Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
PRUEBA TESTIMONIAL
I. CONCEPTO.
La prueba testimonial es aquella suministrada mediante las declaraciones emitidas por
personas físicas, distintas de las partes y del órgano judicial, acerca de sus percepciones o
realizaciones de hechos pasados o de lo que han oído sobre estos1.
Del concepto se desprende que: a) Las personas jurídicas no pueden ser llamadas como
testigos. b) Tampoco pueden serlo quienes revistan la condición de partes. Aunque la
doctrina acepta que se cite como testigo a un litisconsorte a fin de acreditar un hecho propio.
En este caso, afirman, el litisconsorte no reviste el carácter de parte en la relación procesal
entre el que lo propone y su adversario. c) Tradicionalmente, se ha considerado que el objeto
de esta prueba son los hechos que el testigo ha conocido a través de su percepción sensorial,
lo que ha percibido a través de sus sentidos. En la actualidad se ha ampliado el concepto,
aceptándose que el testigo puede declarar sobre hechos que no ha percibido directamente, sino
sobre aquellos que conoce mediante la narración de otros (testigo “de oídas”). También, en el
caso del “testigo técnico”, el testimonio puede contener deducciones lógicas. En este sentido
corresponde distinguir entre la admisibilidad de la prueba y su eficacia como medio convictivo.
Tanto los testimonios de oídas como las deducciones pueden ser valoradas por el juez, sin
perjuicio de que en ciertos casos podrán ser ineficaces. Sin embargo, no dejan de ser
testimonios.-
1
Palacio Lino, Derecho Procesal Civil, Abeledo Perrot, 1972 t.IV p.562.
2
porque el dato de conocimiento llega al órgano jurisdiccional por intermedio de otra persona.
En cuanto a las diferencias: el testigo declara sobre lo que ha visto u oído; el perito debe
formular deducciones sobre hechos producidos. Otro rasgo distintivo es que el testigo declara
sobre hechos percibidos fuera del proceso; el perito se expide sobre hechos percibidos en
ocasión del juicio. También se señala que el testigo no es “fungible” y el perito en cambio, si lo
es. En efecto, el testigo debe declarar sobre un hecho concreto que él conoce en forma
particular, por alguna circunstancia; no sobre aquello que pueda ser de conocimiento de
cualquier otra persona de la misma condición.- Mas allá de estas distinciones teóricas, a los
fines de diferenciar el testigo técnico con el perito lo fundamental es que si bien la declaración
testimonial puede contener deducciones o ilaciones lógicas, estas valen como hechos
subjetivos, personales suyos, no como conclusiones objetivas.
cuando media imposibilidad de obtener la prueba designada por la ley; o existe principio de
prueba por escrito en los contratos que puedan hacerse por instrumento privado; o que la
cuestión versare sobre los vicios de error, dolo, violencia, fraude simulación o falsedad de los
instrumentos donde constare el contrate; o, finalmente, cuanto una de las partes hubiese
recibido alguna prestación y se negase a cumplir el contrato.-
IV. EL TESTIGO
Requisitos.
a) Persona física: En primer lugar debe tratarse de una persona física, ya que la persona
jurídica carece de capacidad para la percepción o deducción de hechos. En el caso de las
personas jurídicas que hayan participado en algún hecho pasado de interés en el pleito, su
declaración se hará a través del representante legal.-
En cuanto a la edad necesaria para declarar; el C.P.C. de nuestra provincia no contiene
ninguna disposición; por lo tanto no existe limitación o restricción alguna. Por supuesto que el
Juez a la hora de valorar el testimonio tendrá en cuenta el grado de madurez del deponente.-
En cambio, otras legislaciones establecen una edad mínima, por ej. el. C.P.C. nacional en su
artículo 426 la establece en los catorce años. Para algunos autores, no obstante el silencio de
la legislación procesal local, esta última es la edad mínima requerida 2. Tampoco el C.P.C.
contiene disposiciones referidas a la salud mental del testigo; en cuanto a los sordomudos, el
art.300 establece que declaran por escrito, si saben leer y escribir.
b) Extraneidad: El testigo debe ser ajeno a la litis. Por lo tanto no pueden prestar testimonio
las partes, ni sus representantes, como así tampoco el propio tribunal.
Deberes.
Todo testigo citado a declarar en un juicio tiene tres deberes fundamentales.
a) Deber de comparecer. La obligación de comparecer a la audiencia fijada para prestar
declaración es una “carga pública”. Si el testigo debidamente citado no comparece a declarar,
sin acreditar justa causa, el Tribunal puede hacerlo traer por la fuerza pública y mantenerlo bajo
arresto hasta que se le tome declaración, según el art.287 del C.P.C. Las excepciones a este
deber están establecidas en el propio Código Procesal. El art..306 del C.P.C., en su redacción
actual (Ley 8984), autoriza al Tribunal “de acuerdo a las circunstancias y a la importancia que
le atribuya al testimonio a recabar” a relevar de la obligación de comparecer personalmente al
presidente de la Nación, los gobernadores de Provincia, los intendentes municipales y los
2
Schröder Carlos, “Código Procesal Civil y Comercial de la Pcia. de Cba.”, Dir.: Ferrer Martínez R., Advocatus, t.I p.512
4
funcionarios públicos que por el ejercicio de sus funciones residan en el exterior. En dicho
caso declararán por escrito, bajo juramento, debiendo la parte cumplimentar los arts.293 y 294
del C.P.C. que se analizarán mas adelante. A su vez el art.307 del C.P.C. autoriza a examinar
en sus domicilios los testigos que, por su edad u otras circunstancias merezcan estas
consideraciones, a criterio del Tribunal. En estos casos, este debe llevarse adelante con iguales
formalidades que cuando se hace en el tribunal, es decir con la presencia del juez, secretario y
las partes.-
b) Deber de declarar: Quien es citado como testigo, no sólo tiene la obligación de
comparecer a la audiencia, sino también la de declarar, es decir contestar el interrogatorio que
se le formule. El art. 243 del Código Penal reprime con pena de prisión de quince días a un
mes al que siendo legalmente citado como testigo se abstuviere de comparecer o de prestar la
declaración o exposición respectiva. No obstante ello, el testigo podrá rehusarse a contestar
las preguntas: 1) Si la respuesta lo expusiera a enjuiciamiento penal o comprometiese su honor.
2) Si no pudiere responder sin revelar un secreto profesional, militar científico, de confesión,
artístico o industrial (art.308 C.P.C.)..- En el primer inciso se protege el propio interés del
testigo. En el segundo la negativa está fundada en la necesidad de amparar intereses de las
partes e incluso de terceros. En ambos supuestos el testigo debe comparecer a la audiencia y
recién al enterarse del contenido de cada pregunta el testigo puede negarse a responder en cada
caso particular. La doctrina se encuentra dividida respecto de la posibilidad de que el testigo
sea relevado por el tribunal del deber de guardar secreto. Para el sector mayoritario 3, no existe
la posibilidad de dispensa judicial, pues se trata de una cuestión de conciencia librada
exclusivamente a la apreciación del testigo. En cuanto a la dispensa por el interesado, también
hay discusión. Mayoritariamente se dice que tampoco la parte interesada tiene la facultad de
relevar al testigo de guardar el secreto. Sin embargo, otros autores sostienen que esto es
correcto únicamente en el caso del secreto de confesión, y que en los demás casos ante la
autorización del interesado ya no hay secreto ni interés alguno para resguardar.
La resolución que adopte el Tribunal con respecto a la negativa a declarar es irrecurrible por
las partes, de conformidad al art.311 del C.P.C.-
c) Deber de decir verdad. Antes de declarar los testigos prestarán juramento o formularan
promesa de decir verdad de todo lo que supiesen y les fuera preguntado, y serán informados de
las consecuencias penales a que puedan dar lugar sus declaraciones falsas o reticentes.
(art.297 C.P.C.). La negativa del testigo a prestar juramento o formular la promesa que se les
3
Ver Vénica Oscar, “Código Procesal Civil y Comercial de la Pcia. de Cba.”, Lerner, t.III p.60.
5
requiere, importa negativa a declarar y se configura el delito previsto por el art. 243 del C.P..
En caso de que se haya omitido el juramento, se ha resuelto que si bien en principio acarrearía
la nulidad, el testimonio puede ser considerado por el juez de acuerdo con las reglas de la sana
crítica racional. Dado que “la finalidad de la solemnidad no agrega, ni su omisión quita
conocimiento al testigo” (C7a.CC Cba., Sent.N°70 24/10/1996, LL Cba.1997 pag.226,
S.J.1190 pag.535).
La información que requiere el artículo es la “admonición”, que consiste en hacerle saber al
testigo sobre los delitos de falso testimonio previstos en los arts.275 y 276 del C.P.. A su vez
el art.313 del C.P.C. establece que si las declaraciones ofrecieren indicios graves de falso
testimonio, el tribunal puede decretar la detención de los presuntos culpable y remitirlos junto
con los antecedente del caso, a la Justicia Penal.-
V. OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA
Oportunidad
En el juicio ordinario las partes deberán ofrecerla dentro de los diez primeros días de abierta a
prueba la causa (art.212 C.P.C.). El mismo artículo dice que dentro de los cinco días “en los
demás casos”. Sin embargo esto último no tiene aplicación práctica porque en el juicio
abreviado debe ofrecerse en los escritos de demanda y contestación o, eventualmente en la
reconvención y su responde (arts.507, 508 y 510 del C.P.C.); lo mismo ocurre en los incidentes
y en los juicios declarativos especiales que se tramitan como juicio abreviado (división de cosas
comunes, desalojo, rendición de cuentas, acciones posesorias). En el ejecutivo, debe ofrecerse
al interponer excepciones o contestarlas (arts. 548 y 551 C.P.C.).
Es claro que el plazo para ofrecer esta prueba es de carácter fatal (art.49 inc.4º C.P.C.), y
además el escrito debe ser presentado por quien está facultado para ello.
En el caso del Beneficio de Litigar sin Gastos, toda la prueba debe ofrecerse al presentarse la
solicitud (art.102 inc.3° del C.P.C.); en este caso la exigencia legal no ha sido impuesta bajo
pena de inadmisibilidad, por lo que bien podría darse trámite a una solicitud que no contenga el
ofrecimiento 4. Asimismo, y a tenor de lo dispuesto por el art.106 del C.P.C., se puede ofrecer
en caso de resolución denegatoria.-
También existe la posibilidad de ofrecimiento anticipado. Es el caso de la prueba anticipada
prevista en el inc.1 del art.486 del C.P.C.: declaración de testigos de muy avanzada edad,
gravemente enfermos, o próximos a ausentarse del país.
4
Zalazar Claudia, “Beneficio de Litigar sin Gastos”, Ed.Alveroni, p.61.
6
Requisitos:
Están establecidos en el art.284 del C.P.C.. La parte oferente deber presentar una lista con el
nombre y domicilio de los testigos. El domicilio a que hace referencia la norma es el
real, o el legal en su caso (art.90 C.C.). Sin embargo el propio artículo permite que si no
se conoce el domicilio puede indicarse el laboral. En el caso de que fuere imposible
conocer alguno de estos datos basta que se indiquen los necesarios para que el testigo
pueda ser individualizado sin dilaciones y sea posible su citación. Nombre y domicilio
son requisitos de admisibilidad, conforme la última parte del art.284, por lo que en caso
de faltar no debe proveerse la prueba.-
Como regla no corresponde acompañar el interrogatorio para los testigos al ofrecerse la
prueba; salvo en el Beneficio de Litigar sin gastos, (art.102 C.P.C.).-
El número de testigos es ilimitado, “pero las costas y gastos de los que excedan de seis por
cada pregunta útil, corresponderá por cuenta de la parte que los haya propuesto” (art.312
C.P.C.). La previsión respecto a las costas tiene nula aplicación en la práctica judicial. Las
únicas limitaciones del C.P.C. las encontramos en el juicio abreviado en el que se permite un
máximo de cinco testigos, salvo para reconocer prueba documental (art512 C.P.C.); y en el
incidente de recusación sin causa (art.26 C.P.C.), en el que también se permiten cinco testigos.
Igual número es el límite en el proceso de amparo (art.7 ley 4915).-
Testigos excluidos.
Conforme el art.309 del C.P.C. no serán admitidos como testigos contra una de las partes: sus
consanguíneos, adoptivos o afines en línea recta, el cónyuge aunque esté separado legalmente,
los colaterales en segundo grado y los guardadores o representantes.
La finalidad de la norma es la preservación de los vínculos familiares o la solidaridad familiar.
Se trata de un supuesto de “improponibilidad” del testigo, que reconoce como excepción los
supuestos contemplados en el art.310 del C.P.C..
Si la existencia de la causal es advertida al momento del ofrecimiento de la prueba, se debe
inadmitir la misma. En la práctica, teniendo en cuenta que por regla el ofrecimiento solo
requiere el nombre y domicilio del testigo, lo mas frecuente es que la causal sea advertida
recién en el momento mismo de la audiencia (al ser interrogado el testigo por las generales de
la ley), en cuyo caso corresponde suspender la audiencia Si hubiere sido recibida la
declaración no corresponde valorarla. Aún en el caso de que ambas partes estén de acuerdo y
7
el testigo consienta prestar declaración porque se trata de una norma indisponible para las
partes.
Al establecer el artículo que no será admitido “contra una de las partes”, se encuentra dividida
la doctrina en cuanto a la posibilidad de que el testigo sea ofrecido por la propia parte
interesada con la cual se une en parentesco, es decir cuando una persona ofrece como testigo a
su hermano, cónyuge, etc ... Para la mayoría la prohibición juega para ambas partes. En estos
precedentes se ha afirmado que corresponde hacer una interpretación literal del artículo 309 y
que en el caso en el que el testigo es ofrecido por la parte misma en la cual está unido en
parentesco, desaparecen las razones de violencia moral en que se coloca al testigo al forzarlo a
declarar en contra del pariente, con lo que las razones de solidaridad social que inspiran la
norma no se ven afectadas.-
El art.310 del C.P.C. establece las excepciones al principio, y permite el testimonio en el caso
de que las personas hubieren sido agentes o testigos instrumentales de un acto jurídico (inc.1)
y cuando la declaración versara sobre nacimientos, defunciones o matrimonios de los miembros
de la familia (inc.2). El T.S.J. haciendo una interpretación amplia de este inciso 2do. del
art.310 del C.P.C. ha permitido la declaración de parientes en un juicio de divorcio.
La citación del testigo se efectúa por cédula, la que por regla deberá ser diligenciada con tres
días de anticipación (art.59 del C.P.C.). En la notificación debe transcribirse la conminación de
la sanción que prevé el art.287 del C.P.C.- Este artículo establece que el testigo que es
debidamente citado no comparece sin acreditar justa causa, podrá ser conducido por la fuerza
pública y mantenido en arresto hasta tomársele declaración. En este sentido, resulta
importante destacar que pesa sobre la parte oferente la carga de instar debidamente la prueba.
Ante la incomparecencia injustificada del testigo, el oferente deberá solicitar nueva audiencia y
comunicar a la autoridad policial para que asegure la presencia del testigo, debiendo diligenciar
el oficio correspondiente.
Antes de la audiencia los testigos deben estar en un lugar desde donde no puedan oír las
declaraciones de los otros y serán llamados a declarar separadamente. No pueden comunicarse
con los testigos que no hubieren declarados y deberán permanecer en la sede del tribunal hasta
que el juez lo considere necesario (art.296 C.P.C.).
También los arts.293 y 294 del C.P.C. resultan aplicables en el caso de las personas autorizadas
a declarar por escrito conforme el art.306.
efectúa juicios de valor, estos tienen el valor de hechos subjetivos suyos, no supliendo
la prueba pericial. Es más, algunos autores opinan que el testigo debe circunscribirse a
los hechos percibidos y deducciones técnicas, sin extenderse a juicios de valor5.
No podrán concebirse en sentido afirmativo. Lo que caracteriza las preguntas es que
deben estar redactadas como interrogatorio, por lo que no pueden ser formuladas en
sentido afirmativo como la absolución de posiciones. Es una “interrogación” no una
“aserción” de un hecho.
No deben sugerir la respuesta. Ello significa que no corresponde formular la pregunta
de manera tal que las contestaciones sean por sí o por no, salvo que sea estrictamente
necesario.
No puede ser ofensiva o vejatoria.
En caso de que no se respeten los requisitos legales, las partes pueden oponerse a las
preguntas, exponiendo los fundamentos, con lo que se generará una incidencia que se resolverá
en la audiencia misma.
El testigo contestará sin poder leer notas o apuntes, a menos que por la índole de la pregunta
se lo autorice. En este caso, se dejará constancia en el acta de las respuestas dadas mediante
lectura y a pedido de parte se agregará copia autenticada de los elementos utilizados. Deberá
siempre dar razón de su dicho. Si no lo hiciere, el tribunal lo exigirá. (art.304 C.P.C.). Esta
última exigencia “la razón del dicho” hace a la explicación de las circunstancias en que conoció
el hecho sobre el que declara. Resulta importante que explique cuándo, como y de qué manera
ocurrió el hecho y también, cuándo, donde y cómo lo percibió. Esto hace a una mas exacta
valoración de la prueba, para determinar si presenció el hecho (lo percibió a través de sus
sentidos) o lo sabe por referencias o comentarios. Ante la ausencia de explicación, cuando esta
le ha sido debidamente requerida por la parte o el Tribunal, esto le restará eficacia probatoria al
medio de prueba.
El art.305 del C.P.C. establece que los testigos cuyas declaraciones sean contradictorias,
podrán ser careados entre sí, sobre los puntos de discrepancia que determine el Tribunal. El
careo consiste en poner “cara a cara” a los testigos que han hecho manifestaciones divergentes.
La utilización de este instituto es poco común en la práctica judicial local.
5
Devis Echandía, Teoría General de la prueba judicial. Ed. Víctor de Zavalía, t.2 pag.73.
11
El supuesto de inasistencia del proponente de la prueba está regulado en el art.290 del C.P.C.,
que establece que cuando la parte que ofreció el testigo no concurriera a la audiencia por sí o
por apoderado y no hubiese dejado interrogatorio, se le dará por desistido de aquel sin recurso
alguno, a pedido de la parte contraria, salvo que esta requiera que la declaración sea
recepcionada. En este caso formulará las preguntas que considere pertinentes.
Conforme surge del texto del artículo, si a pesar de la inasistencia del oferente este dejó un
interrogatorio y asisten el testigo y la contraria, corresponde tomar la audiencia. Si no dejó
interrogatorio y no asiste a la audiencia, la contraria puede pedir el desistimiento o solicitar que
declare el testigo. La doctrina coincide que para que proceda el desistimiento es necesario que
el testigo haya concurrido a la audiencia. Se trata de un supuesto específico de desistimiento
regulado por este artículo debiendo confluir las condiciones señaladas, esto es: inexistencia de
pliego, inasistencia del oferente, petición de desistimiento de la contraria y asistencia del
testigo.
Desistimiento
En razón de la vigencia del principio dispositivo, cada parte puede desistir o renunciar a la
prueba por él ofrecida. “La doctrina mas extendida y de la que participa el Tribunal Superior
de Justicia, permite la renuncia de la prueba mientras no haya sido producida”6. Se trata de un
desistimiento “voluntario” que no coincidiría con el supuesto regulado en el art.290 del C.P.C.
antes reseñado. En el caso de la testimonial, antes de que el testigo declare, la parte oferente
puede desistir de la prueba. El principio de “adquisición procesal”, comienza a funcionar una
vez que la prueba es recibida (el testigo ha declarado); a partir de ese momento la prueba
pertenece al proceso y no puede ser renunciada. Esta ha sido la interpretación tradicional y de
la que ha participado la jurisprudencia y doctrina.
6
Vénica Oscar H.”Oportunidad para desistir (renunciar) la prueba, especialmente la testimonial. S.J.1432 p.1.
12
cualidades morales e intelectuales de los testigos. Cuando lo que se intenta atacar son los
dichos del declarante, esto debe hacerse en la etapa de alegatos.
VII. VALORACIÓN
La valoración de la prueba testimonial se realiza conforme las reglas de la sana crítica racional.
La jurisprudencia no muestra algunos supuestos específicos en esta materia.
Testigos parciales. El testigo debe ser extraño a la relación procesal, como condición
de imparcialidad y veracidad” (Alsina. Ob. Citada pág.539), ya que “los estados
afectivos perturban y alteran el testimonio. Nos gobiernan el interés, la simpatía….”
(Alsina, ob. Citada pág.643). Sentado ello se advierte que los dos testimonios rendidos
en autos se tratan en primer lugar de la esposa del dueño del vehículo (que fuera
robado), por lo que su interés en el pleito es evidente dado su carácter de miembro de
la sociedad conyugal dueña del vehículo. El otro testigo es un “vecino”, que si bien se
afirma que no es amigo, la relación estrecha con la parte accionante es evidente, dado
que quien no es amigo no pide ser llevado en el mismo vehículo de “compras”. (...).
Tales circunstancias, a juicio de la suscripta, crean una seria sospecha sobre la
parcialidad de los mismos. No obstante ello, al ser éstos los presuntos testigos
presenciales del hecho, su testimonio no debe ser descartado de plano, más sí
analizados con suma prudencia y en consonancia con el resto de las pruebas arrimadas
al proceso. (C 8ª. CC en “Figueroa Juan c/ Hipermercado Libertad S.A. –Ordinario-
Daños y perj- otras formas de resp. extracontractual- Recurso de Apelación”, Sent.
N° 149 de fecha 25.08.05.)
la de quien lo hizo con posterioridad, lo cierto es que en el caso dicho principio resulta
insuficiente para dar sustento al fallo ya que tanto el testigo que declaró de inmediato
como quien lo hizo tiempo después, figuraban inicialmente en el acta policial labrada
con motivo del accidente.
Testigo de oídas. Un testimonio tiene eficacia cuando se refiere a los hechos
relevantes del pleito de los que el deponente ha tenido directa percepción sensorial. No
vale lo que se sabe “de oídas”, es decir, vinculado con manifestaciones de otras
personas, sean éstas terceros o las propias partes del juicio.