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Universidad de la Salle

Facultad de ciencias de la educación

Licenciatura en lengua castellana, inglés y francés

Análisis e Interpretación de la realidad educativa

Juan David Sierra González

Carta a un joven profesor (por qué enseñar hoy)

Philippe Merieu (2006). Carta a un joven profesor “por qué enseñar hoy”. (p.p. 11-123)1°
edición. Francia: editorial ESF editeur.

Al encuadrar y situar este libro, podemos dar cuenta de que, en carta a un joven profesor,
Philippe Meirieu da un gran aporte a lo que los futuros docentes y la misma escuela deben
tener muy en cuenta como eje central a la hora de enseñar o impartir sus conocimientos. De
esto el autor señala

Cada noche alrededor de las grandes obras de nuestra cultura… veía de este modo,
en lo que se llegó a llamar la “segunda izquierda”, un posible horizonte: una manera
de reconciliar la emancipación de la persona con la justicia social- la libertad y la
igualdad gracias a la educación (p. 118).

Este libro, como consecuencia, es escrito en el campo de la pedagogía más exactamente en


las áreas concernientes a la formación y el desarrollo del profesorado en los grados de
primaria y secundaria, referidas a un tiempo y lugar concreto: Francia en el año 2006.

Es necesario decir que el autor Philippe Mirieu es un investigador y escritor francés


especializado en ciencias de la educación y pedagogía, es profesor de ciencias de la
educación en la Universidad Lumière-lyon 2, ha dirigido el Instituto Nacional de
Investigación Pedagógica y una de sus mayores de aportaciones al mundo de la pedagogía
de hoy consiste en la teoría y la práctica de la pedagogía diferenciada.

Analizando lo propuesto por Philippe Mirieu se puede dar cuenta de cómo el mundo de la
docencia no solo se ve caracterizado por la enseñanza de saberes, sino que este a su vez
pone en un aprieto al docente, y es en como este va a impartir sus conocimientos y cómo
hacer que sus estudiantes valoren cada cosa que se les enseña para que así estos vean que
esta puede afectar en su futuro nos solo cambiando sus pensamientos y permitiéndoles
aceptar que en este mundo no existe una sola verdad.

Aludí anteriormente, a que el docente se ve inmerso en un aprieto, y es en ese en el cual


motive a sus alumnos, puesto que este como lo dice el autor no simplemente debe llegar al
salón y comenzar a dar sus conocimientos como si fuese un televisor, a la vez este debe
permitirle a sus estudiantes que también se esfuercen por atrapar esos conocimientos por si
solos, pero siempre brindándoles un acompañamiento y buscando temáticas en las cuales
cada uno realice una actividad diferente , pero que les permita llegar a un objetivo común
para que así también se minimice un poco ese ideal individualista contra el que el docente y
la escuela se ven enfrentados en la sociedad.

Como se observa, estas propuestas planteadas en el libro por el autor son muy claras y
concisas en cuanto a lo que se refieren permitiéndole así a cada lector sea docente o no
captar y entender de forma secuencial las ideas del texto, por otra parte el modo en que el
autor narra sus experiencias, cita autores o cuenta experiencias ajenas, también ayudan
bastante y facilitan aún más a la comprensión de lo dicho en el libro por este.

Para mostrar sus propuestas al público lector, el autor divide este texto en 7 apartados.

1. Entre el amor al saber y el amor a los alumnos, no tenemos por qué elegir. En este
primer capítulo Philippe Meirieu nos da una breve explicación desde su punto de
vista desde la cual podemos observar que no hay diferencia entre la educación
primaria y la educación secundaria, puesto que en cada momento
independientemente del grado o el salón en que un docente se encuentre siempre va
a enseñar algo a alguien. Por otra parte se puede observar como una profesión
centrada en el alumno y una profesión centrada en el saber no pueden estar
separadas, ya que de una depende la otra, no se puede simplemente ir a impartir los
conocimientos, sino que a su vez se le debe dar un acompañamiento a cada alumno
en el cual este aprenda a que también debe estar comprometido para que así cada
saber que se le enseñe pueda interiorizarlo y darse cuenta de la gran influencia que
este tiene en su propio futuro, además este apoyo que le debe brindar el docente no
debe eximir al alumno a que se arriesgue, porque en cada aprendizaje este se
enfrenta a algo que lo supera y es aquí donde se le debe dar un acompañamiento al
alumno que le de unas pautas básicas para la comprensión, pero que a su vez no
permita que el alumno siempre necesite la ayuda de su docente, por el contrario este
debe aprender a ser independiente.
2. Enseñamos para que los demás vivan la alegría de nuestros propios
descubrimientos. Es aquí en este capítulo en el cual el autor nos dice que al
momento de escoger esta bella profesión de la docencia cada docente lo hace o lo
hizo, porque hubo un momento en el que un docente le mostro ese bello lado del
conocimiento, y que cada uno de nosotros lo hacemos para rendir homenaje y
mostrarle a nuestros futuros estudiantes ese mismo lado que nos hizo quedar
encantados por este campo, pero el autor también nos muestra como esas
instituciones en las que ejercemos nuestra profesión evitan que nosotros mostremos
ese ideal que conocimos en el pasado, el cómo estas instituciones ya no le ven la
misma importancia al enseñar y que a su vez esto se ve evidenciado en los
estudiantes que en lugar de pedirnos a los docentes que no solo nos limitemos a esas
pocas horas de enseñanza, los estudiantes esperan con ansias la salida al recreo, es
de esta forma en la que el autor dice que los docentes ahora nos sentamos a esperar
esa clase adecuada y esos alumnos adecuados con los que podemos recrear la
imagen primitiva de la cual se alimenta nuestra elección profesional.

3. Nuestro proyecto de transmisión no puede conciliarse con las presiones sociales que
sufre la escuela. En el tercer apartado el autor nos da a entender que cada institución
tiene ciertas metodologías las cuales buscan que el estudiante llegue a ese
conocimiento de diferentes maneras, en algunos casos por medio de la realización
de ciertas actividades extracurriculares, pero es aquí cuando de algún modo el autor
dice que estas actividades ponen mucho mayor trabajo en el docente, y esto a su vez
tiene como consecuencia que los docentes crean que para la institución sus
enseñanzas no son importantes, sin embargo estas actividades según el autor sirven
para expresar la propia libertad e inventiva. Siempre con la condición de
interpretarlo como una oportunidad de reflexionar y enfrentarse a la propia esencia
de la profesión.

4. Queremos ser eficaces pero no a cualquier precio. En este cuarto capítulo el autor
nos muestra dos perspectivas según entiendo yo, porque por una parte él nos dice
que en nuestra tarea de la docencia siempre debemos emprendernos en un camino
en el cual investiguemos nuevas temáticas las cuales permitan que los estudiantes
aprendan a ser analíticos por sí mismos, Philippe Meirieu muestra como el docente
debe darles ciertas herramientas a sus estudiantes para que luego estos se
embarquen por si solos y lleguen al conocimiento por si solos, y por otra parte él
nos dice que este tipo de temáticas tiene esa problemática en la cual condiciona a
los estudiantes a que no haya una interacción con otros o en casos peores que
tampoco haya la interacción con el mismo docente, ya que estos al aprender a
buscar el conocimiento por si solos no verán necesario la presencia de un docente, y
esto tiene una grave problemática, puesto que como en las películas podría llegarse
a remplazar al docente por computadoras, también esta temática tiene como
consecuencia que caigamos en la creencia de que la escuela es una empresa en la
cual el pago es recibir una buena nota, es por esta razón que el autor dice que como
docentes nosotros tenemos el deber de cambiar esto para que para nuestros
estudiantes estos conocimientos sean mucho más significativos.

5. En el centro de nuestra profesión. El quinto apartado es bastante interesante, porque


el autor dice que los docentes deben tener muy en cuenta su motivación y su trabajo
y que una no debe estar separada de la otra, ya que esto hará que nosotros nos
esforcemos aún más al momento de brindar nuestros conocimientos, y además de
impartir estos conocimientos cada docente tiene el deber de motivar a sus
estudiantes también para que no importe el oficio que estos deseen realizar, al
hacerlo estos tenga una motivación que les permita esforzarse y no desfallecer.

6. Una preocupación que no tiene que ruborizarnos: la disciplina en clase. Es uno de


los apartados principales ya que en este el autor nos habla acerca de la disciplina,
pero no como la conocemos. Él dice que la disciplina va de la mano con las
actividades que realizamos en clase al momento de enseñar cada uno de nuestros
conocimientos, que no es exigirle a los estudiantes el prestar atención, porque hoy
en día gracias a la televisión esto es aún más difícil, al momento de hablar de
televisión el autor hace una comparación con un teatro y es que en el presente si
vamos al teatro, observaremos una representación desde su inicio hasta el final
mientras que en nuestras casas gracias a la televisión y al control remoto si
queremos podemos cambiar de canal y no vemos la necesidad de concentrarnos en
una sola cosa, es por esto que el docente se ve a la tarea de luchar con la distracción,
ya que por una parte no podemos negarnos a impartir nuestros conocimientos a ese
alumno que no vea interés en ellos, sino que tenemos el deber de generar
actividades las cuales sean referentes a una empresa colectiva en la cual todos
nuestros estudiantes realicen diferentes actividades pero que les permita llegar a un
objetivo central.

7. Sea cual sea nuestro estatus sean cuales sean nuestras disciplinas de enseñanza,
todos somos “profesores de escuela”. Este último capítulo se centra más hacia la
escuela de la cual nos dice que esta es una institución que ayuda a la impartición de
nuevos conocimientos mas no a ofrecer un servicio a las familias, ya que esta no es
una guardería lo que tiene esta como objetivo es demostrarle a sus estudiantes las
grandes diferencias que existen entre cada familia, así mismo también le permite a
sus estudiantes el abrirse a nuevos conocimientos no con el objetivo de que se paren
firmemente y contradigan lo que ya han aprendido, sino por el contrario que tengan
una vista desde diferentes perspectivas para que así estos saquen sus propias
conclusiones y encuentren esa diferencia entre lo que conocemos como el saber y el
creer, y por ultimo esta institución debe darles esa posibilidad a sus alumnos de
pensar por sí mismos, pero que esto a su vez les permita realizar esa búsqueda de un
bien común el cual ayude a la mejora de su propia sociedad.

Como consecuencia de las propuestas observadas en el texto, puedo decir que estas
realizan un aporte bastante valioso a la profesión de docencia desde mi punto de vista, ya
que en este mundo en el cual la individualización de los sujetos se ve tan marcada incluso
en los saberes que cada estudiante aprende desde su propio hogar, el docente tiene que estar
aún mejor preparado para así poder enfrentarse a esto con el objetivo de generar un cambio
en su sociedad, por otra parte el docente al momento de asumir su profesión no solo está
asumiendo la impartición de sus conocimientos, sino que este asume un estilo de vida en el
cual según lo entendido debe dar mucho más que simples enseñanzas teóricas. Para
concluir me parece que el autor en este libro con cada palabra que se lee realiza una
proyección en la cual le permite imaginarse en esas situaciones, lo que a mi parecer es muy
grandioso, porque de algún modo genera criticas propias en la práctica docente o en el
pensamiento de la persona que esta leyendo.

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