Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
by poetasdelfindelmundo
FILED UNDER:
POESÍA
LITERATURA FRANCESA
Antonin Artaud. Poeta, actor y dramaturgo. Realizó varios montajes de teatro experimental que
en un principio fracasaron, y a partir de entonces empezó a dedicarse a la teoría de lo que luego
llegaría a convertirse en una de las corrientes más arriesgadas y geniales de la dramaturgia: “El
teatro de la crueldad”.
Estuvo recluido durante muchos años en clínicas psiquiátricas, como consecuencia de fuertes
depresiones. Hasta que en 1945 fue sacado por sus amigos y se marchó a París, muriendo tres
años después en un asilo.
Hemos destacado estos cinco textos, algunos de ellos incluidos en El ombligo de los limbos y El
pesa-nervios (ambos publicados en 1925). Además de una de sus últimas declaraciones a su
Psiquiatra José Solanes.
antonin artaud
Portada de El ombligo de los limbos & El pesa–nervios, de Antonin Artaud. Editorial Aquarius.
II
Un vientre aplanado.
Un vientre de polvo fino y como en foco. Debajo del vientre una granada reventada.
La granada expande un flujo de copos que se eleva como lenguas de fuego, un fuego helado. El
flujo se
Pero el vientre no da más vueltas. Son venas de sangre como vino, de sangre combinada con
azufre y azafrán pero con un azufre endulzado con agua.
Sobre el vientre sobresalen los senos. Y más hacia arriba y en profundidad, pero en otro plano
del espíritu un sol enardecido de manera que se podría pensar que es el seno el que arde. Y un
pájaro
al pie de la granada.
Y el aire todo es una como una melodía gélida pero una extensa, honda melodía bien compuesta
Y todo construido con columnas, y con una especie de aguada arquitectónica que une el vientre
con la realidad.
en este mundo.
El vientre, los senos, la granada, son como evidencias testimoniales de la realidad. Hay un pájaro
muerto y hay un abundante surgimiento de columnas.
El aire está plagado de golpes de lápices como de golpes de cuchillos, como de esquirlas de uña
mágica.
delante del sol más lejos del pájaro y sobre ese flujo de agua sulfurosa.
Cada célula contiene bien su huevo y nos lo ofrece; pero al huevo no le importa demasiado
Y en el aire cuelga una espiral más grande pero como azufrada, de fósforo todavía y cubierta
de irrealidad.
operaciones.
El cuerpo del vientre parece tallado en granito o en mármol o en yeso, pero un yeso
endurecido.
Hay un casillero para una montaña.
antiguo, prohibido.
Y yo describo con lágrimas esta pintura porque esta pintura me toca el corazón.
En ella siento desplegarse mi pensamiento como en un espacio ideal, absoluto, pero un espacio
Poeta negro
te obsesiona
y la ciudad se incendia
Señor legislador de la ley de 1916 aprobada por el decreto de Julio de 1917 sobre
estupefacientes, es usted un castrado.
Su ley sólo sirve para fastidiar la farmacia del mundo sin beneficio alguno para el nivel
toxicómano de la nación, porque:
8º Los toxicómanos enfermos tienen un derecho imprescriptible sobre la sociedad y es que los
dejen en paz.
Lucidez o no lucidez, hay una lucidez que ninguna enfermedad me arrebatará jamás, es aquella
que me dicta el sentimiento de mi vida física. Y si yo he perdido mi lucidez la medicina no tiene
otra cosa que hacer sino darme las sustancias que me permitan recobrar el uso de esta lucidez.
Señores dictadores de la escuela farmacéutica de Francia ustedes son unos sucios pedantes: hay
una cosa que debieran considerar mejor; el opio es esta imprescriptible y suprema sustancia que
permite retornar a la vida de su alma a aquellos que han tenido la desgracia de haberla perdido.
Hay un mal contra el cual el opio es irreemplazable y este mal se llama Angustia, en su variante
mental, médica, psicológica, lógica o farmacéutica, o como a ustedes les guste.
¡Convulciones del cuerpo o del alma, no existe sismógrafo humano que permita a quien me
mire, llegar a una evaluación de mi sufrimiento más exacta que aquella fulminante de mi
espíritu!
Toda la incierta ciencia de los hombres no es superior al conocimiento inmediato que puedo
tener de mi ser. Soy el único juez de lo que hay en mí.
Regresen a sus cuevas, médicos parásitos, y usted también Legislador Moutonnier, que usted no
delira por amor a los hombres sino por tradición de imbecilidad.
Hay una angustia agria y turbia, tan filuda como un cuchillo y donde el descuartizamiento tiene
el peso de la tierra, una angustia en relámpagos, en suspensión de abismos, oprimidos y
prensados, como chinches, como una suerte de piojos rígidos con sus patas paralizadas, una
angustia donde el espíritu se estrangula y se corta a sí mismo, –se aniquila.
Es una congelación de la médula, una ausencia de fuego mental, una falta de movimiento de la
vida.
Pero la angustia del opio tiene otro color, no tiene esta declinación metafísica vertiginosa, esta
maravillosa imperfección de acento. La imagino llena de ecos y cuevas, de laberintos, de vueltas;
llena de lenguas de fuego hablantes, de ojos mentales en acción y del chasquido de un rayo
sombrío y pleno razón.
Pero me imagino entonces el alma bien centrada y sin embargo divisible en el infinito, y
transportable como algo que es. Imagino el alma que siente, y que a la vez lucha y otorga
consentimiento, y hace girar a sus lenguas en todas direcciones, multiplica su sexo -y se aniquila.
Es necesario conocer la autentica nada deshilachada, la nada que ya no tiene órgano. La nada
del opio tiene en sí como la forma de una frente que piensa, que ha ubicado el sitio del agujero
negro.
Yo estoy hablando de la ausencia de agujero, de una suerte de sufrimiento frío y sin imágenes,
sin emociones y que se manifiesta como un golpe indescriptible de abortos.
«Sé que tengo cáncer. Lo que quiero decir antes de morir es que odio a los psiquiatras. En el
hospital de Rodez yo vivía bajo el terror de una frase: «El señor Artaud no come hoy, pasa al
electroshock». Sé que existen torturas más abominables. Pienso en Van Gogh, en Nerval, en
todos los demás. Lo que es atroz es que en pleno siglo XX un médico se pueda apoderar de un
hombre y con el pretexto de que está loco o débil hacer con él lo que le plazca. Yo padecí
cincuenta electroshocks, es decir, cincuenta estados de coma. Durante mucho tiempo fui
amnésico. Había olvidado incluso a mis amigos: Marthe Robert, Henri Thomas, Adamov; ya no
reconocía ni a Jean Louis Barrault. Aquí en Ivry sólo el doctor Delmas me hizo bien;
lamentablemente murió… Estoy asqueado del psicoanálisis, de ese «freudismo» que se las sabe
todas.»
antonin artaud
Anthony Marie Joseph Artaud (04 de Setiembre de 1896 – 04 de Marzo 1948) Sus primeros
libros poemarios El ombligo de los limbos (1925) y El pesa-nervios (1925), anuncian ya el
carácter explosivo de su obra posterior. Además fue un gran teórico del teatro de la crueldad,
con sus ensayos El teatro y su doble (1938), Manifiesto del teatro de la crueldad (1948), entre
otros. Estos tratados han ejercido una gran influencia en la historia del teatro mundial.
Trabajó en 22 películas, durante los años 20 y 30, entre las que destaca como actor en: Un perro
andaluz de Luis Buñuel, Napoléon de Abel Gance y La pasión de Juana de Arco de Carl Theodor
Dreyer.
Por la influencia de su obra y sus ideas dramáticas ha sido considerado como el padre del teatro
moderno. Funda en 1926, Junto con Roger Vitrac, El teatro Alfred Jarry.