VALORANDO NUESTRO PATRIMONIO.

POR: YULIETH ROMERO

Actualmente mi familia no conserva ninguna pieza de valor o algo especial, por mi parte escojo
este monumento histórico el teatro Amira de la Rosa que le pertenece a mi territorio
barranquillero y que actualmente está desvalorado por el estado y las entidades encargadas de
conservarlo ya que este inmueble es un Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional.

La cultura en Barranquilla está pasando por un momento paradójico, pues mientras avanzan
proyectos interesantes como la construcción de la Fábrica de Cultura en la antigua sede de
Coltabaco, en el Centro Histórico de la ciudad, otros escenarios íconos se ‘mueren’ lentamente.
Es el caso del Teatro Amira de la Rosa, Bellas Artes y el Parque Cultural del Caribe.

Escojo el Teatro Amira de la Rosa ya que este se encuentra en penumbras y para muchos
barranquilleros, pero en especial para sus dolientes directos, el sector cultural, el Teatro que
lleva dos años y diez meses cerrado, prende las alarmas porque su estado es cada vez más
crítico, razón por la que muchos se atreven a decir que la cultura en Barranquilla está en “alto
riesgo”.

TEATRO AMIRA DE LA ROSA:

Es un complejo cultural bautizado así en honor de la dramaturga y escritora “Amira De la Rosa”,

autora de la letra del himno de Barranquilla. Está ubicado en un estratégico y tradicional sector
de la ciudad donde confluyen los tradicionales barrios El Prado, Montecristo y Abajo; el edificio
es también la sede del Área Cultural del Banco de la República en Barranquilla. Cumple una
importante función de difusión cultural y es el principal escenario de la ciudad para la
realización de exposiciones, conciertos, tertulias, festivales, presentaciones y encuentros.

Características
El telón de boca del teatro fue diseñado por el maestro Alejandro Obregón en 1982. El escenario
tiene una boca de 13,7 metros y un fondo de 8 m. Tiene a su vez 8 m de alto. La sala principal
tiene una capacidad de 492 espectadores, de los cuales 423 en platea y 34 en balcón. Cuenta a
su vez con 949 palcos y 15 camerinos.

Historia

El proyecto original del teatro fue diseñado por la firma Zeisel, Magagna & Lignarolo, ganadora
de la convocatoria que hizo la Sociedad de Mejoras Públicas en 1961 para su construcción. En
1980, la firma Barón y Macchi Ltda. definió los acabados y la parte técnica, con la coordinación
de los arquitectos Hernán Vieco y Alexis Barón.1 El 19 de junio de 1980, la Sociedad de Mejoras
Públicas celebró con el Banco de la República un comodato por 99 años, por medio del cual la
entidad bancaria se haría cargo del funcionamiento y la administración del teatro.

Fue construido por la gestión de la Sociedad de Mejoras Públicas de Barranquilla y contó

también con el impulso de la Nación. Fue inaugurado el 25 de junio de 1982 por el presidente
Julio César Turbay Ayala. La función de gala estuvo a cargo del Ballet Eddy Toussaint de
Montreal, Canadá.

El 28 de mayo del 2018, la Sociedad de Mejoras Públicas (SMP) de Barranquilla completo la

donación del teatro a la sección cultural del Banco de la República de Colombia.

Los Valores Marcos de este bien cultural son:

Valor simbólico: este bien cultural manifiesta lo que el bien representa para la comunidad, en
relación con su cosmovisión en tanto que sintetiza y fusiona modos de ver y de sentir el mundo
individual y colectivo. Tiene un fuerte poder psicológico de identificación y cohesión social;
debido a que es el complejo cultural y principal escenario de Barranquilla que mediante la
programación de eventos y espectáculos promueve y difunde expresiones culturales como la
música, la danza, la ópera y el teatro, entre otras, en las que participan prestigiosos exponentes.
Además, organiza exposiciones, tertulias, presentaciones, encuentros, lanzamientos de libros,
festivales, conciertos, talleres, conferencias y otras actividades auspiciadas por el Banco de la
República, las cuales estimulan a muchos creadores.

Valor histórico: posee este valor porque constituye la reconstrucción de la historia de los
barranquilleros según sus testimonios, este monumento es la asociación directa del bien con
épocas, procesos, eventos y prácticas políticas, económicas, sociales y culturales, grupos
sociales y personas de especial importancia para el ámbito nacional, regional o local ya que su
construcción se da a inicios de los 50, por un cuento infantil que impulsó la edificación del
escenario.

Este fue el cuento ‘La princesa caprichosa’, la primera función teatral realizada en Barranquilla
para gestionar la construcción del emblemático Teatro Amira de la Rosa (antes Teatro
Municipal), el mismo que hoy mantiene sus puertas cerradas. En aquella tarde de 1950,
Eleuterio Vargas no podía con la tramoya, y los más de sesenta niños que actuaban en el drama,
entre los 4 y 15 años, le ayudaban en medio de los pasajes musicales.
Por sorpresa en aquella lista de niños artistas no solo figuraron grandes gestores culturales
como Emma Tovar de Buitrago y Gloria Peña. También danzaron tres personajes que seis
décadas después ocuparían importantes puestos en el mundo político y de negocios: los
hermanos Gerlein. Enrique, Roberto y Julio Gerlein interpretaron a los esclavos en pro del
teatro.

Valor estético: este teatro obtiene un valor arquitectónico y urbanístico para la ciudad de
Barraquilla; su estilo arquitectónico es contemporáneo, esta distinción de basa en los
antecedentes históricos, la originalidad, la funcionalidad, y diseño del edificio. El Concejo de
Monumentos Nacionales determino que el edificio del Teatro es un aporte a la arquitectura y
un importante ejemplo de ingeniería en el país.

CRITERIOS DE VALORACIÓN:

Constitución del bien: posee un avance tecnológico, tiene un estilo arquitectónico

contemporáneo y es un importante ejemplo para la ingeniería.

La forma: su origen histórico es contemporáneo, posee grandes ornamentaciones triangulares

y circulares es su cubierta, es un edificio atractivo, tiene un gran enfoque con el exterior y se
funciona con el interior de la propiedad, posee en su interior pocos elementos separados por
grandes columnas circulares, los accesorios de iluminación son simples y originales.

La antigüedad: fue construido entre el año 1980 – 1982 siglo XX

El estado de conservación: Actualmente el edificio está deteriorado los estudios patológicos

arrojados por la entidad encargada determinan que la restauración es compleja por los daños
estructurales que presenta. Por tal motivo, el Ministerio a través del director de Patrimonio,
Alberto Escobar, recomendó al Banco de la República, entidad administradora del teatro,
reforzar la edificación y realizar todos los arreglos que sean necesarios para conservar su
estructura.

La autoría: arquitectos Enrique Zeizel, Ángelo Magagna y Mario Lignarolo Marenco Barón y
Macchi Ltda., Hernán Vieco y Alexis Barón.

Es importante este bien cultural para mí y para la sociedad del estado colombiano porque fue
el primer teatro que se originó en nuestra ciudad, este promueve y difunde expresiones
culturales como la música, la danza, la ópera y el teatro. Además, organiza exposiciones,
tertulias, presentaciones, encuentros, lanzamientos de libros, festivales, conciertos, talleres,
conferencias y otras actividades que difunden nuestra cultura.

El valor más alto de este bien cultural es el valor simbólico porque es un monumento cultural
de la nación que fue declarado, por el Ministerio de Cultura de la Nación, según la resolución
1277 del 31 de agosto de 2006. Esta distinción se base en los antecedentes históricos, la
originalidad, funcionalidad y diseño del edificio, que simboliza a los barranquilleros
culturalmente y es muy importante este valor, de acuerdo a lo que sustente anteriormente en
el orden de los valores.
En este caso el Teatro Amira de Rosa además de ser considerado un icono de la ciudad, es un
referente del movimiento arquitectónico contemporáneo, que tuvo lugar entre los años 50 y
mediados de los 60. Por las cualidades estéticas de la edificación y por conformar lazos de
pertenencia, identidad y memoria con la comunidad, el Ministerio de cultura lo declaro como
Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional y cuando un edificio es declarado como patrimonio
Nacional, pasa a ser protegido por el régimen legal previsto para este tipo de inmueble, por lo
que cualquier intervención, o incluso ampliación, tendría que contar con la autorización del
Ministerio de Cultura. Considero que al remplazar los edificios de valor histórico de barranquilla
se está quebrantando la historia y memoria colectiva de la ciudad. Debemos preservar este tipo
de edificios y construir otros que vayan de acuerdo con las necesidades actuales para que sean
complementarios entre ellos, porque hacen parte de la infraestructura que la ciudad se merece.