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La paradoja de la sabiduría

Cómo la mente puede mejorar


con la edad

Elkhonon Goldberg

Traducción castellana
de loan LluÍs Riera

CRÍTICA
Barcelona
A mis compañeros baby boomers,
la generación de los testarudos

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2006. - BROSMAC, Polígono Industrial!, Calle C, Móstoles (Madrid)
«La sabiduría comienza en la sorpresa.»
SÓCRATES

Introducción

Cavilaciones de un neurocientífico de la generación


de los baby boomers

l igual que las infelices familias que dibuja Tolstoi en Ana Ka-
A renina, las crisis de la mediana edad adoptan formas muy di-
versas. Supe que la mía se estaba instalando en mi vida cuando me-
diada mi sexta década comencé a buscar una experiencia catártica.
Me embargó una extraña sensación de simetría temporal, y por pri-
mera vez en mi vida el pasado me parecía tan importante como el
futuro. Sentí la necesidad de examinar más a fondo esa sensación,
el apremio por evaluar mi vida, por conectar las piezas que las cir-
cunstancias habían separado. Por primera vez en veintiséis años vi-
sité mi país natal con la intención de buscar a viejos amigos con los
que no había mantenido contacto durante media vida. Y escribí un
libro, un suerte de memorias intelectuales, para intentar situar mi
pasado, mi presente y mi premonición del futuro en el marco de
una perspectiva coherente.
Por razones más existenciales que inmediatas o prácticas, deci-
dí también evaluar los daños físicos infligidos por el tiempo. Tras
muchos años de consciente abandono, me sometí a un examen físi-
co completo. Descubrí con alborozo que según todos los criterios
médicos objetivos gozaba de buena salud, que mi edad biológica
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era menor que mi edad cronológica. Esto me complació, pero tam- siempre, y durante años he bebido más de lo acostumbrado entre los
poco me sorprendió demasiado; me sentía bien y no había notado intelectuales judíos de mediana edad de este lado del Atlántico. Así
que mi energía hubiera decaído con la edad. que a mi cuerpo no le faltaban neurotoxinas por las que dar cuenta.
No sin nerviosismo, decidí someterme a una resonancia mag- Como neurocientífico cognitivo, estoy acostumbrado a ver el ce-
nética (RM) del cerebro, una técnica médica de imagen por reso- rebro de forma desapasionada y abstracta en el laboratorio. Como
nancia magnética que me permitiría visualizar las estructuras del in- neuropsicólogo clínico, estoy dotado de una fina percepción de las
terior de mi envejecido cráneo. No es que pensara que mi mente más pequeñas manifestaciones de disfunciones y daños del cerebro;
hubiera empezado a fallarme. Más bien al contrario, tenía buenas ra- al menos del cerebro de los otros. Lo malo de hacerme una RM era
zones para creer que mi capacidad cognitiva se mantenía en plena for- que sería dolorosamente consciente de cualquier consecuencia que
ma: acababa de publicar un libro que había logrado un éxito razona- pudiera derivarse del estado de mi cerebro, así que la idea de obte-
ble; pronunciaba conferencias en todo el mundo y todavía lograba ner ese conocimiento no dejaba de asustarme.
desgranar argumentos técnicos complejos frente a audiencias exigen- Esta paradoja no se daba sólo en mí. En conversaciones ocasio-
tes sin necesidad de notas; dividía mi dedicación profesional entre va- nales con varios amigos --entre ellos neurocientíficos, neurólogos
rias actividades paralelas sin fallar en ninguna; mi vida intelectual era y psiquiatras de fama mundial-, todos me han confesado que su
rica y plena; mi consulta privada de neuropsicología iba viento en curiosidad por la condición de su propio cuerpo se acababa a la al-
popa y mi carrera profesional era un éxito. Incluso, en ocasiones, me tura del cuello. Lo que pudiera encontrarse en su cabeza simple-
abandonaba al placer perverso de echar en cara a mis jóvenes ayu- mente preferían no saberlo. Este agnóstico descargo de responsabi-
dantes y estudiantes de doctorado que todavía poseía más energía y lidad venía invariablemente acompañado de una risita neurótica, y
concentración mental que ellos. comprendo bien por qué.
No obstante, era consciente de que acarreaba un bagaje genéti- Para mí, sin embargo, la incertidumbre es siempre una fuente de
co. No conocía ningún caso de demencia en las líneas paterna o ma- ansiedad, mientras que la claridad, sea cual sea su contenido, ha te-
terna de mi familia, pero mi madre había muerto de una apoplejía, nido siempre en mí un efecto movilizador. Entre el surtido de motes
aunque a la envidiable edad de noventa y cinco años, y su hermano de inspiración zoológica, no siempre halagadores, que utilizan mis
menor, en esencia mentalmente sano, había sufrido una dolencia de amigos y mis enemigos para compendiar los rasgos principales de mi
los vasos sanguíneos cerebrales relativamente grave conocida como personalidad, avestruz no ha aparecido nunca. Siempre me he enor-
demencia multiinfarto. Lo sabía porque yo mismo había diagnosti- gullecido de ser razonablemente valiente y resuelto, así que había lle-
cado su enfermedad tras examinar una RM de su cerebro. gado el momento de introducir mi cabeza en la bobina magnética del
Pero debía reconocer que durante muchos años mi vida había se- escáner cerebral. Mi amigo neurocirujano Jim Hughes, a quien pedí
guido unas pautas poco saludables. Nací en Rusia (en la antigua que me enviara a un centro especializado en imagen médica, al prin-
Unión Soviética, para ser preciso) y me trasladé a Estados Unidos con cipio se mofó de mi idea e intentó convencerme de que desistiera.
veintisiete años. Aunque había rechazado el sistema político de mi «¿ y si encontramos un tumor benigno?», Jim no dejaba de in-
viejo país, todavía me atraían muchos de los aspectos autodestructivos sistir. «¡El tormento te arruinaría la vida!» Me expuso el caso de
de su estilo de vida. Fumé CQmo un carretero desde la adolescencia Harvey Cushing, uno de los padres de la neurocirugía estadouni-
hasta los cuarenta y pocos, cuando por fin abandoné el hábito para dense, que tenía un tumor cerebral benigno.
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Respondí con petulancia que sin duda tenía suficiente carácter y manchas de mayor intensidad de la señal en la materia blanca (largas
fortaleza interior como para enfrentarme con entereza al hallazgo, vías nerviosas que conectan partes distantes del cerebro y que se en-
y que, en cualquier caso, el conocimiento era mejor que la ignorancia. cuentran envueltas en una sustancia blanca lipídica llamada mielina)
«En ese caso, será mi vida la que acabe arruinada por el tormento del hemisferio izquierdo de mi cerebro. Yo también podía apreciar-
si encontramos algo malo en tu cerebro», respondió Jim, exasperado. las. El significado de este tipo de manchas es incierto. En mi caso, lo
Tras una breve discusión, acordamos que el tormento de Jim era más probable es que reflejaran cambios isquémicos, la muerte de re-
un precio razonable que pagar a cambio de satisfacer mi curiosidad giones de tejido cerebral por culpa de un suministro deficiente de
morbosa, y Jim se prestó a ayudarme. oxígeno. También podían indicar la pérdida de mielina en ciertas
Como neuropsicólogo clínico y neurocientífico cognitivo he áreas, aunque esta explicación era menos probable. De acuerdo con
dedicado los últimos treinta y siete años de mi vida a estudiar los mi propia definición del término, sufría daños cerebrales leves.
efectos de las diversos tipos de lesión cerebral sobre la mente hu- Pero no todo eran malas noticias. En las arterias carótidas inter-
mana, y he visto y analizado cientos de imágenes de TAC y RM. nas y en las basilares se detectaban «vacíos de flujo normales», y
Pero ahora estaba a punto de ver por primera vez imágenes de mi las imágenes de difusión no presentaban nada fuera de lo corriente.
propio cerebro. Conocía mejor que la mayoría de la gente los efec- Esto significaba que mis principales arterias estaban limpias como
tos devastadores que sobre la mente humana, y sobre el espíritu, una patena, no ocluidas u obstruidas por restos de grasa, y que mis
tienen los daños cerebrales, incluso si son leves. Pero en último tér- vasos sanguíneos eran fuertes. Esto era coherente con el resultado
mino, creía en todas y cada una de las palabras que había pronun- normal de una prueba de ultrasonidos doppler de las arterias caró-
ciado ante Jim: creía ser capaz de enfrentarme a cualquier noticia, tidas que me habían realizado como parte del examen físico al que
aunque fuese mala, y creía que el conocimiento era preferible a la me había sometido unos pocos meses antes. Todo esto, junto con
ignorancia en cualquier circunstancia. Y así fue como un día solea- una presión sanguínea un tanto elevada, pero por lo general normal,
do de abril entré en las oficinas del centro de resonancia magnética significaba que la posibilidad de sufrir un ataque de apoplejía o una
Columbus Circle de Manhattan. rotura de aneurisma graves, repentinos y catastróficos era afortuna-
El informe y las imágenes (que por lo general no se entregan a damente remota. Los hipocampos (unas estructuras cerebrales con
los pacientes pero que a mí me enviaron como cortesía profesional) forma de caballito de mar que son importantes para la memoria)
llegaron a los pocos días. Lo que vi no tenía un aspecto terrible, pero mostraban un tamaño normal, lo que sin duda era una buena noti-
tampoco me complació especialmente. Mis surcos corticales (los cia, ya que la atrofia de hipocampo es un precursor común de la en-
pliegues de la superficie del cerebro que le confieren el aspecto de fermedad de Alzheimer.
nuez) y los ventrículos (los espacios del interior del cerebro que Para poner fin a mis aprensiones le hice una visita a unos de los
contienen el líquido cefalorraquídeo que baña el cerebro) eran, ajui- mejores neurólogos de Nueva York, el Dr. John Caronna del céle-
cio del radiólogo, «de tamaño normal». En mi propia opinión, los bre New York Presbyterian Hospital (el mismo lugar en el que mu-
surcos sin duda lo eran, pero los ventrículos me parecieron grandes chos años antes, prácticamente al salir del barco de inmigrantes,
incluso teniendo en cuenta las dilataciones normales que se produ- había ocupado mi primera plaza académica en Estados Unidos). El
cen con la edad. Esto sugería cierto grado de atrofia cerebral. Dr. Caronna, un hombre genial y afable, me examinó con sumo cui-
El informe también hacía notar la presencia de dos diminutas dado, estudió las imágenes radiológicas y se las mostró a un col e-
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16 La paradoja de la sabiduría

ga, el jefe de neurorradiología de la Escuela Médica Weil de la Uni- en cambio, se ha mantenido exento de todo escrutinio profiláctico,
versidad de Comell. Ambos llegaron a la conclusión de que todo como si no formara parte del cuerpo, algo totalmente ilógico si se
era normal para mi edad, incluidas las dos áreas «punteadas» (mi- tiene en cuenta que la incidencia de la demencia en una población
núsculas) de isquemia. cada vez más envejecida rivaliza con la incidencia de muchas otras
«Es simplemente un cerebro bien usado, eso es todo», concluyó afecciones, y a menudo la supera.
el Dr. Caronna con su característico y amable sentido del humor.
Pero habiendo examinado cientos de imágenes del cerebro en
mi carrera, todavía tenía la impresión de que mis ventrículos eran La mente, el cerebro y el cuerpo
más grandes que los de muchas personas de mi edad, y de que las
minúsculas lesiones isquémicas que aparecían en mi resonancia no Una situación tan ilógica y desafortunada probablemente tenga su
eran una consecuencia sine qua non del envejecimiento. Para resol- origen en dos suposiciones tácitas, procedente una del común de la
ver esta cuestión, le mostré las imágenes a un viejo amigo, el Dr. gente y la otra de los profesionales de la salud. Hasta no hace mu-
Sanford Antin. Sandy es uno de los neurorradiólogos más experi- cho, la mayoría de la gente no consideraba la mente una parte del ser
mentados de Nueva York, y había colaborado con él en el pasado en biológico sujeta, por tanto, a examen médico y cuasimédico. Esto
algunos de los proyectos más formativos de mi carrera científica. es, naturalmente, una idea errónea que hemos heredado del dualis-
Sandy examinó las imágenes de RM e inmediatamente descar- mo cuerpo-mente cartesiano. En la actualidad, la mayoría de las per-
tó una de las lesiones punteadas como un artefacto, explicándome sonas educadas están familiarizadas con la idea de que la mente
con confianza y detenimiento de qué modo se producían tales arte- pertenece al cerebro, y por tanto al cuerpo. Éste será uno de los temas
factos. Luego declaró que la otra lesión punteada era «insignifican- principales de este libro.
te», juzgó los surcos y las circunvoluciones (las pequeñas eminen- A los ojos de los profesionales de la salud, a menudo se duda de
cias entre los surcos) <<normales para cualquier edad», y me felicitó la utilidad de un diagnóstico precoz de las enfermedades del cere-
por mi «bello cerebro». bro que puedan conducir a demencias sobre la base de que «de to-
Quedé por fin aliviado de mis aprensiones personales. En re- das maneras, no podríamos hacer nada al respecto». En términos
trospectiva, encuentro que el ejercicio de someterme a una reso- jurídicos diríamos que este tipo de información no se considera
nancia fue interesante en dos sentidos: neurológico y neurótico. «justiciable», y que por tanto no es útil, mientras que produce in-
Desde un punto de vista neurológico y neuropsicológico, podría ar- quietud en el paciente, y que los diagnósticos sin tratamiento supo-
gumentarse que lo que hice debiera formar parte de los exámenes nen una carga económica indebida sobre la sociedad. Esta suposi-
físicos regulares -a partir de cierta edad, quizá no cada año, pero sí ción tácita, y a veces no tan tácita, era tristemente cierta hace tan
cada tres a cinco años. Todos reconocemos la utilidad de las prue- sólo una década, pero pierde validez a pasos acelerados gracias al
bas profilácticas, así como el hecho de que nuestra vulnerabilidad rápido desarrollo de métodos farmacológicos Y no farmacológicos
frente a un gran número de afecciones aumenta con la edad. De ahí la para proteger el cerebro frente al deterioro. En pocas palabras, la
aceptación universal, la promoción incluso por el sector médico, de la suposición de que «no se puede hacer nada» ha dejado de ser cierta.
colonoscopia como método para combatir el cáncer de colon, de Pero a pesar de todos estos argumentos racionales, debo reco-
las pruebas de cáncer de mama o de próstata, etcétera. El cerebro, nocer que lo que hice fue ante todo un ejercicio de comportamien-
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to neurótico. Estoy convencido de que las respuestas neuróticas rebrales y que, desde esta condición, se enfrenta diariamente al en-
frente al envejecimiento son comunes en millones de mis contem- vejecimiento de la mente y a la demencia. Por ello, mis reflexiones
poráneos, independientemente de lo cultivados que sean (o quizá sobre mi propia ansiedad podrían resultar útiles para otras perso-
más intensamente cuánto más cultivados sean). Estas respuestas nas, y por ello confío en que las cavilaciones de un .viejo neuro-
pueden adoptar muchas formas. Al ser neurocientífico, lo que yo científico resulten informativas y útiles para todos mIS contempo-
hice fue solicitar una RM cerebral. Otros se enfrentan a sus neuro- ráneos en este oficio de envejecer, sean de la condición que sean.
sis de la edad de otras maneras. A menudo la neurosis adopta la for- Cuando somos jóvenes nos empuja el deseo por lo desconocido,
ma de una negación o, para ser más precisos, de un rechazo a co- por lo inalcanzado. Nos aventuramos. El tópico P?~ular asevera que
nocer, como yo mismo he observado en varios de mis colegas. con la edad nos acomodamos, buscamos la establhdad. ¿Pero acaso
La experiencia me proporcionó un punto de partida para una re- equivale la estabilidad al «estancamiento»? ¿Acaso todos los cam-
flexión seria sobre el destino de las mentes envejecidas, de los ce- bios mentales asociados con la edad son pérdidas, o acaso hay tam-
rebros envejecidos, en la sociedad moderna. Como casi todas las bién ganancias? Cuando examino introspectivamente ~i pro~io pai-
cosas de la vida y la naturaleza, la diferencia entre un cerebro sano saje mental llego a la conclusión de que, pese a todas mI.s ans~edad~s
y un cerebro enfermo no es tan simple como blanco y negro. Hay y mis cada vez más precarias posibilidades según la epld~mlOlogla,
tonos de gris ... incluso en la materia gris. no todo está perdido. Percibo, no sin satisfacción, que bIen pensa-
La expresión baby boom hace pensar, como es obvio, en un fe- do no soy más estúpido, en un sentido intuitivo, que hace treinta añ?s:
nómeno estadounidense, cuando en realidad es universal. Durante Mi mente no está ofuscada; al contrario, en ciertos aspectos qmza
la década que siguió a la segunda guerra mundial las tasas de nata- funcione mejor. y como medida de protección psicológica (y espe-
lidad se dispararon en Europa y en Rusia tanto como en Estados ro que también real) contra los efectos del envejecimiento, c~nstan­
Unidos. En la actualidad, en el seno de unas sociedad cada vez más temente pienso en clave de futuro. Libro una eterna batalla mterna
preocupada por las «epidemias de la enfermedad de Alzheimer», contra el estancamiento. Una vida demasiado acomodada ya no es
mi ansiedad es compartida por millones de mis contemporáneos vida, es casi la otra vida. No la quiero para mí.
bien informados de todos el mundo. Muchos de ellos, quizá la ma- Lo que más me llama la atención tras este ejercicio de intros-
yoría, acarrean un bagaje parecido al mío en una u otra forma. ¿Qué en pección es que si se produce un cambio, éste no puede captarse
su ansiedad es neurosis y qué está justificado? En parte realidad, mediante comparaciones cuantitativas. En conjunto, mi mente no
en parte neurosis, un determinado grado de ansiedad sobre el esta- es ni más débil ni más fuerte de lo que era hace varias décadas. Es
do de las facultades mentales propias es frecuente y cabe esperarlo diferente. Lo que solía ser objeto de un complejo proceso de reso-
en cualquiera que se acerque a los «años de madurez». En mi caso, lución de problemas se ha convertido en algo más parecid? al re-
este estado de ánimo se ha visto influido, para bien o para mal, por conocimiento de patrones. Ya no soy tan bueno como soha serlo
mi conocimiento profesional del funcionamiento del cerebro, y de en cálculos mentales laboriosos, mecánicos, que requieren gran
las muchas maneras en que el cerebro puede dejar de funcionar. Di- concentración; pero, por otro lado, no me encuentro con la necesi-
fiero de la mayoría de mis desasosegados coetáneos en que soy un dad de recurrir a ellos tan a menudo como antes. Cuando tenía
científico especializado en el cerebro y un médico que se gana la veinte y pocos años me vanagloriaba (con cierta frivolidad) de ~~r
vida diagnosticando y tratando los diversos efectos de los daños ce- capaz de seguir una clase sobre algún abstruso tema de matematl-
20 La paradoja de la sabiduría Introducción 21

cas avanzadas sin necesidad de tomar apuntes, y de aprobar un era una lucha. Y pese a tener plena conciencia del imperativo bio-
examen sobre el tema meses más tarde. No se me ocurriría inten- lógico de que la celebración algún día llegará a su fin, o quizá pre-
tar una proeza así ahora que cuento cincuenta y siete inviernos. ¡Es cisamente gracias a esta conciencia, crece en mí el deseo, imperio-
demasiado difícil r so como una fuerza de la naturaleza y cada vez más fuerte con la
Pero otras cosas me resultan más fáciles. Ocurre en mi mente edad, de prolongar esa celebración. Es la paradoja existencial del
algo curioso que no me ocurría en el pasado. Con frecuencia cuando envejecimiento, maravillarse de sus efectos y sin embargo desear
tengo que enfrentarme a un problema que desde fuera podría parecer prolongar la celebración. Porque la vida no es una calle de un solo
difícil, de algún modo me salto los cálculos mentales laboriosos sentido hacia la decadencia. Hay corrientes y contracorrientes que
como si éstos, por arte de magia, se hubiesen tomado innecesarios. hay que vivir, examinar, comprender y gozar.
La solución se me aparece sin esfuerzo, completa y aparentemente ¿Qué son esos extraños fenómenos de levitación mental, cuan-
por sí sola. Lo que he perdido con la edad en mi capacidad para el tra- do las soluciones aparecen instantáneamente y sin esfuerzo aparen-
bajo mental duro parezco haberlo ganado en mi capacidad para la te? ¿Se tratará acaso de ese codiciado atributo de la edad que llama-
comprensión instantánea, casi injustamente fácil. mos sabiduría? Al principio temía dejarme llevar por el entusiasmo
y algo más he concluido de mi introspección: cuando intento y que mi aventura por los misterios de la sabiduría resultara ser un
resolver un problema espinoso, a menudo simplemente se me pre- ejercicio de estupidez. Intenté alejarme de ese grandilocuente len-
senta ante los ojos, como por intervención deus ex machina, una guaje poético y atenerme al austero lenguaje de la ciencia, el que ha
asociación a primera vista distante, inconexa, pero que al final ofre- sido mi lenguaje durante casi toda mi vida, y no hablar de «sabidu-
ce una solución maravillosamente eficaz al problema en cuestión. ría» sino de «reconocimiento de patrones».
Cosas que en el pasado estaban separadas revelan hoy ante mí sus Pero al mismo tiempo que me aconsejo prudencia antes de ha-
conexiones. También esto ocurre sin esfuerzo, por sí solo, mientras cer aseveraciones extravagantes, me siento inexorablemente tenta-
me siento a mí mismo más como un receptor pasivo de un maná do por ellas, y la paradoja existencial que tanto me intriga poco a
mental que como el agente activo y esforzado de mi vida mental. poco va adquiriendo un nuevo nombre: la paradoja de la sabiduría.
Siempre he intentado traspasar las fronteras de los dominios profe- Nuestra mente es una función del organismo natural que es nuestro
sionales e intelectuales, pero en la actualidad, cuando este fenóme- cerebro. Y aunque el cerebro envejece y cambia, cada una de las fa-
no de deus ex machina se produce cada vez con mayor frecuencia, ses de esta progresión presenta nuevos y distintos placeres y venta-
esta «magia mental» me parece productiva e increíblemente gozo- jas, lo mismo que pérdidas y compromisos, que se suceden en una
sa, como un niño que descubre una caja de dulces oculta y se los progresión natural, como las estaciones. Si en la juventud planta-
come con impunidad y alegría. mos nuestras semillas mentales y las regamos con curiosidad y ex-
Hay algo más, algo más profundo, casi demasiado bueno para ploración, si nuestra experiencia en la vida más madura cuida y
admitirlo: un sentimiento de tener la vida bajo control, de dominar- abona el cultivo mental, entonces la sabiduría es la cosecha de re-
la de un modo que no había experimentado nunca. A riesgo de pa- compensas mentales de la que sólo podemos disfrutar plenamente
recer hipomaníaco (no lo soy, y es por ello que puedo decirlo), ten- en lo que Frank Sinatra con acierto llamó «el otoño de los años».
go cada vez más el sentimiento de que la vida es una celebración, Así que tras tomar una buena bocanada de aire, me he lanzado de
cuando en el pasado el sentimiento más frecuente era que la vida cabeza a mi nuevo proyecto, este proyecto, un libro sobre las esta-
22 La paradoja de la sabiduría Introducción 23

ciones de la mente humana vistas como el tránsito de la aventura a rrollo, la maduración y el envejecimiento del cerebro. Este capítu-
la sabiduría. Pero nada más iniciar mi proyecto me he percatado de lo nos conducirá a la cuestión central del libro: ¿qué es lo que per-
que la sabiduría, con sus dimensiones cognitivas, éticas y existen- mite las notables hazañas de una mente impulsada por un cerebro
ciales, es un concepto demasiado enjundioso como para explorarlo envejecido? En el capítulo tres, «Mentes viejas pero fuertes de la
a conciencia en una sola narración, o por un único explorador. Por historia», me explayaré sobre las premisas de la cuestión a través
ello, deliberadamente he confinado el ámbito de este libro a la di- de una revisión de la vida de varios personajes históricos célebres
mensión cognitiva de la sabiduría, una perspectiva que si bien es li- por el papel fundamental que desempeñaron en su sociedad pese a
mitada, sin duda merece la pena explorar. su avanzada edad y, en algunos casos, su demencia. La resistencia
y elasticidad del cerebro frente a los efectos del deterioro que
acompaña a la edad es mayor de lo que mucha gente cree, y el lec-
Esquema del libro tor encontrará que algunos de los ejemplos rayan lo increíble.
Pasaremos después a examinar los codiciados atributos menta-
La naturaleza multifacética de la materia de este libro queda refle- les que vienen con la edad: la sabiduría, la pericia y la competencia
jada en su contenido ecléctico y en sus temas entrelazados. En la (capítulo cuatro, «La sabiduría a través de las civilizaciones»). Es-
narración que sigue, ciertos capítulos tratan de la historia y la cul- taremos entonces en condiciones de presentar uno de los conceptos
tura (capítulos tres, cuatro, cinco y doce); otros tratan de la psico- centrales del libro, el concepto de reconocimiento de patrones.
logía (capítulos uno, cuatro, cinco, ocho, nueve, diez, once y doce); Examinaremos varios tipos de reconocimiento de patrones y el pa-
y aun otros de cuestiones algo más técnicas relacionadas con la pel que desempeñan en el funcionamiento de la mente humana. El
organización de las redes neuronales en el cerebro y de su funcio- propio lenguaje es un sistema de reconocimiento de patrones, pero
namiento correcto o incorrecto (capítulos dos, seis, siete, trece y hay muchos otros que intervienen en la cognición humana (capítu-
catorce). Por último, dedico también algún espacio a reflexionar lo cinco, «El poder de los patrones»).
sobre qué puede hacerse para frenar el envejecimiento del cerebro Habrá llegado el momento de examinar cómo se forman los pa-
(capítulos catorce, quince y el epílogo). Estos temas en apariencia trones en el cerebro, así como la relación entre patrones y recuer-
inconexos quedan tejidos en una urdimbre lógica configurada por dos (capítulo seis, «Aventuras en la avenida de la memoria»). Des-
las siguientes preguntas centrales: ¿qué es lo que permite al cerebro cubriremos que todos los patrones son recuerdos, pero que no todos
envejecido realizar notables hazañas mentales y cómo podemos es- los recuerdos son patrones. Qué es en concreto lo que hace distin-
timular esta capacidad? Todos los nombres de pacientes están cam- tos a los patrones de otros tipos de recuerdos, y qué hace a los
biados para proteger su intimidad, pero sus historias son auténticas patrones menos vulnerables al deterioro del cerebro que otros re-
y se presentan sin adornos. He intentado en todo momento explicar cuerdos será el tema del capítulo siete, «Recuerdos que no se des-
los términos técnicos la primera vez que aparecen en el texto. vanecen».
Comenzaremos, en el capítulo uno, «La vida del cerebro», con ¿Cómo nos ayuda en nuestra vida diaria una maquinaria cere-
una revisión informal de la nada informal maquinaria cerebral que bral de reconocimiento de patrones bien desarrollada, y qué garan-
nos permite realizar las tareas cotidianas más prosaicas. A este ca- tiza el desarrollo de esa maquinaria mental? Ésta es la cuestión que
pítulo le seguirá otro, «Las estaciones del cerebro», sobre el desa- se analizará en el capítulo ocho, «Recuerdos, patrones y la maqui-
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naria de la sabiduría». Introduciremos aquí una distinción esencial ción y con el envejecimiento? Ésta es la cuestión que se tratará en
entre «conocimiento descriptivo» (el que se ocupa de preguntas del el capítulo doce, «Magallanes con Prozac».
tipo «¿qué es?») y «conocimiento preceptivo» (el que se ocupa de El envejecimiento afecta de forma distinta a las dos mitades del
la cuestión «¿qué debo hacer?»). cerebro; mientras que el hemisferio derecho se «encoge», el ~emis­
El conocimiento preceptivo, el de «¿qué debo hacer?», es fun- ferio izquierdo muestra mayor elasticidad en su respuesta. Este es
damental para el éxito de prácticamente cualquier empresa. La ca- el tema del capítulo trece, «Los días perros del verano». ¿Qué hay
pacidad para acumular y almacenar este tipo de conocimiento resi- detrás de esta misteriosa disparidad? La respuesta reside en la plas-
de en los lóbulos frontales del cerebro, que son especialmente ticidad del cerebro durante toda la vida, como se discute en el capí-
susceptibles al deterioro relacionado con la edad. El papel esencial tulo catorce, «Use su cerebro y sáquele más partido». Contraria-
de los lóbulos frontales en la cognición será el tema central del ca- mente a lo que creía la mayoría de científicos hasta hace muy poco,
pítulo nueve, «Frente a frente con la toma de decisiones». en el cerebro nacen células nerviosas (neuronas) durante toda la
La dualidad es uno de los rasgos principales del diseño del ce- vida. El nacimiento de nuevas neuronas y el lugar que irán a ocupar
rebro y su inacabable enigma. ¿Por qué está el cerebro dividido en en el cerebro están regulados por la actividad mental. Cuanto más
dos hemisferios? Son muchas las teoría,s y especulaciones que se usamos nuestro cerebro, más neuronas creamos, y estas nuevas
han propuesto para explicar esta característica fundamental del di- neuronas van a parar a las partes del cerebro que más usamos. A
seño del cerebro, pero ninguna ha conseguido desentrañar el enig- medida que envejecemos usamos cada vez más nuestro hemisferio
ma. Aquí examinaremos una idea radicalmente nueva sobre la dua- izquierdo, lo que a su vez lo protege frente al deterioro.
lidad del cerebro: el hemisferio derecho es el hemisferio de la Esto nos lleva a una conclusión sorprendente que hace tan sólo
«novedad», mientras que el hemisferio izquierdo es el repositorio unos pocos años se hubiera considerado fantástica: podemos ~u­
de los patrones ya desarrollados. Esto significa que a medida que mentar la longevidad del cerebro ejercitándolo. En el capítulo qum-
envejecemos y acumulamos más patrones se produce un cambio ce, «Refuerzo de patrones», presentaremos las distintas formas de
gradual en el «equilibrio de poder» entre los hemisferios; el papel ejercitar el cerebro.
del hemisferio derecho se reduce al tiempo que aumenta el pa- Concluimos nuestra exploración en el epílogo, «El precio de la
pel del hemisferio izquierdo. A medida que envejecemos depende- sabiduría». El envejecimiento, en su conjunto, no es todo malo;
mos cada vez más del hemisferio izquierdo, lo usamos con fre- puede considerarse incluso algo que se debe esperar con ilusión
cuencia cada vez mayor. Esta forma radicalmente nueva de enten- para disfrutarlo. Si valoramos la sabiduría, entonces la vejez es un
der la dualidad del cerebro a lo largo de la vida se tratará en el precio justo a pagar por ella.
capítulo diez, «Novedad, rutina y los dos lados del cerebro», yen el Demos comienzo, pues, a nuestra exploración de la paradoja de
capítulo once, «La dualidad del cerebro en acción». la sabiduría y el envejecimiento.
La división del trabajo entre las dos mitades del cerebro no se
limita a la cognición. Las emociones también están lateralizadas:
las emociones positivas están asociadas al hemisferio izquierdo
mientras que las emociones negativas están ligadas al hemisferio
derecho. ¿Qué tiene esto que ver con los distintos estilos de cogni-
1

La vida del cerebro

Es el cerebro, estúpido

a mayoría de la gente no concibe la sabiduría, o la competen-


L cia profesional o la pericia, como categorías biológicas, pero
lo son. La mayoría de la gente comprende, de forma general y vaga,
que la mente es producto del cerebro, pero no siempre resulta fácil
comprender lo íntima que es esta relación. Aunque acepte la cone-
xión entre mente y cerebro en tanto que proposición abstracta, la
mayoría de la gente no la aprehende como algo cotidiano. Es un
vestigio recalcitrante de la «dualidad cuerpo-mente», una doctrina
filosófica que suele asociarse sobre todo (injustamente, según algu-
nos estudiosos de la filosofía) con el nombre de René Descartes, y
que propone que la mente y el cerebro están separados y que la
mente existe independientemente del cuerpo. Se han escrito mu-
chos libros sobre el tema, entre ellos las excelentes obras El error
de Descartes, de Antonio Damasio, y La tabla rasa, de Steven Pin-
ker. La secular incapacidad para aprehender la idea de que la men-
te es un producto del cuerpo ha inspirado la pintoresca imagen del
homúnculo, una pequeña criatura que reside en el interior de nues-
tro cerebro y es responsable de la ardua tarea de pensar, y del «es-
píritu de la máquina». En mi obra anterior, El cerebro ejecutivo, me
lamenté de que si bien «en la actualidad nuestra sociedad educada
28 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 29

ya no cree en el dualismo cartesiano entre cuerpo y mente ... nos como el otro ingrediente. Los participantes en el simposio se mos-
despojamos de los vestigios de esa falsa idea por etapas» y sigue re- traron de acuerdo en que sin un talento especial no es posible al-
sultándonos difícil aceptar plenamente la idea de la unidad cuerpo- canzar ningún logro significativo y en que ese talento especial es
mente cuando se trata de los planos más elevados de nuestra vida algo con lo que se nace, el destino biológico de unos pocos. Al fin
mental. y al cabo, todo el mundo acepta que el esfuerzo sólo no basta para
Me sorprende y horroriza descubrir lo frágil y sutil que a me- convertirse en un Mozart, un Shakespeare o un Einstein. Pero los
nudo es este conocimiento. Así ocurrió hace años cuando algunos otros ingredientes del éxito, el empuje y la ambición, eran fruto del
colegas y yo mismo organizamos una serie de sesiones divulgativas esfuerzo individual, según coincidían en señalar, uno tras otro, to-
sobre el cerebro bajo el título de «Instituto Mente-Cerebro». El obje- dos los oradores, como si el individuo en cuestión fuese una enti-
tivo de estas sesiones era el de informar al público en general sobre dad platónica, extracorpórea.
los fundamentos de la ciencia del cerebro, sobre cómo puede dete- Cuando llegó mi tumo, intenté trasladar a la audiencia la idea
riorarse el cerebro y cómo se ve afectada la mente en consecuencia, de que el «empuje» y la «capacidad de centrarse en un objetivo am-
y sobre los tratamientos actuales de diversos trastornos cerebrales. bicioso» también eran atributos con base biológica, al menos en
Para sorpresa nuestra, la reacción del público fue a menudo de in- parte, y que una de las razones por las que los individuos difieren
comprensión. «¿Qué tiene que ver el cerebro con la mente?» es una respecto a estos atributos es que sus cerebros son distintos. La per-
pregunta retórica que hube de escuchar en más de una ocasión con sonalidad, insistí, como ya había hecho ante otras audiencias, no es
absoluta incredulidad. De igual modo, cuando en una conferencia un atributo extracraneal. Es un producto del cerebro.
pública mencioné el cerebro, de entre el público surgió una pregunta Mi admonición fue recibida con un muro de silencio, luego con
que expresaba más consternación que genuino interés por la respues- impaciencia, y al cabo de unos minutos me llegó a los oídos el co-
ta: «¿Qué tiene que ver la memoria con el cerebro?». mentario de otro de los panelistas, un renombrado e ilustre diplo-
Más increíble aún fue la incomprensión con la que topé entre un mático: «Profesor Goldberg, lo que usted está diciendo es muy in-
público mucho más selecto cuando se me pidió que participara en teresante, pero ésta es una conferencia sobre la mente, no sobre el
un influyente simposio sobre los secretos para alcanzar logros ex- cerebro».
traordinarios. El panel del simposio estaba integrado por una lista Con el pasmo que da la incredulidad ante un comentario esen-
escogida de personas de gran éxito: científicos de fama mundial, lí- cialmente ignorante de boca de tan alta compañía, consideré la po-
deres corporativos, campeones olímpicos, artistas célebres y políti- sibilidad de una enérgica refutación en defensa de la conexión men-
cos de alto nivel. Uno a uno, estos indiscutibles «campeones» de su te-cerebro, pero decidí dejar pasar la ocasión por razones más
campo de actuación subieron al estrado para compartir con la au- sociales que intelectuales.
diencia los secretos de su propios logros. No tardó en llegarse al El simple mensaje que intento transmitir es el siguiente. De
consenso de que la clave del éxito se encuentra en dos ingredientes. igual modo que el más pequeño movimiento del cuerpo depende de
El talento en un campo determinado fue identificado unánimemen- la acción de un grupo específico de músculos, también la actividad
te como uno de los ingredientes del éxito. La presencia de ciertos mental más minúscula, la más recóndita, requiere el concurso de la
rasgos de la personalidad, como el empuje, la energía, la capacidad actividad cerebral. E incluso la más nimia de las actividades men-
de fijarse objetivos distantes, se identificó con igual unanimidad tales puede quedar desbaratada por una enfermedad del cerebro.
30 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 31

Así que a la hora de embarcamos con humildad, pero también con pué s de una grave catástrofe ocurrida hace pocos años. Después de
fortaleza, en nuestra exploración de las estaciones de la mente en que un experto expusiera un panorama desolador y tristemente
las diferentes fases de la vida y de la naturaleza de la sabiduría, de- preciso, el entrevistador, una celebridad televisiva, inquirió con un
bemos considerar nuestro tema una cuestión sobre el cerebro. Por punto de impaciencia y casi con autoridad: «Pero, ¿qué puede de-
decirlo siguiendo el folclore político estadounidense, «Es el cere- cimos para tranquilizar al público estadounidense?». A lo que yo
bro, estúpido» es el tema principal de este libro.' Por favor, que na- pensé para mí: «¡Qué curiosa locución! ¡Dadme un final feliz o no
die se lo tome personalmente. me deis nada!».
¿Es el envejecimiento del cerebro motivo sólo para el pesimis- Las palabras tranquilizadoras no siempre son lo mejor. En al-
mo, sin ningún triunfo? No lo creo así. De hecho, voy a hacer uso gunas ocasiones es mejor, a la larga, agarrar a la audiencia por el
del vigor mental de mi propio cerebro envejecido para promover la cuello de su camisa colectiva, por así decirlo, y darle una buena sa-
tesis de que el envejecimiento de la mente conlleva triunfos que cudida de alarma. Pero sobre la cuestión del envejecimiento, el pú-
sólo se alcanzan con la edad. Éste es el mensaje principal del libro. blico ya ha recibido esa terapéutica sacudida. A menudo oímos
Ya es hora de dejar de pensar en el envejecimiento de nuestra hablar del flagelo de la demencia y de la enfermedad de Alzheimer,
mente y nuestro cerebro únicamente en clave de pérdidas mentales. y sobre los síntomas de la neuroerosión, 1 cuando se desgasta la me-
El envejecimiento de la mente también tiene sus ganancias. Al en- moria y la fatiga mental aumenta. Por desgracia, estos azotes son
vejecer perdemos la potencia de la memoria y la capacidad sosteni- reales. Pero es hora de buscar las buenas noticias, siempre y cuan-
da de concentración. Pero también al hacemos viejos ganamos en do esas buenas noticias sean también «reales» y no un ardid «tran-
sabiduría, o al menos en competencia y en pericia, que no es algo quilizador» .
que deba ser despreciado. Tanto las pérdidas como las ganancias que
se producen al envejecer la mente son graduales, no repentinas, y
ambas tienen sus raíces en lo que le ocurre al cerebro. No faltan li-
bros sobre las pérdidas que se producen cuando la mente envejece. l. He acuñado el término neuroerosión, y por extensión neuroerosivo, para
Éste, en cambio, trata de las ganancias, y del equilibrio entre pérdi- llenar lo que percibía como un vacío. Suele calificarse de neurodegenerativas a
das y ganancias. ciertas afecciones que acaban en demencia, pero este término es demasiado es-
trecho y demasiado ominoso. Designa un grupo muy específico de afecciones ca-
Nuestra cultura exige un final feliz para todas las historias.
racterizadas por una atrofia neuronal primaria. Los términos cerebrovascular y
Siendo como soy el producto de un ambiente mucho más duro du- multiinfarto, que se utilizan a menudo para calificar ciertas afecciones que con-
rante mi juventud, todavía a día de hoy esta pretensión me parece ducen a la demencia tienen también connotaciones específicas, referidas a una
risible, pese a que llevo tres décadas viviendo en el lado america- afección primaria de los vasos sanguíneos que riegan el cerebro. El término pro-
no del Atlántico. Todavía recuerdo una entrevista televisada des- puesto, neuroerosivo, pretende ser genérico y abarcar todas las posibilidades es-
pecíficas, pero estar al mismo tiempo desprovisto del sentido de finalidad asocia-
do a los otros términos. En su alcance e implicaciones se asemeja a la expresión
* El folclore político al que se refiere el autor es la frase «Es la economía, es- deterioro cognitivo leve (DCL), de gran popularidad, pero sin su tono aséptico y
túpido», que repitió hasta la saciedad James Carville, uno de los estrategas políti- clínico. Además, el DCL, en sus siglas inglesas (MCI, Mild Cognitive Impair-
cos de Bill Clinton, a los participantes de la campaña presidencial de 1992 en Es- ment), ¡corre el riesgo de una denuncia por parte de MCI, la atribulada compañía
tados Unidos para que nadie olvidara lo realmente importante. (N. del t.) de comunicaciones estadounidense!
32 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 33

La explicación de la sabiduría

La sabiduría es la buena noticia. En el saber popular de todas las so-


ciedades y a lo largo de la historia, la sabiduría siempre se ha aso-
ciado con los ancianos. La sabiduría es el más preciado bien de la
vejez. Pero, ¿puede la sabiduría resistir la agresión que supone
la neuroerosión? Y, ¿durante cuánto tiempo?
Esto nos lleva a plantear la cuestión de la naturaleza de la sabi-
duría. En nuestra cultura utilizamos la palabra con frecuencia y
siempre con reverencia, pero, ¿se ha llegado alguna vez a definir
adecuadamente la sabiduría? ¿Entendemos su base neurológica?
¿Puede, en definitiva, llegar a explicarse el fenómeno de la sabidu-
ría sobre la base de principios biológicos y neurológicos, o es acaso
tan multiforme y esquivo que no es posible acometerlo con preci-
sión científica?
FIGURA 1. El cerebro humano. Hemisferios cerebrales (1 y 2) Y es-
Sin pretender atesorar una especial sabiduría, creo que puedo
tructuras subcorticales (3). La parte frontal del hemisferio izquierdo se ha
contribuir a iluminar esta cuestión a partir de mis introspecciones,
eliminado, dejando a la vista el tronco encefálico y el diencéfalo.
que pueden ayudar a dilucidar la naturaleza de la sabiduría o, al
menos, uno de sus aspectos importantes. El hilo de pensamiento y
el argumento desarrollados en este libro nacen de esa introspección La evolución ha conducido a un cerebro con una estructura for-
y comprensión. mada por varias capas, esto es, unas estructuras subcorticales anti-
Con la edad, a lo que parece, disminuye el número de tareas cog- guas que están recubiertas por una corteza relativamente reciente
nitivas de la vida real que precisan la creación deliberada, y con gran con una subdivisión especialmente reciente que recibe el apropia-
esfuerzo, de nuevas construcciones mentales. A cambio, la resolución do nombre de neocorteza. La corteza del cerebro está además di-
de problemas, en el sentido más amplio de la expresión, va adoptando vidida en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. El paso de la
con el tiempo la forma del reconocimiento de patrones. Esto significa resolución de problemas al reconocimiento de patrones modifica
que con la edad vamos acumulando moldes cognitivos. En conse- la forma en que las distintas partes del cerebro contribuyen al pro-
cuencia, cada vez es mayor la cantidad de desafíos cognitivos a los ceso. En primer lugar, la cognición adquiere una naturaleza neo-
que puede responderse con un molde ya existente, o con una leve mo- cortical de forma más exclusiva, siendo cada vez más indepen-
dificación de un molde cognitivo formado anteriormente. Cada vez diente de la maquinaria subcortical y de la maquinaria contenida
más, la toma de decisiones se apoya en el reconocimiento de patrones en la corteza antigua. En segundo lugar, el grado de utilización de
en lugar de en el proceso de resolución de problemas. Como los tra- cada uno de los hemisferios del cerebro también se ve alterado.
bajos de Herbert Simon y otros han demostrado, el reconocimiento de Como mostraré más adelante, en términos neurales esto probable-
patrones es el mecanismo más poderoso de cognición. mente significa una dependencia cada vez menor del hemisferio
2
34 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 35

derecho, y una mayor dependencia del hemisferio cerebral iz- neuroerosión. Éste será el fundamento humanístico del libro y su
quierdo. punto de partida, al que seguirá un viaje a los misterios de la ma-
En la bibliografía neurocientífica, los moldes cognitivos que quinaria neuronal de la sabiduría, la competencia y la pericia, y de
nos permiten realizar el reconocimiento de patrones se denominan las ganancias cognitivas que nos depara la edad.
atractores. Un atractor es una constelación concisa de neuronas
(las células nerviosas esenciales para el procesado de la informa-
ción en el cerebro) ligadas por fuertes conexiones. Una caracterís- Un mañana en la vida del cerebro
tica única de los atractores es que un amplio abanico de impresiones
sensoriales activan la misma constelación neuronal, el atractor, de Antes de ahondar en estas interesantes cuestiones, hagamos un re-
forma automática y simple. En síntesis, éste es el proceso de reco- paso de nuestro cerebro. ¿Cómo funciona esta magnífica pieza de
nocimiento de patrones. maquinaria biológica y cómo la utilizamos en nuestras actividades
En mi opinión, las personas que han sido capaces de formar un diarias? Lo primero es lo primero, así que mejor será que comen-
gran número de moldes cognitivos, cada uno de los cuales captura cemos por una mañana en la vida del cerebro.
la esencia de un gran número de experiencias pertinentes, adquie- El despertador acaba de sonar, asaltando con rudeza el tronco
ren «sabiduría», o al menos uno de sus ingredientes esenciales. (Al encefálico, el tálamo y la corteza auditiva. El sonido te ha desper-
escribir esto, puedo oír el clamor indignado de los críticos de dis- tado de un sueño profundo, lo que significa que de algún modo la
tintos ámbitos de la ciencia, las humanidades y el activismo social señal auditiva ha activado un parte concreta del tronco encefálico,
acusándome de una escandalosa y burda simplificación, así que laformación reticular, que se encarga del despertar general. De ha-
tengo que cubrirme las espaldas.) berse tratado de un sonido distinto, como el ladrido de un perro, la
Por la propia naturaleza de los procesos neuronales implicados, sirena de una ambulancia o el repiqueteo de las gotas de lluvia, lo
la «sabiduría» (al menos en mi ciertamente limitada definición de más probable es que hubieras suspirado con fastidio antes de conti-
ella) paga dividendos a una edad avanzada, al permitir la toma de de- nuar durmiendo. Pero no es así, y muy a tu pesar abres los ojos. La
cisiones con relativamente poco esfuerzo y el uso de recursos neu- corteza auditiva, con la ayuda de determinados núcleos talámicos,
ronales moderados. Moderados, claro está, siempre y cuando se ha- ha reconocido el origen del sonido, el despertador, y los lóbulos
yan preservado los moldes como unidades neuronales. Hasta cierto frontales, el superego del cerebro, te dice que es importante que te
punto, la sabiduría y sus cualidades asociadas, la competencia y la levantes.
pericia, quizá sean impermeables a la neuroerosión. Éstos serán los Lo haces y miras por la ventana. Apenas has acabado de des-
principales temas de este libro. pertarte, pero tu corteza visual ya está en marcha y te deja apreciar
Pero antes de profundizar en los mecanismos cerebrales de las la belleza de la mañana. No hay que darlo por sentado. Cuando la
ganancias cognitivas que nos depara la edad, tenemos que saldar al- corteza visual resulta dañada se produce ceguera cortical, y los
gunos preliminares. Debemos examinar la naturaleza de la sabidu- ojos siguen funcionando correctamente. Un paciente afectado de
ría como fenómeno psicológico y social. Necesitamos establecer ceguera cortical (a causa de una apoplejía o de una lesión mecáni-
satisfactoriamente si es cierto que una mente poderosa puede per- ca en el cerebro) puede ver gradaciones de brillo, es capaz incluso
severar y, hasta cierto punto, prevalecer y triunfar, incluso ante la de notar que algo se mueve en su entorno, pero es incapaz de iden-
36 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 37

tificar objetos. En algunos casos, cuando el daño sufrido por la cor- parte de tu cerebro está funcionando a todo gas pese a que haces tu
teza es lo bastante grave, el paciente pierde incluso la capacidad de rutina diaria en el lavabo sin esfuerzo, despreocupadamente, quizá
percatarse de que ha perdido la visión. Este trastorno recibe el nom- todavía medio dormido. Si se lesionara esta parte de tu cerebro, se-
bre de síndrome de Anton. guirías viendo cosas pero serías incapaz de reconocer en ellas obje-
La mañana es soleada y hace que te sientas bien. «Sentirse tos familiares con significado.
bien» implica que tu lóbulo frontal izquierdo está activo, ya que Esto es precisamente lo que le ocurrió a uno de mis pacientes,
ésta es la región encargada del ánimo positivo. Es probable también una mujer de mediana edad que entró una mañana en el baño de su
que en un sistema bioquímico particular del cerebro se esté segre- casa y, tras mirar a su alrededor, fue incapaz de reconocer ninguno
gando el neurotransmisor dopamina. de los objetos que allí había. Asustada, hizo que la acercaran hasta
Al entrar en el lavabo ves algunos objetos familiares: el cepillo el hospital más cercano, donde se le realizó inmediatamente un TAC
de dientes, la pasta dentífrica, el enjuague bucal, la máquina de craneal. Lo que pudo inferirse es que la noche anterior había sufrido
afeitar. ¿Familiares? ¡Pues claro! Sabes exactamente qué son esos
objetos. Pero no te sería posible reconocer en las cosas objetos fa-
miliares sin la ayuda de una región del hemisferio izquierdo del ce-
rebro situada aproximadamente entre los lóbulos occipital y tem-
poral que recibe el nombre de corteza de asociación visual. Esta

FIGURA 3. Las distintas regiones del cerebro. Qué ocurren cuando


resultan dañadas. Síndrome de Anton o ceguera cortical (1); agnosia de
objetos visuales o incapacidad para reconocer objetos comunes (2); apra-
xia ideacional o incapacidad para realizar secuencias complejas de movi-
mientos y utilizar objetos (3); afasia de Wemicke, que afecta sobre todo a
FIGURA 2. Las distintas regiones del cerebro. Qué hacen. Despertar las palabras que designan objetos (4); afasia de Broca, que afecta sobre
(1); reconocer el despertador (2); localizar el cepillo de dientes (3); usar- todo a las palabras que designan acciones (5); déficit ejecutivo o altera-
lo (4); mirar la hora (5); planificar el día (6). ción de la capacidad de planificar.
38 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 39

un ataque de apoplejía que le había afectado la corteza visual (occi- Pero tu maquinaria neuronal está en plena forma y, tras acabar
pital) provocándole un trastorno conocido como agnosia visual de en lavabo, te pones el traje en un momento. Afuera la ciudad está
el
objetos. Este trastorno puede tener su origen también en lesiones volviendo a la vida, y el estruendo de música procedente de una
craneales o en la demencia. Para ayudarla a restablecer el funciona- obra cercana se cuela por la ventana de tu cocina. «Vaya porque-
miento de su cerebro, se le prescribió un extenso programa de reha- ría», se queja tu lóbulo temporal derecho, el encargado de procesar
bilitación cognitiva; fue así como se convirtió en mi paciente. la música, y te fuerza a un mohín de asco. En rigor, el lóbulo tem-
Por fortuna, tu corteza de asociación visual funciona bien esta poral derecho se encarga de emitir el juicio estético, pero es el he-
mañana imaginada. Coges el cepillo de dientes con la mano. Lo misferio izquierdo el que lo traduce en palabras.
más probable, a razón de nueve contra uno, es que se trate de la Aún te queda tiempo para tomar un café mientras lees el perió-
mano derecha puesto que aproximadamente un 90 por 100 de dico. Cuando ojeas la portada, el hemisferio izquierdo está en ple-
la población es diestra. La corteza motora del hemisferio izquier- na efervescencia. El lóbulo temporal izquierdo se encarga de pro-
do (en su mayoría, las vías entre el cerebro y el cuerpo están cru- cesar y entender los nombres mientras el lóbulo frontal izquierdo
zadas) se pone en acción inmediatamente, y lo mismo hacen el procesa los verbos y el lóbulo parietal izquierdo procesa la gramá-
cerebelo y los ganglios basales. Sin estas estructuras cerebrales tica. Las lesiones en estas partes del cerebro producen varios tipos
sería imposible aun el más simple, fácil y automático de los mo- de afasia. Entretanto, la corteza prefrontal intenta frenéticamente
vimientos. comprender de qué modo puede afectar a tu puesto de trabajo la re-
Agarras el cepillo de dientes con la mano mediante una acción cesión que se nos echa encima. El índice NASDAQ ha bajado por
que te parece sencilla pese a toda la conmoción neuronal que im- tercer día consecutivo, al igual que el promedio industrial Dow Jo-
plica, y ¡mira por donde!, lo haces bien: sujetas el cepillo por el nes. Todavía recuerdas lo que decía el periódico algunos días atrás
mango y no por las cerdas. Pero para realizar esta hazaña tan ridí- cuando el mercado todavía iba bien, lo que significa que, a diferen-
culamente simple has tenido que poner en marcha una compleja cia de tu cartera de inversiones, los hipocampos todavía te funcio-
maquinaria neuronal. No basta con reconocer un objeto; también nan. Los hipocampos son esenciales para el aprendizaje de nueva
hay que saber usarlo. El conocimiento del programa motor corres- información.
pondiente al uso de objetos comunes se guarda en el lóbulo parie- Pese a la hermosa mañana de primavera, las noticias de la bol-
tal, sobre todo en el hemisferio izquierdo. La lesión de esta parte sa te han puesto de un humor de perros, y las amígdalas, que se en-
del cerebro a causa de una apoplejía o de la enfermedad de Alzhei- cargan de las emociones, se activan brevemente. Por razones que
mer a menudo produce apraxia ideacional. El paciente pierde la explicaremos más adelante, lo más probable es que se trate de la
habilidad para utilizar objetos comunes de acuerdo con su función, amígdala derecha.
y comienza a manipularlos aleatoriamente, como si fuera alguien Marchas a toda prisa y, ya nervioso, intentas organizarte el día.
llegado de una cultura diferente en la que no existieran esos objetos No te será fácil, con cinco reuniones presenciales y tres telefónicas
y por tanto le fuera imposible reconocer su utilidad. En algunos ca- en la agenda de hoy. La corteza prefrontal, la encargada de organi-
sos esta alteración adopta una forma peculiar, la apraxia del vesti- zar las cosas en el tiempo, trabaja febrilmente en la tarea imposible
do, en la que el paciente pierde la capacidad de vestirse correcta- de ordenar ocho actividades en perfecta secuencia, sin tiempos
mente. Este trastorno también es frecuente en las demencias. muertos.
40 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 41

Ya en el ascensor te topas con una cara desconocida. ¿Un nue- En términos científicos estos grupos reciben la denominación
vo inquilino de la comunidad? Ha sido el hemisferio derecho el en- de sistemas funcionales, un término introducido por el gran neu-
cargado de analizar la cara en el ascensor y llegar a la conclusión de ropsicólogo judeorruso Alexander Romanovich Luria (de quien
que se trataba de una cara nueva. tendremos ocasión de hablar más adelante). Aunque los neurocien-
Paras un taxi y miras el reloj. El lóbulo parietal capta inmedia- tíficos habían inferido la existencia de estos procesos intrincados y
tamente el significado de la disposición de las agujas. Parece que dinámicos, sólo en tiempos muy recientes ha sido posible obser-
llegarás a tiempo a la oficina. Estás a punto de suspirar con alivio varlos gracias al desarrollo de potentes tecnologías de neuroimagen
cuando te percatas de que el conductor del taxi ha girado donde no funcional que literalmente nos proporcionan una ventana para ob-
debía. Seguro que es nuevo en la ciudad y todavía no la conoce. En- servar el cerebro vivo, en acción, pensando.
seguida te haces cargo de la situación e indicas al conductor cómo
volver al camino correcto. Esto requiere la actuación coordinada Una tarde de televisión
del lóbulo frontal (secuencia) y del lóbulo parietal (información es-
pacial). Pero el buen hombre no comprende lo que le estás dicien- Para acabar de aprehender el concepto de sistema funcional, la ac-
do. ¡No habla tu lengua! Improvisas un poco del lenguaje universal ción concertada de muchos aspectos de la mente, y por tanto de
de los signos para indicarle cómo proceder (una acción coordinada muchas partes del cerebro, consideremos una actividad familiar: un
de tus lóbulos frontal, parietal y temporal). rato mirando la televisión.
Por fin has llegado. Te apresuras a pagar al taxista y revisar el Es la tarde del sábado y estás en la sala de estar practicando el
cambio (con la parte parieto temporal izquierda del cerebro, que dolce far niente. El perro dormita a tus pies, tú sostienes con las ma-
cuando resulta dañada produce una deficiencia llamada acalculia, nos sobre el regazo una taza de café, o tu bebida favorita de las tar-
la pérdida de la capacidad para realizar cálculos). Lo has consegui- des del sábado, y no haces nada, sólo miras las noticias en la CNN.
do. Tu cerebro puede relajarse durante unos preciosos segundos En medio de esta bendita inactividad, tu cerebro trabaja febril-
mientras esperas el ascensor. mente en un conjunto complejo y fluido de actividades mientras tú,
¿Qué está ocurriendo? Aún no has comenzado a trabajar y tu en apariencia, sólo ganduleas. Las regiones visual y auditiva de tu
cerebro ya lleva un buen rato en plena actividad. Unas pocas activi- corteza trabajan a pleno rendimiento procesando las imágenes que
dades matutinas rutinarias, sencillas, casi triviales, han requerido la aparecen en la pantalla y la voz de Christiane Amanpour, que narra
participación de casi todas las partes del cerebro. Y yo soy el pri- las noticias de última hora. Para la detección de señales sencillas
mero en admitir que mi relato de una mañana en la vida del cerebro basta con las estructuras más antiguas del tronco encefálico y del
no es más que una burda simplificación que destaca sólo a algunos tálamo, sin necesidad de que intervenga la neocorteza. Pero ahora
actores selectos del teatro del cerebro, unos pocos músicos de la or- se trata de procesar información compleja y rica en significado, así
questa cerebral. En la realidad, cada uno de los actos de la obra re- que la neocorteza participa en el proceso.
quiere el concurso de miles de actores secundarios además de los En efecto, digerir las noticias sobre un tenso conflicto que ocu-
principales, mezclados todos en complejos e intrincados grupos, rre a medio mundo de distancia requiere casi todos los recursos del
distintos en cada momento de nuestras vidas, y en fluida comuni- cerebro. El contenido verbal de la narración de Amanpour pone en
cación entre ellos. marcha casi todo el hemisferio izquierdo. (Suponiendo que seas
42 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 43

diestro; si eres zurdo, todavía hay una probabilidad de seis contra tos (los sustantivos) se almacena en el lóbulo temporal izquierdo
cuatro en favor de que sea el hemisferio izquierdo el que se encar- cerca de la corteza visual. Tiene sentido, puesto que nuestra re-
gue del lenguaje.) Se activa primero la parte del lóbulo temporal presentación mental de los objetos es fundamentalmente visual.
llamada circunvolución temporal superior, que se encarga de la El significado de las palabras de acción (los verbos) se guarda en
percepción del sonido del habla, y luego se activa casi todo el resto el lóbulo frontal izquierdo, cerca de la corteza motora. También
del hemisferio izquierdo. esto tiene sentido, puesto que nuestra representación mental de
El lenguaje es un artefacto cultural de enorme complejidad y los movimientos especializados implica esas partes del cerebro.
versatilidad. A menudo pensamos en el lenguaje como medio de Los enunciados complejos que establecen relaciones entre cosas
comunicación. Lo es, pero también es mucho más. Como vere- se procesan en la parte del hemisferio izquierdo donde se encuen-
mos más adelante, el lenguaje es un medio de conceptualización, tran los lóbulos temporal y parietal, en la circunvolución angular
de compresión de la información, que nos permite representar la izquierda.
información compleja por medio de códigos compactos. La ma- Las lesiones en estas diferentes partes del cerebro afectarán al
quinaria cerebral del lenguaje está muy distribuida. Como ya he- lenguaje de distintas maneras o, por decirlo de un modo técnico,
mos comentado, el significado de las palabras que refieren obje- producirán diferentes formas de afasia, dependiendo de dónde
exactamente se produzca la lesión en el hemisferio izquierdo. Las
causas de estas lesiones son variadas, desde la apoplejía a las con-
tusiones craneales o la demencia. Hay incluso una forma de tras-
torno del1enguaje llamada anomia (pérdida de la facultad de utili-
zar palabras) que se encuentra entre los síntomas precoces de la
enfermedad de Alzheimer.
El hemisferio derecho no queda excluido de toda esta actividad.
A medida que la voz de Christiane Amanpour se alza en un cres-
cendo urgente, es el hemisferio derecho el que detecta el senti-
miento de alarma que transmite. Mientras que el hemisferio iz-
quierdo está al cargo de la mayoría de los aspectos del lenguaje en
el cerebro adulto, el hemisferio derecho se encarga de la prosodia.
La prosodia es la información transmitida por medio de la comuni-
cación verbal, pero a través de la entonación y la inflexión, no por
el significado literal de las palabras. Es lo que llamamos «tono
emocional». (Algunas disfunciones del hemisferio derecho, como
FIGURA 4. Regiones del cerebro que participan en el acto de ver la el síndrome de Asperger, afectan a la facultad de procesar la infor-
televisión. Cómo actúan los sistemas funcionales. Examinar las imágenes mación contextual «extralingüística». La consecuencia es que el
visuales (1); comprender de lo que dice el narrador (2); ponerlo todo jun- comportamiento del paciente se toma mecánico, torpe, a menudo
to y en orden (3). poco apropiado, desprovisto de sutileza y fluidez.)
44 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 45

Tu perro ha notado también la sensación de urgencia transmiti- rológico, causado por lo general por lesiones en el hemisferio dere-
da por la voz de la comentarista (no sé con cuál de los hemisferios cho, que se denomina anosognosia. La anosognosia provoca todo
de su cerebro; la especialización de los hemisferios no se ha estu- tipo de situaciones peligrosas porque el paciente puede no ser cons-
diado suficientemente en los animales, aunque yo llevo años insis- ciente de cualquier deficiencia, no sólo de hemiinatención o hemi-
tiendo en la necesidad de que se haga) y comienza a gruñir. Reco- negligencia. Basta con imaginar un conductor afectado de hemiina-
noces su gruñido canino entre todos los posibles sonidos de tu tención visual pero que todavía no sea consciente de ello. Por
entorno sin necesidad de quitar la vista de la pantalla del televisor. desgracia, esta situación no es rara en pacientes que hayan sufrido
Esto también lo has conseguido con el hemisferio izquierdo, en una apoplejía en el hemisferio derecho. Aunque sea obvio para to-
concreto con el lóbulo temporal izquierdo. Las lesiones en ellóbu- dos los que le rodean, lo más probable es que fracase cualquier in-
lo temporal izquierdo no sólo producen afasia, sino también la tento de convencer al paciente de su deficiencia. Esto a menudo se
incapacidad de identificar sonidos del entorno de acuerdo con su denomina «negación», pero en sentido estricto no lo es. La «nega-
origen. Este trastorno, a menudo pasado por alto, se denomina ag- ción» consiste en la capacidad intacta para conocer pero la volun-
nosia asociativa auditiva. tad de no darse por enterado. En la anosognosia, el paciente carece
Entretanto, la corteza visual ha estado ocupada captando las de la capacidad de conocer la deficiencia propia a causa de un daño
imágenes de la pantalla del televisor. Como tu estado de salud neu- cerebral, e insiste en seguir conduciendo y realizando otras activi-
rológico es excelente, captas la información visual tanto del lado dades que ponen en peligro a él mismo y a otras personas.
derecho como del lado izquierdo de la pantalla. Esto es así porque En un entorno muy protegido, los efectos de la heminegligencia
ambos hemisferios de tu cerebro están en buenas condiciones y o de la hemiinatención pueden ser más cómicos que trágicos. Nun-
porque la conexión entre ellos, un grueso haz de vías neuronales ca olvidaré a un anciano que vivía en una residencia y que, tras su-
llamado cuerpo calloso, se halla intacta. Las lesiones en uno de los frir una apoplejía en el hemisferio derecho con heminegligencia iz-
hemisferios, especialmente en el lóbulo parietal, a menudo produ- quierda, no paraba de quejarse indignado por la conspiración de las
cen hemünatención visual o incluso heminegligencia visual. Los enfermeras. Estaba furioso porque el paciente que se sentaba frente
enfermos aquejados de hemiinatención visual tienen dificultades a él en el comedor recibía un filete mientras que a él sólo le daban
para procesar la información que aparece en una de las mitades de puré de patatas, un trato escandalosamente inicuo. La clave de esta
su campo visual, la mitad opuesta al hemisferio cerebral dañado. aparente injusticia era sencilla. El personal de la cocina tenía la cos-
La heminegligencia visual es todavía más grave que la hemiinaten- tumbre de colocar el filete en el lado izquierdo de la bandeja y el
ción: el enfermo ignora totalmente la mitad de su campo visual. La puré de patatas en el derecho. El pobre anciano siempre veía la pa-
hemiinatención o la heminegligencia izquierdos (causados por da- tata en el lado derecho de su bandeja y el filete en el lado izquierdo
ños en el hemisferio derecho) suelen ser mucho más graves que la de la bandeja de su compañero de enfrente. Era imposible hacer
hemiinatención o la heminegligencia derechos (causados por daños comprender al anciano que el problema estaba dentro y no fuera
en el hemisferio izquierdo). hasta que a las enfermeras se les ocurrió girar la bandeja de enfren-
Más curioso todavía es que el paciente a menudo no es cons- te. El paciente siguió convencido de que era víctima de algún sucio
ciente de sufrir hemiinatención o heminegligencia. Esta incapaci- truco y que a él no le ocurría nada. Aparte de su rutinario enojo por
dad de percatarse de la deficiencia es en sí misma un síntoma neu- las comidas, era el más feliz y despreocupado paciente de la unidad.
La vida del cerebro 47
46 La paradoja de la sabiduría
tal espacial allí donde toca con el lóbulo occipital visual. Los neu-
A diferencia de lo que le ocurría al anciano, tus campos visua-
rocientíficos distinguen entre los sistemas visuales del cerebro re-
les, derecho, izquierdo y centro, están en perfecto estado y puedes
lacionados con el «qué» y los relacionados con el «dónde». El sis-
ver toda la pantalla del televisor y seguir los detalles importantes.
tema relacionado con el «qué», situado en la unión entre los lóbulos
La capacidad de examinar una escena visual rica en detalles y de
occipital y temporal, se encarga del reconocimiento de objetos,
extraer información importante allí donde aparezca reside en una
mientras que el sistema del «dónde», situado allí donde se unen
región de los lóbulos frontales que recibe el nombre de campos
los lóbulos occipital y parietal, se encarga de la información de
frontales oculares. No dejan de trabajar mientras relacionas los co-
localización.
mentarios de Christiane Amanpour con las imágenes que aparecen
Como las imágenes visuales y la narración de la periodista se
en la pantalla.
funden en un única historia, no te percatas de qué parte de la infor-
Así logras procesar las imágenes visuales específicas de la pan-
mación te llega a través de los ojos y cuál por los oídos. Ambas se
talla, que reconoces como representaciones de objetos con signifi-
mezclan y entretejen en la mente. Ocurre así porque tu corteza de
cado: casas, coches, árboles ... y por desgracia también tanques, pis-
~sociación heteromodal hace su trabajo correcta y eficazmente.
tolas, etcétera. Esto hace que entre en acción otra parte importante
Esta es la parte del cerebro que se encarga de combinar las corrien-
de la corteza visual, la corteza de asociación visual, situada sobre
tes de información que llegan de los distintos sentidos e integrarlas
todo en el hemisferio izquierdo, como ya hemos mencionado.
en un único teatro neuronal multimedia. Esta parte del cerebro, una
También ves caras; caras sonrientes, caras ansiosas, caras feli-
de las primeras en aparecer durante la evolución, es especialmente
ces, caras airadas, caras de personas desconocidas de países leja-
vulnerable a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
nos. Cuando las miras e intentas conocer algo de las mentes que
«Ésta es la tercera vez en una semana que esta región aparece
hay detrás de las caras, es el lóbulo temporal de tu hemisferio dere-
en las noticias», te dice mientras ves las noticias. Para poder llegar
cho el que trabaja a toda máquina. Ésta es la parte del cerebro en-
a esta conclusión ha sido necesario que relaciones los aconteci-
cargada del reconocimiento facial.
mientos actuales presentados en las noticias de hoy con tus recuer-
Curiosamente, sin embargo, la cara de Christiane Amanpour es
dos de las noticias de los últimos días. Acabas de usar con éxito tu
procesada sobre todo por el hemisferio izquierdo. En el cerebro
memoria reciente, en la que intervienen de forma importante los hi-
se produce una peculiar división del trabajo. El hemisferio derecho es
pocampos, que también son particularmente vulnerables a la enfer-
más apto para procesar la información nueva, no familiar, mientras
medad de Alzheimer. De hecho, Mony de Leon y sus colaborado-
que el hemisferio izquierdo es mejor a la hora de procesar la infor-
res, del Centro de Investigaciones sobre el Envejecimiento y la
mación ya conocida. Esto es así para casi cualquier tipo de informa-
Demencia de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva
ción, de manera que las caras que nos son extrañas son procesadas
York, han desarrollado técnicas innovadoras para la detección pre-
por el hemisferio derecho pero las caras de personajes públicos, de
coz de la vulnerabilidad frente a la enfermedad de Alzheimer basa-
familiares o de amigos, las que uno ve con frecuencia, son procesa-
das en medidas finas del tamaño de los hipocampos realizadas so-
das por el hemisferio izquierdo.
bre imágenes de resonancia magnética (RM).
En el transcurso de las noticias aparece un mapa en la esquina
Las buenas noticias que nos traen los últimos avances en inves-
superior derecha de la pantalla para informar del lugar donde se de-
tigación neurológica es que en los hipocampos tienden a desarro-
sarrollan los acontecimientos. Esto pone en acción el lóbulo parie-
48 La paradoja de la sabiduría La vida del cerebro 49

lIarse nuevas neuronas. Lo realmente interesante es que la tasa de demencia, la esquizofrenia o las lesiones cerebrales traumáticas.
aparición de nuevas neuronas en los hipocampos puede ser influida También está implicada la disfunción de la corteza prefrontal en
por actividades cognitivas y por la ejercitación del cerebro. Ahon- afecciones menos devastadoras, pero no menos perturbadoras,
daremos en esta cuestión en los últimos capítulos. como el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y el sín-
Al tiempo que escuchas las noticias intentas imaginar lo que drome de Tourette.
ocurrirá en el futuro inmediato en la región donde se desarrolla el Tu propia corteza prefrontal ha despertado de su sopor en el
conflicto. El juego de la predicción es, como el juego del ajedrez, momento en que has comenzado a jugar con la bola de cristal y proba-
difícil. Hay que evaluar el contexto y ponerse en el lugar de cada do hacer algunas predicciones políticas. Y lo mismo le ha ocurrido
uno de los principales actores, elaborar conjeturas plausibles sobre a tu corteza cingulada anterior, una estructura cerebral estrecha-
lo que piensan de la situación. Napoleón lo sabía bien, y por ello mente vinculada con la corteza prefrontal y que es especialmente
advertía a sus mariscales que al intentar prever el siguiente movi- activa en situaciones de incertidumbre.
miento del adversario, no se debe esperar lo que uno considere que Pero conoces tus limitaciones y no ocupas mucho tiempo en el
es el movimiento óptimo, sino que se debe intentar imaginar cuál juego de la bola de cristal, un juego que incluso Napoleón acabó
considera el contrincante que es su movimiento óptimo, desde su por perder. Tu atención empieza a divagar y comienza a embargarte el
propia perspectiva, dada su propia historia y con la información sueño. Esto significa que tu formación reticular ascendente de ac-
disponible para él, no para uno. A la habilidad de ponerse en el «lu- tivación, una estructura muy importante que se ocupa de mantener
gar mental» de otra persona la denominan los neurocientíficos cog- el cerebro despierto y alerta, ya ha tenido bastante por el momento.
nitivos capacidad de formar la teoría de la mente. Bostezas, te estiras y apagas el televisor. Por tu mente cruza la
Esta complejas capacidades -planificar, prever, formar una idea de sacar el perro a pasear, pero decides quedarte en casa y to-
teoría de la mente- son todas muy jóvenes en términos evolutivos. marte otra taza de tu bebida preferida. Tu hipotálamo, tu amígdala
En forma bien desarrollada sólo se encuentran en los humanos, y tu corteza orbitofrontal se han encendido; son los mecanismos de
hasta el punto que podría decirse que son lo que nos hace huma- la gratificación básica. La vida es sencilla un sábado por la tarde.
nos. Todas estas funciones complejas, que sólo hemos comenzado
a comprender recientemente, están controladas por la corteza pre-
frontal. He escrito sobre ellas extensamente en mi anterior libro, El
cerebro ejecutivo. La parte más joven y más compleja del cerebro
humano es también la última en desarrollarse. Sólo acaba su desa-
rrollo hacia los dieciocho años, o quizá incluso hacia los treinta.
Esto valida la costumbre compartida por la mayoría de las culturas
modernas que consideran la edad de dieciocho, aproximadamente,
la edad de madurez legal, mientras que la edad a la que uno pasa a
ser elegible para ocupar los puestos de más responsabilidad es to-
davía más avanzada. La corteza prefrontal es muy vulnerable a una
gran variedad de trastornos neurológicos y psiquiátricos como la
2

Las estaciones del cerebro

Lo que le pasa al cerebro le pasa a la mente

hora que ya hemos acabado este informal repaso del cerebro


A en acción, sentémonos y pensemos (otra vez el cerebro). Si
actividades tan triviales como la rutina cotidiana o ver las noticias
en la televisión requieren tantos recursos del cerebro, ¡qué maqui-
naria cerebral no habrá detrás de las complejas actividades profe-
sionales de un médico o un ingeniero, del rigor intelectual de un
matemático o un jugador de ajedrez, o del impulso creativo de
un violinista o un bailarín! La neurociencia cognitiva apenas ha
comenzado a examinar estas cuestiones, pero ya hay algo claro: no
es posible pensar o hablar de la mente sin el cerebro ni del cerebro
sin la mente.
El lector típico de este libro no será un científico del cerebro,
pero sí alguien que utiliza el cerebro, un consumidor de energía ce-
rebral, por así decirlo. Y lo más probable es que nunca se haya pre-
guntado seriamente cómo funciona el cerebro. Éste es un curioso
fenómeno que afecta a todo el cuerpo humano y no sólo al cerebro.
Es irónico que la mayoría de nosotros no solemos preocupamos por
nuestro cuerpo mientras nos deje tranquilos, mientras no nos duela,
o pique o de algún modo ande mal, mientras nos deje sentimos
bien. Si Juan contrae hepatitis A por comer ostras en mal estado, no
52 La paradoja de la sabiduría Las estaciones del cerebro 53

irá al médico porque los enzimas de su hígado sean elevados y las taciones puede variar de un año para otro (un año el verano se ade-
concentraciones virales altas; irá porque se siente mal y cansado, lanta; otro, la primavera tarda), así también el momento exacto de
porque su cara y ojos se han vuelto amarillos, yeso nunca ayuda a transición entre una «estación de la mente» y la siguiente varía algo
ligar. de una persona a otra. Para acabar de complicar las cosas, no todos
Aunque Juan no se preocupe demasiado por saber cómo fun- los aspectos de la mente y del cerebro se mueven de un estadio a
ciona su cuerpo, acepta la premisa general de que el estado en que otro en perfecta sincronía. Por tanto, la situación de las fronteras
se siente depende, entre otras cosas, del estado en que se encuentre dependerá en buena medida de los criterios utilizados. A diferencia
su hígado, algo que habrá que arreglar para que Juan vuelva a sen- de las estaciones del año, suelen considerarse tres estaciones del
tirse bien y recupere una complexión deseable. Pero cuando se tra- cerebro: desarrollo, madurez y envejecimiento.
ta de la relación mente-cerebro, este vínculo no ha calado en la con-
ciencia del público general, que sólo ahora comienza a comprender
que toda agresión al cerebro afecta a la mente. El desarrollo del cerebro
Pero, ¿es también cierto lo contrario? ¿Es posible mejorar la
mente mejorando el funcionamiento del cerebro? Si la respuesta a En la primera estación, la estación del desarrollo, se forman las ap-
esta pregunta es «sí», entonces Juan tendrá que comenzar a apren- titudes y habilidades cognitivas. Esta estación comienza antes de
der a cuidar su cerebro del mismo modo que, en las últimas déca- nacer y se prolonga hasta la tercera década de la vida. El desarrollo
das, ha comprendido la necesidad de cuidar el resto de su cuerpo del cerebro es un proceso complejo y multifacético. Comienza con
(pese a su problema con las ostras crudas). En este libro argumen- la neurogénesis, el nacimiento de las neuronas, que son las células
to que lo que le ocurre a nuestro cerebro cuando envejecemos de- del cerebro implicadas de modo más directo en el procesamiento de
pende en gran parte de lo que hayamos hecho cuando éramos jóve- la información, y con su migración hasta el lugar adecuado en la
nes. También sostengo que podría ser posible mejorar la mente compleja organización del cerebro. La neurogénesis se produce en
mejorando el cerebro, incluso a una edad avanzada. Comentaré de su mayor parte durante la gestación y en momentos algo distintos
qué modo ocurre esto en la vida cotidiana y qué puede hacerse para para las distintas estructuras del cerebro. Hasta hace poco se creía
conseguir más con un método estructurado. que la neurogénesis seguía su curso completo desde algún punto de
Sin embargo, primero tenemos que entender los procesos natu- la gestación hasta frenarse por completo durante los primeros años
rales que ocurren durante la vida del cerebro. «Las estaciones de la de vida, para cuando casi todas las estructuras cerebrales han ad-
mente» o «las estaciones del cerebro» son una metáfora, pero no quirido su forma definitiva. Hoy, sin embargo, se sabe que la neu-
muy alejada de la realidad. La mente y el cerebro pasan por varios rogénesis prosigue durante toda la vida, aunque con menos vigor
estadios a lo largo de la vida. Como las estaciones del año, las esta- que durante el primer período.
ciones de la mente no están separadas por límites absolutos y bien A medida que las neuronas nacen y migran hasta su lugar asig-
definidos, sino que van cambiando de forma continua y gradual, así nado en el cerebro, se establecen también las conexiones entre
que cualquier intento de relacionar estos límites con una cronología neuronas. Estas conexiones, que tienen la forma de protrusiones
precisa es una cuestión más de convención que de auténticas dis- que parten del cuerpo de las neuronas, reciben el nombre de axo-
continuidades biológicas. Del mismo modo que el cambio entre es- nes y dendritas. Comienzan su desarrollo durante la gestación,
54 La paradoja de la sabiduría Las estaciones del cerebro 55

cuando las dendritas empiezan a brotar en el proceso conocido tectora llamada mielina. La mielina es blanca, y es la responsable
como arborización. Este proceso culmina durante los primeros del término materia blanca (compuesta por las largas vías neuro-
años de vida. nales recubiertas de mielina) en oposición a materia gris (com-
Las sinapsis, los diminutos contactos entre las dendritas y los puesta por los cuerpos de las neuronas y las vías cortas no recu-
axones que emanan de diferentes neuronas, son esenciales para la biertas de mielina). La mielina facilita la transmisión de señales a
comunicación entre neuronas. Su formación recibe el nombre de si- lo largo de los axones, y su presencia mejora considerablemente la
naptogénesis y su curso temporal varía considerablemente para las transferencia de información en los grandes grupos neuronales coor-
distintas partes del cerebro. En la corteza visual, por ejemplo, la dinados. El gran aumento de peso del cerebro durante los primeros
mayor parte de la sinaptogénesis se completa hacia el final de los años de vida se debe al proceso de mielinización. Las estructuras
primeros años de vida. En cambio, en la corteza prefrontalla si- cerebrales no son plenamente funcionales hasta que los axones que
naptogénesis se alarga hasta finales de la adolescencia y principios las conectan no están aislados con mielina, y el período en que se
de la vida adulta. produce la mielinización varía enormemente de unas estructuras
La producción de estructuras neuronales se ve complementada cerebrales a otras. Como el lector ya habrá imaginado, la estructu-
por la eliminación las neuronas, dendritas y sinapsis excedentes. ra donde más tiempo se prolonga la mielinización es la corteza
Este proceso de poda, conocido como muerte celular programada frontal, donde continúa hasta el final de la adolescencia y principio
o apoptosis, se produce desde el nacimiento y también en momen- de la edad adulta, posiblemente hasta los treinta años de edad. El
tos distintos en diversas partes del cerebro, acabando en la corteza volumen del lóbulo frontal, y especialmente de la corteza prefron-
frontal. La apoptosis puede asimilarse al proceso de esculpir, que el tal, crece al menos hasta los dieciocho años de edad y posiblemen-
gran artista Auguste Rodin describía como «eliminar todo lo que te más; este crecimiento refleja un aumento continuo de la materia
no pertenece a la forma deseada». Esta poda no se produce de for- blanca.
ma aleatoria, sino que es el resultado del refuerzo de las estructuras Esta sucinta explicación debe dejar claro, cuando menos, que el
neuronales más utilizadas y del abandono de las poco o nada utili- desarrollo del cerebro es el resultado de la interacción entre varios
zadas. Estos procesos competitivos por medio de los cuales el cere- procesos que se producen a distintas escalas de tiempo. Es un esta-
bro se moldea a sí mismo se asemejan a la selección natural, una dio de gran fluidez en la vida del cerebro, pero también en la vida
analogía que Gerald Edelman ha captado en el término «darwinis- de la mente: es el tiempo del aprendizaje, de hacer acopio de habi-
mo neuronal». lidades y conocimientos, y también, en último término, de forjar
Las neuronas no son el único tipo de células que se encuentran nuestra propia identidad.
en el cerebro. De hecho, sólo comprenden una tercera parte de to- Como se habrá notado, los lóbulos frontales, y en concreto la
das las células del cerebro. Las dos terceras partes restantes corres- corteza prefrontal, son los últimos en completar su maduración bio-
ponden a las células de la gUa, que cumplen varias funciones de lógica, lo que no ocurre hasta el principio de la edad adulta, a fina-
apoyo y se presentan en dos tipos, los astro citos y los oligodendro- les de la segunda década de vida o quizá incluso durante la tercera
citos. En un momento determinado del desarrollo se inicia el pro- década. La sociedad moderna funciona sobre la base de ciertas su-
ceso de mielinización por el cual los oligodendrocitos comienzan a posiciones tácitas o explícitas sobre la edad de madurez social, la
abrazar los largos axones y a recubrirlos de una capa lipídica pro- edad en que surgen los rasgos cognitivos y de personalidad que
Las estaciones del cerebro 57
56 La paradoja de la sabiduría

asociamos con la madurez social, como la capacidad de control de de obras de divulgación, se ocupan sobre todo de esta etapa, así que
los impulsos, de previsión y de valoración crítica de uno mismo. Al no parece necesario repetir aquí todo ese conocimiento normativo.
igual que la maduración biológica de los lóbulos frontales, estos Baste con decir que, a causa de nuestro celo por establecer patrones
rasgos «adultos» alcanzan su plena funcionalidad hacia el final de generales, venimos tratando el cerebro maduro en unos términos en
la segunda década de vida y el principio de la tercera. No debe sor- exceso genéricos, lo que sin duda es un empeño útil como punto de
prender que esta edad haya quedado consignada en prácticamente partida para la investigación científica, pero sólo hasta cierto pun-
todas las sociedades modernas como la edad de transición entre la to. La mayoría de los textos al respecto pasan por alto las diferen-
inmadurez social y la madurez social. Es aproximadamente (año cias entre sexos o entre individuos, aunque éstas sin duda existen y
más, año menos) cuando las personas se sienten preparadas para apenas ahora comenzamos a comprenderlas. Desde nuestra panorá-
asumir una serie de derechos y responsabilidades «maduros», mica global de toda la humanidad representada por un estereotipo,
como conducir, votar, casarse, comprar bebidas alcohólicas, servir nos acercamos gradualmente a la comprensión de los fundamentos
en el ejército y, por último, ser tratado por el sistema legal como un neuronales de la individualidad.
adulto y no como un menor de edad. Lo que la mayoría de la gente
no sabe es que la aparición de estos rasgos «adultos» tiene su causa
probable en la madurez de los lóbulos frontales, una creencia com- El envejecimiento del cerebro
partida por un número cada vez mayor de neurocientíficos. Por
ello, a muchos neurocientíficos les parece acertado considerar el Llegamos así a la tercera estación, la del envejecimiento del cere-
momento de madurez de los lóbulos frontales, y especialmente de bro. ¿Qué le ocurre a la magnífica maquinaria cerebral a medida
la mielinización, como el fenómeno que marca la divisoria entre la que avanzamos en la vida? ¿Hasta qué punto es dorada la «edad do-
primera y la segunda estación del cerebro, entre el estadio de desa- rada»? Por extraño que parezca, los científicos no han osado aco-
rrollo y el estadio de madurez. meter estas preguntas hasta tiempos relativamente recientes. El
propio Hipócrates omitió el cerebro de su letanía de los males de la
vejez en sus Aforismos. Sobre esto, el destacado neurocientífico del
El cerebro maduro envejecimiento Naftali Raz hace notar:

La segunda estación, la estación de la madurez, se caracteriza por ... Son tan abrumadoras las transformaciones del cuerpo con la ve-
un menor flujo neuronal y una mayor estabilidad de las estructuras jez, tan extendidos los cambios en sus funciones básicas, que no es
cerebrales. Es la etapa de la actividad productiva, cuando el énfasis de sorprender que el más célebre de los antiguos siervos de Escula-
pio no haya considerado el cerebro y las facultades cognitivas su-
poco a poco se traslada de aprender sobre el mundo a contribuir a
periores suficientemente importantes como para incluirlos en su lis-
nuestro entorno y modelarlo con nuestras actividades profesionales
ta de problemas geriátricos.
y vocacionales. Es la estación del cerebro y de la mente que más se
ha estudiado. De hecho, hasta hace pocas décadas nuestro conoci-
La realidad, sin embargo, es que el cerebro se ve afectado por el
miento estaba circunscrito a este estadio. Los tratados al uso de
envejecimiento, incluso si éste es sano y provechoso. Lo raro sería
neuroanatomía, neurología o neuropsicología, así como docenas
58 La paradoja de la sabiduría Las estaciones del cerebro 59

que no fuese así, pues el cerebro es tan del cuerpo como cualquier alcanza un determinado nivel, la cognición comienza a verse afec-
otro de sus órganos. Durante las últimas décadas se han realizado tada. Algunos científicos piensan que la materia blanca es más sus-
numerosas investigaciones con el fin de comprender esos cambios, ceptible a los efectos del envejecimiento que la materia gris.
y el resultado es que hoy contamos con un conocimiento relativa- Contra este telón de fondo de cambios globales se puede apre-
mente amplio de lo que le ocurre al cerebro cuando envejece, in- ciar, sin embargo, que algunas partes del cerebro salen mejor para-
cluso cuando este proceso no se ve agravado por enfermedades das que otras. Varias estructuras corticales y subcorticales se ven
neurológicas o demencia. Buena parte de la discusión que sigue en afectadas, pero en grado diverso. En la neocorteza parece funcionar
este capítulo se basa en el trabajo de Naftali Raz y en sus convin- la regla neurológica clásica de «evolución y disolución» introduci-
centes revisiones del estado actual de la investigación sobre el en- da por John Hughlings Jackson. Según ésta, las subdivisiones cor-
vejecimiento del cerebro. ticales filogenéticamente (evolutivamente) más recientes (las que
Algunos de los cambios que se producen cuando el cerebro en- aparecen en los estadios más tardíos de la «evolución»), las que con-
vejece son globales. Tanto el peso del cerebro como su volumen forman la llamada corteza de asociación heteromodal, son las que
disminuyen en un 2 por 100 por cada década de la vida adulta. Los en mayor grado se ven afectadas de «disolución» con la edad. En-
ventrículos (la cavidades del interior del cerebro que contienen lí- tre ellas se incluyen la corteza inferotemporal, la inferoparietal y,
quido cefalorraquídeo) aumentan de tamaño. Los surcos corticales en especial, la corteza prefrontal, filogenéticamente más reciente.
(los espacios que quedan entre las circunvoluciones del manto de la En cambio, las subdivisiones corticales filogenéticamente más an-
corteza) se toman más prominentes. Todos estos cambios sugieren tiguas, que incluyen las áreas implicadas en la recepción de la in-
un grado moderado de atrofia o reducción del tejido cerebral du- formación sensorial directa, así como la corteza motora, se ven me-
rante el envejecimiento normal. Las conexiones entre neuronas se nos afectadas. La corteza prefrontal, una subdivisión del lóbulo
hacen cada vez más escasas (un proceso conocido como «desarbo- frontal que se encarga de la planificación compleja y la organiza-
rización»), e igualmente disminuye la densidad de sinapsis (los ción en el tiempo de conductas complejas, es la más castigada por
contactos donde se produce la transmisión de señales entre neuro- el envejecimiento.
nas): ~l flujo sanguíneo al cerebro se hace menos abundante y el Una relación parecida se establece entre el desarrollo ontogéni-
sumlmstro de oxígeno, menos generoso. co (el que se produce durante la vida) y el deterioro: las estructuras
El envejecimiento afecta tanto a la materia blanca como a la cerebrales que más tardan en desarrollarse en los estadios de creci-
materia gris. En la materia blanca aparecen pequeñas lesiones fo- miento del organismo son las primeras en sucumbir al deterioro
cales que a menudo reciben el nombre de hiperintensidades en la que trae la edad. A la hora de evaluar la vulnerabilidad relativa de
jerga técnica radiológica de la RM. En la mayoría de los casos las distintas estructuras cerebrales, el destino de las vías que se pro-
«hiperintensidades» relacionadas con la edad son reflejo de proble- yectan desde y hacia esas estructuras es especialmente instructivo.
mas vasculares, pero también pueden ser causadas por la desmieli- Por ello, la cronología de la mielinización de las vías es un marca-
nización de vías neuronales. Con la edad tienden a acumularse. La dor útil tanto del desarrollo como del deterioro. Visto bajo esta luz,
r~l~ción entre estas lesiones de la materia blanca y el deterioro cog- cuanto más tiempo tarde en mielinizarse una vía, más susceptible
mtIvo no es una simple relación linear, sino que presenta umbrales. será la correspondiente estructura ante los efectos del envejeci-
Hasta cierto punto se mantienen benignas, pero cuando su volumen miento. Una vez más, la corteza prefrontal se nos presenta como la
60 La paradoja de la sabiduría Las estaciones del cerebro 61

encuentra justo enfrente del hipocampo en la cara interna de cada


lóbulo temporal, y es importante en la experiencia y expresión de
las emociones.
Curiosamente, el hipocampo no se ve afectado por el envejeci-
miento en otras especies de mamíferos, como los monos y los roe-
dores. Quizá no sea más que una coincidencia, pero también es po-
sible que las presiones evolutivas hayan favorecido un cerebro
humano con un hipocampo afectado de ligero deterioro con la
edad. Para aquellos que poseemos una fe ilimitada en la naturaleza
adaptativa de la evolución (aunque con la prudencia necesaria para
no caer en un marco mental abiertamente teleológico), ¿cuál podría
ser la naturaleza de esas presiones? Sólo como una posibilidad dig-
na de consideración, creo factible que esté relacionada con el hecho
de que los humanos dependemos mucho más que otras especies de
moldes cognitivos previamente adquiridos. Quizá un cerebro hu-
F.IG~RA 5. Mapa de las regiones del cerebro afectadas por el enveje-
mano, a diferencia del de un mono o un roedor, al envejecer se be-
cimiento. Cuanto más oscuro el gris, más susceptible es la estructura a los
efectos del envejecimiento normal. neficie de una moderación en la formación excesiva de nueva in-
formación que, de algún modo, compita con los moldes existentes.
Otro hallazgo importante es la diferencia en la vulnerabilidad
más vulnerable, en especial su subdivisión dorso/atera/. Los cam- relativa de varias estructuras cerebrales durante el envejecimiento
bios en los lóbulos frontales conllevan el deterioro tanto de la ma- normal y la demencia. Al contrario de lo que ocurre durante el en-
teria gris como de la materia blanca, además de la disminución de vejecimiento normal, en la enfermedad de Alzheimer el hipocampo
los principales neurotransmisores (las sustancias químicas que se y la corteza heteromodal posterior de los lóbulos temporal y parie-
encar~an ~e la transmisión de señales entre neuronas): dopamina, tal se deterioran más rápidamente que el lóbulo frontal. Por ello,
norepmefnna y serotonina. Como ocurría con el desarrollo el des- una disparidad entre el deterioro de los lóbulos frontales y el hipo-
tino de los lóbulos frontales sirve de divisoria entre la segu~da y la campo en una imagen de RM de un cerebro en fase de envejeci-
tercera estación del cerebro, entre el estadio de madurez y las fases miento puede informarnos de si éste experimenta un proceso nor-
de envejecimiento.
mal de envejecimiento o si presenta señales incipientes de la
Fuera de la neocorteza, el hipocampo y la amígdala sólo se ven enfermedad de Alzheimer.
afectados de forma moderada por el envejecimiento, mucho me- El destino de diversas estructuras subcorticales suele seguir el
nos que los lóbulos frontales. El hipocampo, que se encuentra en mismo principio jacksoniano de «evolución y disolución». Los
la cara interna del lóbulo temporal de cada hemisferio, es impor- ganglios basales y el cerebelo (ambos importantes para varios as-
tante en l~ f~rmación de nuevos recuerdos. La amígdala (una pala- pectos del control motor) se ven afectados moderadamente, al igual
bra que sIgmfica «almendra» en griego, pues tiene esta forma) se que el cerebro medio. La protuberancia o puente de Varolio (el área
62 La paradoja de la sabiduría Las estaciones del cerebro 63

del cerebro responsable del despertar básico) y el techo (tectum o El cerebro siempre joven
placa cuadrigémina, la primera estación para el procesamiento de
las impresiones sensoriales en el cerebro) se ven poco o nada afec- Esta espantosa letanía de cambios cognitivos ~dversos se h~ docu-
tados. mentado por el procedimiento de someter a sUjetos de estudIO a va-
¿Cómo se traducen estos profundos cambios de la anatomía ce-
n.os tests neuropsicológicos y comparar después los resultados
.. en
rebral en cambios en el funcionamiento del cerebro, en cambios función de grupos de edad. Resulta claro que los males cogmtIvos
cognitivos? Una vez más, son muchos los estudios realizados al que nos aquejan con la edad corren en paralelo a los males morfo-
respecto que documentan minuciosamente los cambios mentales lógicos y bioquímicos del cerebro. Parece que todo sean malas no-
adversos que acompañan al envejecimiento normal. Al parecer, ticias.
disminuye la velocidad global de las operaciones mentales, así Sin embargo, un examen más atento de la cognición durante el
como la de las funciones sensoriales (la capacidad de recibir im- envejecimiento nos lleva a concluir que la situación no es tan mala
presiones del entorno físico). Las funciones que dependen de los como parece. Hay un extraño fenómeno que no ha escapado a la
lóbulos frontales parecen fallar de manera especial. Entre éstas se atención de numerosos científicos. Pese al bien documentado y
incluye la inhibición mental, la capacidad de evitar distracciones o multiforme deterioro neurológico y cognitivo, es muy común que
de reacciones habituales, reflejas, a situaciones. También incluye las personas de edad avanzada se conduzcan con bastan~e compe-
la «memoria de trabajo», un término poco riguroso que emplean tencia tanto en situaciones cotidianas como en su trabaJo. Y esto
muchos científicos para referirse a la capacidad de conservar en hasta el extremo de que no es rara la asunción de importantes res-
mente cierta información durante el tiempo en que se realiza un ponsabilidades profesionales y ejecutivas, e incluso la realización
proceso cognitivo relacionado con esa información. Otra de las de grandes hazañas de creatividad científica o artística, o la ocupa-
funciones de los lóbulos frontales, la flexibilidad mental (la facul- ción de cargos de gobierno del más alto nivel. ..
tad de cambiar rápidamente de un proceso mental a otro y de un es- Los científicos suelen referirse a esta misteriosa habIhdad
tado mental a otro) también se ha comprobado que merma al enve- como «pericia cognitiva». Los mecanismos de esta habilidad han
jecer. permanecido oscuros durante años, y su examen será uno de lo.s ~e­
Ciertas formas de atención también resultan deterioradas, en mas centrales de este libro. Una vez afrontadas las malas notiCiaS
particular la atención selectiva (la facultad de identificar aconteci- .ha llegado el momento de considerar las buenas noticias que nos
mientos destacados del entorno y concentrarse en ellos) y la aten- ~rae la edad! Esta misteriosa pericia cognitiva, que tiene la extraña
ción dividida (la facultad de trasladar la atención entre varias acti- habilidad de resistir a los efectos indeseados del envejecimiento, se
vidades que se desarrollan en paralelo). La memoria tampoco sale relaciona con otros dos rasgos muy preciados que suelen asociarse
ilesa, en especial por lo que se refiere a la capacidad de aprender con la edad madura: la competencia y la sabiduría.
nuevos hechos (memoria semántica) y de formar recuerdos sobre Se plantea aquí una paradoja aparente. Y puesto que la pericia
acontecimientos específicos (memoria episódica). De hecho, la cognitiva, la competencia y la sabiduría no son fenómenos ex~ra­
erosión del aprendizaje nuevo es una de las primeras manifestacio- craneanos que floten sobre la cabeza como el halo de un santo, smo
nes del envejecimiento cognitivo. que son productos del cerebro, esta paradoja deviene un asunto de
64 La paradoja de la sabiduría

la neurobiología, una cuestión que deben acometer los neurocientí-


ficos. En los capítulos que siguen examinaremos el fenómeno de la 3
sabiduría y la competencia y a continuación pasaremos a conocer
su maquinaria neuronal. Pero primero echemos un vistazo a la pro-
pia paradoja y veamos cómo los cerebros tocados por el envejeci-
miento y la neuroerosión pueden, sin embargo, ser capaces de una Mentes viejas y fuertes
muy sólida cognición. A este fin repasaremos las vidas de varios a lo largo de la historia
personajes históricos de distintos ámbitos de la experiencia huma-
na.

Logros tardíos

L OS humanos se cuentan entre las relativamente pocas especies


que, por término medio, sobreviven bastante tiempo pasada su
edad de procrear. ¿Por qué la evolución se las ha arreglado (perdón
por el giro antropomórfico y teleológico de la frase) para alargar la
vida de individuos que ya no pueden contribuir a la propagación de
la especie por medios biológicos? ¿Qué presiones evolutivas pue-
den explicar este extraño fenómeno? Una posibilidad es que los in-
dividuos viejos contribuyan de forma esencial a la supervivencia de
la especie por otros medios, y en particular mediante la acumula-
ción de conocimiento y su transmisión a las nuevas generaciones
por medios culturales como el lenguaje. Aunque obvia para los es-
tudiosos, ésta es una cuestión que la cultura popular suele pasar por
alto.
En nuestra cultura, el vigor mental suele asociarse con la ju-
ventud, y el deterioro mental, con el envejecimiento. A menudo se
rechaza la capacidad creativa de los mayores. Jaan, el hijo de dieci-
nueve años de uno de mis amigos, resumió este prejuicio cultural
de forma emblemática: «¡Me sorprende que gente tan mayor como
usted o mi padre sean capaces de aprender algo nuevo!». Que su
padre haya sido uno de los más influyentes innovadores de la edu-
66 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 67

cación en Europa, rector de una importante universidad, candidato su nombre. La vida de Antoni Gaudí i Cornet (1852-1926), el gran
a presidente y, en el momento en que escribo esto, miembro desta- arquitecto visionario catalán, siguió una trayectoria parecida. Co-
cado del parlamento de su país en el norte de Europa, al parecer no menzó la gran obra de su vida, la catedral de la Sagrada Familia de
basta para impresionar al joven. Barcelona, en la que explora formas arquitectónicas por entonces
En la actualidad, esta desdeñosa manera de pensar está siendo sin precedentes en la tradición occidental, a una edad relativamen-
puesta en entredicho por numerosos ejemplos de personas de éxito te joven. Pero el proyecto culminó hacia el final de su vida, cuando
y además innovadoras, de edad relativamente avanzada como s~ centró sus esfuerzos exclusivamente en su amada Sagrada Familia.
padre, el amigo de su padre (o así quiero pensarlo) y muchos (qui- Gaudí murió en un accidente de tranvía cuando se encontraba en la
zá la mayoría) de los lectores de este libro. Es un hecho tan obvio cima de su poder creativo, a la edad de setenta y cuatro años; la ca-
ampliamente aceptado y apoyado por tantos ejemplos que no mere~ tedral quedó inconclusa. En Estados Unidos, Anna Mary Robert-
ce la pena extenderse en su defensa. Ofrecerlo desde un ángulo li- son (1860-1961), más conocida como Grandma Moses, comenzó a
geramente nuevo para presentarlo después como una pasmosa re- pintar con más de setenta años de edad, y para cuando sus cuadros
velación sería un insulto a la inteligencia del lector. Me entretendré de escenas rurales empezaron a ser reconocidos ya rozaba los
eso sí, en dos aseveraciones menos obvias que, en todo caso refor~ ochenta. Grandma Moses siguió pintando hasta el final de su larga
zarán la premisa. ' vida y hoy se la reconoce como una de las más destacadas artistas
La primera es que no sólo es posible mantener una vida mental del arte naif americano.
vigorosa durante toda la vida, sino que en algunas personas ésta al- En un área de conocimiento muy distinta, Norbert Wiener
canza su punto álgido a una edad bastante avanzada. Llamo a estos (1894-1964) desafió su propio adagio según el cual «las matemáti-
individuos personas de logros tardíos. La historia rebosa de ejem- cas son, en muy gran medida, un juego para jóvenes». Wiener es el
plos de grandes genios creativos y líderes políticos que alcanzaron padre de la cibernética. Al postular la existencia de principios uni-
su cenit con más de sesenta, setenta o incluso ochenta años de edad. ficadores de la compleja organización que subyace a todos los sis-
En todos los campos del saber y el hacer, desde la literatura a la ar- temas biológicos y artificiales, influyó en el desarrollo de una gran
quitectura, la pintura, la ciencia o la política, se hallan ejemplos de parte de la ciencia contemporánea. Mezcla única de matemático y
individu~s nota?les que a una edad avanzada alcanzaron logros que filósofo, Wiener publicó Cibernética a la edad de cincuenta y cua-
hoy aso~Ia~os mseparablemente a su nombre. A continuación pre- tro años, y su segunda obra más importante, God and Golem, ¡nc.,
sento seIS ejemplos que ponen en entredicho el arraigado prejuicio a los setenta años. La actual ciencia de los principios generales que
c.ultural que nos lleva a pensar que el envejecimiento equivale inva- gobiernan los sistemas complejos, la «ciencia de la complejidad»,
fiablemente a la decadencia mental. debe sus fundamentos en buena parte a las ideas de Wiener, muchas
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), el gran escritor ale- de las cuales formuló a una edad avanzada.
mán, es un claro ejemplo de una vida dedicada a la literatura con Los ejemplos de la ascensión a los pináculos del liderazgo polí-
frutos tardíos. Publicó la primera parte de Fausto con cincuenta y tico no son menos notables. Golda Meir (1898-1978) ocupó el car-
nueve años de edad y la segunda, con sesenta y tres. Goethe fue un go de primera ministra de Israel de 1969 a 1974, guiando a su país
autor prolífico durante toda su carrera literaria, pero es Fausto, su en la superación de graves crisis. Asumió su cargo a la edad de se-
logro más tardío, la obra que durante siglos ha sido sinónimo de tenta y un años, una edad mayor que la que tenía Winston uwrchill
68 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 69

al comenzar su primer mandato como primer ministro (sesenta y de senilidad y, en ocasiones, de principios de demencia. Esto es
cinco) o Ronald Reagan al comenzar su primera presidencia (se- cierto tanto en la política como en el arte, y posiblemente también
senta y nueve). Hacia el final de su vida se la conocía como «Ma- en la filosofía y la ciencia.
dre de Israel». Nelson Mandela (1918-), uno de los personajes po- Leer sobre la influencia que sobre nuestra historia y cultura han
líticos más persuasivos del siglo xx, ejerció de 1994 a 1999 de ejercido individuos en varios estadios de deterioro neurológico o
primer presidente de Sudáfrica democráticamente elegido. Mande- principios de demencia quizá resulte divertido, pero el simple reco-
la asumió el cargo de presidente a la edad de setenta y seis años con nocimiento de sus enfermedades mentales no debe distraemos de
una claridad mental y una fuerza de personalidad que veinte años una cuestión mucho más interesante: ¿qué atributos de su mente
de prisión no habían logrado menguar. Mandela contribuyó a dar compensaron los efectos de la erosión neurológica y preservaron su
forma a la nueva identidad de su país, y en el momento de escribir poder y eficacia mentales, su capacidad para influir en la cultura o
esta obra sigue siendo el símbolo de una Sudáfrica libre. la política y para dominar sus mundos? En buena medida, esta
Podría pensarse que los logros creativos a edad avanzada, las ci- compensación se puede atribuir a un variado arsenal de mecanis-
mas creativas incluso hacia el final de la vida, que quedan ejempli- mos de reconocimiento de patrones formados en su cerebro déca-
ficados con los seis casos aquí constatados no son más que el fruto das atrás.
de una buena suerte genética, que algunas personas tienen la fortu- Según la etimología de la palabra, «demencia» vendría a ser
na de preservar su agudeza mental hasta bien entrada la vejez, que «pérdida de mente»; es una palabra cruel, inmisericorde y conde-
aunque estos ejemplos sean alentadores, no son sorprendentes por- natoria donde las haya que implica un grado significativo de pérdi-
que toda distribución aleatoria tiene sus casos extremos. Pero ahora da cognitiva. La connotación es la de un umbral traspasado, sin
estamos listos para llegar a una segunda conclusión, esta vez verda- vuelta atrás. Por todo ello, la palabra «demencia» debería usarse
deramente inesperada, que me lleva a mi segunda aseveración. muy comedidamente. En realidad, la mayoría de las demencias se
Mi segunda aseveración es que incluso una pérdida parcial de la desarrollan de manera gradual y, de hecho, bastante lentamente. El
potencia mental no comporta necesariamente una «condena cogni- declive se prolonga durante varios años, en ocasiones hasta una dé-
tiva», que una persona puede continuar siendo creativa y cognitiva- cada y media, y en algunos casos aislados durante un período in-
mente competente en algunos sentidos importantes incluso cuando cluso más largo. No se produce una transición de la lucidez plena a
ya se ha producido un deterioro cognitivo mensurable, y quizá in- la pérdida total de la mente de golpe, de la noche a la mañana.
cluso con principios de demencia. Califico a estos individuos de Como tampoco es cierto que la demencia afecte a todas las faculta-
mentes erosionadas pero todavía potentes. La idea de que una per- des mentales al mismo tiempo. En la mayoría de los casos el pro-
sona en un estadio inicial de un proceso de demencia sea capaz de ceso afecta en un principio sólo a algunas de éstas, mientras que
realizar contribuciones importantes a la vida cultural o política de la otras se salvan durante algún tiempo, a menudo de años. A la larga,
sociedad puede parecer a primera vista peregrina, pero un examen sin embargo, la enfermedad se extiende. Durante los primeros esta-
cuidadoso de la historia nos lleva a esta asombrosa conclusión. Al- dios del proceso, el individuo afectado todavía está en posesión de
gunas de las decisiones políticas de mayor calado (constructivo o la mayoría de sus facultades mentales y puede estar capacitado para
destructivo) y algunas de las creaciones artísticas más perdurables desarrollar actividades complejas, incluso actividades intelectuales
fueron el fruto de mentes tocadas por efectos bien documentados exigentes, durante varios años. Aunque la persona se halle al borde
70 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 71

de una pendiente que lo arrastrará, a veces inexorablemente, hasta pueblos anteriores, un vestigio ~e las tribu.s ~ue habitaban en ~l
la demencia total, todavía se encuentra lejos de ser un demente, y continente antes de que se produjesen las dIstmtas oleadas de mI-
así será durante años. Además, no todos los casos de trastorno cog- graciones y conquistas que cambiaron su complexión étnica y lin-
nitivo leve evolucionan hasta la plena demencia, de modo que exis- güística. El País Vasco es también tristemente conocido, ~ás re-
te una diferencia entre el proceso hacia la demencia y la demencia cientemente, por su desestabilizador y ocasionalmente vIOlento
propiamente dicha. Así lo han reconocido desde hace tiempo médi- movimiento independentista, por más que para un turista ésta sea
cos y psicólogos, que han descrito minuciosamente las distintas fa- una noción abstracta, ya que no experimentará ningún sentimiento
ses del deterioro mental. palpable de amenaza. Al contrario, la capital de Guipúzcoa, San
Ya he señalado que un mente equipada con un amplio abanico Sebastián, es uno de los centros turísticos de playa más famosos de
de sistemas de reconocimiento de patrones formados con anteriori- toda Europa: Donostia es sinónimo de barcas, sol, excelentes res-
dad puede resistir los efectos de la neuroerosión durante un largo taurantes y búsqueda sibarítica de la buena vida. Esta área acoge
tiempo. En los capítulos que siguen discutiremos los mecanismos también una tradición única de escultura monumental asociada en
cerebrales responsables de esta protección. Pero primero examine- particular con los nombres del gran escultor vasco Eduardo Chilli-
mos el fenómeno en sí a fin de despejar de la mente del lector toda da (1924-2002) y de su sempiterno rival Jorge Oteiza (1908-2003).
duda sobre la posibilidad de estar neurológicamente afectado por el En una visita reciente a San Sebastián, la conversación durante
envejecimiento y ser al mismo tiempo cognitivamente capaz, por la cena giró en tomo a Chillida, que aquel mismo año había falleci-
inverosímil que esto parezca. do con setenta y ocho años de edad. Mis anfitriones, unos neurólo-
A lo largo de la siguientes páginas comentaré la vida de varios gos de un centro médico local, me explicaban cómo habían trans-
artistas y políticos destacados a los que la vejez afectó cognitiva- currido a su cuidado los últimos días de la vida del famoso escultor,
mente pero que, no obstante, lograron dejar su impronta (para bien aquejado de un estado avanzado de demencia por enfermedad de
o para mal) en la historia y la cultura. Describiré sus enfermedades Alzheimer. Según me contaron, Chillida había vivido totalmente
neurológicas y las primeras señales de decadencia mental en un incapacitado durante el último año de su vida, con la mente nubla-
momento de grandes logros. Comenzaremos con las vidas de dos da por la enfermedad.
de los más grandes artistas del siglo xx. A la mañana siguiente nos acercamos hasta el famoso museo
Chillida-Leku, un parque de esculturas que alberga la mayor colec-
ción de obras de Chillida. Este vasto predio comprende las tierras
Arte y demencia del caserío Zabalaga, una casona del siglo XVI que Chillida convir-
tió en su residencia y en cuyas tierras ajardinadas colocó numero-
A lado y lado de la frontera entre España y Francia se extiende el sas esculturas. Las obras de Chillida son monumentales y en su ma-
País Vasco, una tierra que siempre ha estado envuelta en el miste- yor parte abstractas. Utilizó metal, mármol, piedra y madera para
rio. La misma lengua vasca, el euskera, es única, distinta de cual- crear formas no figurativas, pero muy evocadoras, que funden de
quier lengua indoeuropea y de origen incierto. El pueblo vasco des- forma mágica su ciclópea escala con el carácter personal e íntimo
ciende, según se cree, de la población más antigua que ocupó de los sentimientos que transmiten. Mientras paseaba entre las gi-
Europa, emparentados con los celtas o incluso, posiblemente, con gantescas formas sentía una inasible similitud entre estas esculturas
72 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 73

contemporáneas y Stonehenge. Me parecían intemporales, como La conmovedora historia de Eduardo Chillida tiene su equivalen-
inspiradas por la misma musa, o al menos por el mismo linaje de mu- te en la de otro artista contemporáneo y estadounidense, Willem de
sas. Tanto vascos como celtas son herederos directos de los pueblos Kooning (1904-1997). Holandés de origen, pero afincado en Estados
más antiguos de Europa, empujados hacia los márgenes más occi- Unidos desde 1926, cuando llegó a este país con veintidós años de
dentales del continente por la fuerza de sucesivas oleadas de inva- edad, De Kooning personifica como nadie el arte estadounidense del
sores. ¿Acaso su historia compartida se traducía en una misma sen- siglo xx. Su carrera como artista y escultor ocasional se extendió du-
sibilidad artística que trascendía los cuatro milenios que separaban rante tres cuartas partes del siglo. De Kooning fue un artista verda-
a los druidas de Stonehenge de los vascos de nuestros días? ¿Aca- deramente original que contribuyó a abrir nuevos caminos en la pin-
so una tradición antigua había hallado expresión moderna en las tura. Ser original era la esencia de su identidad. «Nada crece a la
obras de Chillida y Oteiza? La idea, que me divertía, rondaba pla- sombra de un gran árbol», le dijo en una ocasión a un estudiante al
centeramente por mi mente mientras paseaba entre las esculturas preguntarle éste por qué razón nunca había estudiado con un artista
del jardín. famoso. Él mismo se convirtió en un «gran árbol» que, a despecho de
Fue entonces cuando comencé a percatarme de que en algu- su propia admonición, alentó el crecimiento de toda una escuela
nas de las placas que acompañaban a las esculturas, de hecho en de pintura. Partiendo de una inicial fascinación por el cubismo y a
bastantes de ellas, figuraban fechas de mitad de la década de través de unas fases de transición en que pintó, según él mismo ex-
1990, de finales de los noventa, incluso del año 2000. Como se plicaba, unos cada vez más abstractos «hombres sosegados» y, des-
sabe, la enfermedad de Alzheimer no ataca de forma súbita, sino pués, «mujeres salvajes», De Kooning evolucionó hasta fundar lo
que provoca un deterioro gradual, una caída lenta hacia el vacío que desde entonces se conoce como «expresionismo abstracto».
mental que se prolonga durante años, no meses. Una persona en Hacia finales de la década de 1970, la pérdida de memoria de De
un estado avanzado de demencia en 2001, como al parecer era el Kooning se hizo evidente para quienes le rodeaban. Como suele ocu-
caso de Chillida, sin duda debía estar ya afectado por el progreso rrir, su amnesia afectaba sobre todo a los recuerdos de eventos relati-
de la enfermedad a finales de los noventa, y probablemente ya a vamente recientes mientras dejaba intacta su memoria del pasado le-
mediados de esa década. Y, sin embargo, me hallaba rodeado de jano, un fenómeno bien conocido por neuropsicólogos y neurólogos,
obras maestras que cualquier conservador de cualquiera de los que se refieren a él con la torpe y dificultosa expresión de «gradiente
grandes museos del mundo daría todo y más por adquirir... crea- temporal de amnesia retrógrada». Pero es posible que también los re-
das por un artista probablemente aquejado de la enfermedad de cuerdos lejanos sucumbiesen a medida que avanzaba su enfermedad.
Alzheimer. Su biógrafo Hayden Herrera relata una ocasión en que De Kooning se
Cuando compartí con mis anfitriones estas observaciones sobre vio incapaz de reconocer a un buen amigo de muchos años. El diag-
la cronología de las obras, se quedaron tan perplejos como yo. No nóstico de la enfermedad de Alzheimer no tardó en producirse.
abundamos más en el asunto, pero la imagen de un envejecido ar- No obstante, el viejo maestro continuó pintando, ocupado todo
tista, que pierde la memoria aunque no los secretos de su oficio y el día en su estudio, completando a veces varios cuadros en una mis-
que triunfa, siquiera temporalmente, sobre la enfermedad a través ma semana. «Un cuadro acabado es un aviso de qué no hacer maña-
del arte, se me quedó grabada y me rondó por la cabeza durante me- na», bromeó en una ocasión a la edad de ochenta y un años. (Quizá
ses después de la visita. su memoria estuviera erosionada, pero ciertamente no su ingenio.)
74 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 75

El arte de De Kooning siguió evolucionando incluso hacia el fi- Antes de discutir más a fondo qué es lo que hace esto posible, de-
nal de su carrera. A principios de los ochenta su pinceladas se hi- jémonos asombrar por la fuerza de estos simple hechos, sea cual
cieron más amplias y más tarde, hacia el final de la misma década, sea su explicación.
sus cuadros comenzaron a adquirir lo que su biógrafo y amigo Ed-
vard Lieber denominaba «formas hiperactivas», pinceladas curvas
ocasionales, de forma ondulada y color intenso. De Kooning, ya Liderazgo y demencia
bien entrado en sus ochenta, era consciente del cambio: «He vuel-
to a una paleta completa de tonos abigarrados. Antes trataba de co- Para apreciar en toda su magnitud la fuerza de estos hechos, deje-
nocer lo que no conocía; ahora trato de no conocer lo que conoz- mos constancia también de su naturaleza universal. El arte no es el
co». Este cambio fue algo más que una mudanza de estilo. Para De único ámbito en el que los maestros retienen su toque único pese a
Kooning, su obra siempre había sido un medio para comprender el los atroces efectos de los diversos trastornos cerebrales asociados
sentido profundo de las cosas y de su propia experiencia, y no la al envejecimiento. Ocurre también, por ejemplo, en el ámbito de la
simple elaboración de un conjunto de formalismos. «El estilo es un política y el arte de gobernar. Pisamos ahora un territorio moral-
fraude .... Desear construir un estilo es disculparse por la propia an- mente agnóstico. Mientras que los grandes artistas se recuerdan por
siedad», había escrito De Kooning muchos años antes. la calidad de sus obras, los gobernantes y políticos importantes
Entonces, ¿qué cambios de la experiencia humana de De Koo- pueden ser, por lo menos en tanto que personajes públicos, igual
ning aparecen reflejados en su obra? ¿Qué papel desempeñó su héroes que villanos, cuando no una enmarañada yuxtaposición de
cognición en la evolución de su arte? ¿Fue un efecto de decadencia ambos. Examinaremos a continuación ejemplos de todos estos ca
o de ascendencia? ¿O acaso una compleja mezcla de ambos? sos en personas que han gobernado a pesar de su deterioro cogniti-
El cambio que se produjo en la obra de De Kooning no escapó vo e incluso con principio de demencia.
a la mirada de los críticos de arte, que lo vieron como una evolu- «De las virtudes del estado, la primera que salta a la vista es la
ción y no como una regresión, como el ascenso hasta un nuevo ni- sabiduría», escribió Platón en La república. ¡Ojalá! Solemos ima-
vel de comprensión y conocimiento. «Los ritmos son más delibera- ginar a los ricos y poderosos como si estuvieran exentos de las le-
dos, meditados incluso, y el espacio más abierto ... prevalece un yes de la naturaleza, incluidas las leyes de la física y la biología.
nuevo orden, una nueva calma.... De Kooning ha purificado su pin- Más aún, los ricos y poderosos probablemente sean los primeros en
celada, lo que antes había sido la quintaesencia de la sensualidad se creerlo. Es lo que con benevolencia se conoce como «autoconfian-
toma ahora inmaterial, etéreo, el trazo velado de sus orígenes físi- za sin límites» y, con menos benevolencia, como «arrogancia».
cos», escribió David Rosand. «De Kooning, que nunca se había Pero con independencia de lo que ocurra con otras leyes natu-
alejado demasiado de la naturaleza, hoy más que nunca está cerca rales, lo cierto es que los procesos biológicos causantes de demen-
de ella», escribió Vivien Raynor en el New York Times. cia no discriminan por la riqueza, el poder o siquiera la rectitud mo-
He aquí, pues, las historias de dos grandes maestros del siglo xx, ral. Apenas comenzamos a comprender las causas biológicas de la
Eduardo Chillida y Willem de Kooning, que lograron crear arte de demencia y los procesos por los cuales despoja a la mente de sus
la más alta calidad pese al progreso de la enfermedad de Alzheimer, facultades, convirtiendo hasta al más brillante intelecto en un cas-
que tan devastadores efectos tuvo en otros aspectos de sus vidas. carón vacío, en la ruina incoherente y confusa de un ser humano.
76 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 77

Son muchas las fonnas de demencia que existen. Algunas causan la Éste puede parecer un juicio apresurado, incluso gratuito, pero
atrofia gradual del cerebro; otras, un cúmulo de pequeños ataques yo estaba más preparado para emitirlo que la mayoría de la gente:
de apoplejía; y, para colmo de males, no es raro que se presenten habida cuenta de que ejerzo de neuropsicólogo con (entonces) caSi
entremezcladas. Todas las demencias son azotes que no discrimi- veinte años de experiencia clínica y con una reputada habilidad
nan; erosionan la mente de varios modos, todos insidiosos, sin que para el diagnóstico, y que me gano la vida estudiando, diagnosti-
de ellas se salven los ricos, los poderosos o los rectos. Sorprende co- cando y tratando varias de las enfennedades cerebrales que afectan
nocer cuántas decisiones que han cambiado la historia fueron toma- a la mente. También por entonces investigaba, publicaba artículos
das, o están siendo tomadas, por mentes erosionadas, incluso demen- científicos y escribía libros sobre el cerebro y la mente, y sobre las
tes, ante la mirada confiada de ciudadanos cautivados por el poder. muchas fonnas en que ambos pueden deteriorarse. La incoheren-
Estos pensamientos cruzaron mi mente por primera vez hace cia que tanto me sorprendió en las respuestas de Reagan hubiera
muchos años, mientras hacía un diagnóstico de Ronald Reagan. hecho que levantara mis antenas de diagnóstico viniendo de cual-
Siendo un refugiado de la Unión Soviética, era una rara avis entre quier persona, y Ronald Reagan no estaba exento. .
mis amigos de la intelectualidad liberal de Nueva York por mi ad- Mi intuición acerca de Reagan se vio reforzada poco tiempo
miración hacia Reagan, el hombre que había ayudado a derribar el después, durante el último día de su presidencia, mientras miraba en
«imperio del mal» del que yo mismo había huido media vida atrás. la televisión la inauguración del mandato de George Bush. Reagan
Por eso, cuando me asaltó la sospecha de que Reagan sufría de- caminó ante la guardia de honor de camino a la imponente butaca de
mencia no pude de ningún modo alegranne, sino que me preocupé piel dispuesta para él, se dejó caer en la silla y de inmediato se dur-
profundamente. Eso fue mucho antes de que la enfennedad de Al- mió, dejando que su cabeza se inclinara sobre su pecho. «¡Adiós al
zheimer que sufría Ronald Reagan se hiciese pública, o siquiera tronco encefálico!», me dije, en alusión a la parte del cerebro que se
objeto de especulación pública. De hecho, fue mucho antes de que ocupa de mantener el estado de alerta que requieren muchas activi-
Reagan dejase la Casa Blanca. dades mentales. En aquel momento estaba convencido de que una
En algún momento de su segundo mandato, Reagan fue entrevis- parte importante del segundo mandato de Reagan se había desarro-
tado por un periodista acerca del caso Bitburg, ocurrido en 1985 llado a la sombra de una gradual caída hacia la demencia.
cuando Reagan había participado en la colocación de una corona en Mi conclusión de que Ronald Reagan sufría la enfennedad de
un cementerio lleno de guardias de las SS nazis, en contra de la opi- Alzheimer o alguna otra afección parecida que también provoque
nión de sus asesores. Daba la impresión de que el presidente esta- demencia, quedó sellada al poco tiempo de que dejara la presiden-
dounidense estuviera siendo manipulado por el entonces canciller de cia pero bastante antes de que se produjeran las primeras declara-
Alemania occidental, Helmut Kohl, que necesitaba este gesto para ciones oficiales al respecto. Al escuchar las entrevistas a Reagan
sus propios fines políticos. Mientras miraba la entrevista en la televi- con respecto al escándalo Irán-Contra, me impresionó, me dejó ató-
sión, las respuestas de Reagan al periodista sonaban tan pasmosa- nito incluso, la sinceridad con la que negaba todo recuerdo de los
mente incoherentes que no pude por más que telefonear a mi amigo acontecimientos, el rostro confuso e incrédulo con que recibía
Jim Hughes, neurocirujano y aficionado como yo a la política inter- los eventos y los nombres de personas que le espetaban los entre-
nacional, y le espeté: «¡Reagan tiene Alzheimer!». Jim se rió, sin per- vistadores. En contra de la opinión de muchos comentaristas, yo es-
catarse de que lo decía en sentido literal, no en sentido figurado. taba convencido de que Reagan no fingía, que no intentaba escon-
Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 79
78 La paradoja de la sabiduría
des también comienza a desarrollarse la demencia en muchas
der nada. Con la confianza que otorgan años de experiencia clínica,
sentía que en verdad no recordaba nada. Ronald Reagan sufría ya personas.
La ilusión de que los semidioses que llegan a las más altas cum-
de un principio de demencia.
bres de la sociedad humana de algún modo pueden librarse de la in-
Desde luego, mi diagnóstico a través de la televisión no tardó en
dignidad de la ruina del cerebro no es más que eso: una ilusión. La
verse confirmado por el diagnóstico «oficial» emitido en 1994 por
demencia actúa sobre la base de la edad y la vulnerabilidad genéti-
la clínica Mayo y por la revelación de los factores hereditarios de
ca igual que cualquier otra enfermedad física. La demencia es una
riesgo de Reagan (tanto su madre como su hermano mayor habían
enfermedad física asociada con la vejez que afecta al cerebro, del
sufrido demencia). La valiente admisión por parte del antiguo pre-
mismo modo que la insuficiencia coronaria es una enfermedad físi-
sidente de su propia enfermedad le valió mi respeto y el de muchas
ca de la vejez que afecta al corazón. La mente no se libra de las le-
otras personas. ¿Indicaban mis primeras observaciones sobre Ro-
yes fundamentales de la decadencia biológica.
nald Reagan un estado patente de demencia, o pertenecían todavía
Podría pensarse que las personas que llegan a lo más alto son
a esa zona gris de «neuroerosión» o «trastorno cognitivo leve», el
individuos más brillantes que la mayoría de la población, algo que
pródromo de la demencia, la avanzadilla de lo que había de llegar?
probablemente sea cierto en muchos casos. Pero la historia está re-
En último análisis, ésta es una cuestión más semántica que de sus-
pleta de casos de individuos dotados de un gran poder intelectual
tancia, ya que hablamos de un deslizamiento gradual sin soluciones
que sin embargo han sucumbido a la demencia al final de sus vidas
de continuidad, sin una transición abrupta, un proceso de deterioro
por razones genéticas o por factores ambientales que todavía no
que llegó a su fin en 2004, diez años después del diagnóstico «ofi-
comprendemos bien. Pero en contra de lo que quisiéramos creer, un
cial» de demencia y considerablemente más tarde del momento en
estado social elevado no les ofrece protección alguna frente a estas
que la enfermedad comenzó a instalarse.
afecciones, como tampoco, según averiguaremos, el hecho de po-
seer una elevado intelecto.
Intuitivamente es plausible, y sin duda «deseable» desde una
Héroes y villanos
perspectiva teleológica, que las grandes mentes estén protegidas
frente al deterioro. De hecho, durante la última década la neuro-
Mi estudio clínico de Ronald Reagan a través de la televisión
ciencia ha experimentado un cambio de paradigma suscitado por la
nos lleva a una cuestión mucho más amplia. Su caso no es de
acumulación de indicios de que una vida mental vigorosa reestruc-
ningún modo único. La paradoja de la sociedad humana es que
tura el propio cerebro y ayuda a protegerlo de la corrupción física.
la edad de acceso a las cumbres del poder de nuestras institucio-
(Profunidizaremos en esto en capítulos posteriores.) Pero otros fac-
nes políticas, culturales y de negocios es también la edad en que
tores, como la herencia genética, son menos maleables, al menos
comienzan muchas de las formas de deterioro neurológico. Un
por el momento.
gran número de los líderes políticos del mundo son hombres y
La historia de la ciencia y la filosofía está igualmente repleta de
mujeres de más de sesenta y hasta más de setenta años de edad.
conmovedoras observaciones de la decadencia de grandes mentes.
y si bien aceptamos como un hecho que a esta edad se acumulan
Isaac Newton, Immanuel Kant y Michael Faraday sufrieron una
de forma inevitable una gran variedad afecciones físicas, la so-
drástica pérdida de memoria al envejecer. Entre los ejemplos más
ciedad en general no presta la debida atención a que a estas eda-
80 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 81

recientes, a Claude Shannon, el padre de la teoría de la informa- mas de demencia. Las fases iniciales de estas demencias a menudo
ción, le fue diagnosticada la enfermedad de Alzheimer hacia el fi- escapan a la detección de las personas no entrenadas para ello, in-
nal de su vida. cluso en el caso de líderes sometidos constantemente a la atención
Pero el declive mental de un científico es poco probable que pública. Pero es especialmente probable que no sean notadas en los
pueda llegar a provocar un desastre en la sociedad. Puede tener un regímenes políticos autoritarios, en los que el líder suele estar rela-
efecto retardador, al demorar en varios años, décadas o incluso ge- tivamente exento del examen público. El juicio, el autocontrol y
neraciones un gran descubrimiento o invención, pero difícilmente otras funciones mentales elevadas se ven afectadas primero de for-
tendrá un efecto catastrófico inmediato. Además, la mayoría de los ma sutil, pero cada vez de forma más patente, antes de que el indi-
grandes científicos gestan sus ideas más innovadoras en una fase viduo quede francamente desorientado, totalmente incapacitado, y
relativamente temprana de su carrera. Para cuando la demencia les sea del todo imposible ocultar su enfermedad mental ante la mira-
golpea, ya hace años que han hecho su contribución más original a da de observadores incluso lejanos.
la sociedad, de modo que su deterioro, por triste que sea a nivel per- El siglo pasado vio al timón de grandes naciones a algunos lí-
sonal, ya no tiene una gran relevancia histórica. deres afectados de «neuroerosión», de un proceso de demencia o
No ocurre así con los líderes políticos, con los poderosos esta- francamente dementes. La demencia, moralmente agnóstica, gol-
distas situados al timón de una gran maquinaria militar o estatal, pea igual a villanos que a héroes.
pues en este caso la edad del poder supremo se superpone con la Del lado de los villanos, Adolf Hitler sufrió síntomas graves de
edad en que comienza a manifestarse la pérdida cognitiva, y a su la enfermedad de Parkinson hacia el final de la segunda guerra
sombra pueden tomarse algunas decisiones cruciales. Las enferme- mundial. Según algunos, la pérdida de memoria también era paten-
dades mentales adoptan muchas formas, desde lo que yo llamo te. En contra de la creencia popular, la enfermedad de Parkinson no
«neuroerosión» leve hasta la demencia patente, pero la maquinaria es simplemente una afección del movimiento, sino que con fre-
mental de lo sublime y de lo ridículo es esencialmente la misma. cuencia causa algún grado de afección cognitiva e incluso demen-
Un líder mundial cuyas decisiones afectan a la vida (y la muerte) de cia. Existen otras enfermedades cuyos síntomas externos recuerdan
miles de personas utiliza la misma maquinaria mental que el dueño los de la enfermedad de Parkinson pero en las que cabe esperar que
de un colmado de barrio cuando decide qué marca de atún comprar se produzca una importante pérdida de facultades mentales. Entre
para la próxima semana. Esto significa que las consecuencias de un las más comunes se cuenta la demencia con cuerpos de Lewy, una
principio de demencia «leve», que puede ser imperceptiblemente enfermedad cerebral degenerativa asociada a la vejez. Con cincuen-
benigno en un tendero de barrio, puede quedar peligrosamen- ta y seis años de edad, hacia el final de la guerra, es más que pro-
te magnificado en el caso de un líder mundial por el tremendo im- bable que Hitler sufriera la enfermedad de Parkison que la demen-
pacto que en su caso tendría una metedura de pata. cia con cuerpos de Lewy, pero en cualquier caso, sobre la base de
Reagan tenía unos setenta y pocos años en el momento de mis consideraciones epidemiológicas básicas, es muy probable que sus
primeras observaciones. A esta edad es estadísticamente posible facultades mentales se hallaran ya deterioradas. De hecho, uno de
que se manifieste la demencia de tipo Alzheimer, la demencia mul- sus consejeros personales, Albert Speer, ha escrito que la «apatía»,
tiinfarto (una enfermedad de los vasos sanguíneos que riegan el ce- «torpeza mental» y dificultad para tomar decisiones fueron afec-
rebro que provoca una multitud de pequeñas apoplejías) u otras for- tando cada vez más a Hitler durante la segunda mitad de la guerra.
82 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 83

Los otros grandes villanos del siglo xx tampoco se libraron. a intermitente el naciente estado soviético, entre apoplejías suce-
Durante los últimos años de su vida, Iosif Stalin, cuya extraordina- m .d
sivas, hasta 1923, y durante ese período sin duda estuvo aqueja o
ria memoria era bien conocida, comenzó a tener lapsos e incluso a de pérdida cognitiva.
olvidar los nombres de algunos consejeros cercanos. Se produjo También a Mao Zedong se le conocen excentricidades hacia el
una notable exacerbación de la paranoia de Stalin (un síntoma co- final de su vida. Sabemos que sufría de esclerosis lateral amiotrófi-
mún de la demencia), que se hizo todavía más peligrosa que antes ca (ELA), una enfermedad neurodegenerativa caracterizada po~ !a
para quienes lo rodeaban. Sus lugartenientes «estaban convencidos muerte de neuronas motoras. Esta dolencia, conocida ta~blen
de que Stalin se estaba volviendo senil», de acuerdo con Simon como enfermedad de Lou Gehrig, provoca la pérdida progresIva del
Montefiore. Tras la guerra, Stalin «no estaba del todo bien de la ca- movimiento y, en particular, la pérdida del control del aparato mo-
beza», según comentó, al parecer, Nikita Jruschov, una impresión tor del habla. Hacia el final de su vida la capacidad de Mao para c~­
compartida durante su visita por el líder comunista de Yugoslavia, municarse por medio del lenguaje era tan limitada que ~ra ~ráct1-
Milovan Djilas. El dominio de Stalin de la lengua rusa (que no era camente ininteligible. Pero ésta podría no ser toda la hIStO~la .. En
su lengua materna, pero que había llegado a usar con gran fluidez) contra de lo que solía creerse, los síntomas de la ELA no se hmltan
se deterioró y tenía dificultad para expresarse. La pérdida del do- a las dificultades motoras. Investigaciones recientes demues-
minio de una segunda lengua y la vuelta a la lengua de la infancia tran que en más de una tercera parte de los pacientes ~~ ELA. se
(en el caso de Stalin, el georgiano), es una consecuencia bien docu- produce una pérdida significativa de la capaci?ad cogmt1va: e m-
mentada de la demencia en las personas bilingües. Stalin sufría cluso la demencia franca (que afecta en partIcular a los lobulos
también episodios pasajeros de desorientación y vértigos, que son frontal y temporal, donde tienen su sede los ~rocesos d: o:den su-
síntomas comunes en las enfermedades cerebrovasculares. Monte- perior como la toma de decisiones y el lenguaJe) .. Esta perdIda cog-
fiore escribe además que en la primavera de 1952 Stalin fue exami- nitiva afecta a la flexibilidad mental, al razonamIento abstracto y a
nado por su «doctor veterano», Vladimir Vinogradov, quien con- la memoria.
cluyó que Stalin sufría «pequeños ataques de apoplejía y pequeños Pese a sus enfermedades mentales, Hitler, Stalin y Mao conti-
quistes en el tejido cerebral del lóbulo frontal». La autopsia del ce- nuaron al timón de sus respectivos «imperios del mal», como Alan
rebro de Stalin, realizada en 1953 tras su muerte a causa de una Bullock señala, hasta el final de sus vidas, sumando a la propensión
apoplejía (o, al decir de algunos historiadores, por envenenamien- a la vileza que les acompañó siempre el deterioro mental o la de-
to) demostró signos de arteriosclerosis de al menos cinco años de mencia incipiente.
duración. En la actualidad esta afección se denomina «demencia De las enfermedades mentales de la vejez tampoco se salvaron
multiínfarto incipiente». los héroes políticos del siglo xx. Woodrow Wilson sufrió un grave
El mentor de Stalin, Vladimir Lenin, posiblemente un villano ataque de apoplejía en 1911, durante su presidencia, y aunque. se
por derecho propio, también sufrió multiínfarto cerebral (una com- recuperó, lo hizo sólo parcialmente. Según sus bi~~ra:~s, tras el m-
plicación de una infección crónica de sífilis, según algunos histo- ferto cerebral fue otro hombre: su mente se V01VlO nglda, despro-
riadores). Padeció una serie de extenuante s ataques de apoplejía vista de matices, maniquea. Estos desafortunados rasgos que
entre 1922 y su muerte en 1924, que le provocaron una grave pér- acababa de adquirir le acompañaron los dos últimos años ~e su.m~­
dida del uso del lenguaje. Sin embargo, continuó dirigiendo de for- dato, minando su habilidad para lidiar con un congreso alSlaClOms-
84 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 85

ta y contribuyendo a la ruina de su política de la Liga de las Nacio- ces recogidos por Jenkins, el nivel de energía de Churchill durante
nes. su segundo mandato como primer ministro subía y bajaba rápida-
Franklin Delano Roosevelt cayó víctima de un ataque mortal de mente, lo mismo que su capacidad para concentrarse, escribir dis-
apoplejía, pero los ataques graves vienen precedidos por lo que hoy cursos o aprehender ideas complejas. Dedicaba una cantidad de
se conoce como enfermedad multiinfarto, que se caracteriza por la tiempo absurda al juego de pináculo, un esotérico juego del cartas.
acumulación gradual de miniataques de apoplejía. En tiempos de F. Sufrió una serie de ataques leves de apoplejía hasta que, en 1953,
D. Roosevelt no se conocía esta enfermedad, como tampoco se dis- todavía en el cargo de primer ministro, Churchill sufrió un ataque
ponía de pruebas diagnósticas capaces de ponerla de manifiesto grave que lo dejó postrado en una silla de ruedas durante largo
(como la TAC o la RM). Con todo, varios historiadores reputados tiempo, con dificultades para hablar. Aunque en términos neuroló-
han hecho notar el deterioro de las facultades mentales de Roose- gicos generales su recuperación fue buena, nunca volvió a ser el
velt y de su capacidad para tomar decisiones, así como su «nueva mismo, y quienes le rodeaban esperaban, con una mezcla de reve-
desgana por ponerse a trabajar en serio» durante la fase final de la rencia e impaciencia, que dimitiera de su cargo, lo que no fue fácil,
segunda guerra mundial. Es probable que sufriera un deterioro cog- pues usó todas las excusas que pudo para posponer la decisión has-
nitivo bastante tiempo antes del ataque de apoplejía que acabó con ta abril de 1955.
su vida. La historia política más reciente también está repleta de ejem-
y algo parecido le ocurrió al líder político del siglo xx que he plos del declive mental de políticos mientras todavía ocupan su car-
admirado más que a cualquier otro, Winston Churchill. Cuando fue go. Leonid Brezhnev, el líder que guió a la antigua Unión So-
elegido para su primer mandato como primer ministro de Gran Bre- viética durante el «período de estancamiento», fue en muchas oca-
taña, Churchill ya contaba sesenta y seis años y era, por tanto, ma- siones, hacia el final de su gobierno, no del todo coherente, con di-
yor que la mayoría de los otros grandes líderes políticos en el mo- ficultades para hablar y andares inestables. Dimitri Volkogonov, un
mento de acceder al poder supremo del estado. célebre historiador ruso y general condecorado cercano a los estra-
Los ocasionales lapsos mentales de Churchill durante la segun- tos más altos de la jerarquía política soviética, describe al Brezhnev
da guerra mundial han sido señalados por sus biógrafos, como Roy de sus últimos años en el cargo como un hombre «senil y confuso».
Jenkins, así como por sus colaboradores durante la guerra, como el La amiga de Reagan e ilustre sucesora de Churchill en el partido de
mariscal de campo Alanbrooke y otros, que a veces quedaban preo- los tories Margaret Thatcher anunció su retirada de la vida pública
cupados por el estado mental de su líder. Pero estos lapsos no le im- a raíz de una serie de «leves ataques de apoplejía»; probablemente
pidieron realizar su trabajo por lo general de manera brillante, aun- ya comenzaba a sufrir los primeros síntomas de debilitamiento
que con algunos momentos bajos. Churchill sufrió una primera cognitivo. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o Fran-
apoplejía leve en 1949, entre sus dos mandatos como primer minis- cia, en Gran Bretaña no existe un límite constitucional al número
tro. Durante su segundo mandato de 1951 a 1955, ya en la posgue- de mandatos de un primer ministro. En unas circunstancias dife-
rra, Churchill quedó, en las palabras memorables de Roy Jenkins rentes la Dama de Hierro podría haber continuado ganando elec-
(un biógrafo tan comprensivo que para sí lo quisiera cualquier per- ciones, y en ese caso su mandato al frente de la más antigua de las
sonaje público), «gloriosamente incapacitado para el cargo». democracias europeas hubiera coincidido en algún momento con el
De acuerdo con los testimonios de quienes lo rodeaban enton- principio de una insidiosa senilidad.
86 La paradoja de la sabiduría Mentes viejas y fuertes a lo largo de la historia 87

La última década del siglo xx nos trae nuevos ejemplos. Los Kahn sostienen que esta condición, y no el declive mental, es la
antiguos presidentes Boris Yeltsin de Rusia y Adburrahman Wahid norma. Los octogenarios y nonagenarios enérgicos, astutos, alertas y
(<<Gus Dur») de Indonesia son los dos casos más recientes de líde- mentalmente ágiles como el presidente de la Reserva Federal esta-
res políticos con principio de demencia y todavía al frente de na- dounidense, Alan Greenspan, o el célebre historiador Jacques Bar-
ciones importantes. Yeltsin era un alcohólico clínico y enfermo del zun, son ahora mis modelos. A menudo me pregunto si llegaré si-
corazón que probablemente sufrió los cambios irreversibles en el quiera a parecerme a ellos cuando sea viejo, si es que llego a viejo.
cerebro frecuentes en estas afecciones. Un jefe de Estado que se El caso es que algunos de los líderes mundiales más importan-
orina en el suelo de un aeropuerto extranjero ante la línea de digna- tes del siglo xx no disfrutaron, a lo que parece, de una buena vejez,
tarios que viene a recibirlo no está simplemente borracho. Abdu- al menos por lo que respecta a su cerebro. Bien al contrario, desde
rrahman Wahid de Indonesia, una de las figuras de la transición que un punto de vista neurológico las más altas personalidades, héroes
siguió a la caída de Mohamed Suharto, sufrió varios ataques de o villanos, que dominaron la escena política durante el siglo xx, en-
apoplejía graves que sin duda afectaron a su cerebro. Sus desvaríos vejecieron terriblemente mal.
era públicos y notorios.
Por mucho que las anécdotas históricas recogidas en este capí-
El servicio prestado por estos dos líderes a sus respectivos paí- tulo sean entretenidas, conviene no pasar por alto la idea principal,
ses fue una mezcla de bueno y malo. Ambos fueron conocidos por a saber, que pese a sufrir enfermedades mentales a veces significa-
su comportamiento errático, contradictorio y a menudo incoheren- tivas, la mayoría de esos líderes retuvieron el control. Aunque sin
te, un extraño reflejo del carácter de transición que tuvieron sus li- duda protegidos por capas y capas de asistentes y consejeros, la
derazgos. Dudo seriamente que Yeltsin o Wahid, o siquiera Brezh- mayoría de ellos, tanto héroes como villanos, se mantuvieron al ti-
nev, pasaran las evaluaciones neurológicas de demencia que de món de sus respectivos países como auténticos líderes, y no como
manera habitual se realizan en las clínicas geriátricas de Estados simples marionetas. La mayoría mantuvo el control de su gestión
Unidos.
casi hasta el final. Aunque tremendamente inverosímil a primera
Este repaso de las enfermedades mentales de algunos líderes vista, lo cierto es que eso mismo ha ocurrido muchas veces a lo lar-
mundiales conforma un panorama sorprendente a la luz de las re- go de la historia. Como ya hemos visto, varias grandes personali-
cientes revisiones de qué es un «proceso normal de envejecimien- dades culturales lograron mantener su creatividad artística pese a
t~>~ y qué no lo es. Para las generaciones anteriores, la pérdida cog- sufrir una notable erosión cognitiva, e incluso demencia.
mtIva, que a uno «se le vaya la cabeza», se consideraba parte Lo que permitió a estos individuos excepcionales mantenerse a
integrante y normal del envejecimiento. Hoy no pensamos lo mis- flote pese a su decadencia neurológica fue su gran capacidad, pre-
mo. En su obra pionera Successful Aging, John W. Rowe y Robert viamente desarrollada, para el reconocimiento de patrones; fue esto
L. Kahn cuestionan la idea de que la decadencia mental sea normal lo que les permitió afrontar situaciones nuevas y nuevos problemas
e inevitable, y argumentan con gran fuerza que la decadencia men- y retos como si les resultaran familiares, una ventaja de la que ca-
tal se debe a una o más enfermedades del cerebro que podemos recían quienes los rodeaban y sus rivales. Las personalidades ex-
diagnosticar y, en muchos casos, prevenir o tratar. Introducen en su cepcionales glosadas en este capítulo son ejemplos patentes de la
obra la idea de la «buena vejez» que, entre otras cosas, contempla afirmación de Herbert Simon de que el reconocimiento de patro-
la plena lucidez y claridad mental hasta la ancianidad. Rowe y nes es la herramienta cognitiva más potente de que disponemos. Sus
88 La paradoja de la sabiduría

historias demuestran con claridad meridiana que la maquinaria de


reconocimiento de patrones puede resistir en buena medida los
4
efectos del envejecimiento en el cerebro; que la protección que
confiere esta maquinaria a la mente durante el envejecimiento tiene
que ser profunda; y que el potencial ofrecido por un buen arsenal de
patrones esenciales almacenados en la mente puede permanecer in- La sabiduría a través de las
tacto hasta las fases más avanzadas de la vida. La maquinaria de re- civilizaciones
conocimiento de patrones puede incluso resistir sustancialmente
los efectos de demencias asociadas a la vejez durante mucho tiem-
po.
No todos los personajes importantes considerados en este capí-
tulo alcanzaron la sabiduría, ni de lejos, pero puede afirmarse que
todos ellos demostraron pericia y competel1cia en sus respectivos Sabiduría y genio
ámbitos cognitivos, unas veces para bien, otras para mal. Debieron de
perder una parte, a veces una gran parte, de su capacidad de cálcu- s la sabiduría un regalo o un premio bien merecido?
lo y análisis. Debieron de perder memoria y capacidad de atención.
Pero gracias a sus experiencias previas, todos habían logrado acu-
¿E El fenómeno de la sabiduría ha sobrecogido a muchas ge-
neraciones tanto de filósofos y psicólogos como de gente normal y
mular un gran número de moldes cognitivos. Así lograron acome- corriente. Su especial condición ha sido reconocida desde los albo-
ter, pese su erosión mental, una gran variedad de situaciones com- res de la historia, y la admiración por la sabiduría ha impregnado
plejas como si se tratase de patrones familiares, y dominar, para todas las culturas y todas las formas de civilización, como reflejan
bien o para mal, a sus colegas, socios y, sobre todo, adversarios, las enseñanzas de Confucio y los aforismos de Salomón. En tiem-
que quizá gozaran de una mayor capacidad analítica, pero que es- pos recientes, científicos destacados y personajes públicos han
taban peor dotados para el reconocimiento de patrones. Exacta- abordado la cuestión de la sabiduría como fenómeno psicológico y
mente cómo se forman esos patrones con valor cognitivo y qué los social. Resultado de ello ha sido la publicación de varios libros que
protege de los efectos erosivos de la decadencia mental es el tema comparten el título Sabiduría, pero que abordan este intrigante fe-
que nos ocupará en varios de los capítulos siguientes. Pero primero nómeno desde ángulos muy distintos.
debemos examinar la sabiduría, la competencia y la pericia en tan- Entre estos libros se encuentra una colección particularmente
to que fenómenos psicológicos. lúcida e informativa de rigurosos ensayos científicos que sinteti-
za, bajo la coordinación de un respetado psicólogo de la Univer-
sidad de Yale, Robert Stemberg, los resultados obtenidos por un
grupo de destacados investigadores. Esta obra me ha resultado es-
pecialmente útil en mi propia exploración del tema de este libro,
donde paso revista a muchos de los hechos e ideas que allí se dis-
cuten.
90 La paradoja de la sabiduría La sabiduría a través de las civilizaciones 91

Muy diferente es la perspectiva que se ofrece en un libro del Mas a pesar de este persistente interés en el fenómeno de la sabi-
mismo título de la pluma del célebre periodista radiofónico austra- duría, a pesar de que la naturaleza de la sabiduría se ha debatido
liano Peter Thompson, que intenta acercarse a los misterios del fe- desde la Antigüedad, hoy sigue envuelta en misterio. Hasta hace
nómeno de la sabiduría por medio de una serie de entrevistas a per- poco tiempo no se había realizado ningún intento serio de entender
sonajes públicos destacados de diversos ámbitos que supuestamente los mecanismos cerebrales de la sabiduría y es poco o nada lo que
gozan de este preciado don. al respecto se ha escrito. «Entender la sabiduría de forma plena y
Siempre se ha aceptado que de todos los poderes mentales, la correcta probablemente requiera más sabiduría de la que ninguno
sabiduría es el más codiciado: «Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabi- de nosotros poseemos», dice Robert Sternberg. Siendo un psicólo-
duría!» (Proverbios 4:7). Pero, ¿cómo? ¿Y, exactamente, qué es? En go destacado y un distinguido estudioso de la materia, sin duda
un plano personal, la adquisición de sabiduría se percibe como una sabe de qué habla.
fuente de profunda satisfacción y felicidad. «La sabiduría es la base ¿Cómo podemos abordar una materia en apariencia tan impe-
de la felicidad», escribía Sóflocles en Antígona. Los psicólogos netrable? Uno de mis antiguos profesores, el distinguido psicólogo
Mihaly Csikszentmihalyi y Kevin Rathunde concluyen que, de en- y gran aficionado a las parábolas elegantes, Alexei Leontyev, solía
tre «los conceptos relacionados con la evaluación de la conducta decir que para hacer más comprensibles las cosas, primero hay que
humana», el de la sabiduría es el que ha suscitado un interés más complicarlas. Seguiré esa provocadora receta. Para ello, como si la
constante a lo largo de la historia. Y añaden que, aunque muy intui- sabiduría no fuese ya lo bastante intratable, consideraremos tam-
tivo, el concepto de «sabiduría» se ha visto infundido de una cierta bién el genio.
continuidad de significado durante más de veinticinco siglos. Los Sabiduría y genio a menudo se citan juntos. De hecho, Stern-
psicólogos James Birren y Laurel Fisher remontan la primera men- berg junta «sabiduría» y «creatividad» en el título de su artículo
ción de la sabiduría hasta los principios más remotos de la historia, pionero. Pero la naturaleza del genio (o creatividad) es tan inexpli-
y citan al respecto a la Encyclopaedia Britannica, según la cual esa cablemente misteriosa como la naturaleza de la sabiduría, si no
primera mención se encuentra en antiguos escritos egipcios com- más. «Desde la remota Antigüedad hasta el alba de lo que suele con-
puestos hacia el año 3000 a.c., y la primera mención de un hombre siderarse la filosofía moderna, la sabiduría, como el genio, se ex-
célebre por su sabiduría se encuentra unos seiscientos años más tar- plicaba con referencia a dioses providenciales, musas, fuerzas as-
de y se refiere a un visir de la corte del faraón llamado Ptahhotep. trológicas, un sexto sentido, un regalo de la genética o un accidente
En tiempos más recientes, el Árbol de la Sabiduría, con sus siete ra- de la naturaleza», escribe Robinson. El genio, lo mismo que la sa-
mas de conocimiento coronadas por la sabiduría, se convirtió en biduría, se cuenta entre los rasgos humanos más reverenciados y
una de las imágenes más emblemáticas del arte medieval de Occi- más inalcanzables. Ambos son dones de unos pocos que la mayoría
dente, y la tradición de los siete pilares de la sabiduría llegó a nues- de nosotros no pretendemos poseer, que ni siquiera aspiramos a po-
tra cultura de la mano del escritor inglés T. E. Lawrence. Hasta el seer.
día de hoy vemos en el orden y la ilustración la celebración de la sa- El genio y la sabiduría comparten la paradoja inherente al he-
biduría, y el caos y los excesos como resultado de la falta de sabi- cho de que son manifestaciones extremas de la mente humana. Es
duría. A lo largo de la historia la sabiduría se ha entendido como la probable que existan entre nosotros sin que nos percatemos. La
fusión de las dimensiones intelectual y moral, espiritual y práctica. paradoja es que tanto el genio como la sabiduría pueden llevar a los
92 La paradoja de la sabiduría La sabiduría a través de las civilizaciones 93

conceptos y creencias vigentes en la sociedad de un momento dado propio tiempo? Esta idea me ha intrigado, divertido y perturbado
a conclusiones tan extrañas que se arrumben como si fuesen fruto durante algún tiempo, si no por otra cosa, por sus vagamente blas-
de la locura, o que se las ignore por completo, como a un rumor femas implicaciones culturales de rechazo de lo verdaderamente
confuso en una lengua extranjera. mejor para abrazar simplemente lo bueno. Pero si se considera con
El corolario de esta paradoja es que para tener impacto, tanto el más detenimiento, la proposición es un poco un oxímoron, puesto
genio como la sabiduría deben ir por delante de la sociedad, pero que si sus nombres se olvidaron hace siglos, ¿cómo podríamos sa-
no tanto como para resultar incomprensibles. Tienen que desafiar a ber hoy que esos genios existieron?
las creencias vigentes pero al mismo tiempo conectar con ellas. El Y, sin embargo, en ocasiones el recuerdo casi olvidado de un
historiador militar J. F. C. Fuller escribió: «El genio puede ser des- genio se salva para la historia por casualidad, por pura coinciden-
concertante». Lo es por definición. Pero no demasiado desconcer- cia, por suerte o por el duro trabajo de un historiador cultural. Es lo
tante, o será ignorado u objeto de burlas. William Wordsworth cap- que llamo «fenómeno de Leonardo». Hoy reconocemos en Leonar-
tó bien este delicado equilibrio cuando dijo: «No hay que olvidar do da Vinci a un genio de primer orden por partida doble: artista ge-
nunca que todo escritor extraordinario y original debe crear el gus- nial y genial inventor e ingeniero. Fue su genio artístico lo que le
to mediante el cual será saboreado». aseguró la inmortalidad y mantuvo un interés perdurable en cual-
Situarse demasiado por delante del propio tiempo es probable- quier otro aspecto de su legado, incluidos los ingenios mecánicos
mente un destino más propio del genio que del sabio. Al fin y al de sus códices. Pero debemos preguntamos si conoceríamos hoy su
cabo, podemos definir la sabiduría como la capacidad de conectar nombre si no hubiese existido el Leonardo artista y sólo hubiera
lo viejo con lo nuevo, de aplicar la experiencia previa a la solución existido el genial ingeniero. Creo que no. Sus invenciones eran tan
de problemas nuevos, mientras que definimos el genio como la ca- extremas, tan avanzadas para su tiempo, que es muy poco probable
pacidad de revelar y aprehender la novedad en su forma más pura. que llegaran a producir un impacto duradero en sus contemporáne-
El genio demasiado adelantado a su tiempo probablemente sea ig- os. ¡Lo más probable es que el recuerdo de Leonardo, el genial in-
norado por sus contemporáneos y, por tanto, se pierda para las ge- geniero, se hubiera perdido sin remedio de no haberlo salvado Leo-
neraciones posteriores, por bien que sea difícil culpar a la sociedad nardo, el artista genial! Pero la imagen de un sabio desdeñado y
de esta desatención. «La esencia de lo creativo es la novedad, y por objeto de burlas por contemporáneos miopes tampoco es inaudita.
tanto carecemos de criterios para juzgarlo», decía el psicólogo Carl También sabemos de sabios que han muerto sin llegar a ser «profe-
R. Rogers. tas en su tierra», un destino que no está reservado a genios auda-
¿Significa ello que las mentes célebres, los iconos culturales, ces. Es lo que podríamos llamar «fenómeno Casandra». Basta con
los grandes científicos y filósofos cuyas teorías y descubrimientos recordar a Mohandas Gandhi apaleado por la policía en Sudáfrica,
han hecho avanzar a la sociedad e iluminado su curso como faros o a Andrei Sajarov, desterrado a un exilio interior en la Unión So-
en la noche -Aristóteles, Galileo, Newton, Einstein- eran en rea- viética.
lidad intelectos de segunda fila, lo que un aficionado al vino califi- ¿Cuál es el significado, aunque sólo metafórico, de la frase «to-
caría de deuxieme cru? ¿Que nuestra historia está salpicada de «ge- cado por Dios»? (Aunque agnóstico con inclinaciones ateas, no
nios extremos» olvidados, cuyos nombres e ideas habrían perdido dejo de usarla cuando me encuentro con una persona con dones es-
para siempre unas sociedades incapaces de comprenderlas en su peciales.) ¿Acaso estos rasgos insólitos, genio y sabiduría, faltan
94 La paradoja de la sabiduría La sabiduría a través de las civilizaciones 95

totalmente en la composición de la mayoría de los simples morta- sabiduría a escala humana. Genio y talento son dos puntos sobre la
les? Y si es así, ¿qué hacemos intentando comprender lo incom- misma curva de un rasgo cognitivo. Pensemos en la sabiduría como
prensible, intentando definir genio y sabiduría aunque carezcamos en la competencia elevada a grado n. Sabiduría y competencia son
incluso de la capacidad de reconocer a los genios y sabios auténti- dos puntos sobre la misma curva de otro rasgo cognitivo.
cos que viven entre nosotros? ¿Cómo podemos relacionar estos do- Con este enfoque sin duda perdemos algo del genio y la sabi-
nes semidivinos, sabiduría y genio, con las vidas y realidades de se- duría. Lo grandioso de estos conceptos queda sacrificado en nues-
res humanos inteligentes pero, aceptémoslo, ordinarios, como lo tro análisis en beneficio de una mayor claridad, así que el compro-
son la mayoría de los lectores de este libro y su propio autor? miso es aceptable. Además, al quitarles la aureola de misterio los
¿Son los individuos tocados por el genio o la sabiduría diferen- hacemos más tratables, más susceptibles de ser analizados de for-
tes del resto de nosotros de algún modo fundamental e inherente? ma al menos en parte científica y no enteramente poética.
¿Están hechos de un material cualitativamente distinto, por así de- El talento y la pericia son también dos cualidades muy valora-
cirlo, como la estatua de mármol del David de Miguel Ángel es das, pero alcanzables para la mayoría. ¿Significa ello que muchos de
cualitativamente distinta de la muchedumbre de turistas de carne y nosotros alcanzaremos el genio o la sabiduría? Es improbable. Pero la
hueso que la admiran embobados? ¿O acaso existe una continuidad mayoría poseemos talento o pericia (o competencia), dos rasgos que
entre estos rasgos codiciados, pero para la mayoría inalcanzables, y se aproximan a aquéllos, pero a una escala más humilde.
los atributos más modestos que poseemos muchos de nosotros, o Siguiendo la convincente advertencia de Sternberg, no aspirare-
que al menos podemos aspirar a alcanzar? Dicho de otro modo, ¿es mos a comprender plenamente el genio o la sabiduría, ni siquiera el
posible que tanto el genio como la sabiduría sean formas extremas, talento y la pericia. Lo que aquí nos interesa en primera instancia es
supremas, de rasgos muy deseables pero mucho más comunes? Al su neurobiología, su maquinaria cognitiva y cerebral. Ésta es sin lu-
desvelar esta continuidad daremos un paso más para desentrañar gar a dudas una perspectiva limitada que deja de lado factores éti-
los misterios del genio y la sabiduría. Y al identificar y examinar los cos y sociales, y posiblemente otros. Pero es una perspectiva esen-
rasgos mentales subyacentes haremos estos conceptos más relevan- cial y que apenas se ha explorado.
tes para la vida de la mayoría de las personas, que, sin llegar a ser Antes de continuar necesitamos definir de forma pragmática los
genios ni sabios, poseen talento e inteligencia. conceptos de talento y competencia. Supongamos que definimos el
talento a través de la novedad y la creatividad. El talento es una es-
pecial habilidad para crear, en la empresa que uno se proponga,
Talento y pericia contenido verdaderamente novedoso que se aparte radicalmente de
lo ya creado: nuevas ideas, nuevo arte, nuevas tecnologías, nuevos
A este fin, tomemos en consideración otras dos cualidades muy de- productos industriales, nuevas estructuras sociales, etcétera.
seables pero menos olímpicas, el talento y la pericia. Supongamos Supongamos asimismo que definimos la competencia según
que el genio es una forma extrema de talento y que la sabiduría es la habilidad para relacionar lo viejo con lo nuevo. La competen-
una forma extrema de pericia o competencia. Pensemos en el genio cia es una especial habilidad para reconocer las similitudes entre
como el talento elevado a grado n; o a la inversa, pensemos en el ta- problemas aparentemente nuevos y problemas ya resueltos. Esto
lento como el genio a escala humana y en la competencia como la implica que la persona competente debe tener a su disposición un
96 La paradoja de la sabiduría La sabiduría a través de las civilizaciones 97

gran conjunto de representaciones mentales de tal modo que cada pecial de la relatividad; Einstein, el sabio, es el hombre de sesenta
una de ellas capte la esencia de un amplio abanico de situaciones años que aconseja al presidente Roosevelt en cuestiones de guerra,
específicas y de las acciones más eficaces asociadas con esas si- paz y energía nuclear, la amenaza por antonomasia del siglo xx.
tuaciones. En el viaje creativo de un genio con una larga vida se hace di-
La continuidad entre competencia y sabiduría no ha escapado a la fícil distinguir cuándo acaba la genialidad y cuándo comienza la
atención de los psicólogos. Según Stemberg , los individuos sabios sabiduría. Ambas cualidades, mezcladas sin solución de continui-
son percibidos por otros como personas dotadas de una «habilidad dad, impulsan el proceso creativo que lleva a logros excepcionales a
única para encarar un problema o situación y resolverlo». Nótese que una edad avanzada. Mientras que Miguel Ángel completó su obra
tanto las definiciones formales como las intuiciones provinientes del más grande, la Capilla Sixtina, cuando contaba poco más de treinta
sentido común de la competencia y de su manifestación suprema, la años, cuando dirigió la reconstrucción de la catedral de San Pedro en
sabiduría, ponen de relieve no sólo una profunda comprensión de el Vaticano y concibió su extraordinaria cúpula ya pasaba de los se-
la naturaleza de las cosas sino también, quizá con más énfasis, un tenta.
profundo entendimiento de las acciones que deben adoptarse para Esta imponente progresión continua en la que se entremezclan
cambiarlas. La imagen popular es que la gente que recurre a los sa- genio y sabiduría pone un barniz final, un toque de perfección en la
bios en busca de orientación, no en busca de explicaciones. El valor culminación de un gran vida. Pero no siempre se consigue. La his-
de la sabiduría y de la competencia radica sobre todo en su poder pre- toria está llena de ejemplos de «genios inacabados» que no llegaron
ceptivo. Quedémonos de momento con esta idea; más adelante ex- a alcanzar la sabiduría. Así, las cortas y violentas vidas del gran pin-
ploramos con más detalle el conocimiento preceptivo. tor renacentista Caravaggio y del rebelde poeta francés Arthur Rim-
El talento y su forma suprema, el genio, y la competencia y su baud no parece que muestren una progresión hacia la sabiduría. El
forma suprema, la sabiduría, existen como unidad y como contras- alma gemela y amante de Rimbaud, el gran poeta simbolista Paul
te. Son dos estadios del mismo ciclo de vida. El talento es una pro- Verlaine, logró, pese a sus escandalosos excesos, un vida algo más
mesa; la competencia es la realización. El genio (y el talento) sue- larga como genio, pero también murió en su mundo de disipación y
len asociarse con la juventud; la sabiduría y la competencia son libertinaje, sin demostrar el más mínimo signo de evolución hacia la
frutos de la madurez. El semblante travieso de Mozart es el sem- sabiduría. Del gran general ateniense Temístocles se ha dicho que
blante del genio. El rostro arrugado de Tolstoi es el rostro de la sa- «era mejor en genio que en carácter». De modo parecido, de Cara-
biduría. Este compromiso entre sabiduría y juventud no ha escapa- vaggio, de Verlaine, de Rimbaud y probablemente de Mozart podría
do a la atención de filósofos, psicólogos y poetas. La sabiduría y la decirse que eran mejores en genio que en sabiduría.
competencia son el premio de la vejez. En cambio, algunos individuos tienen inicios anodinos, a veces
Aunque existen excepciones en ambas direcciones, ambas pro- tachados de mediocres o cosas peores, pero andando el tiempo de-
posiciones son correctas al menos en un sentido estadístico amplio. muestran una indisputable sabiduría. Éste es a menudo el caso de
En los científicos, la edad de los descubrimientos pioneros alcanza los líderes políticos. El emperador romano Claudio, el primer can-
su punto álgido hacia los treinta años y luego va disminuyendo. ciller de la posguerra de la República Federal Alemana, Konrad
Einstein, el genio, es el joven de veintiséis años que formuló uno de Adenauer, y el asesinado presidente egipcio Anwar al-Sadat pue-
los descubrimientos más representativos del siglo xx, la teoría es- den servir como ejemplos.
98 La paradoja de la sahiduría La sahiduría a través de las civilizaciones 99

En un plano más mundano, todos hemos conocido personas con mayoría de la gente asocia la sabiduría con la edad avanzada más
la apariencia de una brillantez inminente que nunca acaba de mate- que con cualquier otra cosa. Esto nos lleva a un interesante silogis-
rializarse, y personas perfectamente ordinarias pero que, a su calla- mo: si la gente cree que la sabiduría es un privilegio de la edad
da manera, son extraordinariamente competentes en lo que hacen. avanzada y además considera la sabiduría uno de los atributos más
deseables, entonces también deben de creer que el envejecimiento
tiene sus beneficios, su lado positivo, su valor único y preciado.
La sabiduría y la resolución de problemas Para la mayoría de la gente, la competencia, como la sabiduría,
es también un fruto de la madurez. Considerar la sabiduría un gra-
Así que la genialidad y la sabiduría, y por extensión el talento y la do extremo de competencia está en consonancia con el enfoque
competencia, no siempre van de la mano; de hecho, raramente lo adoptado por los psicólogos Paul Baltes y Jacqui Smith, que definen
hacen. La mayoría de la gente reconoce la diferencia entre estos la sabiduría como «conocimiento experto», un habilidad altamente
rasgos altamente deseables. Stemberg ha estudiado de qué modo desarrollada para encarar «aspectos pragmáticos fundamentales de
personas de todo tipo perciben la relación entre la creatividad y la la vida» que implican «asuntos vitales importantes pero inciertos».
sabiduría. Lo que de estos estudios se desprende es que la mayoría Sitúan el «abundante conocimiento de hechos» y el «abundante co-
de las personas ven estos dos rasgos vinculados de forma positiva nocimiento de procedimientos» entre las condiciones previas im-
pero débil, y en algunos casos incluso de forma negativa, es decir in- portantes de la sabiduría y hacen notar que la acumulación de ese
versa. Curiosamente, el mismo estudio muestra que tanto la «sabi- conocimiento por definición requiere una vida larga.
duría» como la «creatividad» se perciben como rasgos más correla- Siguiendo la prudente (¡y sabia!) admonición de Stemberg, me
cionados con la inteligencia que entre sí. Esto me sugiere que el abstendré de explorar el concepto de sabiduría en toda su riqueza.
propio concepto de «inteligencia» es, en el pensamiento de muchas Renunciaré a los aspectos existenciales, morales y de realización
personas, un intento de capturar una suma total de varios aspectos personal de la sabiduría que tan convincentemente tratan Erikson,
de la mente más que un aspecto particular y característico de ésta. Jung, Kohut y otros, y limitaré el ámbito de este libro a un solo as-
La creencia en que la búsqueda de novedades es un atributo de pecto de la sabiduría: la suprema capacidad para resolver proble-
la juventud y que la sabiduría es un atributo de la vejez parece ser mas. Este enfoque sin duda estrecho y moralmente agnóstico per-
compartida por mucha gente. Los psicólogos J. Heckhausen, R. Di- mite que en el libro quepan algunos villanos además de los héroes.
xon y P. Baltes realizaron un experimento fascinante en el que pre- y aunque reconozco las limitaciones del enfoque, considero que es
guntaron qué atributos humanos aparecen a qué edad. La mayoría un fragmento lo bastante grande de un concepto infinitamente rico
de los entrevistados coincidió en creer que la curiosidad y la capa- como para acometer su estudio en un libro. La resolución de pro-
cidad para pensar con claridad devienen atributos predominantes blemas es uno de los aspectos de la sabiduría que estamos más pre-
entre los veinte y los treinta años de edad, y que la sabiduría se hace parados para explorar con la ayuda de la neurociencia.
dominante en las personas de más de cincuenta años. Al pedírseles Si la sabiduría y la competencia (o pericia) aumentan con la
que ordenaran varios atributos en función del grado en que son de- edad en todos sus aspectos, ¿cómo puede reconciliarse esto con la
seados, la sabiduría fue uno de los mejor considerados. En un estu- suposición común de que los poderes mentales decaen con el paso
dio similar, Marion Perlmutter y sus colaboradores hallaron que la de los años? 0, dándole la vuelta, si nuestra memoria y concentra-
100 La paradoja de la sabiduría

ción mental decaen con la edad, ¿cómo es posible que nuestra sabi- 5
duría y competencia crezcan? ¿Qué es lo que mantiene a la sabidu-
ría y a la competencia separadas de otras manifestaciones de la
mente, permitiendo que sobrevivan a los estragos que causa el en-
vejecimiento? El poder de los patrones

Tipos de sabiduría

uáles son los mecanismos neuronales que permiten que la


¿C sabiduría, la competencia y la pericia resistan a los efectos
perjudiciales del envejecimiento y, hasta cierto punto, de las enfer-
medades neurológicas del cerebro? Antes de comenzar a explorar
este tema conviene que examinemos más a fondo los conceptos de
patrón y reconocimiento de patrones, así como el papel que desem-
peñan en nuestro universo mental. Por «reconocimiento de patro-
nes» nos referimos a la capacidad del organismo para reconocer en
un objeto o problema nuevos un elemento de una clase ya familiar
de objetos o problemas. La capacidad de reconocimiento de patro-
nes es fundamental para nuestro mundo mental, tal como hemos vis-
to en nuestro repaso de «un día en la vida del cerebro». Sin esta ha-
bilidad, encontraríamos de novo cada uno de los objetos y cada uno
de los problemas, y seríamos incapaces de recurrir a la experiencia
previa para enfrentarnos a estos objetos o problemas. Las investiga-
ciones del premio Nobel Herbert Simon y otros han demostrado que
el reconocimiento de patrones es uno de los principales mecanismos
de resolución de problemas, si no el más importante.
La capacidad de reconocer ciertos patrones se presenta muy
pronto en la vida, mientras que otros patrones se van aprendiendo
102 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 103

mucho más tarde. La mayoría de las especies de mamíferos, si no da genéticamente en un grado considerable. 0, para ser más preci-
todas, posee, incorporada al cerebro, un capacidad relativamente sos y evitar el tono teleológico que se ha colado en la frase anterior,
lista para usar relacionada con ciertos tipos de reconocimiento de las especies que tenían más probabilidad de sobrevivir eran aqué-
patrones. ¿Significa esto que el cerebro de los mamíferos (incluido llas cuyo cerebro contenía la «sabiduría filética» en una forma re-
el cerebro humano) integra, como si los llevara impresos, dispositi- lativamente «lista para usar». Me refiero a algunas de las reaccio-
vos de reconocimiento de patrones? La respuesta a esta pregunta es nes emocionales que todavía conservamos, como el miedo a las
seguramente menos una cuestión de «sí o no» como una cuestión serpientes, el miedo a los precipicios, la sensación de bienestar al
de «en qué medida». ver el sol al amanecer o la reacción de evitar el fuego. La investi-
La investigación nos ha llevado a concluir que incluso la más gación ha demostrado, sin embargo, que ni siquiera estas reaccio-
elemental maquinaria cerebral de reconocimiento de patrones ne- nes tan básicas vienen completamente formadas y listas para usar,
cesita que el entorno le dé unos «toques finales» antes de ser ple- sino que requieren cierto grado de exposición ambiental a los estí-
namente funcional. Sin esos toques finales (por lo general, un pri- mulos desencadenantes adecuados en fases muy tempranas del de-
mer contacto con estímulos apropiados del entorno), ni siquiera sarrollo.
esta elemental maquinaria llega a ser plenamente operativa. Así Otro ejemplo de dispositivo de reconocimiento de patrones o,
pues, la mayoría de los procesos de reconocimiento de patrones en la expresión de Fuster, «memoria filética», son las neuronas de
son un mezcla de factores hereditarios y ambientales. Pero la con- la corteza visual que responden a ciertas características simples del
tribución relativa de la naturaleza y el entorno varía de un tipo de entorno. Así, se disparan cuando una línea con una pendiente parti-
reconocimiento de patrones a otro y opera a escalas de tiempo cular, o cierto ángulo o contraste aparece en el campo visual. Es
enormemente dispares, desde millones de años a unos pocos tentador pensar que la memoria filética de este último tipo permite
años. a los miembros de una especie concreta, o quizá a un grupo de es-
Algunos de los tipos de dispositivo de reconocimiento de patro- pecies, realizar discriminaciones sensoriales especialmente críticas
nes almacenados en nuestro cerebro captan la «sabiduría» destila- para su supervivencia. El mundo consiste en un miríada de atribu-
da de la experiencia colectiva de todos los mamíferos durante mi- tos físicos que activan a distintos sentidos, algunos de los cuales
llones de años. Siguiendo al famoso neurocientífico Joaquim compartimos con otras especies y otros no (como la visión ultra-
Fuster, llamaremos a este tipo de sabiduría «filética», o «sabiduría violeta o la audición de sonidos de alta frecuencia). No todos estos
del filo». I atributos tienen la misma importancia entre las especies. Muy al
Este tipo de sabiduría ha sido esencial para la supervivencia de contrario, distintas especies, o grupos de especies, dependen para
tantas especies durante millones de años que se encuentra codifica- su supervivencia de distintos tipos de información sobre el mundo
en el que habitan. Así que es lógico pensar que se beneficien de re-
l. Alguien demasiado puntilloso con las categorías taxonómicas podría muy
bien definir la memoría colectiva de los mamíferos como «subfilética» o de «cla-
pertorios distintos de memorias filéticas, e incluso repertorios dis-
se». «Filo» tiene una entidad taxonómica más amplia. Todos los vertebrados son tintos de sistemas sensoriales.
miembros del filo de los craneados, que a su vez se divide en cinco clases: mamÍ-
feros, aves, reptiles, anfibios y peces. Uso el término «filo» para abreviar, y por-
que la palabra «clase» tiene muchas otras connotaciones.
104 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 105

La sabiduría de la cultura da muy empobrecido. En los grandes simios, chimpancés y gorilas


comenzamos a ver el principio del potencial que confiere la trans-
Consideremos ahora un nivel muy distinto de dispositivos de reco- misión no genética de conocimiento; estos animales son capaces de
nocimiento de patrones, los que cristalizan en la cultura humana. aprender el tosco «lenguaje de signos» que les enseñan sus cuida-
La palabra «sabiduría» no suele utilizarse para caracterizar a un dores humanos, pero son incapaces de construir un lenguaje pro-
grupo de gente, y mucho menos a toda una especie, pero puede ha- pio. ¡La influencia cultural logra superar el poder generativo de los
cerse, y en ese caso debemos consideramos una especie sabia. cerebros individuales!
Cada uno de nosotros tiene a su disposición un rico surtido de pa- A diferencia de otras especies, los humanos nos ahorramos el
trones que le es servido en una bandeja de plata llamada cultura. duro trabajo de descubrir nuestro mundo desde la nada porque nos
Como se sabe, la capacidad de formación y reconocimiento de beneficiamos del conocimiento acumulado por la sociedad de ma-
patrones no es exclusiva de los humanos, sino que es compartida nera gradual durante miles de años. Este conocimiento es almace-
por todas las especies capaces de aprender. Lo que nos sitúa en un nado y comunicado de forma simbólica por medio de varios dispo-
plano distinto como humanos es nuestra poderosa capacidad para sitivos culturales, y es transmitido así de generación en generación.
transmitir ese repertorio de patrones de individuo a individuo y de La disponibilidad de este conocimiento, de la sabiduría colectiva
generación en generación por medio de la cultura. En forma rudi- acumulada por la sociedad, automáticamente confiere a cada indi-
mentaria, esa misma capacidad aparece ya en los simios. Se ha ob- viduo de la sociedad un gran poder cognitivo. Si definimos la sabi-
servado que los chimpancés aislados de otros miembros de su es- duría como la disponibilidad de un gran repertorio de patrones que
pecie en ocasiones desarrollan conductas únicas, lo que sugiere la nos permitan reconocer situaciones nuevas y problemas nuevos
transmisión no genética de conocimiento. Este tipo de conductas como si fueran familiares, entonces no cabe duda de que somos una
suele interpretarse como prueba de una «cultura» rudimentaria. especie sabia.
Como firme creyente en las continuidades evolutivas, tiendo a Un constituyente importante de la cultura humana es el meca-
aceptar esta interpretación. Pero por mucho que aceptemos la pre- nismo de almacenamiento y comunicación de esa sabiduría colec-
misa de que merecen esa denominación, las «culturas» de los pri- tiva de generación en generación. Es lo que nos permite a cada uno
mates topan con límites inherentes, toda vez que la imitación direc- de nosotros hacer nuestra esa sabiduría, cuyo descubrimiento supe-
ta es el único mecanismo de transmisión de conocimiento de que ra en mucho la capacidad computacional de un solo cerebro. Es una
disponen. Al carecer de sistemas simbólicos, su alcance es modes- posesión muy valiosa de la sociedad humana y una poderosa herra-
to. mienta que ha resultado ser crucial para nuestro éxito como espe-
En otras especies, la formación de patrones es un asunto relega- cie. Los dispositivos culturales de transmisión de conocimiento de-
do a cada individuo, de modo que cada miembro de la especie es penden de una gran variedad de sistemas simbólicos. De entre
una suerte de Robinson Crusoe que necesita construir su propio todos ellos, el lenguaje desempeña un papel especial y de enorme
mundo mental y dar contenido a su isla. En estas condiciones, el importancia porque se trata de una suerte de metadispositivo del
potencial de formación de patrones se ve limitado al poder compu- que fluyen el resto de los dispositivos culturales. Además de los
tacional de cada individuo y a la duración de su vida. Sin posibili- lenguajes naturales, tenemos a nuestra disposición otros «lengua-
dad de acumular conocimiento entre individuos, ese potencial que- jes» especializados, como las matemáticas o la notación musical.
106 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 107

Todos estos sistemas simbólicos, lenguajes y cuasi lenguajes son binado del desarrollo de las funciones ejecutivas de los lóbulos
potentes medios para la transmisión de información específica a través frontales y el lenguaje.
del espacio y el tiempo. Sabemos de las ciudades-estado de la antigua No obstante, el lenguaje lleva integrados algunos «filtros de la
Grecia y de sus guerras con el imperio persa gracias a los tratados de verdad» en sentido amplio, de manera que ciertas reglas del len-
Heródoto. Tenemos conocimiento de las conquistas imperiales de guaje reflejan las leyes naturales que gobiernan nuestro mundo ma-
Roma gracias a los Comentarios de la guerra de las Galias de Julio Cé- terial. Solemos rechazar las proposiciones que violan las reglas del
sar y a La guerra de los judíos de Flavio Josefo. Y sabemos del impe- lenguaje no porque sean ininteligibles, sino porque su contenido
rio chino-mongol de Kublai Kan porque Marco Polo escribió sobre él. 2 viola algunas de las leyes naturales fundamentales. Por ejemplo, la
El lenguaje nos permite generar tanto proposiciones verdaderas proposición «Iré al cine ayer» no es ininteligible, y sería una aser-
como falsas, así como proposiciones con un valor de verdad desco- ción perfectamente legítima en un mundo con un flujo del tiempo
nocido. Esta amplitud de generación del lenguaje lo convierte en un bidireccional; del mismo modo, la frase «Tropecé y me di de bru-
dispositivo extremadamente adaptable y poderoso para modelar no ces contra el techo» tendría pleno sentido en un mundo donde la
sólo lo que es, sino también lo que será, lo que podría ser y lo que gravedad actuara en dirección inversa o al azar.
queremos o no queremos que sea. El lenguaje es mucho más que un medio de registrar conoci-
Como el lenguaje no lleva incorporados «filtros generativos de miento específico; también conforma nuestra cognición al imponer
la verdad» en un sentido estricto, constituye una herramienta espe- ciertos patrones sobre el mundo. Sin esos patrones, el mundo que
cialmente potente para la formación de objetivos, para la intencio- nos rodea sería un apabullante caleidoscopio de impresiones dispa-
nalidad y la extrapolación. La capacidad de crear modelos simbóli- res. Cada uno de nosotros adquiere una rica colección de patrones
cos no del mundo que es, sino del mundo que se desea, interactúa que representan la sabiduría colectiva de la sociedad, yeso nos li-
con las llamadas funciones ejecutivas de los lóbulos frontales del bra del duro trabajo de descubrir de novo los patrones esenciales.
cerebro para generar conductas dirigidas a un objetivo. El surgi- Cuando siendo niños aprendemos el uso y el significado de las
miento de la capacidad humana de crear modelos mentales del fu- palabras, adquirimos algo más que una herramienta de comunica-
turo, del mundo tal como quisiéramos que fuera y no simplemente ción; adquirimos una taxonomía, una forma de categorizar la infi-
del mundo tal como es, probablemente represente el resultado com- nidad de cosas, eventos e impresiones que conforman el mundo, y
por tanto de hacer del mundo un lugar estable y manejable. El co-
2. Este último dato reviste un interés especial por una razón un tanto perver- nocimiento del significado de las palabras es parte del sistema de
sa. Si Marco Polo inventó partes de la narración de su viaje, como algunos histo- patrones que nos permite reconocer las cosas nuevas como miem-
riadores sospechan, éste sería un buen ejemplo del uso del lenguaje como un po- bros de clases familiares. Al aprender la estructura léxica y con-
deroso dispositivo cultural para propagar tanto la información correcta como la ceptual del lenguaje, adquirimos un entendimiento de las comple-
errónea, tanto el conocimiento verdadero como el falso. En esta última categoría
jas relaciones jerárquicas entre las cosas. Ninguna vida es lo
habría que situar los textos tolomeicos que postulan que el Sol gira en tomo a la
Tierra (al menos con arreglo a lo que sabemos hoy). Si bien para constituirse
bastante larga como para redibujar todas esas categorías y relacio-
como herramienta cultural útil el lenguaje tiene que modelar ciertos aspectos fun- nes desde el principio. Al adquirir ese tesoro lingüístico, adquiri-
damentales del mundo en que habitamos, no posee «filtros de la verdad» incor- mos el conocimiento y la sabiduría de muchas generaciones. Las
porados para proposiciones especiales. continuas mejoras en nuestra capacidad de explorar el complejo
108 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 109

funcionamiento de los microcircuitos del cerebro quizá nos permi- La sabiduría de la especie inherente al lenguaje no es genética
tan alguna día identificar fenómenos que actúen como atractores en ni está de ningún modo impresa en el cerebro. Tanto el lenguaje
el cerebro biológico real, de tal manera que los distintos atractores como su medio neuronal, la neocorteza, son instrumentos flexibles,
correspondan a diferentes unidades del lenguaje: palabras, cláusu- listos para adaptarse en respuesta a cambios. A diferencia de la me-
las gramaticales y demás. La incapacidad de utilizar la «sabiduría moria filética, el lenguaje condensa la sabiduría acumulada por la
colectiva» implícita en el lenguaje trastorna de forma drástica la especie durante miles de años de existencia, no de millones de
vida mental del individuo. Hace tiempo que se sospecha, por ejem- años, y es en gran medida un proceso en continuo progreso.
plo, que la incapacidad de utilizar el lenguaje de forma que ejerza Huelga decir que en el lenguaje participa una gran cantidad de
su influencia organizadora sobre los sentidos desempeña un papel procesos cerebrales y operaciones cognitivas. Lo que más se acer-
significativo en la esquizofrenia y contribuye al caos mental que ca a un patrón incorporado o impreso en el cerebro es la producción
produce. de sonidos del habla. Según parece, los niños nacen con la capaci-
El lenguaje incorpora nuestra experiencia colectiva de siglos y dad de producir un gran abanico de sonidos que, además, es igual
milenios y nos instruye sobre qué distinciones son importantes en en todos los lenguajes y culturas. Con la inmersión en un entorno
el mundo y qué distinciones no lo son. Pero por su propia esencia, lingüístico particular se despliega una suerte de proceso darwinia-
la sabiduría no es simplemente declarativa; es normativa. La pre- no: ciertas articulaciones se ven reforzadas mientras que otras se
gunta clásica que se dirige a un sabio no es «¿qué es?», sino «¿qué pierden. Ésta es la razón por la cual la inmersión en un entorno lin-
debemos hacer?». Los lingüistas reconocen desde hace mucho güístico antes de los doce años de edad, aproximadamente, permi-
tiempo la naturaleza predicativa del lenguaje. La representación de te un aprendizaje del lenguaje sin acento, mientas que una inmer-
las acciones asociadas a distintas cosas y atributos ocupa un lugar sión a una edad más avanzada nos deja un acento. De manera que
central en la estructura del lenguaje. En tanto que dispositivo de re- incluso a este nivel básico de desarrollo del lenguaje se produce
conocimiento de patrones, el lenguaje nos permite mucho más que una compleja interacción entre factores hereditarios y ambientales.
clasificar las cosas: nos permite decidir cómo actuar sobre ellas. Los lingüistas a menudo se maravillan por las grandes similitu-
¿Es el lenguaje un instrumento «verídico»? Dicho de otro modo, des que aparecen entre los cientos de lenguas del mundo. Algunos
¿contiene la única y «verdadera» clasificación de las cosas que nos toman esta similitud como prueba de una determinación genética
rodean? Sería difícil defender esta proposición. Cualquier conjunto muy precisa del lenguaje, de la existencia en el cerebro de una suer-
grande de objetos o atributos permite un número proporcionalmen- te de circuitos neuronales impresos altamente específicos del len-
te grande de clasificaciones alternativas. La clasificación implícita guaje en diseño y dedicación.
en el lenguaje natural refleja los atributos más sobresalientes de Pero puede argumentarse, como yo mismo creo, que las lenguas
nuestras culturas y de nuestra especie. Los lenguajes desarrollados son parecidas porque en un sentido amplio sus usuarios son pareci-
en sociedades de perros parlantes o de delfines parlantes (por no dos, como lo son los ambientes en los que viven. Dicho llanamen-
hablar de hormigas parlantes o bacterias parlantes) analizarían el te, las lenguas del mundo son parecidas porque todos somos miem-
mismo mundo físico de formas muy diferentes. j Sabidurías distin- bros de la misma especie, porque todos tenemos necesidades
tas para especies distintas! El lenguaje es, por encima de todo, un biológicas parecidas y ocupamos un nicho ecológico similar. Todos
instrumento pragmático. habitamos un único mundo y no una variedad de ellos. Los con te-
El poder de los patrones 111
110 La paradoja de la sabiduría
seguiría aproximadamente la misma ruta compleja pese a que su
nidos léxicos de las distintas lenguas son parecidos porque sus ha- propia organización interna es muy distinta de la de la hormiga. La
b~antes están rodeados de cosas parecidas y realizan acciones pare-
criatura en cuestión no tiene que ser siquiera un ser vivo; un peque-
cIdas. ~ las gramáticas se parecen porque reflejan los mismos tipos ño robot colocado en el mismo ambiente realizaría un ruta similar.
de relaCI?~eS entre cosas. Pero cuando ciertos ambientes se apartan de De igual modo, nuestro lenguaje viene determinado menos por las
las ~OndICIO?eS medias de forma drástica, también la lengua de sus características específicas de nuestra organización neuronal y más
habItantes dIfiere considerablemente. por los aspectos específicos del entorno que compartimos los hu-
El ejemplo que suele presentarse en apoyo de este extremo es manos. Es por ello que el lenguaje es realmente el repositorio de la
que las ~enguas de los esquimales contienen docenas de palabras
«sabiduría de la especie».
para deSIgnar sendas tonalidades de la nieve que no tienen equiva- Otro argumento en apoyo de un «instinto del lenguaje», por
lente en otros. pueblos. Las ~enguas de cli~s, como las khoisan y usar la memorable expresión de Steven Pinker, genéticamente
hatsa de las tnbus de Tanzama y el sur de Africa (que posiblemen- programado, es la rapidez y facilidad con que los niños adquie-
te reflejen ciertas características de la antigua protolengua de pri- ren el lenguaje. A primera vista no parece plausible que el com-
~~ros Horno sapiens sapiens) responden, al parecer de algunos lin-
plejo sistema de reglas que constituye la gramática pueda apren-
gUlstas, a una adaptación a la peculiar acústica de los desiertos. De derse con tan pasmosa rapidez salvo que esté «impreso» en el
igual modo, el lenguaje de silbidos (suplantado hace mucho tiempo cerebro. Pero recientes avances en el campo de la complejidad,
por el español) de los aborígenes guanches de la isla de la Gomera en especial los trabajos de Stephen Wolfram COD «autómatas ce-
un~ ~e las me~os conocidas de las islas Canarias, refleja una adap~ lulares», demuestran que la organización compleja puede surgir
tacI~n al pecuhar terreno de la isla que permitía a los indígenas co-
con gran rapidez a partir de reglas simples, desafiando por la ra-
mumcarse entre valles. Si a causa de una extraña mutación un gru- pidez del desarrollo lo que nos dicta el sentido común. Hay ade-
po de humanos se hiciera poblador del medio acuático como los más otras habilidades que los niños adquieren con una velocidad
delfines, o del medio aéreo como las aves, su lenguaje casi con cer- que los adultos no pueden igualar. Todo el mundo sabe que hay
teza sería muy distinto del resto de las lenguas humanas. La razón que ensayar desde muy joven para llegar a ser un buen músico o
es. ~ue éstas ex~erimentan una evolución cultural modulada por su bailarín, que hay que entrenar mucho para llegar a ser un buen
utIhdad, como Instrumento de representación y como instrumento atleta. En un plano más mundano, una persona que aprenda a
de comunicación, para los grupos de personas que lo hablan. conducir a los cincuenta años de edad es poco probable que ad-
En su ensayo clásico The Sciences of the Artificial, Herbert Si- quiera la destreza de quien aprende a conducir en la adolescen-
mon argumenta convincentemente que la complejidad de la con- cia. El aprendizaje rápido de habilidades durante la juventud, y
ducta de un organismo refleja en buena medida el entorno habitado la pérdida parcial de esta capacidad al llegar a la edad adulta, no
por .el organism.o, y no sólo la estructura interna del organismo. En se restringe al lenguaje; es un fenómeno universal que probable-
el ejemplo de SImon, la compleja ruta que sigue una hormiga en un mente refleje el curso de la «poda» neuronal, un fenómeno que
t~rreno complejo es más consecuencia del paisaje, con sus depre-
ya hemos comentado en este libro. ¿Significa ello que tenemos
SIOnes, montículos y obstáculos, que de los sistemas nervioso y lo- un «instinto» genéticamente programado para cada una de esas
comotor de la hormiga. Un organismo pequeño de otro grupo (un
habilidades? No lo creo así.
caracol o una oruga, por ejemplo) colocado en el mismo ambiente
112 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 113

Sospecho que la misma noción de «instinto de lenguaje» nace sobre ellos un efecto enorme, crucial. Pero ese efecto es cuantitati-
de observar el cerebro a través de una ranura artificialmente es- vo, no cualitativo. Acota la complejidad del cerebro, no su conteni-
trecha, de considerar el lenguaje básicamente aislado del resto de do específico. Igualmente sugerente es la idea de Simon según la
la cognición, su mapa cerebral, su desarrollo y declive tras un cual el tamaño del «banco de sabiduría» es aproximadamente igual
daño cerebral. Es mucho más simple y plausible pensar que el para el «banco de conocimiento colectivo de la especie» y para el
lenguaje es una propiedad emergente que se hace posible cuando banco de conocimiento individual. Tanto el número de palabras del
el conjunto de circuitos neuronales del cerebro alcanza cierto ni- lenguaje natural reconocidas por un hombre culto (el repositorio de
vel de complejidad. Con arreglo a esta hipótesis, el lenguaje no la «sabiduría colectiva de la especie») como el número de pautas de
dependería de ningún sistema de circuitos específico y dedicado posiciones de ajedrez en la memoria de una gran maestro (conoci-
exclusivamente al lenguaje, sino que sería el producto de redes miento individual en un ámbito concreto) es aproximadamente el
neuronales muy complejas, pero de uso relativamente general en mismo: unas cincuenta mil. Esta cifra no debe tomarse al pie de la
el cerebro humano. letra, pero quizá sea un interesante estimación del orden de magni-
Esta concepción recibe el apoyo del conocimiento actual de la tud de la capacidad del cerebro para la formación de patrones, la in-
neuroanatomía funcional del lenguaje, que surge con impresionante ternalización y el almacenamiento en un campo concreto.
coherencia tanto de los estudios de lesiones como de los estudios de
neuroimagen funcional. Hoy sabemos que, al contrario de lo que an-
tes se creía, el lenguaje no reside confinado en un lugar particular del
cerebro, sino que sus diversos aspectos se encuentran distribuidos por
la neocorteza, asociados a distintas regiones corticales encargadas de
representar ciertos aspectos de la realidad física. Así, la representa-
ción cortical de las palabras que designan acciones se encuentra cerca
de la corteza motora encargada del movimiento; la representación
cortical de las palabras que designan objetos se encuentra cerca de la
corteza visual que contiene las representaciones mentales de las co-
sas; la representación cortical de las palabras que designan relaciones
se encuentra cerca de la corteza somatosensorial que contiene las re-
presentaciones mentales de espacio, y así sucesivamente. Éste es pre-
cisamente el tipo de configuración al que daría lugar un red neuronal
autoorganizada, a diferencia de una red genéticamente programada.
¿Quiero con ello decir que la estructura interna del cerebro no
tiene efecto alguno sobre la naturaleza del lenguaje y de los otros FiGURA 6. Áreas el lenguaje en el cerebro. (1) Reconocimiento de los
sistemas simbólicos de que disponemos? No cabe duda de que eso sonidos del habla; (2) representación cortical de las palabras que designan
sería una falacia, ¡especialmente viviendo de un estudioso del cere- objetos; (3) representación cortical de las palabras que designan relacio-
bro! Por supuesto que el cerebro influye en estos sistemas; ejerce nes; (4) representación cortical de las palabras que designan acciones.
4
114 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 115

Así pues, existe una «jerarquía de sabidurías» en la que cada tipo fesión), y les permite desarrollar tareas complejas, fuera del alcan-
de sabiduría refleja la experiencia acumulada a escalas de tiempo ra- ce para otras personas, con relativamente poco esfuerzo.
dicalmente distintas: millones de años para el filo, miles de años
para la civilización y apenas unas decenas de años para la vida de
cada uno. Cada una de ellas tiene su propia forma de transmisión: Sabiduría de un individuo

Es el asunto principal de este libro y estamos muy cerca de poder


Sabiduría del filo (subfilo o «clase») explorarlo. Pero primero tenemos que aprender algo. m~s acerca de
los mecanismos culturales que permiten el reconOCImIento de pa-
Esta forma de conocimiento viene expresada por un conjunto de trones, de los que el más importante, con diferencia, es ellen?uaj~.
procesos del cerebro (en buena medida codificados y transmitidos Suele decirse que el lenguaje de uno es tan bueno como su mt~h­
genéticamente), que se disparan de forma automática frente a cier- gencia. Es muy cierto. Pero no es menos cierto el inverso, que la I~­
tos estímulos o situaciones. Este tipo de sabiduría recoge millones teligencia de uno puede ser tan buena como lo sea su lenguaje.
de años de experiencia durante la evolución de los mamíferos y se Como acabamos de aprender, el lenguaje es más que una herra-
expresa en los humanos en forma de respuestas emocionales bási- mienta de comunicación; es el rico repositorio de conceptos que
cas ante ciertos estímulos y como discriminaciones perceptuales nos permite confeccionar un modelo del mundo.
básicas.

Rusos inconformistas
Sabiduría de la especie
Lev Semenovich Vigotsky, el gran psicólogo judeorruso fue el pri-
Esta forma de sabiduría se expresa como un conjunto de categorías mero en comprender la influencia de la cultura, y especialmente del
codificadas y transmitidas por la cultura que nos permite interpre- lenguaje, sobre la cognición personal. Vigostky fue erud~to po~ for-
tar el mundo de una manera que resulta adaptativa para la especie. mación inconformista por temperamento y de personahdad pmto-
Este tipo de sabiduría recoge miles de años de experiencia humana resca. Su amigo Aleksander Romanovich Luria se convirtió en su
y se expresa en forma de lenguaje y de los otros sistemas simbóli- más entusiasta discípulo y camarada. En la década de 1920, cuan-
cos de que disponemos. do todavía eran muy jóvenes (Vigotsky cerca de los treinta y Luria
alrededor de los veinticinco), comenzaron a esbozar juntos una
aproximación única y original a la psicología que denominaron
Sabiduría del grupo «psicología histórico-cultural». La idea principal.de este e.nfoque
se resume en una misteriosa pero profunda premIsa que dIce que
Este tipo de conocimiento es la colección de habilidades y compe- las operaciones cognitivas de un individuo se des~o~lan, en gran
tencias que posee un grupo de individuos que comparten una for- medida, por medio de la «intemalización» de vanos mstrument~s
mación o un interés (como todos los miembros de una misma pro- culturales que existen fuera del individuo. Sobre la base de esta PSI-
116 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 117

cología, Vigotsky y Luria procedieron a estudiar de qué modo la el espíritu de aquellos tiempos, el cable fue interceptado y censura-
cultura en general y el lenguaje en particular conforman la cogni- do. En una sociedad construida sobre ilusiones, «no tener ilusio-
ción individual. nes» podía interpretarse fácilmente como una peligrosa blasfemia
La «psicología histórico-cultural» fue presentada por primera política. Luria se encontró de pronto en aguas turbulentas, denun-
vez en un artículo titulado «La herramienta y el símbolo», una es- ciado por las autoridades por ser, entre otras cosas, un «chovinista
pecie de manifiesto intelectual que Vigotsky y Luria escribieron ruso», una acusación de una hipocresía surrealista si se tiene en
juntos a finales de la década de 1920, pero que no llegó a publi- cuenta el origen judío de Luria y el chovinismo tácito que practica-
carse porque no se adhería al dogma cada vez más opresivo que ba el propio imperio soviético. A consecuencia del incidente, se
imperaba en la Unión Soviética. El texto original en ruso se per- puso fin a las investigaciones transculturales y Luria sólo pudo pu-
dió, quedando sólo la traducción al inglés, que había sido prepara- blicar sus hallazgos sobre las tribus uzbekas cuatro décadas más
da para una conferencia en Estados Unidos que nunca llegó a pro- tarde, tras el amago de deshielo político en la Unión Soviética de
nunciarse. Cuarenta años más tarde, a finales de los sesenta, el las décadas de 1960 y 1970.
clima político se suavizó y sus ideas quedaron exoneradas. Fue en- Entretanto, Vigostky y Luria se encontraron cada vez más ase-
tonces cuando Luria descubrió, consternado, que el original en diados por las autoridades, y la amenaza de arresto y deportación a
ruso se había perdido. Siempre pragmático e inasequible al desa- un campo de trabajo se cernía sobre ellos de forma cada vez más in-
liento, Luria me pidió que vertiera al ruso la versión inglesa de «La quietante. Durante la década de 1930 las cosas fueron de mal en
herramienta y el símbolo», cuidando que sonara como el original. peor. Para los científicos, las amenazas de posibles repercusiones
Medio pasmado y medio divertido, así lo hice, y nuestra benigna por inconformismo político iban desde la denuncia pública hasta el
falsificación pasó por el texto real. Hoy aparece en el primer volu- asesinato.
men de las obras completas de Vigotsky sin explicación alguna so- El destino que le tocó a Vigotsky fue dramático y doloroso. Mu-
bre cómo ha llegado hasta allí. rió en 1934 a la edad de treinta y cuatro años y sus ideas fueron re-
Este nuevo enfoque forjado por Vigotsky y Luria fue cada vez primidas durante décadas en la Unión Soviética, donde no volvieron
más atacado, lo mismo que sus estudios de campo transculturales a la luz hasta muchos años más tarde. Su viuda me confesó, años
sobre las tribus del Asia central. La última gota llegó cuando Luria después de su muerte, que estaba convencida de que su temprana
viajó a lo que hoyes Uzbekistán para realizar experimentos con muerte por tuberculosis había sido una bendición, porque 10 había
miembros nativos de las tribus. Los resultados de su estudio fueron salvado de un fin mucho más trágico; si hubiera vivido uno o dos
fascinantes. Las ilusiones ópticas, que a menudo se producen en los años más, es probable que hubiera perdido la vida de forma violen-
miembros de la moderna sociedad occidental, no podían replicarse ta en un gulag. En la actualidad, Vigostky es considerado una de las
en los hombres de las tribus uzbekas. Esto sugería que incluso los figuras pioneras de la psicología y la ciencia cognitiva del siglo xx.
aspectos más básicos de la percepción estaban en cierta medida Aleksander Luria, por otro lado, tuvo una vida larga y llegó a
controlados por el entorno y la cultura. Luria envió a Vigotsky, que convertirse en uno de los neuropsicólogos más famosos de su épo-
se había quedado en Moscú, un jubiloso telegrama que consistía en ca. Logró sortear el campo minado de la política soviética y consi-
cinco fatídicas palabras, «Los nativos no tienen ilusiones» , acom- guió reconocimiento científico en todo el mundo en vida. Fue tam-
pañadas de abundantes signos de exclamación. En consonancia con bién mi mentor y mi amigo.
118 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 119

Luria nunca se hubiera hecho neuropsicólogo de haber vivido La segunda guerra mundial fue una enorme tragedia para Rusia
en un entorno más benigno. Al principio de su carrera, el cerebro pero también su único momento de relativa gloria bajo el régimen so-
ocupaba un lugar relativamente periférico en su programa de inves- viético. Durante los setenta y tres años de historia del régimen, sólo
tigación, y su primer estudio sobre daños cerebrales tuvo por obje- en aquel período coincidieron los intereses del estado y los intereses
to apoyar una proposición que el propio Luria más tarde rechazó de los ciudadanos en el objetivo de repeler la invasión nazi; fue su úni-
por ingenua y equivocada: que la habilidad para la resolución de ca victoria, en contraste con la cadena de colosales fracasos que sufrió
problemas de los pacientes afásicos, privados de los beneficios del el país antes y después de la guerra. A Luria la guerra le ofreció tanto
lenguaje, acababa por deteriorarse hasta el nivel de los chimpancés. el propósito como la oportunidad de vincularse a la neuropsicología
Esto, por supuesto, no es lo que ocurre. para el resto de su vida. Recibió el encargo de desarrollar métodos de
El interés de Luria en sus primeros trabajos se centraba en la re- neurorehabilitación para los soldados heridos. Fue así como se vio en-
lación entre mente y cultura, en cómo el conocimiento compartido frentado a una gran cantidad de casos de heridas penetrantes de bala,
por una sociedad es asumido por el individuo como conocimiento que le sirvieron de base para su investigación sistemática de las rela-
personal. Las primeras investigaciones de Luria eran básicamente ciones cerebro-mente. Esta investigación culminó en dos libros que lo
transculturales y centradas en el desarrollo, y sin duda preveía de- convirtieron en el neuropsicólogo más eminente del mundo: La afasia
dicar toda su vida a este campo. No pudo ser así. Con los cambios traumática y Las funciones corticales superiores del hombre.
ocurridos en la Unión Soviética a finales de los veinte y principio Hoy podemos alegramos de que sus vicisitudes lo trajeran a la
de los treinta, la exaltación de los primeros años de la revolución neuropsicología, que sin él no sería lo que ha llegado a ser hoy, o qui-
dio paso a una desnuda tiranía de estado en la que las autoridades, zá ni siquiera existiría como tal. Luria se anticipó y, en cierto modo,
en su afán por controlar todos los aspectos de la ciencia, aplicaban personificó, la fusión de psicología y ciencia del cerebro a la que he-
con celo creciente la doctrina marxista. Entre otras cosas, esto les mos asistido durante las últimas décadas con el nombre de «neuro-
llevó a acusar a la genética y la cibernética de «pseudociencias bur- ciencia cognitiva». En tiempos de Luria, e incluso una generación
guesas», a la vez que promocionaban un iletrado neolamarckismo más tarde, fue mínima la relación existente entre estas dos discipli-
en la biología y la agricultura. nas. En tiempos tan recientes como las décadas de 1970 y 1980, una
En este clima, la carrera de Luria tomó una dirección muy dis- generación después de que Luria realizara sus contribuciones pione-
tinta. Aunque ya era profesor titular de psicología en la Universi- ras, la psicología académica estaba dominada por personas no sólo
dad Estatal de Moscú, Luria decidió asistir a la facultad de medi- ignorantes de la biología del cerebro, sino orgullosos de serlo. Presu-
cina; más tarde inició su colaboración con el Instituto Burdenko mían de la idea simplemente falsa de que de algún modo era posible
de Neurocirugía. Esta asociación, que habría de prolongarse du- estudiar la cognición en estado puro, platónico, dejando a otros la ta-
rante cuarenta años, proporcionó a Luria la base sobre la que eri- rea de investigar cómo estaba «implantada» en el cerebro.
gió su obra pionera en la neuropsicología. Siempre he sospecha- Por su parte, los neurocientíficos miraban la psicología con des-
do que Luria se refugió en la neuropsicología porque estaba deñosa condescendencia, y consideraban las conductas complejas
menos cargada de ideología que otros campos de la psicología y, demasiado emocionales como para ser merecedoras de un examen
por tanto, era relativamente inmune a la censura del Partido Co- científico serio. En consecuencia, para tener derecho a ser objeto de
munista. investigación científica rigurosa había que ser como mucho un ca-
120 La paradoja de la sabiduría El poder de los patrones 121

racol. Recuerdo haber utilizado el ténnino «neurociencia cogniti- este legado gennina y crece; posiblemente, en la actualidad la con-
va», entonces de cuño reciente, en un grupo de neurocientíficos tinuación más innovadora del trabajo de Vigotsky se produce en
«convencionales» a mediados de los ochenta, y sus expresiones de Estados Unidos y otros países occidentales. En este sentido, estas
desprecio me llevaron a la conclusión de que creían que ese ténni- tradiciones han compartido el destino de otra gran importación
no era un oxímoron interesado. Luria se adelantó a su generación rusa, la escuela de actores de Stanislavski, que enraizó finnemen-
en su capacidad para pensar en el cerebro y la cognición con igual te en Estados Unidos tomando la fonna del «método» de Lee
sofisticación y en su habilidad para integrarlos. En ese sentido fue Strasberg.
un auténtico visionario. Su obra Las funciones corticales superio-
res del hombre fue la primera monografía de la neurociencia cog-
nitiva (aunque bastante antes de que se acuñara el ténnino), el na- Un cerebro de amplias miras
cimiento de una disciplina. 3
En la actualidad, el legado intelectual de Vigotsky y Luria está En un plano más general, la idea de la mente moldeada por la cul-
ampliamente extendido, aceptado tanto en Occidente como en tura que introdujeron Vigotsky y Luria nos conduce hasta un .cor~­
Oriente. Ha dejado de ser una tradición intelectual rusa para ha- lario importante para nuestro intento por comprender la maqumana
cerse universal, y en ese proceso se ha ampliado y transfonnado. biológica de la mente: El cerebro lleva impresos ciertos tipos de re-
Tampoco es Rusia actualmente el más fértil de los campos donde conocimiento de patrones, pero no otros. Esto implica que el cere-
bro debe de poseer cierta capacidad, una gran capacidad, de hecho,
para almacenar infonnación sobre una gran variedad. de datos y re-
3. No suele comentarse, o siquiera reconocerse, la continuidad entre Sig-
mund Freud y Aleksander Luria. Siendo muy joven, Luria ya admiraba a Freud,
glas cuya naturaleza no se conoce por adelantado, Sl~O q~e se ad-
con quien mantenía correspondencia. Más tarde, durante los peores momentos de quiere por medio del aprendizaje derivado de la expenencIa perso-
exceso soviético, cuando el psicoanálisis era objeto de burlas y era denunciado des- nal o de la cultura. ¿Cómo puede conseguirse esto?
de cualquier púlpito oficial, Luria siguió hablando en privado de Freud con respeto La evolución ha resuelto el problema mediante la aplicación
y afecto. Freud estuvo al principio interesado en el cerebro, y sus primeras contri- juiciosa del principio de que «menos es más». Las «viejas» estruc-
buciones a este campo fueron en lo que hoy se conoce como «neurología conduc-
turas subcorticales llevan «preimpresa» la infonnación correspon-
tual». Algunos de los términos más usados de la neurología y la neuropsicología
fueron introducidos por Freud (como «agnosia»). Freud fue uno de los primeros
diente a la «sabiduría del filo», lo mismo que las regiones cortica-
proponentes de la unidad de cerebro y mente. Pero presentía que la ciencia de su era les directamente implicadas en el procesamiento de los impulsos
no estaba preparada para la «última frontera», para acometer los misterios del cere- sensoriales: la vista, el oído y el tacto. La corteza motora también
bro. En consecuencia, se centró en el estudio de la mente, y nació el psicoanálisis. viene en buena medida «preimpresa».
Al final del siglo xx, cuando el contexto intelectual y científico había alcan- Sin embargo, las regiones corticales más complejas, las que
zado la madurez suficiente, se produjo por fin la fusión entre neurociencia y cien-
comprenden la llamada corteza de asociación, tienen relativamente
cia cognitiva. Podemos pensar en Freud y Luria como dos puntos de la larga línea
que conduce hasta esta unión. El éxito de la contribución de Luria a esta fusión se poco conocimiento preimpreso. A cambio, están do~ada~ de una
debe en buen a medida precisamente a su profunda comprensión de la interacción gran capacidad para procesar infonnación de cualqUier tipo, para
entre cerebro y cultura, y a los desarrollos conceptuales inherentes a la «psicolo- afrontar de fonna abierta y flexible cualquier imprevisto circuns-
gía histórico-cultura!». tancial que pueda surgirle al organismo. De un modo en apariencia
El poder de los patrones 123
122 La paradoja de la sabiduría
nizado. A este principio emergente de organización neocortical lo
paradójico, cuánto más avanzadas son ciertas regiones corticales y
denomino principio del gradiente. Llegar a alcanzar esa misma
cuánto más recientemente se formaron durante la evolución, menos
congruencia por medio de programación genética hubiera supuesto
«precargadas de programas» están, y deben en mayor grado su po-
una dilapidación tremenda e innecesaria de información genética.
tencia de procesamiento a una creciente habilidad para desarrollar
Por fortuna, la evolución rechazó esta vía despilfarradora, y dejó en
sus propios «programas» a medida que así lo requieran sus necesi-
el diseño del cerebro un espacio para una tabula rasa. Sólo que ese
dades de supervivencia en un mundo exterior cada vez más com-
espacio es gestionado por una fenomenal capacidad neuronal para
plejo e impredecible. Esta habilidad para desarrollar «programas»
procesar la complejidad de cualquier tipo y llenarlo de contenido.
en forma de atractores cada vez más complejos se logra a su vez do-
tando a estas nuevas regiones cerebrales de una capacidad abierta
para afrontar la complejidad sea cual sea su naturaleza. A diferen-
cia de los procesadores innatos, preimpresos, como las neuronas
específicas para determinados ángulos de la corteza visual, la capa-
cidad de reconocimiento de patrones de las regiones más avanzadas
de la corteza se califica de «emergente» porque realmente emerge
en el cerebro, que es extremadamente complejo pero también «de
mente abierta».
Esto nos lleva a una conclusión bastante profunda: la evolución
del cerebro está dominada por un gran tema, una transición gradual
de un diseño «preimpreso» y rígido a un diseño abierto y flexible.
La consecuencia es que la organización funcional de la más avan-
zada de las regiones de la corteza, la corteza de asociación hetero-
modal, no se parece a una colcha de retazos en la que cada peque-
ña región está a cargo de una función propia y acotada. En el
lenguaje técnico de la neurociencia, diríamos que no es modular,
sino que es altamente interactiva y distribuida. La corteza de aso-
ciación heteromodal se desarrolla a lo largo de las distribuciones
continuas, o gradientes, que emergen espontáneamente al dictado
de la geometría del cerebro y la economía de las redes neuronales
y no con arreglo a un orden de contenido preconfigurado, ya sea ge~
néticamente, ya de otro modo. En la corteza de asociación, los as-
pectos de la cognición funcionalmente cercanos se representan en
regiones corticales neuroanatómicamente cercanas. Esta congruen-
cia espacial entre la cognición y el cerebro es justamente lo que
cabe esperar como «propiedad emergente» en un cerebro autoorga-
6

Aventuras en la avenida de la memoria

El reto de la memoria

ómo consigue nuestro cerebro, dotado de una capacidad muy


¿C poderosa pero abierta, adquirir las complejas habilidades
mentales a través de la experiencia individual y la cultura? ¿Qué ma-
quinaria cerebral hace posibles las «propiedades emergentes» que
hemos destacado, como la sabiduría, la competencia y la pericia?
Llegaremos a la cuestión de la sabiduría, pero paso a paso. Para
navegar un territorio ignoto, y la neurobiología de la sabiduría lo
es, tenemos que asociarlo primero a algo que conozcamos mejor:
las aventuras en la avenida de la memoria.
Uno de los mensajes centrales de este libro es que la sabiduría
está íntimamente ligada a la memoria, pero a cierto tipo de memo-
ria, a saber, la memoria genérica. Antes de coger por los cuernos el
toro de la sabiduría, conviene que entendamos bien cómo funciona
este tipo de memoria y en qué difiere de otros tipos de memoria.
Como veremos, existe una relación directa entre la memoria gené-
rica y los patrones, así como entre los procesos que subyacen a su
formación en el cerebro.
Todos los recuerdos, o por los menos la mayoría de ellos, se for-
man y almacenan en la parte más joven y sofisticada del cerebro, la
neocorteza. Además, ciertos recuerdos requieren el apoyo de varias
126 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 127

estructuras subcorticales (o, dicho con más pedantería, no neocor- don, casi sin excepción es una maldición que inhabilita y paraliza a
ticales), mientras que otros recuerdos no precisan ese apoyo adi- la persona. Aleksander Luria relató el caso de un periodista de un
cional. Los recuerdos que dependen de esas estructuras adicionales diario local con la dudosa bendición de preservar para el resto de
son muy vulnerables al deterioro y a las enfermedades neurológi- su vida todos los recuerdos que formaba, por triviales e irrelevantes
caso En cambio, los recuerdos que dependen únicamente de la neo- que fueran. Este paciente describía la perniciosa e insoportable
corteza, no dependen de ninguna estructura adicional exterior a la condición en que vivía, abrumado constantemente por una marea
neocorteza, son relativamente invulnerables al deterioro y pueden inacabable de imágenes y recuerdos mezclados. La mayoría de no-
resistir la agresión de la decadencia neurológica, e incluso de la de- sotros nos libramos de tal maldición porque lo que entra en nuestro
mencia, durante mucho más tiempo. La mayoría de los recuerdos almacén de memoria a largo plazo es muy selectivo y la mayoría de
de este último tipo corresponde a la memoria genérica. Pero, ¿qué recuerdos fugaces que formamos en la cabeza no recibe este pri-
es la memoria genérica? Para entenderlo necesitamos primero un vilegio.
conocimiento básico de los procesos que subyacen al recuerdo y el De modo que olvidar, en tanto que fenómeno normal, es benefi-
olvido. cioso siempre y cuando se limite a la información sin importancia.
¿Alguien recuerda lo que cenó hace exactamente veintitrés Pero la propensión a olvidar puede ser patológica, asociada a distin-
años? No hay razón para preocuparse, sólo pretendo remarcar lo ri- tos tipos de lesión cerebral, y entonces recibe el nombre de amnesia.
dículo que es esperar que alguien recuerde detalles tan triviales Como veremos más adelante, existen varias formas de amnesia, así
ocurridos hace tantos años. A no ser, claro está, que hace exacta- como varios niveles de gravedad, desde los olvidos ocasionales de
mente veintitrés años haya estado uno invitado a cenar en la Casa las personas mayores, relativamente benignos, hasta las deficiencias
Blanca, por poner un caso. Sin embargo, si hubiese hecho esta mis- globales y catastróficas de los pacientes incapaces de recordar lo
ma pregunta sobre el día de ayer, cualquiera hubiera respondido co- que les ha ocurrido tan sólo cinco o diez minutos antes.
rrectamente y sin dudarlo, independientemente de que hubiera ido La amnesia puede tener su origen en varias enfermedades cere-
a una cena de estado o no. Así que aquel recuerdo hoy remoto y ol- brales, entre las que se incluyen las lesiones cerebrales traumáticas
vidado en otro momento estuvo en la memoria. Los recuerdos de producidas por accidentes de circulación o laborales, por ejemplo,
eventos triviales y sin trascendencia se degradan muy rápidamente o por interrupción del suministro de oxígeno al cerebro, infeccio-
a cada hora que pasa, y ese deterioro se puede representar por una nes cerebrales de origen vírico, bacteriano o parasitario, enferme-
función potencial de caída rápida. Suerte tenemos de ello, porque si dades cerebrovasculares, abuso crónico de bebidas alcohólicas
recordáramos todo lo que en algún momento ha sido un recuerdo acompañado de deficiencias nutricionales que conduce al llamado
en nuestra memoria, por fugaz que fuera, nuestra cabeza sería el síndrome de Korsakoff, o por un ataque grave de apoplejía, por
equivalente mental de la ciudad de Pompeya, enterrada bajo lava y nombrar algunas posibilidades. Todas estas afecciones tienen algo
ceniza. Los pedazos de memoria realmente significativos languide- en común: todas pueden interferir en la capacidad del cerebro de
cerían ocultos bajo una enorme capa de información inútil, de rui- formar recuerdos, de almacenarlos y de recuperarlos en el momen-
do, de basura. to en que sean requeridos. Más adelante indagaremos algo más so-
Hay personas que poseen una extraña propensión a recordar bre la amnesia, pero primero debemos centramos en los procesos
todo, a no olvidar nada, aunque son casos contados. Lejos de ser un por los que se forman los recuerdos normales.
128 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 129

¿A qué nos referimos exactamente cuando decimos que cierto ronales que transporten la información desde al punto A al punto B.
conocimiento se ha almacenado en la memoria a largo plazo? Un Todos los recuerdos comienzan su vida en la corteza y ahí se que-
recuerdo comienza a formarse en el momento en que nos encontra- dan durante toda su «vida natural».
mos con aquello que aprendemos: una nueva cara, un nuevo hecho Dicho de otro modo, la percepción de una cosa y el recuerdo
o un nuevo sonido. El estímulo activa en primera instancia las par- de esa cosa comparten el mismo territorio cortical; de hecho, com-
tes del cerebro que están a cargo de los sentidos, y luego algunos parten las mismas redes neuronales. Esto logró demostrarlo con
sistemas del cerebro de alto nivel encargados de analizar y procesar gran elegancia Stephen Kosslyn con la ayuda de una técnica llama-
la nueva información y relacionarla con conocimientos previamen- da TEP (tomografía por emisión de positrones), que le permitió
te adquiridos. Esta actividad modifica la propia maquinaria impli- identificar las regiones del cerebro implicadas en las imágenes
cada en el proceso, y es precisamente el cambio que se produce en mentales, las áreas que se activaban cuando pedía a sus pacientes
las redes neuronales implicadas en recibir y procesar la nueva in- que evocaran mentalmente las imágenes de varios objetos familia-
formación lo que constituye la memoria. Ha comenzado el proce- res. Las áreas activadas resultaron ser las mismas que se activaban
so de formación del recuerdo; se sintetizan nuevas proteínas, se cuando el paciente realmente veía esos objetos.
establecen nuevas sinapsis (contactos entre células nerviosas o De igual modo, durante muchos años ha sido común hablar de
neuronas) y otras ,sinapsis se refuerzan en relación con las sinapsis «sistemas de memoria a corto plazo» y de «sistemas de memoria a
de su alrededor. Esta es la esencia de la formación de nuevos re- largo plazo», como si éstos residieran en partes distintas del cere-
cuerdos. l bro. Esta idea errónea todavía persiste en varios círculos profesio-
La primera lección que debemos aprender de esta descripción nales y legos apartados de las últimas tendencias de la neurocien-
es que los recuerdos se forman en las mismas estructuras cerebra- cia. En realidad ambos «sistemas» son dos fases del mismo proceso
les e implican a las mismas redes neuronales que se ocupan de pro- que implican a las mismas estructuras cerebrales, y no dos procesos
cesar la información a su llegada al cerebro. En el pasado, muchos separados en los que intervienen estructuras cerebrales distintas.
científicos creían que en el cerebro existían «almacenes de memo- El diseño del cerebro es en buena medida poco práctico, lo que
ria» distintos y separados de las regiones del cerebro inicialmente contradice la creencia común de que el curso de la evolución está
involucradas en el procesamiento de la información que se estaba de algún modo dirigido lineal e inexorablemente hacia el perfec-
memorizando. Hoy sabemos que esos «almacenes de memoria» no cionamiento. Por ejemplo, el tronco encefálico contiene varios nú-
existen, del mismo modo que no existen «trenes de memoria» neu- cleos responsables de despertar y activar el cerebro. Estos núcleos
se encuentran empaquetados tan densamente en una única y peque-
l. Como ya sabemos, las neuronas no son las únicas células que se encuen- ña área del cerebro que una sola lesión en esta región puede afectar
tran en el cerebro; hay también células gliales. Estas células están desprovistas de a todos estos núcleos de un solo golpe y producir una disfunción
contactos sinápticos, y hasta hace poco se creía que tenían poco o nada que ver catastrófica de la vigilia. Esto es precisamente lo que ocurre en el
con el procesamiento de la información. Se suponía que el papel de las células de
coma, que es causado por lesiones en esta región estratégica del ce-
la glía se limitaba a sustentar y nutrir a las neuronas. Sin embargo, cada vez pare-
ce más claro que al menos algunas, en especial las células gliales llamadas astro-
rebro. Un diseño tan desprovisto de redundancia o de mecanismos
citos, participan directamente en las computaciones neuronales modulando el de respaldo y seguridad habría suspendido en cualquier escuela de
funcionamiento de las neuronas. ingeniería o diseño. Un diseño más «sensato» guiado por la sabi-
Aventuras en la avenida de la memoria 131
130 La paradoja de la sabiduría
los procesos conocidos como «reverberación» o «reentrada cícli-
duría evolutiva, si acaso existiera eso, hubiera distribuido los nú-
ca». Donald Hebb, que tantos mecanismos de computación neuro-
cleos críticos para la vigilia y la activación, con amplios sistemas
nal concibió, fue el primero en sugerir que estos bucles desempe-
de respaldo y redundancia, de tal manera que no acabasen todos en
ñan un papel en la memoria.
la misma «cesta» neuronal.
Otros bucles son locales y se propagan allí donde se producen
En cambio, la característica central de nuestra maquinaria de la
los cambios sinápticos. Los procesos mediados por esos bucles lo-
memoria, el hecho de que los recuerdos se almacenen en las mis-
cales se denominan «potenciación a largo plazo» o PLP. Estos pro-
mas redes neuronales que reciben la información en primera ins-
cesos han sido objeto de investigaciones recientes en las que se ha
tancia, hubiera satisfecho a cualquier aficionado a la frugalidad y
hallado que dos sustancias químicas juegan un papel fundamental
economía de diseño, y a cualquiera que crea en la «sabiduría de la
en la PLP: un neurotransmisor excitador (una sustancia química en-
naturaleza». Cuando los cambios en la red perduran y se refuerzan,
cargada de la comunicación entre neuronas) llamado glutamato y
la información queda firmemente instalada en el almacén de largo
su receptor, una molécula de nombre impresionante, N-metil-D-as-
plazo. Los cambios que se habrán producido entonces en la red ha-
partato, o simplemente NMDA.
brán sido de naturaleza química y estructural. Se habrán alterado si-
Así pues, el proceso de formación de recuerdos implica interac-
napsis y formado nuevos receptores. El recuerdo así creado será
ción entre cambios estructurales, bioquímicos y bioeléctricos en el
robusto y relativamente invulnerable frente a cualquier agresión
cerebro. Para comprender mejor la interacción entre estos proce-
al cerebro, desde una lesión cerebral traumática hasta una infección
sos, imaginemos que estamos paseando por una avenida y vemos
vírica o un proceso de demencia.
en un anuncio un teléfono que nos interesa. Queremos anotarlo,
pero la calle está demasiado transitada y no tenemos a mano papel
ni bolígrafo. Así que de camino a casa vamos repitiendo el número
¡No tan rápido!
para mantener viva su representación mental cuando el anuncio ha
desaparecido de nuestro campo visual. Intentamos que fuera de la
Los cambios que acompañan a la formación de un recuerdo no se
vista no signifique fuera de la mente, pero no es fácil porque la re-
producen de manera instantánea, sino que necesitan tiempo; a me-
presentación mental que intentamos preservar es muy frágil; cual-
nudo, mucho tiempo, pues son en extremo lentos y requieren mu-
quier sonido de la calle, cualquier distracción, cualquier pensa-
cha ayuda. Para que un recuerdo llegue a estar firmemente codifi-
miento fugaz puede hacemos interrumpir el murmullo constante
cado, el proceso precisa la ayuda de determinadas estructuras del
del número y su recuerdo se evaporará. Con algo de suerte llega-
cerebro cuyo papel consiste en reactivar continuamente las redes
mos a casa repitiendo todavía el número de teléfono hasta escribir-
neuronales críticas de la neocorteza, incluso mucho después de que
lo en un libreta. Por fin, el recuerdo está en lugar seguro.
el estímulo inicial haya desaparecido. Estos procesos de continua
Los bucles bioeléctricos de reverberación que se producen en el
reactivación, también conocidos como «reentrada», son de natura-
cerebro mantienen vivos los recuerdos del mismo modo que la re-
leza eléctrica y consisten en bucles de actividad bioeléctrica recu-
petición por lo bajo del número de teléfono mientras caminamos de
rrente. Estos bucles se suceden a distintas escalas y aparecen en
vuelta casa: asegurando que la fuente de información esté virtual-
distintas variedades que a menudo operan concertadamente. Algu-
mente presente mucho después de que haya desaparecido el estí-
nos de estos bucles son largos y afectan a regiones distantes; son
E2 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 133

mulo. Igual que la repetición por lo bajo, los bucles de reverbera-


ción son frágiles, inestables, sujetos a disrupción por diversos pro-
cesos fisiológicos del cerebro. Es una especie de carrera de obstácu-
los neurológica.
En cambio, una vez escrito el número de teléfono hemos crea-
do un registro estructural mucho más estable y robusto. Es varios
órdenes de magnitud más resistente frente al deterioro que los frá-
giles bucles que acabamos de comentar. Esta traza de memoria es-
tructural también puede perderse; podemos perder la libreta o pue-
de arder en un incendio, pero la probabilidad de que esto ocurra es
relativamente pequeña. La formación de un recuerdo en forma de
un cambio estructural en el cerebro es equivalente a escribir en una
libreta el número de teléfono. El recuerdo se convierte así en algo
mucho más robusto, más invulnerable ante cualquier agresión con-
tra el sistema nervioso central o frente a lesiones cerebrales.
La propagación de los bucles de reverberación depende de va- FIGURA 7. Regiones cerebrales implicadas en la memoria. En gris
rias estructuras cerebrales que se encuentran fuera de la neocorte- claro, las áreas neocorticales en las que se almacenan los recuerdos. En
za. Entre éstas se cuentan los hipocampos y las estructuras que los gris oscuro, las estructuras cerebrales (hipocampos y tronco encefálico)
rodean, así como el tronco encefálico. El tronco encefálico garanti- que participan en la formación de la memoria y en el proceso de recordar.
za en el cerebro el nivel de alerta necesario para que se mantengan
los bucles de reverberación. Los hipocampos hacen algo más com- los rodean, son excepcionalmente vulnerables a los efectos de la de-
plejo que todavía no hemos llegado a comprender plenamente. Por mencia, y se sabe desde hace tiempo que las lesiones en estas áreas
el momento, supongamos que garantizan que se coactiven las re- suelen causar deficiencias de memoria. Esto es precisamente lo que
giones corticales dispares en las que se almacena el engrama. * dio lugar a la creencia de que los hipocampos son la sede de la me-
A riesgo de resultar pesado, voy a repetir algo muy importante: es- moria. Pero esta conclusión aparentemente correcta esconde una ló-
tas estructuras no son el lugar de almacenamiento, sino que éste se si- gica errónea. Es como si concluyéramos que la sede de la memoria
túa en la neocorteza. Pero los hipocampos y otras estructuras son ex- de un ordenador es la batería. Sabemos que no es así, que la sede de
traordinariamente importantes para la formación de recuerdos a largo la memoria es el disco duro. Pero si la batería falla, se pierde la ca-
plazo, puesto que los bucles de reverberación tienen que estar activos. pacidad de almacenar nueva información en el disco duro.
Estas áreas, en particular los hipocampos y las estructuras que Una vez que un recuerdo ha quedado firmemente asentado en el
almacén de memoria a largo plazo, el papel del hipocampo en su
* EUn engrama es una traza de memoria, la impronta de un recuerdo, y se mantenimiento se reduce de forma drástica. Esto ocurre, supuesta-
concibe como un cambio estructural o bioquímico del tejido neuronal en res- mente, porque las vías corticales entre componentes alejados del
puesta a estímulos externos. (N. del t.) engrama han quedado establecidas con tal firmeza que ya no es ne-
134 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 135

cesario un mecanismo externo de potenciación. No obstante, los Una de las primeras ocasiones en que se vislumbró la verdadera
procesos encargados de afianzar los recuerdos a largo plazo están magnitud del período de formación de recuerdos en los humanos fue
llenos de dificultades, como en una carrera de obstáculos neuronal, a raíz de los estudios sobre el permastore [almacen permanente de la
y son terriblemente lentos. Hasta qué punto son lentos es algo que memoria (N. del t.)]. Este término fue acuñado por el psicólogo H. P.
no hemos podido apreciar cabalmente hasta hace poco tiempo. Bahrick tras hallar que al rápido deterioro de la memoria inmediata-
Antes se suponía, sobre la base de estudios realizados con ani- mente después del aprendizaje inicial le sigue un largo período de de-
males, que el tiempo necesario para la formación de recuerdos per- terioro relativamente lento. Los recuerdos que hayan quedado razona-
manentes era del orden de horas o días. Los experimentos que su- blemente bien retenidos a los tres años del aprendizaje inicial sólo se
gerían esta conclusión parecían tener una interpretación directa. A perderán a un ritmo muy lento en el futuro. Han entrado en el per-
una rata de laboratorio se le enseñaba una habilidad, generalmente mastore, gracias probablemente a la formación de una traza estructu-
a atravesar un laberinto, y, cuando el aprendizaje se consideraba sa- ral de memoria. Esto sugiere que en los humanos el intervalo de tiem-
tisfactorio, se aplicaba una descarga eléctrica en la cabeza de la po necesario para la formación de esa traza estructural se mide en
rata. La idea es que este nada delicado procedimiento rompería los años, no en días, y mucho menos en horas.
bucles eléctricos de reverberación necesarios para la formación de Un aspecto interesante es que los recuerdos que acaban for-
recuerdos en el cerebro y, consiguientemente, interferiría en los mando parte del permastore no se distribuyen equitativamente a lo
procesos de memoria que todavía dependieran de esos bucles. Sin largo de la vida; la distribución de esos recuerdos se caracteriza por
embargo, los recuerdos que ya estuviesen afianzados a largo plazo una «giba» que corresponde a las edades de diez a treinta años. Es
en el almacén estructural, que ya no dependieran de los bucles eléc- posible que en la vida del hombre este período sea especialmente
tricos de reverberación, no quedarían segados por la descarga eléctri- propicio a la adquisición del conocimiento más importante que sir-
ca. Con estas suposiciones en la mente, los investigadores manipu- ve de base para la habilidad de reconocimiento de patrones, en el
laron el período de tiempo entre el aprendizaje de la habilidad y sentido más amplio, durante el resto de la vida.
la aplicación de la descarga eléctrica para así determinar el interva- Para dejar las cosas bien claras, sin embargo, fue necesario es-
lo de tiempo durante el cual la descarga interfería con el aprendi- tudiar los efectos de las lesiones cerebrales sobre la memoria hu-
zaje previo, y más allá del cual ya no tenía efecto alguno. Este in- mana y examinar qué tipos de recuerdos se pierden, qué tipos per-
tervalo crítico resultó ser, en las ratas, del orden de horas a días de duran y qué tipos se pierden sólo para ser recuperados más tarde.
duración. Un fenómeno peculiar que recibe la denominación de «amnesia re-
Pero por mucho que los genetistas insistan en que «las mos- trógrada» resultó muy útil para arrojar luz sobre el período de tiem-
cas son como las moscas pero las ratas son como los humanos», po de formación de recuerdos a largo plazo en los humanos.
las ratas no son como humanos. Si bien es cierto que la biología
básica de todas las especies de mamíferos es muy parecida, no es La amnesia da la pista
totalmente idéntica. La suposición tácita de esta correlación con-
dujo a estimaciones enormemente imprecisas del período de Los defectos de la memoria, que en lenguaje técnico se conocen
tiempo necesario para la formación de recuerdos en nuestra pro- como «amnesias», siempre han ocupado un lugar central en la neu-
pia especie. ropsicología. No debe sorprender que un proceso tan complejo
136 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 137
como la memoria se pueda desintegrar de varias maneras. Las defi- Si un individuo sano sufre una lesión traumática en el cerebro en un
ciencias de memoria casi nunca son globales; por lo general son accidente de coche, el momento exacto del evento se puede esta-
parciales, dando lugar a distintos tipos de amnesia. blecer con facilidad. Pero en el caso de la demencia esto no es po-
Una de las principales distinciones que establece la neuropsico- sible pues en este caso el deterioro es gradual y se produce a lo lar-
logía es entre la «amnesia anterógrada» y la «amnesia retrógrada». go de varios años. Para cuando un paciente recibe el diagnóstico de
La amnesia anterógrada es la pérdida de la habilidad para fijar en el demencia ya lleva enfermo un largo período de tiempo, por lo ge-
recuerdo nueva información una vez que se ha producido el daño ce- neral años, no meses.
rebral. La amnesia retrógrada es la incapacidad de recordar la infor- Pese a estas dificultades de diagnóstico, la distinción entre am-
mación adquirida antes de que se produjera el daño en el cerebro. nesia anterógrada y amnesia retrógrada ha resultado muy útil para
Una persona que haya sufrido una lesión cerebral en un accidente de los neuropsicólogos y los neurólogos durante años. Estas dos for-
circulación hace un año y que en la actualidad sea incapaz de recor- mas de amnesia a menudo aparecen juntas, pero por razones idio-
dar lo que leyó en el periódico en el día de ayer posiblemente su- sincrásicas más que lógicas la amnesia anterógrada siempre ha re-
fra de amnesia anterógrada. Si esta persona además no consigue re- cibido más atención, lo que ha llevado a pensar que era más común
cordar el nombre de la compañía para la que trabajó durante los y grave que la amnesia retrógrada.
cinco años anteriores al accidente, probablemente sufra también Mi propia experiencia clínica contradecía esta suposición tan
amnesia retrógrada. No es raro desarrollar los dos tipos de amnesia ampliamente aceptada. Creía que estábamos ante un caso de un
como consecuencia de una lesión cerebral; esa pobre persona será error lógico bastante extendido, el de aceptar la ausencia de prue-
incapaz de recordar lo que haya aprendido recientemente y tampoco bas como prueba de la ausencia. (Como los investigadores no pres-
tendrá acceso a la información adquirida antes del accidente. 2 taban ni de lejos la misma atención a la amnesia retrógrada que a la
La distinción entre amnesia anterógrada y amnesia retrógrada amnesia anterógrada, no la encontraban.) En mi propio trabajo, sin
depende del conocimiento que se posea del momento exacto en que embargo, siempre me había interesado profundamente la amne-
se produce el daño cerebral, lo que no siempre es fácil de averiguar. sia retrógrada porque me parecía que ofrecía un oportunidad única
de examinar el modo como se organiza y almacena el conocimien-
2. En un lenguaje clínico menos riguroso el término «amnesia retrógrada» se
usa a veces como equivalente de «pérdida de memoria remota», pero se trata de to en el cerebro.
dos conceptos distintos. La «memoria remota» tiene como punto de referencia en Entre otras cosas, la amnesia retrógrada nos informa sobre el
el tiempo el momento presente; en cambio, la «amnesia retrógrada» tiene como período de tiempo necesario para la formación de recuerdos a largo
punto de referencia el momento en que se produjo el daño cerebral. Si una perso- plazo. Cuando después de una lesión cerebral los recuerdos del pa-
na sufrió una lesión cerebral en un accidente ocurrido quince años atrás, su flaca sado se ven afectados, no todos los recuerdos sufren del mismo
memoria de lo ocurrido hace nueve años sería considerada, por sentido común,
modo. Casi sin excepción, los recuerdos relativamente recientes re-
«deficiencia de memoria remota», pero no sería amnesia retrógrada, puesto que en
realidad refleja el efecto de una amnesia anterógrada (incapacidad de aprender co- sultan más afectados que los recuerdos del pasado lejano. Este fe-
sas nuevas) que sufría el paciente nueve años atrás. Ya la inversa, si una persona nómeno se conoce como gradiente temporal de la amnesia retró-
recibió un fuerte golpe en la cabeza ayer por la tarde y no recuerda nada de lo ocu- grada.
rrido ayer por la mañana, hay buenas razones para pensar que sufre amnesia retró- Un persona que sufra un trauma craneal en un terrible acciden-
grada, por mucho que ayer por la mañana no sea un tiempo remoto. te de tráfico es probable que pierda la memoria de lo ocurrido uno
138 La paradoja de la sabiduría Aventuras en la avenida de la memoria 139

o dos meses antes, quizá hasta uno o dos años antes del accidente, ce años atrás. Esto significa que quizá se necesita todo ese tiempo
pero probablemente conserve la memoria de lo acaecido una o dos para formar en el cerebro un recuerdo a largo plazo permanente, es-
décadas atrás. Lo mismo puede decirse de un paciente que sufra de- tructural y relativamente invulnerable.
mencia. Ésta es la razón por la cual el argumento de sentido común Se trata más de un proceso gradual e incremental que del surgi-
de que la memoria de alguien no puede ser tan mala si recuerda los miento abrupto y súbito de una traza de largo plazo allí donde un
nombres de sus maestros de escuela en realidad no demuestra nada. segundo antes no había nada. La naturaleza gradual de la formación
Un paciente que sufra la enfermedad de Alzheimer conservará los de trazas de largo plazo queda de manifiesto también por otra ca-
recuerdos del pasado remoto hasta fases avanzadas de la enferme- racterística peculiar del gradiente temporal, su «encogimiento».
dad, mientras que ya en las primeras fases habrá quedado afectada Como ya sabemos, no es raro que un paciente que acaba de sufrir
su memoria de los eventos más recientes. un daño cerebral experimente una pérdida de memoria que se ex-
El gradiente temporal no es intuitivo. Hace muchos años reali- tienda a varios años e incluso décadas. Pero con el paso del tiempo,
cé una encuesta informal a unos cuantos amigos de distintas ocu- algunos de los recuerdo retoman, y el curso de esta recuperación de
paciones y formación; les pregunté qué recuerdos creían que se veían la memoria sigue un orden temporal.
afectados antes a raíz de una enfermedad cerebral, los más recien- La extensión de la pérdida de memoria se va «encogiendo».
tes o los más remotos. Guiados por su sentido común y libres de la (Esta palabra informal e incluso poco elegante ha sido adoptada
influencia de un conocimiento técnico de neurociencia o neuropsi- como término técnico en la investigación sobre la memoria, de ma-
cología, todos respondieron equivocadamente que los primeros nera que los científicos hablan de «amnesia retrógrada con encogi-
recuerdos en verse afectados serían los más distantes. Esta propie- miento» y del «encogimeinto del gradiente temporal».) Como tan-
dad de la amnesia retrógrada que desafía al sentido común puede tas otras características de la amnesia retrógrada, este misterioso
servir como instrumento clínico para distinguir entre la pérdida de proceso desafía al sentido común. El encogimiento empieza desde
memoria causada por daños cerebrales de la pérdida de memoria atrás, de manera que el recuerdo de los eventos más distantes se re-
causada por factores psicológicos como la histeria, o del simple fin- cupera antes que el de los eventos más recientes. Pero el encogi-
gimiento. miento suele ser incompleto, y la memoria de los eventos más
Pero el gradiente temporal nos enseña mucho más que una ma~ recientes no se recupera nunca. La magnitud de la pérdida perma-
nera de confundir al personal. Nos dice mucho sobre cómo se for- nente de memoria varía de un paciente a otro y depende de la gra-
man los recuerdos a largo plazo. Si los recuerdos son vulnerables vedad de la lesión cerebral. Esta pérdida permanente de memoria es
mientras dependen de las reverberaciones de activación, la longitud genuina e intratable. Ninguna dosis de «suero de la verdad», nin-
temporal del gradiente nos permite estimar la cantidad de tiempo guna sesión de hipnosis podrá recuperar los recuerdos perdidos, y
necesaria para que se complete el proceso de formación de recuer'\' cualquier intento en este sentido sólo refleja una falta de conoci-
dos a largo plazo. Lo que se ha observado es que la amnesia retr6- miento de neuropsicología.
grada puede afectar a recuerdos que se remontan varios años e in~ El proceso ordenado y gradual por el que se recupera la memo-
cluso décadas. ria en una «amnesia retrógrada con encogimiento» nos informa so-
Se sabe, por ejemplo, que la ablación del hipocampo puede pro- bre la naturaleza gradual de la formación de recuerdos a largo pla-
vocar una amnesia retrógrada que afecte a recuerdos de hasta quin'" zo. Cuanto más avanzado esté el proceso, más fácil será recuperar
140 La paradoja de la sabiduría

el recuerdo. Encambio, los recuerdos que hayan quedado afectados


7
por daño cerebral en una fase temprana del proceso de fijación se-
rán demasiado frágiles para retomar, y se perderán para siempre.
El obstáculo principal que se presenta en el camino hacia el al-
macenamiento alargo plazo de un recuerdo es, por tanto, el propio Recuerdos que no se desvanecen
tiempo. Hacen falta años, décadas incluso, para que se forme en el
cerebro un recuerdo a largo plazo. Como en el mundo físico no
existe ningúnperpetuum mobile, los bucles de reverberación tienen
muchas probabilidades de acabar agotándose por sí solos, y así
ocurre con la mayoría de ellos, que se agotan antes de que haya po-
dido formarse un engrama estructural. La naturaleza parece ser
muy protectora cuando se trata de la memoria permanente del cere-
bro y exige credenciales muy estrictas para admitir nuevos recuer- Recuerdos genéricos y patrones
dos. Entonces, ¿qué tipo de recuerdos reciben un trato de preferen-
cia en este arduo proceso neurológico de selección? Éste será el legamos así a los recuerdos genéricos o «recuerdos de patro-
tema de siguiente capítulo. L nes». Cada vez que nos exponemos a la misma cosa o a una
cosa parecida del entorno (o, en términos más generales, a la mis-
ma o parecida información transmitida por el lenguaje o por algún
otro medio), damos nueva vida a los bucles de reverberación que
sustentan la formación de un recuerdo sobre esa cosa, y aumenta
así la probabilidad de que ese recuerdo entre a formar parte de
nuestra memoria a largo plazo. En la analogía del anuncio, supon-
gamos que caminamos de vuelta a casa murmurando un número de
teléfono que acabamos de ver unos minutos antes. Si nos encon-
tramos con otro anuncio con el mismo número durante el camino,
aumentará considerablemente la probabilidad de que lo recorde-
mos al llegar a casa.
El proceso es en cierto modo darwiniano, en el sentido de que
los distintos recuerdos compiten por un espacio codiciado pero li-
mitado en el almacén de memoria a largo plazo. Normalmente gana
la información que encontramos con mayor frecuencia, mientras
que la información inútil suele acabar arrumbada, desterrada al
limbo de los recuerdos que pudieron ser. Podría pensarse que la se-
lección de recuerdos almacenados a largo plazo debería basarse en
Recuerdos que no se desvanecen 143
142 La paradoja de la sabiduría
aprendizaje, bien conocida por los psicólogos: el fenómeno de la
su importancia pero, como ya sabemos, no albergamos en el cere- sobregeneralización. Durante las fases iniciales del aprendizaje,
bro a ningún homúnculo que dirija el tráfico neuronal. Y aunque lo tanto los humanos como los animales tienden a relacionar situacio-
hubiera, le resultaría muy difícil predecir qué información puede nes parecidas pero no iguales como si en verdad fuesen idénticas.
resultar importante a largo plazo, dado que la «importancia» es en Los aspectos comunes de las situaciones se aprenden mucho más
esencia una noción prospectiva. La frecuencia de uso se erige en- rápido que los aspectos que las distinguen.
tonces en sustituto «actuarial» de la importancia, ya que la infor- / La red compartida, la región de superposición entre redes espe-
mación de especial importancia seguramente se evoca con mayor CIficas, no corresponderá a la representación mental de una sola
frecuencia y, a la inversa, la información que se necesita con fre- cosa o evento, sino de las propiedades compartidas de toda una cla-
cuencia es por definición importante. se de cosas o eventos. ¡Acabamos de trazar la formación de un re-
No obstante, la importancia puede ejercer una influencia más cuerdo genérico en el cerebro! Estos recuerdos genéricos son re-
directa en la formación de recuerdos. Si a la luz de la experiencia cuerdos de patrones. Cuanto más genérico sea un patrón y cuanto
previa o de patrones innatos genéticamente programados cierta in- mayor sea el conjunto de experiencias de cuya superposición éste
formación se reconoce instantáneamente como «muy importante», haya emergido, más firme e invulnerable será ante los efectos del
una estructura del cerebro llamada amígdala entra a formar parte daño cerebral. Esto quiere decir que las representaciones abstractas
del circuito de reverberación responsable de la formación del re- son, por lo general, más resistentes frente a los efectos del deterio-
cuerdo. Este proceso facilita y acelera enormemente la fijación de ro cerebral que las representaciones concretas correspondientes a
un recuerdo firme y le confiere un tratamiento especial en la carre- cosas únicas.
ra de obstáculos neuronal. La naturaleza darwiniana de muchos
procesos biológicos, incluidos los procesos cerebrales, se ha hecho
patente para los neurocientíficos durante las últimas décadas, como
bien refleja la memorable expresión «darwinismo neuronal» acu- Snoopy
ñada por Gerald Edelman. Todo indica que la formación de recuer-
dos no es una excepción.
Fido
Las distintas experiencias activan redes neuronales distintas en
el cerebro. Nunca hay dos redes neuronales idénticas, pero cuanto
más cercanas y semejantes sean las experiencias, mayor será el gra- Brit
do de superposición entre las redes correspondientes. El núcleo co-
mún a las redes neuronales evocadas por impresiones parecidas pero
no necesariamente idénticas acaba siendo activado con una frecuen-
cia particularmente elevada, de modo que tiene una mayor probabi-

Un perro

lidad de entrar pronto en el almacén de memoria a largo plazo.


FIGURA 8. Superposición de redes. Redes específicas: Snoopy, el la-
Esta propensión a que las propiedades comunes a situaciones b~a?or castaño;Fido, el dóberrnan negro; Erit, el bullmastiff beis. Red ge-
parecidas pero no idénticas sean aprendidas con rapidez se ve re- nenca: un perro.
flejada en una de las características fundamentales del proceso de
144 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 145

Un patrón típico posee una propiedad muy interesante. No sólo de memoria de procedimientos. La memoria declarativa, en cambio,
contiene información acerca de las cosas que hemos experimenta- es la memoria de los hechos. Saber que la semana tiene siete días,
do, sino también acerca de cosas que podemos experimentar en el que París es la capital de Francia o que la segunda guerra mundial
futuro. Esto es así porque un patrón recoge las características y pro- acabó en 1945 son ejemplos de memoria declarativa. Como tantas
piedades compartidas por todos los miembros de una clase de cosas otras distinciones de la neuropsicología, la distinción entre memo-
o eventos, por ejemplo todos los tomates, todas las sillas, todas las ria declarativa y memoria de procedimientos no es absolutamente
tormentas de nieve, todas las crisis políticas, todas las ecuaciones meridiana. ¿Cómo clasificamos, por ejemplo, el conocimiento del
diferenciales de un cierto tipo, todas las caídas del mercado de va- ajedrez o las damas? ¿Se trata de auténtico conocimiento o más
lores. Por tanto, el patrón nos ayudará a enfrentamos a cualquier bien de una habilidad? Pero pese a esta área gris, la distinción ha te-
elemento de la clase que nos encontremos en el futuro porque nos nido un gran valor heurístico en la investigación sobre el cerebro.
informará inmediatamente de todas las propiedades esenciales de Se ha constatado, con algunas excepciones, que la amnesia retró-
los elementos de la clase. La noción de memoria genérica o patrón grada afecta gravemente a la memoria declarativa pero tiende a de-
puede referirse a las propiedades compartidas de entidades de cual- jar intacta la memoria de procedimientos.
quier tipo, tanto si se trata de objetos físicos como de eventos so- Otra distinción de gran influencia, debida ésta a Endel Tulving,
ciales o proposiciones verbales. es la que se establece entre la memoria episódica y la memoria se-
Se comprenderá ahora por qué, de todos los recuerdos, los re- mántica. Como veremos, esta distinción divide la memoria decla-
cuerdos genéricos o patrones son los más estables, los menos vul- rativa en dos categorías más específicas. Los recuerdos episódicos
nerables a cualquier tipo de agresión al cerebro. Esto se manifiesta se almacenan junto a los recuerdos del contexto en que se adquirie-
con especial claridad en los efectos de la amnesia retrógrada. Si en ron, tanto si se trata de acontecimientos o hechos de gran impor-
la amnesia retrógrada se ven afectados de forma distinta distintos tancia, como si se trata de los más triviales. El conocimiento de que
recuerdos, cabe suponer que estos diferentes tipos de recuerdos se John F. Kennedy fue asesinado en Dallas o el significado del ll-S
caractericen por grados distintos de robustez en razón de la variabi- está inmerso en la mente de cada persona junto a los recuerdos de
lidad en la frecuencia con que se usan o de la riqueza de sus aso- las circunstancias personales que acompañaron a esos eventos. De
ciaciones. Los neuropsicólogos y los neurólogos vienen debatiendo forma simplificada podemos decir que la mayoría de las personas
desde hace algún tiempo qué tipos de recuerdos resultan afectados que vivieron esos acontecimientos conservan un vivo recuerdo de
por la amnesia retrógrada y qué tipos se libran. Este debate ha sus- dónde estaban y qué hacían cuando se enteraron de la noticia. Lo
citado algunas de las proposiciones más importantes de la neuro- mismo ocurre con acontecimientos más mundanos, como comprar
ciencia cognitiva. el primer coche o ir a la primera entrevista de trabajo. No sólo es
La primera proposición, debida a Larry Squire y sus colabora- probable que recordemos la marca del coche o el nombre del po-
dores, se refiere a la distinción entre la memoria de procedimientos tencial empleador, sino que conservaremos el recuerdo de cómo se
y la memoria declarativa. Esta distinción resalta la diferencia entre desarrolló el evento.
«el conocimiento del cómo y el conocimiento del qué». La memo- En contraste, los recuerdos semánticos se almacenan con inde-
ria de procedimientos es la memoria de las habilidades. Saber ir en pendencia del contexto en el que se adquirieron. La mayoría de la
bicicleta, jugar al tenis o hacer el nudo de la corbata son ejemplos gente recuerda que Roma es la capital de Italia, que Einstein fue un
146 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 147

gran científico, que la semana tiene siete días o que los objetos me- Recuerdos perdidos, reencontrados y salvados
tálicos no flotan en el agua, pero nadie suele acordarse de cuándo o
en qué circunstancias aprendieron estas cosas. Víctima de un accidente cuando montaba a caballo, Steve (un
Al igual que la distinción entre memoria declarativa y de proce- nombre ficticio) sufrió daños cerebrales graves con pérdida de me-
dimientos, la distinción entre memoria semántica y memoria episó- moria y fue ingresado en el hospital en el que yo trabaja?a. El p~­
dica también tiene un área gris. Lo que para una persona es un re- ciente sufría tanto de amnesia retrógrada como de amneSIa antero-
cuerdo semántico, para otra es episódico, y viceversa. Mientras que grada, y ambas eran de extrema gravedad. Al ~cupa~e de su caso,
el II-S seguramente es un recuerdo episódico para la mayoría de hube de examinarlo varias veces durante el mIsmo dIa, y no recor-
los lectores de este libro, será un recuerdo semántico para alguien daba ni mi persona, ni mi nombre ni nuestros encuentros previos a
que nazca mucho después del evento y lo conozca a través de un li- partir de quince a treinta minutos después de producirse. Era una
bro de texto o de una película. El conocimiento de que las grandes indicación clara de amnesia anterógrada grave.
masas de aguas esconden corrientes de resaca quizá sea conoci- La amnesia retrógrada de Steve era igualmente grave. Steve era
miento semántico para mucha gente, pero para mí es un recuerdo un empresario de éxito de treinta y tantos años, y un feliz marido ,y
episódico debido a que en dos ocasiones estuve a punto de ahogar- padre. Pero después del accidente no recordaba nada de eso. DeCIa
me en el Mediterráneo, hace ya muchos años, arrastrado por la im- tener diecisiete años y daba la dirección de sus padres como su lugar
prudencia de mi juventud. Por suerte pude nadar hasta la orilla y vi- de residencia (donde en efecto había residido cuando tenía diecisiete
vir para contarlo. años). Negaba haber ido nunca a la universidad, haber estado ca~ad.o
La distinción entre memoria episódica y memoria semántica o tener hijos. Podía contar con lucidez su vida hasta la edad de dIeCI-
también ha tenido una gran influencia en la neurociencia cognitiva siete años, y conservaba recuerdos fragmentarios de lo que le había
y ha sido utilizada para delimitar el alcance de la amnesia retrógra- ocurrido durante los dos años siguientes. Del resto de su vida, de los
da. Se ha constatado que la amnesia retrógrada afecta a la memoria diecisiete años transcurridos desde los diecinueve hasta su edad de
episódica pero no a la memoria semántica. Sin embargo, ni la dis- entonces, treinta y seis años, no recordaba absolutamente nada.
tinción entre memoria de procedimientos y la declarativa, ni entre En una escala de Richter de la amnesia en la que O corresponda
la semántica y la episódica captan realmente lo que les ocurre a los a la completa claridad de recuerdo y lOa la pérdida total de la me-
distintos tipos de recuerdos en el curso de las enfermedades cere- moria el caso de Steve llegaba al menos a 8. Pero no era el primer
brales. No es infrecuente en la investigación biomédica que las opi- caso ~onocido de tal gravedad, y esperábamos que la recuperación
niones y teorías establecidas acaben siendo cuestionadas y, a la lar- de Steve siguiera el curso descrito en los libros de texto de neuro-
ga, desechadas a raíz del estudio de casos clínicos insólitos que logía: recuperación rápida y sustancial de la amnesia retró~rada y
esas teorías no logran explicar. Mis colaboradores y yo nos encon- recuperación algo más lenta y menos completa de la amneSIa ante-
tramos con uno de esos casos hace unos años, y su estudio nos lle- rógrada. De acuerdo con esta expectativa razonable, cabía esper~r
vó a revisar nuestros supuestos sobre la gravedad de la amnesia re- que Steve recobrara pronto los recuerdos de su pasado, pero qu.e .SI-
trógrada y su alcance. Ha llegado el momento de examinar los guiera mermada su cap~cidad para recordar por l~ tarde las not~cIas
problemas de memoria de un jinete caído. leídas por la mañana. Esa era supuestamente la meluctable VIa de
recuperación tras una pérdida de memoria.
148 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 149

Pero durante nuestro seguimiento de la recuperación de Steve ob- dida de memoria episódica. Pero tampoco recordaba que Madrid
servamos, con incredulidad primero y luego con fascinación, un desa- fuera la capital de España, que Newton había sido un físico o que
rrollo totalmente distinto. Su capacidad de aprender nueva informa- Shakespeare había escrito El rey Lear. Todo esto reflejaba clara-
ción mejoró de forma continuada hasta que sólo quedaron vestigios mente una pérdida de memoria semántica.
sutiles de la amnesia anterógrada. Steve había recuperado la suficien- La afección de la memoria semántica de Steve era masiva. No
te memoria como para reconquistar la continuidad de sus impresiones sólo era obvio que la sufría, sino que, en la medida que se puede es-
de un día para otro e incluso de una semana para otra. Los tests for- tablecer una comparación, su pérdida de memoria semántica era in-
males todavía ponían de manifiesto cierto grado de afección en su ca- cluso peor que su pérdida de memoria episódica. Esta última esta-
pacidad para aprender nueva información, pero su memoria le permi- ba intacta hasta los diecisiete años de edad, más o menos. Pero a
tía desenvolverse con total normalidad en sus tareas diarias. esa edad y dada su formación, cabía esperar que mucho antes de los
Sin embargo, los recuerdos de Steve de su vida pasada, de su vida diecisiete hubiera aprendido todos aquellos hechos que ahora no
antes del accidente, no regresaban como se esperaba. Seguía pesan- recordaba en absoluto. ¿Shakespeare? ¿Newton? ¿Madrid? Los ni-
do en sí mismo como una persona de diecisiete a diecinueve años y ños de familias de clase media alta y de círculos profesionales con
no lograba desvelar ningún conocimiento de su vida después de esa educación elevada, como era el caso de la familia de Steve, solían
edad. No tenía recuerdo alguno de sus años en la universidad ni de su aprender todo eso a los diez o doce años, si no antes.
carrera de éxito en los negocios. Reconocía a sus padres y a su her- Pero, ¿en qué grado estaba afectada la memoria semántica de Ste-
mano mayor, pero no a su mujer, sus hijos o sus socios. Nada sugería ve? ¿Se trataba de una pérdida global o parcial? A medida que estu-
siquiera la más mínima mejoría en su capacidad para recordar todo diábamos la memoria semántica de Steve resultaba cada vez más cla-
esto. Como su capacidad de aprender cosas nuevas mejoraba a pasos ro que en algunos aspectos se había salvado. Conocía el número de
agigantados, Steve volvía a aprender muchas cosas sobre su vida se- días de la semana, el color de los tomates, y podía hacer una estima-
gún se la contaban sus ansiosos familiares, pero establecía una dis- ción razonable del peso y altura medios de hombres y mujeres adultos.
tinción muy clara entre aquello que recordaba de verdad y aquello Con quien entonces era mi ayudante de investigación, Bob
que le contaban sobre su pasado. ¡Se suponía que este curso de recu- (<<Chip» ) Bilder, nos embarcamos en un estudio más sistemático de
peración, en el que la amnesia anterógrada mejoraba pero la retró- la memoria de Steve. Pronto quedó claro que así como el conoci-
grada se resistía a hacerlo, era una imposibilidad neurológica! Pero miento de Steve de hechos específicos estaba gravemente afectado,
ahí estaba, y me obligó a cambiar el modo en que entendíamos los su conocimiento de hechos genéricos permanecía intacto. Su afec-
mecanismos y los desórdenes de la memoria. ción de la memoria era parcial pero persistente y la recuperación
Por si esto fuera poco, la afección de la memoria de Steve plan- total no se producía. El caso de Steve nos enseñó que la memoria
teaba otro rompecabezas. Su amnesia retrógrada no se limitaba a la semántica también puede verse afectada por daños cerebrales, pero
memoria episódica; afectaba también a su memoria semántica. no completamente. La distinción crítica parecía establecerse entre
Esto también entraba en contradicción con lo que se solía creer en la memoria genérica y la memoria singular. La memoria de los he-
la disciplina por aquella época, a saber, que sólo la memoria episó- chos específicos estaba afectada, pero no la memoria de los hechos
dica se veía afectada por la amnesia retrógrada. Steve no recordaba genéricos. Era como si de todas las memorias, la genérica no se
sus años en la universidad, y esto era una expresión clara de su pér- desvaneciera.
150 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 151

Armados con el nuevo conocimiento que se desprendía del in- requiere un estadounidense medio el conocimiento de que París es
sólito caso de amnesia de Steve, mi antiguo estudiante de doctora- la capital de Francia? Unas cuantas veces al mes, a lo sumo, cada
do, Bill Barr, y yo nos embarcamos en un estudio más extenso de la vez que en las noticias se menciona París o mientras se organizan
amnesia retrógrada. Una vez arrumbadas las antiguas preconcep- unas vacaciones de ensueño. En cambio, el conocimiento de que
ciones, el perfil de Steve resultó ser la norma más que la excepción los tomates son rojos se requiere cada vez que se camina por la ver-
en varias enfermedades neurológicas que afectan a la memoria. dulería de un supermercado o cada vez que se hinca el tenedor en la
Así, la memoria semántica de los hechos específicos resulta grave- ensalada. En consecuencia, los recuerdos genéricos son mucho más
mente afectada en las lesiones cerebrales traumáticas, en las de- robustos que los recuerdos específicos. Debido a su alta frecuencia
mencias del tipo Alzheimer y en el síndrome de Korsakoff. En de uso, los recuerdos genéricos se consignan a la memoria a largo
cambio, en ninguna de estas afecciones se veía seriamente afectada plazo más rápidamente, independizándose de este modo de las es-
la memoria semántica de la información genérica. tructuras subcorticales del cerebro (en rigor, de las estructuras ce-
rebrales no neocorticales, pues el hipocampo y las áreas circundan-
tes forman parte de la corteza, pero no de la neocorteza) y éstas,
La memoria genérica no se desvanece

Cuanto más estudiábamos los perfiles de defectos de memoria en Taxonomía tradicional de la memoria
diversos tipos de pacientes, más importante se nos aparecía la dis-
Memoria
tinción entre la memoria genérica y la memoria específica. La me-
moria proporciona el contenido de nuestra vida mental, pero no to-
das las memorias son iguales. Algunas son mucho más resistentes De procedimientos / Declarativa \
a los efectos de cualquier agresión al cerebro (incluido el envejeci-
miento) que otras. La distinción entre memoria específica (referida Semántica Episódica
a cosas únicas) y memoria genérica (referida a las propiedades
compartidas por clases de cosas) es importante porque nos ayuda a
Taxonomía de la memoria propuesta
entender el destino que siguen distintos tipos de conocimiento en el
curso de enfermedades cerebrales y durante el deterioro cerebral. /M,mOria~
El conocimiento de que París es la capital de Francia es un ejemplo
de recuerdo singular. Sólo hay un París y una Francia, de modo que
este conocimiento se refiere a una entidad única. En cambio, el co- Genérica / Singular
nocimiento de que los tomates suelen ser rojos es un ejemplo de re- / '\ ~
Singular
De procedimientos Genérica Episódica
cuerdo genérico, puesto que hay millones de tomates sobre la faz Semántica
Semántica
de la tierra y este conocimiento se aplica a todos ellos.
Por regla general, se accede a los recuerdos genéricos con mu-
cha más frecuencia que a los recuerdos específicos. ¿Cuántas veces FIGURA 9. Cómo se organiza el conocimiento
152 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 153

como sabemos, son especialmente vulnerables a la enfermedad de Así pues, tanto el lenguaje como la percepción de alto nivel se ba-
Alzheimer y otras demencias. san en la memoria genérica. Ciertos tipos de enfermedades del cere-
La relativa invulnerabilidad de la memoria genérica resulta bas- bro pueden borrar esa memoria y provocar en el paciente una inca-
tante obvia cuando tomamos en consideración dos atributos esen- pacidad para usar las palabras o para reconocer objetos. Como quizá
ciales de nuestra vida mental que tienden a no desvanecerse con la se recuerde, en el lenguaje médico y psicológico estos dos tipos de
edad: el lenguaje y la percepción de alto nivel. Aunque no solemos síntomas se conocen con los nombres de «anomia» y «agnosia aso-
pensar en estas habilidades como «memoria», lo son. Para hablar ciativa». Estos tipos de memoria genérica pueden resultar dañados
necesitamos «recordar» qué palabra hace referencia a qué cosa, por apoplejías, lesiones cerebrales traumáticas, demencia y otras en-
puesto que en la mayoría de los casos la relación es una convención fermedades cerebrales. Pero para que el lenguaje o la percepción de
arbitraria y no puede deducirse lógicamente. Una lengua en la que alto nivel sufran, la neocorteza tiene que resultar dañada directamen-
la palabra «silla» significara mesa y la palabra «mesa» significara te. Los daños que se produzcan únicamente en la maquinaria subcor-
silla sería tan eficaz como el lenguaje que utilizamos. Y natural- tical no los afectarán porque, como ya sabemos, la memoria genéri-
mente la memoria que se ocupa del significado de las palabras, que ca no depende de esa maquinaria. Lo más interesante es que el
está en la base de nuestra competencia lingüística, es memoria ge- lenguaje y la percepción de alto nivel también resisten los efectos de
nérica, puesto que cada palabra se refiere a toda un clase de objetos los procesos normales de envejecimiento. Esto es así, al menos en
parecidos. Una mesa blanca de estilo modernista, una mesa negra parte, porque son independientes de las estructuras subcorticales. 1
lacada de estilo chino y la mesa decrépita y tambaleante del café de
la esquina son todas elementos de la misma categoría y nos referi-
l. El conocimiento lingüístico y el conocimiento perceptual ocupan un lugar
mos a ellas con la misma palabra, «mesa».
tan especial en la cognición humana que los psicólogos ni siquiera se refieren a
De igual modo, nuestra capacidad de reconocer los objetos por ellos como «memoria» aun cuando. en realidad, ambos son ejemplos de «memo-
lo que son también se basa en la memoria. ¿Quién no se ha mara- ria genérica». De acuerdo con la convención terminológica aceptada, «memoria»
villado por su capacidad de entrar en contacto con algo nunca vis- es un término técnico reservado sobre todo a lo que aquí denominamos «memo-
to u oído y reconocer al instante de qué se trata? Vemos en la calle ria singular», mientras que grandes áreas de la «memoria genérica» (como el co-
un coche antiguo de cuidado diseño y sabemos que es un coche nocimiento del significado de las palabras o el significado de los objetos comu-
nes) quedan excluidas de la definición técnica de «memoria». De igual modo, el
aunque nunca hayamos visto otro igual. Oímos un ruido que pro- término «amnesia» (pérdida de memoria) no suele referirse a la pérdida de me-
viene del exterior y sabemos que es el ladrido de un perro aunque moria del significado de las palabras (cuando el paciente reconoce un objeto pero
nunca hayamos oído un ladrido de ese tipo particular. Para poseer es incapaz de recordar su nombre); en su lugar se usa el término «anomia». Tam-
esta habilidad necesitamos una memoria genérica almacenada en poco se refiere el término «amnesia» a la pérdida de memoria de la identidad de
algún lugar del cerebro que recoja las características comunes de objetos comunes (cuando el paciente no reconoce los objetos comunes por lo que
son); en su lugar se utiliza el término «agnosia». Para un clínico como yo, ese ma-
toda una clase de cosas. Necesitamos un patrón formado previa-
remágnum de terminología contraria al sentido común puede convertirse en una
mente. Sólo así cuando nos encontramos con un objeto que con- fuente de perpetua confusión, puesto que mis pacientes, libres del estorbo de las
tiene un número suficiente de las características comunes se evoca complejidades terminológicas técnicas, apuntalan en el sentido común sus des-
el recuerdo genérico, y éste es precisamente el proceso de recono- cripciones de los síntomas y constantemente se quejan de «problemas de memo-
cimiento de objetos. ria» cuando de hecho se refieren a «anomia» o «agnosia».
154 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 155

De todo ello se sigue una conclusión importante. Si los recuer- primera vez en la historia de la ciencia observar los paisajes de
dos singulares dependen tanto de estructuras neocorticales como de activación fisiológica de un cerebro funcional de una persona
estructuras subcorticales del cerebro, se verán afectados por daños viva mientras el sujeto realiza diversas actividades mentales. La
a cualquiera de las dos estructuras o a las vías que los conectan. Es introducción de estos métodos ha cambiado la faz de la neuropsi-
un caso de doble traición neurológica. Las memorias genéricas, en cología y de la neurociencia cognitiva de un modo no muy distin-
cambio, dependen únicamente de la neocorteza. Esto significa que to a como la invención del telescopio cambió la astronomía. Nin-
un daño cerebral tiene que ser mucho más localizado para afectar- gún ámbito del conocimiento puede avanzar sobre la sola base de
la. Aunque no están totalmente protegidos frente al deterioro (nada conceptos, y la introducción de nuevas y potentes tecnologías
lo está), los recuerdos genéricos tienen menos talones de Aquiles, (que en sí mismas son el resultado que nuevas ideas en otros cam-
menos puntos de vulnerabilidad neurológica. 2 Ésta es la razón por pos) a menudo desempeña un papel decisivo en el progreso cien-
la cual los recuerdos genéricos tienden a no deteriorarse con la tífico.
edad y son, hasta cierto punto, resistentes a los efectos de la de- La aplicación de estas técnicas ha llevado al descubrimiento de
mencia. dos mecanismos adicionales de protección del conocimiento de uso
El conocimiento de que la exposición frecuente a un tipo parti- frecuente representado en la neocorteza. Se trata de los mecanis-
cular de tarea mental acelera la formación de una representación mos de expansión de patrones y de formación de expertos sin es-
robusta a largo plazo de esa tarea y de todo lo asociado con ella (in- fuerzo. Ambos mecanismos trabajan concertadamente.
cluidas las soluciones previas con éxito) es útil para comprender La expansión de patrones consiste en que, con la práctica, la ex-
por qué ciertos tipos de memoria son resistentes a los efectos de la periencia y el uso repetido, las áreas del cerebro asignadas a una
degeneración cerebral. Pero la formación de una representación es- determinada habilidad motora, de percepción y quizá también cog-
tructural en la neocorteza no es la única salvaguarda desarrollada nitiva se expanden hacia zonas adyacentes del espacio cortical.
por el cerebro para proteger la información valiosa. Hay más me- Esto fue demostrado en varios experimentos de aprendizaje de ha-
canismos de protección. bilidades en monos realizados por Michael Merzenich y sus cola-
El descubrimiento de esos mecanismos ha sido posible gra- boradores de la Universidad de California en San Francisco. Más
cias a los últimos avances en técnicas de neuroaimagen funcional. relevante aún es la demostración de efectos similares en los huma-
Estas técnicas, entre las que se incluye la RMf (resonancia mag- nos. Álvaro Pascual Leone ha demostrado que en los ciegos, la re-
nética funcional), la TEP (tomografía por emisión de positrones), presentación cortical del dedo utilizado para leer Braille es mayor
la SPECT (tomografía computerizada por emisión de fotón úni- que la representación cortical del mismo dedo en personas videntes
co), la MEG (magnetoencefalografía) y otras, han permitido por desconocedoras de Braille. De igual modo, la representación corti-
cal de los dedos de la mano izquierda es mayor en los músicos de
cuerda que en otras personas. Estas expansiones confieren a los pa-
2. El caso de amnesia de Steve es un ejemplo pertinente. Sin un precedente
conocido, hallar su causa nos llevó algo de trabajo de investigación clínica, pero
trones más resistencia frente al deterioro y a los efectos de las en-
al final descubrimos que estaba en el daño sufrido por el paciente en la sección fermedades cerebrales. Para entender cómo funcionan podemos
mesencefálica central del tronco encefálico, que afectó a la memoria singular imaginar como modelo simple un queso gruyer en el cual el área de
pero no a la genérica. una loncha contenga un cierto número de agujeros. Si el número y
156 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 157

área de los agujeros se mantiene constante, cuanto mayor sea el meno en sí no lo es. La protección conferida por la expansión de
área total de la loncha, mayor será el área que se salve de caer den- patrones podría explicar la competencia profesional intacta que de-
tro de un agujero. muestran muchos doctores, abogados e ingenieros que siguen fun-
Por irrelevante y simplista que parezca, la analogía del queso cionando al más alto nivel, profesional pese a algunos lapsos oca-
gruyer no es desatinada. En varias afecciones cerebrales relaciona- sionales de memoria y atención en su vida diaria.
das con la edad, el cerebro se ve afectado por lesiones minúsculas Me gusta referirme al otro mecanismo cerebral que ofrece pro-
y discretas (es decir, no continuas) que destruyen células nerviosas y tección frente al deterioro de las representaciones mentales de uso
perturban la comunicación entre ellas. En la enfermedad de Al- frecuente con la expresión «expertos sin esfuerzo». Con la práctica
zheimer las lesiones en cuestión son las infames marañas y placas, y la experiencia, disminuyen las demandas metabólicas del tejido
los restos de tejido celular degradado o muerto. En la demencia con neuronal que realiza la tarea, lo que significa que el cerebro puede
cuerpos de Lewy, otra enfermedad degenerativa primaria menos resolver adecuadamente problemas rutinarios utilizando menos re-
frecuente y peor conocida por la gente en general pero igualmente cursos, entre ellos un menor aporte sanguíneo. Este descubrimien-
maligna, las lesiones son los microscópicos cuerpos de Lewy. En to cuadra con los que todos observamos en nuestra vida diaria.
un tipo distinto de demencia, la enfermedad multiinfarto o demen- Cansados, hambrientos o soñolientos, todavía podemos realizar
cia vascular, causada por un deterioro generalizado de la vasculatu- tareas familiares, pero fracasamos estrepitosamente si en esas con-
ra cerebral, las lesiones son minúsculos infartos diseminados por diciones intentamos realizar una tarea nueva de igualo menor com-
todo el cerebro. Sea cual sea la etiología y la patogénesis de estas plejidad intrínseca.
lesiones, el caso es que dañan el tejido cerebral igual que unos dar- Las técnicas actuales de neuroimagen funcional nos permiten
dos lanzados al azar dañan una diana. Sin embargo, cuanto mayor demostrar este efecto con gran precisión. En uno de los primeros
sea el área ocupada por la diana, mayor será el área que se librará estudios realizados en esta línea, R. J. Haier y sus colaboradores
del daño, si no en términos relativos, sí en términos absolutos, que utilizaron TEP para estudiar los requisitos cerebrales para el meta-
posiblemente sea lo que más importe para preservar una habilidad bolismo de la glucosa durante la realización de una tarea compleja
cognitiva. nueva. La tarea seleccionada para el experimento era el videojuego
El mecanismo de expansión de patrones probablemente sea res- Tetris, un rompecabezas espacial atractivo hasta la adicción y que
ponsable, al menos en parte, del intrigante fenómeno observado en- puede ser bastante complejo. Lo que hallaron fue que, a medida
tre las religiosas de la Orden de la Enseñanza de Notre Dame en que los sujetos iban adquiriendo habilidad en la tarea, la demanda
Minnesota (Estados Unidos), célebres por su longevidad y claridad metabólica disminuía progresivamente. Tras algunas semanas de
mental a edad avanzada. Las autopsias realizadas en los cerebros de práctica la demanda metabólica del cerebro había caído notable-
algunas monjas tras su muerte mostraron signos claros de la enfer- mente al tiempo que la habilidad de los sujetos se había multiplica-
medad de Alzheimer pese a que habían gozado de una buena cog- do por siete. Además, la caída más pronunciada de la demanda se
nición, sin señales de degeneración mental hasta los últimos días de observaba en aquellos sujetos que habían adquirido una mayor ha-
su vida. Los cerebros de las monjas estaban afectados por la enfer- bilidad con la práctica. ¡Eso sí que es hacer más con menos!
medad de Alzheimer, pero no sus mentes. Aunque el estudio de las Estudios recientes con RMf han demostrado un efecto parecido
monjas es único, estoy razonablemente convencido de que el fenó- de «más es menos» en tareas de clasificación de objetos. Al au-
158 La paradoja de la sabiduría
Recuerdos que no se desvanecen 159
mentar la familiaridad de la tarea, la habilidad aumentaba al tiem-
Al tiempo que refinamos nuestra «vista panorámica» de la for-
po que disminuía la activación cortical asociada a la tarea. En un in-
mación de la memoria y de los rasgos principales de su neuroana-
genioso experimento Ian Dobbins y sus colaboradores demostraron
tomía, comenzamos también a comprender los procesos de la me-
que este efecto se debe menos un refinamiento del análisis detalla-
moria que tienen lugar a una escala mucho más microscópica.
do del problema que a un abandono del análisis en favor del uso au-
Exactamente de qué modo se forman en el cerebro los recuerdos
tomático de una respuesta aprendida, un mecanismo de atajo que
permanentes, a largo plazo, es objeto de una intensa investigación
no es más que una forma de reconocimiento de patrones.
que todavía tiene mucho camino por andar. Los mecanismos celu-
La capacidad de realizar una tarea bien aprendida con menos re-
lares de estos procesos quedan lejos todavía de estar claros, pero se
cursos metabólicos es una forma estupenda de protección frente a las
produce información nueva con tal rapidez que cualquier libro es-
agresiones neurológicas al cerebro. Las deficiencias en el aporte san-
crito sobre el tema queda hasta cierto punto anticuado cuando se
guíneo regional al cerebro son comunes con la edad. Esta deficiencia
publica. Entre los hallazgos más interesantes que se han producido
puede adoptar formas diversas que varían de leves a catastróficas:
mientras escribía este libro se cuenta el posible papel de los priones
y puede afectar a distintas arterias y a sus ramificaciones. El mecanis-
en los mecanismos celulares de la memoria. Hasta hace poco, estas
mo más común que subyace a esas deficiencias es el estrechamiento
proteínas extraordinariamente robustas sólo se habían visto impli-
de los capilares sanguíneos a causa de depósitos de colesterol y otras
cadas en cosas malas, en afecciones neurológicas incurables y ca-
sustancias residuales sobre las paredes de los vasos sanguíneos. La
tastróficas como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, también co-
consecuencia es un menor flujo de sangre y, por tanto, un menor apor- " ,

nocida como encefalitis espongiforme y mal de las vacas locas.


te de oxígeno, a la región del cerebro que depende de la arteria o ca-
Pero la sorprendente robustez de los priones, rayana en la indes-
pilar obstruido. Una reducción drástica del aporte regional de oxígeno
tructibilidad, podría revelarse como un ingrediente útil en la forma-
puede provocar una embolia con daños irreversibles sobre el tejido
ción de recuerdos muy estables.
neuronal. Pero una reducción leve del aporte de oxígeno simplemen-
Los mecanismos celulares de la memoria son demasiado com-
te embota la capacidad cognitiva. La habilidad para realizar tareas
plicados para explicarlos en este libro. Está claro, sin embargo, que
mentales complejas con un aporte de sangre reducido (y, por tanto,
los cambios responsables de la formación de recuerdos se producen
con un menor aporte de oxígeno) sirve de protección potente, aunque
en las sinapsis, las diminutas áreas de contacto entre neuronas ad-
no infinitamente potente, contra los efectos perjudiciales de las enfer-
yacentes. Estos cambios pueden consistir en la formación de nue-
medades cerebrovasculares sobre el funcionamiento del cerebro.
vas dendritas, en un aumento de la cantidad de neurotransmisores
Conjuntamente, la expansión de patrones y los expertos sin es-
(las sustancias químicas encargadas de la comunicación entre neu-
fuerzo aumentan la cantidad de espacio cerebral asignado a tareas
ronas), y en un aumento del número de receptores, las moléculas a
cognitivas bien practicadas y reducen las necesidades metabólicas
las que se unen los neurotransmisores. Cualquiera de estos cambios
necesarias para la realización eficaz de esas tareas. Aunque su po-
facilita la conectividad entre un grupo de neuronas, de manera que
der de protección sólo actúa hasta cierto punto, el efecto combina-
la activación de cualquier pequeño subconjunto de ellas desencade-
do de ambos puede ser suficiente para contrarrestar los efectos de
ne una cascada de activaciones a lo largo de vías concretas. Este
enfermedades degenerativas y vasculares durante un tiempo muy
proceso puede compararse con el flujo de agua a lo largo de surcos
largo, de años o incluso una o dos décadas.
previamente formados en la arena. Muchos científicos, yo mismo
160 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 161

entre ellos, creen que la formación de esas vías neuronales es lo que depositarse de nuevo con éxito en este estado tras haber sido acti-
constituye la formación de recuerdos a largo plazo, y su activación vado en un nuevo contexto. Ha dejado de ser exactamente el mismo
es un acto de recuerdo de información previamente almacenada o recuerdo.
un acto de reconocimiento de una cosa particular como miembro de
una categoría conocida.
La analogía de los surcos en la arena es útil, pero sólo hasta cier- Atracciones cerebrales
to punto. Cada vez que se activa un recuerdo previamente formado,
éste se modifica muy ligeramente al referirlo al nuevo contexto, a Al mismo tiempo que se indaga en los intrincados detalles de la for-
las circunstancias únicas en las que se ha producido la activación mación y recuperación de recuerdos, una nueva vía de investiga-
mental. El resultado es que la configuración del surco también se ve ción sobre estos procesos se abre paso cada vez con más fuerza: la
ligeramente modificada. Para remarcar este extremo, mientras escri- neurociencia computacional. Como ocurre con el resto de la biolo-
bo esto pienso en un elefante rosa con colmillos en espiral y cuerpo gía y la psicología, la ciencia del cerebro ha sido tradicionalmente
rayado. Es la primera vez en mi vida que imagino esta extraña cria- una disciplina empírica que ha establecido sus principios generales
tura, y sólo porque quiero escribir sobre el papel lo primero que me por medio de observaciones y experimentos meticulosos. Pero en
pasa por la cabeza. En el proceso he activado mi recuerdo visual del último término la madurez de una disciplina se juzga por su habili-
elefante, una representación mental bien establecida que no suelo dad para desarrollar un modelo teórico.
activar muy a menudo. Pero a consecuencia de este frívolo ejercicio Ahí es donde entra en juego la neurociencia computacional. El
mi representación mental del elefante ha quedado vinculada a mi re- adjetivo elegido es, en mi opinión, desafortunadamente soso, ya
presentación mental de la «memoria» como concepto abstracto y a que no transmite la amplitud y riqueza de esta nueva disciplina. Hu-
la representación mental de los surcos en la arena. Desde un punto biera preferido «neurociencia teórica» por analogía con la «física
de vista mecánico, esto significa que las conexiones establecidas en teórica» y con parecidas connotaciones. Soy consciente, sin embar-
las redes neuronales subyacentes han quedado ligeramente reconfi- go, de que el adjetivo «teórico» unido a «biología», por no decir
guradas. Quizá este cambio sea efímero y no sobreviva a los rigores «psicología», lleva a cuestas un pesado bagaje. En el pasado a me-
del darwinismo neuronal; por otro lado, podría sobrevivir si una vez nudo se asociaba con la verbosidad y las especulaciones indemos-
concebido el ejemplo para este libro continúo usándolo en mis cla- trables, la antítesis del rigor y la precisión implícitas en el término
ses, lo que produciría un cambio duradero en las redes neuronales «física teórica». Quizá sea por ello por lo que se tiende a utilizar el
subyacentes. Así pues, los recuerdos experimentan reconstruccio- término «neurociencia teórica» con cierta cautela e incluso con re-
nes y reconfiguraciones cada vez que son activados. nuencia, y se prefiere el adjetivo «computacional», de connotacio-
La naturaleza cambiante y dinámica de las redes neuronales po- nes austeras pero más seguras.
dría ser la razón por la cual deben producirse algunos procesos bio- En la actualidad, la neurociencia computacional probablemente
químicos adicionales para «reconsolidar» un recuerdo previamente sea la rama más rigurosa de la inve.stigación sobre el cerebro. En
formado cada vez que se utiliza en el contexto de una nueva tarea. sus principios, los métodos desarrollados en este nuevo campo eran
Cuando se interfiere en estos procesos bioquímicos, un recuerdo sobre todo modelos matemáticos de procesos cerebrales un tanto
que había residido en la cabeza de forma pasiva y estable no puede aislados y limitados. La llegada de las computadoras de gran po-
/62 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 163

tencia han dado origen a un peculiar híbrido de métodos teóricos y Las redes neuronales formales exhiben propiedades sorpren-
experimentales, los modelos de ordenador. La teoría sobre la es- dentemente parecidas a las del cerebro al acometer diversas tareas.
tructura de un sistema biológico complejo se plantea en forma de La más interesante de estas propiedades es el surgimiento de nue-
un modelo computacional, y luego se examina empíricamente su vas habilidades y capacidades que los diseñadores no habían pro-
«comportamiento» obligándolo a realizar diversas tareas o cam- gramado de manera explícita en el modelo. Estas capacidades nue-
biando sus parámetros. Esta mezcla de teoría y experimentación ha vas que aparecen de forma espontánea se denominan propiedades
producido resultados mucho más poderosos e inesperados que emergentes. Al adquirir tales habilidades por su propia cuenta, las
cualquiera de los dos métodos aisladamente. Algunos de estos re- redes neuronales en cierto modo «se inventan a sí mismas». Las re-
sultados, obtenidos por medio de las llamadas redes neuronales des exhiben esta habilidad tanto cuando reciben un entrenamiento
formales, afectan directamente a nuestra comprensión de la maqui- mediante respuestas explícitas sobre sus éxitos o fracasos previos
naria cerebral de la memoria. (aprendizaje supervisado), como cuando ese entrenamiento no se
El modelado de redes neuronales formales es una de las herra- realiza (aprendizaje no supervisado).
mientas más potentes y prometedoras de la neurociencia computacio- Entre las propiedades emergentes más interesantes se encuen-
nal. Se trata de redes ensambladas a partir de un gran número de ele- tran los atractores y los estados atractores. Un atractor es una red,
mentos simples (<<neuronas formales») profusamente interconectados, un grupo de neuronas estrechamente interconectadas que exhiben un
y captura las propiedades más fundamentales del modo en que funcio- patrón estable de actividad en ausencia de estimulación directa des-
nan los cerebros biológicos. Como en el cerebro real, un solo elemen- de el exterior. Estos patrones de actividad que se autoperpetúan se
to de la red, la neurona, está limitado en su capacidad y no puede ha- denominan «estados atractores». Los estados atractores son posi-
cer mucho por sí solo. Como en el cerebro real, la capacidad de bles porque las conexiones entre las neuronas dentro del atractor
resolución de problemas de la red emerge como consecuencia de inte- son tan fuertes (los surcos en la arena tan profundos, en nuestra an-
racciones múltiples, tanto secuenciales como paralelas, entre neuro- terior analogía) que la activación de cualquier subconjunto de neu-
nas. El poder de información de la red se encuentra en todos los luga- ronas, aunque sea de uno relativamente pequeño, es suficiente para
res y en ningún lugar en particular; está distribuido por toda la red. mantener en marcha a todo el patrón. Esto quiere decir que el atrac-
Todo proceso cognitivo, aunque sólo sea de complejidad mode- tor se activa íntegramente, como un conjunto, cada vez que se ac-
rada, que se desarrolla en un cerebro biológico real implica a un nú- tiva cualquiera de sus componentes. Esta propiedad de los atractores
mero de neuronas y de células gliales demasiado grande como para del cerebro se designa a veces con el término un tanto desdeñoso de
permitir un análisis experimental de todas las interacciones impor- degeneración, introducido en la neurociencia por Gerald Edelman.
tantes entre ellas. Dicho de una manera sencilla, el cerebro es una De hecho, la «degeneración» es una propiedad matemática funda-
estructura con demasiadas partes móviles y sus propiedades más mental ampliamente estudiada en álgebra y lógica simbólica. La de-
interesantes surgen de las múltiples interacciones entre las partes, generación es también una propiedad muy importante de los atrac-
más que de las propias partes. Pero aunque estas interacciones múl- tores biológicos.
tiples se hallen ocultas a las herramientas de la investigación expe- Para entender mejor cómo funcionan los atractores quizá me-
rimental, muchas de ellas se revelan en los modelos dinámicos de rezca la pena recordar el significado original de este término. Los
redes neuronales ejecutados en ordenadores. neurocientíficos tomaron prestado el término «atractor» de las ma-
164 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 165

temáticas. Introducido en éstas por el gran matemático Henri Poin- ros del modelado de redes neuronales, fue uno de los primeros en
caré, hace referencia a la situación en que una ecuación presenta proponer que los atractores son, en realidad, memoria.
una solución única y constante para un amplio rango de valores nu- Sabemos como mínimo que en el cerebro existen circuitos pa-
méricos de entrada. Se decía entonces que esa solución «atrae» recidos a los atractores y, aunque su función no está del todo clara,
todo un rango de entradas numéricas específicas de la ecuación. la evidencia a favor de la hipótesis de la «memoria como atracto-
Otro ejemplo de «atractor» se encuentra en el álgebra booleana, don- res» no deja de crecer. Esta evidencia proviene en parte de experi-
de la validez de una misma fórmula lógica puede ser satisfecha por mentos de morphing, es decir, de modificación de imágenes por
un gran número de combinaciones de entrada. distorsión. La mayoría hemos visto el vídeo musical de Michael
Como una ecuación matemática con propiedades de atractor, Jackson Black or White, donde por primera vez se mostró esta téc-
una red neuronal atractora en el cerebro es activada por un amplio nica para transformar caras: caras de mujer transformadas en caras
rango de estímulos distintos procedentes del mundo exterior, todos de hombre, de viejos en caras de jóvenes, de asiáticos en caras de
los cuales activarán la misma red. Reconocemos en una pluma ne- caucásicos. La misma idea se ha aplicado a experimentos de neuro-
gra de plástico una pluma, en una pluma roja de metal una pluma y ciencia. Con la ayuda de gráficos informáticos se puede crear un
en una pluma de oro ostentosamente ornamentada una pluma por continuo de imágenes que transforman un animal en otro: un perro
mucho que todas ellas produzcan impresiones sensoriales muy dis- en un gato o una vaca en un camello. Supongamos que pedimos a
tintas. Lo que ocurre es que, pese a sus diferencias, los tres conjun- unos sujetos humanos que clasifiquen las criaturas generadas por el
tos de estímulos activan la misma red neuronal, y así es como reco- ordenador correspondientes a distintos puntos a lo largo de ese con-
nocemos en una pluma, cualquier pluma, una pluma. tinuo y que las asignen a dos grupos, uno por cada uno de los ani-
Para hacer las cosas aún más interesantes, a cada atractor le co- males originales. Lo mismo puede hacerse con voces sintetizadas o
rresponde una cuenca de atracción, un conjunto de patrones de ac- mezcladas con ayuda de un ordenador que transformen de forma
tividad parecidos que tienden a transformarse en un estado atractor. continua vocales, por ejemplo la a en una o, la o en un u, y así su-
Esto quiere decir que el sistema «reconoce» todo un conjunto de cesivamente.
patrones de activación parecidos, pero no idénticos, como si fuesen Las clasificaciones de estos objetos generados por ordenador
en algún sentido equivalentes. Las principales propiedades del por parte de sujetos humanos suele producir fronteras sorprenden-
atractor en una red neuronal formal, en particular las propiedades temente marcadas: hasta un cierto punto del continuo de transfor-
de degeneración, corresponden a la propensión de todo un recuer- mación todos los objetos se asignan de forma coherente, constante
do a ser evocado por cualquiera de sus partes. Un atractor con un y sin vacilación a una de las categorías, y más allá de ese punto, con
estado de cuenca es análogo a un recuerdo genérico en el sentido de igual coherencia y decisión, al otro grupo. El carácter discretizado
que muchos objetos parecidos son reconocidos como miembros de estas clasificaciones es exactamente lo que uno esperaría encon-
de la misma categoría. trar en un cerebro con una serie de atractores particulares asociados
Aunque las ideas de atractores y cuencas de atracción proceden a cuencas de atracción concretas.
de los modelos computacionales, la posibilidad de que recojan las Otro pionero del modelado de redes neuronales, Stephen
características esenciales de la formación real de memoria en el ce- Grossberg, desarrolló una poderosa teoría de la resonancia adap-
rebro biológico es muy seductora. John Hopfield, uno de los pione- tativa, o ART (sus siglas en inglés). De acuerdo con el modelo
166 La paradoja de la sabiduría Recuerdos que no se desvanecen 167

ART, el reconocimiento de un evento externo, el proceso de «darle dencia no tardó demasiado en llegar. En la actualidad, la modulari-
sentido», tiene lugar cuando las entradas sensoriales procedentes dad ha sido meticulosamente desacreditada, rechazada y desechada
de este evento, al llegar al cerebro entran en «resonancia» con un completamente por la comunidad neurocientífica. En ocasiones se
atractor existente, es decir, concuerdan con una red formada con hace referencia al módulo cognitivo, no sin sarcasmo, como la «cé-
anterioridad. Según este modelo, el acto de reconocimiento no es lula abuela», la neurona donde se almacenaría la imagen de la abue-
más que la reactivación de una red neuronal previamente formada. la de cada uno. Que no la busque nadie; sólo existe en la mente de
Este mecanismo es aceptado cada vez más ampliamente por los los devotos recalcitrantes de las anticuadas teorías modulares. Si
neurocientíficos como modelo de lo que realmente ocurre en el ce- usted no es uno de ellos, ¡en su cabeza no hay células abuela!
rebro humano real cuando reconocemos un objeto o recuperamos Con todo, ¿no será un atractor nada más que un módulo disfra-
algo de la memoria. zado, una «célula abuela» con otro nombre? ¿Acaso hemos inven-
Los lectores aficionados a la neurociencia quizá sientan curio- tado un término de simulación computacional de alta tecnología
sidad acerca de la relación existente entre un atractor y un módulo. sólo para darle otro nombre a una momia conceptual del pasado?
El término «módulo» fue popular en la ciencia cognitiva durante La respuesta es un sonoro no. Un módulo es supuestamente innato;
las décadas de 1980 y 1990 Ytodavía sigue siendo popular en algu- un atractor es emergente. Un módulo está funcionalmente encapsu-
nos círculos. Hace referencia a una unidad estructuralmente com- lado; varios atractores comparten los mismos componentes neuro-
pacta, circunscrita e «informacionalmente encapsulada» del cere- nales. Un módulo se supone que está estructuralmente encapsu-
bro, dedicada a una operación mental muy específica, en ocasiones lado; un atractor puede estar, y probablemente esté en la mayoría de
bastante compleja. Como ya hemos comentado anteriormente, la los casos, distribuido por un vasto territorio de áreas corticales.
comunicación entre diferentes módulos se suponía que era extre- Este último punto queda ilustrado por una observación corriente.
madamente limitada, sin que apenas existiera superposición en sus Supongamos que estamos intentado recordar el nombre de un per-
circuitos o en su función. Durante varios años estuvo de moda con- sona durante una conversación. Lo tenemos en la punta de la lengua
siderar tales módulos las unidades básicas de la cognición y del ce- pero no hay manera de que aparezca ... hasta que la persona en cues-
rebro. La visión modular del cerebro fue una peculiar resucitación tión entra en la estancia. En cuanto vemos su cara sonriente, su
de la frenología del siglo XIX, retocada y maquillada como si fuera nombre nos viene a la cabeza. Ese recuerdo a modo de epifanía se
la última innovación. produce a pesar de que la persona no lleva una etiqueta con su nom-
Para mí, la noción de la modularidad de la cognición de orden bre ni mucho menos lleva su nombre impreso en la frente.
superior era como una especie de equivalente intelectual de la inva- Para que tenga lugar ese fenómeno de recordar un nombre tie-
sión visigoda que pisoteara un entendimiento mucho más matizado ne que existir en nuestra cabeza una red que incorpore tanto un
de cómo funciona el cerebro. Y esto no lo digo ahora, a toro pasa- componente visual con información facial como un componente
do. En su día luché con uñas y dientes, a menudo en minoría, a ve- auditivo con la información del nombre. Pese a que estos dos tipos
ces en una minoría de uno, publicando artículos en revistas espe- de información residen en áreas muy distintas de la corteza (elló-
cializadas con títulos airados como «The rise and fall of modular bulo parietal para la información facial y el lóbulo temporal para la
orthodoxy» (<<Auge y declive de la ortodoxia modular»), en los que información del nombre), se encuentran entrelazados en un mismo
anticipaba la decadencia de la «moda de los módulos». Esa deca- atractor. Este atractor es activado en su totalidad tan pronto como
168 La paradoja de la sabiduría

se activa un subconjunto, por pequeño que sea, de las neuronas que


lo componen. 8
Éste es, es pocas palabras, el mecanismo de la memoria genéri-
ca. En los capítulos que siguen se verá muy claramente lo podero-
sos que son los recuerdos genéricos como instrumento cognitivo.
Recuerdos, patrones y la maquinaria
de la sabiduría

Las virtudes de la economía mental

as proezas de la sabiduría (o, en un plano más humilde, las


L demostraciones de pericia) suelen parecerle al pasmado ob-
servador un «conocimiento» en apariencia instantáneo y obtenido
sin esfuerzo a un problema de aspecto complejo e inesperado. La
sabiduría es también la capacidad para anticipar los acontecimien-
tos que cogen desprevenida a la mayoría de la gente. Ya hemos
establecido que el fenómeno de la sabiduría, con toda su comple-
jidad, no puede reducirse simplemente a la capacidad de reco-
nocimiento de patrones de alto nivel. Pero también hemos estable-
cido que esa capacidad de reconocimiento de patrones constituye
un elemento muy importante de la sabiduría, lo que implica que
una persona dotada de sabiduría posee la capacidad de reconocer
un número insólitamente grande de patrones, cada uno de los cua-
les engloba toda una clase que situaciones importantes. Como ya
sabemos, esta capacidad es el resultado de un gran número de
atractores almacenados en el cerebro. Acumular y formar esos pa-
trones lleva tiempo. Los patrones que nos permiten hallar solucio-
nes rápidas a un amplio abanico de problemas son recuerdos ge-
néricos, y el arsenal de esos recuerdos genéricos se acumula con
la edad.
170 La paradoja de la sabiduría Recuerdos, patrones y la maquinaria de la sabiduría 171

También la facilidad para tomar decisiones de forma intuitiva se ble tiró de mi brazo en la dirección opuesta, alejándolo de la criatura
acumula con la edad. La intuición suele tenerse por la antítesis de (un proceso automático dirigido por la amígdala). Era testigo de ese
la toma de decisiones analítica, como algo inherentemente no ana- tira y afloja neuronal desconcertado y embargado por la extraña sen-
lítico o preanalítico. Sin embargo, la intuición es en realidad la con- sación de ser un observador pasivo del funcionamiento de mi propio
densación de una vasta experiencia analítica obtenida con anteriori- cerebro, en lugar del agente a cargo. Para mi sorpresa, la amígdala
dad; es análisis comprimido y cristalizado. En realidad, pues, la toma ganó la batalla; fui incapaz de tocar el pequeño cocodrilo. Desde un
de decisiones intuitiva es postanalítica, y no preanalítica o no analíti- punto de vista racional, la situación era absolutamente ridícula, pero
ca. Es el producto de procesos analíticos condensados hasta tal punto el mecanismo impreso, afinado durante muchas generaciones de la
que su estructura interna puede parecerle oscura incluso a la perso- especie, dijo la última palabra. Muchas otras personas sienten una
na que se beneficia de ella. La naturaleza «postanalítica» de la toma reacción similar ante las serpientes, y debo admitir que noto un leve
de decisiones intuitiva ya había sido señalada por Herbert Simon. escalofrío cada vez que veo una serpiente grande colgada del hombro
Las ventajas de estas condensaciones mentales fueron «descu- de un artista callejero, una escena que no es rara en muchas ciudades.
biertas» por la evolución hace millones de años y han sido utiliza- La idea de acercarme a la criatura y tocarla nunca me pasa por la ca-
das por muchas especies generación tras generación. Ciertos agen- beza, ni siquiera remotamente.
tes del entorno, como una serpiente, son «reconocidos» como Del mismo modo que la amígdala contiene condensaciones
peligrosos gracias a un proceso instantáneo, automático y extre- neuronales que engloban la sabiduría filé tic a desarrollada durante
madamente eficiente que no requiere deliberación. Podemos con- millones de años, la neocorteza contiene condensaciones neurona-
cebir este mecanismo como una forma de sabiduría «filética», un les que engloban la sabiduría (o pericia) individual desarrollada du-
concepto introducido por Joaquim Fuster y discutido en un capítu- rante toda la vida. Estas condensaciones neuronales se presentan en
lo anterior. Como todo mecanismo altamente genérico, la sabidu- forma de atractores, tal como hemos explicado en el capítulo ante-
ría filética es de naturaleza estadística. Funciona de forma venta- rior. Igual que en el caso de mi bebé cocodrilo, el filtrado de la in-
josa la mayoría de las veces, quizá incluso la gran mayoría de las formación que recibimos del mundo a través de estos patrones co-
veces, pero no siempre. Y opera con la fuerza casi absoluta de los lectivos a veces se convierte en un tiro que sale por la culata. I Pero
mecanismos impresos, porque lo es. Este mecanismo automático, la mayoría de las veces tiene un gran valor adaptativo.
impreso, reside en la amígdala, un pequeño conjunto de células
nerviosas que se encuentra en el interior de cada lóbulo temporal.
1. El neurocientífico australiano Allan Snyder cree que el precio que paga-
Yo mismo llegué a apreciar la fuerza de estas condensaciones im- mos pont:onfiar en exceso en los mecanismos rápidos de reconocimiento de pa-
presas para la toma de decisiones durante un viaje a Kenia hace mu- trones podría ser más sustancial de lo que pensamos. Para cuantificar el coste de
chos años. Entre tantas otras cosas que hacen los turistas, visité una la dependencia de estos mecanismos para nuestra vida mental, Snyder inició un
granja de cocodrilos, y allí me ofrecieron, para que lo cogiera con mis estudio en el que incapacitaba temporalmente los circuitos cerebrales de recono-
manos, un cocodrilo que acababa de nacer. La pequeña criatura era cimiento de patrones mediante la técnica de hacer pasar una débil señal magnéti-
ca a través del cerebro de sus pacientes (una técnica conocida como estimulación
apenas tan larga como la palma de mi mano, enclenque y obviamen-
magnética transcraneal o TMS, sus siglas en inglés). Snyder afirma que la conse-
te inofensiva. Sin embargo, cuando extendí el brazo para tocarla (un cuencia de esta manipulación es que sus pacientes adquieren de forma temporal
proceso consciente dirigido por la neocorteza), una fuerza insonda- habilidades mentales de las que previamente no disponían. En particular, su habi-
172 La paradoja de la sabiduría Recuerdos. patrones y la maquinaria de la sabiduría 173

La toma de decisiones intuitiva de un experto se salta los pasos Sin conocimiento previo también hubiera podido extraer toda
lógicos y ordenados precisamente porque es la condensación de un esta información. Pero para ello habría tenido que leer los artículos
uso frecuente y abundante de esos pasos lógicos y ordenados en el muy atentamente. Habría tenido que dedicar al menos media hora,
pasado. Es un lujo de economía mental conferido por una vasta ex- quizá una hora, para extraer toda la información del texto, y ese
periencia anterior. Se ha dicho del gran físico Richard Feynman proceso hubiera requerido toda mi atención, memoria y capacidad
que era capaz de leer casi por encima varias páginas densamente lingüística. Pero con el beneficio del conocimiento previo, todo
cubiertas por extrañas fórmulas matemáticas y concluir como si quedó reducido a un reconocimiento casi instantáneo, completado
nada: «Parece que está bien». ¡Esa aparente falta de esfuerzo es pu- con una maravillosa falta de esfuerzo en apenas treinta segundos.
ramente postanalítica! ¡Eso es economía mental! Obviamente, mi ejemplo del periódico
Una ilustración sencilla y cotidiana de la economía mental se aleja mucho de la toma de decisiones en situaciones difíciles y
conferida por el conocimiento acumulado con anterioridad se en- complicadas. Pero el principio de que los patrones acumulados con
cuentra en nuestra capacidad para leer el periódico sin, en sentido anterioridad sirven como mecanismo de economía mental funciona
estricto, llegar a leerlo. Abro las páginas de un diario importante de manera esencialmente parecida en situaciones aparentemente
de finales del año 2003 y leo por encima los titulares: Milosevié muy diferentes.
otra vez enfermo . .. Schwarzenegger gana votos . .. Sentenciado Los beneficios neuronales conferidos por la economía mental
el terrorista de BaU . ... No necesito leer los artículos enteros para son considerables, y su valor para el individuo aumenta con la
conocer su contenido porque mi conocimiento previamente acu- edad. Para entender por qué ocurre así, suele recurrirse a las nocio-
mulado sobre los acontecimientos de la actualidad me permite in- nes de «reserva mental» o «recursos mentales», y se supone que és-
ferir su contenido con tan gran exactitud que si decidiera leer el tos tienden a decaer con la edad. Estos conceptos han adquirido im-
texto palabra por palabra, no aprendería mucho más de lo que ya portancia entre los neurocientíficos que estudian el envejecimiento
había inferido. El juicio por crímenes de guerra del antiguo presi- cognitivo a pesar de su tono un tanto misterioso. Su uso refleja un
dente de Yugoslavia Slobodan Milosevié ha tenido que posponer- intento por capturar algunos aspectos esquivos de la mente, lo que
se una vez más a causa de sus supuestos problemas de salud. El coloquialmente se denomina «energía mental» o «claridad de pen-
político ex culturista va a la cabeza en la carrera electoral por el samiento». Con franqueza, siempre he creído que «recursos menta-
gobierno de California. El juicio del fundamentalista musulmán les» es uno de esos términos que crean la ilusión de entendimiento
que puso una bomba en una discoteca de Bali llega por fin a su mediante la invención de un nuevo nombre para un viejo problema.
conclusión. (¡No faltan ejemplos en la ciencia!)
Desconocemos qué es lo que determina exactamente la canti-
dad de «recursos mentales» de un individuo dado. Como pura es-
lidad en el dibujo aparecía mejorada y más rica en detalles; y lo mismo debía de
peculación, podría tratarse del aporte de oxígeno que llega al cere-
ocurrir con otras habilidades. Snyder es un excelente científico y un gran amigo;
no obstante, rehusé su invitación a participar en su estudio de TMS. Así que nun-
bro con el flujo sanguíneo, de la densidad de conexiones entre
ca sabremos en qué medida hubiera podido mejorar este libro, que estaba escri- neuronas, de la velocidad de transmisión de señales eléctricas a lo
biendo cuando visité el laboratorio de Snyder en la Universidad de Sydney, de ha- largo de los axones, de la concentración de neurotransmisores crí-
berme prestado a participar. ticos para las sinapsis o de una combinación de todo lo anterior. Sea
Recuerdos, patrones y la maquinaria de la sabiduría /75
174 La paradoja de la sabiduría
El repertorio de patrones aumenta con la edad, así que el envejeci-
lo que sea, la cantidad de «recursos mentales» varía de una persona
miento es el precio que pagamos por acumular patrones de sabi-
a otra. Pero la economía mental que hace posible el mecanismo de
duría.
reconocimiento de patrones, permite a una persona resolver tareas
Anteriormente hemos examinado la relación entre competencia
mentales muy complejas con un gasto mínimo de recursos menta-
y sabiduría. ¿Hasta qué punto es significativa esta distinción?
les. De manera eficaz, la economía mental inherente al reconoci-
Nuestra cultura está dominada por la afición a las taxonomías fini-
miento de patrones contrarresta el declive de recursos mentales que
tas, a las dicotomías marcadas y a las distinciones binarias. Sin
supuestamente se produce en la mayoría de las personas durante el
embargo, la realidad es más a menudo continua y graduada que
envejecimiento.
acotada por fronteras marcadas. Recuerdo las inacabables conver-
Una mente perezosa, poco o mal entrenada, falta de patrones, a
saciones que siendo adolescente mantuve con mi igualmente pre-
veces se ve seducida por la aparente facilidad y falta de esfuerzo
coz primo, que tenía aproximadamente la misma edad que yo.
de la toma de decisiones «postanalítica» y se siente tentada a emu-
Nuestras discusiones versaban sobre la grandeza y sobre dónde si-
larla. Pero lejos de ser postanalíticas, sus patéticas demostraciones
tuar el umbral que la define. Ambos estábamos de acuerdo en que
acaban siendo «falsamente analíticas». Uno de los peores ejemplos
Beethoven había sido un gran compositor, Rembrandt un gran pin-
de esa falsedad cognitiva es la tendencia educativa recientemen-
tor y Tolstoi un gran escritor. Pero, ¿qué decir de Béla Bartók, de
te de moda de enseñar las matemáticas en la escuela primaria y se-
Francisco de Goya o de Theodore Dreiser? ¿Habían sido éstos tam-
cundaria a través de «estimaciones» cuantitativas impresionistas,
bién grandes, o «simplemente» destacados? Hoy ese debate me pa-
en lugar de cálculos explícitos.
rece, como es natural, ingenuo y fundamentalmente fútil. No obs-
Así pues, los recuerdos genéricos son instrumentos de recono-
tante en los escritos de eruditos como Harold Bloom y Charles
cimiento de patrones. Cuanto más examinamos su poder en la cog-
Murray, no existe ninguna frontera marcada y evidente entre la
nición, más nos impresiona la presciencia de Herbert Simon de
grandeza y el «ser destacado», como tampoco entre la sabiduría y
que el reconocimiento de patrones es el instrumento más común y
competencia. Son una cuestión de grado, de subjetividad y de jui-
eficiente de resolución de problemas que tenemos a nuestra dispo-
cio de valor.
sición. ¿Significa ello que todo patrón puede calificarse de ele-
mento de sabiduría o incluso de elemento de competencia? Proba-
blemente no, y hacerlo sería trivializar esos conceptos de forma
«Manojos» de hábitos
indebida. Pero cuanto más numerosos y genéricos sean esos patro-
nes, y cuanto mayor sea el grado en que facilitan una solución ins-
Como ya hemos establecido anteriormente, la sabiduría y la com-
tantánea y sin esfuerzo a un amplio abanico de problemas impor-
petencia llegan con la edad. ¿Significa esto que a medida que enve-
tantes, más razones habrá para calificarlos de elementos de
jecemos las acumulamos del mismo modo que acumulamos canas
sabiduría. Cuanto más genéricos sean ciertos patrones, más redun-
y arrugas? ¡No estaría mal! Pero no caerá esa breva: la sabiduría y
dantes serán sus representaciones neuronales y más resistentes a
la competencia no se acumulan de forma predestinada y segura. En
los efectos de la demencia y del deterioro cerebral. Cuanto más
un libro de entrevistas publicado por el aclamado periodista radio-
frecuentemente se activen esos patrones en el curso de la actividad
fónico australiano Peter Thompson, el subtítulo es tan revelador
mental, más invulnerable serán a los efectos del declive cognitivo.
176 La paradoja de la sabiduría Recuerdos, patrones y la maquinaria de la sabiduría 177

como el título: Wisdom: The Hard-Won Gift (La sabiduría: el don cólogo estadounidense William James tenía razón cuando decía:
trabajado). El don de la sabiduría es un premio, no un derecho. «Si los jóvenes supieran lo pronto que se convertirán en meros ma-
Hay que ganárselo; igual que la competencia, la pericia, requiere nojos de hábitos, prestarían más atención a su conducta mientras
esfuerzo. todavía tienen plasticidad».
Volviendo al lenguaje del cerebro, tanto la sabiduría como la Aquellas personas cuyos «manojos de hábitos [adquiridos]» in-
competencia se logran por medio de la acumulación de atractores cluyen auténtica competencia siguen beneficiándose de ésta hasta
que permiten el reconocimiento de patrones en situaciones impor- una edad avanzada. En la actualidad son muchas las personas ma-
tantes. Se comprende entonces que algunas personas pasen la vida yores que deciden seguir trabajando. Esta decisión, que es bienve-
acumulando tales patrones, y otras ... no tanto. Todos los seres hu- nida y demográficamente realista, también ha despertado preocu-
manos acumulan una cierta capacidad de reconocimiento de pa- pación por el temor de que su capacidad de trabajo se vea
trones en el curso de su vida. Pero no todo ser humano acumula los comprometida por la edad. Pero esa preocupación ha demostrado
patrones necesarios para la solución de problemas de verdadera no tener fundamento: las investigaciones muestran que no existe re-
importancia para un número significativo de otras personas. En lación entre edad y rendimiento laboral. Éste simplemente no de-
términos generales, las personas que pasan su vida afrontando clina con la edad.
complejos desafíos mentales y que llegan a ser buenos en ello, es La competencia relacionada con el trabajo queda reflejada en el
decir, las personas que son brillantes y que además han sido men- llamado «conocimiento tácito», el tipo de conocimiento de procedi-
talmente activos durante la mayor parte de su vida, son premiados mientos que ayudan a resolver los problemas del día a día en el tra-
con una resistencia mental adicional frente a los efectos del enve- bajo y que no se enseña de manera explícita en la educación formal.
jecimiento. La investigación ha demostrado que el conocimiento tácito no expe-
Todo esto se vio con claridad cuando se examinó la relación en- rimenta ningún declive apreciable con la edad, lo que podría explicar
tre la capacidad para razonar y el conocimiento general (incluido el la falta de una relación negativa entre envejecimiento y rendimiento
vocabulario). En las personas con una baja capacidad para razonar, laboral. De hecho, el conocimiento tácito disminuye mucho menos
el conocimiento general y el vocabulario se mantenían constantes que las facultades mentales aisladas (memoria, atención, etcétera) que
durante el envejecimiento, o incluso declinaban. En cambio, en las normalmente se evalúan con tests neuropsicológicos. Esto significa
personas con una alta capacidad para razonar tanto el conocimien- que un profesional de edad avanzada probablemente mantenga la ca-
to como el vocabulario continuaban aumentando con la edad, ¡in- lidad de su trabajo aunque pierda memoria y atención.
cluso hasta los ochenta años!
Parece, pues, que el premio de una gran capacidad para el reco-
nocimiento de patrones como forma de resolver problemas que Conocimiento descriptivo y conocimiento preceptivo
desconciertan a otras personas es la culminación y el premio por
toda una vida acometiendo desafíos mentales de ese tipo. Quienes El conocimiento tácito tiene más que ver con resolver problemas
ganan ese premio, el don de la sabiduría, en la expresión de Peter que con saber datos. Esto nos lleva a una distinción muy importan-
Thompson, tienen una enorme fuerza para resistir el asalto del en- te: la diferencia entre los aspectos descriptivo y preceptivo de la
vejecimiento y de todo tipo de trastornos neurológicos. El gran psi- cognición y entre los aspectos descriptivo y preceptivo de la sabi-
178 La paradoja de la sabiduría Recuerdos, patrones y la maquinaria de la sabiduría 179

duría y la competencia, Ya hemos señalado anteriormente que el la gente el objetivo principal es mejorar su situación; hallar la verdad
conocimiento puede ser descriptivo o preceptivo. Lo mismo puede es un medio para llegar a ese fin más que un fin en sí mismo.
2

decirse del reconocimiento de patrones y de los atractores que lo Con esto en mente, no debe sorprender que el conocimiento
capturan en el cerebro. preceptivo sea particularmente valioso, del mismo modo que lo es
El conocimiento descriptivo es el conocimiento sobre cómo son la sabiduría preceptiva o la competencia preceptiva. La gente tien-
las cosas, y recibe también el nombre de «conocimiento verídico». de a buscar a los sabios o a los expertos en busca más de un conse-
Como las cosas existen en un mundo independiente del observador, jo sobre cómo actuar que de una explicación sobre cómo so.n las co-
las proposiciones acerca de las cosas pueden juzgarse como «ver- sas. El poder preceptivo de la sabiduría y el poder preceptIvo de la
daderas» o «falsas» con independencia de los deseos y preferencias competencia merecen ser discutidos por separado.
del sujeto. La proposición «cinco y cinco son diez» es verdadera, Para empezar, necesitamos entender dónde se forma y almace-
mientras que la proposición «cinco y cinco son doce» es falsa. Y na el conocimiento en el cerebro, y cómo se refleja en la maquina-
por mucho que uno quisiera que fuera al revés, ¡mala suerte! El co- ria cerebral del conocimiento la diferencia entre la pericia descrip-
nocimiento verídico o descriptivo es el conocimiento de la natura- tiva y la preceptiva. Para ello, conviene tomar en consideración dos
leza verdadera de las cosas. distinciones importantes en la arquitectura del cerebro: la distin-
En contraste, el conocimiento preceptivo es el conocimiento no ción entre los dos hemisferios y la distinción entre la región frontal
sobre cómo son las cosas, sino sobre cómo deberían ser, y en parti- y la región occipital de la corteza cerebral. Tanto el co~o~imiento
cular el conocimiento de lo que hay que hacer para adaptarlas a descriptivo como el preceptivo se basan en el reconOCImIento de
nuestros deseos y necesidades. El conocimiento preceptivo es el patrones, y los patrones se almacenan en forma de at:actores.
conocimiento de lo que tiene que hacerse, el conocimiento del cur- Como el conocimiento se guarda allí donde se procesa la mforma-
so de actuación deseado. A diferencia del conocimiento descripti- ción a su entrada (recuérdese que no existe ningún almacén espe-
vo, el conocimiento preceptivo no es independiente del sujeto; an- cializado y especialmente separado para guardar los recuerdos en el
tes al contrario, es el conocimiento de sus necesidades y del curso cerebro), los atractores que recogen el conocimiento descriptivo y
de actuación que más le conviene. Como la elección de las actua- preceptivo residen en territorios neocorticales diferentes.
ciones es distinta para distintas personas, en ocasiones me refiero a Tanto el conocimiento descriptivo como el preceptivo se alma-
este conocimiento como conocimiento centrado en el actor. cenan en las partes más avanzadas de la neocorteza, en la región co-
Los humanos tenemos a nuestra disposición una potente maqui- nocida como corteza de asociación. El conocimiento descriptivo se
naria mental que nos permite adquirir y almacenar conocimiento des- guarda sobre todo en sus subdivisiones posteriores, en los lóbulos
criptivo, pero esta maquinaria es secundaria, auxiliar, subordinada a temporal, parietal y occipital. En cambio, el conocimiento precep-
nuestras necesidades de adquirir y acumular conocimiento precepti- tivo se guarda en los lóbulos frontales. Investigaciones recientes
vo. Las presiones evolutivas que han dado forma a nuestro cerebro y
a nuestro cuerpo iban dirigidas a mejorar nuestra probabilidad de su-
2. Irónicamente, los psicólogos cognitivos tradicionalmente han dirigido sus
pervivencia, no nuestra habilidad para establecer la verdad última, por
esfuerzos a comprender la maquinaria del conocimiento descriptivo. Sólo en
mucho que esto último facilitaría enormemente lo primero. Y con la tiempos recientes los mecanismos del conocimiento preceptivo han comenzado a
excepción de los Diógenes que viven en un barril, para la mayoría de atraer el interés científico que merecen.
180 La paradoja de la sabiduría

Frente a frente con la toma


de decisiones

En el interior de los lóbulos frontales

FIGURA 10. Territorios del conocimiento descriptivo (gris oscuro) y


preceptivo (gris claro).
L os lóbulos frontales se encuentran en la actualidad entre las
partes más estudiadas del cerebro; sus funciones se consideran
fundamentales para nuestro mundo mental y los cambios que expe-
rimentan durante el desarrollo y durante el envejecimiento atraen
han mostrado asimismo que los dos hemisferios cerebrales desempe- un enorme interés científico. Todo ello nos ha llevado a reconocer
ñan papeles muy distintos en la adquisición y el almacenamiento del en la maduración de los lóbulos frontales el tema central del desa-
conocimiento, en la formación de atractores y en la maquinaria de re- rrollo cognitivo y en su deterioro el tema central del envejecimien-
conocimiento de patrones. to cognitivo. Pero el camino seguido hasta llegar a este cono-
En los capítulos que siguen exploraremos con más detalle los cimiento ha sido extremadamente lento, y no es difícil entender
mecanismos cerebrales de la sabiduría y de la competencia, y de qué por qué: es más fácil explicar que es lo que no hacen los lóbulos
modo estas codiciadas características dependen de las dos mitades frontales que explicar qué es exactamente lo que hacen, así que a
del cerebro y de los lóbulos frontales. A medida que vayamos apren- los neurocientíficos les ha llevado mucho tiempo llegar donde esta-
diendo más sobre los lóbulos frontales, se irá viendo cada vez más mos.
claro el importante papel que desempeñan en la adquisición y el al- Recuerdo la primera vez que, siendo niño, mi madre me llevó al
macenamiento del conocimiento preceptivo. Y cuando sepamos más teatro de la ópera de mi ciudad natal, Riga. Se suponía que debía
sobre las diferencias e interacciones entre los dos hemisferios cere- ver la actuación que se representaba en el escenario, pero en cam-
brales y sobre su relación con desafíos cognitivos nuevos y familia- bio me quedé hipnotizado por el pequeño hombre situado frente a
res, entenderemos mejor en qué se diferencian los patrones de la sa- la orquesta. Ese pequeño hombre estaba en pie sobre un podio, y
biduría de otras manifestaciones de la mente, cómo se producen y desde allí movía sus manos, pero yo no lograba comprender de nin-
qué es lo que les permite resistir a los estragos del envejecimiento. guna manera de qué modo contribuía a la actuación, puesto que ob-
182 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 183

Uno de los principales obstáculos fue la obsesión por los meca-


nismos del conocimiento descriptivo que dominó la neuropsicolo-
gía y la neurociencia cognitiva hasta hace relativamente poco tiem-
po. Como veremos, los lóbulos frontales tienen relativamente poco
que ver con el conocimiento descriptivo y todo que ver con el co-
nocimiento preceptivo. Otro obstáculo fue el hecho de que los neu-
rocientíficos seguían estudiando y midiendo habilidades mentales
específicas: percepción, lenguaje, movimiento, etcétera. Pero los
lóbulos frontales no se encargan de ninguna de estas habilidades
específicas, del mismo modo que el director de orquesta no se en-
carga de tocar ningún instrumento musical concreto.
La música sinfónica no reside en ningún instrumento en parti-
cular, sino que surge de la interacción entre todos los instrumentos
que actúan en concierto, y es el director quien «pone todo en or-
den». Del mismo modo, todas las conductas complejas dependen
FIGURA 11. El lóbulo frontal (gris claro y oscuro) y la corteza pre-
de más de una habilidad mental, y son los lóbulos frontales los que
frontal (gris oscuro).
organizan nuestras habilidades mentales en conjuntos complejos.
Los lóbulos frontales se encargan de planear, de dibujar los cami-
viamente no tocaba ningún instrumento. Huelga decir que ese hom- nos que el organismo debe seguir para resolver una gran variedad
brecillo era el director de la orquesta. de problemas. Igual que el director apunta con su batuta a distintos
Los lóbulos frontales, o más precisamente la corteza prefrontal, miembros de la orquesta a medida que se desarrolla la música, los
son para el resto del cerebro lo que el director es para la orquesta, y lóbulos frontales solicitan el concurso de habilidades mentales es-
durante muchos años los psicólogos y los neurólogos se han en- pecíficas y conforman con ellas conductas complejas. Este papel de
contrado tan desconcertados como yo en mi primera visita a la ópe- mando que ejercen los lóbulos frontales se suele denominar «fun-
ra, incapaces de comprender sus funciones. ción ejecutiva», por analogía con el presidente ejecutivo de una
Paradójicamente, en la práctica clínica el papel de los lóbulos empresa, que es el responsable de planificar la estrategia empresa-
frontales en la formación de los rasgos centrales de la personalidad rial pero que, como es bien conocido, no dedica su tiempo a ningu-
se conoce desde hace tiempo. La lobotomía frontal, tan popular a na actividad específica y claramente acotada. El presidente ejecuti-
mediados del siglo xx tanto en Europa como en Norteamérica, te- vo supervisa la actividad de otros y se encarga de identificar y
nía como objetivo alterar la personalidad, por desgracia aniquilán- reunir los recursos necesarios para seguir la estrategia empresarial
dola en muchos casos, por el mecanismo de cortar las conexiones global. Esto es precisamente lo que hacen los lóbulos frontales en
entre los lóbulos frontales y el resto del cerebro. Pero la verdadera el organismo biológico vivo.
comprensión científica de las funciones de los lóbulos frontales tar- Investigaciones recientes indican que la organización interna de
dó mucho más en llegar. la corteza prefrontal sigue una estructura jerárquica, afín en cierto
184 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 185

modo. a la estructura jerárquica de cualquier gran organización de zadas en el pasado para resolver diversos problemas, y los hábitos
la socIedad, ya sea corporativa, militar o administrativa, en la que el mentales globales de análisis racional que uno desarrolla con el
puesto de mando global se encuentra en la cima, y por debajo de tiempo, quedan encuadrados también en la corteza prefrontal. Si-
éste se sitúan distintas divisiones y subdivisiones. La parte más guiendo a Joaquim Fuster, nos referiremos a estos recuerdos como
frontal de la corteza prefrontal se encarga del proceso global de «recuerdos ejecutivos». Los recuerdos ejecutivos están listos para
toma de decisiones, y las áreas de la corteza prefrontal que se en- ser usados cuando la vida se repite a sí misma, lo que invariable-
cuentran detrás de aquélla se encargan de planear y ejecutar com- mente hace, con nuevas variaciones sobre viejos temas. Además de
P?,nentes cada vez más detallados de la tarea global. Esta organiza- otras numerosas funciones ejecutivas, los lóbulos frontales sirven
cIOn. es acorde con el principio del gradiente de organización de repositorio para los recuerdos ejecutivos.
funcIOnal de la corteza que es evidente en todo el cerebro, como ya En otras palabras, el conocimiento preceptivo, la memoria ge-
se ha comentado anteriormente en este libro. nérica de las formas eficaces de acometer diferentes situaciones de
Cuanto más sistemáticos son los procesos de pensamiento, más la vida y los cursos de actuación óptimos para clases enteras de ta-
dependen de los lóbulos frontales. La introducción de métodos ló- les situaciones, se guardan y acumulan en los lóbulos frontales.
gicos y racionales en cualquier tipo de proceso de solución de pro- Quienes poseen estos recuerdos genéricos «saben qué hacer» en si-
blemas au~enta la activación de la corteza prefrontal, al igual que tuaciones complejas que desconciertan a otros. En lugar de enfren-
la compleJIdad del problema, que para su solución requerirá la in- tarse a cada acto complejo de toma de decisiones ejecutiva «desde
terrelación de muchas partes y la ejecución de muchas operaciones la nada», lo que sería una tarea insuperable, se ocupan de él del
mentales. Curiosamente, el razonamiento inductivo requiere más mismo modo que del reconocimiento de patrones. En cierto senti-
recursos prefrontales que el razonamiento deductivo. do, la corteza prefrontal contiene las representaciones de actuacio-
Los lóbulos frontales funcionan al parecer como motor de las nes futuras y de enfoques analíticos futuros aplicables a situaciones
actuacio~es e~ los pensamientos complejos y dirigidos a un objeti- que todavía no han surgido. Puesto que tanto la sabiduría como la
vo. Esto Imphca que la planificación y el diseño de tales acciones pericia son especialmente valiosos por su poder preceptivo, los ló-
se forma en los lóbulos frontales. Lo mismo puede decirse de las lí- bulos frontales son una parte muy importante de la maquinaria neu-
neas de pensamiento que subyacen a los análisis racionales de dis- ronal de la sabiduría y la pericia.
tintos problemas, los métodos analíticos que fraguamos en la cabe- Aunque todas estas cuestiones son centrales en el funciona-
za cuando buscamos una forma convincente de enfocar esos miento de la mente humana, sólo ahora comienzan los científicos a
problemas. Los lóbulos frontales participan activamente en la for- atreverse a investigarlas. Tradicionalmente se ha considerado que
mación de todos ellos. ciertos aspectos de la mente pertenecen al ámbito del cerebro y por
. Hemos establecido en capítulos anteriores que los recuerdos de tanto son un territorio que los neurocientíficos pueden explorar le-
cIe~o~ eventos se almacenan en las mismas partes del cerebro que gítimamente, mientras que otros aspectos pertenecen al ámbito del
partIcIpan en el procesamiento y análisis de esos eventos. Puesto alma, el territorio de los poetas y los predicadores que queda fuera
que los planes de actuación y las líneas de pensamiento del análisis de los límites de los neurocientíficos serios y que se precien. Hasta
racional se forman en la corteza prefrontal, los recuerdos de esos hace muy poco, hace tan sólo una o dos décadas, la neurociencia
planes, es decir, los recuerdos de las soluciones «ejecutivas» utili- cognitiva se contentaba con investigar sobre los temas «legítimos»,
186 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 187

sus temas «de toda la vida», como la percepción, el movimiento o psicología de la toma de decisiones en el mercado). El premio No-
la memoria. Los atributos de la mente más esquivos y supuesta- bel de economía de 2002 fue otorgado a Daniel Kahneman, un psi-
mente más «exclusivamente humanos», como la motivación, el jui- cólogo que, con su ya fallecido colega Amos Tversky, dedicó su
cio, la empatía, la comprensión de los otros, la moralidad, etcétera, vida a la investigación de los mecanismos psicológicos (y, como se
se consideraban firme y permanentemente fuera del ámbito de la ha visto, a menudo poco racionales) que intervienen en la toma de
investigación científica, y a quien pretendiera traerlos al discurso decisiones económicas en entornos ambiguos.
científico se le tenía por charlatán, embustero o algo peor. Estos Todo esto atestigua que una nueva tendencia está cogiendo fue-
atributos mentales exaltados se agrupaban todos en el «departa- lle en la neurociencia. Pero la tendencia ha llegado aún más lejos.
mento del alma» que los científicos dejaban a los poetas. Como si la «economía conductual» no fuera bastante desafío, últi-
La ambigüedad cognitiva era también uno de esos tabúes. La opi- mamente se ha comenzado a oír hablar de neuroeconomía, una dis-
nión generalmente aceptada dictaba que los experimentos psicoló- ciplina que se ocuparía de los mecanismos cerebrales de toma de
gicos tenían que ser totalmente deterministas. Aún recuerdo cómo un decisiones en el mercado y que utiliza para ese fin las técnicas
profesor nos advertía que el experimentador «debe saber lo que hace de neuroimagen más avanzadas. Se oye hablar incluso de neuro-
el paciente». La advertencia se traducía en un intento por purgar al mercadotecnia (o neuromárketing), que se ocupa de evaluar las
experimento de todo trazo de ambigüedad.,Pero la mayoría de las si- respuestas cerebrales a los anuncios y que utiliza las técnicas de
tuaciones de la vida real no son deterministas, son esencialmente neuroimagen para entender el funcionamiento de los anuncios po-
ambiguas, y por tanto la toma de decisiones críticas debe producir- líticos durante las campañas electorales. Cuando se examina de
se en un ambiente opaco. Todo diseño experimental que no tome en cerca esta evolución no puede evitarse la conclusión de que el cam-
cuenta esa ambigüedad tira la fruta fresca del entendimiento con la bio de énfasis que se está produciendo en la investigación neuro-
fruta pocha de la irrelevancia. Por desgracia, hasta hace poco así es científica es de la cognición descriptiva (¿qué es cierto?) a la cog-
como estaban las cosas en la ciencia cognitiva y del cerebro. nición preceptiva (¿qué es mejor para mí?).
Pero recientemente se ha roto ese tabú de décadas, y en la ac- Las formas de cognición descriptiva (o verídica) y preceptiva (o
tualidad las páginas de las revistas científicas serias están repletas centrada en la acción) se encuentran estrechamente entrelazadas y
precisamente de eso, de la exploración de los mecanismos cerebra- en circunstancias normales funcionan concertadamente. Sin em-
les de la volición, el impulso, el juicio, la previsión y la toma de de- bargo, la diferencia entre ellas es importante, y no sólo para los psi-
cisiones en situaciones altamente ambiguas. Hasta los atributos su- cólogos Y los neurocientíficos. En 2002, el Tribunal Supremo de
puestamente únicos del género humano como la voluntad, la Estados Unidos emitió una opinión que considero un hito en el con-
intencionalidad, la conducta ética, la moralidad y la empatía se es- texto de la jurisprudencia estadounidense. Al fallar en contra de la
tudian hoy con los rigurosos métodos de la neurociencia cognitiva pena de muerte para los retrasados mentales, los jueces argumenta-
y la psicología experimental. Así queda reflejado en la acuñación ron que un individuo puede poseer la necesaria cognición descrip-
de nuevas expresiones que hasta hace poco se hubieran considera- tiva (es decir, conocer retóricamente la diferencia entre el bien y el
do una contradicción en los términos o hubieran sonado a embuste, mal), y sin embargo tener una cognición preceptiva deficiente (es
como neurociencia social (que trata de los mecanismos cerebrales decir, ser incapaz de utilizar aquel conocimiento como guía de la
de las interacciones sociales) o economía conductual (que trata la conducta propia).
188 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 189

Este nuevo enfoque de la investigación se centra en los lóbulos


A B frontales del cerebro, puesto que son éstos los que contienen la ma-
quinaria neuronal del conocimiento preceptivo. Los lóbulos fronta-
les, que son los que se han desarrollado más recientemente durante
la evolución y se sitúan en el asiento del conductor, delante del res-
to del cerebro, han sido también la parte del cerebro que más celo-
samente ha guardado sus secretos. Pero cuando los neurocientíficos
comenzaron por fin a estudiar la cognición preceptiva, centrada en
el actor y en la actuación, enseguida quedó claro que esa cognición
en esencia depende de y es impulsada por los lóbulos frontales. El
papel de éstos en el conocimiento preceptivo se ha conseguido dilu-
cidar gracias a las investigaciones sobre las funciones de los ló-
bulos frontales con técnicas de resonancia magnética funcional reali-
FIGURA 12. Activación cerebral durante la realización de tareas cen- zadas en el laboratorio de Kai Vogeley.
tradas en el actor (A) y verídicas (B) en imágenes de RMf. (A) La elec-
ción de formas geométricas en función de la preferencia produce una ac-
tivación combinada prefrontal y parietal. (B) La elección de formas
La Cenicienta y el cerebro
geométricas en función de la percepción de cómo se combinan produce
únicamente activación parietal. Adaptado con permiso de Vogeley et al.
(2003). Si pudiéramos hablar de un cambio de fortuna para referimos a una
región del cerebro, eso es sin duda lo que habríamos presenciado en
el caso de los lóbulos frontales, que han pasado de ser la Cenicienta
Tradicionalmente, los neuropsicólogos y los neurocientíficos de la neurociencia a ser uno de sus temas más candentes. En tiem-
cognitivos han centrado sus esfuerzos de forma casi exclusiva en pos relativamente tan recientes como a mediados del siglo xx, mu-
los mecanismos cerebrales de la cognición descriptiva o verídica. chos científicos creían que los lóbulos frontales existían por razones
Sólo muy recientemente se han interesado por comprender la meramente ornamentales, o como mucho como relleno para evitar
cognición preceptiva o centrada en la acción. Dado que puede ar- que el cráneo se colapsara. (Yeso pese a las prescientes admonicio-
gumentarse convincentemente que las presiones evolutivas que nes de científicos visionarios como John Hughlings Jackson y Alek-
han conformado el diseño y la capacidad de nuestros cerebros se sander Luria, que anticiparon en su pensamiento la excepcional im-
dirigen sobre todo a hallar «la línea de actuación que más me be- portancia de los lóbulos frontales para la cognición humana.)
neficie» y sólo en un plano secundario y derivado a «encontrar la Todavía recuerdo como, con ocasión de una conferencia impar-
verdad» resulta irónico que a los neurocientíficos les haya llevado tida en la Universidad de Columbia hace muchos años, una de las
tanto tiempo dirigir su atención a los mecanismos cerebrales de la más importantes investigadoras de los lóbulos frontales, Patricia
cognición preceptiva. Por fin ha ocurrido. ¡Más vale tarde que Goldman-Rakic, mostraba un esquema del cerebro en el que cada
nunca! lóbulo contenía cierto número de homúnculos, de pequeños moni-
A B
190 La paradoja de la sabiduría Frente afrente con la toma de decisiones 191

gotes, que reflejaban el grado de interés científico dirigido hacia nitivo», y no simplemente cognitivo. Para ser precisos, estos as-
ese lóbulo. En el esquema de Goldman-Rakic, el lóbulo frontal pectos del más alto nivel de la mente no se asocian al conjunto de
contenía el menor número de monigotes. Era la Cenicienta, ellóbu- los lóbulos frontales, sino a una parte concreta, la corteza pre-
lo olvidado. frontal.
En la actualidad, el mapa de monigotes de Goldman-Rakic ten- La evolución de la corteza prefrontal ha sido relativamente re-
dría que ser dibujado de nuevo, un cambio al que ella misma ha ciente, alcanzando un nivel de desarrollo apreciable sólo en los ma-
contribuido enormemente. En cuanto los neurocientíficos comen- míferos para aumentar exponencialmente en importancia solamen-
zaron a indagar los secretos de la cognición preceptiva, ensegui- te en los primates superiores. Esta evolución es coherente con el
da se comprendió que los lóbulos frontales ocupan en prácticamen- papel excepcional que la corteza prefrontal desempeña en los atri-
te todos los aspectos de aquélla un lugar central, omnipresente e butos mentales que a menudo se consideran, correcta o equivoca-
indispensable. Tan importante y general es el papel desempeñado damente, exclusivos de los humanos, los que nos separan del resto
por los lóbulos frontales que a menudo se lo califica de «metacog- de los mamíferos.
Ahora que el péndulo del interés de la neurociencia ha inverti-
do su sentido y se dedica cada vez más atención a los lóbulos fron-
tales, se ha puesto de moda implicar a la corteza prefrontal en prác-
0,4 ticamente todo lo que represente los estratos más altos del espíritu
humano, recurriéndose a un lenguaje extravagante para describir su
función. Una autoridad tan eminente como el propio Aleksander
0,3 Luria se ha referido a la corteza prefrontal como «el órgano de la ci-
vilización», y también se ha dicho que la evolución de los humanos
0,2
ha estado dominada por la evolución de los lóbulos frontales. Yo
mismo me considero culpable de contribuir a esta mitología por po-
o ner en la sobrecubierta de mi libro anterior, medio en serio medio
:::
o:s en broma, una modificación ligeramente blasfema de la imagen de
0,1 '(1)
u S
::: ;:l
Creación de Adán de Miguel Ángel, en la cual Dios hace humano a
o:s
o.. ::c
S Adán al tocarle los lóbulos frontales.
:El
° ....;:l
U
No obstante todas esas exaltaciones excesivas, la investigación
actual muestra más allá de toda duda razonable que la corteza pre-
S
'(1)
frontal es importante, quizá incluso central, para aquellos aspectos
.....l de la cognición que unen a los individuos en una sociedad. Los es-
tudios de neuroimagen funcional nos enseñan que los lóbulos fron-
FIGURA 13. Evolución de la corteza frontal. Expresada como el co-
tales se activan cada vez que los sujetos piensan sobre dilemas mo-
ciente entre corteza frontal y toda la corteza. Basado en Brodmann
rales o sociales, o experimentan empatía hacia otros, o cuando se
(1909).
les pide que «lean la mente de otras personas» (los estudios sobre
192 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 193
la llamada teoría de la mente). Los pacientes con daños en los ló- la corteza prefrontal es esencial para la formación de conceptos éti-
bulos frontales a menudo presentan grandes deficiencias en su ca- cos, pero sólo de forma indirecta. Sabemos que la corteza prefron-
pacidad para penetrar en el mundo interior de otras personas, y son tal es responsable de la «organización secuencial» de la conducta,
igualmente obtusos en su capacidad para el razonamiento moral. de organizar la conducta en el tiempo y de organizar las distintas
Estos pacientes carecen asimismo de la capacidad para examinar operaciones mentales que participan en todo acto complejo de cog-
críticamente su propio mundo interior y sus propias circunstancias. nición en secuencias temporalmente ordenadas y coherentes. Esto
Sufren de una forma peculiar de anosognosia, distinta en su natura- probablemente signifique que la corteza prefrontal contiene los
leza de la anosognosia causada por daños en el hemisferio derecho, mecanismos cerebrales necesarios para establecer la relación entre
aunque no menos devastadora. Además, la investigación ha demos- «antes» y «después». De este modo, en virtud de su capacidad para
trado que los criminales, y especialmente los criminales violentos, establecer relaciones temporales, la corteza prefrontal se ha hecho
a menudo poseen una corteza prefrontal anormalmente pequeña o necesaria para el siguiente nivel de abstracción, para establecer las
fisiológicamente inactiva. Se ha encontrado también un volumen más complejas relaciones causales, las relaciones entre causas y
reducido de materia gris prefrontal en personas con trastorno anti- consecuencias.
social de la personalidad, y un insuficiente nivel de activación fron- Una corteza prefrontal bien desarrollada probablemente sea ne-
tal, o hipofrontalidad, en personas propensas a la agresión impulsi- cesaria para establecer toda una clase de relaciones del tipo «si ...
va. entonces» (<<si A entonces B»). La capacidad para comprender esta
¿Significa esto que las personas nacemos dotadas de un cierto relación en general está presente en los humanos pero ausente en
«conocimiento moral» o «conocimiento social» que reside en los los primates no humanos. Esta capacidad es la piedra angular de
lóbulos frontales? ¿Ha culminado por fin nuestra ingenua búsque- toda una serie de habilidades cognitivas complejas que, con o sin
da de un «módulo para todo» con el descubrimiento de un «módu- acierto, asociamos a los humanos. El lenguaje es una de ellas, pues-
lo de la moralidad» que contiene un «instinto moral»? to que las estructuras «si ... entonces» constituyen la base de las gra-
Lo cierto es que está de moda hablar de los lóbulos frontales máticas complejas que sirven de cimiento para el lenguaje comple-
como «asiento de la moral». Pero, ¿existe tal cosa? Lo dudo. Por lo jo. Esto pone de manifiesto el papel, a menudo pasado por alto, que
que sabemos de la historia de la civilización humana, debo decla- desempeña la corteza prefrontal en la emergencia del lenguaje du-
rarme escéptico sobre cualquier idea de moral innata. Tomando una rante la evolución, en el desarrollo del lenguaje en los niños y en el
posición que no es ni romántica en demasía ni nihilista en exceso, uso cotidiano del1enguaje.
tiendo a pensar en el cerebro como en un instrumento moralmente Pero la capacidad para comprender relaciones «si ... entonces»
agnóstico, al menos en un sentido literal. Para mí, toda noción probablemente se encuentre también en el núcleo del desarrollo
de «instinto de la moralidad» suena tan fantástica como la idea de un moral. Aunque en sí misma sea insuficiente, la capacidad para re-
«instinto del lenguaje», si no más. Creo fervientemente que las nor- lacionar causas y consecuencias es necesaria y es requisito para
mas éticas que regulan nuestra conducta social son sobre todo cul- todo razonamiento moral y para la comprensión de conceptos éti-
turales, que no están «impresas» en nuestro cerebro. cos. Dándole la vuelta a mi anterior proposición, aunque los lóbu-
¿Quiero decir con ello que me inclino a negarle todo papel a la los frontales contribuyen al razonamiento moral sólo de manera in-
corteza prefrontal en el desarrollo moral? ¡En absoluto! Creo que directa y aunque de manera intrínseca son moralmente agnósticos,
194 La paradoja de la sabiduría Frente afrente con la toma de decisiones 195

sí proporcionan los elementos de construcción, la piedra angular En la actualidad son muchas las razones que nos llevan a creer
neurobiológica sobre la que descansa el desarrollo de esos con- que el desarrollo de la corteza prefrontal ha desempeñado un papel
ceptos. central en la emergencia de muchos (posiblemente la mayoría) de
Destacan asimismo entre los otros fundamentos del razona- los rasgos que definen nuestra humanidad. ¿Significa ello que esos
miento moral la capacidad para concebir las consecuencias de líne- rasgos son exclusivamente humanos? Sea cual sea el verdadero
as de actuación alternativas, es decir, razonamientos del tipo «qué grado de discontinuidad evolutiva entre el cerebro humano y el de
hubiera ocurrido si hubiera hecho X en lugar de Y», así como la otras especies, a menudo tendemos a exagerarlo en nuestra visión
capacidad para lamentarse o arrepentirse cuando se llega a la con- romántica e interesada de nosotros mismos. Se necesita un cierto
clusión de que, habiéndose encontrado uno en una bifurcación del grado de control para no antropomorfizar rasgos que, si bien cul-
camino, se ha seguido la vía equivocada. La capacidad para reali- minan en los humanos, podemos casi afirmar que no son únicos de
zar este tipo de «razonamiento contrafáctico» es importante no nuestra especie en un sentido cualitativo, y que en rigor no, son di-
sólo en la esfera moral, sino también en la toma de decisiones en cotómicos, no se caracterizan por su presencia absoluta (en los hu-
cualquier ámbito, ya sea económico, político o personal. Privado manos) o su ausencia absoluta (en cualquier otra especie).
de los beneficios del razonamiento contrafáctico, cualquier «apren- Considérese, por ejemplo, la «empatía» y la capacidad de «leer
dizaje por experiencia» quedaría gravemente mutilado y reduci- la mente de otras personas». Estos admirables rasgos, conocidos en
do a ensayo y error. Hoy sabemos que la capacidad de razona- el lenguaje de la neurociencia con el abstruso término de capaci-
miento contrafáctico y la capacidad de lamentar una decisión dad para formular una «teoría de la mente», son sin duda necesarios
residen en los lóbulos frontales. Tal como ha demostrado un gru- para establecer los vínculo' que mantienen unidos a los grupos hu-
po de investigadores franceses dirigidos por Nathalie Camille, los manos. La investigación con técnicas de neuroimagen funcional
pacientes con daños en cierta región de los lóbulos frontales, la nos ha enseñado que estas elevadas características mentales depen-
corteza orbitofrontal, pierden esta capacidad en un grado conside- den de los lóbulos frontales. Con excesivo orgullo, los humanos, la
rable. especie Horno sapiens sapiens, nos apropiamos de estos dones
La empatía, o sea la capacidad de penetrar en la mente de otros, mentales y nos mostramos reacios a concedérselos a otras especies.
así como la capacidad de razonamiento moral se cuentan entre los A la vista de la evidencia, concedemos a regañadientes que algunos
ingredientes más importantes de la sabiduría de acuerdo con cual- primates, los grandes simios, poseen los rudimentos de esta capaci-
quier definición, al mismo nivel que la capacidad para resolver pro- dad. A este respecto, me viene a la mente una célebre fotografía de
blemas de manera eficaz. De acuerdo con muchas definiciones, la un cachorro de chimpancé que corre a confortar a su cuidador hu-
sabiduría implica la capacidad de integrar consideraciones pragmá- mano cuando éste finge estar apenado.
ticas, «centradas en el actor», y consideraciones éticas «impulsadas Pero, ¿y mi bullmastiff Brit? Cuando era un cachorro le gustaba,
por empatía», en concordancia con mi propio sentido intuitivo de la como a todos los cachorros, colarse en el armario de mi habitación,
esencia de la sabiduría. El papel único que desempeña la corteza robarme un calcetín y salir corriendo hacia la sala de estar, donde se
prefrontal consiste sobre todo en proporcionar la maquinaria neu- arrebujaba en su sofá favorito para mordisquearlo a su gusto. Como
ronal que permite unir estos dos factores en un proceso único y bien cualquier otro dueño de un cachorro, yo lo perseguía y le quitaba el
integrado de toma de decisiones. calcetín. Al cabo de un tiempo, la conducta de Brit había cambiado.
196 La paradoja de la sabiduría Frente afrente con la toma de decisiones 197

Todavía se colaba en mi habitación en busca de calcetines, pero aho- biera hecho observaciones parecidas. Así que quizá sea erróneo
ra en lugar de llevárselos a su sofá favorito, comenzó a llevármelos pensar que cualquiera de los atributos más exaltados de la cogni-
directamente a mí al lugar donde me hallara en ese momento. ción, como la empatía o la teoría de la mente, aparecieron súbita-
Nunca le enseñé esa conducta a Brit. Pero con su mente canina mente, como un deus ex machina, en el estadio final de la evolu-
de algún modo debió de figurarse que si siempre le quitaba los cal- ción. Parece más probable que se hayan desarrollado de manera
cetines debía de ser que los necesitaba desesperadamente, y con su gradual, aumentando a lo largo de la evolución de los mamíferos, y
buen corazón canino decidió hacerme el favor de traérmelos direc- que este proceso haya comenzado tan pronto como aparecieron en
tamente. Bajo cualquier definición realizada desde el sentido co- la escena evolutiva los lóbulos frontales.
mún, ¡Brit demostraba cierta capacidad para «la teoría de la mente»! Como corresponde a un director de orquesta o a un director eje-
Más aún, descubrí por accidente que si fingía angustia cubrién- cutivo de una corporación, los lóbulos frontales están extraordinaria-
dome la cara con las manos y haciendo como que lloraba, Brit, alar~ mente bien conectados. Para resaltar la importancia de las conexio-
mado, dejaba lo que estuviera haciendo y corría hacia mí para la- nes, imaginemos un titiritero (los lóbulos frontales) cuya capacidad
merme la cara. No hace esto cuando finjo otras emociones, cuando para controlar a los títeres (las otras partes del cerebro) dependa de la
finjo reír alegremente o gritar con enfado. Parece ser bastante se- fuerza de los hilos, sin los cuales el titiritero sería incapaz de nada.
lectivo a la hora de diferenciar entre mis estados emocionales, yeso Como ya sabemos, estos hilos, las vías que conectan los lóbulos fron-
que no pertenecemos a la misma especie (aunque seamos grandes tales con el resto del cerebro, maduran de forma extraordinariamen-
amigos). Los cánidos se encuentran bastante lejos de la cima del te lenta, y sólo alcanzan un estado plenamente operativo entre los
desarrollo del lóbulo frontal, y sin embargo no cabe duda que pose- dieciocho y los treinta años de edad. Esto se ha establecido mediante
en lóbulos frontales al parecer lo bastante funcionales como para el estudio del curso temporal de aparición de la mielina, la sustancia
que Brit manifieste una capacidad rudimentaria (o quizá no tan ru- grasa blanca que aísla las vías nerviosas, aumentando así la velocidad
dimentaria) para «leer mis estados mentales» y expresar empatía. y fiabilidad de la transmisión de señales a lo largo de las vías.
Además, cuando estoy absorto en una animada conversación Otra forma de averiguar la maduración de los lóbulos frontales
con otros humanos, o leyendo un libro o trabajando con mi ordena- y su curso evolutivo es estudiando el desarrollo de las llamadas
dor, al cabo de un tiempo Brit comienza a golpearme suave pero in- «células fusiformes». Las células fusiforme s se encargan de trans-
sistentemente con su pata. No lo hace porque necesite algo en parti- mitir información entre regiones del cerebro muy alejadas y se
cular, sino porque quiere que le dedique mi atención, y yo me siento enc;uentran sobre todo en la corteza orbitofrontal. Estas células co-
tentado a ver en esa conducta un indicio de una rudimentaria con- mIenzan a aparecer durante los primeros meses de vida, pero su
ciencia de sí mismo, otro atributo cardinal de la vida mental desa- cantidad aumenta drásticamente durante el segundo y el tercer año.
rrollada que supuestamente depende de los lóbulos frontales. Las células fusiforme s revisten un interés muy particular porque
Pese a todo el afecto que siento hacia Brit, no creo que sea un son muy prolíficas en los humanos, aparecen modestamente repre-
«superperro» en posesión de atributos mentales únicos de los que sentadas en los grandes simios africanos y faltan por completo en
carecen otros cánidos u otros mamíferos. Estoy convencido de las otras especies. Es tentador pensar, por tanto, que las células fu-
que si tuviera otro animal de compañía de un nivel evolutivo pare- siformes están vinculadas a la conciencia, la volición y otros atri-
cido y que hubiera criado desde cachorro, como hice con Brit, hu- butos avanzados de la mente.
198 La paradoja de la sabiduría Frente afrente con la toma de decisiones 199

Demos ahora un paso atrás para pensar de nuevo sobre el signi- sona que tiene o no tiene un talento, en realidad no es una cuestión
ficado social del período de edades comprendido entre los diecio- de «sí o no» sino de «cuánto».
cho y los treinta años. Tal como hemos concluido anteriormente, Como cualquier otro aspecto material de nuestra persona, ya
los dieciocho años es una edad muy interesante que la mayoría de sea la altura, el peso, el color de los ojos y el cabello, la capacidad
sociedades occidentales modernas reconocen como la edad de la pulmonar o la presión sanguínea, también nuestro cerebro se halla
madurez social, del paso de la adolescencia a la edad adulta. La sujeto a diferencias individuales. Exactamente «cuánto» de un ta-
edad de treinta años (más o menos) también es muy interesante. Es lento determinado posee una persona depende en gran medida de
la edad a la que se permite el acceso a cargos electivos importantes las diferencias individuales que caracterizan a nuestros cerebros.
en diversas sociedades occidentales. Al parecer no ha sido necesa- Esta premisa general se aplica también a las funciones ejecuti-
rio el consejo explícito de neurocientíficos para que numerosas so- vas. El término inteligencia emocional, que tan de moda se ha pues-
ciedades modernas hayan «descubierto» que el período comprendi- to últimamente, engloba parte de lo que controlan los lóbulos fron-
do entre los dieciocho y los treinta años de edad es cuando acaban tales, pero no todo. En la medida en que nos resulte útil el concepto
de establecerse los aspectos críticos de la madurez social. Como ya de «funciones ejecutivas» (y nos resulta útil), conviene también ape-
he argumentado, la concordancia entre las cronologías de madura- lar al concepto de «inteligencia ejecutiva». Las distintas contribu-
ción social y biológica de los lóbulos frontales no es fruto de la ciones de los lóbulos frontales, como la planificación, la previsión, la
coincidencia. En la actualidad, muchos científicos (yo entre ellos) capacidad de controlar los impulsos, la empatía y la «teoría de la
creen que la posesión de lóbulos frontales maduros y plenamente mente», tienden a formar un paquete coherente. Van juntas, de
funcionales es el requisito de la madurez social. modo que en un individuo neurológicamente intacto tienden a estar
Como es obvio, esto no equivale a decir que las funciones eje- todas bien desarrolladas, todas moderadamente desarrolladas o to-
cutivas entren en escena a una cierta edad de manera abrupta y sú- das pobremente desarrolladas. El término inteligencia ejecutiva en-
bita ni que a cierta edad se produzca una transición instantánea des- globa todas estas funciones de los lóbulos frontales y refleja su co-
de su completa ausencia a su despliegue total. Como la mayoría de hesión. Y probablemente exhiba el mismo grado de variación
los atributos biológicos y cognitivos, las funciones ejecutivas se de- individual que cualquier otro aspecto de nuestra vida mental.
sarrollan de manera gradual, de manera que en cualquier fase del Toda situación compleja de la vida real requiere el despliegue
desarrollo cognitivo la pregunta correcta no es «¿Sí o no?» sino de funciones ejecutivas controladas por los lóbulos frontales, quizá
«¿Cuánto?». no todas en el contexto de una tarea concreta, pero sí un subcon-
Lo mismo puede decirse de las diferencias individuales entre junto significativo. Para acabar de entender de qué modo los lóbu-
personas. Como cualquier otro atributo de la vida mental, las fun- los frontales guían la conducta en la vida real, imaginemos un hom-
ciones ejecutivas, la destreza organizativa, que dependen de los ló- bre adulto, entrado en los cincuenta que intenta escribir un libro.
bulos frontales, difieren entre personas. La neuropsicología de las No es un escritor profesional y el lenguaje con el que trabaja no es
diferencias individuales todavía se encuentra en su infancia, pero su lengua materna. Esto hace que el proceso sea algo más delibera-
se suele aceptar que los ciudadanos normales varían en su talento do de lo que sería de otro modo, y para compensar estas obvias des-
musical, su talento literario, su talento atlético y cualquier otro ta- ventajas, nuestro autor hace un uso más intenso de sus lóbulos fron-
lento. Aunque en la vida cotidiana a menudo decimos de una per- tales.
200 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 201

Los estilos de escritura difieren entre autores. He oído hablar ción mental está guiado por sus lóbulos frontales, a los que este
de algunos que no saben lo que saldrá de su pluma hasta que la proceso mantiene bastante ocupados.
ponen sobre el papel (o ponen los dedos sobre el teclado). En esta El autor sin duda desea que sus futuros lectores acaben de leer su
forma de hacer, pensar y escribir quedan entrelazados en un úni- libro, y esto significa, entre otras cosas, que no debe hacerlo dema-
co proceso fluido. Pero nuestro autor imaginario lo hace de forma siado largo. Esto supone una presión adicional sobre el proceso de
muy distinta. Planifica antes de actuar. Cada día pasa un buen rato selt;cción. Nuestro autor no puede incluir todo su conocimiento re-
ocupado en lo que podría parecer un ejercicio de forzada ociosi- levante en el libro y de algún modo tiene que establecer prioridades.
dad, dando vueltas por Central Park con su enorme y afable perro. Al hacerlo, el autor pone a trabajar a una suerte de editor interno un
Pero no está ocioso. Le da vueltas a la estructura del libro y a cada portero cuya función espemÍitir la entrada de cierta informació~ en
uno de sus capítulos mucho antes de ponerse a escribir una sola el libro y negársela a lo que sea menos importante. Más trabajo para
palabra. Primero crea .un plan general y luego actúa con arreglo a los lóbulos frontales, puesto que ellos son ese editor interno.
él, y al hacerlo utiliza sus lóbulos frontales. Como la habilidad A medida que nuestro autor progresa de un capítulo a otro, los
para crear un plan de actuación con anterioridad a la actuación temas cambian de la biología a la psicología y de ésta a la historia,
está ligado a la corteza prefrontal, la de nuestro autor debe estar para volver luego a la biología y así sucesivamente. Que el autor
muy ocupada mientras pasea con su perro desde Strawberry sea capaz de cambiar de un tema a otro de forma relativamente sua-
Fields hasta la fuente de Bethesda. Su estilo de escritura da lugar ve es un tributo más a sus lóbulos frontales, puesto que la corteza
a un proceso muy peculiar, más parecido a la escultura que a la prefrontal se encarga de la flexibilidad mental.
escritura. Nuestro autor crea primero un guión general en su ca- Como la mayoría de los escritores, nuestro autor aspira a decir
beza, luego escribe un borrador esquemático de los capítulos, y algo nuevo, algo original, algo que no se haya dicho o escrito antes.
sólo entonces se dedica a dar forma y embellecer cada uno hasta Intenta crear nuevo contenido. Pero pocas cosas son totalmente nue-
darlo por acabado. El proceso no es lineal, del capítulo uno al ca- vas. En la mayoría de los casos, el contenido nuevo está relacionado
pítulo dos, de éste al tres y así sucesivamente. El proceso es más de un modo u otro con el conocimiento antiguo. ¿Cómo se crea ese
bien jerárquico, desde un guión muy general hasta un conjunto de nuevo contenido? Se crea configurando en una forma nueva los tro-
capítulos esquemáticos, y de aquí a los capítulos acabados. Es un zos· del conocimiento antiguo. Los elementos son viejos pero su
proceso en cierto modo más arquitectónico que literario. La capa- configuración es nueva, sin precedente en el pasado, y por lo tanto
cidad para realizar actividades en paralelo mediante el desarrollo no corresponde de manera exacta a ninguna de las representaciones
ordenado de un plan también está controlado por los lóbulos fron- mentales formadas con anterioridad en la cabeza del autor. Confor-
tales. mar una nueva configuración mental a partir de los elementos de re-
Por su naturaleza, el libro en cuestión es una mezcla de distin- presentaciones mentales antiguas es muy distinto del simple proceso
tos temas, entre los que se incluye biología, psicología e historia. de acceder a representaciones mentales antiguas, que es lo que ocu-
Esto significa que para cada sección del libro el autor debe acceder rre, por ejemplo, cuando se hace un repaso de lo que se conoce de
a una parte concreta del banco de conocimiento que ha ido acumu- un tema en un artÍCulo de revisión o en una enciclopedia. Una vez
lando en sus cincuenta y tantos años de vida. Aunque hace esto de más interviene la corteza prefrontal, que desempeña el papel prota-
manera relativamente automática y sin esfuerzo, el acto de selec- gonista en eso de «trabajar con representaciones mentales», reorde-
202 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 203

nándolas y reconfigurándolas de acuerdo con nuestras necesidades. otros recuerdos genéricos, los recuerdos genéricos ejecutivos son
Todo autor desea que el lector disfrute con su libro, que lo en- relativamente invulnerables a los efectos del daño cerebral. Esto es
cuentre interesante e informativo, y nuestro autor imaginario no es lo que permite a un presidente ejecutivo de una corporación o a un
una excepción. Para conseguirlo, debe entrar en la mente del lec- líder político que, pese a su avanzada edad, sigan siendo ejecutivos
tor, formar en su propio cerebro una representación mental del eficaces aunque se produzca alguna merma cognitiva en su capaci-
mundo interior del lector. Cuando un autor elimina un párrafo por- dad para realizar cálculos mentales de novo. (Piénsese, por ejem-
que lo considera «aburrido» o sazona el texto con anécdotas porque plo, en Winston Churchill, cuya capacidad estratégica se mantenía
son «divertidas», realiza estas evaluaciones desde el punto de vis- inexpugnable cuando ya declinaba su capacidad de atención.)
ta del lector. Intenta leer la mente de sus lectores potenciales. Como Las personas dotadas de «inteligencia ejecutiva» gozan de una
ya sabemos, esta habilidad descansa firmemente en los lóbulos considerable ventaja a la hora de encontrar cursos de actuación ópti-
frontales. mos en situaciones auténticamente nuevas. En consecuencia, duran-
El manuscrito ha quedado por fin listo, o más o menos listo. Por te toda su vida pueden ir acumulando una gran «biblioteca neuronal»
fortuna para nuestro autor, dispone de un excelente editor externo de «recuerdos ejecutivos genéricos», los recuerdos de soluciones que
que revisa el manuscrito con ojo crítico pero constructivo. Ese tra- en el pasado han servido para solucionar con éxito problemas espi-
bajo editorial externo también está guiado por los lóbulos frontales, nosos, y que han quedado guardados en forma de atractores que resi-
en este caso los del editor. den, completamente o en parte, en los lóbulos frontales. Su bibliote-
ca neuronal será más extensa que la de la mayoría de la gente, y ello
les permite dar más a menudo con soluciones «ejecutivas» eficaces
Los lóbulos frontales y el envejecimiento de la mente en situaciones difíciles y aparentemente nuevas, lo que consiguen
evaluando, por medio de un rápido proceso de reconocimiento de pa-
Quizá sea bueno que el editor sea veinte años más joven que nues- trones, su semejanza con otros problemas solucionados en el pasado.
tro autor imaginario, ya que por desgracia, como sabemos, los ló- Aunque no sean idénticas, la «inteligencia emocional» y la «inteli-
bulos frontales son más susceptibles a los efectos del enveje- gencia ejecutiva» están estrechamente relacionadas. En la medida en
cimiento que la mayoría de las otras partes del cerebro. Pero la que la inteligencia emocional ocupa un lugar particular en el cerebro,
susceptibilidad de los lóbulos frontales frente al deterioro no impli- los lóbulos frontales son ese lugar, y la inteligencia emocional parti-
ca automáticamente que la sabiduría preceptiva, o la pericia precep- cipa en la gestión de los recuerdos ejecutivos almacenados en los ló-
tiva, desaparezcan con la edad. Tampoco significa que los lóbulos bulos frontales.
frontales se deterioren de manera uniforme en todas las personas. Como cualquier otro aspecto del envejecimiento, la tasa de en-
Joaquim Fuster propuso que la corteza prefrontal contiene las re- vejecimiento de los lóbulos frontales está sujeta a diferencias indi-
presentaciones genéricas de esquemas de actuación eficaces para viduales. Es probable que una mayor longevidad funcional de los
un amplio abanico de situaciones y problemas. Se refiere a estas re- lóbulos frontales sea una de las claves importantes para mantener la
presentaciones como memoria ejecutiva semántica y memoria mente clara a una edad avanzada. Las personas que mayor probabi-
para conceptos de acciones. Como estas memorias pueden diferir lidad tienen de mantener la claridad mental hasta la vejez son las
en su generalidad, están organizadas de forma jerárquica. Como que conservan en buenas condiciones de funcionamiento sus lóbu-
204 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 205

los frontales. De hecho, se ha podido detenninar que las personas conseguirlo. Pero es igualmente importante ser capaz de recono-
mayores que conservan un buen funcionamiento mental tienen ló- cerlo cuando de manera natural está presente en algunas personas,
bulos frontales fisiológicamente más activos. e igualmente importante reconocer su ausencia natural en otras.
Incluso cuando se produce el desgaste de los lóbulos frontales Como cualquier otro atributo de la mente con base biológica, no
con el envejecimiento, éste tiene una mayor probabilidad de afectar todas las personas reciben el talento ejecutivo en igual medida. En
sobre todo a la capacidad para hallar soluciones «ejecutivas» para lugar de aceptar de fonna tácita la suposición de que la habilidad
situaciones auténticamente novedosas. Pero lo que es nuevo y lo ejecutiva puede desarrollarse con igual medida en todas las perso-
que es .familiar también varían de una persona a otra. Puesto que la nas, los líderes empresariales o de otro tipo deberían hacer lo mis-
mayoría de las situaciones nuevas recuerdan en mayor o menor gra- mo que los entrenadores deportivos, los coreógrafos y los profeso-
do a experiencias anteriores, las personas que hayan acumulado res de música vienen haciendo desde que enseñan sus secretos a sus
una gran biblioteca neuronal de recuerdos ejecutivos genéricos estudiantes: buscan el talento natural y ponen toda su energía como
bien establecidos tendrán una mayor probabilidad de continuar mentores en aquellos estudiantes dotados por naturaleza, en lugar
siendo eficaces en la resolución de problemas a pesar del deterioro, de derrocharla con cualquiera. Saben que la selección astuta es la
por lo menos durante algún tiempo. clave del éxito más que cualquier otra cosa.
En los capítulos que siguen discutiremos de qué manera la acti- Esto, como es natural, nos lleva a otra pregunta: ¿cómo se reco-
vidad mental y el ejercicio mental fortalecen los tejidos neuronales noce el talento ejecutivo? Una vez más, es más fácil decir cómo no
subyacentes. Esto se aplica también a los lóbulos frontales. Las se reconoce. Por ejemplo, no sirven para reconocerlo los tests de in-
personas que hayan dedicado toda su vida a realizar decisiones eje- teligencia. Se sabe que a menudo los altos ejecutivos de gran éxito
cutivas complejas tienen una mayor probabilidad de conservar la no poseen cocientes intelectuales excepcionales. Son respetables,
integridad neuronal de sus lóbulos frontales hasta una edad avanza- eso sí, dentro del rango de «medio alto a superior», pero no se sa-
da que las personas pasivas, los «seguidores», que hayan ejercitado len de la escala ni por asomo. Y a la inversa, los pacientes con da-
de fonna moderada su función ejecutiva durante la vida. ños graves en el lóbulo frontal (a causa de apoplejías, trauma cere-
Mover los talentos ejecutivos y la inteligencia ejecutiva desde el bral u otras afecciones neurológicas) a menudo tienen cocientes
dominio del alma platónica hasta el dominio del cerebro biológico intelectuales nonnales pese a que su capacidad para desarrollar
es un ejercicio repleto de importantes implicaciones. En una entre- conductas con significado ha quedado completamente aniquilada.
vista publicada hace algún tiempo en Harvard Business Review se El lector de este capítulo, que de un modo u otro ha llegado has-
me preguntó si el talento ejecutivo se puede desarrollar y, en caso ta esta página, probablemente se haya hecho ya una buena idea de
afinnativo, de qué modo. Esta pregunta, que obviamente reviste un la complejidad de las funciones ejecutivas. Dada su naturaleza po-
interés particular para los altos ejecutivos, debería ser de interés liédrica, quizá no sea posible o práctico evaluarlas con una sola
también para el público en general. Con independencia del trabajo vara de medir. Quizá se requieran medidas múltiples que nos per-
que realicemos, todos nos enfrentamos, en mayor o menor grado, a mitan examinar por separado atributos como la capacidad de plani-
decisiones «ejecutivas» en el contexto de nuestra propia vida. ficación, la concentración mental, la flexibilidad mental, la empa-
Respondí a la pregunta con reservas. Quizá sea posible desarro- tía, la capacidad para enfrentarse a la novedad y la capacidad para
llar el talento ejecutivo, en cuyo caso es importante averiguar cómo colocarse en el lugar de otra persona.
206 La paradoja de la sabiduría Frente a frente con la toma de decisiones 207

Esta última capacidad es especialmente interesante. Aunque mi mismo he tenido que soportar más de una vez a personas que han
perro Brit disponga, como ya hemos visto, de esta capacidad en un pontificado ante mí, con un aura de autoridad, acerca del destino de
pequeño grado, un individuo que por su trabajo tenga que interac- Rusia sobre la sola base de un viaje organizado de cinco días a mi
tuar con muchas otras personas y dirigir sus actividades debe estar tierra natal. ¡Qué pérdida de tiempo para todos los presentes! Pero
dotado de una dosis particularmente generosa de este don. La ca- también, ¡qué estupendo diagnóstico!
pacidad para penetrar en la mente de otras personas es igualmente
esencial en las situaciones altruistas, en las de cooperación y en las
de confrontación. La misma capacidad para ver en el interior de la
mente de otras personas se necesita para ser un buen amigo que
para ser un buen competidor. Las personas que han vivido una vida
larga y llena de éxito suelen haber experimentado un buen número
de ambos tipos de interacción.
En cualquier caso, la capacidad para penetrar en la mente de
otras personas comienza con el interés en esas mentes. Es difícil
exagerar la importancia de esta aseveración. Creo sinceramente que
el interés en otras mentes es uno de los requisitos fundamentales de
la inteligencia ejecutiva.
No conozco ningún método sencillo y eficaz de medir este atri-
buto mental, la curiosidad por la mente de otras personas. Pero creo
que se presta muy bien-a la observación naturalista. En compañía
de otras personas, ¿se embarca uno en soliloquios autocomplacien-
tes o hace preguntas, aunque sólo sea ocasionalmente? En mi vi-
sión del asunto, es el segundo tipo de conducta el que, cuanto me-
nos, hace pensar en la posesión de inteligencia ejecutiva. El primer
tipo, en cambio, caracteriza a los ejecutivos ineptos, recalcitrantes
y pagados de sí mismos.
En mi propia experiencia, las personas que me dejan con la im-
presión de ser especialmente penetrantes y astutas tienden a extraer
el máximo de información de uno, en lugar de intentar deslumbrar-
lo con su propio conocimiento y perspicacia. Todos hemos estado
en situaciones en las que tales despliegues de autocomplacencia se
llevan hasta el ridículo. He visto a personas ignorantes exponer su
visión de los asuntos internacionales ante diplomáticos veteranos, o
sus ideas sobre música en presencia de intérpretes consumados. Yo
-----10-----

Novedad, rutina y los dos lados


del cerebro

El enigma de la dualidad

E l enigma de los lóbulos frontales es un ejemplo de lo obstina-


do que puede ser el cerebro como guardián de sus secretos,
pero ningún enigma de la organización del cerebro ha atraído tanta
atención a lo largo de los años, tanto en la bibliografía científica
como en la prensa profana, como el de la dualidad del cerebro. ¿Por
qué está formado el cerebro por dos mitades, los hemisferios iz-
quierdo y derecho, yen qué se diferencian? Esta pregunta ocupa un
lugar central en nuestra argumentación y es esencial para compren-
der los rasgos mentales que este libro intenta dilucidar.
El genio y la sabiduría, el talento y la competencia, son dos ti-
pos de dones igualmente reverenciados pero muy diferentes. Como
ya sabemos, estos dones no están engarzados y pueden aparecer el
uno sin el otro. Sabemos también que su máxima expresión corres-
ponde a edades distintas; el genio y el talento tienden a revelarse
durante la juventud mientras que la sabiduría y la·competencia apa-
recen en las fases más avanzadas de la vida.
¿Cuál es la maquinaria cerebral que subyace a estos dos tipos de
dones que, estando tan estrechamente ligados, son tan distintos? ¿De
qué manera aparecen contrastados y cómo están conectados en el ce-
rebro? Por fin estamos preparados para acometer esta pregunta.
210 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 211

Como ya hemos discutido, la competencia y su forma suprema, través de complejas vías a todos los niveles, tanto corticales como
la sabiduría, dependen de la disponibilidad de patrones que conten- subcorticales. A nivel cortical, las vías que conectan los dos he-
gan información tanto descriptiva como preceptiva. Estos patrones misferios se organizan en una gran estructura denominada cuerpo
nos permiten reconocer problemas difíciles y en apariencia únicos calloso y comisuras anterior y posterior. Éstas y otras vías ga-
como variantes de problemas encontrados con anterioridad, de pro- rantizan una comunicación cruzada y continua entre los hemisfe-
blemas ya resueltos. rios , o más bien una miríada de comunicaciones cruzadas en pa-
Pero, ¿qué ocurre cuando nos encontramos ante una situación ralelo.
que no se amolda, ni siquiera remotamente, a ninguno de los patro- En último término, pues, el cerebro funciona como un todo bien
nes almacenados en el cerebro? Según hemos comentado anterior- integrado y no como dos partes inconexas. Pero esta unidad es en rea-
mente, la formación de patrones es un proceso complejo y prolon- lidad una unidad de contrastes. Como veremos, las sutiles diferen-
gado que no debe entenderse en clave binaria, como una cuestión cias estructurales y bioquímicas que separan las dos mitades del ce-
de sí o no. Esto significa que un patrón puede estar parcialmente rebro se traducen en profundas diferencias funcionales entre ellas.
formado y parcialmente listo para ser usado. Nos ocuparemos de Entre las muy pocas partes del cerebro que escapan al imperati-
estos matices más adelante, pero por el momento, en bien de la cla- vo de la dualidad se cuentan las glándulas endocrinas pineal y pitui-
ridad, consideraremos un abanico simplificado de posibilidades. taria, dos pequeños cuerpos sepultados profundamente en la parte
Supongamos que cuando una persona se enfrenta a un problema, en central del cerebro. Fue precisamente la situación única de singula-
el repertorio cognitivo de esa persona puede existir o no un patrón ridad de la glándula pineal, que la diferenciaba de la dualidad del
relevante. En la terminología de Stephen Grossberg, se produce o resto de estructuras cerebrales, lo que llevó al gran filósofo del siglo
no una resonancia adaptativa con uno de los atractores formados XVII René Descartes a designarla como el lugar de encuentro del
con anterioridad. Debemos considerar, por tanto, dos clases de si- cuerpo y el alma, en un intento por resolver el dilema surgido de su
tuaciones: familiar y novedosa. ¿Cómo acomete el cerebro estos propia creación, el dualismo cuerpo-mente. Hoy sabemos que la
dos tipos de desafíos? glándula pineal desempeña un papel mucho más humilde, aunque
Bienvenidos al mundo de los hemisferios cerebrales y el miste- de ningún modo despreciable, como es la producción de melatoni-
rio de la dualidad. La dualidad es una de las propiedades funda- na, que ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia. Otra estructura que es-
mentales y universales del cerebro. Se presenta a todos los niveles, capa al imperativo de la dualidad, la glándula pituitaria, regula la se-
desde el tronco cerebral hasta la neocorteza. Para cada estructura, creción y liberación de varias hormonas.
núcleo y vía, existe una pareja gemela. En el pasado se solía pensar Pocos temas han cautivado más la atención o han inspirado es-
que esta dualidad se caracterizaba por una simetría perfecta. Hoy peculaciones más desaforadas que la dualidad del cerebro humano.
sabemos que la simetría del cerebro es sólo aproximada y parcial. ¿Para qué necesitamos dos mitades del cerebro? ¿Porque es dos
Es cierto que el cerebro es más simétrico que asimétrico. Las dos mejor que uno? Son muchas las teorías e hipótesis que se han pro-
mitades del cerebro se entienden mejor como dos variaciones del puesto a lo largo de los años para dar respuesta a estas preguntas,
mismo tema fundamental que como dos temas completamente pero de manera invariable se han ido acumulando evidencias en su
distintos. Es igualmente cierto que las dos mitades del cerebro no contra hasta, con frecuencia, aniquilarlas completamente.
funcionan de manera aislada entre sí, sino que están conectadas a
212 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 213

La estimulación eléctrica del lóbulo temporal izquierdo duran-


Lenguaje y cerebro: las raíces del equívoco te la neurocirugía produce experiencias parecidas a las alucinacio-
nes verbales: el paciente literalmente oye voces que dicen palabras
Los intentos por comprender las funciones de las dos mitades del inteligibles, o incluso frases. Las alucinaciones auditivas tan comu-
cerebro han estado dominadas tradicionalmente por varias suposi- nes en la esquizofrenia también suelen aparecer como expresiones
ciones tácitas. La primera suposición era que las diferencias se li- bien formadas y no como sonidos ininteligibles. Esto probable-
mitaban a la corteza, a los llamados hemisferios cerebrales. La se- mente refleje el hecho de que en la esquizofrenia el hemisferio iz-
gunda, que esas diferencias concernían únicamente a la función quierdo se ve más afectado que el hemisferio derecho. Un ataque
cerebral, mientras que la estructura y bioquímica de las dos mitades epiléptico centrado en el lóbulo temporal izquierdo produce tam-
del cerebro eran iguales. La tercera suposición era que las diferen- bién experiencias alucinatorias con voces (razón por la cual en al-
cias entre las dos mitades del cerebro existían únicamente en los gunas ocasiones se diagnostica equivocadamente la epilepsia del
humanos, mientras que en el resto de especies las dos mitades del lóbulo temporal como esquizofrenia). La dislexia, una afección
cerebro eran estructural, bioquímica y funcionalmente simétricas. del desarrollo del lenguaje en los niños, es más común entre los
Ahora sabemos que todas estas suposiciones contribuyeron más zurdos que entre los diestros, lo que posiblemente refleje un daño
a oscurecer la imagen que a clarificarla, y al final acabó por de- en el hemisferio izquierdo ocurrido tempranamente en el desarro-
mostrarse que las tres eran erróneas. Esto, a su vez, obligó a revisar llo, con el consiguiente cambio de lateralidad (un fenómeno al que
uno de los principios más fuertemente enraizados de la neuropsico- a menudo se hace referencia con el poco amable término de latera-
logía y la neurociencia cognitiva: que la distinción entre el lengua- lidad zurda patológica, para diferenciarlo de la lateralidad zurda
je y las funciones no verbales capta la esencia de la diferencia entre natural, que es hereditaria). Si la afasia (deterioro del lenguaje) tie-
los dos lados del cerebro. ne su origen en una disfunción del hemisferio izquierdo, la peculiar
Para llegar a la raíz de este equívoco, necesitamos primero exa- afección conocida como hiperfasia, que se caracteriza por un do-
minar algunos hechos básicos sobre el lenguaje y las dos mitades minio casi automático, como el recitado de un loro, de textos largos
del cerebro. Se sabe desde hace muchos años que el hemisferio ce- y que se observa con frecuencia en el síndrome de Williams, se aso-
rebral izquierdo desempeña un papel más importante en el lengua- cia con un tamaño del hemisferio izquierdo mayor de lo normal.
je que el hemisferio derecho; de ahí que se le denomine hemisferio Todas estas observaciones apuntan a que el hemisferio izquierdo es
dominante del lenguaje. Las observaciones que apoyan esta propo- el «asiento» del lenguaje. Pero también en este caso la evidencia se
sición son abundantes. En los pacientes adultos, los ataques de apo- limita sobre todo a los pacientes adultos, distorsionándose así la
plejía, las lesiones cerebrales traumáticas y otros tipos de daño ce- imagen global de la especialización hemisférica y enmascarándose
rebral trastornan el lenguaje, produciendo una afección llamada algunos de sus aspectos más importantes. .
«afasia», cuando el daño se prodm:e en el hemisferio izquierdo En cambio, se creía de manera general que los daños al hemis-
pero no cuando se produce en el hemisferio derecho. (Como pron- ferio derecho perjudicaban los procesos mentales que no depen-
to descubriremos, en los niños esto no está tan claro, una circuns- den del lenguaje, como el reconocimiento facial (una afección co-
tancia con implicaciones de gran alcance cuya importancia escapó nocida como «prosopagnosia») o la apreciación de la música
a los teóricos de la especialización hemisférica durante años.) (<<amusia» ).
214 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 215

Éstos y otros hallazgos fueron asentando las suposiciones enun- cólogos y médicos que tratan afecciones del cerebro, ya que por lo
ciadas anteriormente sobre la naturaleza fundamental de las dife- general el conocimiento más actual tarda años en filtrarse hasta las
rencias funcionales entre las dos mitades del cerebro. A causa del trincheras clínicas. Se trata, sin embargo, de una creencia clara-
lugar supremo que ocupa el lenguaje en la sociedad humana, el tér- mente equivocada, desafiada por la evidencia científica más recien-
mino «hemisferio dominante del lenguaje» se abrevió en «hemisfe- te, que nos obliga a adoptar una forma totalmente nueva de com-
rio dominante», lo que implicaba una importancia mayor de la mi- prender la dualidad del cerebro.
tad izquierda del cerebro. En contraste, el hemisferio derecho En un lenguaje llano y libre de tecnicismos, éste es el porqué.
recibía el nombre de «hemisferio subdominante», lo que implicaba En nuestra búsqueda de las diferencias entre hemisferios, como en
una posición subordinada de este hemisferio que, supuestamente, muchas otras indagaciones, la claridad de pensamiento y la lógica
lo hacía más prescindible. Aún hoy los neurocirujanos operan con básica suelen ser mejores guías que el conocimiento técnico más
suma cautela en el hemisferio izquierdo, pero ponen menos cuida- abstruso. La lógica básica nos dice que toda distinción cimentada
do cuando se trata del hemisferio derecho. en el contraste entre procesos mentales verbales y no verbales sólo
Nótese que el importante contraste que, según se creía, captura- tiene sentido para las especies dotadas del poder del lenguaje. Los
ba las diferencias fundamentales entre los hemisferios no era el humanos somos la única especie dotada de este poder, al menos
contraste entre información acústica y visual, sino entre los proce- con arreglo a una definición estricta de lenguaje. En consecuencia,
sos basados en el lenguaje (tanto hablado como escrito) y los pro- somos la única especie para quienes la distinción entre funciones
cesos en los que no participa el lenguaje (tanto auditivos como vi- verbales y no verbales reviste algún significado. Como veremos,
suales).1 esta inevitable conclusión da lugar a un enorme problema teórico y
Pero incluso esta compresión simplista (como veremos ense- empírico que se convierte casi en una sentencia de muerte para la
guida) se simplificó todavía más hasta convertirse casi en un titular, teoría lingüístico-visuoespacial de la especialización hemisférica.
en la suprema simplificación de una simplificación. De manera gra- De hecho, durante muchos años se ha supuesto de manera ge-
dual, se fue desarrollando la creencia de que el hemisferio izquier- neralizada que las diferencias funcionales entre las dos mitades del
do es fundamentalmente el hemisferio del lenguaje y que el hemis- cerebro existían únicamente en los humanos, una suposición que, al
ferio derecho es el hemisferio visuoespacial. Esta creencia, en su menos a priori, era lógica y tenía sentido. Pero otra suposición tam-
forma literal, es compartida todavía por muchos científicos que es- bién firmemente enraizada no tenía sentido ni siquiera en principio,
tudian el cerebro y probablemente por la mayoría de clínicos, psi- y muchos científicos consideraban que no era satisfactoria. Esta su-
posición inverosímil establecía que en los humanos los dos hemis-
l. Todavía hoy no se comprende de forma generalizada que el lenguaje ha- ferios cerebrales eran, en sus características estructurales y bioquí-
blado y el escrito comparten en esencia las mismas raíces y están mediados bási- micas, imágenes especulares. Esta hipótesis inquietaba a los
camente por las mismas estructuras cerebrales. Esto ocasiona todo tipo de prácti- científicos por una razón obvia. Las diferencias funcionales entre
cas erróneas en el mundo de la educación y las discapacidades del aprendizaje. Es
los hemisferios debían de tener alguna base material. La suposición
especialmente común, por ejemplo, el desconocimiento de que la mayoría de las
dislexias (afecciones de la lectura) son una característica secundaria de una disfa- generalizada de una perfecta simetría estructural era inconcebible
sia (afecciones del lenguaje hablado). Esto, a su vez, produce un diagnóstico y porque implicaba, contra todo sentido común, que dos estructuras
una terapia mal orientados. idénticas realizaban funciones totalmente distintas.
216 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 217

Acuciados por un sentimiento de inquietud y ayudados por la una gran familia. Compartimos la mayoría de las diferencias con
llegada de potentes tecnologías de neuroimagen, varios neurocien- otros primates y algunas incluso con mamíferos no primates tan hu-
tíficos destacados iniciaron la búsqueda de diferencias estructura- mildes como las ratas y los ratones.
les entre los dos hemisferios que sirvieran para explicar las dife- Las diferencias entre los dos lados del cerebro fueron apare-
rencias funcionales. Como lo que en aquel momento impulsaba la ciendo a todas las escalas de observación tanto en el cerebro huma-
búsqueda era el deseo de explicar el vínculo entre el lenguaje y el no como en el no humano, desde la vista aérea del cerebro (la neu-
hemisferio izquierdo, las investigaciones se centraron en las «áreas roanatomía macroscópica), pasando por todas las escalas hasta el
del lenguaje» del cerebro. Muchos de los primeros trabajos se ba- nivel molecular. A nivel de la neuroanatomía macroscópica, la lis-
saron en mediciones de alta precisión de las áreas corticales del ta de diferencias incluye una mayor protrusión (desplazamiento ha-
lenguaje y fueron realizados por Norman Geschwind (a'quien posi- cia delante) del hemisferio.izquierdo (la llamada «torsión yakovle-
blemente haya que considerar padre de la neurología conductual viana»), y diferencias en el tamaño del plano temporal y del
estadounidense) y sus colaboradores. opérculo frontal (ambos mayores en el hemisferio izquierdo). A la
No se tardó mucho en desvelar diferencias estructurales entre escala más fina de los circuitos cerebrales, se han hallado diferen-
los hemisferios. Dos son las regiones cerebrales que revisten una cias entre el grosor cortical de los dos hemisferios (más grueso en
particular importancia en el lenguaje: el plano temporal, que se en- el derecho que en el izquierdo, al menos en los hombres). A la es-
carga de la discriminación de los sonidos del habla, y el opérculo cala más fina de los microcircuitos (<<citoarquitectura», en la jerga
frontal, que es fundamental para la articulación del habla. Ambas científica), se han revelado diferencias en el número de las llama-
regiones resultaron ser mayores en el hemisferio izquierdo que en das células fusiformes, que son mucho más prolíficas en el lóbulo
el hemisferio derecho en los individuos diestros. ¿Qué mejor expli- frontal izquierdo que en el derecho; Al nivel de las vías bioquími-
cación podía haber para la supremacía del hemisferio izquierdo en cas, se han encontrado diferencias entre las proyecciones en los dos
el lenguaje? hemisferios de la dopamina y la norepinefrina; dos sustancias quí-
Pero muy pronto se descubrió que estas estructuras son también micas (neurotransmisores y neuromoduladores) que desempeñan
mayores en la mitad izquierda que en la mitad derecha del cerebro un papel central en la transmisión de señales en el cerebro: hay li-
de los grandes simios, que carecen de «lenguaje» (no obstante las geramente más vías de dopamina en el izquierdo y ligeramente más
famosas habilidades de Koko, a quien los científicos enseñaron el vías de norepinefrina (noradrenérgicas) en el derecho. Por último,
uso de un lenguaje de signos simple en la década de 1980). Más a nivel molecular se han hallado asimetrías en la distribución de las
aún, la paleoantropología nos revela, a través del estudio de moldes subunidades microscópicas de los receptores NMDA en los hipo-
endocraneanos (impresiones de la superficie interna del cráneo), campos izquierdo y derecho. Los receptores NMDA desempeñan
que los australopitecos ya poseían un cerebro asimétrico. A medi- un importante papel en la memoria y el aprendizaje, pues permiten
da que avanzaba la búsqueda se fueron descubriendo muchas otras la transmisión de señales entre neuronas mediada por glutamato,
diferencias entre los dos hemisferios, tanto en la morfología del ce- uno de los neurotransmisores más comunes en el cerebro. Como ya
rebro como en su bioquímica, pero ninguna de ellas resultó ser úni- sabemos, los hipocampos son estructuras cerebrales especialmente
ca de los humanos. En lugar de separamos, todas las diferencias en- importantes para la memoria. Todas estas diferencias hemisféricas
tre las dos mitades del cerebro nos unían a otras especies formando las compartimos, sin excepción, con otras especies de mamíferos.
218 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 219

Así pues, allí donde se esperaba encontrar una fuente de expli- tre los dos hemisferios. Cada vez parecía más claro que los dife-
cación acabó por encontrarse una fuente de confusión. Dándole la rentes papeles que los dos hemisferios desempeñan en el lenguaje
vuelta al argumento, si se cree que distintas funciones requieren es- no son más que un caso especial y derivado de alguna diferencia
tructuras distintas, entonces las estructuras distintas implican fun- más fundamental y todavía por descubrir que debe de tener signifi-
ciones diferentes. Pero en un chimpancé o un gorila, por no hablar cado tanto en humanos como en animales. Pero, ¿cuál es esa dife-
de una rata o un ratón, la diferencia de función no puede entender- rencia?
se como una diferencia entre lenguaje y no lenguaje. Por mucho Como suele ocurrir, cuando la ciencia rigurosa anda perdida,
que respetemos la capacidad mental de nuestros compañeros ma- las metáforas débiles llenan el vacío. Y así es como aparecieron va-
míferos y reconozcamos sus diversos y en ocasiones complejos rias de esas elevadas metáforas. Se declaró, por ejemplo, que el he-
métodos de comunicación (como los aullidos de los lobos o las misferio izquierdo era «secuencial» mientras que el hemisferio de-
canciones de las ballenas), ¡no son lenguajes! recho era «simultáneo». Se propuso también que el hemisferio
N aturalmente, los románticos empedernidos obstinados en la izquierdo era «analítico» mientras que el hemisferio derecho era
idea de los lenguajes de los animales no aceptarán mi argumenta- «holístico». El problema de estas metáforas era precisamente eso:
ción. Pueden incluso darle la vuelta y concluir que la existencia de que sólo eran metáforas, instrumentos de la poesía y no de la cien-
diferencias hemisféricas en otras especies constituye en realidad cia. Era casi imposible contrastarlas por medio de experimentos
evidencia a favor del lenguaje de los animales. De ser así, más vale bien diseñados, o, por usar el célebre término de Karl Popper, de
que se preparen para llevar muy lejos su argumento. Investigacio- falsarIas. Pero en la ciencia, las proposiciones cuya falsedad no pue-
nes recientes de Alberto Pascual y sus colaboradores han demostra- da demostrarse ni siquiera potencialmente, ni siquiera en principio,
do la existencia de asimetrías cerebrales en cierto grupo de ... moscas que sean tan elásticas que pongan en evidencia hasta al oráculo de
del vinagre. Estas asimetrías les confieren una clara ventaja frente Delfos, tampoco pueden aceptarse como verdaderas. Así que esas
a las menos afortunadas moscas de cerebro simétrico, porque aun- metáforas tan generalistas tuvieron más exito en la prensa popular
que ambos tipos de mosca son capaces de formar recuerdos a corto que en el discurso científico serio. La búsqueda tenía que continuar.
plazo, sólo las moscas con cerebro asimétrico pueden formar de
manera eficaz recuerdos a largo plazo. Cabe concluir, pues, que la
asimetría cerebral es una característica muy básica y filogenética- Un nuevo paradigma: lo nuevo y lo familiar
mente antigua que precede a la emergencia del lenguaje en millo-
nes y millones de años ... a no ser, claro está, que uno crea en ¡el len- Mi propio interés en la dualidad del cerebro culminó en una teoría
guaje de las moscas! muy diferente de las que en su tiempo dominaban la corriente prin-
Cada vez resultaba más claro que se necesitaba un nuevo mar- cipal de la neuropsicología, pues se centraba en la diferencia entre
co conceptual, un cambio de paradigma en nuestro pensamiento so- lo viejo y lo nuevo. Mi suposición era que para comprender de qué
bre la dualidad del cerebro. La avalancha de nuevos hallazgos hacía modo difieren los hemisferios, se necesita adoptar un enfoque di-
inevitable la búsqueda de este nuevo paradigma. El papel dominan- námico y examinar los procesos que tienen lugar en el cerebro en
te del hemisferio izquierdo en el lenguaje no se discutía, pero sí el lugar de sus constantes estáticas. Nuestra vida mental está en flujo
papel central de este hecho a la hora de explicar las diferencias en- continuo, y la palabra clave es «aprendizaje». Por aprendizaje me
220 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 221

refiero a mucho más que los ejercicios de colegio; me refiero al Pero tuve que dejar10 a un lado durante algunos años,. mientras pla-
proceso por el que se alcanza el dominio del mundo exterior (y del neaba y luego ejecutaba mi fuga de la Unión Soviética y me insta-
interior) en toda su riqueza de manifestaciones. Esto no es algo que laba en mi nuevo hogar, Nueva York.
ocurra de manera instantánea, como un milagro, como una epifanía Qué hace exactamente al hemisferio derecho más adecuado
deus ex machina, como un cambio súbito desde la total ignorancia para confrontar la novedad y al hemisferio izquierdo más apropia-
hasta el conocimiento perfecto. Por lo general, es un proceso. do como repositorio de rutinas mentales es algo que obviamente
Lo que planteé fue que los dos hemisferios desempeñan pape_ debe tener relación con sutiles diferencias en sus circuitos. Sobre la
les distintos pero complementarios en este proceso universal, y que base de la evidencia que iba acumulándose por aquel entonces,lle-
los dos hemisferios difieren en su relación con la novedad y la fa- gué a la conclusión de que son dos las diferencias sutiles pero de
miliaridad. El hemisferio derecho es el hemisferio de la novedad, el gran alcance que existen en los circuitos de los dos hemisferios del
hemisferio aventurero, el explorador de lo desconocido, de lo igno., cerebro.
too El hemisferio izquierdo es el repositorio del conocimiento sin- La primera de estas diferencias tiene que ver con el modo en
tetizado, de instrumentos estables de. reconocimiento de patrones que la superficie del hemisferio es asignada a distintos tipos de cor-
que permiten al organismo afrontar de manera eficaz y efectiva las teza. En el hemisferio derecho parece favorecerse la corteza de
situaciones familiares mediante una rutina mental. asociación heteromodal, mientras que en el hemisferio izquierdo
La idea de la novedad-rutina se me ocurrió hace muchos años , parece favorecerse la corteza de asoCiación de modalidad específi-
a finales de la década de 1960, cuando todavía era un neuropsicó- ca. Ambos tipos de corteza participan en. el procesamiento de la in-
logo en ciernes que trabajaba con Aleksander Luria en el Instituto formación compleja, pero de manera distinta. La corteza de moda-
Burdenko de Neurocirugía de Moscú. Allí. descubrí que en los ni- lidad específica está restringida al procesamiento de la información
ños los efectos de los daños en el hemisferio izquierdo son mucho que llega desde un .sistema sensorial concreto, el visual, el auditivo
menos devastadores que en los adultos, y que, al contrario, los efec- o el táctil, y en la corteza existen áreas separadas para. cada uno de
tos de los daños en el hemisferio derecho son mucho más devasta- estos sistemas sensoriales. La corteza de modalidad específica des-
dores en los niños que en los adultos. Tenía la convicción de que, si monta en representaciones separadas el mundo que nos rodea.
estas observaciones eran ciertas, sus implicaciones eran arrollado- Como analogía, pensemos en un objeto en un espacio tridimensio-
ras, pues sugerían una transferencia del control cognitivo desde el nal proyectado sobre las coordenadas x, y y z, que generan tres re-
hemisferio derecho al izquierdo en el curso del desarrollo cogniti- presentaciones parciales: eso es lo que la corteza de asociación de
vo, y posiblemente durante toda la vida. modalidad específica hace con la información que recibe. En cam-
Pero estas observaciones no eran, en aquellos tiempos, más que bio, la corteza de asociación heteromodal se encarga de integrar la
una colección de impresiones clínicas anecdóticas, y ésos son ci- información que llega a través de los distintos canales sensoriales,
mientos bastante inestables sobre los que construir una gran teoría. de volver a montar la imagen sintética del mundo multimedia que
Obviamente, era necesario acumular indicios de manera más siste- nos rodea.
mática que ayudaran a apoyarla o que la refutaran. Como a menu- La segunda diferencia tiene que ver con la manera en que se co-
do ocurre en la ciencia, una observación provocadora se convierte nectan las distintas regiones corticales en los dos hemisferios. El
en el punto de partida de un programa de investigación sistemático. hemisferio izquierdo parece favorecer las conexiones locales entre
222 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 223

regiones corticales adyacentes. En cambio, el hemisferio derecho hacia la derecha en lugar de desde la derecha hacia la izquierda.
parece favorecer las conexiones a larga distancia entre regiones Aunque la dirección exacta de la dinámica temporal de los hemis-
corticales alejadas. La conectividad del hemisferio izquierdo se pa- ferios quizá dependa de la lateralidad, la premisa general según la
rece a una flota de taxis, que utilizamos para ir de un extremo a otro cual uno de los hemisferios se encarga de la novedad y el otro se
de una ciudad pero no para ir de un lado al otro de un continente. encarga de la rutina mantiene su validez.
La conectividad del hemisferio derecho se parece más a una flota Las repercusiones de la hipótesis de la novedad-rutina tienen un
de aviones, que utilizamos para ir de un lado a otro de un continen- gran alcance, pues suponen una desviación radical del modo en que
te. La historia de las células fusiformes es particularmente intere- tradicionalmente se ha pensado sobre los papeles desempeñados
sante en el contexto de esta idea. Como se recordará del capítulo por los dos hemisferios. En lugar de atribuir un repertorio fijo de
anterior, las células fusiformes transmiten información entre regio- papeles a cada hemisferio, la hipótesis de la novedad-rutina predi-
nes cerebrales muy alejadas. En consonancia con la idea de la co- ce un cambio continuo en la naturaleza de las interacciones entre
nectividad hemisférica desarrollada en este capítulo, las células fu- las dos mitades del cerebro. Lo que hoyes novedad, será familiar
siformes son mucho más abundantes en el hemisferio derecho que mañana, en una semana o en un año. Se formarán los patrones apro-
en el hemisferio izquierdo en todas las especies estudiadas. piados y el problema que hoy sólo podemos resolver mediante un
Obviamente, en su forma «canónica», la teoría de la novedad- esfuerzo mental riguroso y extenuante se resolverá después me-
rutina se aplica sobre todo a las personas diestras. La mayor parte diante un proceso casi instantáneo de reconocimiento de patrones.
de la investigación sobre la especialización hemisférica se refiere a La hipótesis de la novedad-rutina planteaba también un reto para
sujetos diestros; por tanto, la dinámica de integración hemisférica otro de los principios tácitos de la neuropsicología tradicional: que
en personas zurdas es por el momento una conjetura. La especiali- la organización funcional de todos los cerebros humanos es exacta-
zación hemisférica está peor articulada en los individuos zurdos y mente igual. Pero lo que es novedad para una persona es familiar
ambidiestros, en quienes los dos hemisferios son funcionalmente para otra. Por lo tanto, la hipótesis de la novedad-rutina implica di-
más parecidos. Curiosamente, también son estructuralmente más ferencias individuales en el modo de funcionamiento de nuestros
parecidos, puesto que la torsión yakovleviana está reducida o in- cerebros mucho mayores de lo que se suponía.
cluso ausente. En un 60 a 70 por 100 de los zurdos, el perfil de es- Pero mi idea podría estar equivocada; de hecho, al principio yo
pecialización hemisférica se aproxima al que se observa en los mismo sólo me la creía a medias y temía que fuera más elegante
diestros. Es razonable suponer que el hemisferio derecho se ocupa que cierta. Por lo menos, no cabía duda de que satisfacía el criterio
de la novedad y el hemisferio izquierdo se encarga de las rutinas de falsabilidad de Popper (la falsabilidad es la condición sine qua
cognitivas, y que en estas personas se produce el cambio hemisfé- non de toda ciencia que se precie), y en este sentido sobresalía por
rico de la derecha hacia la izquierda. En aproximadamente un 30 a encima de las muchas otras teorías de especialización hemisférica
un 40 por 100 de los zurdos, el perfil de especialización hemisfé- propuestas en el momento. La predicción falsable que se seguía de
rica se aproxima al inverso del que se observa en los diestros. Cabe mi idea era simple y libre de ambigüedad. Si no pasaba la prueba,
suponer que, en estas personas, el hemisferio izquierdo se ocupa de la teoría entera caería como un castillo de naipes. Todo proceso de
la novedad y el hemisferio derecho se encarga de las rutinas cog- formación de un nuevo patrón, ya sea descriptivo (aprendizaje de
nitivas, y que el cambio hemisférico se produce desde la izquierda un nuevo concepto), ya preceptivo (aprendizaje de cómo resolver
224 La paradoja de la sabiduría Novedad, rutina y los dos lados del cerebro 225

una nueva clase de problemas), tenía que activar primero el hemis- de ellas. Por tanto, la hipótesis de la novedad-rutina puede servir, al
ferio derecho y luego el hemisferio izquierdo. Tenía que producir- menos en principio, como base para desentrañar el misterio de la
se un cambio gradual del «centro de gravedad mental», y la direc- dualidad del cerebro a lo largo de la evolución de los mamíferos.
ción de ese cambio tenía que ser altamente predecible, regular y Por remoto que parezca en el contexto de nuestro intento por com-
unidireccional: de la derecha a la izquierda. prender nuestra propia humanidad, la cuestión de cómo enmarcar
Otra característica atractiva de mi idea, muy importante si se la dualidad del cerebro en un contexto evolutivo ha supuesto uno de
tiene en cuenta la gran cantidad de observaciones sobre la asimetría los desafíos más fundamentales y más difíciles de tratar a los que se
de los cerebros no humanos, era que la distinción entre novedad y ha enfrentado la neurociencia cognitiva. Parece que la hipótesis de
familiaridad tiene significado no sólo para los humanos, sino tam- la novedad-rutina nos ha acercado a la solución de este rompecabe-
bién para todas las especies capaces de aprender. Los animales zas más de lo que cualquier otra teoría hemisférica basada en la dis-
también forman patrones que les permiten desenvolverse en su en- tinción entre lenguaje y no lenguaje pudiera aspirar a hacer siquie-
torno mediante el mecanismo de reconocimiento de patrones. Mi ra en principio.
bullmastiff Brit responde a las órdenes familiares (<<sienta», «ven»,
«tumba» y «no») pronunciadas por cualquiera de los miembros de
mi oficina, a pesar de que las aprendió sólo con mi voz. También
sabe que no debe entrar en ciertas áreas de cualquier apartamento u
oficina (como la cocina o el lavabo).
Brit ha desarrollado también una curiosa habilidad para recono-
cer a los porteros, porque en el área central de Manhattan, donde
vivo, muchos de los porteros ofrecen galletas a los perros del ve-
cindario. Así que ahora Brit se para ante todos los porteros que ve,
aunque sea la primera vez que se encuentra con ese portero o con
ese edificio en particular. Se sienta frente al buen hombre, le dirige
una mirada ansiosa y expectante, y se niega a moverse mientras es-
pera su galleta. Esta conducta la utiliza únicamente con porteros.
Todavía no he llegado a comprender cómo se las arregla para dis-
tinguir a los porteros del resto de la humanidad, pero lo hace, y éste
es un ejemplo por excelencia de un reconocimiento de patrones no
trivial y autodidacta en un miembro de una especie no humana.
Mis ejemplos de auténtico aprendizaje de reconocimiento de
patrones giran en tomo a los perros porque ésta es la especie de ma-
míferos que mejor conozco personalmente, pero sin duda podrían
encontrarse ejemplos parecidos en muchas otras especies, porque
la distinción entre novedad y rutina tiene significado para muchas
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La dualidad del cerebro en acción

Los patrones vayan pasando a la derecha, por favor

A medida que iba cuajando en mi cabeza, la idea de la novedad-


rutina me cautivaba pero también me tenía algo intimidado
por su audacia. Necesitaba saber que tocaba con los pies en el sue-
lo, y la ayuda que necesitaba para conseguirlo la hallé en un anti-
guo colega y buen amigo, el neuropsicólogo Louis Costa. Juntos
formulamos varios contrastes empíricos de la hipótesis. Queríamos
aseguramos de que podía resistir la dura prueba de la falsación en
el sentido popperiano.
Nada hay más estimulante en la ciencia que elaborar una predic-
ción bien razonada pero arriesgada que contradiga los preceptos esta-
blecidos en el momento, y verla luego confirmada; lanzarse a una
aventura intelectual y salir bien parado; esperar el éxito contra todo
pronóstico mientras uno intenta creer en su propia idea sólo a medias
para ampararse del golpe de la decepción si resulta ser errónea. El re-
conocimiento público y los elogios son dulces a los oídos del científi-
co, pero nada se puede comparar, al menos para mí, con el orgullo so-
segado y privado de poner a prueba al propio intelecto y salir
victorioso.
Nuestras primeras conclusiones se basaban en dos tipos de ob-
servaciones. La primera línea de evidencia consistía en comparar
228 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 229

los efectos sobre las funciones mentales de los pacientes que tení- situaciones (o más bien de toda una clase de situaciones parecidas),
an lesiones cerebrales en el hemisferio izquierdo o en el hemisferio una vez formados, se almacenasen en el hemisferio izquierdo.
derecho. La segunda línea de evidencia consistía en estudios de in- Nuestra hipótesis y los indicios que la sustentaban desafiaban
dividuos sanos realizados con los dispositivos experimentales dis- incluso a los más sacrosantos principios de la neuropsicología: no
ponibles en la época: una caja de luces llamada taquistoscopio para parecía importar que la tarea implicase el uso del lenguaje o no; lo
los procesos visuales y un par de auriculares para los procesos au- único que importaba era si la tarea era novedosa o familiar. Una ta-
ditivos. Unos métodos extremadamente útiles en las décadas de rea verbal pero que incorporara alguna modificación extraña (como
1960, 1970 Y 1980, pero toscos e imprecisos hasta el punto que hoy averiguar qué letras del alfabeto se encuentran en una palabra, o
suelo calificarlos de «paleolíticos», de prehistoria de la neurocien- emparejar verbos y sustantivos) activaba al hemisferio derecho más
cia cognitiva más que de su verdadera historia. que el hemisferio izquierdo, por mucho que de acuerdo con los an-
Para nuestra sorpresa y deleite, nuestras predicciones se man- tiguos preceptos toda tarea relacionada con lenguaje debería activar
tuvieron en pie. No satisfechos todavía, seguimos ideando nuevas al hemisferio izquierdo. Pero a medida que la tarea «extraña» se
pruebas de la hipótesis, y también éstas se saldaron con éxito. volvía familiar, crecía la participación del hemisferio izquierdo. En
Ahora que la ciencia se está convirtiendo en una empresa de gru- cambio, una tarea verbal que se acercara más al modo en que usa-
po, dirigida demasiado a menudo como una línea de ensamblaje de mos el lenguaje en nuestra vida cotidiana activaba desde el princi-
alta tecnología y casi con espíritu corporativo, a menudo se pierde pio al hemisferio izquierdo.
su gozo más puro, el gozo de la claridad de pensamiento, la forma De modo parecido, una tarea visuoespacial de naturaleza fami-
única de satisfacción que se halla en el pensamiento en solitario. liar (como reconocer caras familiares) activaba sobre todo el he-
Ése era precisamente el tipo de momento por el que pasábamos misferio izquierdo, por mucho que de acuerdo con los antiguos pre-
entonces, uno de los puntos más altos de mi carrera. Cuando por ceptos toda tarea visuoespacial, entre ellas el reconocimiento de
fin nos sentimos satisfechos con las pruebas, publicamos nuestra caras, debería activar sobre todo el hemisferio derecho. En cambio,
teoría, en 1981, en un artículo científico con un oscuro título que la comparación de fotografías de caras desconocidas activaba sobre
probablemente refleje mi acento ruso de entonces, «Hemisphere todo el hemisferio derecho. Y así tantas otras observaciones.
Differences in the Acquisition and Use of Descriptive Systems» Más recientemente, la disponibilidad de potentes métodos de
(<<Diferencias hemisféricas en la adquisición y el uso de sistemas neuroimagen funcional ha revolucionado la investigación sobre el
descriptivos» ). cerebro. De repente, la neurología tradicional de baja tecnología,
Poco a poco, el cambio de la derecha a la izquierda en el control de papel y bolígrafo, añadía a su vocabulario términos deliciosa-
mental se nos iba revelando como un fenómeno universal que capta- mente tecnológicos como TEP, RMf Y TCEFU, además de formas
ba la esencia de cualquier proceso de aprendizaje a cualquier escala sofisticadas de electroencefalografía (como la MEG -magnetoen-
de tiempo, desde horas hasta años. Un individuo enfrentado a una si- cefalograma- o la grabación de «frecuencias gamma» asociadas a
tuación o problema verdaderamente nuevo lo acomete usando sobre procesos complejos de toma de decisiones). Todos estos métodos
todo el hemisferio derecho. Pero cuando se domina la situación, se basan en principios físicos distintos, pero tienen en común que
cuando se toma familiar, sale a la luz el papel dominante del hemis- nos permiten observar de manera directa la actividad de un cerebro
ferio izquierdo. Es como si los patrones que captan la esencia de las en funcionamiento. La información obtenida por estos métodos es
230 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 231

«macroscópica», una visión aérea del cerebro en funcionamiento, versal inviolada en una gran cantidad de tareas cognitivas, desde las
más que una lupa cerebral, puesto que no nos dicen nada sobre la verbales a las visuoespaciales, y en un gran abanico de escalas tem-
actividad de una neurona individual o siquiera de un circuito neu- porales, de horas a décadas.
ronal individual. Pero pese a todas sus limitaciones, estos métodos Este proceso de transferencia pudo demostrarse en el curso de
nos informan sobre qué conjuntos de regiones cerebrales y qué es- un experimento que duró unas pocas horas en un laboratorio, en
tructuras se activan bajo diferentes condiciones. el que se pedía a los sujetos que aprendieran tareas de distintos ti-
Los nuevos métodos de neuroimagen funcional permiten una pos que no les resultaran familiares. Invariablemente y con inde-
observación mucho más directa y precisa de la dinámica cerebral y pendencia de la naturaleza de la tarea, el hemisferio derecho era el
de los cambios de la actividad cerebral con el tiempo. Durante los dominante en los individuos cuando comenzaban a adquirir la ha-
últimos años se ha obtenido una gran cantidad de información adi- bilidad cognitiva, pero a medida que aumentaba su dominio de la
cional que acaba de clarificar los papeles de los dos hemisferios en tarea, el hemisferio izquierdo iba tomando el control. Este proceso
el aprendizaje. En efecto, los nuevos métodos apoyan la conclusión quedó ilustrado en un estudio de EEG de frecuencias gamma reali-
de que «la transferencia del centro de gravedad cognitivo» del lado zado por neurocientíficos japoneses que utilizaban una tarea nove-
derecho del cerebro alIado izquierdo del cerebro es una regla uni- dosa y ambigua tal como sugería nuestro trabajo sobre la toma de
decisiones centrada en el actor.
La transferencia de derecha a izquierda pudo demostrarse tam-
A B C bién para diversas habilidades profesionales de la vida real que tar-
dan años en adquirirse. Cuando los novatos realizan las tareas que
requieren esas habilidades, se observa la activación del hemisferio
derecho. En cambio, los maestros de la profesión muestran una cla-
ra activación del hemisferio izquierdo mientras realizan la misma
tarea. La música es un buen ejemplo. Cuando a un individuo sin
formación musical (como la mayoría de nosotros) se le pide que re-
conozca melodías, el hemisferio derecho realiza mejor la tarea y es
particularmente activo. En los músicos profesionales, en cambio,
ocurre justo lo contrario: el hemisferio izquierdo realiza mejor la
tarea y es particularmente activo.
FIGURA 14. Cambio en la activación cortical en un EEG de frecuen-
Ni siquiera la lateralización del lenguaje, el santo grial de la
cias gamma durante la familiarización con una tarea. Cuanto más os-
neuropsicología tradicional, era lo que se creía. No era cierto que el
curo el gris, mayor el nivel de activación. (A) Exposición inicial a la ta-
rea; el hemisferio derecho se activa. (B) A mitad del experimento; ambos lenguaje fuera monopolio del hemisferio izquierdo desde el princi-
hemisferios muestran activación en la región posterior, pero los lóbulos pio. El hemisferio derecho resultó desempeñar un papel importan-
frontales están más activos en el hemisferio izquierdo. (C) Hacia el final te en la adquisición del lenguaje en los niños pequeños. Así se se-
del experimento; el hemisferio izquierdo es el más activo. Adaptado con guía de los estudios realizados con niños normales utilizando
permiso de Kamiya et al. (2002). diversos métodos experimentales. Pero la evidencia más convin-
A B e
232 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 233

cente procede de los efectos de los daños cerebrales sobre el len- bargo, su dominio del inglés es distinto del que posee un hablante
guaje. En concordancia con mis primeras observaciones en Rusia, nativo. No es peor, yen algunos casos posiblemente sea mejor, pero
en los niños el daño en el hemisferio derecho interfiere de forma es distinto. Y estas diferencias van mucho más allá de sus obvios
significativa en el subsiguiente desarrollo del lenguaje. En cambio, acentos de Europa Central o del Este, que nunca desaparecen del
en los adultos el daño en el hemisferio derecho no suele afectar al todo en las personas que aprenden una segunda lengua pasada la
lenguaje, mientras que sí lo hace el daño en el hemisferio izquier- adolescencia. 1
do. Pero si la tarea verbal es nueva o insólita, el hemisferio derecho Algunas de estas diferencias son transparentes, predecibles por
se ve implicado incluso en adultos. Mark Jung-Beeman y sus cola- sentido común y por tanto nada sorprendentes. Las personas sole-
boradores demostraron esto con un experimento elegante en el que mos adquirir distintos aspectos del léxico a edades distintas. Esto
utilizaban problemas como los siguientes: «¿Qué palabra da lugar quiere decir que cuando una persona se ve expuesta por primera
a palabras compuestas cuando se combina con pine (pino), crab vez a su segunda lengua pasada cierta edad, su dominio de ciertos
(cangrejo) y sauce (salsa)?». (Solución: apple (manzana), que da aspectos del vocabulario se mantiene débil durante el resto de su
lugar a las palabras compuestas pineapple (piña), crabapple (man- vida. Lo paradójico es que, a menudo, cuanto más simples sean las
zana silvestre) y applesauce (compota de manzana).) Cuando, jeu- palabras, mejor se aplica la regla. Una persona con un gran domi-
reka!, se hallaba la solución a estos problemas, la RMf y el EEG re- nio del lenguaje puede ser capaz de hablar con elocuencia sobre los
gistraban actividad en el hemisferio derecho. temas más abstrusos de la ciencia, la filosofía o la política, y sin
La adquisición del lenguaje como aprendizaje de patrones co- embargo mostrarse cómicamente inseguro sobre el nombre que tie-
mienza en una fase muy temprana, con el aprendizaje de los sonidos nen en su segunda lengua simples utensilios de cocina, plantas o
de la lengua nativa; es el aprendizaje fonológico. Yo soy un hablante animales. Yo mismo me encuentro constantemente en este tipo de
nativo de ruso y por bueno que sea mi inglés (y es lo bastante bueno situaciones ridículas y cómicas que invitan a la modestia.
como para que esté escribiendo mi tercer libro en mi lengua de adop- Una diferencia más difícil de aprehender, pero por lo general
ción), mis procesos lingüísticos y los procesos cerebrales subyacen- también más profunda, entre un hablante nativo y un hablante no
tes son algo distintos de los que se producen en un hablante nativo. nativo pero muy significativa se refiere a la atención, a la relación
Estados Unidos es todavía una tierra de inmigrantes. Aunque entre oír y escuchar. Por muy bien que me exprese y por muy bien
muchos nunca llegan a aprender la lengua de su nueva patria más que comprenda la información que se me ofrece en inglés, mi in-
allá de un inglés básico, esquelético y utilitario, hay algunos que al- glés invariablemente me exige más esfuerzo que a un hablante na-
canzan un sorprendente nivel de conocimiento lingüístico, de vir- tivo que sea cultural e intelectualmente equivalente. Grava mucho
tuosismo incluso, en su lengua de adopción hasta convertirse en más mi atención. Y esto es cierto aunque la calidad percibida de mi
prolíficos escritores y oradores. De inmediato vienen a la mente los
nombres de Vladimir Nabokov y Joseph Conrad, pero también, en-
tre los personajes más recientes, los de Henry Kissinger, Élie Wiesel 1. Es divertido por incongruente que uno de los acentos más marcados en un
individuo multilingüe y de gran capacidad de expresión se diera, en mi opinión,
y George Soros, por nombrar a unos pocos. Todos ellos poseen un
en Roman Jakobson (1896-1982), un emigrante judeorruso, profesor en Harvard
dominio espectacular del inglés, posiblemente más que de sus res- y uno de los más destacados lingüistas estadounidenses, célebre todavía por sus
pectivas lenguas nativas en ciertos momentos de su vida. Sin em- estudios sobre la estructura fonológica de las lenguas.
234 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 235

inglés sea indistinguible de la de un nativo, corno a menudo lo es es por definición nueva, pero no completamente nueva, puesto que
si no se tiene en cuenta el acento. Dicho llanamente, en inglés ten- los distintos lenguajes tienen mucho en común y la adquisición de
go que escuchar para poder oír; en ruso puedo oír sin escuchar. una segunda o una tercera lengua se realiza sobre la base de una
Toda interacción en una segunda lengua requerirá, siempre, recur- primera lengua que ya se domina. Investigaciones recientes con
sos mentales adicionales, más esfuerzo. Ésta quizá sea una de las técnicas de neuroimagen funcional sobre individuos bilingües
razones por las cuales durante el deterioro cognitivo y las primeras muestran que las regiones cerebrales que se activan en la primera y
fases de demencia, los individuos bilingües con frecuencia pierden la segunda lengua no son idénticas, aunque exista una superposi-
primero el dominio de su segunda lengua, y vuelven a hablar su ción sustancial. La dinámica cerebral de la primera lengua en un
lengua nativa aunque lleven décadas hablando sobre todo en su se- adulto bilingüe está restringida en gran medida al hemisferio iz-
gunda lengua, tal corno ocurrió en el notorio caso de Stalin. quierdo; en cambio, la dinámica cerebral de la segunda lengua sue-
¿Procesa el cerebro de forma distinta una lengua nativa y una le implicar tanto el hemisferio izquierdo corno el derecho. La ma-
lengua no nativa? Investigaciones recientes indican que así es. Du- yor parte de las observaciones a este respecto proviene de estudios
rante muchos años, décadas incluso, los científicos han trabajado de neuroimagen funcional en individuos bilingües neurológica-
bajo la suposición de que los mecanismos cerebrales del lenguaje mente sanos. (Aunque también existen informes anecdóticos sobre
son uniformes y modulares, que en todas las personas el lengua- individuos bilingües que, a raíz de un ataque de apoplejía en el he-
je reside en las misma partes del cerebro, en ciertas regiones del he- misferio derecho, vuelven a usar su primera lengua después de dé-
misferio izquierdo. Pero gracias a la reciente avalancha de ideas cadas de utilizar su segunda lengua.)
y hallazgos pioneros que han transformado la neurociencia cogniti- Todo apunta, por tanto, a que cuando el lenguaje es todavía un
va, hoy sabernos que la maquinaria cerebral del lenguaje es todo dispositivo cognitivo relativamente nuevo (corno ocurre con la pri-
menos estática y que los distintos grados de desarrollo del lengua- mera lengua en un niño y con una segunda lengua en un adulto), el
je dependen de distintos conjuntos de regiones del cerebro. Corno hemisferio derecho desempeña un papel crítico en su adquisición.
ya sabernos, el hemisferio derecho desempeña una parte inespera- Pero a medida que el lenguaje pasa a ser plenamente adquirido, el
damente vital en las fases tempranas del desarrollo del lenguaje en hemisferio izquierdo gana de forma gradual su dominio. Corno he-
los niños. El papel del hemisferio derecho en el lenguaje disIl)inu- mos establecido anteriormente, el lenguaje es un sistema de patro-
ye gradualmente con la edad y es relativamente limitado en el;cere- nes genéricos, y estos patrones se guardan en el hemisferio izquier-
bro adulto. Esto se ha podido mostrar mediante la comparaciÓn en- do a medida que se forman en el cerebro de una persona.
tre niños normales de distintas edades y mediante el examel} de los
efectos del daño hemisférico a diferentes edades. Esta pauta
de dinámica cerebral en el desarrollo de la lengua nativa concuerda Tipos de patrones
con el principio general de organización del cerebro: el hemisferio
derecho se ocupa de la información nueva y el hemisferio izquier- Lo mismo ocurre con otros patrones genéricos. Con todo el debido
do se ocupa de las habilidades cognitivas bien establecidas. respeto hacia el lenguaje y su papel en la cognición humana, nues-
La dinámica cerebral de una segunda o una tercera lengua es tro mundo mental está lleno de otros procesos no verbales de reco-
más compleja que la de la primera lengua. Una segunda lengua nocimiento de patrones que están guiados por recuerdos genéricos
236 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 237

relativamente independientes del lenguaje. Como ya ha quedado hemos comentado esto en el capítulo anterior, pero quisiera exten-
establecido, para sortear hasta las situaciones más mundanas de derme sobre el tema. No sólo sabemos lo que son diversos objetos,
cada día dependemos totalmente de nuestra habilidad para recono- sino que sabemos qué hacer con ellos. Sabemos, por ejemplo,
cer de manera instantánea los ejemplares únicos como elementos cómo sostener una cuchara, un peine, una pluma. Las posiciones de
de categorías familiares, aunque nunca antes nos hayamos encon- la mano para sostener cada uno de estos objetos son distintas y no
trado con esos ejemplares concretos. Pero si nunca antes nos hemos las confundimos. Sabemos cómo atar los cordones de los zapatos y
encontrado con ellos, ¿cómo sabemos qué son? ¡Aquí es donde el cómo hacer el nudo de una corbata, sabemos cómo introducir los
reconocimiento de patrones viene al rescate! Cada una de esas re- botones en los ojales y cómo manejar un martillo o un par de tije-
presentaciones no es otra cosa que una red neuronal del cerebro con ras. Los movimientos asociados con todos estos objetos también
propiedades de atractor (de los que hemos hablado anteriormente); son distintos y tampoco los confundimos.
un atractor es activado por toda una clase de impresiones sensoria- Además, como ocurre con una silla modernista, no tenemos que
les correspondientes a toda una clase de cosas parecidas. Necesi- aprender estas habilidades motoras de manera separada para cada
tamos esta habilidad prácticamente en todo momento de nuestra objeto individual. Una vez aprendemos a manipular unas tijeras,
vida. Cuando vemos un nuevo modelo de coche, sabemos que es un podemos manipular cualquier par de tijeras; una vez sabemos cómo
coche y no una palmera. Cuando caminamos por los pasillos de hacer el nudo de la corbata, podemos hacerlo con cualquier corba-
unos grandes almacenes, nadie tiene que decimos qué es una cami- ta, independientemente de su longitud o anchura. Ésta es la razón
seta y qué un par de pantalones, y así sucesivamente. Sin esta habi- por la cual podemos calificar estas habilidades motoras también
lidad estaríamos perdidos y aturdidos en un bosque de objetos ex- como genéricas. Ciertos tipos de daños cerebrales pueden provocar
traños, y tendríamos que aprender en todo momento el significado deficiencias en estas habilidades, una afección que se conoce como
de cada uno de los objetos. apraxia ideacional. Como era de esperar, la apraxia ideacional
Ciertos tipos de daño cerebral perturban esta valiosa habilidad puede tener su origen en daños en el hemisferio izquierdo o en am-
produciendo un trastorno conocido como «agnosia ~sociativa». Es- bos hemisferios, pero no en daños en el hemisferio derecho sola-
pecialmente relevante para nuestra discusión es el hecho de que la mente. Por tanto, los patrones genéricos preceptivos también se
agnosia asociativa puede tener su origen en daños en el hemisferio guardan en hemisferio izquierdo, tanto si están relacionados con el
izquierdo o en ambos hemisferios, pero no en daños en el hemisfe- lenguaje como si no.
rio derecho solamente. Así pues, el hemisferio izquierdo es la sede En suma, el hemisferio izquierdo se encarga de la mayoría de
de todo tipo de patrones genéricos, tanto los relacionados con el los procesos basados en el reconocimiento de patrones, tanto si en
lenguaje como los que no están relacionados con el lenguaje. Su- ellos participa el lenguaje como si no. Las lesiones en el hemisferio
poniendo que una persona sea diestra, la red neuronal que en su ca- izquierdo afectan a estas habilidades, produciendo deficiencias del
beza representa el concepto «silla» probablemente esté muy distri- lenguaje (afasias) o deficiencias en el reconocimiento y uso de pa-
buida, pero residirá sobre todo en los lóbulos occipital, temporal y trones no verbales (agnosias y apraxias).
parietal de su hemisferio izquierdo. A diferencia del hemisferio izquierdo, el hemisferio derecho
No todos los patrones genéricos son descriptivos. Algunos son desempeña un papel particularmente importante durante las prime-
preceptivos, y también se almacenan en el hemisferio izquierdo. Ya ras fases de la vida, cuando el arsenal de patrones listos para su uso
238 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 239

todavía es limitado. Esto es algo que por fin han reconocido los de patrones. Para enfrentarse a ellas de manera eficaz, el individuo
neuropsicólogos del desarrollo. Durante muchos años la suposición debe improvisar constantemente y confiar en su «sentido» de la si-
tácita dictaba que todas las afecciones del aprendizaje y del desa- tuación más que en un golpe de reconocimiento de patrones. Esto
rrollo cognitivo temprano se derivaban de un mal funcionamiento significa que ciertos tipos de decisiones permanecen para siempre
del hemisferio izquierdo. Pero durante los últimos años se ha des- en el ámbito del hemisferio derecho. El buen juicio social y la ha-
crito toda una serie de afecciones que tienen su origen en disfun- bilidad para sortear las relaciones personales caen en esta catego-
ciones incipientes del hemisferio derecho, como los llamados tras- ría, puesto que las situaciones sociales son demasiado diversas, de-
tornos del aprendizaje no verbal, el síndrome de Asperger y otras. masiado fluidas y demasiado llenas de matices como para prestarse
El neuropsicólogo canadiense Byron Rourke ha contribuido enor- a una codificación a través de un número finito de moldes.
memente a nuestro conocimiento de las disfunciones del hemisfe- Lo que distingue a un individuo socialmente competente de un
rio derecho en varios trastornos del desarrollo. individuo socialmente torpe es menos el conocimiento de las nor-
Algunos de los síntomas causados por disfunciones del hemis-
ferio derecho sólo pueden ponerse de manifiesto con la ayuda de
tests psicológicos. Pero otros síntomas son evidentes incluso a sim- A B C
ple vista para un observador lego, y nos proporcionan un~ gran can-
tidad de información sobre la función del hemisferio derecho al po-
ner de manifiesto los problemas que se producen cuando este
hemisferio resulta dañado. Las personas con una disfunción del he-
misferio derecho suelen evitar las situaciones nuevas, tienden a ce-
ñirse a sus rutinas y a mostrarse rígidos, temerosos y resentidos
ante cualquier desviación de las costumbres en cualquier circuns-
tancia de la vida.
Estos síntomas de disfunción del hemisferio derecho pueden
ser bastante dramáticos, puesto que afectan especialmente a la con-
ducta social. Algunas personas son socialmente hábiles mientras
que otras son socialmente torpes, y este tipo de torpeza suele pre-
FIGURAI5. Papeles desempeñados por los dos hemisferios en el
sentarse en individuos con una formación impresionante, como
aprendizaje cognitivo. Cuanto más oscuro el gris, mayor el grado de im-
científicos, ingenieros o informáticos, gente obsesionada por su
plicación. (A) El hemisferio derecho es el dominante cuando nos enfren-
trabajo. Lo que a pequeñas dosis puede resultar incluso gracioso, tamos a un nuevo reto cognitivo. (B) Ambos hemisferios están implicados
cuando alcanza cierta gravedad puede tomarse muy negativo para por un igual en una fase intermedia del aprendizaje. (C) El hemisferio iz-
la vida de la persona. Hoy sabemos que esa torpeza social patoló- quierdo pone el «piloto automático cognitivo» cuando realizamos una ta-
gica a menudo tiene su origen en daños en el hemisferio derecho. rea mental bien conocida y desarrollada. Hasta cierto punto, el papel de la
¿Por qué es así? La respuesta reside en el hecho de que ciertos corteza prefrontal (parte superior de las imágenes) disminuye también en
tipos de situaciones nunca acaban de ajustarse a un número finito las habilidades mentales bien establecidas.
A B e
240 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 241

mas sociales que la habilidad para adherirse a ellas de manera flui- Un cambio que dura un vida
da, que no parezca forzada, trabajada o artificial. Todos conocemos
personas que en las situaciones sociales hacen sólo lo correcto, Tomemos ahora en consideración la perspectiva de toda una vida.
comportándose «según el manual», y es precisamente por ello por En la mayoría de los estudios de los cambios de la función cerebral
lo que parecen marionetas, caricaturas de una danza moderna de durante el desarrollo, la pregunta implícita es «¿en qué se diferen-
pantomima o estilizados actores de teatro. Su conducta se nos pre- cian los niños de los adultos?». Pero recientemente, al aumentar el
senta como una secuencia de torpes instantáneas, cada una co- interés en el envejecimiento, la pregunta se ha extendido a «¿en qué
rrespondiente al «concepto» de conducta más que a una conducta se diferencian los adultos jóvenes de los de edad avanzada?».
natural, desprovistas de matices, de fluidez y de gracia. Intentan de- Durante la última década, esta pregunta se ha acometido en va-
sesperadamente integrarse, pero acaban metiendo la pata en todo rios estudios que han utilizado técnicas de neuroimagen funcional
momento hasta ser rechazados y ahuyentados por sus iguales como como TEP y RMf para comparar los patrones de actividad cerebral
si fuesen socialmente extraños, si no marginados. En los pacientes en adultos en diferentes fases de su vida. Los resultados muestran
con disfunciones del hemisferio derecho estos rasgos están muy una continua progresión del cambio de derecha a izquierda en el
marcados, y no sólo en niños sino también en adultos. «centro de gravedad cognitivo» durante toda la vida. En los adultos
A medida que pasamos de la infancia a la edad adulta, acumu- jóvenes, la activación de la corteza prefrontal derecha ocupa una
lamos patrones que nos permiten acometer situaciones nuevas extensión decididamente mayor que la de la corteza prefrontal iz-
como si fuesen familiares. Una vez formados, estos patrones, listos quierda. En cambio, en los adultos de edad más avanzada, la corte-
para su uso, quedan almacenados sobre todo en el hemisferio iz- za prefrontal izquierda se vuelve mucho más activa. Una vez más,
quierdo, de modo que a medida que su repertorio aumenta, el indi- estos efectos no parecen depender de la naturaleza de la tarea, de si
viduo utiliza cada vez más la mitad izquierda de su cerebro. El pun- es verbal (como el reconocimiento de palabras) o visuoespacial
to general de control cognitivo, «el centro de gravedad mental», se (como el reconocimiento de caras). El cambio de la derecha a la iz-
mueve gradualmente desde el hemisferio derecho al hemisferio iz- quierda en el centro de gravedad parece ser un fenómeno que dura
quierdo. Esto es evidentemente un proceso y no un salto súbito, y toda la vida, extendiéndose desde la infancia y la madurez hasta la
ese proceso es distinto para distintas habilidades objetivas. Así vejez. Esta idea, propuesta inicialmente por dos clarividentes ami-
pues, para ser precisos, no estamos hablando de un único proceso, gos míos, Jason Brown y Joseph Jaffe, encuentra cada vez más apo-
de un gran cambio de la derecha a la izquierda, sino de una miría- yo empírico.
da de estos procesos que se desenvuelven en paralelo, a escalas de Así pues, parece que el cambio de derecha a izquierda en ellu-
tiempo distintas y a diferente velocidad. Todos ellos, sin embargo, gar de control cognitivo constituye un ciclo fundamental en el peri-
representan un solo fenómeno fundamental. El cambio de la dere- plo de nuestra mente, no sólo en su paso desde la infancia a la edad
cha a la izquierda del lugar de control cognitivo es un ciclo funda- adulta, sino también durante toda la vida. Al principio de este capí-
mental de los procesos mentales de alto nivel, del mismo modo que tulo hemos explicado de qué manera se estudian estos cambios
el reflejo es una unidad fundamental en un plano más elemental del en el laboratorio. Ahora sabemos que a la escala de la vida humana
aprendizaje. se producen cambios parecidos. En contra de creencias que hasta
no hace mucho eran firmes, el hemisferio derecho es el hemisferio
242 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 243

dominante en las primeras fases de la vida, pero a medida que tran- Podemos pensar en el hemisferio derecho como en una repre-
sitamos por la vida, pierde gradualmente el control a favor del he- sentación del conocimiento acumulado por el organismo en forma
misferio izquierdo, que va acumulando una «biblioteca» cada vez de una suerte de media y desviación típica cortical, como un «gran
mejor nutrida de eficaces instrumentos de reconocimiento de pa- promedio» de todas las experiencias anteriores, pero con pérdida
trones en forma de atractores neuronales. El hemisferio derecho es de los detalles. En cambio, podemos concebir el hemisferio iz-
de la mayor importancia durante la juventud, la edad de la aventu- quierdo como una suerte de diagrama de dispersión cortical, como
ra, de la exploración de lo ignoto. El hemisferio izquierdo reviste un catálogo de representaciones relativamente específicas corres-
la mayor importancia en los años de la madurez, la edad de la sa- pondientes cada una de ellas a una clase relativamente restringida
biduría, de ver las cosas nuevas a través del prisma de una vasta de situaciones parecidas.
experiencia. Supongamos ahora que el organismo se enfrenta a un nuevo
¿De qué modo podemos entender las diferencias en la represen- reto cognitivo. Si esta nueva experiencia «entra en resonancia» con
tación del conocimiento en los dos hemisferios que nos ayude a ex- al menos una de las representaciones específicas (atractores) guar-
plicar sus distintos papeles en las distintas fases del aprendizaje? En dadas en el hemisferio izquierdo, el reto cognitivo se reconocerá
la actualidad, estas diferencias son objeto de una intensa investiga- como una situación familiar y se tratará de acuerdo con la expe-
ción con métodos de neuroimagen funcional y con métodos compu- riencia adquirida con anterioridad que sea específica para ese tipo
tacionales. Por el momento, los lectores con inclinaciones científi-
cas quizá encuentren útil una analogía basada en la estadística
descriptiva, la forma más simple de presentar grandes conjuntos de A B
datos antes de realizar análisis más complejos (<<inferencia estadís- 9 9-
tica»). En la estadística descriptiva, el mismo conjunto de datos se
puede representar de dos formas distintas, como datos agrupados y
8-
7-
• • 8-
7-

• •• •
6- 6-
como una nube de puntos individuales. La primera representación 5- 5-
es un promedio global que recoge la esencia de todas las experien- 4- 4-

• ••
cias previas, pero en la que se pierden los detalles específicos. La se- 3- 3-
gunda representación es como un catálogo de experiencias específi- 2- 2-
cas que no permite extraer las generalidades esenciales.
Los datos agrupados se representan en forma de medias y des-
l-
O • l-
0-

viaciones típicas. En cambio, los datos individuales se representan FIGURA16. Cómo se representa el conocimiento en los dos hemisfe-
por medio de diagramas de dispersión. Cada vez que llega nueva rios. (A) Diagrama de dispersión (cada punto corresponde a las propieda-
información, estas dos representaciones se actualizan de modo dis- des específicas de una clase restringida de situaciones); así es como se re-
tinto. Los datos agrupados tienen que recalcularse cada vez que se presenta el conocimiento en el hemisferio izquierdo. (B) Media y
recibe nueva información, lo que da como resultado una nueva me- desviación típica (promedio de todas las situaciones); así se representa el
dia y una nueva desviación típica. En cambio, los diagramas de dis- conocimiento en el hemisferio derecho. La figura es una metáfora heurís-
persión se actualizan simplemente añadiendo los nuevos puntos. tica, no una representación literal.
244 La paradoja de la sabiduría La dualidad del cerebro en acción 245

de situación. Por el contrario, si no se produce ningún tipo de reso- pel fundamental a este respecto. Los estudios de neuroimagen fun-
nancia, el reto cognitivo se reconocerá como una novedad. Al no
corresponderse con ninguno de los conocimientos específicos para
,
cional muestran que los lóbulos frontales están particularmente ac-
tivos cuando el organismo se enfrenta a un nuevo reto. Pero a me-
situaciones contenidas en el catálogo de la persona, la única mane- dida que la tarea se toma familiar, autónoma y deja de requerir
ra de enfocar la situación será por medio de la información «pro- esfuerzo, el papel de la corteza prefrontal disminuye.
mediada» contenida en el hemisferio derecho. Como es lógico, la creatividad depende también del funciona-
Supongamos, por ejemplo, que en nuestra cocina aparece un miento del lóbulo frontal. Ingegerd Carlsson y sus colaboradores
frasco con una sustancia de aspecto gelatinoso. Si nuestro hemis- han estudiado el flujo sanguíneo cerebral regional (FSCr) prefrontal
ferio izquierdo lo identifica como una mermelada de fruta, quizá en personas con creatividad baja y con creatividad alta (de acuerdo
decidamos comerla. Si el hemisferio izquierdo lo identifica como con una medida de la creatividad basada en un test psicológico es-
jabón líquido, quizá lo pongamos en el lavadora. Pero si no conse- pecial). En estado de reposo, el nivel de FSCr prefrontal era mayor
guimos identificarlo como algo familiar, si no sabemos qué es, la en el grupo de creatividad alta. Cuando se presentaba un reto cog-
opción por defecto contenida en el hemisferio derecho nos llevará nitivo, el grupo de alta creatividad mostraba una activación frontal
a tratarlo con cautela y quizá a tirarlo a la basura. bilateral, mientras que el grupo de baja creatividad mostraba única-
Así pues, a medida que envejecemos acumulamos recuerdos mente activación frontal izquierda. Estos resultados indican que
genéricos que nos permiten emplear cada vez con mayor frecuen- tanto los lóbulos frontales de la derecha como los de la izquierda
cia atajos para la resolución de problemas que, condensados en for- participan en la resolución de problemas en los individuos alta-
ma de reconocimiento de patrones, nos permiten evitar el arduo mente creativos, mientras que en los individuos menos creativos
trabajo mental necesario para resolver retos mentales nuevos. sólo participa la corteza prefrontal izquierda. Un estudio parecido
Nuestra «biblioteca de patrones» va aumentando a lo largo de toda sugiere que, al enfrentarse a una tarea que requiere ingenio, las per-
la vida, acumulando patrones en el hemisferio izquierdo. En conse- sonas creativas responden con un aumento de la actividad en el he-
cuencia, a medida que envejecemos dependemos cada vez más del misferio derecho, y esta activación es especialmente pronunciada
hemisferio izquierdo y menos de hemisferio derecho. A medida en los lóbulos frontales. En cambio, las personas menos creativas
que acumulamos patrones mentales, el cociente de uso hemisféri- quedan a merced del hemisferio izquierdo y su hemisferio derecho
co, por así decirlo, muda inexorablemente de la derecha a la iz- se mantiene en un estado de relativa inactividad.
quierda. Esto, a su vez, comporta toda una serie de profundas con- El hecho de que la transferencia del «centro de gravedad cogni-
secuencias para el cerebro y para la resistencia de los dos tivo» desde el hemisferio derecho al hemisferio izquierdo sea un fe-
hemisferios frente a los efectos del envejecimiento. Discutiremos nómeno universal a lo largo de la vida sugiere la siguiente pregunta:
estas consecuencias más adelante, en el capítulo trece. ¿significa que esta transferencia se produce en todas las personas
Pero antes conviene que examinemos las relaciones entre nove- con una uniformidad mecánica, o acaso queda espacio para las dife-
dad, hemisferios cerebrales y lóbulos frontales. El hemisferio dere- rencias individuales? Con arreglo a lo que ya hemos aprendido acer-
cho no es la única parte del cerebro que es importante a la hora de ca del cerebro y de la cognición, cabe esperar lo último.
acometer nuevos retos cognitivos. Tal como se ha comentado en el De hecho, en algunas personas la creatividad es un rasgo que se
capítulo anterior, los lóbulos frontales desempeñan también un pa- prolonga durante toda la vida sin disminuir con la edad. ¿Acaso di-
246 La paradoja de la sabiduría

fieren los cerebros en sus circuitos? ¿Y de qué modo? Conside- ----------12----------


remos el siguiente experimento mental. Supongamos que dispo-
nemos de un test psicológico que nos permite medir la sabiduría.
Supongamos que con ayuda de este test podemos identificar a las
personas sabias y a las no tan sabias. Supongamos, además, que Magallanes con prozac
planteamos a nuestros sujetos un problema para cuya solución ne-
cesitan sabiduría. ¿Cuáles serían las diferencias en las pautas de ac-
tivación cerebral entre las personas sabias y las no tan sabias? Creo
que hallaríamos el sello de la sabiduría en una activación especial-
mente fuerte de las regiones prefrontales del hemisferio izquierdo,
y que las personas que con la edad alcanzaran la sabiduría pero re-
tuvieran el don de la creatividad presentarían una activación espe-
cialmente fuerte tanto en la región prefrontal derecha como la iz- El yin y el yang del cerebro
quierda.
A medida que vamos entendiendo mejor el funcionamiento de as últimas décadas de investigación sobre el cerebro han acaba-
los dos hemisferios cerebrales nos vamos acercando a la resolución
de algunos de los aspectos más misteriosos de la cognición. Pero la
L do con más de un tabú. Como en el caso de los lóbulos fronta-
les, los mecanismos cerebrales de las emociones son uno de esos te-
cognición no actúa por sí sola, como si estuviera en un vacío de pa- rritorios prohibidos que sólo en tiempos recientes se han abierto a la
sión, en un espacio neutro de emoción. Muy al contrario, la cogni- investigación científica rigurosa. Las emociones solían considerarse
ción y la emoción se hallan entrelazadas, y en esta unión están im- el «punto flaco» de la psicología, un territorio sensiblero que se ex-
plicados también los dos hemisferio cerebrales. Éste será el tema tendía al otro lado de la dignidad de los neurocientíficos serios. Esta
del siguiente capítulo. acre actitud tenía un algo de quiero y no puedo, porque hasta hace
pocas décadas los neurocientíficos no tenían nada claro por dónde
comenzar a indagar sobre la neurobiología de las emociones.
Este panorama cambió gracias al trabajo de Joseph LeDoux,
Richard Davidson, Antonio Damasio y otros que finalmente logra-
ron aplicar métodos científicos rigurosos a estas cuestiones. Le-
Doux clarificó el papel de la amígdala en las emociones. La amíg-
dala es una estructura subcortical que forma parte del «cerebro
límbico» 1 y es filogenéticamente antigua, lo que sugiere que los

l. Los términos cerebro límbico y sistema límbico, introducidos a mediados


del siglo xx, son algo anacrónicos y sus definiciones neuroanatómicas son im-
precisas. Implican una unidad funcional entre ciertas estructuras cerebrales,
248 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 249

mecanismos de las emociones comenzaron a emerger en estadios ba las reacciones de los pacientes ante varios estímulos emociona-
relativamente tempranos de la evolución. En contraste, durante les con las reacciones de personas normales.
años la suposición tácita era que la parte más joven del cerebro, la En el pasado, era común considerar estos efectos lateralizados
neocorteza, estaba involucrada en la deliberación desapasionada, de los daños cerebrales sobre las emociones consecuencias remo-
racional y emocionalmente neutra. Esto implicaba una clara dico- tas del desigual grado de conciencia que mostraban los pacientes
tomía en nuestro mundo interior: el mundo interior de la emoción respecto de su propia deficiencia. Como ya sabemos, en los adultos
gobernado por las «cálidas» estructuras límbicas subcorticales, y ei las lesiones en el hemisferio izquierdo interfieren en el lenguaje.
mundo interior del pensamiento racional, gobernado por la «fría» Como el lenguaje es una habilidad tan importante y que tanto abar-
neocorteza. ca, su pérdida no puede dejar de ser notada por el paciente y se con-
Pero esta dicotomía era demasiado bonita para ser cierta, y no vierte en una fuente de intensa angustia. En cambio, las funciones
lo era. La experiencia emocional y la expresión emocional clara- del hemisferio derecho son menos obvias, menos expuestas a la in-
mente implican la neocorteza. Lo que es más, la representación cor- trospección. Los pacientes suelen ser menos conscientes de la pér-
tical de las emociones está dividida. El hemisferio izquierdo está dida de esas funciones y, por tanto, se sienten menos perturbados
implicado en las emociones positivas y el hemisferio derecho, en por su pérdida. Según el razonamiento tradicional, la impresión de
las emociones negativas. La división del trabajo entre los hemisfe- indiferencia cuando hay buenas razones para estar deprimido pue-
rios en relación con las emociones ha sido uno de los descubri- de interpretarse equivocadamente como euforia.
mientos más fascinantes que se han producido en la neuropsicolo- De hecho, un paciente con daños en el hemisferio derecho a
gía durante las últimas décadas, y será el tema de este capítulo. menudo muestra una sorprendente falta de consciencia de su defi-
El primer presentimiento sobre la división del trabajo entre los ciencia, un fenómeno conocido como anosognosia. La feliz aura de
hemisferios con respecto a las emociones provino de observaciones serenidad que despiden estos pacientes contrasta con fuerza con la
de pacientes con lesiones cerebrales. Los clínicos saben desde hace triste realidad del catastrófico daño cerebral que muchos de ellos
años que las lesiones en el hemisferio izquierdo tienden a producir sufren.
depresión mientras que los daños al hemisferio derecho con fre- La anosognosia adopta a menudo la forma de «heminegligencia
cuencia producen manía o lo que podría tomarse por una euforia izquierda», un trastorno que se produce cuando el cerebro no consi-
superficial (o por lo menos un estado de despreocupación conocido gue registrar y procesar de manera adecuada la información que re-
como el término clínico de belle indif.ference). Ambos efectos, los cibe de la mitad izquierda de su mundo exterior. Este trastorno es
de las lesiones del lado izquierdo y los de las lesiones del lado de- posible porque las vías sensoriales que transportan hasta el cerebro
recho, resultaban especialmente sorprendentes cuando se compara- la información sobre el mundo exterior se encuentran, en su mayor
parte, cruzadas; es decir, la información sobre la mitad izquierda del
mundo se envía al hemisferio derecho y la información sobre la mi-
como la corteza orbitofrontal, la corteza cingulada, la amígdala y el hipocampo,
así como las conexiones entre ellas. También se incluyen a veces ciertos núcleos tad derecha del mundo, al hemisferio izquierdo. Cuando una lesión
talámicos e hipotalámicos. Las investigaciones más recientes han puesto en duda afecta al lado izquierdo del cerebro, el paciente suele descubrir su
esta unidad funcional. No obstante, el término sistema límbico sigue utilizándose deficiencia con bastante facilidad y aprende a compensarla. Pero
por tradición. cuando la lesión afecta alIado derecho del cerebro, el paciente a me-
250 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 251

nudo pennanece inconsciente de sus consecuencias, no logra com- con lesiones importantes en las regiones frontales del hemisferio
pensarlas y la heminegligencia izquierda se toma grave e intratable. izquierdo no es suficientemente consciente de su déficit como para
La anosognosia puede adoptar fonnas casi surrealistas en las que éste le cause preocupación. Por tanto, vincular la depresión a la
que la incapacidad para reconocer un problema en el interior se tra- consciencia de una deficiencia causada por una lesión frontal iz-
duce en relatos fantásticos sobre el mundo exterior, como en el caso quierda es una proposición altamente inverosímil. Por otro lado, los
del paciente de una residencia geriátrica, explicado anterionnente, daños en las regiones frontales del hemisferio derecho a menudo
que era incapaz de encontrar su filete en la bandeja de la cafetería y producen una despreocupación más que displicente, que no puede
atribuía esa injusticia a una conspiración de las enfenneras. Pero la explicarse simplemente por una falta de consciencia del déficit. Es-
he mi negligencia y la hemiinatención del lado izquierdo no se limi- tas lesiones a menudo producen manía o una euforia absoluta.
tan a las sensaciones visuales. Las sensaciones táctiles también Se ha observado también que a veces las lesiones en uno u otro
pueden verse afectadas, produciendo el fenómeno de la «mano aje- de los hemisferios producen conductas emocionalmente cargadas y
na». Un paciente de apoplejía afectado por este trastorno repudiará tan extremas que no pueden explicarse por el grado de consciencia
el lado izquierdo de su propio cuerpo como si perteneciera a otra del déficit. Los pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo a
persona, improvisará una extraña historia para explicar lo que la veces se ven afectados por llanto patológico y los pacientes con le-
mano «ajena» hace a su lado y no se mostrará preocupado en lo siones en hémisferio derecho ocasionalmente se ven afectados por
más mínimo por su propio estado neurológico. risa patológica. Era necesario, por tanto, vincular el lado de la le-
En cambio, un paciente con afasia (deterioro del lenguaje) cau- sión hemisférica con estos cambios en el ánimo.
sada por una apoplejía en el hemisferio izquierdo, con frecuencia se El siguiente paso consistió en estudiar la relación entre los esta-
sentirá dolorosamente consciente de su deficiencia, atonnentado, dos emocionales y los dos lados del cerebro en personas nonnales .
.asustado y entristecido a causa de ella. Esto a menudo ha llevado a Esto se acometió primero con el ayuda de EEG, que se convirtió en
conjeturar que en estos pacientes la depresión es una reacción fren- el principal pilar de estas investigaciones durante las décadas de
te a la pérdida cognitiva. 1970 y 1980. La llegada de las técnicas de neuroimagen funcional
Sin embargo, investigaciones posteriores han demostrado que (TEP y RMf) durante los siguientes años pennitió una observación
la conexión entre los hemisferios y el ánimo va mucho más allá de aún más directa de la relación entre el ánimo y los dos lados del ce-
las diferencias en el grado de consciencia del déficit. Un hemisferio rebro. Richard Davidson y sus colaboradores fueron pioneros de
es un espacio grande, y no basta con vincular ciertos síntomas con este tipo de investigaciones.
lesiones en algún lugar indefinido dentro del hemisferio; es impor- Los hallazgos resultaron ser bastante intrigantes. Cuando se
tante saber en qué lugar concreto del hemisferio se encuentra la le- mostraba a sujetos nonnales fragmentos de vídeo u otras imágenes
sión. Cuando se fonnuló esta pregunta, se descubrió que las lesio- que contuvieran infonnación placentera, aumentaba la activación
nes en el lóbulo frontal izquierdo tienden a producir depresión con del hemisferio izquierdo, y en especial de la corteza prefrontal iz-
mucha más probabilidad que las lesiones en cualquier otra parte del quierda. En cambio, cuando se mostraba a los sujetos imágenes de-
hemisferio izquierdo. sagradables o tristes, aumentaba la activación del hemisferio dere-
Pero esto plantea un enigma. Como ya sabemos, las lesiones en cho, y también, sobre todo, de la corteza prefrontal derecha. Un
los lóbulos frontales también provocan anosognosia. Un paciente contraste parecido se ponía de manifiesto en un videojuego con
252 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 253

implicaciones financieras. Cuando los sujetos ganaban dinero, se ob- revela características electrofisiológicas distintas. Las áreas fron-
servaba una activación relativamente mayor en el lóbulo frontal iz- tales del hemisferio izquierdo tienden a ser más activas en las per-
quierdo; en cambio, cuando los sujetos perdían dinero, la activa- sonas alegres y despreocupadas, mientras que las áreas frontales
ción era relativamente mayor en el lóbulo frontal derecho. También de la derecha son más activas en los individuos melancólicos pro-
se hallaron efectos parecidos cuando se estudiaron los mecanismos pensos a la depresión. Si, por alguna razón, la activación de las
cerebrales de diversas experiencias espirituales. La meditación di- áreas frontales de la izquierda se ve dificultada, aparecen la triste-
rigida a sumergirse en un estado mental relajado e introspectivo ac- za y la depresión. De modo parecido, la activación de las áreas
tivaba la corteza frontal izquierda mientras que reducía la activa- frontales de la derecha se asocia con emociones claramente nega-
ción prefrontal derecha. En un estudio sobre la meditación en tivas, como la indignación o el miedo. Incluso sentimientos tan
monjas se halló un aumento de la activación de las regiones fronta- complejos como las reacciones emotivas tan negativas que se aso-
les del hemisferio izquierdo y una disminución de la activación de cian a la exclusión social están lateralizadas e involucran la corte-
varias regiones del hemisferio derecho. za frontal derecha. Así lo demostró Naomi Eisenberger y sus cola-
Cuando se consideran conjuntamente, los estudios sobre las le- boradores en un ingenioso experimento de RMf en el que algunos
siones cerebrales y los estudios de neuroimagen en personas nor- de los sujetos que participaban en un juego de pelota virtual eran
males indican claramente que los dos hemisferios desempeñan pa- excluidos del partido.
peles bastante directos pero de signo opuesto en la experiencia y Las diferencias en los estilos emocionales y su relación con los
expresión de las emociones. El hemisferio izquierdo media en las dos hemisferios parecen ser innatas, o al menos aparecen muy
emociones positivas y el hemisferio derecho media en las emocio- pronto en la vida. Se ha observado que la activación frontal iz-
nes negativas; son verdaderamente el yin y el yang cerebro. 2 quierda es especialmente fuerte en los niños de diez meses de tem-
El siguiente paso consistió en explorar las diferencias indivi- peramento alegre, mientras que la activación frontal derecha es es-
duales en los estilos emocionales. Davidson y sus colaboradores pecialmente fuerte en niños llorones de edad parecida.
descubrieron que efectivamente existían distintos estilos emocio- La división hemisférica del trabajo en la regulación de nuestro
nales, y que correspondían a la activación predominante del he- mundo emocional no se limita a la neocorteza, sino que implica
misferio izquierdo o del hemisferio derecho. Algunas personas también la amígdala. En las personas sanas, la amígdala izquierda
son de temperamento alegre y positivo, mientras que otras son pro- es más activa en respuesta a estímulos positivos que a estímulos ne-
pensas a la depresión. Se ha observado que sus perfiles de activa- gativos. En cambio, las personas ansiosas tienden a presentar una
ción cerebral difieren de una manera estable y coherente, lo que activación exagerada de la amígdala derecha cuando ven caras te-
merosas o neutrales; y las personas deprimidas presentan una acti-
vación reducida de la amígdala izquierda. Estas observaciones lle-
2. La experiencia y expresión personal de las emociones no debe confundir-
se con la habilidad para reconocer y discriminar las expresiones emocionales en
van a concluir que existen dos «circuitos de la emoción» unidos,
otras personas. Por lo que sabemos, esta última habilidad depende sobre todo del cada uno de los cuales involucra los lóbulos frontales y la amígda-
hemisferio derecho, tanto para las emociones positivas como para las negativas, la en uno u otro de los hemisferios. De hecho, se ha observado que
debido probablemente al hecho de que este tipo de procesamiento de la informa- el circuito frontoamigdaloide está implicado en muchos procesos
ción no se presta fácilmente al reconocimiento de patrones. de toma de decisiones asociados con recompensas, entre ellos in-
254 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 255

cluso el proceso de elegir los platos más apetecibles del menú de un Convergencia de temas
restaurante.
En ciertos trastornos psiquiátricos, los pacientes difieren no Un lector cuidadoso de este libro probablemente haya notado ya
sólo en sus pautas de activación cerebral, sino también en el propio que los esfuerzos por comprender la naturaleza de la especializa-
tamaño de sus estructuras cerebrales. Los pacientes que sufren el ción hemisférica han seguido varias vías paralelas que se desarro-
trastorno de ansiedad generalizada suelen presentar una amígdala llaron sin demasiada comunicación o convergencia. La primera de
derecha especialmente grande. En cambio, los pacientes que han estas vías se preocupaba sobre todo de la cognición; abundaba en la
sufrido la resección quirúrgica de la amígdala derecha con el fin de idea de que el hemisferio izquierdo era el hemisferio del lenguaje y
aliviar ataques epilépticos intratables (un procedimiento llamado el hemisferio derecho era el visuoespacial. Como ya sabemos, este
lobectomía anterotemporal) pierden la capacidad de apreciar las ha sido el principal tema de la neuropsicología durante muchos
expresiones faciales de miedo. años. La segunda vía, iniciada más recientemente, se ocupaba so-
Hay otras estructuras cerebrales que también están implicadas bre todo de las emociones e indagaba en la relación entre los dos la-
en la regulación de las emociones, entre ellas la corteza cingulada dos del cerebro y el ánimo negativo o positivo.
(una cinta de corteza antigua que se abraza al límite exterior de un Estas dos hebras de la neuropsicología nunca han logrado en-
gran haz de vías que conectan los dos hemisferios, el cuerpo callo- tretejerse. Han existido mutuamente incomunicadas, seguidas por
so) y ciertas partes del tálamo (un conjunto de núcleos subcortica- grupos distintos de neurocientíficos, discutidas en congresos cien-
les que se proyectan hacia varias regiones corticales). Es poco lo tíficos diferentes y publicadas en monografías científicas distintas.
que sabemos sobre la lateralización funcional de estas estructuras, Por extraño que parezca, este estado no es del todo sorprendente.
pero es muy probable que reproduzcan la división del trabajo entre No hay forma lógica o empírica de argumentar que existe una rela-
los hemisferios corticales izquierdo y derecho. ción intrínseca entre el lenguaje y el ánimo positivo, o entre las
Por lo que parece, pues, la corteza prefrontal, la amígdala, la funciones visuoespaciales y el ánimo negativo. El lenguaje es un
corteza cingulada y posiblemente otros estructuras actúan de ma- instrumento emocionalmente neutro, o más bien emocionalmente
nera coordinada para mediar en la experiencia y expresión de las equipopotente, pues contiene en igual medida los medios para co-
emociones y forman parte de dos sistemas distintos y paralelos de dificar y expresar las emociones positivas y las negativas. De igual
control emocional. En el lado izquierdo del cerebro este sistema modo, las imágenes visuales se prestan igualmente bien, o igual-
media en las emociones positivas, mientras que en el lado derecho mente mal, a la expresión de ambos tipos emociones.
del cerebro media en las emociones negativas. Como es natural, la Dicho en la jerga científica formal, la distinción entre los aspec-
mayoría de las experiencias reales son complejas. Es más probable tos lingüísticos y visuoespaciales y la distinción entre los aspectos
que sean agridulces a que solamente agrias o solamente dulces, emocionales positivos o negativos son ortogonales o mu-tuamente
como el yin y el yang o como en el símbolo en blanco y el negro del irreducibles. ¿Qué significa esto? ¿Significa que sus afiliaciones
diseño ornamental clásico balinés. Por lo tanto, en la mayoría de las paralelas con los dos hemisferios son fruto simplemente de la coin-
situaciones de la vida real los dos bucles frontoamigdaloides actúan cidencia? La ciencia siempre ha progresado bajo el imperativo esté-
de manera coordinada, pero su peso en la balanza emocional es dis- tico de la economía, la capacidad para relacionar una gran multitud
tinto.
256 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 257
de observaciones con un número mínimo de principios subyacen- a largo plazo del hemisferio izquierdo aquel conocimiento cuya uti-
tes. El discurso científico ha abrazado de forma tan generalizada el lidad se haya demostrado a lo largo del tiempo. La información
imperativo de la economía explicativa que a menudo las conside- inútil (como lo que uno cenó hace exactamente veinte años) no lle-
raciones estéticas y explicativas se entremezclan de manera casi ga a formar parte del conjunto de rutinas de reconocimiento de pa-
intercambiable. A una teoría económica se le atribuye un mayor trones que quedan recogidas en el hemisferio izquierdo. Así que el
valor, es más creíble, más convincente, y es más probable que sea contenido del almacén consiste sobre todo en información «útil»,
aceptada en la creencia de que contiene una explicación verdade- que en virtud de su utilidad es buena para el organismo.
ra. En cambio, una teoría que carezca de esta parquedad automáti- En cambio, el hemisferio derecho se ocupa de la novedad. En-
camente es sospechosa de carecer de verdadero poder explicativo. tra en acción cada vez que el repertorio cognitivo disponible para el
En una teoría científica convincente, los temas diversos deben organismo es incapaz de resolver el problema en cuestión o cuando
converger. se requiere un ejercicio de exploración. Lo que desencadena la im-
Con arreglo a esta norma, la coexistencia de dos o más princi- plicación del hemisferio derecho es la incongruencia entre las habi-
pios ortogonales, en apariencia coincidentes, de especialización he- lidades del organismo y las necesidades del organismo. La búsqueda
misférica debería haber provocado insatisfacción e inquietud en los de una nueva solución es desencadenada por la falta de satisfacción
neuropsicólogos y los neurocientíficos cognitivos. ¿Ocurrió así? con el statu quo, por una situación insatisfactoria en el sentido de
No necesariamente. Este campo de la investigación se encuentra que es mala para el organismo.
tan fragmentado que muchos científicos sólo se preocupan por el Un examen de la bioquímica del cerebro destaca todavía más el
aseo intelectual de sus relativamente pequeños nichos, pero no en- estrecho vínculo que se establece entre los aspectos cognitivo y
tre nichos. Pero a mí sí me preocupaba. La necesidad de una teoría emocional de la especialización hemisférica. Como ya sabemos,
económica que fuera capaz de unir las diversas hebras de la inves- los dos hemisferios cerebrales no son imágenes especulares ni con
tigación sobre el cerebro ha sido y sigue siendo mi imperativo inte- respecto a su estructura ni con respecto a su bioquímica. Ciertos
lectual personal. neurotransmisores son ligeramente más abundantes en el hemisfe-
La teoría de la especialización hemisférica basada en el con- rio derecho que en el hemisferio izquierdo, como ocurre, en parti-
traste novedad-rutina que hemos discutido en el capítulo anterior cular, con la norepinefrina. Otros neurotransmisores, en cambio,
nos ofrece la tan necesitada economía explicativa pues enlaza los son ligeramente más abundantes en el hemisferio izquierdo que en
aspectos cognitivos y emocionales de la especialización hemisféri- el hemisferio derecho, como ocurre, en particular, con la dopamina.
ca, algo que las teorías anteriores no conseguían hacer. Esto es así Estas asimetrías bioquímicas tienen enormes consecuencias
porque existe un vínculo intrínseco entre la rutina cognitiva y el tanto para la cognición como para las emociones. Los experimen-
ánimo positivo, y entre la novedad y el ánimo negativo. He aquí tos con animales demuestran que un aumento de los niveles de do-
cómo funciona. pamina en el cerebro desencadena conductas rutinarias y estereotí-
El hemisferio izquierdo es el hemisferio de las rutinas cogniti- picas. La dopamina se asocia con las recompensas y con el refuerzo
vas. Como ya hemos establecido, el cerebro es muy selectivo a la de las conductas de probado éxito. La dopamina también desempe-
hora de guardar información en el almacén a largo plazo. En el ce- ña cierto papel en la experiencia del placer y en la adicción. Así que
rebro normal, sólo se convierte en rutina y se guarda en el almacén la dopamina parece mediar tanto en las emociones positivas como
258 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 259

en las rutinas cognitivas. Esto tiene mucho sentido si se tiene en trada en el actor y en la evaluación de las situaciones cen ,.radas en
cuenta que las rutinas cognitivas codifican las experiencias que han el actor. La función de la corteza prefrontal consiste en calcular «lo
demostrado su bondad (éxito) en el pasado. que es bueno para el organismo», más que en calcular «lo que es
Por otro lado, los experimentos con animales muestran también cierto» en un sentido abstracto y desapasionado. Para mí, esto su-
que un aumento de los niveles de norepinefrina en el cerebro de- giere que las «afiliaciones» emocionales de la corteza cerebral de-
sencadena una conducta de inquietud y exploración, de búsqueda recha y de la izquierda son secundarias con respecto a las funciones
incesante de la novedad. Al mismo tiempo, se han observado nive- cognitivas de los dos lóbulos frontales.
les anormales de norepinefrina en casos de depresión. Así pues, Si esto es así, el cerebro regula las emociones a través de una in-
este neurotransmisor media tanto en las emociones negativas como tegración simultánea de circuitos «verticales» y «horizontales». Las
en las conductas de exploración. Eso también tiene pleno sentido, dos amígdalas se encargan de la respuesta emocional instantánea (y
ya que la incapacidad del organismo para satisfacer sus necesida- en gran medida impresa o preimpresa) y los dos lóbulos frontales se
des desencadena emociones negativas y la búsqueda de nuevas so- encargan de las reacciones emocionales basadas en un análisis racio-
luciones. Es interesante que los niveles disminuidos de otro neuro- nal y cognitivo. Estos dos ingredientes de nuestras respuestas emo-
transmisor implicado en la depresión, la serotonina, producen cionales, uno cortical y racional, el otro subcortical e instintivo, se
inflexibilidad cognitiva, lo que nuevamente apunta a la unidad de combinan en los circuitos frontoamigdaloides, y de ellos se deriva la
cognición y ánimo. integración vertical de las emociones. Al mismo tiempo, la interac-
Uno podría preguntarse lo siguiente: ¿es el papel de los hemis- ción entre los circuitos frontoamigdaloides izquierdo o «positivo» y
ferios en las emociones secundario con respecto a su papel en la derecho o «negativo» a través del cuerpo calloso y de las comisuras
cognición? De acuerdo con esta posibilidad, el vínculo entre las anteriores produce la integración horizontal de las emociones.
emociones positivas y el hemisferio izquierdo se derivaría del he-
cho de que la activación del hemisferio izquierdo corresponde a si-
tuaciones intrínsecamente «buenas» (congruencia entre las necesi- Impulsados al descubrimiento
dades del organismo y su capacidad para satisfacerlas). ¿O acaso es
al contrario, que el papel de los dos hemisferios en relación con Hasta aquí hemos discutido de una forma más bien abstracta la re-
emociones opuestas es primario, mientras que su papel en relación lación entre emoción y cognición, y de qué modo están ambas vin-
con situaciones familiares o con situaciones nuevas es derivado? culadas a las diferencias funcionales entre los hemisferios. Pero es
Ésta es, en cierta manera, una pregunta como la de la gallina y evidente que distintas personas tienen estilos emocionales y cogni-
el huevo, no sólo imposible de responder sino en último término tivos distintos. Ha llegado el momento de examinar la relación en-
irrelevante. Pero es instructivo que de todas las regiones no cortica- tre los estilos cognitivos individuales y los estilos emocionales in-
les, la corteza prefrontal sea especialmente activa durante las expe- dividuales, y cómo se relacionan ambos con los dos hemisferios
riencias emocionales: la corteza frontal izquierda se activa con las cerebrales.
emociones positivas y la corteza frontal derecha se activa Para comenzar a explorar esta relación, intentemos imaginar
con las emociones negativas. Como ya sabemos, la corteza pre- por un momento a un Fernando Magallanes a rebosar de prozac y
frontal desempeña un papel central en la toma de decisiones cen- un Cristóbal Colón igualmente ahíto de prozac. Se ha dicho que de
260 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 261

haber habido prozac en la era de los grandes navegantes, se hubie- pomanía. (Sabemos que Miguel Ángel sufría de depresión, pero
ran tomado una o dos pastillas y se hubieran quedado en tierra para desconocemos si experimentaba también ataques de hipomanía.)
disfrutar de las fiestas en Sevilla, Lisboa o Cádiz en lugar de em- El trastorno maniático-depresivo también desempeñó un papel
barcarse en su transcendentales exploraciones. Por fortuna, estas en el lado oscuro del genio agresivo y expansionista de los políticos
imágenes son sólo producto de mi imaginación, porque si hubieran y militares que levantaron imperios. Según Hershman y Lieb, Na-
formado parte de la realidad histórica quizá los europeos no hubie- poleón, Hitler y Stalin se vieron aquejados por este trastorno desde
sen descubierto nunca América ni se hubiera introducido nunca la los primeros tiempos de sus desmanes. E igualmente el príncipe
línea internacional de cambio de fecha. ruso Potemkin, el favorito de Catalina la Grande y primer ministro
La imagen de un Colón empachado de prozac es descabellada de facto, tristemente célebre por las «ciudades Potemkin», pueblos
pero esconde una verdad importante: toda búsqueda de innovacio- que, al modo de decorados de película, construyó para disfrute de
nes radicales, todo viaje a lo desconocido, viene impulsada por un la zarina, pero también por su excepcional capacidad de trabajo y
sentimiento de insatisfacción con el statu quo, un sentimiento de por su eficacia.
inquietud y tensión coherente con el tono anímico adscrito al he- Algunos de estos héroes (Newton, Churchill) y de estos villa-
misferio derecho. La exploración, la búsqueda de lo nuevo, de lo nos (Stalin, Hitler) aparecieron en un capítulo anterior al tratar el
que uno cree que debería ser, suele ir precedido de una insatisfac- deterioro cognitivo en personajes históricos. La presencia de un
ción melancólica con lo que es. Las personas felices no descubren trastorno afectivo y de deterioro cognitivo en las mismas personas
nuevas tierras, no dan la vuelta al mundo, no desatan revoluciones puede ser fruto de algo más que la casualidad. Existe un amplia
en la ciencia. Si se tiene todo a pedir de boca, ¿para qué molestarse? evidencia científica de que un largo historial de depresión durante
La imagen popular de un pionero no es la de un individuo ale- la vida es un factor de riesgo de demencia.
gre sino la de una persona inquieta y meditabunda. Los trastornos Los relatos que vinculan la creatividad con los rasgos maníaco-
bipolares y los ataques de depresión son comunes en muchos de los depresivos son abundantes pero anecdóticos. No soy conocedor de
grandes escritores, científicos y exploradores. La psicóloga Kay ningún estudio estadístico riguroso que asocie los trastornos afecti-
Redfield Jamison, aquejada ella misma de un trastorno maníaco- vos leves con el genio reconocido. Para realizar tal estudio sería
depresivo, ha escrito páginas conmovedoras sobre la relación entre preciso reunir datos sobre todos los casos conocidos de genios
la psiquiatría y la creatividad. aquejados de trastorno afectivo y todos los casos de genios libres de
Jablow Hershman y Julian Leib han llegado incluso a cualificar este trastorno, y calcular entonces el cociente entre estos dos valo-
al trastorno maníaco-depresivo de «llave del genio». En una serie res. A continuación habría que estimar el valor de este cociente en
de fascinantes libros, exploran el papel de este trastorno en la vida la población general y compararlo con el de los genios. Ésta es una
creativa de grandes héroes y grandes villanos de la historia. Sostie- tarea de proporciones desmesuradas por varias razones, entre las
nen que algunos de los personajes que más han contribuido a la ci- que no tiene poca importancia el criterio para determinar a quién
vilización humana, como Beethoven, Byron, Dickens, Newton, considerar genio (a no ser que uno recurra a un sondeo del tipo de
Pushkin, Schumann y Van Gogh, lo sufrieron. Churchill también la lista ordenada de los más destacados personajes históricos pro-
sufrió ataques de depresión, sus t;ristemente célebres «perros ne- puesta por Charles Murray), así que quizá nunca llegue a acome-
gros», y el feroz ritmo de producción literaria de su vida sugiere hi- terse.
262 La paradoja de la sabiduría Magallanes con prozac 263

No obstante, dos investigadores de la Universidad de Stanford, Este perfil psicológico corresponde a un estado psicológico de
Connie Strong y Terence Ketter, se han acercado mucho a demos- insatisfacción persistente y acuciante por el modo en que están las
trar esta proposición por un método menos extravagante que con- cosas que provoca el deseo de cambiarlas. Los estados hipomanía-
siste en utilizar varios cuestionarios psicológicos. Hallaron así que cos periódicos elevan este deseo por encima del nivel que se obser-
las personas sanas dotadas de creatividad artística poseen una per- va en la mayoría de la gente. El efecto combinado de una insatis-
sonalidad más cercana a la de pacientes afectados de transtorno facción de fondo y unas oleadas intermitentes de energía es lo que
maníaco-depresivo leve que a la de personas sanas normales. Estos alimenta e impulsa los logros creativos. 3
investigadores concluyen que los «rasgos afectivos negativos», en- Pero el tono emotivo personal no es necesariamente una cons-
tre los que se incluye formas leves y no clínicas de depresión y tras- tante. Puede argüirse que experimenta cambios a lo largo de la vida
torno bipolar, están fuertemente correlacionadas con la capacidad y existen auténticas «estaciones emotivas de la mente». Sentirse en
creativa. En la misma línea, se ha podido demostrar que la búsque- paz con uno mismo es sin duda un estado mental muy deseable, pero
da de novedad es un rasgo especialmente común en las personas en una persona joven puede resultar decepcionante; apesta a com-
con desorden bipolar. placencia indebida, a envejecimiento prematuro, a vocaciones no
Todo esto da pie, como es natural, a algunas interesantes pre- atendidas, a mediocridad, a anomalía incluso. La imagen romántica
guntas. ¿Cuáles son los mecanismos cerebrales del trastorno manía- de la juventud pide una dosis de descontento, de inquietud, que es la
co-depresivo? ¿Cuál es su neuroanatomía funcional? Como se re- tensión interior que alimenta la osadía y la rebelión. Un repaso su-
cordará, los estudios de neuroimagen funcional y los datos de perficial de los cataclismos políticos de las últimas décadas pone de
lesiones sugieren vínculos entre la disfunción del hemisferio iz- manifiesto que los estudiantes estaban en el corazón de muchos de
quierdo y la depresión y entre la disfunción del hemisferio derecho ellos, si no de todos, desde las grandes manifestaciones de Estados
y la manía. ¿Qué ocurre entonces con el trastorno bipolar, que es Unidos y Francia en la década de 1960 a las de la plaza de Tianan-
diferente tanto de la depresión unipolar como de la manía unipo- men en China en la de 1980 y las de Indonesia en la de 1990. Es una
lar? Los estudios preliminares apuntan a que los patrones de acti- expresión dramática del tono afectivo del hemisferio derecho.
vación cerebral pueden ser drásticamente distintos en los mismos Pero a medida que envejecemos, el tono afectivo óptimo cam-
pacientes durante los estados de manía y durante los estados de de- bia. La investigación revela que con el envejecimiento y la llegada
presión. Pero éstos son estados extremos. ¿Qué hay de los rasgos de la segunda mitad de la vida, las emociones negativas van per-
estables de la actividad cerebral de los pacientes bipolares, el per- diendo énfasis a favor de un tono dominante cada vez más positivo.
fil de activación cerebral preponderante que está presente en los Esto queda reflejado en la actividad cerebral: con la edad, la amíg-
pacientes que sufren el trastorno maníaco-depresivo durante casi
todo el tiempo? La evidencia disponible sugiere que el perfil de
activación cerebral preponderante en estos pacientes es afín al per- 3. Existen varios tipos de trastornos bipolares. El trastorno bipolar 1 es el
más grave, y se caracteriza por graves episodios de manía intercalados con de-
fil que se observa en la depresión y difiere del que se observa en la
presión severa a menudo acompañada de psicosis. En el trastorno bipolar 11, me-
manía. Está dominado por una subactivación del hemisferio iz- nos grave, se producen episodios de hipomanía, no de auténtica manía. En el tras-
quierdo, mientras que el hemisferio derecho presenta una pauta de torno ciclotímico, la forma menos grave, se suceden episodios leves de hipomanía
activación normal. y depresión que ya no son clínicos, sino subclínicos.
264 La paradoja de la sabiduría

dala deviene menos activa en respuesta a estímulos emocionalmen- ----------13----------


te negativos al tiempo que su respuesta a estímulos emocionalmente
positivos se mantiene inalterada. Por tanto, la balanza se inclina ha-
cia las emociones positivas y de este modo, a medida que envejece-
mos, el tono afectivo del hemisferio izquierdo se convierte en la Los días perros del verano
norma. Nuestras percepciones culturales intuitivas concuerdan con
estos hallazgos. Una persona octogenaria e inquieta suele percibir-
se, justa o injustamente, como el epítome de una vida insatisfecha,
no realizada, de un ciclo vital incompleto, de un intento por conse-
guir «demasiado poco, demasiado tarde». Estar en paz con uno
mismo a una edad avanzada es el estereotipo cultural al que aspira-
mos las mayoría de nosotros.
Esto quizá parezca contrario al sentido común porque la depre- Cartógrafos del cerebro
sión es un conocido estrago de la vejez. En efecto, es cierto que la
probabilidad de la depresión aumenta con la edad, pero también la pro-
babilidad de la osteoporosis, del cáncer, de la inmunosupresión, de la ¿
.e uáles son los efectos d~l envejecimiento sobre las dos mita-
des del cerebro? ¿Son Iguales? En la extensa y creciente bi-
pérdida de cabello y de muchas otras aflicciones físicas. La asocia- bliografía sobre la neurobiología del envejecimiento, estas pregun-
ción entre el envejecimiento y la depresión no es específica; es sólo tas apenas tienen cabida. No debe sorprender que sea así, ya que
una de las muchas manifestaciones de la naturaleza finita de la vida y nada en nuestra comprensión tradicional del funcionamiento del
del aumento de la susceptibilidad frente a todo tipo de enfermedades cerebro hacía pensar que pudieran existir tales diferencias. Sin em-
a medida que la vida cierra su ciclo. Estar en paz con uno mismo es un bargo, una vez reconocido el cambio de derecha a izquierda que se
atributo del envejecimiento normal; la depresión geriátrica no. produce a lo largo de toda la vida en el centro de gravedad cogniti-
Así que la progresión de las estaciones de la mente, desde el vo, aquellas preguntas, que hasta ahora sonaban un poco extrava-
papel preponderante del hemisferio derecho durante la juventud gantes, encuentran su justificación. El cambio implica que a lo lar-
hasta la preeminencia preponderante del hemisferio izquierdo du- go de la vida se usa cada vez más el hemisferio izquierdo y que esta
rante la vejez, se desenvuelve de manera conjunta en varios frentes, tendencia se extiende hasta edades avanzadas. Cabe preguntarse,
tanto en los que conciernen a la cognición como los que conciernen pues, si esta disparidad de uso afecta a las tasas de envejecimiento
al ánimo o al afecto. El cambio de la derecha a la izquierda del cen- de los dos hemisferios, y de ser así, de qué manera.
tro de gravedad cognitivo y del centro de gravedad emocional van Estas preguntas me inquietaban lo suficiente como para sacrifi-
de la mano. Es una convincente expresión de la unidad entre cog- car el bienestar de mi perro una mañana especialmente lluviosa y
nición y emoción en nuestra vida mental y en nuestro desarrollo desabrida de junio de 2003. The New York Times había declarado
mental. aquel año el más lluvioso del siglo. Hay una expresión en mi len-
gua nativa, el ruso, que lo describe bien, «tiempo de perros», pero
ese día resultó ser demasiado miserable incluso para un perro. Es-
266 La paradoja de la sabiduría Los días perros del verano 267

taba cayendo tal chaparrón que mi bullmastiff Brit renunció a su No cabe duda de que el advenimiento de la neuroimagen ha re-
paseo habitual; en cuanto salimos del edificio, se plantó en la ace- volucionado la ciencia de la mente y el cerebro y la ha ayudado a
ra, giró con decisión y me empujó de vuelta a la seca calidez del in- graduarse desde su débil posición entre las ciencias «blandas» para
terior. Como es natural, a los humanos aquel tiempo les resultaba situarse entre las ciencias maduras y reconocidas. Como ya he di-
más desagradable incluso, de modo que muchos de mis pacientes cho, el impacto de la neuroimagen sobre la neurociencia cognitiva
cancelaron sus visitas. se ha comparado con el impacto del telescopio en la astronomía. Si
Liberado de mis responsabilidades con perros y humanos, deci- el cerebro es el «microcosmos» de la cognición, la emoción y la
dí convertir la adversidad en oportunidad y, después de agenciarme conciencia humanas, entonces la analogía del telescopio es adecua-
el paraguas más grande que pude encontrar, me acerqué al hotel Ma- da al tiempo que reveladora. Mi participación en la investigación
rriot Marquis, donde tenía lugar el Congreso de Cartografía del Ce- con neuroimagen funcional se desarrolla sobre todo por medio de
rebro Humano de aquel año. colaboraciones con diversos colegas, pero intento seguir la evolu-
En el lenguaje técnico, a la cartografía del cerebro se le deno- ción de este nuevo campo tan de cerca como me es posible. El
mina neuroimagen, un término que hace referencia a todo un con- Congreso de Cartografía del Cerebro Humano de 2003 me ofrecía
junto de técnicas que permiten a los científicos medir y visualizar una magnífica oportunidad para hacerme una imagen global de su
diversos aspectos del cerebro mediante métodos directos de barrido desarrollo.
(escáner). Ya nos hemos referido a algunos de estos métodos con Ya en el hotel, la sala de convenciones donde tenía lugar el con-
anterioridad. Los principios físicos que subyacen a estas técnicas greso rebosaba de energía. Me sorprendió el gran número y di-
son distintos, pero todos coinciden en proporcionar información versidad de jóvenes científicos procedentes de todo el mundo. En
bien sobre la estructura del cerebro, bien sobre su fisiología. La di- todos los años que vengo asistiendo a congresos científicos de di-
ferencia entre estos dos aspectos es como la diferencia entre la fo- versos tipos, he notado que las diferentes disciplinas relacionadas
tografía y el cine. La neuroimagen estructural nos proporciona ins- con las ciencias de la mente y el cerebro, la psicología, la psiquia-
tantáneas de la estructura de cerebro; en cambio, la neuroimagen tría, la neurociencia, la informática, la filosofía, atraen a distintos
funcional nos permite observar el cerebro en acción. La tomografía tipos humanos. Quizá sea una ilusión, pero no lo creo. (Si lo que ocu-
axial computarizada (TC o TAC) y la resonancia magnética (RM) rre es que distintas personalidades gravitan hacia distintas disciplinas
son ejemplos de técnicas de neuroimagen estructural que nos infor- o si, en cambio, las distintas disciplinas conforman personalidades
man sobre la morfología del cerebro. La resonancia magnética fun- distintas, o ambos, podría ser un tema para un interesante proyecto
cional (RMO, la tomografía por emisión de positrones (TEP), la to- de sociología.) En el congreso que nos ocupa, me sorprendió que
mografía computerizada por emisión de fotón único (TCEFU) y la todos se hubieran dado cita allí, una reunión de mentes verdadera-
magnetoencefalografía (MEG) son ejemplos de técnicas de neuroi- mente multidisciplinar. No podía ser de otro modo, ya que en la ac-
magen funcional que nos informan sobre la actividad del cerebro. tualidad la neurociencia cognitiva se encuentra en la intersección
Algunas de estas técnicas, como TAC, RM, TEP y TCEFU, se han de todas esas disciplinas.
convertido ya en herramientas bastante comunes en la práctica clí- En la mayoría de las reuniones científicas se hacen dos tipos de
nica. Otras, como RMf y MEG, todavía permanecen recluidas en el presentaciones, comunicaciones orales y paneles. Por alguna ra-
territorio de la investigación neurocientífica. zón, las comunicaciones orales se consideran más prestigiosas.
268 La paradoja de la sabiduría Los días perros del verano 269

Suelen llevar menos trabajo; basta con subir al podio, decir lo que do un espacio cada vez mayor, una caja craneana desmesurada.
se tenga que decir, y listo. Con los paneles, en cambio, hay que pre- Imagínense una criatura con la cabeza del tamaño de la de una ba-
parar una presentación visual de los hallazgos, sujetar el panel a un llena sobre un cuerpo humano. Inteligente, quizá, pero no muy mó-
tablero y pasar junto a él unas pocas horas explicando su contenido vil ni, desde luego, bonito. Así que en lugar de un diseño liso, que
a los congresistas que muestren interés de entre los que deambu- era un callejón sin salida, la evolución encontró un método de em-
lan por los abarrotados pasillos de la sala de convenciones. A la paquetar una gran superficie cortical en el interior de una cabeza de
hora de presentar mi propio trabajo siempre he preferido las comu- escala humana, por así decirlo. El método consistía en renunciar a
nicaciones orales, pero como consumidor del trabajo de otras per- la superficie cortical lisa, en arrugarla como la superficie de una
sonas, los paneles ofrecen un medio más eficaz para asimilar con nuez. Una solución ingeniosa que bien merecería una patente, pero
rapidez una gran cantidad de información. Así que en lugar de ir a que se alcanzó por medio de las fuerzas teleológicamente ciegas de
las sesiones orales decidí pasear por los inacabables pasillos que la mutación y la selección natural.
configuraban los paneles (casi dos mil), y tomar notas con mi orde- Pero, ¿qué ocurre a medida que esa nuez envejece? Ésta es la
nador de mano. pregunta que intentaba responder un panel que mostraba una dis-
Como puede imaginarse, mi principal interés era la informa- minución de la profundidad de los surcos durante el curso normal
ción nueva sobre lo que ocurre con el cerebro a medida que enveje- del envejecimiento. La investigación, realizada en la Universidad
ce. Es bien sabido que con la edad los surcos y los ventrículos au- John Hopkins y en el Instituto Nacional del Envejecimiento, había
mentan de tamaño, lo que sugiere atrofia cerebral (en términos utilizado una elegante metodología desarrollada inicialmente para
coloquiales, que el cerebro se «encoge»), y parece que los lóbulos investigaciones de geografía física y que se aplicaba aquí al estudio
frontales son especialmente vulnerables. Pero éstas son observa- del cerebro. Un caso excelente de fecundación cruzada entre disci-
ciones muy generales. ¿Se sabe algo más específico? Yo tengo una plinas ¡muy alejadas! Los resultados del estudio mostraban que con
intuición bastante bien desarrollada sobre el destino de los dos he- el envejecimiento los surcos, los espacios entre las circunvolucio-
misferios durante el envejecimiento, pero requiere confirmación o nes corticales, se hacían más someros. Esto implica la atrofia del te-
refutación. Ésta era una de las razones por las que estaba aquí. jido cortical adyacente, como si una garganta entre montañas se
Los surcos son una de las características visualmente más lla- fuera haciendo cada vez menos profunda con el tiempo a causa de
mativas del cerebro, pues le proporcionan su inconfundible aspec- la erosión gradual de sus paredes. Hasta aquí, un estudio elegante
to de nuez. Los surcos son profundos cañones, anfractuosidades que arrojaba un hallazgo esperado; pero había más. El estudio mos-
entre las crestas montañosas, que son las circunvoluciones. La evo- traba también que este proceso no era uniforme, sino que era espe-
lución del cerebro de los mamíferos es notable por su progresiva fi- cialmente pronunciado en las regiones parietal y occipital del he-
surización, por el cada vez más intrincado y complejo paisaje de misferio derecho. En cambio, los surcos del hemisferio izquierdo
surcos y circunvoluciones dispuestos en una configuración casi rít- mostraban cambios menos importantes con la edad.
mica. Las presiones evolutivas que explican este desarrollo proba- Me dirigí a otro estudio sobre el envejecimiento del cerebro rea-
blemente tengan que ver con el crecimiento del área superficial del lizado con técnicas de RM. Los autores del estudio venían de Aus-
manto cortical. Con al aumento del tamaño del cerebro a lo largo de tralia, uno de mis lugares favoritos, así que estaba encantado de ver
la evolución de los mamíferos, un cerebro «liso» hubiera necesita- su trabajo representado en el congreso. El estudio se centraba en la
270 La paradoja de la sabiduría Los días perros del verano 271

ínsula, una región filogenéticamente antigua (<<paleocortical» en ferio izquierdo. En el hemisferio derecho, la disminución de la
lugar de «neocortical») oculta en las profundidades de un cañón materia gris ya es evidente durante la cuarta década de la vida y
formado por los lóbulos frontal, temporal y parietal. La función de afecta a varias estructuras durante la quinta década. En el hemis-
la ínsula sigue estando envuelta en el misterio, hasta el punto que ferio izquierdo, la disminución apenas comienza durante la quin-
en muchos libros de texto de neuroanatomía y neurociencia la ín- ta década.
sula destaca por su ausencia. Tradicionalmente, la ínsula se ha im- Otro panel se ocupaba del envejecimiento y la depresión. Las
plicado en el proceso de integración de los sentidos del olfato y el medidas realizadas con RM en individuos ancianos aquejados de
tacto, pero su localización estratégica y su riqueza de conexiones depresión mostraba una reducción del tamaño de los lóbulos fron-
sugieren que su función es mucho más compleja, quizá relacionada tales y del hipocampo derecho (pero no del izquierdo), una estruc-
con la integración de la información sobre el cuerpo y el estado in- tura estrechamente relacionada con la memoria, aunque no un lugar
terno del organismo, probablemente en interacción con la informa- de almacenamiento de recuerdos.
ción sobre el mundo exterior. El panel australiano revelaba que la Seguí caminando y encontré un panel con un curioso título que
cantidad de materia gris de la ínsula del hemisferio izquierdo no hablaba de la edad, el sexo, la lateralidad y el volumen cerebral. El
cambiaba de manera notable con la edad, mientras que la del he- estudio se había realizado en la Universidad de California en Los
misferio derecho disminuía notablemente. Ángeles (UCLA), en uno de los centros de neuroimagen más reco-
El siguiente panel que captó ni atención venía de Japón. Se nocidos del mundo. Se centraba en los jóvenes, y revelaba que ya a
trataba de un estudio del envejecimiento del cerebro de los hom- la relativamente temprana edad de entre 18 y 30 años se producía
bres realizado con técnicas de RM y que intentaba extraer infor- algo de pérdida de materia gris. Los autores no decían nada sobre
mación de la morfometría de los vóxeles. El «vóxel»* es a la neu- las diferencias entre los hemisferios, pero cuando examiné las ci-
roimagen lo que el «píxel» es a la pantalla de televisión, es decir, fras presentadas en el panel, me llevé la impresión de que la dismi-
la unidad mínima de análisis espacial. La disponibilidad de estas nución era mayor, bien que muy ligeramente, en el hemisferio de-
unidades permite realizar todo tipo de análisis cuantitativos a par- recho que en el hemisferio izquierdo.
tir los datos de neuroimagen del cerebro. Se puede, por ejemplo,
contar el número de vóxeles visibles en la imagen de una estruc-
tura cerebral concreta y expresar su tamaño mediante un número. El férreo flanco izquierdo
Esto es precisamente lo que habían hecho los científicos japone-
ses, que comparaban el tamaño de diversas estructuras cerebrales Cinco de los estudios presentados en el congreso revelaban una ma-
durante la cuarta, quinta y sexta década de la vida. La disminu- yor atrofia en el hemisferio derecho que en el hemisferio izquierdo
ción del tamaño con la edad es evidente en varias estructuras neu- durante el envejecimiento, mientras que sólo uno mostraba la ten-
rales, y comienza antes en el hemisferio derecho que en el hemis- dencia opuesta. ¿Cómo podemos explicar esta disparidad en el de-
terioro? Ya sabemos que con la edad el hemisferio izquierdo asume
un papel cada vez más importante en nuestra vida mental, mientras
* Voxel es contracción del inglés «volume pixel» (píxel volumétrico), donde
pixel es a su vez contracción de «picture element» (elemento, o unidad mínima,
que la contribución del hemisferio derecho va disminuyendo. ¿Es
de un imagen). (N. del t.) posible que la diferencia en el uso cause la disparidad en el dete-
272 La paradoja de la sabiduría Los días perros del verano 273

rioro de tal manera que un mayor uso equivalga a un menor des- ra sido de 0,5 elevado a 4, que equivale a 0,0625, un número to-
gaste? (La relación entre el uso neuronal y la protección neuronal davía bastante pequeño.)
se discutirá en el próximo capítulo.) La convención estadística más ampliamente aceptada por los
Antes de precipitamos a extraer conclusiones, seamos comedi- científicos dicta que todo evento con una probabilidad de producir-
dos y hagamos unos pocos cálculos. Utilizaremos la llamada distri- se por azar inferior a 0,05 (5 en 100) puede aceptarse como un
bución binominal, la misma distribución estadística que se utiliza evento que no se debe al azar, sino que refleja una genuina regula-
para calcular la probabilidad de un resultado cuando se tira una mo- ridad. Por tanto, con arreglo a esta «regla dorada», mi observación,
neda. Acudí al congreso con una hipótesis precisa, que la atrofia ce- extraída del análisis de los paneles presentados en el congreso so-
rebral asociada al envejecimiento era asimétrica y afectaba al he- bre cartografía del cerebro, tiene una probabilidad extremadamen-
misferio derecho más que al hemisferio izquierdo. Tomé la te baja de ser resultado del azar. 0, al contrario, es extremadamente
determinación de asistir a todas y cada una de las sesiones de pane- probable que refleje un fenómeno cerebral genuino.
les y de examinar, aunque fuera por encima, todos los paneles pre- La idea de que el hemisferio derecho envejece más rápido que
sentados en el congreso. Estoy seguro de que mi muestreo de los el hemisferio izquierdo se viene barajando desde hace algún tiem-
paneles no reflejaba ningún sesgo particular. Si descartamos los es- po, pero no había datos sólidos que lo apoyaran. La suposición se
tudios que no estaban relacionados con la atrofia o que no la com- basaba sobre todo en los cambios que se producían con la edad en
paraban en las dos mitades del cerebro, o que mostraban en ambas la puntuación de tests neuropsicológicos. Pero la interpretación
un grado parecido de atrofia, quedaban exactamente cinco estudios neuroanatómica de estos cambios era en el mejor de los casos dé-
que mostraban un grado asimétrico de atrofia. Son los que han que- bil. Se sabía, por ejemplo, que en la escala de inteligencia de
dado resumidos en la sección anterior. Wechsler para adultos (WAIS), el cociente intelectual manipulativo
La probabilidad de que por azar la atrofia detectada en el pri- (CIM) disminuye más rápidamente con la edad que el CI verbal
mero de estos estudios fuera mayor en el lado derecho que en el (CIV). Sin embargo, la suposición común según la cual el CIV re-
izquierdo es de 0,5. La probabilidad de obtener ese resultado por fleja la capacidad funcional del hemisferio izquierdo y el CIM
azar en cada uno de los otros estudios es también de 0,5. Por tan- refleja la capacidad funcional del hemisferio derecho es evidente-
/ • 1
to, la probabilidad de que, de forma aleatoria, los cinco estudios mente erronea por vanas razones.
detecten más atrofia en el hemisferio derecho que en el izquierdo,
y que ni un solo estudio encuentre el resultado opuesto, es de 0,5 ele- 1. Entre las razones se incluyen las siguientes: (1) Los subtests WAIS utili-
vado a 5. Esto equivale a 0,03125, un número muy pequeño, poco zados para medir el CIM es cronometrado, pero no los subtests utilizados para me-
más de 3 en 300. (En beneficio de los lectores con una inclinación dir el CIV Como la velocidad de las operaciones mentales y físicas disminuye
con la edad, los dos grupos de subtests se ven afectados de forma distinta. (2) La
pedante por las matemáticas, debo precisar que este cálculo refle-
mayoría de los subtests del CIV dependen en gran medida del trasfondo educati-
ja el hecho de que poseía una hipótesis a priori muy específica: vo y cultural, mientras que la mayoría de los subtests del CIM están relativamen-
mayor atrofia en el hemisferio derecho que en el hemisferio iz- te libres de la influencia de la cultura y la educación. Por tanto, los antecedentes
quierdo. De no tener una hipótesis tan específica, la probabilidad culturales y educativos de la persona afectan de manera desigual al rendimiento
de que los cinco estudios mostraran la misma dirección de asime- en estos subtests y de un modo que no tiene nada que ver con la integridad física
tría, ya sea a la izquierda, ya a la derecha, por simple azar hubie- de su cerebro. Y así otras razones.
274 La paradoja de la sabiduría

Así pues, pese a las numerosas afirmaciones de lo contrario, las ----------14----------


diferentes tasas de deterioro del CIV y del CIM con la edad nos di-
cen muy poco sobre el destino de los dos hemisferios durante el en-
vejecimiento. Otros intentos de usar observaciones neuropsicológi-
cas para trazar las tasas de deterioro de los dos hemisferios con la Use el cerebro y sáquele más partido
edad son igualmente arbitrarios o erróneos. Pero por fin dispone-
mos, gracias a las técnicas de neuroimagen, de observaciones di-
rectas que ponen de manifiesto que el hemisferio derecho se dete-
riora más rápidamente que el hemisferio izquierdo. 0, por dar una
interpretación más positiva de los datos, disponemos de evidencias
directas de que el hemisferio izquierdo resiste los efectos del dete-
rioro relacionado con la edad mejor que el hemisferio derecho.
Nuevos indicios de nuevas neuronas

qué se debe que durante el envejecimiento el hemisferio


¿A derecho se deteriore más rápidamente que el izquierdo?
¿Qué protege al hemisferio izquierdo frente al deterioro, convir-
tiéndolo en un especie «perenne» a través de todas las estaciones de
la mente? ¿Cuál es la base biológica de esta misteriosa disparidad
entre las dos mitades del cerebro? ¿Acaso es posible que, a medida
que envejece, el cerebro se vaya renovando y que ese proceso de re-
novación sea, por alguna razón, más vigoroso en el hemisferio iz-
quierdo que en el derecho? Necesitado de ayuda para responder a
estas preguntas, volví a la sala de convenciones y seguí caminando
por los pasillos en busca de datos que me permitieran contrastar mi
otra conjetura.
«Úsalo o lo perderás» (Use it or lose it) es un conocido adagio
anglosajón que se aplica con frecuencia en el mundo del deporte
pero que últimamente ha encontrado un significado nuevo en la
ciencia del cerebro. Durante la última década se han realizado des-
cubrimientos espectaculares que han cambiado nuestras suposicio-
nes básicas sobre lo que le ocurre al cerebro durante la vida y que
han echado por tierra algunas de las creencias más sacrosantas de la
neurociencia. Hace tan sólo un par de décadas se creía que el ser
276 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 277

humano nacía con un conjunto fijo de células nerviosas en el cere- so normal de envejecimiento, la pérdida neuronal parece producir-
bro (neuronas), y que poco a poco, a medida que se envejecía, las se tanto en la neocorteza, donde se guardan los recuerdos genéricos
neuronas iban muriendo sin posibilidad de reposición. Cuando era que permiten el reconocimiento de patrones, como en ciertas es-
estudiante de doctorado en la Universidad de Moscú, en Rusia, hace tructuras subcorticales y alrededor de los ventrículos, las cavidades
muchos años, solía referirme a esta suposición (ideológicamente ag- del interior del cerebro, llenas de fluido cerebro-espinal. Como es
nóstica y aceptada a ambos lados del telón de acero), en broma y con evidente que la neocorteza no se salva totalmente, la única explica-
escepticismo, como el principio NNN: «¡Nuevas neuronas no!». ción de cómo logramos resistir la pérdida neuronal neocortical sin
Los neurocientíficos reconocían que el principio NNN diferen- perder conocimiento esencial acumulado con anterioridad es supo-
ciaba radicalmente al cerebro del resto del cuerpo humano, ya que niendo que nuestros recuerdos, especialmente los recuerdos gené-
la mayoría de los órganos tienen alguna capacidad de renovación. ricos, se almacenan con un alto nivel de redundancia. Esta redun-
Los neurocientíficos reconocían además que el principio NNN no dancia queda reflejada, entre otras cosas, en la «expansión de
era universal, pues desde hace muchos años se sabe que el cerebro patrones» que se ha discutido en capítulos anteriores.
de muchas especies de aves y de ratas tiene capacidad de regenera- El axioma NNN, que durante décadas parecía inexpugnable,
ción. por fin se volvió indefendible gracias a los trabajos de Elizabeth
Durante años, un puñado de científicos iconoclastas como Fer- Gould y otros, que han demostrado la existencia de proliferación
nando Nottebohm y Joseph Altman intentaron llamar la atención neuronal continua en varias especies de mono. Los monos son de-
de la comunidad neurobiológica hacia esos hallazgos de la investi- masiado cercanos a los humanos como para tildar de irrelevantes
gación con animales y sus implicaciones para muchas terapias hu- estos hallazgos. Además, los hallazgos sobre los monos son espe-
manas. Pero sus esfuerzos caían en saco roto, tachados de irrele- cialmente interesantes porque revelan la proliferación de neuronas
vantes para el cerebro humano. Se creía que los humanos eran en la corteza de asociación heteromodal de los lóbulos frontal, tem-
distintos, que la incapacidad de regenerar las neuronas era el precio poral y parietal. Se pudo poner de manifiesto también el crecimien-
que teníamos que pagar a cambio del privilegio de conservar las an- to continuo de neuronas durante toda la vida en el hipocampo. To-
tiguas neuronas, las neuronas que codificaban nuestro conocimien- das estas partes del cerebro son especialmente importantes para la
to adquirido, nuestros recuerdos, nuestro propio yo. cognición compleja, y son particularmente vulnerables tanto du-
Visto por encima, esto sonaba a ejercicio plausible de «neurote- rante el envejecimiento normal como en diversas formas de de-
leología», puesto que, como ya hemos establecido con toda clari- mencia, entre ellas la enfermedad de Alzheimer. En potencia, estos
dad, los humanos dependemos del conocimiento previamente acu- hallazgos sobre la proliferación neuronal durante toda la vida en la
mulado o aprendido mucho más que cualquier otra especie. Pero si neocorteza y otras partes del cerebro (entre ellas el hipocampo, tan
se examina más a fondo, el argumento no se aguanta porque, nos importante para la formación de nuevos recuerdos) abren la puerta
guste o no, a lo largo de la vida vamos perdiendo neuronas. Los a un amplio abanico de terapias en los humanos.
neurólogos y los neuropsicólogos saben muy bien que incluso en Hoy sabemos que la antigua premisa de «¡Neuronas nuevas
personas totalmente sanas las imágenes de TAC o RM del cerebro no!» es sencillamente falsa. Constantemente y durante toda la vida,
muestran un aspecto distinto a distintas edades, lo que indica cier- incluso cuando envejecemos, se desarrollan nuevas neuronas a par-
to grado de pérdida neuronal. Como ya sabemos, durante el proce- tir de las células madre. Por consiguiente, nuestro cerebro posee la
278 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 279

capacidad de regenerarse y rejuvenecerse. En contra de creencias lar- bliografía neurocientífica. Más aún, la proliferación de nuevas neuro-
gamente sostenidas, las neuronas no paran su desarrollo en la in- nas no se produce únicamente en los cerebros sanos sino también en
fancia, sino que siguen creciendo durante toda la vida, en la edad los de pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer. Hallazgos
adulta e incluso en la edad avanzada. como éstos dan nueva vida al adagio «úsalo o lo perderás». Uno se
Además, y esto es especialmente importante, disponemos de indi- siente tentado a parafrasearlo y decir «úsalo y sácale más partido».
cios cada vez más firmes que apuntan a que la tasa de desarrollo de La idea de que las actividades mentales puedan llegar a cambiar
nuevas neuronas podría estar influenciada por las actividades cogniti- el cerebro está ganando apoyo en las comunidades científica y bio-
vas de un modo no demasiado distinto a como el crecimiento del múscu- médica. Buena parte del trabajo más reciente sobre este tema ha
lo se ve influido por el ejercicio físico. Esto se ha demostrado con es- sido objeto de revisión en un excelente libro de Jeffrey Schwartz y
pecial claridad en experimentos realizados en el Instituto Salk, uno de Sharon Begley, The mind and the brain. Pero, ¿qué es exactamente
los centros de investigación biomédica más prestigiosos del mundo. lo que ocurre en el cerebro humano como consecuencia de una ac-
Lo que se observó fue que la tasa de desarrollo de nuevas neuronas era tividad mental vigorosa? Si se me hubiese formulado esta pregunta
mucho mayor (hasta un 15 por 100 más) en ratas inmersas en un am- hace una década, hubiera dicho que las conexiones entre las neuro-
biente lleno de juguetes, ruedas, túneles y otros «rompecocos» para nas se hacen más fuertes y más numerosas. Esto implicaría un cre-
ratas, que en ratas ociosas abandonadas a sus propios juegos. Las ra- cimiento más vigoroso de dendritas y sinapsis, así como el desa-
tas del entorno enriquecido también sacaban ventaja en diversos tests rrollo de sitios adicionales para receptores, los lugares a los que se
de inteligencia para roedores. La proliferación neuronal desencade- unen las moléculas neurotransmisoras. Hubiera dicho también que
nada por el ejercicio cognitivo era especialmente pronunciada en el proliferan los pequeños capilares que aportan sangre (y con ella
hipocampo, un hallazgo de enorme relevancia porque, como hemos oxígeno) a las diferentes partes del cerebro.
visto, el hipocampo reviste una especial importancia para la memoria Hoy todavía diría todas estas cosas, pero durante la última dé-
y es una de las estructuras cerebrales más afectadas durante los esta- cada se han producido descubrimientos sorprendentes sobre la
dos iniciales de la enfermedad de Alzheimer. No es de extrañar, en- plasticidad del cerebro y sobre cómo es moldeado por el entorno
tonces, que los niveles de sustancias químicas que estimulan el creci- durante toda la vida. Hemos descubierto esto gracias a investiga-
miento de nuevas neuronas en el cerebro aumenten también con el ciones con animales que han provocado una verdadera revolución
ejercicio. Así se demostró en el caso del factor neurotrófico derivado en nuestro modo de pensar sobre la vida del cerebro. Como ya sa-
del cerebro o BDNF (sus siglas en inglés). bemos, el ejercicio cognitivo aumenta la tasa de aparición de nue-
Aunque los primeros resultados se obtuvieron en animales, ya vas neuronas en un gran número de estructuras cerebrales, entre
comienzan a aparecer indicios directos de lo mismo en humanos , lo ellas la corteza prefrontal, una región del cerebro especialmente
que está causando una gran excitación en la comunidad científica y importante en los procesos complejos de toma de decisiones, y los
biomédica.
hipocampos, las estructuras con forma de caballito de mar que son
Otros hallazgos más recientes son realmente espectaculares. Se ha especialmente importantes para la memoria.
podido demostrar, por ejemplo, la aparición de nuevas neuronas en el Como todos los cerebros de mamífero funcionan sobre la base
hipocampo de adultos humanos, un descubrimiento que se debe al de los mismos principios neurobiológicos, es razonable suponer
científico sueco Peter Eriksson y que se cita con frecuencia en la bi- que el cerebro humano también es capaz de producir nuevas neuro-
280 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 281

nas durante toda su vida. Aun así, ¿tenemos pruebas directas de que Los hallazgos realizados sobre los taxistas son notables por va-
esto ocurra, y es posible aumentar la tasa de producción de nuevas rias razones. En primer lugar, revelan que una importante estructura
neuronas por medio de ejercicios cognitivos también en humanos? neuronal puede seguir creciendo durante la edad adulta. Más aún, y
Esta proposición hubiera resultado tan extravagante hace sólo una esto es especialmente importante, el crecimiento de esa estructura
década, y desde luego hace dos décadas, que probablemente hubie- neuronal parece ser estimulado por su uso. Más años en el trabajo
ra sentido entonces que la mera consideración de esta posibilidad implica por regla general una mayor edad, lo que a su vez sugiere una
era un insulto a mi inteligencia. ¡Hubiera estado equivocado! mayor atrofia de los hipocampos. Sin embargo, el estudio encuentra
La primera evidencia de que las estructuras cerebrales pueden que los taxistas mayores tienen hipocampos mayores gracias a su uso
realmente crecer, aumentar en tamaño como consecuencia de fac- frecuente en cierto tipo de actividad mental. Los efectos de una esti-
tores ambientales incluso a escala macroscópica, provino de un es- mulación cognitiva vigorosa parecen compensar y anular los efectos
tudio sobre ¡taxistas! El estudio es especialmente llamativo por su perjudiciales del envejecimiento, quizá en un grado notable.
simplicidad y valor explicativo. Lo que se observó fue que los hi- Aunque el ejercicio cognitivo estimula la proliferación de
pocampos eran especialmente grandes, más grandes que en la ma- nuevas neuronas en los hipocampos, otros factores pueden retar-
yoría de las personas, en los taxistas de Londres, cuyo trabajo los darla. La proliferación neuronal en el hipocampo adulto es un
obliga a memorizar muchos lugares y rutas complejas. Como los hi- proceso delicado pero al mismo tiempo resistente y elástico. Pue-
pocampos son tan importantes para la memoria, y como los taxistas de verse afectado negativamente, entre otras cosas, por la infla-
de una gran ciudad como Londres tienen que memorizar un núme- mación del cerebro, un síntoma frecuente en enfermedades tan
ro especialmente grande de lugares y rutas espaciales, fuerzan sus diversas como la enfermedad de Alzheimer, la demencia con
hipocampos, por así decirlo, más que otras personas, del mismo cuerpos de Lewy y el complejo demencia-SIDA. (Esto probable-
modo que un levantador de pesas fuerza sus músculos más que la mente se deba al efecto perturbador de la inflamación sobre las
mayoría de la gente. Además, cuanto más tiempo llevaban los ta- células madre del cerebro, las células «prefabricadas» que pueden
xistas en el trabajo, mayores eran sus hipocampos; el tamaño de sus diferenciarse en diversas neuronas específicas.) Pero cuando la
hipocampos era directamente proporcional al número de años que inflamación se reduce, se restablece la neurogénesis en el hipo-
llevaban en el trabajo. Esto sugiere una relación directa entre la campo adulto.
cantidad de cierto tipo de actividad cognitiva y el tamaño de una es- Una vez establecido que el ejercicio cognitivo induce el creci-
tructura neuronal implicada en esa actividad. J miento de nuevas neuronas, podemos planteamos la siguiente pre-
gunta: ¿hasta qué punto son específicos estos efectos? El cerebro es
un órgano diverso y heterogéneo. Distintas partes del cerebro se
l. Como vivo en Manhattan y no tengo coche, constantemente uso taxis y a
menudo me encuentro en la situación de tener que ayudar al taxista para que no
ocupan de funciones mentales distintas, y distintas actividades
se pierda, por lo que no soy demasiado optimista sobre la posibilidad de replicar mentales requieren la intervención de distintas partes del cerebro.
los hallazgos de Londres en Nueva York. Pero el Viejo Mundo es un lugar distin- Si el ejercicio mental, el uso del cerebro, estimula el crecimiento de
to, en el que conducir un taxi, o trabajar de camarero, se considera una profesión nuevas neuronas, entonces es bastante plausible que distintas for-
por derecho propio, más que una solución temporal entre una fracasada carrera de mas de actividad mental estimulen ese crecimiento en distintas par-
actor y un número de lotería premiado.
tes del cerebro.
282 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 283

Por ejemplo, ¿es el aumento de los hipocampos específico de la ciencia, así que el hallazgo sobre los taxistas fue recibido con
aquellas actividades que dependen de la memoria espacial, o es que cierta cautela.
ciertas estructuras cerebrales son sensibles a los efectos de cual- Podrá comprenderse entonces mi excitación cuando al cabo de
quier tipo de estimulación mental mientras que otras estructuras ce- unas pocas horas en el congreso sobre cartografía del cerebro di no
rebrales no lo son? ¿Cuál sería el efecto sobre el cerebro de otros ti- ya con uno, sino con dos hallazgos parecidos, ambos utilizando
pos de actividad mental que dependan de funciones cognitivas muy técnicas de RM. En concordancia con el espíritu internacional de la
distintas? Siguiendo con esta línea de razonamiento, si en los taxis- reunión, provenían de dos lugares muy distintos del mundo.
tas aumenta de tamaño los hipocampos, ¿es razonable esperar un au- El primer estudio, realizado en el Departamento Wellcome de
mento del lóbulo temporal izquierdo (el lóbulo del lenguaje) en los Imagen y Neurociencia del Instituto de Neurología de Londres, im-
escritores, de los lóbulos parietales (los lóbulos espaciales) en los ar- plicaba mediciones por RM del tamaño de la circunvolución angular,
quitectos, y de los lóbulos frontales (los lóbulos ejecutivos) en los un área cortical donde se encuentran los lóbulos temporal, parietal y
empresarios de éxito? ¿O acaso lo que ocurre es que ciertas estructu- occipital que forma parte de la corteza de asociación heteromodal
ras, posiblemente entre ellas los hipocampos, aumentan de tamaño y se ocupa de integrar las entradas de múltiples canales sensoriales:
en cualquier profesión que requiera ejercicio mental, independiente- visual, auditivo y táctil. La circunvolución angular del hemisferio
mente del tipo, pero no ocurre lo mismo con otras estructuras? izquierdo desempeña un papel excepcionalmente importante en el
Como los distintos tipos de ejercicio cognitivo requieren la ac- lenguaje, y en concreto en el procesamiento de varios constructos
tuación de partes distintas del cerebro, parece razonable pensar que relacionales: antes/después, encima/debajo, izquierda/derecha, voz
también estimularán la proliferación neuronal en distintas partes pasiva, caso posesivo, etcétera. Esto lo sabemos gracias a un gran nú-
del cerebro. Por tanto, la idea de que los efectos estimulantes de las mero de observaciones de lo que ocurre cuando la circunvolución an-
actividades cognitivas sobre el cerebro son, al menos en cierto gra- gular izquierda se ve afectada por una lesión cerebral, por ejemplo
do, específicas no es del todo extravagante. De hecho, cuanto más por embolia o por herida de bala. Las lesiones en esta parte del cere-
se piensa sobre ello, más plausible parece. Pero plausible o no, bro producen graves deficiencias en el lenguaje, una forma de afasia
¿disponemos de evidencia directa de que ocurra así? de un tipo característico. La circunvolución angular es una de las par-
tes del cerebro que ha recibido una mayor atención por parte de los
investigadores, y sus funciones han sido descritas en numerosos ar-
El cerebro bilingüe y la mente de los músicos tículos científicos y libros, entre los que se incluye la monografía clá-
sica de mi mentor Aleksander Luria, Traumatic Aphasia.
Por espectacular que fuera el hallazgo sobre los taxistas londinen- El autor del estudio de Wellcome, un joven que se movía con
ses, durante un tiempo fue único. y un solo estudio no basta, preci- inquietud ante su panel, se ofreció a explicármelo, y a los pocos se-
samente por la naturaleza espectacular del hallazgo. Cuanto más gundos estábamos enfrascados en una animada conversación. Re-
ambiciosa sea una proposición científica y más profundas sus im- sulta que la circunvolución angular izquierda contiene una cantidad
plicaciones, más exigente es el nivel exigido por la comunidad significativamente mayor de materia gris en las personas bilingües
científica para su aceptación y más rigurosas son las pruebas nece- (que hablan con fluidez dos idiomas) que en las monolingües (que
sarias para demostrarla. Ésta es una de las reglas más invioladas de sólo tienen fluidez en un idioma). Además, la materia blanca sub-
284 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 285

yacente se caracteriza por una mayor densidad. En lenguaje llano, tre neuronas. Cuanto más densa sea la matriz de estas vías, mayor
esto quiere decir que hay más neuronas y más conexiones en el he- será la capacidad funcional de la red neuronal. Más aún, los indivi-
misferio izquierdo de los individuos que dominan dos lenguas que duos bilingües parecen tener una mayor densidad de materia blanca
en el de las personas que sólo hablan una lengua. que los monolingües no sólo en el hemisferio izquierdo sino tam-
Como soy bilingüe (de hecho trilingüe, pero tampoco conviene bién en el hemisferio derecho. Esto sugiere que el hemisferio dere-
forzar las conclusiones) me felicité por poseer una circunvolución cho desempeña un papel en el aprendizaje de una segunda lengua, lo
angular izquierda grande y comencé a pensar en el significado del que concuerda con los estudios de neuroimagen funcional del bilin-
estudio. La materia gris consiste en neuronas y en las conexiones güismo comentados con anterioridad en este libro.
cortas y locales que se establecen entre ellas. El hallazgo sugiere El estudio que nos ocupa es realmente una joya, entre otras ra-
que una actividad cognitiva adicional desencadena un aumento del zones porque considera tanto el bilingüismo temprano (la adquisi-
número de neuronas de las regiones corticales que realizan el tra- ción de una segunda lengua durante la infancia) como el bilingüis-
bajo. Sugiere además que la actividad cognitiva adicional estimula mo tardío (la adquisición de una segunda lengua más tarde en la
el crecimiento de conexiones cortas y locales entre las neuronas. vida). En ambos grupos de bilingües se observó un aumento de
Las neuronas no nacen allí donde realizan su función, sino que la materia gris del hemisferio izquierdo en comparación con los in-
se fabrican en las paredes de los ventrículos laterales a partir de cé- dividuos monolingües. Esto significa que los efectos positivos que
lulas madre no diferenciadas. Cuando las células madre se diferen- sobre el cerebro tiene la actividad cognitiva no se limitan a la ju-
cian en tipos específicos de células nerviosas, migran hasta su des- ventud, sino que se prolongan hasta mucho más tarde en la vida.
tino en distintas partes del cerebro, incluida la neocorteza, que se El siguiente estudio comparaba el tamaño de un área cortical
encuentra lejos (a la escala del espacio cerebral) de su lugar de na- conocida como la circunvolución de Heschl entre músicos profe-
cimiento. Así pues, podemos pensar que el tráfico de la migración sionales y no músicos (la categoría a la que pertenecemos la mayo-
neuronal está regulado, al menos hasta cierto punto, por la activi- ría). Esta área cortical es crítica para el procesamiento del sonido y,
dad cognitiva, que determina no sólo cuántas nuevas neuronas tie- como ya se habrán imaginado, los autores del estudio encontraron
nen que fabricarse sino también adónde tienen que ir. que la circunvolución de Heschl era el doble de grande en los mú-
Pero la historia no se acaba aquí. Los individuos bilingües no sicos que en las personas que no son músicos. Además, cuanto ma-
sólo tienen más materia gris en la circunvolución angular izquierda yor era la intensidad de la práctica de la música durante los últimos
que los monolingües, sino que también tienen una mayor densidad diez años, mayor era el tamaño de la circunvolución de Heschl.
de materia blanca en el hemisferio izquierdo. La materia blanca Otra vez era clara y evidente la relación entre la activación cogniti-
consiste en largas vías mielinizadas que se encargan de conectar re- va y las regiones específicas del cerebro.
giones corticales distantes. Por tanto, parece que una actividad cog- Unos pocos meses más tarde, la revista científica Nature, una de
nitiva adicional estimula también el crecimiento de las vías de larga las más prestigiosas del mundo, publicaba un estudio sobre cambios
distancia. Esto no es menos importante que el número de neuronas, en el cerebro de malabaristas analizados por medio de RM. En este
ya que las funciones complejas del cerebro surgen de múltiples in- caso se habían seleccionado una serie de voluntarios sanos, sin expe-
teracciones entre un gran número de neuronas, tanto cercanas como riencia previa de malabarismo, y se los había entrenado durante tres
lejanas entre sí, y estas interacciones están mediadas por las vías en- meses en un juego malabar con tres bolas. Gracias a este entrena-
286 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 287

miento, los voluntarios habían logrado mantener las bolas en el aire Envejecimiento, hemisferios y demencia
durante al menos sesenta segundos. Cuando se compararon las imá-
genes de RM del cerebro de antes y después del entrenamiento, se ob- Queda claro que al realizar actividades mentales vigorosas cambia-
servó que la cantidad de materia gris habían aumentado en los lóbulos mos el cerebro hasta el punto que ciertas regiones cerebrales pueden
temporales de ambos hemisferios y en lóbulo parietal del hemisferio incluso aumentar de tamaño. La pregunta ahora es: ¿qué regiones?
izquierdo. Al interrumpir la práctica, el efecto desapareció gradual- La relación entre la naturaleza de las actividades mentales de
mente y se fue perdiendo la materia gris que se había ganado en los ló- taxistas, personas bilingües, músicos y malabaristas, y las estructu-
bulos parietal y temporal. Esta pérdida era ya evidente en la tercera ras cerebrales afectadas por las actividades descritas en estos estu-
imagen de RM, registrada tres meses después de abandonar la prácti- dios parece ser marcadamente específica. Para acabar de disipar
ca del juego. Así pues, el estudio logró demostrar el efecto de la prác- cualquier duda sobre la especificidad de los efectos de la estimula-
tica de una habilidad sobre la proliferación neuronal en partes muy espe- ción cognitiva sobre el cerebro, sería necesario realizar estudios de
cíficas del cerebro durante un período relativamente corto de tiempo. neuroimagen con controles rigurosos. Por «controles» me refiero a
Un abogado del diablo diría que los músicos se hacen músicos la toma de medidas en otras estructuras cerebrales que no partici-
porque nacen con una circunvolución de Heschl más grande, que pen en absoluto, o como mucho mínimamente, en las actividades
los dota de un mayor talento musical. ¿Y no podría ser que entre los cognitivas utilizadas en la estimulación del cerebro. Habría que de-
taxistas se produce una selección natural de tal manera que las per- mostrar entonces de manera meticulosa que estas estructuras cere-
sonas que nacen con hipocampos más grandes encuentran el traba- brales de control no aumentan de tamaño, que sólo lo hacen las es-
jo más agradable porque tienen más memoria para las rutas com- tructuras cerebrales directamente implicadas en las actividades
plejas? ¿Y no podría ocurrir también que las personas que nacen cognitivas. Con todo, los hallazgos comentados en la sección ante-
con una circunvolución angular izquierda grande tienen una mayor rior de este capítulo constituyen un buen principio. 2
aptitud natural para los lenguajes y tienden a aprender más idio-
mas? Aunque la biología es una parte muy importante de nuestro 2. A veces los hallazgos negativos son tan importantes como los positi-
destino, el «imperativo del destino» no lo explica todo. No puede vos, especialmente cuando los primeros ayudan a clarificar los segundos. Se
explicar, por ejemplo, por qué el tamaño de los hipocampos, de la sabe desde hace algún tiempo que las células madre neuronales recubren los
circunvolución de Heschl y de otras partes del cerebro está positi- ventrículos laterales del cerebro. En los roedores, estas células prefabricadas
migran desde allí hasta los bulbos olfativos, que se encuentran en la base de los
vamente correlacionado con la cantidad de tiempo ocupado en la lóbulos frontales (por pequeños que éstos sean en los roedores), y este proce-
práctica de ciertas habilidades cognitivas. Y desde luego no puede so se prolonga durante toda la vida del animal. No ocurre así en los humanos.
explicar el efecto, rápido y reversible, que sobre el cerebro tiene la Un grupo de científicos estadounidenses y españoles ha descubierto que, igual
práctica de un juego malabar. Estas correlaciones indican que den- que ocurre en los roedores, en los humanos las células madre también nacen de
tro de la biología hay mucho espacio de maniobra, que la biología forma continua en las paredes de los ventrÍCulos laterales, incluso durante la
establece un rango de expresiones (y no una constante fija) para edad adulta. Pero a diferencia de los roedores, en el cerebro humano las célu-
las madre no migran hasta los bulbos olfatorios. <<Inmigración denegada», con-
cada habilidad y que el lugar exacto donde acabemos situándonos cluyó Pasko Rakic, de la Universidad de Yale, uno de los neurocientíficos más
dentro de este rango depende de nosotros, de lo que hagamos con destacados del mundo y un escéptico de la plasticidad neuronal en el cerebro
nuestro cerebro y con nosotros mismos. humano adulto.
Use el cerebro y sáquele más partido 289
288 La paradoja de la sabiduría
gún efecto invariable más allá de las diferencias? ¿Hay algún tema
Parémonos un momento a pensar en las implicaciones de estos
común entre los que dominan los efectos de las actividades menta-
estudios para la vida real. La mayoría de nosotros, de hecho todos
les en la estimulación del cerebro, que emerja por encima del mar
nosotros, ejercita ciertas facultades mentales más que otras en vir-
de diferencias individuales que dicta la diversidad de nuestra edu-
tud de nuestro trabajo o de nuestras aficiones. Éste es un hecho ge-
cación, trabajo y experiencia?
neralizado, universal de la vida. Los efectos del aprendizaje de mú-
Bienvenidos, una vez más, a los dos hemisferios cerebrales. Ya
sica, de lenguajes, de rutas complejas o de juegos malabares, sobre
sabemos que la mayoría de las habilidades cognitivas están contro-
el cerebro son sólo ejemplos particulares de un fenómeno profun-
ladas por el hemisferio derecho durante las primeras fases del
damente general. En la medida en que los efectos de las actividades
aprendizaje, pero que pasan a ser controladas por el hemisferio iz-
mentales para la estimulación del cerebro sean en algún grado es-
quierdo una vez se alcanza cierto nivel de pericia. Esto quiere decir
pecíficos, como parece que son, cabe pensar que beneficiarán a es-
que al ir acumulando experiencia, dependemos cada vez más del
tructuras cerebrales distintas en distintas personas. Pero, ¿hay al-
hemisferio izquierdo para una gran variedad de habilidades y acti-
vidades mentales, que serán distintas para cada individuo. Todo in-
Pero, ¿significa este hallazgo negativo que las células madre no migran a ningún dica que, a medida que avanzamos en la vida, las estructuras cere-
lugar del cerebro humano? Al afirmar que los humanos difieren de otros mamíferos brales albergadas por el hemisferio izquierdo pasan a ser utilizadas
en cuanto a la neurogénesis en adultos, los escépticos invocan el argumento de que
con más frecuencia en comparación con las estructuras cerebrales
el cerebro humano sale ganando si conserva circuitos neuronales en lugar de modi-
ficarlos, ya que depende del conocimiento acumulado con anterioridad en mayor
albergadas por el hemisferio derecho. Por consiguiente, el hemisfe-
grado que otras especies. Pero por cierto que sea esto último (y lo es), no es menos rio izquierdo se convierte en el principal beneficiario de los efectos
cierto que constantemente adquirimos nueva información y que actualizamos incan- positivos de las actividades mentales, con independencia de su na-
sablemente nuestro conocimiento, y que las distintas partes del cerebro participan en turaleza específica. (Naturalmente, esta conclusión se basa en la su-
estos procesos de manera desigual. Supongamos que el destino de la migración de posición de que los efectos de las actividades mentales para esti-
las células madre desde su lugar de nacimiento en las paredes de los ventrículos la-
mulación del cerebro son al menos en cierto grado específicos, y
terales dependiera del nivel de actividad neuronal en las áreas de destino, de tal ma-
nera que las células madre fueran de algún modo atraídas hacia los lugares donde son
tenemos fuertes indicios para creer que así es.) Si tenemos esto en
más necesitadas. En ese caso, el principio general que gobernaría la migración de cé- cuenta, no debe sorprender que los efectos positivos de la práctica
lulas neuronales en el cerebro adulto se expresaría de forma muy distinta en especies de actividades tan diversas como el lenguaje o el malabarismo se
distintas, puesto que éstas dependen para su supervivencia de estructuras cerebrales aprecien con mayor intensidad en el hemisferio izquierdo.
diferentes. De ser así, no habría razón alguna para esperar que en los humanos las cé- Al acabar el congreso sobre cartografía del cerebro, me quedé
lulas acabarán en los bulbos olfativos, ya que los humanos dependemos menos del
con la impresión (en parte de autocomplacencia, pero merecida) de
olfato, salvo que uno sea un catador de vinos o un creador de perfumes. Tendría mu-
cho más sentido esperar que la corteza visual, o la auditiva o la de asociación com-
que había logrado ver un importante trozo del bosque más allá de los
pleja fuesen imanes más probables para las corrientes de migración de células madre árboles. El mensaje que me llevé del congreso era, de hecho, dos men-
en el cerebro humano adulto. La diferencia entre las especies de mamíferos quizá ra- sajes en uno:
dique menos en el grado de migración de células madre que en sus destinos neuro- «El hemisferio derecho se deteriora más que el hemisferio iz-
nales. La «inmigración regulada por la demanda de mano de obra» podría ser una quierdo durante el envejecimiento.
imagen más precisa para describir los procesos de migración de células madre en el
»A medida que avanzamos en la vida, el hemisferio izquierdo
cerebro de los mamíferos, incluido el cerebro humano adulto.
290 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 291
se beneficia cada vez más que el hemisferio derecho del ejercicio tación espacial o las funciones ejecutivas. Varios neurólogos, entre
mental». ellos los más destacados expertos en demencias, han estimado que
los primeros síntomas de deterioro cognitivo conciernen a la me-
Aunque estas dos premisas no constituyan parte de un silogis- moria en hasta un 70 por 100 de las personas a las que finalmente
mo aristotélico formal, sí sugieren la siguiente conclusión: se diagnostica demencia de tipo Alzheimer. Pero en al menos un 30
por 100 de esas personas (una gran minoría) la degradación de la
«El hemisferio izquierdo tiene una mayor capacidad para resis- memoria viene precedida por el deterioro de otras funciones, como
tir los efectos del deterioro provocado por la edad porque, a medi- el lenguaje, la orientación espacial o las funciones ejecutivas, con
da que envejecemos, sigue siendo estimulado y fortalecido por las «cambios de la personalidad» que sugieren una enfermedad delló-
actividades cognitivas». bulo frontal.
Cuando se reconoció la diversidad de los primeros síntomas de
En capítulos anteriores hemos discutido el efecto protector de la la enfermedad de Alzheimer, comenzaron a emitirse hipótesis se-
educación frente a la demencia. Con el conocimiento de que dispo- gún las cuales la demencia de Alzheimer no sería una enfermedad,
nemos en la actualidad, podemos concluir con bastante confianza sino varias. Esta idea, popular en la década de 1980, se ha rechaza-
que este efecto se debe probablemente al hecho de que las personas do. Es más probable que la diversidad de los primeros síntomas de
mejor formadas tienen una mayor probabilidad de ganarse la vida demencia sea la otra cara de la moneda de la diversidad de los per-
con el cerebro que con el músculo, y que gracias ello se benefician files de protección neuronal que ofrece toda una vida dedicada a
más del efecto positivo para el cerebro de toda una vida dedicada a cierto tipo de actividad mental. Estos perfiles, como es evidente, di-
una actividad mental vigorosa. Al acercamos al final de este capí- fieren entre individuos dependiendo de la naturaleza de las activi-
tulo, podemos sentimos tentados de concluir que este efecto pro- dades que hayan desarrollado durante su vida. Algunas funciones
tector será más marcado en el hemisferio izquierdo que en el he- cognitivas se habrán ejercitado más (confiriendo neuroprotección a
misferio derecho. 3 ciertas partes del cerebro), mientras que otras funciones cognitivas
Los neurocientíficos que estudian las demencias se han sentido se habrán ejercitado menos (con la consiguiente pérdida de neuro-
siempre perplejos por las muchas caras que adopta la demencia en protección en otras partes del cerebro). Estas últimas estructuras
sus fases iniciales. Sus primeras manifestaciones son extraordina- cerebrales, que representan «grietas en la armadura» de la neuro-
riamente diversas en cualquier demencia, pero especialmente en la protección, variarán de una persona a otra. Ciertas historias vitales
enfermedad de Alzheimer. Es cierto que en la mayoría de estos pa- cognitivas ejercitan partes concretas del cerebro más que otras, y
cientes sus primeros síntomas tienen que ver con déficits de me- esto puede conferir neuroprotección (aunque parcial y temporal) a
moria, pero en un número significativo de pacientes son otras las las partes del cerebro ejercitadas frente a los estragos iniciales de la
funciones que se ven afectadas primero, como el lenguaje, la orien- demencia. Esto es sólo una hipótesis, pero una hipótesis intrigante.
Siguiendo esta lógica, las fases iniciales de demencia en un es-
3. Como se recordará, esto es cierto para las personas diestras y para la ma- critor tendrían una menor probabilidad de afectar al lenguaje que a
yoría de las zurdas, pero puede ser al contrario para una minoría de las personas los procesos espaciales. En un arquitecto, el progreso de la enfer-
zurdas (véase el capítulo diez).
medad seguiría un curso opuesto, y sucumbiría antes el lenguaje
292 La paradoja de la sabiduría Use el cerebro y sáquele más partido 293

que los procesos espaciales. En un ejecutivo que se ocupe de la pla- enfermedad de Alzheimer. ¿Cómo es esto posible? La explicación
nificación estratégica, los lóbulos frontales serían los que pondrían más lógica es que la neuroprotección conferida por toda una vida
más resistencia frente a los efectos del deterioro cerebral. En cam- de actividad mental (nuevas neuronas y nuevas conexiones entre
bio, en el proverbial taxista de Londres, la memoria sería la última ellas) bastaba para compensar los efectos de una afección cerebral
en caer, después del lenguaje y de las funciones ejecutivas. que de otro modo hubiera conducido a la demencia, y permitía que
Las estructuras cerebrales que se benefician de la neuroprotec- las monjas conservaran la claridad mental a pesar de presentar las
ción conferida por el ejercicio logran resistir durante más tiempo, marcas biológicas de la enfermedad.
quizá mucho más tiempo, el ataque del deterioro neurológico.
Existe en la actualidad un sólido (y creciente) conjunto de indicios
que sugieren que las personas mayores pueden mantenerse funcio-
nal y cognitivamente sanos pese a mostrar signos neuropatológicos
de la enfermedad de Alzheimer o de otras demencias. Robert Katz-
man y sus colaboradores del Colegio de Medicina Albert Einstein
de Nueva York y de la Universidad de California en San Diego, es-
tudiaron una muestra de este tipo de personas y hallaron que tenían
un cerebro más pesado y con más neuronas largas que los indivi-
duos que les servían de control. Es probable que el peso inusual-
mente grande del cerebro refleje un mayor número de neuronas lar-
gas y vías neuronales, lo que a su vez se debería a toda una vida de
vigor y ejercicio cognitivo. Esta posibilidad, que hace tan sólo una
década habría sido rechazada por fantástica, hoy encuentra apoyo
en observaciones como las realizadas sobre los taxistas londinen-
ses, las personas bilingües y los músicos profesionales.
Una investigación parecida, que he citado anteriormente, se re-
fiere a las tan estudiadas monjas de la Orden de la Enseñanza de
Notre Dame, en Minnesota (Estados Unidos). El estilo de vida
de estas monjas era notable por su riqueza y estimulación mental.
Las monjas son notables también por su longevidad y por su vigor
mental en la vejez. Daba la impresión de que se libraran de la en-
fermedad de Alzheimer. Sin embargo, cuando se examinó el cere-
bro de algunas de las monjas tras su muerte, se encontraron la ma-
rañas y placas características de la enfermedad de Alzheimer. Las
monjas habían logrado preservar sus facultades mentales pese a po-
seer en el cerebro las señales neuropatológicas inequívocas de la
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Refuerzo de patrones

Arte, deporte y el violín de Einstein

racias a los recientes descubrimientos científicos que indican


G que la actividad mental puede cambiar el cerebro, me he con-
vertido en un firme creyente en los méritos y valor del diseño siste-
mático y riguroso de este tipo de actividades. He sido uno de los
primeros y más activos proponentes de la idea de que al ofrecer a
las personas mayores una serie de actividades mentales vigorosas
se puede mejorar su resistencia frente al deterioro cerebral. Sobre
la base de esta idea, he desarrollado en la ciudad de Nueva York un
programa de ejercicios cognitivos que funciona con éxito y sigue
atrayendo a participantes en el momento en que escribo este libro.
Todo me hace pensar que nuestro programa de ejercicio cognitivo
(al que a menudo me refiero como programa de «refuerzo cogniti-
vo» o de «buena forma cognitiva») mantendrá su éxito y seguirá
atrayendo a participantes en el futuro.
Se sabe desde hace algún tiempo que la educación es un factor
protector frente al declive mental y la demencia, un hallazgo ines-
perado pero, en retrospectiva, de sentido común que fue realizado
por el famoso proyecto MacArthur, un estudio realizado entre va-
rios centros sobre las claves para el buen envejecimiento. La supo-
sición de base es que las personas con una sólida educación y for-
296 La paradoja de la sabiduría
Refuerzo de patrones 297
mación dedican su vida a actividades mentales más vigorosas que
en la actualidad, ir al último espectáculo de Broadway e ir al gim-
las personas con menor formación, a causa sobre todo de la natura-
nasio son dos actividades de rigor para todo neoyorquino que se
leza de su trabajo, y que esta vigorosa actividad pone en marcha to-
precie.
dos los mecanismos neuroprotectores comentados en los capítulos
El arte y el deporte son parte tan esencial de nuestra cultura que
anteriores. No hace falta un gran salto de imaginación para llegar a
los damos por sentado sin cuestionar su utilidad. En su libro The
la conclusión de que una serie de ejercicios cognitivos bien diseña-
mating mind, una de las obras más originales, provocadoras e irre-
dos y basados en firmes razonamientos neuropsicológicos puede
verentes que he leído en los últimos años, Geoffrey Miller aborda
ser incluso más efectiva a la hora de estimular la neuroprotección
estas cuestiones desde el punto de vista de su origen evolutivo. Pero
que el trabajo diario, a menudo poco sistemático y lleno de impre-
los orígenes evolutivos de un rasgo y su utilidad en la sociedad mo-
vistos, de cualquier profesional.
derna no son exactamente los mismos; de hecho, lo más probable
Cada vez que presento el concepto de refuerzo cognitivo a una
es que no lo sean. Así pues, ¿cuál es la utilidad del deporte y cuál
nueva audiencia, lo hago con convicción, pero no sin cierto nervio-
la utilidad del arte para nosotros en la actualidad?
sismo. En el fondo de mi timidez se encuentra menos la cuestión de
La utilidad del deporte parece intuitivamente clara. Aunque no
los indicios científicos aportados (que creo que son suficientes) que
cumple ningún propósito práctico específico, el ejercicio físico for-
una preocupación por el escepticismo. La idea de ejercitar la men-
talece el cuerpo, inculca disciplina y nos prepara para un conjunto
te puede parecerle a un lector escéptico algo extravagante, una con-
abierto de posibles desafíos físicos. El ejercicio físico también re-
cepción que no está anclada en algo probado y conocido. Pero yo
fuerza los sistemas vitales necesarios para la supervivencia, como
sostengo que los ejercicios mentales en su forma más pura se en-
el cardiovascular y el pulmonar. Por ello, aceptamos de forma in-
cuentran entre las formas más antiguas de actividad humana y que
tuitiva y habitual el deporte como un ingrediente útil para la vida,
todos realizamos actividades de este tipo durante nuestra vida. Para
pese a la ausencia de un objetivo práctico concreto. Los orígenes
argumentar este punto de vista necesitamos dirigir nuestra atención
del ejercicio físico posiblemente precedan a nuestra especie. Es ra-
a la misteriosa función del arte.
zonable pensar que los precursores del deporte, del ejercicio físico,
Hay dos pasatiempos fundamentales en la civilización humana
se encuentran en los jugueteos comunes en muchas especies de ma-
desde el principio de la historia, el deporte y el arte. Estas activida-
míferos.! Cuando a mi bullmastiff Brü le da uno de sus ataques de
des han ocupado un lugar central en prácticamente todas las cultu-
actividad, lo que suele ocurrir cada tarde, y comienza a correr de un
ras y a menudo van de la mano. Los antiguos minoicos bailaban
lado a otro del apartamento urgiéndome a que me una a su juego, o
con los toros (deporte y arte entrelazados), tal Gomo ilustran los
cuando intenta convencerme de que entable con él un combate
frescos de sus complejos y laberínticos templos de Cnosos y otros
amistoso del juego de la cuerda, debo suponer que estos comporta-
lugares de la isla de Creta. Los antiguos egipcios nos han dejado
papiros artísticamente decorados que contienen instrucciones deta- 1. El papel especial que desempeñan las endorfinas, las «hormonas del pla-
lladas sobre movimientos de lucha (una vez más, arte y deporte cer» liberadas tras un ejercicio físico vigoroso y que contribuyen a la sensación
entrelazados). Y, por supuesto, la antigua Grecia nos legó los ci- de bienestar, al «subidón de los corredores», queda fuera del ámbito de esta dis-
mientos tanto del lenguaje artístico occidental como de las compe- cusión. Baste con decir que la liberación de endorfinas tras un ejercicio vigoroso
podría haber evolucionado como un mecanismo de recompensa positivo para un
ticiones de atletismo organizadas (los Juegos Olímpicos). Incluso
esfuerzo físico por lo demás «inútii».
298 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 299

mientos desempeñan algún papel adaptativo en el esquema canino res de verdad, es decir, no son susceptibles de ser verdaderas o fal-
de las cosas. En su libro, Miller propone que las competiciones de- sas, del mismo modo que se pueden aplicar a los enunciados de la
portivas evolucionaron como una forma de demostrar el buen esta- ciencia. Además, a diferencia de la ciencia, el arte no se desarrolla
do físico ante el sexo opuesto. Se ha dicho también que el deporte siguiendo una progresión positiva claramente discemirle. (Pocas
canaliza los impulsos competitivos de los machos hacia conflictos personas discutirían la afirmación de que la ciencia del siglo xx es
ritualizados que no son ni violentos ni letales. Todas estas explica- más avanzada que la ciencia del siglo XIX, pero, ¿podríamos afirmar
ciones podrían ser parte de la historia evolutiva del deporte, pero de con igual convicción que el arte contemporáneo es más avanzado
ningún modo explicar su utilidad actual. Para empezar, no todos los que el arte del Renacimiento, y que este último es más avanza-
esfuerzos para hacer ejercicio son competitivos. Créanme cuando do que el arte de la antigua Grecia?)
les digo que cada vez que hago acopio de la suficiente voluntad Se ha intentado buscar los orígenes del arte también en rituales
como para subir hasta la piscina del club de deporte de mi edifi- religiosos. Pero aunque esto hubiera sido así en el pasado (lo que ya
cio (a sólo un piso de donde vivo, pero que pone a prueba mi volun- es difícil de demostrar), no cabe duda de que los fundamentos reli-
tad), la demostración de mi potencia sexual o incluso la canaliza- giosos del arte serían difíciles de reconciliar con la poesía decidi-
ción de impulsos agresivos es lo último que me pasa por la cabeza; damente secular, incluso blasfema, de Arthur Rimbaud y William
más bien recuerdo el historial familiar de ataques al corazón y pien- Henley o las novelas de Salman Rushdie. ¡Gran arte sin duda! Ade-
so en lo que debo hacer para aumentar la probabilidad de que yo no más, sobre la base de la premisa de los orígenes religiosos del arte,
sufra uno. uno podría predecir su declive en nuestra época cada vez más secu-
Pero, ¿y el arte? El arte forma parte de nuestras vidas tanto o lar, yeso es algo que claramente no pasa. Podría incluso argumen-
más que el deporte. El arte se infiltra en nuestras vidas de forma tan tarse que los preceptos religiosos en ocasiones han ahogado el
íntima que lo damos por hecho, sin preocupamos demasiado por su arte más que promoverlo. La prohibición de representar imágenes
función u orígenes. Sin embargo, todos los intentos por compren- en ciertas corrientes del judaísmo, la cristiandad y el islam sería un
der los orígenes y la función del arte en la civilización humana han buen ejemplo.
tenido un éxito limitado y han acabado en especulaciones poco Se ha propuesto también que, a diferencia de la ciencia, el arte
convincentes. transmite emociones y que ahí radica la función única del arte. Pero
Se ha dicho que al igual que la ciencia, el arte nos ayuda a com- los dibujos de M. C. Escher o los aguafuertes y litografías de Yaa-
prender el mundo que nos rodea. En términos muy generales, pro- cob Agam tienen muy poco de emoción, son más bien productos
bablemente sea así; pero, por otro lado, lo mismo podría decirse de del intelecto, fruto de algoritmos casi matemáticos y cerebrales; las
cualquier otra actividad humana, lo que convierte la proposición en fugas de siglo XVII encierran también una precisión matemática; y
una obviedad rayana en la perogrullada y que por tanto no explica sería difícil superar el carácter analítico de la prosa de Umberto
nada. Como la ciencia, el arte es en gran medida un empeño cere- Eco o de algunos poetas experimentales del siglo xx.
bral, o al menos puede serlo. Pero a diferencia de la ciencia, el arte Tan esquiva se nos presenta la utilidad del arte que se ha llega-
nos ayuda a comprender el mundo sólo de forma muy indirecta. do a postular que su utilidad radica precisamente en su falta de uti-
Hasta qué punto indirecta es algo que resulta evidente cuando se lidad intrínseca. Se ha propuesto una teoría ingeniosa y provocado-
considera que a las creaciones de arte no se les puede aplicar val 0- ra (pero en mi opinión poco convincente) según la cual el arte,
300 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 301

incluida la música, sería una actividad sobrante, «desechable», que es «biológicamente frívolo». Pero lo único que es frívolo en
cuya única función en la sociedad sería dar a conocer la buena for- esta explicación del arte es la propia explicación. ¡Hay que esfor-
ma mental de sus practicantes a sus posibles parejas en el juego del zarse más!
apareamiento. Por extensión, uno podría decir que el arte es algo Una de las cosas más desconcertantes del arte es que sus formas
que sólo las sociedades más pujantes pueden permitirse, de modo que son tan numerosas y tan diversas que desafían todo intento de en-
el valor del arte estaría en la afirmación de poder de una sociedad contrar un denominador común. ¿Qué tienen intrínsecamente en
que tiene recursos de sobra para gastar. Al postular la naturaleza in- común la caligrafía japonesa y un concierto de heavy metal? (Qué
trínsecamente inútil del arte, la teoría del «arte por sexo» (la reduc- extraña idea, ¡no hay nada!) Y, sin embargo, en ambos casos se tra-
ción es mía) ve en la utilidad del arte solamente un sucedáneo, un ta de arte; reconocemos el arte donde lo vemos. Podríamos plantear
indicador de excelencia en alguna otra cosa. Llevada a su extremo una pregunta retórica parecida sobre el deporte: ¿qué grado de si-
lógico, esta posición lleva a concluir que el arte es menos que inú- militud existe entre, pongamos por caso, la vela y el tenis de mesa?
til, que puede ser incluso perjudicial, desventajoso, porque absorbe Tan poco como entre la caligrafía y el heavy metal. Una vez más, la
una cantidad desorbitada de los recursos mentales de su practicante. analogía entre arte y deporte resulta ineludible, puesto que también
Esto nos lleva a la paradoja de que el arte es un indicador de gran- el deporte comprende una gran variedad de actividades intrínseca-
des recursos mentales precisamente porque quien practica el arte mente dispares que desafían cualquier intento por encontrar un de-
puede permitirse derrocharlos con impunidad, igual que el prover- nominador común.
bial nuevo rico demuestra su riqueza con una propina de 100 dóla- Creo que la esencia del arte radica menos en las propiedades in-
res donde dos dólares hubieran bastado. En último término, esta trínsecas de los objetos artísticos (en un sentido amplio) que en la
posición implica que buena parte de nuestra deslumbrante potencia naturaleza de lo que hace por nosotros. Lo que propongo aquí es
cerebral, incluida nuestra capacidad para crear y apreciar el arte, es que el origen y la función del arte son análogos al origen y la fun-
para los humanos lo que la cola de abigarrados colores es para los ción del deporte. Pero si la razón de ser del deporte (o al menos su
pavos reales, nada más que un derroche de recursos que llega a aspecto esencial) es ejercitar el cuerpo, el corazón, los pulmones y
convertirse en una carga, una diversión intrínsecamente inútil que los músculos, la razón de ser del arte, o al menos su aspecto esen-
ha evolucionado sola y exclusivamente como una red para la caza cial, es ejercitar la mente, ejercitar el cerebro con sus numerosas y
sexual. La teoría del «arte como reclamo sexual» esbozada por diversas partes que desempeñan numerosas y diversas funciones
Miller en su libro, ofrece una perspectiva interesante, pero se nos perceptuales y cognitivas. Propongo que la función del arte en la
plantea de nuevo la cuestión de la diferencia entre las raíces evo- sociedad es proporcionar ejercicio para la mente y para los sentidos
lutivas del arte, sean las que sean, y su papel en la sociedad mo- y de este modo reforzar la potencia del cerebro de una forma abier-
derna. Es muy posible que ambos hayan divergido. Por mucho que ta, no vinculada a ninguna tarea práctica concreta. En esta concep-
haya disfrutado del libro de Miller, creo que se equivoca al negar ción, el arte y la música no son simples marcadores intrínsecamen-
al arte un valor directo para la supervivencia de la especie que la te frívolos de la buena forma mental, sino que son, de hecho, las
inventó, es decir, los humanos. Aunque provocadora, esta nega- herramientas esenciales para alcanzar y mantener la buena forma
ción se me antoja un caso extremo de explicación por defecto ra- mental. A quienes desafíen este punto de vista con la pregunta de
yano en la desesperación. En la misma línea, se ha dicho del arte por qué habría de necesitarse una forma de puro ejercicio mental
302 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 303

cuando en nuestra «vida real» realizamos constantemente activida- agudeza y lucidez generales incluso en tareas cognitivas muy aleja-
des útiles que ejercitan la mente, les responderé que esas activida- das de la música. El efecto es especialmente pronunciado justo
des suelen ser bastante rutinarias y repetitivas, acotadas por el pa- después de una lección de música, como si acabara de hacer una se-
pel social y profesional que uno desempeña en la sociedad. En sión de gimnasia cognitiva. Este efecto es parecido al famoso
cambio, el arte podría haber evolucionado como una forma más «efecto Mozart»: tras escuchar música clásica, uno se siente más
universal, más eficaz, más global, menos rutinaria y menos ligada a agudo en todos los sentidos. Parece evidente que muchos intelec-
las vocaciones de ejercitar la mente, los sentidos y el cerebro. En tuales destacados, como Einstein y Churchill, eran conscientes de
cierto modo, la proliferación de formas de arte en la cultura podría este fenómeno, aunque sólo fuera de forma tácita (o quizá abierta-
haber prefigurado la idea de un «circuito de entrenamiento cogniti- mente, sólo que nadie les preguntó).
vo». Debo admitir que ésta es una conjetura que necesita ser explo-
rada más a fondo, pero es al menos una conjetura plausible.
El arte, como el deporte, no cumple ninguna función concreta y Envejecimiento y buena forma cognitiva
claramente delimitada en relación con la supervivencia. Es esto pre-
cisamente lo que la libera de la amarga y opresiva sensación de «te- Animado por la creciente acumulación de indicios científicos y por
ner que hacerlo», y la imbuye de la agradable aura de lo que se es- la idea de que los ejercicios para mantener la buena forma cogniti-
coge libremente a diferencia de las actividades ineludibles y va han estado con nosotros, bajo diversos disfraces, durante siglos
obligatorias. La gente dedica su tiempo a sus aficiones artísticas o incluso milenios, me sentí preparado para desarrollar nuestro pro-
y deportivas porque quiere, no porque tenga que hacerlo; es ésta la pio programa de mejora cognitiva, el primero de su especie. En la
diferencia fundamental entre la afición y la profesión, entre el ocio bibliografía científica se encuentran descritos unos cuantos progra-
y el negocio. Pero bajo ese envoltorio atractivo y placentero se mas para mejorar la memoria que han recabado un éxito moderado.
ocultan unos poderosos instrumentos de mejora personal biológica Esto era alentador, pero mi impresión es que existía una gran canti-
y cognitiva. Para quienes deciden dedicarse a ello, el arte y el de- dad de conocimiento neuropsicológico todavía sin explotar que pe-
porte destacan sobre el resto de actividades humanas por la combi- día a gritos su aplicación práctica.
nación que ofrecen de encanto explícito y tácita utilidad. En concordancia con los cambios demográficos que experi-
La idea del arte como refuerzo para la mente ya ha penetrado en menta Estados Unidos, se producían cambios importantes en mi
la conciencia pública, o al menos en el subconsciente público. Los consulta clínica. Cada vez más, visitaba a hombres y mujeres de
padres les ponen a sus hijos (o incluso a sus fetos) música de Mo- más de sesenta, setenta o incluso ochenta años, algunos retirados,
zart con la esperanza de que ésta mejorará su desarrollo cognitivo. otros todavía en activo, pero todos preocupados por signos sutiles o
Igualmente conocida es la asociación entre el genio científico o po- no tan sutiles de deterioro cognitivo. De manera insidiosa, su an-
lítico y las aficiones artísticas; basta con pensar en el violín de gustia hacía eco en la mía propia. A menudo, su mayor preocupa-
Einstein y en la paleta de Churchill. ción era la memoria, pero la memoria es una función compleja y el
Mi antigua estudiante Beth Neimann ha realizado una intere- sentido introspectivo de un «deterioro de la memoria» puede es-
sante observación personal. Desde que comenzó a tomar clases de conder muchas cosas, entre ellas algunas que en verdad tienen muy
piano hace algunos meses, ha notado un aumento general en su poco que ver con la verdadera memoria. De hecho, la palabra «me-
304 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 305

moria» a menudo es utilizada por el público en general de manera bemos es lo que vemos ahora, en el momento del examen, y todo lo
tan amplia y sinónima de «cognición», que una queja sobre «défi- que podemos hacer es comparar el rendimiento de nuestro pacien-
cit de memoria» aporta relativamente poca información. Otros pa- te con una supuesta <<norma», los datos de referencia que descri-
cientes estaban más preocupados por sus despistes, o por su inca- ben el rendimiento típico en otros individuos de edad, educación y
pacidad para tomar decisiones, o por un mal genio que nunca otras características demográficas comparables. Pero, ¿y si el pa-
habían tenido. ciente no había sido nunca típico? ¿Y si él o ella había sido una
En la mayoría de los casos realizábamos un examen neuropsi- persona excepcionalmente brillante y dotada? Entonces, aunque
cológico que nos permitía medir de manera sistemática y metódica hubiera sufrido un deterioro cognitivo, incluso significativo, es po-
el lenguaje, diversas formas de atención y memoria, la capacidad sible que el paciente todavía se comparara favorablemente con la
para resolver problemas y otras funciones. En general, la introspec- muestra de población típica. Es lo que llamo el «fenómeno Eins-
ción humana en el mundo mental propio es mucho menos precisa tein»; con una pérdida de 20 puntos en su cociente intelectual, Al-
de lo que la gente piensa, así no podía creerme sin más los diag- bert Einstein todavía obtendría una puntuación muy superior a la
nósticos que me ofrecían mis propios pacientes. La analogía clíni- media en los tests de inteligencia, pero no cabe duda de que él no-
ca que suelo establecer, algo tosca quizá, pero en esencia precisa, es taría la diferencia.
entre un neuropsicólogo y un dentista. Cuando un paciente se que- ¿Qué se les puede decir a estas personas? Aunque algunas vie-
ja de un dolor de muelas, un dentista novato hará una placa de ra- nen a la consulta sin sentirse especialmente preocupadas, sólo por-
yos X sólo de la parte del paladar que le duele al paciente. Un den- que su médico los ha enviado; muchos otros vienen por decisión
tista con más experiencia, sin embargo, sacará una placa de todo el propia, impulsados por un sentimiento íntimo de apremio y ansie-
paladar, porque es posible que encuentre un flemón en una parte de dad. Necesitan algo más que un simple diagnóstico; necesitan ayu-
la boca totalmente distinta de la que provoca las quejas; es lo que se da. Es sobre todo para estas personas, envejecidas pero brillantes,
llama «dolor reflejo». preocupadas y motivadas para actuar y poner fin a sus preocupa-
A menudo los exámenes neuropsicológicos revelaban signos ciones, para quienes, con ayuda de mis ayudantes Peter Lang, Dmi-
sutiles de desgaste cognitivo, pero en otras ocasiones no revelaban tri Bougakov, Lalita Krishnamurthy, Michael Zimmerman, Eric
nada fuera de lo normal. Aunque algunos de nuestros pacientes su- Rosenwinkel y Jacqui Bamett, desarrollé nuestro programa de me-
frían claramente una forma identificable de demencia incipiente, o jora cognitiva. A la hora de diseñar nuestro programa intentamos
al menos de un deterioro cognitivo leve (DCL), muchos otros no emular intencionadamente el gimnasio tradicional, en la creencia
sufrían patología alguna, y seguían manteniendo una vida activa y de que la analogía con una entidad bien conocida y establecida ha-
productiva. ría más comprensible nuestro programa de ejercicio cognitivo para
Sin embargo, todos se quejaban de merma cognitiva, y aunque el público en general, que podría relacionarlo con algo que ya acep-
nuestros tests no revelaran indicio alguno de esta merma, no podía- ta. En la jerga científica, esa relación recibe el nombre de «validez
mos hacer caso omiso de sus quejas. Por muy sensibles que sean nominal». En un gimnasio uno encuentra cierto número de máqui-
nuestros tests, pueden pasar por alto cambios cognitivos sutiles, es- nas, cada una diseñada para ejercitar un sistema fisiológico o un
pecialmente en personas brillantes. Por lo general, no sabemos grupo particular de músculos. En nuestro programa de mejora cog-
cómo era la persona cinco, diez o veinte años atrás. Todo lo que sa- nitiva se encuentra cierto número de ejercicios de ordenador, cada
306 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 307

uno diseñado para entrenar un aspecto particular de la mente. O das, lo que plantea un duro reto para la flexibilidad mental. Y así
sea, que en lugar de las intimidante s máquinas de acero, pesas, tantos otros. Cada ejercicio permite varios niveles de dificultad,
mancuernas y demás parafernalia típica de un gimnasio, nuestro que se van incrementando a medida que el jugador progresa.
centro de gimnasia cognitiva tiene un montón de ordenadores. Los ejercicios tienen la apariencia de juegos de ordenador de
Hemos comentado en capítulos anteriores la multitud de funcio- estrategia,2 pero están cuidadosamente escogidos para entrenar as-
nes complejas que desempeña la mente. Para cada una de ellas he- pectos concretos de la mente de manera muy selectiva. La natura-
mos intentado desarrollar un ejercicio (y a menudo más de uno) en leza computerizada de nuestro programa (por oposición a los jue-
nuestro gimnasio cognitivo. Hemos diseñado ejercicios distintos, o gos de lápiz y papel) nos impide incluir ejemplos específicos en
más a menudo colecciones enteras de ejercicios, para diversos as- este libro, pero al lector no le costará hacerse una idea.
pectos de la memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento, la En un gimnasio, un entrenador personal va orientando a cada
resolución de problemas y otros aspectos de la mente. Como es ló- usuario. En nuestro centro de mejora cognitiva también se dispone
gico, estas categorías son muy amplias y cada una de ellas com- de entrenadores personales que supervisan y dirigen los ejercicios
prende varias funciones mentales específicas. Por ejemplo, la aten- cognitivos. El entrenador también se ocupa de encender y apagar
ción es una categoría amplia dentro de la cual puede distinguirse la los ordenadores y de cambiar de ejercicio, un aspecto del programa
atención sostenida, la atención dividida y otras. De igual modo, especialmente útil para los participantes que sienten fobia a los or-
la memoria también es una categoría amplia dentro de la cual pue- denadores. La supervisión es cercana pero discreta, de modo que
de distinguirse la memoria verbal, la memoria visual de objetos, la los afligidos por la fobia a los ordenadores la superan y olvidan rá-
memoria visual de configuraciones espaciales y otras. La capaci- pidamente.
d~d para la resolución de problemas puede ser esencialmente espa- Antes de comenzar el programa se realiza una evaluación del
CIal, verbal o puede involucrar la extrapolación en el tiempo. He- paciente con el fin de identificar los puntos fuertes y débiles de su
mos intentado contemplar en ejercicios especiales tantos aspectos estado cognitivo. Disponemos de suficientes ejercicios cognitivos
específicos de la cognición como nos ha sido posible. como para ajustar el programa de entrenamiento a las necesidades
Por mencionar unos pocos, un ejercicio diseñado para entrenar de cada individuo. Si el examen revela un perfil específico, pode-
la atención sostenida busca «dejar exhausto» al jugador con una mos juzgar la conveniencia de centrar el programa en los puntos
larga secuencia de estímulos que aparecen en la pantalla, cada uno débiles de la persona o de ofrecerle un «cóctel cognitivo» que abor-
de los cuales requiere una respuesta distinta. En cambio, un ejerci- de todos los aspectos.
cio diseñado para entrenar la atención dividida obliga al jugador a Por lo general, el programa se centra en los puntos débiles del
responder a eventos distintos que se producen de manera simultá- participante, algo que el cliente a menudo recibe con consterna-
nea en distintas partes de la pantalla. Un ejercicio diseñado para en- ción: «¡¿Por qué tengo que hacer lo que más me cuesta, cuando po-
trenar la capacidad de planificación desafía al jugador a seguir una dría hacer todos esos otros ejercicios, que me resultan más fáci-
ruta por un campo en el que sólo ciertos movimientos están permi- les?!». Pero si nuestra teoría es correcta y el ejercicio cognitivo
tidos; el jugador tiene que usar su ingenio para averiguar cuáles
son. Además, las reglas del juego pueden cambiar durante la sesión 2. En el mundo de los juegos de ordenador se distingue entre «juegos de ac-
forzando al jugador a estar siempre al corriente de las reglas váli- ción» y «juegos de estrategia», que no son más que rompecabezas computerizados.
308 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 309

mejora la función de las estructuras cerebrales responsables, enton- quizá incluso de nuevas neuronas, en las áreas del cerebro afecta-
ces lo lógico es centrar los esfuerzos en las áreas débiles de la cog- das por la apoplejía. O acaso incite a otras partes del cerebro no
nición, del mismo modo que un golfista que intente mejorar su han- afectadas por la lesión (por lo general adyacentes a las áreas daña-
dicap practicará los elementos del juego que considere sus puntos das) a tomar el control del miembro discapacitado.
débiles. Pero volvamos a nuestro programa. Igual que la regularidad en
Este método contrasta marcadamente con la filosofía que solía el ejercicio físico es esencial para mantener una buena forma física,
seguirse en la rehabilitación cognitiva de pacientes tras un ataque también la regularidad es importante en el gimnasio cognitivo, por
de apoplejía o un trauma cerebral. Tradicionalmente se ha intenta- lo que se sugiere a los participantes que asistan al programa de me-
do enseñar al paciente a esquivar la función impedida, a sortear jora cognitiva dos o tres veces a la semana durante una hora. Las se-
la en lugar de mejorarla. Pero en la medicina física, igual que en la siones consisten en una media docena de ejercicios cuya composi-
ciencia del cerebro, se reconoce cada vez más la importancia de ción puede variar de una sesión a otra. Al diseñar el programa
la plasticidad natural del cuerpo, lo que ha propiciado un cambio pensamos en sesiones individuales en las que cada participante tra-
de paradigma en los principios básicos de la rehabilitación. Nues- bajara con un entrenador personal. Sin embargo, con el tiempo se
tra ambiciosa filosofía de afrontar de forma directa las debilidades ha manifestado un curioso fenómeno de «parejas», de marido y
cognitivas de nuestros clientes en lugar de esquivarlas está acorde mujer o de dos amigos que asisten juntos. Las sesiones se convier-
con el cambio de paradigma que se está produciendo en la medici- ten entonces en un asunto íntimo, familiar. Cada cónyuge o amigo
na física y está inspirada en hallazgos del mismo signo que se han se sienta frente a su propio terminal para realizar su programa de
producido recientemente en la neurociencia. ejercicios, pero trabajan juntos aunque independientemente, com-
El principio básico de la rehabilitación física solía ser que cuan- partiendo un entrenador que se reparte entre ambos.
do un paciente perdía la facultad de usar un brazo o una pierna a Un gimnasio está pensado para el ejercicio físico; un centro de
consecuencia de una embolia o alguna afección neurológica ener- mejora cognitiva, para el ejercicio cognitivo. Pero además de estos
vante, se seguía la estrategia de enseñarle al paciente a utilizar el objetivos principales y explícitos, ambos satisfacen otras necesida-
miembro sano para realizar las funciones que anteriormente reali- des sociales auxiliares de los miembros. Con el tiempo se hizo evi-
zaba el miembro enfermo. Sin embargo, en tiempos más recientes, dente que nuestros clientes desarrollaban vínculos personales con
gracias en buena medida al trabajo de Edward Taub de la Universi- sus entrenadores y que para muchos de ellos esos lazos eran un in-
dad de Alabama en Birmingham, se ha venido desarrollando un en- grediente importante de la experiencia. El solo hecho de ir a otro si-
foque radicalmente nuevo, distinto y audaz. En lugar de hacer hin- tio e interactuar con otras personas parecía cumplir una importante
capié en el miembro que haya quedado sano, éste se inmoviliza función social.
durante el proceso de rehabilitación atándolo con una correa para Era interesante observar cómo se formaban y evolucionaban los
forzar al paciente a intentar utilizar el miembro débil y supuesta- planes personales de los participantes del programa. Algunos asis-
mente inútil para hacer aquello que hacía antes de la lesión. Esta tían a las sesiones como si fueran a un misión; hacían los ejercicios
actividad a primera vista poco realista ha arrojado resultados muy y seguían su progreso sin perderse en distracciones sociales. Otros,
positivos en muchos casos. Al parecer, al forzar el uso del miembro en cambio, parecían venir también en busca de la compañía de los
discapacitado se estimula el desarrollo de nuevas vías neuronales, y entrenadores personales, todos ellos jóvenes y amables, lo que sin
310 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 311

duda ayudaba a llenar algunas lagunas personales y sociales de la da con un estilo de vida con frecuencia décadas por delante de las
vida de algunos participantes del programa. modas sociales del momento.
A menudo se desarrollaba una mezcla de intereses cognitivos y Aunque apenas pasaba de los setenta años, Louise había co-
sociales que tomaban a nuestros clientes, incluso a los que al prin- menzado a preocuparse porque sentía que le fallaban la memoria y
cipio eran más escépticos, en auténticos devotos del programa. la atención. Le preocupaban sobre todo sus ocasionales momentos
Aunque la motivación para diseñar el programa fue cognitiva, con de confusión, como cuando había llevado los platos sucios al dor-
el tiempo he llegado a valorar el valor terapéutico, aunque auxiliar, mitorio en lugar de a la cocina, o cuando se dejaba el horno encen-
del contexto social y a reconocer en éste un ingrediente importan- dido o cuando, para su bochorno, olvidaba tirar de la cadena tras ir
te del éxito del programa. Todos nuestros clientes, sin excepción, al lavabo. Louise había llegado a la convicción íntima de que sufría
disfrutan con los ejercicios y a menudo se quedan más tiempo del la enfermedad de Alzheimer y que el fin de su vida mental, si no de
asignado a la sesión. Muchos se muestran competitivos con ellos su vida física, se hallaba cerca. Se había apoderado de ella un sen-
mismos, y mantienen un registro de su rendimiento en cada sesión, timiento de fatalidad y desamparo, y se sentía cada vez más deses-
intentando asegurarse de que progresan de forma continua y enfa- peranzada sobre su futuro.
dándose consigo mismos (pese a las protestas tranquilizadoras de Louise visitó a un famoso neurólogo de Nueva York que la en-
nuestro personal) cuando su progreso es sólo moderado. vió a mi consulta. Su RM y su examen neuropsicológico eran esen-
Tengo la impresión de que este renacimiento del espíritu com- cialmente normales. Se detectaban algunas anormalidades, pero
petitivo en mis pacientes, todos de edad avanzada y a años o inclu- eran equívocas y, en cualquier caso, desproporcionadas con respec-
so décadas de distancia de la época de su vida en que tuvieron que to a las preocupaciones de Louise, pero tampoco podía descartarse
competir por algo, tenía en sí mismo un poderoso efecto terapéuti- en este caso la posibilidad de un «fenómeno Einstein». Le hablé de
co, tonificante y rejuvenecedor. Ver cómo la vida impregnaba de nuestro programa y abrazó la idea con entusiasmo, convirtiéndose
nuevo a estas envejecidas personas producía un sentimiento casi en uno de sus primeros participantes.
mágico. Al crecer y madurar, el programa se beneficia de las refle- Louise permaneció en el programa durante unos cuantos años,
xiones y comentarios de nuestros «estudiantes». Estos estudiantes durante los cuales se produjo en ella una extraordinaria transforma-
son tan diversos como la propia ciudad de Nueva York. ción. De forma gradual había desaparecido el sentimiento de fatali-
dad, reemplazado por una sensación de (por falta de mejor expre-
sión) dominio cognitivo. Aunque reconocía que seguía con mala
Diversos como Nueva York memoria, Louise había pasado de centrarse en lo que no podía ha-
cer a centrarse en lo que sí podía hacer. Gracias a su trabajo en el
Louise es una escritora y editora retirada de setenta y dos años de programa, descubrió todas las cosas que podía hacer y llegó a la
edad. Aunque vive en una parte elegante y aséptica del Upper East conclusión de que éstas eran más que abundantes.
Side de Manhattan, para mí Louise representa la quintaesencia de Tras varios años en el programa, Louise se sentía preparada
los neoyorkinos del downtown: brillante, directa, siempre dispues- para retos mayores. Se apuntó a algunas clases de nivel superior en
ta a poner los puntos sobre las íes y sin molestarse por dejar nada una universidad local de cierto prestigio. Aunque dejó de asistir a
para la imaginación. Ha vivido como una bohemia y despreocupa- nuestro programa de mejora cognitiva, Louise se mantuvo en con-
312 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 313

tacto y me llamaba periódicamente para referirme con orgullo su semana a una vigorosa y rigurosa actividad cognitiva había libera-
progreso en la universidad, y ocasionalmente para quejarse de su do a Louise de su sensación de fatalidad y resignación. Antes de
frustració? porque sus notas habían quedado en el montón y no en- unirse a nuestro programa se encontraba en un estado de «erudito
tre las mejores de la clase. Pero ambos acordábamos que, años des- desamparo cognitivo», y ahora por fin se había deshecho de él. Re-
pués de haberse resignado a las perspectivas de la enfermedad cuperar el poder, sentirse de nuevo conectado con las capacidades
de Alzheimer (por mucho que fuese imaginaria), el sólo hecho de y no con las discapacidades, es un tema común en los comentarios
mantenerse a flote en una clase de estudiantes que fácilmente po- de muchos de los participantes de nuestro programa sobre el modo
d!an ser sus nietos no era poca cosa. Al fin y al cabo, sentía sufi- en que han experimentado los efectos de los ejercicios de mejora
cIente confianza en sí misma como para volver a la universidad tras cognitiva.
un paréntesis de cincuenta y seis años, y sacar sobresalientes. Así como el programa le dio a Louise la confianza para asistir a
Me encontré con Louise en la firma de ejemplares de mi libro cursos universitarios tras un paréntesis de cincuenta y seis años, a
anterior y me anunció con orgullo que acababa de licenciarse y ha- Elena la ayudó a continuar con su profesión de toda la vida: actriz.
bía comenzado a estudiar para un diploma de pos grado de asisten- Pese a sus ochenta y ocho años de edad, Elena sigue disfrutando de
cia social. Habiendo exorcizado sus propios demonios, se sentía un vida muy ocupada en los escenarios. Pero sentía que su carrera
preparada para ayudar a otras personas. En nuestras conversacio- de actriz se veía amenazada por una dificultad cada vez mayor para
?es, Loui~e. solía enfatizar en la diferencia que el programa de me- memorizar sus líneas, una habilidad esencial para una actriz. Elena
J~ra ~~gmtIva había marcado en su vida. Sentía que tras realizar es de porte menudo, de ingenio agudo e irreverente y lengua afila-
eJerc.IclOs mentales de manera regular su memoria había mejorado da. No se siente intimidada por la autoridad y en más de una oca-
consIderablemente y su mente era más aguda. Louise había recon- sión me ha armado una buena por creer que trato con excesivo rigor
q.uistado la confianza y la competencia que creía perdidas para a los entrenadores cognitivos personales.
sIempre, y con e.llo había ganado una nueva vida. Participar en el Elena se puso en contacto conmigo a instancias de un amigo
programa de mejora cognitiva la había liberado de sus temores de que le recomendó el programa. En aquel entonces se sentía ansiosa
sufrir la enfermedad de Alzheimer, le había enseñado que, para y deprimida por sus crecientes problemas de memoria. Aunque
manten~rs~ en buena forma, ejercitar la mente es tan importante fuera capaz de bromear con sus «despistes de vieja» en reuniones
como ejercitar el cuerpo. En sus propias palabras, la experiencia le sociales, en su interior sabía que no eran cosa de broma. Elena se
h~bía dado el «tiro de salida» para dominar de nuevo su propia sentía cada vez más abrumada por un sentimiento de impotencia en
vIda, le había permitido «apoderarse del control» de su memoria el plano profesional. Era incapaz de retener en la memoria siquiera
atención y razonamiento, además de recobrar la confianza en sí un pequeño número de líneas de la obra de teatro para la que aca-
misma. baba de ser seleccionada. Incluso cuando creía que por fin las había
La tra~sformación de Louise parecía un milagro, sólo que yo no guardado en la memoria, recordarlas se le hacía difícil. «Es como si
creo en mIlagros. Entonces, ¿qué yace en el corazón de su «mila- [las palabras] se me cayeran de la cabeza», solía decir.
~rosa» hi.storia? Como Louise, creo que nuestros ejercicios cogni- Durante las primeras sesiones del programa, Elena no dejaba de
tivos tUVIeron un efecto directo sobre sus funciones cognitivas. hablar y de intentar entablar conversación con su entrenador, ate-
Pero creo también que el simple hecho de dedicarse dos veces a la morizada por la idea de enfrentarse al ordenador y a la solitaria ta-
314 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 315

rea que la aguardaba. Según ella misma relata, carecía de paciencia, do. Como a menudo ocurre, fue necesario ajustar (<<revisar») la de-
sentía que «no podía centrarse y concentrarse, dos habilidades que rivación un mes después de la operación.
son esenciales para todo buen actor». Pero con el tiempo Elena fue El Dr. A vino a mi consulta acompañado de su mujer, también
sintiéndose cada vez más atraída por el programa hasta el punto de una profesional retirada. Era obvio que estaban muy unidos y la
disfrutar de los ejercicios. Con el tiempo, la actitud de Elena hacia mujer se sentía cada vez más preocupada por las facultades cog-
sus lapsos cognitivos experimentó una transformación drástica. nitivas de su marido. Siendo ambos personas cultas, se mostraron
Dejó de aceptar sus «despistes de vieja» como si fuesen una parte reservados e inquisitivos, pero al final decidieron que el Dr. A se
normal e inevitable del envejecimiento. Comenzó a esperanzarse apuntara al programa a ver qué pasaba. Antes de que comenzara a
sobre el estado de su memoria y los ejercicios cognitivos de nues- asistir a las sesiones de mejora cognitiva, evaluamos su cognición
tro programa se convirtieron en su método para intentar mejorar. mediante una serie de tests neuropsicológicos, como solemos ha-
Hace algún tiempo, Elena me contó, feliz, que acababa de finalizar cer. Estos tests cumplen la importante función de proporcionar-
la temporada de representación de una obra «con mis líneas graba- nos una línea de referencia con la que comparar cualquier cambio
das en la memoria, al menos por el momento». Hoy, tras dos años futuro.
y medio en el programa, Elena ha aceptado que «no llegará nunca Aproximadamente tres meses después del inicio del programa,
la mañana mágica en que me despierte con la memoria completa- volvimos a evaluar al Dr. A. con otra serie de tests. Su rendimiento
mente restablecida». Pero nota la mente más clara y se siente capaz había aumentado claramente en todos los aspectos: memoria, aten-
de «desbloquear su memoria de corto plazo más a menudo que ción y otras funciones. Estas reevaluaciones a intervalos regulares
nunca antes», aunque no de manera sostenida. Al mismo tiempo son extraordinariamente importantes porque proporcionan una me-
que Elena se unió a nuestro programa, se apuntó también a un es- dida precisa, objetiva y cuantitativa del progreso o falta de progre-
tudio realizado en un importante centro médico en el que se some- so del participante en el programa. Con todo, siempre tenemos en
te a una completa batería de pruebas cada dos años. Hace poco, consideración el hecho de que nuestros tests neuropsicológicos y
Elena se hizo de nuevo las pruebas, y los resultados no mostraron nuestros ejercicios cognitivos sólo son útiles en la medida en que
ni ganancia ni pérdida. Esto, coincidieron en su evaluación Elena y nos informen del funcionamiento cognitivo del participante en la
sus doctores del centro médico, es «en esencia una ganancia, pues- vida real. Por muy sofisticados que sean nuestros tests, sólo nos
to que a mi edad una pérdida hubiera sido más probable». ofrecen una impresión aproximada y muy imprecisa del rendimien-
El caso del médico retirado, el Dr. A, de noventa años de edad, to cognitivo fuera de la consulta. Entre otras razones, esto se debe
es especialmente interesante porque plantea un pequeño enigma a que las circunstancias, exigencias y contextos de la vida real son
clínico. Hombre cultivado, de gran éxito, orgulloso y exigente con- demasiado individuales, diversos y variados como para permitir
sigo mismo, había desarrollado un hidrocéfalo. Esta afección, ca- una normalización o tipificación que tenga sentido. Es por ello por
racterizada por un drenaje deficiente del líquido cefalorraquídeo lo que pedimos a los participantes del programa y a sus familiares
(LCR) en el cerebro, es con cierta frecuencia origen de demencias que compartan directamente con nosotros sus impresiones del im-
en ancianos. Al Dr. A le fue insertado quirúrgicamente un fino pacto que el programa parezca tener en su rendimiento cognitivo en
tubo (<<derivación») para drenar el exceso de liquído cefalorraquí- situaciones de la vida real. Esto es, en último término, lo verdadera-
deo desde el cerebro hasta la cavidad abdominal, donde es absorbi- mente importante. Así que tres meses más tarde le pedí al Dr. A que
316 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 317

me comentara cualquier cambio que hubiera percibido en su cogni- cabía concluir que la derivación insertada en su cerebro unos me-
ción y formulé la misma pregunta a su mujer. ses antes funcionaba y que los síntomas radiológicos del hidrocé-
El Dr. A. tenía la impresión de que las sesiones bisemanales ha- falo habían disminuido. Esto sin duda podía haber tenido un efec-
bían mejorado sensiblemente su memoria. En consecuencia, se to terapéutico sobre su cognición. Sin embargo, los efectos de la
sentía más conectado con los acontecimientos y actividades diarias. derivación suelen manifestarse a las pocas semanas de la inser-
Podía recordar mejor lo que había hecho el día anterior, o el ante- ción, con una subsiguiente estabilización de la cognición, y el Dr.
rior a éste. Retenía mejor en la memoria las ocasiones en que se A. no había comenzado nuestro programa hasta dos meses des-
reunía y conversaba con amigos o familiares, como también las pués de la derivación, cuando se realizó la evaluación neuropsi-
emociones que había sentido entonces. cológica de referencia. La mejora cognitiva evidente en nuestros
Su mujer creía además que el Dr. A. mostraba una clara mejoría tests y referida también por el Dr. A. y su mujer se había compa-
y atribuía este progreso al programa. Cuando el Dr. A. comenzó el rado con esa línea base y por tanto no era probable que se debie-
programa, su mujer estaba muy preocupada porque estuviera desa- ra a la inserción de la derivación. ¡Tenía que tener algo que ver
rrollando «demencia senil a paso lento», pero ahora sentía que su re- con nuestro programa!
ciente pérdida de memoria, aunque todavía presente, parecía haber- Para algunos de los participantes, la motivación para asistir al
se estabilizado y que su concentración era mucho mejor. Lo que es programa es más la prevención que el tratamiento. Es el caso
más importante, sentía que la apatía de su marido, que había ido cre- de Paul, un empresario internacional de éxito. Brillante y dinámico,
ciendo a un ritmo alarmante, había desaparecido y volvía a ser aque- Paul parece por su apariencia y actuación más joven que los sesen-
lla persona «crítica, aficionada a los conciertos, al teatro ... ». Rebo- ta y cinco años que dice su pasaporte. Tampoco hay indicio alguno
saba alegría porque su marido volvía a leer mucho y había vuelto a que le haga pensar en un inminente deterioro cognitivo. Paul es un
tocar el piano mucho más a menudo durante breves períodos de lector voraz, y cada vez que viene a mi consulta trae un nuevo libro
tiempo, demostrando una buena «memoria de música clásica». en la mano. Pese a todo esto, Paul decidió apuntarse a nuestro pro-
Ambos hicieron hincapié en que el contexto en el que se desa- grama con el propósito de proteger y prolongar su agudeza cogniti-
rrollaba la terapia parecía ser tan importante como la propia tera- va mientras envejece. Paul siente que desde que comenzó el pro-
pia. «Todavía sé que mi principal y destacada ventaja en todo esto grama de ejercicios cognitivos experimenta menos ansiedad, es
es que mi mujer está a mi lado, siempre ofreciendo su apoyo, ayu- más analítico y le cuesta menos concentrarse. Su habilidad para
da y amor», decía el Dr. A. Y su mujer confirmaba que el Dr. A. se- afrontar nuevas experiencias también ha mejorado. A modo de
guía confiando mucho en la memoria de ella, con quien reflexiona- ejemplo, Paul me comentó su reciente experiencia con una compo-
ba y planificaba, lo que al parecer había sido siempre una de las sición de Schonberg. Feliz consigo mismo, me contó cómo no sólo
principales características de su relación. «no me había puesto a la defensiva al oír los primeros sonidos ato-
Pero, ¿no podía ser que en este caso nuestro programa nos es- nales sino que los acepté como un reto y mantuve mi concentración
tuviera desviando la atención de lo realmente importante? Al fin en las notas, analizando la yuxtaposición de notas, acordes y, en ge-
y al cabo, al Dr. A. se le había insertado una derivación, tras lo neral, la propia composición».
cual un examen por RM había mostrado una reducción del ta- Paul también había notado con satisfacción que en situaciones
maño de los ventrículos laterales. Por tanto, a juzgar por la RM, incómodas se había vuelto más consciente de escuchar, analizar y
318 La paradoja de la sabiduría Refuerzo de patrones 319

reflejar antes de responder. Se encontraba a sí mismo menos im- notan que cuando pierden unas cuantas semanas consecutivas del
pulsivo y precipitado en sus reacciones que en el pasado. Paul tam- programa se sienten más «torpes».
bién había notado «una mayor atención al enfrentarme a problemas Un beneficio adicional del programa para algunos de nuestros
difíciles o escritos técnicos y tediosos». Y entonces Paul hizo una «estudiantes» ha sido su introducción en el mundo digital hasta el
distinción muy interesante y sutil. No había notado necesariamente punto de sentirse cómodos en él. Tras llegar al programa sin cono-
que su capacidad intelectual hubiese aumentado, sino que había cimiento alguno de informática y a menudo con una buena dosis de
aprendido a utilizarla mejor. También esto podría ser un útil efecto fobia por los ordenadores, acaban desarrollando un moderado nivel
secundario del ejercicio cognitivo. de habilidad y comodidad ante el ordenador, y encuentran después
La memoria es la preocupación expresada con mayor frecuen- todo tipo de aplicaciones para los ordenadores en sus vidas más allá
cia, pero bastante a menudo los participantes de nuestro programa de nuestro programa de mejora cognitiva.
notan cambios en otras funciones mentales. Así le ocurría a un mé- Las personas que nos encuentran y se apuntan a nuestro progra-
dico medio retirado, el Dr. B., que se había enterado de nuestro pro- ma provienen de contextos sociales, culturales y económicos muy
grama por un amigo que también participaba en él. El Dr. B. ha diversos, llegan impulsados por distintas preocupaciones y ansie-
abrazado el programa con tal entusiasmo que anima a sus amigos a dades, y animados por diferentes esperanzas y expectativas. Todos
apuntarse. Siente que su memoria ha mejorado, pero está especial- son bienvenidos y a todos intentamos ayudarlos. Uno de los parti-
mente contento por experimentar una mayor «capacidad para ver cipantes del programa escribió estos conmovedores versos:
cursos de acción alternativos» y una mayor habilidad para «planear
y pensar a futuro» y «aprender de los errores». El Dr. B. también re- ¿Quién es esa persona que oigo cuando busco una palabra?
fiere poseer «un mayor dominio en mis actividades diarias». Todo Mi memoria, en otro tiempo hermética, sus bienes seguros
esto sugiere claramente una mejoría de las funciones ejecutivas, las pero entregados al momento, cuando eran necesarios,
funciones de los lóbulos cerebrales. tiene ahora lapsos frustrantes y absurdos.
Un tema común en los comentarios de muchos de los partici-
pantes es que para ellos el programa resta misterio a la cognición en Hacemos todo lo que podemos para ayudar a personas como él,
su propia mente. Deja de ser una «cosa» difusa, vaga, indiferencia- pero también a otras con signos de deterioro menos drásticos o in-
da, englobadora que puede perderse como un todo, como por efec- cluso sin signos de todavía. ¿Tienen nuestros métodos un verdadero
to de un cruel acto de magia negra. Al participar en varios ejerci- impacto, y de ser así, cómo lo sabemos? Los tests neuropsicológi-
cios y demostrar un rendimiento mejor en unos y peor en otros, los cos estándares, con los que periódicamente evaluamos a los partici-
participantes del programa aprenden a «anatomizar» su propia cog- pantes de nuestro programa, responden sólo parcialmente esta pre-
nición. Invariablemente, algunas funciones cognitivas se preservan gunta. En muchos casos la mejoría es sensible, para satisfacción de
mejor que otras, y esto confiere a los participantes un sentido de nuestro cliente y también nuestra. En otros casos no se aprecia nin-
tranquilidad y control. El sólo hecho de aprender a delinear el al- guna mejoría, pero en la mayoría de esos casos tampoco hay evi-
cance de las propias debilidades y de las propias fortalezas tiene un dencia de un deterioro y esto, en último término, también es una
poderoso efecto terapéutico. El efecto positivo de los ejercicios buena noticia, ya que tratamos con una población en la que cabría
cognitivos se aprecia también cuando falta. Muchos participantes esperar un declive gradual si no interviniéramos. Pero la prueba
320 La paradoja de la sabiduría

más importante del éxito, por modesto que a menudo sea, es la im-
presión de los participantes del programa y de sus familiares de que •
consiguen retener, o incluso ganar, sus facultades mentales en la
vida real.
En este empeño nos guía el famoso adagio atribuido a Albert
Einstein: «Nada hay más práctico que la buena teoría». La crecien-
Epílogo:
te comprensión de los mecanismos responsables de la plasticidad
del cerebro y de su capacidad para rejuvenecerse durante toda la
El precio de la sabiduría
vida seguirán aumentando en el futuro nuestra capacidad para ex-
tender y enriquecer la vida mental de las personas reales del mun-
do real.

epetí la RM de mi cerebro a los dos años y medio. En el inter-


R valo no se había producido nada que indicase un trastorno ce-
rebral progresivo; por otro lado, la lesión punteada que mi amigo
Sandy Antin había calificado de artefacto había desaparecido. Sin
duda debía de tratarse de un artefacto. Así pues, con suerte, mi en-
vejecido cerebro seguirá sirviéndome bien durante el futuro inme-
diato. Exactamente durante cuánto tiempo, nadie lo sabe.
¿Significa esto que he alcanzado la sabiduría? Al menos lo
suficiente como para no vanagloriarme de poseerla. Pero como
cualquier otra persona he ido acumulando una dotación de dis-
positivos neuronales de reconocimiento de patrones que me per-
miten entender mi mundo y actuar en él con notable eficacia. To-
dos estos patrones, así como todos aquellos patrones que podrían
haber formado parte de mi arsenal mental pero no lo han hecho,
constituyen la totalidad de mis experiencias vitales, de mis es-
fuerzos mentales igual que de mi holganza mental. Aún recuerdo
una ocasión en que, a la edad de seis años, hablaba con un veci-
no de quince e intentaba imaginar cómo se sentía una persona tan
mayor. Hoy soy el propietario, por lo general satisfecho, de un
cerebro de cincuenta y ocho años de edad que se siente bien y se
pregunta cómo se siente uno a los setenta, ochenta o noventa
años de edad.
322 La paradoja de la sabiduría Epílogo 323

La idea de este libro nació de mi introspección sobre los cam- brales de reconocimiento de patrones, no es un derecho adquirido,
bios que se producen con el devenir de las estaciones de mi propia una conclusión necesaria de la edad avanzada; es la recompensa
mente. El propósito era ir más allá de la introspección e intentar por haber mantenido una vida mental vigorosa cuando se era más
comprender los mecanismos que subyacen a esos cambios menta- joven.
les. Con este fin, me he propuesto examinar las estaciones de la Todos odiamos los tópicos, pero a menudo olvidamos que lo
mente humana tanto en el contexto cultural como en el neurobioló- que los convierte en tópicos es que tienen una base de verdad. Los
gico, y conectar esas dos perspectivas en una «historia natural de la lugares comunes son aburridos no porque sean erróneos sino por-
mente» coherente que abarque la totalidad de la vida. La historia que son obvios y patentes. «El pasado es el mejor pronosticador del
natural narrada en este libro es sin duda incompleta. Por ejemplo, futuro» es un tópico manido, pero que como muchos tópicos con-
apenas tocamos los aspectos morales y espirituales de la mente, o tiene una gran dosis de verdad. Es cierto en la historia, en la econó-
el desarrollo de las premisas morales y espirituales o como éstas mica, en la política, y es cierto en la vida de nuestro cerebro y, por
dan forma a nuestra vida psíquica. tanto, de nuestra mente.
Pese a estas obvias omisiones, al llegar al final de esta indaga- La habilidad para «ver más allá de las cosas» sin esfuerzo apa-
ción el resultado me parece, a fin de cuentas, satisfactorio, pues rente y que, dependiendo de su calibre y contexto, llamamos com-
considero que la historia natural de la mente que surge de esta in- petencia o pericia, o en raros casos sabiduría, no surge como una
dagación tiene sentido, que ilumina y clarifica mi propia introspec- epifanía de la madurez ni como un derecho de la ancianidad. Es la
ción, si no completamente, al menos sí en buena medida. El senti- condensación de las actividades mentales desarrolladas durante
miento de que «las estaciones de la mente» no implican un declive años y décadas. Son el alcance y la calidad de la vida mental de
en todos los aspectos, que al envejecer se consiguen algunas im- cada persona los que determinan su calidad durante sus fases fina-
portantes ganancias mentales, se fundamenta en la realidad neuro- les. «La sabiduría comienza en la sorpresa», dijo Sócrates. Esto es
biológica; no es un mero ejercicio de desesperado optimismo de un tan cierto ahora como entonces, o incluso más.
intelectual que envejece. Nuestro periplo por la vida es un periplo por la vida de nuestra
Pero, ¿es tranquilizador hasta el punto de acabar con la angustia mente. Una vida mental rica en experiencias, que haya afrontado
por el envejecimiento? Desde luego que no. ¿Lamento que no lo con frecuencia desafíos mentales diversos sin arredrarse nos re-
sea? En absoluto, pues en cantidad moderada esa angustia puede compensa con un generoso arsenal de herramientas cognitivas. Es-
ser una gran fuerza constructiva, que motive y movilice al recor- tas herramientas cognitivas nos confieren un gran poder a medida
damos que nuestro tiempo es finito y no debe malgastarse. No obs- que envejecemos y nos protegen frente a los efectos del deterioro
tante, los dos mensajes que surgen, alto y claro, de mi historia na- cerebral. La vida es finita, todos lo sabemos, y preparamos el esce-
tural de la mente son, en su conjunto, tranquilizadores. nario para el acto final durante toda una vida de experiencias y em-
El primer mensaje es que quienes siempre hayan mantenido peños. Esto, que es cierto para nuestro cuerpo, es igualmente cier-
una vida mental vigorosa y rigurosa se acercan a la vejez protegi- to para nuestra mente.
dos por una fuerte armadura mental. Esta armadura, una especie El segundo mensaje es que, aunque debemos aprovechar al má-
de piloto automático, les servirá bien durante las últimas décadas de ximo nuestro piloto automático mental, no debemos dejar que nos
su vida. Esta armadura mental, la rica colección de atractores cere- adormezca. Independientemente de nuestra edad, tenemos que se-
324 La paradoja de la sabiduría Epílogo 325

guir poniendo a prueba nuestra mente y someterla a nuevos desa- Mi mente para mí un reino es,
fíos mentales. En estos tiempos de caprichosa obsesión con la for- tal es el gozo que ella me entrega
ma física, todos hemos oído hablar del «subidón del corredor», la que supera todo otro placer
sensación de energía y la satisfacción que produce el ejercicio y los que el mundo ofrece y crea.
logros físicos. Pero, ¿cuántos de nosotros hemos experimentado el
«su bidón del pensador»? Es éste un sentimiento caro a algunos cien- Cuando Inglaterra se sacudía de encima los últimos vestigios del
tíficos y artistas. No a todos ellos, desde luego. Una profesión crea- sopor medieval dominado, por el dogmatismo, y afirmaba con fir-
tiva no implica necesariamente una mente creativa. Un célebre juga- meza su lugar en el florecer del Renacimiento, en la época de Sha-
dor de ajedrez, un conocido de mis padres cuando yo era un niño en kespeare, Newton y la Ilustración isabelina, este verso de Sir Edward
Riga, dijo en una ocasión que «la mayoría de la gente juega al aje- Dyer (1543?-1607) es emblemático de la renovada fascinación por
drez con las manos, y muy pocos con la cabeza». Hasta las más los pasatiempos de la mente. Hoy como entonces, los que disfrutan
exaltadas vocaciones intelectuales ofrecen la opción seductora de con las actividades mentales fortalecen y protegen la mente frente
una perezosa línea mental de ensamblaje. ¡Hay que saber recono- a su decadencia.
cerla y no dejar que se apodere de nosotros! Algunas personas son físicamente fuertes yeso las recompensa
Dejando de lado el hecho de si lo han experimentado o no, durante toda la vida. Otras son físicamente perezosas, y también
¿cuántas personas han contemplado siquiera la posibilidad de esto tiene consecuencias durante toda la vida. De igual manera, al-
sentir ese «subidón del pensador»? ¿Cuántas personas han oído gunas personas ansían los desafíos mentales mientras que a otras
siquiera hablar del ejercicio mental? E incluso entre las personas les agobian. Estas últimas, en cuanto pueden, optan por un seduc-
que lo entienden, ¿en cuántos casos va esta comprensión más allá tor espacio de comodidad mental sin darse cuenta de que la como-
de la mera retórica? ¿Cuántas llegan a reconocer que el pensa- didad mental equivale al estancamiento mental. «No hay recurso
miento enérgico es una actividad por derecho propio que se pro- que no explore el hombre para evitar el trabajo de pensar», es el
duce en el espacio y en el tiempo? Cada vez que intento explicar- pronunciamiento nihilista de Thomas Edison. Aunque no se aplica
le a alguien que las horas que paso paseando con mi perro no a todos, sin duda se aplica a muchos, quizá a la mayoría. ¡Hay que
es tiempo perdido sino ganado porque es mi tiempo para pensar, el asegurarse de que no se pertenece a esa fracción mentalmente hol-
tiempo que me permite hacer en mi cabeza todo tipo de cosas, en- gazana de la humanidad!
tre ellas escribir este libro, demasiado a menudo tengo la impre- Igual que la pereza física se cobra un precio, así también la pe-
sión de que la gente no tiene la menor idea de lo que estoy di- reza mental. La pereza mental durante la juventud pone en peligro
ciendo y que lo más probable es que piensen que simplemente el cerebro durante la vejez. Recuérdese la admonición de William
estoy inventando una excusa para dar respetabilidad a un pasa- James de no malgastar los años formativos, cuando la mente es
tiempo. Para algunas personas la idea del pensamiento puro no «plástica». Quienes disfrutan con los desafíos mentales y los bus-
cuela, ni aunque se combine con la actividad indiscutiblemente can más allá de las necesidades básicas de la existencia cotidiana,
productiva de sacar el perro a pasear. Pero hay que ser más listo y aprestan la mente y el cerebro con una resistente capa de protección
escuchar al poeta: que les ayudará a preservar una vida mental sana y rica hasta la ve-
jez.
326 La paradoja de la sabiduría

Pero la vida vigorosa de la mente no debe pararse en ningún


momento de la vida; puede y debe continuar hasta la vejez. Cuanto

más se prolongue, más tiempo seguirá prodigando sus recompensas
en forma de estímulos para diversos procesos de crecimiento en el Agradecimientos
cerebro, protegiéndolo así frente a los estragos del deterioro. El
concepto de una buena forma mental que nos recompensa con una
mayor probabilidad de conservar una mente sana durante toda la
vida debería llegar a formar parte de la cultura popular. Creo que no
tardará en ocurrir así.
La imagen del sabio es una de las más reverenciadas en todas
las culturas. Tras la fascinación por la juventud, la vejez comienza
a ser respetada de nuevo en nuestra impaciente y engreída cultura.
Con lo que las tendencias demográficas nos auguran, ¡más nos vale
que sea así! El sabio no nace, se hace tras un periplo que dura toda
una vida. Y ese periplo es un periplo de la mente, es el ascenso has-
V arias personas me han ayudado de diversas maneras a hacer realidad
este libro. Debo expresar mi más profunda gratitud a Michelle Tess-
ler, mi agente en Carlisle and Company, quien colocó mi proyecto en las
ta la sabiduría. El envejecimiento es el precio de la sabiduría, pero atentas manos de Gotham Books; no podía esperar mejor editorial. Mi
la sabiduría en sí no tiene precio. Para quienes la alcanzan, es la agradecimiento también a mi excelente editor en Gotham, Brendan
edad dorada de la mente. Cahill, y a su ayudante Patrick Mulligan, quienes me guiaron desde la
Por lo que a mí se refiere, quizá decida hacerme otra RM den- concepción del proyecto hasta su finalización de un modo profesional, pa-
tro de unos cuantos años. Mis ventrículos quizá sean entonces algo ciente y constructivo. Agradezco a Dmitri Bougakov su enorme ayuda
más grandes y los surcos quizá comiencen a distenderse. Quizá con varios aspectos técnicos de la preparación del libro y sus meditados
aparezca en la imagen otra diminuta zona de hiperintensidad. Pero comentarios sobre el manuscrito. Peter Lang ha sido mi mano derecha en
todo esto me lo tomaré con buen ánimo. Mi cabeza está llena de el programa de mejora cognitiva descrito en el libro. Richard Gallini hizo
atractores y podré felizmente hacer un buen uso del piloto automá- las ilustraciones. Fiona Stevens, Kate Edgar, Sergei Knazev, Lalita Krish-
namurthy y Brendan Connors ofrecieron su ayuda y consejo en varias fa-
tico. Con el fin de estimular mi mente con nuevos retos mentales y
ses del proyecto. Agradezco a mis pacientes y a los participantes del pro-
asegurarme de que mi cerebro envejecido sigue formando nuevas
grama de mejora cognitiva la oportunidad de trabajar con ellos y, al
neuronas, para impedir que decaiga sin remedio ni esperanza, he hacerlo, adquirir las ideas y la experiencia que han servido de base a este
escrito este libro. Con suerte, no será el último. libro. Gracias asimismo por permitirme contar sus historias y citarlos.
Agradezco al padre de «Steve» el permiso para escribir sobre su hijo. Mis
estudiantes cumplieron la función de audiencia cautiva ante la cual ensa-
yar, disfrazadas de conferencias, las piezas que conforman este libro. Les
agradezco su indulgencia.
Por último, quiero mostrar mi agradecimiento a mi perro Brit, mi in-
sólita musa. Cuando era niño y vivía en la ciudad báltica de Riga (enton-
328 La paradoja de la sabiduría

ces parte de la Unión Soviética), teníamos dos perros en la familia, los


responsables de mi constante afecto por los canes. Mi padre era entonces

un residente involuntario del «hotel» de Stalin llamado gulag. Mi madre
fue despedida de su puesto como profesora universitaria y acabó traba- Fuentes y lecturas
jando tumos brutalmente largos en una fábrica para poder mantener a su
familia. Nosotros tres, los dos perros y yo, pasábamos largos ratos en el complementarias
apartamento comunitario donde vivíamos. Con tres años ya los conside-
raba mis amigos. De adulto siempre quise tener un perro, pero estaba de-
masiado ocupado, era demasiado celoso de mi libertad y mi estilo de vida
era demasiado peripatético. Al fin, en parte quizá a consecuencia
de la misma crisis de la mediana edad que me incitó a escribir este libro,
decidí tener un perro. Con el tiempo Brit, el cachorro de bullmastiff, se
convirtió en un criatura majestuosa y leonina de tamaño amenazador pero
buen corazón, noble disposición e inteligencia canina superior, mi com- INTRODUCCIÓN

pañero y amigo.
He vivido junto al Central Park de Nueva York durante muchos años, Sobre la Anna Karenina de Tolstoi, véase Tolstoi, L., Anna Karenina,
pero nunca había sacado partido de mi proximidad salvo por las vistas de Bames y Noble Classics, Nueva York, 2003. [Hay trad. cast.: Ana Kare-
los extensos campos de hierba y las exuberantes copas de los árboles que nina, Edaf, Madrid, 2001.]
podía disfrutar desde mi sala de estar. Pero ahora, forzado a levantarme a Lo que llamo suerte de memorias intelectuales es el libro de Gold-
una hora más temprana de lo acostumbrado para sacar a pasear a Brit, lle- berg, The Executive Brain: Frontal Lobes and the Civilized Mind, Oxford
vaba conmigo mi ordenador de mano y pasaba muchas horas en Central University Press, Oxford, Nueva York, 2001; rústica 2002. [Hay trad.
Park escribiendo o pensando en los capítulos todavía no escritos mientras
cast.: El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales y mente civilizada, Crítica,
tomaba un café exprés en el Sheep Meadow Cafe, un lugar amable con los
Barcelona, 2004.]
perros, o descansando cerca de la fuente Bethesda, con Brit dormitando a
mis pies o pidiéndome insistentemente una galleta o intentando devorar el
banco donde me sentaba, sin contribuir básicamente en nada al proceso
l. LA VIDA DEL CEREBRO
creativo. Aquellas serenas mañanas en el parque me traían capacidad de
concentración y claridad de pensamiento, además de una inestimable hui-
da de la frenética vida de Manhattan, aunque sólo fuera por un rato. El es- Dualismo cuerpo-mente: Damasio, A, Descartes' Error; Emotion,
quema esencial del libro quedó formado en un verano durante los paseos Reason, and the Human Brain, Putnam Publishing Group, Nueva York,
con mi perro. El resto fue fácil: sólo quedaba ponerlo sobre el papel. 1994 [hay trad. cast.: El error de Descartes: la emoción, la razón y el ce-
Este libro está dedicado a mi generación, los baby boomers, cuyos an- rebro humano, Crítica, Barcelona, 1996]; Pinker, S., The Blank Slate: The
helos y esperanzas comprendo y comparto. Modem Denial of Human Nature, Viking, Nueva York, 2002 [hay trad.
cast.: La tabla rasa: la negación moderna de la naturaleza humana, Pai-
dós, Barcelona, 2004]; Koestler, A, The Ghost in the Machine, Hutchin-
son, Londres, 1967; Goldberg, E., The Executive Brain: Frontal Lobes
330 La paradoja de la sabiduría Fuentes y lecturas complementarias 331

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2001; rústica 2002. [Hay trad. cast.: El cerebro ejecutivo: lóbulosfronta- cast.: Neuroanatomía: fundamentos, Editorial Médica Panamericana, ciu-
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358 La paradoja de la sabiduría Fuentes y lecturas complementarias 359

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360 La paradoja de la sabiduría Fuentes y lecturas complementarias 361

13. Los DÍAS PERROS DEL VERANO 14. USE EL CEREBRO Y SÁQUELE MÁS PARTIDO

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362 La paradoja de la sabiduría Fuentes y lecturas complementarias 363

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Orden de la Enseñanza de Notre Dame: Snowdon, D., Aging
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'"
Indice alfabético

ablación de hipocampo, 138-139 y atrofia del hipocampo, 15


acalculia, 40 y desarrollo cerebral, 61
actividad mental y función cere- y memoria genérica, 151-152,
bral, 25, 275-293 156
véase también mejora cogniti- Y preocupación de los baby
va; paradoja de la sabiduría boomers, 18
actividades matinales y actividad y recuerdos, 138
del cerebro, 35-41 ambigüedad cognitiva, 186
Adenauer, Konrad, 97 amígdala
afasia de Broca, 37 y actividades diarias del cere-
afasia de Wernicke, 37 bro, 39, 49
afasias, 37, 39, 43, 212, 213, 250 Y desarrollo del cerebro, 60
Aforismos (Hipócrates), 57 y emoción y cognición, 247-
agnosia asociativa, 44, 153, 236 248,253-254,259,264
agnosia visual de objetos, 37, 38 Y reconocimiento de patrones,
Altman, Joseph, 276 170,171
Alzheimer, enfermedad de amígdala derecha, 39
actividad mental y funciona- amnesia
miento cerebral, 277, 278, y memoria genérica, 144, 146-
281,291,292-293 150
personajes históricos y enveje- Y recuerdos, 127135-140
Cimiento, 71-72, 72-73, amnesia retrógrada con encogi-
73-74, 76, 77, 79-80, 80-81 miento, 139
Y actividades diarias del cere- amusia, 213
bro, 31, 38,43,47 anomia,43
366 La paradoja de la sabiduría Índice alfahético 367

anosognosia (negación), 45, 249- atractores y estados atractores, 34, Carlsson, Ingegerd, 245 circunvolución temporal superior,
250 163-168,169,171 Caronna, John, 15 42
ansiedad generalizada, trastorno atrofia de hipocampo y enferme- carótida, arteria, 15 clasificación implícita en el len-
de,254 dad de Alzheimer, 15 cartografía del cerebro (neuroima- guaje, 108-109
anterógrada, amnesia autoconfianza sin límites, 75 gen), 266-271 Claudio,97
y memoria genérica, 147, 148 autómata celular, 111 ceguera cortical (síndrome de An- cognición y envejecimiento, 32-
Y recuerdos, 136-137 axones, 53,54 ton), 35, 37 33,34
Antígona (Sófocles), 90 «célula abuela» (módulo cogniti- comisuras anteriores, 211
Antin, Sanford, 16 baby boomers, 18-19 vo),167 comisuras posteriores, 211
Anton, síndrome de (ceguera corti- Bahrick, H. P., 135 células fusiformes, 197, 217 competencia y sabiduría, 96, 97-
cal), 36, 37 Baltes, Paul, 99 centro de gravedad cognitiva, 33, 98, 98-99, 99-100, 174-175,
apoptosis, 54 Bamett, Jacqui, 305 34, 228-229, 231-232, 240, 210
apraxia del vestido, 38 Barr, William, 150 241-246,264,265 competencias laborales y reconoci-
apraxia ideacional, 37, 38, 237 Barzum, Jacques, 87 cerebelo, 38, 61 miento de patrones, 176-177
aprendizaje no supervisado, 163 Begley, Sharon, 279 cerebro «emergente» (de mente complejo demencia-SIDA, 281
aprendizaje supervisado, 163 Bilder, Robert (<<Chip»), 149 abierta), 122 comprensión de la cognición a par-
aprendizaje y dualidad del cerebro, biología del cerebro, 33, 35-41 cerebro bilingüe, 232-235, 282- tir de la mejora cognitiva, 318
219-225,240-246 Birren, James, 90 285,292 comprensión instantánea y trabajo
Árbol de la Sabiduría, 90 Bougakov, Dmitri, 305 cerebro de músico, 285, 286, 292 mental duro, 19-20
arborización, 54 Braille, 155-156 cerebro ejecutivo, El (Goldberg), concepción errónea de la dualidad
Aristóteles, 92 Brezhnev, Leonid, 85 27-28,48 del cerebro, 212-219
arrogancia, 75 Brit, el bullmastiff, 195-196, 206, cerebro medio, 61 conectividad entre hemisferios, 221-
ART (teoría de la resonancia adap- 224,266,297 cerebro, actividades diarias del, 222
tativa), 166,210 Bullock, Allan, 83 22-23,27-49 véase también hemisferio iz-
arte Bush, George, 77 véase también paradoja de la quierdo del cerebro; hemis-
y demencia, 70-75 sabiduría ferio derecho del cerebro
y mejora cognitiva, 296-297, cambios cognitivos y desarrollo César, Julio, 106 Confucio, 89
298-303 delcerebro,62,63 Comentarios a la guerra de las conocimiento centrado en el actor,
artefacto, 16 cambios en los recuerdos genéri- Galias, 106 véase conocimiento preceptivo
arteria basilar, 15 cos, 160 CI manipulativo (CIM), 273-274 conocimiento descriptivo y verídi-
Asperger, síndrome de, 43 cambios isquémicos en el cerebro CI verbal (CIV), 273-274 co,24
astrocitos, 54 (áreas punteadas de isquemia), Cibernética (Wiener), 67 y dualidad del cerebro, 236-237
atención, afectada por desarrollo 14-15, 16-17 «circuitos de la emoción», 253 y reconocimiento de patrones,
del cerebro, 62-63 Camille, Nathalie, 194 circunvolución angular, 283 178-180,183,187
atención dividida, 62 campos frontales oculares, 46 circunvolución angular izquierda, conocimiento experto, la sabiduría
atención selectiva, 62 Caravaggio, 97 43 definida como, 99
368 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 369

conocimiento moral y lóbulos Costa, Louis, 227 demencia con cuerpos de Lewy, «dónde», sistema visual del, 47
frontales, 191-192, 193-194 creatividad 156,281 dopamina, 36,60, 217, 257
control de la propia vida, sensación y lóbulos frontales, 245-246 demencia multiinfarto incipiente, 82 dualidad del cerebro, 24, 209-246
de tener, 20-21 y sabiduría, 91-94, 98, 99 dendritas, 53-54, 159 véase también emoción y cog-
corteza Creutzfeldt-Jacob, enfermedad de deporte y mejora cognitiva, 296- nición; lóbulos frontales;
auditiva, 35 (encefalitis espongiforme), 159 298,302 hemisferio izquierdo del ce-
cingulada, 254 criminalidad, 192 depresión, 248, 250, 260, 264 rebro; hemisferio derecho
cingulada anterior, 49 Csikszentmihalyi, Mihaly, 90 derecha a izquierda, cambio en el del cerebro; paradoja de la
de asociación, 122, 179 cuenca de atracción, 164, 165 control mental, 33-34, 228-229, sabiduría
de asociación heteromodal, 47, cuerpo calloso, 44, 211 231,240,241-246,264,265 dualismo «mente-cuerpo», 27
122,221,277 cultura y sabiduría, 104-121 des arborización, 58 Dyer, Sir Edward, 325
de asociación modalidad espe- véase también lenguaje; recono- desarrollo del cerebro, 23, 51-64
cífica,221 cimiento de patrones; paradoja véase también paradoja de la economía conductual, 186-187
frontales, 54, 55 de la sabiduría sabiduría economía mental y reconocimiento
motora, 38, 112, 121 Cushing, Harvey, 13 desarrollo del cerebro, estación de, de patrones, 169-175
orbitofrontal, 49 Chillida, Eduardo, 71-73, 74 53-56 Edelman, Gerald, 54, 142, 163
prefrontal, 182, 183-184, 185, Churchill, Winston, 67, 84-85, Descartes, René, 27, 211 Edison, Thomas, 325
191-193,279 260,303 deterioro cognitivo, medición, 303- «efecto Mozart», 302, 303
somatosensorial, 112 305,307 Einstein, Albert, 92, 97, 303, 305,
subdividión dorso lateral de la Damasio, Antonio, 27, 247 deterioro cognitivo leve (DCL), 320
corteza prefrontal, 59-60 darwinismo neuronal, 54, 142, 160 304 Eisenberger, Naomi, 253
visual, 35, 36, 43, 44, 54, 112, Davidson, Richard, 247 «deus ex machina», fenómeno, 20 ejecutivas, funciones, y lóbulos
121 DCL (deterioro cognitivo leve), diencéfalo, 33 frontales, 183, 184-185, 197,
Y actividades diarias del cere- 304 diferencias funcionales en el cere- 198-199
bro,33 De Leon, Mony, 47 bro, 213-216, 218 ejercicio del cerebro, importancia
y dualidad del cerebro, 212, déficit ejecutivo, 37 «Diferencias hemisféricas en la ad- del, 277-282, 287-288, 290,
221 degeneración y memoria genérica, quisición y uso de sistemas des- 292, 295, 322-326
véase también neocorteza 163 criptivos» (Goldberg), 228 véase también mejora cognitiva
corteza auditiva, 35 demencia diferencias individuales en el cere- ejercicio físico y mejora cognitiva,
corteza cingulada anterior, 49 personajes históricos y enveje- bro,223 297-299,302
corteza cingulada y emoción y cimiento, 69-87 emoción y cognición, 259-264 ELA (esclerosis lateral amiotrófi-
cognición, 254 uso y longevidad del cerebro, Dislexia, 213 ca), 83
corteza de asociación, 122, 179 291 Dixon, R., 98 emoción y cognición, 24-25, 247-
corteza frontal, 54, 55 y envejecimiento (normal), 61 Djilas, Milovan, 82 264
corto plazo, almacén de memoria, véase también Alzheimer, en- dominio personal y mejora cogniti- véase también dualidad del ce-
127 fermedad de va, 313 rebro; paradoja de la sabiduría
370 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 371

emociones negativas, véase hemis- esclerosis lateral amiotrófica (ELA), experimentos de transformación FSCr (flujo sanguíneo cerebral re-
ferio derecho del cerebro 83 (morphing) y recuerdos genéri- gional), 245
emociones positivas, véase hemis- escribir y lóbulos frontales, 199-202 cos, 165 Fuller, J. F. C., 92
ferio izquierdo del cerebro espacial, lóbulo parietal, 46-47 expertos sin esfuerzo y recuerdos funciones corticales superiores del
empatía y lóbulos frontales, 195, 196 especialización hemisférica genéricos, 155, 157-158 hombre, Las (Luria), 119, 120
encefalitis espongiforme (enferme- efectos de estimulación cogniti- Fuster, Joaquim, 102, 103, 170,
dad de Creutzfeldt-Jacob), 159 va,287-293 factores ambientales, cultura y sa- 185,202
encogimiento» del cerebro, 58 emoción y cognición, 222, 255- biduría, 102, 103, 110, 116
Encyclopaedia Britannica, 90 259 factores hereditarios, cultura y sa- Galileo, 92
envejecimiento véase también hemisferio iz- biduría, 102 gamma, estudio de EEG con fre-
demencia y envejecimiento quierdo del cerebro; hemis- Faraday, Michael, 79 cuencias, 231-232
normal,61 ferio derecho del cerebro Fausto (Goethe), 66 Gandhi, Mohandas, 93
estación en la vida del cerebro, especie, sabiduría de la, 114 fenómeno de la sabiduría, 89-91 ganglios basales, 38, 61
57-62,322 específica (singular) y genérica, «fenómeno Einstein», 305, 311 Gaudí, Antoni, 67
hemisferio derecho del cerebro, memoria, 149-152, 154 «fenómeno Leonardo», 93 genéricos, recuerdos, 23, 141-168
24,289 esquimales, lenguaje de los, 110 Feynman, Richard, 172 véase también recuerdos; me-
hemisferio izquierdo del cere- Esquizofrenia, 108,213 filética, memoria, 103, 109 moria; paradoja de la sabi-
bro, 24, 269-270, 271, 272, estaciones del cerebro, 23, 51-64 filo, sabiduría del, 102-103, 114, duría
273-274, 289 véase también paradoja de la 121,170,171 «genio inacabado», 97
impacto sobre la dualidad del sabiduría «filtros de la verdad» en el lengua- genio y sabiduría, 91-94, 95, 96, 97
cerebro,24,265-274 estructurales, diferencias en el ce- je,106 Geschwind, Norman, 216
impacto sobre la emoción y la rebro, 216-218 Fisher, Laurel, 90 glándula pineal, 211
cognición, 263-264 estructuras subcorticales, 33, 61, Flavio, Josefo, 106 glándula pituitaria, 211
impacto sobre la mente, 19-22, 121, 151, 154,277 guerra de los judíos, La, 106 gliales, células, 54, 162
322-326 estudiantes de mejora cognitiva, flujo sanguíneo cerebral regional glutamato y memoria, 131
lóbulos frontales y mente, 202- 310-319 (FSCr),245 God and Golem, [nc. (Wiener), 67
207 evolución fonológico, aprendizaje, 232 Goethe, Johann Wolfgang, 66
Y el privilegio de la sabiduría, y envejecimiento, 61, 65 formación de recuerdos, 128, 130- Goldberg, Elkhonon, 27-28, 48
30-35,99-100,174,175 Yevolución del cerebro, 33, 268 135, 137-138, 139-140, 141 Goldman-Rakic, Patricia, 189-190
Yevolución, 61, 65 Y lóbulos frontales, 194-197 véase también recuerdos gené- Gould, Elizabeth, 277
véase también paradoja de la y reconocimiento de patrones, ricos gradiente, principio de, y reconoci-
sabiduría 121,122-123 formación reticular ascendente de miento de patrones, 123
«equilibrio de poder», 24 «evolución y disolución», regla de, activación, 49 gradiente temporal de la amnesia
Erikson, Erik, 99 59,61 frecuencia de uso (de información) retrógrada, 13 7-140
Eriksson, Peter, 278 expansión de patrones y recuerdos y recuerdos genéricos, 141, gradientes, 122
error de Descartes, El (Damasio), 27 genéricos, 155-157, 158,277 142, 151, 155 Greenspan, Alan, 87
372 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 373

Grossberg, Stephen, 166,210 hemisferio izquierdo del cerebro y uso del cerebro para la longevi- Jenkins, Roy, 84
grupo, sabiduría del, 115 emoción y cognición, 248, 249, dad, 277, 278, 280, 281-282 Jruschov, Nikita, 82
guanches, lenguajes de los, llO 250,251-252,252-253,254, Hipócrates, 57 Jung, CarI, 99
257,258,263 hipofrontalidad, 192 Jung-Beeman, Mark, 232
habilidades (de procedimientos) y uso y longevidad del cerebro, hipotálamo, 49
de hechos (declarativa), memo- 24-25,289 historia de la sabiduría, 89-91 Kahn, Robert L., 86-87
ria de, 144-145, 146 Y actividades diarias del cere- Hitler, Adolf, 81, 83, 261 Kahneman, Daniel, 187
habla, producción de sonidos del, bro, 41-43, 44, 46 homúnculos, 27, 142, 190 Kant, Immanuel, 79
109 Y dualidad del cerebreo, 220, Hopfield, John, 165 Katzman, Robert, 292
Haier, R. J., 157 221,237,238-240,241-242, Hughes, Jim, 13, 76 Ketter, Terence, 262
hatsa, lenguaje de los, llO 243-244 humanidad y lóbulos frontales, 195 khoisan, lenguaje de los, 110
Heckhausen, J., 98 Yenvejecimiento, 24, 269, 270- Kohut, Heinz, 99
hechos, memoria de (declarativa) y 271,272,273-274,289 importancia de la información y de Koko, el gorila, 216
memoria de procedimientos Y lenguajes, 212-217, 218-219, los recuerdos genéricos, 141-132 Kooning, Willem de, 72-75
(preceptiva), 144-145, 146, 151 231-232,234-235 «impreso» en el cerebro (instinto Kosslyn, Stephen, 129
hemiinatención, 44 véase también hemisferio dere- del lenguaje), 108, 110- 112 Krishnamurthy, Lalita, 305
hemiinatención izquierda, 44, 250 cho del cerebro individuo, sabiduría de un, 115, 171
hemiinatención visual, 44 héroes y villanos, 78-87 inhibición mental y flexibilidad, 62 Lang, Peter, 305
heminegligencia, 44 herramienta y el símbolo, La (Vi- ínsula, 270 largo plazo, almacén de memoria,
heminegligencia izquierda, 44, 250 gotsky y Luria), 116 inteligencia, constructo de la sabi- 127, 129, 132-134, 137-138,
heminegligencia visual, 44 Herrera, Hayden, 73 duría,98 139-130, 141
hemisferio derecho del cerebro Hershman, Jablow, 260 inteligencia ejecutiva, 199, 203, véase también recuerdos gené-
emoción y cognición, 248, 249, Heschl, circunvolución de, 285, 286 204-205, 206-207 ricos
250-251,251-252,252-253, heteromodal, corteza de asocia- inteligencia emocional, 199,203 Lawrence, T. E., 90
254,257,258-258,263 ción, 47, 122,221,277 interés en otras mente e inteligen- LCR (líquido cefalorraquídeo), 314-
uso y longevidad del cerebro, hiperfasia, 213 cia ejecutiva, 206 315
24-25,285,288-289,289-290 hiperintensidades, 58 intemalización de instrumentos LeDoux, Joseph, 247
y actividades diarias del cere- hipocampos culturales, 115-117, 119-120 Leib, Julian, 260
bro, 40, 43, 44-45, 46, 213 y actividades diarias del cere- invulnerabilidad de los recuerdos lenguaje, 105-114
Y dualidad del cerebro, 214, bro, 39-4047-, 39-40, 47- genéricos, 150-161 vease también hemisferio iz-
220, 221, 234, 237-238, 48 quierdo del cerebro; recono-
239, 241-24, 214, 220, Y desarrollo del cerebro, 60-61 Jackson, John Hughlings, 59, 61- cimiento de patrones; para-
221, 234, 237-238, 239, y dualidad del cerebro, 217 62, 189 doja de la sabiduría
241-242, 243, 269, 271, y recuerdos, 132-133, 151-152, Jackson, Michael, 165 Lenin, Vladmir, 82
272, 273-274 217,278,280 James, William, 176, 325 Leonardo da Vinci, 93
Y envejecimiento, 25, 289-290 Y recuerdos genéricos, 151-152 Jamison, Kay Redfield, 260 Leontyev, Alexei, 91
374 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 375

liderazgo y demencia, 75-78 materia gris, 55, 59, 60, 283, 285 módulos y atractores, 166-168 neuroimagen funcional, 154, 229-
Lieber, Edvar, 74 mating mind, The (Miller), 297 moldes cognitivos, 32-34, 61 231,251,266
líquido cefalorraquídeo (LCR), 314 Meir, Golda (<<Madre de Israel»), Montefiore, Simon, 82 neuronas, 54, 58
10bectomía anterotemporal, 254 67 moscas del vinagre y estudios de neurotransmisores, 36, 60, 159,258
lóbulo frontal izquierdo, 36, 39,43 mejora cognitiva, 25, 295-320 dualidad del cerebro, 218 Newton, Isaac,79, 92, 260-261
lóbulo parietal izquierdo, 39 véase también paradoja de la motora, corteza, 38, 112, 121 niños
lóbulo temporal, 40, 43 sabiduría Mozart,97 y adquisición del lenguaje, 107,
lóbulo temporal derecho, 39 memoria contextual y no contex- multiinfarto, enfermedad, 12, 80, 82 109, 111
lóbulo temporal izquierdo, 39, 43, 44 tual, 62, 146, 149, 151,202 música y mejora cognitiva, 302 y dualidad del cerebro, 126,
lóbulos frontales, 24, 181-207 memoria declarativa (de hechos) y 212,220,231,234,241-242
véase también reconocimiento memoria de procedimientos (de Napoleón, 49, 261 N-metil-D-aspartato (NMDA), 131,
de patrones; corteza prefron- habilidades), 144-145, 146, 151 negación (anosognosia), 45, 249- 217
tal; paradoja de sabiduría memoria ejecutiva, 107, 184-185 250 NNN (Nuevas neuronas no), 276-
logros tardíos, 65-70 memoria semántica y memoria epi- Neimann, Beth, 302 277
Luria, Aleksander Romanovich, sódica, 62, 146, 149, 151, 202 neocorteza no contextual y contextual (memo-
41, 115-121, 127, 189, 191, «menos es más» y recuerdos gené- emoción y cognición, 248, 253 ria), 62, 146, 149, 151,202
220,283 ricos, 157-158 reconocimiento de patrones, norepinefrina, 60, 217, 257
mente abierta, cerebro de (<<emer- 179 Nottebohm, Fernando, 276
MacArthur, proyecto, 295 gente»), 122 recuerdos, 125-126, 130, 132, novedad, véase hemisferio derecho
macroscópica, información, 229 mente-cuerpo, conexión, 17-22, 133 del cerebro
madurez del cerebro, 56-57, 59-60 27-31,52 recuerdos genéricos, 151-152, novedad-rutina, paradigma de, 219-
madurez social y desarrollo cere- Merzenich, Michael, 155 153, 154 225,227-229,256-257
bral, 55-56, 198-199, 238-239 «metacognitivo», papel, de los ló- uso y longevidad del cerebro, núcleos talámicos, 35
«magia mental», fenómeno de, 20 bulos frontales, 191 276-277 nuevas neuronas, y uso y longevidad
magnetoencefalografía (MEG), mielina, 15, 197, y actividades diarias del cere- del cerebro, 25, 47-48, 275-282
154,229,266 mielinización, 54-55, 56, 59 bro, 33, 41 nuevas neuronas no (NNN), princi-
malabarismo, estudio sobre uso y Miguel Ángel Buonarotti, 97, 261 y desarrollo del cerebro, 59 pio de, 276-277
longevidad del cerebro, 285- Miller, Geoffrey, 297, 300 neurociencia cognitiva, 120
286 mind and the brain, The (Sch- neurociencia computacional, 161- objetivo, conducta dirigida a un,
Mandela, Nelson, 68 wartz),279 162 184
manía, 248, 251 modalidad específica, corteza de neurociencia social, 186 oír y escuchar, relación entre, 233
mano ajena, fenómeno de la, 249- asociación de, 221 neuroerosión, 31, 64, 78, 80 oligodendrocitos, 54
250 modelos de redes neuronales, 162, neurogénesis, 53-54 olvido como función normal, 126-
«manojos de hábitos» y reconoci- 164-165,165-166 neuroimagen (cartografía del cere- 127
miento de patrones, 175-177 módulo cognitivo (<<célula de la bro),266-271 opérculo frontal, 216
materia blanca, 15,55,59,60,284 abuela»), 167 neuroimagen estructural, 266 orbitofrontal, corteza, 49
376 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 377

Orden de la Enseñanza de N otre Pascual-Leone, Alvaro, 155 y reconocimiento de patrones «qué», sistema visual del, 47
Dame, 156-157,292 percepción de orden superior y re- «preimpreso», 102, 121,
«órgano de la civilización» y lóbu- cuerdos genéricos, 152 122-123,142 rasgos afectivos negativos, 262
los frontales, 191 pericia cognitiva, 63-64 predicativa, naturaleza del lengua- Rathunde, Kevin, 90
Oteiza, Jorge, 71-72 pericia y talento, 94-95, 96, 98 je, 108 Raynor, Vivien, 74
Perlmutter, Marion, 98 prefrontal, corteza, 182, 183-184, Raz, Naftali, 57
paradoja de la sabiduría, 11-25, «permastore», memoria permanen- 185,190-193,279 razonamiento contrafáctico y lóbu-
321-326 te, 135 véase también lóbulos fronta- los frontales, 194
cultura y sabiduría, 104-121 personajes históricos y envejeci- les Reagan, Ronald, 68, 76-78, 80, 85
definición, 21 miento, 23, 65-88 presidente ejecutivo y funciones receptores, 159
emoción y cognición, 25, 247- véase también paradoja de la ejecutivas reconocimiento de patrones, 21,
264 sabiduría lóbulos frontales, 183, 184, 23,101-123,169-180
lenguaje, 105-114 personalidad como producto del 196, 198-199 véase también cultura y sabidu-
lóbulos frontales, 24, 181-207 cerebro, 29 priones, 159 ría; recuerdos genéricos; len-
personajes históricos y enveje- Pinker, Steven, 27, 111 procedimientos (habilidades) y de- guaje; hemisferio izquierdo
cimiento, 23, 65-88 placa cuadrigémina, véase tectum clarativa (hechos), memoria de, del cerebro; recuerdos; me-
recuerdos, 23, 125-140 plano temporal, 216, 217 144-145, 146, 151 moria; paradoja de la sabi-
recuerdos genéricos, 23, 141-168 plasticidad del cerebro, 25, 279 procesos de reentrada y recuerdos, duría
sabiduría, pericia, competencia, véase también uso y longevidad l30 recordar un nombre y memoria ge-
23,89-100 el cerebro propiedades compartidas por obje- nérica, 167-168
uso y longevidad del cerebro, Platón, 75 tos semejantes y recuerdos ge- recuerdos, 23-24, 125-140
25,275-293 «poda» de exceso de neuronas, 54, néricos, 142-144,236 véase también recuerdos genéri-
Y actividades diarias del cere- 111 propiedades emergentes y recuer- cos; reconocimiento de pa-
bro, 22, 27-49 Poincaré, Jules-Henri, 164 dos genéricos, 163 trones; paradoja de la sabi-
Y desarrollo del cerebro, 23, 51- Popper, Karl, 219, 223 prosodia, 43 duría
64 «postanalítico» (toma de decisio- prosopagnosia, 213 recuerdos ejecutivos genéricos y
Y dualidad del cerebro, 24, 209- nes intuitiva), 170-172, 174 protección, mecanismos, y recuer- lóbulos frontales, 202-205
246, 265-274 potenciación a largo plazo (PLP), dos genéricos, 155-158 recuperar recuerdos, 139
Y mejora cognitiva, 25,295-320 l31 protuberancia, véase puente de Va- recursos mentales y reconocimien-
y reconocimiento de patrones, preceptivo (centrado en los acto- rolio to de patrones, 173
21, 23, 101-123, 169-180 res), conocimiento, 23 psicología (<<histórico-cultural»), red compartida y recuerdo genéri-
véase también envejecimiento y dualidad del cerebro, 236-237 115-117,120 co,142-144
parietales, lóbulos, 38, 40 y lóbulos frontales, 183, 185, Ptahhotep, 90 redes neuronales formales, 162,
parieto-temporal izquierdo, 40 187,189,202 puente de Varolio, 61-62 164,165-166
Parkinson, enfermedad de, 81 Y reconocimiento de patrones, punteadas, áreas de isquemia en el redes neuronales y recuerdos, 128-129
Pascual, Alberto, 218 177-180 cerebro, 15, 16 reentrada cíclica (reverberación) y
378 La paradoja de la sabiduría Índice alfabético 379

recuerdos, 130, 131-132, 134, Rimbaud, Arthur, 97 Shannon,Claude,80 tácito, conocimiento, y reconoci-
139-140,141 RMf (resonancia magnética fun- «si ... entonces», relaciones, y lóbu- miento de patrones, 177
refuerzos de patrones, 25, 295-320 cional), 154, 157-158, 189, los frontales, 193 tálamo, 35, 254
véase también paradoja de la 229,253,266 SIDA, 281 talento ejecutivo, 205
sabiduría Robertson, Anna Mary (Grandma siempre joven, cerebro, 63-64 talento y pericia, 95, 96, 98
regiones cerebrales Moses),67 siete pilares de la sabiduría, Los taquistoscopio, 228
y actividades diarias, 36-37,42 Robinson, D., 91 (Lawrence),90 Taub, Edward, 308
Y lenguaje, 112-114 Rodin, Auguste, 54 Simon, Herbert, 32, 87, 101, 110, taxistas, hallazgos sobre uso y lon-
y reconocimiento de patrones, Rogers, Carl R., 92 113,170,174 gevidad del cerebro, 280-281,
180 Roosevelt, Franklin Delano, 84, sinapsis, 54, 58, 159 282,292
y recuerdos, 133-134 97 sinaptogénesis, 54 TC (tomografía axial computariza-
relaciones causales y lóbulos fron- Rosand, David, 74 singular (específica) y genérica, da),266
tales, 193 Rosenwinkel, Eric, 305 memoria, 149-152, 154 TCEFU (tomografía computeriza-
relaciones temporales y lóbulos Rourke, Byron, 238 sistemas funcionales del cerebro, da por emisión de fotón único),
frontales, 193 Rowe, John w., 86-87 35-41,42 154,229,266
repositorio de patrones bien desa- Smith, Jacqui, 99 tectum,62
rrollados, véase hemisferios iz- sabiduría, pericia, competencia, sobregeneralización, fenómeno de, techo mesencefálico, véase tectum
quierdo del cerebro 23,89-100 y recuerdos genéricos, 143 televisión, el cerebro y mirar la,
república, La (Platón), 75 véase también paradoja de la Sócrates, 323 41-49
resolución de problemas sabiduría «sabiduría colecti- Sófocles, 90 Temístocles, 97
y reconocimiento de patrones, va de la especie» y lenguaje, somatosensorial, corteza, 112 «teoría de la mente», 48, 192, 195
32,101, 175-176 113-114 SPECT, véase TCEFU teoría de la resonancia adaptativa
Y sabiduría, 98-100 sabiduría de la especie, 114 Speer, Albert, 81 (ART), 166,210
resonancia magnética (RM), 12, sabiduría del filo, 102-103, 114, Squire, Larry, 144 TEP (tomografía por emisión de
13, 14, 16, 18, 251, 266, 283, 121,170,171 Stalin, Joseph, 82-83, 261 positrones), 129, 154, 157,229,
285,286 sabiduría del grupo, 114-115 Stemberg, Robert, 89, 91, 95, 98, 99 251
respuesta neurótica ante el enveje- sabiduría del individuo, 114-115 Strong, Connie, 262 Tetris, 157
cimiento, 18-19 Sadat, Anwar al-, 97 subdivisión dorsolateral de la cor- Thatcher, Margaret, 85
reticular, formación, 35 Sajarov, Andrei, 93 teza prefrontal, 59-60 Thompson, Pe ter, 90
retrógrada, amnesia sciences 01 the artificial, The (Si- Successful aging (Rowe y Kahn), 86 toma de decisiones intuitiva (<<pos-
y recuerdos, 137-139 mon),110 Suharto, Mohamed, 86 tanalítica»), 169-172, 173-174
y recuerdos genéricos, 144, Schwartz, Jeffrey, 279 surcos, 14, 58, 269 toma de decisiones, véase lóbulos
147, 148, 150 semántica y episódica, memoria, frontales
reverberación (reentrada cíclica) y 62,146,149,151,202 tabla rasa, La (Pinker), 27 tomografía axial computerizada
recuerdos, 130, 132, 134, 140, semejanzas entre lenguajes, 109 TAC (tomografía axial computari- (TAC),266
141 serotonina, 60, 258 zada),266 tomografía computerizada por emi-
380 La paradoja de la sabiduría

sión de fotón único (SPECT),


154,229,266
villanos y héroes, 78-88
Vinogradov, Vladimir, 82

tomografía por emisión de positro- visual, corteza, 35, 36, 43, 44, 54,
nes (TEP o TCEFU) , 129, 154, 112, 122
"
157,229,251 visual, lóbulo occipital, 47 Indice
torsión yakovleviana, 217, 222 visuoespacial, hemisferio, véase
Tourette, síndrome de, 49 hemisferio derecho del cerebro
transmisión de conocimiento y len- Vogeley, Kai, 189
guaje, 105 Volkogonov, Dimitri, 85
trastorno maníaco-depresivo, 261 vóxel, morfometría de, 270
trastorno por déficit de atención/hi-
peractividad, 49 Wahid, Abdurrahman (<<Gus Dur») ,
Traumatic aphasia (Luria), 119 86
tronco encefálico, 33, 35, 129, 132, Wechsler, escala de inteligencia de Introducción 11
133 (WAIS),273
Tulving, Endel, 145 Wiener, Norbert, 67 1. LA VIDA DEL CEREBRO 27
Tversky, Amos, 187 Williams, síndrome de, 213 2. LAS ESTACIONES DEL CEREBRO. 51
Wilson, Woodrow, 83 3. MENTES VIEJAS Y FUERTES A LO LARGO
vacíos de flujo normales, 15 Wisdom: a hard-won gift (Thomp- DE LA HISTORIA 65
validez nominal, 305 son), 175 4. LA SABIDURÍA A TRAVÉS DE LAS CIVILIZACIONES . 89
ventrículos, 14, 16,58 Wolfram, Stephen, 111 101
5. EL PODER DE LOS PATRONES.
Verlaine, Paul, 97 Wordsworth, William, 92 125
6. A VENTURAS EN LA AVENIDA DE LA MEMORIA
vida del cerebro, 22-23, 27-49 141
véase también paradoja de la Yeltsin, Boris, 86
7. RECUERDOS QUE NO SE DESVANECEN

sabiduría 8. RECUERDOS, PATRONES Y LA MAQUINARIA

Vigotsky, Lev Semionovich, 115- DE LA SABIDURÍA . 169


Zedong,Mao,83
117,121 Zimmerman, Michael, 305 9. FRENTE A FRENTE CON LA TOMA DE DECISIONES . 181
10. NOVEDAD, RUTINA Y LOS DOS LADOS DEL CEREBRO 209
11. LA DUALIDAD DEL CEREBRO EN ACCIÓN 227
12. MAGALLANES CON PROZAC . 247
13. Los DÍAS PERROS DEL VERANO. 265
14. USE EL CEREBRO Y SÁQUELE MÁS PARTIDO 275
15. REFUERZO DE PATRONES. 295

Epílogo: EL PRECIO DE LA SABIDURÍA. . . . . . . . . 321


382 La paradoja de la sabiduría

Agradecimientos 327
Fuentes y lecturas complementarias 329
Índice alfabético 365

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