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Definición
De manera general, un refrigerante es cualquier cuerpo o substancia que actúe como agente de
enfriamiento, absorbiendo calor de otro cuerpo o substancia. Desde el punto de vista de la
refrigeración mecánica por evaporación de un líquido y la compresión de vapor, se puede
definir al refrigerante como el medio para transportar calor desde donde lo absorbe por
ebullición, a baja temperatura y presión, hasta donde lo rechaza al condensarse a alta
temperatura y presión. (Rey & Velasco, 2005)
Los refrigerantes son los fluidos vitales en cualquier sistema de refrigeración mecánica.
Cualquier substancia que cambie de líquido a vapor y viceversa, puede funcionar como
refrigerante, y dependiendo del rango de presiones y temperaturas a que haga estos cambios, va
a tener una aplicación útil comercialmente. (Rapin, 2002)
Refrigerantes primarios: El mecanismo de acción de este fluido consiste en tomar calor del
recinto a enfriar cambiando de fase, de líquido a vapor, utilizando el calor latente de
vaporización en la producción de frío. Recibe el nombre de refrigerante o fluido frigorígeno y
se utiliza en sistemas frigoríficos de compresión mecánica.
Desde el punto de vista energético es mejor el uso de refrigerantes primarios para evitar saltos
térmicos que hagan bajar la temperatura de evaporación. Sin embargo, en la mayoría de los
casos se selecciona un refrigerante atendiendo a otros aspectos técnicos como son el control de
temperatura, las presiones de trabajo, los costes de inversión, etc. (Rey & Velasco, 2005)
En cualquier caso, según el tipo de refrigerante primario o fluido frigorígeno que se utilice se
tendrá, para unas condiciones de trabajo determinadas (temperatura de evaporación y de
condensación), una eficiencia y una potencia frigoríficas específicas. (Rey & Velasco, 2005)
Designación
Los refrigerantes se identifican por números después de la letra R, que significa "refrigerante".
El sistema de identificación ha sido estandarizado por la ASHRAE (American Society of
Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers). Es necesario estar familiarizado con
los números, así como con los nombres de los refrigerantes. (Rapin, 2002)
Cabe mencionar que las mezclas zeotrópicas, son refrigerantes transitorios que se desarrollaron
para substituir al R22 y al R-502, aunque algunas de estas, van a permanecer como sustitutos
de estos refrigerantes. (Rapin, 2002)
Pero memorizar las fórmulas no es nada fácil. Para solventar este problema se optó por una
denominación más asequible, es decir, más práctica. Por lo que se estableció un código para
cada fluido refrigerante, de tal manera que se codifica mediante un número precedido de la letra
R (refrigerante).
El número se determina de la siguiente manera:
- Las unidades indican la cantidad de átomos de FLÚOR contenidos en la molécula.
- Las decenas indican la cantidad de átomos de HIDRÓGENO, más 1.
- Las centenas indican el número de átomos de CARBONO, menos 1 (en el caso de la
serie de metano, como esta cifra es igual a cero no se menciona en su nomenclatura).
- Los átomos de CLORO no se consideran. (Franco, 2006)
Ejemplo de aplicación:
Nombre químico: Monoclorodifluormetano
Fórmula química: CHClF2
Ejemplo de aplicación
Nombre químico: Bromotrifluormetano
Fórmula química: CBrF3
Clasificación
En la clasificación de los refrigerantes utilizaremos el criterio de ASHRAE y las indicaciones
de la EPA (Environmental Protection Agency). La ASHRAE clasifica los refrigerantes de
forma muy general en los tipos siguiente:
- Derivados halogenados
- Mezclas zeotrópicas y azeotrópicas
- Hidrocarburos saturados e insaturados
- Compuestos orgánicos no alquílicos
- Compuestos inorgánicos. (Miranda, 2012)
El cuadro siguiente indica los CFC existentes, junto con el nombre químico y la fórmula
de cada uno:
Estos refrigerantes tienen una pequeña cantidad de cloro, pero también tienen hidrógeno
en su composición, lo que hace que sean menos estables en la atmósfera. Estos
refrigerantes tienen un potencial mucho menor de agotamiento del ozono, porque
tienden a descomponerse en la atmósfera, liberando el cloro antes de que éste alcance
al ozono estratosférico y reaccione con él. Sin embargo, este grupo se encuentra en la
lista de productos que serán descartados, debido a su contenido de cloro. (Whitman &
Johnson, 2006)
Propiedades
Los fluidos refrigerantes deben tener ciertas propiedades termodinámicas, físicas, químicas, así
como condicionantes en el ámbito de la seguridad, que les hacen recomendables para diferentes
aplicaciones. (Rey & Velasco, 2005)
Propiedades termodinámicas
Los refrigerantes deben tener unas propiedades para que condensen y evaporen a las
temperaturas adecuadas. Un fluido puede evaporar a mayor temperatura cuando se eleva su
presión, pero los compresores no pueden alcanzar cualquier presión y los evaporadores y
condensadores no deben trabajar en condiciones de presión o depresión elevadas. Las dos
características más importantes son:
Los refrigerantes más adecuados poseen calores latentes muy altos y densidades muy altas.
(Rey & Velasco, 2005)
Propiedades físicas
Las propiedades físicas que debe tener un refrigerante para operar de una forma adecuada son
las siguientes:
Tensión de vapor: Refleja el equilibrio entre el fluido frigorígeno líquido y gaseoso, para ello
hay que controlar los siguientes parámetros:
- Presión de evaporación: que debe ser superior a la presión atmosférica para evitar la
introducción de aire en el circuito.
- Presión de condensación: que no debe ser muy elevada, permitiendo además el empleo
de elementos constructivos con menores exigencias en cuanto a resistencia.
- Temperatura de solidificación: debe ser muy inferior a la mínima de trabajo.
Calor latente de vaporización: Es recomendable un valor alto pues será mayor la producción
frigorífica específica, como se ha comentado anteriormente.
Calor específico del refrigerante: En líquido debe ser bajo para evitar problemas en el sistema
de expansión al terminar de condensar. En vapor debe ser alto para no calentar el refrigerante
en exceso. Esta es una ventaja de las mezclas azeotrópicas. (Rey & Velasco, 2005)
No debe ser tóxico ni venenoso: Puesto que los refrigerantes son manejados por muchas
personas, desde el fabricante, al distribuidor hasta el usuario, no deben representar ningún
peligro. La mayoría de los refrigerantes sintéticos (hechos por el hombre, no encontrados en la
naturaleza) no son tóxicos, y el riesgo es muy leve o prácticamente inexistente. Sin embargo,
hay algunos refrigerantes que son realmente dañinos al hombre, aún en pequeñas
concentraciones. En altas concentraciones en el aire, cualquier refrigerante puede causar
asfixia, debido a que desplazan el aire y crean insuficiencia de oxígeno. La magnitud del daño
depende de la concentración de refrigerante, su naturaleza y del tiempo que se esté expuesto a
él. (Rapin, 2002)
No debe tener efecto sobre otros materiales: Los materiales empleados en la construcción de
equipos de refrigeración, generalmente no son directamente de interés para el técnico de
servicio, puesto que la elección de esos materiales la hacen los fabricantes de equipo. Sin
embargo, algunos refrigerantes tienen efecto sobre varios materiales representativos, tales como
metales, plásticos y elastómeros. (Rapin, 2002)
Fácil de detectar cuando se fuga: Todos los refrigerantes tienen una tendencia a fugarse, y
cuando esto sucede, el refrigerante seleccionado debe ser fácilmente detectable. En la
actualidad, esto ya no es una deficiencia en ningún refrigerante, ya que se han desarrollado
varios métodos para detectar fugas de cualquier refrigerante. Existen varios factores que
determinan la tendencia de los refrigerantes a fugarse. Presión, viscosidad y densidad, son
algunos de ellos. Cuando estas características son las mismas para diferentes refrigerantes, el
que tiene más tendencia a fugarse, es el de menor peso molecular. (Rapin, 2002)
Debe ser miscible con el aceite: La miscibilidad del aceite y el refrigerante, juega un papel
muy importante en el diseño de los sistemas de refrigeración. La miscibilidad del aceite con el
refrigerante, se puede definir como la capacidad que tienen estos para mezclarse. Aunque la
función del aceite es lubricar las partes móviles del compresor, no se puede evitar que algo de
aceite se vaya hacia el sistema junto con el refrigerante, aun cuando se cuente con un separador
de aceite. (Rapin, 2002)
Debe ser un compuesto estable: En sistemas normales que estén razonablemente limpios y
secos, la estabilidad del refrigerante no es un problema. La mayoría de los refrigerantes tienen
una estabilidad adecuada para las aplicaciones donde se utilizan. El amoníaco es un refrigerante
estable bajo condiciones normales de operación, aun cuando las temperaturas de descarga del
compresor, sean generalmente, más altas que las de los refrigerantes halogenados. (Rapin,
2002)
PROPIEDADES QUIMICAS
1. INFLAMABILIDAD
Un refrigerante NO debes ser explosivo ni inflamable. Los refrigerantes varían extremadamente
en cuanto a su facultad para arder o soportar la combustión.
Según (NRSC) cataloga a los refrigerantes en tres grupos de acuerdo a su grado de
inflamabilidad o explosividad:
Grupo Uno - Los refrigerantes más seguros.
Grupo Dos - Refrigerantes moderadamente inflamables.
Grupo Tres - Refrigerantes inflamables.
(Barreras, 2012)
GRUPO UNO
Los refrigerantes en este grupo pueden utilizarse en cantidades mayores en cualquier
instalación. Según (ASSCMR), las cantidades permisibles son:
Hasta 9 Kg (20 lb) en cocinas de hospitales.
Hasta 23 Kg (50 lb) en concurrencias públicas.
Hasta 23 Kg (50 lb) en uso residencial (si se toman precauciones).
Hasta 9 Kg (20 lb) en sistemas de aire acondicionado residencial.
Algunos refrigerantes del Grupo Uno son:
1. R-11* Tricloromonofluorometano.
2. R-12* Diclorodifluorometano.
3. R-22 Monoclorodifluorometano.
4. R-500 Mezcla azeotrópica de R-12 (73.8 %) y R-152a (26.2 %).
5. R-502 Mezcla azeotrópica de R-22 (48.8 %) y R-115 (51.2 %).
6. R-503 Mezcla azeotrópica de R-23 (40.1 %) y R-13 (59.9%).
7. R-744 Bióxido de carbono.
GRUPO 2
Algunos refrigerantes de este grupo son:
1. R-717 Amoníaco.
2. R-40 Cloruro de metilo.
3. R-764 Bióxido de azufre.
El amoníaco fue uno de los primeros refrigerantes utilizados, y en la actualidad, se
emplea solamente en grandes instalaciones industriales y en algunos refrigeradores de
absorción.
El R-40 y el R-764 ya no se usan en la actualidad. En un tiempo, el bióxido de azufre
era el refrigerante más utilizado en refrigeradores domésticos. Aún existen algunas
unidades trabajando cargadas con R-764 y R-40. (Barreras, 2012)
GRUPO 3
Los refrigerantes de este grupo forman mezclas combustibles, cuando se combinan con
el aire. Los más comunes son:
1. R-170 Etano.
2. R-290 Propano.
3. R-600 Butano.
Estos compuestos en la actualidad ya no se utilizan como refrigerantes; por el contrario,
debido a su alta inflamabilidad, algunos de estos refrigerantes, como el R-170, arden tan
bien y tan rápidamente, que se usan como combustibles. (Barreras, 2012)
2. TOXICIDAD Y SEGURIDAD
Los refrigerantes no deben de ser tóxicos ni venenosos, Puesto que los refrigerantes son
manejados por muchas personas, desde el fabricante, al distribuidor hasta el usuario, no deben
representar ningún peligro. La mayoría de los refrigerantes sintéticos (hechos por el hombre,
no encontrados en la naturaleza) no son tóxicos, y el riesgo es muy leve o prácticamente
inexistente. Sin embargo, hay algunos refrigerantes que son realmente dañinos al hombre, aún
en pequeñas concentraciones. En altas concentraciones en el aire, cualquier refrigerante puede
causar asfixia, debido a que desplazan el aire y crean insuficiencia de oxígeno. La magnitud del
daño depende de la concentración de refrigerante, su naturaleza y del tiempo que se esté
expuesto a él. (Barreras, 2012)
En muchos países, los refrigerantes están bien clasificados de acuerdo a su grado de toxicidad,
y también a su grado de inflamabilidad.
Según (UL) y (NBFU) en Estados Unidos, han clasificado los refrigerantes de acuerdo a su
toxicidad y concluyeron que, el amoníaco (R-717), es tan toxico que una exposición de 30
minutos en aire, con una concentración de 0.5% en volumen, se considera peligrosa y hasta
letal. El bióxido de azufre, que ya no se usa como refrigerante desde hace muchos años, es el
más tóxico, ya que la misma concentración, pero con menos tiempo de exposición, puede ser
letal. Un punto interesante es, que estos dos refrigerantes aunque son los más tóxicos, tienen la
ventaja de que su olor es muy ofensivo, y ponen alerta a la persona desde el momento que
aparece el primer rastro de refrigerante.
Sin embargo, otros refrigerantes inoloros, como el R-30 (cloruro de metileno) o el R-40
(cloruro de metilo), son muy tóxicos, pero a causa de su cualidad inolora, pueden ser
considerados aún más peligrosos, ya que no "avisan" como el amoníaco.
Otro factor que debe ser considerado en el tema de toxicidad de los refrigerantes, es la reacción
a la flama. Los refrigerantes halogenados como el R-11, R-12, R-22, R-502, etc., se
descomponen cuando se someten a altas temperaturas como las de una flama, formando vapores
altamente tóxicos, aunque estos refrigerantes en sí son inofensivos. Cuando se utiliza una flama
en presencia de estos refrigerantes, debe estar el área bien ventilada. (Barreras, 2012)
Bibliografía
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Chile.
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