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MEMORIAS
UNIVERSIDAD DE COLIMA
Consejo Editorial
1 Pienso particularmente en su poema“El último poeta” que, comose veráenel artículo “Cómo
fui académico”, habría escrito alrededor de 1894,y el cual le propició serias diferencias ideo-
lógicas con la Academia Mexicana correspondiente a la Real Española y con sus compañeros
catedráticos de la Escuela Nacional Preparatoria, a donde inigresó como profesor delatín.
Bausino DÁVALOS DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
mencionar algunos, y colaboró en diversas revistas literarias, además de la colección Balbino Dávalos también reeditó el libro de traducciones anglosajo-
ya mencionada, como El Renacimiento. Segunda época, El Mundo llustra- nas de Balbino Dávalos, Musas de Albión (2003).
do y Revista Azul. Por miparte, de agosto de 2003 a marzode 2006 cursé y elaboré mi tesis
Enel viraje hacia uno u otro de los rumbos de su biografía, el servicio de maestría en letrás mexicanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni-
público y la vocación literaria, fue desperdigando letras sobre letras que iba versidad Nacional Autónoma de México (unam). El proyecto se tituló Balbino
publicando aquí o allá, o que llevaba en su maleta mientras recorría Estados Dávalos: notaspara el rescate de un poeta modernista. Nieblas londinensesy otros
Unidos y Europa Occidental. Al paso, en tanto asumía una legación o im- poemas (edición crítica de su poesía dispersa). El desarrollo del plan detrabajo,
partía una clase de lenguas clásicas, añadió en su bibliografía un poema, una elaborado con la atenta dirección de mi asesora, la doctora Belem Clark de
traducción o un ensayo académico. Y al dictarle el tiempo que era necesario, Lara, resultó en la localización de 149 poemas: 102 encontrados en el tomo
sobre todo en los años cuarenta del siglo xx,? comenzó a escribir puntillosos de Poesías selectas, una edición familiar de la recolección de varios poemas,
artículos que rememoraban su juventud, los rostros de sus amigos y varios algunosde ellos inéditos; 29 en el rastreo de distintas fuentes hemerográficas;
pasajes consagrados porla historia patria; textos que fueron sepultados en los y 18 ubicadosen el FBD.
archivos y las hemerotecas incluso muchos años después de su muerte, acae- En general, realicé un rastreo en 20 publicaciones periódicas, tanto de
cida en 1951. finales del siglo xix como de principios del xx, en hemerotecas de la Ciudad
Fue hasta el año 2000 cuando comenzócierta revaloración dela literatura de México y de Colima. De estas pesquisas se asentaron 190 entradas de las
de Balbino Dávalos. Entonces, en su natal Colima,se creó la Colección Bal- distintas colaboraciones que Balbino Dávalos entregó a las prensas, con lo que
bino Dávalos, dirigida por Verónica Zamora, que reeditó Las ofrendas (Secre- fue posible establecer el fichero de una hemerobibliografía general del poeta.
taría de Cultura de Colima, 2000), el primer y único poemario publicado por Conlos diversos resultados obtenidos, recopilé y edité el volumen Nieblas lon-
Dávalos en la editorial madrileña Revista de Archivos, en 1909. Asimismo,se dinensesy otrospoemas (UNAM, 2007), en el que se recogieron 57 poemas inédi-
inauguró el Fondo Balbino Dávalos (FBD) en el Archivo Histórico del Muni- tos de Balbino Dávalos. De igual forma,trabajé en la reedición del volumen
cipio de Colima (AHMC),? que contiene gran parte de los papeles privados del Musas de Francia (U. de C., 2007), que contienelas traducciones davalianas de
escritor; y a partir del 2003, el actual director del A4mc, José Miguel Romero 19 poetas francófonos, volumen originalmente publicado en 1913 porla edi-
de Solís, se ocupó en formar un equipode trabajo para organizar los expedien- torial portuguesa “A editora limitada”, y del que localicé sólo un ejemplar en
tes del FBD. Los resultados fueron plausibles al elaborarse la página electrónica el Fondo Reservadodela Biblioteca Samuel Ramosde la Facultad de Filosofía
del Fondo (hrtp://148.213.22.12/F8D/), donde se ubican catalogadas y digi- y Letras de la UNAM.
talizadas todas las fojas del expediente personal del poeta. Para complementar Las 190 entradas integradas al fichero hemerobibliográfico de Balbino Dá-
la informacióndelsitio electrónico, Romero de Solís editó y anotó el Catálogo valos revelaron otras facetas en la escritura de nuestro autor, además de su poe-
del Fondo Balbino Dávalos, el cual todavía permanece en prensa. Ese año,la sía y. sus traducciones. Si bien se han escrito algunas reflexiones sobre la obra
de Dávalos en esos géneros, ha sido prácticamente ignorada su pluma como
? Es interesante notar lo expresado por Luz América Viveros, en el sentido de que por esos prosista. De hecho, un proyecto de la prosa de nuestro autor incluiría al me-
años, Ciro B. Ceballos, José Juan Tabladay Jesús E. Valenzuela, todos miembrosdistinguidos nostres tomos: ensayosy artículosliterarios, ensayos académicos y memorias.
de la segunda generación modernista, también publicaron en“Excélsior sus respectivos artícu-
los de “memorias”, en Ciro B. Ceballos, Panorama mexicano, 1890-1910 (Memorias), Méxi- En este momento sólo me ocupo de la presentación de sus memorias,
co, Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México, 2006. [Al localizadas en dos fuentes, las que provienen de la Hemeroteca y las sustraídas
siglo XIX. Ida y regreso].
3
A partir de aquí mencionaré a ambas instancias sólo con sus iniciales: FBD para el Fondo del propio Fondo Balbino Dávalos. Así se asentaron los 27 textos que integran
Balbino Dávalos, y AHMC para el Archivo Histórico del Municipio de Colima. este tomo de Digresiones de un pasado lejano, lo que representa un esfuerzo que
12 Bausno DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
no eximela posible existencia de otros artículos o documentos (provenientes 1. Advertencia editorial. Se presentan y describen loscriterios filológicos
de las mismas fuentes) que complementenesta labor. de esta edición.
Precisamente, el único texto del que se han ocupado con anterioridad 2. Claves bibliográficas. Aparecen tanto las fuentes hemerobibliográficas
algunos críticos y especialistas en la literatura finisecular mexicana, es el in- dela presente edición, como las que pueblan el universo delos artícu-
tegrado por los fragmentos que el autor cedió a la revista Ábside, y que los los publicados originalmente porel autor.
hermanos Alfonso y Gabriel Méndez Plancarte, responsables del impreso, in- Introducción. Inicia con una cronología comentada sobre la vida y
titularon “Primicias de las memorias de Balbino Dávalos”. Mis pesquisas me obra del autor, y ofrece una guía de lectura interpretativa del conteni-
permitieron localizar el mecanoescrito de este texto en el que se evidencia que do Digresiones de un pasado lejano.
el autor en algún momento planeó titularlo “Digresiones de un pasado leja-
no”, un añadido con letra molde visible en las orillas del documento,lo que
demuestra cierta dubitación de nuestro autor por colocar el rótulo definitivo
a las “primicias” de sus memorias.
Las características de este documento lo ubican como uno de los más
importantes de todo el corpus. Es el más extenso con 32 cuartillas meca-
noescritas a renglón seguido, y el que de cierta manerasintetiza la intención
memoriosa de los demás artículos. En homenaje a estos propósitos del autor
decidí titular este volumen como Balbino Dávalos lo habría proyectado, Di-
gresiones de un pasado lejano. Además, en muchos sentidos, el fin último de
estos artículos fue, justamente, ofrecer una versión personal de los episodios
históricos en los que le correspondió participar, pero ninguno mantiene una
linealidad cronológica: sino que cambia de temas o asuntosy utiliza retrocesos
o avances temporales en su narrativa, con la libertad plena de quien sólo pre-
tende establecer un diálogo ameno con sus probables lectores.
Para la presentación editorial del volumen se utilizaron distintos apar-
tados filológicos, que pretenden auxiliar en la lectura y ofrecer al interesado
un panorama amplio y detallado, tanto de la intención autoral con la que los
artículos originales fueron escritos, comodel horizonte cultural al que perte-
necen. Sólo es un esfuerzo para mostrar uno de los episodios desconocidos
en la historia literaria del país, además de aportar algunos elementos para
conocer la vida y obra de uno de nuestros escritores menos atendido por la
crítica literaria. aora
Así, para comenzar la lectura del volumen,se:invita al interesado a reco-
rrer los siguientes apartados filológicos auxiliares, que complementan el ma-
terial de las Digresiones.
- ADVERTENCIA EDITORIAL!
LAS MEMORIAS
4 Comose observará, decidí retomar varios de los planteamientos utilizados por el Proyecto
Manuel Gutiérrez Nájera del Instituto de Investigaciones Filológicas, adaptadosa la presen-
tación de la advertencia editorial de este volumen. Así, además de aprovechar sus recursos
ya establecidos, lo que permite una economíaa las diversas técnicas y metodologías de las
ediciones críticas, también asienta un ligero homenaje a la labor emprendida por Ana Elena
Díaz Alejo, Belem Clark de Lara, Yolanda Bache Cortés y Elvira López Aparicio. Particu-
larmente a la Dra. Belem Clark de Lara, sobre quien dejo un reconocimiento particular por
su labor docente.
Baueino DivaLos DiGRESIÓNES DE UN PASADO LEJANO
y en San Petersburgo... Artículos escritos, por lo demás, con una extraña voz intrascendente apariencia, para ofrecer cada vez una versión más mesurada al
narrativa que no duda en dudar sobre suslíneas, lo que confiere cierta neutra- texto original como se puede observara través de las notas de variante.
lidad, advierte un juego de voces poco escuchadoen la redacción de discursos Desde luego, el propósito principal de la presente edición es rescatar y
mnemotécnicos. difundir en un solo corpus todo el material que Dávalos escribió para recordar
Un últimoguiñoal lector para adentrarlo en estos textos, la amplia curva su pasado, pero también se han valorado las variantes para comprender la
que alcanzan los tiempos y los espacios con los que cuidadosamente fueron evolución ideológica de nuestro autor y el acendrado afán de pulimentar su
redactadoslos artículos. El primero data de 1895,y refiere sólo al escenario escritura. Por eso se establecen como textos base la última intención del au-
mexicano a través de Justo Sierra como protagonista cruzando la cultura y tor, y todos los textos se colocan en orden cronológico de acuerdo a la última
los ambientes del Porfirismo; pero el último es de 1947, en el que, con el versión excepto “Cómo fui académico”, el cual realmente funge como una
pretexto de hablar otra vez de Porfirio Díaz, se aborda el paisaje de Lisboa síntesis medular de los mismos propósitos del autor: presentar sus versiones,
en los momentosdelas revoluciones que asolaron, casi al mismo tiempo,las sus digresiones, del tiempo que le correspondió vivir.
capitales portuguesas y mexicanas, y que obliga un escritura fragmentada, Algunos textos fueron publicados por Dávalos de manera segmentada.
abigarrada y hasta violenta, mientras el autor trata de recordar su camino por En todosestos casos ahora se presentan comounsolo artículo, y se le signó la
esos terrenos minados. fechadel último publicado. Así ocurre en “Justo Sierra y sus versiones de He-
redia” (publicado en tres partes), “La condesa Pardo Bazán y Hernán Cortés”
LAS FUENTES (en dos partes), “Gamboa, embajador, y Menéndez Pelayo, bibliotecario” (en
dos) y “Don Porfirio Díaz en el Ipiranga” (en tres).
Comoya se mencionó,esta edición de Digresiones de un pasado lejano se con-
forma con 27 textos, 14 de ellos como textos base y 13 más asentados como
variantes. Los textos provienen de dos fuentes: LAS NORMAS EDITORIALES
1. El rBD, de dondefueron sustraídos los mecanoescritos de tres textos: Al igual que sucede conel rescate de la obra de otros autores decimonónicos,
“Cómo fui académico”, “El amago de La tormenta” y “En memoria en Dávalos se confabulan los textos que sólo tienen una versión y aquellos
de Luis Ricoy”. otros que sufrieron modificaciones por diferentes circunstancias (voluntad del
2. De la Hemeroteca Nacional, de donde se obtuvieron 24 textos: uno autor, decisión editorial, descomposición del documento. ..), lo quelos vuel-
de Revista de Revistas, Ábside, El Nacional y Todo, respectivamente; y ve problemáticos para su presentación. En estos casos se decidió asumir las
18 más que corresponden la colección de Excélsior. siguientes decisiones:
LAS NOTASA PIE DE PÁGINA IL. Hemerografía de los artículos de memorias de BD. A excepción de
los textos sustraídos del FBD, se registran las fichas originales de
Se han mantenido las siguientes normas: la nota primera identifica la pieza donde se tomaron todos los textos que integran este volumen,
(firma, título original, periódico y fecha en que apareció), así como, en su conel siguiente ordenamiento: nombre del autor, título del tex-
caso, la de las sucesivas versiones, repeticiones o segmentaciones; avisa si el to, periódico donde fue publicado, año o época, número, entre
texto sufrió variantes, mismas que se incluyen en el lugar correspondiente. Si paréntesis la fecha de publicación y páginas en las que apareció.
la variante pertenecea la entrada del texto, aquí mismose agrega, al igual que, TI Bibliografía citadapor Balbino Dávalos. Devela el universo biblio-
deser necesario, se ofrece comonota de contexto histórico. gráfico del escritor: sus recurrencias, sus preferencias, los funda-
Justamente, las notas subsiguientes pretenden dar claridad al contexto mentosde su estética y sus apoyaturas críticas.
histórico, político, artístico y cultural en general: informar sobre escritores, IV. Bibliografia de consulta, citada en las notas apie depágina. Agrupa
compositores, personajes históricos y personas que vivieron el momento; el material de trabajo manejado para la anotación de los textos:
identificar obras literarias, musicales o plásticas; localizar citas textuales; ex- aquí se descubren las lecturas y las citas no confesadas por Dáva-
plicar sucesos codificados porla semántica de la época; ubicar y actualizar las los, las posibles influencias que recibió y las ideas que hizo suyas.
referencias a calles, edificios, lugares... Desde luego, no se pretende informar Deesta bibliografía procede buena parte de la información pre-
de lo quetodolector puede obtener de diccionarios y enciclopedias generales: sentada en las notas.
en todo momento la información procede de las fuentes hemerográficas y de
la bibliografía especializada. B. Índice general. Ordena la generalidad del volumen. Este índice cum-
ple funciones de identificador. Junto a cada título, y entre paréntesis,
LOS AUXILIARES TÉCNICOS consigna el número de versiones conocidas de cada pieza si es más de
una, mas no del número deartículos totales que componendichapie-
Aporta un cuerpo de auxiliares técnicos quefacilitan a los lectores la conve- za. Entre corchetes, registra la publicación y la fecha en que apareció
niente cercanía con el mundodelescritor, por lo que se incluyen: la versión citada, que siemprees la última.
1. BIBLIOGRAFÍA PUBLICADADE BD
1. POESÍA
4. PRÓLOGOS, PROEMIOS
8. Balbino Dávalos, “En homenaje a José Juan Tablada”, Excélsio
Y ESTUDIOS PRELIMINARES r, 1. Í, año
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9. Balbino Dávalos, “Justo Sierra y sus versiones de Heredia. IP, Excélsio
4.1. Ímpetus (México, 1942) r,
t. L año XXXI, núm. 10779 (12 de febrero de 1947), pp. 4
Arturo R. Pueblito, /mpetus, “Prólogo” de Balbino Dávalos, México, y 12.
Vega, 10. Balbino Dávalos, “Justo Sierra y sus versiones de Heredia”, Excélsio
1942, 87 pp. r, t. 1,
año XXXI, núm. 10767 (30 de enero de 1947), p. 4.
11. Balbino Dávalos, “Justo Sierra y sus versiones de Heredia”,
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XXX, núm. 10792 (4 de noviembre de 1946), pp. 4 y 12.
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4. 3. Retratos (México, 1946) r, t. V, año
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:
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coordinada por J. Díez-Canedo y E Ginerde los Ríos]
eds MA
16. Balbino Dávalos, “En memoria de Luis Ricoy”, Excélsio
poo mc
r, t. V, año XXX,
núm. 10638 (21 de septiembre de 1946), pp. 4 y 9.
II. HEMEROGRAFÍA DE LOS ARTÍCULOS
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DE MEMORIAS DE BD
XXX, núm. 1956 (11 de mayo de 1946), pp: 4 y 12.
18. Balbino Dávalos, “Primicias de las Memorias de Balbin
1. Balbino Dávalos, “Don Porfirio Díaz en el Ipiranga. III”, o Dávalos”, Re-
Excélsior, t. 1V, vista de Revistas, año XXVIII, núm., 1472 (7 de agosto 1938),
año XXXL, núm. 10957 (11 de agosto de 1947), pp. 4 y 22. pp. [25
y 26].
2. Balbino Dávalos, “Don Porfirio Díaz en el Ipiranga. 11”, Excélsio
r, t. TV, año 19. Balbino Dávalos, “El amago de “La tormenta”, Excélsior, t. VI, año XVII
XXXL, núm. 10923 (8 de julio de 1947), pp. 4 y 19,
(27 de mayo de 1936), pp. 5 y 7.
3. Balbino Dávalos, “Don Porfirio Díaz en el Ipiranga”, Excélsio
r, t. UI, año 20. Balbino Dávalos, “Luis G. Urbina”, Todo, año II, núm.74
XXXI, núm. 10908 (23 de junio de 1947), pp. 4 y 14. (29 de enero
de 1935), pp. 14 y 15.
4. Balbino Dávalos, “Gamboa embajador, y Menéndez Pelayo,bibliotecario”,
21. Balbino Dávalos, “Una curiosidad frustrada de Menéndez Pelayo”, Excél-
Excébior, t. 1, año XXXI, núm. 10856 (2 de mayo de 1947), p. 4.
sior, t, VI, año XVIII (24 de noviembre de 1934), pp.5 y 9.
5. Balbino Dávalos, “Gamboa, embajador contra Menéndez Pelayo, biblioteca-
22. Balbino Dávalos, “La condesa de Pardo Bazán y Hernán Cortés”
rio”, Excélsior, t. II, año XXXI, núm. 10846 (22deabril de 1947), pp.4y15. , Excélsior,
t. 1, año XVI, núm. 6001 (25 de abril de 1932),pp. 4 y7.
6. Balbino Dávalos, “La condesa Pardo Bazán: y Hernán Cortés”, Excélsio
r, 23. Balbino Dávalos, “El misterio de los once pesos”, Excélsio
t. HT, año XXXI, núm. 10815 (22 de marzo de 1947), pp. 4 y 5. r, t. 1, año XVI,
núm. 5454 (9 de marzo de 1932), pp. 4y7.
7. Balbino Dávalos, “La condesa Pardo Bazán y Hernán Cortés”
, Excélsior, 24. Balbino Dávalos, “Notas literarias. Justo Sierra y Heredia
t. IL, año XXXI, núm. 10800 (7 de marzo de 1947), pp.4 y 5. ”, en ElNacional,
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1.
Bausino DAvaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 27
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traducción de Joaquín Arcadio Pagaza, México, Tipografía L. Junco, 1907, Joaquín Arcadio Pagaza, Murmurios de la selva, prólogo de Rafael Ángel de la
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17. La gran ciencia (Francia, 1919) 25. Musas de Francia (Portugal, 1913)
Emilio Rabasa, La gran ciencia, original de Sancho Polo (seudónimo), Francia, Balbino Dávalos, Musas de Francia. Versiones, interpretaciones yparáfrasis, Por-
Librería de la viuda de Bouret, 1919, 223 pp. tugal, A Editora Limitada, 1913, 171 pp.
18. Historia general (México, 1891) 26. Novísima gramática latina (Francia, 1862)
Justo Sierra, Manualde historia general, México, Escuela Nacional Preparato- Luis de Mara y Araujo, Novísima gramática latina escrita con sencillezfelosófi-
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apéndice inédito sobre el arte de traducir el latín, y un epítome de retórica, Fran-
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James Fitzmaurice-Kelly, Historia de la literatura española, traducción delinglés
de Alfonso Bonilla y San Martín, Madrid, España Moderna, 1901, 610 pp. 27. Odas (México, 1905)
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za, México, Editorial Progreso de Concepción V. de Mendizábal, 1905,
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James Gow, Minerva: Introducción al estudio de losautores clásicos griegos y Walter Raleigh, Works, Edition and the study “Thelives of the autor”, by
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Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 31
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ña, Verbum, 2004, 294 pp.
Appendini, Guadalupe, “Balbino Dávalos, autor del ideal de la Universidad,
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I. INTRODUCCIÓN
NOTA BIOGRÁFICA
(O CRONOLOGÍA COMENTADA)!
INFANCIA EN COLIMA
padres, al cobijo de su tío el obispo Antonio Labastida y Dávalos, quien, años de las circunstancias del momento, para favorecer o combatir una corriente,
despuéslo llevó a la Ciudad de México.! Existen dos versiones que explicarían para lanzar diversos exabruptos, calumnias, chismes o rumores al mentidero
su salida del Seminario antes de que el joven cumpliera quince años, ambas cotidiano”.?
fueronreveladas por el mismo escritor. La primera es el extracto de un anecdo- En ese mismo año, Dávalos ingresó al Liceo de Varones de Colima,la es-
tario personal: “Fui expulsado de aquel plantelreligioso debido a que durante cuela modelo de la localidad. Ahí perteneció a una generación con educación
una ceremonia de retiro se me sorprendió leyendo, en absorta meditación, en peculiar porque a partir de ese año,* el Liceo cambió su sistema de enseñanza
lugar del habitual devocionario, un inocente tomo del [Conde de] Montecristo y el grupo al que perteneció Dávalos pudo ser el último con el plan de estudio
de [Alejandro] Dumas [padre)”.* Y la otra es un vago dato biográfico queel original, que era reformado para cumplir las funciones de un seminternado
poetaregistró en unacarta dirigida al presbítero Francisco Escobedo,en la que que manifestaba la vigencia del método educativo lancasteriano, como lo es-
refiere que fue expulsado por portar unapistola. tablecía el plan de estudios original. Pero también se avisaba la incorporación
El año de 1880, fue un año coyuntural tanto para la vida de Dávalos del positivismo mexicano quese unió a la educación estatal de finales delsiglo
como para la historia de su estado. Para el poeta fue el lapso en el que fechó XIX, aunquese trataba de una interpretaciónreligiosa al sistema propuesto por
su primer poema, con el título inocente de “Primera emoción”. Para Colima Gabino Barreda?
pudosignificar, por los hechos políticos y sociales, el principio del fin delsiglo El 24 de noviembre de 1882 se publicaron las calificaciones del Liceo de
XIX, ya quese ejercía la política local con los derechos y obligaciones fijados, Varonesen el periódico oficial El Estado de Colima," y es por esta nómina que
algunos años atrás, con la Constitución del Estado libre y soberano, lo que sabemosde la competencia estudiantil por obtenerlas calificaciones más altas.
modificó formalmente los poderes de gobierno y estabilizó las instituciones En general, Gregorio Torres Quintero superó a Dávalos en las materias de gra-
locales. A su manera, estos cambios en la sociedad provinciana eranlos reflejos
regionales de la República Restaurada.
7]. M. RomerodeSolís, Crónica del ochenta. O sean los sucesos y menudencias, sueñosy tragedias
El estado más pequeño del Occidente de México contaba con 72 mil 272 que nuestros mayores vivieron en Colima duranteel año de 1880, p. 18.
habitantes. Siguiendo la recreación de la ciudad, que trazó el historiador José $ La generación a la que perteneció Dávalos se conformó por algunos nombres que, con el
tiempo,trazaron una parte destacada en la historia cultural colimense: Francisco González,
Miguel Romero de Solís, observamos crecer entre los camposy las callecillas fue un inspirado poeta y compositor popular, a quien se le atribuye el “Corrido a Ruiz Corti-
colimenses una industria incipiente, bordeando por aquí un telar, por allá nes”, presidente de México de 1952 a 1958. Basilio Castel-Blanch se graduó como ingeniero
una algodonera y más adelante el ingenio azucarero. Comosi fuera una no- civil, y gracias a sus aportaciones al urbanismofueposible reforestar el Llano de Santa Juana,
al elaborar el diseño que daría vida a lo que hoy se conoce como el Parque Hidalgo, en la
vedad “los periódicos nacen y mueren al calor de una candidatura política, capital colimense. Lucas Huerta fue profesor, comerciante y político. Dirigió en 1936el pe-
riódico humorístico El Golpe. También fue alcalde de Colimay distinguió su administración
porlos arreglos a la céntrica calzada Pedro A. Galván. Gregorio Mendoza publicó, en 1889,el
4 Antonio Labastida y Dávalos (1826-1891). Nació en Zamora, Michoacán, y murió en Oa- diario La Lira de Occidente, repartiendoel tiempoendirigirsi: periódico y colaborar en otros
calco, Morelos. Estudió en el Seminario de Morelia, del que también fue profesor y rector. proyectos locales, como El Combate y El Renacimiento (1889-1892) Luis Ramírez editó en
Se ordenó sacerdote en 1839 y, años más tarde, se desempeñó como obispo de Puebla, de 1919, junto con Rafael G. Sánchez,el periódico político liberal La Reconquista (1919-1923).
1855 a 1863, y comoarzobispo de México, de 1863 a 1891. Asistió al Concilio Ecuménico Feliciano Tafolla fue profesor y, con Jesús Díaz Virgen, redactó el Escolar Colimense (1889).
Vaticano 1 (1869-1870). El parentesco de Balbino Dávalos con este prelado fue porla línea Agustín de la Vega fue fundador y director de la compañía dramática De la Vega. Gregorio
paterna, ya que Antonio Dávalos era primo hermanodel arzobispo. Torres Quintero fue un ilustre maestro y notable educador. Su producciónliteraria y cientí-
5 B. Dávalos, Discursos leídos ante la Academia Mexicana correspondiente de la Real Española en fica fue múltiple y variada, escribiendo más detreinta obras. Fue notable su sistema onoma-
la sesión solemne con motivo de la recepción pública de Balbino Dávalos el 23 dejulio de 1930 topéyico para la enseñanza dela escritura y la lectura, vigente hasta mediados del siglo Xx.
en la Barra Mexicana de Abogados. Respuesta EzequielA. Chávez, p. 12. Dhylva Castañeda Campos, “La educación pública en Colima [1880-1888]” en José Miguel
o
“[Carta de Balbino Dávalos a Federico Escobedo)”, ubicada en FBD del AHMC,caja 4, exp. Romero deSolís (comp.) Los años de crisis de hace cien años, p. 335.
ES
91, 11 £ La misiva está fechada en 1930 y, aunque no está datada, sabemos que Escobedola 10 Sin firma, “Se informa sobre los resultados de los exámenes en el Liceo”, en El Estado de
recibió en octubre del mismo año, comolo indica el matasellos de la oficina de correos. Colima, t. XVI, núm. 49, (24 de noviembre de 1892), ficha 200, resguardado en el AHMC.
Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 41
mática primero y segundo curso, filosofía y pedagogía; mientras que Balbino En su vida de bohemia, hubo horas de angustiosa prueba, el cansancio lo fatigó
obtuvo mejores promedios en latinidad y francés. muchas veces, el estudio llegó a producirle enfermedades y morriñas incurables
pero, el desaliento, el hermano del miedo, no llegó a hospedarse ni un minuto en
el camaranchón del hotelillo, todo incuria, todo pringue, todo pelonería, donde
PREPARATORIANOEN LA CIUDAD DE MÉXICO" el estudiante provinciano, se medio mataba, persiguiendo el saber, ese esquivo
Proteo que,a los veinte años, ocupa ordinariamente un lugar secundario en nues-
En 1882, Balbino Dávalos llegó a la capital del país para enfrentarse con un tras ambiciones, porque, a esa edad, padecemos de epicureísmos y amamos más
panoramadifuso: en política, el periodo presidencial del compadre de Porfirio un beso venenoso de mujerliviana que un puñado de verdades de Laplace.!3
Dfaz, Manuel González, dio todas las concesiones públicas para que continua-
ra el Porfiriato, luego de escandalososfracasos políticos y económicos; en cul- Para 1884, conel telón de fondo de las polémicas literarias entre Gutié-
tura, el positivismo comenzóa ser cuestionado principalmente porlos jóvenes rrez Nájera y la Academia(el primero exigía un conocimiento más amplio y
estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria, la misma que fundó Gabino profundo sobrela literatura universal, y los segundos se refugiaban en las ri-
Barreda, con lo que evidenció su declive; en literatura, Manuel Gutiérrez Ná- mas de un castellano anquilosado), Balbino ingresó a la Escuela Nacional Pre-
jera, férreo crítico del positivismo, encabezó a una nueva generación literaria paratoria. Con cuatro años de andarlas calles, las plazas, los liceos, las cantinas
que proclamó su preocupación principal en revitalizar a las letras mexicanas, y los teatros de la ciudad, tenía en claro los pasos a seguir en su trayectoria in-
con el cruzamientoliterario y una definición ambigua dela belleza, que per- telectual. Conel espíritu escolástico que le inculcó la dura infancia entre mon-
seguía la pulcritud estética en cualquier referente, no sólo mexicano como sergas de sacerdotes y abadías eclesiales, debía prepararse para cumplir con las
habrían querido los nacionalistas de Ignacio Manuel Altamirano, sino uni- exigencias de la carrera intelectual del momento:realizar estudios en materia
versal y cosmopolita, como expresaban principalmente los autores franceses de Derecho al mismotiempo que sembraba su nombre en colaboraciones para
frecuentados por los jóvenes poetas mexicanos. la prensa capitalina, y después ingresar al servicio exterior mexicano.!*
De cualquier forma, escuchando todavía de lejos los movimientos de Un año después colocó el siguiente inciso en su programa. En 1885 co-
la ciudad, el poeta se instaló en una casa de huéspedes del centro histórico. menzó sus estudios en la carrera de Derecho en la Escuela Nacional de Juris-
Llevaba consigo una subvención del gobierno del estado de Colima, para prudencia,y al cultivarse en los dos centros escolares más importantes del país,
inscribirse, en cuanto pudiera, en la Escuela Nacional Preparatoria.'? Al paso las escuelas nacionales Preparatoria y de Jurisprudencia, Dávalos se esforzaba
de los días, no tardó en aventurarse en una fugaz relación juvenil, de la que por ocupar un puesto en el campo intelectual mexicano porque, como señaló
tuvo unahija, episodio del que no se tienen más indicios. Ciro B. Ceballos, Alfonso Reyes: la Nacional Preparatoria “abarca[ba] toda la educación de la
uno de sus primeros cofrades en las juergas de la vida bohemia, años des- época” y la Nacional de Jusispendancia era “la punta aguda que se orientaba
pués, en una semblanza recogida en su libro En turania, recordó estos años perfectamentea la vida pública” de los intelectuales finiseculares.!*
juveniles del poeta:
1 C. B. Ceballos, En turania, p. 14.
14 Julio Jiménez Rueda señaló que el poeta colimense colaboraba con la Revista Azul “al mis- -
1 El escritor Felipe Sevilla del Río asegura que Balbino Dávalos Hegó”a la Ciudad de México mo tiempo que pagabael tributo a la moda de entonces, y la de ahora, de ser abogado. Era
porque “sus familiares decidieron enviarlo entonces [a la Ciudad de México] porquela fiebre la aspiración de todo joven literato, abandonar su país, vivir en Europa”. Este esquema de
amarilla amenazaba [a Colima)”, y en la capital del país lo esperabael arzobispo Antonio La- estudios, oficios y profesiones, se repitió en varios escritores de este período, como Francisco
bastida y Dávalos que, comolo hizo en la infancia del poeta, habrá de acogerlo y presentarlo M.de Olaguíbel, Amado Nervo, Francisco A. de Icaza, José Juan Tablada, Jesús Urueta. )
con los gruposletrados. Jiménez Rueda, “Balbino Dávalos, poeta excelso”, en Poestas selectas, p. 2.
1 ESevilla del Río, Prosas históricasy literarias, p. 385. 15 A, Reyes, “Pasado inmediato”, en La X en lafrente, p. 186.
42 Bausino DAvalos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 43
Para ganarse el pan con la prosa (como años más tarde escribiría José Juan El trabajo intelectual de Balbino Dávalos siguió en el recorrido por los
Tablada), en 1888 se estrenó con las colaboraciones en los periódicos. Ya no impresos finiseculares, y en 1891 comenzó a trabajar como gacetillero del pe-
contaba con el apoyo de su estado natal, ni el auxilio de su padrino Antonio riódico El Universal, propiedad del sagaz periodista y empresario Rafael Reyes
Labastida y Dávalos, muerto en el repudio nacional debido a sus expresiones Spíndola, quesería el gran mandón de los medios impresos del Porfiriato. En
a favor de instaurar la monarquía en México. Pronto se ocupó delas traduc- El Universal, Dávalos también publicó algunas traducciones de textos de escri-
ciones de los cables que llegaban del exterior al periódico El Partido Liberal, tores claves para la comprensión del simbolismo y el parnasianismo francés en
donde también colaboraba el escritor y periodista Carlos Díaz Dufoo, quien México, fundamentales para comprender el modernismo hispanoamericano.
dibujó la figura y personalidad del poeta colimense cuando ingresaba en los Con 26 años cumplidos, los movimientos del poeta al interior del campo
edificios de los matutinos: cultural no se limitaron a las rotativas y sus periferias. Su incorporación a
los gruposletrados del momento y los lazos que le abrieron un lugar dentro
Entraba cronométricamente cadaveinticuatro horas, en la redacción de un diario del espacio literario del país, lo llevaron a participar en las reuniones de la
nuevo, que se alzaba sobre las ruinas delas viejas hojas impresas, un muchacho de Sociedad Literaria Cuauhtémoc que fundaron Eusebio Almonte y Guillermo
estructura angulosa y pupilas miopes, que parecía completamente extraño a todo Prieto conla intención de preservar los valores nacionales; en las cofradías del
lo que lo rodeaba. No tomaba parte en las charlas de los redactores, no saludaba Liceo Mexicano Científico y Literario, convocado por Luis González Obre-
a ninguno,nole interesaba, por lo visto, el mundo en quevivía. Era el traductor gón, Adolfo Verduzco y Rocha, Rafael Mangino, José Cárdenas y Ángel de
del periódico. Y como simple traductor lo tuvimos por una larga temporada.!* Campo Micrós, quienes, reunidos en Chapultepec, intentaron continuar con
la herencia de la Academia Letrán; y casi al mismo tiempofrecuentó el Liceo
Muyrápidoal ingresar a la vida literaria, Dávalos se ganó el puesto de Altamirano fundado por Manuel José Othóny José Joaquín Pesado en honor
traductor que habrá de desempeñar durantetoda su vida. Además de su al autor de Navidad en las montañas. Como un ejemplo final de la intensa
propia producción poética, la traducción fue el género con el que destacó en producción intelectual que mantenía Balbino Dávalos en 1892,cito los testi-
la nóminade la segunda generación de escritores modernistas mexicanos.” monios que aparecieron en el periódico El Siglo Diezy Nueve,'? que le valieron
La práctica davaliana de la traducción logra una revaloración particular si la admiración de sus compañeros.
es revisado a la luz del texto “El cruzamiento en la literatura”, que Ma- La permanencia de su nombre en la prensa y de su personaen las tertu-
nuel Gutiérrez Nájera difundió en 1890, donde expuso la necesidad de que lias, lo llevaron a vincularse con los grupos del poderpolítico. A principios de
nuestros escritores conocieran literaturas ajenas a la mexicana para que,al 1892 sostuvo una entrevista con el presidente Porfirio Díaz, enel que inter-
enriquecer su acervo personal, lograran la tan buscada originalidad de sus cambiaron elogios y asomaronligeramente algunos puntossobre el futuro de
producciones.'* ambos y del país.? Pero en el orden del día del presidente, el tema principal
de la reunión era la carta que se publicó en el Diario delHogar, firmada por
Daniel Cabrera, Antonio de J. Lozano, Vicente Sastres y Balbino Dávalos, a
16 Carlos Díaz Dufoo citado por Luis Garrido, “Don Balbino Dávalos, poeta y traductor”, en
Discursos conmemorativos, pp. 127 y 129. nombre la Prensa Asociada, abogando porla liberación del periodista Filome-
17 Engeneral, la historiografía literaria ha llamado decadentistas a la segunda generación mo- no Mata, quien criticó con dureza la política de los períodos presidenciales
dernista, integrada por: José Juan Tablada, Balbino Dávalos;Jesús Urueta, Alberto Leduc,
Jesús E. Valenzuela, Ciro B. Ceballos, Bernardo Couto Castillo, Jesús Luján, Julio Ruelas y
Amado Nervo. : 19 Firmadas con el nombre de Balbino Dávalos aparecieron: “Hoja de álbum, dedicado a la
18 M. Gutiérrez Nájera, “El cruzamientoen literatura [1890]”, en Revista Azul, t. 1, núm. 19 (9 señorita Matilde Olavaria”,t. 103, año 52, núm. 16, 580 (25 de marzo de 1893), p. 2 y “Va-
de septiembre de 1894), pp. 289-292; recogido en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, La riaciones decadentes”, t. 104, núm. 16, 705 (19 de agosto de 1893), p. 2; respectivamente.
construcción del modernismo, pp. 91-101. 29 “[Entrevista con el general Porfirio Díaz]”, ubicada en F8D del AHMC,caja 9, exp. 1, 1 £.
Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 45
del general Díaz.” El general habría subido un poco la voz cuando tocaronel En el mundillo literario, felizmente dominaban el escenario la segunda
punto, para darle el primer encontronazo a Dávalos con las figuras oficiales. generación modernista, aunque debieron abrirse paso a golpe de periodicazos
El poeta se tomó su tiempo, pero finalmente renunció a la Prensa Asociadael frente a las generaciones anteriores. José Juan Tablada, uno de los escritores
5 de septiembre deese año. Antes, precavido comolo fue siempre, quizá hasta más activos del momento, encabezaba el grupo de los jóvenes, y la gosse de
temeroso, se deslindó de los hechos y aceptó, el 30 de mayo, la designación la constelación, autonombrada como decadentista, eran Francisco Olaguí-
comovicepresidente del Liceo Mexicano, secundando a Ezequiel A. Chávez bel, Julio Ruelas, Bernardo Couto, Ciro B. Ceballos y Alberto Leduc. Los
en la presidencia. Con esto también marcabalos ejes de su trayectoria. Un cofrades decadentistas se reunían para conversar, acompañados de tarros de
scholar disciplinado, dedicado a la poesía, quesi en el terrenoliterario destaca- cerveza, sobre literatura, cultura y política. Al terminar la tarde o la noche,
ba comotraductor, en el político sobresalía como diplomático. intercambiaban lecturas y proyectosliterarios, llevándose consigo el plantea-
Ese mismo año, otro suceso marcó definitivamente su vida. El canónigo miento de nuevas incertidumbres estéticas. Como sombras tutelares, “quienes
Modesto Basurto, cura interino de la Parroquia de San Miguel Arcángel, de entonces sabían más, [Jesús E.] Valenzuela y Balbino Dávalos, nunca intenta-
la Ciudad de México, certificó en el libro de Matrimonios, número 24, que ron ponercátedra, pues porestética pura, eran comoel acaudalado gentleman
el 16 de julio de 1892 se casaron Balbino Dávalos y Josefina Anaya, siendo que jamás pregona su riqueza, aunque en el momento propicio sepan usarla
sus padrinosy testigos Ignacio M. Luchichí y Anaya, José Maya y Cleofás M. generosamente”.?
Ramos. El matrimonio tuvo tres hijos: Emma, Manuely Josefina.? Delos protagonistas de esta segunda generación de escritores modernistas
mexicanos, Ciro Bernal Ceballos en el libro El panorama literario, ofreció la
descripción del ambiente literario que se vivió en los restaurantes y las can-
PRELUDIO DEL DECADENTISMO tinas del momento, además de delinear la actitud de Dávalos comola de un
intelectual aislado porque poco salía de casa, salvo para ir a las reuniones que
Ya con la venia de don Porfirio, en febrero de 1894 Balbino Dávalos culminó se llevaban a cabo en el hogar del abogado Eduardo Ruíz, o para convivir en
sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria, donde también comenzó a algunas noches con el grupo de amigos bohemios que se reunían en el Salón
impartir cátedra de Lengua Española. Desde entonces, y de manera intermi- Bach, unade las cantinas preferidas de los cofrades, “donde cenábamosfrente
tente hasta 1924, tuvo a su cargolas asignaturas de Lengua Nacional y Lengua a un hermoso vaso de grueso cristal, rebosante en la espuma blanca de una
Comentada. Dávalos ya era un pasante en Derecho —quese graduaría en cerveza, dorada comohirviente topacio”. Pero, a decir de Ceballos, en casa del
1895 de la Escuela Nacional de Jurisprudencia— y colaborador constante en propio Dávalos era “donde mejor hallados nos encontrábamos”, puesto que
la redacción de varios periódicos de la capital. Además, el mismo año, Enri- él mismo los motivaba con excelente comida, con su enormebiblioteca y su
que de Olavarría y Ferrari envió una invitación colectiva, que incluyó el nom- conversación inteligente.
bre de Balbino Dávalos, para nutrir el grupo de colaboradores de la segunda
época del Renacimiento? Era ese refinado poeta muy querido de todosloslíricos de nuestro grupo. Veía-
mosen él al maestro joven, sin alardes de superioridad ni pomposidades de “ge-
nio”; al camarada obsecuente, educado, amable con todos, hasta con los más
21 Sin firma, “La prensa asociada”, en Diario del Hogar, año XI; núm. 139 (24 de febrero de
1892), p. 1.
2 “[Acta de matrimonio de Balbino Dávalosy Josefina Anaya)”, ubicada en F8D del AHMC,caja
4, exp. 35, 1£. de 1894, p. 388) y la traducción de “Mística” (t. 1, 25 de febrero de 1894, pp. 132-133),
2 Con lafirma de Balbino Dávalos, publicó: “Incienso” (t. I, 21 de enero de 1894, p. 48), “¡Sin respectivamente. .
gloria!”(1. 1, 8 de abril de 1894, p. 241), “A la señorita Matilde Olavarría” (t. 1, 12 de junio 24]. J. Tablada, Las sombras largas, p. 59.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 47
Bausino DavaLos
humildes, como Rafael Martínez Rubio El Duque Juan, a quien con indebida El nerviosísimo autor de El donador de almas, al enterarse de no ser grata su
crueldad satirizábamos todos. persona en el extramundo, se ponía casi tan electrizado como el médium, cuyos
Encantadoraera su conversación, magnífica su biblioteca, fraterna su mesa, rojizos cabellos brillaban cual de fuego, al fulgir una daga de luz introducida en el
remozante su vino... oscuro cuarto por una rendija comunicadora con la habitación contigua.
Los habituales allí eran, con nosotros, José Juan Tablada, Amado Nervo,
Ezequiel Chávez, etcétera.? En suma, los decadentistas concentraban su tiempo en hablar de política,
cultura, esoterologíay literatura. A veces contradictorias, las apreciaciones cul-
Ciro B. Ceballos agregó que, cuando la cofradía no visitaba el domicilio turales de los decadentistas, siguiendo las lecciones najerianas, provenían de
del poeta, José Juan Tablada solía llegar hasta su reservado del Salón Bach, geografías disímiles. Y con todoesto, en la última década del siglo xix, Tablada
“gismerendoy satírico,[y] llevaba un libro nuevo, muchas veces garbeado de postuló este movimiento como la ideología de los escritores modernos.
la biblioteca de Balbino Dávalos”. De manera oficial, el decadentismo apareció en las galeras del periódico
Otro de los temas recurrentes de los decadentistas eran sus lecturas de gubernamental El País, del que Dávalosera jefe de redacción. En 1893,la pá-
esoterología y teosofía experimental que surgieron en la época. Esto pudo gina de literatura de este medio, coordinada por Tablada, difundió el poema
significar unareacción contrael positivismocientificista que dominó décadas “Preludio” de Balbino Dávalos:?
atrás a la cultura mexicana. Sobre el asunto, en otra anécdota de Ceballos, se
ubicó la residencia de Dávalos, sobre la calle de San Hipólito, como recinto de En “Preludio” de Balbino Dávalos, el yo lírico enuncia su credo poético basado
unasesión espiritista del grupo: en el trabajo meticuloso del lenguaje, a través del cual expresa su “espíritu deca-
dente”. Acompañandolos versos de Dávalos, apareció una noticia aclaratoria,
Ezequiel Chávez propuso practicar, en el saloncito, experiencias espíritas de ca- dondese indicaba que el poema habíasido leído una noche antes en una reunión
rácter especulativo, puramente científico, con la colaboración inevitable de la íntima celebrada conel fin de acordar la primera edición de la Revista Moderna,
movediza silla. y concluía diciendo: “nos complacemos en prender en nuestra columnaesa flor,
Comoera lo natural, el indicado para fungir de embajador con el invisible unadelas primeras, que han brotado en el Invernadero Decadentista”.”
mundo,fue, desde luego,el electrizado rimador [Alberto Leduc].
Después de quelos asistentes manoseábamos un buenratoel frágil mueble, Loscríticos también han coincidido al señalar que el poema de Tablada
el intermediario entraba en trance, digámosloasí. “Misa negra” (publicada poco después de “Preludio”) junto con la traduc-
El importante fenómenofísico consistía en que tomara el médium un pa-
pel blanco, poniéndose inmediatamente a garrapatear cuantos disparates se le P % Ibídem.l] Probablemente, la escena que recrea Ciro B. Ceballos-sucedió después de 1895,
ocurrían, empero, el incongruente escrito siempre terminaba con un imperativo cuando Amado Nervollegó a la Ciudad de México, y antes de 1897, año en el que Balbino
Dávalos comenzó sus viajes a la embajada de México en Estados Unidos. Por tanto, advierto
mandatode los chocarreros espíritus. ñ su desfase cronológico, pero considero pertinentela cita porque ilustra las aficiones espiritis-
—¡Quese vaya Amado Nervo! tas de la cofradía modernista.
27 El poema, además de expresar una marcada presencia decadentista, es una invitación para
adherirse, como unaoración litúrgica de iniciación, al nuevo movimiento estético: “Oh mi
25 B, Ceballos, Panorama mexicano. 1890-1910. (Memorias), pp. 396-199/1 Rafael Martínez neurótica Arjana,/ arrójeme tu histerismo/ al abismo/ detus brazosde linaj;/ queel éxtasis re-
Rubio. Poeta y periodista. Nació en Colima, y murió en la Ciudad de México, D.F Bajoel verente/ de los profanos no tarda;/ ya lo aguarda/ mi espíritu decadente.” B. Dávalos, “Prelu-
seudónimo del Duque Juan colaboró en la Revista Azul y El Mundo Literario. Además, fue dio”, t. , núm.7 (8 de enero de 1893), p. 1; recogido en Las ofrendas (1909), pp. 157 y 158.
fundadory director de la secciónliteraria de ElNacional. Murió joven, víctimadelos excesos 28 Ana Laura Zavala Díaz, “La blanca lápida de nuestras conciencias”: notas sobre el decaden-
de la bohemia. tismo”, en Rafael Olea Franco,edit., Literatura mexicana del otrofin de siglo, p. 50.
48 Bausino Dávatos
D¡crEsiONES DE-UN PASADO LEJANO 49
ción de Balbino Dávalos de “El arte” de Théophile Gautier (pieza que in- manejó por casi todos los polemistas que con artículosliterarios publicados
auguró la que sería la Revista Moderna), valen por la suma de un manifiesto - En la prensa participaron en la discusión del decandentismo.José Primitivo
estético del decadentismo,” en el que, siguiendo a pie juntillas los versos Rivera se ocupó con mayordetalle de las ideas de Dávalos sobre la decadencia,
de Gautier, los iniciados en la nueva sensibilidad literaria debían esculpir, y dijo que el poeta colimense ubicó con precisión el origen del decadentismo,
cincelar y limar las estructuras de su expresión, con un minucioso manejo apartir de sus lecturas de Edgar Allan Poe a través de Charles Baudelaire:
formal del lenguaje. ¿Censurábame un inteligente amigo mío —Balbino Dávalos— el que no hu-
Aunque Héctor Valdés consideró que el señalado poema “Preludio”, “no biese mirado contanta estrechez a la escuela decadentisa —o decadista como
tendría más importancia que otros poemas de la época que eran muestras + Él quiere, basándose en las buenas razones etimológicas— y, sobre todo, queal
del 'decadentismo”,*coincido con Gustavo Jiménez Aguirre, quien advierte: “juzgarla me hubiese apartado,a su juicio, del verdadero punto devista en que
“Por el contrario, atentos al reconocimiento de sus contemporáneos y al se colocan los adeptos de Baudelaire”.* La respuesta de Dávalos sobre el de-
revaloración actual de figuras escasas o sobradamenteleídas -Dávalos y Nervo cadentismo llegó hasta 1901, en el ensayo Los grandespoetas norteamericanos,
como casos paradigmáticos—, debe considerarse que en la gestación del sim- dondeefectivamente ubicó la génesis del decadentismo en la obra literaria del
bolismo mexicanoel talento de Dávalos aportó poemas propiosy versiones de norteamericano Edgar Allan Poe.?
autores fundamentales para el canon modernista”3! El mes de mayo de 1894 tuvo en sus días otro momento fundacional para
Luego de constantes discusiones entre los decadentistas y los directivos de la literatura mexicana con la aparición de la Revista Azul que dirigieron Ma-
El País, Tablada lanzó una carta con el encabezado “Cuestión Literaria. Deca- nuel Gutiérrez Nájera y Carlos Díaz Dufoo. “Al pie de la escalera”, texto in-
dentismo”, que dirigió “a los señores Balbino Dávalos, Jesús Urueta, José Peón augural de la Revista Azulescrito por El DuqueJob, es considerado otro delas
del Valle, Alberto Leduc y Francisco Olaguíbel”, anunciando el nacimiento de piezas medulares del fragmentario manifiesto modernista. Gutiérrez Nájera
la Revista Moderna: “Resolvimos de común acuerdo,ligarnos a obrar en igual sintetizó las ideas del eclecticismo y la búsqueda permanente de belleza artís-
sentido para apoyar en México la escuela del decadentismo, la única en que tica en cualquier referente donde se le encontrara, parafraseando las palabras
hoy puede obrar librementeel artista que haya recibido el más ligero hálito de expresadas por Alberto, el protagonista de la novela La señorita de Maupin de
la educación moderna”.? Théophile Gautier, pero en sentido inverso: “Nuestro programase reduce a no
La “carta” de José Juan Tablada provocó diversas reacciones entre los co- tener ninguno. No hoy comoayer y mañana como hoy... y siempre igual...
rrillos literarios, políticos y sociales de la capital.?? El nombre de Dávalos se Hoy, como hoy; mañana de otro modo; y siempre de maneradiferente. Si está
la mañanaalegre y despertamos de mañana, iremos de caza mi compañero y
” Vicente Quirarte observa: “El poemade “El arte” de Théophile Gautier, traducido por
Balbino Dávalos y publicado en el númeroinicial de la Revista Moderna,sintetiza el culto
de los modernistas por la forma: “esculpe, cincela, lima”. Cf V. Quirarte, “Cuerpo, fantas- polémicas del decadentismo se pueden consultar: J. Urueta, “Hostia. A José Juan Tablada”,
ma y paraíso artificial”, en R. Olea Franco,edit., Literatura mexicana del otro £n de siglo, en El País, t. 1, núm.18, p. 1; Pilades [José Primitivo Rivera Fuentes], “Borrones, 1. Decaden-
p- 21.
tismo”, en Diario del Hogar, año XII, núm. 116 (26 de enero de 1893), p. 1; textos recogidos
29 H. Valdés, “Estudio introductorio” a la edición facsimilar de la Revista Moderna, p. XX.
en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, op. cít., pp. 111-118 y pp. 119-125, respectivamen-
*! G. Jiménez Aguirre y Santiago Cortés Hernández, “Amado Nervo y Balbino Dávalos, distan- te; además de: J. P Rivera, “La teoría de la decadencia”, El Siglo Diezy Nueve, t. 103, año 52,
tes simetrías”, en Literatura Mexicana, vol. XI, núm.2. p. 204. núm. 16, 641 (5 de junio de 1893), pp. 1 y 2.
2 Cf]. J. Tablada, “Cuestión literaria. Decadentismo”, en El P415t. 1, núm. 1 (15 de enero
4 J, P Rivera, “La teoría de la decadencia”, El Siglo Diezy Nueve, £. 103, año 52, núm. 16, 641
de 1893), p. 2; recogido en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, op. cit., pp. 107-110. (5 de junio de 1893), pp. 1 y 2.
2 Sobrelas posibles interpretaciones políticas de la posición de Tablada, Héctor Valdés señala: 35 Sorprende que años después, la postura de Dávalos coincida con la de Salvador Elizondo, en
“Misa negra' pudo haber pasado inadvertido, pero aquel desconocido político apellidado el sentido de queel libro de Charles Baudelaire Lasflores del mal, no se hubiera escrito sin las
Pineda convirtió el poema en tema de escándalo frente a la familia Díaz”. C£ H. Valdés, lecturas del poeta francés sobre Edgar Allan Poe, “por lo tanto, el simbolismo, es decir todo
“Estudio introductorio” a la edición facsimilar de la Revista Moderna, p. XXIL// Sobre las el arte moderno, es cosa nacida en América”. Salvador Elizondo, Obras, t. III, p. [91].
Bausino Dávalos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
yo en busca de esas aves que cantan lindamente y que suelen soltar nuestros yarita, meses después de caminar por vez primera entre las calles de la capital
amigos los poetas del campo”.* del país, dedicó una de sus “Semblanza íntimas” a Dávalos. Reunido con los
Consciente del eclecticismo implícito en este programa estético, Balbino cofrades modernistas en el “gabinete reservado del restaurant de un hotel”,
Dávalos se dedicó a depurar sus traducciones de diversos idiomas, como el el ya conocido grupo de comensales escuchaba atento y atónito al vate, “que
italiano, el inglés y, por supuesto, el francés. De la nómina de traductores de ocupabaelsitio de honor en la mesa”, declamar “Miserere” de Paul Verlaine,
la Revista Azul, su número de colaboraciones fue el más alto, ya que en los
índices de la publicación se cuentan nueve de sus versiones,” y once poemas y yo veía su faz angulosa de druida joven, su nariz afilada, su boca delabios finos,
de creación propia.* su bigote delgado, lacio y pálido como el césped de una tumba y sus manos que
En plena etapa de intensa producción literaria, en esta época Balbino jugaban con el aro de unaservilleta: aquéllas manos de “Santo bizantino[...]. Y
también escribió los ensayos “Notas Literarias. Justo Sierra y Heredia” y “No- el poeta, con voz austera de cavernoso timbre, cuyo eco vibraba en el saloncito,
tas literarias 11. Thanatopsis”,?? ambos publicados en El Nacional en los queel comoel grito de súplica de un bonzo, empezó.**
apasionado poeta cifró una apología de su oficio de traductor.
Pendiente de las discusiones sobre la nuevaliteratura mexicana, en 1895
llegó a la Ciudad de México el poeta Amado Nervo, que a la postre fue fun- LA COFRADÍA MODERNISTA
damental en la construcción del modernismo hispanoamericano. El poeta na-
En el año de 1896 el panorama dela prensa capitalina radicalmente se trans-
formó. Por lo menos desde cinco años antes, Manuel Gutiérrez Nájera, con
36 El Duque Job [Manuel Gutiérrez Nájera], “Al pie de la escalera”, en Revista Azul t. 1, año 1,
núm. 1 (6 de mayo de 1894), pp. 1 y 2; recogido en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, intuiciónclarividente, se percató del arribo del reporter a los periódicos, y
loc., cit., pp. 159-162. predijo que este tipo de periodista ocuparía los primeros planos de la prensa
2 Firmadas con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieron las siguientes traducciones: “At
home”, de Jean Lahor (t. II, núm. 10, 6 de enero de 1895, p. 159); “Nuestra señora de la finisecular. El reporter ofrecía información inmediata, con una redacción sen-
muerte”, de Jean Lahor(t. II, núm. 20, 17 de marzo de 1895, pp. 321 y 322); “El engaño”, cilla y de pocas palabras, en tanto que el escritor que colaboraba en la prensa
de Gabriele de Annunzio(t. V, núm. 2, 10 de mayode 1896, p. 22); “Un sueño”, de Gabriele
diaria procuraba, a través de sus crónicas, ensayos y artículos, dar un punto
de Annunzio(t. V, núm. 2, 10 de mayo de 1896, p. 22); “Lieder”, de Francois Copée(t. IV,
núm. 4, 24 de noviembre de 1895, p. 55); “La última hoja”, de Theóphile Gautier (t. TV, de vista aleccionador sobre hechos trascendentales. Sin embargo, la noticia
núm. 13, 26 de enero de 1896, p. 22); “La caída de las estrellas”, de Leconte de Lisle (t. 1,
escueta y escandalosa fue sustituyendo paulatinamente las colaboraciones de
núm. 15, 12 de agosto de 1894, pp. 228 y 229); “La tristeza del ídolo”, de Auguste Genin
(t. 1, núm. 20, 16 de septiembre de 1894, pp. 228 y 229); y “Mística”, de Paul Verlaine(t. II, los escritores.1* El Duque Job murió en febrero de 1895 y dejó huérfana a la
núm.26, 28 de abril de 1895, p. 407), respectivamente. Revista Azul, a la que sucedió, algunos años más adelante, la Revista Moderna.
38 Firmados con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieron los siguientes poemas: “Augural”
(t. L, núm. 1, 6 de mayo de 1894, p. 5), “Fragmento”(t. 1, núm. 4, 27 de mayo de 1894, También dejaron de circular los periódicos El Siglo Diez y Nueve, de Luis
pp. 63 y 64), “Cristal marino” (t. I, núm.4, 27 de mayo de 1894,p. 142), “A través de Jean Pombo,y ElMonitor Republicano, de Vicente García Torres; para cedersusitio
Lahor” (t. I, núm. 9, 1 de julio de 1894, p. 280), “Balada” (t. II, núm. 18, 3 de enero de
1895, p. 283), “Madonna mía!”(t. III, núm. 4, 26 de mayo de 1895, p. 61), “En la muer-
protagónico a El Imparcial, de Rafael Reyes Spíndola.
te de Luis Gonzaga Ortiz” (t. III, núm. 5, 2 de junio de 1895, p. 55), “A Pauvre Lelian” Unode los momentoscúspides delas revistas literarias fue la aparición de
(t. IV, núm. 24, 12 de abril de 1896, p. 369), “[¿Hay ciencia del honor?...]” (t. V, núm.6, 7
la Revista Moderna. Arte y Ciencia (1898-1903)dirigida y financiada porJesús
de junio de 1896, p. 90), “Las espigas” (t. V, núm. 6, 7.dejunio de 1896, p. 90) y “Nuevo
horizonte” (t. V, núm.6, 7 de junio de 1896,p. 90), respectivamente.
2 B, Dávalos, “Notas literarias. Justo Sierra y Heredia”, en El Nacional, t. XVIII, año XVIII, 40 A, Nervo, “Semblanzas íntimas. Balbino Dávalos”, en Obras completas, t. IL, p. 25.
núm. 36 (10 de agosto de 1895), p. 1, y “Notas literarias IL. Thanatopsis”, en El Nacional, 4 Sobre esta posición najeriana, vid. B. Clark de Lara, “Capítulo II. Por qué darle a lo efímero
t. XVIIL, año XVII, núm. 92 (9 de noviembre de 1895), p. 1, respectivamente. Parte de del periódico la eternidaddel libro”, en Tradición y modernidad en Manuel Gutiérrez Nájera,
estos ensayos Dávalos después recuperó para su textos de memorias. pp. 90-131.
52 Bausino DivaLos DISRESIONES DE UN PASADO LEJANO 53
E, Valenzuela. La crónica del considerado númerocero de la Revista Moderna Estas piezas lo hicieron figurar como uno de los poetas más importantes de
fue narrada por Valenzuela en un artículo publicado el 14 de enero de 1946, la publicación:
dentro de las páginas editoriales del periódico Excélsior:
Comopoeta original, e influido por también por la “Grecia francesa”, escribe una
Fue a verme a Tlalpan, donde yo vivía, un amigo mío que ya nolo es, dicién- serie de breve composiciones llamadas “Himnos órficos” [sic], con ellas invoca
dome que [Bernardo] Couto deseaba fundar un periódico de teatro, le contesté deidades paganas y en tributo les ofrece los aromas y los inciensos. Es Dávalos un
que no, pero si Couto quería hacer un periódico literario, yo le ayudaría. Pocos poeta en quien la Naturaleza es, además de belleza, tema de reflexión; sus ideas
días después estuvo a decirme que estaba Couto de acuerdo. Posteriormente, tracometidas; le preocupa la rapidez con queel tiempo vuela, o la lentitud con
llegó el licenciado Dávalos a verme y mesugirió que se llamara Revista Moderna. que pasa, prolongando así los sufrimientos. Su poesía tiene un tono melancólico
Dávalos recordaba La Lucha, periódico que publicaba un señor Dela Vega, joven de un mundo más feliz.
muy simpático, y que habían escrito, si no recuerdo mal, Tablada y Jesús Urueta,
hablándose allí de la fundación de la Revista Moderna. Los cofrades modernos hicieron de la redacción de la Revista Moderna. *
Artey ciencia, toda unatertulia auspiciada por la paz porfiriana que sostenía
Es probable que el periódico que mal recuerda Valenzuela fuera El País las finanzas de Jesús E. Valenzuela, de quien se decía que había emborrachado
(y no La Lucha) donde sí colaboraron Balbino Dávalos, José Juan Tablada a tres generaciones de literatos.* En las páginas de su Diario, Federico evocó
y Jesús Urueta. Incluso fue en este periódico donde, como ya se apuntó,los una de tantas comidas dominicales que Valenzuela dio en su casa, ubicada en
decadentistas hablaron de la fundación de un nuevo medio impreso en el que el barrio de San Pedro de los Pinos. Ahí se reunieron Julio Ruelas, Juan Gam-
pudieran expresar sus ideas sobreel arte. boa y Guzmán, Leandro Izaguirre y Jesús Trillo, entre otros personajes.
Denuevacuenta,la participación de Balbino Dávalos en la Revista Moderna Federico Gamboadetuvo la narración de su Diario, en los pasajes donde
destacó por su ejercicio de traductor. Comoen la Revista Azul su nómina de describe las fiestas de Valenzuela, para describir la presencia de
adaptaciones fue la más alta,% pero también aparecieron 12 de sus poemas.**
Balbino Dávalos, exquisito y exigente enliteratura, que a gran prisa viene abrién-
42 J. Valenzuela, “Mis recuerdos”, en Excélsior (14 de enero de 1946), t. II, año XXX, núm. dose camino desde su rincón colimense. Su aspecto físico llama la atención: es
1389, p. 2; recogido en Mis recuerdos. Manojo de rimas, p. 121. anguloso y de carnes escasas; de inquisitiva y fija mirada de miope, que perfora
% Firmados con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieron las siguientes traducciones: “El
arte”, de Théophile Gautier (vol. 1, año 1, núm. 1, 1? de julio de 1898, p. 1); “Himnos
órficos”, de Leconte de Lisle (t. 1, año I, núm. 2, 15 de agosto de 1898, p. 25); “La caída de núm. 1, enero de 1899, p. 25), “Cristal marino” (vol. III,año II, núm.1, 1* quincenadeene-
las estrellas”, de Leconte de Lisle (vol. II, año II, núm. 2, febrero de 1899, p- 50); “Misti- ro de 1900,p. 16), “Poesías” (vol. III, año III, núm.8, 2* quincena de enero de 1900,p. 262),
ca” ”, de Paul Verlaine (vol. II, año II, núm. 3, marzo de 1899, p. 91); “At home”, de Jean “Lentas horas” (vol. HI, año III, núm. 17, 1* quincena de septiembre de 1900, p. 262), “No-
Lahor (vol. IL, año II, núm.8, agosto de 1899, p. 240); “Los gatos viejos”, de Raoul Gineste mo audélico” (vol. III, año 11, núm. 18, 2? quincena de septiembre de.1900,p. 281), “Odas
(vol. TIL, año III, núm. 6, 2% quincena de marzo de 1900, p. 81); “Amorreclina”, de Swin- nuevas” (vol. II, año HI, núm. 19, 1* quincena de octubre de 1900, pp. 293 y 294), “A
burn (vol. III,año III, núm.18, 22 quincena de mayo de 1900, p. 287); “Las ingenuas”, de Campoamor”(vol. IV, año IV, núm. 10, 2* quincena de mayo de 1901, p. 157), “Frente al
Paul Verlaine (vol. IV, año IV, núm.15, 1* quincena de agosto de 1901, p. 235); “El nombre mar” (vol. V, año V, núm. 22, 22 quincena de 1901, p. 356), “Las rocas y los árboles habla-
de Marfa”, de Stechetti (vol. IV, año IV, núm. 17, 1% quincena de septiembre de 1901, p. ron” (vol. VI, año VI, núm. 1, 1* quincena de enero de 1903, p. 1 y “Solicitud extraoficial”
275); “La fragua”, de Jean Richepin (vol. 1, año 1, núm. 7, 19denoviembre de 1898, p. 97) (vol. VI, año VI, núm. 16, 22 quincena de agosto de 1903, p. 255), respectivamente.
y “Sinfonía en blanco mayor”, de Théophile Gautier (vol. 1, año 1, núm. 8, 15 de noviembre 45 H, Valdés, op. cit., p. 43.11 Probablemente el error de Valdés se debe a que en la edición
de 1898, pp. 124 y 125), respectivamente. original se omitió el rótulo de traductora la colaboración de Dávalos. Pero una comparación
4 Firmados con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieron los siguientes poemas: “A M. entre los poemas con los Hymnes orfiques, de Leconte de Lisle, confirma quese trata de una
Sthéphane Mallarme”(vol. 1, año I, núm.5, 19 de octubre de 1898, p. 75), “El último poeta” traducción.
(vol. 1, año I, núm.9, 19 de diciembre de 1898,p. 137), “Apostasía de navidad”(vol. II, año II, 46 J. J. Tablada, Obras IV: Diario (1900-1904), p. 63.
a
1
54 BaueinoDávaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 55
los cristales de sus lentes, y diríase que se clava en las entrañas de sus interlocuto- tanto en su concepción personal de poeta modernista, como en su relación
res; sus manos ofrecen vida propia y rara, como de animales inteligentes y flacos con quienes fueron sus maestros deletras.*% Fue el segundo encuentro descon-
queestuvieran siempre en busca de calor y siempre en acecho; indistintamente certante de Dávalos con las autoridades. Después de este acto de irreverencia
pudiera tomárselas por manos de mago o de noble italiano del Renacimiento; frente a la cultura oficial, se limitó, quizás desconcertado, a observar las reac-
parece que hubieran recorrido muchas morbideces, muchosobjetos de arte, mu- ciones que provocabala sola evocación del membrete decadentista, aspavien-
chos documentosantiguosy frágiles, y, ¡Dios me lo perdone!, hasta algunos cuer- tos que formaron otros de los eslabones en la cadena de la construcción del
pos humanos que sucumbieran a tósigos de Médicis y a torturas inconfesables. modernismo.
Son manosbellas a veces y a veces aciagas.?
ENSAYOS, TRADUCCIONES
En octubre de 1895, Manuel González Horns y Federico Gamboa in- Y LA CONFERENCIA PANAMERICANA
tercedieron ante la Secretaría de Relaciones Exteriores para que el traductor
ocupara un puesto en la dependencia. Se debe advertir que el ingreso de Dá- Mientras el campocultural se desgañitaba entre el decadentismo y el moder-
valos a la Secretaría también fue gracias a sus propios méritos, luego de las nismo, en 1898 Balbino Dávalos tuvo un buen momento en su trayectoria
buenas calificaciones que recibió en su examen de admisión. El 6 de octubre, cultural. Fue el año en que recibió el nombramiento de socio de la Sociedad
el general Porfirio Díaz le extendió el nombramiento de oficial segundo de la Mexicana de Geografía y Estadística; y junto con Federico Gamboa, Carlos
Sección de América de Relaciones Exteriores, con un sueldo anual de dos mil Díaz Dufoo, Luis G. Urbina, Javier Santa María y Javier Osorno, fundó una
pesos con sesenta centavos, y el 28 de noviembrerecibió el nombramiento de fallida Asociación de Escritores.! Ese mismo año recibió de manos del editor
oficial primero.% de la Librería Artística su primer libro de traducciones: Afrodita, de Pierre
Pero en el año de 1897 la polémica sobre el decadentismo todavía era un Louis, con ilustraciones de Antoine Calbet, que motivó una buena recepción
tema común en los debates de los impresos.* Entonces, Balbino Dávalos ya crítica de los intelectuales y el interés del público, ya que era la primera vez que
era identificado plenamente con la segunda generación modernista, y él mis- este autor francés se leía en español.
mo difundió dos poemas quesirvieron para expresar la estética moderna. La Balbino alternó el trabajo de oficial en la Secretaría de Relaciones Exte-
primera pieza fue una traducción de Théophile Gautier, “Sinfonía en blanco riores con el de profesor de la Escuela Nacional Preparatoria. Trabajando con
mayor”, que la cofradía de poetas modernistas festejó con fruición; y la se- todo su empeñoenel papel de docente, en 1899, al cuidado del editor Ireneo
gunda fue su poema “El último poeta”, que le provocó verdaderos conflictos, Paz, dio a conocer el Curso primario del idioma inglés, texto que sirvió como
programa oficial de Lenguas Extranjeras en la Nacional Preparatoria.
17 E Gamboa,op.cit., pp. 25-27.
48 “Nombramiento oficial de Balbino Dávalos como secretario segundo)”, ubicado en FBD del
Así, el poeta alcanzó algunos de sus propósitos: ya era conocido comoin-
AHMC,caja 11, exp. 2, 2 £. telectual humanista que repartía su tiempo enlas labores de traducción litera-
% La polémica resurgió con la aparición de Oro y negro (1897), de Francisco M. de Olaguibel. ria, la docencia en las escuelas nacionales de Preparatoria y de Jurisprudencia,
Siguieron sendos artículos en los que intercambiaron distintos puntos devista Amado Nervo
y Victoriano Salado Álvarez, principalmente. Tal vez el hecho más importante fue que a
principios de 1898, Nervo declaró clausurado el decadentismo para afirmar quese trató de
un movimiento interno al modernismo. Los textos en los qué'sé menciona a Dávalos como * B. Dávalos, “Sinfonía en blanco mayor”, trad., de Théophile Gautier, en ElMundo Ilustrado,
miembro destacado de la segunda generación decadente son: J. Valenzuela, “El modernis- t. IL año II, núm. 22 (28 de noviembre de 1897), p. 378. De “El último poeta”, conozco
mo en México”, en El Universal, 3% época, t. XVI, núm. 20 (26 de enero de 1898), p.3; y, tres versiones, todas con el mismo título y firmadas como Balbino Dávalos: en El Nacional,
A. Nervo, “Los modernistas mexicanos. Últimas palabras”, en El Mundo,t. IV, núm. 430 t. XIX, año XIX, núm. 203 (8 de marzo de 1897) p. 1; en Revista Moderna, vol. 1, año l,
(25 de febrero de 1898), p. [2]; recogidos en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, op. cit, núm.9 (19 de diciembre de 1898) p. 137; y en Las ofrendas, p. 165.
pp. 235-148 y pp. 295 y 296,respectivamente. % Cf. EGamboa, Midiario 11 (1897-1900), p. 52.
56 Bausino Dávaros DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 57
la diplomacia y la creación de una concentrada y agudísima poesía. Muestra Mientras don Porfirio Díaz trataba de defenderse de los ataques que el
de ello es el reconocimiento de sus contemporáneos, que puede observarse gobernador de Nuevo León, Bernardo Reyes Ogazón, y los hermanos Flores
en las correspondencias ricas en halagos que intercambió con otros escritores Magón,le asestaban, Dávalos vivía entre los viajes que emprendía, por sus
de la época; por ejemplo, la carta que el ocho de julio de 1899, Manuel José labores diplomáticas, de la Ciudad de México a Washington. Escribía, hacía
Othóndirigió a otro amigo de Dávalos, Juan B. Delgado: política y concentraba cada vez más su producción poética. Debió ser un ali-
vio parael escritor, que tenía poco tiempo para desarrollar su obra, cuando en
Conel mayorgusto y cariño y hasta como un homenaje de gratitud y de respeto, 1900 la Editorial Artística, motivada por el éxito de Afrodita, editó su nueva
dedicaré a Balbino la “Pastoral”, pues siempre nos hemos querido con verdade- traducción Relato de una hermana, de Madame Craven.
ro y sincerísimo afecto, y reconozco en él grandes y ciertas dotes de erudición, Enese año el poeta también publicó Ensayo de Crítica Literaria. Algunas
talento, saber e inspiración, y lo considero como un verdaderoesteta en todoel odas de Q. Horacio Flaco traducidas en verso castellano porJoaquín D. Casasús,
buen y amplio sentido de esta gran palabra. Está muy lejos de confundirse, ni de editado por La Europea. Seguramente la aparición del estudio Horacio en
mezclarse, con el montón de modernistas que no han entendidoel arte francés y España, en 1885, de Marcelino Menéndez Pelayo, inspiró a Dávalosa escribir
que sólo por modao porextravagancia, siguen servilmente sin comprenderlo.* su estudio, y así inaugurar el análisis de la lectura de Horacio en las letras
mexicanas.
Otro intelectual y político, Joaquín D. Casasús, embajador de México en En la política, como parte del proyecto de afianzar su gobierno frente a
Estados Unidos, envió el 11 de febrero de 1899 unacarta a Dávalos, en la que la opinión internacional, Porfirio Díaz propuso que México fuera sede de la
le anticipó su nombramiento comosecretario en la Embajada de México en Segunda Conferencia Panamericana (1901-1902), lo que tuvo unarespuesta
Washington: aprobatoria por parte del gobierno de Estados Unidos, porque otro delos ob-
jetivos del Congreso era colocar en unasola agenda los problemas que algunos
Como me manifestó usted la otra noche que eran pocas sus ventajas con aceptar gobiernos de Latinoamérica podrían presentar a los propósitos expansionistas
el puesto dejefe de correspondencia [de la Secretaría de Relaciones Exteriores] de los norteamericanos.
y por otra parte encontré fácil el que se nombrara a varios secretarios de los Entre los miembros de la delegación mexicana que participó en las jor-
gerentes, fue usted hoy nombrado exclusivamente secretario del concejo con nadas de inauguración del Congreso, se encontraban: José María Gamboa,
cien pesos. Alfonso Lancaster Jones, Genaro Rigosa, Joaquín D. Casasús, José López Por-
Creo, pues, que no necesitará usted hacer uso de su licencia en la Secretaría tillo y Rojas, Alfredo Chavero, Emilio Pardo hijo, Pablo y Miguel Macedo,
de Relaciones. Francisco León de la Barra, Manuel Sánchez Mármol, José E Godoy, Rosendo
Pineda y Balbino Dávalos, encargado delas sesiones sobre derechos de autory
Su primera misión diplomática comosecretario del Concejo de la Emba- propiedadintelectual, “quienes eran lo más selecto del grupo.de los “científicos”
jada en Washington se presentó el 8 de octubre de 1899, al participar en el porfiristas y estaban por la modernización de México y de Latinoamérica”.
viaje de negocios a la ciudad de Chicago, querealizó la delegación encabezada En la ceremonia de clausura de las primeras mesas dediscusión, Dávalos leyó
porel secretario de Relaciones Exteriores, Ignacio Mariscal, para reunirse con el ensayo Los grandes poetas angloamericanos. Eltexto fue editado en formato
un grupo de empresarios locales. Ñ de libro por la Tipografía de La Oficina Impresora del Timbre, y posterior-
32 M. J. Othón,Epistolario, pp. 199-200. 54 Cf Irzel Magaña Ocaña, Margarita Silva Hernández y Javier Torres Medina, “Il Conferencia
33 “[Carta de Joaquín D. Casasúsa Balbino Dávalos)”, ubicada en FBD del AHMC, caja 4, exp. 6,1 £. Panamericana (México, 1901-1902)”,loc. cit., pp. 54-55.
58 Baueino DávaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 59
mente publicado en la Revista Moderna con el título “Los grandes poetas Florales en los que se convocó a analizar la literatura mexicana del momento,
norteamericanos”.* - quizás para tratar de dar una definición terminante y de consenso, del deca-
El recorrido que Dávalos realizó por la poesía norteamericana, culminó dentismo.”
en la lectura de la obra de Edgar Allan Poe. Al tanto de las reflexiones queel Para 1902, Balbino Dávalos publicó su tercer libro de traducción, Monna
campoliterario finisecular hizo sobrela literatura decadente, Dávalos señaló Vanna, de Maurice Maeterlinck, impreso por la editorial de la Viuda de Char-
quefue la poesía enferma de Edgar Poe la que buscaron Charles Baudelaire y les Bourer. Al igual que con sus traducciones anteriores, los cofrades aplaudie-
Stéphan Mallarmé, “amándola, enalteciéndola y propagándola, [e] infiltraron ron esta novedad editorial.% Aún más, la recepción de la flamante traducción
en sus obras aquella pura esencia, de donde muchos han extractado también davaliana alcanzó otras latitudes. El mismoescritor belga, Maurice Maeter-
sustancias tóxicas para excitarse el desequilibrado ingenio”; y para acotar una linck, quea la postrerecibió el premio Nobel, envió una carta a Balbino para
rápida observación sobre la polémica del decadentismo, agregó: “Los deca- felicitarlo por su traslación.
dentes de hoy no provienen de [Paul] Verlaine, no descienden de Baudelaire, Y los reconocimientosa la obra de Dávalos continuaban. El suplemento
proceden de Edgar Allan Poe a través de los últimos”; con lo que, tardíamente, Jueves del Mundo Ilustrado del periódico El Mundo publicó, a partir de junio
respondió a la invitación de José Primitivo Rivera, para debatir el tema del de 1902, unaserie de semblanzas de artistas mexicanos. Ahí aparecieron notas
decadentismo. sobre Luis G. Urbina, José Peón Contreras, Elena Padilla, Victoriano Salado
Álvarez, entre otros personajes. Sobre Dávalos se dijo:
EN LA REVISTA MODERNA DE MÉXICO
Haproducido piezas literarias que bastarían porsí solas para fijar la reputación
Para el año de 1902, la explosiva generación de poetas decadentistas ya ha- de cualquiera, y ha sido, además, uno de los escasos intérpretes que no maculan
bía encontrado cabida en algunos de los cenáculos de poder del Porfiriato. la obra de poetas extranjeros al querer traducirlos.
Loshabilidosos intelectuales no sólo se colocaron en sitios privilegiados dela Al hablar de Balbino Dávalos surge la manoseada cuestión del decaden-
prensa, también en el Congreso, en la diplomacia o, de manera directa, en el tismo. Los atrasados, que en literatura forman legión, han cubierto a tiempo
gabinete presidencial. Un ejemplo fue la primera sesión del Ateneo Mexicano sus ignorancias con esta palabreja. Apenas se trata de algún poeta que salga
y Artístico, que el siete de enero de 1902 inauguró Porfirio Díaz al interior de los viejos moldes, inútiles y anacrónicos, apenas se comenta la aparición
de la Cámara de Diputados. Ese día se entregaron diplomas que acreditaban de alguna obraliteraria que en sí lleve algunas tendencias, ya estamos escu-
comosocios de la agrupación a Amado Nervo, Balbino Dávalos, Luis Gonzá- chando en boca de algún impotente la palabra mágica, la utilísima palabra:
lez Obregón, Victoriano Salado Álvarez y Ezequiel A. Chávez, entre otros es- “decadentista”.
critores. En esta primera junta se aprobó la propuesta de erigir el monumento Y Balbino Dávalos, solamente por la novedad desu estilo, por su erudición,
en honor de Ignacio Manuel Altamirano. porsu originalidad indiscutible, ha sido clasificado entre losdecadentistas, junto
En esos años que comenzaban conelsiglo xx, incluso la discusión del
decadentismo ya formaba parte de los programas oficiales de educación. En 7 Comoen las anteriores ocasiones, el nombre de Dávalos apareció en casi todas las reflexiones
1902, los alumnosdel Colegio del Estado de Pueblaorganizaron unos Juegos sobre el decadentismo. Me limito a ofrecer la referencia de estos ensayos: A. Monroy, “Valores
estéticos de la escuela decadente”, en Los juegosflorales de Puebla. Organizadospor los alumnos
del Colegio delEstado, p. 228; V. Salado Álvarez, “Decadencia y decadentismo. —Quées lite-
ratura decadente”, en op. cit, p. 276; M. RomeroIbáñez, “A los cultos estudiantes del Colegio
35 B, Dávalos, “Los grandes poetas norteamericanos”, Revista Moderna. Arte y Ciencia,vol. IV, de Puebla”, en op. cit, p. 291.
año IV, núm. 21 (13 quincena de noviembre de 1901), pp. 329-338. %* Como Amado Nervo quien escribió el artículo “Monna Vannd” para celebrar la reciente
5 Fernando Curiel, La revuelta. Interpretación del Ateneo de la Juventud (1906-1929), p. 59. producción del poeta. A. Nervo,op. cit., p. 367.
Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 61
con algunos poetas de tendencias, estilo y léxico absolutamente distintos y hasta realizado por el esmerado pintor Julio Ruelas. Tablada concluyó su “Másca-
contradictorios. ra” con tono íntimo:
Una semblanza más, difundida también en 1902, apareció en el libro En Has hechoel arte porel arte, guardando incólumela dignidad delartista, man-
turania de Ciro B. Ceballos. La etopeya sobre Dávalos, abrió aquella edición: teniendo a la musa como una ¿turris ebúrnea en su improfanable gineceo, en-
vuelta siempre en su nevado peplo, junto al fuego sacro siempre, y eso es una
Enel cenáculo de esa juventud que amenaza con su piqueta el desmoronamiento virtud magna. Jamás has intentado ganar entre una multitud el fácil aplauso
de los ideales decrépitos y las formas anticuadas para elevar después sobre sus es- que premia a los “efectistas”. Nunca has tendido la mano a esos sentimien-
combrosel trono donde mañanarecibirá homenaje la musa enferma del moder- tos que se albergan como en unasoez hostería en el corazón popular. Jamás te
nismo, Balbino Dávalos, es la figura más respetable, porque se destaca tranquila y has detenido ante esas pasiones, quesi bien palpitan en el corazón de unaturba,
sin odios, sobre el río de aguas turbias que se complacen en agitar los turiferarios nunca han abierto tus labios de poeta.[...] Pero el que, comotú, hace eso, el
de esos maestros verracos que no enseñaron nada a sus discípulos y para bien de que comprende que el arte puede ser el ideal de una existencia y el móvil de
muchosse fueron al olvido, con sus laureles de papel pintado y sus apoteosis de una vida, antes que instrumentos en el strugglefor life, el que mejor quiere ser
comediade arrabal.% víctima de una utopía, que proxeneta de una musa, merece ser querido, porque
es artista, porque en el fondo de su alma de elegido hay nobleza, abnegación
En 1903, en la lucha porel poder, quese libraba a fuego abierto entre los y amor!%
Científicos y los Reyistas, la Revista Moderna (uno de los medios en el queel
grupo de Justo Sierra y José Ivés Limantour expresaban sus ideas) cambió su Conla llegada del nuevosiglo disminuyó la producciónlírica de Dávalos.
nombre por el de Revista Moderna de México (1903-1911), y con él toda su Enlaprensadiaria casi no florecían sus poemas, y cuandose publicó alguna de
perspectiva estética. A diferencia de la apuesta provocadora que motivó a los sus composicionesse trataba simplemente de material reciclado, que ya había
fundadores de la idea original en 1893, ahora la Revista Moderna de México dado a conocer desde 1892. Algunas de sus últimas páginas de inspiración
nació con todo el apoyo del gobierno para afianzar el poder de los Científicos poética las reservó para la Revista Moderna de México; y otras más, por el con-
y desmeritar los proyectos Reyistas. trario, las guardó en el archivero para mostrarlas en mejores días. No obstante,
Unodelos cambiosde la Revista incorporó a Amado Nervo como co- en esta época de la Revista fue cuando Dávalos publicó el mayor número de
director de la renovada Revista Moderna de México. Casi de inmediato,el poemas de creación propia;* aunque en esta ocasión apenas fueron dos sus
poeta nayarita escribió a Dávalos pidiéndole su colaboración con el proyecto
editorial, para que enviara la semblanza de algún escritor, trabajo que se 62 3. J. Tablada, “Máscaras (Balbino Dávalos)”, en Revista Moderna de México, t. , núm. 7,
publicaría en “las máscaras de la Revista, que se inauguran en el próximo (marzo de 1904), pp.431-433,recogido en J. J. Tablada, Obras Completas, V. Crítica literaria,
número”.é El traductor nunca escribió el reclamado artículo; en cambio, pp. 83-87,coneltítulo “Diez semblanzas. Losartistas literarios. Balbino Dávalos”.
6 Firmados con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieronlos siguientes poemas: “¡Poesía eres
José Juan Tablada sí esbozó la semblanza sobre el autor de Las ofrendas que, tú!” (t. L, núm. 2, octubre de 1903, pp. 75-76), “A la señorita Luz Sagaceta y Fernández”
al publicarse en la Revista, se acompañó con el boceto del perfil de Dávalos (t. IL, núm. 13, septiembre de 1904, pp. 24 y 25), “En otoño” (t. IV, núm.27, noviembre
de 1905,p. 143), “De Las ofrendas. Invocación” (t. XI, núm.72, agosto de 1909, pp. 334 y
335), “De Las ofrendas. La última alondra” (t. XI, núm.72, agosto de 1909,p. 335), “De Las
52 Sin firma, “Artes y Artistas. Balbino Dávalos”, en Jueves delMundo Ilustrado, núm. 37 (27 de ofrendas. La imploración” (t. XI, núm. 72, agosto de 1909, pp. 335-337), “De Las ofrendas.
septiembre de 1902), p. 4. Metamorfosis” (t. XI, núm. 72, agosto de 1909, pp. 337 y 338), “De Las ofrendas. Mis versos
$ C. B. Ceballos, En turania, p. 18. van siendoviejos...” (t. CI, núm. 72, agosto de 1909, p. 338) y “Jesús E. Valenzuela” (t. XV,
él “[Carta de Amado Nervo a Balbino Dávalos]” ubicada en FBD del AHMC,caja 3, exp. 22, f. 1. núm, 94, junio de 1911, p. 147), respectivamente.
62 Bausino Dávatos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
traducciones,la Revista dio a conocer el Programa de Literatura que Dávalos Balbino Dávalos, junto con Carlos Pereyra y otros intelectuales, fue uno de
preparó para la Escuela Nacional Preparatoria.S los intermediarios del gobierno mexicano con la agencia de detectives, para
El 3 de julio de 1904, Balbino Dávalos fue electo diputado federal por obtener información secreta sobre los planes de ataque que el Partido Liberal
Colima, con lo que estaba oficialmente dentro del grupo de los Científicos. Mexicano intentaba dirigir contra Díaz, desde San Luis Missouri. La ruta
Entonces, alternaba su tiempo en la Ciudad de México y en algunas misiones interna del servicio secreto mexicano fue más o menosla siguiente:el gobier-
diplomáticas en Estados Unidos. De hecho,el extenuante trabajo dentro dela no, vía Joaquín D. Casasús o Ramón Corral, discutía con Balbino Dávalos,
diplomacia mexicana felizmente coincidió, ese año, con su oficio de traductor, Victoriano Salado Álvarez e Ignacio Mariscal, la información que sesolicitaría
ya que la Secretaría de Relaciones-Exteriores publicó, a través de la editorial a la agencia Furlong, además de poner sobre la mesa el costo deestosservicios.
neoyorquina Charles Scribner's Sons, la traducción del libro El México desco- Unavezrealizado este concilio, se le hacía llegar la solicitud por medio de
nocido: cinco años de exploración entre las tribus de la Sierra Madre Occidental: telégrafo o del correo postal al historiador Carlos Pereyra, esposo de la poeta
en la tierra caliente de Tepic y Jalisco y entre los tarascos de Michoacán, de Carl María Enriqueta Camarillo, para que él se pusiera directamente en contacto
Sofus Lumholtz. * con la agencia de Thomas Furlong.
Por sus buenosservicios como diplomático, el 21 de mayo de 1906,luego
LAS PRIMERAS NIEBLAS LONDINENSES ¿ de terminar su etapa como diputado, Balbino Dávalos fue designado por Por-
firio Díaz comorepresentante del gobierno mexicano en el canje de derechos
El 5 de octubre de 1905, Jesús Valenzuela organizó una comida de despedida equitativos con el gobierno norteamericano, para el proceso de las aguas del
en honor a Balbino Dávalos, que estaba por viajar hacia Estados Unidos con Río Grande. Para este proceso, el diplomático tenía oficialmente el nombra-
el nombramiento de segundosecretario de la Embajada, en sustitución de miento de embajadordela legación mexicana en Estados Unidos.
Manuel Torres Sagaseta.* Dávalos llevaba consigo, por órdenes expresas de Conla presencia magonista en Estados Unidos, los medios impresos nor-
Porfirio Díaz, la imperante misión de seguir la pista de los magonistas y la teamericanos comenzarona criticar con más fuerza a Porfirio Díaz y su régi-
Junta Organizadora, además de los Reyistas allá exiliados. men. Enrespuesta, el presidente de México elaboró el plan para defender su
Conel propósito de conformar un cuerpode servicio secreto gubernamen- honorenlasilla presidencial, a pesar de las opiniones contrarias que llegaban
tal, la embajada mexicana en Washington encomendó a Joaquín D. Casasús del Norte. Díaz envió una carta a Balbino Dávalos en la que le solicitó su
que contrataraa la agencia de detectives de Thomas Furlong para mantenerse ayuda para contratar a un periodista que escribiera artículos positivos sobre
al tanto de las acciones de los opositores a don Porfirio ubicados en territorio la situación del gobierno mexicano. Dávalos ofreció al presidente un redac-
americano. Á través de esta agencia, el gobierno de Díaz pudo anticipar la tor del Herald de Nueva York, el político y periodista mexicano,exiliado en
información referente a los ataques armados de los inconformes. Entonces, Estados Unidos desde 1903, Adolfo Salinas Duclós, quien también fue un
antiguo compañero de Dávalos en la redacción de El Universal. A lo que el
4 Firmados con el nombre de Balbino Dávalos, aparecieron los siguientes poemas: “La caída
general respondió:
de las estrellas”, de Leconte de Lisle (t. VI, núm. 38, octubre de 1906, p. 121); y “Sinfonía
en blanco mayor”, de Théophile Gautier (t. IX, núm. 57, mayo de 1908, pp. 155 y 156), Nosería muydifícil utilizar los servicios de la persona a quien se refiere, pro-
respectivamente. :
$ B. Dávalos, “Programa(para la clase de Literatura General en la Escuela Nacional Prepara- porcionándole la manera de queescriba artículos serios, si no en el Herald de
toria, propuesto porel ciudadano profesor Balbino Dávalos, leído en el Consejo Superior Nueva York sí en cualquiera otro periódico de gran circulación; en concepto
de Instrucción Pública y prohijado por la Comisión de Programas)”, t. 1, núm. 11 (julio de
1904), pp. 703-711. de que nose le exige que haga elogios, sino sólo que de buenafe refiera los
66 J, J. Tablada, Obras IV. Diario (1900-1904), p. 63. hechos de la administración pública del país. Por supuesto, sin que aparezca el
Bausino DAvALOS DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 65
Gobierno protegiéndolo, sino usted por su deseo de ayudarlo comole hadi- usted a decirmesi hay por este camino algunas posibilidades de éxito, para que,
cho, puede hacerle creer que el Gobierno paga lo que escriba dando a conocer en caso afirmativo, se formalicen las cosas.*
su marcha, pero que a usted le ha dejado la elección del escritor y que usted
sin decirnos quién es, elige a dicha persona para que más tarde la recomiende Dávalos consiguió la designación de Salinas Duclós como el periodista
con el Gobierno o conmigo, comenzando por descubrírmela como el autor queescribiría sobre la administración pública en México en la prensa de Esta-
de dichos artículos. Piense usted esta forma decorosa para todos y digame su dos Unidos, y colocó en la agenda del gobierno de Estados Unidosla visita de
opinión.” Eliu Root a México. Probablemente como unadistinción por su desempeño,
Dávalos fue designado encargado de negocios ad interim en la Embajada de
En noviembre de ese año, el ministro de Hacienda, José Ivés Limantour, México en Gran Bretaña. Esta misión no le llevó más de un mes de estancia
uno de los principales asesores políticos de Porfirio Díaz, escribió a Balbino en Londres porque debió regresar al Continente Americano ante la premura
para reforzarel plan de difusión presidencial. Además, Limantour ordenó que de sus servicios como traductor y diplomático en la delicada situación que se
se gestionara con alguno de los hombres fuertes del gobierno norteamerica- vivía con los magonistas en la frontera de México con Estados Unidos.
no unaentrevista para hablar sobre la política de México. Entonces, Dávalos A pesar de que sus labores estaban esencialmente dedicadas a la política
también trabajó en la agenda de unavisita del jefe del Departamento del Go- exterior, en Inglaterra Dávalos intentó no desprenderse, en la medida de sus
bierno de Estados Unidos, Eliu Root, a México. A la postre, Root; sería uno posibilidades, de su oficio literario. Comenzóa escribir su siguiente libro de
de los secretarios estadounidenses clave en las relaciones políticas de Estados poesía Nieblas londinenses, que nunca publicó. El esmerado poeta y diplo-
Unidos con Latinoamérica. mático, que de vez en vez publicaba en la Revista Moderna de México, fue
nombrado, en 1906, miembrodela Asociation Phonétique Internationale de
Enprincipio está resuelto invitar a míster Root a que venga a México; pero, como París, Francia.
es natural, Mariscal quedó encargado de buscar la formay la oportunidad. Si pasa El 11 de mayode 1908 continuó su peregrinaje en el organigrama diplomá-
tiempo sin que usted reciba noticia oficial de esto, bueno sería que me hiciese tico de Gran Bretaña y Estados Unidos. No obstante, su recorrido alrededordel
usted saber[...]. mundoaúnsería más extenso, ya que Justo Sierra giró un oficio a nombredela
Respecto a Duclós, cuya carta devuelvo a usted inclusa en esta, debo parti- sección de Instrucción Secundaria, Preparatoria y Profesional de la Secretaría de
ciparle que no han resultado enteramente estériles mis esfuerzos. El Presidente Instrucción Pública y Bellas Artes, para otorgarle el compromiso de representar
parece muy inclinado a quese le dé cierta cantidad mensual por la Embajada, a a México como delegado del TX Congreso Internacional de Geografía que se
título de gastos de publicidad y sin que aparezca en las órdenes queel dinero está realizó en Ginebra, Suiza, del 27 de julio al 6 de agosto de 1908. A su regreso,
destinadoa él. En otras palabras, se desea quela autorización de la Embajada para el 21 de noviembre de 1908,recibió de nuevo el nombramiento de encargado
que haga queel gasto sea en términos generales, y que usted quede facultado para de negocios ad interim en la Embajada de México en Inglaterra.2 Una de sus
hacer la aplicación a la persona que juzgue más a propósito. La idea es observar primeras actividades al reincorporarse en la vida pública de la capital inglesa fue
durante algún tiempo el uso que esa persona haga de su pluma,y si los artículos leer, en el Polyglot Club de Londres, el ensayo Aspectos de la poesía en México;
que publique sobre el país y la administración pública son satisfactorios, se le otra más, fue participar en el 1 Congreso Internacional de Educación Moral.
podrá dar una posición oficial, como un Consulado o cosa porelestilo. Sírvase
68 “[Carta de José Ivés Limantour a Balbino Dávalos)”, ubicada en FBD del AHMC, caja 4,
exp. 32, £. 2.
67 “[Carta de Porfirio Díaz a Balbino Dávalos)”, ubicada en FBD del AHMC,caja 4, exp. 29, 1 £. 6 “[Nombramiento comodelegado)”, ubicado en FBD del AHMC,caja 4, exp. 39, £ 1.
66 Bausino DávaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
El copioso registro epistolar de Dávalos, incluye la correspondencia de la casa Tipografía de la Revista de Archivos, el único libro de poesía que
otro de sus grandes amigos, Ignacio Mariscal. En 1908,al enterarse de la salud Dávalosllegó a ver impreso. Un segundolibro, póstumo, que recoge algunos
mermada que tenía el secretario de Relaciones Exteriores, Dávalos lo apuró de sus poemaslleva el título de Poesías selectas, edición que su familia realizó
para quele entregara su obra poética dispersa y así gestionar en Madridla pu- en 1975. El autordejó un testimonio dela historia de la publicación de Las
blicación de Poesías coleccionadas. Al mismotiempo,el poeta comenzó conlos ofrendas.
trámites para que esa editorial publicara su propiolibro de poesía Las ofrendas.”
Hallábame en Madrid, en 1909, en viaje para descansardelas brumas de Londres
y del intolerable ministro que por entonces metenía condenadoa micargo diplo-
LAS OFRENDASEN VÍSPERAS DE LA REVOLUCIÓN mático en Inglaterra. Y en España, por insinuación de Amado Nervo, me animé
a publicar mi primer libro de versos, Las ofrendas. Sumiso a las sugestiones de
Para 1909, dentro del organigramainestable de la diplomacia mexicana,a Nervo,seleccioné entre los manuscritos que me acompañaban lo que me pareció
Dávalos le correspondió ocupar el puesto de negocios ad interim dela lega- menosdesechable de coleccionar, salvo dos engendros que Amadose encaprichó
ción en Lisboa, Portugal, que dependía de la Embajada de México en Espa- en librar de la parricida alevosía con que destruí toda mi obra.”
ña, lo que le permitió pasar algunos días de bohemia madrileña al lado de
otros escritores mexicanos, como Federico Gamboa, Francisco A.) de Icaza En ese año,el poeta nicaragiiense Rubén Darío publicó en Mundial Ma-
y Amado Nervo. El autor de Perlas negras presentó a Dávalos con Mariano gazzine, la revista que dirigió en París, una reseñacrítica sobre Las ofrendas, li-
Miguel de Val, uno de los más conspicuos participantes del Ateneo de Ma- bro en el que encontró la confluencia devarias corrientesliterarias: “La cultura
drid, el principal centro intelectual de la capital ibérica, y en general de la de este poeta es tan firme comovariada. Posee un vocabulario rico y una airosa
vida cultural madrileña. elegancia de composición. Es múltiple y, sin embargo, personal. Es clásico, es
A través del poeta De Val, el Ateneo de Madrid invitó a Dávalos para que romántico, es parnasiano, es simbólico a veces. Ha tenido el don de compren-
leyera algunas de sus composiciones poéticas. El traductor aceptó gustoso y derlo todo y de verter su alma segúnla iniciación del instante”.??
en una de las veladas del Ateneo leyó algunas de sus traducciones y poemas. A la aparición de Las ofrendas, Jesús Valenzuela no pudo ser más entusias-
El periódico El Imparcial de Madrid reseñó la velada del Ateneo en la que se ta. El 2 de julio del mismo año envió una carta a Manuel González: “Leí de
escucharon “cálidos y entusiastas aplausos” por las magníficas composiciones cuerito a cueritoel libro de Balbino Dávalos que mehiciste el favor de enviar-
del diplomático mexicano, y el redactor del periódico madrileño acotó sobre me. En mi concepto nose ha publicado en español libro más importante. Él
el poeta: “Es una de las personalidades literarias y poéticas más distinguidas viene, positivamente, a hacer época en la literatura hispanoamericana. Rubén
y apreciadas en México, por su cultura, por la intensidad y singularidad de Darío y Salvador Díaz Mirón serán más poetas, pero no más doctos que Bal-
su inspiración y por la suma pericia con que ha sabido verter al castellano las bino. Y esto no quiere decir que Dávalos no sea un gran poeta. Ya quisiera ese
joyas más admirables dela lírica extranjera”.”* florón, en su vieja corona, España misma”?
Pero el suceso más importante de 1909, para el escritor, debió ser la
aparición, en Madrid, de la primera edición de Las ofrendas, publicada por
"7? B. Dávalos, Discursos leídos ante la Academia Mexicana correspondiente de la Real Española en
* la sesión solemne con motivo de la recepción pública de Balbino Dávalos el 23 dejulio de 1930
70 “[Carta de Balbino Dávalos a Ignacio Mariscal)”, ubicada en FBD del AHMC,caja 9, exp. 11, en la Barra Mexicana de Abogados, p. 15.
f.2. 73 “[Los diplomáticos poetas...]”, mecanoescrito ubicado en el an del AHMC, caja 5, exp. 37,£.11.
71 “[Fragmento del periódico El Imparcial de Madrid]”, ubicado en FBD del AHMC, caja 2, 74 e deJesús Valenzuela a Manuel González, hijo)”, ubicada en el F8D del AHMC, caja 4,
exp. 59, 2f. exp. 5 , 1 £.
Baueino DAvALOS DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
Las cartas de felicitación siguieron. Enrique Díez-Canedo escribió a nom- La delicada situación que vivía el gobierno de Porfirio Díaz, debido a
bre del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid y, además de exten- los problemas queya se gestaban en la frontera de México con Estados Uni-
der sus congratulaciones a Balbino, lo presentó con el director de la revista dos, exigió el repliegue de los políticos porfiristas. Balbino Dávalos, quien
La Lectura, Francisco Acebal.” También escribió la poeta Blanca de los Ríos, disfrutaba de su naciente popularidad madrileña, debió regresar al Continente
titular de la sección de arte de la revista Cultura Española, para manifestar- Americano para brindar información sobre la Junta Organizadora del Partido
le a Dávalos que estaba ocupada con Las ofrendas “cuya lectura saboreo con Liberal, porque era uno de los agentes diplomáticos que había seguido, desde
fruitiva delectación”, ya que sus versos son “clásicamente perfectos, nítidos añosatrás, la pista del movimiento magonista.
y luminosos, como una estatua de Fidias”; además le comunicó las palabras El 24 de septiembre de 1909, Ramón Corral escribió a Balbino Dávalos
de Emilia Pardo Bazán, quien “hizo grandes elogios del encanto musical que para intercambiar ideas sobre la entrevista de Porfirio Díaz y William Taft
usted solía dar a sus versos al leerlos”.?é y, en especial, sobre la posible presencia de magonistas que pudiera atentar
Confiado por todas estas muestras de admiración, el poeta Mariano Mi- contra la vida del general: “Le confirmo el mensaje quele dirigí hoy, suplicán-
guel de Val comenzóa gestionar ante su gobierno que le otorgaran a Balbino dole ordenea los agentes de la Compañía Furlong que están en Chicagoa las
Dávalos la Medalla Alfonso XIII, por sus aportes culturales a la lengua espa- órdenes de la Embajada, que vengan al Paso y San Antonio, puesallí pueden
ñola. La medalla y el diplomacorrespondiente, le fueron entregados¡a Balbino prestarmeservicios con motivo de la entrevista entre los señores Presidentes
en junio de ese año.” i Díaz y William Taft”. Seis días después, Corral repitió casi la misma misiva
En junio de 1909 Dávalos también recibió una carta de Victoriano Sala- aunque, con tonodesesperado,insistió a Dávalos que enviara a los agentes de
do Álvarez, todavía secretario del gobierno de Chihuahua a cargo de Enrique la agencia Furlong, “y estoy esperando que meavisen su llegada para darles
Creel. Sin embargo,la misiva, lejos de felicitarlo por su libro, solamentele algunas instrucciones y ponerlos en contacto con otras personas comisionadas
comentaba sobre la información querastreaba el Departamento deJusticia de porel Gobierno para ejercer una prudentevigilancia sobre los sospechosos”.
México para ubicar a uno de los magonistas: Desde el hotel Herald Square de Nueva York, también Carlos Pereyra le
escribió a Balbino Dávalos para comunicarle que “ayer di instrucciones para
En efecto,el sujeto estuvo aquí, según entiendo en 1908, intentando la román- quetelegrafiasen a Furlong indicándole que sus agentes en San Antonio están
tica empresa de hacer que se fugara Sarabia de San Juan de Ulúa. Yo no sé que listos y anuncian oportunamenteel paso de nuestro hombre”, añadiendo: “ya
haya recorrido el país semejante sujeto, y más bien creo que estuvo solamente en queda entendido que te remitirán los informes directamente”. En la misma
Veracruz y quizás en esta capital [Chihuahua]. Parece que vive amancebado con carta, párrafos adelante, Pereyra se da tiempo para hablar sobre la depresiva
unade las magonas, pero entiendo que no es hombrepeligroso. En cuanto a lo soledad en la que vive, mientras Porfirio Díaz anunciaba su llegada a territo-
del precio por su cabeza no tengo que decirle a usted que es un absurdo, que una rio norteamericano.”? Días antes de que se concretara el encuentro, Balbino
sola vez se ha presentado en nuestra historia.?* Dávalos abandonó Estados Unidos para reincorporarsea la legación mexicana
en Gran Bretaña.
75 “[Carta de Enrique-Diez Canedo a Balbino Dávalos)”, ubicada en el FBD del AHMC, caja 3, Por primera vez en la historia, los presidentes de Estados Unidos y México
76 A Blanca de los Ríos a Balbino Dávalos)”, ubicada en el FBD del AHMC,caja 4,
se entrevistaron oficialmente, al encontrarse, Porfirio Díaz y William Taft, en
El Paso, Texas. Horas después, Taft estuvo devisita en Ciudad Juárez, Chihua-
7 edeMariano Miguel de Val a Balbino Dávalos]”, ubicada en el Fan del Anc, caja 4, hua. Pasado el evento, el mismo Pereyra comunicóa Balbino el epílogo dela
» "EseVino SaladoÁlvarez a Balbino Dávalos]”, ubicada en el BD delarimc, caja á,
xp. 58,£.2. 7 *[Carta de Carlos Pereyra a Balbino Dávalos)”, ubicada en FBD del AHMC, caja 3, exp. 88,£. 2.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 1
70 Bausino DÁVALOS
al tiempo que apareció en el campointelectual el brillante grupo del Ateneo habíasido,y trataba de serlo aún), Ramón López Velarde. La vecindad de Dá-
de la Juventud, en el que descollaban nuevosartistas, escritores y filósofos.” valos con el escritor de Zacatecas duró hasta que el colimense se reincorporó
Losviejos modernistas que ocupaban puestos políticos, como Amado Nervo, a la Secretaría de Relaciones Exteriores, tras una conversación con Francisco
intuyeron que ante los cambios que suscitó la Revolución, su situaciónsería IL. Madero y, cuando aconteció la decena trágica, recibió la confirmación del
difícil. Un tanto alarmado, el poeta nayarita escribió el 10 de julio de 1911 a puesto de encargado de negocios en Lisboa por parte del gobierno de Victo-
Dávalos para confiarle sus preocupaciones: riano Huerta, su destacado ex alumno dela Escuela Nacional Preparatoria, a
mediados de 1912.
Hay dos maneras de echarnosa la calle: la fuerte, que consiste simplemente en En 1913,ya instalado otra vez en Portugal, Balbino Dávalos siguió en su
decirnos: “váyanse... etcétera”, y la suave que consistirá en decirnos: “vaya usted a racha de contratiempos matizados un poco porsu vigor inagotable. En ese año
Nicaragua” o “a Honduras” o “a China”. aparecieron poemas de Dávalos traducidos al alemán, en el periódico Nachri-
sia esta segunda manera respondemosque no nos agrada, nos replicarán lo chtenfúir das Fúrstentum Liibeck. Ahí, la escritora Marie Bjórkman-Schikau, en
que aquel portugués ceremonioso al perico que, en la mudanza de casa, no quería la sección “Parnaso mexicano”, divulgó las piezas “Poesía” y “Crepúsculo”.**
dejar su estaca: —¡vossa señorid ¡ Vea onde o levem! Un año después apareció su ansiada antología de poetas francófonos Musas
¡En fin, veremos! Yo no tengo miedo. Somos aún jóvenes. La adversidad y de Francia, precedida por entusiastas felicitaciones de Rubén Darío, Amado
nosotros nos tuteamos y todavía hemos de dar faena en este mundo.*| Nervo y Federico Gamboa, entre otros escritores.
Nervo sabía por qué su caligrafía estaba escrita con letra nerviosa. Casi
sin considerarla trayectoria de dieciséis años de labor en la Secretaría de Rela- MINISTRO EN RUSIA, MAESTRO EN NUEVA YORK,
ciones Exteriores, la “marea renovadora” del gobierno de Francisco 1. Madero RECTOR DE LA UNIVERSIDAD
82 E Curiel, La revuelta. Interpretación delAteneo de laJuventud (1906-1929), p. 306. 85 [Fragmentos del periódico Nachrichten fir das Fúrstentum Lúbeck), ubicados en el FBD del
83 [Carta de Amado Nervo a Balbino Dávalos], ubicada en el FBD del AHMC,caja 3, exp. 89, AHMC,caja 7, exp. 46, f. 1 y 2 y caja 7,exp. 47, f. 1, respectivamente. :
8 ff 86 [Fragmento del informe de Balbino Dávalos en Rusia], mecanoescrito ubicado en el FBD del
4 [Borrador de carta a Manuel Calero], ubicada en el FBD del AHMC,caja 3, exp. 78 2 E AHMC, caja á, exp. 92, f. 1.
74 Baueino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 15
del poeta, que debió ausentarse de las oficinas diplomáticas para acudir a los nuevo presidente disolvió al anquilosado ejército de Porfirio Díaz, una delas
médicos. La ocasión más grave lo obligó a pedir permiso oficial para internarse decisiones que más molestó al diplomático, que siguió haciendo berrinches en
en un hospital de Berlín donde, al parecer, se sentía más cómodo. Rusia. Y también las huestes vivas de los revolucionarios se encendieron cuan-
En unacarta de la que no he podido determinar el destinatario, Dávalos do, sobre el escenario político, siguieron en pie los caudillos sobrevivientes de
también dio cuentade la inestabilidad política en México: “Usted sabe bien la Revolución: Álvaro Obregón, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
que Madero no fue un mártir, sino un suicida. Él mismo, y muchas veces lo Ante la Revolución Rusa, Dávalos debió abandonar su puesto de diplo-
comentamos usted y yo, se preparó su incomprensible obcecación; qué más: mático. La Secretaría de Relaciones Exteriores aún no olvidaba el asunto de
él hizo a Huerta. Y la actual Revolución, que triunfará si los Estados Unidos la recepción de Dávalos a Porfirio Díaz, en España, y no le otorgó un nuevo
lo quieren,¿cree usted que no provoque nuevostrastornos, ni nos orille al más puesto. Porotra parte, el poeta viajero quería estar más cerca de México, don-
grande de todoslos desastres, dejándonos dependientes, moralmente quesea, de de cualquier formala inestabilidad continuaba. Estabaa la deriva política,
de nuestros funestos vecinos? ¿Cree usted, reflexionando con plena sensatez, prácticamente desempleado, observando el desarrollo de la congestionada Re-
que, triunfantela Revolución, no surgirá otra?” volución Mexicana.
Estacuriosa reacción antiyanqui apareció constantementeen las epístolas Las nuevas generaciones de intelectuales vieron con curiosa desconfianza
quedesde Rusia, Dávalos dirigió a cónsules, poetas y políticos. Enfurecido por a Balbino Dávalos, como lo demuestra la carta que, el 19 de diciembre de
la injerencia estadounidense que insistió en resolver los asuntos internos de 1916, desde Minnesota, Pedro Henríquez Ureña escribió a Julio Torri: “Han
México (intromisión que continuóal asumirla presidencia Woodrow Wilson ocurrido aquí grandes cosas. Hice que viniera Martín [Luis Guzmán]. Vino,
el cuatro de marzo de 1913), Balbino escribió a Gilberto Crespo Martínez, tras vacilaciones. Enseñó, disertó, tuvo éxito. Súbitamente ¡cataplum!, Anita
cónsul en Viena, refiriéndose a la mediación que Argentina, Brasil y Chile se enferma de pulmonía —viaje a Nueva York— médico prohíbeles Minneso-
(el grupo ABC) habían propuesto para mejorar las relaciones entre México y ta por excesivo frío —Martín resuelve quedarse. Viene, en su lugar, Balbino
Estados Unidos: Dávalos, a quien se ensayó temiendo que no aceptara. Tiene ya cerca de dos
meses aquí”.
¿Y qué ha obtenido la mediación?... El triunfo de un movimiento nada nacional, El período como docente en Estados Unidos fue otro de los más fructífe-
más grave, el triunfo de la voluntad del más majadero, del más villano de los ros y agradables para Dávalos. Alejado dela política, comenzó a corregir viejos
gobernantes actuales: el execrable doctrinario de la Casa Blanca. ¿Y qué nos que- borradores, a pergeñar nuevas ideas sobre hojas blancas y vivir en cierta paz. Sin
da? Que Huerta hubiera dominadola rebelión y convirtiéndose en tirano, bien olvidar los ritmos y los acentos modernistas, desplegó nuevamente su pluma
estaba; quelos constitucionalistas hubieran depuesto a Huerta por sí mismos, sin sobreel escritorio del cubículo del departamento de Lengua Española, donde
la infamante y perversa ayuda de los extranjeros, bien estaba. dabaclases. El poeta añoraba México, y quería regresar a través de cualquier
vía, por lo que pidió la intermediación de Pedro Henríquez Ureña, quien es-
Enfin,cualquier solución veía Dávalos correcta a excepción de que inter- cribió nuevamente a Julio Torri pidiendo ayudaparael viejo poeta modernista.
vinieran los “codiciosos” yanquis de Estados Unidos.** Además solicitó un espacio donde Dávalos pudiera publicar sus últimas pro-
Bien estuvo, pues, que en julio de 1914 Victoriano Huerta dejara final- ducciones poéticas: “Van esos versos de don Balbino,enla forma pléiadesca de
mente el poder, sucediéndolo Venustiano Carranza. Con argucia política, el trioleto (¿0 es anterior de la Plétade?, creo quesí). Hazlos publicar en lo mejor
que haya en México,y hazle atmósfera a Dávalos entre los intelectuales, para
87 [Carta de Balbino Dávalos], ubicada en el FBD del AHMC,caja 9, exp. 33, £.2, ,
88 [Carta de Balbino Dávalos a Gilberto Crespo Martínez], ubicada en el FBD del AHMC,caja 9,
exp. 67, ff.2 y 3. 8 3. Torri, Epistolarios, p. 256.
16 Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO n
queéstos le hagan atmósfera entre los políticos. Él quisiera irse, pero no sabe PROBLEMAS CON LA PRENSA EN BERLÍN
bien cómoestán, en actitud, en México. A México le convendría llamarlo y
darle un buen puesto en la enseñanza o en la diplomacia o en ambas a la vez”.% El gobierno mexicano muchas veces utilizó a un mismo embajadoren di-
Felizmente, en el año de 1919 Balbino preparó de nuevo la mudanza. Fue versas sedes, por lo que Balbino Dávalos además de ocuparse de la embajada
contratado como profesor de Lengua y Literatura Española en la Universidad mexicana en Alemania, fue nombrado embajador en Suecia, donde también
de Columbia y en el College City de Nueva York, en Estados Unidos. Esta presentó credenciales, el 9 de diciembre de 1921, como encargado de nego-
nueva estancia apenas duró un año, pues en 1920 fue nombrado director cios. El puesto en ambas legaciones duró hasta junio de 1922,y su liquidación
del Instituto del Estado de México, con sede en Toluca. Al fin pudo regresar, definitiva de la Secretaría de Relaciones Exteriores fue el resultado de la suma
como añoraba desde 1913, a México donde, al ver la desoladora situación de varios acontecimientos extraños.
política, escribió algunos de sus poemaspatrióticos. Un reporte sin nombreni fecha, localizado en el legajo personal de Bal-
Enla segunda décadadelsiglo veinte, en el panoramacultural de la Ciudad bino Dávalos del Fondo Antiguo de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
de México, Enrique González Martínez estaba a la cabeza del Ateneodela Ju- muestra el seguimiento que la Secretaría realizó a la estancia del poeta en
ventud. Comolo habían hecho los decadentistas, cuarenta añosatrás, los jóve- Berlín. En aquella hoja mecanoescrita se describen las actividades diarias del
nesdelas nuevas generaciones se reunían,discutían y, quizás un poco al margen, ministro y se subrayan algunas irregularidades de su conducta.
hablaban depolítica. Por su cuenta, Balbino Dávalos regresó a las primeras filas Se dice que Balbino rentó un edificio detres pisos, el cual fue la sede de la
del campointelectual. El 11 de mayo de 1920 fue nombradorectorde la Uni- Embajada Mexicana. En el primer piso ubicó el despacho oficial, el segundo
versidad Nacional, después de que José Natividad Macías terminó su segundo piso era la estancia familiar y el tercero estaba reservado para la dueñadel lo-
período rectoral. Sin embargo, Dávalos renunció estrepitosamenteel 2 de ju- cal, una viuda con quien Dávalos pasaba las noches. Por las mañanas,bajabaal
nio de 1920, con la aparición de José Vasconcelos en las oficinas de la rectoría. segundonivel a recibir el desayuno y más tarde, quizás a mediodía, despacha-
En una nota recientemente publicada en el periódico Excélsior, se privile- ba en la primera planta. Por las noches, se tomaba una copa de coñac y fumaba
gia su labor en la Universidad al nombrarlo “el creadordelideal universitario”. un parde cigarrillos acompañado de la viuda, para más tarde salir con ella a
La periodista Guadalupe Appendinicitó el fragmento de un discurso de Dáva- ver una función de teatro. Sin embargo, el informante parece más molesto
los: “El ideal universitario, en misentir, no puede ser otro que el de escudriñar porla actitud del ministro con los periodistas, a quienes tildaba de estúpidos
insistentemente la verdad posible en la investigación experimental científica, y se negaba a otorgarles información o cederles una entrevista. Asimismo,el
conla tendencia espiritual de hacer cada vez másrealizable el bien humano”.” encargado de hacer este reporte remitió la queja de un reportero, contratado
El presidente interino, Adolfo de la Huerta, nombró a Dávalos ministro por Dávalos para escribir noticias en español sobre las relaciones de México
plenipotenciario de México en Inglaterra, aunque nunca llegó a ocupar el con Alemania, quien tuvo un desaguisado con el embajador cuando se negó a
cargo, pues antes de presentar sus credenciales al gobierno inglés fue requerido pagarle los gastos de estancia y alimentación.
como ministro en Alemania, a donde arribó el 18 de junio de 1920. A poco Sin duda, esta información hubo de influir definitivamente en la nueva
tiempo de su llegada se restablecieron las relaciones de México con el país renuncia obligada de Dávalos, tanto de las embajadas de Suecia y Alemania,
teutón, que llevaban cerca de diez años de haberse interrumpido. comoa la Secretaría de Relaciones Exteriores. Desde el año de 1922 y hasta
1925, Dávalos desapareció de la escena pública, dedicándose por completo a
la docencia en la Universidad Nacional.
% Ibídem, p. 263. La vida de Balbino Dávalos siguió su camino, una vez más, dentro de la
2 Guadalupe Appendini, “Balbino Dávalos, autor del ideal de la Universidad, fue recordado”,
Excélsior, t. V, año LXXXIII (12 de octubre de 1999), p. 11. Universidad Nacional. En enero de 1925, poco después de la renuncia del
18 Baugino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 19
doctor Daniel. M Vélez comodirector de la Facultad de Filosofía y Letras se le escribió para pedirle que presentara su discurso de ingreso a la Academia
decretó su cierre temporal, a tan sólo cuatro meses de haberse constituido. La Mexicana,a la cual Dávalos pertenecía desde 1902.
Facultad estaba inhabilitada debido a problemas económicos y quedó acéfala. Mientras los vertiginosos cambios de poder se resolvían con hechos san-
Tal condición produjo consternación en quienes habían inyectado vida aca- grientos en la capital del país, la vida de Dávalos continuaba en un sosegado
démica a la recién creada institución, lo que motivó volver la mirada hacia declive. Además de escribir las primeras líneas de su discurso de ingreso a la
Balbino Dávalos para que aceptase estar al frente. Dávalos estaba consciente Academia Mexicana, en ese entonces preparó un par de libros más. Se trató de
de que el nombramiento sería honorario pero no vaciló en atender las deman- la recopilación de poesía de lengua inglesa destinadaa la editorial CVLTVRA
das de los universitarios y aceptó, junto con ellos, trabajar sin remuneración cuyo director era Rafael López. El editor ordenó de inmediato los poemas
alguna para impulsar el desarrollo académico de la Facultad. El 26 de marzo y envió al traductor tres ejemplares encuadernados de Musas de Albión con
tomó posesión como director honorario de la Facultad de Filosofía y Letras características diferentes cada uno, para que decidiera cuál le parecía más apro-
Para graduados y Escuela Normal Superior, con nombramiento oficial del pre- piado para la edición definitiva, que aparecería a finales de 1930.%
sidente constitucional, el cual fue ratificado al año siguiente, al tiempo quela El 23 de julio de 1930, Dávalos se presentó en el recinto oficial de la
disposición de clausura fue revocada.? Academia Mexicana donde leyó su discurso “La rima en la poesía clásica
Desdefebrero de 1925 hasta julio de 1928, Dávalos enfrentó los avatares romana”.? La respuesta de Ezequiel A. Chávez no se limitó en halagosa la
Universitarios como director de la Facultad de Filosofía y Letras, impulsando personalidad del poeta, además narró algunas anécdotas en las que, sobre las
los primeros planes de estudio formales, con lo que dio unaestructura estable costas de Mallorca, España, Dávalos regañaba a Rubén Darío por su mal co-
a la organización académica y asentó las bases para su franco desarrollo. El 30 nocimiento del latín y, aún más, por su ambición de considerar sus versos
dejulio de 1928, al abandonar en definitiva la dirección de la Facultad,se re- castellanos como hexámetroslatinos.
integró de lleno a su labor como docente; quehacer que, de suyo,fue relevante
en todas y cada una de las cátedras que impartió tanto en la Escuela Nacional
de Altos Estudios comoen la Escuela de Verano y en la Facultad de Filosofía y EL JUBILADO ESCRIBE SUS MEMORIAS:
letras. Son de mencionarse, entre otras, las asignaturas de Lenguay Literatura ÚLTIMOS AÑOS
Castellanas, Filología Románica, Literatura Latina y Literatura Griega.%
Los últimos años de Balbino Dávalos fueron de unaislamiento disimulado.
Acudió con constancia a las reuniones de la Academia Mexicana donde dictó
BREVE REGRESO A COLIMA algunas conferencias y homenajes, que eran en realidad semblanzas memorio-
sas sobre sus amigos, comolas que leyó en honor a José Juan Tablada, Joaquín
Comounexiliado cultural y político, en febrero de 1928, Balbino Dávalosre- Arcadio Pagaza y Luis G. Urbina.” Incluso en 1936 recibió un memorando de
cibió el nombramiento de Jefe de la Oficina Federal de Hacienda quelo llevó
deregreso a Colima, donde retomó su escritura creativa. Oportunamente, y % [Carta de Salvador Calero a Balbino Dávalos], ubicada en el Fs del AHMC,caja 8, exp. 13, f. 1.
Casi aprovechando el buen momentodel poeta, el académico Salvador Calero 25 Cf [Carta de Rafael López a Balbino Dávalos], ubicada en el FBD del AHMC, caja 8, exp. 16,
£ 1. // B. Dávalos, Musas de Albión. México, CVLTVRA, 1930.
% B. Dávalos, Discursos leídos ante la Academia Mexicana correspondiente de la Real Española en
la sesión solemne con motivo de la recepción pública de Balbino Dávalos el 23 dejulio de 1930
2 eee Menéndez Menéndez, Setenta años de la Facultad de Filosofía y Letras, pp. 562 en la Barra Mexicana de Abogados. Respuesta Ezequiel A. Chávez. México, Labor, 1930.
y 563. 77 Aunquerevisé todos los tomos de las Memorias de la Academia Mexicana que organizó Alber-
% Ibidem, to María Carreño, no me fue posible localizar ninguno de estos textos. En cambio,localicé
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 81
80 Bausino DávaLos
Pindaro, Nieblas londinenses y Cómo fui académico, de los cuales sólo conozco
en parte los mecanoescritos de los dos finales, sobre todo el último del que
ahora presento una transcripción directa del original. II. LOS ÁMBITOS
El 2 de octubre de 1951 falleció Balbino Dávalos. No existe una versión DE LAS DIGRESIONES
oficial sobre su muerte y sus familiares han permanecido herméticos al respec-
to. Yvonne Sánchez, nieta de Dávalos, sólo me dijo que su agonía duró algunos
días y que en sus últimas horas de vida pidió hablar con un sacerdote para re-
cibir los santos óleos de la religión católica. Seguido de un nutrido cortejo fú-
nebre, el cuerpo de Balbino Dávalos fue sepultadoenel Cementerio Español.
Laoración fúnebre fue leída por Alberto María Carreño,y en ella recordó
la trayectoria de Balbino Dávalos, desde las primeras letras que aprendió de su
tío Antonio Labastida y Dávalos, las lecciones recibidas por Joaquín Arcadio
Pagaza y las clases de diplomacia con Joaquín Casasús. Desde luego, María
Carreño dictó la bibliografía de Dávalos, destacando sulibro de su poesía Las UN OFICIANTE DE LA NACIÓN
ofrendas y la traducción de Afrodita de Pierre Louys. Recordóla labor de di-
plomático de Dávalos, desde Estados Unidos hasta Rusia. Además, en las pa-
peenis como Balbino Dávalos son figuras paradigmáticas en la his-
toria intelectual mexicana, y se sitúan a vuelo entre los siglos XIX y XX.
labras que cerraron el discurso, exaltó la calidad de sus artículos de memorias.
Nosetrata de periodistas finiseculares, el antecedente inmediato al caudillo
Finalmente dijo: “La muerte quiso darle tiempo para que supiera con cuánto
cultural moderno,sino de un oficiante a favor de un proyecto de nación. Por
esplendor la Universidad ha celebrado el cuarto centenario de su fundación;
eso, una de las interpretaciones que suscita la lectura de las memorias de
porque aún acercándose al sepulcro, acaso recordó sus días juveniles, cuando
Balbino Dávalos, asomala posibilidad de construir una microhistoria de la
fue maestro de la Escuela Nacional Preparatoria, y cuando ya en la madurez
dirigió la Facultad de Filosofía y Letras, que se llamó de Altos Estudios”.'%
transición política entre el final del siglo xix y el arranque vertiginoso del
siglo xx, desde la posición social de un intelectual que sobrevivía a las direc-
trices del poder.
Comootrosintelectuales de finales del siglo x1x, la participación cultural
de Dávalos representa el límite de un episodio en la historia intelectual del
país. Primero fue el libre pensador que lo mismo se ocupó de la pluma que
de la espada; luego el escritor moralista dictando sentencia desde la tribu-
nade la prensa; y, finalmente el periodo en el que se incorporó Dávalos, cuan-
do apareceel brillante estratega con unasilla ubicada en los costados del poder
político que, sin participar en las reyertas bajas del poder, aporta los elementos
intelectuales para calibrar el fiel de la balanza en las disputas de la toma de
decisiones.
Eneste sentido, Belem Clark de Lara ha expuesto queel intelectual finise-
102Sin firma, “Muere el poeta y diplomático mexicano, Balbino Dávalos”, Excélsior, t. V, año
XLI(2 de octubre de 1951), p, 14.
cular encontró en el periodismola coyuntura para ocupar unaposición social y
— 84 Bausino DivaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 85
un modus vivendi.! Asimismo,el historiador Enrique Krauze ha descrito cómo porque entre 1911 y 1920 Dávalos sólo se sentiría cómodo en dos periodos
los caudillos culturales de la Revolución Mexicana apostaban por tomar una presidenciales, los de Victoriano Huerta y Adolfo de la Huerta (el huertismo
posición dentro del complejo escenario delas reacciones revolucionarias.? Sin como una “abyecta caricatura del Porfiriato” escribió José Emilio Pacheco)!
embargo, la mediación entre un momento y otro, colocó a personajes como quienes lo nombraron ministro plenipotenciario en Rusia y en Alemania,res-
Dávalos en un lugar decisivo para el contimum histórico, sin figurar comolos pectivamente; periodos tan peliagudos que no se obtuvieron buenos resulta-
grandes caudillos que resolvían el rumbo del movimiento al que representa- dosni para el poeta ni para el gobierno.
ban,fueron personajes que soportaronel tránsito dela historia al permanecer
inamovibles (inmóviles y casi pasmados) a las constantes sucesiones político
militares que dominabanal país.? LAS DIGRESIONES DE LAS MEMORIAS
Un ejemplo dela actitud oficiante de estos personajes es el respaldo que
Dávalosdio a la últimadecisión política de Porfirio Díaz. Como lo hizo toda Balbino Dávalos se mantuvo fiel al planteamiento más evidente dela partici-
la pléyade de los Científicos en la encrucijada de 1910, cuando Díaz debía pación de los poetas modernistas en el poder, el de una burguesía cosmopolita
nombrar un vicepresidente, Balbino Dávalos acató la decisión del general: emanada de la paz porfiriana que sufragaba una disputa ética y estética frente
el puesto era de Ramón Corral, el ex gobernador de Chihuahua que había al devenir histórico social del siglo xx: obligar a los intelectuales a mantener
permanecido fiel al Porfiriato. Pero másallá de la filiación y el compadrazgo, la armonía entre la vanguardia cultural y la vanguardia capitalista. En el caso
el presidente tenía una poderosa razón para designar a Corral comoel hombre de nuestro poeta, desde su incursión al campo de la producción cultural se
conveniente. Él había encabezado (en un grupo en el que también Dávalos convirtió en un burgués modernizado que con la caída de Porfirio Díaz debía
participó de manera directa y activa) al servicio secreto mexicano establecido planear su colaboración en la inestable formación de la República Mexicana.
en Estados Unidos, integrado por distintos diplomáticos, con el propósito Estas discusiones acompañan como papel tapiz de fondo la lectura de
de seguir la pista a los hermanos Flores Magón y los reyistas, pero también el Digresiones de un pasado lejano. En otras palabras, también pueden leerse como
estar al tanto del intervencionismo norteamericano en la política mexicana. el lamento de un porfirista cabal que observa cómo desaparece su pasado idí-
Pero la sublevación de Francisco 1. Madero resquebrajó el escenario de lico, en el que unaserie de artistas y escritores, reunidos en los espacios del
las fiestas del Centenario de la Independencia programada por los Científi- capital simbólico del Porfiriato, abrogaron la esperanza de formar una cultura
cos de Porfirio Díaz. Dávalos, que por entonces fungía como diplomático en propia que pudiera dialogar con las culturas del mundo.
Portugal, pronto debió solicitar unalicencia de tiempo indefinido para tratar En términos generales, la lectura de las memorias de Balbino Dávalos
de aclarar su situación en el gobierno federal. Prácticamente ese hecho marcó podría identificarse en tres ámbitos: la cultura, la política y la literatura. Te-
la salida de su papel protagónicoenla carriére del servicio exterior mexicano, rritorios que fueron la geografía simbólica en la que Dávalos trazó el mapa
de su accidentada biografía. Pero este repaso también demuestra otro rasgo
prácticamente inadvertido en la revisión de su vida y obra, se trata de un
Y. Pienso enel capítulo 11 de Tradicióny modernidad en Manuel Gutiérrez Nájera, “Por qué darle
a lo efímero del periódico la eternidad del libro”, pp. 81-126.
personaje, un sobreviviente del siglo XIx, que continuó en el desempeñodela
2 Pienso en el capítulo V de Caudillos culturales en la Revolución Mexicana, “La plumao la escritura y la función pública hasta muy entradoel siglo xx. Si consideramos
pala”, pp. 150-166.
su presencia estoica en la vida interna del país, se dirá que fue un personaje
3 Pero tampoco es extraño. Autores como Roberto Fernández Retamar han criticado la postura
social de los escritores modernistas porqueseñala que la conclusión de su proyecto ideológico necesario —como oficiante pragmático y burócrata eficaz— parala transición
fue la modernización burguesa, sólo explicable en la restitución de una burocracia aparente-
mente moderna, lejana a las necesidades sociales de la comunidad a la querepresentan debido
a su compromiso con una administración eficaz en términos de producción económica. 4 José Emilio Pacheco, “Introducción”, en Antología del modernismo, p. XL.
86 Bausino DÁVALOS
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 87
entre los dossiglos. Obviamente no fue el único pero fue de los pocos que cencia y la diplomacia, Al igual que la cofradía modernista y el gabinete de
supo adaptarse (en todo su desempeñointelectual, menos en su obra literaria) los Científicos, este proyecto cultural exigía correspondencia con el día de la
de maneraejemplar a las exigencias de las ideologías que se sucedieron entre cultura europea pero con una voz fundacional propia, si eso era posible. El
1910 y 1930. El tono con que escribió sus memorias lo revela: con desgano protagonismo de Dávalos se evidencia al revisar dos momentos que hacen
atendió la órdenes de sus superiores, pero convencido de que se hacían —al coincidir su biografía con los trayectos medulares de la historia de México:el
menoslo mejor posible— los esfuerzos por el bien de la nación. Labores a sostenimiento de la Universidad Nacional (expuesto en el artículo “El ama-
las que se sumó desde el ámbito en el que participaba: durante el siglo xix en go de La tormenta”) y su participación en la Academia Mexicana correspon-
la proyección de la literatura modernista y la diplomacia del Porfiriato, a la
diente de la Real Española (particularmente en el texto “Cómofui académico”).
postre, fundamental para el régimen; y en elsiglo xx en la ejecución técnica
Estas aportaciones al capital simbólico son plausibles desde las incursiones
delas decisiones políticas de algunos caudillos revolucionariosal contribuir a del poeta a la Escuela Nacional Preparatoria y la Escuela Nacional de Jurispru-
la atención de dos frentes externos, los dominios anglosajones y el gobierno dencia,instituciones en las que se desempeñó comoestudiante y profesor des-
alemán; además de su participación en la consolidación de la Universidad tacado, en particular si estos organismos son entendidos comoel antecedente
Nacional. de la Universidad Nacional donde, durante un breve periodo, Dávalos alcanzó
Así, los testimonios de Balbino Dávalos van de la literatura a la política,
y la rectoría respaldado por Victoriano Huerta, uno de sus antiguos alumnos de
en ese cruce permanece unareflexión, tensa, sobre la cultura nacional, su
cul- la Nacional Preparatoria.
tura patria, más cercana al borbonismo poco a poco anquilosado del Porfiria-
Al frente de la Máxima Casa de Estudios de la Nación logró algunas ade-
to, quea la rebelde interpretación delliberalismo de la Revolución Mexicana.
cuaciones administrativas antes de ser suplido por José Vasconcelos, y Dávalos
Poreso, sus evocaciones hacia el siglo xix suelen ser recuerdos sobre la vida
en un arrebato de dignidad, aclara: me suplió y no me echó a patadas, comoel
literaria de su juventud, y en el otro extremo, con la caída de Porfirio Díaz
desmemoriado Ulises habría aseguradoen el libro La Tormenta, segundo tomo
(para nuestro autor, hecho más significativo que la llegada del nuevo siglo),
de las memorias de Vasconcelos. Sin embargo, quizás menos grandilocuente
el repaso del tiempo se convierte en la lectura de la tromba política de Méxi-
pero más importanteresulta el periodo de su dirección de la Escuela de Altos
co,vista en las entrañas de las nuevas oficinas institucionales, sostenidas por
Estudios,a la postre Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional
los abandonadospilares del antiguo régimen. Pero mientras transcurre todo,
Autónoma de México, que defendió a capa y espada frente el difícil gobierno
permanecela construcción de la vida cultural del país y el asentamiento de
de Álvaro Obregón, que dejó acéfala la escuela, y que Dávalos dirigió con
las instituciones en las que le correspondíacrear el campocultural simbólico
nombramiento honorario durante una decena de años, incluido otro periodo
de la nación: la Academia Mexicana correspondiente a la Real Española, los
de hacinamiento administrativo unamita, el de Lázaro Cárdenas.
archivossobre la identidad patria y la Universidad Nacional.
Estas actividades de administraciónal interior de la Universidad Nacional
Conestos temas en unalectura general planteo unarevisión de esos ejes
enmarcan su participación al interior de la Academia Mexicana, a la que debió
para establecer una guía de lectura de las resbaladizas Digresiones davalianas,
incorporarse desde 1894, y que sin embargo rindió oficialmente su discurso
de ingreso hasta 1930, con un extenso ensayo sobre la rima en la poesíalati-
na. En ese recinto, nuestro autor cultivó varias amistades que serán decisivas
LOS ÁMBITOSDE LAS DIGRESIONES
en su vida y en la cultura del país. Además, le correspondió participar en
los primeros diccionarios del castellano hablado en México, y sumarse a los
1) La cultura. Terreno que aspiró construir, comotodoel proyecto de la pro-
homenajes quese le rindieron a varios académicos desaparecidos (como Joa-
ducción cultural del Porifirato modernista mexicano,desdela escritur
a, la do- quín Arcadio Pagaza, José Juan Tablada y Luis G. Urbina). No por menos,el
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 89
88 Bausino DivaLos
historiador Ernesto de la Torre Villar gustaba recordar a su maestro Balbino de la Huerta, y sólo por un año al de Venustiano Carranza, en legaciones muy
Dávalos como un “notablefilólogo” a quien le tuvo una gran devoción “por precisas: Portugal (1912-1914), Alemania (1920-1922) y Rusia (1914), perio-
sus conocimientos”.* dos complejos para la vida política delpaís.
Por lo demás, en Digresiones de un pasado lejano, Dávalos va exponiendo Por eso han sido más visibles sus avatares en la diplomacia mexicana y sus
de manera implícita su propia defensasobre la cultura, al mismo tiempo que devaneosen diferentes legaciones. De hecho, hay cuatro textos que bien valen
refiere la estrecha relación que mantuvo con los hechos y los personajes que como expedientes de la vida de un diplomático de servicio inquebrantable:
cimentaronel acontecer simbólico de la cultura mexicana moderna y contem- “En memoria de Luis Ricoy”, “Don Ignacio Mariscal y... El Dómine”, “Gam-
poránea. boa, embajador, y Menéndez Pelayo,bibliotecario” y “Don Porfirio Díaz en el
Ipiranga”. Deigual forma, a lo largo de sus memorias se mencionan seis países
2) La política. Inevitablemente, su desempeño oficiante lo postergó a seguir en los que se desempeñó como diplomático y a los que se refiere someramen-
de cerca, con urgencia necesaria siempre, las argucias de la política mexicana, te, pero que su presencia fue motivo desituaciones sustanciales para la vida
Debido a su extensa carrera diplomática su participación política en el país política del país.
tuvo un doble carácter. En el interior de la nación al apoyar de manera incon- Primero,su larga estadía en Estados Unidossólo interrumpida de manera
dicional al gobierno de Porfirio Díaz, conel gafete de los Científicos pegado discontinua para ocuparse de la relación mexicana con Gran Bretaña, otro
a la solapa desustrajes. Nunca, ni cuando los poetas decadentes sepusieron socio natural de nuestro vecino del norte, y dondeescribiría su segundolibro
radicales, ni cuando se volvieron homicidas las presiones de los caudillos revo- depoesía Nieblas londinenses. Sobre su vínculo con los países anglosajones que
lucionarios, don Balbino abandonó su devoción por Porfirio Díaz. La profun- comenzó desdeel Porfiriato, se puedenleer los textos “Cómo fui académico” y
da admiración del diplomático por el general puede registrarse a partir dela “El amago de La tormenta”, en los que refiere su labor política con demasiada
lectura de “Porfirio Díaz enel Ipiranga”, texto que cierra nuestro tomo. ligereza frente a lo que en realidad significó su participación diplomática. Es
Estas muestras de lealtad acompañarán al poetaa lo largo de sus ocupacio- evidente que destaca su labor en la Embajada de México en Washington pero
nes comofuncionario, ya sea al frente de unainstitución, en la participación también en Gran Bretaña, porque en los países anglosajones la diplomacia
de una comisión, o como mero asesor de planta. Así, en las memorias desfilan mexicana debía cumplir el mismo objetivo, el de evitar, a través del acuerdo
(siempre con epítetos elocuentes) los nombres de la élite del Porfiriato: José de negociaciones comerciales y políticas, la influencia de los intereses expan-
Ives Limantour, Ignacio Mariscal, Ramón Corral, Justo Sierra, Joaquín D. sionistas norteamericanos en la política interior de México. No fueron pocas
Casasús...; y los del periodo dela Revolución Mexicana: Francisco 1. Madero, las reticencias de Dávalosal respecto, que siempre se reservó declararlas en pri-
José María Pino Suárez, Álvaro Obregón, Victoriano Huerta, Adolfo de la vado ya fuera en simples conversaciones o en misivas con otros diplomáticos.
Huerta, Venustiano Carranza... La segundaestancia relevante en su trayectoria como diplomático fue en
Comoseñala Friederich Katz en su obra La guerra secreta en México, el Portugal, probablementeel país donde mejorse sintiera y al que dedicó algu-
hecho de quelos diplomáticos mexicanos viajaran constantemente duranteel nos textosliterarios. Allá cumplió con la disposición oficial de corresponder
periodo revolucionario en México, también era unaestrategia de los caudillos con el nombramiento de encargado de negocios ad ¿nterim por reclamode la
paratratar de allegarse el apoyo internacional a sus causas. Noes raro que Dá- monarquía portuguesa. El asunto puedeleerse en los textos: “Cómo fui acadé-
valos particularmentesirviera a los gobiernos de Victoriano Huerta y Adolfo mico”, “En memoria de Luis Ricoy” y, sobre todo, en “Don Porfirio Díaz enel
Ipiranga”. Allá también publicó su libro Musas de Francia (1913), y la cercanía
geográfica deeste país con Españale permitió vivir algunas correrías de la farra generación modernista, los autoproclamados decadentes, en las últimas dé-
madrileñaal lado de Federico Gamboa y Amado Nervo, entre otros escritores cadas del siglo xIX. Y ese mismo compromiso literario lo llevó a desconocer
mexicanos en Europa, como comenta en “Gamboa, embajador, y Menéndez a las generaciones posteriores, desde los primeros ateneos hasta las primeras
Pelayo, bibliotecario” y en “La Condesa de Pardo Bazán y Hernán Cortés”. vanguardias.
El tercer punto es su periodo ruso de embajador. En el texto “En memoria Una amplia declaración de principios sobre su fe literaria aparece en el
de Luis Ricoy”, Dávalos apenas mencionasu estancia en San Petersburgo pero artículo “Joaquín Arcadio Pagaza. El hombre y el poeta”, donde por primera
su llegadaa este país, en 1914, previo a la Revolución Rusa,justo en el año de vez muestra su concepción sobre la obraliteraria, en particular sobre la poesía,
la Primera Guerra Mundial y con Venustiano Carranza al frente del gobierno el género que cultivó con mayorfelicidad:
mexicano, supone que su representación respondió más a motivos políticos
que comerciales. De hecho, no es atribulado plantearla hipótesis de que Dá- la verdad es que la poesía no existe sino comosensación, facultad y dinamismo
valos fue enviado para negociar la presencia de activistas rusos en México, en del corazón humano.Para que florezca, basta un sentimiento cualesquiera: triste-
especial si consideramos quela política rusa quería asentar una base de avan- za, alegría, admiración,ira, desencanto, angustia, amor... ¡qué sé yo!... Lo mismo
zada política y militar en unsitio cercano a Estados Unidos. Pero parael poeta puede provenir de una exaltación que de la depresión nerviosa, igualmente se
la situación en Rusia fue imposible como impostergable su salida, yyapenas si eleva dentro dela placidez de la vida que surge arremolinada de los sacudimientos
sobrevivió un año en la gélida capital de ese país.” j pasionales; alienta en todo pecho de sensibilidad emotiva, desde el salvaje que
Finalmente, su periodo de ministro plenipotenciario en Alemania duran- enmudecede arrobamiento en su floresta, hasta el artista que imprime un sello
te el gobierno de Adolfo de la Huerta. Como ha demostradoFriederich Katz, de inmortalidad a sus devaneos y ficciones. En suma, todo hombrees apto para
Gran Bretaña, Francia y Alemania, fueron los tres países europeos con mayor conmoverse al estremecimiento persistente o fugaz de esa fuerza mirífica; pero
injerencia en la política mexicana durante la sucesión del poder del periodo cuán pocos hay que sepan y alcancen a expresar lo quesienten.
revolucionario. Por ello, era fundamental para el gobierno de De la Huerta
sostener un vínculo sólido con estos tres países y ganar opiniones favorables Para la historia literaria, los testimonios que-Dávalos plantea en sus me-
a su causa. Así, se encomendó a Dávalosel restituir los contactos político co- morias, sobre todo en “Cómo fui académico” y “En homenaje a José Juan
merciales con el país teutón, interrumpidosal final del periodo del gobierno Tablada”, serán definitivos para comprender el periodo que privó al movi-
carrancista, con todo y que los alemanes desdeel siglo xIX mantuvieron una miento decadentista mexicano, y con delicadeza ubica los excesos de la pluma
presencia activa en tierras mexicanas. Sobre la llegada del poeta a Alemania personalísima de José Juan Tablada, quien se erigió comoel cabecilla del grupo
se pueden consultar los textos “El amago de La tormenta” y “En memoria de decadentista mexicano. En “Cómofui académico”, Dávalos asume de manera
Luis Ricoy”. sesgada la autoría intelectual de aquél movimientoliterario mexicano, de corta
duración: enarbolado en 1893 porel febril autor de “Misa negra”, es clausura-
3) La literatura. Fue el motivo principal de su quehacer humanista, primera do por Amado Nervo en 1898.
inquietud y amor temprano, que lo instó a conocer a los miembros del Li-
ceo Mexicano de Ignacio Manuel Altamirano, y a los cofrades de la segunda En suma, me declaré o nos declaramos decadentistas, nada a sabiendas, sino me-
ramenteal tanteo.
Si en mf hubiera brotado entonces lo que nunca me ha acontecido,la chispa
7 Se sabe de la existencia de todo un libro inédito de las memorias de Dávalos durante este
periodo,intitulado Un año en Rusia. Sin embargo, han sido infructuosas mis pesquisas para rápida y oportuna de la ambición, habríasido jefe de una renovaciónliteraria,
localizar este documento. : ; pero habría en míyesca del pedernal. El eslabón de mis amigos no llegó a alcan-
Baugino DávaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 93
zarme en fuego que me inflamara quizás porque yo mismo atemorizadamente me de leer los textos en su idiomaoriginal, quienes desdeñan las traducciones con-
precaví. Pero así seguimos presentándonosairosamente decadentistas sin ton ni siderándolas incapaces de reproducir nada exacto, sino que se las pueda tachar
son y a las volandas. siempre de falsas o traidoras.
Entérminos amplios, sobre la vida literaria del siglo x1x, Dávalos asienta En otrostextos, como “El misterio de los once pesos”, “Joaquín Arcadio
otros textos que nos permiten observar las atmósferas, los personajes, los usos Pagaza. El hombrey el poeta”, “Fruslerías, bobadas y reflexiones...” y “Gam-
y las costumbres del momento,características que configuraban el habitus de boa, embajador, y MenéndezPelayo, bibliotecario”, habla en la práctica sobre
los escritores finiseculares: “El misterio de los once pesos”, “A propósito de las tribulaciones de la traducción, y cómo le ha correspondió entablar profun-
Luis G. Urbina” y “Lo genial en Salvador Díaz Mirón”. das discusiones del tema con otros congéneres.
Pero el dominio literario de Balbino Dávalos también se ocupa de otra Finalmente queda entrelíneas el desconcierto de un porfiriomodernista
emergencia, casi inexplorada porel estudio de la literatura, la atención a los trasnochado, que observa, entre azorado y perplejo, la llegada de los nuevos
traductores, oficio que desempeñó con amplia maestría y reiterado reconoci- escritores a la República de las Letras, que en franca oposición a los resabios
miento, No está de más decir quesi la crítica se ha ocupado de Dávalos ha decimonónicos, poco a poco clausuraron,al tiempo que se los apropian,los
sido en su faceta de traductor. Así, los testimonios del poeta tratan de valorar espacios editoriales que fueron propiedad exclusiva de los finiseculares en los
mientras evoca la destreza de otros exegetas, como Joaquín Arcadio Pagaza, años del dominio cultural de los Científicos. A saber, en la pesadumbre de
Justo Sierra, Ignacio Mariscal o Marcelino Menéndez Pelayo, amén de los Dávalos las omisiones se vuelven presencias, y en ningún momento de sus
nombres que apenas sobresalen en sus comentarios, como Enrique Fernández textos aparecen Los Siete Sabios, ni los Ateneistas, ni los Contemporáneos,
Granados, Antonio Zayas O Laura Méndez de Cuenca, con lo que nuestro au- con todo y quela escritura de algunos de los textos de las memorias están
tor adelanta la descripción de la escuela mexicana de traducción y su relación fechados incluso en los cuarenta del siglo xx. Con ello también se arraiga
conlas letras hispanoamericanas. una nueva forma deejercerla escritura en el México moderno,caligrafía que
Precisamente, en el texto “Justo Sierra y sus versiones de Heredia”, Dáva- la pluma davaliana nunca pudo elaborar ni siquiera en esbozos que cuando
los ofrece una apologética sobrela traducción: intentó explicar resultaron balbuceos casi agónicos: ofensa, que siendo suya,
pel
50 lleva consigo la penitencia del olvido.
il
Traducir cualquiera hermosa y bien lograda poesía de una lengua a otra, con-
servándole su característica expresiva, ha sido siempre una habilidad y un arte
tan poco estimado porla vulgaridad humana, como aventuradoy terriblemente
escabroso para quien lo emprende. Desdéñanle los más porque en su perpleji-
dad y ligereza mental no alcanzan a comprender hasta qué grado se requieren
tenacidad y aliento para sustituir sin sensible menoscabo, bellezas ajenas con
reflorecimientos propios, ya que no es otra la labor personal de un traductor
competente. Muchos, bien sea pordesidia, incomprensión o atolondramiento,
desdeñan en conjunto las traducciones al percatarse de la justa y verídica opinión
Pa VR A
MEMORIAS
CÓMO FUI ACADÉMICO"
PRELIMINAR
Conozco dos versiones de este texto. La primera se trata del mecanoescrito “Cómo fui aca-
démico”,y junto a él, con letra manuscrita, el título “Digresiones de un pasadolejano”,ubi-
cado en el Fondo Balbino Dávalos del Archivo Histórico del Municipio de Colima,caja 5,
exp. 38, 17 ff. La segundaes un fragmentodel texto publicado con el título de “Primicias
de las Memorias de Balbino Dávalos”, en Revista de Revistas, año XXVIII, núm. 1472 (7 de
agosto 1938), pp.[25 y 26]. Por ser la versión completa, utilizo la primera comotexto base;
señalo más adelanteel sitio donde se incorpora el fragmento del texto publicado en Revistas
de Revistas,
Subvencionado por Esteban García, entonces gobernador de Colima, Balbino Dávalos arribó
“a
a la Ciudad de México en 1884. Se alojó en una casa de huéspedes en el centro dela capital
delpaís y recibió el cobijo de su tío, el arzobispo Antonio Labastida y Dávalos. Ese año ingre-
só a la Escuela Nacional Preparatoria. El curso de Latín se impartía para alumnos del cuarto
año (Tendencias educativas en México, p. 434)
97
-- ] Bano
Banemo DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
ces, don Alfonso Herrera,? quien comoverdadero sabio y hombresensato,sabía junciones, con el alumno,a quien otros contradecían no con razone
s sino con
que a la juventud no hay que oponerle obstáculo. Dos casos o particularidades fisga o risas, y se empeñaba en sostener, por error, enojo o caprich
o, que no
que meocurrieron duranteesas clases, se me han mantenido conterca fijeza en había ningunadiferencia entre unas y otras, queeran iguales. Cid del
mi memoria,insignificantes de suyo, aunque tenaces. Recordaré el primero. Prado,
al cabo de pedir la opinión de varios, que nadasupieron explicar, pasó
Leía yo por entonces con avidez romántica las novelas de Lamartine en a pre-
guntar a alguien más, que casualmentefui yo, pues paréceme que no meveía
económicas ediciones castellanas, y en el prólogo de Rafael, a lo que entiendo, .
Del modo más natural, me limité a responder:
tropecé con esta cita de Horacio, que no pude entender: Nardi parvus onyx —Ladiferencia consiste en quelas preposiciones juntan palabra
elicist cadum... s, no pro-
posiciones; mientras que las conjuncioneslo hacenal revés: juntan
oraciones,
A la terminación de la próxima clase, relegué mi salida hasta quedarel no palabras.
último para a solas preguntar al maestro el sentido del verso. Él tampoco lo Mi semicoja o semichusca aclaración fue una explosión. No se
comprendió a lo que vi, pero discretamente me ofreció darmela explicación requirió
más para que me aplaudieran en conjunto aquellos inquietos jovenzu
en la próxima vez, y lo cumplió en efecto. elos, en-
tre quienes recuerdo a Pepe Peón del Valle,S Perico Preida, el manqui
Ello quizás hízole fijar su atención en mípara, con cierta frecuencia, diri- to Luis
Guillén, y otros que aún acaso vivan y no lo hayan olvidado.Y nose
girme sus interrogaciones. El que por miparte le contestara con alguna atin- limitaron
al aplauso dentro del aula, sino que la salida me sacaron en triunfo...
gencia las más de las veces, no era de sorprender, pues me figuro que de todo Mas nose crea que aquelfácil arrebato de entusiasmo juvenil fuese por
aquel grupo de alumnos, únicamente yo, poquísimo tiempo antes, había he- admiración hacia mí. Lejos de eso. El espíritu de los grupos estudia
ntiles, aun
cho mis cursosdelatinidad en el Seminario Conciliar de Colima. Y sin humi- en esa edad entre los 14 y los 18, es más complicado de lo quese
llos de la más leve jactancia puedo agregar que más de una ocasión advertía a imagina y sus
agitaciones suelen ser de una psicología a rebowrs? Todo ello proced
mi pesar entendertal o cual cosa con más certidumbre que el profesor mismo, ía pura y
simplemente(característica quizás no sólo nacional, sino humana
quien de seguro recomenzaba apenas a desempolvar suslatinas. ,si hemos de
ser piadosos) a unaviva y hostil antipatía y ansia de malévolo desaho
go queles
El otro detalle fue de diversa calidad. Suscitóse por no recuerdo qué mo- inspiraba de tiempoatrás, ignorábalo y aún no alcanzoel porqué
tivo unadiscusión, al estarse analizando algo acerca de preposiciones y con- , mi vencido
contrincante ocasional, un distinguido tabasqueño que vive todavía,
quien
comprendiendo mejor que yo lo sucedido y el inocente candor
de mifortui-
to triunfo, lejos de guardarme rencor ni resentimiento, se hizo presta
2 Alfonso Luis Herrera (1868-1942). Nació murió en México, D. E Profesor y escritor. Se mente
distinguió como maestro de Biología, materia de la que tratan la mayoría de sus libros, como: mi amigo siguesiéndolo. Curiosa y seguramente atávica condic
Nociones de biología (1904), La biología en México durante un siglo (1921). Participó en la
ión que tan
creación del Jardín Botánico (1922) y el Zoológico de Chapultepec (1923). ,
ES
Serefiere al prólogo queel escritor francés Alphonse Marie de Lamartine (1790-1986) escri- S José Peón y del Valle (1868-1924). Nació en Orizaba,
bió a su obra Rafael: páginas de la edad de veintiún años (1849). El epígrafe del poeta latino Veracruz, y murió en Nueva York,
Estados Unidos. Poeta, abogado,escritor y Político. Fue diputado federal
Horacio es el fragmento de un verso de la cuarta oda de su colección de poemas Odas. (1904), así como
vicepresidente del Partido Democrático que postuló a Bernardo Reyes
Balbino Dávalos ingresó al Seminario Conciliar Tridentino poco después de la muerte de sus a la presidencia. Co-
wm
ñeros, pero que al fin nado preparatoriano, me arrebató en su seno la calidad de átomo ignaro del
ajeno hallábame entonces de sospechar en mis compa concurso estudiantil, la precipitada corriente de las manifestaciones callejeras
osrara vez los exaltala
me enseñóla vida a comprender: a los grupos human contra el gobierno a causa,si la memoria que no me interesarectificar no me
de molestar, zaherir y
generosidad, pero sí, casi siempre, el instinto perverso equivoca; a causa de la discusión que se llamaba “la deuda inglesa”, problema
causar daño. ¡Pobre y repugnante humanidad! totalmente ajeno a mi provinciana comprensión. Más aún y más absurdo: en
rtunamente me
Mas parécemeque del senode estas reflexiones que inopo clase de primer año de matemáticas fui designado porel profesor (posterior-
de recuerdo. Acabo de
perturban, siento que se me despierta cierta vaguedad mente mi amigo) Emilio Baz, delegado de su cátedra a una especie de congre-
ra la adversa volun-
decir, y así lo sentí al escribirlo, que no sé a qué se debie so, cuyo objetivo político ni supe nirecuerdo pero del que me quedaron,entre
mientes cuál fuera el motivo,
tad contra el joven tabasqueño, y viéneme a las los codelegados que rememoro,dos sabrosas amistades:el ingeniero Norberto
favorecería, no quiero
sin asegurar sea ello lo exacto. Mas como de serlo le Domínguez, quien tanto se distinguió como administrador de Correos y a
ello recurra a forzosa
desatender a ese aleteo del recuerdo, aun cuando para quien tocó la construcción del esbelto edificio; y otro gallardo amigo, super-
tenermeen relatar, no
digresión. Mas qué importa,si todo cuanto voy a entre viviente aún, Carlos Basave. Ojalá Basave nos contara, en favor dela pequeña
ión O digresiones.
habrá de ser otra cosa más que unaserie de concatenac historia, qué fuese aquello pues queyo nialcancé a saberlo ni lo sé. Y el otro
as del albear el año
Joven estudiante de 16 años arribé a México con vísper delegado que recuerdo, Diódoro Batalla,” hace también ya largos años que
capital de la; República
de 1884.2 Porel camino de la costa occidental de la vive entre los muertos. Basave y yo sólo continuamos... ¡qué atrocidad!
a de extraña perturbación
me había venido penetrandocierta abstrusa Cuent Pero es preciso esforzarme en la digresión a su objeto, aunque témome
s de tránsito, como
pública que no acertaba a explicarme. Por las poblacione engolfarme en otra más. Qué más da: arriesguémonos. Y pelillos a la mar.
lajara, había visto en los
Zapotlán (hoy Ciudad Guzmán), Sayula y Guada Era el caso que abundante porción de la pipiolera de estudiantes, por
ofrecían en venta a
mercados montones en pila de monedillas de níquel quese probable manejo de individuos mayores como habitualmente sucede, hallá-
upación de explica-
maneradefrijol o garbanzo. Ignorante de todoy sin preoc
supe que había contra
ciones, hasta México, porfragmentos de conversación poeta colimense ingresara comooficinista a esa instancia. En agradecimiento, Dávalosle de-
sima agitación con-
el gobierno declinante del Presidente González, una graví dicó los poemas el libro Las ofrendas (1909), y el poema “Sonetosa Manuel
González, hijo”.
ya dentro del alum- 19 Emilio Baz y Malo. Abogado, profesor y periodista. Se distinguió comocatedrático de la
Es-
tra la monedafraccionaria de níquel.? Luego y enseguida cuela Nacional Preparatoria, de la que participó en el dictamen de enseñanza en la comisión
y Rafael
formada por Félix Cid del Prado, José María Vigil (1829-1909), Agustín Barroso
Adolfo Dávalos Ponce nació en Colima,el 14 Oficial del Conse-
8 De acuerdo a su carta bautismal, Balbino Ángel de la Peña. También se desempeñó como administra dor del Boletín
de marzo de 1866, hijo de Mariano Dávalo s y Crecencia Ponce de Dávalos. Sus abuelos jo Superior del Gobierno del Distrito Federal.I! Norberto Domínguez (1867-1931
) nació en
ano; y maternos, Fernando Ponce Navarro
paternos fueron Antonio Dávalos y Josefa Angui presbítero Vicente Valle de Zaragoza, Chihuahua, y murió en la Ciudad de México. Ingeniero civil y minero.
mismo año porel
y Antonia Baldovinos. Fue bautizadoel 2 deabril del Participó en la construcción del Edificios de Correos de la Ciudad de México (1903-1907
),
la Ciudad de México debió suceder en
Pinto en laiglesia parroquial de Colima. Su llegada a instancia de la que posteriormente ocupó el cargo de director. En 1911, cuandola
revolución
1883, cuando tenía 17 años. . maderista ganabaposiciones, fue administrador de Correos y ministro
de Comunicación du-
nació en Matamoros Tamaul ipas, y murió
2 Manuel del Refugio González Elores (1833-1893) rante el último periodo presidencial de Porfirio Díaz.// Carlos Basave
nació en Guadalajara,
polític o. Compadre de Porfirio Díaz, fue pre- los impresos
en Chapi ngo, Estado de México . Aboga do y
que se descapitalizó Jalisco, y murió en México, D. E Político y periodista. En su ciudad natal fundó
tiempo en el
sidente de México durante el cuatrienio de 1880 a 1884, El Revalúo y El Paladín. Colaboró en El Diario delHogar, El Partido Democrático, La
Repúbli-
econo mía de Méxic o y se mantuv ierond iferen cias diplomáticas con Inglaterra. Posterior- ca y Revista Positiva. Es autor de Notaspara la historia de la convención revolucionaria, 1914-
la
s con la inglesa Jhoana Horn, con
mente fue gobernador de Guanajuato. Contrajo nupcia 1915 (1947), La cuestión de la tierra, 1911-1912 (1961), entre otros ensayos políticos.//
la Ciudad de México. Abogado,
. Diédoro Batalla nació y murió en Veracruz. Abogado y periodista. Participó en el grupo
Horns, nacido en
quien tuvo un hijo, Manuel González
de Balbino Dávalos, de quien también de tertulias literarias La Horda, convocado por Francisco M. de Olaguíbel, y al que tam-
político, militar y poeta. Aprendió el latín y alemán
ga amista d que se evidencia en el copioso intercambio García
fue compadre. Sostuvieron unalar bién asistieron Jesús Urueta, José María Lozano, Rafael Zubarán Company, Nemesio
Gonzál ez Horns intercedió por Balbino
epistolar que se conserva en el ao. En 1894, Manue l
en la Escuela Nacional Pre- Naranjo, Hipólito Olea, Alfonso Teja Zabre, Ricardo Gómez Robelo y Jesús T. Acevedo.
de Latín
Dávalos ante Porfirio Díaz para quese le asigna ra la clase
ones Exteriores, para que el En 1903 fundóel Partido Democrático, junto a Francisco Peón del Valle y Manuel Calero.
la Secreta ría de Relaci
paratoria; acción que repitió en 1895,ante
102 Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 103
banse efervescentemente enardecidos más que contra el gobierno contra cier- oportuna y suave actitud don Alfonso Herrera, logra
ndo calmar con breve y
tos hombres de encumbrada notoriedad que apoyaban al gobierno en pro del atinadas palabras la exaltación de los alborotados grupos.
reconocimiento de la deudainglesa. Díaz Mirón,!' el principal opositor, y los Un poquillo más fue aclarándoseme mi mentalidad desco
de su grupo, eran los héroes que a diario popularizaban la aclamación pública,
ncertada, cuando
en virtud seguramente del fortuito empellón que
me había intercalado entre
en tanto que se denigraba necia y procazmente a los vendidos al gobierno, unodelos grupos más vistos, formé parte en una comisión
entre quienes des-ollaban Bulnes y Justo Sierra.!? Los estudiantes(al Hna en quefiguraban Luis
Guillén, Ángel de Campo y aún me parece que tambi
én Ezequiel Chávez, en-
yo) cedíamosal incomprensivo arrebato de la corriente como átomos ciegos cargada de avocarse al maestro don Ignacio Altamirano
de aquel embravecido oleaje. ¿Cómo Sierra, don Justo Sierra, ídolo dela ju- ,para pedirle reclamase
a don Justo su clase de Historia.!3 Para tal empeño,
ventud, bien afamado, hombre de probidad albeante, podía haberse dejado don Justo a lo que erade su-
Poner, sustituía meramente a Altamirano. Por mi parte
dejábamellevar sumiso
seducir por el poder público? ¡Ah! Lo recuerdo aún con doloren el alma, pues silencioso,sin saber ni osar preguntar nada, sobrecogid
o de interno asombro y
que me tocó presenciarlo con toda mi juvenil indignación hirviéndome en el atento Únicamente a abrir los ojos, y no balbucear una
pecho. Nosési don Justo entraba en la escuela o salía de ella, que ni aún lo palabra,y aguzar el oído.
Nos recibió amablemente Altamirano. Cómo me
conocíade vista. Peroel griterío de los estudiantes que lo amagabaa ZAapotazos asombró al instante
aquella faz negruzca y asimétrica de indio tan contrastan
y otros proyectiles vegetales, me lo reveló entre el tumulto. Por culpable que te con su elegancia
en el vestir y la distinción tan natural de sus adema
nes. Y luego, ¡su palabra
fuera o se le creyese, aquello sólo me pareció un bellaco y burdo ultraje. Y con y la elocuencia que realzaba y enaltecía de belleza
aún en sus mismas faccio-
cuánta veneración lo contemplé a mis anchas, cuando habiéndose detenido a nes!... Quién me habría de anunciar entonces que
a mí metocaría el saludar
mitad dela escalera, casi cerca del primer descanso dirigía su mansa y dulce sus cenizas al solemnizarlas en la Cámara de
Diputados, y aún años, muchos
mirada, con semblante sereno, pero ensombrecido detristeza, hacia la masa años después, ¡el darles el saludo de sepulcral despe
dida al depositarlas en la
estudiantil que acababa de detener al pie mismo de esa misma escalera, con Rotonda de los Hombres Ilustres!...
A lo que expuso, no recuerdo si Guillén, que era
!! Salvador Díaz Mirón (1853-1928), nació y murió en Veracruz. Poeta, periodista y político.
su pariente político, o
algún otro, después de oírlo y contestar con algunas
Fundóy dirigió El Veracruzano (1890), El Orden (1890), El Diario Comercial (1913) y El im- de sus expresivas palabras,
parcial (1914). De su obra poética destacan Poestas (1895) y Lascas (1901). Más información alzando afectuosamente la voz dirigiéndola hacia una
sobre su relación con Balbino Dávalos vid. supra del artículo “Lo genial en Salvador Díaz
habitación próxima,
Mirón”, p . 89-97, de esta edición. , . . 13 Ángel de Campo Micrós (1868-1908) nació y murió
12 Francisls (1847-1924) nació y murió en la Ciudad de México. Ingeniero, histo- en México, D. E Cronista, cuentista,
novelista y poeta.
Colaboró en la Revista de México, El Imparci
riador y periodista. Fuedirector y editor de los periódicos El Siglo Diez y Nueve, México El Partido Liberal y El Mundo Ilustrado, entre otros
al,
Revista Azul, El Nacional,
Financiero, La Prensa y La Libertad, asimismo se desempeñó como articulista de El Uni- impresos. Fue compañero de Balbino
Dávalos en las sesiones del Liceo Literario y Científico.// Ignacio
versal, El Imparcial y El Mundo. Fue autor de los siguientes ensayos históricos: La deuda Manuel Altamirano (1834-
1893) nació en Tuxtla, Guerrero y murió en San
inglesa: colección de artículos publicados en El Siglo XIX (1885), ElPorvenir de las naciones Remo,Italia. Escritor y político. Fundó la
revista literaria El Renacimiento (1 869). Autorde
hispanoamericanas ante las conquistas recientes de Europa y los Estados Unidos (1899) y El los libros: Las tresflores (1869), Clemencia
1869), La navidad en las montañas 1871) y Cuentos
verdadero Jucrez 1904).11 Justo Sierra Méndez (1848-1912) nació en Campeche y murió de invierno (1 880), así como del libro
de versos Rimas (1871 y 1880). Dirigió el Liceo
en Madrid, España. Escritor, docente y diplomático. Fue colaborador de El Renacimiento, Literario y Científico al queasistió Dáva-
los, quien participó en la comisión que depositó sus cenizas
El Domingo, El Siglo XIX, La Tribuna, La Libertad y El Federalista, Además se desempeñó en la Rotond
a de los Hombres
Ilustres, el 13 de marzo de 1934..// Ezequiel Adeoda
como diputado, magistrado de la Suprema Corte de Justicia y ministro de Instrucción to Chávez (1868-1946) nació en Aguas-
calientes y murió en México, D. E Escritor y profesor. Realizó estudio
Pública, cargo durante el cual fundó la Universidad Nacional (1910). Entre sus obras Escuela Nacional de Jurisprudencia. Fue subsecretario s de abogacía en la
destacan: Cientos románticos (1896), Juárez, su obray su tiempo (1905) y Evolución política de Instrucción Pública y Bellas Artes y
rector de la Universidad Nacional. Entre sus obras:
del pueblo mexicano (1948). Con Balbino Dávalos sostuvo una prolija amistad, El poeta el discurso titulado “Balbino Dávalos, su
Obraliteraria y sus estudios
sobre la Rima y la Prosodia de los
colimense le dedicó Su libro Las ofrendas (1909), y los poemas “Sonetos a JustoSierra , que Ensayodepsicología de SorJuana Ins de la Cruzy de estimac poetas greco-romanos” (1930);
incluye “L. Sin gloria”, “II. Lembarras du choix” y “III. Solicitud extraoficial”, incluidos en ión alsentido de su obray de su vida
parala historia de la cultura y de laformación de México
el mismo libro, (1931) y Dios, el universoy la libertad
(1935). Fue compañero de Dávalo s en la Academia Mexicana.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 105
104 Bausino DAvALOS
ana audición: “¡Margarita, al cual, para mi infortunio, un inadecuado acento grave (quod), le declaraba
dijo a lo que aún meresuena vagamente en milej gráficamente conjunción. El sinodal Luis del Villar protestó rudamente:!ó
na!”
traémela carta de Justo Sierra que recibí esta maña —¿Está usted ciego? ¿Noleve el acento?
Y así supimos, para no ensanchar más este relat o de impresiones entur-
ecer la devolución de su —Sí, señor —contesté honrada, pero irracionalmente—; es una sim-
biadas porel tiempo, que don Justo le acababa deofr ple errata.
era de caballerosidad
cátedra, a lo que Altamirano no había accedido, como En vanofue rehacerle la construcción gramatical dela frase, determinarle
hallábanse dispuesto a
y rigor, por lo cual no podía complacernos, pero que el antecedente, exponerle que no había ninguna otra sentencia queligar, et-
público. Aún paréceme
darnos conferencias de historias en cualquiersitio cétera. Del Villar se enfureció. Su carácter no era a veces ni complaciente ni
pero como no asistí a
que nos señaló una de las glorietas de la Alameda, apacible. Y el resultado se me definió en que,gracias a la benevolencia de un
En mi poquedad o renuencia
conferencia alguna ni aun supe si se dieron. tercer miembrodel jurado,resultase yo aprobado con la depresiva calificación
r que se aproximase a la
a continuar con aquellos enredos, nada podré añadi de un “Bien” y dos “Mediano”. El licenciado Luis G. del Villar y yo fuimos
certidumbre. más tarde excelentes amigos y quizás alguna ocasión cambiaríamos alguna
ocurrido ya, abs-
Mas el cisma de los alumnos del maestro Sierra había humoradaen festiva remembranza de aquel percance, aunquea la verdad no
su curso en abundante
teniéndose gregaria y tumultuosamente de asistir a lo recuerdo. Pues sea por entereza o pordebilidad de carácter: ningún rencor
le había permanecido fiel
mayoría; pero una diminuta minoría, la selecta, ni resentimiento ha logrado jamás anidarse por largo tiempo en miánimo.
ro contábase mi contrin-
obligándolo a noretirarse de su cátedra: en ese núme Júzgolo más bien debilidad, pues según el práctico panorama quesiempre me
necia malquerencia que anda
cante y posamigo tabasqueño y de ello nacía la ha presentadola vida, en procaz contraste con todas las ínsulas teorías de to-
recuerdos,le enarbolo un
persiguiéndole, y que ahora, en la reflexión de mis das las viejas morales pasadas y aun prescritas, en la lucha humana predomina
los discípulos leales, los consignó
galardón de mérito. Los nombres de aquel poderosamentela garra del odio sobre la garganta del débil, que la suplicante
ra edición de su Historia
don Justo en la dedicatoria que encabeza la prime mirada de piedad del vencido humilde. Todala predicación de condescenden-
ejemplar que yo poseía, se me
General. A mi vez lo reprodujera aquí, pero el cia, generosidad y abnegación individuales no es más que una pelusilla que se
ha extraviado.
desprende de la acobardadapiel de los vejados. Sobra razón a los enconados
trabajadores de nuestros días: hay que buscar venganza, Perdónasemela re-
INTERMEZZO
petición digresiva pero no habrá de terminar. La energía siemprese impone.
traía, me inscribí al fin Dos semanas después me sometí al examen del segundo curso, muy de
Fiado enla ventajosa preparación que para la asignatura seguro nerviosamente amedrentado de lo que fuera a sucederme, El jurado
En el primer jurado,la
del curso para los exámenes de primero y segundoaño. actuababajo la presidencia del ecuánime y honorabilísimo don Rafael Ángel
al que me examinaba. Ár-
suerte me fue un tanto adversa o más bien un sinod de la Peña, y él personalmente me examinó.
e.'* Al practicarel aná-
bitró que le tradujera un breve pasaje del Cornelio Nepot - Gustaba inocentemente don Rafael, y buenos años más tarde en quelle-
ivamente lo era, mas
lisis califiqué de pronombre relativo a un quod, que efect guéa ser su colega lo bromeábamosa ocasiones por ello, de administrar inte-
al Preparatoria. Reverentemente. El 16 Luis G. Del Villar. Profesor y abogado. Se desempeñó comoprofesor de la Escuela Nacional
14 El ejemplar consultado sólo dice: “A la Escuela Nacion
autor”. Preparatoria y como funcionario del Ayuntamiento del Distrito Federal. Colaboró en la
oriadores de la República Romana. redacción de Comentarios breves sobre la legislación patria en obsequio del benemérito general de
15 Cornelio Nepote es considerado uno de los primeroshist Escribió De viris illustribus, De
Se reconocen sus aportaciones a la histori ografía biográf ica. división don Porfirio Díaz, presidente de la Repúblicay a iniciativa de lajunta que se encargó de
excellentibus ducibus, Vida de Catón el Viejo y
Vida de Ático. la dirección de los trabajos. Periodo legislativo 1876-1900 (1900).
106 Bausino DAvaLoS DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 107
rrogaciones y sugerir reparos que en su expresivo lenguaje saturado de suaves PRIMER CUADRO'?
y elegantes flexiones él mismo se respondía; de suerte que conello, facilitábase
al sustentante la tribulación de su tormento. Pero esa vez, ocurriósele a Peñita Diez años después con fecha 14 de febrero de 1894, era yo nombrado “Profe-
el preguntarme alguna regla determinadade las incluidas en la gramática que sor Interino de Latín, en lugar del finado ciudadano Félix Cid del Prado”, se-
nos servía de texto. Era ella la de Araujo cuyas reglas todas hallábanse redac- gún despacho oficial firmado por Baranda, ministro de Instrucción Pública.!?
tadas en verso, a semejanza de otras comola alemana de Salomón Reinack.'” La ocurrencia de este capricho del destino fue muy curiosa, y juzgo que
Versos prosaicos, sosos y redundantes, pero versos, en fin, que yo no mehabía merecela digresión de referirla.
cuidado ni por ociosa holganza de aprender. Daba yo por entonces lecciones de alemán (del muy escaso alemán que
No pude contestar, sino declarando ingenuamente que no sabía ninguna me sabía) al coronel Manuel González, hijo del ex presidente de la República
delas reglas de Araujo. del mismo nombre. Laclase iba dirigida a dársela a las seis de la mañana, a su
—Pues, ¿cuál es el texto que conoce usted? —preguntóme don Rafael, no casa situada en la calle de la Industria, pues sus ocupaciones lo requerían todo
sin cierta ironía. el resto del día. Tras la diaria lección, que llamo mutua, nos desayunábamos
Cid del Prado, que ocupaba asiento a izquierda de Peñita, con voz bien copiosa y grandiosamente con todas las delicadezas que la opulencia despil-
perceptible y festivo tono, e inclinándosele comosi le hablase en secreto, con- farra. Aun se me antojan aquellos bien maduros y superjugosos racimos de
testó en mifavor: ] uvas que Manuel, con el arrebato de su cordura,a la vez señoril y semisalvaje,
—;¡Todas, menosAraujo! engullía mordiéndolosal aire y tragándose indiferentemente huesosy cortezas,
Siguió de mi parte un seguro espetar de reglas, aun en hexámetroslatinos, en lo que trabajo y repugnancia me costaban el poder imitarle.
de las que se me habían congestionado en la cabeza desde mi aprendizaje de Al terminar, con amplio tiempoantes de las ocho de la mañana, partíamos
maniquí seminarista. Don Rafael todo lo oía, visiblementesatisfecho. Y califi- rumboal Castillo de Chapultepec, a donde sus funcionesdejefe de la Guardia
cación final: ¡Tres perfectamente “Bien”! Presidencial lo requerían, y luego de dejarle ahí, su carruaje me reconducía a
¿Qué mejor ni más completa justificación contra mi semifracaso de dos mi casa o lugar que me convenía.
semanas antes? Hallábase Manuel en pleno vigor de su impetuosa vida, bien adolorido y
estallante en frecuentes marejadas de pena, por su reciente duelo: la muerte de
su padre a quien él amaba con arrebatado tormento. De aquellos días nació
17 Rafael Ángel de la Peña (1837-1896). Nació en la Ciudad de México y murió en Zacatecas,
Zacatecas. Docente, historiadory escritor. Fue profesor en el Colegio de San Juan de Letrán nuestra fraternal amistad.
y en la Escuela Nacional Preparatoria. Desde la fundación de la Academia Mexicana en 1875,
fue miembro numerario, y a partir de 1883 secretario perpetuo. Autor de Estudio sobre los
oficios lógicos y gramaticales del verbo, Breve noticia acerca del origen y uso de algunostra- 18 A partir de aquíel texto fue publicado como: Balbino Dávalos, “Primicias de las Memorias
tamientos y Tratando del gerundio, entre otros documentos.Ellibro de gramática al que se de Balbino Dávalos”, en Revista de Revistas, año XXVIIL, núm., 1472 (7 de agosto 1938), pp.
alude debe ser Novísima gramática latina escrita con sencillezfilosófica. Recomendada en prime- [25 y 26]
ra línea por la Dirección General de Estudios, con un apéndice inédito sobre elarte de traducir el Y Joaquín Baranda (1804-1909) nació en Mérida, Yucatán, y murió en la Ciudad de México.
EY
latín, y un epltomede retórica (1862) de Luis de Mata y Araujo. Este manual fue muy popular Profesor y político. En el período de la República Restaurada fue elegido diputado federal,
en toda Iberoamérica, y se mantuvo vigente hasta mediadosdel siglo xx.// Salomón Reinack al terminar sus funciones comolegislador regresó a Campeche, donde fue gobernadory fue
(1858-1932) nació en Saint-Germain-en-Laye y murió en París, Francia. Filólogo, pedagogo reelecto, sin embargo, por sus simpatías lerdistas, perdió el cargo al llegar al poder Porfirio
e historiador. Destacó por sus excelentes ediciones del latín, preparadas para la enseñanza. Díaz (1877). El presidente Manuel González le nombró ministro de Justicia e Instrucción
Destaca la edición y adaptación pedagógica de Minerva: Introducción al estudio de los auto- Pública. Es autor de Recordaciones históricas (1907 y 1913, 2 volúmenes). Baranda, como
res clásicos griegos y latinos (1888), de James Gow. Además, es autor de Manual defilología secretario de Justicia e Instrucción Pública, firmó el oficio en el que se designaba el sueldo
clásica (1880-1884), Gramática latina (1886) y Estatuaria Griega y Romana (1897-1898), anual de 804 pesos a Balbino Dávalos, como Profesor Interino de Latín en la Escuela Nacio-
entre otros. nal Preparatoria (FBD del AHMC,caja 5, exp. 16, £. 1.).
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 109
108 Baugino DÁVALOS
”
Azorado leí: “El presidente de la república ha tenido a bien nombrar a del libro Historia delgran crimen (1897), en el que narra el atentado quesufrió Porfirio Díaz
aparecido en nuestro diario muya principio de 1893, un año antesdeiniciar- exacta.” De suerte que la precipitada solicitud del compañero que apresuró
me enel profesorado. Mis versos, sin esperármelo, produjeron alboroto en el su publicación, me poníaen el trance de hacerme aparecerplagiario. Mas sea
grupoliterario juvenil y cierta escandalizada y desabrida extrañeza, a lo que se por inadvertencia, falta de observación, ignorancia o lo que fuere, nadie hasta
verá después, entre losliteratos oficiales. Por de pronto, Tablada mismo, quien ahora ha reconocido la semejanza de sentido y aun de forma entre mis culpa-
había sido nuestro verdadero iniciador en nuevas tendencias estéticas, lanzó bles estrofillas y las francesas, y yo soy mismo quien vengo ahora a revelar un
un brillante artículo en mi encomio; artículo fraternal, ferviente, ingenua- plagio inintencional, del que me absuelvo. Por supuesto que con excepción de
mente saturado de emotividad juvenil que medejó tan halagado. las doso tres estrofitas, que sólo en vista del original podría señalar si valiese la
pena, todas las demás son de mi propia concepción de aquel tiempo.
estrofa brillante y rara Mas eso casual, inesperado y fortuito que suele producirse en la vida, hizo
condescendiente coqueta que mi ensayo que reclamábase decadente y que no valía comino, despertara
queal poeta inexperta conmoción en nuestro cotarro juvenilliterario,
bajo sus ropas ampara; Tablada, el de más competencia y visualidad en nuestro cenáculo, me
lanzó un artículo de un ditirambo apologético:
pomposo ritmo del verso, ¡ —Ese “Preludio” —me decía—, puedeser la portada de nuestra obra;es la
cadenciosos leitmotivos | armoniosa obertura que ha abierto nuestros cantos. ¡Salve, pues, Lohengrin!?
de furtivos Tu musa, comoel cisne blanco, ha surcado las frías tinieblas del escondido
sollozos del Universo, lago; tu cuerno de plata con su vibrante clarinada, ha despertado nuestros
himnos. ¡Vamos, pues, oh augural mensajero! Vamos juntos sobre mares pro-
en éxtasis reverente celosos y porselvas negras hacia las mágicas walkirias dondelo bello irradia...
hundid la musa bastarda, ¡Vamos al Santo Grial!”
¡os aguarda
miespíritu decadente!?* 25 Catulle Mendes (1841-1909). Dramaturgo,cuentista, novelista y poeta francés. Perteneció al
grupodeescritores identificados con el parnasianismo. Autor de Llzmour quipleure es l'amour
(1883), Lafemme de Tabarín (1885), Les contes de rouet (1885), L'Enfant (1890), Le Collier
Sorprendido y confuso, pues quetales versillos los había forjado por mera de saphirs (1891) y Le Crépusculepolaire et 'zubefrangaise (1897).
26 La leyenda alemana de Lohengrin,el caballero del cisne, relata la historia de un antiguo caba-
diversión y ocioso capricho, sin percatarme de concebirlos alejados de cual- llero que vivió entre los años 919-936, duranteel reinado de Enrique El Pajarero. Lohengrin
quiera tendencia novedosa. Ni el menor ánimode publicarlos, antes bien que- llegó a las costas nórdicas de Europa en auxilio de la princesa Elsa, quien estaba enpeligro y
que,finalmente, se casaría con el caballero del cisne. La anécdota central de esta leyenda ha
ría reservarlos para limarlos, enmendarlos y sustituí en el resto de ellos, que sido recreada por diversosartistas, entre los que destaca Richard Wagner, autor de la famosa
nocito, unas dos o tres estrofas que, por de pronto, había formulado a imita- ópera Lohengrin (1850).
ción tan ceñida a unos cuartetos de Catulle Mendés, que casi eran su versión 7 Según la mitología cristiana el Santo Grial es el plato, patena o copa, usado por Jesús en la
Última Cena,del cual se dice que posee poderes milagrosos. La búsqueda del Santo Grial
es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Artu-
riano o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos
“En homenaje a José Juan Tablada” que aparece en esta edición”. // Alberto Leduc (1867- celtas referidos a un caldero divino.// En la mitología germánica las walkirias, walkyrias
1908) nació en Querétaro y murió en la Ciudad de México. Novelista, cuentistas, traductor - o valquirias, son 12 divinidades femeninas semejantes a las amazonas griegas: hermosas y
y poeta. Colaboró en ElPaís, El Noticioso, Revista de México, entre otros medios. Al igual que guerreras. Se las representaba como vírgenes audaces que cabalgaban porel aire, presen-
José Juan Tablada y Balbino Dávalos, participó en la segunda generación modernista. De ciando los combates que ellas arbitrarían. Se consideraban hijas de Odín, habitaban el
entre sus libros destaca Un calvario: memorias de una exclaustrada (1894). Walhalla y escanciaban el hidromiel y la cerveza entre los héroes recompensados porsus
2 Estos versos forman parte del poema “Preludio”, incluido en Las ofrendas (1909). hazañas terrenas.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 113
Bausino DivaLos
Y agregaba, mas que con exaltación de su fraternal entusiasmo, con pro- —;¡Sí, llamémonos decadentes como ustedes lo quieren, no porque nos
fética previsión para mí, su apegado admirador y vástago ignoto destinado a asemejemosa los decadentes del imperio romano,sino porque de la decaden-
crecer en temporalidades indecisas: cia actual llevaremos de hoy en adelante el decaído arte de ustedes en ascen-
dencia gloriosa y triunfal al porvenir!
Has hechoel arte porel arte, guardando incólumela dignidad del artista, man- Y comoquizás tocárame a mí o fuese yo quien inconscientemente lo ad-
teniendo a la musa como en una turris ebúrnea en su improfanable gineceo, en- virtiese, fue a quien ocurriósele, de mero pasatiempo,el pergeñar los ociosos
vuelta siempre en su nevado pepión, juntoal fuego sacro, y el fácil aplauso que versos ya citados.
premia a los efectisras. Nunca has tenido la mano a esos sentimientos que se
el entusiasmo no se limitó a Tablada, fue contagioso. Tras o simultánea-
albergan como en una soez hostería en el corazón popular. Jamás te has detenido mente con Tablada, lanzóme un artículo Chucho Urueta,” y Peón del Valle,
ante esas pasiones quesi bien palpitan en el corazón de una turba, nunca han el de la lira heroico-clásico-romántica, unos quintetos de los que sólo, ingrata
abierto tus labios de poeta.” memoria mía, sólo me ha persistido estos versos: “Clava (¿o hunde en mí?) tu
pico agudo,/ cuervo del decadentismo...”?
Muchas más delas palabras de José Juan podríay quisiera reproducir, mas En suma, me declaré o nos declaramos decadentistas, nada a sabiendas,
bastan las expresas, pues mi ánimo no es recordar sus elogios para mí, sino sino meramenteal tanteo.
para queporlas palabras de Tablada pueda entreverse cómose nos transparen- Si en mí hubiera brotado entonces lo que nunca me ha acontecido, la
taba el alma y nos palpitaba el corazón a los jóvenes de entonces. Tablada, a lo chispa rápida y oportuna de la ambición, habría sido jefe de una renovación
quecalculo,tendría entoncesalrededor de unosveinte años. literaria, pero habría en mí yesca del pedernal. El eslabón de mis amigos no
Y emprendo, perdónesemelo porque es necesaria, una nueva digresión. llegó a alcanzarme en fuego que me inflamara quizás porque yo mismo ate-
Hayque advertir que por aquel entoncesse desarrollaba en Francia el entusiasta morizadamente me precaví. Pero así seguimos presentándonos airosamente
advenimiento del simbolismo literario, y nosotros, los alborotados muchachos decadentistas sin ton ni son y a las volandas.?'
del momento, enardecidos por Tablada, que era el más agitado y agitador del Volviendo a lo que anteriormenterefería, ya no sé en cuál de mis repeti-
grupo,atónitos y babicaídos esperábamosa diario las estéticas oleadas que en- das digresiones, sucedió que en las mocedades de mi profesionismo prepara-
tre las hojas derevistas literarias nostraía la marejada que nosvenía de Francia.
22 Jesús Urueta (1868-1920) nació en Chihuahua, Chihuahua, y murió en Buenos Aires,
Y metocó ser quien se percató de lo que más tarde ha venido a quedar bien Argentina, cuando fungía como Ministro Plenipotenciario de México. Orador, político y
explicado. Ese proceder simbolista creó en el sensacionalismo de París, si apre- prosista. Colaboró en la Revista Moderna y la Revista Moderna de México, por lo quese le
considera participante de la segunda generación de modernistas mexicanos. De su produc-
cio, simpatía y apasionamiento por una parte, mucha burla yfisja porparte de ción, poco se ha podidosalvar: Fresca. Ensayos de arte (1903); Alma poesía: conferencias sobre
los más, y nacido de nose ha sabido quién, surgió en mofa la denominación literatura griega (1904), Pasquinadas y desenfados políticos (1918) y Conferencias y discursos
de “decadentes” a quienes enarbolaban en su flamante pabellón la ennoble- literarios (1920).
30 Jesús Urueta fue uno de los primeros en respondera la “Carta” de Tablada, dirigida a los co-
cente enseña de “simbolistas”. Y estos aceptaron con glorioso desdén el mote: frades modernistas. Parafraseando a algunas explicaciones que escuchó de Balbino Dávalos,
deslindóel significado del verbo decaer de las preocupaciones estéticas del nuevo movimiento
literario, porque esa palabra “opuesto a ascender, no puedesignificar otra cosa que un nivel
inferior, un escalón más bajo, un estado menosperfecto. Decadentismoes, pues un descenso
28 Se trata del fragmento de un artículo escrito por Tablada, en el que homenajea la labor poéti-
en la escala de la modernidad”. (J. Urueta, “Hostia. A José Juan Tablada”, en El País, t. 1,
ca de Balbino Dávalos. De dicho texto, conozco tres versiones: José Juan Tablada “Diez sem-
núm. 18, p. 1; recogido en B. Clark de Lara y A. L. Zavala Díaz, La construcción del moder-
blanzas. Losartistas literarios. Balbino Dávalos”, en El Siglo XIX, t. L, núm.(7 de octubre de
1893), p.1; José Juan Tablada, “Máscara”, en Revista Moderna de México (1903-1911),t. 1,
nismo, pp.111-118).
núm.7 (marzo de 1904), pp. 431-433;y fue recogido en José Juan Tablada, Obras completas 31 Hasta aquítermina la versión del texto: Balbino Dávalos, “Primicias de las Memorias de Balbi-
V Crítica literaria, pp. 83-87. no Dávalos”, en Revista de Revistas, año XXVIIL, núm., 1472 (7 de agosto 1938), pp. [25 y 26]
114 Bausino DávaLos DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 115
toriano tropecé porlas calles de Santo Domingo, hoy de Jesús Carranza,* con suyo para aquellos nuestros clásicos de entonces que no admitían soneto sino
don Rafael Ángelde la Peña.Yo salía de miclase y él se encaminabaa la suya. endecasílabos, rimadosa la italianay ritualmente engarzados de tercetos con
Medetuvo,diciéndome: rigurosa rima. Ya por esa época los había escrito yo hasta asonantados y con
—DonFulanito (suprimo el exacto diminutivo bautismal, porque no me repetición de idéntica palabras por rima, comolo testifican mis “ofrendas”.2
suena bien y sólo intento exponerla habitual deferencia con que don Rafael Y escribí, casi sin más trabajo queel de la humorada de irmeriendo para
hablaba siempre a todo el mundo): quiero, o más bien, me inclino, satisfá- mis adentros, la terminación de cada verso. Y fueron transcurriendo días y
gome y complázcome en comunicar reservadamente, muy reservadamente a días, más o menos inadvertidos para mí en cuanto al miraje de mi candidatura
usted, que hemos pensado en la Academia de la Lengua, correspondiente de académica que, comoes natural, no dejaba en ocasiones de cosquillarme la cu-
la Real Española, que necesitamos sangre nueva... Y desde luego, nos hemos riosidad vanidosa; y luego semanas y meses, sin queni el leve menorvislumbre
fijado en usted... de la gloriosa fulguración anunciada llegase a desentumirme de miindolente
Yo le oía entre encantado por la dulzura y escrúpulo de su dicción y la espera. Y al monótono trascurso del tiempo en extensificación de años, acabé
vaga comprensión que sus palabras me sugerían... porolvidarme deltentador proyecto. Recuerdo,sin embargo, queal principio
—¿Qué quiere usted decirme, señor Peña?... La Academia... observé a veces,al encontrarme ocasionalmente con el señor dela Peña,cierta
—Sí, deseamos nombrarle uno de los nuestros. Ruégole, a tal propósito, reservay cierta vaga, aunquesensible, desviación de sus palabras hacia asuntos
que me suministre algunas de sus poesías, pero le rogaría que no incluya nin- generales y ajenos a todareferencia literaria, que en mi experiencia de entonces
guna de los decadentes o decadentistas que llaman ustedes... y en miclorótica incapacidad de infatuación, no me preocupé en comprender
—Ya lo entiendo, señor Peña... El honor es muy grande... No concibo ni explicarme y que acabó por hacerme cada día más borrosa la seducción “an-
que ustedes lo hayan pensado... La próxima vez traeré a usted lo que mepide gélica” hasta desvanecerla mecánicamente de mi memoria o de mis esperanzas.
y que no espero sino que lo disuada de otorgarme una honra que no merezco. No podría hoy asegurarle de verdad; pero dada mi manera habitual de sentir,
Etcétera, etcétera. pienso que másdealguna vez, en los primeros meses de seguro debo de haber
Inquieto, atolondrado y aún orgulloso de aquella insinuación tan repenti- pensado malévolamente: “¡Espanté a los académicos! ¡Qué bien hice!”
nay principalmente atento a complacer respetuosamente a don Rafael Ángel, Mas lo quesí recuerdo con fijeza es que no me halagaba la amenaza de
comencé por buscar y reunir cuatro o cinco de mis composicionespreferibles llegar a sentirme parvenu o advenedizo en un gremio de encopetada alcurnia y
a mi entender, pero de pronto despertóseme un mal pensamiento... ¿Nada
decadente cuandoes lo mejor, lo del día?... No, si me quieren, que sea con (Madrid, 1909, p. 165). Dada la importancia para el desarrollo del artículo, me permito
mis lacras, según ellos... Ya no me atrevería a escribir cosa alguna con plena transcribir el poema completo:
libertad del capricho... ¡Vaya, voy a jugarles una travesura!
Enla nevada cumbre de un monte fabuloso Ya el Cosmosadivina la gestación del numen
Y púseme aviesamente a componer, sin gran trabajo, pero sí con muy queenciendenlos crepúsculos, y anublan las auroras, que, del mayoranhelo, dará el postrer resumen.
mala intención, acumulando despropósitos a sabiendas, un soneto que deno- y escalan, sin estrépito, las voces triunfadoras Ya el Éterse estremece al presentir su ritmo,
que con su augusta calmaserenizó el Reposo, del eviterno número supremologaritmo.
miné “El último poeta”.* El soneto mismohícelo en alejandrinosy lo termi- habita (solitario de un mundomisterioso, Serán, de esa magnífica y mater llíada,
né en tres dísticos a guisa de tercetos, todo ello ominosamente descastado de quetú, divino Ensueño, conformas y coloras) la Muerte, Aldo Muncio;el rapsoda,la Nada.
Jirón de nebulosa mental queva, por horas,
- centripetandoel germen de un geniosilencioso.
2 Hoycalle Brasil del centro histórico de la Ciudad de México.
2 Deeste poemaconozcotres versiones, todas con el mismotítulo, “El último poeta”, y firmadas 4 Balbino Dávalos alude á su único libro de poesía Las ofrendas (Madrid, Revista de Archivos,
como Balbino Dávalos: El Nacional (t. XIX, año XIX, núm. 203, 8 de marzo de 1897,p. 1), 1909), publicado a instancias de Amado Nervo, cuandoel poeta de Jacona se desempeñaba
Revista Moderna (vol. I, año I, núm. 9, 19 de diciembre de 1898, p. 137) y Las ofrendas como diplomático mexicano en España.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 117
116 Bausino DivaLos
3 viso. Y ello no por desdén sino probablemente porrecelo, si es que no mis observaciones, mis escrúpulos en cuanto a su interpretación los oía él
por humildad ni respeto, pues nosotros, los de mi generación y de mi tiem- siempre con cuidado, aplicándolos a su modode ver y en afectuoso acuerdo
po, teníamos imbibita veneración hacia nuestros antecesores en “edad, saber conmigo, y yo mismo me encargué de atendera la corrección de pruebas de
y gobierno”, totalmente al revés de lo que hoy acontece. Y me decía: “¿qué su libro. Impreso y gratuitamente distribuido entre sus amigos y demás per-
ventaja me vendrá de ser académico? Sólo mortificación mental, desasosiego, sonas de cualquier modo descollantes en letras o mentalidad intelectual. No
turbulencias. Sentirme cohibido, reticulado entre mallas de restricciones. Ya pasó muchosin que circulara oscuramente el perverso rumor, muy natural
no podría expresarme, en lo poco que escribía entonces (y en lo mucho que de nuestra insidiosa mezquindad mexicana, de que aquellas traducciones no
entonces anhelaba escribir y mi indolente desilusión no ha realizado), ya no eran de Casasús, sino mías.
podría, descuidadoy tranquilo, entregarmea decir al desenfado de mi capricho Cuando a mis oídos y demás zumbó el asqueroso moscardón, me estre-
la menor cosa sin pensarla bien, sin filtrar cada idea, sin desmenuzarla. No, meció un arrebato de indignación. Quise correr a comunicárselo pero pensé:
la libertad y aún el libertinaje ante todo. ¡No! Déjenmedisparatar o inventar “quizás él aún no lo sepa”, ya que de sobra acostumbran los chismógrafos pro-
palabras, estrujar la gramática, retorcer el lenguaje, prohijar galicismos... ¿Áca- fesionales aislar de información al interesado principal. Muy posteriormente
so no el mismo maestro Justo Sierra, que tanto amaba y engrandecía nuestra supe quién habíasido, por travesura u ociosidad, el inventor de un pasatiempo
mesnada, no había dicho irónicamenteal recibírsele olímpicamente en la Aca-
que, necio en su nacimiento, podía desenvolverse en encunada maledicencia.
demia: “Señores, lo único que puedo ofrecer a ustedes, es que en los sucesivo Supe quien fue el autor, mas como fue un buen amigo quevive ya en la eter-
procuraré traducirmedel francés?” nidad de la tumba, omito su nombre.
Pero sucedió al cabo de dos o más años, una de esas inconexas rarezas que Sometí, pues, mi primer impulso a un yog de demostración cordial. Y pú-
incomprensiblemente relacionan y anexan de la manera más disímbola cosas semea escribir un escrupuloso y detenido estudio dela interpretación horacia-
y motivos dispersos. na, con referencia a las versiones de Casasús, que titulé modestamente Ensayo
Sucedió, repítolo, que al finalizar el siglo pasado, o al comenzarel nuevo de crítica literaria? Escribilo a toda prisa; festiné la impresión que obtuve,sin
siglo en que nos suponemos, como ustedes lo quieran considerar o medir importarmeel costo, en esmerada forma, y sorprendí a Casasús con el primer
esta nuestra imaginaria distribución del tiempo, en sumaquiero decir, en el ejemplar de mitrabajo, en el que lo analizaba no sólo con imparcialidad,sino
año de 1900, publicó mi noble y grande amigo don Joaquín D. Casasús, en aún con censura.
vistosa y elegante gallardía tipográfica su traducción de Horacio.Yo le había Ocurrió por la misma época la reunión en México, del segundo Con-
ayudado en la previa revisión de su laboriosísimo trabajo, para lo cual nos greso Internacional Americano.? Casasús, que erael secretario general de la
reuníamos en su propia casa todos los domingos porla tarde. Mis reparos, panamericana congregación, descontento seguramente con razón con uno de
37 Algunas notas sobre Ensayo de crítica literaria, vid. supra apartado Biografía (o cronología
35 Las mismas líneas aparecen en el mecanoescrito.
2 Joaquín Demetrio Casasús (1858-1916) nació en Tabasco y murió en la Ciudad de México.
comentada) pp. XX, XL, 22, 24 y 138.
Diplomático, político y traductor. Su experiencia de abogado y banquero tuvo proyección 38 Sin duda, debe tratarse de la Segunda Conferencia Panamericana (1901-1902), que desa-
internacional: obtuvo un fallo favorable para México en el espinoso caso de “El Chamizal”, rrolló en la Ciudad de México, durante enero y diciembre. Porfirio Díaz convocó en dicha
en cuya misión diplomática también participó Balbino Dávalos. Publicó numerosostrabajos reunión a varios países de Latinoamérica, a instancias de Estados Unidos, país que trataba
de solucionar en una sola agenda, sus intereses políticos sobre el continente Americano.
sobre aspectos financieros y económicos. Tradujo del latín clásico: Horacio. Algunas odas,
traducción en verso castellano (1899); Horacio. Algunas odas, estudio preliminar “Ensayo de * Balbino Dávalos se desempeñó como uno delosseis secretarios generales del encuentro, al
ocuparse de la mesa de trabajo sobre los derechos de autor y propiedadintelectual. Ahí mis-
crítica literaria” de Balbino Dávalos (27 edición, 1901); Las Bucólicas de Publio Virgilio Ma-
rón, comentarios de Conington, Nettleship y Haverfield (1903); Cayo Valerio Catulo, su vida mo, Dávalos participó con la lectura del ensayo “Los grandes poetas norteamericanos”, que
y sus obras, prólogo de Victoriano Salado Álvarez (1904); Las elegías del Tibulo, de Ligdamoy posteriormentese publicó, con el mismotítulo en Revista Moderna (vol. IV, año TV, núm. 21
de Sulpicia (1905). (12 quincena de noviembre de 1901), pp. 329-338), y que poco después apareció en formato
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 119
a inapreciable para
la delegación yanqui, honor que aún entonces me parecí
obtuvo su renuncia y solicitó al señor acer a Casasús, más
los miembros de su secretaría general, quienes formaban dichadelegación. Pero había que compl
ba a mi cuidado, se me enviase a mí de excelente amigo. Y
Mariscal,?? cuya secretaría particular esta en sus ensueños de intelectual que en su camaraderí a
en compañía de Miguel Macedo, Fer- tura de nuestros veci-
para cubrir ese cargo complementario quiso Casasús que fuese yo el panegirista de la litera
ó el señor Mariscal a prestarme tempo- en que tradujese ya,
nando Duret y José E. Godoy.” Accedi nos allende el pérfido Río Bravo. Más aún:se empeñó
acerca de cuyas labores no cabe más r”, de Whittier,**
ralmentepara esa colaboración secretarial, e queinteresaa para incluirla en mi discurso, la poesía de “Magda Mulle
cuento,si no es lo siguient rido la imprudencia
amplia exposición dentro de lo que que yo tenía entonces a medio traducir y había incur
idad. Por más quele
lo sustancial demirelato. a de dárselo a conocer a Casasús, despertándole su curios
amente mexicana que nos impulsa propia patria una di-
Dada nuestra obsequiosidad genuin
agra darl es más, dije que ese poesía de Whittier había provocado en su
lo que suponemos pueda terminar mi versión y allá
halagar huéspedes extranjeros Con la vertida parodia ridiculizándola, indújome Casasúsa
inados a lo grave, serio y austero de ústico salón princi-
inventóse para amenizar los días dest atre- fue en la corporización del discurso que lancé en el antiac
til”) congreso, con excursiones (¿me menos para mí) a cuyo
propia labor del (tiendo a decir “inú pal dela Biblioteca Nacional, en memorable noche (al
me atrevo y si llegasen a pregun me-
tár
la abundante asistencias,
veré a llamarlas “ridículas”? Sí, señores, menteliterarias
recuerdo me encapricharé en decir que advertí en
mo a una o dos veladas neta de Norteamérica.
lo, lo aclararé) por el país, y al mis ; escaseaban principalmente los miembros de la delegación
Sudamericanas. ño, pero formal y
en honorde las delegaciones del Nortey Mas, en cambio, miestudio, precipitado y de fútil perge
rario quiso que la primer! velada se crítica literaria, denomina-
Casasús, en su idealístico fervor lite incli- serio, que en vez de titular timoratamente Ensayo de
dos Unidos, que simplemente me ca o cosa parecida, segui-
dedicase a la delegación de los Esta com o ción que nada significaba, debí llamar Horacio en Améri
O impropiamente a denominarle angloamericanos, fueron,
naría a calificar más o menos propia do casi deprisa por mi discurso referente a los poetas
mia despertase sin ima-
co, Tipografía de La Oficina
sin presumírmelo, poderosos acicates para que la Acade
es poetas angloamericanos (Méxi endido este comunicado:
de libro con el título Los grand
pp.).
ginármelo en mis sueños, pues bien presto recibí sorpr
Impresora del Timbre, 1901. 15 ó en la Ciudad de México. Político,
en Oaxaca y muri
39 Ignacio Mariscal (1829-1910) nació iores, Cargo que
gnado secretario de Relaciones Exter
poeta y tradu ctor. En 1871 fue desi
y en el ques e dese mpeñ ó portres décadas, ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA
rio Díaz
repitió durantetodo el gobierno de Porfi extraordina- Correspondiente de la Real Española.
y 1885, cuando fue designado enviado
con una breveinterrupción entre 1883 de México en Londres. Además, fue
poeta y
rio y ministro Plenipotenciario en la Legación
y hasta su muerte, Balbino
cana de la Lengua. Desde 1897 stancias que en
miembro de la Academia Mexi
trabajo, ocupandopuestos de primer o segundo se- Enconsideración a la reconocidaciencia y relevantes circun
Dávalos formó parte de su equipo de ington y declararle individuo suyo en
o de negoc ios ad inter im o ad hoc, en las Legaciones de Wash usted concurren, esta corporación hatenido a bien
cretario, o encargad dio de la vida de Juárez
s (1904), Episo José María Vigil,” del
la clase de Correspondiente, a propuesta del señor don
y el libro de Bulne
Londres. Escribió los libros Juárez coleccionadas por
falle cido, se edita ron las Poesías de Ignacio Mariscal,
ués de que suscribe.
señor licenciado don José López Portillo y Rojas y del
(1906). Desp enel artíc ulo “Ignacio Mariscal
colimense lo rememora
Balbino Dávalos (1911). El poeta
edición.
y... El Dómine”, incluido en esta Derecho
r y abogado. Autor de una Historia del
40 Miguel Macedo (1859-1929). Historiado ría del Distrito Federal y encabezó el órgano (1807-1892), fue traducido por Bal-
encia
penal mexicano. Fue director de la Penit mberri, inaugurado por Porfirio Díaz en 1901.// 41 El poema “Magda Muller”, de John GreenleafWhittier
e inclui do en su ensayo Losgra ndes poetas angloamericanos, Whittier nació en
rnode l reclu sorio de Lecu bino Dávalos
colegiado de gobie
ó en la Ciudad de México. Político y milit
ar. Abo- en Hampt on Falls, New Hampshire. Poeta y político. De
Fernando Duret nació en Yucatán y muri Haverhill, Massachusetts, y murió dela causa abolicionista. Entre
sta de 1909, como oz
gado. Su firma aparece en el Manifiesto
de la Conv enci ón Antir relec cioni
colo familia cuáquera y formación autodidacta, se hizo portav d (1846), Prisioneros de la
Abogado y diplomático. Participó en el proto o sus obras destacan: Baladas de mi patria (1843)
, Voces de liberta
representante de Yucatán.// José E Godoy. limít rofes de los ríos Brav de Pennsylvania (1872).
ución en los conflictos nieve (1866), Entre montañas (1869) y Elperegrino
complementario de las comisiones de resol en 1905, misma misión en la que participó en Guadal ajara, Jalisco, y murió en la Ciudad de México.
rado , entre Méxi co y Esta dos Unid os, 42 José María Vigil (1829- 1909) nació
que sobresalen:
y Colo de extradición de criminales entre Méxi
co sos libros, entre los
Balbino Dávalos. Deigual forma, firmóe
ltratado
5
Dramaturgo, historiador y ensayista. Autor de numero
de Porfirio Díaz.
y Guatemala, durante el gobierno
120 Baueino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 121
de
tad de verbalizar a los gado me pareció una especie de tagarote por lo desgarbado y vulgarón
queel alemán y otras lenguas, posee la hereditaria facul su porte, y enorme fue mi sorpresa cuando me present aron nada menos que
sustantivos, aunque no a tan arbitrario capricho. con el nombre del famosísimo Gómez Carrillo.” Cuán diverso de como me
lo que supe, fue Rubén
Y allá en Madrid,el único que estuvoen lo justo, a lo tenía imaginado en mifantasía. Pero comenzó a conversar y su amenid
ad
o,lo calificó llamán-
Darío,** el gransilencioso, quien al conocer mi seudosonet disolvió al instante de ante mis ojosla insignificancia de su aspecto. Comen zó
. Rubén no melo dijo,
dolo “un capricho cubierto de transparente oscuridad” por contarnos que acababa dellegar de París y ya en la estación de Madrid
le
en el amplio, cordial
ni yo se lo pregunté, ni tampoco incluyó tal humorada habían robado su cartera con varios miles de francos. Alguie n a mi lado, me
publicó por entonces
y muyjuicioso artículo que acerca de mis “Ofrendas” dijo al oído:
onmela en conversación
en un diario de BuenosAires, y accidentalmente dijér —Mentira, es por no pagarnos unataza de café.
rdo, otra remembranza, como una
de café. Y súrgeme, de momento, al recue Yo, untantoya habituado a la mordacidad matritense, hícele poco
caso, y
¿Por qué no?
radiación retrospectiva del pasado... ¿la mencionaré?... por decir algo pregunté a Gómez Carrillo si vivía contento en Hamburgo.
o con el grupo más
En el café de la calle Alcalá donde mereuníaa diari —¿En Hamburgo? —Mecontestó con extrañeza sarcástica—. Yo nunca
ya en fecundo y pro-
alegre, más parlador y más talentoso de jóvenesliteratos he vivido en Hamburgo. :
cierta vez, un individuo sentado
vocador florecimiento, atrájome la atención, —¡Cómo! —Insistí—, ¿pues qué noes usted cónsul general de Guatema-
ra, que ocupábase en
aisladamente a una mesa algo distante de la amplia nuest la en ese lugar?
iba acumulando) cuartillas
escribir asiduo y reconcentrado y que sin descanso —Ah,sí, pero habito siempre en París. El Consulado nada
me importa.
uábame que no debían re-
y más cuartillas, cuyas mecánica producción insin Este desparpajo de tan mal gusto se me resbaló de mi apreciación al notar
mí, y “¿quién es?”, me venía
querir enmiendas. “¿Quién será?”, decíame para de momento queel extraño individuo que había estado molest
ándome con
fue distrayéndome de mi
el intento de preguntar a mis acompañantes; pero ociosa perplejidad, acababa de recoger y acomodar sus papeles, volvía la vista
encias que se esgrimían en
curiosidad el acerado chispear de ingeniosas ocurr a su alrededor,y al fijarse en nuestra mesa, vi que se puso en pie con
viveza, y
ación, al agregársenos de
nuestro grupo y acabé por olvidarme de mi divag en sus pasos, un tanto rígidos, se encaminó ostensiblemente hacia nosotro
s.
para mí, fue recibido por
pronto un nuevo contertuliano que, desconocido “Vamos —pensé—,sabremos quién es él.”
al sorpresa. El recién lle-
todos los demás con muestras de alborozo y cordi Acercósebien presto y, sin saludar a nadie, con voz y aspecto serios, me
habló directamente a mí, diciendo:
46 Rubén Darío (1867-1919) nació en San
Pedro de Metepa y murió en León, Nicaragua.
s del
—Perdoneusted. ¿Ustedes el traductor de Afrodita'*
sta, cronis ta y dramat urgo. Es uno de los autores fundamentale
Poeta, novelista, cuenti Abrojo s (1887) ,
libros más import antes destac an:
modernismo hispanoamericano. Entre sus
(1888) , Prosas Profan as y otros poema s (1896 y 1901), Cantos de vida y la y murió en París, Francia. Diplo-
Rimas (1887) , Azul 47 Enrique Gómez Carrillo (1873-1927) nació en Guatema
. Dávalos lo conoció en la isla de Mallorca, de viaje, como Bohemia sentimental
esperanza (1905) y España contemporánea (1901) el mático, cronista, cuentista y novelista. Escribió crónicas
la poesía contemporánea (Cf Ezequi la novela erótica El evangelio
España, donde intercambiaron puntos devista sobre (1895) y La Grecia eterna (1907). Su libro más importante fue
de Ezequi el A. Chávez ”, en Discur sos leídos ante la Academia Mexicana
A. Chávez, “Respuesta ón pública de Balbino Dávalos el
del amor (1922).-
de la recepci 97), publicado con
correspondiente a la española en la sesión solemne
. Sobre Dávalos, Rubén Darío publicó 48 Se refiere a la traducción del libro Afrodita de Pierre Louys (1840-18
23 dejulio de 1930en la Barra de Abogados, pp. 25-26) Argentina, 1 de octubre de 1913,
1898.// Pierre
la viuda de Bouret,
ilustraciones de Calbet, en París, por Librería Artística de
se publicaron textos
Louis (1870-1925). Poeta y novelista. Fundóla revista Conque donde
a (La Nación , Bueno s Aires,
el artículo Musas de Franci
poesía francesa de Dávalos. Asimis- otros. Sus primeros
p. 7) celebrando la publicación delas traducciones de - de André Gide, Sthépha ne Mallarm é, Paúl Valéry y Paúl Verlaine, entre
poetas: Balbino Dávalos”, recogido en griegos y aparecieron,
mo, dio a conocer la semblanza “Los diplomáticos versos, eróticosy preciosistas, tomaron la forma de los poemas líricos
ódicos de Buenos Aires), estudio preliminar, ión en prosa,
Escritos dispersos de Rubén Darto. (Recog idos deperi
de Juan Carlos Ghiano. Argentina, en el libro Astarté (1893). Sin embargo, han sido más significativa su producc
y La mujery
recopilación y notas de Pedro Luis Barcia; advertencia de la quesobresalen sus novelas: Las cancione s de Bilitis (1894), Afrodita (1896)
Instit uto de Litera tura Argent ina e Iberoamericana, Universidad
Departamento de Letras, elpelele (1898).
Nacional de la Plata, 1968.
124 Bausino DAvaLoS
sino mera grata No —exclamó él—,nosotros,los anteriores, estamosa salvo de esa ne-
cortesía. Y no fue nuncaignorancia ni descortesía de mi parte, cedad. Usted tiene derecho a considerarse incorporado en la Real
Española.
o.” ¿Quiénes
espiración de sentirme a mis anchas entre mis amigos del Atene A pesar de ello, no me preocupé en averiguar dónde estuviese la dicha
entar mi memoriael
eran ellos? Fuera perder inútilmente el tiempo y atorm calle Valverde.
que fue! Si de
enlistarlos. ¡Oh pasados tiempos, perdidos para siempre en lo Al cabodevarios años, en que mi excelente amigo Pepe López Portillo,
eso nadaexiste, ¿para qué recordarlo? a
é en Madrid me urgía por correspondencia (que conservo) el enviarle mi “discurso”,tod
Pero hubo otro académico, con quien cierta ocasión tropec intención de complacerlo mela frustró mi tenaz indolencia. Cuandoal trans-
allí estuvimos.
y de quien nunca me separé en todo el tiempo que ambos curso de largos años más vine a cumplir con ese ya senecto deber mío,
ya de
Francisco del Paso
Masfue dichosamente un académico de los nuestros: don regreso en México, presentando una disertación referente a mi
hallazgo de
investiga-
y Troncoso,” hombre agradabilísimo por su dulzura y modestia, rimas en la poesía romana, pura invención mía pero que gracias a propicia
ía nacionales, cuyo
dorlaborioso y sutil, sabio profundizo en historia y filolog fortuna que de vez en cuando ha llegado a soplar favorablemente hacia
mí, ha
lo había ido a
conocimiento del náhuatl no era de segunda mano, sino que venido confirmándose, pudo al fin nuestra Academi a remitir a la de España
perfeccionarentre los indios remontados en las montañas: el ejemplar impreso de mi peroración, y semanas después, para
no demorar
habervivido
—Por ser ellos —me decía— quienes mejor lo conservan por
¡ más lo que cuento que ya me va cansando y más cansancio dará a quien atré-
sin contacto con los demás.
andariego en nuestras repe-
vase a leerlo, percibí, en compañía del diploma correspondiente, el siguiente
Y cuántas cosas me enseñó aquel sapientísimo
villa matritense; comunicado:
tidas excursiones vespertinas y nocturnas a través dela vieja
él, sólo a él, la ocasión de
cuántos históricos rincones de Madrid le debí a Real academia española
conocerlos y contemplarlos a mis anchas.
verá cuánto
—Cuandovaya usted a Florencia —me decía— búsqueme,y A propuesta del señor don José Alemany, del excelentísimo Manuel
de Sando,
hayallá que ver. , la Real Academia
años mástar- señor don Leopoldo Cano, y del señor don Manuel Sandoval
Mas desgraciadamente para mí, cuando pasé por Florencia, Española nombró a usted señor, en junta celebrada anoche,
mediante votación
de, no tuve igual fortuna de hallarle. secreta y unánime, individuo de esta corporación enla clase de Corresp
ondiente
Accidentalmente mellegó a preguntar Paso y Troncoso:
Academia).
—¿Ya estuvo usted enla calle de Valverde? (Es decir la
México
—No —lecontesté—. Porque ignoro si habrá comunicado de 54 José López Portillo y Rojas (1850-1923) nació en Guadalajara, Jalisco,
y murió en México
re haber
mielevación a socio de número y me han dicho que hoy se requie D.F Novelista, periodista y político. Dirigió la Academia Mexicana de 1911
a 1913. Fue
La parcela (1898),
redactor de El Nacional, El Mundo y El Mercurio. Autor de las novelas
pronunciadoalgún discurso que lo acredite... Los precursores (1909) y Fuertes y débiles (1919). El 31 de julio de 1911 escribió
a Balbino
en Portugal, en la que lo
Dávalos, encargado de negocios ad hoc de la Legación de México
participó con la lectura de las del AHMC, caja
52 En 1909, en unade las sesiones del Ateneo de Madrid, Dávalos instó para que concluyera su discurso de ingreso a la Academia Mexicana (FBD
blanco mayor” y “El arte”, de Théophi le Gautier, “Los gatos”, de n que tituló “Antino-
traducciones:“Sinfonía en
n personal: “Las rocas y 4, exp. 87, 2 £.). En efecto, Dávalos comenzó a redactar una disertació
de creació entre
Raoul Gineste y “Sagesse”, de Paul Verlaine; y los poemas
Guerrer o”. mias lingúísticas hispanolusitanas”, que nunca llegó a leer (a pesar de que se anunció
los árboles hablaro n”, “Aura espírita” , “El último poeta” y “María como una próxima novedad), ya que en 1914, cuando se acordó
, Veracru z, y murió en Floren- las editoriales de Madrid
Orizaba el cargo
53 Francisco del Paso y Troncos o (1842-1 916) nació en
o de la Academia Mexi- su ceremonia de recepción en la Real Academia Española, Dávalos tuvo que ocupar
cia, Italia. Médico, antropólogo, escritor y periodista, Fue miembr de Ministro Plenipote nciario de México en Rusia. (Cf, B. Dávalos, Discursos leídos ante la
ó en El Federalista y
canade la Lengua y Director del Museo Nacional de Historia. Colabor Academia Mexicana, correspondiente de la Real Española en la sesión solemne con motivo de la
ntes, sobresa len Papeles de la Nueva
Anales del Museo Nacional. Entre sus libros más importa
en el año de 1636y Epis- recepciónpública delseñor Don Balbino Dávalos el día 23 dejulio de 1930 en la Barra Mexicana
España, Los libros de Anáhuac , Divisió n territori al de Nueva España de Abogados, pp. 3 y 4).
:
tolario de la Nueva España.
Bausino DávaLos
129
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 131
Victo-
importaprecisar la fecha; para Nacional.Los redactores de planta o míseros galeotes éramos pocos:
Había por entonces... ¿cuándo fue?... no riano Pimentel, Manuel H. Sanjuán, Víctor M. Venegas... y si
algunos más
hace siglos... Había, digo, un joven
mífue ayer: para los jóvenes de hoysería había, perdónenmelo, pero no los recuerdo. Más tarde fueron
llegándonos
lo literario: extremadamente nacio-
veracruzano ahíto de entusiasmo portodo los demás: Luchichí, Díaz Dufoo, Duclós Salinas, Laura Ménde
z de Cuenca,
sentido modernodetal califi-
nalista, aunque noera usual en aquel tiempoel etcétera, etcétera, y hasta tuvimos de compañero nuestro a un
jovenzuelo
no como buen costeño; excelente
cativo político; parloteador incansable y ame muy bollero y almibarado que es ahora una de las glorias literarias de España
:
y aun noches quizás, trabajaba
compañero y cariñoso amigo. Día tras día, Ramón del Valle Inclán, el “buen don Ramón”de las barbas de
chivo que
Hogar, forjandocasi él solo, a lo
asiduamente en la redacción del Diario del P. enalteció Rubén Darío en festivo soneto.”
o de Filomeno Mata. Llamábase José
que a mí me parecía, todo el periódic el libro
itivo? Él fue quien adquirió
Rivera; la P, abreviaturainicial de Prim 5 El Universal, diario fundado en 1888 en la Ciudad de
México por Rafael Reyes Spíndola. Al
de París. Me buscó, me lo mostró € Prida Santacilia, quien dirigió El
de Genin, apenas llegado de las prensas no alcanzar éxito comercia l, lo vendió en 1892 a Ramón
ro de este medio, también
llí su entusiasmo, sino que se enca- Universalhasta 1897. Dávalos se desempeñó no sólo como gacetille
hizo que juntoslos leyéramos. Y noparóa fue su principal traductor de 1892 a 1897, y es aquí dondese registran
su mayor número de
castellanos aquellos Poemas aztecas que Poder Ejecuti-
prichaba en que tradujera yo en versos
la sede del
ensayos, artículos, traducciones y poemas.// El Palacio Nacional es
Constitución o Zócalo, en el
vo de la Ciudad de México. Está ubicado frente a la Plaza de la
tan regocijadole traían.
o una de aquellas ppesías me Centro Históric o de la ciudad.
Mi admiración nollegaba a tanto. Pero com por él,
6 Victoriano Pimentel (1862-1924) nació en Ario de Rosales,
Michoacán y murió en México,
Justicia en dos ocasiones.
igación de mi amigo, y aguijado D.FAbogadoy periodista, fue ministro de la Suprema Corte de
cautivó de verdad, me sometí a la inst fue
a Balbino Dávalos. Asimismo,
rpreté, más a mi propio entender que Fungió como redactor de El Universal, donde conoció
en dos o tres días y a breves ratos, inte colaborador de El niño mexicano (1895-18 96), La tierra y La escuela.I| Manuel H. San Juan.
y político. Fue
fielmente, “La tristeza delídolo”.* Nació en Oaxaca y murió en la Ciudad de México, D.E Periodista, novelista lapazyfrater-
Es autor de Oda a
te; mas totalmente desconocido, colaborador de El Universa l en 1888 y de El Cómico en 1889.
Era yo entonces un gacetillero incipien nidad de las naciones (1907), así como coautor con José Velarde
y Justino Obregón de Apuntes
lo soy, y como él en el Diario del Ho- / Víctor M. Venegas. Nació y murió
excepto para Rivera, de lo que ahora y documentospara la historia delcorreo de México (1908).1
gráfico, oficio que tam-
periódico: El Universal, acabado de en México, D.F En 1893 se desempeñó como reportero de México
gar, yo trabajaba oscuramente en Otro bién desempeñó en 1890en El Universal y El hijo delAbuizote.Il Ignacio
López
M. Luchichí
del Seminario, semifrontera al Palacio D.FPeri odista y poeta.
establecer por Spíndola en la esquina (1859-1918) nació en Tlacotla lpan, Veracruz y murió en Tacubay a,
los medios impresos donde colaboró Dávalos: Re-
Fue compañerode redacción de casi todos , El Universal
tud Literaria
vista Azul, Revista Moderna y Revista Moderna de México y LaJuven
e el primo de
(1845-1911) y El Partido Liberal. Pero sobre todo, destaca su vínculo con el poeta porquefu
), fundado en 1881 por Filomeno Mata su primer esposa,Josefina Anaya y fungió comotestigo el día de
la boda, el 16 de julio de
3 Enel Diario del Hogar (1881-1912 ones de Dával os, que fueron
México, se publicaron más de diez colaboraci
en la Ciudad de é (año XIL, núm. 154,
1892// Adolfo Duclós Salinas. Nació en Cuatro Ciénagas , Coahuila . Periodista. Se opusoal
En 1906, cuando
traducciones y poemas, de las que
destaco: “Lieder”, de Fragois Copp
17 de junio de 189, general Bernardo Reyes, por lo que tuvo que exiliarse a Estados Unidos. te crítica que
Porfirio Díaz buscó la aprobación de la prensa norteamericana, dadala persisten
da del poeta” (año XIII, núm. 232,
18 de marzo de 1894, p. 1), “Bala de 1894, p. 1), “Entonces se desempe ñaba
núm. 112, 27 de enero Missouri , Balbino Dávalos, quien
p. 1), “Ar home” de Jean Lahor (año XIV, 146, los magonistas ejercían desde San Louis
XIV, núm. 25, 14 de octub re de 1894, p. 3) y “Hoja de álbum” (año XVIIL núm. como diplomático en Washington, recomen dó a Duclós Salinas comoel periodist a que fil-
(año 9-19 15 o 1916) . Naci ó y muri ó mente la administración
tivo Rivera (186 traría notas al Herald de Nueva York,en las que se destacaba positiva
S de marzo de 1899, p. 1).// José Primi añero de cursos de Balbino nació en la Hacienda de
, cuent ista y políti co. Fue comp
pública del general Díaz.// Laura Méndez de Cuenca (1853-1 928)
en Veracruz. Periodista, poeta Liberal
ia. Liberal radical, militó en el Partido a y novelista. En representación
Dávalos en la Escuela Nacional Preparator o, El Nacio nal, La Opini ón Tamariz, cerca de Amecameca. Poeta, traductora, cuentist
os en París, Ber-
Mexicanoy colaboró en El Monitor Repub
licano, Revista de Méxic
o de jefe de redac ción. Escri- del país acudió a varios congresos internacionales sobre educación celebrad
últim o ocup ó el puest , El Imparcial, El Correo
de Veracruz y Diario del Hogar. Enest e
ilustres lín, Milán, Bruselas, Francfort y Londres. Colaboró en El Universal
Magón (1924), y es coautor de Liberales - Españoly El Pueblo. Entre sus obras destacan: Espejo de Amarilis (1902)
y Simplezas (1910).
bió Persecución y asesinato de Ricardo Flores
académico”, de esta edición.//
mexicanos (1890). os y con el 7 Sobre Rubén Darío vid. supra nota 46 de artículo “Cómo fui en dos
a, todas firmadas como Balbino Dával Ramón Valle-Inclán (1870-1936). Cuentista, dramaturgo y poeta. Estuvo
en México
4 Conozco cuatro versiones de este poem XIV (8 de mayo de 1892) , p. 1; El en la redacci ón de El Uni-
XIV, año 93, trabajó
título “La tristeza del dolo”: El Nacional, t. de ocasiones: en la primera, durante los años de 1892-18
1892), p. 1; Revista Azul t. 1, núm. 20 (16 versal, donde conoció a Dávalos; su última visita fue en 1921. Entre
importan-
sus obras más
Nacional, t. XIX, año XIX (11 de junio de ia (pp. 146-1 53).
de Franc
septiembre de 1894), pp. 308-310; y Musas
132 Bausino Dávatos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
133
fácil-
rrimos cuantos por Ese turbión de mentalidad activamente sonora no era deresistirse
tuó un gran baile, paréceme que de carnaval, al que concu mente. De suerte que a partir de nuestro primer conocimiento
, no fui nada
to de tomar parte en las
aquella época nos sentíamos con obligación o pruri asiduo a buscarle. Y nunca llegamos a intimar. Casuales encuentros,
Cartas
diversiones públicas. registros
: cariñosas que de cuando en cuando me dirigía y guardadas en los
A poco de haber entrado,alguien se me acercó diciéndome epistolares más de mi estimación, y que él envió regula rmente oportu no de
, porque desea
—Andapor aquí el poeta Genin preguntando por usted cada cosa que publicaba, fue todo lo que constituyó nuestras relacio
nes.!'
conocerlo. No tuve, por lo mismo, la oportunidad que Díaz Dufoo de aquila
tarme
rozagante mozo deal-
Y no tardé en ver frente de mí a un robusto y en el trato íntimo mis primeras impresiones de Genin; pero
ni creo haberl o
y gallarda apostura,
borotada cabellera color de fuego, luminosos ojos, ágil necesitado, pues cierto estoy que desdeel primer momento compre
ndí su no-
antojó arlequinesco, pues
impetuoso de movimientos y de aspecto que se me bleza, revelada en el agradecimiento que me guardó por haberlo interpr
etado
medias de seda y zapatillas
vestía casaca roja, pantaloncillo corto, brillantes tan deficientemente, y otra cosa me imaginé adivinarle, ya en
la madurez de
oniosamente presentado,
hebilladas de plata, quien al serme repentina y cerem su edad, al notar cómo iba apareciendo en su frente cierta sañuda contra
cción
precipitación y ve-
me acometió con una verbosidad tan interrumpible en su que,si procedía de cualquier pena secreta que se fue con él,
se me figuraba
ndramiento.
hemencia, que mehizo sentir acongojado de atolo como el reflejo de uninfinito dolor de la vida que, en oposición a nuestra
s an-
mi sensación
Sin atenuar sus tormentosas descargas que brotaban para sias, nos aparta brutalmentede los ideales nativos y nos encade
na a cualquier
fortuito, cogiómesúbita-
como relámpagos de agradecimiento inmotivado y estúpido trabajo utilitario, como le sucedió a él, poeta desbord
antede fantasía,
bre quellenabael sa-
mente del brazo, y arrebatándomeentre la muchedum que murió, si no me engaño, ocupado en la administraci ón de negociaciones
la gana; entre las parejas dan-
lón, llevómecasi todala noche por donde le dio industriales.
buffet, siempre metidos
zantes, por los pasillos, cabe los palcos, al apetitoso La edición definitiva que de sus viejos Poemas aztecas la hizo en
París, me
trechos y distanciados de
en aquella masa de concurrentes que nos oprimía a la envió (ignorando mis señas de entonces) por conduc
to de Luis González
un abismo,y aburrido
ella a millardas de leguas. Pudo haberme aproximadoa Obregón,'? a quien precisamente había dedicado “La Tristes
se de 'Idole”, en
irlo ni quizás haberlo
de misilencio, precipitarme hasta el fondo sin yo resist un lujoso ejemplar numerado y conesta dedicatoria de su mano:
nte, de que me
advertido. Encantado de oírlo y aun orgulloso, probableme
ame llevar como un
viesen transitar con tanta familiaridad a su lado, dejáb 11 Muestra de esta correspondenciaes la carta que el 23 de
junio de 1924 Auguste Genin es-
idad era lo culminante cribió a Dávalos: “Con sumo placer recibí la benévola carta de usted
junio. Como
de 12 de
trasto pensando tal vez que ese modo de confratern Luis Gonzále z Obregón , creía yo que desdevar ios años estaba usted
ra de carácter no podía le escribí al señor don
de la personalidad social, y que nuestra pecata mane en España,y por eso no le mandé algunas cosas que publiqué en el intervalo .// Hoy envío a
ad individual y aun a mijuicio:
ser sino mero resultado y palpable muestra de inferiorid las dos más interesa ntes
usted varias de mis producciones. Por desgracia, faltan y he tenido
y Notes sur le Mexique . Las dos están enteram ente agotadas
Vers pour la France
deraza. últimamente que publicar anuncios en la prensa, para
conseguir un ejemplar de la última
De poesía, de
Y él hablaba, hablaba, hablaba, incesantemente. ¿De qué? de esas dos obras, con objeto de mandarl a a la Academi a Francesa, que me concedió, el año
de México, del mundo, Francesa en el Extranjero. Pero, se está
arte, de emoción, de vida intelectual... y de Francia, pasado, la Medalla de Oro del premio de Lengua
ga a luz, tendré el
ncido estoy de que preparando unasegundaedición deesos dos trabajos y tan luego comosal
¡qué sé yo! Por mucho que me dijera aquella vez, conve gusto de enviar a usted su ejemplar.” (Ubicada en el FBD del AHMC,
caja 8, exp. 4,£.1).
regre saba de Europa en 12 Luis González Obregón (1865-1938) nació en Guanajuato y murió
en México, D. E His-
todoera espontáneoreflujo dela plenitud de vida que de la Academia de
dela Lenguay
toriadory escritor, fue miembro de la Academia Mexicana
su dichosa juventud. Historia. Junto a Balbino Dávalos fundó, en 1885, el Liceo Mexicano Científico y Literario.
o Ilustrado , entre otros.Autor de México
Colaboró en ElNacional, El Partido Liberal, ElMund
Biblioteca Nacional de
s sobre mi vida viejo (1891), Los precursores de la independencia mexicana (1906), La
sta fue registrada en Apunte
Furlong. Su experiencia en la administración porfiri México 1833-1910 (1910) y Las calles de México (1922).
pública (1965).
136 Bausino DivaLos
mismo, fa-
lógica. Válganosello en pro de otras lacras. Quizás aun su padre
y alma.
llecido durante unatravesía marítima, nos lo encomendó en cuerpo EL AMAGO DE LA TORMENTA!
telect ual.
Nuestro fue y nuestro seguirá siendo por su misma producciónin
, muy
Si él, comotodos, no ha tenido en su tiempo quien no lo estime
al. Y en este punto no
bien merece en el porvenir notoria consagración nacion
resisto a la tentación de ser indiscreto.
habitan, me
Uno de mis amigos, ya de veraneo perpetuo donde tantos
dijo cierta vez:
—¿Por quése te fue a ocurrir traducir a Genin?
—Porque es un poeta.
—Te engañas. No es más que un pastelero.
ha sido de su
—Déjate de confusiones —le repliqué—. La pastelería
mamá, pero los Poemas aztecas son Muy suyos. oca y la malicia que en
ner- ¡ no fuera? porel atávico resquemor que nos prov
Es perdonablela genialidad de mi amigo, poeta y escritor de activo : “quien calla, otorga”, no
distinguió bri- los demás engendra aquel nuestro viejo decir
vio. Tenía la enfermedad de sercrítico acerbo, y comotal se encia que Pepe Vasconcelos me
en el fondo era haría yo el menor caso de la caprichosa refer
llantemente en España. Mi respuesta lo hizo sonreír, pues partedela acomodaticia autobio-
a incapa z de comprender aplica en su tormentosa Tormenta, segunda
condescendiente y bueno. Á no ser que me creyer amerita interés público ni aun el
picadillo grafía de Ulises Criollo? Latal referencia no
toda la malignidad de su retruécano: “esos poemas son de cremao o resistir a un caritativo impulso
darme por privado y muy personal mío, pero no pued
histórico envueltos en hojaldre”. Bien quelo adiviné pero no quise emoriado Ulises contra el tur-
(queresultará estéril y vano) de prevenir al desm
entendido.
de Genin no me
En cuanto a mí, aun sin amistad íntima, la memoria
ia como en nombre de Balbino Dávalos. La primera es el
abandonaba nunca. Pero jamás le sentí tan viva en mi memor 1 Conozcodos versiones, ambas firmadas conel
nta”, ubicado en el FBD,caja 3, exp. 5,
ngham, mecanoscrito (Mo) titulado “Al Amago de La Torme en Excébsior t. VÍ, año XVII (27 de
Londres, cuando yo mismo hube de verme en el Palacio de Bucki 7 ff, y la segunda titula da “El amago de La Torme nta”,
realzado
zancajeando de calzón corto (que era de rigor en la corte inglesa), mayo de 1936), pp. 5 y 7. Utilizo esta última comot
exto base.
y cuánto
todavía por los entorchados de otro de la casa diplomática. Cuánto 2 En Ma “fuera ” por “fuese ”.
nació en Oaxaca y murió en la Ciudad de México.
a pensar 3 José Vasconcelos Calderón (1882-1959)
me acordaba de Augusto Genin en esas andanzas, y cuánto me divertí
ica del dere-
De entre sus libros destacan: Teoría dinám
Abogado, escritor, periodista, político. tico: ensayos (1918), Divaga-
brazo para confun- , El monismoesté
en las travesuras que nos juega la vida cuando nos coge del cho (1907), Pitágoras: una teoría del ritmo (1916)
ia moderna en un prólogo y tres actos (1920),
ciones literarias (1919), Prométeo vencedor: traged
dirnos en la mascarada humana. na. Notas de un viaje a la América del Sur
La raza cósmica: misión de la raza iberoamerica
ci- Pública y fue rectorde la Universidad
Y a la vez me venía a la memoriala cifra de los.once pesos que habíare (1925), entre otras. Creó la Secret aría de Educa ción
de obten er la presidencia de México. Su libro
Nacional. Emprendió una campañapara tratar
bido de premio, únicamenteporgracia y favor del DuqueJob. - La tormenta: segundaparte de Ulises criollo (1936
) constituye la continuación del tomoinicial
criollo : la vida del autor escrita por él mismo
de sus memorias, publicadas con el título Ulises
remem ora los años de infanc ia, los conflictos posteriores a la caída del Porfi-
después de 1930, (1935), donde s de sus desavenenciassobre los
15 A lo largo de su carrera diplomática, que comenzó en 1898 y culminó hasta riato y el periodo inestable de la Revolución Mexic
ana, ademá
s posicione s administr ativas de la legación mexicana en In- publicado en 1936 porla editorialBotas,
Balbino Dávalos ocupó diferente problemas de educación en el país. La tormenta fue
glaterra. Sin embargo, es probable que aquí aluda al periodo de entre 1907 y 1908, cuando particularmente en sus incorporaciones a
y primer secretari o de la Embajad a de México en Gran y en él comenta sus diatribas político ideológicas,
fue encargad o de negocios ad interim educa ción de Méxic o.
las instituciones culturales y de
Bretaña.
139
Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
141
varios años, Nocreo, pues haber sido en maneraalguna, comolo pretendiera Antonio
del doctor Guillermo Parra.? Alejandro Quijano siguió, y por
tiemp o tenía por Caso,el “salvador” de la Universidad. A quiensí salvé, años más tarde, fue a la
en la dirección de la Escuela de Derecho, que desde hacía
to, continúo Facultad de Altos Estudios, cuando siendo yo director de ella, fue arbitraria-
nombramiento de don Venustiano. Antonio Caso, por supues
vatorio de mente suprimida porel presidente Obregón,” y gracias a la heroica, generosa
también en Altos Estudios.2? Encomendé la dirección del Conser
a de Arte
Música y Declamación” a Julián Carrillo,y como para la Escuel
a circuns-
Teatral surgían varias pretensiones molestas, aprovechándomedel
Colaboró
asimismo, Secretario de Relaciones Exteriores del presidente Venustiano Carranza.
y
para el Uru- en El Siglo XIX y Revista Moderna. Escribió los libros: Fresca (1903), Alma poesía (1904)
tancia de que su director, Julio Jiménez Rueda, saldría presto Discursos literarios (1919).11 Mariano Moctezuma Barragán (1877-1942). Nació en
San Luis
o Urueta,” anexé
guay, con carácter de diplomático, acompañando a Chuch Potosí y murió en la Ciudad de México, DE. Ingeniero y docente. Fue director de la Facultad
o. No mevienen a la de Ingeniería en tres periodos: 1915-1923, 1929-1933 y 1938-1942, además de subsecreta-
provisionalmente dicha escuela al propio Conservatori rio de la Economía Nacional durante el periodo de Lázaro Cárdenas, donde formó parte de
adamente a que
memoria otros cambios:%sólo recuerdo que me opuse obstin la Junta de Peritos que proclamóla expropiación petrolera.// Además de los nombramientos
se removiera de la dirección de Minería al ingeniero Maria
no Moctezuma, expedidos por Balbino Dávalos, se reconoce que durante su periodoal frente de la rectoría
movimientos de la Universidad Nacional también logró un acuerdo para que los estudiantes no pagaran
porque su competencia me pareció insustituible.2? Los demás la cuota de servicios escolares en la Preparatoria anexa a la Facultad de Altos Estudios, y su
proyectados quedaronal arbitrio de Vasconcelos. primera declaración al frente de la Máxima Casa de Estudios, ha sido considerada comola
otro que
1 motivadora del ideal universitario: “El ideal universitario, en misentir, no puedeser
l científica,
de México. Médico y escritor. el de escudriñarinsistentementela verdad posible en la investigación experimenta
31 Guillermo Parra (1859-1934) nació y murió en la Ciudad con la tendenciaespiritual de hacer cada vez másrealizable el bien humano.” (Guadalupe
revista El Cáncer (1920). Fue director dela Facultad de Medicina de la Universidad Excélsior,
Fundóla Appendini, “Balbino Dávalos, autor del ideal de la Universidad, fue recordado”,
México (1920-1 923), donde creó el primer Laboratorio de Análisis
Nacional Autónoma de t. V, año LXXXIII (12 de octubre de 1999), p. 11. .
Clínicos y Gabinete de Radiología. Álvaro Obregón (1880-1928) nació en Navojoa, Sonora, y murió en la Ciudad de México.
la dirección de la Escuela
>
u
2 En Mcse elimina: “Alejandro Quijanosiguió, y porvarios años, en ano. Antonio Docente, militar y político. Inició su carrera política como presidente municipal de Huata-
de don Venusti
de Derecho, que desde hacía tiempo tenía por nombramiento bampo, Sonora. Después ingresóal ejército con el grado de Teniente Coronel, y cuando es-
Caso, por supuesto, continúo también en Altos Estudios.” calló la Revolución en el norte de la República se adhirió a don Venustiano Carranza. Asistió
33 En Mcse suprime conraya: “MúsicayDectamación”. como delegado a la Convención de Aguascalientes, y combatió en Trinidad, León y Celaya,
3 En Mc “Carrillo,” por “Carritlo-eminentemacstro”. posteriormente perdió un brazo en Santa Ana del Conde. Más tarde, ocupó el
puesto de
hizo”.
Ministro de Guerra. Comoresultado del Plan de Agua Prieta fue electo para ocupar la presi-
A Ehucho Hr ueta; CONTO TIT efecto; to
35 En Mc suprime con raya: “acompañando
36 En Me “cambios” por “movimientos”.
Potosí, y murió en la Ciudad de dencia de Méxicopara el período 1920-1924. Ensu gestión desarrolló una importante labor
77 Julián Carrillo (1875-1965) nació en Ahualulco, San Luis agraria y logró el apoyo de los grupos obreros, mejorando al mismo tiempo la educación
México, D.E Fuevioli nista de la Orquest a de la Gewandh aus, dirigida por Arthur Nikisch y
los puestos de inspector general de Música rural. Debidoa las reformas constitucionales, volvió a presentarse como candidato la presi-
en la del Real Conservatorio de Leipzig. Ocupó
Nacional y profesor de las clases de
dencia y fueelecto en julio de 1928. El 7 de julio del mismoaño,se celebraba en la Bombilla,
de la Ciudad de México, director del Conservatorio en San Ángel, un banquete en su honor cuandofue asesinado por José León Toral.// Balbino
llamó “sonido trece”,
Composición. A partir de 1925 centró sus investigaciones en lo que Dávalos tomó posesión comodirector honorario de la Facultad de Filosofía y Letras para gra-
que si doblaba una cuerdade l violín a la mitad, ésta daba cada vez un octavo
dondeadvirtió duadosy la Escuela Normal Superior, el 26 de marzo de 1925, con nombramiento oficial
del
la octava, donde resultaron 37 mil 120
superior, con ello, logró 4640 sonidosdiferentes en presidente constitucional, el cual fue ratificado al año siguiente, al tiempo que fue revocada
y murió en la Ciudad de
en los ocho conocidos.// Julio Jiménez Rueda (1896-1960) nació a en la disposición de clausurade la Facultad, emitida un año antes. Desde febrero de 1925 hasta *
io de embajad
México, D.E Pedagogo, abogadoy escritor. Ocupó los cargos de secretar (1921-1922), julio de 1928, Dávalos enfrentó los avatares universitarios como director de la Facultad de
Buenos Aires
las delegaciones diplomáticas de México en Montevideo (1920) y Filosofía y Letras, impulsando los primeros planes de estudio formales, con lo que dio una
Mexicano de Escritores,
director del Archivo General de la Nación, presidente del Centro estructura estable a la organización académica y asentó las bases para su franco desarrollo. El
l (1918), donde estrenó dos
aio
sino Días después salí rumboa la frontera en carro especial que ordenó poner
porque siempre he creído que todo ello no fue mera omisión casual, cuyo cargo
Dela Huerta, y en el que me acompañaron Aureliano Mendívil, a
propósito deliberado y malévolo.% ado cónsul en
había estado la Secretaría de Hacienda,y José Quevedo, nombr
Horas”! después de ese mismodía y en los salones de Palacio, tras la cere- Hamburgo.?
monia de toma de protesta queallí se celebraba, hablabayo casualmente con Y ya en Berlín correspondí a la generosa confianza del señor De la Huerta
,
me con festiva
De la Huerta, cuando, interrumpiéndonos, se acercó a saludar ente Ebert y
a obteniendoel reconocimiento de su gobierno porparte del presid
jovialidad un individuo de pequeña estatura pero de esbeltez bien erguida, y Alemania.*
dos, estableciendo con ello las interrumpidasrelaciones entre México
quien de pronto no pude reconocer:era Vasconcelos. En presencia delos
prorrumpióel presidente,dirigiéndose a mí:
á
—Ya sabe usted que pronto saldrá para Londres y en su lugar quedar
Vasconcelos como rector de la Universidad.
en ta-
—Encantado, mis plácemes...— En suma, todo lo que se dice
les casos.
aba es-
Por lo mismo, al presentarse nuestro Ulises donde me encontr
el persona l adminis trativo
perándole, procedí desde luego a presentarlo con
ya hecho
quehallábase a mano. Le informé minuciosamente de lo que estaba
samente
y lo que proyectábase hacer, en todo lo cual me manifestó afectuo
conformidad,” etcétera, etcétera. De manera que el aspecto dramáti co con
queél ahora reconstruyela escena, no revela sino otro de sus delirantes impul-
a.
sos que lo estremecen al encaramarse en los zancos de su vanidad inflativ
el acto de
Por último, el que no me hubiese llegado el documento para
él
entrega con la debida autorización oficial, que es lo único cierto de lo que
cuenta, no meextrañó grandemente, pues lo atribuí a descuido o simple igno-
rancia delas incipientes autoridades.
152
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
154 Bausino DávaLos
e;
Leí con verdaderadelicia el folleto último que tuvo usted la bondad de enviarm
enseguida: “... y quisiera también quenose esfuerce usted grandemente en punto .... Le
creo queestá escrito con toda propiedad, con fuego y admirable galanura
a fidelidad, pues (aun en los casos que se aparta usted más del texto) en las imá- no hay duda; y le veo
felicito muy sinceramente; ha adelantado usted muchísi mo,
genes, en el juego de metáforas, en el modo de adjetivar, en el espíritu y el estilo, delas letras.
desde aquí con extremada fruición avanzar por el sendero espinoso
en fin, queda usted tan adentro del genio horaciano, quesi usted nose niega a
¡Adelante! Usted sube; y yo voy trasponiendo el monte sagrado.”
agregarle el suyo propio, adquirirá la literatura una creación nueva, hermosa y
rara en que renazca Horacio desarrollando, engrandeciendo y más poeta que no s!
lo fue nunca. Así pues, he querido complacer a usted en todo, aunque los con- ¡Cuán inmotivada y nada profética la melancolía de estas últimas palabra
en
ceptos que preceden me honran más de lo que pudiera merecer. Su esplendor brillará cada día más; mientras que éste, su juvenil amigo
insigni f-
aquellos tiempos, ha venidoal cabo de los años a tan imperceptible
cancia, que ni sus propios ojos la distinguen.
Tal era él: creador fecundo, laborioso y modesto; y así era yo: criticastro
moroso, olvidadizo y absurdo. Cuanto ha quedádomede esa nutrida correspondencia, lo he puesto en
o en
“Y todavía alguna alusión quehehallado al revisar sus cartas me hatraído manos de don Gabriel Méndez Plancarte, el brillante autor del Horaci
júbilo, ha-
un recuerdo de que mehabía olvidado: cierta vez, quizás hostigado, vacilante México? quien seguramente harecibido mi preciada donación con
o curioso por mi insistencia en inducirle a no interrumpirsu versión de Ho- brá de conservarla con amor y podrá aprovecharla con talento.
sus con-
racio, me interpeló un tanto asombrado: | ¡Masaún ya desprovisto de todas su cartas, cuántos recuerdos de
la memori a!
—¿Pero usted cree que mi traducción tendrá muchos lectores? versaciones y benévolas confidencias quédanme atesoradas en
ad y ner-
A lo que le respondí al capricho, mientras él me oía con azorado ¿Repetiré algunas?... Voy a intentarlo, aunque no será con la vivacid
vio de su elocuencia.
asombro:
—Seguramentela leeremoscinco seis aficionados; probablemente diez... En algunas de sus confidencias, llegó a decirme:
agreste
acaso veinte... pero eso nada vale: lo importantees la obra. Desde niño, me maravillaba el aspecto de la naturaleza. Todo lo
las flores,
Esta babosería de respuesta me imagino me fue sugerida por la afición representaba vida, expresión y encanto para mí: los árboles, el prado,
ios del agua
con que Antonio de la Peña y Reyes bromeaba por aquellos días a nuestro las mañanas,elcielo, las aves, las mariposas, las brisas, los murmur
perderme
colega Ezequiel Chávez, se me antoja, muy a pesar mío, ya confirmada, pues y aunelsilencio del campo. Á menudo me escapaba de casa para
¿quién haleído el Horacio de Pagaza, no obstante que tantos lo celebran? Mas
entre las arboledas y breñales.
si Clearco Meonio aun estuviera oyéndome,le podría agregar: ¿Supone usted —+¿Y cuándo comenzó usted a hacer versos? Le pregunté.
que sean más leídos Homero,ni Virgilio, ni Dante, ni Shakespeare, ni Cer- Y él, como absorto, repuso:
incorporár-
—Cierta vez, aun de muytiernos años, sentí un arrobamiento
vantes? Los autores más famosos son los que nadie lee; mas, en cambio,según
Balzaclo dijo, “la reputación literaria, una vez obtenida, jamás se pierde”. semeen palabras, y sin darme cuenta, hice mis primeros versos...
Los sentimientos de Pagaza eran tan nobles y tan alentadora su simpatía
que desde años antes (13 de enero de 1902) me había escrito: (1902), de Balbino Dá-
7 Debetratarse de la primera edición del libro de poesía Las ofrendas
rmente publicar ía en 1909. Sin embargo , de esa primera versión del único
valos, que posterio
-* libro de poesía publicado por Dávalos, no se tienen más noticias.
6 Antonio dela Peña y Reyes (1870-1924) nació y murió en la Ciudad de México, DE. Perio- án, y murió en la Ciudad
Gabriel Méndez Plancarte (1905-1949) nació en Zamora, Michoac
dista y crítico literario. Hijo del gramático Rafael Ángeldela Peña.Al igual que Dávalos, co-
co
Lengua. Investigó
laboró en ElRenacimiento, Revista Azul, ElNacionaly El Siglo Diezy Nueve. Publicó los libros de México.Filólogo y escritor. Perteneció a la Academia Mexicana de la
s mexican os delos siglos XVI y XVII, lo cual se
Algunospoetas (1889), Cartilla popular de ortografía (1915) y Antología moral (1920).// Sobre
sobre la influencia horaciana en los escritore
materializó en su libro Horacio en México (1937).
Ezequiel A. Chávez vid. supra nota13 del artículo “Cómo fui académico”, de esta edición.
160 BaLsino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 161
eces
eficientey previsora, con anónimo gesto de desdén hacialas altivas ridicul
o en em-
de quienesserían los deleznables contemporáneos del poeta fecund
pañales; lanzóle al
brión,nole eligió mullida cuna provista de aristocráticos
APROPÓSITO DELUIS G. URBINA" mundo, el mundillo inquietísimo de Anáhuac, dejándole caer piados
amente,
y huma-
no en albañal niroca, sino en brazos del pueblo, del pueblo generoso
rés, con abnegación
no que sabe arrullar a sus criaturas con sacrificio y desinte
y regocijo.
CONver-
Y Luis se jactó a menudo, en sus versos y en sus prosas y en Sus
ido hijo del
saciones, sin mortificación ni enorgullecimiento, de ser y habers
rañar
pueblo. ¿Quién, del fondo de ese humilde origen, se atrevería a desent
ilustre,
nada oprobioso parael engrandecido amigo? ¿Quién no ve un blasón
de casta y de linaje con la: masa
máxime en nuestros días, en esa raigambre
propulsora
núbil, laboriosa y enérgica que se vigoriza y fecundaporla fuerza
y rumorosa sonoridad de su emanadaderecio y palpitante corazón dela estirpe nativa?
LE Urbina, Luis G. Urbina, en la insólita Fueen sus frescas, primaverales mañanas de poetaya festejado,
cuandole
ros oídos y resuena emocional-
nombre, que vibra musicalmente en nuest ¡Cuán ancianos
cusión de un ritmo familiar que conocí, hacede ellos la friolera de casi más de sesenta años...
mente en nuestros corazones, es comola reper vamossiendo los jóvenes de entonces!... Recién arriba
do de provincia, o sea
Es el suyo nombresutil, presti-
quiere decir canto, reflorecimiento y poesía. de mi estado natal, e injertado por no sé qué prodigio de magiali
teraria en
la fortuna que lo destinó a
giado y prestigioso de antaño, nombre mimadode el grupo juvenil que se llamaba el Liceo Mexicano,?
me sentía, confiésolo
del verbo y dilatarlo en haladas
nuestroslares para balbucir la divina palabra ingenuamente, más que orgulloso de una honra que mi incons
ciencia no
canciones. os consocios
o mundo delas creaciones aquilataba, desconfiado y pueblerinamente curioso de mis extrañ
Nosfue providencialmente enviado del ignot y probables o posibles amigos en sucesivos días. Lo primero que se destac
aba
z palpitación para retemplar
fecundas de sustancia inspiradora, como una efica a mi observación de transplantado novicio fue el aspect
o de Urbina, visi-
n. Y la Naturaleza, su creadora
almas que aun sientan, se estremezcan y sueñe blemente escrupuloso en el vestir; cuerpo pequeño, leveme
nte rechoncho,
o y a las
cabeza rizosa de frente amplia y abovedada;ojos a las veces de ensueñ
firmadas como Balbino Dávalos: “Luis G. udas
Y Conozco dos versiones de este artículo, ambas
de enero de 1935, pp. 14 y 15); y “A propósito de Luis veces de alegre sonrisa o de fisga, y al extremo de las mangas, unas moflet
Urbina”(Todo, añoII, núm. 74, 29
a en labieci llos pulpo-
G. Urbina” (Excélsior, t. 11, año XXX, núm.
12.). Urili-
19506, 11 de mayo de 1946, pp. 4 y manecitas de niño. En su boca, botón de carne rasgad
d de pocas, cortas y
zo esta última como texto base.// Luis Gonza ga Urbina (1864-1934) nació en la Ciuda
sco Javier Osorno, sos y repliegue burlón, apenas si le despuntaban, al remate,
fundó con Dávalos, Franci parecía
México y murió en Madrid, España. En 1898,
Federico Gambo a, Carlos Díaz Dufoo y Javier Santa María (1853-1910), una Asociación ralas hebras de presunto bigote. Su andar caracterizaba a lo que me
la palestra durante el homenaje que adivinar, como una preventiva concentración de pensam
iento contra aproxi-
de Escritores. Al lado de Dávalos también compartió ro, y un año después al poeta
María Guerre
en 1900,se le rindió a la bailarina española el cargo de primersecretario maciones inadecuadas a su aprecio. Yo lo admirabaya, traía
sabidos muchos
(1817- 1901). En Españ a Urbin a ocupó
Ramón Campoamor unos sonetos que se editaron bajo
1920), donde escrib ió
de la Legación de México (1918- s de Julio Ruelas (Méxi-
Dával os y dibujo el arzobispo Antonio
el título de Retratos líricos con prólogo de Balbino del periód ico Excélsior se publicaron 2 Dávalos llegó a la Ciudad de México en 1884 auspiciado porsu tío
de 1946, en las página s en 1889,
Artes y Ciencia,
co, Stylo, 1946). Durante marzo
a versió n del prólogo de Dá- Labastida y Dávalos, quien lo presentó en el Liceo Mexicano de
endo una primer Rafael Mangino, José
varios artículos en memoria de Urbina, incluy
Balbin o Dávalos a los sonetos convocado por Luis González Obregón, Adolfo Verduzco y Rocha,
no Dávalo s, “Prólo go de don
valos a los Retrat os líricos (Balbi Cárdenas y Ángel de Campo Micrós.
14480, pp. 4y 11).
inéditos de Urbina”, Excébsior, t. IL, año XX, núm.
170
172 Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 173
o pudiera
ella lo declaro, a mi juicio, franca y netamente prematuro. Cuant
EN MEMORIA DE LUIS RICOY'
nisería
decirse y cuanto estos últimos días se ha dicho y repetido, no hasido
la apreci ación
sino exaltaciones del afecto y de la ocasión, sin encantamiento a
contemporáne os.
justiciera. Luis Urbina todavía sigue siendo uno de nuestros
lo sin
A los críticos del porvenir toca la tarea y el deber histórico de definir
s, y lo único
parcialidad aderezada con adobos ni dulces, ni amargos, ni picante
que hoy podemosdesear es quetales críticos lo revisen y estudi en, no confor-
sino con
meal transitorio gusto y siempre fugaz época en que ellos florezcan,
hacia lo pasado
la perspicacia de quien sabe dirigir penetrantemente la vista
es desaparecidas.
y se precia en perfilar lúcidamente las valiosas personalidad
175
176 Bausino Dávatos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 177
Mevoy, me voy
Para formar divisoriamente las dos estancias provisionales, se habían
con Luis Ricoy col-
gado a debida distancia dos amplias, gruesas y oscuras cortinas defelpa
hoy mismo: ¡HOY! que, en
la primeradivisión formaban amplio despachopara el ministro y su
secretario
particular (0 sea yo), y la segunda división, para el subsecretario, el intelige
Aunqueelestado de agoníaes casi siempre de duración elástica,di por de nte,
ameno y cordial Pepe Gamboa, hermano mayorde Federico.!!
contado quenose prolongaría sino pocos instantes y, obstinado* en no moles-
Al entrar, a eso de mediodía, medirigí a mi escritorio, situado a poca
tar con nuevas llamadas alámbricas, avíneme a esperarlas noticiasdela prensa dis-
tancia del bufete del señor Mariscal," quien habitualmente llegaba no muchos
tempranera del sábado. Al no hallar nada en ella, me halagó la esperanza de
minutosdespués.
un benigno mejoramiento; mas algunas horas después, al requerir nueva in-
Sentéme y al punto púseme a cavilar en qué formasería posible facilitar
formación, sonó la fausta” nueva: “Falleció esta mañana...”
a Rebolledo algún alivio. ¿Para el servicio diplomático? De seguro que no: su
Y comosi despertase de una perplejidad dolorida, se me inundó la memo-
aspecto nolo favorecía... ¿Pero, por qué no? ¿Acaso no tenemosen funciones
ría de un turbión de borrosos recuerdos que insensiblemente cobran precisión
hasta algún ente muy presumido, de quien todo el mundoseríe?...
y viveza... ¿por qué no retornar hacia algunos?
En esas entró el señor Mariscal, saludándome con su habitual y bonda-
Al albor deeste siglo, a lo que recuerdo, quizás en 1901, encontré por
dosa cordialidad.
la calle a Efrén Rebolledo, quien acababa de obtener? su título de abogado.
” Arrellanándose en su sillón, fue abriendo calladamentelos pliegos de su
Advertí desde luego que recibía mi felicitación con austero desmayo, pues
correspondencia particular que, bien acomodados,se le habían situado en su
medijo:
mesa y mellamóen seguir diciéndome:
—Conrecibirme pierdo la pensión que me daban comoestudiante... No
sé qué hacer...
Procuré animarle, y proseguí caminoa la Secretaría de Relaciones, situada '! Federico Gamboa(1864-1939), nació y murió en la
Ciudad de México. Novelista, drama-
entonces sobre el ala izquierda del Palacio Nacional; mas como estaban ha- turgo, diplomático y periodista. Colaboró en numerosas publicac
iones de los siglos xix y XX.
Desu obra, destaco: Suprema ley (1896), Metamorfosis (1899),
ciéndose reparaciones en las oficinas directivas," el ministro, el subsecretario recuerdos (1906) y Reconquista (1908). En 1895, intercedió, al
Santa (1903), Impresiones J
lado de Manuel González
y yo nos hallamos ocupando provisionalmente unadelas antesalas de la Pre- Horns, con el presidente Manuel González para que a Dávalosl
e fuera otorgada la plaza de
Segundo Secretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con
sidencia. lo que el poeta comen-
26 unalarga carrera diplomática. Tres años después, ambos escritores, junto
a Carlos Díaz
Duffo, Luis G. Urbina, Javier Osorno y Javier Santa María, fundaronl
a fallida Asociaci ón
de Escritores. Dávalos publicó los artículos “Una curiosidad frustrada
de Menéndez Pelayo”
(Excélsior, t. VI, año XVIIL, 24 de noviembre de 1934,
En Ma “obstinado”por “resuelto”.
Ja
Efrén Rebolledo (1877-1929) nació en Actopan, Hidalgo, y murió en Madrid, España. 1947, p. 4). Textos que he refundido en vid. supra. “Gamboa, embajado
Poe- r, y Menéndez Pela-
ta, novelista, abogado y diplomático. Fue secretario de las legaciones en Guatemala y Japón, yo, bibliotecario”, pp. 145-154, deesta edición. La carta “Juicio
y tesis de Reconquista”, en la
así como encargado de Negocios en Noruega. Sobre este nombramiento, se conserva que Dávalosfelicita a Gamboa porsu última novela, fue recogida porel periódic
o
carta en la que habla del tema con Dávalos, en el F8D (caja 8, exp. 3, f 4.).
una (año XII, núm. 2519, 9 de noviembre de 1946, p. 12), en el número homenaj Novedades
Compañero de e queel diario
Dávalos de la segunda generación modernista o decadente, también colaboró ofreció al autor de Santa. Por su parte, Federico Gamboahizo Numerosas
en la Revista anotaciones en su
Moderna, El Mundo Ilustrado, Revista de Revistas y Vida Moderna, entre otros - Diario sobre la admiración y cariño por el poeta colimense (Conacul
impresos. De ta, 1995,t. II (1897-
su obra abundante figuran loslibros: Elenemigo (1900), Cuarzos (1902), Más 1900), pp. 27, 35, 39 y 52; t. V (1909-1911), pp- 25 y 89; y, t. VII
allá de las nubes (1920-1939), pp. 126,
(1903), Hilo de corales (1904), Estela (1907), RimasJaponeses (1909) y Salamandra 150, 199, 243, 274-275, 288, 305, 309, 331 y 340). «
(1919). * Sobre Ignacio Mariscal, vid. supra nota 1 del texto “Don Ignacio Mariscal
19 En Mcañadió: “solamente”. y... El Dómine,,
de esta edición.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 179
178 Baueino DÁVALOS
—Porahí va unacarta del general Reyes recomendando a una persona...!? —¿Por qué?...
Contéstala diciendo que siento no complacerlo debido a que no hay vacantes... —Porquehabla el francés tan excelentemente comoelinglés.
Al volver a mi sitio, busqué de preferencia dicha carta, y cuál no sería mi —Razónde más...
sorpresa y júbilo al leer que la persona recomendada era nada menos que Efrén —;No!, porque en Londres ya lo conocen como tonto y no quiero que le
Rebolledo. ocurra lo mismo en París.
Salté de mi asiento, me acerqué al señor Mariscal y atropelladamentele Solté a reír ante semejante humorada, muy de su carácter festivo pero
fui diciendo: íntimamente bondadoso y cordial, y ya plenamentesereno, le aclaré:
—Señor, el recomendado por don Bernardo es un joven de muchotalen- —Hayun medio muy fácil: desde hace varios años ha estado en Guate-
to... acaba de recibirse de abogado... no halla ocupación por de pronto... sería, mala comotercero y luego segundosecretario, Ricoy; muyjusto sería enviarlo
sería... muy útil. a París para que en Centroamérica lo sustituya el nuevo recomendado... Así
—¿Pero qué puede hacerse, sin vacantes? dejaría usted complacido al general Reyes.
—Meparece que hay una, de segundosecretario en París... —Esa combinación sí me gusta —murmuró don Ignacio—. Hoy mismo
—¡Ah!!* —exclamó don Ignacio—. Pero yo no voy a mandar a un novicio lo acordaré. Conteste usted al general en tal asunto.'*
de segundo secretario a París. 1
Apresuradamente mecanografié la respuesta, recabé la firma y remití la
—Noporcierto —agregué más tranquilo— , pero podría buscarse una carta al Ministerio de Guerra para asegurar el acuerdo contra cualquier evento.
combinación. Por ejemplo, podría pasarse a Fulano de Londresa París... Y al retirarmeel oficial de guardia que ocupaba su mesaal exterior de la
—Eso nunca —prorrumpió don Ignacio, sonriendo maliciosamente. cortina, me detuvo diciéndome:
—¡Señor, qué bien que defendió usted a su amigo!
“Hay queser más precavido”, pensé luego. “Este hombrelo ha oído todo
13 Bernardo Reyes Ogazón (1850-1913) nació en Jalisco, y murió en México D. E Militar y tras de las cortinas y deseguro irá a propalar entre los empleados. Ojalá no...”
político. Participó en diferentes batallas, como en Michoacán contra las fuerzas imperialistas,
ademásde Villa de Unión, Sinaloa y en Tuxtepec, Oaxaca. Por su desempeñoen el campo de
Pronto vi a Efrén en una reunión de amigosy díjele:
guerrarecibió la banda de general brigadier. Durante el Porfiriato ocupó diversos cargos pú- —Conviene que lo más pronto posible vaya usted a darle las gracias al
blicos, como gobernador de Nuevo León durante tres periodos, 1885, 1889-1902 y 1903- señor Mariscal.
1909;y secretario de Guerra. Autor de Ensayo sobre un nuevo sistema de reclutamiento (1885),
El ejército mexicano (1901), Elgeneral Porfirio Díaz: estudio biográfico (1903) y Conversaciones Así lo hizoal siguiente día en la propia Secretaría de Relaciones donde ya
militares (1907). En principio, fue un militar leal al gobierno de Díaz, pero a partir de su nos hallábamos reinstalados, y cuando el ministro retornó delsalón derecibo,
último periodo como gobernador de Nuevo León, comenzó su propia carrera presidencial,
lo que tensólas relaciones con el presidente. Para salir del problema, en una especie de exilio me lanzó con su humorismohabitual estas palabras:
disfrazado, Díaz le ofreció que realizara un viaje a Europa para que estudiara nuevas estra- —:¡Si hubiera yo sabido que era tan feo, no lo nombro!'*
tegias militares. El general Reyes preparó su salida de México a través de Estados Unidos
de Norteamérica, donde fue vigilado por el sistema de servicio secreto de Porfirio Díaz
en A mivez, para momentáneo esparcimiento, le conté una bobada que paso
Estados Unidos, con el siguiente método: el gobierno mexicano, vía Joaquín D. Casasús o a referir brevemente.
Ramón Corral, discutía con Balbino Dávalos, Victoriano Salado Álvarez e Ignacio Mariscal
la información quesesolicitaría a la agencia de detectives de Thomas Furlong, además de po-
Los cuatro o cinco amigos que constituimosel grupoinicial de la Revista
ner sobre la mesael costo deestos servicios. Una vez realizado este concilio, se le hacía llegar Moderna,” teníamos la costumbre de pasar la mayor parte de los domingos
la solicitud por medio de telégrafo o del correo postal al historiador Carlos Pereyra, esposo
de la poeta María Enriqueta Camarillo, para queél se pusiera directamente en contacto con
la agencia Furlong. Los reportes sobre el seguimiento que se realizó a Bernardo Reyes, que 15 En Me “asuntos” por “sentido”.
contó con la colaboración del periodista italiano, Giovanni Almagia, se pueden leer en
tres 16 En Mcsuprimió: “—¡Si hubiera yo sabido que era tan feo, no lo nombro!”
expedientes del FaD:caja 4, exp. 52, f. 2 y caja 6, exp. 26, £ 4. 17 Revista Moderna. Arte y Ciencia. (1898-1903), publicación dirigida por Jesús E. Valenzuela,
$4 En Ma “¡Ah!” por “¡Ahí!”. quienle atribuye el título del impreso a Balbino Dávalos. En ella colaboraron los miembros
180 Baugino Dávatos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 181
una rios y empleados, nada escaso,de que disponía. Escribí en lo privado al propio
Su hermosotalento parece tener dosfases: la dolorosa y realista (Sepulcro de
(estatua del homérico general Díaz la urgencia del caso, pues cada día me sentía más temeroso de in-
joven rusa), la otra intencionalmente épica y legendaria
currir en cualquier desacierto que me fuera perjudicial, mas la única respuesta
Néstor). Una exposición particular que abrió el artista en su taller de la avenida
querecibí fue que se metenía plena confianza. Esto no me halagó, y ansioso
Niel, en París, ha permitido apreciar toda la fuerza, el ardor, la originalidad y la
de contar por lo menos con un secretario más en cuya aptitud se pudiera fiar,
esencia expresiva de sus obras, que le colocan en la primera fila de los escultores de
escribí reservadamente al señor Mariscal, rogándole se trasladase a Ricoy
contemporáneos.
París a Washington, en su calidad de segundosecretario, ya que aún así equi-
¿Qué mejor panegírico? Y no resisto al impulso de mencionar un repenti-
valía a un ascenso por la mera ocasión de pasar de legación a embajada.
del
Y tuve la suerte de que se me atendiera, pues cierto día, al clamor
no recuerdo personal mío que me bulle en la mente...
teléfono, oí la voz de Luis diciéndome:
A pocodeinstalarme en San Petersburgo (hoy Leningrado) por abril del
—Acabo dellegar. Estoy en el Hotel X, dentro de pocoiré allá.
año 14,2en vísperas de la primera gran guerra, fui a visitar el famoso Museo
Dichohotel hallábase a sólo dos calles de nuestra cancillería, a un minuto
de PErmitage y al punto de entrar al primer salón,” aisladamente situada
de alcance. Llegaría yo allí más deprisa que Luis en venir y, sin más ni más,?
comoen centro de honorpara recibir a los visitantes, vi una escultura sosteni-
me encaminé en su busca.”
da sobre un pedestal en queseleía claramente “Antokolski”.
Lo encontré vistiéndose al acabar de salir del baño, regocijadamente nos
Acordándomede Ricoy, por asociación de ideas con tal nombre,y curioso me
saludamos y al preguntarle si no lamentaba el haberse alejado de París,
de ver porprimera vez una escultura original del broncateur calumniado,hallé
contestó:
que sólo un busto que representaba, si mal no recuerdo, a Salomé conla ca-
—_Lejos deeso. Hasido unafelicidad.
beza del Bautista y comprendíporsólo elsitio de exhibición en que estaba,el su
Y como ansioso de confidencia, púsose a referirme las peripecias de
deliberado aprecio quese rendía alartista. e un velo... y dejarlo
matrimonio. Mas a lo confidencial hay que envolverl
En unade las veces que tuve a mi cargo la”* embajada en Washington (por
dormir.
1906),el trabajo era tan excesivo que no mebastaba el personal de secreta-
Comode Washington me pasaron a Londres a mediados de 1907 y Ricoy
quedó en la capital norteamericana, de donde no lo trasladaron si no hasta
2 En el año de 1914 Balbino Dávalos llegó a San Petersburgo como ministro plenipotenciario
de México en Rusia. En las vísperas de la Revolución rusa, el zar Nicolás II recibió al poeta 1908 a Bruselas como primersecretario en Bélgica y los Países Bajos. Y comoa
con una majestuosacelebración. Dávalos, apenado y atolondrado, le dio la dirección de su semejanza de lo? que pasaba con él, a mí también metraían, al correr y parar,
oficina, prebendada apenas con una máquinadeescribir inservible y sobres membretados,sin
hojas ni carpetas. Pronto decidió mandar a elaborar su papelería a Berlín, Alemania,
donde de Inglaterra a Portugal, de allí a México y de México nuevamente a Portugal,
supuso quelos costos serían más bajos y la calidad másalta. En la legación mexicana en Rusia
el único funcionario oficial era él mismo y su esposa hacía las funciones de secretaria. (FBD
de diplo-
caja 4, exp. 92, f 2.) Ante la Revolución Rusa, Dávalos debió abandonar su puesto al sur de
Liberal, encabezada por los hermanos Flores Magón, quienes se habían refugiado
mático, y se exilió momentáneamente en Estados Unidos de Norteamérica. Sus experiencias Estados Unidos. Su compadre y mejor aliado político, Manuel González
Horns, le escribió
como
duranteeste periodo, deben estar contenidas en el libro Un año en Rusia, que anunció ciones sobre sus funciones diplomátic as: felicitaciones por
una carta para darle recomenda
inédito pero que nunca publicó. más complacencia con
su rápido ascenso dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
23 Este edificio se encuentra ubicado en San Petersburgo. Fue construido duranteel siglo xv Ignacio Mariscal y displicencia hacia Joaquín D. Casasús y, sobre
todo,ser cauto, humilde y
porel arquitecto Bartolomeo Rastrelli, el mismo que diseñó Petrogrado,la casa de los Zares. desconfiado con sussubalternos. ( Cf “[Carta de Manuel González hijo a Balbino Dávalos)”,
Conserva una amplia colección de arte, que incluyelas obras de artistas, italianos, franceses, ubicada en FBD del A4MC, caja 4, exp. 23,f. 3.)
holandeses y rusos.
: .26 En Ma “sin más ni más” por “a poco rato”.
2 En Mae “la” por “nuestra”.
27 En Me. “en su busca” por “en busca de Luis”.
25 En 1906, Balbino Dávalos ocupabala secretaría de la Embajada de México en Washington.
del Partido 28 En Me “a semejanza de lo que pasaba conél” por “a lo que”.
Entonces, tenía como misión especial seguir la pista de la Junta Organizadora
184 Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 185
tarios o por la información de la prensa. Yo no me daba la menor cuenta de misterio de los once pesos”, de esta edició n.
murió en la Ciudad
iano le en San Pablo Guelatao, Oaxaca, y
5 Benito Juárez (1806-1872) nació
que hubiese todo ello, ni a mi juvenil curiosidad de estudiante provinc regidor del Ayunt amiento de Oaxaca en 1831 y
de México, D.E Abogado y político. Fue óel equilibrio
importaba un bledo semejante barullo. Pero sí recuerdo, con vivísima lucidez, Como gobernador de su estado natal (1847) procur
diputadolocal en 1833.
Juan Álvarez lo nombró ministro de Justi-
cómo vi abatirse dentro de una oleada de gente a unjoven militar montado en económico y ejecutó obras públicas. El presidente
Desde este minist erio, expidió La Ley sobre Administración
cia e Instrucción Pública (1855).
caballo negro, quien, alzando un brazo armado de fulminante sable, pugnaba n, del Distrito y Territorios, También fue mi-
deJusticia y Orgánica de los Tribunales de la Nació
) y poste riorm ente fue elegido presidente de la Suprema Corte
nistro de Gobernación (1857
ente Comon fort. En julio de 1859, con apoyo del
de Justicia, durante el gobiernodel presid uir la Guerra de Reforma con el triunfo
t. V, año XXX, núm. grupo liberal, expidió las Leyes de Reforma. Al concl continuar en la Presidencia (15 de ju-
1 Gabino [sic] Dávalos, “Lo genial en Salvador Díaz Mirón”, Excélsior, ituci onalm ente para
de los liberales, fue electo const
10654 (7 de octubre de 1946), pp. 4 y 11.// Sobre Salvador Díaz Mirón vid.
supra nota 11 en mayo de 1863 tuvo quedejar la Ciudad
nio de 1861). Debidoa la intervención francesa, puntos del país. Regresó a la ciudad de
ntes
del artículo “Cómo fui académico”.
de México,ejerciendo su gobierno desde difere
2 Sobre Manuel González y su hijo, vid. supra nota 12 del artículo “Cómo
fui académico”, de Maximiliano fuejuzgadoy fusilado.
México el 15 de julio de 1867, después de que
el artículo “Joaquín Arcadio Pagaza. El hombre
esta edición.
Ciudad de Mé- 6 Sobre José Joaquín Arcadio Pagaza, vid, supra
3 La E a Factores la actual calle Allende, en el Centro Histórico de la y el poeta”.
xico, D.E
186
188 Bauemo DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 189
Humanidady del
por varios de sus a quien fuesen familiares abundantes ideas y secretos de la
Hallámoslo acostado como de costumbre, acompañado mundo,ya que lo mismo disertaba sobre temas de abstra cción matemática,
Al darle la mano, mela
amigos sentados en fila semicircular frente a su cama. dándoles la apariencia objetiva de las cosas concretas, que capri
chosamente
a.
retuvo con firmeza, exclamando:
biendo en El Uni- definía y sintetizaba las fantasías y sutilezas de su visión poétic
—¡Ah! Usté meva a decir la verdad. ¿Quién está escri Su obra principal fue su verba; su charla, una emisión de mecan
ismo
versalesos artículos por Adolfo Duclós Salinas?*” espontáneo; mas toda su locuacidad era no sólo amena, sino
opulentade re-
—¿Su autor? —le contesté—. El mismo Adolfo. miniscencias e imágenes que se engalanaban con celajería
de recuerdos.
de Miguel Macedo.”
—No —repusoenérgicamente—. Esos artículos son En cualquier ocasión podía recitar de memoria centenares
de versos, suyos
de Duclós, yo mismo lo he y a su oído
—Está usted mal informado, Salvador. Son o ajenos, con la naturalidad de quien estuviese improv
isándo los,
t, Leopardi o
visto escribiéndolos.
no quiere aparecer autor
sonaba el nombre de Byron o Shelley, Hugo, Lamartine o Musse
—No, no,no. Son de Macedo,quien se oculta y Carducci,o quizás algún otro inglés, francés o italiano de prime
r orden, pro-
deellos. s, con cuyas lenguas,
rrumpía en recitaciones delargas poesías de esos autore
rato exponiendo razones hablaba, tentado
Y sin soltarme de la mano, prosiguió larguísimo obras y vidas parecía familiarizado. Como de alemanes no
gente, logré
o sinrazones, hasta que yo, aprovechandola entrada de nueva mesentía a recitarle versos de Goethe o Schiller y preferente
mente de Enrique
s que estarían es-
escabullirme precipitado en busca de los hambreados amigo Heine, pues que el autor de Intermezzo era por enton
ces mi poeta predilecto.”
|
a a nadie, pues de ha-
perándome.
s, ni de qué proce die- Afortunadamente Salvadorera incapaz de ceder la palabr
Norecuerdo lo que en aquellos días escribiera Ducló bérmela concedido, una recitación habría redundado en
tartajosa garrulería.
deseara averiguarlo, lo
sen las suspicacias de Díaz Mirón, mas si algún curioso Pero tanta verbosidad, aun tomada comorevelación de
su genio, única-
época.
podría buscar en los tomosde El Universal de aquella mente lo impulsabaa dispersar estérilmente a los viento s semill as que no reco-
de un hombre tan pecu-
Por lo visto, lejos de aficionarmea la intimidad gería ningún surco. Y al continuo despilfarro de sus energí
as podría atribuirse
la admiración que
liar, más bien le rehuía; mas no por ello se me atenuaba el que Díaz Mirón no proporcionara a nuestras letras más
que un conjunto de
.
sentía por su delicada emotividad y desbordante elocuencia versos que, aunque no escaso, no se le puede considerar
de suficiente abun-
n y de genio, y
Era de concepción rápida y luminosa; vivo de imaginació dancia nirepresentación cabal de su personalidad.
mecía una suges-
desensibilidad tan a flor de piel, que tan fácilmente lo estre A tal deficiencia quizás hubo de contribuir otra causa, y
es que aquel hom-
naria ofensa.
tión estética como lo enfurecía el más leve roce de imagi bre, tan absolutamente libre de todaesclavitud al hablar, padecí
a al escribir de
gador, inagotable; y
Descollaba como conversador efervescente, subyu una manía enfermiza. En vez de dar pleno impulso a su inspir ación,l a aprisio-
franca, memoria fresca,
merced a que disponía de percepción fina,inteligencia naba sistemáticamente, sometiéndola a tormentos punto menos
que inquisi-
hábil en la magia de
imperturbable y despierta, palabra persuasiva, VOZ MUY toriales. Se había forjado una meticulosa arte poética, de su uso
privado, que
de ideas o sen-
las modulaciones para sintonizarlas conla variable emotividad dejaba muy atrás a los preceptistas más melindrosos. No sólo
le horripilaba
nación halagadora. Solía
saciones, su verbosidad producíael efecto de una fasci
que quienquie-
hablar de las cosas más áridas de modo tan natural y novedoso, 12 Dávalos tradujo al español a todos estos autores: de
Byron trasladó “Parisina” (El Partido
y sesudofilósofo y destaca la predilección por Hein-
ra diría que en el fondo del nervioso poeta había un práctico Liberal, t. XI, núm. 1882, 21 de junio de 1891, p. 2);
+. XIV, núm. 2314, 27 de
- rich Heine, de quien tradujo: “De Heine” (El Partido Liberal, núm. VIL, núm. 61, 6 de
1), “La pescado ra” (El Universa l, t. VIL,
noviembre de 1892, p.
núm. 79, 2 de octubre de 1892,
marzo de 1892, p. 6), “De Heine”(El Universal, t. VII,
vid. supra nota 6 del artículo “El misterio de los once pesos”, p. 4), “Huitzilopoxtli”(El Univers al, t. VII, núm. 102, 30 de octubre de 1892, p. 4) y “La
10 Sobre Alfonso Duclós Salinas
11, 14 de enero de 1894,p. [3]).
de esta edición. pescadora” (El Universal, 22 época, t. XI, núm.
o “Cómo fui académico”, de esta edición.
11 Sobre Miguel Macedo vid. supra nota 40 del artícul
192 Bausilo Dávanos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 193
unaleve aliteración o vecina asonancia, cosas que hoy son las preferidas y más
propia, ya queel vivir en un medio pacíf
sabrosas golosinas para la masticación de nuestros versificadores; si no que aún ico había inmovilizado su valentía
nativa para caminarde [...]'* y desahogarse en lance
se encaprichaba en que, entre palabra y palabra, no tropezaran las mismas s y aventuras fantásticas.
le- Su espíritu, de seguro, era de medio y época; pues
tras. Su poderde ejecución era tal, que a menudosalía triunfante de tan sutiles que debió alentar en la
Grecia de las luchas mesénicas, estando las [...J%
ligaduras, mas no siempresin retener la rigidez dela tensión nerviosa.
Desúbito, detúvose bruscamente en el paseo que
Mejor que nadie, él mismo hadefinido suestética en varias de sus compo- íbamos dando y opo-
niéndose nerviosamente el brazo, como acometido
siciones, al tenor de estos fragmentos que, de una deellas, por repentino impulso,
recuerdo al acaso: exclamó:
—¡Pero es más bello saber morir conel ojo fiera
En míel Cosmosintimaseñales mente clavadoen el cañón
de unapistola!...
y es un haz de impresiones mentales.
Los grandesarrebatos de entusiasmo lírico que predo
Pero cundeal través de una lente minany encrespan la
madeja enmarañada de sus primerosversos;
la fuerza imaginativa;el calor dela
combay tinta y jamás indolente, expresión, la valentía de las metáforas,el tino
que perturba en la imagen virgínea del vocablo,la nitidez de la sen-
sación, la oportunidad del detalle, lo profundode
el matiz, el colory la línea. la evocación, la prestigiosa
tonalidad del ritmo y, sobre todo, ese don de hacer
visibles y aun palpables las
ideas más fugitivas, que es quizás donde reside la natur
¿Quécristal el que filtra y altera? aleza íntima dela poesía
ideal, todas ellas las guardaba Salvadoren el
Pues mi humorpeculiar, mi manera, alma, sólo que más robustas, más
serenas, más reflexivas, menos discordantes
Para mí, por virtud de objetivo, y rebeldes, y mejor encaminadas al
propósito de sugerir la emocióndela belleza.
todo existe según lo percibo. Y con todo, Nacho Luchichí, su paisano y mi
Y el tamiz proporciónameelemento amigo,al impulso de su
espíritu crítico y criticón, me decía:
propioy lírico al gayo talento.
—¿Piensa usted que Salvador produce sus verso
Y es quien ponecaráctery timbre, s con detenida reflexión
y con orden?... ¡Nadadeeso!... De prontose le ocurre
novedady valor a la urdimbre. unafrase original y so-
nora... ¡Ah, qué verso!... Y encantadocon él, le busca otros
tres para añadirlos
con clavija de rimas al que por casualidad inventó
Depaso diré que mucho meha sorprendido no hallar estos versos en el y... ¡cátate una cuarteta!...
Por ejemplo, ocúrresele pensar: “Firmeza y luz comoe
tomo de Poesías completas de Díaz Mirón, recientemente publicado por lcristal de roca”. O
mi bien: “El ave canta aunquela rama cruja...” Y encap
excelente amigo y colega académico Antonio Castro Leal. (Por ende, llámole richado en encontrar agre-
gadijos, acaba por decir:
la atención.) 2
Tal era la mente que lo inducía a la producción de su arte, tales las condi-
No intentes convencerme de torpeza
ciones. El hombre habíasido forjado así de una pieza, y en bronce inmalea
ble con los delirios de tu menteloca.
que nada, ni nadie, podría retrotorcer. No era su culpa, el misteri
o creador lo Mirazónes al par luz y firmeza,
había dotado de una intransigencia genuina y tiránica contra su inspira
ción firmeza y luz comoelcristal de roca.
Y de igual modo:
, . > » " .
AYasíy así si +: ¿hichí, en tanto yole replicaba:
—¿Qué impo rtístico y bien logrado?
1 Balbino Dávalos, “Fruslerías, bobadas y reflexiones...”, Excélsior, t. V, año XXX, núm. 10671
(24 de octubre de 1946), pp. 4 y 16.
2 El artículo “Lo genial en Salvador Díaz Mirón”, Excélsior, t. V, año XXX, núm. 10654 (7 de
octubre de 1946), pp. 4 y 11, aparece firmado por Gabino Dávalos.
3 Gabino Barreda (1818-1881) nació en Puebla en 1818 y murió en la Ciudad de México en
1881. Médico, pedagogo y filósofo. Participó en 1846 en la defensa del país contra la inter-
vención estadounidense y fue hecho prisionero en la batalla del Molino del Rey. En 1847
se trasladó a París, Francia, para continuar sus estudios de medicina. Allá conoció el pensa-
miento de Augusto Comte, cuya influencia porel positivismo fue decisiva para Barreda. De
regreso a México, en 1853 trajo consigo los seis tomos del Cours de Philosophie Positive de
Comte. El 1 de febrero de 1868, al fundarse la Escuela Nacional Preparatoria, Barreda fue
nombrado director general, donde con el lema, “Amor, Orden y Progreso”, implementó el
sistema positivista en su plan de estudios. Autorde las obras: De la educación moral (1863),
' Estrofas del poermya “¡A Gloria!”. Oración cívica (1867), Opósculos, discusionesy discursos (1877).
195
196 Baugino DAvaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 197
o comodecortesía,tan
Era el barón un germano tan voluminoso de cuerp
uoso y de escaso fondo y
do. La entrada era amplia, peroel interior nada sunt risueño de semblante como afectuoso de conversación
. Tras de reconocernos,
es o mujeres, pintadas a
sólo meatrajo la atención un grupo de figuras, ángel poco tardó, al impulso de sus tendencias heráldicas, en pregu
ntarme pronto:
colores en lo alto del muro posterioral altar. —¿Tiene usted formado su árbol genealógico?
ta, la contemplé por
Y pensando que la imagen central sería la de misan Sorprendido por semejantes palabras, aturdidamente le contes
té:
Un místico,esto signifi-
breve rato, meditando en silencio: seguramente, para —Nocomprendo, barón... Yo no tengo abolengo...
caría un verdadero milagro... alta y lejana
su Casa a don Enrique de
—Se engaña usted. El origen de los Dávalos viene de muy
Ha muchos años, yendo una noche a visitar en alcurnia, nada menos que del antiquísimo Rey Árturo. Otro
de sus descen-
a a los jóvenes literatuelos
Olavarría y Ferrari, quien frecuentemente nos reuní dientes en México, el licenciado Luis Pardo, tiene
bien formado ese árbol
s ágiles dedos de la habi-
en sabrosas tertulias sazonadas musicalmente porlo genealógico, y en él aparece que los Dávalos proceden del
príncipe de Avaló,
Enrique aún no llegaba. Al posesión la isla de
lísima pianista Elena Padilla,” encontré que don hijo bastardo del Rey Arturo, de quien queda comoantigua
ampliosillón, la grue-
entrar en la sala, vi luego que sólo allí posada en el más su nombre,al sur de Inglaterra, en el Canal de la Mancha,
donde murió y fue
punto reconocía al barón
sa y corpulenta figurade un hombre, en quien al enterrado dicho Rey.
miinfancia.'”
Brackel-Welda a quien mucho había conocido yo desde Alelado comolo oía, acabé por decirle:
una contracción dela
la convocatoria para la segunda época de —Nadade eso, barón. El apellido Dávalos es sólo
9 En 1894 don Enrique de Olavarria y Ferrari lanzó para invitarlo a formarparte del grupo do el tal Ávalos,
El Renacimiento, y envió una carta a Balbin o Dávalo s preposición “de” y la palabra “4valos”, donde o quién hayasi
radore s.// Enriqu e de Olavar ría y Ferrari (1844 -1918) fue español por nacimiento
de colabo o en 1865, se adhirió al partido
nolo sé...''
su arribo a Méxic
y mexicano por naturalizaci ón. Desde olvidó a tal grado, que
liberal y comenzóa tener presencia en los medio s cultura les: profesor en la Escuela Normal y Esta conversación con el barón Brackel-Welda me
s, destacandosu participación en el movi- nunca le pregunté,
el Conservatorio,colaboró en periódicos y revista
Vicente Riva Palacio e Ireneo Paz. Su pri-
cuando en Londres tuve de compañero a Luis G. Pardo,
mientoliterario El Renacimiento , con Juan Mateos , barón, acerca del prín-
mer libro fue la novela El tálamo y la horca
Episodios
(1868). Pero sobre todo destacó por sus porque jamás hube de recordar mi conversación conel
porel estilo.
cipe bastardo ni del documento genealógico, ni cosas
n la
s preten diendo seguir el modelo de Benito Pérez Galdós, que abarca
históricos (36 novela a Olavarría: su
más de envergadura se deben lmente el recuerdo
vida en México desde 1808 a 1838). Dos obras Pero años, muchos años más tarde, me resurgió menta
, y su colaboración en México a través de los siglos,
en Méxic o (1895)
que hallándome
por qué sé yo qué inexplicable asociación de ideas. Sucedió
Reseña históri ca del teatro
ndient e, 1821- 1855 (1887).// Elena Padilla fue una destacada
con el tomo 1V: México indepe
elogios de los escritores más destacados bribonada que se me
pianista del periodo finisecular, que mereció diversos s, en Lisboa, mellegó inesperadamentela noticia de una
l Gutiérrez Nájera y el mismo Balbino Dávalo
del momento, como Amado Nervo, Manue
quele dedicó el poema “Hoja de álbum ” (El Univers al, t. YX, núm. 61, 12 de marzo de 1893, cometía por alguien de quien nunca me lo esperaba.
Universal,
núm. 16, 580, 25 de marzo de 1893; El
p-3; El Siglo Diez y Nueve, t. 103, año 52,
40, 17 de febrer o de 1895, p. 1; El Universal, 22 época, t. XIL, núm.
24 época, t. XII, núm. de
año XVIIL, núm. 146,5 de marzo fundó el periódico local La voz del
69, 24 de marzo de 1895, p. 1; y, Diario del hogar, blas?. En 1880, avecindado en Colima, Brackel Welda tura,
1899, p. 1), que recogió en Las ofrendas
(Madrid, Tipografíade la Revista archivos, 1909, convertirse en la expresión del comercio, la industria, la agricul
Pacífico “que pretendía
pereció ahogado entre las costas
p. 191). las ciencias, las bellas artes y la política de Colima”. El barón ntos minerales. (Cf José
) nació en Westaflia, Alemania, y murió en de Manzanillo y Acapulco, explorando en busca de nuevos yacimie
19 Othón E. Barón de Brackel Welda (1830-1903
la Ciudad de México , México . Viajer o intele ctual y teniente alemán. “Al parecer su primera Miguel Romer o deSolís , “Extran jeros en Colima : el caso del Barón de Brackel-Welda”, en
os días del presidente Benito Juárez, cuando acom- Los años de crisis de hace cien años, pp. 45-49).
aparición porestas tierras fue en los heroic
unaserie de observaciones e investigaciones
sobre México para participar en la funda-
pañó al ingeniero Oldenburg,llevó a cabo os, quizá, los 11 Alonso de Ávalos El Viejo en 1523 arribó al Occidente de
dela nación[...]. Al Barón y sus colegas debem en ese entonce s tambié n llamad a la Provincia de Ávalos debido a las
posibles yacimientos minerales ción de Nueva Galicia,
da, en Minatitlán, Colima, y Las territor io incluía algunas delas secciones
descubrimientos de dos importantes fundos: Peña Colora y dirigió desde el Hotel Gillow propiedades que obtuvoeste personaje español. El
fundó y Colima, este último el estado natal
Truchas, en Lázaro Cárden as, Micho acán” . En 1876, de los actuales territorios deJalisco, Michoacán, Nayarit
ndió difundir en México la cultura de Balbino Dávalos. (José Miguel Romero de Solís, Andariegosy
pobladores (Nueva España y
de la Ciudad de México, el Correo Germánico, que “prete se editaba en
;porello tal vez, el periódico
alemana, en castellano, y la mexicana en tudesco Nueva Galicia, siglo XVI).
agrega ba un suple mento en alemán, titulado Deutsches Sonntags-
españoly los domingos
200 Baugino Dávatos
algo referente
si no en lo que a menudorevuelve en su fantasía... En suma,es
cerca... ¿Qué me quiere
a un hombre a quien conoció usted mucho y muy de
o me puede usted decir de don Ignacio Mariscal?
DON IGNACIO MARISCAL —Simplemente que vive conmigo y le veo y me habla todosl
os días...
Y... EL DÓMINE!' —¿En ectoplasma?... ¿Por procedimientosde espiritismo?..
.
a esas prácticas ni don
—No,hombre, quite usted allá. Ni yo atiendo
ualistas; aun tra-
Ignacio las adoptó jamás. Gustaba mucho delas ideas espirit
s de la muerte, que se
dujo del francés un libro de León Denis titulado Despué
frecuenciase le invitaba
publicó sin el nombre del traductor? Aunque con
varias asistí yo, él
a sesiones espiritistas, muy frecuentes entonces y a las que
sarias o pueriles.?
siempre las desdeñaba por considerarlas frivolidades innece
y me habla”, quiero
Al decir a usted, como acabade oírme, que “a diario lo veo
perfila bien en mi pen-
expresarle quela representación del señor Mariscal se
s ocurrencias me
samiento y la inolvidable jovialidad de su palabra y amena
do.¡Ah,si supiera
1
gusta de in-
H a venido a verme un jovencito amigo delosviejos, quien usted qué amenidad palpitaba siempre en el espíritu de
aquél hombre! Y su
sé si por mera
terrogarlos acerca de sus archipretéritos recuerdos, no gracejarías... Perdóneme
festiva risa, y sus divertidosrelatos, y sus incontables
curiosidad o para acopio de datos que le fueran utilizables. usted la invención del vocablo; es sólo una derivación
y soy muy aficionado a
—Dígame usted... icosdela Lengua.
co su afi- no hablar conla pulcritud de muchosde mis colegas académ
—;¡Ay, jovencito! —prorrumpo interrumpiéndole— ya conoz igual a la mía
atosigue así, tan de Tal era don Ignacio Mariscal en su ancianidad (¡válgame Dios!,
ción a memorias remotas y casos olvidados, pero no me emotividad de carác-
isa, en mis en estos dolorososdías). Pero entiéndalo usted bien: esta
repente. Mi memoria anda en huelga y si logro detenerla a todapr ter no predominaba ni nimiamenteni sin oportuna fermentación
. Ni jamás se
de ayer no sólo no me
ansias de olvidadizo, para preguntarle cualquier cosa agitaba con la alferencia de la burla.
acierta a preguntarle
hace caso, sino que aun mi mismo propósito vacila o no Su ponderación era firme, espontánea y sencilla. Pensaba y
advertía todo
fuerza recordar
lo que preguntarle quería... No, amigo mío. Nada que sea con apacible tinoy justificado propósito, y sin sumisión nialtiv ez, deslizábase
e; comofiel
podría yo decirle. Mi memoria me ha abandonado traidorament su vida mansa y serenamente.
eestáalerta...
enfermera, mi fantasía, a mis diarios anhelos, siempr
, que vive
Peroseñor mío,si lo que venía a preguntarle es algo,de seguro Después de la muerte: Exposición de la
ia imborrable, 2 El título al que alude Balbino Dávalos es: León Denis,
en su intimidad propia y no sólo en lo que conserve en memor doctrina de los espíritus, solución científica y raciona l de los problemas de la vida y de la muerte,
del ser humano sy las vidas sucesiva s. (1890)
naturaleza y destino
a y el espiritismo es evidente, al me-
3 El interés de Balbino Dávalos porlos temas dela teosofí
“El Dómine”, en Excélsior, t. VI, año XXX, a con su nombre,la nota “El espiritismo
1 Balbino Dávalos, “Don Ignacio Mariscal y... vid supra.,
Mariscal nos, desde que tenía 27 años cuando publicó, firmad
núm. 10741 (27 de noviembre de 1946), pp. 4 y 15./1 Sobre IgnacioGonzález Montesino en Santa Brígida. La confere ncia del Padre Larra”, en El Partido Liberal, t. XV, núm. 2387
nota 39 del artículo “Cómo fui académi co”, de esta edición .// Manuel Ceball os en el libro de memorias Elpanorama
(24 de febrero de 1893), p. 2. Ciro Bernal
miem-
Lingiiista y periodista. Fue la casa de Dávalos, dondesesiona-
El Dómine. (1897-1952) nació y murió en México, D.E literario narra una sesión espiritista que se llevó a cabo en
na de la Lengua . Escribi ó la column a “Palmetazos” en Excélsior, o Leduc y Amado Nervo. Losasistentes fingieron que voces
bro de la Academ ia Mexica
críticas de gramáti cay filolo- ron Ezequiel A. Chávez, Albert Y en 1945, Balbino
El Universal y Novedades, entre 1949 y 1965,en la que realizó de ultratumba hablaban a Nervo, quien pasó temero
so toda la velada.
quiere decir persona que sin mérito para ello Psíquicas.
gía. Dómine ,palab ra que provien e del francés, Dávalos ingresó al Instituto Mexicanode Investigaciones
adopta el tono de maestro.
202
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 203
202
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 205
on, fueron
zón política le al- dos los abundantes manuscritos que de letra de don Ignacio quedar
Como ninguna ambición deinterés propio ni de come escrupulosamente recogidos porlas manos piados as de una de sus descen dien-
calma salía de su casa,
teraba la quietud de su ánimo,a diario y con sosegada tes, quien, temerosa de que hubiera entre tantos escritos alguna
s peligr osas
nal. A horas del mediodía,
situada a dos o tres calles detrás del Palacio Nacio ideas, todo lo condenóal fuego en virtuoso y afectivo lauro para
su progenitor.
a la puerta, y dejábase
subía a su viejo coche de caballos, que le aguardaba Desuerte que del señor Mariscal casi ni ha quedado nadasi no
los versos
ministeriales, situadas
llevar, muchas veces acompañado por mí,a sus oficinas que pudesalvarle yo.
Palacio Nacional. Eso, por
en los altos, esquina izquierda del mencionado Hallándomepróximoa trasladarme a Londres en misión diplom
ática, a
este siglo en que aún me
supuesto, era varios, sí, varios años antes de alborear mediados de 1907, y completamente convencido de que don Ignaci
o no le
és, cuando la Secretaría
mira usted tan complacido con su visita. Años despu daba ni la más leve importancia a sus viejas o nuevas producciones
literarias,
residencia donde está hoy, nuestra e todos sus ver-
de Relaciones fue trasladada a la vistosa impertinentemente estuve insistiendo en que me proporcionas
siempre día tras día al
ruta, en el mismo carruajillo selecto, era más prolongada sos, revelándole mi intento de publicarlos en Europa, en orden
ado conjunto.
aba que en aquél entonces
salir de calles de Madero, ¡dispense usted!, me olvid Creo que me lo comprendió bondadosamente satisf echo, pues estuvo
Alameda, descendíamos
llamábase Plateros. Al tocar la primera esquina de la dándomealgunos pocos, pero insuficientes para mipropósito.
Y emprendí mi
ífero, todo lo, largo del
del coche para recorrer a pie, a guisa deejercicio piern primer viaje a Europa,casi seguir de queel señor Mariscal,
sin contar yo con
e estaba ya detenido,
embanquetado frontal hasta la esquina siguiente, dond nadie que se lo recordara, y él no volvería a pensar en el
asunto.* Pero poco
mi joven amigo: ya ve
esperándonos, el caduco vehiculillo. Mas, acabamos, más de transcurrido un año de miestancia en Inglaterra me fue
precisado, por
d quisiere saber acer-
quévulgaridades le cuento.Si algo de menos mediocrida mero requisito personal de negocios, a venir a México por muy breves días.
alguna vez...
ca de don Ignacio, déjeme pensarlo y ya se lo diré DonJusto Sierra, una de las primeras personas a quienes
visité, exclamóal
o...
—Gracias, muchísimas gracias, y hasta muy pront verme, en su tono habitual extraserio y chancero:
to de
—¿Pero qué hace usted poracá?... Acabo de enviarle nombramien
delegado para el Congreso de Geografía en Ginebra?
II
—¿Cuánto falta?
—Apenas dos semanas.
ra mi inquisidor amigo,
Nose prolongaron mucholosdías sin que reaparecie Y al punto repuse:
diciéndome: —Pierda usted cuidado: queda tiempo.
Mariscal, sólo me
—Nada medijo usted, la vez última, de las obras de
tancia produjo, pues
habló de su carácter, y yo quiero saber qué cosas de impor al ser designado, por al-
historia literaria, he podi- 4 Elprimer viaje oficial que Dávalos realizó en Europa fue en 1903,
ningunodelos últimos libros que tratan de nuestra gunosdías, enviado extraordinario y encarga do de negocio s ad hoc dela Legación de México
que recibió el
do encontrar datos quevalgan. en Londres. A la circunstancia que alude, se debe
tratar de la segunda ocasión
a ampliarle la nombramiento de encargadode negocios ad hoc, en mayo de 1908.
—Ya,ya... bien lo sé, y lo peor es que tampoco yo podrí 5 Sobre Justo Sierra vid. supra., nota 12 del artículo “Cómofui
académico”, de esta edición.// El
prosas o versos que haya
información que mepide. Sólo en general le diré: las 11 de mayo de 1908, Justo Sierra, encarga do de la Sección de Instrucción Secundaria, Prepa-
Bellas Artes, giró un oficio con
Norteamérica, debieron ción Pública y
producido en su juventud de primavera diplomacia en ratoria y Profesional de la Secretaría de Instruc
Dávalos , primer secretar io de la Legació n en Londres, que repre-
Hasta mucho más tar- - el que encomen dóa Balbino
de aparecer en diarios de por allá, difíciles de encontrar. sentara al gobierno mexicano en el IX Congre so Interna cional de Geograf ía que se reunió en
en las Memorias de la Acade- 1908 (BD del anmc,c aja 4, exp. 39, £. 1).
de, y muytranscurridasu madurez, incluyéronse Ginebra, Suiza, del 27 dejulio al seis de agosto de a Dávalos para felici-
to Sierra volvió a escribir
cciones; perolo más El nuevede noviemb re de ese mismo año,Jus
mia, también ya de tiemposlejanos, algunas de sus produ tarlo por su destacada participación en dicho Congreso (FBD
del AHMC,caja 4, exp. 40, f. 1).
do una de sus nietas, to-
grave fue que a su fallecimiento, según melo ha referi
206 Baugino DivaLos
E
E
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO
ESSAL
207
Y torné a salir de México sin más halago quel
a formal promesa del señor
Mariscal, quien me ofreció enviarme todossus Ya estará usted convencidode la
versos propios o traducidos, a insistencia que yo empleaba y dela
la mayor brevedad. lente indiferencia del señor Mariscal. indo-
En Londres no sólo encontré el nomb Como por entonces surgió una
ramiento de Sierra, sino hasta uno serie de movimientos diplomáti
más, que yo mismo dancé de Londres a Was cos en
de don Olegario Molina, entonces ministro hington, y luego a
de Fomento, delegándome a México, y luego a
un congreso de patentes y marcas de fábrica Portugal, tuve ocasión aquí, antes
que poco después se efectuaría en de partir para Lisboa, de recabar
un buen legajo de manuscritos de su del autor
Estocolmo.Nodejó de causarme risa Propia plu
eso de dos congresossucesivos en paíse
s ma,los que
unidosa los que
tan diversos, pero de enunciación tan pare previamente había yo logrado cons
cida como Suiza y Suecia, eguir, pude durante el viaje ir clas
en los grupos que meparecían más adecuados ificando
Los confusos recuerdos que me quedan deta .
n lejanosdías, acaba de acla-
rármelos la copia de una carta mía fechada Llegado, en el curso de mi tray
ecto, a Madrid,allí me detuve
en Londres a 18 de octubre de por breves
1908, y diri gida al señor Mariscal, que casualmente días para conc
ertar la impresión en buena casa edit
acabo de encontrar entre ora que yo ya conocía por
viejos papeles. En su parte primera dice así: haber hecho en ella la publicación de
mis “ofrendas”. Entregué cuidadosa-
mente a Archivos y Bibliotecas los vers
os de Mariscal, en la distribución que
Cuandoregresé a Londres, después de mis les di; pero impedido de detenerme
excursiones como congresista, por Gine en Madrid, dejé encomendadoa Ama
bra y luego Estocolmo,trata la ilusión
- do Nervoel atenderla -
de encontrar aquílos manuscritos de usted revisión de las pruebas y cuanto
más fuese necesario,
para proceder a la ordenación y publicac Pero la imprenta, recargada de otro
ión de esos versos. Pero, ¡nada! Decidida s muchos trabajos, tan lento and
- queel señor Mariscal falleció entretanto,sin uvo,
mente no ha pensado usted en lo que conv dejarme aún la egoística satisfac-
inimos, Pero yo, que me precavo siem-
pre de importunarlo en lo que meatañe, ción de queviese su libro. En vida de
no lo dejaré descansar en este propósit don Ignacio, la edición emprendida
hasta llevarlo a término. Es una atrocidad que se o mipropia cuentaera mía, mas con su por
empeñeusted en no coleccionar muerte cesaba mi derecho de Propieda
sus poesías; las reclama nuestraliteratu transfiriéndose moralm d,
ra, las esperamos todos sus admiradores ente a sus herederos, por lo cual reso
y unsolo ejemplar, sino enviárselo en lvía no conservarni
amigos, las exige el buen gusto, cada día más conjunto a Alonso Mariscal, como
alicaído en los tiempos que corren. personal
Usted, en su modestia de verdadero hombre de
talento, nosélo no se ha dado cuenta
de lo mucho bueno queha escrito así origi
nal como traducido, sino que tampoco cuenta de los infortunios que pasó
para editar la obra. Dávalos pidió
imaginael excelente ejemplo, de aliento y Para que intercediera con Archivos ayuda a Amado Nervo
enseñanza, queofrecerá a la juventud agente literario. Al parecer, el hech
, peroel poeta nayarita no pudo
concluir sus gestiones de
con su alma. Insisto, pues, e insistiré en que o motivó unligero distanciamiento
me cumpla su promesa solemne. entre los dos poetas, quese conocier
on en 1895 en la Ciudad de Méxi
a la amistad sostenida
* De manera intermitente, entre co.
1907 y 1910, Dávalos estuvo dese
oficiales en las Legaciones de México mpeñando diversos cargos
Hayalgo más al proyecto de publicación, pero en Londres y en Washington, aunque
no viene al caso.? reconoció como primersecretario
de la embajada en Estados Unidos.
siemprese le
ingresó a la Legación de Portugal com A principios de 1910
$ Olegario Molina Solís ( 1843-1925) nació o encargado de negocios ad hoc. Desd
en Bolonchón, Campeche y murió en La Haba permanecía acéfalo, ya que en ese e 1905el cargo
Cuba. Ingeniero, profesor y Político. Fue na, año la Corona de Portugal estableció
gobernador de Yucatán en 1902 y fue reele cionales con México, nombrand relaciones interna-
1906. Después, el presidente Porfirio Díaz cto en o como Ministro Plenipotenciario a su prime
le designó ministro de Fomento.// El 8 de agost la embajada en Washington. Esto obli rsecretario de
gó a
de 1908, Dávalos recibió la invitación Para
participar en el XI Congreso Internacional
o lo que Dávalos, entonces primersecreta Porfirio Díaz a corresponder de igual manera, por
la Propiedad Industrial, que se desarrolló para rio de la Embajada en Estados Unidos,
en Estocolmo Suecia. Años más tarde, el Portugal. El cargo lo ocupó hasta 1914 fue enviado a
noviembre de 1921, Dávalos regresó a Esto 30 de , con una breve interrupción durante
colmo como enviado extraordinario y minis Francisco 1. Madero. el gobierno de
Plenipotenciario de México en Suecia, tro ?. Por insistencia de Amado Nervo, Balb
Desde 1908 Dávalos comenzó a recopilar los ino Dávalos publicó en la Tipografía de
Revista de Ar-
y
poemas de Ignacio Mariscal, que hasta 1911, chivos de Madrid, España,su únic
muerto Mariscal, aparecieron bajo el título ya o libro de poesía Las ofrendas, del
edición de autor en 1903, (Cf Balbino cual había realizado una
Poestas coleccionadas (Madrid, Tipografía de Dávalos, Discursos leídos ante la Academia
vista de Archivos, 191 1), con la carta
“A guisa
Re- correspondiente de la Real Española en Mexicana
de proemio”, del mismo poeta , en la la
que dio Balbino Dávalos el23 dejulio de 1930 sesión solemne con motivo de la recepción pública de
en la Barra Mexicana de Abogados, p. 12).
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 209
208 Baueino DAvALOS
el poema El Cuer-
ario sobre
año XI, núm. 2313, 18 de mayo de 1946,p. 4) un ligero coment lítico. Además de ser uno de los autores fundamentales del modernismo hispanoamericano,
l, que buen siglo haya y buen
vo de Edgar Allan Poe “tan maltratado por don Ignacio Marisca es uno de los personajes más importantes en la historia de Cuba. Vivió en distintas épocas en
dicho poema. Estas líneas son
pozo”, aludiendo a la traducción literal que Mariscal realizó de - México, Estados Unidos y Centroamérica. Autor de Fiestas de la estatua de la libertad (1887),
El Dómin e y Balbino Dávalos , entonces colegas en la (1913),
las que comenzaron el debate entre
su column a (Novedades, año XI, La edad de oro (1885), Amistadfunesta (1885), Ismaelillo (1882) y Versos sencillos
Academia Mexicanade la Lengua. En una nueva entrega de en
inos arremet ió por segunda ocasión edición póstuma. La versión de El Cuervo aludida por Dávalos, debe ser la que publicó
Gonzál ez Montes
núm.2354,30 de mayo de 1946,p . 4),
una clara alusión a Balbino Dáva- 1888 en Nueva York.// Juan Antonio Pérez Bonalde (1846-1892) nació y murió en Venezue-
poeta, y realizó
contra Ignacio Mariscal al no considerarlo
los que cuando, él era Ministro, la. Traductor, poeta, y cronista, autor de los poemarios Estrofas (1877) y Poema del Niágara
los: “aunqu e algunos literat os mexican os, y señalad amente,
210 Bausino DávaLos
LARA
Bonalde intentó hacerlo. Pero Enrique me ha asegurado que hareformado
versión, intercalándole rimaa ejemplo del original, y aun me ofreció
su
enviarme
Y SUS VERSIONES DE HEREDIA!
el portento de su logro. Aún nolo veo, pero segurísimo estoy de que mientra
s
más háyase apegado a la forma, más se habrá alejando al sentido original
.!*
Y ante tales ensayos la interpretación de don Ignacio Mariscal sigue pre-
dominando.
Pero todo ello es accidental. Si El Dómine, por ejemplo, logra conven
cer
a su papacito que emplee cualquier rato de asueto en emprender una
nueva
versión de El Cuervo, cuánto se regocijarían nuestras letras de
tan singular
maravilla. Y el progenitor de El Dómine gozaría pavoneándose al sentir
al
mismo espíritu de Poe saborearse con sensualidad ante ran esplendorosa
in- Traducir cualquiera hermosa y bien lograda poesía de una lenguaa otra,
terpretación.!*
conservándole su característica expresiva, ha sido siempre una habi-
Sin más tardar, mi inquiridor y yo nos despedimos con franca
y risueña lidad y un arte tan poco estimado porla vulgaridad humana, como aven-
complacencia.
turado y terriblemente escabroso para quien lo emprende. Desdéñanle los
más porque en su perplejidad y ligereza mental no alcanzan a comprender
(1882), poema filosófico que mereció un prólogo de José Martí. hasta qué grado se requieren tenacidad y aliento para sustituir sin sensible
Algunas desus traducciones
más destacadas son: Intermezzo Lírico ( 1877) y El cancionero (1885) menoscabo, bellezas ajenas con reflorecimientos propios, ya que no es otra
de Heine, además dela
traducción que señala Dávalos, El Cuervo (1887).// Ricardo Gómez
Robelo (1884-1924) na- la labor personal de un traductor competente. Muchos, bien sea por
ció y murió en la Ciudad de México, D.E Poeta, ensayista y traductor desidia,
. Participó en El Ateneo
de la Juventud y en los impresos: Revista Moderna de México, Savia
Moderna, Arte y Letras, incomprensión o atolondramiento, desdeñan en conjunto las traducciones
entre otros. Escribió En el camino (1906), Sátirasy amores (1920)
algunos símbolos nabuas (1925).
y El significado esotérico de al percatarse de la justa y verídica opinión queel hábito de traducir en prosa
14 Enrique González Martínez (1871-1952) nació en Guadalajara
y murió en la Ciudad de O verso, aunque haya producido de cuando en cuando imitaciones admira-
México, Poeta, médico, periodista y diplomático. Fue miembro de
la Academia Mexicana de bles, es más a menudo venero inagotable de desacatos a la literatura y al sen-
la Lengua y miembro fundador de El Colegio de México y de El Colegio
Nacional. Dirigió tido común. Y abundan, además, los aficionado amantes de leer los textos
y fundólas revistas Pegaso y Arte. Autor de Preludios (1903), Lirismos
(1907), Silenter(1911),
El hombre del búho (1944), La apacible locura (1951) y El nuevo Narcisoy en su idioma original, quienes desdeñan las traducciones considerándolas
Otrospoemas (1952),
entre otros. Conoció a Dávalos entre 1894 y 1896, cuando González Martínez
llegó a la
Ciudad de México. Algunos aspectos de este encuentro,son relatados en su
libro El hombre
del búbo (en Obras completas, Colegio Nacional, pp. 682-683).
15 El Dómine respondió inmediatamente a la invitación
de Balbino Dávalos, en su columna
“Palmetazos” (Novedades, año XII, núm. 2534, 28 de noviembre de 1946, ' Conozco dos versiones de este texto, ambas firmadas con el nombre
p. 4). Agradeció de Balbino Dávalos:
queel poeta colimense se ocupara deél en “un artículo de muchas cuartillas “Notas literarias. Justo Sierra y Heredia”, en El Nacional, t. XVIII, año XVIIL
y campanillas, núm. 36 (10
[...] pintó de mano maestra un retrato de mi humilde persona”. En esta entrega de agosto de 1895), p. 1; luego publicada en tres entregas para Excélsior. “Justo Sierra
transcribió y sus
varios párrafos del escrito de Dávalos. En una segunda parte (Novedades, año XIÍ, versiones de Heredia”, t. L, año XXXI, núm. 10757 (20 de enero de 1947),
núm. 2541 pp. 4 y 15; “Justo
, Sierra y sus versiones de Heredia”, t. I, año XXXI, núm. 10767 (30 de enero
5 de diciembre de 1946, p. 4) agregó que nunca se atrevería a realizar una traducci de 1947), p6
Cuervo de Allan Poc, y sostuvo quela peor traslación llevadaa la lengua ón de El y. “Justo Sierra y sus versiones de Heredia. III”,t. L, año XXXI, núm. 10779 (12 de
española es la que febrero
produjo la pluma de Ignacio Mariscal. de 1947), pp. 4 y 12. Utilizo estas tres últimas como texto base.// Sobre Justo Sierra
vid. supra
nota 12 del artículo “Cómo fui académico”, de esta edición.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 213
212 Bausino DÁVALOS
su arte”.
En EN: “quizás todo su ingenio” por “tal vez todo su saber y todo está para celebrarse dentro de brevísimos años,”.
En ENañadió: “muchas”. 12 En EN: “de su tiempo” por “quese levanta”.
En ENañadió: “algunas”.
13 En EN; “ejercía” por “ejerce”.
En EN; “de seguroel móvil principal” por “es quizá la causa”. 14 En EN: “sugestiva, del cariñoso afecto y espontánea admiración que esparcía” por “envidia-
VOS
del que presto nacerían esculturas vivientes;” Izaguirre, el pintor ante quien El autor de Los trofeos, originario de la familia hispánica, es el más limpi-
se desgarraban las brumas de nuestra historia antigua para dejarle contemplar do de los parnasianosfranceses. Por el prodigioso dominio que ha alcanzado
el suplicio de Cuauhtémoc, que al punto trasladó al lienzo con inspiración de sobre la forma; porla tersura, pulimentada hasta lo inaudito, de sus versos;
vidente. Tablada, Julio Ruelas y otros sólo principiaban a delinearse. Y aquel porla opulencia de su vocabulario, todo lo cual lo convierte en un mago de
reducido grupo que amabaa Justo Sierra? con familiar afecto, era sólo aislado la palabra que hace resplandecer un idioma casi opaco, oponeal traductor
unto,pero significativo en uno delos invisibles círculos de estimación que dificultades excepcionalmente desalentadoras.
ensanchábanse en su torno. Empleaba todos los términos de talabartería y Víctor Hugo, en su des-
Discípulo de Altamirano, había heredado” del maestro, sin pretenderlo, cripción de un salón de armaduras, forjaba sus versos con maravilloso conoci-
el raro don de influir” en los entendimientos nuevos.” Orador, historiógrafo miento de las armas de la Edad Media.
y poeta, era ante todo idólatra convencidodel arte. Naturalfue, por tanto, que Con la música de las palabras, esculpe y pinta. Para él, la visión de las
Los trofeos de Heredia, aparecidos en 1893,%le produjeran unasingular im- cosas se traduce en sonoridad; el cuadro entrevisto porla imaginación, corres-
presión de maravillado encanto, que pronto se reprodujo” en esplendorosos ponde idénticamente a ritmosy sonidos particulares, tanto que para expresar
alejandrinos castellano. su visión, no puede contener un soneto suyo, más que palabras y rimas detal
sonoridad que, porsí sola, encarnelas líneas y colores del cuadro. A veces, le
2 En EN: “del que presto nacerían esculturas vivientes” por “entre cuyas manos quién sabe
cuántas sorpresas nos tenga al porvenir reservadas”.
acontece rehacer un soneto quetiene rimasraras y bellas, así como admirable
* En EN: “Tablada, Julio Ruelas y otros sólo principiaban a delinearse. Y aquel reducido grupo forma, únicamente porque el conjunto armónico de las palabras no corres-
que amabaa Justo Sierra” por “Y este grupo reducidísimo quele quiere”. Sobre Jesús Urueta
vid. supra nota 29 del artículo “Cómo fui académico”; sobre Luis G. Urbinavid. supra nota ponde exactamente a su evolución” (Bordeaux, Ames modernes).3
1 del artículo “A propósito de Luis G. Urbina” y sobre Jesús E. Valenzuela vid. supra nota 17 Para traducir estos versos realizados con tan profunda superación dela
del artículo “En memoria de Luis Ricoy”, todos de esta edición.// Jesús E Contreras (1866- - forma, fuerza era, también producir”! obra artística, empleando los mismos
1902) nació en Aguascalientes y murió en la Ciudad de México, DE Escultor. Entre 1887 y
1889realizó estudios de artes plásticas en París, Francia, y un año después fue comisionado procedimientos, buscando rimas ricas y radiosas, combinandolos sonidos,las
de Bellas Artes para participar en la Exposición Universal de París, donde el jurado le entregó sílabas, el acento del modo más armónico, sometiendo el ritmo a que fuese
la medalla de bronce por su maquetadel proyecto neo-maya. Recibió además el Gran Premio
de Escultura por su obra Malgré tout (A pesar de todo) y la Cruzdela Legión de Honor musical evocación de una belleza impasible.
de la República Francesa.// Leandro Izaguirre (1867-1941) nació y murió en la Ciudad de
México, DE Realizó estudios de artes plásticas en Europa, donde recibió varias distinciones, 3% Dada la cantidad de variantes de este párrafo y el anterior en EN, ofrezco los testimonios
particularmente por su obra Colón en La Rábida. // Sobre José Juan Tabladavid. supra nota completos: “Heredia —dice un modernocrítico francés— ha sentido más que ningún otro
23 del artículo “Cómo fui académico”, de esta edición.// Julio Ruelas (1870-1897) nació poeta, la seducción de las palabras. Quiérelas raras, turbadoras, desconocidas, pintorescas,
en Zacatecas y murió en París, Francia. Se le reconoce comoel principal artista plástico del pero que sean siempre exactas, hasta técnicas... Si habla de un carpintero, todos los voca-
modernismo mexicano. En 1891 realizó una estancia en Alemania, donde continuó con sus blos del oficio, como garlopa, escofina, berbiquí, pulidor, le ocurrirán de un modo natural;
estudios de pintura.Realizó viñetas, dibujadosy grabados para la Revista Moderna. En 1904 así mismo los diccionarios de heráldica y orfebrería no guardan secretos paraél. Ya Teófilo
se estableció en París, hasta su muerte. Gautier en sus versos sobre los caballos árabes empleaba todos los términos de talabartería,
2 En EN: “había heredado” por “heredó”. y Víctor Hugo en su descripción del salón de armaduras, forjaba sus versos con maravilloso
En EN: “influir” por “pasar”. conocimiento de las armas de la Edad Media.
En ENañadió: “sólo que su influencia es menosvisible y menos proclamada,sin dejar de ser “Con la música de las palabras esculpe y pinta. Para él, la visión de las cosas se traduce en
poderosa, porque nuestra juventud es también cada día menosreverente”. sonoridad; el cuadro entrevisto por la imaginación corresponde idénticamente a ritmos y
En ENsuprimió: “, aparecidos en 1893”. Sobre Ignacio Manuel Altamirano vid. supra nota sonidos particulares, tanto que para expresar su visión no puede contener un sonetosuyo,
13 del artículo “Cómo fui académico”, de esta edición.// José María de Heredia (1842- más que palabras y rimas de tal sonoridad, que por sí sola encarnelas líneas y los colores del
1905). Poeta, traductor y diplomático francés. En 1866 comenzó a colaborar en la revista cuadro. Á veces le acontece rehacer un soneto que tiene rimas raras y bellas, así como ad-
Parnaso Contemporáneo, al lado de los poetas Leconte de Lisle, Catulle Mendes y Sully mirable forma, únicamente porqueel conjunto de las armonías delas palabras corresponde
Prudhomme. En 1893 publicó su libro de poesía más importante Lostrofeos. exactamente a su evocación. (Bordeaux, Ames Modernes.)”
2 En EN: “reprodujo” por “manifestó”. 31 En EN: “era, también producir” por “es también hacer”.
216 Bausino DávaLos
DISRESIONES DE UN PASADO LEJANO 217
¿Os parece penosa la tarea?... Esperaos, que aún falta. Falta hallar la co- Cuando al aproximarnos y volverse hacia nosotros el diplomático con
rrespondencia no sólo exacta, sino bella y poética del metro, de la estrofa, de quien íbanme a presentar,él y yo, al vernos, prorrumpimos en una exclama-
las imágenes, del cuadro, del movimiento descriptivo, y tras todoello,el rayo ción simultánea de nuestros respectivos nombres, pues al par de su clamor
desol que abrillante el colorido total y la emanación de vida que impresione nominativo hacia mí, gritábale yo con regocijada sorpresa:
estéticamente a la manera del modelo. —¡Antonio Zayas!*
Con todas las ventajas que tiene sobre el francés el idioma castellano, a Y quizás el más sorprendido, fue el Ministro americano... Enseguida, me
pesar de su maleabilidad extraordinaria, de su número abundante en modu- preguntó Antonio:
laciones inesperadas, de su riqueza inagotable aun para los ingenios pródigos, —¿Recibió usted un libro que ha poco le envié a San Petersburgo, enco-
siempre que sepan beneficiar el oro de sus minas,esa tamaña obra de lapidario mendando a la Embajada española?
nose”aligera un ápice. —No —repuse—, quizás ya habría salido.
—No importa —agregó—; aquí tengo más ejemplares. Y cuando nos
Tancolosal trabajo emprendió Justo Sierra, serenamente quieto. hubimos despedido de míster Morris, me condujo al amplio y cómodo alo-
Cómolo ejecutó y con qué éxito, será asunto de un próximoartículo.* jamiento que ocupaba en el Grand-Hotel. Mientras fue en busca del libro,
púsemea vislumbrarlos títulos de unos pequeños volúmenes acomodados, de
canto y en limitada fila, sobre un amplio bufete, y al leer en uno de los lomos,
TI]?
comotítulo Lasflorecillas de San Francisco comprendí que todosserían libros
religiosos, ya que Antonio era fervorosamente católico. Aun en su semblante
Cierta vez, larguísimo años ha, que para ir de San Petersburgo a Berlín preferí me pareció entonces observar cierta sombra de ascetismo, debido sin duda,
hacerlo por vía de Finlandia, cruzando el Golfo de Botnia, hacia Suecia, y
como de tiempo atrás lo había yo comprendido por alguno de sus versos, a
luego través del Mar Báltico. Al llegar a Estocolmo y entrar a alojarme por sentirse viviendo en un país aferradamente luterano.
brevísimo tiempo, me encontréal paso, en el hall del Gran Hotel, al ministro
Ambosnos habíamosrelacionado en la capital de España, en época que
de los Estados Unidos y, comoya previamente nos conocíamos, detuvímonos no necesito escudriñar entre las arrugas de mi memoria, ya que en el primer
a saludarnos y conversar de momento. De pronto dijome míster Morris: libro suyo que me obsequió, la amable dedicatoria que en él me puso, mírola
—Veoallí junto al despachoal nuevo ministro de España... ¿Quiereusted calzada con esta fecha: Madrid, 9 de abril de 1909.
conocerlo? Titúlase dicho libro: Noches blancas, es decir, las noches invernales de la
—Con todo gusto —le contesté, y al punto nos encaminamos hacia región escandinava en las que, ya puesto el sol, siguen ellas plácidamente ilu-
Unapersona que, de espalda a nosotros, hablaba con el empleado de la admi-
minadasporla luz boreal, sin la más leve interrupción de sombra.
nistración.
El nuevolibro que en Estocolmo puso Antonio en mis manos, con sólo su
título medejó estupefacto: ¡qué heroicidad y qué osadía tan inconcebibles! Era
nada menosquela traducción en verso y traducción completa, de Los trofeos,
2 En ENañadió: “allana ni”.
3 En ENsuprimió: “, serenamente quieto”. el Romancero y Los conquistadores de oro, de Heredia.
4 A pesar de quese realizó un rastreo exhaustivo de la continuación deeste texto en EN, los
resultados fueron infructuosos, y no se pudo localizar la segunda parte del texto, como lo
anunció su autor.
36 Antonio de Zayas y Beaumont (1871-1945). Escritor, traductor y diplomático español.
2 A partir de aquí: “Balbino Dávalos, Justo Sierra y sus versiones de Heredia”, en Excélsior, t. 1,
Autordelos libros: Joyeles bizantinos (1902), Retratos antiguos (1902) y Noches blancas
año XXXI, núm. 10767 (30 de enero de 1947),p. 4.
(1905), entre otros.
218 Bausino DivaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 219
meca
nado de cómolo fueron los audaces aventureros que cruzan porel inmenso
a Palos de Moguer, hartos de altivas penas,
horizonte de sus catorce versos en el Nuevo Mundo, galas comparables a las
dejaban capitanes y labradores, llenas
suyas propias. [...]?
las almas de un ensueño hazañosoy brutal.
Con más acierto ejecutó análogo trabajo el prosodista chileno don Eduar-
A conquistarsalían el mítico metal
do de la Barra, también académico, diciendo:28
que corre de Cipandoporlas fecundas venas
y los vientosalisios llevaba sus entenas -
Comobanda deazores libre y fiera,
al borde misterioso del mundo occidental.
parte de Palos gente aventurera
porvisiones heroicas alentada.
Cada noche, esperando crepúsculos utópicos,
el azul chispeante de la mardelos trópicos
Rodeando el mundo, conquistar espera
encantaban su sueño con un matiz dorado;
el oro de Cipango, y empujada
o a proa, de sus naves viendo las blancas huellas,
atónitos miraban por un cielo ignorado
7 Elsiguiente párrafo es ilegible en las fuentes consultadas,
del fondo del Océano subir nuevas estrellas,
% Eduardodela Barra (1839-1900) nació y murió en Santiago de Chile, Chile. Poeta, traduc-
tor, diplomático e ingeniero. Tradujo a Edgar Allan Poe y a Sully Prudhomme. En el servicio
exterior de su país natal estuvo en las legaciones de Uruguay, Francia y Argentina. Es autor Mas he aquíla incomparableversión de Sierra, que de seguro nadie sería capaz
de Rimas chilenas (1890) y Ensayosfilológicos americanos (1894), entre otros.
de superar.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 221
220 Bausino DAvaLos
y, a la
D: la juventud a la senectud es tan prolongado,tan entrerretorcido
postre, tan lleno de ofuscación el viaje, que hasta se siente dudarsi algu-
ilusión
na repentinavisión de lo pasado tan sólo encarna una casual y fugitiva
o un efectivo y, más o menos, atinado recuerdo .
Desuerte que cuando algo del día me impulsa a retroascender por los
confusos senderos del pasado, viéneme la duda de si lo que torno a ver fue
antigua verdad o meray falsa fantasía del momento.
Y en ese vaivén oscilo al impulso de querer concentrar mi visión mental
hacia la época juvenil en que Tablada y yo nos conocimos.
José Juan era cinco años menor que yo. Oriundos ambos de dos estados
semivecinos del Pacífico (Sinaloa y Colima), al igual que Nervo y Alejandro
Quijano (Tepic y Mazatlán),atrájonos la casualidad en esta Ciudad de México
el
allá por no sé cuál de los añosdel 90al 94.2 Calcúlole así, porqueal abrir
primer tomo que encuentro del Renacimiento (segunda época, 1894), tropiezo
cuando
con mi nombreenla lista de colaboradores, y no veo incluido el suyo,
y publicadas
Conozco dos versiones de este artículo, las dos firmadas como Balbino Dávalos
núm. 10682, 4 de no-
en Excélsior. “En homenaje a José Juan Tablada” (t. VI, año XXX,
pp. 4 y 12); y, “En homenaje a José Juan Tablada” (c. 1, año XXXI, núm.
viembre de 1946,
Sobre José
- 10792, 3 de marzo de 1947, pp. 4 y 11). Utilizo esta última como texto base.//
Tablada vid. supra nota 23 del artículo “Cómo fui académic o”, de esta edición,
Juan
o”, de esta edi-
Sobre Amado Nervo,vid. supra nota 44 del artículo “Cómo fui académic
”
Tormenta”,
ción.// Sobre Alejandro Quijano vid. supra nota 17 del artículo “El amago de La
deesta edición
225
226 Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 227
de Tablada y apoyado en su brazo, contesté al saludo de Paco con afectuoso ni rebuscamiento; pródiga en imágenes espontáneas y novedosas, pero exentas
movimiento de mibrazolibre y al advertir que mi compañero marchaba com- de retoricismo empalagoso como de presumida afectación. Así lograba que
pletamente inadvertido y mirando con semblante sereno únicamente hacia resaltase en sus versos una personalidad propia, natural y sugestiva.
delante, le murmuré: Lo único que para mi gusto (o para mi mal gusto) no hallé satisfactorio,
—Acaba de saludarnostu sobrino Paco Olaguíbel... ¿no lo viste?... fue el manojo de florecillas quetrajo del Japón, pues pareciéronme demasiado
Nada me contestó, marcadamente, comosi, absorto en su pensamiento, exóticas e inadecuadas para transplantarse, germinar y reflorecer fértilmente
nisiquiera me hubiese oído, y al cabo de diez o doce pasos, repuso en tono en nuestro suelo.*
reposadamenteindiferente: En unartículo que escribió allá en tiemposjuveniles (él mismo lo calzó,
Sílovi... De chico se ponía mis corbatas..., y hoy se pone mis versos. en números romanos, conla fecha de 1893, según veo en el recorte de prensa
No pude menos que soltarme a reír ante semejante salida, tan irónica que conservo), artículo que denominó “Semblanza” y destinado a hacerme
comoinjusta, dado que ya entonces Olaguíbel, hijo de una hermana de Ta- inmerecidoselogios, encuentro un pasaje en que concentró lo que bullía en su
blada, versificaba galanamente sus poesías, con fresca inspiración y sin la más mente como unideal artístico.
somera semejanza con las de Tablada. Despréndolo de todo lo que individualmente meatribuía su cariñoso in-
Mas fuera deesas genialidades, su capacidad artística resaltaba en,cuant
o tento y, considerándolo puramente como una expresión genuina de su espí-
escribía en prosa o verso, comodeello se puede convencer quien quiera po- ritu, a mi vez me apropio de sus palabras, para dedicárselas a él por ser él, el
mismoJosé Juan Tablada, a quien merecidamente corresponden.
nerse a hojear la Revista Moderna, El País de Chucho Rábago,” y especialmente
Resueltamente, y con toda la avilantez de un plagiario concienzudo y
las pocas propias publicaciones coleccionadas que lograron corporizar y que
nocito porque yo mismo carezco decasi todas. : consciente, me apropio deellas, evoco su espíritu y le digo:
Si en varias de sus reseñas periodísticas, de mero carácter informativo, sus labios de poeta. ¿Cómose conquista al público y cómo se ganan los aplausos
se advertía a veces el desdén con que las redactaba, aun en ellas mismas nun- y la popularidad y el dinero? ¡La manera es fácil! ¡Amplio es el camino carretero
ca dejaban de aparecer aquí o allí, con repentina gracia, ocurrentes frases O quetantos han hollado! ¡Conocidaes la puerta que tan fácilmente se abre a los
punzantes ironías, que renovábanle interés a sus relatos. Pero en cuanto a su carneros de Panurgo! Y en lugar del caminoreal que lleva al éxito y al triunfo,
versificación,fue siempre vigorosa, refinada y pulcra,a la vez sin vulgaridad seguir una vereda intrincaday escabrosa que conduce a una pagoda oscura donde
2 En 1898,José Juan Tablada publicó en la Revista Moderna algunas de sus observaciones sobre
el arte nipón. Más tarde, realizó el viaje a Japón que habrá de marcar una parte de su obra
el cual desató una polémica sobre el decadentismoy el modernismo literario, que se extendió
e poética, como lo demuestran sus poemarios Un día y Eljardín deflores, en los que introduce
hasta los últimos meses de 1898.
7 Sobre Jesús Rábago vid. supra nota 21 del artículo “Cómofui académico”, de esta
edición. el haikú la literatura mexicana.
230 Bausino Dávazos
z
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 231
? Se trata del fragmento de un párrafo de unartículo escrito por Tablada, enel que homenajea
la labor poética de Balbino Dávalos. De dicho texto, Conozco tres versiones: José Juan Ta-
blada “Diez semblanzas. Los artistas literarios, Balbino Dávalos”, en El Siglo
XIX, e. 1, núm. * Publicado con el mismotítulo y la misma firmaen: ElSiglo XIX, (23 de septiemb
(7 de octubre de 1893), p. 1; José Juan Tablada, “Máscara”, en Revista re de 1893);
Moderna de México Revista Azul, t. I, núm. 17 (17 de junio de 1894), p. 99; en ElMundo
(1903-1911), t. I, núm. 7 (marzo de 1904), pp. 431-433; y fue recogido , (27 de junio de 1897),
en José Juan Tabla- p. 443; en El Universal, (18 de noviembre de 1900); y recogido en José
da, Obras completas V. Crítica literaria, pp. 83-87. Juan Tablada, Obras
completas 1. Poesta, p. 272.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 233
onal teléfono.
siguiente, cuando me disponíaa salir de mi cuarto, me llamar
Era doña Emilia Pardo Bazán quien me hablaba.
—¿Conqueaquí está usted?... Quisiera verlo.
LA CONDESA DE PARDO BAZÁN —Lo mismo anhelo, yo, doña Emilia. Dígame
cuándo podré tener el
Y HERNÁN CORTÉS! placer de encontrarla en su casa para hacerle unavisita.
hora en punto.
—Venga usted esta mismatarde, a las tres. Lo espero en esa
me hospedaba, no había
Del Hotel de París, en la Puertadel Sol, donde yo
ha por cualquiera
más querecorrer la calle del Arenal y torcer luego a la derec
esidía la famosa
de las trasversales para llegar a la de San Bernardo,? donder
minutos, a paso
novelista gallega. El trayecto no requería más de ocho o diez
dísimo en
Ls
confia
pausado. De suerte quesalí del hotel poco antes de las tres,
llegar con rigurosa puntualidad.
de detenerme. Mas
¡Vana confianza! En el cruce más conveniente, hube
a,a la quefácil podría ser
es encargado de nues- lo acababa de cerrar una compacta columna human
pre de Londres, donde hallábame por entonc en esos momentos el entie-
quéintento. unirse, pero insensato intentar atravesarla. Pasaba
tra Legación,llegué cierta vez a Madrid, no recuerdo ya con stancia fija esa fecha
rro de Chapí con inmenso acompañamiento.* Esta circun
NAS
Quizás sólo el de pasar vacaciones entre amigos y buen clima. inar. La previsión
ros en las listas ocasiona que no meinterese detenerme a rebuscarla y determ
Los periódicos,? atentos por lo regular al tránsito de pasaje
arribo. A la mañana no puede ser más exacta.
o roles de los hoteles, informaron probablemente de mi El acompañamiento no podía ser más elocuente de
la pública simpatía
tos del género chico
que había inspirado aquel músico engalanador de produc
de Ricardo de la Vega; La
(La revoltosa, de López Silva; La niña del estanquero,
s con el nombre de Balbino Dávalos y a, de Fernández
1 Conozco dos versiones de esta pieza, ambas firmada núm.
(t. Il, año XVI,
publicadas en Excébior: “La condesa de Pardo Bazán y Hernán Cortés”dos partes: “La condesa
tempestad y La bruja, de Ramos Carrión; Margarita la torner
realza ba su muerte.
6001, 25 de abril de 1932), pp. 4 y 7; y una segunda publica da en
de marzo de 1947, pp. 4
Shaw; etcétera, etcétera). Su popularidad era evidente y
Pardo Bazán y Hernán Cortés” (t. II, año XXXI, núm. 10815, 22 de
II”(c. IL, año XXXI, núm. 10846, 22
y 5) y “La condesa Pardo Bazán y Hernán Cortés. Bazán
base.// Emilia Pardo
abril de 1947, pp. 4 y 15). Utilizo estas dos últimas como texto HotelParís, ubicado enla calle Alcalá, en la capital
madrileña, es uno de los más populares de
a, dramaturgay perio- wm iones.// La Calle del Arenal
(1851-1921) nació en La Coruña y murió en Madrid, España. Escritor por su activismo España. Fue construido en 1865, con cincoplantas y 120 habitac . De hecho,se convierte
introdu ctora del natural ismo a España. Fue célebre histórico de Madrid
dista. Se le considera la En 1906llegó es una delas arterias más importantes del centro
Bibliote ca de la Mujer (1892). madrileño, al conectar la Puerta del Sol
feminista, que manifestó al fundar la revista La Madrid y la primera en unade las vías principales del entramado urbano
literatu ra del Ateneo de Calle de San Ber-
Mayor.// La
a ser la primera mujer en presidir la Sección de con la Plaza de Isabel II y continuar paralela, o casi, a la Calle
la Universidad Central de Madrid, pero fue del santo Bernardo de Claraval, y
en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en
a de la Lengua (1889, nardo es una conocida vía madrileña, que lleva el nombre
rechazada en tres ocasiones para ingresar a la Real Academia Español
do y acaba en la
quebaja desdela glorieta de Ruiz Giménez, también llamada de San Bernar
La revolución y la
za (1887), sidad y en el de Palacio.
1892 y 1912) Escribió, entre otros libros: La madre naturale Plaza de Santo Domingo,está incluida en el Distrito de Univer
Nuevo teatro crítico (1891-1892), en Madrid, España. Actor
novela en Rusia (1887), Insolación (1889), Morraña (1889), Ruperto Chapí Lorente (1851-1909) nació en Alicante y murió . Fundóla Sociedad
ra (1906), La literaturafrancesa mo- Conserv atorio de Madrid
Polémicasy estudios literarios (1892), Lecciones de literatu y cantante de zarzuel as. Realizó estudio s en el
Elpaís
zarzuelas: La tempestad (1882),
derna (1910), entre otros. - General de Autores y Compositores. Es autor delas
una vez de improviso a Madrid (1891), Circe (1902) y La chica del
En Excélsior (1932) añadió: “Procedente de Portugal, llegué del abanico (1885), Los nuestros (1890), El rey que rabió
N
o de su país en Portuga l”. Sin firma, “Ecosy noticias de sociedad, ABC, v. 7, y poeta. Es autor de las obras teatrale s y zarzuel as:
Dávalos ministr na. Dramaturgo
ed. 7 (24 defebrero de 1911), p. 5.
232
234 Bausino DávaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 235
1
—Enparte alguna que yo sepa. Pero en España somosdel temple queya
dije: para los grandes, el olvido; para los insignificantes, la gloria. Ya usted lo
COIEACANDERA
Continuando mi interrumpidorelato del último viernes, comenzaré en mor-
ve... ¡Chapí!
disco de algunailación, expresando innecesariamente de paso que mi com-
De Val, entretanto, oía sonriente y reservado.
patriota cordial, amigo y ya desde entonces compañero académico, Francisc
o Despuésdeotras referencias y pareceres que me abstengo de recontar por
A.de Icaza,'* no dejó de expresarme alguna vez cierto resentimiento por mi recelo de fantasearlas (¡tanto tiempo ha pasado ya!), prosiguió doña Emilia
defensa de la Pardo Bazán, pero tan leve fue que para nada afectó nuestro diciéndonos que había estado recientemente, no sólo leyendo, sino escudri-
mutuo cariño y como remate póstumo en mifavor, quisola incomprensible ñandolas cartas de relaciónde Cortés, quien la maravillaba por la sobriedady
fatalidad, que años más tarde fuese a mí a quien se le encomendarael doliente magnético encanto dela narración, reveladoras de un carácter excepcional, y
deber de hacerel panegírico de Icaza, cuandose solemnizóla revelación de su la impelían con vivísima fuerza a escribir una “Vida de Hernán Cortés”, pero
busto en el paraninfo de la Universidad Nacional. que para tan vehemente propósito carecía de documentación satisfactoria,'6
Tal antecedente de admiración por doña Emilia me allanó, cuando
la co- —Ydeseo que me informe usted, si han encontrado otras cartas de rela-
nocí personalmente, la fastidiosa secuela de requisitos que exige el formulismo ción, pues faltan. Y quizás muchas... eso salta a la vista. O bien, qué rumbos
social para aproximarse a tan enaltecidos personajes. Por lo demás, en la abun- seguir para ir con ellas y otros conocimiento análogos y usted mevaa facilitar
dancia de ellos, con quien traté frecuentemente en Europa, pude observar todoeso.
quelas que másvalían, ora fuese por su vieja alcurnia, eran los más sencillos, —¡Ay doña, Emilia! ¡A qué santo menos capaz de milagros recurre usted!
francos y cordiales. Quefalten cartas, es incuestionable; las propias referencias del mismo quelas
Emprendida la conversación, comotodasellas, sobre tópicos más o menos escribió lo confirman; que entre los millares de documentos de Simancas y
banales, cupo sin embargo en ella algo de mayor importancia si se quiere,
sepa Dios qué otros,'” muchos archivos se esconden las que no hayan perecido
de menortrivialidad. sin dejarnos ni polvo, cabe también en lo posible; pero que yo la ilustre a usted
Depronto, con su habitual vehemencia, dijomela escritora: en materia tan delicada, es completamente ilusorio. Comienzo por declararle
—¿Por quésois tan ingratos los mexicanos que no le habéis erigido un que de todo cuantohe leído de Historia, por curiosidad o entretenimiento, no
monumento a Cortés? se me han arraigado nunca ningunas convicciones, sino firmes dudas. Con-
—Condesa —le contesté— en México, las opiniones con respecto al con- sidero más reales y verdaderas las novelas de usted, que todas las historias y
quistador, son muydivergentes: ni faltan quienes le admiren, ni escasean quie- relatos habidos y por haber, comolos de César o Hernán Cortés. En suma:soy
nes lo abominen... Por lo demás, ¿en qué lugar de Españase le ha consagrado un escéptico de la Historia.
un monumento?
—¡Ya, ya! Alumnodela escuela de Raleigh...!*
Mipregunta, recuérdolo muy bien, no me nació inspirada porel instinto
de contradecirle ni menos de contrariarla: fue una mera salida de ingenua
curiosidad. Y así lo entendió ella seguramente, pues repuso: 16 Emilia Pardo Bazán escribió la biografía novelada Fernando Cortés (1914), uno de los pri-
meros pobladores españoles que se aposentó en la Nueva España, junto con Hernán Cortés.
1 El Archivo General de Simancas fue el primer Archivo General de la Corona de Castilla.
1 A partir de aquí: Balbino Dávalos, “La condesa Pardo Bazán y Hernán Cortés. Creado el 16 de septiembre de 1540 cuando se emitió la primera orden de envío de docu-
II”, en Excél- .mentación al Castillo de Simancas.
sior, (t. II, año XXXI, núm. 10846, 22 de abril de 1947, pp- 4 y 15).
15 En £ 1932 suprimió: “Continuando mi interrumpido relato del
* Walter Raleigh (1554-1616) nació en Devonshire y murió en Londres. Inglaterra. Político,
último viernes, comenzaré marino e historiador. Concibió el proyecto de colonizar América del Norte; fundando en
en mordisco de alguna ilación, expresando innecesariamente de paso que
mi compatriota 1584 la colonia de Virginia; contribuyó a la derrota de la Armada Invencible española; y
cordial, amigo y ya desde entonces compañero académico,Francisco A. de Icaza”.
luchó pordevolverle el trono al rey de Portugal (1589). Tras la llegada al trono de Jacobo 1 de
240 Bauino DAvaLOS DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 241
—Ymuyferviente... Cada vez que he visitado la Torre de Londres," le indiscreción de mi amigo DeVal y fui así, pasajeramente,el héroe del día entre
heelevado mis preces en el mismo calabozo en que estuvo y donde dicen que los malquerientes de doña Emilia, que no eran pocos. Y muy difamado,a la
destruyó el manuscrito de su Historia del mundo. Pero vea usted: ahora se me vez, en las adulteraciones aplicadas a miinsignificante contestación.
ocurre cómo puedoservirla eficazmente. Voy a escribir a dos de mis mejores Con motivo de una lectura que se me invitó a dar en el Ateneo, volví a
amigos en México, que tendrán a gran honra complacerla a usted en lo mucho tropezar con la condesa, acompañada por Blanca delos Rios,” entrela concu-
que pueden. El uno le proporcionará datos auténticos y preciosos sobre cuan- rrencia de aquella velada. Yo, de bracero con el pseudomarqués de Bradomín,
to usted le pregunte; el otro, que es persona acaudalada y de una generosidad o sea Valle-Inclán,” viejo amigo mío desde México, nos detuvimos a conversar
liberal y noble, obsequiará a usted con sólo que yo lo sugiera, con todo los conellas. Y tornóla escritora a hablar de sus intentosliterarios relativos a Her-
libros que le sean menester. nán Cortés. Cuando de las señoras nos despedimos, díjome aquél “buen don
—¿Quiénes son ellos? —prorrumpió la condesa, gratamente alborozada. Ramón”, con su habitual exaltación de momentos:
—EIhistoriador se llama don Luis González Obregón, amigable camara- —;¡Pero qué se imaginaesta... mujer! Escribir acerca de Cortés, ella, que
da mío desde nuestra primera juventud; el otro, el amillionado,inteligentísi- no ha estado en México,ni sabe cosa alguna de allá... Yo soy quien va a escribir
mo y muyilustrado, a la vez que el más íntimo de mis amigos, es el coronel, ese libro.
don Manuel González,” hijo de un ex Presidente de México y sin parentesco Y así fue, Valle Inclán escribió su libro, que dícenme, pues no lo conozco,
alguno con Luis, como pudiera parecerle a usted por la similitud de apellidos. que más que todo, es una especie de sinfonía psicológica. Doña Emilia em-
as
Deellos obtendrá usted cuanto quisiere. prendió también el suyo, mas a lo que parece,la muerte le impidió terminarlo.
Interrumpo este diálogo que me va pareciendo con aspecto de folletín. Por cuanto a las murmuracionesrelativas a la ingratitud que nos suponía
Básteme confesar que sinceramente no recuerdo si cumplí con mi promesa; para el famoso conquistador,si llegó a saberlas, nada le importarían. Eran tan-
pero haya sido yo o ella quien lo promoviese, obtuvo doña Emilia cuanto tas las anecdotillas vanamente malintencionadas... Vaya una que se me viene
pretendía: libros importantes enviados por Manuel; él mismo me lo expresó a la memoria:
más de una vez, y abundantes informaciones de Luis, quien también me lo Hubocierta ocasión en el Ateneo una sesión destinada a hombressolos.
hizo saber. Llegó doña Emilia y el ujier la detuvo diciendo:
Días después resentí el desasosiego de saber que mirespuestarelativa al —Noestá permitida la entrada a señoras.
monumento de Cortés había circulado, más o menos descortésmente desfigu- —Nosoy señora —exclamó la novelista, quizás con significancia análoga
rada, comosiempre acontece, porlos corrillos literarios de Madrid, inevitable a las palabras de madame Satel cuando le dijeron que Napoleón no podía
recibirla porque estaba en el baño—,?el genio no tiene sexo.
Inglaterra, en 1603, fue acusado detraición y nuevamente encarcelado hasta 1616. Autor de
Historia del mundo (1614) y Descripción de la Guyana (1751), entre otros estudios. 21 Blanca de los Ríos (1862-1956) nació en Madrid y murió en Sevilla, España. Escritora,
19 La Torre de Londres es conocida como“la fortaleza de la reina de Inglaterra”. Comenzó a poetay pintora. Sus letras han sido vinculadas con los orígenes modernosdel feminismo en
ser construida en el año 1078, por orden de Guillermo el Conquistador. Actualmente está España. Es autora de los libros Losfunerales del César (1880), Esperanzas y recuerdos (1881)
situada en el centro de un complejo de diversos edificiosal lado del río Támesis. El complejo y (1912), El romancero de Don Jaime El Conquistador (1886), Los diablos azules (1902), La
hasido utilizado como fortaleza, armería, almacén del tesoro, palacio, palacio de detención, Rondeña (cuentos Andaluces) (1902), El Salvador (cuentos varios) (1902) y El tesoro de Sorbas
observatorio,refugio y prisión, especialmente para prisioneros de “clase alta”. La reina Isabel (1914), entre otros. Existe una carta de Blanca de los Ríosdirigida a Dávalos, en el FBD (caja
I estuvo prisionera aquí duranteel reinado de su hermana María; pero la última vez que la - 4, exp. 65, f. 2).
Torrese utilizó comoprisión fue durante la Segunda Guerra Mundial para Rudolf Hess. 22 Sobre Ramóndel Valle Inclán vid, supra nota 7 del artículo “El misterio de los once pesos”,
22 Sobre Luis González Obregón,vid. supra nota 12 del artículo “El misterio de los once pesos”, de esta edición.
de esta edición.// Sobre Manuel González Horns vid. supra nota 9 del artículo “Cómo fui 23 Madamede Staél [Anne-Louise Germaine Necker] (1766-1817) nació y murió en París, Fran-
académico”, de esta edición. cia. Escritora. Durante la Revolución Francesa tomaparte activa, apoyando a Talleyrand, pero
242 Bauino DávaLos
esBRISAS AITORCIRIAARAN
El portero,si la anécdotaes cierta, tuvo la ocurrencia de contestar:
—Yalo sé, pero no hay paso.
Y contábase que en vida don Castelar, llamábasele a él “Doña Emilia” y a GAMBOA, EMBAJADOR,
la Pardo Bazán, “Don Emilio”...?*
Y MENÉNDEZPELAYO,
¡Meras habladurías de Madrid!
BIBLIOTECARIO!
1 Conozco dos versiones de esta pieza, todas firmadas con el nombre de Balbino Dávalos y
publicadas en Excélsior. “Una curiosidad frustrada de Menéndez Pelayo”(t. VI, año XVIII,
24 de noviembre de 1934, pp. 5 y 9); y una segunda publicada en dos partes: “Gamboa,
tras la caída de la monarquía, viaja a Suiza (1792). En 1797 regresa a París, fascinada por la embajador contra Menéndez Pelayo” (t. II, año XXI, núm. 10846, 22 de abril de 1947, pp.
figura de Napoleón Bonaparte, quien se siente receloso ante una mujer dedicada a la política, 4 y 15) y “Gamboa embajador, y Menéndez Pelayo, bibliotecario” (t. III, año XXXI, núm.
queparticipa en intrigas palaciegas y ante la que se evidencia su escasa elocuencia. Al situarse 10856, 2 de mayo de 1947, p. 4). Utilizo esta dos últimas comotexto base, y el título de la
además su amante Benjamin Constant en la oposición, Napoleón insta a Madamede Staél a segunda para rotular la pieza.// Sobre Federico Gamboa vid. supra nota 11 del artículo “En
alejarse de París (1803). Fue autora de Delphine (1798), Corrine (1808) y Alemania (1810). memoria de Luis Ricoy”, de esta edición; y sobre Marcelino Menéndez Pelayo vid. supra nota
4 Emilio Castelar (1832-1899) nació en Cádiz y murió en Murcia, España. Escritor, periodista 51 del artículo “Cómo fui académico”, de esta edición.
y político. Fue activista político del Partido Democrático de España, y fundadordel perió- 2 Camilo García de Polavieja (1838-1914). Militar, político y diplomático español. Ingresó en
dico La Democracia (1864). Conspiró contra Isabel II y tuvo que exilarse a Francia, donde - el Ejército en 1858, destacando en la guerra de África y enla guerra de Cuba (1868-1878).
permaneció hasta la revolución de septiembre (1868). Vuelto a España hizo proselitismo en Más tarde lucharía en la Tercera Guerra Carlista en Cataluña. Fue Ministro de Guerra en
favor de la república. Alcanzó la presidencia del Poder Ejecutivo de la Primera República el gobierno de Francisco Silvela (1899). En 1904 fue nombradojefe del Estado Mayor por
Española (1873-1874). Escribió entre otros libros: Lucano: su vida, su genio, supoema (1854), Alfonso XIII, y en 1906presidente del Consejo Supremo de Marina y Guerra. Fue miembro
Ernesto (1855), Alfonso el Sabio (1856) y Lafórmula delprogreso (1857). de la Real Academiadela Historia.
243
Pr
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 245
no tardé en estar
os los hijos de Rafael ¿Fue ese mismo día o al siguiente? No lo recuerdo: pero
nebra, dondea la sazón hallábanse igualmente de pupil ro inolvidable y caballeroso
departiendo conellos en el palacete de aquel nuest
Reyes Spíndola,? Roberto y Octavio. para gratuito y fastuoso
París,* al costado amigo don Telésforo García,* cedido por su dueño
Cúpomela suerte de hallarmea la puerta del Hotel de
a del Sol, cuando pasaban albergue de nuestra fortuita y transitoria embajada.
de la calle de Alcalá y fronterizo a la plaza dela Puert Sin la menor conexión conella, y libre por ende de oficia
lescas monsergas,
no sería mi alborozo
numerosos carruajes de la corte en comitiva real. Cuál triotas como copartícipe
que delas vistosas ca- cúpomela grata suerte de acompañar a mis compa
al distinguir en ellos a la corta distancia de media calle, alguna o algunas de ellas
ares y queridas comolas de de correrías más amenas o menos engorrosas. Y de
rrozas me separaba, fisonomías tan para mí famili
y otras que presto bame pretendo esta vez hacer memoria.
Federico Gamboay Francisco Javier Glaxiola,*y otras acaso O por inclusión de
García Castañeda, Gon- Acaeció cierta bien avanzada mañana, sea por
identificando: Alfredo Barrón, Agustín del Río, Paco a la Biblioteca Nacional.? Mucho
especialmente españoles, de programa, que fuimosen excursión devisita
zalo del Castillo Negrete y qué sé yo quiénes más. latría porlos libros,
acertó a verme simultánea- mepicaba la curiosidad tal visita, ya que, a pesar de miido
entre mis relaciones en la Villa del Oso.” Gamboa curioseos por Madrid. El
insignificancia de curioso jamás me habían conducido allí mis precedentes
mente que lo descubríayo, a pesar de mi individual nencias, lo que más
me seña de reconocimiento Museo del Prado había sido,'? durante mis previas perma
emboscado entre otros numerosos mirones; hízo
nificó: “Ahora nos me habíaseducido... y quizás la Bombilla.”
y saludo, que al tropezar con el mío, íntimamente nossig Fuimos. Don Marcelino (su director) nos recibi
ó con toda la noble y
Alcalá hasta perderme
vemos”,y prosiguió el desfile de coches por la vía de rado carácter. Condújo-
, ya que en ese momento amansedumbrada bonhomiepeculiarísima de su acend
de vista, tras la aturbonada muchedumbre, sin atinar s delibros, mostrándonos
an ni a dónde dirigieran. nos apaciblemente por diversos salones amurallado
todo ello era no novedad para mí, ni por qué pasab osas regalías bibliográficas,
incunables, vetustos infolios, vejancones o noved
uier rato de ocio, diérase a
etcétera, etcétera. Ojalá que Gamboa, en cualq
del artículo “El misterio de los once pesos”,
Sobre Rafael Reyes Espíndola vid. supra nota 8
A]
recordarla ocasión ya para mí tan borrosa deesavisita, y nos regalara con una
Ya de retirada,al ir bajando la escalinata, Federico Gamboa,de
excelente reconstrucción su pintoresca plumade novelista. bracero
silenciosamente conmigo, y como sacudiéndose de unareflexión que
Mostróse don Marcelino, en esa vez, a lo que sentí y recuerd le mo-
o, en una lestara, díjome de pronto:
especie de desconcierto que yo no le conocía. ¿Preocupación de moment
o? —Pero ¿has visto cuán tartamudo es don Marcelino...?
¿Aturdimiento de sabio, eminentísimo, pero modesto, ante persona
s que le —Sí —recuerdo que yo repuse—. Con frecuenciale tartamudea la len-
llegaban revestidas de preeminencia exótica? De todos cuantos íbamos, única-
gua; pero nunca la inteligencia.
mente yo había estado antes relacionado con él personalmente, ¿y qué
podía Gamboapodrárecordarlo,si a bien lo tiene. (O él por entonces lo consig-
yo significarle en aquella agrupación irruptiva, oficialmenteilustre? El hecho
nó con fidelidad en su Diario.)
es que antójase, aunque cortés, ingenuamente atolondrado.
Uno o dos días después, cerca del Ideal Room por Alcalá y frente a la
Y vino momento,ya fuese por alguna alusiva palabra o por mera
ociosi- calle de Sevilla!* de entonces, tropecé con don Marcelino, a quien siempre
dad mía, en que se me ocurrió preguntarle:
que ello solíame suceder saludábalo al paso con urbano acatamiento, sin
—Dígame, don Marcelino... ¿Qué por casualidad, no ha encontrado us-
abordarlo impertinentemente jamás. Pero esta ocasión fue él quien me de-
ted algún antecedente literario al soneto de Blanco White que incluyó usted
tuvo, diciéndome:
en sus Heterodoxos?”?
$ —-Oigausted, encomendéa misecretario (posiblemente,a lo que recuer-
—;¡No! —merecalcó con viveza— siemprelo hetenido pororiginal.
do, Pujol) que buscara en Gracián el pasaje de que mehabló usted y no hasido
—Pues yo no —meatreví, sin la menorreflexión, a decirle—. Su
pasaje posible encontrarlo... ¿Dónde a lo que usted recuerda, podría hallarse?...
de Gracián'? me ha hecho sospechar que fuera el motivo de la inspiración...
—Meencantaría complacerlo... Paréceme que es muyal principio: en las
—¿Dónde, dómde está ese pasaje? —exclamó Menéndez Pelayo, radián-
primeras páginas del Criticón; pero imposible precisarlo... Pierda, pierda usted
dole brillo en aquellos sus ojos, entonces Opacos, pero por lo
común risueños cuidado, don Marcelino: en cuantoregrese yo a Lisboa,lo rectificaré con sólo
y con cierta emotiva intensidad en la voz.
ver la página donde marginalmentelo señalé y escribiré a usted. Por lo demás,
—Nolo podría precisar —repuse—. Pero pierda usted cuidado; en cuan-
no lo tomeusted tan enserio; bien pude, en lo atropellado dela lectura, ha-
to yo regrese a Lisboa, lo buscaré pues lo tengo anotado en mi ejempla
r de berme engañado inocentemente.
Gracián y en el acto informaré a usted.
Y no dudo empacho en confesarlo ahora. Temí haber suscitado en Me-
néndez Pelayo unacuriosidad cierta o vana, no porque no dudase dela bien
recordada acotación a lápiz garabateada en mi libro, sino porque con igual
2 José María Blanco White [José María Blanco Crespo] (1775-18
84) nació en Sevilla, España, exactitud recordaba haber acotado el pasaje más que de paso,ya que a Gra-
y murió en Liverpool,, Inglaterra. Escritor, teólogo y periodista. Estudió con
los dominicos
y en la Universidad de Sevilla. Colaboró con el periódico Semanari cián, por mucho que meentretenga a ratos, sólo gusto de releerlo por snobis-
o patriótico (1808-1809)
y en Londres publicó El Epañol (1810-1814), prohibido en España. Algunosd
esuslibros,
recientemente traducidos al español, son: Cartas de España (1972),
Autobiografía (1975) y
Vargas (1995).
* Baltasar Gracián y Morales (1601-1658) nació en Cataluña y
murió en Zaragoza, España. 1 El café restaurante Salón Ideal Room estaba ubicado en la Plaza Bilboa, esquina con calle
Sacerdote y escritor. Fue ordenado porlos jesuitas en 1627, cuando comenzó
Humanidades en el Colegio de Cataluña. En 1639 llegó a Zaragoza, a impartir Vázquez Mella. El lugar incluía una pequeñapalestra dondese realizaban presentaciones de
nombrado confesor oratoria, teatro y danza. Mantuvo su primacía como cenáculo de la bohemia cultural ma-
del virrey de Aragón Furancisco María Carrafa, duque de Nochera, con quien
viaja a Madrid, drileña hasta principios de los treinta durante el siglo xx. // La calle Sevilla es una de las vías
dondepredicó. Enel werano de 1650 fue destinado a za con el cargo de Maestro de
Escritura. Es autor de los libros: El Héroe (1637), El Político (1640), céntricas de Madrid. Es unavía alternaa la calle Alcalá, con la que cruza al término de su
El Discreto (1646), ruta. A lo largo de sus aceras, se ubican diversas construcciones neoclásicas españolas, como
Oráculo manualy arte deprudencia (1647), Agudeza y arte de ingenio (1648),
El Comulgatorio el edificio del Banco Bilbao, coronado por dos cuádrigas monumentales en ambostorreones
(1655) y El Criticón (1 651-1657), entre otros.
del edificio, realizadas en bronce por Higinio de Basterna.
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 249
Baueino DÁVALOS
253
254 Bausino DivaLos
DIGRESIONES DE UN PASADO LEJANO 255
en cali- —Vengoa saludar a su papá; mas como el barco saldría pronto, rúegole
—Sí —repuse—=; pero nada me importan. El general Díaz viene
iese deir a que se lo diga cuando despierte, pues apenas son las seis y supongo que no se
dad de hombre caído y mesentiría yo un pusilánime si me reprim
habrá levantado...
verle hallándomea distancia tan relativamente corta...
ando: Nada de eso —me contestó—. Ya conoce usted a mi papá: desde
Machado,al oírme, recobró su vivacidad habitual exclam la
general las cuatro está en ple; voy a buscarlo. Pero pasen ustedes a sentarse en
—Haceusted muy bien y le encargo expresar de mi parte al señor
nosotr os. sala...
la grande estimación en quese le ha tenido siempre entre
que de Y después delas usuales presentaciones, nos condujo al próximo saloncito
Casualmenteal siguiente día cruzaba un barco rumboal norte,
de entradas opuesta, la robusta y serena persona de don Porfirio. Al punto me
pasose detendría en Oportoy Vigo.
que en repre- vio, se me acercó con los brazos abiertos y sonriendo plácidamente, me hizo
Como mi mujer hallábase enferma por entonces, resolví
e muy jovencita, sentar en un sofacito y mirando en torno, habló así:
sentación suya me acompañase mi hija mayor'* que, aunqu
el queella llevase, —Veo quehayseñoras y Carmelita no se ha levantado porqueviene algo
ya figuraba en la vida social de Lisboa, siendo mi ánimo
la esposa del enferma... Porfirio —dijo dirigiéndose a su hijo—, ve a buscar a Luisa para
como yo para donPorfirio,la debida atención para Carmelita,
que atiendaa las señoras (la esposa del cónsul y mihija).
general Díaz.
quien Sentados separadamente de los demás, quienes presto eran atendidos por
Al desembarcar en Vigo, el cónsul de México, Marcos Daudén,a
en algún hotel, ya Luisa Raigosa y su marido,” púsose don Porfirio, con maravillosa serenidad a
previamente había yo telegrafiado me preparase alojamiento
a en un lugar exponerme, como un observador extraño a cuanto había ocurrido, los sucesos
metenía dispuesta cómoda habitación en su propia casa, situad
de México en sencillo y amenísimo relato. Encantado y absorto estuve oyén-
elevado del puerto.
la vista a tra- dole, pero de todoello, lo que imborrablemente se me grabó en la memoria;
Al despertar la siguiente mañana muy temprano y dirigir
del mar, advertí que fueron estas sus auténticas palabras:
vés de una amplísima ventana hacia la sonrosadalejanía
a figura de —-Pudehabersofocadoesa revolucioncita, pero a costa de muchasangre...
desde larga distancia venía dibujándose, cada vez más perceptible,l
que, con exacta y pensé: “¿Con que ya no mequiere?... Pues ya me voy... Y les he dejado más
un navío con evidente rumbohacia el puerto. Era el Ipiranga
de 70 millones, para quelos dilapiden.”
puntualidad, avistaba la costa de Galicia. En seguida me preguntó:
o de
Poratinada precaución del cónsul fuimos conducidos al barco acabad
—¿Y quénoticias interesantes han venido?
anclar, en la primera lanchade las autoridades del puerto.
cerme, veloz- —A miparecer, sólo dos...Un telegrama, que probablemente procede de
Al pisarsobre cubierta, descubrí a Porfirio,!? quien, al recono
algún guasón, asegura que al entrando Madero, hubo en México un fuerte
mente se adelantó a recibirme,a la vez que yo decía:
terremoto...
A lo que don Porfirio, entre pujos de risa y con voz de sorna, pro-
18 Emma Dávalos Anaya, hija mayor del matrimonio de Balbino
Dávalos con Josefina Anaya. rrumpió:
Veracruz, y murió en la Ciudad
1 Porfirio Díaz Ortega (1873-1946) nació en Tlacotalpan,
Ortega Díaz, la primera esposa de don
—;Ah!..., lo recibió mal la tierra... ¿Y la otra noticia?
de México, DE Ingenier o y militar. Hijo de Delfina
de La Castañeda (1908-
Porfirio Díaz. Unade sus obras más importantes fue el Manicomio
Fue miembr o del Consejo Directiv o del Banco de Hidalgo y del Banco Hipotecario
1910).
ía Hidroeléctrica e
de México, director del Ferrocarril Panamericano,director de la Compañ y director de la 29 Luisa Raigosa. Esposa de Porfirio Díaz Ortega, con quien procreó siete hijos:
Porfirio, María
Tabacal era “El Buen Tono”
Irrigadora de Chapala, director de la Compañía Luisa, Genaro, Ignacio, José, Luis y Manuel. A su vez formaron varias uniones
matrimonia-
más importante empresa
Compañía Nacional Mexicana de Dinamita y Explosivos. Pero la les de interés con famosas familias del Porfiriato, como lo fueron: Joaquín Casasus,
Ignacio
ía Mexica na de Petróleo “El Águila”, que había sido
en la que fue directivo,fue la Compañ Manuel Altamirano , Justo Sierra y la familia francesa de Antoine Tellier.
adoa las leyes del país, dos años antes dela caída del dictador .
incorpor
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* Diego Redo. Nació y murió en Culiacán, Sinaloa. Comerciante, político y militar. Hijo Nota 209: Arribo del señor general don Porfirio Díaz:
de comerciantes españoles, desde joven se dedicóa la política. Fue gobernador de Sinaloa Lisboa, 19 de junio de 1911.
(1909-1914) y simpatizó con Victoriano Huerta, gobierno en el que colaboró al ocupar
distintos cargos.
2 Sobre Manuel González Hornsvid. supra. Nota 9 del artículo “Cómo fui académico”
, de esta 2 A partir de aquí: Balbino Dávalos, “Don Porfirio Díaz en el Ipiranga. II”, en El Universal t.
edición.
IV, año XXXI, núm. 10957 (11 de agosto de 1947), pp. 4 y 22.
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saber, por la pren- Mela escribía el licenciado don José López Portillo y Rojas, quien,si mal
Tengo la honra de poner en conocimiento de usted queal
general don Porfirio no recuerdo, formaba parte en el nuevo gabinete presidencial.
sa española, que el vapor Ipiranga, en que vendría el señor Pepe López, como abreviadamentele llamábamos sus amigos, era un
trasladarmea dicho
Díaz,tocaría en Vigo el 16 del corriente, decidí desde luego
a fin de saludar y hombre de corazón refinadamente noble y de la esmeradísima educación fa-
puerto, por mi propiainiciativa y en mi carácter particular,
ex Presid ente de México,el miliar antigua que cada día ha sido más discrepante en lo moderno. Sus elo-
hacer manifiesto al por tantos motivos respetable
debe tributar. Lo de carácter gios me parecieron de tanta mayorvalía, debido a quea la vez se me despertó
homenaje de consideración que todo mexicano le
s de llevar a cabo mi pro- en la memoria el recuerdo de que Pepe, en los últimostiemposdel porfirismo
particular lo refiero únicamente a la manera y medio
pueda prescindir de la habíasido villanamente encarcelado por qué sé yo qué bellaca intriga polí-
pósito, pues es regular que en ningúri acto sostenible se tica.¡Mi satisfacción fue inmensa!... Nada podían importarme ya ningunas
, en consideración el signi-
representación que se tiene. Hetomado, por lo mismo otras apreciaciones.
ese género, pues que, si por
ficado que pudiera aquí darse a una manifestación de
d de efectuarla, Y enel sereno curso delos siguientes meses, lo único de importancia en
unaparte, al señor Béistegui y no a mí le tocaba la espontaneida
deser quien patentizara ante el desempeño de mis funciones fue la repentina información de que Méxi-
porcondiciones geográficas quedabayo en aptitud
rel general Díaz aun en su co oficialmente reconocía al ya firme gobierno de Portugal. Esto aconteció
este país el grado de merecimientos a quees acreedo
¡ a principio de julio de 1911 y la toma de posesión de Francisco Madero,
aspecto de simple ciudadano. comopresidente y José María Pino Suárez como vicepresidente, no se efec-
dino Macha do,qu ien
Así, pues, despedídome que hube del doctor Bernar
expresiones de simpatía, salí tuó sino hastael seis de noviembre. En la información que por esos días se
me encomendóparael señor general Díaz calurosas
ó en Vigo veintidós horas me trasmitió por conducto de nuestra Legación en París, vi con gusto que
el 14 por la tarde a bordo del vapor Asturias, que medej
fui conducido en el en el nuevo gabinete figuraban varios amigos míos, como Manuel Velázquez
después. Al amanecerdel día 16 fondeó el Ipiranga, al que Tagle, en Justicia; Rafael Hernández, en Fomento y Ernesto Madero, en
del señor general, al mo-
bote de la Compañía y, gracias a los hábitos matinales
que lo caracterizan. Hacienda.
mento merecibió con cordialidad y espartanasencillez
estar aquí por lo Sin más novedadtrascurrió el resto del año hasta que, al fin, el ocho de
Cumplido el deber que me había impuesto y necesitando
lea Constituyente, que enero de 1912 me llegó la disposición a diario esperada,en la formasiguiente:
que pudiese ofrecerse, antes de la apertura de la Asamb
camino dehierro. “Sírvase remitir su renuncia inmediatamente.”
tiene lugar hoy, he regresado con toda anticipación por
A tan perentoria cuanto rudadisposición respondí desdeñosamente: “Im-
limitaba, como era de pedido renunciar derechos legítimos, facilito propósitos Gobiernosolicitando
La respuesta que recibí del secretario provisional, se licencia ilimitada”.
deestas palabras: “Otra
rigor, a un simple acuse de recibo, con el aditamento A lo que se me contestó: “Concedidalicencia seis meses”.
e licencia”.
vez queusted intentesalir de Portugal, pida previament ¿Eratal disposición un castigo por miatrevida visita al general Díaz enel
mente se pro-
Comola ceremonia de elección presidencial en quetriunfal Ipiranga? El recelo que me insinuó el ministro portugués Bernardino Macha-
todo continuó durante el
clamaría a Maderojefe de la nación habría de tardar,
olvimiento. do ¿fatídicamente habría venidoa realizarse?...
gobiernoprovisional de Dela Barra en legítimo y normal desenv Pero al surgir de pronto un chusco recuerdo plenamente olvidado y que
entre quienes
Nientonces ni más tarde llegué a saber cómo se comentaría con viva risa torno a memorar hoy, sentí la inmensa satisfacción de pensar:
aria a la par que
hubiéranla conocido, mi nota informativa ni mivista volunt No,no hasido eso: sólo se trata de un desquite pueril; mi acto derespeto a
e
. . .
sta cautelosa y
e
voluntariosa al arribo del Ipiranga, con excepción de la respue don Porfirio nadie lo podrá censurar... Todo, simplemente, es la repercusión
rta particular en
secamente reprobatoria dela Secretaría de Relaciones y unaca de... ¡un paraguazo!”
que con crecido entusiasmo se me elogiaba mi conducta.
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