MAESTRIA EN EDUCACIÓN ESPECIAL

INTRODUCCIÓN A LA EDUCACIÓN ESPECIAL E INCLUSIÓN EDUCATIVA

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GRUPO: MEE 16AE

ALUMNA: Lorenza Cerón Arce

ASESORA: Mtra. Elvia Beatriz Sánchez Estrada

FECHA DE ENTREGA: 21 de septiembre de 2018

 INTRODUCCIÓN

En el mundo en que vivimos se han venido presentando una serie de cambios en

los sectores económico, política, social, cultural, religión y sobre todo en el sector
educativo, haciendo que varias instituciones junto con el Sistema Educativo unan
esfuerzos para la construcción de modelos educativos hasta llegar a uno que
cumpla con las expectativas y objetivos que se han planteado desde hace mucho
tiempo, pero a pesar que se reconoce que un motor imprescindible de progreso, no
se ha podido identificar soluciones viables y por ende resultados contundentes para
permitir el avance en el sistema educativo.

La educación pues, gira en torno a diferentes modelos que son esenciales para el
desarrollo del ser humano los cuales les permite desplegar sus potencialidades,
cultivar sus capacidades, soñar y ejecutar proyectos personales de vida y, así, poder
ampliar sus opciones para transformar su entorno y poder construir con otros la
calidad de vida que requieren, es pues un derecho de todos los ciudadanos.

Ese derecho y sus distintos modelos han sido una lucha de la humanidad, de tal
manera que encontramos tratados de derechos humanos que ofrecen la educación
como el derecho que garantiza el disfrute en igualdad de condiciones, de esta
manera, la educación da un cambio de enfoque para las personas con discapacidad,
el cual evoluciona y se transforma, recordando primeramente que eran víctimas de
la exclusión, posteriormente viene una transformación dando un enfoque dirigido a
una educación especial, dando un enfoque final en la actualidad a la educación
inclusiva y que aún se sigue luchando porque la sociedad acepte las
transformaciones a una sociedad donde exista la diversidad.

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 LA INCLUSIÓN EDUCATIVA: UTOPÍA O REALIDAD EN LA
EDUCACIÓN ESPECIAL

La incertidumbre domina los grandes procesos de cambio y la transformación social

que vivimos en la actualidad, demos una mirada sobre algunas dimensiones de la
fase de cambio de paradigma educativo y social, como los nuevos ejes de
desigualdad y exclusión social.

En las últimas décadas muchas cosas han cambiado, lo que fue sirviendo de base
a la sociedad en épocas pasadas está quedando atrás, sin embargo, muchos aún
se resisten a ese cambio, ¡vaya paradigma!

La transformación social representa un fenómeno natural, el cual está presente en

todo proceso histórico, los avances son inevitables, los cambios significan
redistribuir todo tu entorno y es indispensable hacerlo para una convivencia más
sana y equilibrada al interior de nuestra sociedad

Una transformación social verdadera, es la que se lleva a cabo cuando esta no hace
diferencias, y cuando la participación de todas las personas, independientemente
de su origen, raza o etnia, etc., sea llevada a cabo de forma armoniosa y pacífica.

El cambio es irreversible, vivimos en un mundo donde debemos impulsar un cambio,

un cambio verdadero que lleve a la diversidad, a la equidad y sobre todo que respete
los derechos humanos de todas las personas y sobre todo las que requieren de
apoyos especiales, donde se establezcan valores y principios.

Esta diversidad de la que hablamos, aún es un obstáculo para muchas instituciones

del sector educativo ya que aún se pueden observar métodos de enseñanza
anticuados, con calendarios y ritmos de progreso demasiado lentos, o bien
seleccionan a los alumnos según sus características intelectuales, dando lugar a
alejarnos de la tan anhelada diversidad y sobre todo de la inclusión en todos los
ámbitos.

La educación pues, es el vehículo para abordar este tema, ya que ésta; es una de
las problemáticas donde existe la exclusión por ser “diferentes”. Tristemente existe

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una gran cantidad de niños y adolescentes con necesidades educativas especiales
que no cuentan con las oportunidades para acceder a una educación básica, y
mucho menos a una educación superior que les permita, tener una oportunidad
laboral y una mejor calidad de vida en el futuro.

Ante este panorama, muchas instituciones han organizado conferencias, firmado

acuerdos y generado políticas de apoyo para tratar de solucionar el problema de la
exclusión educativa.

El programa de fortalecimiento de la educación especial y de la integración

educativa menciona que se debe favorecer el acceso y permanencia en el sistema
educativo a los niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales y
proporcionarles apoyo que les permita desarrollarse para poder integrarse en un
futuro a la sociedad. (SEP, 2002)

La integración no es para nada una novedad, ya que hay docentes en escuelas

regulares que atienden a niños con necesidades especiales y han empleado
algunas estrategias para integrarlos, por supuesto que la integración no implica solo
la idea de la inclusión, sino que implica lograr, primeramente, el acceso y después
asegurar la permanencia de los alumnos con necesidades educativas especiales en
las escuelas. La integración es responsabilidad y compromiso del sector educativo,
de ahí la importancia de la participación de autoridades, maestros, padres de familia,
etc.

Si bien es cierto que la educación es obligatoria para todos los niños de educación
básica, (Unión, 2018), también es cierto que muchas escuelas hacen caso omiso
de este artículo, ya que se habla de una educación para todos y todos significa
incluir a las personas con necesidades especiales.

Bajo este contexto se debe luchar para proporcionar a todos los niños
garantizándoles una educación de calidad, pero debemos ser precisos en las
definiciones y en la utilización de los términos de una escuela integradora y una
escuela inclusiva, cada uno de estos enfoques tiene un sentido, un origen y una

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direccionalidad y es por eso que debemos saber su significado para ir hacia el
camino correcto.

A este respecto la declaración de salamanca menciona que, las escuelas tienen que
encontrar la manera de educar con éxito a todos los niños, incluidos aquellos con
discapacidades graves y que el mérito no sea sólo que sean capaces de dar una
educación de calidad a todos los niños; sino que con su creación se dé un paso
importante para intentar cambiar las actitudes de discriminación. (UNESCO, 1994)

Es por esta razón que la educación inclusiva es uno de los mayores retos que las
escuelas tenemos por delante. La inclusión de los pequeños en las aulas, depende
de muchos y muy variados factores, uno de ellos y el más importante es el respeto
a la diversidad, a la tolerancia y a la especificidad de cada persona, y el cual
constituye buscar nuevas formas de enseñanza, en la cual se tomen en cuentan las
diferencias individuales de cada persona y la riqueza de cada una de las
expresiones culturales, para con esto, conseguir que todos los niños desarrollen
una aptitudes y actitudes que le permitan convivir pacífica y adecuadamente en la
escuela, promoviendo el trabajo en equipo, el bien común, la solidaridad; todo esto
a través de la integración de todos sus miembros.

La triste realidad es que, si no hay equidad e igualdad en las instituciones

educativas, es porque fuera de ellas no existen, y para lograrlo, debemos recorrer
un largo camino, un camino de cooperación y ayuda mutua, es así como esto sería
posible, un gran progreso para reducir en una cantidad considerable la marginación
y exclusión de las personas.

En un país como el nuestro con una gran diversidad cultural, por eso es de suma
importancia la práctica de los valores universales, valores que se han perdido o se
han carecido de ellos lamentablemente, de ahí se deriva que aún existan grupos
sociales que carecen de oportunidades para acceder a una educación de calidad,
además de los constantes conflictos sociales, los cuales han originado un
desequilibrio en el trato de determinados grupos étnicos que componen nuestra
sociedad; por estas y otras razones, es necesario el desarrollo de una educación
que esté basada en valores y que promuevan el respeto de los derechos humanos.

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Por esta razón es que organizaciones internacionales como la UNESCO han
manifestado que las instituciones educativas deben escolarizar a todos los niños,
independientemente de sus condiciones psíquicas, intelectuales, sociales,
emocionales, lingüísticas, etc. (UNESCO, 1994)

Todos los que estamos relacionados con el mundo educativo, conocemos de sobra
los discursos y políticas inclusivas para la transformación escolar, sin embargo, no
podemos o no sabemos cómo llevarlo a la práctica, se necesita mucho más que una
transformación en las programaciones del currículo escolar, es un cambio que se
debe desarrollar de una forma global, así lo menciona Isabel del arco coordinadora
del departamento de pedagogía de la universidad de Lleida. (Bravo, 1999) A este
respecto, hay que mencionar que el cambio deberá ser desde la raíz, es decir, un
cambio en la actitud del docente, el cual constituye un factor determinante para el
éxito de esa transformación, seguida de la adecuación de los espacios físicos en el
la institución y el aula, y finalmente el cambio de programación curricular, esto
aunado a los derechos humanos con el fin de establecer acciones necesarias para
promover, proteger y asegurar el pleno ejercicio de los derechos humanos de las
personas con discapacidad o necesidades educativas especiales, y en su conjunto
la gran diversidad multicultural, y en la cual se debe asegurar su plena inclusión a
la escuela y a la sociedad en un marco de respeto, igualdad y equiparación de
oportunidades, respetando en todo momento su dignidad.

La inclusión educativa es un tema muy complicado y no se perciben serias

intenciones de abordar este proceso profundamente, El Estado Mundial de la
Infancia afirma que el mundo debe intensificar las actividades en favor del desarrollo
para asegurar que los niños y niñas más vulnerables no permanezcan olvidados
(UNICEF, 2005)

Con todo lo dicho hasta aquí, a nadie puede escapársele que la aspiración por una
educación inclusiva no lleva buenos rumbos. Más bien resulta un tanto compleja por
las contradicciones con las que nos encontramos, resultante de una gran
preocupación.

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Esta preocupación, es una preocupación ampliamente compartida en las
conferencias y debates internacionales, de igual manera, es el objeto de un sin fin
de acuerdos y declaraciones, y donde no se han escatimado esfuerzos para
salvaguardar los intereses educativos para quienes lo necesitan y no nos hemos
detenido a observar a nuestro alrededor.

Todo este movimiento que se ha generado con respecto a la educación inclusiva,

representa realizar un gran esfuerzo y un impulso muy grande para avanzar hacia
la educación que queremos y necesitamos, para hacerla efectiva para toda la
población y sobre todo el derecho a una educación de calidad, siendo de vital
importancia para el desarrollo de todas las comunidades en todos los sectores

No se puede negar que en todos estos años se han logrado grandes progresos en
torno a una educación, sin embargo, aún queda un largo camino que recorrer,
existen muchas debilidades y debemos aprender a reconocerlas, sin embargo, aún
con estas limitantes debemos jugar nuestras ultimas cartas, con el fin de reducir la
discriminación escolar.

Bajo este contexto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su

artículo 1o. señala que, queda prohibida toda discriminación motivada por origen
étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las
condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado
civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular
o menoscabar los derechos y libertades de las personas. (Unión, 2018)

Por lo anterior, las instituciones educativas debemos atender los acuerdos de las
organizaciones, quitando las barreras que impiden el acceso y la permanencia de
la educación inclusiva.

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 CONCLUSIONES

Por lo todo lo que se ha mencionado en este trabajo, mi conclusión es, que falta
mucho por hacer, los centros educativos debemos abrir las puertas a la diversidad
cultural, hay mucho que reflexionar al respecto debemos aprender aceptar que el
mundo ha cambiado y lo seguirá haciendo, estamos en otra etapa, la de la evolución
verdadera, una etapa en que los niños deben aprender a aceptar a sus compañeros
sin tener que establecer diferencias, sin tener que apartarlo porque es “diferente”.

No cabe duda que nuestro mundo necesita cambios en las escuelas., queremos
una escuela para todos, y para que esto suceda debemos dejar de lado la palabra
NO, a que me refiero con esto?, a poner etiquetas a los niños diciendo que “el niño
no puede”, o no sabe, o no es capaz.

Para muchos la segregación es más fácil, ya que no implica tener que cambiar su
estilo de enseñanza, ni mucho menos el lidiar con niños que retrasan a los demás,
es por demás decir que este tipo de mentalidad es retrograda y no nos puede llevar
a ningún lado.

Aprendamos juntos, sin exclusiones, sin excusas, en un principio democrático para

llevar a nuestros niños en general a una educación de calidad llena de valores.

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 BIBLIOGRAFIA

Bravo, I. d. (1999). Los desafios de la Educación Especial en el umbral del siglo XXI.
Obtenido de
http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/6619/Multiculturalidad_div
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http://mx.unoi.com/2016/09/13/los-retos-de-la-inclusion-educativa-en-mexico/