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Una vez concluidas exitosamente las negociaciones del Acuerdo en julio del 2014, se
inició el proceso de ratificación, adopción y autenticación del texto. Para evitar una
brecha comercial entre la pérdida del SPG+ y la entrada en vigor del Acuerdo, la UE
extendió de manera excepcional, la aplicación de las preferencias arancelarias hasta el
31 de diciembre del 2016. Dentro de esta fase, en el primer semestre de 2015, tuvo lugar
la traducción de los textos del Acuerdo a los 24 idiomas oficiales de la Unión Europea.
Concluida esta acción, la Comisión Europea entregó el texto al Consejo de Ministros de
la UE para su estudio y aprobación, que de acuerdo a las obligaciones que impone el
Tratado de Lisboa, debe obtener también el consentimiento del Parlamento Europeo.
Así, el 11 de noviembre de 2016, en Bruselas, el entoneces Vicepresidente del Ecuador,
Sr. Jorge Glas y la Comisaria de Comercio de la UE, Sra. Cecilia Malmström, firmaron el
Protocolo de adhesión de Ecuador al Acuerdo. Por su parte, Ecuador hizo lo propio al
someter el Acuerdo al análisis de la Corte Constitucional, quien luego de otorgar su visto
bueno lo remitió a la Asamblea Nacional. Esta expresó su consentimiento mediante su
ratificación el 19 de diciembre de 2016. Para terminar con todo el proceso por parte de
la UE, el Acuerdo debe ser ratificado por los parlamentos nacionales de los 28 Estados
Miembros de la Unión Europea. No obstante, una vez otorgado el aval del Parlamento
Europeo, el Acuerdo entró en vigor de manera provisional el 1 de enero de 2017 mientras
que culmine el proceso de ratificaciones nacionales.
Cabe destacar que La Unión Europea es uno de los socios comerciales más
importantes para el Ecuador, ocupando en los últimos años el primer lugar como destino
de las exportaciones ecuatorianas no petroleras. El Acuerdo entre la Unión Europea y el
Ecuador normará el comercio de bienes y servicios desde y hacia dicho bloque, así como
la participación de las Partes en licitaciones para la contratación pública, la protección de
los derechos de propiedad intelectual, la cooperación en el ámbito del comercio y, en
particular disposiciones precisas que establecen un trato especial y diferenciado a favor
del Ecuador, en reconocimiento a las asimetrías existentes entre la UE y el Ecuador. Los
productos ecuatorianos exportados al mercado europeo ingresarán libres de aranceles y
obstáculos a una de las regiones de mayor poder adquisitivo del mundo. Esto se
producirá inmediatamente después de la entrada de vigencia del Acuerdo. Contribuirá a
la modernización del aparato productivo nacional en un contexto de inserción inteligente
a los mercados internacionales, bajo una estrategia de optimización de beneficios.
(Delegación de la Unión Europea en Ecuador, 2017)
Era inimaginable que un bloque económico tan grande y desarrollado como la Unión
Europea arrancara negociaciones con países menos desarrollados y económicamente
más pequeños, donde prematuramente se podría anunciar que el único beneficiado
serían estos últimos, sin embargo, esta es una premisa que no es considerada por todos
en general. “No es sólo que en el establecimiento y ejecución de (estos) acuerdos se han
dado, inevitablemente, sectores ganadores y perdedores al interior de una de las partes
participantes mientras se mantiene un saldo neto positivo; sino que existen crecientes
indicios de que dichos acuerdos, haciendo un balance de perjuicios y beneficios,
resultarían netamente negativos para alguna de las partes, con una pesada carga social
y económica generada no a pesar, sino, precisamente, a partir de la aplicación de un
proceso de integración comercial deficientemente diseñado”. A pesar de esta
perspectiva, lo inimaginable se puede concretar. El primer paso para el inicio de las
negociaciones, entre los países andinos y centroamericanos, se dio con la aprobación
de un mandato en la IV Cumbre América Latina – Caribe – Unión Europea (ALC-UE),
celebrada en Viena del 2006. Luego de esto, a inicios de abril del 2007, la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) –conformada por Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador–
iniciaron las negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo de asociación entre
bloques; sin embargo las negociaciones tiene un primer tropezón en junio del 2008 ya
que no llegaron a un acuerdo por tener visiones diferentes respecto al desarrollo. Si bien
es cierto, algunos objetivos de los países de la CAN son los mismos como luchar contra
el narcotráfico, reducir la pobreza y la inseguridad, estos no fueron motivos suficientes
para efectuar una integración regional proporcionada para negociar como bloque, puesto
que las circunstancias de desarrollo son diferentes al igual que sus intereses. Álvarez,
advierte que el mega-regionalismo es sin duda un reto para América Latina, lo que incita
a profundizar sus propios mecanismos de integración regional y mejorar su posición en
la economía mundial. Durante la historia de la CAN, se ha puesto en tela de duda su
verdadera integración, tanto así que muchos no consideran que entre los países de este
bloque exista una auténtica zona de libre comercio o unión. La unión aduanera es un
acuerdo entre dos o más socios comerciales para eliminar las barreras comerciales
arancelarias y no arancelarias entre sus participantes. Esto de acuerdo a la Teoría de
Balassa que propone una tipología que distingue cinco niveles en la escala de integración
internacional: a) zona de libre cambio; b) unión aduanal; c) mercado común; d) mercado
único y e) unión económica y monetaria. En el fracaso de la negociación entre los bloques
de la CAN y la UE, se puede observar claramente una división al interior de la CAN, por
un lado, Colombia y Perú tienen una orientación más abierta hacia el comercio
internacional, apegada al principio de las ventajas comparativas y las reglas e
instituciones internacionales; por otro, Ecuador y Bolivia sostienen una postura inspirada
en el nacionalismo económico, que busca afianzar su soberanía e independencia.
Posterior a este tropezón, el Acuerdo de Asociación cambió su denominación, quedando
como un ‘Acuerdo Comercial Multipartes’, forma en la cual Colombia y Perú continuaron
las negociaciones de forma bilateral; Bolivia se retira de las negociaciones y Ecuador se
mantiene hasta que en el 2009 decide suspender su participación. En el 2010 se
reanudan las negociaciones en el margen de un “pacto para desarrollo sobre comercio,
temas no comerciales, diálogo político y cooperación”. En el caso de Ecuador, la primera
ronda de negociaciones se cumplió a inicios del 2014 y las negociaciones del Acuerdo
se cerraron oficialmente el 17 de julio de 2014. El Acuerdo Comercial entre la Unión
Europea y Perú y Colombia se suscribió el 26 de junio de 2012 en Bruselas, Bélgica y
comenzaron su aplicación con el Perú en marzo de 2013 y con Colombia en agosto de
2013; la firma del Acuerdo Comercial Multipartes con Ecuador demoró casi 10 años, es
así que el 11 de noviembre de 2016 se suscribe el Protocolo de Adhesión del Ecuador al
acuerdo comercial con Europa; y, entró en vigencia el 1 de enero de 2017, con el cual
se convierte en socio comercial de los 28 países que conforman ese bloque continental.
(Andrade, 2017)
Asimismo, según varios autores se consideraba que este acuerdo estaba únicamente
destinado a garantizar las ganancias financieras de las farmacéuticas transnacionales
europeas, las mismas que actúan en alianza con un segmento empresarial de los países
andinos (Colombia, Perú y Ecuador) con capacidad de presionar sobre los aparatos
estatales en función de asegurar sus intereses.
Salvaguardias
A fin de proteger a los productores de cualquiera de las partes por eventuales daños por
el incremento de las importaciones de productos similares de la otra parte, la parte
afectada puede aplicar medidas de salvaguardia bilateral por un periodo temporal.
Facilidad para el comercio
Se agilizará el tránsito aduanero y se reducirán los trámites burocráticos. Se eliminarán
las barreras no arancelarias en temas técnicos, sanitarios y fitosanitarios afin de ahorrar
tiempo y dinero y así ser más competitivos.
Acceso preferencial a mercados
El mismo presenta nuevas oportunidades comerciales para productos agrícolas,
industriales y de pesca.
Crecimiento económico e inversiones
Las nuevas condiciones de mercado atraerán innovación e inversiones dentro de los
sectores como manufactureros, industriales, confecciones, productos agroindustriales,
productos orgánicos, servicios…
Un marco jurídico seguro, estable y transparente
El acuerdo define reglas claras sobre las relaciones comerciales e inversiones a largo
plazo creando estabilidad para los negocios.
Protección de derechos humanos, sociales y ambientales
El acuerdo vela por el cumplimiento de los convenios internacionales sobre los derechos
humanos, laborables y ambientales.
Gracias a este acuerdo comercial multipartes, el Ecuador fortalecerá su lazo con la Unión
Europea y se expandirá el ámbito comercial y de inversión para un beneficio mutuo.
Una gran oportunidad para los empresarios ecuatorianos buscando internacionalizarse.
Sin embargo, la competencia sigue fuerte y antes de exportar, les aconsejamos que
hagan un estudio de mercado para identificar los nichos y adaptar sus productos a las
necesidades del mercado target. (WorkingUp, 2017)
El Acuerdo no solo asegura el acceso con 0% de arancel para toda la oferta actual del
Ecuador de bienes manufacturados, sino que también abre oportunidades para muchos
otros productos, incluyendo aquellos que generará el cambio de la matriz productiva. En
las exportaciones ecuatorianas en bienes manufacturados están presentes sectores
como alimentos; el de la confección y artículos similares; muebles de madera; maderas;
manufacturas de plástico; entre otros. En cuanto a los productos de la matriz productiva,
sectores como plástico, químico farmacéutico, manufacturas de metal,
electrodomésticos, máquinas, madera y papel industrial, entre otros, podrán acceder al
mercado europeo sin pagar arancel. En cuanto a normas de origen para el sector
industrial, Ecuador obtuvo flexibilidades para productos que antes tenían una norma
restrictiva en el SGP plus. Esto permitirá aprovechar el programa de liberación con la UE
de una mejor forma.
Para el sector de la pesca y la acuacultura los resultados del Acuerdo serán positivos,
debido a que toda la oferta exportable del Ecuador ingresará al mercado europeo sin
pagar aranceles, logrando una mejor situación que las condiciones preferenciales
actuales bajo el SGP+. De esta manera el Ecuador asegura sus exportaciones en este
sector por un monto superior a los mil millones de dólares. En el caso del camarón, que
contribuye con más de 900 millones de dólares en exportaciones a la Unión Europea,
dejará de pagar el 3,6% de arancel actual a la entrada en vigencia del Acuerdo. El
Ecuador es el principal abastecedor en los productos de la pesca y acuacultura en el
mercado de la Unión Europea, con el Acuerdo se podrán mantener esta importante
presencia en este mercado. Por otro lado, se acordó un régimen de origen flexible que
favorece la estructura productiva actual de la industria pesquera ecuatoriana, permitiendo
fortalecer la complementariedad productiva con otros socios de la región
latinoamericana.
El capítulo busca proteger la vida y la salud de las personas, de los animales y de los
vegetales en el territorio de las Partes, y al mismo tiempo asegurar que estas no
constituyan obstáculos injustificados al comercio. Ecuador y la UE se comprometieron a
colaborar para una eficaz aplicación del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC. El Acuerdo Comercial no restringe el derecho de
ambas Partes para establecer medidas encaminadas a proteger la salud humana y de
los animales y vegetales, más bien busca la calidad sanitaria y fitosanitaria de los
productos antes de su comercialización o exportación.
Los instrumentos de defensa comercial están diseñados para hacer frente al comercio
desleal, a través de un marco jurídico claro y transparente. El Acuerdo con la UE
incorpora herramientas para defender los intereses comerciales del país tales como: las
salvaguardias agrícola y para la industria naciente, la salvaguardia bilateral y multilateral
y la de balanza de pagos, este es un instrumento que permite precautelar la dolarización.
Servicios
Contratación Pública
Propiedad intelectual
El 11 de noviembre del 2018 se cumplió dos años de la firma del acuerdo multipartes
entre Ecuadory la Unión Europea (UE), el cual inició formalmente el 1 de enero del
2017 dando acceso a un bloque conformado por 28 países. Firmar el acuerdo con la UE
se debe a varias razones, tales como: es el primer socio comercial de las exportaciones
no petroleras del Ecuador, los consumidores europeos tienen un alto poder adquisitivo,
además son exigentes en lo que refiere productos de calidad con responsabilidad social;
es un mercado fundamental para los productos de las MIPYMES y de los actores de
la Economía Popular y Solidaria, son consumidores distintos pero mercado único,
Ecuador ya venía accediendo a las preferencias arancelarias a través del Sistema
Generalizado de Preferencias Plus (SGP+), marco jurídico estable para las
exportaciones y la inversión, visión de largo para el sector empresarial; además la UE es
el mayor importador mundial (31%) y el mayor importador de productos agrícolas y
alimentos (35% mundial).
Cabe señalar que las negociaciones no fueron nada fáciles, las mismas iniciaron en el
2007 junto a Colombia, Perú y Bolivia, para el 2008, Bolivia sale de las negociaciones
y en el 2009 lo hace Ecuador como rechazo a las restricciones al ingreso del banano
ecuatoriano a la UE. Para el 2014, Ecuador reinicia negociaciones con la UE y firma el
acuerdo el 11 de noviembre del 2016. El acuerdo asegura la liberalización inmediata del
99.7% de la oferta exportable histórica del Ecuador en los productos agrícolas y del 100%
de los productos industriales ecuatorianos. De igual manera, Ecuador negoció
condiciones particulares para proteger la producción agrícola de casi 100 productos
considerados sensibles que no podrán ingresar al país, como arroz, maíz, azúcar, leche
líquida, y cereales para precautelar cadenas de producción importantes; así como
también mejores condiciones de acceso para rosas, frutas frescas (melones, papaya,
maracuyá, pitahaya, uvillas, guabas, mango, piñas y frutas congeladas), café, cacao,
atún, camarón, textiles, maderas y manufacturas plásticas.
Aunque casi toda la oferta nacional está liberada ya de aranceles, el banano está entre
los productos que siguen desgravándose hasta el 2020. El arancel para la fruta es de 83
euros por tonelada este año. Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación
Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), proyecta al 2019 como el año más fuerte en
producción para la exportación, gracias al programa denominado Internacionalízate
Mipyme, que dará sus primeros frutos. Se trata de una iniciativa cofinanciada por la Unión
Europea, que tiene como objetivo apoyar al desarrollo y trabajo de las micro, pequeñas
y medianas empresas para que, de esta manera, puedan alcanzar ese mercado. (El
Comercio, 2019)