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Un Teatro es el tempo del arte, en que se modelan los más delicados sentimientos, se
educa al pueblo, apreciando las artes de Apilo, Talía y Orfeo; asustando con los
golpes escénicos de la tragedia, divirtiendo con la comedia y gustando con agrado de
la zarzuela.
Ese Teatro se ha estrenado con un personal infantil, de niños y niñas de los planteles
de instrucción, de las escuelas: Municipal de señoritas y la igual fiscal; criaturas,
vástagos de nuestras familias, nuestros padres unos, parientes otros y amigos todos.
Aquellos los jornaleros del bien, los que con el esfuerzo más encomiable y la fatiga
poco o nada recompensada; van cultivando, con mano delicada, el germen de toda
una futura generación; mañana esas niñitas, así educadas, constituirán un centro
envidiable de matronas que sean el orgullo del país y el sólido pedestal de la Patria.
Al estrenarse ese Teatro, se ha estrenado en él una pieza cómica que intitula: “Un
baile de Máscaras”, obra de nuestro coterráneo don Juan Atanacio Lara.
Raras veces los que empiezan presentan como el nuestro, en estos momentos, una
plétora de civismo, tan halagador.
La niñita Leonor Zapata, de 8 a 9 años de edad, de florista; fue una verdadera actriz
que asombró al público por sus dotes musicales y artísticas.
Firmas:- Cristóbal Jiménez, Sr. Casto Rojas, N. Zegarra, David Ardaya, Nemesio A.
Mariscal, R. Ledesma Sains, José Macedonio Lora, Ismael Padilla, Julio C. Camacho,
Moisés Calle, Pacífico Canedo A., E. Méndez A., Enrique Fiorilo, L. Trigo C., José M.
Sánchez, E. Zapata M., Nestor Valdivia, Benigno Fiorilo, Juan Atanacio Lara, U.
Almaraz, José A. Navia, Espectador Vergara, Augusto Mercado, Javier de Ugarte,
Manuel 5. Cavero, Isaac Delgadillo, José P.Camacho, Luis Picolomini, Luis C.
Albornoz, Víctor Cuchallo, Agustín Torrico, Carlos Torrico, Hilario Canedo, Modestino
Herbas, Juan de Dios Herbas.
CAPÍTULO II
PARROQUIA DE PUNATA
PARROQUIA DE
PUNATA
Datos:
PRIMERA Y ACTUAL
IGLESIA
1635 — 1775
E. Jiménez
CANCILLER
PRIMERA FACHADA DEL TEMPLO DE PUNATA
MENSAJE
-I-
-II-
SEGUNDO TEMPLO
-III-
DONACIÓN DE TERRENOS
-IV-
-V-
SEGUNDA TORRE
-VI-
Cochabamba — Punata
18 de mayo de 1996
Rvdo. P. Enrique Jiménez Rocha
Ex — Párroco de Punata
Canciller del Arzobispado
RECONOCIMIENTO CONSTITUCIONAL DE LA IGLESIA CATÓLICA
La Religión Católica predicada por los misioneros durante la época colonial, hecha
raíces tan profundas entre los habitantes del Alto Perú, que, llegado el tiempo de la
independencia, la nueva República de Bolivia nace a la Historia como una firme
profesión de fe, invocando “la paternal asistencia del Hacedor Santo del orbe”, con “el
sostén inalterable de su Santa Religión Católica”, tal como reza el Acta de la
Independencia del 6 de agosto de 1825.
Notemos que esta profesión religiosa de los firmantes del Acta fue la única
modificación al proyecto del Libertador Simón Bolívar, que influido por las tendencias
europeas laicistas, basándose de la dignidad de los religiosos, rehusaba legislar en
esa materia, ya que “no puede haber ni hay poder humano sobre las conciencias”.
Incluso podemos afirmar que, dentro de la pluralidad étnica y cultural, que caracteriza
a la sociedad boliviana y a la que hoy se da mayor relieve, la religión católica
constituye un vínculo de unión, en cuanto elemento común importante de integración,
contribuyendo a aminorar tensiones étnicas, culturales o departamentales, que de otra
forma podrían degenerar en fanatismos irreconciliables.
DESARROLLO DE LA EDUCACION
NUESTRA OBSESIÓN PERMANENTE LA EDUCACIÓN
Durante el gobierno de Sucre, el año escolar tenía 308 días, comenzando en enero y
terminaba en diciembre, con una pequeña interrupción destinada a prácticas militares.
Las clases comenzaban a las 8 de la mañana y terminaban a las 10 de la noche.
De esta manera se cumplía el postulado del maestro de Bolívar, Simón Rodríguez que
afirmaba que el alumno de primaria debe terminar con oficio y secundaria con
profesión. Con tal elevado nivel de estudios, el mismo salía de bachiller, abogado,
bachiller médico y otras profesiones.
EDUCACIÓN
La localización de colegios medios sólo en Punata (5) y Villa Rivero (1) significa que
para ascender a estos ciclos necesariamente hay que llegar a estas poblaciones. Sin
embargo las posibilidades de llegar a estas poblaciones de Punata y Villa Rivero, no
son difíciles ya que las distancias existentes entre centros poblados y poblaciones
dispersar no representan un gran problema, por ser estas relativamente cortas. Pero
de hecho suponen la necesidad de desplazamiento para cumplir estos ciclos, para la
población escolar rural que no vive en estos centros.
La tasa de deserción escolar en el área rural para el año 1983, es de 4.3 (cuadro
N°36), cabe hacer notar que esta tasa ha sido calculada sólo para ese año, porque
lamentablemente no existe información sobre alumnos matriculados y abandonados
de años anteriores, por lo que se esta tasa sólo puede tener un carácter de dato pero
no permite sacar mayores conclusiones, sino señalar que es realmente baja y menor
la tasa de deserción “urbana”.
Si comparamos la tasa de deserción por ciclos, para el mismo año tenemos que para
el ciclo es 3.4 a nivel provincial y la del ciclo intermedio de 9.6 significativamente
mayor a la del ciclo básico.
REVELACIONES EN EL BICENTENARIO DEL MARISCAL SANTA CRUZ SOBRE
DURANTE LA CONFEDERACIÓN
Andrés de Santa Cruz y Andrés María Torrico constituyen una dupla imbatible donde
se complementan el valor y la inteligencia, el poder del caudillo y el talento del
intelectual; y desde luego la probidad y el patriotismo de ambos. Oscar Maúrtua de
Romaña, el Embajador de la República del Perú en Bolivia, ha dicho de Torrico lo
siguiente:
Peru-Boliviana.
Me refiero a Don Andrés María Torrico, sin duda una de las grandes figuras del siglo
XIX boliviano y peruano. Nacido en el encantador pueblo de Punata, en 1803 vivió su
infancia y juventud en el torbellino de las guerras de Independencia y apenas tenía 22
años cuando advino el nacimiento de la República de Bolivia.
Es cierto que las victorias militares de Santa Cruz habían consagrado ya el triunfo
político de la Confederación, ero en su visión de estadista era indispensable dar a esa
nueva identidad política una estructura legal y constitucional y de ahí surgió la
necesidad de que los pueblos, a través de sus representantes, se reuniesen en
Sucuani, Tapacarí y posteriormente Tacna.
Andrés María Torrico ejerció las funciones de Presidente del Estado Sud Peruano y en
este sentido su nombre se halla indisolublemente ligado a la historia de mis país y de
Bolivia y por eso quiero unirme con la mayor reverencia y afecto a este primer
homenaje que se brinda a la memoria de este distinguido patricio en su tierra natal.
Participó en la Guerra del Chaco y su figura cobró notoriedad, llegó a ser mayor, era
llamado el oficial Pantera, por su carácter. Se cuenta que un puesto militar lleva su
Apellido (Puesto Kippes) ubicado en el Fortín Aliguatá. Fue prisionero de Guerra y fue
devuelto al país luego del intercambio de prisioneros.
Es decir, él fue un gran patriota y un héroe nacional. Nada más gráfico que exista una
placa suya en la plaza del excombatiente de Punata.
Entre las anécdotas se cuentan, fue compañero de Gualberto Villarroel, éste cuando
fue Presidente de Bolivia quiso contratarlo como jefe de sus guardaespaldas y en
respuesta el Mayor Kippes arrancó sus grados y los arrojó al suelo y el Presidente
Villarroel arrepentido de pedir ser jefe de sus guardaespaldas, le dijo “Disculpa Rafael
y levanta tus grados”.
EL PRESIDENTE
Asiste a la campaña del Chaco y allí toma conciencia de su origen y se da cuenta que
Bolivia era de los campesinos, chapacos, collas, de analfabetos, de universitarios y
oficiales del ejército; de intelectuales, de periodistas y de todos quienes combatían no
sólo con el enemigo “pata pila”, sino con todas las inclemencias del clima, del hambre,
la sed, la soledad, de la muerte y la angustia de sobrevivir a esa pesadilla. En la
campaña del Chaco tuvo una actuación sobresaliente, junto a otros oficiales que el
terminar la campaña formarían “RADEPA”, (Razón de Patria).
Como obra de gobierno se inclinó más hacia las clases populares. La historia aún
conserva la frase: “No soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo de los pobres”.
Aparte de estos decretos dictó varias medidas para amparar la niñez. Como labor
constructiva de Villarroel indicamos su afán de ahorro y su preocupación de las
riquezas nacionales, mandó iniciar la construcción de las refinerías de petróleo en
Cochabamba y Sucre que más tarde se unieron con los oleoductos desde las fuentes
de explotación hasta los centros de consumo.
El 15 de junio del 946 estalló una huelga magisterial que fue hábilmente aprovechada
por la oposición. La universidad de La Paz fue apedreada y cuando Villarroel quiso
poner remedio a tanto malestar cambiando su gabinete por otro netamente militar, era
tarde.
El 21 de julio, domingo, de 1946, fue trágico, para el presidente y para Bolivia. Una
turba enardecida atacó las oficinas de tránsito, ocupó la municipalidad y se llegó hasta
el Palacio de Gobierno, Villarroel, que había sido elegido Presidente Constitucional por
la convención del año 1944, junto con sus colaboradores fueron bárbaramente
sacrificados e inmunemente colgados de los faroles de la Plaza Murillo.