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Revolución Industrial

La REVOLUCIÓN INDUSTRIAL se refiere al crecimiento dramático en las fábricas, que


se inició en el siglo XVIII.

Antes de la Revolución Industrial, la mayoría de las personas eran granjeros que


vivían en pequeños pueblos. Después, la mayoría eran obreros y capataces de
fábricas y vivían en las ciudades grandes.

La revolución comenzó en Gran Bretaña, a finales del siglo XVIII, y en Francia,


Estados Unidos y Alemania a principios del siglo XIX.

La revolución agrícola creó una reserva de mano de obra barata, mientras que el
crecimientos de las colonias europeas crearon vastos mercados para artículos como
la ropa.

Fue con la invención de maquinas para la fabricación de tela, como la hiladora, que
dio inicio la revolución industrial.

El punto clave fue el cambio de máquinas como las hiladoras manuales que
requerían que alguien las hiciera funcionar, a las máquinas impulsadas por grandes
ruedas de agua, como la máquina de hilados de acción hidráulica de Richard
Arkwright, inventada en 1766.

En 1761, Arkwright instalado maquinas de hilados hidráulicas el taller de Crompton,


en Darby, y creó la primera gran fábrica del mundo.

En la década de 1780, James Watt desarrollo una máquina de vapor para impulsar
las maquinas, y los motores de vapor sustituyeron rápidamente al agua como la
fuente principal de energía en las fábricas.

En 1713, Abraham Darby encontró la forma de utilizar el coque, en lugar del carbón
de madera, para hacer grandes cantidades de hierro.

En 1784, Henry Cort descubrió la manera de eliminar las impurezas del hierro
fundido para hacer hierro forjado, y el hierro se convirtió en el material clave de la
Revolución Industrial.

Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una


sociedad cuando su economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía para
depender de la industria. Localización: La Revolución Industrial nace en Gran
Bretaña y se extiende luego al resto de Europa. Antecedentes: La economía
existente antes de la revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y
artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos agropecuarios.
Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la comercialización de los
productos obtenidos, puesto que además la productividad era muy baja. Las
ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que recordar que el
régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en las
que todo, incluyendo las personas, se consideraban una propiedad del rey.

Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran Bretaña a mediados


del siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y no
absolutista, que consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban
extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque
estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se unió
una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco de Inglaterra
se fundó en 1694.

Principales características: Se produce un cambio rápido y en profundidad que


afecta a todas las estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos,
socioeconómicos y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos
materiales como el acero a fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices
como la máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la Revolución
Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar
rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el desarrollo del
trabajo y la especialización de la mano de obra. El transporte se desarrolla tanto por
trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos harán crecer el papel de la
industria y el comercio.

Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los


conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los
cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el
consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte
aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de
la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a una
mejor alimentación de la población). Al tiempo que se desarrolla una clase
burguesa, el éxodo de población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola
disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la aparición de
una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a
partir de los barracones en los que viven los obreros. Las condiciones de vida de
estos empleados son penosas, tanto en las fábricas donde trabajan como en los
suburbios en los que habitan. En las fábricas encontrarán humedad, poca
ventilación, ninguna seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias,
siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas de
epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas
condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los
movimientos obreros de protesta. Oblación europea se multiplique en pocos años.

Consecuencias de la Revolución Industrial: En principio la Revolución industrial


produjo un cambio radical en todos los ámbitos de la sociedad inglesa y, más tarde,
del resto de las sociedades europeas, creando un nuevo modelo de vida. El
desarrollo industrial y minero, el aumento de la productividad, el crecimiento de las
ciudades y la mejora del comercio nacional e internacional contribuirán a un gran
crecimiento demográfico debido al aumento de la natalidad y de la esperanza de
vida. La revolución industrial en España fue mucho más tardía que en el resto de
Europa. España seguía inmersa en un mundo rural en el que los cambios fueron
mínimos. Las malas comunicaciones, tanto interiores como con Europa, acentuaron
el retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se especializaba
por zonas dependiendo de los recursos disponibles La revolución industrial fuera de
Europa: En Estados Unidos comenzó al terminar la guerra civil, a finales del siglo XIX.
Estados Unidos había alcanzado a Gran Bretaña en potencial industrial y tenía un
mercado interior muy dinámico en un extenso territorio. La construcción de la red
de ferrocarriles permitió la colonización del Oeste, y la industrialización se basó en la
aplicación temprana de las innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración
empresarial. En Japón la industrialización comenzó por la actividad textil. Las
características principales fueron el patrocinio del Estado en la construcción de
ferrocarriles y bancos, la existencia de una mano de obra barata y disciplinada, fácil
adaptación a la tecnología occidental y grandes grupos industriales muy
competitivos orientados a la exportación. Este periodo fue denominado como Era
Meiji o Era de la Luz: Japón se había convertido en una gran potencias.

Las economías preindustriales producían pocos bienes y servicios y experimentaban


un nulo o débil crecimiento. Entre fines del siglo XVIII las últimas décadas del XIX, la
Revolución Industrial logró superar esa situación de pobreza y estancamiento,
incrementando la productividad del trabajo humano y originando por primera vez
en la Historia un crecimiento económico sostenido. Afectó no solo a la industria,
sino también a la agricultura, los transportes, la estructura de la sociedad e incluso a
la visión intelectual del mundo. La Revolución Industrial se inició en Gran Bretaña.
Luego se extendió a Francia, Alemania, Bélgica, Estados Unidos y Japón. Estos países
y otros que se industrializaron más tarde forman parte del mundo rico, mientras que
las naciones que no se han industrializado conocen todavía la pobreza.

Primera Etapa de la Revolución Industrial

La primera gran etapa de la Revolución Industrial fue la que se desarrolló entre los
años 1760 y 1870. Fue un periodo marcado por los continuos inventos. En el año
1800, Volta inventaría la pila eléctrica. Stephenson inventó la primera locomotora
de vapor en el año 1814. En 1825 se inauguró la primera línea de pasajeros.

En 1834 fue Richard Roberts el que ideó el telar y la máquina de hilar. En


1837, Morse inventa el telégrafo y se da el primer gran impulso a las
comunicaciones. En 1863 se inaugura el primer sistema de metro del mundo
en Londres. En 1868 se lanza el primer ferrocarril transcontinental…

Pero al mismo tiempo, la sociedad comienza a sufrir profundas transformaciones


marcadas por hechos que conducían a la implantación de unas ideas mucho más
modernas y liberales. La Revolución Francesa fue fundamental para que esas ideas
se propagaran por Europa.

Pero también la victoria de los ingleses en la Batalla de Trafalgar sirvió en cierto


modo para fomentar el auge de la Revolución Industrial. Lo que a simple vista
parecería una catástrofe para franceses y españoles, hizo que Gran Bretaña, la gran
propulsora de la Revolución, se hiciera con el dominio del mar en el Mediterráneo.
Se abrieron así las vías para un comercio global y al mismo tiempo los canales
necesarios como para que las ideas librecambistas que tanto se defendieran en
Inglaterra llegaran aún más lejos.

Poco a poco, la semilla de una sociedad más avanzada basada en la tecnología iba
floreciendo. En aquella primera etapa de la Revolución Industrial, la luz eléctrica, el
gas y el transporte público (tres elementos básicos de cualquier sociedad hoy en
día) habían venido al mundo. Se había pasado de ciudades alumbradas por petróleo
y donde el único medio de transporte eran los carros de caballos, a viajar en
máquinas de vapor y a tener alumbrado eléctrico.
Nos acercábamos al siglo XX con la ilusión de nuevos descubrimientos; con una
febril actividad industrial y con una sociedad que se estaba acomodando a las
ventajas que suponía gozar de unos avances tecnológicos que laboral y socialmente
ofrecían una mayor libertad. El optimismo creciente retroalimentaba la maquinaria
de la Revolución Industrial.

Pensemos además que los cambios se producen en todas las estructuras de la


sociedad que queda marcada por esos avances tecnológicos que antes os hemos
mencionado, y a los que tenemos que sumar los cambios socioeconómicos y
culturales.

Cambios tecnológicos como los que ya he dicho, con la industria del carbón en
marcha y la máquina de vapor se mezclaron con cambios culturales que se
plasmarán en un impresionante aumento de los conocimientos en todas las ramas,
tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más notables
derivan del crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales.
Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento demográfico, a consecuencia de la
elevada natalidad y el descenso de la mortalidad catastrófica, dado que se
produjeron también avances sanitarios, como las vacunas, y a una mejor
alimentación de la población. Esto provocará que la población europea se
multiplique en pocos años tanto por nuevos nacimientos como porque se alarga
(aunque sea un poco) la esperanza de vida.

La sociedad comienza a desarrollar en este primer periodo una clase burguesa,


pero a la vez el éxodo de población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola
disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) provoca el que aparezca
una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a
partir de los barracones en los que viven los obreros. Es la clase trabajadora que
tanto se desarrolló con los años y que en su origen se caracterizó por vivir de
manera austera. En los suburbios superpoblados y sucios eran víctimas de
epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas
condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen
los primeros movimientos obreros de protesta que desembocaron más adelante en
el origen de lo que conocemos hoy en día como sindicatos.

Segunda etapa de la Revolución Industrial


Comenzó en 1870 aproximadamente. Y quizás fuera el invento de la dinamo la que
diera un nuevo empujón a la carrera por la modernización tecnológica. La
obtención de fuerza hidroeléctrica gracias a estas dinamos permitieron
transformarla en luz, y por ende, en energía para los nuevos transportes que iban
surgiendo.

La era de los transportes daba un nuevo salto adelante, y por otro lado, la sociedad
se veía recompensada con un nuevo elemento desconocido hasta entonces: el
alumbrado. Las horas de oscuridad, de candiles y cera, quedaban atrás. Cuando en
1879, Thomas Edison presentó la lámpara incandescente la sociedad ya se había
preparado para los grandes avances que, uno tras otro, iban a llegar en aquellos
años de finales del XIX y principios del siglo XX.

Aquel desarrollo industrial se centró en Europa, donde el Reino Unido era el gran
dominante; la potencia mundial cuyos tentáculos se adentraban en todos los
continentes. Ellos fueron el perfecto ejemplo del significado de la Revolución
Industrial.

En primer lugar porque crearon una industria textil con la que acumularon capital
suficiente como para continuar con los estudios e innovaciones tecnológicas, y en
segundo lugar, porque su vasto imperio colonial otorgaba el material económico y
en materias primas como para afrontar con garantías la llegada de esta segunda fase
en la que la siderurgia y el ferrocarril serían los elementos principales.

Sin embargo, aquella Revolución Industrial también tuvo sus puntos negros, que en
este caso se reflejaban en la cada vez mayor explotación laboral. Jornadas de quince
horas y el nacimiento de lo que Karl Marx definió como alineamiento de los
trabajadores.

El éxito de la Revolución Industrial estuvo sustentado desde muchos puntos de la


economía y la cultura, pues si la sociedad supo acoplarse y recibir con expectación
todos aquellos avances y desde el punto de vista económico se estaba en una época
de bonanza, también la apertura de nuevas rutas comerciales favoreció el
engrandecimiento de todas aquellas naciones que se alineaban a ese nuevo
progreso. En ello fue importantísimo también la apertura del Canal de Suez,
en Egipto, en 1869, que permitió un comercio más fluido entre Europa y Asia.
Además las redes ferroviarias iban en aumento, y se comenzó una carrera loca por
conseguir conectar, por un lado, las dos costas de Estados Unidos, y por el otro lado,
los principales puntos comerciales de Europa. Por último, la presentación en
sociedad de las primeras líneas telefónicas de larga distancia permitió conectar en el
instante a distintos puntos del mundo agilizando de este modo el comercio.

El ritmo de aquellos años parecía por momentos frenético. Era una carrera
contrarreloj por ser los primeros en la que Inglaterra, Estados
Unidos y Francia habían adquirido ventaja. Pero aquel imperialismo; aquella
supremacía, no hizo sino crear más tensiones entre determinados
países. Alemania e Italia se veían relegados y pronto surgieron los conflictos
políticos… estábamos ante las puertas de la Primera Guerra Mundial.

Cambios sociales que trajo la Revolución Industrial

En primer lugar, el aumento de las fábricas y su necesidad de disponer de mano de


obrasupuso que miles de personas dejaran las actividades que habían llevado a cabo
durante generaciones en los cambios y fueran a la ciudad en busca de una vida
mejor. Antes de la llegada de la Revolución Industrial, generalmente la producción
manufacturera estaba a cargo de los gremios, asociaciones cerradas que ejercían un
férreo control sobre los productos y las personas que los producían, haciendo
imposible una producción libre en la que cualquier persona que así lo deseara
pudiera participar. Además de los gremios, en territorios donde el comercio era muy
importante, como Inglaterra u Holanda, se había popularizado un sistema por el cual
un empresario daba materias primas a algunas familias campesinas por un dinero
para que realizaran una parte del trabajo de producción y luego se llevaba el
producto para terminarlo de fabricar en otro lugar. Este proceso, bastante
extendido en el ámbito de la producción de tejidos, no dejó de ser una actividad
residual y eventual en los años previos a la Revolución Industrial, por lo que la
mayoría de la población subsistía trabajando en la agricultura o la ganadería,
actividades que apenas daban para sobrevivir.

La proliferación de las fábricas dio a muchas personas la posibilidad de optar por


una nueva ocupación que, aunque enormemente dura, podía proporcionarles un
jornal fijo con el que mantenerse, algo que las actividades agrícolas y ganaderas,
siendo también enormemente duras, no estaba en condiciones de asegurarles,
sobre todo en épocas de hambrunas o cuando los problemas meteorológicos hacían
mella en la cosecha.
Por lo tanto, la Revolución Industrial supuso el primer gran éxodo masivo del campo
a la ciudad. Las principales urbes que se beneficiaron de la Revolución Industrial
multiplicaron su población en muy poco tiempo, algo para lo que no estaban
preparadas, por lo que las condiciones de vida de los trabajadores que llegaban a
ella eran enormemente pobres. El hacinamiento, salubridad y limpieza se hicieron
constantes y, como ya se ha indicado anteriormente, las enfermedades y los
problemas de todo tipo hicieron rápida mella en una población desnutrida que
trabajaba hasta la extenuación. Pero, además de lo ya mencionado, también hay
que remarcar que las ciudades y los gobiernos también se tuvieron que adaptar a
este crecimiento desmedido y fue entonces cuando se empezaron a popularizar
los sistemas de limpieza públicos y se instauraron normativas relacionadas con la
salud pública y la construcción que fueron las bases de las legislaciones modernas
para esos ámbitos, aspectos en los que anteriormente no se había reparado al no
ser necesarios.

Además, la industrialización también mejoró la vida de la sociedad en general.


La mejora de las carreteras y la popularización de medios de transporte cada vez
más rápidos y efectivos también permitieron que llegasen a la ciudad más alimentos
en menos tiempo, lo que mejoró ostensiblemente la calidad de vida de las personas
que vivían allí. Por otro lado, la disminución en los costes de producción permitió el
acceso de mucha más gente a productos que anteriormente solo se podían permitir
los más ricos, entre ellos productos de primera necesidad como la ropa o el calzado.
Además, el avance de la industria del papel llevó también a la popularización de la
prensa escrita y a la aparición de libros más pequeños a precios reducidos que
podían ser adquiridos por la inmensa mayoría de la población.

Por último, la Revolución Industrial, a través de todas las mejoras que hemos
mencionado y muchas más que trajo consigo, también hizo aumentar la esperanza
de vida de la población en general y, pese a las truculentas condiciones de vida a las
que tuvieron que enfrentarse los primeros trabajadores de esas fábricas, la calidad
de vida mejoró enormemente con el paso del tiempo gracias a los avances
industriales y a las medidas de protección y salubridad que se fueron imponiendo
con el paso del tiempo.
Bibliografia

www.finanzasparatodos.es › Inicio › La economía en... › La economía en la


historia

https://sobrehistoria.com/todo-sobre-la-revolucion-industrial/

La historia del mundo: 394 y 395

https://latam.casadellibro.com/libro-la-revolucion-
industrial/9788420738208/9744

Resumen

La REVOLUCIÓN INDUSTRIAL se refiere al crecimiento dramático en las fábricas, que


se inició en el siglo XVIII.

la mayoría de las personas eran granjeros que vivían en pequeños pueblos. Después,
la mayoría eran obreros y capataces de fábricas y vivían en las ciudades grandes.

La revolución comenzó en Gran Bretaña, a finales del siglo XVIII, y en Francia,


Estados Unidos y Alemania a principios del siglo XIX.

La revolución agrícola creó una reserva de mano de obra barata,los crecimientos de


las colonias europeas crearon vastos mercados para artículos como la ropa.

La fabricación de tela, como la hiladora, que dio inicio la revolución industrial.

El punto clave fue el cambio de máquinas como las hiladoras manuales que
requerían que alguien las hiciera funcionar, a las máquinas impulsadas por grandes
ruedas de agua, como la máquina de hilados de acción hidráulica de Richard
Arkwright, inventada en 1766.
En 1761, Arkwright instalado maquinas de hilados hidráulicas el taller de Crompton,
en Darby, y creó la primera gran fábrica del mundo.

En la década de 1780, James Watt desarrollo una máquina de vapor para impulsar
las maquinas, y los motores de vapor sustituyeron rápidamente al agua como la
fuente principal de energía en las fábricas.

En 1713, Abraham Darby encontró la forma de utilizar el coque, en lugar del carbón
de madera, para hacer grandes cantidades de hierro.

En 1784, Henry Cort descubrió la manera de eliminar las impurezas del hierro
fundido para hacer hierro forjado, y el hierro se convirtió en el material clave de la
Revolución Industrial.

el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en las


que todo, incluyendo las personas, se consideraban una propiedad del rey.

Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran Bretaña a mediados


del siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y no
absolutista, que consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban
extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque
estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio.

se unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco de


Inglaterra se fundó en 1694.

Principales características: Se produce un cambio rápido y en profundidad que


afecta a todas las estructuras de la sociedad.

tecnológicos, socioeconómicos y culturales.

tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el acero a fuentes


energéticas como el carbón y máquinas motrices como la máquina de vapor, las
máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar rápidamente la producción con
poco personal.

El transporte se desarrolla tanto por trenes como por barcos.

Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los


conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias.

Se produce un fuerte aumento demográfico, como consecuencia de la elevada


natalidad y el descenso de la mortalidad catastrófica.
En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y
jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la semana.

En los suburbios superpoblados y sucios eran víctimas de epidemias de fácil


propagación.

Segunda etapa de la Revolución Industrial

Comenzó en 1870 aproximadamente. Y quizás fuera el invento de la dinamo la que


diera un nuevo empujón a la carrera por la modernización tecnológica.

La potencia mundial cuyos tentáculos se adentraban en todos los continentes. Ellos


fueron el perfecto ejemplo del significado de la Revolución Industrial.

Generalmente la producción manufacturera estaba a cargo de los gremios,


asociaciones cerradas que ejercían un férreo control sobre los productos y las
personas que los producían, haciendo imposible una producción libre en la que
cualquier persona que así lo deseara pudiera participar.

Además, la industrialización también mejoró la vida de la sociedad en general.


La mejora de las carreteras y la popularización de medios de transporte cada vez
más rápidos y efectivos también permitieron que llegasen a la ciudad más alimentos
en menos tiempo

a través de todas las mejoras que hemos mencionado y muchas más que trajo
consigo, también hizo aumentar la esperanza de vida de la población en general y,
pese a las truculentas condiciones de vida a las que tuvieron que enfrentarse los
primeros trabajadores de esas fábricas, la calidad de vida mejoró enormemente con
el paso del tiempo gracias a los avances industriales y a las medidas de protección y
salubridad que se fueron imponiendo con el paso del tiempo

PARAFRASIS

Empezo en el siglo 18, los paises que participaron fueron: Francia, Estados Unidos y
Alemania y Gran Bretaña.

Hubo cambios tanto económicos como de agricola, como empezaron a hacer la tela,
como la hiladora que Richard Arkwright hiso la primera.
Hubo dos etapas de la revolución industrial, la segunda etapa comenzó
aproximadamente en 1870 que hubo mas transporte como los trenes o los barcos.

también tuvo sus puntos negros, que en este caso se reflejaban en la cada vez
mayor explotación laboral.

la industrialización también mejoró la vida de la sociedad mejora de las carreteras


y la popularización de medios de transporte cada vez más rápidos y efectivos
también permitieron que llegasen a la ciudad más alimentos en menos tiempo.

La segunda etapa termino en buenos propósitos para la gente entre económica y


manufacturera.

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