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Qué son las emociones

Cuando se piensa que las emociones se localizan en la persona – su cuerpo o su


mente – se llega a la conclusión de que la forma de analizarlas es fisiológica o
cognitiva, o ambas, y que son algo privado, como expresión de una sensación o
sentimiento internos. El presente artículo defiende que, si bien las emociones suponen
procesamiento cognitivo y respuestas fisiológicas, el factor organizador principal
procede del medio cultural. Frente a los psicólogos cognitivos para quienes las
emociones parten de una evaluación cognitiva, se defiende la idea de que la cognición
(la razón) sólo ocupa un modesto papel frente a emociones y pasiones. Los estados
afectivos traumáticos sólo pueden ser comprendidos en términos de los sistemas
relacionales en los que se producen. El pensamiento existencialista considera que la
muerte es una posibilidad esencial, constitutiva de nuestra propia existencia cotidiana.
Pero la auténtica explicación relacional es que el temor ante la muerte esconde en
realidad la angustia ante la soledad, que sería la forma adulta de la angustia ante el
abandono del infante y el reverso de la tendencia del apego.

Todos conocemos por experiencia propia qué son las emociones y la gran importancia
que tienen en nuestras vidas. De hecho, los seres humanos sólo podemos
experimentar la vida emocionalmente: Siento, luego existo. Sin embargo, sobre la
naturaleza de las emociones todavía existen muchas preguntas sin adecuada
respuesta y esto explica la dificulta para llegar a una definición satisfactoria. La
profunda complejidad que caracteriza el habitar de los seres humanos en el mundo
queda reflejada en el amplísimo y sutil universo de nuestras emociones. Por este
motivo, comprender la compleja naturaleza de las emociones humanas constituye un
requisito imprescindible para el adecuado desarrollo de la sociología.

Define la emoción como una experiencia corporal viva, veraz, situada y transitoria que
impregna el flujo de conciencia de una persona, que es percibida en el interior de y
recorriendo el cuerpo, y que, durante el trascurso de su vivencia, sume a la persona y a
sus acompañantes en una realidad nueva y transformada – la realidad de un mundo
constituido por la experiencia emocional.

La definición de emoción primaria de Seymour Epstein es útil: una compleja y


organizada predisposición a participar en ciertas clases de conductas biológicamente
adaptativas... caracterizada por unos peculiares estados de excitación. Fisiológica,
unos peculiares sentimientos o estados afectivos, un peculiar estado de receptividad, y
una peculiar pauta de reacciones expresivas. Define las emociones como estados
evaluativos, sean positivos o negativos, relativamente breves, que tienen elementos
fisiológicos, neurológicos y cognitivos.

La emoción es un proceso complejo, multidimensional, en el que están integradas


respuestas:

◦ Psicológicas, las emociones alteran la atención, activan redes neuronales de la


memoria.

◦ Fisiológicas, organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos,


en donde están incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del
Sistema Nervioso Autónomo y la del sistema endocrino.

◦ Conductual, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a
nuestro entorno.

Emociones pueden tener:

◦ Función adaptativa: Prepara al organismo para la acción. Facilita la conducta


apropiada a cada situación.

◦ Función motivacional: puede determinar la aparición de la conducta motivada para


dirigirnos hacia determinada meta.

◦ Función social: Permite a las personas predecir el comportamiento que vamos a


desarrollar y a nosotros el suyo.

Para poder utilizarlas tendremos que aprender a:

1. Percibir: Reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué


sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.

2. Comprender: Integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber


considerar la complejidad de los cambios emocionales.

3. Regular. Dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma
eficaz.

FUNCIONES DE LAS EMOCIONES

Todas las emociones tienen alguna función que les confiere utilidad y permite que el
sujeto ejecute con eficacia las reacciones conductuales apropiadas y ello con
independencia de la cualidad hedónica que generen. Incluso las emociones más
desagradables tienen funciones importantes en la adaptación social y el ajuste
personal.

Según Reeve (1994), la emoción tiene tres funciones principales:


a. Funciones adaptativas

b. Funciones sociales

c. Funciones motivacionales

Funciones adaptativas.

Quizá una de las funciones más importantes de la emoción sea la de preparar al


organismo para que ejecute eficazmente la conducta exigida por las condiciones
ambientales, movilizando la energía necesaria para ello, así como dirigiendo la
conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. Plutchik (1980)
destaca ocho funciones principales de las emociones y aboga por establecer un
lenguaje funcional que identifique cada una de dichas reacciones con la función
adaptativa que le corresponde. De esta manera será más fácil operativizar este
proceso y poder aplicar convenientemente el método experimental para la investigación
en la emoción. La correspondencia entre la emoción y su función se refleja en el
siguiente cuadro:

Tabla 1: Funciones de las emociones (tomado de Plutchik, 1980)

Lenguaje subjetivo Lenguaje funcional

Miedo Protección

Ira Destrucción

Alegría Reproducción

Tristeza Reintegración

Confianza Afiliación

Anticipación Exploración

Sorpresa Exploración

Asco Rechazo

Funciones sociales.

Puesto que una de las funciones principales de las emociones es facilitar la aparición
de las conductas apropiadas, la expresión de las emociones permite a los demás
predecir el comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un indudable valor
en los procesos de relación interpersonal. Izard (1989) destaca varias funciones
sociales de las emociones, como son las de facilitar la interacción social, controlar la
conducta de los demás, permitir la comunicación de los estados afectivos, o promover
la conducta pro social

. Emociones como la felicidad favorecen los vínculos sociales y relaciones


interpersonales, mientras que la ira pueden generar repuestas de evitación o de
confrontación. De cualquier manera, la expresión de las emociones puede considerarse
como una serie de estímulos discriminativos que facilitan la realización de las
conductas apropiadas por parte de los demás. La propia represión de las emociones
también tiene una evidente función social. En un principio se trata de un proceso
claramente adaptativo, por cuanto que es socialmente necesaria la inhibición de ciertas
reacciones emocionales que podrían alterar las relaciones sociales y afectar incluso a
la propia estructura y funcionamiento de grupos y cualquier otro sistema de
organización social.

Funciones motivacionales

La relación entre emoción y motivación es íntima, ya que se trata de una experiencia


presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales características de
la conducta motivada, dirección e intensidad. La emoción energiza la conducta
motivada. Una conducta "cargada" emocionalmente se realiza de forma más vigorosa.
Como hemos comentado, la emoción tiene la función adaptativa de facilitar la ejecución
eficaz de la conducta necesaria en cada exigencia. Así, la cólera facilita las reacciones
defensivas, la alegría la atracción interpersonal, la sorpresa la atención ante estímulos
novedosos, etc. Por otro, dirige la conducta, en el sentido que facilita el acercamiento o
la evitación del objetivo de la conducta motivada en función de las características
alguedónicas de la emoción.

EMOCIÓN Y COGNICIÓN. JAMES

se afirma a menudo que las emociones son respuestas condicionadas. Podemos


interpretar, no obstante, que emociones y motivos son dos aspectos del mismo proceso
– el comportamiento significativo – observados desde perspectivas temporales
diferentes: a corto y a largo plazo. Decir que me siento motivado a realizar tal acción
porque el afecto que me produce, o la perspectiva de su resultado, es positivo, se
convierte, así, en un razonamiento circular. Una diferencia más relevante consiste en
que la motivación supone una teoría del comportamiento – popular o técnica – aunque
sea aplicada al comportamiento de uno mismo, mientras que la emoción, al menos en
parte, es algo que el individuo siente. La conducta (emocional) se observa mientras que
la motivación se infiere. No sentimos un impulso sino una emoción; el impulso se
refiere a una acción mientras que la emoción coincide temporalmente con ella. Si
acaso, a la emoción que sentimos (de urgencia), la podemos llamar “impulso”. Fuera de
eso, pierde sentido decir que la procedencia es interior o exterior. Emoción y motivo
vienen tanto de fuera como de dentro: el entorno nos puede motivar a actuar y las
sensaciones internas pueden provocar en nosotros emociones. Entendemos también
que la emoción no es causa del comportamiento sino su acompañante, que, en el
mejor de los casos, puede servir de pista para descubrir la causa real. Si hablamos de
las emociones como causa del comportamiento estamos haciendo teoría del
comportamiento y, por tanto, tratando de las motivaciones. Finalmente, atribuir a todas
las emociones la cualidad de respuesta condicionada puede llevar a ignorar que en
algún momento se ha debido producir la respuesta incondicionada, es decir, la emoción
previa al aprendizaje. Las emociones abarcan una serie de componentes:
pensamientos, valoraciones, experiencia afectiva, activación fisiológica y aspectos
comportamentales. Como señala Klaus Scherer (1993), muchos teóricos se adhieren a
la tríada de reacción: (1) activación fisiológica, (2) conducta expresiva, y (3) sensación
subjetiva. Algunos añaden una tendencia motivacional a la acción y de procesamiento
cognitivo. Sin embargo, no existe ningún acuerdo sobre cómo se organizan estos
componentes, cuándo comienza y termina una emoción y cuántas emociones hay que
distinguir. También podemos describir las emociones a partir de los tres niveles de
respuesta clásicos: (1) lenguaje (cognición), (2) fisiológico, y (3) motórico. Aunque
cuando se evalúa una misma emoción en esos tres niveles, la correlación que se suele
hallar es escasa (Lang, 1995).

LA TEORÍA DE JAMES-LANGE SOBRE LAS EMOCIONES

la percepción mental de algún hecho provoca la disposición mental llamada emoción y


que éste estado mental da lugar a la expresión corporal.
Referencias

 Rodríguez sutil, C. (2013). ¿Qué es una emoción? Teoría relacional de las


emociones. Clínica e Investigación Relacional, 7 (2): 348‐372. [ISSN 1988‐2939]
[Recuperado de www.ceir.org.es ]
 Pilar Tomás Gil Abril 2014 UNED. Illes Balears
 Mariano Chóliz (2005): Psicología de la emoción: el proceso emocional
www.uv.es/=choliz
 Eduardo Bericat,2012, ‘emociones',sociopedia.is.
 http://perso.wanadoo.es/quipuinstituto/quipu_instituto/curriculums/pdf/Sutil_Emoc
i%F3n.PDF

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