Sunteți pe pagina 1din 8

CONCEPTO Y PRINCIPIOS BÁSICOS DE

LOS DERECHOS HUMANOS

1. Los Derechos Humanos. Su evolución histórica

Los Derechos Humanos, tal como los concebimos en la actualidad, han sido el
producto de una larga evolución histórica, por la cual en los diversos Estados se empezaron
a proteger determinados derechos que hoy se consideran incluidos dentro de tal rama de
derechos.
Los primeros antecedentes que se conocen son la Carta Magna firmada en el año
1215 en Inglaterra, en la que se limitaba el poder de los monarcas impidiendo así el
ejercicio del poder absoluto1 y se estipulan medidas concretas de protección de las
libertades individuales; la Petición de Derechos de 1628 (Petition of Rigths), que
garantizaba diversos principios de libertad política (respecto de los derechos del
Parlamento) e individual (seguridad del pueblo)2; el Acta de Hábeas Corpus (1679) 3, que
fue el primer intento por prevenir detenciones ilegales y la Carta de Derechos de 1689 (Bill
of Rights)44.
Los Derechos Humanos comienzan a consolidarse como tales en el siglo XVIII tras
las revoluciones americana y francesa. Frente a la figura del Estado moderno, los derechos

1
La firma de la Carta Magna fue el resultado de los desencuentros entre el rey Juan “sin Tierra”, el Papa y los
nobles ingleses sobre las prerrogativas del soberano. La Carta Magna fue considerada el primer capítulo de un
largo proceso histórico que llevaría al surgimiento del constitucionalismo. Fue reiterada y ampliada durante el
reinado de Eduardo I en 1297.

2
Carlos I de Inglaterra, en lucha contra Francia y España, se vio obligado a pedir fondos al Parlamento. El
Parlamento en pleno le impuso a Petition of Rights (redactada en ingles). Los once artículos de este texto
garantizaban principios tanto de libertad política como de libertades individuales: la imposibilitad de recaudar
impuestos sin acuerdo del Parlamento, de efectuar detenciones arbitrarias y de establecer tribunales de
excepción, el derecho del acusado a un proceso legal y el respeto de las libertades y los derechos reconocidos
por las leyes y los estatutos del reino- El rey acepto la Petición, que se aplico durante dos años, pero al acabar
la guerra, Carlos I ya no tuvo necesidad del Parlamento y reino como sobresano absoluto hasta su muerte, en
1649.

3
El procedimiento de hábeas corpus garantizaba la libertad individual contra los riesgos de detenciones y
represiones arbitrarias. El Acta de 1679 fue redactada por los miembros del Parlamento durante el reinado de
Carlos II, para protegerse de prácticas entonces corrientes. Se denunciaban en ella los abusos y se exponían
normas precisas sobre los derechos de los acusados y de los prisioneros.

4
La Bill of Rights de 1689 fue impuesta por el Parlamento ingles a la futura reina Maria II Estuardo y a su
esposo Guillermo de Orange. Se trataba, por primera vez, de un verdadero contrato, establecido entre los
soberanos y el pueblo. La Declaración de los Derechos Humanos recordaba las numerosas violaciones de las
leyes y las libertades cometidas por Jacobo II y enumeraba los derechos reconocidos al pueblo desde 1245.
En su artículo primero se enunciaba un principio esencial: la autoridad real no tiene fuerza de ley; la ley está
por encima del rey. Los demás artículos desarrollaban este principio. El pueblo tenía derecho de petición, el
derecho de votar libremente garantías judiciales y la protección de sus libertades individuales. Poco tiempo
después se otorgó la libertad de culto a los protestantes.
del hombre van a ir progresivamente limitando el poder del Estado, y en consecuencia van
a ir construyendo el Estado Constitucional de Derecho5.
La Declaración de Derechos de Virginia (12 de junio de 1776)6, la declaración de
Independencia americana (4 de julio de 1776)7 en los Estados Unidos y la Declaración del
Hombre y del Ciudadano (26 de agosto de 1789) en Francia 8 son el puntapié inicial del
proceso histórico en el que se basaron todos los movimientos de ideas en materia de
Derechos Humanos que surgieron posteriormente9.
Estos derechos obtuvieron su reconocimiento pleno, formal y universal por parte de los
Estados tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial en 1945, cuando toda la
comunidad internacional fue asumiendo progresivamente competencias en el campo de
Derechos Humanos10 y se fundó la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U).
Los fundadores de las Naciones Unidas reaccionaron frente a los horrores de la
Segunda Guerra Mundial haciendo hincapié en los Derechos Humanos a la hora de redactar
la Carta de las Naciones, que se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco 11, con el
principal objetivo de “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra” y
de “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre”122.
Asimismo y tal como reza su art. 1.3, una de las metas que se fijaron es alcanzar una
cooperación internacional “en el desarrollo y estímulo del respeto a los Derechos Humanos

5
Prado D., Maximiano: Limitación de los Derechos Humanos. Algunas consideraciones teóricas, Revista
Chilena de Derechos, vol. 34, n° 1, 2007, pp. 61 a 90.
6
En los dieciocho artículos de la Declaración se enumeraban derechos próximos a la noción moderna de
Derechos Humanos: la igualdad de todos los hombres, la separación de los pobres Legislativos y Ejecutivo, la
primicia del poder del pueblo y de sus representantes, la libertad de prensa, la subordinación del poder militar
al poder civil, el derecho a que se haga justicia y la libertad de culto. Los derechos de la persona humana eran
considerados derechos naturales que ningún régimen podía menoscabar. Algunos derechos eran inalienables.
Este texto, que se tradujo al francés, ejerció una gran influencia durante la Revolución Francesa.
7
La mayor parte de las antiguas colonias revisaron sus constituciones y ocho incluyeron en ellas
declaraciones de derechos (1776-1783). En todas ellas se recuerda el derecho a la libertad individual,
establecido en Inglaterra por la Carta Magna, y todas agregan – junto a los derechos de la propiedad, de
reunión y de expresión – el derecho a la libertad religiosa. La Constitución de 1787, que especifica los
derechos individuales, se completo mediante diez enmiendas, aprobadas en diciembre de 1791 con el nombre
de Hill of Rights (Declaración de Derechos).

8
La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1789) establece: “Los hombres nacen y
permanecen libres y con iguales derechos”. Este texto se incluyo casi literalmente en la Declaración Universal
de Derechos Humanos de 1948. Se anunciaban los siguientes principios fundamentales de orden político: la
soberanía nacional, el sistema de gobierno representativo, la primacía de la ley y la separación de poderes,
entre otros.

9
Les droits de l´homme en la conquete des libertes. Des lumieres aux revolutions de 1848, Actas del coloquio
de Grenoble, Vizille, 1986, Presses Universitaries de Grenoble, Francia, 1988.
10
Gomez Isa, Felipe: Derechos Humanos: concepto y evolución, Diccionario de Acción Humanitaria
(http://dicc.hegoa.efaber.net).
11
La Carta de las Naciones Unidas se firmo el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al terminar la
Conferencia de dichas Naciones Unidas sobre Organización Internacional y entro en vigor el 24 de octubre
del mismo año. El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia es parte integrante de esa Carta
(http://www.un.org/spanish/aboutun/charter/index.htm).
12
Preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas.
y a las libertades fundamentales de todos sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión”.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la
Declararon Universal de los Derechos Humanos13 . Este plexo normativo constituye el pilar de
la legislación del siglo XX sobre Derechos Humanos y es el punto de referencia para el
movimiento a favor de estos derechos Universales.
La Declaración Universal se fundamenta en el principio básico de que los Derechos
Humanis emanan de la dignidad inherente a cada persona. Ha servido de base a gran
número de instrumentos posteriores que, en conjunto, constituyen la normativa
internacional de los Derechos Humanos. Esta declaración, junto con el “Pacto Internacional
sobre Derechos Civiles y Políticos”14, el “Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales”15 y sus respectivos protocolos facultativos16, conforman la “Carta
Internacional de los Derechos Humanos”. Estos pactos fueron signados el 16 de diciembre
de 1966 e imparten obligatoriedad jurídica a los derechos proclamados por la Declaración.
Tras este puntapié inicial, el reconocimiento de los Derechos Humanos ha estado en
constante evolución. Prácticamente, todos los países los han reconocido e incorporado a sus
respectivos sistemas jurídicos y a su derecho positivo; asimismo, días tras días, los teóricos
van incorporando nuevos derechos a esta amplia gama de derechos.

2. Concepto

Desde la segunda mitad del siglo XX se ha expandido el uso de término Derechos


Humanos, ya que se ha ido creando un sinnúmero de categorías que se incluyen dentro de
este concepto (derechos económico-sociales, derechos del niño, de la mujer, derecho al
agua potable, etc), por lo que conceptualizamos no es precisamente tarea sencilla.
Hay autores que opinan que “este proceso de expansión es la causa principal de la
facultad de encontrar un concepto útil de Derechos Humanos” 17. Otros consideran que tal
expansión no favorece sino que debilita los Derechos Humanos, en el sentido más estricto
del término que ellos propugnan18.

13
Adoptada y proclamada por resolución de la Asamblea General 217 A (iii) del 10 de diciembre de
1948.
14
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A
(XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el art. 49.
Aproximadamente 150 países se han adherido a este pacto.
15
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por Asamblea General en su resolución 2200 A
(XXI), del 16 de diciembre de 1966. Entrada en vigor: 3 de enero de 1946, de conformidad con el Art. 27.

16
Protocolo facultativo del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos (adoptado y abierto a la
firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A [XXI], DEL 16 DE
DICIEMBRE DE 1966. entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el art. 9). Segundo
protocolo facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos, destinado a abolir la pena de
muerte (aprobado y proclamado por la Asamblea General en su resolución 44/128 el 15 de diciembre de
1989).

17
Prado D., Maximiano: Limitación de los Derechos Humanos. Algunas consideraciones teóricas,
Revista Chilena de Derecho, vol. 34, n° 1, 2007, pp. 61 a 90.
Como señala Prado en referencia a Taylor: “La determinación del contenido de los
Derechos Humanos nos obliga a plantear un juicio moral acerca de aquellas capacidades
humanas que son dignas de respeto, protección y favorecimiento…” 19
Asimismo es difícil encontrar un concepto o definición de Derechos Humanos en los
distintos instrumentos jurídicos emanados de la ONU y de la OEA 20. Simplemente de estos
instrumentos se extraen los derechos que se considera forman parte de los Derechos
Humanos, pero sin definirlos.
No obstante lo dicho, se debe tener presente que cuando nos referimos a los Derechos
Humanos subyacen dos ideas fundamentales: la dignidad inherente a cada persona
humana21 y los límites al poder de los Estados 22. Los Derechos Humanos, inspirados en
valores de dignidad, justicia, igualdad y libertad, implican obligaciones de los Estados a
favor de todas las personas.
Por lo tanto, y sin que ello implique una definición absoluta e inamovible, podemos
decir que los Derechos Humanos son un conjunto de prerrogativas y principios de
receptación universal, jurídicamente reconocidos y garantizados, que aseguran al ser
humano su dignidad, y que las personas tienen frente al Estado y a sus instituciones para
impedir que éste infiera, limite o viole el ejercicio de los derechos fundamentales”.

Características

Los Derechos Humanos, por su propia naturaleza, tienen atributos propios y


específicos, que nos permiten categorizarlos como tales. A su vez, comparten los riesgos
propios de todos los derechos en general.
Por ello, podemos decir que los Derechos Humanos reúnen las siguientes
características:
1) Universales: Por ser propios a la persona. Todos los seres humanos poseen estos
derechos, sin ninguna diferencia por edad, sexo, raza, idioma, nacionalidad,
religión, condición económica o social, ideas políticas, preferencia sexual,
impedimento físico o mental, enfermedad o cualquier otra condición.
2) Imprescriptibles y progresivos: Una vez reconocidos formalmente, su vigencia no
caduca. Asimismo, la consagración de nuevos derechos no excluye ni desestima
18
Cranston, Maurice: Human Rights: Real and Supposed, en Political Theory and the Rights of Man,
Raphael , D. D. (ed.), Bloomington, Indiana University Press, 1967, pp. 43 a 53.

19
Prado D., Maximiliano: Limitación de los Derechos Humanos. Algunas consideraciones teóricas,
Revista Chilena de Derechos, vol. 34, n° 1, 2007, pp. 61 a 90.

20
Rodriguez-Pinzón, Diego, y Martín, Claudia: La prohibición de la tortura y los malos tratos en el
sistema interamericano: Manual para víctimas y sus defensores, prologo de Claudio Grossman,
vicepresidente del Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, 2006, pp. 28 a 33.

21
Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948.

22
Gómez Isa, Felipe: Derechos Humanos: concepto y evolución, Diccionario de Acción Humanitaria
(http://dicc.hegoa.efaber.net).
la vigencia de prerrogativas antes consagradas, y la existencia de viejos
derechos no impide que las nuevas condiciones sociales vividas por los pueblos
determinen la vigencia de otros posteriores.
3) Irrenunciables, inalienables e intransferibles: Las personas no pueden renunciar
a los Derechos Humanos, ni tampoco negociar con ellos, aunque sea por propia
voluntad. Tampoco el Estado puede disponer de los derechos de los ciudadanos.
Se entiende que en situaciones extremas algunos derechos pueden ser limitados
o suspendidos, pero nunca eliminados o extinguidos.
4) Inviolables: Los Derechos humanos no admiten ser violados en ninguna
situación. El Estado, como principal responsable de su respeto, no puede
justificar nunca tal violación. Los Estados deben regirse por el respeto de los
derechos Humanos y las leyes dictadas o que se dicen no pueden ser contrarias a
esto, así como tampoco las políticas que se implementen.
5) Obligatorios: Los Derechos Humanos imponen al Estado la obligación concreta
del respetarlos aunque no haya una ley que así lo diga. En este sentido, la
obligatoriedad se extiende a respetar los derechos reconocidos en las leyes
nacionales y también aquellos que aun no lo están.
6) Integrales: Todos los Derechos Humanos están incluidos dentro de la misma
escala jerárquica, es decir que no se puede establecer ningún tipo de jerarquía y
tienen el mismo nivel de importancia. Por ello, “la promoción el respeto y el
disfrute de ciertos Derechos Humanos y libertades fundamentales no pueden
justificar la denegación de otros derechos y libertades fundamentales”.
7) Exigibles: El “principio de exigibilidad “en materia de Derechos Humanos
implica que las personas disponen de instrumentos, mecanismos y
procedimientos a fin de obtener la protección de sus derechos y, en caso de
violación, para conseguir su debida reparación.
8) Internacionales: Los Derechos Humanos gozan de un fuerte carácter
transnacional. La comunidad internacional puede y debe intervenir cuando
considere que un Estado está violando los Derechos Humanos de su población,
y en este sentido, ningún Estado puede argumentar violación de su soberanía si
ocurre tal intervención.
Otras características de los Derechos Humanos son la indivisibilidad, la
interdependencia y la complementariedad.

3. Relatividad de los Derechos Humanos. Sus Limitaciones


Si bien se acepta la posibilidad de limitar los Derechos Humanos, es solo en razón de
garantizar el ejercicio de esos mismos derechos a los demás individuos y únicamente por
medio de la ley, como expresión de la voluntad soberana, abstracta y general; el carácter
absoluto de los derechos cede ante la necesidad de que su ejercicio se ajuste a normas,
valores y principios que también forman parte del ordenamiento jurídico, e integran un
marco de referencia dentro del cual los derechos del individuo alcanzan sentido y utilidad.
Los textos internacionales de Derechos Humanos, e incluso las legislaciones positivas
internas de cada país, establecen límites a determinados Derechos Humanos. A modo de
ejemplo, y entre otros, podemos citar la Declaración Universal de Derechos Humanos que
expresa: “En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona
estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley, con el único fin de
asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de
satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una
sociedad democrática”.
En el mismo sentido se encuentra el Art. 12 de la Convención Americana sobre los
Derechos Humanos que establece que la libertad de conciencia y la religión se sujeta a las
limitaciones prescriptas por la ley; a su vez en el Art. 21 reconoce el derecho a la propiedad
privada, pero señalando que la ley puede subordinar el uso y goce de los bienes al interés
social.
En nuestra Constitución Nacional, a través del Art. 14 se indica que los derechos pueden ser
limitados por las leyes que reglamenten su ejercicio, y el Art. 19 prescribe que los derechos
podrán ser limitados por razones de orden público, moral pública y derechos de terceros.
Asimismo, el Art. 28 de la C.N argentina preceptúa que los derechos no podrán ser
alterados por las reglamentaciones, rigiendo el principio de razonabilidad, que implica que
toda reglamentación de los derechos debe ser razonable, con orientación al bien común y al
interés público.

4. Los sujetos.

En derecho, cuando se habla de sujetos, siempre se alude a todas las personas –


físicas o jurídicas – que pueden adquirir derechos y contraer obligaciones.
Dentro de una relación jurídica, encontramos los sujetos “activos” y los “pasivos”,
teniendo en cuenta la posición o rol que adoptan frente a determinada cuestión jurídica.
En relación a los Derechos Humanos y específicamente en la relación jurídica
ciudadano- Estado también se puede hablar de un sujeto activo y un sujeto pasivo.
El sujeto activo de los Derechos Humanos es la persona o grupo de personas que
gozan de la titularidad de un derecho respecto del cual se reclama la defensa y garantía.
El sujeto pasivo de los Derechos Humanos es a quien se reclama el reconocimiento y
garantía del derecho humano de que concretamente se trate. Es el sujeto obligado a respetar
el derecho en cuestión. Por lo tanto, todo Estado (nacional, provincial o municipal) y las
instituciones que dependen de él (organismos de Gobierno, cuerpos de Seguridad, Fuerzas
Armadas, Organismos Penitenciarios, etc.) son sujetos pasivos de los Derechos Humanos,
en tanto tienen el deber de reconocerlos y tutelarlos.
El respeto de los Derechos Humanos es ante todo responsabilidad de los Estados. La
tarea de protegerlos representa para el Estado la exigencia de proveer y mantener las
condiciones necesarias para que, dentro de una situación de justicia, paz y libertad, las
personas puedan gozar realmente de todos sus derechos.
Por ello, cuando hablamos de Derechos Humanos, no se debe perder de vista esta
clara y precisa división de los sujetos, ya que ello permitirá analizar correctamente la teoría
de los Derechos Humanos.

5. Clasificación de los Derechos Humanos

1) Los Derechos Humanos de primera generación abarcan los derechos civiles


(derechos a la vida, a la integridad física y moral, a la dignidad, la justicia, la igualdad y la
libertad, etc) y políticos (derechos a participar en la organización estatal, a elegir y ser
elegido y a agruparse políticamente), también denominados libertades clásicas. Este primer
grupo lo constituyen los reclamos que motivaron los principales movimientos
revolucionarios en diversas partes del mundo a finales del siglo XVIII.
2) Los Derechos Humanos de segunda generación, conformados por los derechos
económicos (derechos a la propiedad individual y colectiva, y a la seguridad económica),
sociales (trabajo, seguridad social, salario justo y equitativo, salud, vivienda digna,
asistencia médica, servicios sociales, sindicalización, huelga, etc.) y culturales (educación
en sus diversas modalidades, primaria y secundaria obligatoria y gratuita). En esta etapa
surge el concepto de igualdad universal, propia del pensamiento humanista y socialista del
siglo XIX. El Estado liberal de la primera generación es sustituido por el Estado Social de
Derecho. De ahí el surgimiento del constitucionalismo social que enfrenta la exigencia de
que los derechos sociales y económicos, previstos en las normas constitucionales, sean
realmente accesibles y disfrutables. Estos derechos se hallan consagrados en los Arts. 22 a
27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948; seguridad social,
derecho al trabajo, igualdad de salario por igual trabajo, derecho al descanso, derecho a la
educación, etcétera.
3) Los Derechos Humanos de tercera generación han sido denominados los derechos
de la solidaridad y contemplan cuestiones de carácter supranacional (derechos a la paz, al
desarrollo económico, a la libre determinación de los pueblos, al medio ambiente sano, a la
justicia internacional, a la cooperación internacional y regional, etc), o sea, derechos que
afectan a toda la humanidad, y a cuestiones vinculadas a grupos minoritarios, que por
alguna característica que los agrupa, requieren una protección legal especial ( menores,
mujeres, refugiados, ex combatientes, enfermos de HIV, etcétera).

6. El Estado de Derecho y la democracia como condición básica para la


vigencia de los Derechos Humanos

“La doctrina del Estado de Derecho exige que el principio que inspire toda acción
estatal consista en la subordinación de todo poder al derecho”. El Estado de Derecho reposa
sobre dos pilares fundamentales: la limitación de la acción estatal por medio de leyes y la
reivindicación de una serie de derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.
El Estado de Derecho implica: a) el imperio de la ley: ley como expresión de la
voluntad general; b) la separación de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; c) la
legalidad del gobierno: su regulación por la ley y el control judicial, y d) la garantía
jurídico-formal de los derechos y libertades.
El marco legal de este sistema liberal-democrático de instituciones es la
Constitución, que es la Ley Suprema y es el instrumento jurídico que debe expresar los
principios fundamentales del Estado de Derecho, siendo la propia Constitución la que
impone los limites al poder político.
Históricamente, las constituciones pueden, también, ser legitimas o ilegales, pero la
corriente llamada “constitucionalismo” solo acepta como legítimas aquellas vinculadas a un
proceso democrático, por lo tanto, […] la democracia es el principio legitimador de la
Constitución […]; es la democracia la que presta a la Constitución una determinada
cualidad jurídica, en la que validez y legitimidad resultan enlazadas. “De esta manera, la
democracia es el único recurso que permite la reforma y el perfeccionamiento de las
normas jurídicas por una vía pacífica y racional”.
“El Estado de Derecho choca con los sistemas totalitarios y autoritarios, es decir, con
los sistemas donde no existe control efectivo sobre el gobierno y los derechos elementales
de los ciudadanos no son respetados”.
Los Derechos Humanos, la Democracia y el Estado de Derecho son cuestiones
que están íntimamente unidas. Para que los Derechos Humanos puedan reconocerse,
tutelarse, respetarse y promoverse, es necesario que los Estados sean democráticos, ya que
la democracia el sistema que permite que todos los hombres y mujeres participen de manera
activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de los
Derechos Humanos. La democracia y el Estado de Derecho garantizan a los ciudadanos que
sus derechos serán respetados y tutelados.
La ONU, la OEA y la Unión Europea, entre otros, han tomado los Derechos
Humanos y la democracia como aspectos centrales.
Según la Carta de las Naciones Unidas, la promoción y protección de los derechos
Humanos es su misión principal, desde 1948, la Declaración Universal de Derechos
Humanos se ha dirigido como “meta común para todos los rublos y todas las naciones” y ha
servido de inspiración para crear un conjunto de abundantes normas internacionales de
Derechos Humanos elaboradas bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

S-ar putea să vă placă și