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Diamante

Extracción y transformación
En la mineralogía, el diamante (del griego
antiguo αδάμας, adámas, que significa
invencible o inalterable) es un alótropo
del carbono donde los átomos de carbono
están dispuestos en una variante de la
estructura cristalina cúbica centrada en la
cara denominada «red de diamante». El diamante es la segunda forma más estable de carbono,
después del grafito; sin embargo, la tasa de conversión de diamante a grafito es despreciable a
condiciones ambientales. El diamante tiene renombre específicamente como un material con
características físicas superlativas, muchas de las cuales derivan del fuerte enlace covalente entre
sus átomos. En particular, el diamante tiene la más alta dureza y conductividad térmica de todos los
materiales conocidos por el ser humano. Estas propiedades determinan que la aplicación industrial
principal del diamante sea en herramientas de corte y de pulido además de otras aplicaciones.

El diamante es uno de los minerales más preciados del mundo por sus características físicas y
ópticas. Debido a su estructura cristalina extremadamente rígida, puede ser contaminada por pocos
tipos de impurezas, como el boro y el nitrógeno. Combinado con su gran transparencia
(correspondiente a una amplia banda prohibida de 5,5 eV), esto resulta en la apariencia clara e
incolora de la mayoría de diamantes naturales. Pequeñas cantidades de defectos o impurezas
(aproximadamente una parte por millón) inducen un color de diamante azul (boro), amarillo
(nitrógeno), marrón (defectos cristalinos), verde, violeta, rosado, negro, naranja o rojo. El diamante
también tiene una dispersión refractiva relativamente alta, esto es, habilidad para dispersar luz de
diferentes colores, lo que resulta en su lustre característico. Sus propiedades ópticas y mecánicas
excelentes, combinadas con una mercadotecnia eficiente, hacen que el diamante sea la gema más
popular.

La mayoría de diamantes naturales se forman en condiciones de presión y temperatura extremas,


existentes a profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre. Los minerales que contienen
carbono proveen la fuente de carbono, y el crecimiento tiene lugar en períodos de 1 a 3,3 mil
millones de años, lo que corresponde a, aproximadamente, el 25 % a 75 % de la edad de la Tierra.
Los diamantes son llevados cerca de la superficie de la Tierra a través de erupciones volcánicas
profundas por un magma, que se enfría en rocas ígneas conocidas como kimberlitas y lamproitas.
Los diamantes también pueden ser producidos sintéticamente en un proceso de alta presión y alta
temperatura que simula aproximadamente las condiciones en el manto de la Tierra. Una alternativa,
y técnica completamente diferente, es la deposición química de vapor. Algunos materiales distintos
al diamante, incluyendo a la zirconia cúbica y carburo de silicio son denominados frecuentemente
simulantes de diamantes, semejando al diamante en apariencia y muchas propiedades. Se han
desarrollado técnicas gemológicas especiales para distinguir los diamantes sintéticos y los naturales,
y simulantes de diamantes.
Nivel de contaminación
El nombre diamantes deriva del griego antiguo ἀδάμας (adámas), «propio», «inalterable»,
«irrompible, indomable», de ἀ- (a-), «sin» + δαμάω (damáō), «yo gobierno, yo domo».2 Sin
embargo, se piensa que los diamantes fueron reconocidos y minados por primera vez en la [India],
donde depósitos aluviales significativos de dicha piedra podrían haberse encontrado muchos siglos
atrás a lo largo de los ríos Penner, Krishna y Godavari. Se considera probado que los diamantes han
sido conocidos en la India desde hace al menos 3.000 años, y se conjetura que se conocieran hace
ya 6.000 años.3

Los diamantes han sido atesorados como gemas desde su uso como iconos religiosos en la antigua
India. Su uso en herramientas de grabado también se remonta a la historia humana más temprana.4
5 La popularidad de los diamantes ha ido creciendo desde el siglo XIX debido a su creciente
suministro, mejores técnicas de corte y pulido, crecimiento en la economía mundial, y campañas de
publicidad innovadoras y exitosas.6

En 1813, Humphry Davy usó una lente para concentrar los rayos del sol en un diamante en una
atmósfera de oxígeno, y demostró que el único producto de la combustión era dióxido de carbono,
demostrando que el diamante estaba compuesto de carbono. Posteriormente, demostró que, en
una atmósfera desprovista de oxígeno, el diamante se convierte en grafito.7

El uso más familiar de los diamantes hoy en día es como gemas usadas para adorno, un uso que se
remonta a la antigüedad. La dispersión de la luz blanca en los colores espectrales es la característica
gemológica primaria de las gemas diamantes. En el siglo XX, expertos en el campo de la gemología
han desarrollado métodos para clasificar a los diamantes y otras gemas, basándose en las
características más importantes de su valor como gema. Las cuatro características, conocidas
informalmente como las cuatro C, desarrolladas por GIA, son usadas ahora de un modo común como
descriptores básicos de los diamantes: estos son carat, cut, colour y clarity 8(peso, talla, color y
pureza).

El Cullinan es el mayor diamante hallado en toda la historia del que se tenga conocimiento. Su valor
era incalculable, hasta tal punto que debió ser troceado en varios fragmentos.Hay muchos
diamantes en el mundo, pero muy pocos que puedan compararse al Cullinan, la pantera rosa del
mundo real. Extraído de una mina que sir Thomas Cullinan poseía a 40 kilómetros de Pretoria,
Suráfrica, pesaba en bruto 3.106 quilates (621 gramos) y fue el gran regalo de cumpleaños del rey
británico Eduardo VII.

Un diamante es un cristal transparente de átomos de carbono enlazados tetraedralmente (sp3) que


cristaliza en la red de diamante, que es una variación de la estructura cúbica centrada en la cara.
Los diamantes se han adaptado para muchos usos, debido a las excepcionales características físicas.
Las más notables son su dureza extrema y su conductividad térmica (900–2.320 W/(m·K)),9 así como
la amplia banda prohibida y alta dispersión óptica.10 Sobre los 1.700 °C (1.973 K / 3.583 °F) en el
vacío o en atmósfera libre de oxígeno, el diamante se convierte en grafito; en aire la transformación
empieza aproximadamente a 700 °C.11 Los diamantes existentes en la naturaleza tienen una
densidad que va desde 3,15–3,53 g/cm3, con diamantes muy puros generalmente extremadamente
cerca a 3,52 g/cm3.12
Utilidad y uso
El diamante es el material natural más duro conocido hasta el momento (aunque en 2009 se
iniciaron unos estudios que parecen demostrar que la lonsdaleíta es un 58% más dura) donde la
dureza está definida como la resistencia a la rayadura.13 El diamante tiene una dureza de 10 (la
máxima dureza) en la escala de Mohs de dureza de minerales.14 La dureza del diamante ha sido
conocida desde la antigüedad, y es la fuente de su nombre.

Los diamantes naturales más duros en el mundo son de los campos de Copeton y Bingara, ubicados
en el área de New England en Nueva Gales del Sur, Australia. Fueron llamados can-ni-faire ("no
puede hacerse nada con ellos"—una combinación del inglés "can" = poder, italiano "ni" = no y el
francés "faire" = hacer15) por los cortadores en Amberes cuando empezaron a llegar en cantidades
desde Australia en la década de 1870. Estos diamantes son generalmente pequeños, octaedros
perfectos a semiperfectos, y se usan para pulir otros diamantes. Su dureza está asociada con la
forma de crecimiento del cristal, que es en una sola etapa. La mayoría de otros diamantes muestran
más evidencias de múltiples etapas de crecimiento, lo que produce inclusiones, fallas y planos de
defectos en la red cristalina, todo lo que afecta su dureza.16 Es posible tratar diamantes regulares
bajo una combinación de presión alta y temperatura alta para producir diamantes que son más
duros que los diamantes usados en dispositivos de dureza.17

La dureza de los diamantes contribuye a su aptitud como gema. Debido a que sólo pueden ser
rayados por otros diamantes, mantienen su pulido extremadamente bien. A diferencia de otras
gemas, se adaptan bien al uso diario debido a su resistencia al rayado —tal vez esto contribuye a su
popularidad como la gema preferida en anillos de compromiso y anillos de matrimonio, que suelen
ser usados todos los días durante décadas.

El uso industrial de los diamantes ha sido asociado históricamente con su dureza; esta propiedad
hace al diamante el material ideal para herramientas de cortado y pulido. Como material natural
más duro conocido, el diamante puede ser usado para pulir, cortar, o erosionar cualquier material,
incluyendo otros diamantes. Las adaptaciones industriales comunes de esta habilidad incluyen
brocas y sierras, y el uso de polvo de diamante como un abrasivo. Los diamantes de grado industrial
menos caros, conocidos como bort, con muchas fallas y color más pobre que las gemas, son usados
para tales propósitos.18

El diamante no es apto para maquinarias de aleaciones ferrosas a altas velocidades, puesto que el
carbono es soluble en hierro a las altas temperaturas creadas por la maquinaria de alta velocidad,
conduciendo a un desgaste incrementado en las herramientas de diamante cuando se las compara
con alternativas.19

Estas sustancias pueden rayar al diamante:

Algunos diamantes son más duros que otros.

Los agregados nanocristalinos de diamantes producidos por tratamiento de presión alta y


temperatura alta del grafito o fullerenos (C60).20
Nitruro de boro cúbico (Borazón)

Una forma hexagonal del diamante denominada lonsdaleíta, que se ha predicho teóricamente ser
58% más fuerte que el diamante.21

Otras aplicaciones especializadas también existen o están siendo desarrolladas, incluyendo su uso
como semiconductores: algunos diamantes azules son semiconductores naturales, en contraste a la
mayoría de otros diamantes, que son excelentes aislantes eléctricos.14 La conductividad y color azul
se originan de la impureza de boro. El boro susti

tuye a átomos de carbono en la red de diamante, donando un hueco en la banda de valencia.22

Comúnmente se observa una conductividad sustancial en diamantes nominalmente no dopados,


que han crecido por deposición química de vapor. Esta conductividad está asociada con especies
relacionadas al hidrógeno adsorbido en la superficie, y puede ser eliminada por recocido u otros
tratamientos de superficie.2324

La tenacidad se refiere a la habilidad del material de resistir la ruptura debido a un impacto fuerte.
La tenacidad del diamante natural ha sido medida como 2,0 MPa·m1/2,25 y el factor de intensidad
de tensión crítica es 3,4 MN·m−3/2.26 Estos valores son altos comparados con otras gemas, pero
bajos comparados con la mayoría de materiales de ingeniería. Como con cualquier material, la
geometría microscópica de un diamante contribuye a su resistencia a la fractura. El diamante tiene
un plano de fractura y de ahí es más frágil en algunas orientaciones que en otras. Los cortadores de
diamantes usan este atributo para quebrar algunas piedras, como paso previo al facetado.

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