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3 MNR + R Tanatología

MNR1717
Tema 2. Tanatología
social.
Actividad A

Alumno: José Carlos Licea Blanco


Maestra: Licenciada Victoria Hernández
Franceschi
ENSAYO

EL HOMBRE LA VIDA Y LA MUERTE

El ser humano siempre ha temido a la muerte, pero la cultura influye mucho en la


forma como este la ha visto a través del tiempo, el hombre sabe que en la
naturaleza de manera categórica todo lo que inicia tiene un final y el mismo no
está exento de la situación, esto crea un sentimiento encontrado.

El hombre se siente muy importante de manera individual, se siente único y un ser


superior a los demás criaturas, por lo cual el sentimiento de debilidad de la muerte
puede crear un conflicto.

La vida, y como parte de ella y destino final la muerte siempre han sido parte de la
cultura del hombre, es aquella sombra y temor ancestral a lo desconocido, como
se comenta en los textos desde el hombre primitivo se daba un valor mayor a la
muerte de los semejantes esto manifestado en las sepulturas, las cuales como
podemos observar muchas de ellas se daba una gran importancia por ejemplo lo
que pasaba en las tumbas de faraones egipcios, en un principio se consideraba
que el hombre solo era un juguete de los dioses, posiblemente debido al hecho de
lo difícil que era la vida del hombre en estas épocas llena de enfermedades y
pesadumbres y la muerte era la libertad del hombre, más tarde este pensamiento
fue cambiando poco a poco aunque aún se considera en muchas de las veces el
paso al premio o castigo eterno; El hecho de conocer y estar conscientes de la
muerte además de sentimiento de angustia también se puede considerar un
sentimiento positivo, pues su temor nos previene del daño, así mismo nos hace
querer perdurar o trascender de otras maneras por ejemplo al dejar la palabra
escrita o con obras de arte para que se nos reconozca en generaciones futuras.

Para enfrentar a la muerte el hombre ha creado mecanismos de protección


muchos de ellos basados en la religión o en el pensamiento mágico, por ejemplo
la cultura hindú, en ella se consideran la vida como una prueba en la cual según
nuestra acciones reencarnaremos en otro ser de mayor o menor complejidad, o en
la cultura vikinga donde el morir en batalla se consideraba el más alto honor y te
hacia acreedor a una recompensa en el otro mundo similar al paraíso, esto es
además muy común en muchas culturas guerreras donde se busca que los
soldados luchen sin temor a la muerte con toda su fuerza y determinación, y más
en nuestro contexto como en la cultura cristiana en el cual esta vida es finita llena
de pesadumbre y si nos portamos de manera adecuada (siguiendo los
mandamientos de dios) con nosotros y nuestros semejantes y con una cultura de
sacrificio nos esperara un premio en la otra vida o un castigo.
El pensamiento del ser humano per se pareciera requerir el saber que al morir no
desaparecemos y debemos de continuar para evitar su colapso emocional,
muchas culturas que no creen en la vida después de la muerte estuvieron
condicionadas al fracasos por excesos y conductas aberrantes y peligrosas, la
muerte paradójicamente da sentido a la vida, nos pone una meta de que querer
hacer antes de morir, el vivir responsable, y nos hace conocer nuestras
limitaciones personales.

El conocimiento de la misma es un proceso complejo pues los niños no la logran


entender de manera clara hasta los 6 a 8 años, siendo durante los primeros más
cuestión de fantasía, como lo observado en televisión, inclusive una parte de la
etapa de desarrollo infantil tiene que ver sobre el afrontamiento al conocimiento de
la misma, el tener contacto con ella sobre todo a nivel de un familiar cercanos nos
hace “madurar” emocionalmente, es decir ver la vida de una forma más realista y
tomarla con más seriedad, aunque algunas de las veces puede generar conflictos
o duelos patológicos.

No obstante el ser humano aprende poco a poco a vivir con ella e inclusive a
respetarla y a aceptarla, como se observa en las personas ancianas en las cuales
al sentirse que han completado su camino se sienten preparados para morir, no
obstante cuando esta llega temprano la situación es otra y genera muchos
conflictos emocionales.

Otra cara de la misma es la de “solución definitiva a los problemas de la vida” esto


observado por ejemplo en caso de personas con intentos suicidas en las cuales la
muerte parecer ser la única solución lógica a los problemas enfrentados, lo que
causa el pensamiento y sentimiento patológico de querer morir.

Pocas personas tenemos una conciencia plena de la muerte y mucha de las veces
tratamos de evitar las ideas sobre la misma, esto sobre todo por el sentimiento de
desconocimiento de que va a pasar tras esta, muchas veces es más fácil tener
una creencia religiosa sencilla de que es una mejor vida llena de felicidad y sin
carencias, tratamos de negarla y al momento de que vamos a un funeral
intentamos evitar el dolor contando bromas y platica sencillas

El acceso a la tecnología nos ha desensibilizado e inclusive se podría decir


deshumanizado, nos ha aislado de la sociedad como individuos activos debido a
que muchas de las relaciones las vivimos a través de medios de comunicación
remota, el ver la gran cantidad de información a través de la pantalla, cargada
muchas veces de violencia y muerte nos ha confundido los sentidos y aletargado
el sentimiento de empatía, vemos a las personas que sufren muchas veces más
que nada como personajes de una serie o película y como como seres humanos y
contemporáneos que sufre y sienten al igual que nosotros, además debido a que
así se nos enseña en la pantalla lo que más anhelamos es la resolución rápida de
los conflictos aun y cuando en la naturaleza no se den de esta manera, por lo que
debemos de volver a nuestras raíces para poder entenderla mejor y en nuestro
caso comprender a las personas que están al borde de ella, para lo cual el
contacto humano es de suma importancia.

Conclusiones

La muerte es parte de la vida, no es posible sepárala de ella, no obstante la


manera en cómo se aborde es lo más importante pues puede ser una aliciente
para vivir mejor o una sombra que nos perturbe durante toda nuestra existencia,
como maestros en neurorehabilitación posiblemente manejemos pacientes en
contacto cercano con la muerte o en el proceso de la misma, debemos de
desarrollar una adecuada empatía con estos pacientes y ayudarlos a afrontarla de
la mejora manera, sobre todo pensando que podríamos ser nosotros las personas
que pasen por ese proceso de duelo y que no estamos exceptos de la misma.

Bibliografía:

Thomas, L.V. La muerte. Paidós estudio. 1991

Ariés Ph. El hombre ante la muerte. Taurus humanidades. 1983

Fernández del Riesgo, Manuel. (2007). Antropología de la Muerte. Madrid:


Editorial Síntesis.

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