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El significado de la resistencia cultural

Herramientas ancestrales en la construcción de la paz y la resistencia civil

Diana Patricia LONDOÑO

09 / 2003

Colombia es un país de Suramérica caracterizado por su biodiversidad y que se


reconoció en la Constitución de 1991 como nación pluriétnica y multicultural. Esta
aceptación constitucional no significa sin embargo que se reconocen los derechos
de los grupos que habitan sus ricos territorios:afrocolombianos, gitanos, raizales e
indígenas.

En el suroccidente del país, en el departamento del Cauca habitan las


comunidades indígenas de Coconukos, Janakonas, Guambianos, Totoroes,
Emberá Chamí y Nasas, conocidos como Paeces. En esa región del país se vive
una importante resistencia cultural.

Resistencia cultural significa para estos indígenas control territorial, autonomía y


acciones de defensa en sus comunidades. También, la reconstrucción histórica de
expresiones de lucha y unidad. Unas de esas expresiones son las de los caciques
Juan Tama y la Gaitana, quienes a través de luchas constantes obtuvieron los
títulos territoriales de la región. Sin embargo, ni el Estado ni los terratenientes
respetaron los títulos adquiridos y a través de los años se buscaron entonces
alternativas distintas a las empleadas en esa primera experiencia de
confrontación. Entonces surge el movimiento Quintín Lame, que optó por la lucha
política para defender los resguardos indígenas. En ese movimiento también se
desarrolla la lucha armada, aunque las comunidades no la aceptan.

En el ámbito organizativo comunitario se da un gran paso con la conformación del


CRIC (Concejo Regional Indígena del Cauca) en 1971. Al inicio se conformaron
siete cabildos y en la actualidad existen 86. Se recuperaron los títulos ancestrales
en las comunidades de Caldono, Pitayo, Pueblo Nuevo, Jambaló y Quinchay,
denominados como Cinco pueblos.

La región de Cinco Pueblos se caracteriza por su resistencia cultural en las


enseñanzas ancestrales, fundamentadas en el diálogo, las luchas políticas, la
unidad de los pueblos, los procesos espirituales en los que los médicos
tradicionales hacen que sus comunidades se mantengan en armonía y equilibrio
mediante prácticas que evitan que agentes extraños ingresen a la comunidad y
perturben su orden. Es justamente este el proceso que se quiere resaltar, pues
muchos de los líderes han cumplido la importante función de animar a la
comunidad en la conservación de su territorio y la unidad del pueblo.

Por medio de sus luchas se han obtenido logros muy importantes. En 1985 hubo
un escalamiento del conflicto armado en el que se vio incluida la comunidad. Esto
ocurrió por las posturas del Estado, las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionadas de
Colombia), el M19 (Movimiento 19 de Abril) e incluso el Movimiento Quintín Lame.
La comunidad reaccionó promoviendo un diálogo interno entre los y las líderes
pertenecientes a cerca de 46 cabildos y el resultado fue la resolución de Bitoncó,
que exigía, tanto al Estado como a los grupos insurgentes no involucrar a las
comunidades indígenas de la zona en el conflicto armado. También se prohibió el
ingreso a la comunidad de los partidos políticos.

A pesar de la resolución de Bitoncó, el fenómeno del narcotráfico hizo presencia


en la zona. Allí funcionaba gran número de cocinas (laboratorios donde se produce
el clorhidrato de coca) y se vivía la violencia que se desprende de estas
actividades. Entonces la comunidad insistió en la resolución de 1985, esta vez con
el pacto de Jámbalo, en el año de 1992, para presionar la salida de la zona de
todas las cocinas y laboratorios en los que se procesaban los productos de uso
ilícito.

Al siguiente año, la columna Cacique Calarcá del ELN (Ejército de Liberación


Nacional) asesina al alcalde municipal de Jambaló, Martén Betancourt. La
comunidad vecina de Pioyá reacciona. Convoca a más de 300 personas y logra
cerrarle el paso a la organización insurgente, que tienen que detenerse en la
iglesia, donde obligan a los guerrilleros a confesar el crimen y les exigen dejar la
zona. La columna guerrillera acató lo estipulado por los pueblos indígenas.

No obstante, la comunidad sigue viviendo atentados contra la vida de sus líderes.


Tiempo después, las FARC asesinaron al expresidente del CRIC Cristóbal Secué
al que señalaron como paramilitar. Por todo esto, la comunidad se mantiene en
alerta ante cualquier suceso extraño.

En el año 2000, las FARC empiezan a usar la zona para guardar los camiones que
roban en los retenes hechos en la carretera Panamericana. Pero los indígenas
retienen a un guerrillero y exigen que se devuelvan los vehículos a sus
propietarios. Sin embargo, un grupo grande de guerrilleros rescata a su
compañero y traslada los vehículos a Santander de Quilichao, sin tener en cuenta
las exigencias de la comunidad. Hasta este sitio llegan alrededor de 100
indígenas, quienes entregan los vehículos a sus dueños, haciendo claridad de que
no están ni quieren estar inmersos en el conflicto y que por eso nadie puede usar
su territorio con fines militares.

Es en abril de 2002 cuando se presenta tal vez la mayor demostración de


capacidad y valentía del pueblo indígena del Cauca (específicamente, de las
comunidades situadas en la zona Cinco Pueblos). Su congregación (unidad)
plantea que no hay razones para que un grupo ataque un pueblo (diálogo) y los
indígenas, armados únicamente con el altavoz de la iglesia, con las ollas con las
que producían sonidos para llamar a la gente, con palos que afortunadamente no
tuvieron que usar, lograron evitar la tercera toma al pueblo de Caldono.
En este acto estuvo además presente la población mestiza, que ya había tenido
que soportar dos ataques en los que había quedado destruido el pueblo. Tal vez
eso animó al grupo musical de chirimía a salir y con su melodía estimuló al resto
de la población para que se presentara en la plaza central.

Hoy se siguen cometiendo atropellos y la comunidad indígena debe mantener la


resistencia mediante el diálogo, la presión y en ocasiones el enfrentamiento
directo, como lo ocurrido en Caldono. Pero con esa resistencia se ha evitado
también que se reclute a los jóvenes en las filas de estos grupos armados y se ha
logrado que los servidores públicos sigan ejerciendo sus cargos y el rescate del
misionero suizo Loriand Arnold, quien había desarrollado trabajo comunitario en la
región.

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