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La
Crisis
Económica
Mundial
ocurrida
durante
los
últimos
años
ha
generado
una
tremenda
inestabilidad
en
los
mercados
disminuyendo
las
ventas,
aumentando
los
costos
y
obligando
a
las
empresas
a
prodigarse
en
la
búsqueda
de
la
competitividad.
Esta
compleja
situación
se
ha
visto
incrementada
con
la
Globalización
pues
las
empresas
se
han
dado
cuenta
que
no
basta
con
lograr
la
competitividad
a
nivel
local
sino
que
también
se
debe
lograr
en
un
entorno
bastante
más
amplio.
En
este
marco
de
lenta
reactivación,
bajos
niveles
de
consumo
y
alta
competencia,
las
empresas
se
han
visto
obligadas
a
prodigarse
en
la
búsqueda
de
la
eficiencia
para
así
mantener
los
márgenes
y
superar
la
crisis;
debiendo
examinar
todos
los
procesos
llevados
a
cabo
en
la
etapa
productiva
para
así
descubrir
ineficiencias
e
incorporar
las
“mejores
prácticas”
disponibles.
Para
enfrentar
este
problema
han
aparecido
nuevas
herramientas,
entre
las
que
se
destacan
los
e-‐Marketplaces
los
que
a
primera
vista
emergen
como
una
muy
buena
solución
a
los
problemas
de
las
adquisiciones.
Los
marketplaces
han
ofrecido
excelentes
resultados
en
muchas
industrias
pero,
tal
como
ha
ocurrido
con
numerosas
soluciones
basadas
en
Internet,
en
muchas
otras
no
se
han
tenido
los
resultados
esperados.
Por
esto
es
necesario
llevar
a
cabo
un
análisis
detallado,
que
permita
entender
las
reales
capacidades
del
modelo,
el
Valor
que
puede
llegar
a
agregar
y
si
éste
puede
ser
entregado
en
la
adquisición
de
todos
los
insumos
de
una
empresa.
Sólo
así
se
podrá
entender
si
él
es
realmente
la
solución
que
todos
esperan.
El
proceso
de
adquisición
de
insumos
difiere
sustancialmente
del
llevado
a
cabo
por
las
personas
individuales.
Según
Maturana
[20],
en
general
hay
un
número
reducido
de
compradores,
lo
que
confiere
a
cada
uno
un
mayor
poder
de
negociación
e
importancia
relativa.
Además
la
demanda
es
derivada
y
nace
a
partir
de
la
necesidad
de
materias
primas
para
otros
procesos
productivos
lo
que
determina
la
cantidad
requerida
y
su
estacionalidad.
Esto
la
hace
relativamente
inelástica,
pues
el
costo
de
no
poseerlos
puede
llegar
a
ser
muy
alto.
Pero
quizá
la
característica
principal
de
las
adquisiciones
industriales
es
que
las
personas
que
las
realizan
son
profesionales;
lo
que
implica
que
son
“especialistas”
y
conocen
muy
bien
el
mercado,
pero
más
importante
aun,
que
son
evaluados
por
la
manera
en
que
toman
las
decisiones.
Además,
deben
presentar
una
fuerte
alineación
con
los
objetivos
de
la
empresa
lo
que
determinará
la
dirección
en
la
que
tomará
sus
decisiones
[8].
2.2 Problemática de las Adquisiciones
Koppelmann
[14]
determinó
que
el
principal
problema
generado
por
estos
cambios
es
la
poca
metodología
para
realizar
las
adquisiciones.
Los
procesos
de
adquisiciones
en
general
son
poco
estandarizados,
sin
reglas
ni
procedimientos
claros,
lo
que
no
favorece
una
buena
toma
de
decisiones,
además
de
no
permitir
evaluaciones
posteriores
ni
la
posibilidad
de
lograr
curvas
de
aprendizaje.
Esto
genera
importantes
costos
y
un
gran
número
de
adquisiciones
de
“última
hora”,
obligando
a
las
empresas
a
privilegiar
el
día
a
día
por
sobre
la
planificación.
Esto
las
obliga
a
iniciar
un
nuevo
proceso
de
adquisición
cada
vez
que
surge
una
necesidad,
pues
las
condiciones
antes
pactadas
ya
no
son
válidas.
Así
deben
comenzar
un
proceso
de
búsqueda
de
información,
análisis
de
mercado,
solicitud
de
cotizaciones
y
negociaciones,
etc.,
lo
que
fuera
de
ser
desgastante,
involucra
tiempo
y
recursos
llevándolas
a
tomar
decisiones
deficientes.
Con
estos
antecedentes
se
puede
definir
la
compleja
problemática
que
enfrentan
las
adquisiciones
modernas.
En
general
existe
escasa
estandarización
y
poco
orden.
Además,
la
frecuente
necesidad
de
incurrir
en
un
gran
número
trámites
imposibilitan
a
las
empresas
realizar
de
buena
manera
todas
sus
adquisiciones,
obligándolas
a
comprar
un
gran
número
de
productos
de
manera
deficiente,
sin
el
control
ni
cuidado
necesario.
Esto
a
su
vez
genera
altos
costos,
mayores
precios
y
los
lleva
a
negociar
con
proveedores
que
no
necesariamente
son
los
más
adecuados.
Frente
a
esta
problemática
las
empresas
deben
buscar
soluciones
que
les
permitan
enfrentar
de
mejor
manera
sus
compras.
El
alto
número
de
procesos
de
adquisiciones
que
deben
llevar
a
cabo
está
determinado
por
el
volumen
de
demanda,
por
lo
que
no
es
factible
reducirlo.
La
única
alternativa
es
buscar
herramientas
que
les
permitan
lograr
que
estos
procesos
sean
más
económicos
y
eficientes.
La
falta
de
orden,
la
baja
estandarización
y
la
inadecuada
gestión
del
proceso
de
adquisiciones,
debe
ser
enfrentada
por
las
empresas
incorporando
herramientas
de
Gestión
y
Análisis,
que
les
permitan
no
solo
ordenar
sus
compras
para
así
disminuir
los
costos,
sino
que
también
darle
una
solución
a
aquellas
más
postergadas.
Además
es
necesario
considerar
que
las
adquisiciones
son
una
interacción
entre
dos
o
más
empresas,
que
no
solo
presentan
intereses
encontrados,
sino
que
también
tienen
procesos
y
procedimientos
diferentes.
Por
esto
es
primordial
que
las
empresas
tengan
la
capacidad
de
incorporar
herramientas
que
les
permitan
mejorar
la
comunicación,
tanto
en
la
etapa
de
cotización
como
de
transacción,
para
así
lograr
interactuar
de
la
manera
más
económica
posible.
Las
empresas
deben
tener
la
capacidad
de
adaptarse
a
los
productos
y
procedimientos
de
los
diferentes
participantes.
Es
relevante
notar
que
las
empresas
tienen
competidores
y
que
ellos
probablemente
comparten
a
los
proveedores,
negociando
por
los
mismos
insumos
(competencia
por
el
abastecimiento).
Mientras
más
eficiente
y
rápido
sea
el
proceso
de
negociación,
mejores
serán
las
condiciones
que
se
lograrán
y
por
ende,
mayores
ventajas
competitivas
[14].
Además,
en
un
ambiente
de
asimetría
de
información,
probablemente
se
le
traspasará
la
diferencia
a
la
competencia.
Teniendo
en
mente
estos
lineamientos
de
solución,
a
continuación
se
presenta
un
marco
de
referencia
que
permitirá
primero
entender
que
son
los
e-‐Marketplaces,
para
luego
analizar
si
es
que
ellos
son
capaces
de
solucionar
la
problemática
aquí
planteada
y
agregar
valor
a
la
adquisición
de
todos
los
insumos
industriales.
Según
Lichtenthal
[17],
el
Comercio
vía
Internet
(e-‐Commerce)
comenzó
con
la
aparición
de
los
sistemas
EDI
(Electronic
Data
Interchange),
que
son
herramientas
tecnológicas
de
transferencia
de
información
uno
a
uno.
Estos
sistemas
permiten
el
contacto
y
manejo
de
datos
de
manera
muy
eficiente;
pero
son
poco
flexibles
lo
que
ha
limitado
su
proliferación.
Internet,
en
cambio,
se
extendió
rápidamente
y
cada
vez,
tanto
empresas
como
personas
tienen
mayor
acceso
a
esta
red.
Así,
en
respuesta
a
las
necesidades
de
comunicación,
nacieron
los
portales
uno
a
muchos.
Algunas
empresas
crearon
portales
abiertos
en
la
red
donde
muchos
pueden
acceder
comprando
y
vendiendo
según
fuera
su
rol
en
la
cadena
de
abastecimiento.
Esto
generó
un
cambio
en
la
manera
de
hacer
negocios
ofreciendo
una
fuerte
disminución
de
los
costos
de
comercialización.
Fue
el
comienzo
de
los
e-‐
Marketplaces
que
cambiaron
radicalmente
la
relación
cliente-‐proveedor
[10].
La
tercera
generación,
más
conocida
y
común
en
la
actualidad,
es
la
de
los
portales
muchos
a
muchos,
capaces
de
conectar
al
mismo
tiempo
un
gran
número
de
empresas
aprovechando
las
ventajas
del
comercio
electrónico.
Pero,
más
allá
de
ver
la
evolución
histórica
de
los
e-‐Marketplaces,
es
más
importante
entender
que
son
y
cuales
son
sus
características
principales.
Pn
C1
P4
C4
E-Marketplaces Cn
P1
P3
C3
C2
P2
Bakos
[3]
y
Dai
y
Kauffman
[7],
plantearon
que
las
tres
principales
funciones
de
un
e-‐
Marketplace
son:
juntar
oferta
con
demanda,
facilitar
las
transacciones
y
proveer
infraestructura
y
expertise.
3.2 Valor agregado por los e-Marketplaces
Las
adquisiciones
tradicionales
están
caracterizadas
por
una
gran
cantidad
de
papeleo,
ciclos
largos
de
tiempo,
compras
de
último
hora
y
errores
frecuentes
que
dificultan
el
cumplimiento
de
los
planes
de
las
empresas
imposibilitando
un
uso
óptimo
a
los
recursos.
La
mayoría
de
estos
problemas
están
relacionados
a
los
esfuerzos
que
se
deben
invertir
en
comunicación
y
coordinación
de
las
distintas
etapas
del
proceso
de
adquisiciones.
Como
punto
de
partida
para
estudiar
el
valor
agregado
por
los
e-‐Marketplaces,
es
importante
resumir
las
principales
conclusiones
a
las
que
llegaron
varios
autores
[7,
13,
17,
21],
sobre
los
beneficios
de
las
adquisiciones
realizadas
a
través
de
Internet
(e-‐
Procurement):
i. Mejoramiento
en
la
Comunicación:
Todas
las
unidades
están
conectadas
on-‐line
lo
que
favorece
el
flujo
de
información,
permitiendo
mejorar
la
coordinación
y
los
acuerdos.
ii. Menores
Costos
de
Transacción:
La
mayor
conectividad
favorece
el
intercambio
de
información
disminuyendo
el
costo
de
contacto
y
la
gran
cantidad
de
papeleo
así
como
también
el
tiempo
necesario
para
realizar
las
transacciones.
iii. Aumento
de
la
Visibilidad:
Internet
ofrece
la
posibilidad
de
seguir
cada
una
de
las
etapas
del
proceso
de
adquisiciones
lo
que
otorga
a
la
empresa
un
mayor
control.
Además
de
estos
beneficios,
Lichtenthal
[17],
concluyó
que
los
menores
costos
de
contacto
y
transacción
favorecen
las
relaciones
de
largo
plazo.
Para
el
análisis
posterior
se
supone
que
se
cumplen
todas
las
características
necesarias
para
que
los
e-‐Marketplaces
sean
exitosos.
Varios
autores
[2,
7,
10]
las
estudiaron
y
a
continuación
se
presentan
sus
conclusiones
más
relevantes:
i. Masa
Crítica
de
Participantes:
El
e-‐Marketplace
debe
tener
la
capacidad
de
mantener
un
número
de
participantes
adecuado,
pero
más
importante
aun,
que
ellos
sean
atractivos
y
capaces
de
cubrir
la
totalidad
de
las
necesidades
para
así
generar
“rendimientos
crecientes
de
adopción”.
ii. Volumen
de
Transacciones
Adecuado:
Debe
ser
tal
que
permita
economías
de
escala,
favoreciendo
cobros
decrecientes
para
los
participantes.
Esto
determina
que
en
el
largo
plazo
sólo
unos
pocos
logren
consolidarse
en
cada
industria.
iii. Integrabilidad:
Debe
tener
la
capacidad
de
interactuar
con
los
distintos
sistemas
de
información
y
gestión
de
los
participantes,
permitiéndoles
así
aprovechar
los
beneficios
de
la
conectividad.
iv. Catálogos
Electrónicos
Adecuados:
Son
la
principal
fuente
de
intercambio
de
información,
por
lo
que
deben
estar
actualizados,
y
ser
lo
suficientemente
amigables
como
para
basar
la
comunicación
en
ellos.
Para
llevar
a
cabo
una
compra,
las
empresas
deben
contactar
a
varios
potenciales
proveedores,
solicitar
sus
precios
y
condiciones
de
venta
y
elegir
el
que
les
parezca
más
adecuado.
Este
proceso
tradicionalmente
se
ha
llevado
a
cabo
uno
a
uno,
por
teléfono
o
fax,
consumiendo
tiempo
y
recursos,
desgastando
a
los
compradores
y
limitando
su
posibilidades
de
análisis.
Esto
es
de
gran
valor,
especialmente
para
las
empresas
más
pequeñas,
las
que
debido
a
su
bajo
volumen
de
demanda
no
tienen
la
posibilidad
de
lograr
acuerdos
de
largo
plazo.
Al
verse
en
la
obligación
de
llevar
a
cabo
un
gran
número
de
procesos
de
adquisiciones
incurren
en
importantes
costos
de
búsqueda
de
información.
Esta
posibilidad
les
permite
además
mejorar
la
toma
de
decisiones
y
ordenar
sus
adquisiciones.
Los
modelos
microeconómicos
clásicos
suponen
que
los
compradores
tienen
información
perfecta
sobre
todos
los
precios
y
productos
ofrecidos
en
el
mercado.
Esto
normalmente
no
ocurre
en
la
realidad.
Las
empresas
tienen
acceso
parcial
al
mercado
debido
al
costo
de
búsqueda
de
información,
lo
que
las
lleva
a
tomar
decisiones
equivocadas,
sesgadas
o
por
debajo
del
óptimo.
Los
menores
costos
de
búsqueda
de
información
de
los
e-‐Marketplaces
reducen
esta
asimetría
ofreciendo
acceso
a
un
mayor
número
de
alternativas,
lo
que
elimina
en
gran
medida
las
barreras
espaciales
y
temporales
[16],[17].
Esto
les
permite
ampliar
el
pool
de
alternativas,
favoreciendo
la
competencia,
lo
que
genera
una
disminución
en
los
precios
[2,
3],
y
de
los
costos
totales
de
adquisición
[14].
Los
vendedores
tienen
la
posibilidad
de
acceder
a
un
mayor
número
de
clientes,
ganando
en
cobertura,
lo
que
probablemente
se
refleja
en
un
aumento
de
las
ventas.
Este
efecto
puede
soslayar
la
disminución
de
precios
debido
a
la
mayor
competencia.
Además,
en
el
caso
de
los
fabricantes,
se
les
presenta
la
posibilidad
de
saltarse
a
los
distribuidores
[16].
Por
cierto
que
al
realizar
una
adquisición,
no
solo
es
relevante
la
búsqueda
de
información
y
la
negociación.
Una
vez
alcanzado
un
acuerdo,
comienza
la
etapa
de
transacción,
en
la
que
las
empresas
deben
intercambiar
gran
cantidad
de
información
(órdenes
de
compra,
notas
de
crédito,
facturas,
etc.),
así
como
también
incorporarla
en
sus
sistemas
internos,
especialmente
de
Contabilidad,
Gestión
de
Adquisiciones
y
Manejo
de
Inventario.
Esto
significa
un
importante
costo
monetario
y
de
tiempo
que
no
agrega
valor
a
la
producción.
Los
e-‐Marketplaces
tienen
la
capacidad
de
utilizar
los
beneficios
de
Internet
para
solucionar
esta
problemática.
Enviar
y
recibir
información
por
vía
electrónica
permite
que
ella
llegue
a
destino
de
manera
instantánea,
evitando
pérdidas
de
tiempo
y
agilizando
los
procesos
con
un
costo
marginal
muy
cercano
a
cero.
Además,
la
información
puede
ser
ingresada
directamente
a
los
sistemas
de
cada
empresa,
automatizando
procesos,
minimizando
el
riesgo
de
errores
de
digitación
generando
beneficios
incalculables
de
tiempo
y
permitiendo
una
gestión
más
integral
[7].
Los
e-‐Marketplaces
también
ofrecen
la
posibilidad
de
utilizar
herramientas
más
sofisticadas
de
análisis
que
pueden
llevar
a
mejores
decisiones,
lo
que
es
un
importante
beneficio
especialmente
para
las
empresas
más
pequeñas
que
no
tienen
posibilidades
de
incorporar
costosos
sistemas
de
apoyo
a
la
gestión.
Es
importante
notar
que
estos
beneficios
sólo
pueden
ser
logrados
si
el
e-‐Marketplace
ofrece
un
nivel
de
integrabilidad
tal
que
sea
compatible
con
los
sistemas
de
cada
uno
de
los
participantes.
Si
esto
no
ocurre,
se
deberán
mantener
muchas
prácticas
que
no
agregan
valor.
Pero
los
resultados
obtenidos
en
la
práctica
no
siempre
han
sido
los
esperados.
Por
ello
se
estima
necesario
hacer
un
análisis
más
detallado,
incorporando
distintos
tipos
de
insumos,
lo
que
permita
ahondar
más
en
la
agregación
de
valor
y
dilucidar
cuales
son
las
razones
para
los
dispares
resultados,
obteniendo
así
conclusiones
más
robustas.
El
precio
de
los
bienes
commodities
cae
a
medida
que
el
costo
de
búsqueda
de
información
disminuye
[2].
En
un
comienzo,
sólo
una
parte
de
los
compradores
participan
del
e-‐
Marketplace,
logrando
menores
costos
de
búsqueda
de
información
y
por
ende,
mejores
condiciones
de
adquisición.
Los
que
no
participan
deben
conformarse
con
mayores
costos
y
además
corren
el
riesgo
que
los
vendedores
les
traspasen
la
reducción
del
margen.
Esto
los
incentivará
a
incorporarse
al
e-‐Marketplace,
aumentando
el
número
de
participantes
y
generando
una
baja
en
el
precio
de
equilibrio
de
mercado.
Así,
se
aprecia
que
los
compradores
de
bienes
commodities
obtienen
grandes
beneficios
en
la
incorporación
a
los
e-‐Marketplaces.
Una
mayor
visibilidad
los
llevará
probablemente
a
encontrar
proveedores
menos
costosos
disminuyendo
los
precios
y
mejorando
las
condiciones
de
adquisición.
Para
los
proveedores
no
se
puede
hacer
un
análisis
tan
directo.
Por
un
lado
corren
el
riesgo
de
remate
de
precios
(disminución
de
precios
de
mercado),
pero
no
se
puede
perder
de
vista
que
ganan
en
cobertura,
lo
que
implica
la
posibilidad
de
aumentar
sustancialmente
las
ventas,
compensando
así
este
efecto.
3.3.2 Los e-Marketplaces en el Mercado Diferenciado
En
este
mercado
el
problema
de
la
búsqueda
de
información
se
hace
más
complejo.
Ya
no
es
sólo
el
precio
la
variable
a
considerar,
sino
que
además,
existen
muchas
otras
(nivel
de
servicio,
condiciones
de
entrega,
calidad,
etc.)
que
se
deben
tener
en
cuenta
y
priorizar
al
momento
de
tomar
la
decisión
final.
Esto
otorga
mayor
relevancia
a
los
proveedores,
que
cumplen
de
manera
diferente
con
los
requerimientos
y
acotan
las
posibilidades
de
elección.
Los
compradores
están
obligados
a
elegir
entre
un
pool
reducido,
que
no
está
determinado
por
los
costos
de
búsqueda
de
información
sino
más
bien
por
las
características
de
los
productos
que
ofrece
cada
proveedor.
No
son
los
productos
sino
las
dificultades
del
proceso
de
adquisición
lo
que
determina
el
comportamiento
de
los
compradores
frente
a
las
necesidades,
por
lo
que
no
es
relevante
que
tan
commodity
o
diferenciable
sea,
sino
lo
riesgosa
de
la
adquisición,
la
cantidad
de
condiciones
que
se
deben
negociar,
el
número
de
proveedores
disponibles
o
que
tan
difícil
sea
contactarlos,
entre
otras
cosas.
Por
esto,
para
lograr
un
correcto
análisis
del
valor
agregado
por
los
e-‐Marketplaces,
es
necesario
estudiar
los
insumos
desde
la
perspectiva
de
los
procesos
de
adquisiciones
y
no
desde
sus
características
propias.
A
continuación
se
presentan
algunas
clasificaciones
basadas
en
este
hecho
encontradas
en
la
literatura.
Koppelmann
[14],
planteó
la
existencia
de
dos
tipos
de
productos,
determinados
por
lo
común
o
estandarizado
de
su
proceso
de
compra.
Por
un
lado
están
los
Singulares
que
son
insumos
que
se
adquieren
en
contadas
oportunidades.
Sus
procesos
son
específicos,
lo
que
obliga
a
revisarlos
cada
vez
que
surge
una
necesidad.
La
empresa,
a
su
vez,
no
está
organizada
para
realizarlos
y
debe
adecuarse
a
las
nuevas
dificultades.
Por
el
otro
están
los
Estándar,
que
son
aquellos
que
se
compran
de
manera
repetida,
por
lo
que
son
procesos
bastante
conocidos
y
frente
a
los
cuales
la
empresa
ya
tiene
organizado
su
estructura.
Otra
tendencia,
estudiada
por
varios
autores
[1,
20,
23],
agrupó
los
productos
dependiendo
de
la
cantidad
de
información
requerida
antes
de
llevar
a
cabo
el
proceso
de
adquisición.
Las
Nuevas
Compras
son
poco
familiares
e
involucran
la
búsqueda
de
una
gran
cantidad
de
información
y
una
extensa
evaluación
de
las
alternativas
de
mercado.
Constituye
una
necesidad
excepcional
por
lo
que
la
adquisición
se
asocia
a
un
mayor
desconocimiento.
Las
Recompras
Modificadas
son
una
etapa
intermedia,
donde
se
conoce
el
producto
y
algo
del
mercado.
Se
debe
volver
a
monitorear
para
entender
las
nuevas
tendencias,
pero
en
general
no
hay
mayor
búsqueda
de
información.
Puede
llegar
a
ser,
en
los
casos
más
básicos,
sólo
un
proceso
de
renegociación
con
el
proveedor
con
que
ya
se
está
trabajando.
La
Recompra
Directa
es
un
proceso
más
familiar
en
el
que
la
empresa
simplemente
hace
la
adquisición
sin
buscar
información.
Ya
tiene
un
acuerdo
con
un
proveedor
y
ordena
más
unidades.
Pero
a
pesar
que
los
e-‐Marketplaces
son
una
herramienta
que
facilita
la
búsqueda
de
información
y
la
estandarización
de
los
procesos,
como
se
demostrará
más
adelante,
su
utilización
no
depende
de
ello.
Por
esta
razón,
y
para
lograr
un
análisis
adecuado,
se
estima
necesario
proponer
una
nueva
clasificación.
No
se
ha
encontrado
evidencias
de
otras
similares
en
la
literatura,
aún
cuando
es
una
clasificación
que
es
útil
para
distintos
propósitos.
Esta
clasificación
agrupa
los
productos
en
dos
categorías:
Estratégicos
y
No
Estratégicos.
A
continuación
se
presenta
una
descripción
de
cada
uno:
Los
productos
Estratégicos
son
insumos
que
presentan
una
gran
incidencia
en
el
presupuesto
de
la
empresa
compradora
o
que
son
vitales
para
el
logro
de
sus
objetivos
estratégicos,
que
la
obliga
a
adquirirlos
con
mucho
cuidado,
comprometiendo
todos
los
recursos
que
sean
necesarios.
Es
vital
para
la
empresa
disminuir
el
riesgo
asociado
a
no
contar
con
estos
insumos
al
mínimo.
Así
se
puede
caracterizar
a
estos
productos
como
aquellos
insumos
en
los
que
es
necesario
un
proceso
de
negociación
cuidadoso
para
lograr
la
transacción.
En
este
proceso,
por
medio
del
acercamiento
paulatino
de
las
partes,
se
logra
“acordar”
un
precio
y
condiciones
de
venta,
que
dependerán
de
las
estrategias
de
negociación
y
de
los
intereses
de
las
partes.
En
este
caso
las
transacciones
tienen
características
de
Diferenciables,
más
allá
que
el
insumo
mismo
lo
sea,
pues
cada
negociación
es
única,
con
su
propia
coyuntura
y
complicaciones,
lo
que
lleva
generalmente
a
resultados
distintos.
Además
los
proveedores
tienen
gran
importancia
en
la
decisión.
En
el
contexto
de
este
trabajo
se
considera
también
entre
los
Estratégicos
aquellos
insumos
adquiridos
por
empresas
de
mayor
tamaño,
capaces
de
lograr
acuerdos
de
largo
plazo,
ya
que
para
este
tipo
de
acuerdos
deben
ocurrir
necesariamente
procesos
de
negociación.
Son
aquellos
insumos
que
no
presentan
gran
relevancia
en
el
presupuesto
de
las
empresas
compradoras
y
además
no
involucran
una
gran
cantidad
de
condiciones
especiales
de
venta,
por
lo
que
no
es
necesario
llevar
a
cabo
un
proceso
de
negociación
para
adquirirlos.
Su
bajo
riesgo
no
justifica
invertir
muchos
recursos
en
la
Adquisición.
Como
no
hay
necesidad
de
una
negociación,
si
existe
un
“precio
de
mercado”
el
que
toman
las
empresas
para
realizar
la
transacción.
Simplemente,
se
cotiza
el
mayor
número
de
proveedores
disponibles,
y
se
elige
el
que
ofrezca
las
mejores
condiciones
de
venta.
La
simplicidad
e
inexistencia
de
grandes
diferencias
entre
cada
uno
de
los
procesos
de
adquisiciones
permite
concluir
que
estos
tienen
características
de
Commodities
donde
los
proveedores
pierden
relevancia
frente
al
precio.
Un
ejemplo
de
estos
bienes,
y
continuando
en
el
rubro
de
la
construcción,
son
los
enchufes
eléctricos.
Éstos
son
utilizados
en
la
etapa
de
terminaciones,
agregan
valor
a
la
obra,
pero
no
involucran
un
monto
de
inversión
importante
ni
tampoco
complicadas
condiciones
de
adquisición.
Simplemente
se
cotiza
entre
los
distribuidores
disponibles
y
se
elige
el
más
económico.
Como
las
empresas
no
tienen
la
capacidad
de
manejar
la
totalidad
de
sus
adquisiciones
con
el
mismo
cuidado,
del
prestan
menos
atención
a
la
adquisición
de
productos
no
estratégicos,
generando
un
alto
número
de
compras
de
“última
hora”
y
elevados
costos.
Así
se
puede
observar
que
la
clasificación
planteada
se
basa
en
el
riesgo
implícito
de
las
adquisiciones.
Las
más
riesgosas
involucran
un
proceso
de
negociación
en
el
que
se
vayan
acercando
las
posiciones,
hasta
llegar
a
un
precio
de
equilibrio;
mientras
que
las
menos
riesgosas
no
justifican
estos
esfuerzos.
Con
los
antecedentes
vistos
hasta
ahora
se
podría
concluir
que
los
e-‐Marketplaces
aparecen
como
una
solución
para
los
problemas
enfrentados
por
las
adquisiciones
modernas.
Es
primordial,
sin
embargo,
revisar
este
análisis
tomando
en
consideración
la
clasificación
aquí
planteada,
buscando
determinar
el
verdadero
valor
que
es
capaz
de
agregar
los
e-‐
Marketplaces
a
cada
tipo
de
producto
y
cuán
efectivos
son
para
solucionar
los
problemas
de
adquisiciones
de
insumos
de
las
empresas.
A
continuación
se
presenta
este
análisis
en
el
que,
basándose
en
las
líneas
de
valor
agregado
por
parte
del
e-‐Marketplace
antes
descrito,
se
estudia
la
conveniencia
de
comercializar
ambos
tipos
de
productos
en
los
e-‐Marketplaces.
4.3.1 Reducción de tiempo y costos de búsqueda de información
Los
e-‐Marketplaces
ofrecen
la
posibilidad
de
cotizar
a
un
gran
número
de
proveedores
de
manera
rápida
y
eficiente.
Sólo
con
un
par
de
operaciones
se
pueden
enviar
requerimientos
a
muchos
participantes,
lo
que
sería
imposible
sin
la
existencia
de
esta
herramienta
Esto
permite
obtener
información
de
un
gran
número
de
alternativas
liberando
tiempo
y
recursos
para
otro
tipo
de
análisis.
Para
los
insumos
Estratégicos,
sin
embargo,
esto
no
representa
beneficio.
No
existe
un
“precio
de
venta”
pre-‐establecido;
éste
debe
salir
de
un
proceso
de
negociación,
posiblemente
muy
complejo.
Esto
imposibilita
que
un
proveedor
pueda
responder
a
una
cotización
de
manera
rápida,
con
un
precio
final,
sin
la
necesidad
de
un
contacto
cara
a
cara.
Tampoco
puede
publicar
sus
precios
en
catálogos
lo
que
atenta
directamente
contra
el
valor
agregado
por
los
e-‐Marketplaces.
Además,
estos
productos
generalmente
involucran
transacciones
de
importantes
montos,
por
lo
que
las
empresas
compradoras
no
estarán
dispuestas
a
perder
la
posibilidad
de
“regateo”
o
de
acceder
a
mejores
condiciones
por
medio
de
la
interacción
directa
a
nivel
gerencial.
Para
los
proveedores
de
estos
insumos,
los
e-‐Marketplaces
tampoco
ofrecen
grandes
beneficios.
No
hay
ventajas
en
darse
a
conocer
a
bajo
costo
si
es
que
de
igual
manera,
para
cada
cotización,
van
a
tener
que
incurrir
en
un
costoso
proceso
de
negociación,
antes
de
poder
llegar
a
una
venta.
El
caso
de
los
bienes
No
Estratégicos
es
distinto.
Hay
un
“precio
de
venta”
por
lo
que
los
proveedores
si
pueden
contestar
las
cotizaciones
de
manera
rápida
con
su
propuesta
final.
Esto
permite
a
los
compradores
cotizar
un
gran
número
de
alternativas,
favoreciendo
una
mejor
toma
de
decisiones.
Es
necesario
recordar
que
son
justamente
estos
insumos
los
que
presentan
más
deficiencias
en
su
proceso
de
adquisición,
por
lo
que
el
e-‐Marketplace
aparece
agregando
grandes
beneficios.
Es
importante
destacar
la
necesidad
de
las
empresas
de
continuar
realizando
esfuerzos
de
venta.
A
pesar
que
los
e-‐Marketplaces
ofrecen
la
posibilidad
de
un
contacto
a
bajo
costo,
es
necesario
mantener
la
inversión
de
recursos
en
promoción
y
contacto
para
lograr
la
identificación
de
marcas
y
la
diferenciación
más
allá
del
solo
precio,
minimizando
el
riesgo
de
adquisición
[17].
4.3.2 Acceso a nuevos clientes y proveedores
Para
poder
analizar
este
beneficio,
es
importante
considerar
primero
varias
conclusiones
a
las
que
han
llegado
distintos
autores
en
relación
al
riesgo,
y
como
éste
determina
las
decisiones
de
adquisición
de
las
empresas.
Anderson,
Chu
y
Weitz
[1],
concluyeron
que
“mientras
más
riesgosa
es
una
adquisición,
mayor
es
la
necesidad
de
conocer
a
los
proveedores,
para
así
cometer
menos
equivocaciones;
lo
que
lleva
a
las
empresas
a
mantener
a
los
proveedores
que
se
están
utilizando”.
El
estudio
realizado
por
Dai
y
Kaufmann
[7],
corrobora
esta
tendencia
enunciando
que
“cuando
las
compras
son
estratégicas,
la
credibilidad,
experiencia
y
calificación
del
proveedor
son
de
gran
importancia,
incluso
mayores
que
la
potencial
disminución
de
precios”.
Lichtenthal
[17],
concluyó
que
“a
medida
que
el
tiempo
pasa
y
las
relaciones
comprador-‐
vendedor
van
desarrollándose,
la
experiencia
acumulada
toma
cada
vez
mayor
valor”.
La
confianza
se
gana
con
el
tiempo,
siendo
la
integridad
personal
y
el
cumplimiento
de
las
promesas
las
principales
variables
a
considerar
en
la
toma
de
decisiones.
El
mismo
estudio
propone
también
que
“los
nuevos
clientes
y
productos
tienden
a
ser
más
caros
y
difíciles
de
tratar”.
Esto
demuestra
que
no
sólo
importa
el
precio
final,
sino
que
también
se
debe
considerar
la
dificultad
de
incorporar
a
los
nuevos
proveedores,
contrastándolo
con
el
beneficio
que
ellos
generan.
Saleh
[24],
por
su
parte,
muestra
que
“mientras
más
rutinaria
sea
la
compra,
o
sea
más
conocida
y
menos
riesgosa,
menos
serio
se
torna
el
proceso
de
búsqueda
de
información
y
consideración
de
alternativas
adicionales”.
Esto
ocurre
con
la
adquisición
de
los
insumos
Estratégicos,
donde
las
empresas
no
muestran
gran
interés
por
buscar
alternativas
nuevas,
sino
que
privilegian
aquellas
ya
conocidas.
Esto
atenta
directamente
contra
el
valor
agregado
por
el
e-‐Marketplace
a
este
tipo
de
productos,
perdiendo
relevancia
la
posibilidad
de
aumentar
el
pool
de
alternativas.
Quizá
el
mayor
beneficio
que
se
puede
observar
en
este
tipo
de
insumos
es
la
posibilidad
de
monitorear
el
mercado
a
bajo
costo,
favoreciendo
un
mejor
conocimiento
de
lo
que
ofrece
cada
uno
de
los
proveedores.
El
caso
de
los
productos
No
Estratégicos
es
bastante
distinto.
Al
haber
menor
riesgo,
no
existe
“fidelización”,
y
por
ende,
se
le
compra
al
proveedor
que
presente
los
menores
costos
de
adquisición
de
entre
los
disponibles.
El
tener
la
posibilidad
de
manejar
un
mayor
número
de
alternativas,
probablemente
acarreará
consigo
la
aparición
de
alguna
más
ventajosa,
que
presente
un
menor
costo
y
mejores
condiciones
de
adquisición.
Esto
permitirá
también
solucionar
aquellos
procesos
menos
meticulosos
y
cuidados,
permitiendo
una
mayor
búsqueda
de
alternativas.
Los
de
insumos
No
Estratégicos
ven
beneficios
en
esta
alternativa.
Si
bien
existe
el
riesgo
de
remate
de
precios,
el
e-‐Marketplace
les
otorga
la
posibilidad
de
ganar
en
cobertura,
teniendo
acceso
a
un
gran
número
de
clientes
a
los
cuales
les
hubiera
sido
imposible
llegar
sin
la
existencia
de
este
medio.
Esto
puede
compensar
el
efecto
negativo
de
la
baja
de
precios,
favoreciendo
a
los
más
competitivos.
Pero,
en
este
análisis
el
tamaño
del
proveedor
y
su
poder
de
mercado
son
de
gran
relevancia.
Los
vendedores
tienden
a
perder
su
importancia
estratégica
en
el
largo
plazo
[2],
lo
que
implica
que
los
más
poderosos
tengan
una
aversión
a
participar.
Ellos
tienen
la
capacidad
suficiente
como
para
participar
en
los
negocios
de
su
interés
y
no
estarán
dispuestos
a
ceder
esta
posición
para
entrar
en
una
competencia
sólo
en
el
terreno
de
los
precios.
4.3.3 Menores costos de Transacción
También
puede
ser
una
herramienta
de
análisis
y
gestión,
que
puede
mejorar
la
toma
de
decisiones,
especialmente
de
las
empresas
más
pequeñas
que
no
son
capaces
de
incorporar
complejos
y
caros
sistemas
de
apoyo
a
la
gestión.
En
esos
casos
los
e-‐Marketplaces
aparecen
como
una
herramienta
de
gestión
de
incalculable
valor.
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