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La orientación psicodinámica en el campo de la salud mental sigue una línea que recoge el
pensamiento psicoanalítico de la posmodernidad, basándose en que el acto de conducta es
siempre un acto con sentido y con finalidad, con independencia de que el sujeto posea, o no,
conocimiento de los mismos. La metodología derivada de esa concepción apunta,
consecuentemente, a la exploración y objetivación de ese mundo interno del que el sujeto no
tiene conocimiento, considerando lo inadvertido o inconsciente de la conducta como un
componente esencial de la misma, precisamente por considerar que es lo inconsciente lo que da
sentido y soporte a la conducta manifiesta. Ese objetivo marca la diferencia que la distingue de
otras metodologías, las cuales tratan de una forma más marginal los componentes inadvertidos
de la conducta. Una concepción dinámica de la salud mental, presupone la aceptación de dos
principios esenciales:
Una gran parte de la actividad psíquica se produce al margen de la conciencia, aunque dicha
actividad y contenidos los podemos deducir a partir de lo que es conocido. Un concepto central
en la orientación psicodinámica es el de que, tanto las conductas, como los síntomas, están
notablemente influidos por fuerzas de naturaleza inconsciente cuyos factores causales son
múltiples y bastante complejos.
La consideración del carácter específicamente individual de toda experiencia humana. Como
señala Erich Fromm (1972), “nunca la experiencia de una persona es idéntica a la experiencia
de otra... de hecho, hasta la experiencia de una misma persona no es nunca la misma en
ocasiones diferentes, porque nadie es exactamente el mismo en dos momentos de su vida”. El
pensamiento psicodinámico plantea que nosotros no nos conocemos verdaderamente a nosotros
mismos, siendo una de las metas del tratamiento alcanzar el self verdadero del paciente. Fonagy
(2003) destaca que “la necesidad de ser conocido, validado y reconocido puede ser tan
fundamental como el deseo de comprender en el curso de una terapia dinámica”.
Ahora bien, la psicoterapia dinámica es un enfoque particular de psicoterapia que utiliza
conceptos psicodinámicos y un estilo de comunicación que, dependiendo de la modalidad, hace
más o menos uso de la asociación libre y de la abstinencia del terapeuta. La terapia
psicodinámica se deriva del psicoanálisis, del cual surge como modificación para una mayor
brevedad, por medio de la focalización de la intervención en ciertos conflictos destacados en la
condición actual del consultante.
Los terapeutas, al considerar lo largo y costoso del psicoanálisis, y el hecho de que los análisis
más largos que llegaran a tratar el complejo de Edipo no tenían mucho más éxito en cuanto a
resultados clínicos tangibles, empezaron a desarrollar técnicas que dieran alternativas a la
relativa pasividad del analista.
Principales representantes
Siguiendo a Linn y Garske (1988), serían tres los desarrollos actuales de la psicoterapia de
orientación psicodinámica:
Tradición neofreudiana
Sus representantes serían autores como Jung, Adler, Fromm, Sullivan, Horney, Ferenczi, Reich
y Rank. Principales características de esta corriente:
Realizan una crítica a la teoría de la sexualidad infantil y al concepto de libido.
Cuestionan la validez y extensión del complejo de Edipo.
Hacen más hincapié en los determinantes socioculturales del comportamiento.
Desarrollan el concepto de carácter y estructura (trastornos de personalidad, estructura neurótica
y psicótica).
Otorgan más importancia a las fuentes externas del conflicto, por ejemplo al conflicto
interpersonal.
Desplazan el énfasis hacia el Yo y las motivaciones conscientes frente al Ello y el inconsciente.
Estudian el desarrollo normal y las funciones de adaptación y no solamente lo patológico.
No se muestran favorables al concepto de pulsión de muerte.
Se interesan por el desarrollo sexual femenino.
Tradición analítica del Yo
Llamada psicología del yo en los Estados Unidos y teoría de las relaciones objetales en
Inglaterra, los autores más representativos son Mélanie Klein, Winnicott, Fairbain, Anna Freud,
Erik Erickson, Hartmann, Rappaport y Guntrip.
Las terapias psicodinámicas
Las terapias psicodinámicas son una serie de intervenciones basadas en determinados conceptos
de la teoría psicoanalítica. En particular, este tipo de psicoterapias se centra en la influencia
activa de los procesos inconscientes en la conducta, el pensamiento y las emociones conscientes
del momento actual. Estas psicoterapias comparten elementos fundamentales con el
psicoanálisis, especialmente el énfasis en el inconsciente y el anclaje teórico en las aportaciones
de Freud y sus seguidores. No obstante el término “terapia psicodinámica” se utiliza en
oposición al de “psicoanálisis” para diferenciar el método clásico de otros más modernizados y
científicos.
Hay un gran número de terapias que se engloban dentro de esta categoría. Entre ellas destacan
especialmente la terapia centrada en el cliente de Rogers y la terapia interpersonal de Klerman y
Weissman. Más recientemente han surgido otras terapias psicodinámicas influyentes como la
terapia de mentalización y la psicoterapia de tiempo limitado.
Diferencias entre psicoanálisis y terapias psicodinámicas
Es imposible hacer distinciones definitivas entre el psicoanálisis y las terapias psicodinámicas
porque ambos conceptos se solapan. No obstante, a grandes rasgos podemos establecer una
serie de características que se utilizan frecuentemente para distinguir entre estos dos tipos de
intervención.
1. Duración del tratamiento
La duración del tratamiento es el principal criterio de distinción entre el psicoanálisis clásico y
las terapias psicodinámicas si nos centramos en un análisis de su práctica. Así, mientras que el
psicoanálisis puede llegar a durar hasta 5 años, las terapias psicodinámicas son más breves
puesto que se centran en la problemática actual del paciente y no en su personalidad como
conjunto.
2. Frecuencia de las sesiones
El psicoanálisis es un tratamiento mucho más intensivo que las terapias psicodinámicas. La
cura-tipo psicoanalítica se practica 3 o 4 veces por semana; por su parte, las sesiones de las
terapias psicodinámicas tienen una frecuencia más variable, teniendo lugar semanalmente o
incluso de forma menos habitual.
3. Encuadre de la terapia
Tradicionalmente en el tratamiento psicoanalítico se ha utilizado el diván, que facilita que los
pacientes se concentren y accedan al material inconsciente sin las distracciones que supone la
interacción directa con el terapeuta, que además es poco participativo. La evolución del
psicoanálisis hacia las terapias psicodinámicas ha fomentado una flexibilización del encuadre.
Así, los terapeutas que aplican este tipo de intervenciones tienden a ser más activos y directos, y
en muchos casos éste y el paciente se sitúan cara a cara. De forma sintética, las terapias
psicodinámicas se adaptan más a cada caso particular.
4. Profundidad del análisis
Las terapias psicodinámicas se han desarrollado en buena medida como formas de aplicar los
planteamientos del psicoanálisis al manejo de problemas concretos. Esto hace que resulten
mucho más eficientes y, según algunas personas, superficiales, puesto que se abandona el
objetivo tradicional de modificar la estructura de personalidad en su conjunto.
5. Focos terapéuticos
Esta diferencia se vincula a la profundidad del análisis. Mientras que muchas terapias
psicodinámicas se focalizan en los procesos inconscientes relacionados con el motivo de
consulta del cliente, en el psicoanálisis se plantea la necesidad de manejar focos múltiples y
móviles: los pensamientos inconscientes que surgen a partir de la relación terapéutica y de la
transferencia. En cierto sentido, los psicoanalistas se proponen intervenir en conflictos que el
paciente no sabe que tiene (algo no exento de polémica).
6. Fundamentación teórica
En la actualidad cuando hablamos de psicoanálisis hacemos referencia a intervenciones que se
centran principalmente en las aportaciones de Freud. Por contra, las terapias psicodinámicas
recogen en mayor medida los avances de autores posteriores como Klein, Jung, Lacan o
Winnicott, haciendo énfasis en conceptos como el apego o los mecanismos de defensa.
7. Técnicas utilizadas
Las técnicas clásicas del psicoanálisis incluyen la asociación libre, la interpretación de sueños o
el análisis de las resistencias y de la transferencia. Las terapias psicodinámicas recogen estas
aportaciones pero en muchos casos tienen un carácter más ecléctico, incluyendo técnicas
propias de otras orientaciones, como la conductual, la cognitiva y la experiencial.
8. Investigaciones sobre eficacia
El psicoanálisis se ha caracterizado históricamente por su rechazo a los métodos experimentales
y científicos, basándose sobre todo en las teorías desarrolladas por autores clave. No obstante,
algunas de las hipótesis planteadas por psicoanalistas han sido validadas posteriormente por la
investigación científica, como la teoría del apego.
En cambio, muchas terapias psicodinámicas se basan en la evidencia científica sobre la
efectividad de los métodos. El tamaño del efecto de estas terapias es claramente superior al del
psicoanálisis en el tratamiento de la mayoría de trastornos específicos.
9. Indicaciones terapéuticas
Tradicionalmente el psicoanálisis se ha centrado en dos grupos de trastornos principales: la
neurosis y la histeria. Los desarrollos de determinadas terapias psicodinámicas han permitido la
aplicación a un número mayor de alteraciones psicológicas, incluyendo los trastornos de
personalidad y las psicosis.
Terapia Psicodinámica:
La terapia psicodinámica es una forma de psicología profunda, cuyo objetivo principal es
revelar el contenido inconsciente de la psique de un cliente en un esfuerzo por aliviar la tensión
psíquica. De esta manera, es similar al psicoanálisis de Freud que también se basa más en la
relación interpersonal entre el cliente y el terapeuta que en otras formas de psicología profunda.
En términos de enfoque, esta forma de terapia usa el psicoanálisis adaptado a un estilo de
trabajo menos intensivo, generalmente a una frecuencia de una o dos veces por semana.
Los teóricos principales a los que se recurre son Freud, Klein y los teóricos del movimiento de
las relaciones objetales, Winnicott, Guntrip y Bion. Algunos terapeutas psicodinámicos también
recurren a Jung o Lacan. Es un enfoque que se ha utilizado en psicoterapia individual,
psicoterapia de grupo, terapia familiar y para comprender y trabajar con contextos
institucionales y organizacionales. En psiquiatría, se considera un tratamiento de elección para
los trastornos de adaptación, así como para el trastorno de estrés postraumático, pero más para
los trastornos relacionados con la personalidad. En su forma breve, un enfoque psicodinámico
permite al cliente examinar conflictos y síntomas no resueltos que surgen de relaciones
disfuncionales pasadas y se manifiestan en la necesidad y el deseo de abusar de sustancias.
Es probable que se reúna con su terapeuta varias veces por semana durante varios meses y, en
algunos casos, durante varios años. Su terapeuta podría solicitar reuniones más frecuentes, cada
sesión típicamente durará de 45 a 50 minutos.
Tratará de establecer un entorno de apoyo en el que se sienta cómodo al hablar de sus
experiencias, es probable que te permitan hablar libremente durante las sesiones.
Ocasionalmente pueden interrumpir para hacer preguntas o redirigir la discusión. Por lo general,
no comparten sus opiniones sobre lo que dices, esta neutralidad puede ayudar a fortalecer su
relación terapéutica. Puede comunicarse con su terapeuta en múltiples niveles, a veces por
medios indirectos. Por ejemplo, pueden examinar tus sueños y fantasías y ayudarte a descubrir
su significado. Algunas personas se esconden o desconocen experiencias traumáticas.
Ventajas de la terapia psicodinámica
Puede obtener muchos beneficios potenciales, que incluyen:
Cambio positivo duradero.
Logros significativos en autoconciencia y autocomprensión.
Disminución del uso de mecanismos de defensa.
Relaciones mejoradas.
Curación del trauma pasado.
Reducción de síntomas preocupantes.
Estado de ánimo mejorado.
Menos ansiedad.
Mejora en la toma de decisiones.
Mayor satisfacción con la vida.
Menos conflicto interno.
Disminución de la reactividad emocional.
Mayor capacidad para manejar situaciones estresantes de manera efectiva.
Mayor tolerancia para las emociones negativas.
Aumento de la autoconfianza.
Mejora de la capacidad para manejar la ira.
Una sensación de paz interior.
Mejorado el autocontrol.
Mayor sensación general de bienestar.
Disminución del riesgo de recaída para aquellos en recuperación.
Mayor capacidad para satisfacer las necesidades de una manera saludable.
Menos auto sabotaje.
Desventajas de la terapia psicodinámica
Aunque la terapia psicodinámica puede producir resultados positivos en un período de
tiempo relativamente breve, generalmente es una terapia a largo plazo. A veces, esto hace
que sea una forma menos deseable de tratamiento para las personas que prefieren no
invertir muchos meses o, en muchos casos, al menos un año, dos o incluso más en
terapia.
Debido a la naturaleza a menudo de más largo plazo de este enfoque, la terapia
psicodinámica puede no ser una buena opción para alguien que carece de los recursos
financieros para cubrir un tratamiento prolongado.
La falta de estructura puede ser frustrante para algunas personas, particularmente para
aquellos que prefieren una forma de tratamiento más estructurada y “paso a paso”.
Algunas personas tienen dificultades para aceptar la premisa de que los factores
inconscientes juegan un papel importante en los problemas que están experimentando.
Los terapeutas psicodinámicos generalmente son menos directivos cuando trabajan con
clientes, esto puede ser frustrante para las personas que prefieren un terapeuta “activo”
más directo, no es raro que estas personas abandonen el tratamiento prematuramente.
Al igual que otras terapias psicodinámicas, esta forma se centra en procesos inconscientes y
conflictos no resueltos, pero los ve en el contexto de las relaciones familiares. El terapeuta
dirigirá a los miembros de la familia a través de una exploración de la historia familiar,
especialmente cualquier evento familiar traumático.
Esta forma de terapia enfatiza la importancia de que los miembros adultos de la familia
resuelvan cualquier conflicto con sus propios padres como una forma de comprender mejor los
conflictos con su(s) pareja(s) e hijo(s). La terapia psicodinámica familiar puede ayudar a las
familias a descubrir y abordar los problemas profundos que generan problemas familiares, lo
que lleva a una dinámica familiar más saludable y feliz. Lee más sobre terapia familiar
psicodinámica.
Arte psicodinámico / Musicoterapia
Esta forma no tradicional de terapia psicodinámica implica la expresión de sentimientos y
emociones a través del arte o la música. Al igual que otros tipos, esta terapia es no directiva y
no estructurada, lo que permite al cliente dirigir la sesión, no requiere ningún talento o habilidad
artística o musical, solo que los clientes pueden usar música o arte para expresarse.
Los clientes pueden exhibir piezas específicas y hablar sobre las emociones que evocan,
conectarlas con eventos de la infancia, o discutir el significado que encuentran en estas piezas o
bien, pueden traer una canción o álbum específico con el que sientan que se pueden relacionar
en un nivel profundo.
Alternativamente, pueden crear arte o música en la sesión, no tiene que ser arte o música
“buena”, solo necesita transmitir los pensamientos o sentimientos de los clientes de una manera
que tenga sentido para ellos. A través del arte y / o la música, el terapeuta y el cliente pueden
construir una comprensión y formar un vínculo importante, pueden encontrar que el arte y la
música son mejores métodos de comunicación profunda que hablar. Este tipo de terapia puede
ser particularmente adecuada para aquellos que son tímidos o que les resulta difícil hablar, así
como a aquellos que experimentan una ansiedad paralizante o temen que la música o el arte
puedan calmarlos.