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Gramática

Módulo 4
Gramática

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Gramática

INTRODUCCIÓN

En esta unidad estudiaremos la gramática y


sus normas fundamentales, empezando por sus
elementos básicos, los sintagmas, las categorías
gramaticales y sus características, los modificadores,
los niveles de análisis gramatical, la concordancia
y los errores frecuentes en el uso del idioma.
También examinaremos los cambios morfológicos
y sintácticos de los elementos de la oración, las
formas de vocabulario, los campos semánticos y las
familias de palabras.

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Gramática
Módulo 4
Gramática
4. Concepto de gramática

Como se sabe, la gramática es el conjunto de normas y lineamientos necesarios para hablar


y escribir de manera correcta un idioma. Empecemos su estudio comprendiendo qué es un
enunciado u oración.

4.1 La oración
La oración es un conjunto de palabras cuya combinación expresa un significado concreto, y
esa combinación de palabras obedece a la sintaxis, es decir, al grupo de normas gramaticales
que rigen el ordenamiento de las palabras para que los enunciados tengan sentido.

Veamos este esquema explicativo:

Oración = grupo de palabras cuya combinación tiene sentido porque está hecha
con orden sintáctico.

Orden sintáctico = el que obedece a las normas gramaticales que rigen la


combinación de las palabras para que los enunciados que se forman con ellas
tengan sentido.

4.1.1 Elementos básicos de la oración


Los elementos básicos de la oración son el sujeto, el predicado, el verbo y el complemento.

Sujeto y predicado

Se le llama sujeto a la parte de la oración de la que se dice algo. Por ejemplo: Mi madre sale
de la casa. ¿De quién se dice algo? De mi madre. Por tanto, ella es el sujeto de la oración.

El sujeto puede estar compuesto de varias palabras. Por ejemplo: Mi amada y hermosa madre
sale de la casa. En este caso, el sujeto es mi amada y hermosa madre.

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A veces, el sujeto no aparece explícitamente en la oración. Entonces se habla de un sujeto


omitido. Pero siempre está allí, implícito. Por ejemplo: Si decimos Estamos preocupados, el
sujeto omitido es nosotros. Y si decimos Llegaré tarde, el sujeto omitido es yo.

A todas las oraciones que poseen sujeto se les llama oraciones personales. A
las que no lo tienen se les llama oraciones impersonales. Ejemplos de oraciones
impersonales son los siguientes: Llovió muy fuerte; Hace mucho calor; Ya no hay
gasolina en las gasolineras, etc. Estas oraciones no tienen sujeto.

Se le llama predicado a lo que se dice del sujeto. Siempre debe aparecer en la oración.
El predicado puede tener una o muchas palabras. Por ejemplo: Mi madre sale de la casa.
Lo que se dice del sujeto (mi madre) es que sale de la casa. Por tanto, salir de la casa es el
predicado de esta oración. Otro ejemplo, con varias palabras, es Mi madre sale de la antigua
y hermosa casa en la que vive desde hace diez años. Todo lo que se dice de mi madre (el
sujeto) es el predicado.

El verbo
El verbo es el elemento de la oración que expresa la acción que realiza o el
estado en que se encuentra el sujeto. Si decimos Juan José está mareado, el
verbo estar nos remite al estado en que se encuentra el sujeto (Juan José). Y si
decimos Juan José maneja muy bien el auto, el verbo manejar nos remite a la
acción que realiza el mismo sujeto.

El complemento
El complemento es la palabra o frase sobre la que recae la acción del verbo. En la oración
Ayer encontraron varios objetos valiosos en el sitio arqueológico, la acción del verbo encontrar
recae en varios objetos valiosos. Ese es el complemento directo de la oración. La última parte:
en el sitio arqueológico es un complemento circunstancial.

Los sintagmas de la oración


Un sintagma es un conjunto de palabras agrupadas en torno a una o unas palabras-
núcleo, las cuales realizan una función sintáctica o significativa (ser sujeto, predicado, verbo,
complemento) dentro de la oración. Por ejemplo, si decimos El brillante profesor, la palabra
profesor es el núcleo alrededor del cual el conjunto de palabras llamado sintagma se articula.
El artículo el y el adjetivo brillante rodean al núcleo dándole significado.

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El sintagma tiene una estructura básica formada por el actualizador o modificador del núcleo,
que va situado adelante del mismo (el) y que no es necesario porque puede estar ausente e
implícito. Por ejemplo, si decimos Brillante profesor, el artículo el está omitido, pero presente
en cuanto a significado. También forma parte de la estructura del sintagma el complemento
o complementos del núcleo, los cuales tampoco son necesarios. Por ejemplo, si decimos El
brillante profesor de matemáticas es mi tío, ninguna de las palabras que siguen a el brillante
profesor modifican el significado básico del núcleo, que es brillante profesor.
Las palabras agrupadas en torno a un núcleo, forman un sintagma, es decir, una unidad
sintáctica de sentido.

Categorías gramaticales

Las categorías gramaticales surgen de la clasificación de las diferentes palabras que


conforman una oración según la función que cumplen dentro de esta. Las categorías
gramaticales son las siguientes: sustantivos, adjetivos, artículos, verbos, adverbios, verboides,
pronombres personales, conjunciones, preposiciones e interjecciones.

Los sustantivos o nombres son las palabras que utilizamos para nombrar las cosas
o personas (reales o imaginarias) que existen en el universo. Por ejemplo: roca,
casa, abogado, árbol, diseñadora, hijo, etc.

Los adjetivos son las palabras que utilizamos para calificar o determinar a los sustantivos.
Expresan rasgos propios de estos. Por ejemplo: la dura roca, la bella casa, el abogado corrupto,
el árbol frondoso, la talentosa diseñadora, el hijo desobediente, etc.

Los artículos son las palabras que utilizamos para transformar los sustantivos de desconocidos
y abstractos en conocidos y concretos. Por ejemplo, si decimos árbol o casa, ese árbol y esa
casa son desconocidos y abstractos, no tienen existencia concreta. Pero si decimos El árbol y
La casa, nos referimos a un árbol y a una casa en particular, que son conocidos y concretos,
como en El árbol de la casa (de mi madre, de mi amigo, de mi tío, etc.).

Los verbos son las palabras que utilizamos para expresar la acción del sujeto. Son
el núcleo del predicado. Por ejemplo, si decimos Esta mañana cantaba bajo la
ducha, el verbo cantar expresa la acción del sujeto (yo) y constituye el núcleo
alrededor del cual se despliega el predicado de la oración: esta mañana bajo la
ducha. Los verbos indican persona, modo, número y tiempo.

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Los verboides son las palabras que derivan de los verbos. También se les llama formas no
personales del verbo, porque son invariables, es decir que no se conjugan. Los verboides son
tres:

Infinitivos o verbos que terminan en ar, er, ir. Exponen la acción fuera de
toda determinación de tiempo. Por ejemplo: Beber leche al pie de la vaca.
Los infinitivos se pueden combinar con verbos conjugados. Si decimos No
busco lucrar, la palabra lucrar es el verboide infinitivo que actúa como
complemento (aquellos sobre lo cual recae la acción del verbo) porque el
verbo conjugado en la oración es buscar.

Gerundios o verbos que terminan en ando o endo. Muestran una acción que está en curso.
Por ejemplo: Mi abuelo está durmiendo. Si decimos Estoy esperando a la intemperie, el verbo
conjugado es estar y esperando es el verboide gerundio.

Participios o verbos que terminan en ado e ido. Muestran la acción después de que esta ha
terminado. Por ejemplo: Has trabajado todo el día. También pueden funcionar como adjetivos
que describen una característica o un estado. Por ejemplo, si decimos El hombre, agotado,
sucumbió después de la faena, la palabra agotado es un participio que describe el estado
del hombre.

Los adverbios son las palabras que utilizamos para modificar el verbo u otras palabras de la
oración. Pueden ser de tiempo (hoy, ayer, antier, nunca, siempre, tarde, etc.), de lugar (allá,
aquí, arriba, afuera, cerca, lejos, etc.), de cantidad (mucho, poco, demasiado, suficientemente,
excesivo, todo, etc.), de modo (bien, mal, lento, rápidamente, deprisa, así, etc.), de afirmación
(efectivamente, seguramente, claro, evidentemente, justamente, ciertamente, etc.), de
negación (nunca, tampoco, jamás, no, etc.) y de duda (quizás, posiblemente, talvez, etc.).

Los pronombres personales son las palabras que utilizamos para referirnos a las personas o
sujetos que aparecen en los enunciados, y cumplen la función de sustituir al sustantivo cuando
este es omitido. Los pronombres personales son yo, tú, él, nosotros, vosotros/ustedes, ellos. Si
decimos Mi tío irá conmigo al concierto esta tarde. A él le gusta la música pop, vemos que el
pronombre él sustituye al sujeto (mi tío) y se refiere a una persona.

Las conjunciones son las letras y palabras que utilizamos para unir a otras palabras en la
oración. Son conjunciones y, e, ni, que, mas, aunque, sino, o, u, ya, porque, mientras, etc. Por
ejemplo: Estudio e imagino; Pienso y dudo; Leo mientras espero, etc.

Las preposiciones son las palabras que usamos para relacionar elementos de la oración.

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Indican origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, punto de partida, motivo, etc.

Algunas preposiciones son a, ante, bajo, con, de, desde, durante, en, entre, excepto, hacia,
hasta, mediante, para, por, salvo, según, sin, sobre y tras. Por ejemplo: El tenedor está sobre
la mesa; Todos entran, salvo ustedes; Vamos hacia la ciudad; Somos iguales ante la ley, etc.

Las interjecciones son palabras cortas que utilizamos para expresar emociones fuertes. En los
textos escritos van con signos de admiración: ¡ah!, ¡oh!, ¡ajá!, ¡epa!, ¡uy!, ¡ja!, etc.

Modificadores en la oración

Los modificadores de la oración son las palabras que alteran el sentido de un enunciado. Por
ejemplo: Aquí estaremos para lo que se ofrezca; Allá estaremos para lo que se ofrezca. La
palabra allá modifica el sentido de la primera oración al cambiar de lugar la acción.

Los modificadores pueden ser adjetivos, adverbios y complementos directos e indirectos.

Como se sabe, los adjetivos se añaden al sustantivo y lo modifican. Por ejemplo: La casa
grande; La película vieja.

Los adverbios modifican al verbo, al adjetivo o a otro adverbio.


Por ejemplo: La profesora estudia bastante. El carro más veloz. Lo
hizo muy bien.
Los complementos directos pueden ser sustituidos por los
pronombres lo, la, los, las. Y se pueden identificar preguntándole
¿qué? al verbo. Por ejemplo: El jurado emitió su dictamen. El jurado
lo emitió. ¿Qué emitió el jurado? El dictamen (complemento
directo).

Si un complemento indica a quién va dirigida la acción, es un


complemento indirecto. Estos se pueden sustituir por me,
te, se, nos, os, le, les. Por ejemplo: He comprado casas
para mis hijos. Les he comprado casas. ¿Para quién
he comprado casas? Para mis hijos (complemento
indirecto).

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Características de las categorías gramaticales

Las categorías gramaticales son el resultado de la clasificación de las palabras por su estructura
y su función en el enunciado. Ya vimos que las palabras se clasifican como sustantivos,
adjetivos, verbos, adverbios, pronombres, artículos, preposiciones y conjunciones. Pero estas
categorías gramaticales cumplen funciones distintas dentro de la oración y, por lo mismo,
tienen características diferentes. Estas características son las siguientes:

Género es una característica gramatical de los sustantivos, artículos,


participios y pronombres que los divide en masculinos y femeninos. Los verbos
y los adverbios no tienen género. Por ejemplo: El comal y la olla (masculino y
femenino) están (verbo) sobre la estufa.

Número es la forma que adquiere el verbo para indicar la relación que establece con el sujeto.
Los números son dos: singular y plural. Por ejemplo: Ellos irán (plural) ahora. Yo iré (singular)
más tarde. Los artículos, los sustantivos y los adjetivos también tienen número, y pueden ser
singulares. Por ejemplo: La pera jugosa. O pueden ser plurales. Por ejemplo: Las peras jugosas.

Modo es la manera en que el verbo presenta la acción. Hay cinco modos posibles del verbo:

El indicativo afirma positivamente que algo es como es. Por ejemplo: Mi padre
confía en mí. Dios está conmigo. Viajaré por todo el mundo.

El imperativo expresa una orden, una petición o una prohibición. Por ejemplo:

Tómese ese trago, traiga su silla acá, no vaya a beber demasiado.



El subjuntivo expresa incerteza, deseo, temor. Por ejemplo: Quizá llueva mañana,

espero que no se desborde el río.

El condicional indica algo que pudo haber sido mediante una condición. Por
ejemplo: Mi hermano habría ido a la universidad si hubiera tenido el dinero

necesario en su momento.

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Tiempo es una característica de los verbos, que ubica la acción en un momento determinado.
Los tiempos son presente, pasado y futuro. Por ejemplo: Vengo de mi casa (presente), estaba
aburrido (pasado), iré al cine (futuro).

Persona es una característica del verbo que indica quién ejecuta la acción.
Las personas son seis: tres para el singular y tres para el plural. Y son yo, tú, él /
nosotros, vosotros, ellos.

Voz es la característica del verbo que indica el tipo de relación que existe entre el verbo, el
sujeto y el complemento. Existen muchas voces gramaticales. Dos de las más importantes
son la activa y la pasiva. Si decimos Mi padre compró esta casa, estamos utilizando la voz
activa porque mi padre es un sujeto agente (activo) que ejerce la acción. Mientras que esta
casa es un complemento paciente (pasivo), sobre el cual recae la acción. En cambio, si
decimos Esta casa fue comprada por mi padre, estamos utilizando la voz pasiva porque esta
casa pasa a ser sujeto paciente (pasivo), y se le llama así, porque, aunque está en el sujeto,
sigue sin realizar la acción, solo la espera. Mientras que mi padre pasa a ser un complemento
agente (activo), y se le llama así, porque, aunque esté en el predicado, sigue realizando la
acción. Resumiendo: la voz activa es toda oración que tenga un sujeto agente (activo) y un
complemento paciente (pasivo). La voz pasiva es toda oración que tenga un sujeto paciente
(pasivo) y un complemento agente (activo).

4.2 Niveles de análisis gramatical


Los niveles de análisis gramatical son fonológico, morfológico, sintáctico y semántico, y se
aplican a las categorías gramaticales; es decir, a los sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios,
conjunciones, preposiciones.

El análisis fonológico estudia los sonidos de las palabras como hechos físicos y establece
cómo suenan los elementos que componen las palabras y que determinan su pronunciación.
Por ejemplo, cómo suenan la r y la rr en determinadas palabras.

El análisis morfológico establece a qué categoría gramatical (sustantivos. artículos, adjetivos,


verbos, adverbios, etc.) pertenece cada una de las palabras que forman una oración.

El análisis sintáctico consiste en determinar la función estructural que tiene cada una de las
palabras que forman una oración. Estas funciones son sujeto, predicado y complemento.

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El análisis semántico estudia los significados de las palabras y expresiones diversas del
lenguaje. Por ejemplo: Ladino quiere decir taimado. Pero en Guatemala también quiere decir
no-indígena.

4.3 Uso correcto e incorrecto de las preposiciones


La preposición es una palabra invariable que une términos de distintas categorías establecien-
do una relación entre ellos. Estas palabras son a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde,
durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus y vía.

Los usos incorrectos más frecuentes de las preposiciones son estos:

A la mayor brevedad. Lo correcto es: Con la mayor brevedad.

Veinte revoluciones al minuto. Lo correcto es: Veinte revoluciones por minuto.

A grosso modo. Lo correcto es: Grosso modo.

La preposición a nunca se usa en estos casos: de arriba abajo, de dentro afuera, de delante
atrás, de entonces acá.

La preposición ante nunca debe sustituir el vocablo contra. Por ejemplo:


Guatemala juega hoy ante Honduras. Lo correcto es contra Honduras.

La preposición bajo indica una posición inferior, y no debe usarse en estos casos:

Bajo mi punto de vista. Lo correcto es: Desde mi punto de vista.
Bajo mi jurisdicción. Lo correcto es: Dentro de mi jurisdicción.

Bajo órdenes mías. Lo correcto es: Por órdenes mías.

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La preposición de se contrae y une con el artículo masculino, excepto cuando se trata de


nombres propios. Por ejemplo, es incorrecto decir Estamos a una buena hora de el día. Lo
correcto es del día. Sin embargo, es correcto decir: Venimos de El Cairo.

La preposición desde indica tiempo y distancia. Es incorrecto usarla así:

Les hablo desde la honradez. Lo correcto es con honradez.

La preposición en no debe usarse para indicar que algún objeto está hecho de determinada
materia. Por ejemplo: Estatua en mármol. Se debe decir: de mármol.

La preposición entre indica en medio y no debe usarse en lugar del vocablo cuanto. Por
ejemplo: Entre más me apuro, más me atraso. Lo correcto es Cuanto más me apuro, más me
atraso.

La preposición para no debe usarse sustituyendo el vocablo contra. Por ejemplo:


Medicina para la tos. Lo correcto es contra la tos.

La locución preposicional a nivel de se usa mal frecuentemente. Los niveles responden a una
estructura cerrada. Por ejemplo, dentro de un ministerio puede haber niveles. Pero si hablamos
de estructuras distintas no podemos relacionarlas mediante esta locución preposicional. Por
ejemplo, es incorrecto decir A nivel de sindicatos y a nivel de Guatemala esto es cierto, pero
no lo es a nivel de Europa y a nivel de organizaciones populares. Aquí, los niveles no responden
a una misma estructura social y por lo tanto no pueden mezclarse. Si nos referimos a una sola
estructura, por ejemplo, la universidad, podemos decir a nivel rectoral, a nivel administrativo,
a nivel estudiantil, pues se trata de niveles de una misma estructura.

Es correcto decir con base en y a base de, y es incorrecto decir en base a.

Es correcto decir de acuerdo con, y es incorrecto decir de acuerdo a.

Es correcto decir con relación a, e incorrecto decir en relación a.

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4.4 Concordancia entre sustantivo y adjetivo, y entre


sujeto y verbo

Sustantivo y adjetivo

Para que un enunciado tenga sentido, es necesario que el adjetivo concuerde con el
sustantivo en género y número.

Un ejemplo de concordancia de género es este: Las casas son viejas.

Si en el enunciado hay dos sustantivos de distinto género, el adjetivo debe concordar con el
sustantivo masculino. Por ejemplo: El comal y la olla están tiznados.

Si aparecen dos sustantivos en singular, el adjetivo debe ir en plural. Por ejemplo: Tanto la
madre como el hijo son tercos.

Sujeto y verbo

Igualmente, para que un enunciado tenga sentido es necesario que


el sujeto y el verbo concuerden en número y persona.

Por ejemplo, si decimos Yo duermo hasta tarde, la persona (yo) concuerda en número
(singular) con el verbo (dormir).

Ocurre igual si decimos Mis primos y yo jugamos a las cartas en la mesa del comedor. La
persona (mis primos y yo) concuerda en número (plural) con el verbo (jugar).

Hay casos en que la persona es plural y el verbo es singular. Esto solo ocurre cuando los
elementos que se relacionan con el verbo están en infinitivo. Por ejemplo: Fumar, beber y no
comer es perjudicial para la salud o El ir y venir de transeúntes es constante.

Cuando se trata de un enunciado con distintas personas, la concordancia es necesaria y la


persona que aparece primero tiene la prioridad en ella. Por ejemplo: Nosotros los estudiantes
y ustedes los profesores y trabajadores de la universidad somos miembros de esta asociación
o Ellos, junto a nosotros, son los que llevan la voz cantante.

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4.5 Incorrecciones frecuentes en el uso del idioma


Algunos errores frecuentes en el uso de la lengua son el queísmo y el dequeísmo. También,
ciertos usos del diminutivo y los artículos posesivos (mi, su). Y el uso innecesario de todos y
todas, niños y niñas, etc.

Queísmo

Se le llama queísmo a la supresión incorrecta de la preposición de en las oraciones, lo cual


se manifiesta en el uso de que cuando se debería usar de que. Por ejemplo, es incorrecto
decir Ya es hora que me escuchen. Lo correcto es decir Ya es hora de que me escuchen.
Coloquialmente suele aceptarse este uso incorrecto, pero en forma escrita no es aceptable.

Para saber cuándo usar que y cuándo de que, basta preguntarse, para seguir con el ejemplo
de arriba: ¿De qué es hora? (porque no se puede preguntar ¿qué es hora?). La respuesta será:
Es hora de que me escuchen. Otra forma consiste en sustituir la oración subordinada que me
escuchen por el vocablo eso. Así podemos comprobar cuál de las dos formas tiene sentido.
Siguiendo el ejemplo de arriba: si decimos Ya es hora eso, no tiene sentido. En cambio, sí lo
tiene Ya es hora de eso.

Dequeísmo

Se le llama dequeísmo al uso incorrecto de la preposición de antes de la conjunción que,


cuando la preposición no es exigida por el verbo. Por ejemplo, si decimos Le ruego de que
se marche, incurrimos en error porque el verbo (marchar) no exige el uso de la preposición
de. Lo correcto es Le ruego que se marche. Ocurre igual en este caso: La idea es de que nos
divirtamos. Lo correcto es La idea es que nos divirtamos.

A veces, el dequeísmo consiste en sustituir en por de. Por ejemplo: Confío de que lo hagas. Lo
correcto es Confío en que lo hagas. Para saber cuándo usar o no de que, basta hacernos una
pregunta. Si preguntamos ¿En qué confío?, la respuesta será Confío en que.

Tanto para el queísmo como para el dequeísmo, vale preguntarse de qué se trata lo que
decimos, y la respuesta nos revelará el uso correcto de que y de que.

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El uso incorrecto de los posesivos mi y su

En Guatemala usamos formas del castellano del siglo XVI, las cuales ya cayeron en desuso
en el resto de América Latina. Por ejemplo, anteponer los posesivos mi y su a los sustantivos o
adjetivos. Por ejemplo: Me traje una mi bolsa de chicharrones del mercado para festejar a mi
familia con una su buena comida. O bien: Me encontré a una mi antigua novia y la invité a un
su sándwich. El uso de los posesivos en estos casos es absolutamente innecesario e incorrecto.

Muletillas

La muletilla es una palabra o frase que se repite y se inserta compulsivamente en el discurso


hablado, al extremo de que casi no se puede decir una frase sin usarla. Las muletillas son
innecesarias para el sentido del discurso y, por tanto, incorrectas. En el siguiente ejemplo
destacamos en color negro algunas frecuentes muletillas o expresiones innecesarias.

Estamos en lo que es el campus de la USAC, o sea pues de que hemos llegado a esta
casa de estudios, que, digamos, es la máxima institución educativa del país, verdad,
pues ninguna otra la iguala en calidad, verdad, y esto está probado, pues.

Lo correcto sería:

Estamos en el campus de la USAC; hemos llegado a esta casa de estudios, que es


la máxima institución educativa del país, pues ninguna otra la iguala en calidad, y esto
está probado.

Palabras cuyo uso crea confusión: adentro-dentro, afuera-fuera, arriba-encima,


abajo-debajo, adelante-delante

El adverbio adentro se usa para significar ‘hacia lo interior’ y ‘en el interior’. Por ejemplo: Se fue
adentro para dormir. La familia está reunida adentro.

El adverbio dentro se usa para significar ‘en la parte interior’, ‘en el interior de’, ‘al término del
plazo de’. Por ejemplo: Desde dentro. Hacia dentro. Dentro de la casa. Dentro del edificio.
Dentro de un mes. Dentro de una semana.

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El adverbio afuera se usa para significar ‘hacia el exterior’ y ‘en el exterior’. Por ejemplo: Vente
para afuera. Todos están afuera.

El adverbio fuera se usa para significar ‘en la parte exterior’. Por ejemplo: Fuera de toda
sospecha. Fuera de la ciudad.

El adverbio arriba indica direccionalidad. Por ejemplo: Hacia arriba. Por arriba. De arriba.

El adverbio encima significa ‘en el lugar o puesto superior’,


‘además’. Por ejemplo: El libro está encima del escritorio. Nos
explotan y encima no nos pagan.

El adverbio abajo significa ‘en lugar o puesto inferior’. Por


ejemplo: Tú estás un puesto más abajo que yo. El pueblo está un poco más abajo que el cerro.

El adverbio debajo significa ‘en lugar o parte inferior’. Por ejemplo: Mi apartamento está
debajo del tuyo.

En tal sentido, son incorrectas estas expresiones: Abajo mío. Lo correcto es Abajo de mí,
Debajo de mí. Es incorrecto decir El edificio cayó encima mío y encima tuyo. Lo correcto es
El edificio cayó encima de mí y encima de ti.

El adverbio adelante se usa con verbos de movimiento. Por ejemplo: Vamos hacia adelante.
Adelante, compañeros. Adelante está el resto de
la tropa veterana.

El adverbio delante indica posición. Por ejemplo:


Vas delante de mí. Me pondré delante de ti.

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4.6 Funciones y cambios morfológicos y sintácticos de


los elementos de la oración

Repitamos qué es el análisis morfológico y el sintáctico:

El análisis morfológico establece a qué categoría gramatical pertenece cada una de las
palabras que forman una oración. Las categorías gramaticales son el sustantivo, el adjetivo
o nombre, el determinante o modificador, el verbo, la preposición; y expresan la función
significativa de cada elemento del enunciado.

El análisis sintáctico consiste en determinar la función estructural o sintáctica que tiene cada
una de las palabras que forman una oración. Estas funciones son sujeto, predicado, verbos y
complementos; y le dan estructura significativa al enunciado.

Analicemos morfológica y sintácticamente la siguiente oración: Juan camina orgulloso hacia


su casa.

El análisis morfológico de la oración me indica


que Juan es un sustantivo o nombre propio;
que camina es el indicativo del verbo caminar
en tiempo presente y singular; que orgulloso
es un adjetivo calificativo; que hacia es una
preposición direccional; que su es un adjetivo
posesivo y que casa es otro sustantivo.

El análisis sintáctico de la oración me indica


que Juan es el sujeto, porque si pregunto ¿sobre
quién recae la acción del verbo?, la respuesta es
sobre Juan. También, que camina orgulloso es el
verbo y su modificador (el adverbio), los cuales
establecen la acción, y que hacia su casa es
un complemento circunstancial del predicado,
que da información complementaria acerca
de la acción que realiza el sujeto.

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4.7 Formación de palabras por derivación, composición


o parasíntesis

La formación de palabras por derivación se logra mediante la adición de un prefijo (o partícula


al inicio de la palabra, por ejemplo: in, pre, anti, ante, etc.) o de un sufijo (o partícula al final de
una palabra, por ejemplo: al, ía, oso, ismo, etc.).

Ejemplos de derivación mediante prefijo: insensato, precolombino, antigripal, antediluviano,


etc.
Ejemplos de derivación por sufijo: bananal, rectoría, mentiroso, etc.

Son palabras derivadas: componer, negrura, inseguro, zapatero,


blancuzco, etc.

La formación de palabras por composición se logra mediante


la unión de dos palabras distintas. Por ejemplo: guardabarranco,
agridulce, puercoespín, lavamanos, cascanueces, sacapuntas,
pasamanos, etc.

La formación de palabras por parasíntesis de logra mediante


la unión de los dos procedimientos anteriores (la derivación y la composición). Por ejemplo:
maloliente, pordiosero, malviviente, posmodernismo, psicoanalizar, neoliberalismo, etc.

4.8 Vocabulario

El vocabulario es el conjunto de palabras que el hablante usa cuando se comunica


verbalmente. El vocabulario cumplirá de mejor manera su cometido comunicativo si el emisor
y el receptor del mensaje poseen un repertorio amplio de palabras y si las saben utilizar de
manera correcta y precisa. De poco sirve saberse el significado de muchas palabras si estas no
se saben utilizar con precisión al emitir juicios orales o escritos. Para alcanzar esto es necesario
usar el vocabulario teniendo en cuenta la estructura sintáctica de las oraciones y la estructura
morfológica de los vocablos.

Hay tres clases de vocabulario en el hablante: el activo, el pasivo y el de reserva.

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El vocabulario activo es aquel que el hablante común o mayoritario usa


habitualmente con efectividad comunicativa en sus conversaciones o
escritos, y está compuesto por las palabras más frecuentemente empleadas
por el hablante. Por ejemplo: casa, caro, gato, perro, cielo, agua, etc.

El vocabulario pasivo (receptivo) es aquel que el hablante común o mayoritario no utiliza


con frecuencia, pero cuyas palabras sí comprende. Es decir, el hablante lo entiende cuando
lo escucha, pero no lo usa habitualmente y por eso no suele formar parte de su vocabulario
activo cuando se expresa oral o escrituralmente. Por ejemplo: preponderante, migraña,
prioritario, etc.

El vocabulario de reserva es aquel que el hablante común o mayoritario nunca utiliza a


pesar de entender las palabras cuando las lee o escucha. Por ejemplo: cognitivo, variopinto,
refulgente, etc.

La diferencia entre el vocabulario pasivo y el de reserva es que el pasivo está conformado por
palabras que el hablante no usa con frecuencia, y el de reserva por términos que el hablante
jamás usa. Las palabras que conforman ambos vocabularios son entendidas por el hablante
de manera aproximada (vocabulario activo) y por deducción gracias al contexto que forma
el resto de palabras en el enunciado (vocabulario de reserva).

Ampliación del vocabulario

La ampliación del vocabulario del hablante y su manejo correcto y efectivo es importante


porque conlleva una ampliación y uso de ideas, ya que las palabras siempre son ideas de
algo, conceptos de las cosas y los procesos reales y concretos.

Para ampliar y usar con efectividad el vocabulario, es necesario hacer pasar el de reserva al
pasivo y este al activo. Esto se logra por medio de la lectura y la conversación sobre asuntos que
requieran el uso de todos los vocabularios. También, por medio del uso del diccionario como
auxiliar en la comprensión de significados. Mientras más amplio y preciso es el vocabulario de
un hablante, más amplias y precisas serán sus ideas y mejor su habilidad para transmitirlas.

En su aspecto práctico, la lexicología se encarga de la elaboración de diccionarios y de su


ampliación según sean los usos del idioma que ejercen los hablantes, incorporando nuevos
términos. En su aspecto práctico, la lexicografía estudia las palabras en su uso correcto para
hacerlo constar en los diccionarios. Son dos disciplinas complementarias en el proceso de
ampliación del léxico o vocabulario.

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4.9 Sinónimos, antónimos, homónimos (homófonos y


homógrafos) y parónimos

Los sinónimos son palabras diferentes entre sí que tienen significados similares. Por ejemplo:
deseo, anhelo, ansia, afán; camino, vía, sendero; morir, expirar, fallecer.

Los antónimos son palabras diferentes cuyos significados son contrarios. Por ejemplo: arriba,
abajo; blanco, negro; bueno, malo; compra, vender; dar, recibir; cerca, lejos.

Los homónimos son palabras que se pronuncian o escriben igual, pero que tienen significados
diferentes según su contexto. Se dividen en homógrafos (palabras que se escriben y pronuncian
exactamente igual, pero que tienen significados diferentes) y homófonos (palabras que se
escriben diferente, pero que se pronuncian igual y tienen significados diferentes).

Ejemplos de homógrafos: Vengo con mi mejor traje, porque traje un regalo importante.
Además del informe escrito, quiero que usted me informe personalmente sobre lo ocurrido.
Deme el sobre, pero dígame antes sobre qué trata la carta que contiene.

Ejemplos de homófonos: barón, varón; ola, hola; casa, caza; abría, habría, ablando, hablando;
arroyo, arrollo, etc.

Los parónimos (también llamados homófonos)


son palabras que se parecen en su
pronunciación y sonoridad, pero que tienen
significados diferentes. Por ejemplo: abrasar,
abrazar; acerbo, acervo; siervo, ciervo;
deshecho, desecho; cocer, coser; cabo, cavo;
horca, orca, etc.

19
Gramática

4.10 Campos semánticos y familias de palabras

El campo semántico es un conjunto de palabras que


pertenecen a la misma familia, y que están relacionadas
entre sí por su significado afín. Las familias de palabras son
aquellas que comparten una misma raíz. Las familias de
palabras pueden conformar un campo semántico. Por
ejemplo:

Al campo semántico de la palabra vivienda pertenecen


las palabras casa, choza, cabaña, apartamento, iglú, etc.
Al de mamífero pertenecen cerdo, vaca, perro, cabra,
etc.

Pertenecen a la misma familia las palabras claro, aclarar, claramente, clarificado, claridad.

La palabra flor da origen a una familia de palabras que es también un campo semántico: florero,
floreado, florista, florido, florecer, floricultura, floral, etc.

20
Gramática

Hemos terminado de examinar los elementos


fundamentales de la gramática. Ahora estamos listos
para abordar la siguiente unidad, que trata sobre la
exposición oral y escrita.

21
Gramática

Autoridades Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-


M.Sc. Ing. Murphy Olympo Paiz Recinos, Rector
Arq. Carlos Enrique Valladares Cerezo, Secretario General

Dirección General de Docencia -DIGED-


Dr. Olmedo España Calderón, Director

PRODUCCIÓN
Dirección General de Docencia

PRODUCCIÓN ACADÉMICA
M.Sc. Alejandra Recinos
Lic. Ilich Ivanov Lutin Calderón

AUTOR
Dr. Mario Roberto Morales

DIAGRAMACIÓN E ILUSTRACIÓN
Lic. Edgar Armando Morales Cortez

REDACCIÓN Y ESTILO
Lcda. María Mazariegos

2019

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Año 2019. 22

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