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Inercia
Facilitador estudiantes:
Wilmar Rodríguez
Yunior Linares
Junio, 2019
El vocablo inercia deriva del latín “inertĭa” significa “incapacidad, inhabilidad, inacción, pereza,
desidia”, está compuesta por los componentes del prefijo “in” que es “privativo, negativo” y “ars”
es de “arte, habilidad, disposición”, en el diccionario de la real academia española define la
palabra inercia como la “propiedad de los cuerpos de no modificar su estado de reposo o
movimientos si no es por la acción de una fuerza”.
Inercia. Propiedad de un sistema físico o social que hace que este se oponga a posibles cambios.
En física se dice que un sistema tiene más inercia cuando resulta más difícil lograr un cambio en el
estado físico del mismo.
¿Qué es inercia?
Se denomina en física inercia a la resistencia que oponen los cuerpos a modificar su estado de
movimiento o de quietud, ya sea para alterar su velocidad, su rumbo o para detenerse; aunque el
término también aplica para las modificaciones de su estado físico.
Un cuerpo, así, requiere de una fuerza que venza la inercia para alterar su trayectoria, que de otro
modo se apegaría a las leyes del movimiento rectilíneo uniforme, o para iniciar un movimiento,
pues de otro modo permanecería en reposo. Esto, claro está, considerando que no existe el
reposo o el movimiento rectilíneo y uniforme en el universo (siempre toda la materia está en
movimiento), excepto en base a un sistema de referencia (de observación). Por eso se prefiere
hablar de “reposo relativo”.
De esta manera, un cuerpo o sistema tendrá una mayor inercia en la medida en que requiera de
fuerzas de mayor intensidad para modificar su estado de movimiento o para modificar su estado
físico. Se llama “fuerzas inerciales” a dichas resistencias a cambiar de estado de movimiento o de
estado físico, y son fuerzas ficticias que el observador percibe dentro del marco de referencia.
Tipos de inercia
“Todos los cuerpos mantienen su estado de reposo o movimiento rectilíneo y uniforme si ninguna
fuerza actúa sobre ellos, obligándoles a salir de su situación inicial”.
Toda fuerza, al actuar sobre un cuerpo, tiene que vencer cierta oposición o resistencia que el
cuerpo ofrece. Esta resistencia recibe el nombre de inercia, por lo cual esta primera ley se
denomina también de inercia. Un ejemplo de la inercia lo experimentamos al querer arrastrar un
coche empujándolo. Observamos que opone cierta resistencia a ser movido. Una vez vencida esta
inercia, el coche se moverá con facilidad.
El principio de la inercia, conocido como la Primera Ley de Newton, reza que los cuerpos
tenderán a conservar su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme hasta que
se aplique sobre ellos una fuerza externa capaz de vencer dicha resistencia, que se
denomina como anteriormente dijimos, fuerza inercial.
Este principio de la física fue formulado matemáticamente por Sir Isaac Newton en su
obra Philosophiae naturalis principia mathematica publicada en 1687, a partir de la
conocida Ley de inercia de Galileo Galilei. Y uno de sus conceptos fundamentales es la
equivalencia entre el estado de reposo (velocidad 0) y el de movimiento rectilíneo y
uniforme, ya que en ambos casos, de presentarse, implican que ninguna fuerza externa
está actuando sobre el cuerpo en cuestión.
En cambio, si observamos un cuerpo desplazarse y perder velocidad paulatinamente,
podremos atribuir esa pérdida de velocidad al efecto de fuerzas de roce que vencen su
principio inercial.
La primera Ley de Newton viene a contradecir un principio formulado por Aristóteles, que
postulaba que un cuerpo sólo puede conservar su movimiento si se le aplica una fuerza sostenida.
La ley de Newton establece que: “Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o de movimiento
rectilíneo uniforme a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él”.
Así, un objeto que se desplaza o que reposa no puede alterar su estado sin que se le aplique algún
tipo de fuerza. El movimiento según este principio es una dimensión vectorial (que posee dirección
y sentido), y permite calcular la aceleración (positiva o negativa) a partir de la variación de las
velocidades.
Esta primera ley permite la definición de un tipo especial de puntos de referencia que se conocen
como Puntos de referencia inerciales. Con ellos, se puede para distinguir entre las apreciaciones
del movimiento aparente de un objeto si el observador se encuentra moviéndose con él, o si por el
contrario se encuentra desde un punto fijo:
Ejemplos de inercia
Tirar rápidamente de un mantel. En el típico acto de los magos, se tira de un mantel con
objetos encima, los cuales permanecen en su lugar debido a las fuerzas inerciales y no se
desplazan junto con la tela.
Frenado de los trenes. Cuando los trenes buscan detenerse en la estación, demoran un
poco en hacerlo, pues la inercia que traen es tan alta que requieren de un mayor espacio
de frenado.
Cualquier cuerpo que efectúa un giro alrededor de un eje, desarrolla inercia a la rotación,
es decir, una resistencia a cambiar su velocidad de rotación y la dirección de su eje de giro.
La inercia de un objeto a la rotación está determinada por su Momento de Inercia, siendo
ésta ‘’la resistencia que un cuerpo en rotación opone al cambio de su velocidad de giro’’.
La inercia puede interpretarse como una nueva definición de masa. El momento de inercia
es, pues, masa rotacional y depende de la distribución de masa en un objeto. Cuanta. Se
encuentra que si la masa está muy concentrada cerca del punto de giro (o eje de rotación)
encontramos que esta inercia es menor, pero si está muy alejada del eje es mucho mayor.
Debido a lo anterior, somos capaces de deducir los “extraños” perfiles de algunas vigas.
Por ejemplo el motivo para utilizar vigas con sección de doble T es que al ser la inercia
proporcional a la distancia, normalmente es preferible localizar el material en posiciones
con una mayor distancia a la periferia, esto es, lo más alejados posibles del centro de
gravedad. La idea básica es que cuanto más material y más alejado, más difícil es hacerlo
girar.