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Programa de Economía

CRECIMIENTO SIN DESARROLLO


El caso sudafricano

28 DE MAYO DE 2019

GUSTAVO ANDRÉS OJEDA CARO


gojeda238@unab.edu.co

CRECIMIENTO SIN DESARROLLO


El caso sudafricano

Facultad de Ciencias Económicas,


Administrativas y Contables
UNAB
Mayo, 2019
Programa de Economía

Las tendencias y planteamientos económicos han ido evolucionando a través de los años,
desde el padre de la economía, Adam Smith, quien intento explicar en su libro Investigación
sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (1776) ¿Por qué unos países son más
ricos que otros? Han cambiado los planteamientos de los economistas contemporáneos
buscando explicar la conducta que lleva a los países a ser exitosos.

En ese orden de ideas y la necesidad de responder esa incógnita, apareció el concepto de


Crecimiento, conocido como la manera de impulsar los factores de producción de tal manera
que se generara un aumento del Producto Interno Bruto por la mayor competitividad en el
uso de los recursos. Los países crecían, pero sus indicadores de necesidades básicas
insatisfechas no mejoraban, en teoría, lo suficiente para concebir que el impulso de la
competitividad y un mejor uso de los factores de producción eran la base del impulso
económico y de la riqueza de los países.

En ese punto, comienza a haber discrepancias con el pensamiento del crecimiento, lo que
genera un nuevo concepto que estaría ligado al mismo, considerando que juntos seria la
explicación del por qué los países son ricos. Dicho concepto se conoció como el Desarrollo,
que en teoría no es más que la satisfacción de las necesidades básicas insatisfechas en la
comunidad ciudadana. Entonces, impulsar la producción y el uso de los factores productivos
con el fin de que la ciudadanía pudiera satisfacer cada uno de sus deseos y necesidades, pues
ahí habría un gran avance en la búsqueda de las causas de la riqueza.

Pero, entonces ¿puede haber un crecimiento que impulse la economía de la mano de la


satisfacción de necesidades?

Estados Unidos, quien fuera conocido como el país de las puertas abiertas a principios del
siglo XX, con una gran cantidad de migraciones de todo el mundo buscando un mejor futuro
para sus familias ha logrado mantener una tasa de desempleo baja. La razón de esto no es
más que el sacrificio a un sistema de seguridad social y de salud para los trabajadores. Es
claro que para los empresarios norteamericano se hace más atractivo el poder contratar
personal que le permite maximizar su bienestar por medio del impulso de los factores de
producción y el solo tenga que limitarse a pagar su salario nominal y no por la estabilidad de
salud o a del futuro de su trabajador.

Ese caso, limita las libertades y la satisfacción de las necesidades de los trabajadores
norteamericanos. El país del sueño americano, sacrifica la salud de sus trabajadores con el
fin de conseguir un pleno empleo, donde al salario vigente, la mayoría de los trabajadores
que buscan empleo, posiblemente lo encuentren.

Entonces, si no hay necesidades básicas satisfechas, el país entra en un limbo, donde crece
aceleradamente, pero con un costo muy alto, el sacrificio de las libertades de los trabajadores.
Luego hay crecimiento, pero no desarrollo. En ese sentido, entraremos a analizar, más a
fondo por medio del caso sudafricano, esta paradoja de Crecimiento sin Desarrollo.
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Sudáfrica, la economía más fuerte del continente africano, que aporta casi el 40% del PIB
del continente, con un PIB per cápita en promedio mayor que el de América Latina, con más
de 55 millones de consumidores y con un sector agrícola realmente desarrollado, ha sufrido
de la mayor desigualdad y es calificado como uno de los países más desiguales del mundo.

Desde los inicios del Apartheid, conocido como el sistema por el cual los ciudadanos de raza
negra eran segregados por los de raza blanca y llevados a la exclusión comenzó un sistema
de exclusión social que duro casi 50 años hasta que con Nelson Mandela como líder logro
acabar y derrocar el sistema liderado por el partido nacionalista y comenzar un trabajo de
unión de la nueva Sudáfrica.

En ese sentido y en pro de la recuperación del país, se comenzó a incentivar sectores de la


economía como el agrícola y minero, buscando el crecimiento económico por medio de la
motivación de uso de los factores de producción. Sin duda alguna, dicho esfuerzo ha hecho
que Sudáfrica sea uno de los principales productores de cromo, vanadio, platino y
manganeso.

El país, crecía poco a poco, y con esto también se incrementaban las necesidades
insatisfechas de los ciudadanos sudafricanos. Ese era el caso del sistema educativo,
denominado Bantu, el cual simplemente buscaba desmejorar la educación de las personas de
raza negra, limitando el desarrollo de dicho grupo segregado. Con el limitamiento de las
capacidades educativas de las razas menos privilegiadas en Sudáfrica se habría el camino a
la posibilidad de que no hubiera desarrollo. En ese sentido, con universidades altamente
calificadas como la de Johannesburgo, pero que solo es utilizada por extranjeros y por
personas, en su mayoría de raza blanca, quienes fueron beneficiados económicamente a gran
escala por el Apartheid durante casi 50 años, entraba en paradoja los conceptos de desarrollo
y crecimiento, pues por un lado contaba con una educación de calidad, pero no accesible a
toda la comunidad, ni siquiera a un alto porcentaje.

Sudáfrica, gozaba de un auge económico post apartheid, lo que lo llevaba a incentivar su


gasto público, dado esto, en el año 2004 es nominada y seleccionada como el país elegido a
realizar el mundial del año 2010. Eso, sin duda alguna era un reto para una economía
creciente que veía como negocio el hecho de hacer un gasto público en estadios, vías, medios
de transporte, aeropuertos y demás, puesto que la gran afluencia de personas por el magno
evento deportivo permitiría sin ninguna duda recaudar el gasto público y tener superávit en
el evento como tal.

Buscando generar más ingresos que motivaran el crecimiento del PIB, se arrancaron la
ejecución de las obras por un valor cercano a los 5,170 millones de dólares. El país africano,
logro construir estadios de primer nivel, vías ferroviarias completamente equipadas,
aeropuertos de envergadura internacional y demás, todo con el fin de que se generara el
impacto necesario en las personas para que vieran de Sudáfrica un país en crecimiento, y sin
duda así lo lograron evidenciar. A su vez, la gran cantidad de personas y el aumento del
consumo en los alrededores sudafricanos hizo que se cumpliera la meta del estado, pues
consiguió recoger su inversión y ganancia en el solo mes del mundial.
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Sin duda alguna se evidencio crecimiento en el pib sudafricano dado por el gran papel de
anfitrión que cumplió, tuvo un crecimiento en su economía, pero ¿Dónde dejamos el
desarrollo? Entramos de nuevo a la paradoja, hoy día Sudáfrica cuenta con una red de trenes
de excelente calidad pero que no es altamente utilizada dado el costo que tiene, por tal razón
muchos sudafricanos prefieren utilizar otros medios de transporte e incluso caminar. Como
es el caso de las personas que viven en pueblos cercanos a las ciudades, donde no cuentan
con servicios médicos y como son personas con bastantes inconvenientes económicos y a
falta de salud, deben caminar hasta las principales ciudades para atender sus quebrantos de
salud. Lo curioso aquí es que después de caminar por horas llegan a hospitales de primer
nivel con una atención médica adecuada, esto hace creer que se cuenta con dos países en uno
solo. Por un lado, la Sudáfrica llena de lugares de primera calidad, como estadios con todas
las capacidades, pero completamente desolados, donde pudieran albergar a cientos de
aficionados no va nadie, con vías completamente pavimentadas, con servicios médicos de
calidad y aceptables, pero, por otro lado, está, la Sudáfrica que segrego a los pueblos aledaños
a las personas de bajos recursos, con poco acceso a la educación, con problemas de movilidad
y sin sistema de salud.
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En ese sentido, el país creció y crece, pero deja de un lado las necesidades insatisfechas de
sus ciudadanos aun teniendo un pib percapita el cual ha tenido una tendencia creciente desde
el fin del apartheid.

Por otra parte, los crecientes casos de corrupción en dicho país, inclusive pre mundial, han
sido un completo banco de críticas, lo que incluso ha causado que el presidente fuera apartado
de su cargo, es asi como Jacob Zuma, tuvo que entregar su cargo por los grandes y graves
problemas de administración y corrupción en sus casi nueve años de gobierno. Casos como
las grandes reformas a su mansión que fueron pagados con el pago de los contribuyentes
nacionales, o como el de la familia Gupta, quienes fueran el Odebrecht pero africano, pues
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pagaron y sobornaron para tener jugosos contratos con el estado sin ni siquiera pasar por
mínimos filtros de licitación y demás. Sin temor a equivocarnos, debemos decir que Sudáfrica
ha sido un país que se ha esforzado por lograr sus objetivos de crecimiento y lo ha cumplido
pero que ha olvidado de una clara manera el desarrollo social de sus ciudadanos, y que los
problemas de corrupción han llevado a que se disminuya su crecimiento económico a tal
punto de poder estancarlo.

Después de analizar la información que por años he investigado sobre este país africano que
me emociona puedo concluir claramente, que, el país africano es la clara muestra de la
paradoja del crecimiento y desarrollo, pues se evidencia que el país ha crecido pero sus
habitantes no han tenido una mejora significativa de su calidad de vida en general, lo que
resaga el concepto de desarrollo. Por otro lado, no puede haber desarrollo con los altos niveles
de corrupción que se generan en este país africano, pues esto sin duda, límita los esfuerzos
por el crecimiento generados por aumentos de gasto público y demás.

“Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio
después de mí”

Nelson Mandela

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