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DEFINICIÓN
2. uso de la B.
· Se escribe con b toda palabra en que el sonido b preceda a otra
consonante.
· Se escriben con b los verbos acabados en –bir, excepto hervir, servir y vivir.
· Se escriben con b las terminaciones –ba, -bas, -bais, .-ban.
· Se escriben con b las palabras que empiezan por los sonidos bibl-, y por
las sílabas bu-, bur- y bus-.
· Se escriben con b las palabras que empiezan con los prefijos: bi, bis (dos
veces); bene (bien) y bio (vida).
· Se escriben con b todos los compuestos y derivados de las palabras que
llevan esta letra.
3. Uso de V.
· Se escribe v después de la sílaba –ad.
· Se escriben con v los adjetivos llanos terminados en –ava, -avo, -eva, -evo,
-ivo, -iva, -ave.
· Se escriben con v las formas verbales de los verbos que no tienen en el
infinitivo ni b ni v, a excepción del pretérito imperfecto de indicativo.
· Se escriben con v las palabras compuestas que comienzan con los prefijos
vice- y villa-.
· Se escriben con v las palabras que terminan en –ívoro, -ívora, a excepción
de víbora.
· Se escriben con v los compuestos y derivados de palabras que llevan esta
letra.
4. Uso de la H.
· Se escriben con h las palabras que empiezan por los sonidos hidr-, hiper- e
hipo-.
· Se escriben con h las palabras que empiezan por los prefijos hetero-, hecto-
, hemi-, hepta- y hexa.
· Se escriben con h las palabras que empiezan por el diptongo ue.
· Se escriben con h los compuestos y derivados de las palabras que tienen h,
excepto los derivados de hueso, huevo, hueco y huérfano que no empiezan por el
diptongo ue.
5. Uso de la G.
· En los grupos gue, gui se emplea la diéresis (¨) cuando queremos que
suenen todos los sonidos.
· Se escriban con g las palabras que empiezan por geo-
· Se escriben con g todos los verbos acabados en –ger, -gir,
menos tejer y crujir.
· Se escriben con g casi todas las palabras que comienzan y acaban en gen.
· Se escriben con g los compuestos y derivados de palabras que llevan esta
letra.
6. Uso de la J.
· Se escriben con j las palabras que terminan en –aje, -eje y –jería. Se
exceptúa ambages, que significa “sin rodeos”.
· Se escriben con j las formas verbales de los verbos que no tienen en el
infinitivo ni g ni j.
· Se escriben con j los compuestos y derivados de palabras que tienen la
letra j.
7. Uso de la S y la X.
· se escriben con x las palabras que tienen los prefijos ex y extra.
8. Uso de la Y y la LL.
· Se escribe y al final de palabra que acaba en diptongo o triptongo y es
inacentuada. Si está acentuada se escribe con í.
· La conjunción y se escribe siempre y.
· Se escriben con ll las terminaciones illo, illa, illos, illas.
· Se escriben con y las formas verbales cuyo infinitivo no tiene ll ni y.
9. Uso de la R y RR.
· El sonido fuerte erre se escribe rr cuando va en el interior de palabra entre
vocales.
· El sonido r cuando va al principio de palabras o en interior tras l, n, s y no
entre vocales.
10. Uso de la M.
· Se escribe m antes de b y p.
12. Uso de C, Z y Q.
· S escriben con doble c las palabras que al formar la familia léxica se
transforman en ct.
II. ACENTUACIÓN.
5. La tilde diacrítica.
· Acentuación de monosílabos. Los monosílabos en general no llevan nunca
tilde. Pero las palabras él, mí, tú, sí, dé, sé, té, más y aún se escriben con tilde
cuando son tónicas, es decir, llevan acento.
· Acentuación de palabras interrogativas y exclamativas. Llevan tilde las
palabras qué, quién, quiénes, cuál-cuáles, cómo, dónde, cuándo y cuánto, cuánta,
cuántas-cuántos, cuando se emplean en interrogativas y exclamativas.
· Acentuación de los demostrativos. Los demostrativos este, ese,
aquel... llevan tilde cuando funcionan como pronombre, es decir, no acompañan a
un nombre.
· El adverbio solo. Lleva tilde cuando es adverbio y equivale a solamente,
pero no cuando es determinante o pronombre.
· Se ha de escribir siempre con tilde sobre las letras mayúsculas cuando
deben llevarla.
3. Uso de la coma.
· Se emplea la coma para separar palabras o frases que forman una
enumeración o serie cuando no van unidas con las conjunciones y, o, ni.
· El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase,
precedido de coma si va al final y entre comas si va en medio.
· Se emplea la coma para limitar una aclaración o ampliación que se inserta
en la oración.
· Se escriben entre comas las expresiones esto es, es decir, en fin, por
último, por consiguiente, sin embargo, no obstante y otras parecidas.
· Se usa coma cuando se invierte el orden habitual de una oración y se
antepone la expresión que expresa circunstancias de lugar, tiempo, causa,
finalidad, condición...
· No es necesario el uso de la coma cuando al invertir el orden habitual de
una oración la expresión que se antepone es breve.
6. El uso de la raya.
· Se emplea la raya para señalar cada una de las intervenciones de los
personajes en un diálogo.
· Se emplea la raya para limitar las aclaraciones que el narrador intercala en
los diálogos.
8. Las comillas.
· Se emplean al principio y final en las frases que reproducen exactamente lo
que ha dicho un personaje.
· Se usan cuando queremos resaltar alguna palabra o usamos palabras
extranjeras.
9. El guión.
· Se emplea para separar los miembros de una palabra compuesta en la que
cada uno de los miembros conserva su acento: teórico-práctico.
* Para dividir una palabra al final del renglón.
APLICACIÓN DE LA NORMATIVA RELACIONADA CON LAS LETRAS
EQUÍVOCAS EN LOS TEXTOS ESCRITOS (B/V, C/S/Z, LL/Y, M/N).
5. Punto y aparte. Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto.
A continuación hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las
normas se debe colocar sangría a la primera línea de texto del nuevo párrafo. Se
denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto
aparte.
7. La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro
del enunciado. Se emplea para separar los miembros de una enumeración o
sucesión, ya sean palabras o frases, salvo los que vengan precedidos por alguna
de las conjunciones y, e, o, u
8. Dos puntos (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor que
la del punto. Detiene el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que
siempre está en estrecha relación con el texto precedente.
15. Las Comillas (“”): son los signos que anteceden y cierran una cita exacta;
también se incluye entre comillas los nombres de canciones, poemas, cuentos que
forman parte de un cancionero, disco o libro. EL Asterisco (*): signo ortográfico
empleado para la llamada nota, u otros usos convencionales. La Diéresis (¨): se
coloca sobre la letra U para que ésta suene en la silaba güe, güi. El Apostrofe
(´): es un signo que no pertenece al inventario de la escritura en español. Se
emplea para las transliteraciones de otras lenguas, como por ejemplo para señalar
la elisión en francés o el genitivo sajón del inglés
UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS DE LA PUNTUACIÓN PARA DAR FORMA
APROPIADA A LOS TEXTOS ESCRITOS Y MARCAR LAS PAUSAS Y ÉNFASIS
ADECUADOS
■ La coma. Representa una breve pausa, ya sea cuando se lee en voz alta o al
escribir; también se utiliza para enumerar palabras, separar oraciones con un
mismo sentido y separar expresiones como: estos es, es decir, por consiguiente.
■ El punto y coma. Se utiliza para hacer una pausa mayor que la coma, separa
oraciones que están precedidas por una coma y separar enunciados que puedan
tener significados diferentes.
■ El punto. Dentro de los usos del punto se pueden destacar tres acciones:
• Punto y seguido. Separa oraciones dentro de un mismo párrafo.
• Punto y aparte. Señala el final de un párrafo.
• Punto final. Señala el fin de un texto.
■ Los dos puntos. Detienen el discurso para centrar la atención en lo que sigue.
Si se redacta una carta, los dos puntos se ponen en el saludo; también antes de
enumerar algo o alguna cita textual.
■ Signos de interrogación. Son utilizados para preguntas y deben ir al principio y
al final de la interrogativa.
■ Signos de admiración. Se utilizan en oraciones que son imperativas o
exclamativas.
■ Paréntesis. En cuestiones de diálogos, sirve para saber las intervenciones de
cada uno de los personajes. También se utilizan para aislar aclaraciones; datos,
páginas, fechas, países o añadir alguna cantidad ya sea en número o letra.
■ Puntos suspensivos. Se usan cuando se deja una oración incompleta; para
indicar alguna duda, inseguridad o temor dentro de una oración, o cuando se deja
incompleta una enumeración.
■ Las comillas. Se utiliza en texto con índole investigativo, cuando se quiere citar
algo al pie de la letra o se quiere resaltar con algún sentido irónico y para indicar
que otra palabra pertenece a otro idioma.
En conclusión, los signos de puntuación deben respetarse, sin abusar de su uso,
puesto que si se utilizan de forma errónea se puede cambiar el sentido de la
oración. Se recomienda que antes de publicar algún trabajo o texto de divulgación,
se revise la puntuación del mismo para evitar malos entendidos en la redacción ..
¿Qué implica?
Hacer interrupciones de duración variable en puntos convenientes del discurso.
A veces consiste tan solo en suspender momentáneamente la voz. Las pausas
son adecuadas si cumplen una función útil.
¿Por qué es importante?
¿Cómo puede decidir dónde hacer las pausas y cuánto deben durar?
Para determinar dónde situar las pausas hay que tener en cuenta, aparte de la
puntuación, el modo como se expresan las ideas en la oración. Un pianista famoso
dijo una vez: “No es que yo toque las notas mejor que muchos. Pero las pausas
entre las notas... ah, en eso estriba el arte”. Algo parecido sucede con el lenguaje
hablado. Si, además de preparar bien su disertación o lectura, emplea con acierto
las pausas, su forma de expresarse será más agradable y clara.
Cuando se esté preparando para leer en público, puede resultarle útil hacer ciertas
marcas en el texto impreso. Trace una pequeña línea vertical donde deba insertar
una pausa breve, y dos líneas verticales contiguas donde la pausa deba ser más
larga. Si nota que en cierta secuencia de palabras se detiene repetidamente en el
lugar equivocado, una con lápiz todas las que deba pronunciar seguidas. Entonces
lea la secuencia de principio a fin. Muchos oradores experimentados utilizan esta
técnica.
Una razón por la que algunos oradores hablan precipitadamente, sin pausas entre
las ideas, es que tratan de abarcar demasiada información.
A veces es un reflejo de su habla cotidiana, o quizá toda la gente que los rodea
se expresa de igual modo. Pero el apresuramiento impide enseñar con eficacia. Si
usted cree que vale la pena que sus oyentes escuchen y recuerden las ideas que
desea comunicarles, dedique suficiente tiempo a desarrollarlas de forma que se
destaquen. Tenga en cuenta que, para transmitirlas con claridad, las pausas son
imprescindibles.
Las pausas de transición serán, por regla general, más prolongadas que las
relacionadas con la puntuación, pero no tanto que el discurso se vuelva tedioso. Si
las hace demasiado largas, dará la impresión de que no se ha preparado bien y
no sabe cómo continuar.
Pausas que comunican énfasis. Los silencios que preceden o siguen a una
afirmación o pregunta pronunciada con mayor intensidad sirven para dar énfasis, a
menudo de forma impactante. O bien le brindan al auditorio la oportunidad de
reflexionar en lo que se acaba de decir, o bien crean expectación por lo que sigue.
Determine cuál de los dos efectos desea lograr. Tenga presente, sin embargo, que
tales pausas deben limitarse a las afirmaciones de verdadera importancia; de lo
contrario, estas últimas perderán su valor.
Cuando Jesús leyó en voz alta las Escrituras en la sinagoga de Nazaret, hizo una
pausa muy efectiva. Empezó leyendo el pasaje del rollo del profeta Isaías que
aludía a su comisión, pero antes de señalar el cumplimiento, enrolló el manuscrito,
se lo devolvió al servidor y se sentó. Entonces, con los ojos de todos los presentes
fijos en él, dijo: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír” (Luc. 4:16-21).
Para que haya conversación, es necesario que se intercambien ideas. Los demás
se sentirán más inclinados a escucharlo si usted los escucha a ellos y se interesa
por lo que dicen. Por eso, haga pausas de duración suficiente para que puedan
expresarse.
Claro está que no todo el mundo responde con agrado a las preguntas. Pero
Jesús no dejó que eso le impidiera hacer pausas lo bastante largas para que sus
interlocutores, aun sus enemigos, pudieran hablar (Mar. 3:1-5). Cuando se brinda
a alguien la oportunidad de expresarse, se le estimula a pensar y quizá, como
resultado, revele lo que hay en su corazón. De hecho, uno de los objetivos de
nuestro ministerio es que la gente responda con sinceridad cuando le planteamos
cuestiones El empleo adecuado de las pausas es todo un arte. Cuando se hace
buen uso de ellas, las ideas se transmiten con mayor claridad y se recuerdan por
más tiempo.
DEFINICIÓN DE ACENTO
La palabra acento deriva del término latino accentus, que a su vez tiene su origen
en un vocablo griego. Se trata de la articulación de la vozpara resaltar, con
la pronunciación, una sílaba de la palabra. Esta distinción se produce a través de
una mayor intensidad o gracias a un tono más elevado.
La tilde permite señalar cuál es la sílaba tónica de la palabra, que requerirá de una
mayor fuerza en su pronunciación. Este acento ortográfico también permite
distinguir entre dos palabras que se escriben de la misma forma pero que señalan
diferentes cosas: “salto / saltó”, “el / él”, “gano / ganó”, “solo / sólo”.
Por otro lado, no todos los acentos de los vocablos castellanos son indicados con
tildes. Sin embargo, gracias a una serie de reglas, es posible leer correctamente
cualquier palabra sin necesidad de conocerla; cabe mencionar que en otros
idiomas, como el inglés o el japonés, por ejemplo, la fonética exacta de ciertos
términos no está implícita a través de la ortografía, por lo cual es indispensable
memorizarla. Retomando el español, se sabe que:
* Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en ‘n’, ‘s’ o vocal;
* Las graves, cuando no finalizan en ‘n’, ‘s’ o vocal;
* Las esdrújulas son las únicas palabras que siempre llevan acento ortográfico.
El castellano, por ejemplo, tiene una gran variedad de acentos, incluso dentro de
un mismo país; en Argentina, el salteño, el pampeano y el cordobés son tres
acentos considerablemente distintos, cada uno con su tonada particular,
acompañada de regionalismos y gestos que los hacen parecer tres idiomas
independientes. Lo mismo sucede en España, donde un malagueño, un madrileño
y un barcelonés se distinguen a leguas por su manera de hablar.
En la música, el acento señala donde cae el peso del pulso. En este sentido, el
acento puede aparecer como una marca dentro de la notación musical, que señala
qué nota tiene que ser reproducida con mayor intensidad. Sin embargo, todas las
partituras llevan una acentuación implícita, la cual se deduce observando el tipo de
compás, indicado al comienzo de cada parte de la obra (si se trata de una
composición tal como un concierto para piano o una sinfonía) y en cada alteración.
Si se trata de un compás de 2/4 (dos cuartos), se sabe que el primer tiempo de
cada compás debe sonar con más intensidad que el segundo. De esta forma, si
tomamos un compás con dos negras (teniendo en cuenta que la negra es la
figura 4, y en este caso cada compás consta de 2 negras) su correcta acentuación
resulta muy sencilla. Cabe mencionar que una melodía muy compleja puede ser
difícil de acentuar a primera vista, por lo cual es imprescindible dominar las bases
de la lectura musical.
Reglas generales:
Observaciones:
Las reglas del acento ortográfico afectan por igual a mayúsculas y minúsculas. No
hay razón alguna –ni siquiera estética- para dejar de acentuar las mayúsculas.
Por otro lado, es lícito acentuar las “o” cuando se encuentre entre cifras numéricas
a fin de evitar su confusión con cero. Ej.: 2 ó 3
Reglas específicas:
Por regla general, las palabras monosílabas (pan, sol, por) no se acentúan
ortográficamente. Los monosílabos que son excepción y pueden ir acentuados
son:
-él (pronombre personal – él es mi hermano);
-el (artículo – el ensayo literario);
-mí (pronombre personal – no te olvides de mí);
-mi (adjetivo posesivo – mi casa – y sustantivo que designa la nota musical);
-tú (pronombre personal – tú eres mi amiga);
-tu (adjetivo posesivo – tu lugar);
-té (sustantivo – me tomo un té);
-te (forma de pronombre personal – te vas);
-sé (voz del verbo ser – sé vos mismo – y voz del verbo saber – yo no sé nada);
-se (forma de pronombre personal – cuando se nos viene);
-sí (adverbio de afirmación – sí, acepto – y pronombre personal – él pensó eso
para sí);
-si (conjunción condicional – si viene, me voy – y sustantivo que designa la nota
musical);
-más (adverbio de cantidad – dame más vino);
-mas (conjunción equivalente a pero – come poco, mas no padece hambre);
-dé (voz del verbo dar – dé amor al prójimo);
-de (preposición – la casa de Juan);
-vé (voz del verbo ir – vé hacia allá);
-ve (del verbo ver – no se ve).
Por otro lado; sólo lleva acento cuando es adverbio. Véase; él va sólo a la escuela
(no va a otro sitio) y él va solo a la escuela (sin compañía). Nótese que el primer
ejemplo, sólo, como adverbio que es, se le puede remplazar por su equivalente:
solamente (él va solamente a la escuela).
La partícula aun llevará acento (aún) cuando pueda sustituirse por todavía sin
alterar el sentido de la frase (aún está enfermo/todavía está enfermo). Por el
contrario; en los demás casos, es decir, con el significado hasta, también, inclusive
se escribirá sin acento: aun los sordos han de oírme; ni hizo nada por él ni aun lo
intentó.
Las palabras agudas son las que llevan acento (la intensidad de la voz) en
la última sílaba.
Importante destacar que no todas las palabras agudas llevan acento ortográfico
(tilde).
Las palabras agudas llevan tilde si terminan en vocal:
Perú - sofá - café - rubí - menú - marroquí - bebé
Las palabras agudas llevan tilde si terminan en N o S:
también - algún - jamás - según - sillón - además - organización - capitán - alemán
- anís - canción
Hay palabras agudas que tienen tilde a pesar de NO terminar en vocal, N o S.
Esto es por la ruptura del diptongo:
Raúl, baúl, raíz, maíz
Ejemplos de palabras agudas CON tilde:
Perú - acción - sofá - café - organización - vudú - capitán - rubí - francés - sillón -
camarón - país - japonés
Ejemplos de palabras agudas SIN tilde:
amor - cantidad - papel - reloj - capaz - pared - estoy - avestruz - virtud - fatal -
contador
Las palabras agudas también se llaman oxítonas.
Las palabras graves (o palabras llanas) son la que llevan la intensidad de la voz
en la penúltima sílaba.
Cabe recalcar que no todas la palabras graves llevan acento ortográfico (tilde).
Las palabras graves NO llevan tilde si terminan en VOCAL o en N o S:
Ejemplos de palabras graves CON tilde:
árbol - cárcel - ángel - difícil - túnel - azúcar - lápiz - césped - fácil - útil - carácter -
débil
Ejemplos de palabras graves SIN tilde:
problema - adulto - martes - zapato - volumen - pesca - amazonas - tasa - piso -
corazones*
* Corazón (con tilde - palabra aguda) - Corazones (sin tilde - palabra grave)
La palabra corazón lleva acento cuando es singular porque la intensidad de la voz
está en la última sílaba y termina en N. Pero cuando se convierte en plural, la
intensidad de la voz pasa a la penúltima sílaba y como termina en S, ya no lleva
tilde. Corazón es una palabra aguda, Corazones es una palabra grave.
Algunos otros ejemplos de palabras con el mismo cambio:
organización - organizaciones
nación - naciones
objeción - objeciones
declaración - declaraciones
explicación - explicaciones
guión - guiones
Palabras graves y el diptongo IA
Hay palabras graves que se acentúan a pesar de terminar en vocal, rompiendo de
esta forma el diptongo (ia).
María - antropología - biología - oftalmología.
Las palabras graves (o palabras llanas) también se llaman paroxítonas.
Las palabras sobresdrújulas son las que llevan la intensidad de la voz en la sílaba
anterior a la antepenúltima sílaba. Todas llevan tilde.
Estas palabras sobresdrújulas que llevan tilde generalmente son verbos que van
unidos a los complementos indirecto y directo o son adverbios.
Ejemplos de palabras sobresdrújulas:
cuéntamelo - devuélveselo - éticamente - fácilmente - explícaselo - rápidamente -
juégatela - véndemelo - repíteselo - frívolamente - ágilmente - ábremelo - dígaselo
- cálidamente - difícilmente - dibújamelo - dócilmente - gánatela
ADVERBIOS QUE TERMINAN EN -MENTE
Ahora, ¿cómo puedo saber cuál es la sílaba tónica de una palabra? Es muy
sencillo, como tú eres hablante de español, puedes autoelicitarte a ti mismo (es
decir, autointerrogarte sobre cómo dices una palabra) para saber cuál es la sílaba
tónica de una palabra.
Por ejemplo, quieres saber si la palabra “doctor” es aguda o grave (no puede ser
esdrújula ni sobreesdrújula porque solo tiene 2 sílabas) comienza diciendo en voz
alta la palabra alargando la primera vocal, y luego la segunda, y al final pregúntate
cúal se oye menos raro:
doooooctor (se oye muy raro)
doctooooor (se oye menos mal)
Como la segunda se oye menos rara que la primera, entonces sabemos que la
sílaba tónica es la segunda vocal: doc-TOR, y como la sílaba tónica es la última,
entonces concluimos que la palabra “doctor” es aguda.
Una palabra siempre contiene estos dos tipos de sílabas. La diferencia consiste en
la intensidad utilizada al momento de ser pronunciadas
De esta forma, tenemos que las sílabas tónicas; son las sílabas en donde se eleva
el tono de cada palabra; estas palabras pueden estar acentuadas o no estarlo,
pero de igual forma existirá una elevación de la intensidad de la palabra.
Las sílabas átonas, en cambio, no requieren de una carga de la voz para ser
pronunciadas, es decir no tiene elevación de tonos.
Así pues, una palabra tan solo puede contener una sílaba tónica que es la que
marcará el acento y, por tanto, la forma de pronunciarla. Sin esta distinción sería
muy complicado que las personas pudiéramos comprendernos a la hora de
comunicarnos pues cada uno pronunciaría las palabras de una forma distinta y no
entenderíamos correctamente el significado.
Pero ¿cómo se identifica la sílaba tónica? Existe un truco muy sencillo que puede
ayudarte a determinar dónde va el acento ortográfico de una palabra. Para poder
hacerlo te proponemos que escojas una palabra cualquiera, por ejemplo, "pizarra".
Se trata de una palabra que, a simple vista, no contiene un acento gráfico y que
nos resultará más complicado saber cuál esl la tónica.
Una vez tengamos la palabra, vamos a proceder a separarla por sílabas: /pi-za-
rra/. Ahora que ya la hemos separado, tan solo vamos a marcar la fuerza de la
pronunciación en cada una de las sílabas diferentes y la que nos suene bien es la
que nos marcará cuál es la sílaba tónica.
Por ejemplo
Con este sencillo ejercicio podrás saber cuál es la sílaba tónica de una palabra y,
por tanto, ya estarás un paso más adelante de la norma ortográfica pues, una vez
sabes detectar la tónica, es más sencillo aprender las reglas de acentuación.