que los dividía. El primer paso sería lograr que la población indígena
tome conciencia de su papel en la sociedad como grupo.
2. Cuáles son los canales posibles de comunicación y Como solución práctica se ofreció el proyecto existente
acción de las sociedades indígenas, con respecto al gobierno en Colombia de un Congreso de indígenas en niveles esca-
central y el ral que puede jugar la misión en esto? lonados: zonal, nacional, interamericano.
— Hasta el presente en varias agrupaciones el único
canal de comunicación, es la Misión, cuya fuerza se mide Formación de líderes políticos dentro de la misma comu-
por la organización o aislamiento de las diversas jurisdiccio- nidad indígena.
nes misionales entre sí a nivel nacional, e incluso a nivel
Desencadenar un proceso de agitación en los grupos in-
internacional en regiones de idéntica problemática.
dígenas con el objetivo de romper su conformismo sofocan-
Sentimos la urgencia de organizar a los indígenas con el te. Se ofreció como ayuda a este proceso las técnicas de
fin de que se hagan valer como grupo social político con vo- concientización de Paulo Freiré con todas las reservas nece-
ceros, medios de comunicación e influencia ante el gobierno. sarias.

76 77
La última aportación en la línea consistió en sugerir una V.
educación liberadora en el convencimiento de que en el fondo
de toda situación de subdesarrollo subyace un problema edu-
cativo. DE LA TEOLOGÍA DE LA MISIÓN
Preparación del misionero como agente de cambio. Suge-
A LA TEOLOGÍA DEL ENCUENTRO
rimos que el D.M.C. juegue un papel importante en esta lí-
nea, ofreciendo oportunidades más frecuentes a pequeños ni- Gustavo Gutiérrez
veles, desplazando técnicos a los centros de Misión, organi-
zando revisiones periódicas con grupos pequeños.
Con respecto al internado, el grupo no ofreció alterna-
tivas, más bien aceptó la presencia de internados en situa-
ciones concretas y especiales, clarificando los objetivos y
metas que queremos conseguir en ellos.

Introducción

La teología es una reflexión crítica, a la luz de la pala-


bra aceptada en la fe, de la acción pastoral de la Iglesia, de
la presencia de la Iglesia en el mundo.
La Teología en tanto que reflexión, viene "después" de
la acción pastoral, del compromiso evangelizador y liberador
de la comunidad cristiana en la Historia. Su finalidad no es
dar normas a priori a la pastoral, sino contribuir a que esta
no caiga en el inmediatísimo, recordando sus objetivos finales
y profundos, contribuir a que renueve constantemente su fi-
delidad a la palabra del Señor.

I. LA MISIÓN CUESTIONADA

1. La situación
A. La actividad misionera es, hoy, fuertemente criticada
por científicos sociales, por hombres comprometidos con un
proceso político que tiende a cambiar el actual orden de
cosas; es mirada con indiferencia y escepticismo por muchos.
B. Todo esto crea un cierto malestar que se traduce, por
ejemplo, en una falta de vocaciones misioneras problema de
toda la Iglesia, pero las misiones tuvieron durante mucho
tiempo un halo de heroicidad que las hacía particularmente
atractivas; debilitamiento del respaldo eclesial; el cristianis-
mo medio no siente a los misioneros como a su "enviador"
hacia los que no conocen todavía a Cristo: ambigüedad de

78 79
la tarea misionera, "Evangelizaron o civilización?", tarea pro- — Vaticano II con su acento en el Cristocentrismo (por
pia del sacerdote en la misión, etc. oposición al eclerocentrismo) y su consiguiente renuncia a las
exclusividades al reconocer que verdaderos valores evangéli-
C. A nivel teológico se plantean los grandes interrogantes. cos en otras confesiones cristianas y auténticos valores re-
Qué se entiende por misión? Cuál es el fin de la misión? ligiosos en otras religiones.
2. Causas — Medellín: Si según Vaticano II la Iglesia está en el
mundo para servirlo, Medellín nos recordará que el mundo
Esta situación tiene, tal vez, dos causas principales. Dos latinoamericano es un mundo en proceso de liberación en el
factores que han cambiado el contexto de la misión de la que el conflicto e inclusive la "Violencia Institucionalizada"
Iglesia y por tanto de la actividad misionera. están presentes. Una liberación que supone una transforma-
ción económica política y cultural-radical del actual orden de
A. El eje opresión - liberación cosas. Es en ese mundo que la Iglesia latinoamericana de-
Durante un cierto tiempo hemos visto así la situación de berá definir su misión.
los países latinoamericanos: —pueblos atrasados respecto de
un modelo de sociedad tomado de la sociedad moderna o in- CONSECUENCIA. Todo esto trae una pérdida de seguri-
dustrial que deben tomar el camino de desarrollo para llegar dad, un despojo de nuestros viejos apoyos, pero abre una nue-
al nivel de esa sociedad— para esto se requiere la ayuda, en va y fecunda perspectiva.
dinero y personal, de los países evangelizados-
Hoy comenzamos a tomar conciencia de que:
— El subdesarrollo de nuestros pueblos e$ un producto I I . LA MISIÓN Y LAS MISIONES
histórico del desarrollo de otros países.
— Es necesario cuestionar el Modelo social capitalista 1. La cristiandad y las misiones del exterior
que se nos propone.
— El desarrollo pasa por la liberación de la actual situa- A) La Teología y la pastoral de la actividad misionera se
ción de dependencia (externa o interna) en que vivimos. De- elaboró inicialmente en situación de cristiandad. La cristian-
pendencia de los países ricos y sus aliados naturales, los dad ha sido la experiencia histórica más larga y honda de la
grupos dominantes nacionales. Iglesia. Ello se caracterizó por una unanimidad cristiana que
trajo como consecuencia una simbiosis entre lo temporal y
— La ayuda que se recibe es engañosa. Lo que países lo religioso, en que el primero estaba al servicio del segundo.
ricos sacan de países pobres es más que lo que proporcionan (En una situación que muchos creen todavía vivir en A. L.). La
como "ayuda". En A. L. se quiere hoy ser agente de su propio Iglesia tenía en esa época la conciencia clara y sin problemas
destino. de ser la única arca de salvación.
Nota. Habría que repensar también, en función de esos B) Los descubrimientos geográficos de los siglos XV y
esquemas la relación entre Iglesia pobre e Iglesia rica, (y XVI hacen descubrir nuevos pueblos y surge un gran esfuer-
sus bases económicas). zo misionero. Se trata de ganar para Cristo y para la Iglesia,
Además percibimos hoy que lo político es englobante y esos pueblos situados al exterior de la Cristiandad. El amor
que el pretendido a-politicismo no es sino una forma de hacer pues es presencia de una Iglesia establecida en plena pose-
política: por el orden establecido, lo político es un terreno sión de los medios de salvación ligada a una cultura humana
conflictivo y esto asusta, pero es necesario empezar a en- superior que envía misioneros hacia afuera, a tierras y pue-
tender que la paz es la superación real (no la ignorancia) del blos nuevos para incorporarlos a la Cristiandad (símbolo de
conflicto. lo temporal y lo religioso).

B. Una nueva situación eclesial C) Pero la Iglesia establecida comienza a tener proble-
mas al interior: escisión, ruptura con el poder político, recha-
Vivimos en una época de profundización de nuestra con- zo de los intelectuales, alejamiento de las clases populares,
ciencia eclesial. Dos hechos ejemplifican esto: etc. Además crece la conciencia del respeto que hay que

SO 81
6. Antropología
tener por las libres decisiones humanas, sobre todo en mate- C. El fin propio de la actividad misionera así entendida,
ria religiosa. es la evangelizaron y la plantación de la iglesia (A. G. N? 6).
Esta evangelización y esta plantación deben llegar a la Igle-
2. Pueblo de Dios sia a constituirse en un Sacramento de Salvación.
A. En teología y pastoral el término "misión", tiene cua-
tro acepciones principales: misión de las personas trinitarias, Conclusión
misión de la Iglesia, misión hacia los infieles, misión al inte-
rior de la Iglesia establecida ("Francia, país de misión", etc.). La actividad misionera está articulada a la misión de
la Iglesia, y, por tanto a otros sectores pastorales. No es po-
B. El Decreto Ad Gentes, busca articular estos cuatro sible pensarla como algo aparte, solo se la entiende a partir
sentidos y para ello parte —lo que es poco frecuente pero y en la misión de la Iglesia.
básico y fecundo de la Teología Trinitaria. La misión de la
Iglesia (M. 5) es situada como una prolongación de la misión
del hijo enviado por el Padre para llevar la Paz y la Comunión
con El y entre los hombres (M. 3), para esto asume la con- III. EL FIN DE LA MISIÓN DE LA IGLESIA
dición humana y se hace pobre (M. 5). El Hijo encarnado
muerto y resucitado, revela el Amor del Padre. La misión del
Espíritu Santo, vínculo de amor lleva a su plenitud la obra 1. La noción de salvación:
salvífica de Cristo, actúa desde el interior e impulsa a la
De lo cuantitativo a lo cualitativo
Iglesia a extenderse (MM. 4 y 5).
La noción de salvación ha sido revisada y ahondada gra-
C. La Iglesia prolongando esas Misiones se convierte en cias a la actividad misionera.
"Sacramento de Salvación". La Iglesia no "tiene" una misión,
es misión. La encarnación, según agentes, siguió el sendero A. A partir del gran esfuerzo misionero del XVI se plan-
de la pobreza (M. 5). Nuestra propia encarnación por el des- teó la situación de la salvación de los infieles. Este problema
pojo de todo aquello que nos separa de los demás. bloqueó el estudio de la salvación. La cuestión era saber cómo
se salvaban esos hombres alejados de lugares en los que exis-
Nuestra encarnación debe ser: pobre, no pretender sutil- tía una Iglesia en plena posesión de los canales de la Gracia.
mente poseerlo todo. Encarnación de servicio de no poder, ade- La salvación era además concebida como algo ultra-terreno. El
más esa encarnación consistirá, en muchos casos, en "no proceso fue largo, poco a poco se abrió paso la afirmación de
desencarnarse" no evadirse de la historia real de los hombres. Pablo: Dios quiere que todos los hombres se salven. A esta
voluntad (eficaz).
3. La actividad misionera
B. Pero se opera entonces un salto cualitativo; buscando
A. El Vaticano II, prefirió hablar de actividad misionera saber cómo se salvan todos los hombres (fieles e infieles). Se
en lugar de Misión. Las actividades misioneras cobran senti- salva el hombre que se abre a Dios en su abertura a los demás,
do al interior de la misión de la Iglesia. Ad Gentes, habla aún sin tener clara conciencia de ello (N? 25, 35-45); si es así
de situaciones a las que corresponden actividades misioneras la salvación no es algo extramundano. Es una realidad intra-
diferentes. histórica. La salvación — la comunión de los hombres con
Dios y concretamente desde ahora, que asume toda realidad
Para analizar estas situaciones da dos criterios: humana la transforma y la lleva a su plenitud en Cristo. La
— En función de la situación de la Iglesia. paz, la fraternidad objeto de la misión del hijo y que el
— En función de la situación de los pueblos. Espíritu debe conducir a su plenitud son realidades que se dan
B. Partiendo del primer criterio se distinguirán cinco si- también, y necesariamente en la Historia humana.
tuaciones misioneras: Inicial iglesia joven, antigua, en regre-
sión, detenida, en proceso de plenitud. El segundo criterio 2. Una sola historia
lleva a diferenciar partiendo de posibilidades concretas, de Lo anterior nos lleva a la confirmación de que en concreto,
diálogo, de cambios socio-religiosos. hay una sola historia. Toda existencia humana se define en
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última instancia frente al Padre. No hay dos historias, profana y B. En el párrafo anterior veíamos cómo la liberación polí-
sagrada separadas o "estrechamente ligadas". Hay una sola tica está ligada a la creación y a la salvación. Es más que eso:
historia. La relación creación-salvación pueden ayudarnos a la relación creación-salvación se esclarece gracias a esa libe-
comprenderlo. ración que significa autogeneración del hombre en la historia.
El trabajo, la transformación de la naturaleza sólo prolonga la
A. La creación no es en primer lugar, la "explicación" de creación si es hecho humanamente, es decir, si no está alie-
lo que existe, es el primer acto salvífico. La creación da ini- nado por estructuras socioeconómicas injustas (capitalismo
basado en la propiedad privada de los medios de producción)
cio a la historia, a la empresa humana y a la gesta salvífica
el horizonte de la liberación política nos hace ver los pro-
de Dios. El 2? Isaías, es un testigo de esa manera de entender
cesos conflictivos en proceso.
la creación, no es un acto "previo" a la salvación. La salvación
lo engloba todo (Efesios 1,3-5). C. Además, nos conduce a situar correcta y fecundamente
la problemática del pecado. La situación de injusticia, de opre-
B. El acto creador es ligado, hasta la identidad, con el sión de alienación tiene como raíz una alienación fundamen-
gesto que liberó a Israel de la esclavitud de Egipto (cf. Isaías tal: El pecado. Es por eso que Medellín habla de "situación de
51, 9-10). Pero la liberación de Egipto fue un acto político. El pecado" a propósito de América Latina. El pecado como rea-
pueblo judío se hallaba esclavizado, alienado en Egipto. El lidad concreta histórica, aparece así, no como una evasión o
Éxodo representa una ruptura con la situación de injusticia un añadido, sino como la raíz de toda ruptura de fraternidad
y despojo y el inicio de construcción de una sociedad justa. entre los hombres. Es más: toda ruptura de fraternidad es
Es la supresión del desorden y la creación de un nuevo orden. pecado. Al redimirnos del pecado, Cristo no nos redime de
En esta liberación el hombre se autogenera históricamente. "algo espiritual", sino de la fuente misma de toda injusticia,
C. Pero esta liberación política es vista desde el comien- desprecio por el otro, opresión, dominación. Cristo con su
zo como un hecho religioso: Yavé envía un liberador, protege muerte y resurrección viene a salvarnos del pecado a la gracia,
a su pueblo y celebra una alianza con él. Este hecho histórico de la ruptura a la comunión, de la muerte a la vida, de ¡o infra-
y político es enfocado como una re-creación y como un acto humano a la humano. Cristo y su Espíritu aporta una libe-
salvífico. La obra de Cristo encarnado y resucitado y del Espí- ración radical y total y no una liberación "religiosa". Los que
ritu llevan ese movimiento a su plenitud. La salvación es con- reducen la obra de Cristo son los que la limitan a "lo espi-
cebida como una re-creación (Evangelio de Juan y epístola a ritual" y no ven su carácter total.
los Corintios) y como una liberación total. (Evangelio de Lucas).
4. Iglesia: Sacramento Universal de Salvación.
En consecuencia: trabajar, es decir, prolongar la creación
transformando la naturaleza (y entrando en contacto con otros En función de todo lo expuesto hay que repensar la mi-
hombres a través de eso) es ya salvar, porque es prolongar el sión de la Iglesia. En función sobre todo de dos afirmaciones
primer acto salvífico. Liberar políticamente (La injusticia y fundamentales: posibilidad universal de salvación y el trabajo,
la opresión son consecuencia del pecado) es ya salvar. No son es decir, la transformación de la naturaleza y el compromiso
toda la salvación, pero son ya la salvación. No hay propiamente de la liberación del hombre en la historia son ya gestos sal-
una tarea "pre-evangelizadora" como si fuera algo previo a la vadores (no toda la salvación). En otros términos Cristo encar-
salvación. nado y resucitado y su Espíritu están ya presentes en la
historia antes de su anuncio por la Iglesia.
La historia de la salvación es la entraña misma de la his-
toria. Toda la historia es una historia salvífica.
A. La primera tarea de la Iglesia es celebrar con alegría
esa presencia de Cristo y su espíritu en la historia humana, en
3. Cristo y la liberación plena. todos los hombres, esa presencia es un don que acogemos
con una alegría que debemos compartir. La celebración Euca-
A. G.S. N? 39 dice que hay que distinguir entre progreso rística es una acción de gracia, una fiesta. La Eucaristía es-
temporal y conocimiento del reino, pero que están estrecha- tá además, inseparablemente ligada a la supresión de la in-
mente ligados. Afirmaciones generales que deben ser inter- justicia (hasta sus bases económicas) y la fraternidad humana
pretadas y profundizadas. (Cf. Mt. 5,23-24). Un don que se acoge en la contemplación

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y en la brega por la fraternidad humana es un don gratuito.
Debemos recuperar la dimensión de gratuidad en nuestras VI.
vidas. Sin actitud contemplativa no hay vida cristiana.
B. La Iglesia es además, portadora de la Palabra encarnada LA IGLESIA LATINOAMERICANA
que revela la historia a ella misma. Con el anuncio no co- EN LAS CULTURAS
mienza la presencia de Cristo y su Espíritu en la historia, pero
esa presencia se hace consciente y, por tanto, más plena, más RETO Y ESPERANZA PARA LA PASTORAL
humana. Ese anuncio hace al hombre más hombre, lo perso-
naliza.
Mons. Samuel Ruiz García
Pero tomar conciencia no es solo "saber". La palabra aco- Presidente del Departamento
gida en la Fe, la esperanza y la caridad, anuncia una comunión de Misiones del CELAM
total de los hombres con Dios y de los hombres entre ellos,
relativizando todo logro histórico. Más exactamente desobsta-
culiza toda realización humana, actúa contra todo nuevo tipo
de idolatría, es en cierto modo una opresión. Relativizando,
la Fe libera al hombre de caer en nuevas dependencias Pero
además, la palabra radicaliza él compromiso histórico de quien
lo recibe, porque lo lleva a la fuente misma de lo que esclaviza
al hombre y, simultáneamente, de lo que lo libera.
C. El anuncio de la palabra, revelación en la encarnación,
pasa hoy necesariamente, por la denuncia de la injusticia y la
opresión y la explotación. Escuchando otro hombre, como ex- INTRODUCCIÓN
plotado por otra clase social: es más, debe buscar liberarse
de esa opresión y explotación. Hoy, anunciar es, también e Mucho podemos aprender de la radiografía de la cosmovi-
ineludiblemente, denunciar, en la línea de los profetas. sión de un grupo étnico determinado y mirar en sus ideas
D. Todo esto hace más exigente la tarea de la Iglesia. En religiosas. Tomemos el pueblo de Zinacantan, zona maya tzotzil.
ella misma, en sus estructuras, debe ser transpuesta a un A. El Cosmos: La tierra (Balamil), la tierra inferior (olom-
mensaje de liberación. La Iglesia deberá ser pobre {y ho de balamil) y sus duendes, el cielo con su sol y su luna y las
los pobres) por solidaridad con el pobre protestar contra la estrellas. Los puntos cardinales y su repercusión religiosa.
pobreza. Pobre, hoy es el proletario, el marginado, el indígena
acosado, el pueblo dominado. Se trata de una solidaridad con B. Los ancestros: "Totil me' iletic" y las montañas con
esos pobres y de un rechazo de la pobreza que la Biblia con- sus dominios: Corrales en donde cuidan los animales, vigi-
sidera como algo infrahumano. Pobre con los pobres. La Iglesia lan la vida de los zinacantecos y esperan sus ofrendas. Los
hoy, ligada de mil maneras consciente o inconscientemente al 4 hombres que cargan la tierra los mandaron a sus cuevas:
orden injusto opresor, se liberará ella misma de todo aquello ahí cuidan 8.000 animales.
que le impide ser auténticamente fiel al Evangelio.
C. El Dominador de la Tierra: (Yajual Balamil) = ladino
gordo que posee riqueza, tierras, las cuevas, el agua, la
CONCLUSIÓN lluvia, el trueno. El zinacanteco ofrece reparación por el uso
La misión es un encuentro con Dios en el encuentro con los de la madera, de la tierra, etc. "Yajual Balamil" puede escla-
hombres. La misión no parte de la Iglesia para terminar en vizar —o enriquecer—.
ella. Parte de la Trinidad para entrar en el circuito de amor D. Los Santos: (Santo'etic) 55 objetos son llamados así.
de las personas trinitarias. Ser misionero es ser Cristiano; 42 están en las tres Iglesias de Zinacantan y los otros
abierto en el encuentro con los hombres, en la creación de la en las casas de los que tienen el "cargo". Son principales:
fraternidad humana a la Palabra y al Amor al Padre. S. Lorenzo que llegó como pordiosero, pidió "permiso" de

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vivir en el pueblo y le hicieron la iglesia. Antes los santos viven en las cuevas, los santos viven en las iglesias. Las cruces
"hablaban" pero no les gustó a los "totilme'eletic" que los que se encuentran en los montes, en las cuevas, en los ma-
callaron para siempre echándoles agua caliente. San Sebas- nantiales... no son por desgracia un símbolo cristiano, son
tián: Un soldado del Rey o un Capitán de Oayaca; fue muerto "puertas de comunicación" con los ancestros, con el dominador
por rechazar el matrimonio con la hija de su jefe. Luego de la tierra. Al hacer las ofrendas de flores, incienso, licor, ora-
aparece vivo pide una iglesia y se la hacen en tres días. ciones, se atraviesa por esa puerta y se establece la comuni-
Santo Domingo: Patrón secundario. Santo Entierro: (Jman- cación. £/ sacerdote está como intermediario entre los santos
wanej = el "comprador"] los demonios lo quieren crucificar, y la comunidad: él sabe rezar la misa que es oración elaborada
cuando se fueron a comer él bajó de la cruz, arrojó alto una para la fiesta del santo, el da el Bautismo que ayuda que el
piedra azul e hizo el cielo. Lo volvieron a clavar. Pagó el Ch'ulel que posee un niño no se pierda fácilmente.
precio de nuestros pecados. Virgen del Rosario: (Ch'ul me-
tic) = patrona de las mujeres igual luna, madre del santo El antropólogo norteamericano Evon Z. Vogt quien ha es-
entierro. Señor Esquípulas: Asociado con el comercio de la tudiado profundamente esta cultura dice sin dudas: "Después
sal. Los Santos: son dioses poderosos poseen su ch'ulel, vi- de mi segunda y tercera visita de estudio me pareció cada
ven en las iglesias; se les limpian sus vestidos periódica- vez más claramente que los Zinacatecos no son fieles católicos
mente y son incensados. Como los ancestros, esperan can- con algunas pocas reliquias mayas remanentes en su cultura;
delas, oraciones y ofrendas, incienso, música, flores. Sacar la sino que son más bien una tribu maya con fuente hispánico-
fiesta es un deber que si se rechaza es castigado. católica, que se volvía constantemente más tenue a medida
que progresaba nuestra investigación de campo en esta cul-
tura" (Cfr. "The Zinacatecos of México Modern Maya way of
E. Las "almas" hay dos ch'ulel y chanul
life" Evon Z. Vogt p. 12).
El Ch'ulel: 13 partes, es indiscutible, se pueden perder
partes o por obra de un ancestro, o por maleficio; un niño
puede perderla fácilmente. El Bautismo es un fijador del Ch'u- 2. PROBLEMAS QUE SE PLANTEAN
lel. Poseen Ch'ulel todas las cosas útiles: sal, calabaza, maíz,
cruces, casas, imágenes, instrumentos musicales. Las relacio- El ejemplo dado tiende solamente a poner de manifies-
nes más importantes están entre el Ch'ulel de las personas y to que no se da una verdadera evangelizaron si no existe
los objetos que las rodean. Siquiera una confrontación con los valores de la cultura. La
mera superposición de una capa de cristianismo produce lo
Religión de Sandwich: Los Ancestros son quienes vigilan que hemos llamado "religión de sandwich" que es el "caldo
la conducta de los zinacatecos a través de los ancestros de cultivo" mejor preparado para un sincretismo religioso.
Totic c' ac'al manda los castigos que consisten en una enfer- Es más: mientras más gruesa sea la "capa de cristianismo"
medad del chanul. Al no dar de comer o de beber al animal tendrá la mitología subyacente más medios de expresión,
protector, se enferma el hombre. El ilol = vidente (curandero) más ropajes pacíficos y tranquilizadores de qué revestirse
es quien como intermediario entre los nuestros y la comunidad ante el satisfecho misionero.
conoce los medios para que los ancestros se pacifiquen y
vuelvan a alimentar al animal protector. Entre el Yajual Balamil Que no sea una exageración mía esto, lo encuentro com-
y la comunidad hay otro intermediario, el Ac'chamel winic, quien probado en mi corta experiencia pastoral; a un párroco que
interviene para que se restituya la parte del Ch'ulel que fue re- tiene una feligresía fervorosa con un grupo indígena trans-
ducida a servidumbre por el Yajual Balamil. culturado en la cabecera parroquial. Le participé de mis te-
mores de sincretismo religioso como consecuencia de la
La línea de las apariencias cristianas son una vestidura lectura de un reportaje sobre leyendas que corrían entre in-
nueva de la mitología y nuevas formas de expresarse ella mis- dígenas de su parroquia. El me respondió seguro de sí
ma: Los Santos son una nueva versión de los ancestros, celosos mismo: "No creo que sea exacto lo que el antropólogo afir-
de su propio culto, comedores de velas, flores, incienso y vino ma; tal vez esas leyendas de nahualismo de que usted me
cuidan de la comunidad y son —como los ancestros— consulto- habla corran únicamente entre alguno que otro anciano aún
res de Totic c'ac'al. Los castigos que manda no se salen de los no convertido". Un mes después el párroco, rascándose la
esquemas señalados para los ancestros. Mientras los ancestros cabeza me dijo: "Tenía razón en sus preocupaciones: a un
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grupo de indígenas de la Acción Católica, practicantes, ins- llama cultura). El respeto a la cultura nos exige abstener-
truidos, que hacen sus viernes primeros de cada mes, les nos de todo cambio hecho desde afuera y sin el consenti-
pregunté: a quién habían recibido en la Sagrada Eucaristía? miento plenamente libre de la comunidad: tanto más cuanto
y me respondieron sin dudar: al santo s o l . . . " . que los cambios —aún en lo aparentemente secundario—
son causa de una reacción en cadena de modificaciones sub-
Cómo evitar la religión de sandwich? siguientes.
El cristianismo —hablo de lo que yo conozco, no de 3. Que si la dignidad de que están revestidas las cultu-
situaciones que surgen ya esperanzadoramente excepciona- ras nos impide el atropello aún en lo que es secundario
les— es presentado en las regiones misioneras por extran- dentro de las mismas, con mucha mayor razón nos exige el
jeros (y lo somos también los nacionales), no pocas veces respeto a la religión que es parte esencial y aglutinante de
en lengua extranjera al evangelizado y, sobre todo, con un las culturas aborígenes. "Se injuria, pues, a la persona hu-
ropaje occidental que poco de común tiene con el hombre mana (dice el Concilio Vaticano II en la Dignitatis Humanae)
a quien el mensaje va destinado. Ser cristiano significa vivir y al mismo orden que Dios ha establecido para el hombre
un cristianismo a lo mestizo, significa, en fin la aceptación si se niega a este el libre ejercicio de la religión en la so-
de valores y signos, conceptos, costumbres que le son com- ciedad, siempre que se respete el justo orden público" (Dig-
pletamente extraños y enigmáticos. nitatis Humanae N? 30).
O si queremos expresar lo mismo en forma conflictiva, Ahora bien, nuestra acción misionera tiende precisamen-
diríamos: te a convertir en discípulos de Cristo a quienes no creen
en El. Nosotros queremos que el paganismo, que las mitolo-
1. Que el hombre tiene una dignidad a la cual no puede gías desaparezcan: ("Id y convertid en discípulos a todas
renunciar, a la cual tampoco se puede lícitamente atrope- las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre y del
llar. Ni siquiera en el caso en que haya de castigarse a un Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar cuanto
culpable con la privación de la libertad (o de la vida) po- yo os he mandado" (Mat. 28, 19-20). Sustituir la mitología
dría existir algo que legitime el atropello a su dignidad. Todo por el cristianismo, no es destruir io más nuclear de una
tipo de presión religiosa es atentatoria de la dignidad huma- cultura? En qué consiste entonces la acción misionera? Mi-
na. Por eso el Concilio Vaticano II afirma en la declaración sionar es únicamente contemplar con los brazos cruzados
"Dignitatis humanae" (N? 2a): "este Concilio Vaticano declara una cultura dando tan solo con la propia vida, un ejemplo,
que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. un testimonio? Es construir arqueológicamente una cultura
Esta libertad consiste en que todos los hombres deben estar devolviéndole su primitivo esplendor? Todo esto no nos sue-
inmunes de coacción, tanto por personas particulares como na a evangelizar! Habrá, en fin, en el destino trascendente
de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y ello del hombre una razón que justifique el aplastamiento de
de tal manera, que en materia religiosa ni se obligue a una cultura? Si fuera así, por qué Dios permite la existen-
nadie a obrar en contra de su conciencia, ni se le impida cia de un pluralismo cultural en la historia del género huma-
que actúe conforme a el/a en privado y en púbíico, solo o no? ("Antropología y Evangelización" D.M.C. N? 1 Bogotá
asociado con otros, dentro de los límites debidos. Declara, 1969, Alfonso Torres Laborde, pág. 308").
además que, el derecho a la libertad religiosa se funda en
la dignidad misma de la persona humana.

2. Que la cultura —poseída por todo grupo étnico de- 3. RESPUESTA DE LA TEOLOGÍA
terminado— fruto del relacionamiento humano, nos merece
tanto o más respeto que la misma persona humana. {Entien- Afortunadamente para nosotros, el cristianismo no es
do aquí la cultura en el sentido antropológico: La respuesta una mera teología dogmática, no es un código de leyes mo-
que un grupo humano da a los interrogantes y problemática rales; no es una explicación del mundo visible; no es una
que le plantea lo trascendente (como quiera que sea llama- cultura, ni se identifica con ninguna; no es, aunque parezca
do) los otros grupos humanos que lo circundan y el ambien- absurda la expresión, una religión (supuesto que religión es
te físico-geográfico en que se desarrolla su vida. Todo este el movimiento, el esfuerzo del hombre que por actos puri-
bagaje, tansmitido de una generación a otra, es lo que se ficatorios trata de acercarse a la Divinidad para comunicarse

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con ella). El cristianismo es el movimiento de un Dios que se trario debe realizar en cierta forma en el mundo el Misterio
introduce por la Encarnación en la historia del género humano Trinitario pues así como en la Trinidad hay riqueza de per-
para darle un dinamismo escatológico y trascendente. El cris- sonas, así la Iglesia para Cristificar al mundo, debe encar-
tianismo es un acontecimiento, es una historia salvífica. narse en cada cultura, dinamizándola como Cristo dinamizó
la historia humana. Así, agudiza el pluralismo cultural e im-
A través de la creación Dios se comunica al hombre; prime un movimiento liberador del hombre en la cultura y
pero esa comunicación —revelación natural— es como el en el amor del Espíritu Santo, de cuya misión la Iglesia es
vestigio que de su persona deja el pintor en la técnica que el sacramento, hace posible y establece la comunidad autén-
usa en los temas preferidos de sus cuadros. La familia tri- tica en el pluralismo de personas y de culturas. La Iglesia,
nitaria escogió, además, otro camino: se hizo "aconteci- por tanto, "debe impulsar la humanización plena del hombre
miento" en el hijo y así la "palabra" eterna que expresa todo según las características propias de la cultura a la que es
lo que es el Padre de quien procede y por quien es enviado, enviada. Por eso debe entender las diversas culturas como
se hace hombre por obra del Espíritu sin dejar de ser Dios. palabra de Dios, en donde más o menos orillan claramente
Y esta palabra humanizada, diluida en el mar del tiempo, la participación vivida por la acción humanizante del hom-
reducida a una fecha de calendario; resuena en toda la his- bre, y debe dar derroteros conscientes y plenos para que una
toria del género humano al grado de que ya no exista ni cultura encuentre en la Iglesia el camino para su mayor afir-
pueda existir, una historia natural de la humanidad; sino que mación diferenciada, a la vez que su unidad con las demás
debe ser, y es, una historia de salvación. culturas".
Dios Padre envió pues, a su Hijo para que haciéndose
verdaderamente hombre sea el principio y el fin de cuanto "Y como Cristo, la Iglesia no puede aferrarse a un in-
ha sido creado. "Entonces la creación llega a la intensidad movilismo cultural, sino que, propiciando la visión clara de
máxima de su existencia y verdad, participando seminalmen- los elementos perennes desarrollados en el pasado cultural,
te de la plenitud de la vida. Y si en la naturaleza humana debe iluminar a los pueblos en su caminar cambiante e in-
de Cristo, la creación ha llegado a la plenitud en una armo- dicarles cómo la vitalidad dinámica de la cultura reviste la
transparencia de un Cristo, que, junto con su pueblo, cami-
nía perfecta con la verdad y el amor, y así con la vida; en
na hacia la plena realización del final de los tiempos" {Past.
lo restante de la creación es necesario un movimiento con-
Indig. en México, Colección Ig. Nueva, N? 5,6,7,3).
tinuo y ascensional, hacia el Padre por el camino de Cristo;
esto es una unión de personalidades, entre el hombre, la
creación restante, cuyo sentido es el hombre y Dios.
"Ahora bien, el misterio de las misiones trinitarias al 4. ORIENTACIÓN CONCILIAR
contacto pleno con el mundo se prolonga visiblemente en el
tiempo, y esa prolongación de las misiones recibe el nom- El Concilio fue consciente de la honda problemática que
bre de Iglesia. Y esta comunidad de los llamados a formar está en el fondo de la acción evangelizadora y misionera de
un solo cuerpo, tiene la obligación de convertirse en un la Iglesia; consciente del deber de salvaguardar la libertad
signo de verdad y de amor para todo el hombre y para toda humana, el respeto a la cultura; consciente de ser sentida
la creación: realizar sacramentalmente lo que es y significa extranjera. Los documentos conciliares Ad Gentes, Lumen
en la creación, en las culturas, en el hombre, es decir la Gentium, Gaudium et Spes (por no citar sino los más ex-
prolongación de la encarnación del Verbo. Y esa actividad plícitos), nos dan una luz orientadora.
sacramental y encarnación de la Iglesia ha sido confiada al
total de sus miembros, según el puesto que cada uno ocupe Y miro los siguientes pasos descritos en los documen-
en este Cuerpo Místico. (Pastoral Indigenista en México. tos, que no forzosamente son cronológicos: Es una verdad
Iglesia Nueva N? 5, Bogotá 1970, N? 6.7.1). fundamental que Dios quiere eficazmente la salvación de
todos los hombres de todos los tiempos, de todas las razas,-
La Iglesia recibe la misión de Cristo de perpetuar su de todas las culturas. Lo cual significa que misericordiosa-
encarnación, Ella debe encarnarse en cada situación histó- mente ha actuado salvíficamente no solo en su pueblo es-
rica, en cada cultura. Su tarea no es ante el pluralismo cul- cogido en orden a la preparación de la encarnación de su
tural, hacer una gran monocultura universal; muy por el con- Divino Hijo: sino también en los pueblos que lo rodearon.
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Como también ahora actúa saivíficamente en los hombres y de respeto y aceptación de la persona con todos sus condi-
en las culturas que están al margen del cristianismo (L. G. cionamientos. Este testimonio no será plenamente eficaz si
16,22). la acción misionera no se ejerce en el seno de la comuni-
dad cristiana de donde el misionero ha salido, a fin de que
Esta presencia actuante de Dios se manifiesta en las se libre de todo tipo de antitestimonios, de toda convivencia
culturas de dos modos: A) Como valores religiosos prepa- consciente o inconsciente con la opresión y la injusticia. Por
ratorios del cristianismo, como pedagogo hacia Cristo (L. eso enfatizó fuertemente el Concilio que la acción misione-
G. 16 A. G. 3], en una especie de Antiguo Testamento den- ra de la iglesia no es como un "deporte", o una "especiali-
tro de cada cultura, y B) Como una acción ya saivífica aun- zación" dentro de su seno, sino su tarea primordial (Ad. G.
que implícita (semillas del Verbo), pero actuante en el seno 2Ad. G. 5).
de cada cultura (A. de G. N? 9b). Es más, antes de que el
Verbo se hiciera carne, estaba ya en el mundo como una Y Dios seguirá haciendo su o b r a . . . , el hombre oirá su
luz que iluminó a todo hombre (G. S. 57). Por eso no es de voz y sin opresión de ningún género, en un acto sublime
extrañar que en el seno de algunas culturas se encuentren de aceptación de aquel "Dios desconocido" orientará toda
carismas místicos, ascéticos y contemplativos que la vida su vida hacia él. Se convertirá.
religiosa cristiana debe asumir enriqueciéndose (ADG. 18b).
Entonces surgirá una Iglesia verdaderamente encamada,
Se sigue de esto que el primer paso en la tarea misio- una iglesia, por decirlo así autoctonizada: "por sus formas,
nera no es predicar un mensaje a quien nada ha oído de él; por sus miembros, por la presentación misma del contenido
sino investigar las culturas para descubrir lo que Dios está cristiano y por sus proyecciones futuras. Las necesidades
haciendo y diciendo ya en el corazón del hombre. Esta in- mismas, locales o regionales, de las comunidades indígenas
vestigación por una fuerte motivación teológicamente lleva- irán dictando los pasos que habrán de seguirse en estos
da a cabo sería científicamente para que sus datos sean senderos de encarnación, de todo lo que sea compatible con
luego analizados con mirada teológica a fin de poder des- el Evangelio: formas de participación local, adaptaciones en
cubrir lo que Dios ha hecho (ADG. 11b, c,) ("Nova et ve- la vida religiosa en los diferentes estados de vida, etc., y el
tera"). coronamiento de todo: la dirección de las comunidades cris-
tianas indígenas, en comunión con la Iglesia Universal y con
El mensaje cristiano es una "Buena Nueva". Por eso el Papa, en manos de laicos, religiosos, sacerdotes y pasto-
debe responder a las preocupaciones, a los problemas, a res autóctonos, que inclusive puedan colaborar como misione-
los interrogantes del hombre que vive en una cultura dis- ros de otras áreas indígenas o de otras partes del mundo.
tinta —y muy distinta en nuestro caso— de la cultura del Estas nuevas fisonomías de las iglesias locales que están en
misionero. Por otra parte esto nos hace pensar que no po- la penumbra, llegarán a revelarse en colores, que no harán
demos hablar de un "mensaje" como cosa totalmente hecha, sino embellecer el rostro esplendoroso de la Iglesia de Je-
que vamos a llevar; sino de un descubrir, junto con el mi- sucristo (Past. Indig. México Col. Ig. Nueva. N? 5.6; Ad Gen-
sionado, en común reflexión con él, aquellos aspectos, aque- tes 6; S. G. 23 y Ad Gentes 21).
llas verdades que el Señor quiere explicitar o acentuar. Es
una "Buena Nueva" que debe responder a sus problemas, Como consecuencia de todo se desprende no solo un
no a los problemas de quien vive en la cultura del misione- pluralismo cultural dentro de la Iglesia (L. G. 23a), sino tam-
ro. Por otra parte esta "Buena Nueva" aparecerá al misio- bién un pluralismo en las formulaciones de la fe, con un
nado como una afirmación de su personalidad, sentirá que engaste muy distinto del lenguaje escolástico, con una con-
ser cristiano no equivale a dejar de ser lo que es. Captará notación dogmática diferente a la que poseemos. (Aún re-
que el cristianismo dinamiza su cultura y lo libra de sus cuerdo mi impresión en el Concilio Vaticano II al comprobar
temores y opresiones culturales (A. G. 9b; A. G. 11c; L. G. dos teologías que se expresaron en el aula: la oriental tri-
17). nitaria, y la occidental Cristocéntrica; como ya en la primi-
tiva Iglesia existía el enfoque teocéntrico y el Cristocéntri-
Un papel importante de la iglesia misionera es su tes- co exigido por los destinatarios judíos o gentiles).
timonio. El misionero encarnándose culturalmente él mismo,
sin renegar con su propia cultura, es el inquietante reactor
que impulsa al evangelizando a "preguntarnos" en posición
94 95
su contrapartida en Samuel que da noticias a Saúl sobre los
5. RETO Y ESPERANZA
asnos perdidos. Y puede haber forma más extraña a nues-
Queda pues esclarecido el dilema Pastoral de sandwich tra cultura occidental (no al proceder divino) que la trans-
o pastoral de encarnación? La Pastoral de sandwich produ- misión de un vaticinio a través de acciones simbólicas;
cirá cualquiera de estos efectos mencionados por Alfonso como romper un cántaro a media plaza, cargar un yugo o la
Torres [Antropología y Evangelización D.M.C. 1, pág. 309): extraña conducta del profeta Ezequiel redactada en los ca-
una edición de los conceptos cristianos al sistema religio- pítulos cuatro y cinco? Vale leer este pasaje!
so nativo; una aceptación meramente formal en que se re- Yo no sé si esto disipe nuestros temores y nos abra
cibe la conceptualización y no el contenido; una reinterpre- la puerta a la esperanza. La renovación de toda la pastoral
tación en que el contenido es sustituido por otro nuevo; una latinoamericana la aportación en búsqueda de auténticos ca-
sustitución nominal en que por ejemplo una divinidad mito- minos de liberación, la verdadera y profunda renovación li-
lógica adquiere un nombre cristiano y permanece el conteni- túrgica, la renovación misma de la Iglesia exigida por el con-
do indígena; una selección en que se aceptarán los concep- texto social cambiante; todo eso como que Dios lo ha pues-
tos que más cuadren con el contexto cultura^ rechazando to en la encrucijada de estos ríos y de estas selvas.
los otros.
Con la ayuda del Señor en nosotros están estas res-
La pastoral de encarnación es un reto antropológico, puestas.
teológico-pastoral, liberador; es un reto a nuestra responsa-
bilidad histórica ahora que las ciencias prestan una ayuda
con que no se pudo contar en otras épocas; es un reto a
nuestra Iglesia Latinoamericana que tiene sobre sí la respon-
sabilidad liberadora de las culturas y del hombre aborigen;
es un reto para encontrar el camino de un verdadero des-
arrollo del hombre; es un reto a descubrir los caminos con-
cretos de una pastoral específica.

La synkatábasis o condescendencia de la revelación de


Dios al hombre es un camino ilustrativo que no quiero dejar
de mencionar de paso antes de terminar, aunque los ejem-
plos no sean los más significativos: la creación se nos re-
vela utilizando un poema litúrgico y aún con términos de
reminiscencias mitológicas como "tehom" —abismo que re-
cuerda a "tiamat"— que partida en dos, forma el cielo y la
tierra. La concepción de una bóveda celeste sostenida por
dos columnas y de una tierra flotante en el abismo (miste-
rio impenetrable para Job), las ventanas del cielo y las puer-
tas del abismo por donde se vuelcan las cataratas del cielo
y de la tierra, no son obstáculos a la transmisión de la ver-
dad de la acción. El Deuteronomio tiene en sus leyes de tipo
casuístico marcada semejanza y dependencia con el código
de Hammurabbi. El "herem", bárbara costumbre bélica de in-
cinerar las ciudades con sus habitantes, se convierte para
Israel en un sacrificio de holocausto. La Circuncisión usada
por otros varios pueblos como signo cultural, es para Israel
un símbolo religioso que se proyecta en la historia salvíficc
hasta el nuevo testamento. El problemático " U r i m " y "tu-
mim" (piedra de adivinación) es consultado por el Rey y
manejado por el sacerdote. La adivinación y agorería tiene
7. Antropología
96 97
MESAS SOBRE LA PONENCIA Mesa N? 2
(síntesis)
/? Pregunta
Antes de responder a la pregunta, la mesa planteó el
esclarecimiento del concepto de Encarnación.
Preguntas - guía
Se dijo que: Encarnación o encarnarse es solidarizarse
con la cultura del indígena, con sus problemas y su vida; así
/? Cuáles son las exigencias de una acción como Cristo se encarnó y se solidarizó con el pueblo judío.
pastoral de Encarnación?
Encarnarse es acercarse al indígena, para encontrarle,
2t Qué pasos concretos debemos dar para que vivir con él, entenderle, hablar su idioma, compartir sus cos-
surja la Iglesia Autóctona? tumbres, comidas, bebidas, descubrir todo lo bueno que tiene
dentro de su cultura, su simbolismo, etc.
Descubriendo todo lo que hay de religioso, de Dios en
ellos, presentarles el Evangelio para que descubran a Cristo.
Surgieron diferentes opiniones.
Mesa N? 1 Ante la dificultad de compaginarles se acordó aplazar el
De acuerdo a la pregunta n? 1 se opinó de la siguiente tema hasta recibir mayor información.
manera: Sugerencias:
— Hay que distinguir dos fases en la acción pastoral de 1. Se pidió que en próximos encuentros, los temas a
encarnación: tratar, surgieran de los mismos misioneros y no impuestos
por técnicos.
1. Requisitos previos:
2. Que se dieran a conocer con anticipación.
a) Conocimiento de la comunidad y sus medios de ex-
presión cultural.
b) Manifestarles un amor auténtico del que se despren- 2? Pregunta
de un interés por ellos mismos.
c) Conocer su lengua como medio de aproximación. a) Cambio de es.tructura en la formación actual del sacer-
dote, no exigir a los jóvenes seminaristas, tanta profundidad
2. Para la acción pastoral propiamente dicha es necesa- en los estudios, sino nacérselos más asequibles a su menta-
lidad, para evitar la pérdida de vocaciones por tal motivo.
rio:
a) Discernir los valores auténticos de su cultura. b) Dar preferencia a la formación de catequistas y líde-
res de la misma tribu, para que de ellos mismos surja la
b) Asumirlos e identificarlos con ellos. Iglesia. Esto ahorraría mucho esfuerzo al sacerdote misio-
c) Traducir los valores en una estructuración que sea ex- nero.
presión de su espíritu y de su vida c) Creación de un Instituto de catequistas indígenas, con
proyección internacional, pero que abarque grupos con carac-
Respecto a la pregunta segunda, los pasos concretos terísticas similares.
para que surja la Iglesia autóctona son los siguientes: d) Creación del diaconado para seglares.
a) Crear núcleos de comunidad de fe.
e) Pedir al Santo Padre, que casados responsables pue-
b) Hacer surgir pastores dentro de esa comunidad, for- dan ser ordenados sacerdotes.
mándolos en el contexto de su cultura, para que esta comu-
nidad realice su propia obra evangelizadora.
98 99
Mesa N? 3 Mesa N? 4
A la pregunta primera se ofreció la siguiente síntesis: /? Pregunta
— Tener una actitud de diálogo con la cultura básica de A la pregunta primera se ofrecieron las siguientes solu-
cada comunidad indígena; teniendo en cuenta que existen va- ciones:
lores propios en todos los grupos indígenas.
1. Una tecnificación del personal misionero.
— Creemos que una auténtica encarnación exige de nos-
otros una actitud de pobreza. 2. Compromiso personal (encarnación).
— Ponemos como ideal la encarnación en cada una de 3. Cambio de actitud del misionero.
las culturas autóctonas. 4. Capacitación del misionero, especialmente en las téc-
— En los grupos semi-civilizados creemos que la encar- nicas de investigación social.
nación debe hacerse en torno a los valores fundamentales 5. Búsqueda de la estabilidad del personal misionero.
que subsisten en ellos. 6. Formación de líderes autóctonos, capacitados para co-
Los pasos concretos para que surja una Iglesia autóctona laborar con responsabilidad, madurez y creatividad; no como
son los siguientes: meros autómatas. Esto equivaldría a compartir con ellos nues-
tra responsabilidad. Para lograrlo es necesaria una mentaliza-
— Crear en los indígenas una conciencia de sus valores ción suficiente de los superiores y formadores que tengan
políticos, sociales y religiosos y responsabilizarlos sobre que ver con el personal misionero.
ellos.
— Formar líderes naturales para que puedan defender
sus derechos, tanto en el plano social como en el religioso. 2? Pregunta
— Procurar una liturgia nativa para llevarles el mensaje A la pregunta segunda se ofrecieron las siguientes solu-
salvador con sacerdotes propios, seleccionados con los me- ciones:
canismos propios de la comunidad y formarlos sin desinte- Lo dicho arriba y además dar a la nueva Iglesia, una or-
grarlos de ella. ganización interna, celebración de fe, etc., de acuerdo a la
— La evangelizaron no es exclusiva del sacerdote, sino sicología y estructura social religiosa, propias de los grupos.
de toda la Iglesia. El indígena es el elemento más apto para
ser instrumento de su propia evangelización. Aquí habría que tener en cuenta el mensaje del hombre
amazónico, que está ya en nuestras mentes y en nuestros
— Además de concientizar al indígena, debemos presio- corazones.
nar ante el gobierno para que atienda y respete los valores
culturales de los indígenas, a nivel de Iglesia y a nivel cien- Reforma de las circunscripciones misionales, de acuerdo
tífico, mediante publicaciones. con la homogeneidad de los grupos.
— Crear un Instituto Pastoral que se ocupe de formar Revisar el estilo de formación sacerdotal, con el fin de
a los misioneros para que cumplan su labor concientizadora. proporcionar cuanto antes, sacerdotes propios a las comuni-
— Tener conciencia de los problemas comunes, a base dades indígenas.
de Reuniones Regionales para poder encontrar soluciones a
problemas comunes; esta regionalización debe hacerse en
base a los valores étnicos y socio-económicos. Mesa N° 5
— A poder ser, llegar a una organización panindígena
con los mismos fines anteriormente indicados. La encarnación implica un proceso cuyo punto de partida
exige una selección de vocaciones:
1. No todo misionero es apto para cualquier lugar.
2. Creemos que un misionero va encarnándose me-
diante:
IDO 101
a) el atractivo personal o aceptación de las personas, por Posteriormente se hizo un aporte más concreto al con-
la simpatía. cepto Encarnación. Con relación a las culturas se dijo que en
b) la liberación de prejuicios sobre los indígenas y de este proceso se podrían distinguir tres etapas:
su propia historia personal. 1? Material: Esta primera etapa incluye una asimilación
c) con un firme esfuerzo de liberación interior que im- de los elementos externos de la cultura como son: lenguaje,
plica la superación de actitudes de: alimentación, etc.
— pecado personal 2? De descubrimiento de lo bueno que existe en las cul-
— frustraciones turas. Su contenido sería fundamentalmente la captación del
— egoísmos mundo sicológico anímico de los indígenas.
— miedos. 3? Descubrimiento de los valores ético-morales y del
De esta manera logra identificarse con el grupo, evitan- trasfondo religioso.
do quedarse a un nivel de mimetismo; pues el fin de la en- Se pensó en la mesa que descubriendo el cómo Encar-
carnación es ser fermento y resurrección. narse, se podría llegar a concretar en qué consistiría la En-
carnación. En esta trayectoria se marcaron tres momentos de
Las dificultades del pluralismo cultural nos sugieren como
instrumento de evangelización lo siguiente: acción:
1. La formación de equipos misioneros investigadores, a) no dejarse arrastrar por el miedo a no Encarnarse..
no necesariamente formados por sacerdotes o religiosas. b) conocer, discernir o seleccionar la escala de valores
2. La necesidad de superar las actuales estructuras, que del mundo indígena.
no permiten pluralismo sacerdotal. c) extirpar (por razón de un pecado original previo) los
contravalores de las culturas indígenas. No destruir los valo-
res ambiguos sino sustituirlos.
Mesa N? 6 Esta posición llegó a la mesa al siguiente interrogante:
La mesa n? 6 tomó como guión de reflexión la pregunta Quién sustituye y cómo? El agente de sustitución sería el
número 1 presentada por el ponente Mons. Ruíz, con la si- misionero, y él cómo sería una acción iluminativa sobre las
guiente formulación: culturas.

"Ante el pluralismo cultural, cómo lograr una Pastoral Un nuevo aporte al concepto de Encarnación se dio bajo
de Encarnación". estos términos:

Participaron en esta reflexión de la mesa n? 6, ocho per- "Llevar la Encarnación de Cristo que es el MENSAJE a
sonas, hubo intervención abundante por parte de todos y el la comprensión del indígena, con las consecuencias a que
primer cuarto de hora se empleó en recoger aportaciones ge- lleva el compromiso de la fe en Cristo".
nerales sobre el guión de reflexión. Y por último la mesa se expresó así con relación al tema
Encarnación y el cómo.
Tras esta fase se convino; en reflexionar a profundidad
en el concepto Encarnación, y, sobre todo, el cómo ae esta "Estamos persuadidos de una presencia de Dios en el
Encarnación. fondo de las culturas; la acción del misionero sería de ayu-
Una primera tentativa para resolver esta problemática se da a encontrar a ese Dios que ya está allí y su mensaje no
ofreció bajo estos términos: sería una transmisión, sino una iluminación en la búsqueda,
esta es la Encarnación del propio misionero".
"Aprovechar lo sagrado. Respetar la sicología social de
cada grupo, sus mitos y leyendas ancestrales que mantienen
el espíritu de grupo en un campo ecológico. Aportar los dog-
mas cristianos y encuadrarlos en su mentalidad que nosotros
consideramos primitivas".

102 103
Vil.
EXIGENCIAS DE UNA LITURGIA
ENCARNADA EN LAS CULTURAS

José Camps Aleu


IPLA

Se da por supuesto que hay que llegar a una liturgia


encarnada en cada cultura. Se da por conocida la justifica-
ción teológica de este principio, expuesta en diversos do-
cumentos de la Iglesia, (cf. Const. de Liturgia del Concilio
yaticano II, art. 37-40) y analizada en las ponencias ante-
riores.
Por consiguiente vamos a limitarnos a algunos plantea-
mientos de carácter práctico que permitan llegar a la crea-
ción de una liturgia encarnada con seguridad y con acierto.
No van a ser criterios para una liturgia amazónica, sino
líneas generales, aunque concretas y prácticas, aplicables a
cualquier cultura. Son propuestas como tesis y presentados
en forma algo tajante, con la intención de que los participan-
tes, clarifiquen, precisen y ajusten lo que sea necesario.
Serán tres presupuestos y tres criterios.

I. PRESUPUESTOS
Antes de celebrar un acto litúrgico es necesario pre-
guntarse si se dan las condiciones mínimas que justifiquen
su realización. Señalamos las siguientes:

1. No puede haber Liturgia donde no hay justicia


En una situación de opresión y explotación sistemática,
en la que participen o de la que sea agente (aún de buena
105
fe o inconscientemente) la Iglesia visible, no es posible la La fe es fundamentalmente la aceptación de un hecho
liturgia. histórico que tiene que ver con todo hombre y con toda
cultura: La resurrección del Hijo de Dios hecho hombre para
Porque la liturgia celebra la liberación integral de los
hombres en Cristo. Donde este proceso de liberación no la salvación de toda la humanidad.
actúa no hay nada que celebrar. Debemos preguntarnos constantemente si esta es la fe
que predicamos y si esta es la que acepta el misionado,
Los textos bíblicos son claros y abundantes: "Compa-
porque es fácil engañarse.
sión quiero y no sacrificio" (Mt. 9, 13-12, 7, aludiendo a
Oseas 6,6). Por qué entráis a visitarme?, quién os pide que Cuando un hombre acepta este hecho se descubre vital-
visitéis mi templo?... vuestras solemnidades y fiestas las mente afectado por él y llega a sentir la necesidad de cele-
detesto, se me han vuelto una carga que ya no aguanto más. brarlo. En este momento empieza a ser capaz de participar
Cuando extendéis las manos cierro los ojos, aunque multi- en la liturgia. Naturalmente la aceptación de este hecho ten-
pliquéis las oraciones no os escucho... Buscad el derecho, drá posteriores repercusiones culturales: el nuevo creyente
atajad al opresor, hacedle justicia al huérfano, defended la deberá contrastar el hecho aceptado por la fe con su siste-
causa de la viuda" (Is. 1,12-17). "Quítame de encima el rui- ma religioso tradicional, para repensarlo y rehacerlo a la
do de tus cánticos, que no oiga yo el cencerreo de tus luz de este hecho. Pero de esto se encargará él mismo: si
arpas. Fluya como agua el derecho, y la justicia como to- la evangelización ha sido realizada como es debido no co-
rrente inagotable". El Nuevo Testamento acentúa naturalmen- rrerá peligro la pureza de la fe ni la integridad de su cultura
te esta línea: los verdaderos adoradores adorarán a Dios religiosa, que evolucionará por sí misma gracias a un reac-
"en espíritu y en verdad" (Jn 4,23), es decir, no por tivo, la fe, que es ya algo suyo.
medio de ritos externos que no expresan una realidad exis-
tente. San Pablo lo precisa en un caso concreto: cuando "el Lo que el cristiano celebra en la liturgia es ni más ni me-
uno padece hambre mientras el otro está harto", "ya no es nos que la resurrección salvadora de Cristo y su personal
la cena del Señor lo que coméis" (1 Cor. 11,20-21). participación en ella. Mientras el hombre no haya compren-
dido y aceptado esto no hay posibilidad de liturgia.
Habrá qué esperar el estabiecimiento de una sociedad
nueva de justicia y libertad, fruto de un cambio radical del
sistema socioeconómico para celebrar esta liturgia? No, por- 3. No puede haber Liturgia donde no hay Iglesia
que el culto cristiano no se funda en la justicia del hombre
sino en la de Cristo. Pero esta no es "celebrable" por un Aunque la fe es una decisión personal, puede sar a la
grupo humano si no está actuando en él, es decir, si no ha vez fruto de una decisión colectiva, especialmente en grupos
iniciado, cuando menos el proceso de encarnación histórica muy unidos. Sea como sea, la encarnación con la fe en una
en los hombres que van a celebrarla. cultura es un proceso complejo y gradual. Cuando los cre-
yentes forman ya un grupo se produce una interacción entre
Evidentemente, en una situación estructualmente injus- ellos que permite una reinterpretación colectiva de su sis-
ta, la liturgia se convierte en un constante clamor profético tema religioso tradicional a la luz del hecho salvador de
de contestación de la sociedad. Cristo. (Esto no sucede, naturalmente, si el misionero busca
solamente adhesiones individuales a su propio sistema).
2. No puede haber Liturgia donde no hay fe Como el hecho salvador es captado mediante los meca-
nismos propios de esta cultura e integrado en su sistema
Hay cosas que nos parecen semejantes a la fe, pero que tradicional, por más que este sea remodelado a consecuen-
no son la fe. Una es la sustitución del sistema religioso de cia de este proceso, se produce una asimilación de la fe
creencias y ritos, propio de la cultura local, por otro siste- muy característica. Será una visión de la fe original y pro-
ma religioso propio de la cultura católica occidental. Otra pia de esta cultura, que sacará a la luz dimensiones y as-
es la amalgama más o menos hábil de ambos sistemas, (sin- pectos del misterio cristiano desconocidos hasta el momen-
cretismo). Otra es la veneración por el Misionero y la gra- to y dejará otros en la penumbra. Esta nueva visión de la fe,
titud a su labor, que induce al indígena a sentir respeto sin de la fe única, tradicional y universal, es una experiencia
que se den el menor proceso de fe. cristiana original y nunca dada hasta el momento, porque
106 107
es fruto del encuentro entre el hecho salvador y una situa- nuevo grupo en una experiencia de fe que ha hecho su ca-
ción humana nueva. mino a lo largo de los siglos y en el interior de las más di-
versas culturas, es normal que la nueva liturgia asuma lo
Esta visión original produce una reformulación en la substancial de esta experiencia.
profesión de fe, es decir un nuevo Credo, y a su alrededor
una nueva teología, todo lo cual permitirá desembocar en la Pero fundamentalmente el nuevo sistema de culto será
creación de un nuevo sistema litúrgico. expresión propia de una cultura que se comprende a sí mis-
ma como fruto de la acción de Cristo que vive y crece en
Hasta el fin de este proceso el nuevo grupo cristiano ella. Al celebrar a Cristo se celebra a sí misma afirmándo-
no es capaz de tener su liturgia, porque no existe Iglesia se y manifestándose en su originalidad. Así toda liturgia es
encarnada en esta cultura. En tanto que llega a esta etapa cristiana precisamente por ser encarnada. Una liturgia arti-
final del proceso deberá vivir de una liturgia prestada, o en ficial o importada será ¡nauténtica, porque implicará un des-
rigor no necesita liturgia ninguna. conocimiento y por tanto un rechazo a la obra de Cristo que
pretendería celebrar.
El pueblo, al celebrar a Cristo celebra su propia existen-
I I . CRITERIOS cia como pueblo. La celebración forma parte de su vida y
es por lo tanto una manifestación de su cultura.
1. No hay que adaptar la Liturgia,
sino crear una Liturgia nueva
2. La creación de una Liturgia encarnada
Es cierto que el Concilio habla de "adaptación" y este será obra del pueblo y no del misionero
es el término habitualmente usado en los estudios litúrgicos
y misionoiógicos. Pero se trata de un término que se presta El Misionero, por más que conozca la cultura indígena
a confusiones porque es resabio de una mentalidad que con- es incapaz de prever las repercusiones que la evangelización
sidera a la liturgia cristiana como un conjunto acabado y producirá en ella.
completo, perfecto en sí, que a, lo más admitirá pequeños
retoques para no chocar con las culturas locales. No pertenece a esta cultura y no puede por tanto re-
producir artificialmente en sí mismo el proceso de encarna-
Es preferible hablar de liturgia encarnada en las cultu- ción para transferirlo después a los nuevos creyentes.
ras, de liturgia propia o autóctona, de creación nueva.
Aunque le fuera posible hacerlo, lo cual no es imagina-
Porque si la liturgia es una celebración manifestativa
ble, se sustituiría a la comunidad evangelizada y decidiría
de la fe de una comunidad, no es ni tan solo concebible si
por ella, cayendo en una nueva forma de paternalismo reli-
no utiliza en complejo significativo propio de esta cultura.
gioso que es contrario al Evangelio que predica.
El grupo se expresa a sí mismo al celebrar su fe. No cele-
bra la de otros sino la suya propia.
En todo caso, si el Misionero quiere encarnarse real-
Por consiguiente utilizará sus propias formas de expre- mente en esta cultura, y se puede discutir hasta qué punto
sión: la lengua propia, los símbolos de su cultura y las leyes eso es necesario e inclusive posible, podrá participar en este
de su organización, ritmo y estructura de su comunidad. proceso de creación como un miembro de la comunidad, ni
más ni menos que cualquiera de ellos.
La liturgia nueva será auténtica no en la medida en que
sea más semejante a la recibida, sino en la medida en que Entendido así el proceso de creación litúrgica, se hacen
refleje y exprese mejor la personalidad de cada grupo hu- innecesarios los proyectos de laboratorio y las técnicas "in
mano. vitro", que intentarían fabricar con nuestros medios nuevas
variantes litúrgicas para su injerto posterior en otras cul-
Si después se descubre de hecho notables semejanzas turas.
entre la liturgia de una cultura y la de otra se deberá atri-
buir a que la fe es la misma, y produce reacciones en bue- Podemos llegar a la conclusión de que todos los esfuer-
na parte semejantes. Como la evangelización entronca al zos de los Misioneros para crear liturgias indígenas son

108 109
apreciables por su buena voluntad, pero son radicalmente Concretamente, facilitará las experimentaciones necesa-
equivocados. rias y pondrá en movimiento los organismos a quienes com-
pete autorizarlas y en último término aceptar las nuevas for-
mas litúrgicas.
3. La misión del evangelizador es desencadenar
el proceso y prestarle asistencia PROPUESTA: La ponencia propone a la asamblea la crea-
ción inmediata de una "Conferencia Episcopal" de la zona
El Misionero deberá dar el anuncio del Evangelio con la amazónica, posibilidad admitida por las leyes canónicas con
máxima pureza, despojándolo lo más posible de revestimien- su comisión de liturgia. Esta estudiaría los procedimientos
tos culturales propios. Para ello deberemos liberarnos de los jurídicos que regulan las experimentaciones y adaptaciones.
controles y tabúes que oprimen nuestra mentalidad iitúrgica. (Cf. III Instructio, 5 septiembre 1970, n? 12), y los pondría
Son fruto de una larga época de fijación, legalismo y super- en marcha para el servicio de toda el área, más la línea de
sacralización que responden a una especie de etnocentrismo desbloquear la fijeza de los nuevos ritos, para conseguir un
de una liturgia culturalmente romana que hemos aceptado tiempo de libre y amplia experimentación, que en la de las
inconscientemente. pequeñas reformas concretas. La comisión serviría también
para comunicar experiencias, asesorarlas y organizar sesio-
Cuando el anuncio del Evangelio es puro y limpio no nes de estudio.
hay que temer por la pureza de la fe de los oyentes ni por
la destrucción de su cultura.
El desarrollo del proceso colectivo de fe llevará a unas
expresiones culturales perfectamente fieles al mensaje y a
la cultura en la cual fue recibido.
En el transcurso del proceso de creación litúrgica el
misionero es necesario, pero noi como creador sino como
hermano que acompaña y asesora. No en el nivel técnico-
cultural sino desde el ángulo de la rica experiencia de fe,
tradicional y universal, de la que él es representante. De-
berá ir contemplando la entrega del mensaje, analizándola
conjuntamente con los evangelizados en una búsqueda co-
mún, conforme lo vaya exigiendo el progresivo chequeo entre
el hecho salvador y el sistema religioso tradicional.
La configuración de una nueva liturgia, expresión y obra
del mismo pueblo, será gradual, balbuceante al principio y
arriesgada siempre. El misionero aportará su ayuda en forma
de diálogo, enriquecedor por ambas partes, porque procede
de experiencias hermanas. Velará principalmente por la pu-
reza de la fe, tanto para preservar la misma fe como para
salvaguardar la autenticidad de la cultura y que si la fe cris-
tiana es capaz de encarnarse en cualquier cultura, sin des- -
truirla ni deformarla sino llevándola a un mayor grado de
maduración, no puede decirse lo mismo de otros elementos
culturales que han acompañado largo tiempo a nuestra fe.
El misionero, por último, podrá aportar a esta cultura
todos los medios que la Iglesia posee, gracias a sus institu-
ciones y a su experiencia, para asistir a este proceso crea-
dor y facilitarlo.

110 111
MESAS SOBRE LA PONENCIA
b) Captar el ritmo y sentido de las melodías autóctonas
(síntesis) procurar su inserción en la liturgia.
c) Despertar en el indígena el sentido de la penitencia
como camino de encuentro con Dios en la Cena Eucarística.
d) Despertar dentro de la conciencia del indígena de que
Preguntas - guía: Dios nos habla no solo a través de los libros —Biblia— sino
también a través de las cosas, acontecimientos, etc.
/ ' Le parece oportuno la creación de una Co-
misión Litúrgica Amazónica?
Mesa N? 2
2i Sugerencias sobre sus objetivos, tareas y 1. Respecto a la primera pregunta, la mesa de común
formas de trabajo. acuerdo, opinó que no solo era oportuno y conveniente, sino
también urgente y necesario, por los siguientes motivos:
a) Solo mediante una comisión litúrgica de este tipo, in-
tegrada por personas de la zona, se puede descubrir y estu-
Mesa N? 1 diar los valores litúrgicos comunes.
1. Respecto a la primera parte de la pregunta la mesa b) Sería una manera jurídica de presentar estas inquie-
estuvo de acuerdo en aceptar la creación de una comisión li- tudes a Roma.
túrgica amazónica, que recoge el deseo expreso de la Iglesia.
c) Esta comisión respaldada por su seriedad, tendría fuer-
Concebimos que esta comisión debe tener un carácter emi-
zas para alcanzar el logro de sus inquietudes.
nentemente operativo y no burocrático.
Para la formación de esta comisión litúrgica, se llevaría
Esta comisión estaría integrada por peritos en materia
a cabo una reunión previa de Obispos de la zona del Alto
litúrgica y deberán contar con el asesoramiento de antropó-
Amazonas (Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú y Bollvia),
logos y sociólogos, para darle un trasfondo real a sus pro-
quienes encomendarían los trabajos a una subcomisión, for-
yectos. mada por técnicos que presentarían el aporte común al co-
Deberán tener presentación en el CELAM. rrespondiente Departamento del CELAM.

Respecto a la segunda parte, la mesa sugirió como ob- 2. Respecto a la segunda pregunta surgió la discrepan-
jetivo general de esta comisión, el logro de una liturgia en- cia sobre el término adaptación litúrgica, siendo la opinión
carnada. del ponente el término de creación litúrgica.
Se habió de conservar un fondo de liturgia romana e ir
Su tarea consistiría en recoger material litúrgico de las revistiéndolo de formas nativas; es una forma de enriquecer
culturas propias con lo que elaboraría esquemas sobre una la liturgia.
base de experiencias. Estas experiencias deberán realizarse En las Misas de los catecúmenos tenemos un buen ritual
dentro de la propia área de misión.
para hacer modificaciones.
Se dieron las siguientes sugerencias:
2. Sugerencias concretas de adaptación litúrgica para la
Amazonia. a) Que la música sea autóctona.
b) Que el idioma sea apropiado.
La mesa ofrece las siguientes sugerencias:
c) Hacer traducciones bíblicas con forma y fondo propios
a) Clarificar la posición de la Virgen dentro del aspecto conservando la fidelidad al contenido.
litúrgico como Madre de la Iglesia.
d) Valorar las manifestaciones festivas.
112
113
8. AntroDoloeía
e) Que estas adaptaciones se hagan en unión con los — Otro de los miembros destacó que en algunas tribus
mismos indígenas. el intercambio de dones tiene un contenido simbólico y real
de comunión.

Mesa N? 3
Mesa N? 4
1. Respecto a la primera pregunta:
— Es indispensable y necesaria la comisión de liturgia. Respuesta a la primera pregunta:
— Esta comisión debería estar formada no solo por Obis-
1. Hay un grupo que pide se cree la comisión.
pos, sino por misioneros religiosos y laicos, entendiendo por
estos a indígenas representativos de su grupo. 2. Otro, un poco mayor, que la acepta, dejando pasar un
— Que esta comisión esté estructurada de tal manera tiempo anterior que se emplearía en estudio y experiencia.
que sirva de modelo a otros grupos étnicos que tengan de- 3. Otros opinan que basta añadir al equipo técnico un
nominador común, como son por ejemplo: los grupos de la
liturgista.
Sierra, de las Antillas, de Centro América y los grupos de
negros. Se propone también, un Comité que haya vivido nuestra
— Que esta comisión trabaje de acuerdo y en permanente inquietud, para que haga realidad todas las necesidades que
diálogo con el equipo de técnicos: teólogos, antropólogos se han expuesto y con el que puedan mantener relación cons-
economistas y educadores. tante los misioneros en cualquier asunto de liturgia o de otra
materia.
— Que se trate de incluir a esta comisión a los grupos
indígenas del Brasil. Hay pronunciada polémica en cuanto al papel y calidad
— Como una forma de trabajo se sugiere, encuentros y de este liturgista para la Amazonia; si debe venir impuesto
diálogos constantes con los misioneros del Asia y con los por Roma, o nombrado aquí. Sobre el tema el grupo no se
grupos indígenas. puso de acuerdo.
— Que las posiciones que vaya tomando esta comisión
no se apresuren a buscar respaldos nacionales, sino que 2i Pregunta
vayan madurando ¡nternacionalmente, de acuerdo al documen-
Fue causa de tremenda confusión y no se concluyó nada.
to "Ecclesiae Sanctae.

2. Respecto a la segunda pregunta, no se aceptó la pa-


Mesa N? 5
labra adaptación litúrgica, sino la manera de descubrir la re-
ligiosidad en los grupos indígenas. Para descubrirla es nece- Respecto a la primera pregunta:
sario ir con mucha fe, pues sus ritos son misteriosos.
Nos parece oportuno la creación de la Comisión Litúrgi-
— Que se valore a los ministros nativos de las tribus in- ca Amazónica que tenga a su cargo las siguientes funciones:
dígenas como ministros de su culto a Dios.
a) La concientización de ios misioneros en las nuevas
— Habría que considerar una actitud mesiánica obser- líneas de pensamiento litúrgico a nivel de Iglesia.
vada en muchos de los grupos tribales de la Amazonia, que
se manifiesta en el plano secular en una tendencia a espe- b) Estudiaría la forma de adaotación resoecto al idioma,
rar la solución de sus problemas colectivos de manera pasi- vestidos, costumbres, etc.
va, sin asumir responsabilidades y delegándolas a algún per- c) Prepararía esquemas en base a experiencias y sugeren-
sonaje heroico. cias de los misioneros, para que estos las experimenten en
— Un miembro de la mesa, relató lo que él llamó rito los lugares concretos y junto con la Comisión Litúrgica pre-
de despedidas practicado en una tribu y que lo había diri- pararían la adaptación conveniente de las celebraciones y de
gido hacia una práctica penitencial comunitaria. los sacramentos.

114 115
d) Estos esquemas deberían tener en cuenta el nivel de
catequesis en que están los grupos concretos a fin de que la VIII.
adaptación sea más real.
e) La Comisión Litúrgica dependería de la Conferencia PASTORAL MISIONERA
Episcopal de la Hoya del Amazonas.
Una petición: El grupo unánimemente pide la concienti- Equipo misionero del Vaupés
zación de los misioneros respecto a la catequesis que debe Mons. Belarmino Correa
proclamar lo que la liturgia debe celebrar. Noel Olaya
Benjamín Cardona
Mesa N? 6
La mesa n? 6 integrada por nueve participantes, se limi-
tó a discutir el primer tema propuesto por el ponente.
En el supuesto de los condicionamientos teóricos de la
Ponencia, se opinó que estaría demás la Comisión Litúrgica
Amazónica, mientras no exista encarnación y el pueblo autóc-
tono pueda expresar la fe en una liturgia propia.
Sinembargo pareció útil, necesaria y urgente, la creación
de la Comisión Litúrgica Amazónica si su tarea fuese:
I. BASES TEOLÓGICAS
— Promover experiencias.
— Orientarlas teológicamente. 1. Presupuestos
— Obtener la aprobación.
1.1 Toda afirmación sobre Dios es una af'rmaclón sobre
Se pensó que sería conveniente que la Comisión Litúr- el hombre y viceversa.
gica no se formara como una comisión más; sino que se in-
tegrase en un Organismo Coordinador de todas las activida- O, para decirlo con palabras de un teólogo de prestigio,
des misionales de la Amazonia, injertado directamente en el "no hay "teología para el hombre' sin "antropología para
Departamento de Misiones del CELAM. D i o s ' " , ni debería tenerse en cuenta el en sí de Dios "sin
insistir al mismo tiempo sobre la dimensión de para el hombre
Se consideró esto de tanta urgencia y necesidad que se que todo eso encierra" (Congar).
pide que tal organismo se haga una realidad en este Encuen-
tro. Estos enunciados, extraños a primera vista, no son sino
otra manera de afirmar que el único mediador entre Dios y
los hombres es "el hombre Cristo Jesús" (1 Tim. 2,5), que
quien ve a Cristo ve al Padre, que en Cristo habita la ple-
nitud de Dios corporalmente (Col. 2,9) y, algo importante que
quizá se olvida, que el cuerpo de Cristo es la humanidad nue-
va que se va construyendo (Ef. 4), de suerte que la plenitud
de la manifestación de Dios o de la revelación solo se dará
cuando la humanidad encuentre la plenitud de su realización
(1 Jn. 3,2).

Lo anterior significa que las afirmaciones teológicas pue-


den ser traducidas en afirmaciones antropológicas y vicever-
sa. Digo traducir, es decir encontrar la correspondencia de
unas afirmaciones con otras, no digo reducir lo uno a lo otro.

116 117
1.2. Tomando como expresión cristiana fundamental la fe
trinitaria, pienso que: 2.1.2. Teoría del conocimiento. El conocimiento se re-
cibe por revelación o consiste en recordar el mundo de lo
La fe en el Padre se traduce en términos de subjetividad divino. Puede deducirse a partir de primeros principios.
(o afirmación del yo), de transitividad (o afirmación de la
trascendencia comunitaria o en solidaridad con la humanidad 2.1.3. Estructura social. Es una sociedad teocrática, en
de todos los tiempos), de política (o afirmación de libertad que el poder divino está representado por personajes con-
o poder de decisión comunitario). cretos de carácter sagrado: el jefe político y el jefe religio-
so, a los que puede añadirse el revelador [v. gr. oráculo, Pro-
La fe en el Hijo se traduce en términos de objetividad meteo, Yurupari, Bochica). Es una sociedad transferencia!, en
(o afirmación del mundo), de identificación (o afirmación de la que las personas no encuentran su propia identidad, sino
nuestra condición corpórea), de economía (o afirmación de que la transfieren a Dios, es decir a los personajes que lo en-
nuestra solidaridad como hijos de la tierra). carnan.

La fe en el Espíritu se traduce en términos de dialectivi- Es una sociedad parasitaria, es decir que por el poco tra-
dad (o afirmación de nuestra condición de seres subjetivos bajo incorporado a la naturaleza es prevalentemente depen-
y objetivos), de diferencia (o afirmación de nuestra condición diente de ella, el hombre está bastante incluido en ella.
de personas), de cultura (o afirmación de nuestra condición 2.1.4. Vivencia religiosa. En este mundo solo es posible
de seres comunitarios). vivenciar la fe en el Padre, en cuanto es principio (alfa) y,
1.3. Dentro de este contexto, la encarnación, la revela- por esta razón, es visualizado fácilmente como madre, como
ción y la resurrección adquieren significaciones diferentes, providencia que asiste maternalmente.
según que la fe en el Hijo y en el Espíritu sea algo acepta- La fe en el Hijo y en el Espíritu queda por fuera: aquí
do solamente a nivel abstracto de simple profesión verbal no cuenta el hombre, ni el tiempo, ni lo histórico, ni la crea-
de fe, o algo vivido en la realidad concreta de seres solida- tividad, ni la libertad. El hombre trasciende regresando a sus
rios en la objetividad de lo económico, en la comunión de orígenes, desapareciendo en el seno divino (ritualmente por
lo cultural, en la intersubjetividad de lo político. embriaguez, alucinación, etc.).
1.4. Consiguientemente, la evangelización se entenderá Sin embargo, lo que implica la fe en el Hijo y en el Es-
de diferentes maneras: como un proceso de revelación, o me- píritu queda transferido a los personajes sagrados; jefe po-
jor, de adoctrinamiento abstracto que conduce (más o menos lítico, revelador, jefe religioso.
individualmente) a la simple profesión verbal de fe, o como
un proceso global de encarnación-revelación-resurrección. Esta forma de vivencia religiosa es compatible con una
profesión de fe trinitaria. Pero, puesto que no es una viven-
cia trinitaria, distorsiona por entero la significación de tal pro-
2. Correlación entre visión del mundo, teoría del fesión.
conocimiento, estructura social, vivencia religiosa
Esta vivencia religiosa —no trinitaria— da toda la teolo-
2 . 1 . El mundo antiguo (precientífico, preindustrial, pre- gía que se hace pasar por cristiana, de la redención vicaria,
técnico). de la redención en términos de justicia, del sacrificio como
inmolación, etc.
2 . 1 . 1 . Visión del mundo. Lo único real es el mundo de
la subjetividad, vale decir el mundo de la "trascendencia" o Es una vivencia en la que Dios y el hombre son rivales
el mundo de lo divino. que tratan de aprovecharse el uno del otro o entran en tér-
minos de contrato.
En esta manera de ver, el hombre no vale nada, o es un
ser dual, cuya parte valiosa es el espíritu, que es "parte de 2.2. El mundo moderno (científico, industrial, técnico).
la divinidad", a la que regresa.
2 . 2 . 1 . Visión del mundo. Tanto el mundo de la subjeti-
Esta visión del mundo tiene su expresión filosófica en vidad como el mundo de la objetividad son reales, pero no
Platón, que no acaba de ser superado por Aristóteles. hay entre ellos comunicación, son dos mundos paralelos.
118 119
En esta manera de ver, tanto Dios como el hombre tienen
valor, pero no hay relación entre ellos: son indiferentes el ciendo a unos pocos, a quienes los más se someten como
uno al otro. De donde resultan tres actitudes posibles: se elige medio para afirmar su individualidad.
a Dios como el valor, y se regresa al esquema del mundo Es una sociedad parasitaria-competitiva, es decir de ex-
antiguo; se elige al hombre como valor y tenemos el secula- plotación o dominación y sometimiento, de apropiación pri-
rismo (o el ateísmo); se pretende mantener los dos, pero se vada y de dependencia económica.
hace por decisión voluntariosa (que suele equipararse a la
libertad de la fe - es el fideísmo). 2.2.4. Vivencia religiosa. En este mundo se vivencia, en
forma distorsionada, la fe en el Padre y en el Hijo; es, pro-
N.B. Esta es la visión del mundo que se encuentra en piamente, una fe en dos dioses; el dios-Dios y el dios-hom-
Descartes (padre de la filosofía moderna), en Kant. Y es la bre, de donde surgen tres actitudes posibles: se quiere dar
visión del mundo, a mi juicio, que prevalece en el Vaticano prevalencia al dios-Dios, como en el mundo antiguo, que es
II y que caracteriza a la llamada Iglesia conciliar. lo que hoy llaman 'verticalismo', se quiere dar prevalencia al
dios-hombre, que es lo que llaman "horizontalismo", —a no
2.2.2. Teoría del conocimiento. Puesto que es un mundo ser que se elija al dios-hombre contra el dios-Dios y tene-
dualista, aquí tenemos una doble teoría del conocimiento: una, mos el ateísmo; se quieren mantener los dos al mismo tiem-
que corresponde al mundo de la subjetividad, de la trascen- po,— por una actitud voluntarista de fe (kantiana), y tenemos
dencia, de lo divino, de la 'fe' —es un conocimiento por re- al 'fideísmo'. Es una vivencia que reduce la fe a la vida pri-
velación o por reducción; otra, que corresponde al mundo, de vada (individual o de pequeña comunidad), con desconoci-
la objetividad, de la ciencia positiva, determinista, medida miento de su alcance político. Si trata de tomarlo por su cuen-
cuánticamente— es un conocimiento por inducción. ta, dado el dualismo, toma forma de secularismo (' horizon-
talismo') o de intromisión indebida ('fideísmo'). A mi juicio,
Entre estas dos formas de conocimiento no hay comuni- es esta la vivencia religiosa de la 'civilización occidental cris-
cación: la ciencia es 'autónoma', prescinde de valores, es tiana' y la vivencia actual —en términos generales— de la
'atea'; la moral, la fe, es algo puramente subjetivo, que pro- Iglesia conciliar. Se traduce en una pastoral de adaptación,
cede de la libertad de la persona, de la decisión personal es decir de atar los dos cabos.
(que en este contexto viene a equivaler a decisión indivi-
dual). En pocas palabras, Dios y el hombre siguen siendo riva-
les que, o bien se ignoran —teórica o prácticamente, o las
2.2.3. Estructura social. Es una sociedad dualista, en la dos cosas— o bien se asocian arbitrariamente.
que perduran lo teocrático, lo transferencial, lo parasitario,
en combinación —de diversas maneras— con aspectos nue- 3. Visión del mundo, teoría del conocimiento, estruc-
vos, que, a mi juicio, son fundamentalmente: lo teocrático tura social supuestas por una vivencia religiosa
tiende a ser remplazado por lo democrático; la revelación trinitaria
tiende a ser remplazada por el descubrimiento; la inclusión
en la naturaleza tiende a ser remplazada por el dominio sobre En otros términos, que afirmaciones sobre el hombre
ella; lo transferencial tiende a ser remplazado por la individua- —sobre sus relaciones con el mundo y con la sociedad— im-
lización. plica la fe trinitaria, la afirmación del Dios trino.
Es una sociedad teocrático-clasista, en la que lo sagrado 3 . 1 . Visión del mundo. No solo es real el mundo de la
no es ya un personaje, sino una clase que oculta su carácter subjetividad y el mundo de la objetividad, sino que es real la
teocrático bajo el supuesto valor sagrado de la democracia. dialecticidad entre los dos, vale decir, es real el tiempo, es
Por otra parte, el jefe religioso mantiene su peso teocrático real la historia, es real la libertad creativa.
en la comunidad religiosa en forma directa, y en la sociedad
global por medio de sus vinculaciones de clase y por medio 3.2. Teoría del conocimiento. Conocer es crear, es trans-
del adoctrinamiento de los fieles. formar. Hacer ciencia es hacer política. La palabra no es solo
el logos, razón que permite comprender y contemplar, sino el
Es una sociedad transferencial-individualista, en la que las logos-creador que actúa, que transforma, que hace historia,
fuerzas de la sociedad convergen al individuo, pero favore- cultura.
120 121
3.3. Estructura social. Sería una sociedad autogestora,
en la que las personas todas participan corr'esponsablemente ción, a saber: ENCARNACIÓN - REVELACIÓN - RESURREC-
en la toma de las decisiones. Sería una sociedad que se CIÓN.
apropia la naturaleza comunitariamente, de suerte que todos Ya se nos ha expuesto la teoría o visión filosófica y teo-
encuentran satisfacción adecuada a sus necesidades. Sería lógica del mundo y de Dios. Vamos a describir esquemática-
una sociedad de comunión interpersonal, en que las fuerzas mente una metodología que nos permita realizar el trabajo
de la estructura social simultáneamente convergen hacia la misionero en forma consecuente con los principios expuestos.
persona y se diluyen en la sociedad, de suerte que persona
y comunidad encuentran su equilibrio. Algunos de estos principios, brillantemente expuestos ya
3.4. Vivencia religiosa. Gracias a la realidad de la dia- desde Melgar, se han quedado sin una aplicación concreta,
lecticidad, de la historia, de la libertad creadora —en una pa- tal vez por la falta de una metodología pastoral consecuente
labra, del Espíritu— aquí se vive la fe trinitaria: la unidad de con ellos, que permita llevarlos a la práctica en toda su pro-
la comunidad en la diversidad de las personas; personas con fundidad.
su personalidad propia, sin personajes sagrados, ni clases
En su capítulo IV "Orientaciones para una Pastoral Mi-
sagradas a las cuales se transfiera la propia personalidad.
sionera en América Latina", Melgar parte de tres principios
Encarnación, revelación, resurrección no son aquí realidades
distintas, sino aspectos o dimensiones de un solo proceso fundamentales a saber:
global de creación de las personas y de la comunidad.
1. Universalidad del misterio de la Salvación, qua opera
en toda la humanidad.
4. La Evangelízación como proceso global de
encarnación-revelación-resurrección 2. Implantación de la Iglesia en medio de las gentes
como signo de salvación.
Si lo anterior tiene valor, la evangelízación que se fije
como objetivo una vivencia real de la fe trinitaria no es dis- 3. Respeto y promoción de las diversas culturas, así
tinta de la tarea global de crear ujia sociedad nueva, no es como discernimiento de sus valores y contravalores a la luz
distinta de la tarea de transformación política, económica y del Mensaje Salvífico.
cultural. De lo contrario se convierte en simple adoctrinamien-
A partir de estos tres principios fundamentales se plan-
to acerca de una visión del mundo, de una vivencia religiosa,
de una estructura social dada, aunque se presente como 're- tean algunas consecuencias pastorales como:
velación' venida de lo alto. a) La promoción humana y el progreso de las culturas.
b) El despertar de la fe y su crecimiento.
c) La celebración del misterio de salvación en la liturgia
cristiana.
I I . CONSECUENCIAS PASTORALES
d) La formación de la comunidad eclesial en sus miem-
bros y en sus estructuras.
A. Necesidad de una metodología pastoral
Algunos misioneros, en forma individual, —e inclusive ju-
"Como mi Padre me envió, así os envío a vosotros, id risdicciones enteras—, han querido servirse de Melgar casi
pues y evangelizad a todo pueblo". como un manual para su trabajo misionero. Sin embargo, en
Cristo no solo nos dejó este mandato sino que practicó la mayoría de los casos, solo se ha llegado a una línea de
también una metodología pastoral que aún es válida para adaptación, más o menos superficial según las circunstancias.
nosotros y que hoy podemos sistematizar con las ayudas cien- Pero casi nunca se llega a la línea de encarnación, de autén-
tíficas y técnicas que el hombre va acumulando y perfeccio- tica fe en la presencia de Cristo en las culturas, y por eso
nando en su proceso de desarrollo. de auténtico^ compromiso en el desarrollo autóctono de las
mismas.
Esta metodología pastoral correspondería a los tres as-
pectos más importantes del proceso o historia de la Salva- Es esta precisamente la línea nueva que vemos surgir,
cada día más pujante, y que viene llamándose de encarnación.
122
123
Qué diferencia fundamental podemos anotar entre la lí-
nea llamada de adaptación y la que se viene llamando de en- Rechazamos, por lo tanto, todo paternalismo y colonialis-
carnación? mo y esperamos cambiar nuestra tradicional actitud de agen-
tes de la cultura occidental para comprometernos con la raza
a) En la primera, permanecemos fundamentalmente en indígena en cuyos valores yace dormido el futuro de Latino-
una línea colonizadora: el punto de partida para la llamada américa. Nuestro compromiso se traducirá en una labor de
"promoción humana y para la evangelización y la liturgia, investigación científica y de defensa de las culturas indíge-
sigue siendo la cultura del misionero que pretende adaptar- nas, a través de una autoconciencia personal y comunitaria
se e inclusive promover líderes nativos que hagan menos sen- de los creadores de la misma. Creemos que solo así puede
sible y doloroso el proceso de destrucción de las culturas in- llevarse a efecto la integración enriquecedora de esta cultura
dígenas para "integrarlas" unilateralmente a la nacionalidad a la nacionalidad". (Vaupés al día N? Extraordinario, febrero
o a la iglesia romana. Es la promoción de unos herodes que de 1971).
gobiernen o sirvan a nombre del imperio dominador. Una cosa
Enfocada así, la acción evangelizadora no consistirá solo
se tiene por segura: las culturas indígenas están destinadas
en la enseñanza de unos dogmas, unos ritos y una moral ex-
a desaparecer al contacto con la cultura dominadora pero a lo
traña al mundo cultural indígena que solo logrará alienarlos
mejor tengan algunos valores que sea interesante conservar, de su realidad, creándoles problemáticas nuevas, y desinte-
e inclusive hasta se puedan añadir algunos signos sacados de grándolos sicológicamente al romper el equilibrio entre su
estas culturas a los ritos romanos, traducir formulaciones mundo real y su organización mental.
dogmáticas y oraciones a las lenguas indígenas, etc.
La acción evangelizadora implica, por lo tanto, todo un
b) En la segunda línea, llamada de Encarnación, no se proceso de encarnación, revelación, resurrección que vaya
parte de la cultura invasora y dominadora, sino de la cultura creando las condiciones para el pleno desarrollo y liberación
nativa. Implica para el misionero una conciencia clara de la del hombre y de todos los hombres.
injusticia y arbjtrariedad que subyace a la posición coloniza-
dora, al desconocer la dignidad humana y el derecho a la pro- Si la acción misionera no se orienta a la liberación inte-
pia cultura que tiene el indígena. Implica también, para el gral del indígena, sino que es instrumento de dominación,
que tenga un poco de experiencia misionera, la convicción de colonización, o integración unilateral de estos a la llamada
que estas culturas tienen mucho que aportar a la humanidad nacionalidad, nos veríamos obligados a reconocer que lo me-
y a la Iglesia Universal, con su equilibrio cultural y sus va- jor para las iglesias cristianas y para los grupos indígenas
lores comunitarios. sería el abandono de las misiones, como afirmó la Declara-
ción de Barbados. No es honesto destruir culturas y personas
El Equipo Misionero de la Prefectura Apostólica de Mitú, en nombre del amor de C r i s t o . . .
Vaupés, Colombia, reunido en el pasado mes de febrero, se
expresa así a este respecto: B . Esquema metodológico

"La situación lamentable en que se encuentra el indíge- Vamos ahora a exponer los pasos metodológicos que nos
na, se debe a la invasión de nuestra cultura dominante que permitirían llevar a la práctica los principios teóricos expues-
le impone sus formas económicas, culturales, políticas y reli- tos. No es demasiado insistir en que se trata de un proceso
giosas. Juzgamos que esta agresión es fruto de la estructura dinámico, integrado, no de una mera yuxtaposición de etapas
de dominación que impone el sistema capitalista y que le se- en cada una de Jas cuales se haya de emplear determinado
ñala arbitrariamente al indígena el papel de dependientes de número de días o de meses antes de pasar a la siguiente.
la selva para defenderse adecuadamente dentro del medio Utilizamos un esquema en el que separamos —solo analíti-
ambiente circundante. camente, conceptualmente— tres dimensiones de una reali-
dad integrada e indivisible, pero dinámica, es decir, siempre
Además, hemos podido descubrir dentro de estas cultu- en proceso de desarrollo.
ras un equilibrio y valores comunitarios, que significarían un Teniendo muy presente esta advertencia, podemos ' esta-
gran aporte a nuestra civilización occidental, enferma y con- blecer tres dimensiones del proceso de la evangelización o
vulsionada por las desigualdades sociales. de la acción misionera, a saber:
124 125
1. Encarnación
b) Conocimiento analítico o nivel de asesor: Al compar-
Si creemos que Dios está encarnado en el mundo, si cree- tir la vida del grupo dentro del cual trabaja, el misionero co-
mos en la presencia de Cristo en las diversas culturas, no mienza a descubrir las relaciones del grupo con su ambien-
podemos menos de encarnarnos también nosotros para des- te, con otras personas, con otros grupos. Descubre en qué
cubrir y discernir la forma como El se ha encarnado en ellas. forma se elaboran y utilizan los instrumentos y objetos, va
clasificando en su pensamiento los elementos de la nueva
Como la presencia de Cristo es personal, por lo tanto, cultura que está asumiendo. No se trata por supuesto, de
relacional necesitamos conocer el mundo de relaciones del hacer la propia clasificación sino de descubrir la clasifica-
indígena con su medio ambiente, con las personas del grupo ción del grupo. Entonces los múltiples elementos culturales
y de este con otros grupos del mundo, en otras palabras, se van organizando como en haces de significado.
necesitamos tener un conocimiento completo, estructural del
grupo. A este nivel, el actuar del misionero no será tan mecá-
nico sino que comprenderá lo que hace, no será ya un simple
Poniendo un ejemplo, digamos que para jugar ajedrez es Auxiliar, sino un orientador o Asesor del grupo. Nuestra ex-
necesario conocer las relaciones de cada ficha con el tablero, periencia misionera nos ha demostrado muchas veces cómo
de las fichas entre sí y de las fichas negras con las blancas. no podemos arrogarnos impunemente el derecho de preten-
Solo cuando se tiene este conocimiento totalizador es posi- der orientar a un grupo al que no conocemos, al menos a
ble controlar los propios movimientos y los del compañero este nivel. De aquí mil fracasos que, —dando coces contra
de juego. Dejemos claro que se trata de un ejemplo tomado el aguijón— nos explicamos haciendo teoría sobre el infan-
del mundo de lo concreto, que solo nos ilustra un poco el tilismo, brutalidad, desidia, y mil cosas más de los grupos
problema del conocimiento. La situación del Misionero es de marginados que no se dejan ayudar.
gran responsabilidad, puesto que no está aprendiendo a ma-
nejar fichas sino relacionándose con otras personas humanas. c) Conocimiento estructural, o nivel misionero: A este
tercer nivel de conocimiento, vamos observando cómo los dis-
Ahora bien, este conocimiento estructural no puede ob- tintos haces de significado, que separamos en el análisis y
tenerse desde fuera del grupo, sino viviendo su vida. No se en la clasificación, no están tan separados en la realidad, sino
trata, en efecto, de un conocimiento cientifista, recopilador que están íntimamente relacionados entre s í . . . Estamos ad-
de datos, que hace del indígena un objeto de estudio. Habla- quiriendo ya una visión totalizadora, de síntesis. Entendemos
mos acá de un conocimiento científico, es decir, vivencial, ya la lógica de pensamiento del grupo, las leyes internas que
transformador. Veamos esquemáticamente los pasos metodo- rigen sus comportamientos, sus expresiones culturales. Nos
lógicos a recorrer para adquirir este conocimiento estructu- sentiremos plenamente incorporados e inclusive seremos ele-
ral; que se da en tres niveles: mentos de transformación en el grupo, y dinamizadores de su
proceso de desarrollo. Ahora el punto de partida para este
a) Conocimiento sensorial, o nivel de Auxiliar; observe-
desarrollo, no es el Misionero y su cultura.
mos un niño: conoce solo a través de sus sentidos; su tacto,
su vista, su oído, etc. Su accionar es un poco mecánico; hace En este proceso de encarnación o de conocimiento del
lo que ve hacer sin comprender aún el por qué. Está a un grupo cultural, el misionero —que es profeta— se le habrá
primer nivel de conocimiento: es el conocimiento sensorial. ido revelando Cristo, presente desde siempre en esa cultura,
y se habrá ido convenciendo de que lo que llamaba "valores
Para el misionero, implica tomar la actitud de Cristo que
humanos y cristianos, no son monopolio de su cultura de ori-
no juzgó codiciable tesoro mantener su condición divina, sino
gen, y en nuestro caso, del occidente cristiano y civilizado".
que despojándose de ella se hizo hombre 1. Significa convivir
con el grupo indígena: Estar en contacto directo con ellos, Podemos hablar entonces de una segunda dimensión de
trabajar con ellos, recrearse con ellos, etc. En una palabra, la evangelización la que llamaremos "Revelación".
es compartir su vida, un poco mecánicamente» si se quiere
para adquirir un conocimiento vivencial del grupo. A este nivel
de auxiliar, el misionero está solo en capacidad de acompa- 2. Revelación
ñar y asistir la comunidad, pero nunca tomarse el derecho de
orientarla o transformarla. Cuando el misionero ha descubierto cómo en el grupo
cultural, también se ha venido realizando el acontecimiento
i26 127
salvífico de la encarnación-resurrección, es decir, de "Cristo,
Señor, presente en el universo y a lo largo de toda la his- Muy poco hacemos cuando toda nuestra "adaptación li-
toria, en su espíritu". Entonces puede dialogar con su grupo túrgica" consiste solamente en añadir algunas formas exter-
y revelarles el Misterio que a él le ha sido revelado, a fin nas, como estilos de construcción o adornos para los tem-
de que el grupo sea también consciente de que su proceso plos, traducción de cantos y oraciones, etc. Con un poco de
de desarrollo es proceso o Historia de Salvación. honestidad podremos reconocer que no nos interesa realmen-
te la persona, el otro, sino algunas de sus formas culturales,
Esta revelación tiene tres aspectos, a saber: para "conquistarlos" más fácilmente.

a) Evangelización: La cor-ciencia personal y de grupo del c) Vida Cristiana: En teoría hablamos mucho de la tras-
Misterio de Salvación, debe expresarse con palabras, gestos cendencia de Cristo y de la libertad del espíritu, pero en
y comportamientos no importados, sino propios o al menos nuestra cultura intelectualista y nominalista nos cuesta acep-
elegidos por el mismo grupo. tar comportamientos, modos de vida cristiana distintos a los
nuestros, y un marcado etnocentrismo nos inclina fuertemen-
Con la palabra "Evangelización" queremos expresar aquí te a despreciar todas las manifestaciones culturales que juz-
el diálogo del misionero con el grupo que permita a este re- gamos opuestas a nuestra moral. Pero lo cierto es que nues-
conocer su propia historia como vinculada al acontecimiento tra moral cristiana se escandaliza ante las borracheras indí-
salvífico y criticar sus propios valores y expresiones cultura- genas pero mira impávidamente correr la sangre en las gue-
les, relativizándolos, facilitando así su desarrollo pleno e in- rras de colonización, justifica un etnocidio sistematizado
tegral. como también, muchas veces, la explotación del indígena, su
situación de hambre, e inclusive su desmoronamiento como
Fruto de este proceso de evangelización será un grupo grupo humano con tal de que los indios se civilicen y cristia-
integrado capaz de relacionarse con otros grupos, sin abdicar nicen.
de su dignidad para tomar a la cultura invasora una dignidad
prestada, pero abierto a otros valores y conquistas humanas. Dentro del proceso de evangelización que aquí describi-
mos esquemáticamente, descubriremos que realmente el es-
La fe del grupo se expresará en una profesión de fe que
píritu no es privilegio de nuestra cultura y que cada grupo
indique la forma como el acontecimiento fundamental: Cristo-
cultural puede enriquecer la tradición cristiana con nuevas
Espíritu afecta conscientemente al mismo grupo, porque lo
formas de vivir el amor.
importante no es que este aprenda la Historia Sagrada o los
mitos que recoge la Biblia. Ni siquiera se trata de reconocer La misma conciencia que va surgiendo en el grupo del
que Cristo resucitó, sino que El es el Señor y que sigue pre- acontecimiento salvífico (Cristo-Espíritu) aporta elementos de
sente en la historia, en su Espíritu. Ahora bien, esto puede criticidad a la moral del grupo humanizándola cada vez más
y debe ser expresado en términos valorativos propios del y por tanto haciéndola más cristiana.
grupo cultural y no necesariamente en los términos que apa-
recen en la Biblia o en aquellos en que se ha codificado nues-
tra fe y que llamamos el Credo. 3. Resurrección
Puesto este fermento de revelación, esta conciencia de
No olvidemos aquí que la Palabra presupone una realidad que el Reino de Dios se va construyendo no solo dentro del
vivida en común, compartida, y un signo convencional para grupo sino de la humanidad, podemos confiar y esperar en el
expresarla, que sea por tanto comprendida o significativo surgimiento de comunidades humanas y cristianas.
para todos. Así que una profesión de fe importada podrá ser
muy exacta desde el punto de vista dogmático dentro de nues- a) Comunidad Profética: Puesto que el conocimiento vi-
tra cultura, pero nunca podría ser expresión de fe vital para vencia! de Cristo, no es una profesión de palabras sino un
otro grupo que vive una realidad distinta a la nuestra. conocimiento creador, transformador, no esperamos determi-
nado número de cristianos yuxtapuestos que acaso den tes-
b) Liturgia. Iluminada la historia del grupo con su con- timonio de su fe individualista, sino comunicados que se pro-
ciencia de la relación que tiene con el acontecimiento salví- yecten en un ámbito universal, proclamando la resurrección
fico, sentirá también necesidad de celebrarlo, y celebrar su de que son testigos porque se hace realidad en su grupo y
propia vivencia con signos propios de su cultura. en la humanidad entera. Es una comunidad que da razón de
128 129
9 Antrnnnloeía
su esperanza en la resurrección universal, es decir, en futu-
ro más humano para el mundo, porque será un mundo divi- humana, porque tiene la esperanza inquebrantable de que "los
nizado. frutos excelentes de la naturaleza y del esfuerzo humano, des-
pués de haberlos propagado por la tierra en el Espíritu del
En este momento, podríamos preguntarnos si los misio- Señor y según su mandato, volverá a encontrarlos limpios de
neros que somos extranjeros dentro del grupo cultural, tra- toda mancha, plenamente iluminados y transfigurados, en la
bajamos como para permanecer siempre dentro del grupo o realización del Reino de Dios" (G. S. 39).
para dejarles algún día la responsabilidad de su adultez en
En esta nueva comunidad cristiana, en la que sus miem-
la fe, y como decíamos antes, no solo esto sino también la
bros no rehuyen sus compromisos económicos y políticos
responsabilidad de proyectarse a otros grupos que aún no
para refugiarse en un ghetto alienado, veremos al hombre in-
han sido evangelizados. Aparece con toda claridad que en
tegrado, al indígena no conservado como objeto de museo
la medida que aumenta la población de América Latina se
natural, sino verdaderamente integrado a la humanidad y a la
siente la falta de profetas nuevos y nativos que no hagan de
iglesia, como persona, como hombre, sin renunciar a sus de-
la evangelización un proceso de colonización. En muchas par-
rechos inalienables a la evangelización y a su propia cultura,
tes surgen escuelas de catequistas indígenas pero es el mo-
y por el contrario aportando valores nuevos a la humanización
mento de cuestionarnos los métodos de selección y forma-
del mundo.
ción de los mismos, según los objetivos que se busca alcan-
zar con ellos. No olvidemos nunca que el punto de partida "Comunidades de Base". Es obvio que esta clara concien-
no ha de ser nunca la cultura del misionero, sino la cultura cia del sentido de la historia humana difícilmente será com-
del evangelizando. partida por todo el grupo. El Reino de Dios es como un fer-
mento que se deja en la masa... El papel de misionero es
b) Comunidad Litúrgica: Esta comunidad convertida no la construcción de comunidades de fe, de esperanza y de ca-
solo proclamará y dará razón de su esperanza sino que cele- ridad que sean "expresión privilegiada de la presencia del
brará sus vivencias con signos propios y significativos para Señor, y enviados por El para anunciar el mensaje de salva-
ellos, pero a través de los cuales expresará, además, su co- ción y hacer discípulos suyos. Es en este contexto en el que
munión con la iglesia universal, prefigurando y pregustando, hablamos de las llamadas Comunidades de Base, signos de
la humanización y comunitarización universal que se espera. la unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí".
Y como la liturgia es "cima y fuente" de vida cristiana, el Y que no constituyen solo el último grito de la moda pasto-
celebrar el Misterio Pascual con signos realmente significan- ral, sino la estructura normal en muchos de nuestros grupos
tes para ellos, la comunidad litúrgica se fortalecerá con nue- indígenas en donde la familia extensa es también muchas
vas motivaciones para seguir luchando por la transformación veces la unidad de producción o de población. Pero esta Co-
del mundo y la construcción del Reino de Dios, o lo que es munidad de Base solo será eficaz en cuanto logre proyectar-
lo mismo, por la liberación total del indígena y sus opresores. se a un ámbito mayor, luchando contra las estructuras cerra-
das y opresoras que impiden el proceso de comunitarización
Habrá necesidad de decir que la comunidad misma debe o de liberación.
autoabastecerse en lo referente a ministerios? La pluralidad
sacerdotal en los territorios misionales de Latinoamérica es Al terminar la exposición de este esquema metodológi-
una necesidad indiscutible. Y la generosidad de los catequis- co, repitamos que no se trata de etapas yuxtapuestas, sino
tas indígenas nos muestran a las claras que la falla no está de un proceso integrado y dinámico en el que simultánea,
ciertamente en ellos, sino en los prejuicios de los misione- pero paralelamente, se dan la ENCARNACION-REVELACION-
ros y los métodos de formación y exigencias que se hacen RESURRECCION, así como el proceso de la germinación de
al sacerdocio en la Iglesia romana y que constituyen para el la semilla es simultáneamente proceso de producción del
indígena una meta prácticamente inalcanzable y poco deseable. fruto.
c) Comunidad Cristiana o comunidad de amor: El proce-
so de desarrollo o construcción del Reino de Dios es caminar C. Ventajas de esta metodología
hacia el punto Omega, hacia el Cristo total, hacia la plenitud
de la humanidad en Cristo. La comunidad cristiana será, pues, Antes de terminar, señalemos algunas ventajas de esta
una comunidad {comprometida con la marcha de la historia Metodología Pastoral, ventajas que solo se experimentarán
en la práctica de ella:
130
131
ha sido impuesto, logra controlar su comportamiento. Qué s^
1. Desde el punto de vista subjetivo puede esperar entonces en la mayoría de los casos sino sere^
El misionero tiene elementos suficientes para la evalua- a la deriva hambrientos, abúlicos, dedicados a la bebida, a | g
ción y autocrítica de su trabajo y para comprender y hacer prostitución, que tienen que venderse a sus explotadores
conscientes sus propias faltas o deficiencias, no con una óp- para sobrevivir y que solo desea y a veces busca la muerta
tica moralista, sino científica. Muchas personas extrañas a la liberadora? En esta línea está también, la explicación de i-,
misión se solazan en despedazar, en minutos o en páginas, separación entre la fe y vida que tanto preocupa al misione,
vidas totalmente consagradas a la promoción indígena. Con ro. Una fe que es capa de barniz porque no arranca de su
críticas puramente destructivas que en el mejor de los casos vida sino de una revelación desencarnada e ¡ncomprensibie(
dejan al misionero desorientado, consciente de sus errores que pretende llegar al pensamiento sin pasar por una viven.
y problemas pero sin encontrar una salida. Esta actitud de cía sensitiva. Así tendremos cristianos forma/es pero no CQ.
muchos antropólogos tradicionales para quienes el indígena munidades de fe, de esperanza y de amor.
es solo un objeto de estudio, que ojalá se conservara en re-
servas-museos. Para su solaz cientifista, solo consigue con 2. Desde el punto de vista objetivo
sus críticas acerbas, poner al misionero en guardia y hacerle
desconfiar del aporte valioso de la ciencia, en el proceso de La vivencia de esta teoría metodológica, nos dará una
desarrollo de los grupos indígenas, proceso que solo se des- praxis o acción reflexionada que permitirá el trabajo en equi-
arrollará en la medida en que sean ellos los verdaderos auto- po. No un equipo formado a base de áscesis o de simpatías
res de su propia historia. Esta metodología nos da, en parte, sino de compromiso en la acción reflexionada, surgida de un
respuesta a la pregunta angustiosa del misionero que busca análisis científico de la realidad. El misionero podrá contro-
un camino, que reconoce la necesidad de una pastoral de en- lar conscientemente sus éxitos y fracasos, sin necesidad de
carnación pero se pregunta el cómo. refugiarse inútilmente en inculpaciones al grupo indígena.

Nos brinda también una respuesta a otra pregunta dolo- En una palabra, el misionero se realizará humanamente
rosa: por qué, a pesar de tantos sacrificios y de tantos su- y en una forma integrada, juntamente con la comunidad en
dores tenemos frutos escasos? Por qué la civilización o la co- donde trabaja. Sus relaciones con el grupo no quedarán en
lonización destruye en días lo que el indígena logró años un simple contacto biótico, meramente sensitivo, sino que
en aprender en los internados? Por qué desaparecen los in- pasará a un nivel de relaciones entre sujetos, entre personas
dígenas sumergidos en el licor, en la miseria, el hambre, la y finalmente, a la síntesis vivificante, comunión de personas
desidia? y de culturas que es también realización del Reino de Dios.

El hombre se integra y realiza, solo en el equilibrio entre Tal vez brille entonces una esperanza de liberación para
sus necesidades sentidas y la adecuada respuesta a ellas. los grupos indígenas amazónicos que tienen mucho que apor-
El niño busca en su medio circundante la solución de sus tar al desarrollo de la Iglesia y de la humanidad, pero que
necesidades. Los éxitos o frustraciones de su actividad en hoy por hoy están condenados irremisiblemente a la muerte
busca de respuesta a sus necesidades van organizándose y cultural e inclusive biológica por la pérdida de sus valores, de
conformando su mundo mental es lo que da al hombre un sus tierras, reducidos a la esclavitud por nuestra cultura oc-
sentimiento de seguridad, de realización humana. cidental cristiana. Quién tomará efectivamente su defensa si
no lo hace la Iglesia misionera que cree en Cristo, que se
Ahora bien, cuando el misionero llega con su mensaje comprometió con los pobres?
cultural, religioso con su propio sistema de valores, con su
sistema ritual, etc., y a base de diversas presiones logra rom- Son muchos, desafortunadamente, los que creen utópico
per la organización mental del indígena, incrustándole fór- y quijotesco el compromiso con los pequeños grupos que que-
mulas, comportamientos, juicios de valor que muy posible- dan en la selva amazónica. Admitamos que nos hace falta fe
mente no corresponderán al mundo concreto del indígena, ten- en el hombre, y sobre todo en el hombre indígena. Pero .al
dremos un hombre desintegrado que se enfrenta a una cul- menos, renunciemos a la poco honrosa misión que nos asig-
tura invasora en situación desventajosa y que ya no puede na, no Cristo el Salvador, sino nuestra cultura orgullosa y de-
vivir integrado ni entre el grupo invasor ni en el grupo do- cadente de ser los instrumentos de dominio y destrucción de
minado. Tendremos una persona en situación de anomía en quienes han defendido hasta la muerte el futuro de Latino-
la que ni el super yo de la cultura ni en el super yo que le américa.

132 133
IX.
ESTRUCTURAS
PARA LAS TIERRAS DE MISIÓN

Mons. Gerardo Valencia Cano


Obispo de Buenaventura
Colombia

En términos generales no deberían ser otras que las que


nos describen los hechos de los Apóstoles: "Eran los prime-
ros cristianos un solo corazón y una sola alma". Gomo Pablo
con Pedro y otros confrontar su predicación. El absurdo de
someter nuestra actividad apostólica a fórmulas y casillas
trazadas fuera del continente o informes coloniales o dema-
siado parciales no pueden sostenerse más.
El grito de liberación L. A. seguido por la campaña in-
tegracionista debe hacer herida lacerante en todo misione-
ro latinoamericano y llevarlo a buscar incansablemente los
caminos de un hombre nuevo, esperado no solo por nues-
tro continente sino por el mundo entero. Este anhelo de nue-
va vida es lo que ha de llevarnos ahora y en adelante a bus-
car los sistemas, los programas y las estructuras que orien-
ten y estimulen al hombre nuevo de Latinoamérica en su ca-
mino de redención continental y universal.
Cuando observamos la labor evangelizadora nos parece
muchas veces estar desempolvando una vieja biblioteca de
códigos y de leyes indias.
Hoy nadie puede desconocerlo, un afán de remover lo
viejo, cambiarlo a ser posible, o renovarlo completamente re-
modelado. Pero esta inquietud es en la periferia; el centro,
cerebro y corazón permanece en quietud como de roca.
El fundamento de los apóstoles y de los profetas, depo-
sitado en el hombre, quiere confundirse con el inconmovible

135
Dios y rechaza hasta la posibilidad de un cambio que no sea verbo encarnado y redentor. "Padre que sean uno como Tú
en la periferia. Esto me hace decir que el cambio de estruc- y Yo somos uno".
tura en todos los tópicos que abarca la vida del hombre ha
de entenderse en profundidad y no en mera corteza. La tierra Yo aprendí en predicación incesante de uno de mis su-
comienza a ser tan pequeña que de todos modos el latifun- periores que el hombre es una sola persona. Quizá por eso
dismo se derrumba, en busca, no de minifundios, que fue su descubro una semejanza pasmosa entre sectas y congrega-
célula germinal, sino de algo que excluye límites y fronteras. ciones religiosas y las múltiples fuentes de ingreso econó-
mico: así como estas se dividen los hombres, se clasifican,
Dónde están el Oriente y el Oeste y el Norte y Sur? En se alejan, se enfrentan y se engañan hasta creer que "vivir
las historias con sus cartas y sus crónicas. Hoy el único es luchar". Qué de extraño que la política que busca impo-
Norte es el corazón: Te amo o te odio; te comprendo o te nerse sobre el mundo tenga por fundamento la afirmación de
desconozco; te busco o te rechazo. que la vida viene de la muerte?

Cuando se viaja en avión —este es el símbolo actual de Una región como esta, en el comienzo de su historia pa-
la visión del mundo— nada tan lejano de la vista como la rece la meta preparada por Dios al mensajero del Evangelio
frontera: los ríos son lazos de unión; las montañas esfuer- para partir de la hora cero. Y esta reunión podría marcar, no
zos comunes de superación, los mares, los desiertos y las obstante la falta imperdonable de la ausencia de los brasile-
pampas la mesa de la paz. A qué insistir en una visión de pea- ros, esa hora inicial en el almanaque y en el reloj de la era
tones cansados? Las estructuras que hemos heredado son de una Latinoamérica libre.
eso: jornadas de caminantes a pie.
Cuando el verbo se hizo "Carne" "se anonadó a sí mis-
La nueva visión del mundo nos invita a romper con un mo" dice la Biblia. Será preciso que el evangelizador com-
modo de vivir propio de los tiempos del caminar a pie. La re- prenda esta actuación de Dios en todo su alcance, si quiere
belión del hombre contra el creador le alejó tanto de El que marcar un comienzo y no el continuismo del antitestimonio
le hizo reducir su morada a la tierra primero y luego a la par- que ha sido nuestra acción apostólica. Yo os ruego, herma-
cela que abarcaban sus brazos o sus ojos. De allí surgió en nos de mi edad y mayores, que no sigáis respondiendo golpe
el hombre la necesidad de regular según medidas sus traba- con golpe a la presión angustiosa de los misioneros post-
jos, sus posibilidades y sus relaciones. La experiencia de sus conciliares.
incapacidades le hizo reconcebir un Dios a su tamaño del que El verbo hecho hombre comenzó diciendo: "habéis oído
no han logrado salvarse sino hombres extraordinarios, Buda,
que fue d i c h o . . . pero yo os d i g o . . . " .
Confucio, Mahoma y Jesús de Nazareth. Este último, que se
proclamó hijo de Dios y comprobó/serlo por su resurrección, Error imperdonable en evangelización sería pensar que
a lo largo de veinte siglos de historia ha visto aprisionado por ser este un campo primitivo de primitivos, podríamos es-
su mensaje en las estructuras de una civilización greco-ro- perar la creación de ciudades y el cruce de las carreteras
mana. Esta es la que impera y es la que provoca en el mun- para iniciar un radical cambio de estructuras eclesiásticas.
do cristiano, las protestas y reacciones que muchos interpre- Por el contrario es este el lugar y este el momento de imitar
tan como la muerte de Dios. Todos los acontecimientos ínti- la acción de Cristo, quien se anonadó a sí mismo tomando
mamente ligados unos a otros nos ofrecen la aurora de nue- la forma de siervo.
vos tiempos en que las profecías se hacen realidad.
La orden de enseñar como sucesores de los apóstoles
La derrota del capitalismo y del colonialismo económico, nos ha hecho olvidar el verdadero sentido de nuestra acción
la expansión del comunismo, la apertura al diálogo, la inte- "hacernos todo para todos". En cambio nos hemos sentido
gración continental, el descubrimiento de los nuevos poderes maestros y nos hemos fabricado una serie de estructuras que
son un salto incontenible contra las estructuras que han pre- van desde la Santa Regla hasta la palabra infalible, pasando
tendido usurpar el dominio del hombre. por códigos, contratos, rituales, regiones, diócesis, provincias,
repúblicas, Santo fundador, espíritu, sistemas, convenios, tra-
La inmensa selva amazónica, homogénea en su variadísi- tados, cuasiparroquias, superior mayor, prefectos y vicarios
ma riqueza natural, podría ser para los apóstoles de Cristo apostólicos, dispensas, privilegios, conferencias episcopales,
el Cenáculo de una eucaristía sin más ritos que el amor del congregaciones romanas y pues el vicio es como el péndulo,
136 137
evangelizadores de hoy, a veces solamente dedicados a labo-
ahora vemos aflorar el peligro de la tecnocracia, otra estruc-
tura no menos esclavizante. Si el verbo, Sabiduría de Dios, res de subsidiaridad.
se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, suscep- Es de todo punto de vista necesario y urgente definir
tible de ser considerado pecador y cabecilla de salteadores, el papel de Cristo en el mundo, y, con El, el papel del Evan-
cómo es posible que sus discípulos se aboguen el nombre gelizador, mayormente en una región como esta, que insisto
de Maestros para enseñar "como quien tiene autoridad" en es el campo más propicio para buscar y descubrir las estruc-
lugar de alegrarse de ser insultados y perseguidos por su turas del nuevo hombre cristiano de América.
maestro?
Y cuidado con dar la razón aquí, también a la grave acu-
El equívoco de considerar la evangelización como una em- sación de la española Elisa Lamas: "Todo el que ha querido
presa meramente humana hace que pretendamos construir ponerse al lado de los cambios necesarios ha tenido que
estructuras paralelas a las políticas, a las técnicas, a las cul- enfrentarse con la Iglesia".
turas de cualquier género, haciendo depender la eficacia de
la evangelización del acierto en la estructuración. En una re- Aquí se la ve formada por el Obispo, los curas, las reli-
gión y época como las precedentes son los profetas y los giosas. Qué papel activo tienen los fieles? Ninguno. El cam-
apóstoles y no la ley Mosaica, el Código de Justiniano, lo que bio para ellos será que se hagan conscientes de un papel
señalará la nueva Iglesia de Cristo y de Pedro y de Pablo y activo en un cuerpo indivisible con el Clero y que lo desem-
de los Agustinos y los Franciscos y los Juan XXIII. peñen en madurez.

La Iglesia latinoamericana se enorgullecía de haber dado Conclusiones


el primer paso en la integración del continente. Aún admi-
tiéndolo benignamente, qué lejos se va quedando ante los Creo que estáis ya preparados para concluir con algu-
esfuerzos de la ALALC y de los pactos regionales y sub-regto- nas declaraciones que pongo a vuestra consideración:
nales. "Los hijos de este siglo son más sagaces...".
1. Es indispensable definir el papel del evangelizador
La estructura del CELAM en sus departamentos se va que- frente al papel del verbo encarnado conforme a los Evange-
dando atrás. Ojalá que la reunión de Costa Rica estudie a lios, las epístolas y los actuales signos de los tiempos.
fondo este punto. 2. Las actuales estructuras eclesiásticas son anacróni-
Con el peligro de pecar de paralelismo insisto que si cas; y por tanto obstaculizan la labor de la evangelización.
el Dios oro sustituye en Europa sus instituciones tradiciona- 3. Una estructuración de la Iglesia evangelizados para
les en busca de una integración económica utópica, y en la la cuenca amazónica tiene que luchar también contra las es-
América Latina se esfuerza por hacer otro tanto, cómo es tructuras políticas y económicas actuales, que dividen la
que los apóstoles de Cristo nos hemos enredado en una con- selva y separan a sus hombres por barreras anti-humanas.
tienda infantil de jóvenes y viejos?
4. Si el paralelismo con los demás tópicos del hombre
Un sofisma de distracción viene a enredar ahora más la ha de ser tenido siempre en cuenta por el Evangelizador, ni
cuerda haciéndonos creer que las relaciones Iglesia-Mundo debe copiarlo ni seguirlo servilmente ni esperar que él le
deben confundir al sacerdote ahora con el soldado, luego con marque el paso.
el técnico, después con el sociólogo, en seguida con e! obre-
ro y algunos privilegiados ser el hombre orquesta. Claro que 5. La cuestión método, una vez identificado el evangeli-
después de una mazamorra de estas, el evangelizador tiene zador, viene muy después del cambio de estructuras.
que gritar desesperado: Sáquenme que me ahogo.
6. En la búsqueda de una pastoral para la cuenca ama-
Cuando el verbo hecho carne previo que se le podía con- zónica es indispensable tener en cuenta el desarrollo de Iqui-
fundir inspiró en sus más cercanos una definición: "Tú eres tos y de Manaos, lugares de confluencia del mundo amazó-
el Cristo". De igual manera cuando instituyó a sus apóstoles nico.
los definió ante ellos mismos y ante la comunidad con ras-
gos inconfundibles. Es esto lo que no podemos olvidar los
139
138
X.
PROYECCIÓN PASTORAL
DE LA MISIÓN

Apuntes al Documento

Introducción
En la Comisión de Prefectos y Vicarios Apostólicos, se
distinguieron dos etapas bien definidas.
1. La elaboración de un documento de base de trabajo.
2. El trabajo sobre el documento elaborado.

El documento base de trabajo fue el siguiente:


1. El documento más que declaración de principios sea
prácticamente pastoral, siguiendo las directrices de Mede-
llín y de Melgar.
2. Organización Jurídica regional:
a) Que los Prelados misioneros formen en cada nación
y a nivel regional un equipo apostólico con planificación pas-
toral, encuentros de estudios y evaluaciones periódicas.
b) Teniendo en cuenta los esfuerzos de los civiles en la
regionalización del continente en base a las características
comunes geográficas, vemos la necesidad de poner por obra
la creación de las Conferencias Episcopales Regionales con-
forme a la "Ecclesiam suam".
3. Renovación de la Pastoral de Sacramentos.
La práctica nos enseña que todos los indígenas no cap-
tan el profundo significado de los sacramentos. Es menester

141
de las Conferencias Episcopales de las naciones que la in-
que tratemos de actualizar la forma y el rito de administrar- tegrarían.
los?
3. Agentes de la Pastoral.
4. Pastoral de las zonas cambiantes:
La Iglesia misionera debe formarse así, con personal
— Afecta a las áreas en violenta transformación o en autóctono. Fue motivo de profunda reflexión el hecho de que
rápida evolución. Iglesias tan antiguas tengan que depender aún de pastores
— En su desarrollo autónomo y en las relaciones con importados. Esto denota o una despreocupación por parte de
los indígenas. Afrontaría: los misioneros o que nuestras iglesias que llamamos cristia-
a) Responsabilidades sociales de las entidades explota- nas aún no son maduras o que la estructura tradicional de
doras. nuestro sacerdocio no es la más apta para posibles pasto-
res autóctonos.
b) Distribución justa de la tierra.
c) Financiación de los colonizadores inmigrantes. Se recomienda un estudio a fondo de estos problemas
d) Preparación de escuelas en general y de formación con el fin de que los pasos que se den para los agentes de
social y política especializada. la pastoral en esta región, correspondan al ambiente y a la
mentalidad de las culturas.
e) Atención especial a los pueblos nuevos en la selva.

5. Agentes de la pastoral:
PROYECCIÓN PASTORAL DE LA MISIÓN
Necesidad de preparación y sostenimiento de los agen-
tes autóctonos de la pastoral: catequistas - diáconos - sacer- 1. Creemos indispensable la regionalización con el fin
dotes - maestros. de llevar a cabo un trabajo de pastoral de conjunto en el área
amazónica, para esto proponemos los siguientes instrumentos
operativos:
Conclusiones de la mesa
— Organización: Para adelantar la integración de la Pas-
1. Se aceptó el esquema propuesto del documento base. toral en toda la zona amazónica, vemos la necesidad de la
Se sugiere que en cuanto al punto tercero, que por tratarse formación de un Consejo Regional integrado al Departamen-
de ¡deas nuevas y no reflexionadas suficientemente, se con- to de Misiones del CELAM.
tente el documento con la teología expuesta en el de Mel-
2. Las funciones del Consejo Regional serían:
gar, aunque se espera la aportación de las sugerencias del
presente forum. a) Reestructuración de las circunscripciones eclesiásti-
cas, teniendo en cuenta más que el área geográfica los gru-
Se pide en todo caso que el documento final contemple pos culturales (étnicos).
una aplicación del de Medellín y Melgar a la zona amazónica. b) Organizar encuentros de reflexión y revisión pastoral.
2. Organización jurídica regional. c) Designar el equipo de técnicos constituido por un
teólogo, un médico y un antropólogo.
Se sintió la urgencia de que los Prelados misioneros for- d) Promover y coordinar una pastoral de conjunto en el
men en cada nación y a nivel regional un equipo apostólico
área amazónica.
con planificación pastoral, encuentros de estudios y evalua-
ciones periódicas. 3. Dada la situación, casi desesperada, de algunas mino-
rías culturales, marginadas por una atención pastoral que se
Se notó también la necesidad de poner por obra la Con- centraliza en los grupos mayoritarios de blancos y mestizos,
ferencia Episcopal para la cuenca amazónica. Se consideró urgimos una atención pastoral prioritaria a estas minorías
más viable comenzar desde ahora la comunicación entre los culturales que deberá ser coordinada por el Consejo Regio-
prelados de la región, mientras se consigue estructurarla ju- nal, el cual buscará los instrumentos pastorales adecuados.
rídicamente, previa consulta de la Propagación de la Fe y
143
142
4. La formación inicial del misionero, incluido el Obispo, etc. Este organismo permanente deberá comenzar a funcio-
debe ser completada a través, del impulso actualizado de un nar de inmediato, mientras se haga realidad la creación de
equipo técnico que los asesore en sus reuniones, haga cur- un Instituto.
sos de capacitación y coordinación de sus trabajos de inves-
tigación e intercambios de experiencias. En estas reuniones 5. Ante el hecho de que en las actuales demarcaciones
tendría que estar presente el Obispo. misionales existen comunidades mal entendidas y este hecho
se debe fundamentalmente a las dificultades de acceso del
5. Para que la Pastoral de Conjunto sea eficaz, debe misionero propio, resultando por el contrario, de fácil acceso
estar precedida por una constante reflexión pastoral a nivel al misionero vecino, sugerimos a los Obispos, considerar esta
local de cada Vicariato. situación y llegar a una cooperación pastoral entre jurisdic-
ciones limítrofes. Un reajuste de demarcaciones misionales
Esta reflexión Pastoral debe tener en cuenta la Pastoral quizá pudiera ofrecer una mejor atención pastoral.
de otras Iglesias.
6. Convencidos de que el sacerdocio nativo afianzaría la
implantación de la Iglesia local y basados en el conocimiento
de la cultura e idiosincrasia de nuestros grupos de misión,
pedimos la elaboración de un sistema nuevo de formación
Resumen de Mesa n? 6 sacerdotal para nativos sin el compromiso del celibato.
7. Parece de urgente necesidad la formación de catequis-
Reflexión: Sobre el tema Proyección Pastoral de la Mi- tas autóctonos auxiliares evangelizadores y líderes naturales
sión. Intervinieron 16 miembros y llegaron a lo siguiente: de la comunidad. Estos últimos no necesariamente ejercerán
como catequistas o auxiliares de evangelización. Fundamenta-
1. Puesto que el plan Pastoral debe ser conocido por mos esta urgencia en la necesidad que siente el misionero
todos y cada uno de los integrantes de la misión, ya que es de compartir su responsabilidad misionera.
necesario que cada uno asuma su responsabilidad, es urgen-
te que se tenga en cuenta a la hora de planificar y organizar
* * *
la integración de los misioneros con los unos como los otros.
2. Puesto que la acción misional exige no solo las eta- El grupo de religiosas participantes a este Encuentro,
conscientes de la responsabilidad misional que compartimos
pas de organización y ejecución, sino también una convenien-
como Iglesia, Misionera de la Amazonia, ofrecemos a la con-
te revisión para su eficacia misionera, son necesarias jorna-
sideración de la Asamblea el núcleo central de nuestra preo-
das anuales de evaluación y renovación espiritual de todo el
cupación, nacida de la toma de conciencia de nuestra respon-
personal misionero.
sabilidad de servicio dentro de esta Iglesia misionera, los si-
3. Considera la mesa que la base teológica que susten- guientes puntos:
ta la acción misional, es entender que el misionero es un en-
a) Uno de los signos de los tiempos en nuestro campo
viado a transmitir el mensaje de la presencia de Cristo me-
específico pensamos que viene dado por la toma de concien-
diante:
cia del papel de la mujer en el mundo: su igualdad frente al
— la catequesis hombre en el transfondo de la dignidad como persona humana.
— la liturgia b) El hecho real de su marginación a diversos niveles.
— el desarrollo económico social, en orden a la creación c) su instrumentalización para el pecado.
de una comunidad de fe autóctona. d) Su papel y corresponsabilidad en la creación del hom-
4. Se insiste en la conveniencia de: crear un organismo bre nuevo.
permanente de formación de los misioneros del área pastoral e) El papel, ejemplificativo que en esta tarea de alum-
amazónico, con la finalidad de mantener el espíritu del pre- bramiento y redención realiza María, como primer capítulo,
sente encuentro, compartir la experiencia misionera y preo- presentando en sí misma a la humanidad oprimida, como el
cuparse de la formación del personal, promover encuentros, seno donde en ella se comenzará la redención.

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10. Antropología
De los supuestos mencionados y del hecho de que somos San Cristóbal de Las Casas, abril 5 de 1971
mujeres consagradas a la obra misionera en esta área pasto-
ral amazónica, pedimos se reconozca nuestra igualdad con el
hombre, teniendo en cuenta la diversidad de carismas. Y con-
cretamos nuestra petición en los siguientes puntos:
1. La participación en la planificación Pastoral (podría ser
delegación en las comisiones o Consejos Pastorales).
2. La colaboración, no dependencia vertical, en la acción A todos los participantes del Encuentro de Iquitos
misionera.
Esta comunicación, quiere llevarles a todos el calor de
3. En la distribución de los ministerios, pedimos se tenga la amistad establecida o reafirmada durante los días de nues-
en cuenta nuestras capacidades y carismas. tro Encuentro de Iquitos.
4. Participación en las evaluaciones periódicas sobre tra-
bajo pastoral. Una palabra agradecida
Por eso la primera palabra, sencilla y sincera de su con-
tenido, es de agradecimiento por haber estado presentes al
Encuentro. Para mí en lo particular el testimonio de Obispos,
Religiosos y Seglares comprometidos en la obra misionera
del Alto Amazonas, fue sumamente reconfortante. A la luz
de él comprendí que, para todos, la dificultad experimentada
en algunos momentos, no era la de aceptar o no un nuevo en-
foque teológico, la de discrepar o no de las críticas que a
la obra misionera plantea la Antropología; sino la de com-
prometerse o no a un obrar misionero en función de los nue-
vos enfoques teológicos pastorales descritos en el Encuen-
tro. Les agradezco verdaderamente esa lección de caridad y
entrega misionera (que ha supuesto aun cárcel o amenazas
para varios) que sin exageraciones ha sido la más fuerte que
haya experimentado en mi vida.
Para el Departamento de Misiones, que quiso hacer un
servicio —con muchas fallas y limitaciones— no solo las crí-
ticas constructivas que se le hicieron, sino el mismo avance
en las conclusiones pastorales y el inapreciable servicio de
haber designado a Mons. Gabino Peral para que forme parte
de nuestra comisión episcopal en orden a los servicios que
se puedan aportar a la región del Alto Amazonas ha sido una
inesperada vitalización para nuestro Departamento de Mi-
siones.

Apreciación del Encuentro

En sí mismo el Encuentro se distinguió por la intensa


participación en las mesas y plenarios; pero sobre todo por
ia riqueza y lo eminentemente práctico de sus conclusiones.
Las aportaciones y las objeciones, las dudas y las explicacio-
nes en un clima de serio intercambio diametralmente opues-
146 147
to a toda superficialidad, y que en todo momento nos unió bados" surgió, por fin, una tercera posición que pedía se
en amistad honda, le dieron a la Cena del Señor un signifi- aceptasen humildemente los errores cometidos, pero que se
cado muy especial para todos los participantes en ella. hiciese justicia a la entrega comprometida del misionero y
a la defensa que de los aborígenes ha hecho sin importarle
su propia persona.
El trabajo de la Comisión
Siguiendo esta última posición que pareció ser la mayo-
Nada extraño fue que por ningún momento pensara el ritaria, se quitó cualquier término que sonara a animosidad,
Departamento y los miembros de la Comisión de redacción se completó la enumeración de los contactos que produjeron
abandonar Iquitos sin antes haber dado fin, sustancialmente, la desintegración biológica y cultural de los pueblos nativos
a la redacción del Documento final, que con las recomenda- —sin omitir mencionar los casos de exterminio— y se inclu-
ciones y aportaciones de las reuniones plenarias finales, se yó la justa defensa del misionero basándonos en una suge-
reveló de una riqueza que no habíamos podido apreciar cuan- rencia pasada por escrito a Secretaría.
do el material estaba en proceso de elaboración.
La parte teológica del Documento no se redactó tratando
La mesa redonda de los Obispos participantes cuando de- de recoger lo que una cierta mayoría había redactado; sino
finió que el Documento no debía ser un pronunciamiento de que, teniendo en cuenta que se trataba de un documento que
tipo teológico, sino más bien como un esfuerzo común por quería tener un enfoque pastoral, se le dio un tono breve
descubrir prácticos caminos de actividad misionera en la y conciso de motivación que no va más allá de lo que exigían
Amazonia a la luz de Medellín y de Melgar; marcó así los las conclusiones pastorales. Por otra parte para que aparezca
criterios para la revisión y facilitó enormemente el trabajo nítida la ortodoxia de las afirmaciones, los párrafos fueron
que las Sesiones Plenarias finales pusieron en hombros de tomados, casi a la letra, de los Documentos del Concilio Va-
la Comisión redactora. Se pudo así contar con un criterio muy ticano II cuyas citas se mencionan entre paréntesis.
claro: para escoger con seguridad entre dos propuestas con-
tradictorias; para no formular las motivaciones teológicas en El último párrafo de la parte teológica mereció varias
un lenguaje —y sobre todo con un enfoque— que fuera un críticas:
retroceso histórico, o una corriente ideológica no compartida
mayoritariamente por la Asamblea. 1? Tener peligrosas —o inexactas— afirmaciones que,
dada la situación política de los países cuyos misioneros par-
ticipantes en el Encuentro, eran innecesariamente comprome-
Cambios y razones tedoras;

Por indicaciones de la Asamblea se pasaron a la intro- 2? Dar la impresión de que era un análisis sociológico,
ducción algunos párrafos de la motivación teológica y se le más bien que una motivación teológica.
dio a esta una redacción más breve, sin que se haya dejado En atención a estas indicaciones se redactó en un tono
caer ninguna de las ideas expresadas. que quitara todo aspecto de pronunciamiento partidarista y
La parte titulada: "situación del hombre amazónico" fue se explícito más el contenido teológico.
redactada siguiendo el esquema presentado al Plenario y apro- La parte de "Proyecciones Pastorales" se enriqueció con
bado por él. Creemos que esta parte es una notoria aporta- lo que en las mesas redondas se había dicho sobre lo que
ción para una más amplia tipología del hombre amazónico y aprobó la Asamblea. Se buscó una mejor sistematización del
será un útilísimo instrumento para el nuevo enfoque de la material. Se incorporaron al Documento la aportación de las
pastoral. religiosas y lo que se había dicho sobre pastoral litúrgica en
Se tuvo sumo cuidado en la redacción del párrafo últi- la mesa de los Obispos, dándole a esta última parte una mo-
mo de esta parte, pues fue objeto de una amplia discusión tivación teológica que fundamente la petición que se formula
en el plenario. Existía una corriente que solicitaba una defen- de tener mayor libertad en las experimentaciones, etc.
sa de la actividad misionera exonerándola de toda culpa o Por último se agregaron unas brevísimas líneas de con-
error; había quienes pedían una respuesta explícita y direc- clusión.
ta en el documento a las críticas de la declaración de "Bar-

148 149
Creyó con todo esto la Comisión haber sido fiel a las de-
cisiones de la Asamblea.
El Documento pasará aún por lo siguiente: una revisión
de la parte teológica y la explicación de citas de la Sagrada
Escritura y del Concilio Vaticano II; una revisión ortográfica
y estilística; el envío a los participantes del Documento a
mimeógrafo para ulteriores mejoras que vengan sugeridas por
los participantes y finalmente su publicación por parte del
CELAM.

Frutos
Si las conclusiones pastorales son eminentemente prác-
ticas, más consolador es el fruto que la actividad misionera
concreta hará cristalizar.

t Samuel Ruiz
Obispo de San Cristóbal de Las Casas
Presidente del D.M.C. XI.
DOCUMENTO FINAL

150
PRIMER ENCUENTRO
DE PASTORAL DE MISIONES
EN EL ALTO AMAZONAS
IQUITOS
21 - 27, marzo 1971

INTRODUCCIÓN

Reunidos como pueblo de Dios, Obispos, misioneros de


base, —sacerdotes, religiosos, seglares— apoyados por es-
pecialistas de las diversas ciencias relacionadas con la acti-
vidad misionera de la Iglesia, hemos tratado de descubrir la
llamada de Dios que nos interpela a través de los hombres
de la selva.
Cristo nació, murió y resucitó para todos y su mensaje
de liberación no se limita a ninguna cultura específica, no
está restringido por el espacio y el tiempo.
Por eso sentimos la angustiosa urgencia de reunimos
para descubrir la Palabra del Señor, que nos está hablando
desde el fondo mismo de estas culturas nativas, buscar for-
mas nuevas de integración y acción pastoral y profundizar co-
munitariamente sobre las grandes líneas de la misión de la
Iglesia.
Reconocemos los esfuerzos y sacrificios desplegados por
nuestros hermanos misioneros en la selva a lo largo de cua-
tro siglos de quehacer evangélico. Sin embargo, procedentes
de distintas naciones y diversas situaciones misionales hemos
afrontado el deber de revisarnos en nuestras motivaciones
más profundas. Hemos mirado las formas de nuestro com-
promiso en el pasado y en el presente a la luz de las exigen-
cias de la Buena Nueva, del Concilio, Melgar y Medellín, que
representan las angustias y esperanzas del pueblo latinoame-
ricano.

153
11. Antropología
Ya en términos del Encuentro de Melgar se había deci- No creemos que se puedan hacer planeamientos válidos
dido realizar encuentros por áreas culturales, que respondie- sobre la Amazonia sin tener simultáneamente muy en cuenta
sen a urgencias y problemáticas comunes. El Departamento ambas características que pudieran, a primera vista, parecer
de Misiones del CELAM inició las primeras tentativas, dando contradictorias: el "pluralismo" cultural y la existencia de una
preferencia a la zona amazónica, de amplias posibilidades y auténtica "área cultural".
más particularmente afectada por problemas indígenas. Ulte-
riormente la Iglesia de ¡quitos aceptó esta llamada del De- La geografía humana de la Hoya Amazónica es sumamen-
partamento que recogía el clamor unánime de todas las juris- te diversificada como indica la tipología que aquí presenta-
dicciones de la selva, y se iniciaron los trabajos de prepa- mos; el criterio más usado por los grupos humanos de la
ración. zona.

Cinco países participaron en la cita del 21 al 27 de marzo Existen dos categorías marcadamente distintas:
en ¡quitos: Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Ra- a) Grupos nativos, constituidos por los descendientes de
zones de diversa índole, especialmente la magnitud de su poblaciones amazónicas precolombinas.
propia área, tuvieron ausentes de este encuentro a los her- b) Grupos no-nativos, es decir, integrados por todos los
manos de Brasil. habitantes restantes de la selva.
Queremos desde aquí, finalmente, hacer llegar nuestro Dentro de estas dos grandes categorías existen, natural-
mensaje de confraternidad y solidaridad cristiana, a todos los mente, diferencias socio-culturales, que no pueden ignorarse
misioneros que en el silencio de la vasta geografía amazóni- al analizar la geografía humana de la Amazonia.
ca consumen su vida en la fidelidad al mensaje de Cristo y
en el amor encarnado a los desposeídos.
Iquitos, 27 de marzo de 1971 Los grupos nativos
Comprenden cuatro subgrupos: a) grupos que conservan
claramente su identidad étnica tradicional, debido al aisla-
miento, b) grupos que conservando fundamentalmente esta
SITUACIÓN DEL HOMBRE AMAZÓNICO identidad étnica, están en contacto cultural directo con la so-
ciedad nacional, c) grupos que han comenzado claramente un
La Amazonia es un mosaico formado, aproximadamente, proceso de desintegración étnica, d) grupos que habiendo vi-
por cuatrocientos grupos humanos, y sus culturas correspon- vido biológicamente, han perdido su identidad étnica como
dientes. No se puede ignorar este "Pluralismo" étnico-cul- grupo cultural y con-viven (viven con, pero no dentro) margi-
tural, si se pretende tener una visión realista de la amazonia nados en la sociedad nacional. Estos cuatro subgrupos natu-
y llevar a cabo una planificación acertada y constructiva, tanto ralmente están alienados según la escala que mide el grupo
para las naciones amazónicas como para los grupos nativos. de integración cultural (identidad cultural tradicional).
Este pluralismo es el resultado, primeramente, de la mul- Los términos integración - desintegración (que denotan
tiplicidad de culturas y poblaciones que convergieron en la un proceso), son relativos y se definen o bien desde el punto
Hoya Amazónica y se diversificaron por el aislamiento bioló- de vista de las culturas nativas. Pero esta relativización afecta
gico-cultural. En segundo lugar, el pluralismo cultural que hoy simplemente a un juicio de valor sobre el proceso, pero no
día advertimos se debe a las diversas modalidades presen- afecta en absoluto la validez de la tipología ni el criterio usa-
tadas por los primeros contactos con las respectivas socie- do para distinguir los grupos nativos.
dades "coloniales y/o nacionales" que perduran hasta nues-
tros días.
Sin embargo, a pesar de que la Hoya Amazónica nos colo- Los grupos no-nalivos
ca ante un verdadero mosaico cultural (pluralismo), la Ama- Comprenden cuatro subgrupos de tipo más general: a)
zonia con todas sus poblaciones y culturas forma una uni- Ribereños, diseminados por las márgenes de los ríos, que
dad, un área cultural, no solamente un área geográfica, como presentan un mestizaje genético y cultural, b) Ribereños ur-
indican ciertas características socio-culturales comunes. banos, emigrados a las ciudades de la Amazonia, c) Inmigran-
154 155
tes de la comunidad nacional (técnicos, funcionarios, empre- por otra parte, característico el equilibrio que existe entre la
sarios, militares, etc.) cooperación "familista" del grupo y/o grupos y la autoafir-
mación de la persona. El grupo mantiene auténtica cohesión
Consideramos que los grupos nativos requieren un ma- y la persona mantiene su individualidad y libertad en grado
yor interés en nuestro análisis sobre la situación del hombre difícilmente observable en otras culturas.
amazónico, primeramente por haber sido menos explorado an- De esta organización "familista" de las culturas amazó-
tropológicamente a nivel de macro-sistema (área cultural), sin nicas se desprende un tipo de organización social no clasista,
lo cual difícilmente se pueden hacer planteamientos y proyec- tanto en lo económico como en lo político y religioso.
tos a nivel de micro-sistema (tribu). Segundo, por tratarse
de minorías marginadas y en proceso de desintegración, que Las relaciones económicas están basadas sobre el prin-
ven seriamente amenazada su supervivencia cultural, y aun cipio de "reciprocidad y participación" y no en la competen-
biológica. cia económica y el lucro, característicos de la economía del
mercado. La acumulación de bienes es considerada como un
Hemos afirmado que el "pluralismo cultural" de las tribus antivalor. La "no reciprocidad y participación" tiende a ser
amazónicas que, bien entendido, no representa un obstáculo condenada culturalmente mediante acusaciones de brujería.
para las sociedades nacionales sino un verdadero enriqueci-
miento. Su aceptación es la única garantía de que las nacio- El concepto de propiedad es siempre familístico y comu-
nes pueden integrarse dentro de una comunidad mundial sin nal, a pesar de que es sumamente individual con respecto a
perder su autonomía e individualidad. determinados artículos personales, que llegan a ser destrui-
dos y/o enterrados con el poseedor, cuando este muere!
Características ecológicas El "status (posición social), el prestigio y la autoridad
(influjo social) se derivan de las cualidades carismáticas de
Las condiciones ecológicas de la Amazonia condicionan, la persona. No existiendo acumulación de bienes, ni, por tanto,
y aún determinan una densidad de población sumamente baja separación clasista, el "status" y el prestigio están desvincu-
y un tipo de asentamiento disperso y "semi-nomádico". La lados de lo económico. No existiendo instituciones política-
composición del suelo y las precipitaciones pluviales, por mente estructuradas, la autoridad —que se distingue del po-
otra parte, limitan —contra lo que se ha creído y publica- der— tampoco está institucionalizada. La autoridad es adqui-
do— el desarrollo agropecuario de la Hoya Amazónica. Las rida por ciertas personas del grupo, cuyas cualidades perso-
distancias y los obstáculos propios de la geografía amazóni- nales ejercen innegable influjo y liderazgo. Este tipo de auto-
ca dificultan enormemente la comunicación entre los diversos ridad ganada por la persona, y que dura mientras se prueba
grupos humanos y fomentan el aislamiento y diversificación. útil para el grupo, se ejerce con el consentimiento de la co-
Estas características ecológicas de la Amazonia no pue- munidad y está limitada tanto en el tiempo como en la exten-
den ser ignoradas por ninguna planificación, sea económica, sión (autoridad restringida). Esta clase de autoridad es la que
política o pastoral. denominamos "carismática". En ella se refleja nuevamente el
equilibrio que han alcanzado estas culturas entre la cohesión
del grupo y la libertad y autonomía de cada individuo.
Características etnológicas
El uso rotativo de la tierra, impuesto principalmente por
El "hombre amazónico" (nos referimos a los grupos na- la ecología de la zona, aparentemente indica una vida semi-
tivos) es el resultante de muchas culturas. Sin embargo, es nómada, y por ello, sin conceptos de propiedad territorial.
portador de características etnológicas comunes a los diver- Sin embargo, el grupo familiar en particular, y sobre todo el
sos grupos, y, por tanto, se justifica el hablar del "área cul- grupo tribal en general, se sienten ligados y poseedores de
tural amazónica" con características propias y definidas. un área territorial definida. El hecho de que los grupos nati-
vos (familiar y tribalmente considerados) no tengan linderos
Las relaciones socio-económicas de los grupos tribales de tipo parcelario y/o fronteras de tipo nacional, no indica en
nativos, suelen estructurarse alrededor de la organización fa- modo alguno, que abandonen la posesión del territorio fami-
miliar. En estas culturas de tipo "familista", las relaciones liar-tribal porque se sienten adheridos a él y siguen conside-
interpersonales entre diversos individuos y grupos de una rándolo como propio.
tribu, se establecen y regularizan bajo cánones familiares. Es,
157
156
Las culturas nativas amazónicas al ser económica, políti- utópica. Al sistema político interno de los grupos tribales se
ca y socialmente familistas, al carecer de estratificación so- les sobrepone unolocal o nacional, que distorsionan las insti-
cial, no tienen "especialistas de tipo completo". La figura del tuciones y estructuras socio-políticas.
"Shaman" (hombre sagrado, brujo, curandero) es constante en
2. Al hombre nativo de la Amazonia no se le garantizan
casi todas las culturas nativas, pero inclusive él no puede ser
suficientemente sus derechos personales —en muchos casos
considerado especialista de tiempo completo.
se les desconocen totalmente. Por otra parte, no existen cau-
En comparación con otras culturas de mayor complejidad ces adecuados para la comunicación y participación socio-po-
social, las tribus amazónicas no se caracterizan por un cere- lítica.
monialismo colectivo elaborado. Sin embargo, tienen una in-
3. Los Estados nacionales desconocen, o no han sido ca-
negable cosmovisión mágico-religiosa panteísta o pannatura-
paces de reconocer y defender los derechos de posesión te-
lista. Los ritos tradicionales y más aún los tabúes, que ex-
rritorial de los grupos tribales. Ha faltado, asimismo, una
presan la relación del indígena con la naturaleza (mundo de
eficaz protección contra los abusos laborales que presentan
lo normal y mundo de lo supranormal) parece ser más de
a veces rasgos de esclavitud.
índole personal que comunitaria; sin ignorar que, aunque esta
tendencia parece ser compartida por todas las tribus amazó- 4. En los aspectos sanitarios, los grupos nativos están
nicas, existe en este aspecto gran variedad de matices. en una situación lamentable, consecuencia de su marginación
social.
Características socio-económicas
El cambio o ruptura de las relaciones económicas tradi- Características históricas
cionales, debido al contacto con la sociedad local y nacio-
nal, ha creado en los pueblos nativos de la Amazonia una si- El estado de desintegración biológica (epidemias, desnu-
tuación nueva que presenta las siguientes características: trición, etc.) y cultural en que se encuentran los pueblos de
la selva amazónica, es el resultado de los diversos contactos
1. Relaciones de dependencia y su formulación en siste- etnocéntricos.
ma de clase.
A esta situación han cooperado, aunque con diverso grado
2. Creación de nuevas necesidades secundarias, algunas de culpabilidad: los conquistadores con sus contactos vio-
de ellas de claro matiz negativo, que han posibilitado en parte, lentos esporádicos, los misioneros por la subestima de las
una situación de explotación. culturas nativas y por actitudes de conquista espiritual, las
fuerzas migratorias con el despojo sistemático de tierras y
3. Sistema de mercado, con su red de intermediarios, reubicaciones forzadas, las políticas indigenistas de integra-
que colocan al indígena en clara situación de inferioridad: ción unilateral y los exploradores de recursos naturales (com-
compra a precio máximo y venta a precio mínimo. pañías de petróleo, caucheros, madereros, etc.) que han lle-
4. Situación de explotación que hace del trabajo un sig- gado hasta la violencia y exterminio.
no de alienación y crea en el hombre nativo de la selva ac- No queremos, sin embargo, ser injustos con la labor y el
titudes nuevas tales como: apatía, pasividad, despersonaliza- esfuerzo de los misioneros católicos desde la conquista, y
ción, individualismo, evasión, etc. aún de otras confesiones en tiempos más modernos, en de-
fensa de los indígenas frente a actos de injusticia y violen-
Marginación estructural socio-política cia. Ni pretendemos negar la buena voluntad de aquellos hom-
bres que sinceramente buscaron y buscan el bien de los in-
Es evidente que el hombre nativo de la selva se encuen- dígenas.
tra en una situación de marginación socio-política: margina-
ción que toca por igual todo el sistema imperante, aunque en La falta de legislación adaptada y de una defensa eficaz
diversas formas: por parte de los estados nacionales deja a estos grupos sel-
váticos en una situación de desamparo, que los e~xpone a las
1. La ley desconoce la existencia del hombre nativo en más diversas formas de explotación y aún de esclavitud.
unos casos, y en otros suele ser inoperante o simplemente

158 159
LA MISIÓN COMO HECHO TEOLOGICO-PASTORAL que critica y transforma, que libera permanentemente tanto
a la Iglesia misma, como n la sociedad en la que es fermen-
1. Iglesia Misionera to. "Así, cuanto do buono se halla sembrado en el corazón
y en la mente de I OH hombres... no solamente no parece,
"La Iglesia peregrinante es, por su naturaleza, misione- sino que es purificado, olovado y consumado para la gloria
ra" (A G 2), de Dios" (AG 9).
Como Cristo fue enviado por el Padre, así la Iglesia, ha- Constituye, puos, ln fo cristiana, que se va viviendo en
bitada por el Espíritu que llena toda la tierra, es enviada a la vida humana total, iinn emergía que se va comunicando a
todos los pueblos para anunciar la Buena Nueva. la sociedad humana (oír. GS 42), criticando y transforman-
do su economía, su cultura, su política, de manera que estas
2. Iglesia encarnada estructuras vayan pormlHondo la constitución de una socie-
dad de hermanos unidos on un solo cuerpo, por un mismo
Para cumplir esta tarea de evangelizar, la Iglesia ha de Espíritu como hijos du un solo Padre (Cfr. Ef. 4,4 s.).
"recorrer el mismo camino de Cristo, que realizó la obra de
redención en la pobreza y en la persecución" (LG 8). 4. Iglesia en bÚHqucdu de unidad
El, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su El pueblo que habita on la Hoya Amazónica posee cierta
categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y personalidad propia, con características comunes, que se ma-
tomó la condición de esclavo, "pasando por uno de tantos" nifiestan como signos do la voluntad unificadora de Dios en
(Filp. 2,6 s.) viviendo la vida humana, con todas sus luchas esta área.
y contradicciones, en la fidelidad del amor a su Padre hasta
la muerte, y alcanzando así la gloria de la resurrección (cfr. Sin embargo, esa unidad, que debería estar dentro de un
Filip. 2,8-11). proceso de activación, so ve actualmente rota por divisiones
económicas que convierten a la selva del Alto Amazonas en
Así la Iglesia, enviada a todos los pueblos, no puede cum- un sector marginado y explotado por la respectiva sociedad
plir plenamente su misión si solo se identifica con un pueblo, nacional.
con una cultura. Por eso, los misioneros "deben insertarse en
La Iglesia se ve Involuntariamente condicionada por este
todos los grupos con el mismo afecto con que Cristo se unió,
contexto histórico, apareciendo fragmentada en demarcaciones
por su encarnación, a las determinadas condiciones sociales
que dan la impresión de ser apéndices de la respectiva igle-
y culturales de los hombres con quienes convivió (AG 10),
sia nacional. En consecuencia, se desarrolla una acción pas-
para descubrir en ellos la presencia oculta del Señor, cuya
toral orientada con diferentes criterios, que más conducen
energía salvadora ya está haciendo de su historia una Histo-
a intensificar la división que a ser fermento de aquella unión
ria de Salvación.
que Dios ha depositado germinalmente en esta geografía.
Por este camino, el misionero podrá ir revelando la pre- Por eso, la Iglesia decide hacerse ella misma amazóni-
sencia del Señor en la historia, de suerte que esta presencia ca, solidarizándose con estos pueblos a los que ha sido en-
vaya tomando forma visTble y se vaya constituyendo en co- viada y encarnándose en sus culturas, sus ritos, sus minis-
munidad cristiana, en Iglesia visible. tros y sus estructuras, y, dándose a sí misma estructuras de
mayor unidad, se propone ser fermento de aquella cristiana
3. Iglesia transformante comunión que se realiza en la caridad.

Pero, puesto que la presencia y eficacia salvífica del


Señor se ve limitada, en su realización, por las finitudes de PROYECCIONES PASTORALES
la condición humana, por la deficiencia de nuestra libertad,
por el pecado, que se cristaliza en estructuras opresoras y 1. Organización regional
desintegradoras de las personas y comunidades, la comuni-
dad cristiana se mantiene en búsqueda constante de fidelidad Dada la unidad socio-etnológica de la Amazonia y en
a su Señor. La luz de la fe se nos manifiesta así como fuerza orden a una pastoral coordinada, es necesaria la unificación

160 161
de esfuerzos a través de un Consejo Pastoral Regional que re- 2) asesorar la actividad misionera tanto para toda la región
presente a los misioneros de la Región Amazónica de cada como para las unidades pastorales de cada sub-región y proyec-
país y de todos los Vicariatos y Prefecturas. tos particulares en cada sector misionero; 3) realizar visitas
periódicas a los equipos misioneros en sus áreas de trabajo,
Consejo regional del Alto Amazonas para orientarlos y actualizarlos en teología y metodología
pastoral.
Se constituye el Consejo Regional del Alto Amazonas
compuesto por un Obispo y un Misionero (sacerdote - religio- Delegados de Vicariatos y Prefecturas Apostólicas
so o laico) por cada país representado.
Cada jurisdicción misional nombrará un delegado local
Se sugiere iniciar los trámites correspondientes para la para la acción misionera, cuyas funciones serán: 1) relacionar
constitución de la Conferencia Episcopal Amazónica. su jurisdicción con el Consejo Regional y con los miembros
Es de desear que el Obispo Presidente del Consejo for- de su territorio de misión, y con los delegados de otros Vi-
me parte de la Comisión Episcopal del Departamento de Mi- cariatos a nivel regional y nacional. 2) informar al Secretario
siones del CELAM, con responsabilidad para el área amazó- Ejecutivo de las actividades y experiencias pastorales de los
nica. misioneros en su jurisdicción. 3) promover a nivel local, reu-
niones, cursos, etc., de reflexión, planificación, evaluación de
acuerdo con el Vicario o Prefecto Apostólico.
Secretario Ejecutivo
El Consejo Regional nombrará un Secretario Ejecutivo Comisiones Episcopales de Misiones
permanente, cuyas funciones serán:
El Consejo Regional mantendrá coordinación con las Co-
1) Coordinar las actividades del Consejo Regional. misiones Episcopales de Misiones de cada país, para apoyar
2) Impulsar y coordinar a nivel regional amazónico la pas- su labor en relación con los organismos nacionales que se
toral litúrgica, catequética y social. encargan de la solución de los problemas: educativos, de
salud, de adjudicación de tierras, trabajos, etc., en las áreas
3) Atender a la formación teológico-pastoral y espiritual de la misión. Tomando una actitud de sana colaboración con
del personal misionero mediante: A) Información acerca de los programas de promoción y desarrollo que tengan en cuen-
los cursillos útiles para los misioneros (Institutos, Universi- ta la justicia que merecen los pueblos, será posible trabajar
dades, Becas, etc.); B) Organización de cursos especializados en forma eficaz y coordinada.
para misioneros, a tres niveles: para personal nuevo que se
incorpora a la misión, para personal en actividad misionera
tanto Obispos, como sacerdotes, religiosos y seglares; para
personal nativo de base; C) Estudiar las posibilidades de crea- II. PASTORAL DE CONJUNTO
ción de un Instituto Regional.
4) Coordinar la acción pastoral misionera a nivel regional 1. Solidaridad con los grupos marginados
y a nivel de Vicariatos y Prefecturas, teniendo en cuenta in- La situación desesperada en que se encuentran los gru-
clusive la relación con las unidades pastorales de base. pos marginados de la Cuenca Amazónica, tipificados en este
documento como grupos nativos, pueblos jóvenes o barriadas,
Equipo de expertos etc., nos hacen tomar conciencia del carácter liberador de
nuestra pastoral misionera.
El Secretario Ejecutivo estará asesorado por un equipo
de expertos calificados en teología, pastoral, pedagogía, an- Estos grupos, marginados también de la acción pastoral
tropología, sociología, salud, etc., que orienten las funciones por múltiples causas, deben considerarse como polos de ur-
de planificación, formación de personal y acción pastoral mi- gencia pastoral.
sionera que llevará el organismo regional.
Dentro de estos grupos, nos solidarizamos de manera es-
Este equipo deberá: 1) Promover y realizar cursos de pecial, con la suerte de los indígenas, y especialmente con
orientación y encuentros a nivel de áreas, zonas y regiones; aquellas minorías étnicas que, constituyen un potencial hu-
162 163
mano de América Latina, están en acelerado proceso de des- De la necesaria capacitación de los seglares, como de
integración. los demás misioneros, deben responsabilizarse sus propias
organizaciones, los ordinarios y el Consejo Regional bajo la
Esta solidaridad implica: orientación del Departamento de Misiones del CELAM, a base
de encuentros, cursos de formación, atención de las labores
1. Compromiso de máxima comprensión, respeto y acep- pastorales, etc.
tación de las culturas autóctonas (encarnación cultural).
Hoy, más que nunca la Iglesia misionera del Amazonas
2. Compromiso serio por asegurar la supervivencia bio- se está dando cuenta de la importancia que tiene el laico
lógica y cultural de las comunidades nativas. Esto exige nues- autóctono en la participación de la pastoral. El papel que él
tra inserción en su proceso histórico. representa en la Iglesia es fundamental, ya que no solo indi-
ca que la comunidad es capaz de hacer surgir la persona que
3. Constante evaluación autocrítica del misionero y de aprenderá sus necesidades de orden religioso, sino que es
la obra misionera. la más indicada para impulsar la evangelización dentro de su
misma comunidad.
4. Denuncia abierta, serena y sistemática de la injusti-
cia institucionalizada por el atropello de la sociedad nacio- La Religiosa en la Misión
nal a los grupos nativos. Es de vital importancia tener en cuenta el papel que la
religiosa puede desempeñar en la pastoral de conjunto, ya
5. La Iglesia misionera, local, nacional, latinoamericana,
debe asumir la responsabilidad de procurar que los grupos que la mujer tiene cualidades y capacidades que, junto con las
nativos tomen conciencia de su situación frente a la socie- del hombre, conforman una unidad enriquecida.
dad nacional, se organicen y se conviertan así en los impul- Por lo tanto es necesario que sea tenida en cuenta en la
sores de su propio desarrollo. planificación pastoral —en la distribución de los ministerios—
y en las evaluaciones periódicas. Su inclusión en la acción
Esta labor de concientización debe realizarse también a
pastoral ha de ser de corresponsabilidad y no de dependen-
nivel de la sociedad nacional a fin de que se logre el cambio
cia vertical.
de las estructuras de dominio y se obtenga una política ver-
daderamente indigenista que respete, posibilite y promueva el Ante las amplias perspectivas de una pastoral de encar-
desarrollo autóctono de las minorías nacionales, dentro de la nación se hace necesaria la estabilidad de la religiosa en un
dinámica del desarrollo nacional, dado que solo dentro de un sitio de trabajo, para que la labor encomendada a ella no sufra
sano pluralismo de las culturas puede darse una auténtica los trastornos que lleva consigo todo cambio de personal.
unidad nacional.
Las Superioras de las Comunidades Religiosas deben pro-
Afirmamos los valores auténticos y la potencialidad hu- curar que su personal misionero se capacite más y más en el
mana del hombre amazónico. Resaltamos por su importancia ejercicio de su labor y tengan posibilidades de renovarse pe-
para la labor característica de este hombre a saber: sociedad riódicamente, con el fin de estar al día en todo lo concernien-
familista, autoridad de carácter carismático, sentido de respon- te a la actividad misionera.
sabilidad y libertad, propiedad comunitaria.
Clero nativo
Laicos en la Misión
Ha sido preocupación de la Iglesia la formación del clero
La actual participación de los laicos en la acción misio- nativo. Su ausencia se ha considerado como una manifesta-
nal de la Hoya Amazónica, demuestra la responsabilidad que, ción de inmadurez que puede tener origen en causas diver-
como cristianos conscientes, han tomado ellos de su papel sas: consideramos que una de ellas reside en la actual forma
en la actividad misionera de la Iglesia. Su papel evangeliza- de vida presbiteral y en la formación que a ella conduce. En
dor se hace más definido cuando su acción es una verdadera consecuencia, nos parece urgente que se tenga en cuenta el
participación en la dinamización del desarrollo integral de las número 45 del documento final del Encuentro de Melgar sobre
comunidades de indígenas con las cuales trabaja. la pluralidad de formas de vida sacerdotal.
164 165
Recomendamos que estei problema se estudie a fondo Señor quiere dar por nuestra mediación, a la Iglesia univer-
con el fin de que los pasos que se vayan dando, correspon- sal. Ello significa balbuceos iniciales, una mentalidad nueva
dan al ambiente y mentalidad de las culturas de esta región. y riesgos constantes.

Mientras no exista un clero autóctono, la presencia del De aquí que sea necesaria una Comisión Litúrgica que,
misionero que llega desde fuera, sigue siendo necesario. Pero a nivel de región, preste, con los criterios expresados, una
solo será válida si asume una actitud de encarnación. asistencia a los misioneros, que facilite las experiencias, ase-
sore el laborioso proceso, intercomunique las experiencias,
Pastoral litúrgica y experimentaciones tramite ante la Santa Sede las debidas autorizaciones y ob-
tenga la aceptación de las nuevas formas litúrgicas respaldán-
Causa angustia comprobar el hecho de que los signos dolas con su autoridad y con la garantía de una vigilancia en
sacramentales no son para muchos expresión de fe, sino más la seriedad del trabajo, librándolo así de toda sospecha de
bien actos ininteligibles que ninguna relación tienen con la arbitrariedad o mero afán de novedades.
vida del individuo o de la comunidad.
Esta situación, la uniformidad ritual o una simplificación Epílogo
a lo esencial dando libertad al misionero para que adapte y
No hemos pretendido en estas páginas recopilar todas
escoja él los signos culturales más adecuados, no es ir al
nuestras preocupaciones misioneras; sino poner de relieve
fondo del problema que radica en la ausencia de evangeliza-
las bases de una renovada acción pastoral que son exigidas
ción, en la inexistencia de una comunidad eclesial, o en la
presencia de una comunidad "cristiana" en estado de injusti- por nuestra realidad y que se desprenden de los nuevos en-
cia. La liturgia, en estas circunstancias, está en tensión o foques dados por los documentos del Concilio Vaticano Se-
sencillamente en contradicción consigo misma. (Véase Nota gundo, de Medellín y de Melgar, como más clara y urgente-
al final del Documento). mente aplicables a esta zona.

Para el caso, pues de las culturas nativas en proceso de Juzgamos que la importancia de todo esto se revelará
evangelización no hay más camino valedero para la liturgia, más bien en nuestra acción pastoral concreta, que en nues-
que el de una fe cristiana encarnada en la cultura, que en- tros pronunciamientos teológico-pastorales.
cuentra sus propios medios de expresión en símbolos cultura-
les que revelan al mismo tiempo la personalidad de cada N.R. El Documento final al tratar sobre Pastoral litúrgica y
grupo humano y su propia vivencia de la fe con dimensiones Experimentaciones dice que el fondo del problema de la falta de
y aspectos del misterio cristiano desconocidos hasta el mo- expresión de los signos litúrgicos radica "en la ausencia de evan-
gelización, en la inexistencia de la comunidad eclesial, o en la
mento, por tratarse de una experiencia cristiana que nunca se presencia de una comunidad "cristiana" en estado de injusticia. La
ha dado porque es fruto del encuentro entre el hecho salva- liturgia, en estas circunstancias, está en tensión o sencillamente
dor y una situación humana nueva. en contradicción consigo misma".
El P. Romualdo de Palma, OFM, Cap. de la Prefectura Apos-
El evangelizador, no adapta la liturgia, no selecciona los tólica de Leticia pidió que se suprimiera el párrafo que hemos
símbolos, los rituales, ni mucho menos crea él la liturgia de subrayado porque, decía, "creo que una comunidad en estado de
la comunidad. Son los creyentes quienes, al ¡nterrelacionarse opresión y de injusticia y aún de esclavitud, puede celebrar su fe
comunitariamente, reinterpretan colectivamente su sistema re- y liberación con alegría. Qué peor opresión que la de los primeros
cristianos, quienes celebraban su fe con cánticos en las Catacumbas,
ligioso tradicional a la luz del hecho salvador de Cristo, for- en casas particulares y aún en las cárceles?".
mulan su profesión de fe y su propia teología. Ello permitirá Monseñor Samuel Ruiz explicó en qué sentido ha de enten-
desembocar en la creación de un nuevo sistema litúrgico. Al derse "una comunidad cristiana en estado de injusticia". Esto es,
misionero le corresponde desencadenar este proceso con una se contempla el caso de una comunidad que está en convivencia
evangelización encarnada y asistir a la comunidad en actitud con la injusticia o por el apoyo explícito (o implícito) o por silen-
de verdadero diálogo en el cual comunique la vivencia de su cio de complicidad. En otras palabras, una comunidad "cristiana"
que ella misma se encuentre en estado de injusticia. En esta si-
fe y vele por la fuerza de sus expresiones. tuación la liturgia está en contradicción consigo misma.
Cuando el caso es el de una sociedad injusta contra la cual la
La configuración de una nueva liturgia, expresión de la comunidad cristiana protesta o por la cual es oprimida, la celebra-
comunidad, es algo que sentimos como aportación que el ción litúrgica es una denuncia y un anuncio profético de liberación.

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