Los Amigos Policías: Volumen Uno Parte 1a

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VICTOR HUGO BARRERA
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LOS AMIGOS POLICÍAS:
VOLUMEN UNO PARTE 1A
Por: Victor Hugo Barrera
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VICTOR HUGO BARRERA
© Victor Hugo Barrera Arellano 2009
Primera Edición: Febrero 2017
Segunda Edición: Octubre 2019
Edición Cuarto Aniversario: Febrero 2021
ISBN: 9781520522845
Diseño de Portada: Victor Hugo Barrera Arellano y Baeeprojects
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LOS AMIGOS POLICÍAS: VOLUMEN UNO PARTE 1A
PRÓLOGO
Desde 1999, la gente del Estado de Hidalgo ha sufrido todos
los días a causa de criminales peligrosos, los cuáles cuentan con
mejor tecnología que el Departamento de Policía.
Afortunadamente, la tecnología ayudará a recuperarse a un

joven estudiante de policía, gravemente herido, el cual, junto a dos
aliados robots y el Jefe de Policía, devolverán la seguridad a todo el
Estado, capturando y encerrando a todos los criminales.
Esta es la Historia de cómo surgió éste nuevo Equipo de

Policías...
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LOS AMIGOS POLICÍAS
PACHUCA HIDALGO, MÉXICO

AÑO 2000
La limusina color blanco modelo 2000 del empresario Álvaro

Pérez se estacionó en Avenida Hidalgo número 24 frente a la
entrada del Restaurante Bar Don Horacio 1927.
—Llegamos Señor—fue el aviso que dio el Chofer a su Jefe.
Álvaro Pérez bajó del vehículo mirando a través de sus lentes
oscuros el Restaurante considerado el más famoso de todo el
Estado. Álvaro caminó solo hacia la entrada, llegó a la Recepción
del lugar siendo recibido por el Capitán de Meseros, quien
inmediatamente reconoció al Empresario.
— ¡Sr. Pérez! Es un honor tenerlo. El Senador López lo espera
—Gracias—se limitó a responder Álvaro mientras entraba al
lugar y caminaba a la mesa donde el Senador López
acostumbraba comer todas las tardes sus amadas costillas de
carnero.
Álvaro llegó por fin a la mesa donde el Senador López comía
solitario. Sin embargo, el Senador vio al Empresario antes que se
acercara más a él.
— ¡Álvaro!
— ¡Senador!
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VICTOR HUGO BARRERA
El Senador dejó su comida, se puso de pie y abrazó a Álvaro,

después, ambos tomaron asiento.
—Lamento que nuestro saludo sea lo único agradable esta
vez—dijo el Senador provocando una mirada de desconcierto en
Álvaro—Tengo malas noticias
—Si es por la nueva arma, diles a Los Líderes que en dos días
estará lista.
—No es por eso. El Gobernador sospecha sobre las
actividades que YCF lleva a cabo...—el Senador comenzó a
probar bocados apresuradamente—...No podemos seguirle
ocultando que fabricamos armas para el ejército estadounidense
por órdenes de Los Líderes.
—Pero en un año los gringos estarán en guerra y nosotros
seremos sus proveedores de armas.
—¡El país nunca entrará a una guerra!—gritó molesto el
Senador, Álvaro trató de tranquilizarlo pues los demás comensales
voltearon asustados hacia la mesa donde ambos estaban.
—Cálmate. Necesito dos días. Hay un chico de la Facultad de
Ciencias que...
El Senador dejó sus cubiertos y tomó del hombro a Álvaro.
—Si el Gobierno descubre que fabricamos armas para el país
que siempre nos recuerda que es superior a nosotros, nos colgarán
frente a todo el Estado.
Álvaro observó sonriente al Senador.
—El país no acepta la pena de muerte...
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El Senador golpeó con sus puños, muy molesto, la mesa.

— ¡No seas torpe! Nos encerrarán un buen tiempo por esto.
El Senador se puso de pie luego de limpiarse la boca con la
servilleta.
— ¡Acéptalo! Se acabó
Álvaro fue ahora el que golpeó molesto la mesa.
— ¡No digas eso! ¡Tú no quedarás arruinado!
El Senador caminó hacia la salida mirando fijamente a Álvaro.
—La ruina o la cárcel. Tú decide.
El Senador volteó mirando hacia la salida, pero de pronto, una
bomba explotó elevando algunas mesas cercanas a donde estaba
comiendo el Senador.
La explosión azotó a Álvaro contra el piso y arrojó al Senador
sobre una mesa provocando que el Senador se impactara contra la
mesa rompiéndola.
Álvaro quedó tirado e inconsciente. De repente, un criminal
conocido en el Estado como El Loco Arriaga apareció en escena y
caminó hacia Álvaro.
El Loco Arriaga sujetaba a Álvaro de los brazos y lo comenzó
a arrastrar hacia la puerta trasera del Restaurante, pues algunos
clientes quedaron inconscientes, otros aturdidos por la explosión,
unos más en estado de shock y los últimos corrían desesperados
en busca de ayuda.
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VICTOR HUGO BARRERA
—Venga conmigo, Sr. Pérez—dijo el Loco Arriaga mientras

entraba a la cocina donde también todos los empleados salieron
corriendo como lo habían practicado en los simulacros.
El Loco Arriaga llevaba arrastrando a Álvaro hacia un callejón
en la parte trasera del Restaurante.
Ya en el callejón, El Loco Arriaga recargó a Álvaro sobre el
muro, luego, se alejó unos pasos, sacó su arma y apuntó con la
misma hacia la cara de Álvaro.
—Llegó su hora, Presidente de YCF—dijo el Loco, pero antes
de que éste jalara el gatillo, una bala impactó la pistola del Loco
destruyéndola e impidiendo que fuera disparada.
El Loco Arriaga volteó asombrado viendo al joven de 25 años
y Estudiante de Policía; Richard Reyes, apuntarle con su arma.
Detrás de Richard se podía observar la patrulla en la que éste se
transportaba.
—Suelta el arma y aléjate de él—ordenó Richard.
El Loco Arriaga trató de sacar su cuchillo de su bolsa del
pantalón, pero recibió un disparo en el brazo provocando que
tirara el cuchillo al suelo.
Richard se acercaba, apuntando con su arma, al Loco Arriaga
que estaba herido en un brazo.
—Dije “Suelta el arma”—ordenó de nuevo Richard, el Loco
miró hacia el muro del callejón, luego, miró rápidamente a
Richard, quien seguía firme sosteniendo su arma, el Loco corrió
hacia el muro, Richard corrió detrás de él.
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—¡Oye! ¡Alto ahí!

El Loco brincó logrando saltar el muro, Richard disparó
impactando los tiros en el muro.
—¡Te veré luego, Policía! —gritó el Loco mientras caía del otro
lado del muro.
Richard corrió a auxiliar a Álvaro Pérez, revisó los signos vitales
de éste, luego, sacó su radio y se comunicó con su pareja de
trabajo.
— ¡Javier! ¡Encontré al Sr. Pérez!
Javier Salas, compañero de Richard, llegó corriendo donde
estaban Richard y Álvaro.
— ¿Cómo está? —preguntó Javier.
—Sigue vivo, pero necesita atención médica de inmediato.
—Hay que llamar una ambulancia.
En el interior de una ambulancia, el Senador López era
atendido por un Paramédico, quien observaba que el Senador
comenzaba a reaccionar a los procedimientos.
— ¿Cómo se siente, Senador?
—Todavía me zumban los oídos.
El Celular del Senador vibró en ese momento.
—Descuide. Yo le ayudaré con eso—el Paramédico sacó el
celular del bolsillo del Senador y revisó la pantalla—Es un mensaje
de texto.
El Paramédico puso el celular en la mano del Senador, quien
tuvo la fuerza suficiente para abrir el mensaje y leer en la pantalla lo
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VICTOR HUGO BARRERA
siguiente: “LO VERÉ EN SU DESPACHO EN 1 HORA.

LOCO ARRIAGA.
En un callejón, varias calles atrás del Restaurante, podían

escucharse las sirenas de las patrullas, ambulancias y camiones de
Bomberos que se dirigían a atender la emergencia. Sin embargo,
El Loco Arriaga usaba su navaja suiza para abrirse la herida de la
bala, en su brazo, y poder sacar el casquillo. Una vez logrado el
objetivo, el Loco observaba la bala manchada con su sangre.
—Ningún policía había logrado herirme anteriormente. Pues
juro por mi esposa y por mi hijo que éste pagará por esto.
El Loco arrojó furioso la bala hacia el bote de basura más
cercano.
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EXPEDIENTE 1
“HÉROE DE HISTORIETA”
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I
En el despacho López y Asociados, El Senador López entraba
aún adolorido, aturdido y convaleciente a su oficina. Al momento
de cerrar la puerta, el Loco Arriaga salió de detrás de ésta, y caminó
siguiendo al Senador, quien pensaba en voz alta.
— ¿Qué rayos querrá ese Loco?
El Loco Arriaga le habló por detrás al Senador asustándolo.
— ¡Sólo quiero ajustar cuentas, Senador!
El Senador saltó asustado, luego, volteó quedando frente a
frente con el Loco Arriaga.
— ¿Qué quieres, Arriaga?
—Quiero mi dinero y una nueva arma. Un policía destruyó la
otra de un tiro...—El Loco le mostró su brazo vendado al
Senador—...y luego me hirió impidiendo que asesinara a Álvaro
Pérez.
—No te daré nada de dinero. Casi me matas con esa bomba
—Usted prometió que llevaría a Álvaro Pérez cerca de la
cocina. Y en cambio, Usted caminó a la salida dejando al
Empresario en su mesa.
— ¿Ah sí? Pues tú prometiste que activarías la bomba hasta
que yo saliera.
El Senador caminó hacia su escritorio.
—Repito: No te daré nada. Y busca tu propia arma
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VICTOR HUGO BARRERA
El Senador quedó detrás de su escritorio dejando un espacio

considerable entre él y el Loco Arriaga.
—Ahora, vete de aquí antes que llame a Seguridad
El Loco Arriaga observaba al Senador sentarse.
—Senador López, es muy joven. No me gustaría acabar con
Usted en esta etapa de su vida.
—Haz lo que debas
El Loco Arriaga sujetó al Senador del cuello para luego jalarlo y
azotarlo en el escritorio.
Después, El Loco Arriaga levantó al Senador sujetándolo del
cuello, tomó un abre cartas y se lo puso al Senador en el pecho a la
altura del corazón.
—Me dicen Loco porque mato sin sentir culpa
El Loco Arriaga comenzó a ahorcar al Senador.
— ¡Dame un arma y mi dinero o te mueres, Senador!
El Senador comenzaba a ponerse rojo y observaba que el
Loco Arriaga estaba furioso.
—Ha... Hay... un... una... en.… el cajón.
El Loco Arriaga soltó al Senador dejándolo caer. Luego, abrió
un cajón encontrando un arma, después, disparó hacia un cuadro
de la pared.
El tiro destruyó el cuadro mostrando la caja fuerte.
El Loco Arriaga disparó varias veces hacia la caja fuerte, los
tiros rompieron la puerta de la misma.
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El Loco Arriaga sacó todo el dinero de la caja fuerte y

comenzó a guardarlo en sus bolsillos.
—Los políticos son tan predecibles.
2 DÍAS DESPUÉS...
En un atardecer tranquilo, a las afueras del edificio YCF, Álvaro
Pérez, quien aún lucía convaleciente y muy adolorido, caminaba
hacia la entrada, el portero le abría la puerta del edificio para
recibirlo.
—Buenos días, Sr. Pérez. Bienvenido
—Gracias
Álvaro Pérez entró al edificio y caminó rápidamente para entrar al
ascensor, su celular sonó en ese momento.
Dentro del ascensor, Álvaro Pérez hablaba por teléfono.
—Hola... ¿Cuándo pasó?... ¿Por qué?... Pero no deben
detenerlos. Se supone que los gringos firmarían el contrato hoy y
se llevarían la mercancía.
Las puertas se abrieron en ese momento, Álvaro salió del ascensor
muy molesto, la secretaria lo observó desde su escritorio.
—Sr. Pérez...
—Llama al Senador López y dile que...
—Sr. Pérez. Su cliente está aquí
Álvaro observó confundido a la secretaria.
— ¿Cliente? ¿Cuál cliente?
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VICTOR HUGO BARRERA
El Loco Arriaga apareció detrás de Álvaro disparando con una

ametralladora al aire y asustando a todos los empleados del último
piso.
— ¡¿No me recuerda, Sr. Pérez?!
La secretaria intentaba oprimir el botón de emergencias, pero El
Loco Arriaga la vio y disparó destruyendo el escritorio de la
secretaria.
—Ni lo intentes. Aunque la policía llegue no salvará a tu jefe.
El Loco Arriaga disparó hiriendo a las personas de otros
escritorios.
Álvaro sacó un arma y le apuntó al Loco Arriaga por detrás.
El Loco sintió el arma apuntarle a su nuca, pero hizo un
movimiento y le tiró el arma de una patada a Álvaro, luego le
disparó a Álvaro en una pierna hiriéndolo y provocando que éste
cayera hincado al piso.
Después arrastró a Álvaro hacia su oficina jalándolo de los
cabellos y embarrando la sangre de Álvaro por el piso.
—No tome un arma si no sabe usarla
Dos guardias llegaron corriendo y se pararon frente al Loco
Arriaga, quien venía arrastrando a Álvaro.
—Alto ahí, Demente—ordenó un Guardia.
El Loco Arriaga les disparó a ambos hiriéndolos y provocando
que cayeran al piso, luego, arrojó a Álvaro por la puerta de su
propia oficina hacia el interior de ésta.
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Álvaro se dolía en gran manera por las nuevas heridas de bala en

su pierna mientras observaba al Loco Arriaga acercarle la silla del
escritorio.
— ¿Qué quieres de mí? —preguntó Álvaro.
El Loco sentó a Álvaro en la silla y éste gritó por el dolor de la
pierna.
—Venganza—dijo El Loco mientras ataba a Álvaro a la silla.
—Usted me llevó a ser lo que soy ahora. Un loco
El Loco Arriaga sujetaba a Álvaro de la cara.
—Por su culpa soy un criminal
Álvaro observaba asustado al Loco Arriaga.
—No sé de qué me habla
El Loco Arriaga le apretó la boca a Álvaro.
—Le contaré que fue lo que Usted me hizo...
Simón Arriaga recordaba cuando caminaba por el parque con su esposa e hijo.
—...Hace un año yo tenía una hermosa familia...
Simón recordaba los besos de su esposa.
—...una linda esposa...
Simón recordaba cómo jugaba con su hijo.
—...un bello y sano hijo...
Simón recordaba cuando trabajó en una Fábrica de cobre.
—...trabajé para YCF cuando la Empresa se dedicaba a la Industria del
cobre...
Simón recordaba cuando fue despedido por su Jefe.
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VICTOR HUGO BARRERA
—...Pero Usted mandó cerrar la Empresa y el giro cambio para fabricar

armas...
Simón recordaba haber visto a Álvaro mostrarles un arma a Empresarios
Estadounidenses.
—...Que nunca usaremos los mexicanos...
Simón Arriaga recordaba que vendió muchas cosas en una venta de garaje
afuera de su casa.
—...Tuve que vender mis objetos personales que compré con mucho esfuerzo...
Simón recordaba que le pidió dinero a un Prestamista
—...Pedí dinero prestado...
Simón recordaba cómo él y su familia fueron sacados de su propia casa.
—...y lo perdí todo...
Simón recordaba haber encontrado en una caja un juego de cartas.
—...Menos una baraja que mi padre me obsequió...
Simón recordaba su primer juego cartas con otro hombre al que le gustaba
apostar.
—...Usé la baraja para ganar dinero fácil...
Simón recordaba que al jugar siempre tenía escondidas cartas bajo la manga.
—...estafé a mucha gente para recuperar lo que un día perdí...
Simón recordaba cuando le ganó su dinero a un apostador estadounidense.
—...Pero un día, le quité todo a un gringo llamado Johnson...
…En ese momento, el Loco Arriaga le apuntó con su arma a
Álvaro debajo de la barbilla.
—...él trabajaba contigo fabricando armas
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…Simón recordaba cuando llegó a casa observando a dos tipos que sujetaban a
su esposa e hijo apuntándoles con sus armas.
—Entonces enviaste a tus matones a asesinar a mi familia...
Simón recordaba ver a los tipos dispararles a la esposa e hijo de Simón frente a él.
—...Los mataron frente a mis ojos...
Simón recordaba haber abrazado a su esposa muerta.
—... y los vi desangrarse hasta morir.
Simón recordaba que las Patrullas y ambulancias llegaron a su casa.
— ¡La ayuda llegó 30 minutos después!
…El Loco Arriaga ahorcaba a Álvaro mostrándose demasiado
frustrado.
— ¡¿Sabes lo que es ver a tus seres amados sufrir hasta morir?!
El Loco Arriaga le dio un puñetazo a Álvaro en la cara.
— ¡Eso te desquicia!
El Loco Arriaga apretaba con dos dedos la frente de Álvaro.
—Te vuelve Loco
El Loco Arriaga observaba la lujosa oficina de Álvaro.
—Pero qué vas a saber tú de pobreza. Mira en donde trabajas
Álvaro observaba muy asustado al Loco Arriaga.
— ¡No me mates! ¡Yo no tuve nada que ver con el asesinato de
tu esposa e hijo!
—Eso dicen todos los criminales con oficinas como la tuya,
Alvarito.
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VICTOR HUGO BARRERA
—Es verdad. Yo no envío a nadie a cometer asesinatos y

menos de la forma en la que lo hicieron con tu esposa e hijo.
Eso… fue obra de Los Líderes.
—Sí tú, cómo no.
— ¡Tengo esposa y un hijo de un año! ¡¿Acaso ellos deben
morir también para que superes la muerte de tus seres queridos?!
El Loco Arriaga se acercó a Álvaro encarándolo.
— ¿No te lo dijo el Senador López? Tu esposa murió.
Álvaro comenzó a llorar luego de escuchar la noticia.
— ¡Noooo! ¡Noooo! ¡Mi esposa! ¡Mi hijo!
El Loco Arriaga le puso la mano en el hombro a Álvaro.
—Descuida, tu hijo está vivo. No estaba con tu esposa sino con
tu hermano. Quien, por cierto, es un alcohólico empedernido.
El Loco Arriaga le apuntó con su arma en la cabeza a Álvaro.
—Pero tú morirás.
— ¡Por favor no!
Un helicóptero de la policía en donde viajaba el Jefe de Policía
Claudio Sosa, alumbró la oficina acercándose a la ventana.
— ¡Suelta al rehén, Arriaga! ¡Te tenemos rodeado! —dijo el Jefe
Sosa a través del altavoz.
El Loco Arriaga observó sonriente el helicóptero desde la ventana.
— ¡Excelente! ¡Me encanta golpear policías!
22
II
Dentro del helicóptero de la Policía que sobrevolaba el Edificio
YCF; el jefe Sosa hablaba por radio con los estudiantes de policía y
los policías de su Jefatura.
—¡A todas las unidades! ¡Evacúen el edificio YCF ahora! ¡A
todas las unidades! ¡Evacúen el edificio YCF ahora!
En una patrulla, a las afueras del Edificio; Richard Reyes y
Javier Salas escuchaban al jefe Sosa en el radio de su patrulla.
—¡Richard Reyes! ¡Javier Salas! ¡Saquen a la gente que aún está
en el Edificio! ¡Los Policías se encargarán del Loco Arriaga!
Richard tomó el radio para responder a la orden el jefe Sosa.
— ¡Pero Jefe…! ¡Podemos detener al Loco Arriaga!
—¡No me contradiga, Reyes! ¡Le recuerdo que sólo es un
estudiante! ¡Yo soy el jefe y doy las órdenes! ¡¿Quedó claro?!
—Sí Jefe
—¡Evacúen a los empleados del edificio y formen un
perímetro!
—Entendido—dijo de nuevo Richard, colocó el radio de
vuelta en su lugar y Salas acercó la patrulla a la puerta del Edificio.
—Richard ¿Por qué siempre contradices al jefe? —preguntó
Salas.
—Podemos detener al Loco Arriaga
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VICTOR HUGO BARRERA
—Recuerda que el Loco Arriaga es el máximo criminal que ha

afectado a Hidalgo
—¿Y por eso debemos temerle? Somos policías, hacemos
cumplir la ley.
—Ese tipo no sólo está fuera de la ley. Está Loco
—Tienes tanto miedo de él como lo tiene el jefe Sosa.
—El Loco Arriaga ha matado sin sentir culpa.
—Pero nadie declara en su contra porque saben que compra a
los policías y tienen miedo a represalias.
—¿Crees que puedas detener al Loco Arriaga?
Richard observó sonriente a Salas.
—No creo. Lo voy a detener
Salas estacionó la patrulla frente a la puerta del Edificio.
—Llegamos—dijo Salas para luego, junto con Richard, bajar
de la patrulla colocándose el chaleco antibalas y el casco.
—Sé que cumples tus objetivos, Richard. Pero ahora obedece
al jefe Sosa por favor.
Richard y Salas entraron al edificio después de colocarse el
chaleco y el casco. Richard se mostraba pensativo al ver a los
empleados correr aterrados.
—Los policías no serán suficientes para detener al Loco
Arriaga—dijo Richard nostálgico.
Más Helicópteros de la policía y patrullas rodeaban el edificio
corporativo YCF formando el perímetro solicitado por el Jefe
Sosa.
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Mientras tanto, en el interior del Edificio; los estudiantes de

Policía Javier Salas, Omar Cerda, Pablo Núñez y Richard Reyes,
terminaban de evacuar a los empleados.
—¡Salgan! ¡Salgan rápido! ¡Salgan! —pedía Richard a los
empleados, quienes salían corriendo amontonándose en la entrada,
una secretaria venía corriendo desesperada y cayó entre la
multitud, Richard entró entre la Gente y levantó a la secretaria—
¿Está bien?
—Sí, Gracias. El Loco Arriaga está en el último piso, tiene al
presidente de la Empresa.
—Salga por favor. Nos encargaremos.
La secretaria salió del Edificio y Richard caminó hacia las
escaleras.
En la oficina de Álvaro, el Loco Arriaga disparó hacia la
ventana destruyéndola. Después miró por el agujero observando
el Helicóptero que lo alumbraba.
—¡Manos a la cabeza, Arriaga! —dijo el jefe Sosa por el
Altavoz.
El Loco Arriaga disparó hacia el helicóptero.
— ¡Como diga, jefe!
Los disparos impactaron la cabina del Helicóptero hiriendo al
Piloto. El helicóptero comenzó a descender y el jefe Sosa hablaba
desesperado por radio.
—¡Evacúen las calles! ¡Vamos a caer! ¡Evacúen las calles!
¡Vamos a caer!
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VICTOR HUGO BARRERA
El helicóptero cayó sobre la calle destruyendo algunos

vehículos y asustando a muchas personas.
El Loco Arriaga observaba sonriente el helicóptero caer.
— ¡¿No dijo dispara sobre mi cabeza?!
El helicóptero se deslizaba por la calle destruyendo todo lo que
se cruzaba a su paso.
El jefe Sosa saltó del helicóptero mirando cómo el vehículo se
impactaba contra un camión de gas. Luego, observaba tirado y
lastimado cómo explotaba el helicóptero.
En el edificio YCF; Salas y Richard evacuaban a los empleados
que aún permanecían en el interior.
—¡Salgan rápido y con cuidado! —pedía Salas.
—¡De prisa! ¡Afuera todos! —ordenaba Richard a los
empleados que venían bajando las escaleras.
El radio de Salas sonó, Salas sacó su radio y recibió la
comunicación.
— ¡¿Qué?!... ¡¿Cómo pasó?!... ¡Vamos para allá!
Salas se acercó a Richard.
—Richard, el helicóptero del jefe fue derribado.
Richard le mostró a Salas que faltaban empleados por salir.
—Aún faltan empleados por salir.
Salas corrió a la puerta del edificio.
—Ayúdalos a salir tú. Yo iré a ayudar al jefe.
Richard miró al ascensor y corrió hacia éste, entró al ascensor
observando a dos empleados más en el interior del mismo.
26
—¡Salgan inmediatamente! ¡Luego vayan a la ambulancia!

¡Rápido!
Los empleados asintieron y corrieron hacia la puerta del
Edificio.
Afuera del edificio, el jefe de la policía, Claudio Sosa, llegaba
caminando como podía mientras un paramédico trataba de
auxiliarlo. Salas salió corriendo y el jefe Sosa se acercó a él.
—Oficial Salas ¿Por qué tardan tanto en evacuar?
—Había personas en una reunión, no escucharon la alarma,
Jefe. Tuvimos que entrar por ellos. Me sorprende verlo de pie a
pesar de la Caída.
—Un buen policía sabe levantarse de cualquier caída. Por más alta que ésta
haya sido.
—Pues ahora tendremos que levantarnos de esta situación.
Simón El Loco Arriaga secuestró al presidente de YFC, está en el
último piso. Pide $100, 000, 000
—Obviamente, no le daremos nada.
Los oficiales Cerda y Núñez se acercaron al jefe Sosa.
—Oficiales Cerda y Núñez reportando: Edificio evacuado,
jefe—reportó Cerda.
— ¿Dónde está Reyes? —preguntó el jefe.
—Entró por una mujer que se lastimó, pero no lo vi salir—
respondió Núñez.
—¡Demonios! Ese chico me va a matar de un coraje, siempre
desobedece mis órdenes.
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VICTOR HUGO BARRERA
—Con el debido respeto, jefe; Richard Reyes anhela tanto

como nosotros capturar al Loco Arriaga—dijo Salas.
—Oficial Salas, Simón Arriaga le hace honor a su apodo, es un
loco, un enfermo que tortura a sus víctimas. Y si queremos ver
que Reyes se gradúe de policía, debemos pedir más refuerzos.
Ahora la misión de rescate incluye a uno de los nuestros. Quiero
que rodeen todo el perímetro y que me traigan otro helicóptero.
—Sí, señor—respondió Salas.
En la oficina de Álvaro, el Loco Arriaga observaba por medio
de las cámaras de seguridad todo el edificio vacío.
—¿Por qué se fueron todos?
El Loco Arriaga se quedó pensando unos segundos.
—No debí derribar ese helicóptero—dijo en sus pensamientos.
El Loco Arriaga caminó hacia Álvaro dándole la espalda a las
pantallas de seguridad donde se podía observar a Richard subir
por el ascensor.
—¿De qué sirve matar a alguien si nadie te ve?
El Loco Arriaga escuchó ruidos afuera de la oficina.
—¿Qué fue eso?
El Loco Arriaga observó a la secretaria correr hacia el ascensor,
el Loco le disparó en una pierna a la secretaria provocando que
ésta cayera el piso.
El Loco Arriaga se acercó a la secretaria tomándola de los
cabellos y llevándola de vuelta a la oficina.
—No te vayas. Tienes algo que ver.
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Dos helicópteros rodearon el techo del edificio alumbrando el

último piso.
El Loco Arriaga soltó a la secretaria y observó por la ventana
los helicópteros y cómo llegaban más patrullas. El Loco se alejó de
la ventana y se acercó a Álvaro Pérez, quien seguía atado de pies y
manos a una silla con una venda en la boca.
—La policía cree que sus refuerzos podrán detenerme. Lo que
no saben es que si no me dan esos $100, 000,000, tú, Álvaro
Pérez, presidente de YCF, morirás con todo tu dinero.
El Loco le puso un cuchillo a Álvaro en el cuello.
—De hecho, aunque me den el dinero no te dejaré ir. Te
preguntarás ¿Por qué? Digamos que quería encontrar al
responsable de la muerte de la mujer que amaba. Y ya lo encontré.
Richard llegó por detrás y le apuntó con su arma al Loco.
—¡Manos arriba, Arriaga! ¡Baja tu arma! ¡Quedas arrestado!
El Loco volteó y observó a Richard.
—Otro estudiante de policía. ¿Qué no entienden que ya
mandé al hospital a muchos?—El Loco miró fijamente a Richard
reconociéndolo—Pero tú y yo ya nos habíamos conocido.
Richard disparó y el tiro impactó el piso cerca del Loco.
—¡Por última vez, baja el arma, Arriaga!
—Debiste haberme dado con esa bala.
El Loco lanzó el cuchillo tirándole su pistola a Richard y
cortándolo en la mano, Richard se dolió, el Loco corrió, se arrojó
sobre Richard tirándolo al piso.
29
VICTOR HUGO BARRERA
—Eres valiente
El Loco le dio dos cabezazos a Richard, cuando le quiso dar el
tercero, Richard puso su frente y el Loco se golpeó en la nariz, el
Loco soltó a Richard y caminó hacia la luz observando que
sangraba de la nariz.
—Esto te costará caro
El Loco volteó buscando a Richard con la mirada, pero no lo
encontró.
—¿A dónde se fue?
Richard salió de la oscuridad y le dio una patada en la nariz al
Loco, luego le tiró un puñetazo, pero el Loco le detuvo el golpe y
le dio un trancazo en el pecho tirando a Richard y tirándole el
casco. El Loco levantó su cuchillo, tomó a Álvaro Pérez y lo llevó
hacia la ventana, Richard se dolía en el piso, el Loco pateó
fuertemente el escritorio enviándolo hacia la ventana y
rompiéndola, luego, puso a Álvaro en el borde de la ventana y
observó que un helicóptero lo alumbraba.
Desde el helicóptero, el jefe Sosa observaba asustado al Loco
con Álvaro en la orilla de la ventana. El jefe tomó el altavoz y le
habló por éste al Loco.
—¡Suelta al rehén Arriaga! ¡Tenemos tu dinero!
El Loco observó incrédulo hacia el helicóptero, luego volteó y
le habló a Richard.
—Tus amigos creen que soy tonto, pero no. Estaré Loco,
pero nunca tonto.
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El Loco hincó a Álvaro mientras le seguía hablando a Richard.

—Dime policía ¿Cómo lo salvarás? Estás muy lejos El Loco
levantó su chuchillo para enterrárselo a Álvaro, Richard se logró
hincar, sacó la pistola de su bota y le disparó al Loco tirándole el
chuchillo, luego, Richard se levantó como pudo y le disparó al
Loco en una pierna y luego en el costado derecho, El Loco perdió
el equilibrio y cayó por la ventana.
Richard se acercó a la secretaria, quien estaba herida y llorando.
—Tranquila. La sacaré de aquí
Richard sacó su radio para comunicarse con el jefe Sosa.
—Oficial Reyes a jefe Sosa. Estoy con una rehén en el último
piso del edificio. Solicito refuerzos. Repito, solicito refuerzos.
Richard corrió y se acercó a Álvaro parándose en la orilla, le
quitó la venda de la boca y lo desató, Álvaro abrazó efusivamente
a Richard.
—Gracias, muchas gracias.
—Ya tranquilo, todo acabó. En un par de horas estará en casa.
Richard se comunicó por radio con el jefe Sosa.
—Habla de nuevo el Oficial Richard Reyes, tengo al civil
secuestrado, repito, tengo al civil.
Mientras Richard estaba con Álvaro, el Loco estaba
sosteniéndose de la orilla de la ventana, después, el Loco jaló a
Richard del pie y lo tiró por la ventana.
—¡Oficial Reyes! —gritó Álvaro y luego corrió a la orilla de la
ventana.
31
VICTOR HUGO BARRERA
Álvaro observaba desde la orilla que Richard se sostenía de los

pies del Loco, pues ambos quedaron colgados de la cornisa.
El jefe Sosa observaba todo desde el helicóptero y alertó al
resto de los policías por radio.
—¡Oficial Salas! ¡Envíen a un helicóptero para ayudar al Oficial
Reyes y capturar al Loco Arriaga!
El Loco comenzaba a resbalarse de la orilla de la ventana. El
Loco miraba hacia abajo hablándole a Richard.
—Mira policía, vamos a caer ¿Creíste que me habías vencido?
Nadie puede hacerlo. Pero tú sólo eres un estudiante de policía.
Eres un Don nadie y ya quieres detenerme. Aunque… debo
reconocer que tú no me temes. ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no me
temes?!
Un helicóptero se acercó alumbrando a Richard y al Loco
Arriaga. —Porque eres como todos los criminales. Un cobarde.
Y no cantes victoria, te detendré pase lo que pase—dijo Richard,
luego, observó una cornisa cerca de él y trataba de acercarse, El
Loco se dio cuenta de eso y comenzó a hablar de nuevo.
—¿Crees que soy cobarde? Te demostraré que no lo soy. Pero
primero despídete de tus amigos policías que tratan de rescatarte.
Richard escuchó preocupado un estruendo que provenía del
interior del edificio.
Una bomba que estaba sobre los cables del ascensor explotó
rompiendo los cables. El ascensor cayó.
32
Dentro del ascensor, varios policías que iban a apoyar a

Richard, se asustaron al sentir que iban cayendo.
—¡¿Qué rayos pasó?!
—¡Estamos cayendo!
Los policías escucharon el contador en reversa de un
detonador.
—¡Dios mío!
El elevador explotó mientras iba cayendo.
La explosión destruyó parte del edificio, la gente que estaba a
las afueras corría asustada.
El jefe Sosa observaba la explosión desde el helicóptero.
—Este sí está Loco.
El Loco Arriaga se reía mientras seguía sosteniéndose de la
orilla de la ventana y Richard seguía sujetándose de sus pies y
piernas.
—¿Aún crees que soy cobarde? Mira esto. Diles adiós a los
refuerzos que están en las escaleras.
Una bomba explotó debajo de las escaleras que llevaban al
último piso del edificio.
Las escaleras fueron destruidas por la explosión y los policías
que iban subiendo salieron volando.
Varios cuerpos de policías cayeron hasta el último piso.
En las escaleras de todos los pisos del edificio explotaron
bombas.
33
VICTOR HUGO BARRERA
Partes del edificio fueron destruidas por las explosiones, la

gente y los policías que estaban afuera corrieron asustados.
Salas, Cerda y Núñez se acercaron al edificio luego de la
explosión. Salas tomó su radio y se comunicó con el jefe Sosa.
—Dejó fuera de combate a los refuerzos—dijo preocupado
Salas.
—Quiere pelear uno a uno contra Richard.
—Debemos ayudarlo, jefe. No resistirá mucho allá arriba.
—¿Tienen las sogas gancho? ¡Pues láncenlas!
Salas les dio la indicación a Núñez y Cerda, éstos sacaron los
ganchos y los lanzaron hacia el último piso del edificio YCF.
Richard soltó una pierna del Loco y sacó de su chaleco un
gancho, luego, se balanceó y se arrojó hacia la cornisa atorando su
soga gancho de un pedazo de vidrio de la orilla y sujetándose de la
soga. Richard se mostró orgulloso de sí mismo, pero de pronto,
sintió que alguien sujetaba sus piernas, Richard miró hacia abajo
viendo al Loco sujetar sus piernas.
—No te librarás de mí.
Álvaro se asomó por el agujero de la ventana observando a
Richard y al Loco colgar de la cornisa.
—¡Jale la soga, Sr. Pérez! —pedía Richard.
El Loco Arriaga observaba a Álvaro, sujetado de la pierna de
Richard.
—¡No lo haga, Sr. Pérez! ¡Cuando me salve, yo lo mataré!
34
Los Estudiantes de Policía Cerda y Núñez se acercaron a

Richard y al Loco Arriaga por medio de la soga gancho.
—¡Sujétate bien, Richard! —pidió Núñez.
—¡Te ayudaremos! —completó Cerda.
Álvaro observaba nervioso a Cerda y Núñez.
—Si lo rescatan, también rescatarán al Loco Arriaga
El Loco Arriaga escaló el cuerpo de Richard sujetándolo del
cuello.
— ¿Lo ves, Richard? No te ayudarán. Perdiste
Álvaro observaba cómo el Loco Arriaga sujetaba a Richard
para subir de nuevo al edificio.
—¡Dispárenle! ¡Mátenlo! —pedía desesperado Álvaro.
Núñez y Cerda observaron al Loco Arriaga sujetando a
Richard. —Si disparamos heriremos a Richard—dijo
preocupado Núñez.
Richard observaba el reflejo del Loco Arriaga en el vidrio del
Edificio, pensó un poco y luego habló sonriente.
—No. Tú perdiste. No dejaré que lastimes a nadie más.
Richard cerró los ojos y soltó la soga ante la mirada incrédula
del Loco Arriaga.
—¡Se cayeron! —gritó Cerda desde la soga.
—¡Richard!—gritó asustado Salas desde abajo mientras
observaba cómo Richard y el Loco caían desde 10 pisos de
altura— ¡Noooooooooooooooo!
Richard y el Loco Arriaga caían del edificio de 10 pisos.
35
VICTOR HUGO BARRERA
El jefe Sosa, desde el helicóptero, observaba a Richard y al

Loco Arriaga caer.
—¡Se soltó!—gritó incrédulo el Jefe Sosa e inmediatamente
ordenó al Piloto del helicóptero descender.
Richard cayó sobre el techo de un auto, que había sido
afectado por la explosión, destruyéndolo completamente.
El Loco Arriaga cayó sobre la calle.
Paramédicos y policías se acercaron corriendo a Richard.
Salas llegó corriendo observando desesperado a Richard sobre
el auto.
—¡Un médico! ¡Un médico! —pedía Salas.
El Loco Arriaga despertó y tomó un pedazo de vidrio del piso.
El jefe Sosa llegó corriendo y le puso la pistola en la cabeza al
Loco Arriaga.
—Ni lo intentes o te vuelo la cabeza
El Loco Arriaga fue esposado por el jefe Sosa.
—Al fin logró atraparme, jefe Sosa.
—Yo no te detuve. Lo hizo el estudiante de policía Richard
Reyes.
El jefe Sosa volteó y miró con lágrimas en los ojos a Richard
ser subido a la ambulancia en camilla por los paramédicos.
El Loco Arriaga, en cambio, era subido, en camilla, a una
camioneta de la policía.
36
III
En una bodega cerca del Aeropuerto Internacional, había cuatro hombres
sentados en una mesa, de un lado; un Anciano, vestido con una gabardina negra
y un sombrero que le cubría los ojos y cuyo nombre clave era Rayón, mostraba un
portafolio con dinero a tres gánsteres.
—Son $4, 000, 000—dijo Rayón
Los tres Gánsteres le mostraban un portafolio con armas de pequeño
tamaño, pero de gran calibre al anciano.
—Aquí tienes las armas más destructivas de todo México—dijo el líder de
los Gánsteres.
— ¿Tiene algo que decir, Sr. Rayón?—preguntó el Segundo al mando.
El Anciano se puso de pie y observó sonriente a los tres gánsteres.
—Están arrestados
El anciano arrojó su sombrero y quitó la gabardina mostrando su verdadera
identidad; Force, un policía vestido con chamarra negra, pantalón azul y botas
negras, además de usar lentes Ray Ban.
Force tomó dos armas del portafolio y con ellas les apuntó a los tres gánsteres.
— ¡Es Force!—gritaron al unísono los tres.
Force les disparó a los gánsteres hiriéndolos en las piernas.
La policía entró al lugar apuntándoles a los gánsteres con sus armas.
— ¡No se muevan!
—¡Los tenemos rodeados!
Force observaba sonriente a los policías.
37
VICTOR HUGO BARRERA
—Descuiden, tengo todo controlado

El Jefe de policía se acercó a Force dándole la mano en señal de
agradecimiento.
—Buen trabajo, Force
—Gracias, Jefe—Force estrechó la mano del Jefe de Policía.
Richard leía la historieta de Force sentado en la patrulla, Salas le gritó en el
oído a su compañero.
— ¡Richard!
Richard reaccionó mirando molesto a Salas.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas?
Salas observaba a Richard mientras conducía la patrulla hacia el lugar
donde les habían reportado por el radio que había sucedido una explosión.
—Hubo una explosión en el Restaurante Bar Don Horacio 1927.
Vamos para allá.
Salas observaba molesto la historieta de Force en las manos de Richard.
—Tienes 25 años y sigues leyendo historietas
—Y tú tienes 30 y lees libros sobre un niño mago...—Richard le mostraba
la historieta de Force a Salas. —... Además, es Force. Un policía como no lo
hay actualmente.
—No me digas que quieres ser como Force
—Y ¿Por qué no?
Salas observó que Richard estaba leyendo de nuevo la historieta.
—Porque las historietas llevan a la gente a hacer cosas de las que después se
arrepienten
38
La patrulla se estacionaba afuera del callejón donde el Loco Arriaga la

apuntaba con su arma a Álvaro Pérez.
—¡Llegamos! —dijo Salas y junto con Richard miró preocupado al Loco
tratar de matar a Álvaro, Richard tomó su arma y bajó corriendo del vehículo
para ayudar a Álvaro.
En la ambulancia, Richard era atendido por los Paramédicos,

Salas estaba sentado junto a Richard, quien comenzó a reaccionar
ante los procedimientos de los Paramédicos. Richard miró a Salas
a pesar de que todo a su alrededor le daba vueltas.
—¿Javier? ¿Eres tú?
Un Paramédico le colocó el oxígeno a Richard y éste
observaba, acostado en la camilla y muy débil a Salas.
—No... Me... a.…rre...piento—Richard cerró los ojos y sus
signos vitales llegaron a cero.
Los paramédicos le dieron inmediatamente electroshocks a
Richard para revivirlo.
—¡Lo estamos perdiendo, una vez más!—dijo nervioso el
Paramédico.
En el Tribunal superior de Justicia del Estado de Hidalgo, el
Loco Arriaga estaba sentado en una silla de ruedas frente al Juez,
quien estaba leyendo la sentencia y las personas que asistieron
estaban puestas de pie.
—Simón Arriaga, mejor conocido como El Loco, se le
encuentra culpable en los delitos de robo a mano armada en
39
VICTOR HUGO BARRERA
múltiples ocasiones, homicidios y secuestros, siendo el más

reciente al empresario Álvaro Pérez. Además de ser culpable de
provocar la caída desde el décimo piso del Oficial Richard Reyes
dejándolo en el hospital con múltiples heridas. Se le condena a 320
años en prisión. En una celda de máxima seguridad. Caso
Cerrado.
El juez azotó su martillo y dos policías esposaron al Loco y lo
llevaban a su celda, en la silla de ruedas, pasando cerca del jefe Sosa
y Salas, quienes asistieron al juicio.
El Loco miró burlonamente al jefe Sosa y Salas.
—Salúdenme a Richard. Díganle que nunca volveré a caminar
gracias a él y que también esperaré su visita. Más le vale a Richard
morir en el hospital, porque si un día salgo de prisión me vengaré
de él.
Salas se acercó molesto al Loco Arriaga.
—¡Cierra la boca o te acabaré aquí mismo!
El Loco Arriaga miraba burlonamente a Salas.
—No, Oficial. El único que pudo conmigo está en el hospital
en este momento.
Los dos policías sacaron al Loco Arriaga de la corte, Salas y el
jefe Sosa lo observaron salir.
En el penal de Pachuca; el Loco Arriaga era puesto en una
celda con puerta metálica sin posibilidad de mirar al exterior ni
nadie del exterior podía mirar al interior de la celda. Los policías
aventaron al Loco de la silla de ruedas tirándolo al piso y mientras
40
el Loco se arrastraba buscando algo de qué sostenerse para

levantarse, los Policías salieron de la celda con la silla de ruedas y
cerraron la puerta.
El Loco miraba a su alrededor buscando algo para sostenerse
logrando ver unas muletas cerca del muro. El Loco se arrastró por
el piso de la celda hasta llegar al muro. Antes de sujetar una de las
muletas, el Loco escuchó una vez que provenía de la puerta de la
celda.
—El gran Simón Arriaga capturado por un simple estudiante
de policía.
El Loco volteó mirando desconcertado al Senador López en el
interior de la celda.
—¿Vino a burlarse de mí, Senador?
—Vine porque supe que querías encontrar el responsable de la
muerte de tu esposa e hijo. Y aquí estoy—El Senador se acercó al
Loco, que seguía en el piso.
El Loco miró incrédulo al Senador.
—Hacer ese tipo de declaraciones en un momento como este
no es bueno, Senador. Sabe bien que aún puedo…
—Si teniendo tus dos extremidades sanas no pudiste asesinar a
un Empresario, menos le harás daño a un Senador usando
muletas.
El Loco reaccionó de manera agresiva.
—¡¿Qué demonios quiere de mí?! ¡Si Usted mató a mi esposa
e hijo, también me envió a asesinar al que no lo hizo porque le
41
VICTOR HUGO BARRERA
estorbaba en su carrera política! ¡Ya perdí mis piernas, mi familia y

mi reputación del máximo criminal que haya azotado a este
Estado gracias a Usted! ¡¿Qué más quiere?!
—Quiero que sepas que Álvaro Pérez ayudará a Richard
Reyes a recuperarse. Y, aunque su método es más tardado que el
mío, eso puede traernos problemas a ambos en el futuro, Simón.
—¿Futuro? ¿En serio cree que tengo un futuro dentro de esta
celda? Míreme. No puedo ni siquiera ponerme en pie para
sostenerme con las muletas.
—No te prometo que volverás a caminar. Pero sí que un día
saldrás de aquí y te vengarás del hombre que te puso en prisión.
—¿Por qué es tan importante para Usted que yo tome
venganza de Richard Reyes?
—Créeme. Tus colegas del futuro compartirán pasillo contigo
gracias a Richard.
—¿Cómo sabe eso?
—Lo que importa ahora, Simón, es saber si cuento contigo—
El Senador López le estiró la mano al Loco Arriaga y éste observó
un anillo en el dedo medio del Senador con un símbolo parecido
a unas manos sosteniendo al mundo. El Loco estrechó la mano
del Senador y éste lo ayudó a levantarse para luego comenzar a
usar las muletas.
42
En el quirófano del Hospital General de Pachuca; el Médico

Cirujano plástico y reconstructivo operaba a Richard viendo la
severidad de sus lesiones.
—Tiene muchas fracturas—dijo el Médico a la Enfermera.
—Morirá si seguimos con la operación—comentó la
Enfermera.
De pronto, todos escucharon que la puerta del quirófano fue
abierta. Todos voltearon y miraron a Álvaro Pérez junto a tres
personas vestidas cómo Médicos, pero cubiertos sus rostros con
máscaras del teatro griego.
—¡No pueden estar aquí! ¡Estamos en medio de una
operación! ¡Salgan inmediatamente!
—Descuide, Doc. Los que saldrán de este lugar son
Ustedes—Álvaro sacó un arma y le disparó un dardo al Médico,
el dardo lo impactó a la altura del hombro.
—¡¿Pero ¡¿qué le suce…?!—el Médico cayó inconsciente al
piso. Los acompañantes de Álvaro dispararon dardos a todo el
equipo de enfermeras y otros Médicos que estaban apoyando en
la operación. Los dardos durmieron a todo el equipo y los tres
Médicos de Álvaro se acercaron a Richard y continuaron con la
operación revisando sus signos vitales.
—El paciente tiene severas fracturas y derrames internos
provocados por la caída.
43
VICTOR HUGO BARRERA
—Prepárenlo para administrarle el elemento en su sistema

nervioso. Una vez controlado, pasaremos a su sistema óseo.
Uno de los Médicos sacó una ampolleta con una sustancia de
color blanco en su interior y procedió a inyectársela a Richard.
En los pasillos del Hospital, El Jefe Sosa, Salas, los padres de
Richard y su novia Janet, esperaban ansiosos el resultado de la
operación. Uno de los Médicos salió sin máscara y todos los
familiares y amigos de Richard corrieron hacia él.
—¿Cómo está Richard, Doctor? —preguntó el Padre.
—Logramos estabilizar sus sistemas nervioso y óseo. Las
heridas tanto internas como externas no empeorarán. Pero tardará
mucho tiempo para que sanen.
—¿Qué está diciendo, Doctor? ¿Ya no se puede hacer nada
por mi hijo?—preguntó triste la Madre.
—Claro que se puede hacer algo. Sólo que se requiere de un
sacrificio para Ustedes. Hay un procedimiento médico piloto que
ya se está realizando en la Universidad de Hidalgo. Consiste en
colocar al paciente en una cámara criogénica donde se le congelará
sin llegar al punto cero, para que así sus músculos y huesos no
sufran más daño. De ahí se le pondrá en una gaveta que analizará
las lesiones y sugerirá los procedimientos médicos para la cura.
—¿Cuánto tiempo permanecerá nuestro hijo congelado?—
preguntó intrigado el Padre.
—Su hijo está muy lastimado, requerirá de diez o veinte años
para sanar.
44
Los padres y Janet se entristecieron al escuchar el pronóstico,

los tres se abrazaron y comenzaron a llorar.
— ¡Nooooooo! ¡¿Por qué a mi hijo?!
—Es lo único que nos queda. De lo contrario, Richard
morirá—dijo el Médico tratando de animar a los Padres a
consentir el procedimiento.
En un Laboratorio de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Hidalgo; Richard era colocado en una cámara
criogénica, luego, Richard fue congelado y de ahí las máquinas
colocaron la cámara criogénica en una gaveta.
Una computadora analizaba el Estado físico de Richard
pasando el escáner sobre su cuerpo congelado.
Salas y el jefe Sosa observaban a Richard estar congelado
dentro de la cámara criogénica que estaba dentro de la gaveta.
—¿Cómo está Richard? —preguntó Salas.
—Aún tiene múltiples derrames internos, los Médicos dicen
que vive de milagro, pero ni siquiera puede ponerse de pie. Lo que
me alegra es que el Loco Arriaga nunca volverá a caminar.
Aunque cumpla los 320 años en prisión, no podrá delinquir de
nuevo.
—Entonces ¿Qué pasará con Richard? —preguntó de nuevo
Salas.
—Los Padres dieron el consentimiento. Creyeron en la palabra
de los Médicos cuando dijeron que, si lo congelaban, las heridas de
Richard no aumentarían y cuando la tecnología médica mexicana
45
VICTOR HUGO BARRERA
tenga los suficientes recursos para curarlo podrían descongelarlo,

curarlo y.… él volverá a ser como antes.
—Estoy consciente de que era la única esperanza que tenemos
de que Richard viva, pero hasta que existan los recursos para
traerlo de vuelta, Richard estará muerto para el resto de la
población.
—Sus padres tomaron una difícil decisión—comentó el jefe
Sosa.
Salas se acercó al tablero de la computadora de la gaveta para
observar el análisis.
—Sacrificaron el seguir viendo a su hijo ahora para que él
viviera después—dijo Salas.
—Me temo que nosotros también tendremos que tomar esa
opción. Es lo único que nos queda si queremos ver a Richard de
nuevo, aunque sea en nuestra vejez.
Salas observaba, con lágrimas en los ojos, los datos de la
computadora que mostraban el estado de Richard y la posible
fecha de descongelamiento que era hasta febrero de 2030.
—El único estudiante de policía que capturó al máximo villano
de Pachuca y, está congelado—comentó nostálgico el jefe Sosa.
—Es un héroe sin reconocimiento.
El cuerpo congelado de Richard era colocado, por los
Médicos, en otra cámara criogénica para que el cuerpo se
mantuviera congelado por largo tiempo, luego, los Médicos
cerraron la cámara y salieron del laboratorio.
46
—Adiós, amigo. Siempre fuiste un héroe—dijo llorando Salas

para salir también, junto con el jefe Sosa, del Laboratorio.
47
48
IV
PACHUCA HIDALGO, MÉXICO
AÑO 2019
En el auditorio de la Universidad de Hidalgo, el científico
mexicano más destacado; Alan Félix, daba una conferencia a los
estudiantes de la Facultad de Ciencias y al público en general sobre el
tema de las armas y la tecnología, siendo asistido por algunos robots
que cuidaban una mesa donde Alan había puesto algunos de sus
prototipos militares.
—Es un placer para mí informarles que México es una potencia
mundial...—decía Alan mientras levantaba un pedazo de CAREL
sólido con sus manos y lo mostraba a la audiencia—...no sólo porque
en nuestro país se desarrolle un elemento único como el CAREL.
Alan Félix dejó el pedazo de CAREL sólido y luego mostró a la
audiencia un arma que dispara balas paralizantes.
—...sino que también tenemos con que pelear en la guerra contra
África.
Alan Félix disparó una bala paralizante hacia un robot que estaba
cerca de él al mismo tiempo que decía:
— ¡Observen!
La bala paralizante impactó al robot dándole una descarga
eléctrica y el Robot cayó paralizado.
Alan se acercó al robot paralizado tocándolo con sus pies y
mostrando a la audiencia que el robot no podía moverse.
49
VICTOR HUGO BARRERA
—¡He creado balas que paralizan con descargas eléctricas al

enemigo!
Alan dejó el arma sobre una mesa y tomó otra que dispara balas
explosivas.
— ¡Pero eso no es todo!
Alan disparó una bala explosiva a otro robot que estaba cerca de
él, la bala impactó al robot destruyendo parte de éste.
En el costado de la bala la audiencia podía observar un contador
en reversa con 30 segundos.
Al llegar el contador a cero, la bala explotó destruyendo al robot
por completo.
Alan dejó tranquilamente el arma en la mesa.
— ¡También fabrique balas explosivas!
Alan tomó otra arma que dispara balas de gas.
— ¡Y también...!
Alan disparó una bala de gas al techo del lugar, lo cual asustó a la
audiencia, la bala se incrustó en el techo para después comenzar a
despedir gas.
El sistema de ventilación del lugar absorbió el gas tranquilizando a
la audiencia.
Alan colocó de nuevo el arma en la mesa.
— ¡...balas de gas!
Alan mostraba a la audiencia un traje color verde.
—Pero no sólo fabriqué armas para nuestros soldados, sino
también les diseñé un traje.
50
Alan oprimió el cierre del traje.

—Un traje que se mimetiza con el ambiente
Alan mostró a la audiencia que el traje estaba mimetizándose con
el lugar.
—Así, nuestros soldados estarán realmente camuflajeados.
Alan tomó de la mesa otro traje color azul y activó su mecanismo.
—Pero también diseñé otro traje que repele la luz de los objetos.
Alan mostró a la audiencia un traje prácticamente invisible.
—Tendremos soldados prácticamente invisibles...
Alan mostró orgulloso ambos trajes a la audiencia.
—... y que además, son resistentes a los disparos láser.
Toda la audiencia se puso de pie y comenzó a aplaudirle a Alan
mientras éste comentó por el micrófono.
—El ejército mexicano será casi invencible
En ese momento, Agentes de la AFI entraron rompiendo las
ventanas del lugar.
Los Agentes de la AFI corrieron rápidamente rodeando el
auditorio y asustando a los estudiantes.
— ¡Que nadie se mueva!—ordenó uno de los Agentes.
— ¡Todos quédense donde están!—pidió también otro Agente.
Tres Agentes de la AFI rodearon a Alan Félix apuntándole con
sus armas.
— ¿Qué pasa?—dijo Alan asustado.
— ¡Alan Félix queda detenido!—dijo uno de los Agentes.
— ¡Nunca me detendrán!—gritó burlonamente Alan.
51
VICTOR HUGO BARRERA
Un Agente AFI le disparó a Alan, éste puso ambos trajes frente a

él como escudo y el disparo láser impactó uno de los trajes rebotando
e impactando al Agente AFI que disparó mientras Alan se echaba a
correr.
El tercer Agente AFI le disparó a Alan en el pie mientras éste
corría, Alan fue impactado por el láser y cayó arrojando los trajes
detrás del escenario.
Los tres Agentes AFI rodearon a Alan que estaba tirado y herido
en el pie derecho.
— ¡No te muevas o te vuelo la cabeza!—dijo el tercer Agente
AFI mientras el Agente que había sido impactado por el disparo
esposaba a Alan.
—¡Quedas arrestado por vender tus armas a sudafricanos en el
mercado negro!
Dos de los tres Agentes AFI llevaban a Alan afuera del auditorio
mientras el primer Agente AFI caminaba detrás apuntándole a Alan
con su arma.
— ¡Alan Félix se te acusa de traición a la patria!
Mientras tanto, los trajes estaban tirados detrás del escenario del
auditorio. El también científico y brazo derecho de Alan; Joaquín
Díaz, llegó caminando viendo sorprendido los trajes tirados.
—La policía capturó a Alan…—dijo Joaquín en sus pensamientos.
Luego, tomó los trajes, activó el mecanismo de ambos, los dobló
bien y los guardó en un portafolios que él traía y caminó hacia la
salida.
52
—...Pero nunca encontrarán los trajes—pensó de nuevo Joaquín.
53
54
EXPEDIENTE 2
“BIENVENIDO DE VUELTA, RICHARD”
55
56
V
En la celda de máxima seguridad del Penal de Pachuca; Simón
“El Loco” Arriaga ejercitaba sus brazos colgándose de dos barras
que el Senador López pidió que le pusieran en una de las paredes de
la celda, muy cerca del techo.
El ejercicio fortalecía los brazos del Loco, pero una caída sería fatal,
pues podría romperse ambas piernas sin siquiera sentirlo o peor aún,
caer de cabeza, lo cual representaría su fin.
Las puertas de la celda se abrieron automáticamente, El Loco
volteó y observó molesto que el Senador López entró con un
control remoto en la mano derecha y una tabletover1 en la mano
izquierda. Las puertas de la celda se cerraron automáticamente
mientras El Loco daba vuelta y quedaba colgando de las dos barras
viendo al Senador.
—Usted tiene algo en contra de mi rutina de ejercicios, Senador.
Siempre llega en el momento más inoportuno.
—No olvides que fui yo quien pidió al Gobierno que se te diera
un trato especial, Simón. Fui yo quien logró que se te apoyara
medicamente para que no envejezcas aquí dentro, a pesar de que ya
llevas 19 años encerrado y aunque tú te dejes esa horrible barba de
candado.
—¡Ah sí! Cómo olvidar sus grandes favores, Senador—El Loco
se columpió y se aventó hacia el frente cayendo a los pies del Senador
logrando poner sus manos antes de impactarse contra el piso,
57
VICTOR HUGO BARRERA
quedando en posición de lagartija. El Senador retrocedió asustado

mientras El Loco tomaba sus muletas que estaban en el piso, muy
cerca de él, y las usaba para ponerse de pie mientras el Senador
activaba su tabletover1.
—Supongo, que como cada semana, viene a ponerme al día en
cuanto a nuestro amado País, que se ha convertido en Potencia
Mundial, Senador.
—¿Aún crees que eres el mejor, Simón?—preguntó el Senador
mientras presionaba un botón de su control que proyectaba las
imágenes de su tabletover1 en una de las paredes.
—No lo creo. Lo soy, Senador. A pesar de mi discapacidad, soy
la peor pesadilla que la Policía de este Estado haya tenido.
—Es bueno que pienses así, Simón. Pero también tienes que
actualizarte en cuanto a las diversas maneras de delinquir y sobre todo, en
que no todos los criminales tuvieron un motivo de venganza como el
tuyo para salir a las calles y destruir a la Sociedad.
El Loco Arriaga cerró molesto su puño y miró fijamente al
Senador.
—¿Qué quiere mostrarme el día de hoy, Senador?
—Quiero que conozcas a los miembros de una pandilla.
—Sabe bien que trabajo solo.
—Estoy seguro que cambiarás de opinión una vez que conozcas
a… Los Escorpiones—el Senador oprimió un botón del control
remoto y en la pared apareció el siguiente apodo:
58
COTO
—Interesante nombre—dijo sarcásticamente El Loco Arriaga.

—No es un nombre, es un apodo que el mismo adoptó una
vez que…
En un jardín, un joven cortaba la hierba con unas tijeras mientras su
Abuelo lo observaba desde el interior de la casa.
—¡Así no se hace! ¡Muchacho estúpido!—gritó el Abuelo.
El joven seguía cortando el pasto mientras su Abuelo salía de la casa y se
acercaba a él.
—¡Estoy haciendo las cosas tal y como me dijo, Abuelo!—dijo el joven, pero
el Abuelo golpeó con su bastón al joven en la cara.
—¡No me contestes, imbécil!
El joven cayó al pasto por el golpe y el Abuelo lo escupió en la cara.
—¡Por favor Abuelo! ¡No!
El Abuelo golpeaba con su bastón al joven que estaba tirado.
—¡A ver si con esto entiendes!
El Joven detuvo el golpe del bastón de su Abuelo.
—¡Ya basta! ¡Se acabó!
El joven le quitó, muy enojado, el bastón a su Abuelo.
—¡No te atrevas muchacho insolente!
El Joven golpeó a su Abuelo en la cara con su bastón.
El Abuelo cayó desmayado y el joven lo observaba asustado luego de
descargar su furia.
—¡¿Qué hice?! ¡Me matará cuando despierte!
59
VICTOR HUGO BARRERA
El joven huía corriendo de la casa.

El Senador usó el control para cambiar la imagen de la pared y
apareció el siguiente apodo:
TOTIS
En una casa de nivel medio; Un papá metía a su hijo en un cuarto oscuro,
pues tenía que ir a trabajar y no tenía a nadie con quien dejar a su hijo.
—¡Papá, no me dejes aquí!—gritaba el niño.
—¡Tu madre me dejó y ahora ¿Tú me cuestionas?!
El papá dejaba al Niño en el cuarto cerrando la puerta.
—¡Te dejo encerrado porque sólo así estarás seguro!—dijo el Papá antes de
darse la media vuelta y caminar hacia la puerta de la casa.
El Niño golpeaba fuertemente con sus puños la puerta del cuarto oscuro.
—¡Papá! ¡No me dejes aquí solo!—el Niño comenzó a llorar— ¡Tengo
hambre y no tengo comida!
El Niño se hincó llorando recargado en la puerta.
De pronto, una rata salió del estante del cuarto oscuro tirando una ganzúa y
un juego de llaves al piso.
El niño observó impresionado la situación Tomó la ganzúa y las llaves
observando la puerta.
—Esto me da una idea—pensó el Niño.
El Niño trató de abrir la puerta usando la ganzúa y una de las llaves, al ver
que la puerta no se abrió, el Niño trató de nuevo de abrir la puerta usando la
ganzúa y otra llave.
60
El segundo intento había fallado también, entonces, el Niño miró el cuarto

oscuro, se llenó de coraje y trató de nuevo de abrir la puerta con la ganzúa y una
más de las llaves. El resultado fue impresionante, pues el Niño logró abrir la
puerta.
—Funcionó. Ahora ya no estaré encerrado—pensó emocionado el Niño
mientras salía del cuarto oscuro y veía su casa completamente sola.
El Senador miraba al Loco, quien veía fijamente las imágenes
de la pared, así que el Senador usó el control para cambiar la
imagen y apareció el siguiente apodo:
TROMPAS
Un niño jugaba con sus figuras de acción en el patio de su casa.
—Te venceré con mi súper fuerza.
De repente, el niño tomó un encendedor.
—Y yo te atacaré con mis llamas
El Niño quemó una figura de acción con el encendedor.
—¡Toma esto!
El Niño quemaba emocionado a las demás figuras de acción.
—¡Y Ustedes también tomen!
El Niño quemaba todos sus juguetes con el encendedor, de pronto, el Niño
vio un frasco con alcohol que estaba junto a una de sus figuras de acción. El niño
sonrió maliciosamente y comenzó a quemar, con el encendedor, el frasco con
alcohol.
El frasco explotó hiriendo al niño en la boca.
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VICTOR HUGO BARRERA
—¡Ayyyyyy!
El Papá del Niño salió molesto al patio al escuchar a su hijo gritar.
—¡Ayúdame Papá!
—¡Pero ¿Qué hiciste?!
El Papá del Niño observaba que su hijo tenía deformada parte de la boca.
—¡Mira nomás qué te hiciste! ¡Mocoso del demonio!
El Papá del Niño le dio una bofetada a éste.
—¡Ahora tendrás deforme la boca para siempre!
El Senador miraba al Loco sonreír luego de ver la historia de
“Trompas”, así que el Senador usó de nuevo el control para
cambiar la imagen de la pared y apareció el siguiente apodo:
TACHA
Una joven salía de terapia psiquiátrica junto con el Psiquiatra, la madre se
acercó a recibir a su hija.
—Su hija debe tomar anti depresivos por un mes—recetó el Psiquiatra a la
Madre.
—Sí, Doctor. Así se hará.
Días después, la Madre llamaba por video teléfono al Psiquiatra.
—¡Doctor, tengo un gran problema! ¡Mi hija está muy ansiosa!
El Psiquiatra observaba en la pantalla de su video teléfono a la Madre.
—Dele ansiolíticos y si la ve muy triste dele antidepresivos
La Madre trataba de darle las pastillas a la joven.
—¡No quiero eso!—decía la joven.
62
—Son órdenes del Doctor

La Joven observaba a su madre molesta con ella.
—¡Quieres matarme!
La Joven arrojó el frasco de pastillas hacia un frasco de agua.
—¡No lo permitiré!
El Frasco de pastillas impactó el frasco de agua rompiéndolo.
El Agua cayó en cables eléctricos provocando chispas, y las chispas provocaron
una pequeña explosión.
La Joven observaba feliz el fuego creado por la pequeña explosión mientras su
madre trataba de apagarlo.
—Esto sí me tranquiliza—dijo la joven mostrándose satisfecha por haber
provocado la explosión.
El Senador miraba al Loco negar con la cabeza luego de ver la
historia de “Tacha”, así que el Senador usó una vez más el control
para cambiar la imagen de la pared y apareció el siguiente apodo:
GOLFO
Un joven de complexión delgada, y su novia, caminaban por el parque. El joven
se mostraba intrigado y la novia algo nostálgica.
—Llevamos caminando más de dos horas. ¿Qué es lo que me quieres decir?
La novia observó triste a su pareja.
—Creo que debemos terminar
El Joven observó sorprendido a su novia.
—Pero ¿Por qué? ¿Qué hice mal?
63
VICTOR HUGO BARRERA
La novia miraba burlonamente a su pareja.

—Eres un chico maravilloso, pero hace dos años dejé al amor de mi vida y
nunca lo podré olvidar
La novia se alejaba del joven.
—Lo siento
El Joven observaba con lágrimas en los ojos a su novia irse.
—¡Me usaste! ¡Eres una vividora! ¡Vete! ¡No te necesito! ¡Te odio! ¡Maldita!
Días después, el Joven bebía alcohol y comía compulsivamente en su cuarto.
—Esto me hará olvidarla—pensaba el joven.
Días después, el Joven bebía botellas de tequila como si fueran agua.
Días después, el Joven se comía una pizza entera teniendo muchas cajas de pizza
a su alrededor, todas, listas para ser comidas por él en ese instante.
3 MESES DESPUÉS...
El Joven se observaba en el espejo viendo que estaba extremadamente gordo.
—¡¿Qué fue lo que me hice?!
El Loco sonreía burlonamente al ver la historia de “Golfo”.
—Imbécil—dijo en voz baja El Loco.
El Senador, por su parte, cambió la imagen de la pared y
64
OREJAS
En la sala de una casa, un Niño era acusado por su madre con su padre.
—¡Siempre se porta mal en la escuela! ¡Le pega a sus compañeros!
El Padre le jalaba fuertemente las orejas al Niño.
—¡Me voy un mes por motivos de trabajo y tú te portas mal!
El Padre golpeó con la hebilla del cinturón al Niño en la cara.
—¡Mocoso malcriado, toma esto!
El Niño cayó y el padre le seguía pegando con el cinturón.
— ¡Espero que con esto aprendas!
—¡Por favor no!—gritaba el Niño.
El Padre tomó parte de la comida caliente y se la arrojó con la cuchara al
niño en la cara, la comida le cayó al niño en una de las orejas quemándosela.
El Niño sintió tanto dolor que se desmayó, la Madre lo observó asustada
mientras el padre se ponía de nuevo el cinturón.
—¡¿Qué le hiciste?! ¡Lo mataste!
Horas más tarde, en el hospital, el Doctor hablaba con los padres del Niño.
—¿Cómo está el niño, Doctor?
—Tiene golpes severos pero se recuperará.
El Doctor observó preocupado a los padres.
—Sin embargo, me preocupan sus orejas, una de ellas está muy crecida...
Los Padres del Niño se miraron preocupados mientras el Doctor seguía
hablando.
—...como si alguien la jalara muy fuerte todos los días. Y su otra oreja, está
prácticamente quemada en el noventa por ciento.
65
VICTOR HUGO BARRERA
El Doctor entró al cuarto donde estaba el niño Orejas, los padres lo siguieron
preocupados.
—Le preguntaré—dijo el Doctor, pero los padres trataron de detenerlo.
—¡Espere Doctor!
El Doctor y los padres del niño observaron que el niño se había escapado por
la ventana.
—¡Se escapó!—gritó asustado el Doctor.
El Loco miraba molesto las imágenes de la historia del
“Orejas”.
El Senador cambió rápidamente la imagen de la pared y
CORTADO
Un niño comía en la mesa de su casa con sus papás.
—Qué rica está la comida, mamá—dijo el Niño.
—Gracias hijo
En ese momento, varios ladrones entraron a la casa rompiendo las ventanas.
Los ladrones golpearon a los papás y el niño corrió asustado a esconderse.
El Niño llamaba a la policía por computel.
—¡Por favor envíen una turbo—patrulla al número ocho de la calle
Revolución!
Los Policías Núñez y Cerda estaban acostados en los asientos de una
turbo—patrulla mientras escuchaban el mensaje de la computadora del vehículo.
66
—¡Necesitan una turbo—patrulla en el número ocho de la Calle

Revolución!
Núñez encendió la turbo—patrulla, Cerda lo miraba molesto.
—¿Qué hace, Oficial Núñez?
—Atiendo el llamado de auxilio, Oficial Cerda
Cerda apagó la turbo—patrulla observando a Núñez.
—Debe ser un niño jugando. Además el lugar de los hechos está muy cerca
de aquí.
Cerda se acostó de nuevo en su asiento.
—Llegaremos en un minuto con la velocidad turbo. Ahora descansa.
Una hora después, Núñez y Cerda entraron a la casa del niño observando
todo el lugar saqueado, a los padres muertos y al niño muy herido y con varias
cortadas en el cuerpo.
—¡Esto era una verdadera emergencia!—gritó Núñez.
Núñez tocó el cuello del niño para revisar sus signos vitales.
—¡El niño está vivo! ¡Llama a la turbo—ambulancia ahora!—ordenó
Núñez a Cerda.
El Loco miraba intrigado las imágenes de la historia de
“Cortado”, pues le recordaron la muerte de su esposa e hijo.
El Senador tuvo que cambiar inmediatamente la imagen de la
pared y apareció el siguiente apodo:
67
VICTOR HUGO BARRERA
PINO
En el cunero del hospital general, una enfermera sacaba de la cuna a un
hermoso bebé.
La enfermera le dio el bebé a un secuestrador.
—Aquí tiene. Un varón de dos días de nacido. Su madre murió luego del
parto.
El Secuestrador sujetaba al bebé y le daba a la enfermera $200, 000 en
efectivo.
—Y Usted tome estos $200, 000. Gracias por cooperar
El Secuestrador subió al bebé a un turbo—auto.
El turbo—auto viajaba a toda velocidad por la carretera.
Un coyote se atravesó a mitad de la carretera y el turbo—auto lo esquivó
impactándose contra un árbol.
El Coyote se acercó al vehículo en llamas observando al bebé llorando, sacó al
bebé mientras detrás de él el turbo—auto explotaba, después, llevó al bebé con
una familia de indigentes que vivían debajo de un puente y quienes recibieron
gustosos al niño.
El Senador miraba que El Loco se mostraba interesado en las
historias de los pandilleros, así que mostró en la pared las últimas
tres historias:
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RAZO
Un Sargento Estadounidense conducía su tanque de guerra hacia la frontera del
Estado de Florida.
—Reportándome desde la frontera del Estado de Florida y el Golfo de México
El Sargento observaba la pantalla de su radar.
—No hay señales de buques Sudafricanos
De pronto, el radar mostró la señal de una bomba, el Sargento observó
preocupado el radar.
—¡Esperen! ¡Tengo una señal que se dirige rápidamente hacia...!
La bomba explotó cerca del tanque arrojando el tanque al mar.
El tanque cayó en el mar siendo llevado por la corriente.
Días después, el Sargento salió del mar encontrándose en las costas del Puerto de
Veracruz.
—¿Dónde estoy?—el Sargento miraba atónito el lugar al que había llegado.
RATA
En el supermercado, una Niña caminaba junto con su mamá por la zona
de Frutas y Verduras.
—¿Qué vas a comprar Mamita?—preguntaba la Niña.
—Melones
La mamá se guardaba dos melones en el brassier, la niña observaba
sorprendida a su madre.
—¿Qué haces, mamá?
69
VICTOR HUGO BARRERA
La mamá le puso dos pequeños melones a la niña en el pecho.

—¡Eso es robar!—gritó la Niña.
La mamá le cerró la boca a su hija.
—¡Cállate! No es robar. Si no fuéramos tan pobres pagaríamos lo melones
La niña observaba confundida a su madre.
—Entonces ¿Robamos porque somos pobres?
—Sí. El Gobierno tiene la culpa
La mamá y la Niña caminaban a la salida con los melones escondidos en la
ropa.
—Si el gobierno no robara, nosotras tampoco lo haríamos—dijo la
Mamá.
La mamá y la niña salían del supermercado mostrándose ansiosas.
—Si alguien pregunta, eres una niña precoz.
La Niña asintió mostrándose avergonzada.
TECLAS
Una joven estaba trabajando en su computadora en un pequeño cuarto de
un edificio para jóvenes solteros.
La joven tecleaba accesando a la base de datos el Gobierno del Estado de
Hidalgo.
—Ahora, todos estarán a oscuras un rato.
La Joven desactivaba el sistema eléctrico de todo el Estado.
La ciudad de Pachuca se quedaba en ese momento sin luz.
La Joven llegaba a las afueras de un banco con su tabletover1 en la mano.
70
—Veamos si mi plan funcionó—pensó la joven y luego desactivó las

cerraduras de las puertas con su tabletover1.
Ya en el interior del banco, la Joven abría la puerta de la bóveda.
—Lo malo de sincronizar todo por Internet...
La Joven tomaba bolsas de dinero.
—...Es que yo puedo hacer fallar los sistemas.
Las imágenes dejaron de transcurrir en la pared de la celda, El
Loco miró molesto al Senador.
—¿Para esto interrumpió mi rutina de ejercicios, Senador?
—¿Acaso no viste la historia de vida de esos pandilleros?
Tienen lo que se necesita para ser los máximos criminales…
—Ninguno está a mi nivel, si es lo que quiere escuchar—dijo
El Loco dándole la espalda al Senador.
—¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera los has visto entrar en
acción.
—No necesito hacer eso. Como le dije al principio, trabajo
solo.
El Senador apagó molesto su tabletover1 y caminó a las puertas
de la celda.
—Tienes razón. Eres feliz solo. Y solo te quedarás hasta que
cumplas tu condena. Si ya pasaste 19 años aquí dentro, bien
podrás pasar los 301 faltantes. Qué te vaya bien, Simón Arriaga.
Las puertas de la celda se abrieron automáticamente y el Senador
salió molesto, luego, las puertas se cerraron automáticamente.
71
VICTOR HUGO BARRERA
El Loco levantó la manga de su playera viendo el tatuaje con

forma de dos letras “R” pegadas, una a la derecha y una a la
izquierda.
—No necesito su ayuda para salir de aquí, Senador. Y mucho
menos necesito su ayuda para vengarme del que me puso en esta
celda—El Loco apretó fuertemente su puño mientras miraba las
dos letras “R” de su tatuaje.
AÑO 2030
En una Agencia de Turbo—motocicletas; El Teniente Salas
llegaba a bordo de su turbo—patrulla, Salas bajó del vehículo y
entró al lugar siendo recibido por Núñez y Cerda.
—Teniente Salas, tenemos un...
—Adivinaré, lo mismo que hace dos días...—Salas sacó su
virtualtabletover1 y proyectó imágenes de la cámara de seguridad que
mostraban a Coto entrar rompiendo las ventanas del techo de la
agencia con su Cotonete gigante, luego, golpeó con el mismo a los
vigilantes para después amarrarlos con cuerdas láser.
—...El mismo modus operandi; el ladrón entró rompiendo las
ventanas, golpeó a los vigilantes y los ató de pies y manos y les
vendó los ojos para que no vieran lo que hacía...
Salas, junto con Núñez y Cerda observaron a los vigilantes
atados a una columna del lugar y con los ojos vendados.
72
—...y robó 3 turbo—motocicletas que pueden conducirse a

control remoto.
Núñez observaba asustado al Teniente Salas.
—¡El ladrón golpeó a los vigilantes con un...!
—¡Cotonete gigante!—interrumpió Salas—Me preocupa más
que el ladrón está cambiando de giro.
Salas observó de nuevo las imágenes de las cámaras de
seguridad donde se muestra a Coto robando.
—Primero robó un banco. Luego una joyería y ahora una
agencia de turbo—motos.
—Debe ser un traidor que no está de acuerdo con la guerra
contra África—dijo molesto el Policía Cerda.
—¡Qué poco imaginativo eres! Este ladrón robó eso porque
su carrera delictiva apenas comienza...—respondió Salas
regañando a Cerda y Núñez—...Pero no atacará solo. Busca
formar una pandilla
Salas observaba en el piso un volante 3D con las siguientes
palabras: “SI DESEAS FORMAR PARTE DE UNA
AGRUPACIÓN CRIMINAL, VEN CONMIGO. COTO”.
Salas recogió el volante 3D y lo leyó mostrándose muy
preocupado.
—Y ya comenzó su reclutamiento
73
VICTOR HUGO BARRERA
En un callejón oscuro, Coto recibía la visita de Totis, Golfo,

Trompas, Tacha, Orejas, Cortado, Pino, Razo, Rata y Teclas.
Coto miró emocionado a los Pandilleros y se acercó a recibirlos.
— ¡Bienvenidos a su nuevo hogar!
Coto le dio una llave láser universal y una ganzúa a Totis.
—¡Todos tenemos una historia cruel que contar!
Después le dio un aerosol y un encendedor a Trompas.
—¡La sociedad nos rechazó!
Luego le dio un frasco de pastillas y un paquete con plástico C4
a Tacha.
—¡Nos expulsaron de sus dominios!
Orejas sujetó su cinturón gigante, Cortado presionó el mango
de su espada de mercurio, Pino tomó sus cadenas de mercurio.
—¡Tardé 8 años para encontrarlos! ¡Pero gracias a un informante
pude hallarlos, mis hermanos! ¡Y ahora nosotros expulsaremos a
esas personas de sus casas, de sus negocios, de su trabajo!
Razo tomó su marro hecho de CAREL y su escudo de
mercurio, Teclas mostró su virtualtabletover1 y computel.
—¡La ciudad de Pachuca sufrirá! ¡Porque nosotros la haremos
sufrir!
Coto le cortó el cabello a Pino con una máquina láser,
haciéndole un corte donde sólo quedara cabello en el centro de la
cabeza y lo demás quedaba sin nada. Mismo corte que Coto ya se
había hecho el mismo.
—¡Olviden los nombres que una vez tuvieron!
74
Coto le tatuaba, con un láser, un escorpión a Rata en el brazo

derecho.
—¡Olviden de dónde vienen!
El Jefe de la Pandilla levantaba su cotonete gigante frente a los
demás Escorpiones.
—¡A partir de hoy nos conocerán como...!
Los Escorpiones aparecieron parados junto a sus turbo—
motos a la entrada del callejón mientras el resto de las personas
corrían asustados al ver a los pandilleros.
—¡...Los Escorpiones!
Todos los Escorpiones y Coto levantaron su brazo derecho y
gritaron atemorizando a la gente.
75
76
VI
En una noche tranquila, en el Centro de Convenciones de
Pachuca, El Jefe de Policía Claudio Sosa inauguraba la convención
de Seguridad Pública hablándole a la audiencia por el micrófono
desde el escenario.
—¡Buenas noches Damas y Caballeros! ¡Como Jefe de Policía,
es un gusto informarles que a partir de hoy no sólo podrán usar
turbo—autos como vehículo de transporte! ¡Sino también, existirá
una cerca láser de seguridad rodeando la carretera y las calles,
impidiendo que cualquier Ser Humano pase cerca de los turbo—
vehículos y así se vea obligado a usar el Puente Peatonal! ¡Eso significa
que los accidentes peatonales disminuirán considerablemente hasta
que un día lleguen a cero!
La Audiencia comenzó a aplaudir fuertemente mientras el Jefe
Sosa hablaba de nuevo por el micrófono.
—¡Ahora cedo el micrófono al hombre que hizo posible todo
esto! ¡El Candidato a Gobernador; Paulo López!
Paulo López se puso de pie mientras la Audiencia aplaudía,
caminó hacia el escenario, saludó de mano al Jefe Sosa y tomó el
micrófono para hablar.
—¡Gracias por estar aquí esta noche! ¡Pero YCF hizo posibles
que la tecnología turbo llegara a Hidalgo y no sólo eso, sino que
mejoró del tal forma los prototipos que en el pasado se
conocieron como drones para que hoy tengamos dos de ellos con
77
VICTOR HUGO BARRERA
forma de vehículos a escala de un turbo—helicóptero de la policía

y una turbo—camioneta de bomberos para que el Departamento
de policía los use como rastreadores y apoyo a los Policías
humanos!
La audiencia observó admirada los vehículos a escala
mostrados por Paulo López, la audiencia aplaudió de nuevo y
López comenzó a hablar por el micrófono.
—¡Pero también…! ¡Desarrollaron el diseño de Alan Félix de
un traje de policía hecho totalmente de CAREL!
Hilary, la hija de Paulo, quien estaba como Edecán en el
evento, se acercó al Jefe Sosa y le entregó el traje.
—¡Hago entrega de los vehículos y el traje al Jefe de Policía;
Claudio Sosa!
La Audiencia aplaudía mientras Hilary tomaba los vehículos a
escala y los entregaba también al Jefe Sosa. El Jefe mostró los
vehículos y el traje a los Reporteros, quienes tomaron muchas
fotos 3D.
Paulo López habló por el micrófono mientras Hilary llevaba al
Jefe Sosa a la parte trasera del escenario.
—¡Y también…! ¡Hago entrega de las llaves del primer
turbo—auto de Hidalgo a la Señorita Nicole Anderson!
Hilary llegó con las llaves láser en la mano, Nicole pasó al
escenario y Hilary le entregó las llaves láser a Nicole mientras los
Reporteros tomaban fotos 3D y Paulo López seguía hablando
por el micrófono.
78
—¡Vale la pena recalcar que Nicole Anderson pertenece a la

familia más importante de Hidalgo y es amiga de mi hija Hilary!
Muchas personas de la Audiencia rieron.
De pronto, una bomba explotó en el escenario haciendo un
agujero, volando por los aires a Paulo López, al Jefe Sosa, Hilary y
Nicole.
Los 11 miembros de los Escorpiones salieron del agujero del
escenario mirando a la Audiencia que estaba muy asustada.
—¡Buenas noches! ¡¿Llegamos tarde?!—dijo sarcásticamente el
Jefe Coto.
El Teniente Salas junto con los Policías Núñez, Cerda y otros
policías humanos cubrieron a la gente de la Audiencia
apuntándoles a los Escorpiones con sus armas.
—¡Manos sobre la cabeza!—ordenó Salas.
Coto y los demás Escorpiones se acercaron a los policías.
—¡Teclas, Rata y Totis, vayan por el turbo—auto!—ordenó el
Jefe.
El Teniente Salas y los policías les dispararon a los Escorpiones
luego de recibir la orden de Salas.
—¡Dispárenles!
Razo activó su escudo de mercurio cubriendo a todos los
Escorpiones, los disparos láser impactaron el escudo marcándolo
pero no traspasándolo.
Trompas usó su encendedor y aerosol para crear una llama
gigante y dirigirla a los policías.
79
VICTOR HUGO BARRERA
—¡Traguen fuego!
La llama gigante arrojó a los policías contra el piso
quemándolos.
Los policías daban vueltas en el piso para apagarse la ropa.
Orejas usó su cinturón gigante para tirarles sus armas a los
policías que estaban dando vueltas en el piso.
Pino usó sus cadenas de mercurio para sujetar al Teniente
Salas.
—¡Hasta nunca, policía!
Pino arrojó a Salas contra el techo del lugar.
Coto observaba que la gente corría a la salida del lugar.
—¡No huirán de nosotros! ¡Razo!
Razo azotó su marro de CAREL en el piso rompiéndolo.
El piso se rompió formando un agujero en donde la gente, que
corría a la salida, cayó.
Coto se acercó al agujero viendo a las personas que cayeron en
él.
—¡Roben a quien quieran y lo que quieran! ¡Tienen 10
minutos!
Totis, Rata y Teclas se acercaron al turbo—auto que era
exhibido en la entrada del centro de convenciones.
—Déjenme hacerlo a mí—dijo Totis y luego sacó su llave
láser y su ganzúa para abrir la puerta del turbo—auto—Listo—
expresó Totis satisfecho.
Nicole llegó corriendo y golpeó a Teclas por la espalda.
80
—¡Aléjense de mi auto!
Nicole trató de golpear a Rata, pero ésta le detuvo el golpe.
—¡Largo de aquí, hija de papi!
Rata le dio un cabezazo a Nicole tirándola al piso.
Rata caminaba acercándose a Nicole, que comenzaba a
ponerse de pie.
—Debiste quedarte en casa a jugar a la princesa.
Hilary llegó y golpeó, con su pierna, en la cara a Rata.
Rata cayó al piso mientras Hilary la observaba molesta.
—¡Aléjense del turbo—auto!
Teclas entró al turbo—auto observando a Totis y Rata.
—Encárguense de ella. Yo desbloquearé la computadora del
vehículo.
Totis y Rata caminaban hacia Hilary rodeándola.
—A esta preciosa le voy a marcar la cara—dijo Totis, luego,
cortó en la mejilla a Hilary con su ganzúa.
Rata pateó a Hilary en el estómago tirándola al piso.
Totis se acercaba a Hilary, que estaba tirada, pero Totis recibió
un disparo láser en la mano tirando la ganzúa.
Totis y Rata voltearon y observaron a Salas apuntarles con su
arma.
—¡No se le acerquen!—ordenó Salas…
Golfo le arrancaba a una mujer el collar de oro del cuello.
—¡Esto me gusta para mi novia!
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VICTOR HUGO BARRERA
Golfo miraba el collar mientras la mujer corría asustada,

observó, en el reflejo del collar, que Núñez se le acercaba por la
espalda, así que lo recibió con un puñetazo en la cara tirándolo al
piso.
Golfo observó también por medio del collar que Cerda le tiró
un puñetazo, detuvo el puñetazo y luego le fracturó la mano. Por
último, Golfo golpeó con su estómago a Cerda tirándolo al piso.
—¡No es tan malo ser gordo!
Golfo recibió un disparo láser en el hombro, éste cayó
hincado observando al Jefe Sosa apuntarle con su arma.
—Quedas arrestado, panzón.
Cortado se acercó e hizo crecer su espada de mercurio y luego
la usó para cortar en dos el arma del Jefe Sosa, luego, mandó lo al
piso de un puñetazo.
—Por policías como Usted, mi familia murió…
…En el turbo—auto, Teclas le quitó el candado a la
computadora interna del vehículo usando su virtualtabletover1.
—Candado desactivado—dijo en sus pensamientos Teclas.
El turbo—auto se encendió y Teclas gritó emocionada.
—¡Lo hice! ¡Funcionó!
Teclas salió del turbo—auto viendo que el Teniente Salas le
apuntaba con su arma.
—¡No te muevas, Teclas!
Orejas le tiró el arma a Salas con su cinturón gigante.
—No tan rápido, Oficial.
82
Pino usó sus cadenas de mercurio para sujetar del cuello a

Salas.
—Mejor ven con nosotros
Pino arrastró a Salas al interior del Centro de Convenciones
llegando a donde estaban el Jefe Sosa y Cortado.
Ahí, Cortado le apuntaba con su espada de mercurio al Jefe
Sosa en el cuello; Golfo, Coto, Trompas y Tacha rodearon al Jefe
Sosa.
—No sé quiénes sean. Pero no se saldrán con la suya—dijo el
Jefe Sosa.
Pino, Orejas y Razo llegaron con Golfo, Coto, Trompas y
Tacha, arrastrando a Salas.
—¡Alto! ¡Trajimos a su compañero!—gritó Pino para luego
arrojar a Salas junto al Jefe Sosa.
Coto observaba a Salas y al Jefe Sosa.
—Jefe de Policía y Teniente ¿Quieren saber quiénes somos?
Diles quiénes somos, Cortado
Cortado le enterró su espada de mercurio en el corazón al Jefe
Sosa.
—¡Somos los Escorpiones!—gritó Cortado en la cara del Jefe
Sosa.
Salas observaba desesperado a Cortado traspasar al Jefe Sosa.
—¡Nooooooo!
Pino arrojó hacia la pared a Salas con sus cadenas de mercurio.
Teclas, Rata y Totis llegaron a bordo del turbo—auto.
83
VICTOR HUGO BARRERA
—Listo, Jefe Coto. Es todo nuestro—dijo Teclas.

El Jefe Coto observaba el turbo—auto mientras detrás de él se
acercaba Paulo López con un arma en la mano.
—Bien hecho, Teclas.
El Jefe Coto volteó y recibió con un golpe con su Cotonete
gigante a Paulo López tirándolo al piso y tirándole el arma, luego
de eso, observaba al político derribado mientras los demás
Escorpiones entraban al turbo—auto.
—Si vas a ser Gobernador, acostúmbrate a nosotros.
El Jefe Coto subió al turbo—auto y el vehículo salió del
Centro de convenciones a toda velocidad rompiendo las puertas
de la Entrada.
Salas se acercó al Jefe Sosa, quien estaba agonizando.
—Jefe, llamaré a una turbo—ambulancia...
—Tráelo... de vuelta... 25RR...Nuestros… archivos…—decía
el Sosa mirando decepcionado a Salas, éste se desesperaba al ver
agonizar al Jefe de Policía.
—¡Alguien llame a una turbo—ambulancia!—gritaba Salas a
los policías que todavía quedaban en pie.
—Dale... los modelos... y... el traje... a... Force—dijo el Jefe Sosa
para después morir en los brazos de Salas.
—¡No, Jefe Sosa! ¡No nos deje! ¡Noooooo! ¡No Jefe!
¡Nooooooo!—varios Policías rodeaban a Salas mientras éste seguía
gritando triste y desesperado.
84
En el panteón de Pachuca, Salas terminaba de hablar en el

funeral del Jefe Sosa, también se encontraban presentes Omar
Cerda, Pablo Núñez, el Candidato a Gobernador de Hidalgo;
Paulo López y su hija Hilary.
—Hoy, no me despido del Jefe de Policía del Estado de
Hidalgo, sino de un gran amigo. Un hombre que se preocupó por
hacer de este Estado, el más seguro de todo México. Pero,
desgraciadamente, Claudio Sosa murió viendo que el Estado que
tanto quiso proteger, ahora sufre a causa de criminales y
pandilleros que son tolerados por policías corruptos. Juro ante su
tumba que como policía haré hasta lo imposible por devolverle la
seguridad al Estado de Hidalgo.
Salas tomó una corona de flores y la colocó sobre el ataúd del
Jefe Sosa.
—Descanse en paz, Claudio Sosa. Jefe de policía de Hidalgo
durante 45 años.
La Familia de Sosa lloraba y las demás personas presentes
aplaudían junto con Salas, quien derramaba algunas lágrimas.
A las afueras del cementerio, Salas se despedía de la viuda del
Jefe Sosa.
—Estoy para servirle. Cuando sea, donde sea y como sea.
Hilary López se acercó a Salas.
—Teniente Javier Salas. Mi padre quiere verlo ahora.
—Gracias, Señorita Hilary. Enseguida voy.
85
VICTOR HUGO BARRERA
En la carretera, en una turbo—limosina, el Candidato a

Gobernador, acompañado de Hilary, conversaba con Salas.
—Bueno, Teniente Salas, ahora hay una vacante en el
departamento de policía del Estado. La de Jefe. Pero nadie quiere
serlo, y los que quieren son corruptos, como Omar Cerda y Pablo
Núñez. Hilary investigó tu trayectoria y creí que eras el más apto
para el puesto y te habría dado todo mi apoyo una vez que yo
ganara las elecciones para Gobernador.
—¿Por qué habla en pasado, Señor López?
—Después de escuchar tu discurso de hoy y de jurar que le
devolverás la seguridad al Estado…
—¿Acaso cree que no podré hacerlo?
—Sinceramente, no. Porque estás solo en esta lucha. Claudio
murió. No te ofendas, pero no eres el Procurador de Justicia de
Morelos; Edgar Ramos, para acabar con todo el crimen de
Hidalgo. Me enteré que cuando eras estudiante de policía y
capturaste al Loco Arriaga junto con Claudio, destruyeron media
capital y se tardaron años en reconstruirla, ocupando gran parte
del presupuesto. Cosa que no pienso apoyar ahora.
La turbo—limosina dio vuelta en la esquina de una zona
comercial de Pachuca.
En el interior del vehículo, Salas debatía con Paulo López.
—Sr. López, le informaron mal. Yo no capturé al Loco
Arriaga, ni tampoco el Jefe Sosa
86
En las calles, un joven de cabello chino y pelirrojo entró a una

joyería.
En el interior del vehículo, Paulo López comenzaba a discutir
con Salas.
—Entonces ¿Quién? No me digas que El Loco Arriaga se
entregó solo al ver la incompetencia de la policía.
—Nunca he sido un policía incompetente, ni el que capturó al
Loco tampoco lo era.
—¿Quién capturó al Loco Arriaga?
—Lo capturó…
La turbo—limosina se detuvo afuera un negocio que estaba
antes de la joyería y detrás de una turbo—camioneta, de pronto, la
joyería explotó y la explosión volteó la turbo—camioneta.
Salas se alarmó el ver la explosión y salió rápidamente de la
turbo—limosina.
En las calles, Salas observaba que tres chicos iguales y vestidos
de azul, sólo que uno con cabello lacio y rubio, otro con cabello
corto y negro y uno con cabello pelirrojo y chino salieron de la
joyería y se detuvieron al ver la turbo—camioneta volteada.
—¿Qué conseguimos esta vez?—preguntó uno de Los
Trillizos llamado Teodoro.
—Uno grande—respondió el Trillizo llamado Roberto
mostrándoles a sus hermanos un diamante enorme.
—Sirvió tu plan, Roberto. Ahora sí los Escorpiones tendrán
que hacer un esfuerzo para superarnos—dijo el tercero llamado
87
VICTOR HUGO BARRERA
Jacobo, quien, al mirar el diamante, observó por el reflejo, a Salas

que les apuntaba con su arma láser.
—¡No se muevan, Trillizos!
Varias turbo—patrullas llegaron rodeando a los Trillizos, los
policías humanos salieron de los vehículos y les apuntaron a los
Trillizos con sus armas láser.
—Otra vez esos policías necios. ¿Qué no saben que no
pueden detenernos?—dijo Teodoro.
—Yo me encargo—dijo Roberto dando un paso al frente.
—¡Fuego!—ordenó Salas al resto de los Policías.
Roberto formó una esfera gigante con su guante y la esfera
protegió a sus hermanos y a él de los disparos láser, la mayoría de
los tiros rebotaron e impactaron a varios policías y a los turbo—
autos provocando que la gente se bajara de los vehículos.
Teodoro sacó un gancho de sus dos guantes y con ellos les
quitó sus armas láser a los policías restantes incluyendo a Salas,
luego, dirigió sus ganchos hacia algunas turbo—patrullas y las
arrojó sobre los otros turbo—autos.
Hilary y el Gobernador salieron de su turbo—limosina y
corrieron, una turbo—patrulla cayó sobre su turbo—limosina
luego de que salieran y el impacto provocó que una llanta saliera
volando, golpeara al Gobernador y lo tirara.
—¡Papá!—gritaba Hilary sin darse cuenta que una turbo—
patrulla fue arrojada por Teodoro y estaba a punto de caerle
encima, Salas se dio cuenta de eso y corrió hacia Hilary.
88
—¡Hilary!—Salas se aventó a Hilary justo antes de que la

turbo—patrulla cayera, ambos cayeron a un lado del lugar donde
la turbo—patrulla impactó el piso destruyéndose completamente
por el impacto.
—Oficial, debe ayudar a mi padre—pedía Hilary a Salas.
Jacobo y Teodoro se acercaban a Hilary y Salas.
—La dama viene con nosotros—dijo Jacobo mientras ponía
la mira del láser de su guante sobre el pecho de Salas y luego le
disparaba alejándolo de Hilary, Teodoro usó su gancho para
amarrar y traer a Hilary hacia él.
—¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Ayúdenme!
—Todos pónganse la capucha, es hora de irnos—ordenó
Roberto, luego, los Trillizos se pusieron la capucha de su traje,
tocaron la letra de su lado izquierdo y desaparecieron incluyendo a
Hilary. Todos los policías y personas que estaban cerca se
asombraron al ver lo sucedido.
Momentos después, Salas era atendido, junto con Paulo
López, en una turbo—ambulancia, por Médicos Robots.
—De esto te hablaba, Teniente. Los Trillizos y los
Escorpiones roban y destrozan cómo y cuánto quieren en
Pachuca. No quiero parecer envidioso, pero, si viviéramos en
Cuernavaca, Morelos, el héroe de ahí habría puesto en su lugar a
esos criminales. Necesitamos a alguien como él, que no tenga
miedo de atrapar a los villanos. Ahora los Trillizos tienen a mi
Hilary.
89
VICTOR HUGO BARRERA
Las palabras de Paulo López generaron una idea en Salas.

—¿Quiere recuperarla, Sr. López?
—Claro, es mi hija y la amo.
—Entonces autorice un descongelamiento ahora. Creo que ya
es tiempo.
90
VII
En la oficina del Departamento de Archivos internos del
Departamento de Policía de Pachuca; Salas investigaba en la
computadora sobre la palabra clave “25RR”.
—¿Qué significa “25RR”?—pensaba Salas.
En la pantalla de la computadora apareció información sobre
Richard Reyes y su avance en Estado Criogénico.
—¡Richard! Por supuesto—gritó Salas al mismo tiempo que
recordó las últimas palabras del Jefe Sosa.
—Tráelo de vuelta. Dale los modelos y el traje a Force.
Salas entró a su oficina y buscó en un cajón la historieta de
Force, la encontró y la observó nostálgico.
—Es hora de volver a trabajar, amigo
Salas caminaba por los pasillos del Departamento de Policía,
Nicole, quien estaba sentada esperando, se acercó a Salas.
—¡Teniente Salas, que bueno que lo veo!
Salas seguía caminando alejándose de Nicole.
—Lo siento, pero estoy ocupado
Nicole se paró frente a Salas provocando que éste se detuviera.
—Los Escorpiones robaron mi turbo—auto
Salas observó molesto a Nicole.
—¡También asesinaron al Jefe Sosa y nos preocupa que
asesinen a alguien más y no tu turbo—auto!
91
VICTOR HUGO BARRERA
Salas entró al cuarto de comunicación mientras Nicole lo

observaba muy enojada.
—¡Si no les interesa mi turbo—auto, entonces yo lo recuperaré
sola!
Salas se comunicó por video—teléfono con Paulo López,
viéndolo en la pantalla.
—¿Qué sucede, Teniente Salas?—preguntó molesto Paulo
López.
—Segunda pregunta que quiero hacerte ¿Quieres ser
Gobernador?
Paulo López observaba en la pantalla de su video—teléfono a
Salas.
—Claro. Quiero acabar con esta ola de crímenes
Salas observaba en la pantalla del video—teléfono a Paulo
López.
—Pues ya somos dos. Pero necesitamos la ayuda de alguien
que detuvo al peor de todos los criminales. Ya encontré el
significado de las palabras clave que me dijo el Jefe Sosa antes de
morir.
Paulo López observaba en la pantalla de su video—teléfono a
Salas.
—Necesitamos la aprobación del Senado para descongelar a
Richard Reyes—dijo Salas.
92
En el Laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad

de Hidalgo, en las gavetas del área criogénica, un Científico Robot
revisaba el Estado de Salud de Richard Reyes con ayuda de un
escáner.
—Revisando estado de salud
El Scanner de la cámara criogénica revisaba a Richard.
—Estado de Salud... Perfecto. Descargando software de actualización
mental para proceder a descongelamiento.
El Científico Robot descargó en el cerebro de Richard los
datos necesarios para que una vez que éste despierte, no tenga un
golpe emocional fuerte al ver el cambio que ha sufrido el mundo
mientras Richard estaba dormido.
Una vez que los datos fueron insertados en el cerebro de
Richard, dos Científicos Robots sacaron de la gaveta la cámara
criogénica donde estaba Richard.
Uno de los Científicos Robot activó el programa de
descongelamiento de la cámara criogénica.
—Descongelando.
Una vez que el programa de descongelamiento terminara, los
Dos Científicos Robots abrieron la cámara criogénica y sacaron a
Richard para ponerlo en una camilla.
Los dos Científicos Robots sacaron a Richard en camilla del
Laboratorio.
93
VICTOR HUGO BARRERA
En la camilla, Richard recordaba cuando caía del edificio de 10

pisos junto con el Loco Arriaga.
Afuera del Laboratorio, Salas miraba todo, por medio de una
cámara de Gessell, junto con una Científica Humana.
—El Descongelamiento de Richard Reyes está hecho—decía
la Científica a Salas—Colocamos cápsulas descongelantes dentro
de la cámara criogénica para agilizar el proceso. Despertará en un
par de horas, le recomiendo lo actualice, estuvo congelado 30
años. Aunque técnicamente, Richard sigue teniendo 25.
En el Hospital General de Pachuca; Richard despertó

observando a Salas, quien estaba sentado junto a su cama.
—Bienvenido al México del 2030, Richard Reyes.
Richard observó sorprendido a Salas.
—¡México del 2030! ¡¿Quién eres tú?!
—¿No me reconoces?
Richard observó minuciosamente a Salas reconociéndolo.
—¿Javier? ¿Javier Salas?
Richard y Salas se abrazaron.
— ¡Que alegría volver a verte, amigo!—expresó Salas.
—¡Lo mismo digo! Aunque, no me lo tomes a mal, pero, te
ves ya muy acabado.
94
—Créeme, no me hiere para nada eso. Tengo 55 años.

¿Cómo te sientes tú?
—Ya no me duele nada. Creo que estoy curado. Y creo que
sigo teniendo 25 años. ¿Qué pasó con mi familia y mi novia Janet?
Salas le mostró a Richard una virtualtabletover1 con información
sobre su familia y Janet.
—Lamento decirte que tus padres fallecieron hace 3 años y
Janet ha viajado por el mundo y nadie sabe su paradero exacto.
Richard miró nostálgico a Salas, luego, observó a su alrededor
viendo impresionado el sofisticado cuarto de Hospital en el que se
encontraba.
—Lo que importa es que sanaste de las heridas de la caída.
Encarcelaste al Loco Arriaga y, como tú ya lo dijiste, sigues
teniendo 25 años. Pero, hay un problema grave en Pachuca y
necesitamos tu ayuda.
—¿A qué te refieres?—preguntó Richard impresionado.
—Es hora de ponerte al día…
En una cerrajería, Nicole entró a la oficina del Cerrajero y
dueño del negocio.
—¡Señorita Nicole! ¡Qué sorpresa!
Nicole le dio su juego de llaves láser al Cerrajero.
—Vengo a devolverle el juego de llaves láser del turbo—auto
que me robaron.
El Cerrajero observaba las llaves láser mientras Nicole se
sentaba frente a él.
95
VICTOR HUGO BARRERA
—Es una pena que no haya usado las llaves. Porque habría
descubierto que son universales.
Nicole observó confundida al Cerrajero.
—¿Y?
—Que con ellas puede abrir cualquier turbo—auto.
El Cerrajero le devolvió las llaves láser a Nicole.
—Pero el turbo—auto que me robaron era el primero en
todo el Estado
—Me temo que la engañaron. Desde hace 11 años hay
turbo—autos circulando en Hidalgo. El suyo sólo era el más
sofisticado
Nicole pensaba en las palabras del Cerrajero.
—Entonces las llaves sí me servirán.
Esa misma noche; Richard, con su maleta en mano, y Salas
entraron a una casa en Pachuca.
—Al morir el Jefe Sosa te heredó esta casa que le confiscaron a
Alan Félix
En el interior de la casa, Salas encendió los robots ayudantes,
los cuales eran un Sacudidor y un Trapeador.
—Y también te dejó estos dos robots ayudantes.
Sacudidor se acercó a Richard escaneádolo y capturando la
imagen de Richard en su sistema.
—Robot Sacudidor, modelo 148 a su servicio
Trapeador se acercó a Richard escaneándolo también para
guardar su imagen en su sistema.
96
—Robot Trapeador, modelo 180 a su servicio. Ordene Usted, Amo.

Richard observaba confundido a los robots ayudantes.
—Eh...mmm...revisen que la casa esté limpia
Ambos robots transformaron su mano en sacudidor y
trapeador respectivamente.
—A la orden, amo—dijeron al unísono y se pusieron a trabajar.
Richard observaba impresionado a los dos robots.
—Díganme Richard. Son mis ayudantes, no mis esclavos.
Ambos robots observaron a Richard mientras trabajaban.
—Entendido, Richard
Richard sonrió al ver trabajar a los dos robots, luego, miró
desconcertado a Salas.
—Déjame ver si entendí, es el año 2030 y México es la
potencia mundial número uno del mundo, lo que era antes
Estado Unidos. Aunque nos parecemos a lo que ellos fueron.
Somos malos con los inmigrantes, el crimen abunda en las calles y
peleamos en todas las guerras.
—Guerras que son por un nuevo elemento que sólo se da en
México y en la gran mayoría de los países de África; el CAREL.
Elemento que tiene las propiedades de todos los de la tabla
periódica.
—Y supongo que ese elemento inspiró para crear las Balas
paralizantes, robots ayudantes, velocidad turbo… ¡Vaya! 30 años
no pasaron en vano.
97
VICTOR HUGO BARRERA
—Desgraciadamente los criminales evolucionaron más rápido

que los policías. Te lo mostraré.
Salas encendió una tabletover1 y proyectó imágenes en la pared.
—En el norte de Hidalgo, los científicos Alan Félix y Joaquín
Díaz dejaron de crear cosas útiles para fabricar armas que disparan
balas paralizantes, de gas y explosivas, dardos adormecedores y
robots con inteligencia artificial que usan láser. Por cierto, tus dos
robots fueron creados por ellos. En el sur, están las Gemelas
Hortensia y Orquídea Sánchez, dos ladronas que roban joyas en
su mayoría. En el este, Júnior Pérez, su primo Rubén Darío y su
guardaespaldas Casiodoro son una amenaza. Secuestran, roban,
destruyen. Pero aquí en la capital, sufrimos a causa de dos
pandillas; Los Escorpiones, Coto, el jefe que usa un cotonete
gigante, Totis, un ladrón que abre cualquier cerradura, Golfo, un
gordo ladrón con una fuerza impresionante, Trompas y Tacha,
dos piro maniacos que provocan explosiones, Orejas, usa un
cinturón gigante como arma, Cortado, ataca a la gente con una
espada de mercurio, Pino usa unas cadenas del mismo material.
También, en esa pandilla están: Razo, un ex militar estadounidense
que tiene un marro de CAREL y un escudo de mercurio, Rata, su
nombre lo dice todo y Teclas, una hacker que anula los sistemas
de seguridad. La otra pandilla son los Trillizos; Jacobo, Teodoro y
Roberto. Ellos son la prioridad ahora para el Candidato a
Gobernador, robaron un diamante donado por el magnate
veracruzano dueño de la Reserva Biosí. Ese diamante sería
98
subastado a los empresarios y usado como fuente de energía.

Debemos recuperarlo. Pero la cosa se puso peor, los Trillizos
tienen a Hilary López, la hija del Candidato más popular a
Gobernador del Estado.
—¿Dices que en Morelos ya hay un Justiciero?
—Sí, se llama Guitarra Poderosa, el Procurador de Justicia
Edgar Ramos le proporciona la mejor tecnología del mundo.
Nosotros no llegamos a tanto porque Pachuca no es la Capital del
país, Cuernavaca, ahora lo es.
—Deja de quejarte, contamos con mejor tecnología que
cuando capturé al Loco Arriaga.
—En eso tienes razón.
—Volviendo al tema y sin demeritar la vida de esa chica, los
Escorpiones asesinaron al Jefe Sosa y robaron un vehículo—
respondió Richard—Según dices Alan Félix trabajó para la policía
antes de convertirse en criminal. Muchos de sus prototipos
pudieron quedarse aquí.
—Así es—Salas oprime un botón de la virtualtabletover1 y un
ropero automático se abrió acercándoles a Richard y Salas un traje
de policía hecho de CAREL, incluyendo casco y botas.
—Los policías usan un chaleco anti—láser, pero el impacto los
arroja lejos, así que se creó un traje hecho totalmente de CAREL,
así los láseres son rebotados.
Richard observaba el casco del traje mientras Salas lo describía.
99
VICTOR HUGO BARRERA
—El casco tiene una especie de lente protector que también

permite ver con luz infrarroja y ultravioleta.
—Esto nos servirá ¿En qué otro invento trabajó Alan Félix?
—Los archivos están en la computadora principal—Salas le
dio la virtualtabletover1 a Richard, éste miró desconcertado la
computadora y la tomó con cierta inseguridad—Usa la tecnología
de movimiento. Desliza tu dedo sobre la pantalla y cuando
necesites acceder a un archivo, inclina tu dedo hacia adelante en el
aire.
Richard siguió las instrucciones de Salas y logró acceder a los
archivos principales.
—¿Balas congelantes y balas descongelantes?
—Sí. Alan trató de aplicar la criogenia con la que fuiste
congelado en las balas, pero… nuestro gran científico falló.
—Javier, ¿Podrías pedirles a los robots que dejen de trabajar en
la limpieza y me apoyen? Me quedaré a trabajar toda la noche de
ser posible.
—Recuerda que, a pesar de ser robots, uno sacude y da
mantenimiento, y el otro sólo trapea.
—No hay problema. Me serán de ayuda
—Richard, no quiero que te presiones, sé que el
Gobernador quiere recuperar a su hija cuanto antes, pero no has
dormido nada.
—Acabo de despertar de un sueño de 30 años. Créeme, no
sólo se curaron mis heridas, sino que mis músculos también se
100
desarrollaron. Javier, sé que puedo detener a esos pandilleros. Fue

por eso que me descongelaste.
—¿Qué te hace estar tan seguro?
—Que detuve al Loco Arriaga hace 30 años.
—Ellos no son El loco, usan mucha tecnología.
—Igual que los criminales de Morelos, la diferencia es que allá
hay alguien que usa lo que tiene para proteger a su Estado. Ya es
hora que en Hidalgo hagamos lo mismo—Richard le puso la
mano en el hombro a Salas—Busca a la hija del político. Yo me
encargaré de los Escorpiones.
Más tarde, Richard trabajaba en la virtualtabletover1 cambiando
las ecuaciones para la fabricación de las balas congelantes,
Sacudidor y Trapeador, los robots que Salas le dio, trabajaban en el
simulador por computadora.
— ¡Prueba de simulador de balas congelantes, Sacudidor!
—A la orden, Richard.
Sacudidor activó el simulador, el arma disparó, impactó un
objeto, pero el objeto no se congeló, sólo fue destruido.
—Prueba no exitosa, Richard.
Richard observaba la imagen del simulador y se dio cuenta que
en el piso donde fue disparada el arma había pequeños cristales de
hielo.
—Creo que necesita más energía.
Richard cambió las ecuaciones en la virtualtablerover1.
—¡Prueba dos en simulador de balas congelantes, Sacudidor!
101
VICTOR HUGO BARRERA
Sacudidor activó el simulador y el arma disparó pero la bala

falló de nuevo.
A la media noche; Richard cambiaba las ecuaciones en la
virtualtabletover1.
—¡Prueba 23!
Sacudidor activó el simulador, el arma disparó, pero la bala falló
de nuevo.
Pasada la Media Noche; Richard volvió a cambiar las
ecuaciones.
—¡Prueba 75!
Sacudidor activó el simulador, el arma disparó y la bala falló de
nuevo.
En la madrugada; Richard cambió una vez más las ecuaciones.
—¡Prueba 150!
Sacudidor activó el simulador, el arma disparó y la bala congeló
el objeto.
—Prueba exitosa, Richard.
—¡Trapeador, prueba de bala descongelante! Trapeador activó
el simulador, el arma disparó, la bala impactó el objeto congelado y
derritió todo el hielo.
—Prueba exitosa, Richard. Si no fuera un simulador, en este momento iría
a secar toda esa agua.
—Aún así hicieron un gran trabajo. Ahora pasemos a las
otras pruebas. Para detener a los Escorpiones y a los Trillizos
necesitaremos alta tecnología para contrarrestar sus armas.
102
Richard recordó algo importante.

—Esperen un segundo.
Richard presionó un botón de su maleta y ésta se abrió
automáticamente, Richard sacó la historieta de Force y la miraba
sonriente.
Richard observó en la historieta que el uniforme de Force es
igual al traje de policía que fabricó Alan Félix. Y también, Richard
observó que en la historieta Force se transportada en una
motocicleta.
—Necesito una motocicleta.
—Querrás decir, turbo—motocicleta—corrigió Trapeador y luego
oprimió el botón de un control remoto y le mostró a Richard una
imagen virtual de una turbo—motocicleta en el sótano de la casa.
En una casa lujosa, la puerta de uno de los cuartos se abrió

automáticamente, Nicole entró y caminó hacia su ropero.
—Necesito un traje resistente—pensaba Nicole.
El ropero automático abrió sus puertas, Nicole sacó una
gabardina y un pantalón, ambos hechos de monedas y de color
plateado.
Nicole golpeó su buró y el cajón se abrió automáticamente,
luego, sacó un arma láser, colocó la gabardina y los pantalones en
103
VICTOR HUGO BARRERA
un gancho, se alejó y le disparó a la ropa, el tiro láser rebotó en la

ropa impactando la pared del cuarto.
Nicole salió de su cuarto vestida con la ropa plateada cubierta
de la boca y la nariz.
—Voy a recuperar mi turbo—auto
En el sótano de la ahora Casa Reyes; Richard, Sacudidor y

Trapeador le hacían modificaciones a la turbo—motocicleta.
—Ahora, todos los vehículos en México viajan a velocidad turbo—
explicaba Sacudidor.
—Bueno, pues viajaremos a la velocidad que sea…velocidad
de la luz y a la velocidad de la vista—decía Richard mientras
modificaba la velocidad en la computadora de la turbo—
motocicleta cuyo monitor era el parabrisas.
—¿Quieres un consejo? Sincroniza tu turbo—motocicleta con la señal del
satélite vigilante—sugirió Trapeador.
—Y ¿Cuál es ese?
—En el 2021, México envió varios satélites al espacio, uno de ellos tiene la
señal de los criminales cuando estos aparecen en la ciudad, el satélite capta su
imagen y la envía a las computadoras de la policía de cada estado—explicaba
Sacudidor—lo hizo el Gobierno para evitar las falsas llamadas a la policía.
Sacudidor se alejó de Richard y Trapeador, pero se atoró con
un cable de un tablero de controles del sótano, el cable se
desconectó, Sacudidor se cayó y algunas computadoras del tablero
104
se apagaron. Richard y Trapeador fueron inmediatamente a

ayudar a Sacudidor.
—¿Estás bien, Sacudidor?—preguntó Richard, quien junto
con Trapeador, levantó a Sacudidor.
—Lo siento, Richard, no quise arruinar nada.
—No te preocupes, este ligero incidente me dio una idea.
El satélite vigilante detectó desde el espacio la señal de los
Escorpiones y luego la envió a la computadora de Richard.
Richard, Sacudidor y Trapeador corrieron a ver la
computadora del tablero de controles, Richard tecleó y todos
observaron imágenes virtuales de los Escorpiones.
—Los Escorpiones—dijo emocionado Richard—Es hora de
salvar a la capital.
En una fábrica de vehículos abandonada, los Escorpiones se
encontraban sentados sobre un remolque de turbo—tráiler.
—¿Que tan rápido es ese turbo—auto que robamos?—
cuestionó Coto.
—Nos llevará a cualquier lugar y nos sacará de ahí a velocidad
turbo—respondió Teclas.
—Robemos una joyería. Quisiera un diamante para mi novia.
—Olvídate de ella, Golfo—dijo Razo.
—No regresará contigo aunque te pongas igual de guapo a
mí—comentó sarcásticamente Cortado.
—No robaremos una joyería. Iremos a la prisión de Pachuca.
Liberaremos a Alan Félix
105
VICTOR HUGO BARRERA
Detrás del remolque se podía observar a Nicole salir del

conducto de ventilación del techo y caer dentro de la fábrica.
—¿Y qué tiene de bueno ese Alan Félix para que lo
liberemos?—preguntó Rata.
—Lo liberaremos y él a cambio nos fabricará armas para que
podamos robar a nuestro antojo—respondió Coto.
Todos los Escorpiones escucharon un ruido detrás del
remolque y voltearon.
—¿Qué fue eso?—dijo Orejas.
—¡Pino, Golfo y Cortado vayan a ver!—ordenó Coto.
Pino, Golfo y Cortado saltaron detrás del remolque.
—Sí, Jefe Coto—dijeron al unísono los tres.
Golfo y Cortado caminaban detrás del remolque dejando atrás
a Pino.
—¡Quédate aquí Pino!—ordenó Golfo.
—¡Vigilaremos la zona de turbo—autos!—complementó
Cortado.
Pino observó molesto a Golfo y Cortado alejarse de él.
—Rechacen al más joven. Como siempre
Pino sacó sus cadenas de mercurio y comenzó a jugar con
ellas.
—Al menos tengo con qué entretenerme
Pino observó por medio del reflejo de su cadena que a su lado
izquierdo había alguien escondido detrás de las piezas de turbo—
autos.
106
De pronto, un láser impactó la cadena de Pino tirándola al piso.

Pino trataba de quitar la cadena de mercurio, pero ésta se
adhirió al piso.
—¡Se atoró esta cosa!
Pino escuchó pasos, volteó y observó a Force acercarse a él.
— ¡Nooooo!
Golfo escuchó a Pino gritar mientras Cortado quitaba las
piezas de turbo—autos, con su espada de mercurio, del camino.
—¡¿Qué pasa, Pino?! ¡¿Por qué gritas?!—preguntaba Golfo
volteando hacia atrás.
De repente, Cortado se dio cuenta que estaba parado sobre un
cristal que se estaba rompiendo.
Golfo se paró en el cristal asustando a Cortado.
—¿Oíste a Pino gritar?
—¡No te acerques, Golfo!
El cristal se rompió, Cortado y Golfo cayeron.
En el remolque, Coto y los demás Escorpiones escucharon el
ruido y se levantaron preocupados inmediatamente.
—¿Qué rayos está pasando ahí?—preguntaba Totis.
—Debe haber alguien más—respondió Coto.
Un láser impactó a Coto tirándolo del remolque.
Force se paró en el remolque asustando a los demás
Escorpiones.
—Así es. Soy yo.
—¡Es un policía!—gritó Trompas.
107
VICTOR HUGO BARRERA
Tacha le arrojó plástico C4 a Force.

—¡Toma esto!
Force pateó el plástico C4 devolviéndolo hacia Tacha.
El plástico cayó en el piso y todos los Escorpiones corrieron y
saltaron del remolque menos Coto, quien tirado observaba correr
a los demás.
—¡Corran!—gritó Teclas.
—¡No me dejen aquí cobardes!
Coto miró a su alrededor y tomó una pieza de turbo—auto y
se cubrió con ella.
El plástico explotó volando por los aires al resto de los
Escorpiones.
Nicole caminaba detrás del remolque buscando su vehículo,
observó el agujero donde cayeron Cortado y Golfo y lo saltó para
pasar al otro lado dejando que ellos la vieran.
—¿Quién rayos es ella?—preguntó Cortado.
Nicole entró al área de turbo—autos observando el suyo.
—Hola pequeño. Ya vine
Nicole abrió la puerta de su vehículo con su juego de llaves
láseres universales, después, entró y encendió el turbo—auto.
Después, salió, a bordo de su turbo—auto, por la puerta trasera
del lugar.
—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Lo hice! ¡Recuperé mi turbo—auto!
Del otro lado del remolque, Coto se quitaba de encima los
pedazos de turbo—auto que lo protegieron. Se levantó
108
observando que los Escorpiones estaban tirados y que parte del

lugar estaba destruido.
—Al menos el policía murió.
Force apareció junto a Coto.
—¿Me buscabas?
Force levantó a Coto sujetándolo del cuello.
—No soy un policía común—Force acercó a Coto para
encararlo—Yo sí atrapo criminales, y me llamo Force.
109
110
VIII
Force miró fijamente a Coto mientras lo sujetaba del cuello.
— ¡Tu ola de crimines terminó!
Coto observó burlonamente a Force.
—Todos los policías tienen un precio. ¿Cuál es el tuyo?
Trompas despertó sin que nadie más se diera cuenta.
Force observó molesto a Coto.
— ¡No trates de sobornarme!
Force le dio un cabezazo a Coto. De pronto, escuchó y olió
que una flama se acercaba a él. Arrojó a Coto contra la pared
mientras la flama pasaba entre él y Coto.
Force tomó su arma láser y volteó observando a Trompas,
quien dirigía la flama hacia su arma, la flama quemó el arma y
Force colocó al frente su brazo izquierdo para contener la flama
con ayuda de su traje.
Trompas usó su encendedor para hacer la flama más grande.
— ¡No debiste venir, Policía!
Force contuvo la flama con su brazo izquierdo y con el
derecho tomó otra arma láser y le disparó a Trompas, el láser
rompió el encendedor y el aerosol hiriendo a Trompas en la
mano.
Un pedazo de encendedor cayó sobre un pedazo de aerosol
provocando un incendio.
Las llamas crecieron de tal forma que rodearon a Trompas.
111
VICTOR HUGO BARRERA
— ¡No puede ser!

Coto apareció de pronto y puso su cotonete frente al cuello de
Force mientras lo sujetaba por la espalda.
—Eres muy valiente, Force
Force le dio un cabezazo a Coto y luego le dio un codazo
provocando que lo soltara.
Una vez libre, Force la dio una patada a Coto en la cara y éste
cayó al piso. Force le apuntó con su arma a Coto que estaba
tirado.
—Eres valiente cuando atacas por la espalda, Coto.
De repente, las cadenas de mercurio sujetaron el arma de
Force.
Pino, quien estaba parado en el remolque, jaló el arma de Force
hacia él.
— ¡Fuera láseres!
Orejas sujetó del cuello con su cinturón a Force, luego lo jaló a
arrastrándolo por el piso.
Coto, Cortado, Rata, Teclas, Tacha, Totis y Trompas rodearon
a Force.
— ¡Este es muy fuerte!—dijo Orejas.
— ¡Quiero traspasarlo!—expresó Cortado.
Coto tranquilizó a Cortado, quien ya preparaba su espada de
mercurio.
— ¡Ya traspasaste al Jefe Sosa! ¡Éste déjamelo a mí!
112
Force se mostró molesto al escuchar a Coto, luego, sacó una

soga de su chamarra.
Coto tomó su cotonete y se acercó a Force.
— ¡Bien Force, te educaré como mi Abuelo me educó!
Force arrojó su soga sujetando el cotonete de Coto, luego, jaló
el cotonete para golpear en la cara a Orejas tirándolo al piso y
provocando que soltara el cinturón.
Force se quitó el cinturón del cuello y después, lo usó para
golpear a Coto tirándolo también al piso.
Force levantó, con su soga, el cotonete, para luego arrojar el
cotonete hacia Cortado, Rata y Totis tirándolos al piso.
Force golpeó con el cinturón a Trompas y Tacha también
mandándolos al piso.
Al caer, Tacha tiró plástico C4 cerca del fuego que estaba cerca
de ellos.
Pino arrojó sus cadenas de mercurio hacia Force, éste sujetó las
cadenas con el cinturón, jaló las cadenas con el cinturón sujetando
a Teclas, con ayuda de las cadenas que estaban pegadas al
cinturón.
Force arrojó a Teclas hacia Pino, ésta chocó con Pino cayendo
ambos del remolque.
Rata observó asustada el C4 cerca del fuego.
— ¡Corran!
Coto, Rata, Totis, Tacha, Orejas, Cortado y Trompas corrieron
hacia el área de turbo—autos.
113
VICTOR HUGO BARRERA
— ¡Esto va a explotar!
Coto, Rata, Totis, Tacha, Orejas, Cortado y Trompas saltaron
encima del agujero del piso. Dentro del agujero, Razo y Golfo
observaron a sus amigos saltar al otro lado.
— ¡Oigan! ¡No nos dejen aquí!—gritó Razo.
— ¡Sáquennos!—pedía Golfo.
Coto, Totis, Orejas y Cortado llegaron y sacaron a Razo y
Golfo del agujero.
— ¿Qué hacen aquí abajo?—preguntó Orejas.
El plástico C4 explotó, Force cubrió a Pino y Teclas
protegiéndolos de la explosión con su traje.
Turbo—patrullas llegaron a las afueras de la fábrica de
vehículos abandonada. Varios Policías humanos, incluyendo al
Teniente Salas, bajaron de los vehículos observando la explosión.
— ¿Qué rayos pasó?—se preguntaba Salas.
El Teniente Salas, Núñez, Cerda y varios policías humanos
más observaron a Force salir entre las llamas con Pino y Teclas.
— ¡Baje sus armas!—ordenó Núñez apuntándole con su
arma a Force.
—¡Libere a los rehenes!—pidió Cerda apuntándole también
con su arma a Force.
Force colocó en el piso a Teclas amarrada con el cinturón y a
Pino amarrado con sus propias cadenas de mercurio.
—¡No soy un criminal, estoy de su lado! ¡Y estos son dos
Escorpiones!
114
Force oprimió el botón de un pequeño control remoto.

—Si me disculpan...
Una turbo—motocicleta llegó deteniéndose junto a Force.
—...Todavía hay 9 Escorpiones más que detener
Force subió a la turbo—motocicleta y se fue en ella.
Salas y los policías humanos observaban a Pino y Teclas
atados.
— ¿Dónde están los demás?—cuestionó Salas.
Pino y Teclas observaron burlonamente a los policías
humanos.
— ¡No te diré nada!—dijo Pino.
— ¡Ve por ellos si los quieres atrapar!—agregó Teclas.
Los policías levantaron a Pino y Teclas, Salas se acercó a
Núñez.
—¡Llévenlos al Departamento de Policía!—ordenó Salas, en
ese momento, su computel sonó, sacó su computel del bolsillo y
respondió una video llamada.
—Responder video llamada—dijo Salas y en la pantalla de su
computel apareció la imagen de Force.
—¿Qué ocurre?—preguntó Salas alejándose del resto de los
Policías y hablando en voz baja.
Force observaba a Salas en los lentes de su casco.
—Los demás Escorpiones escaparon en turbo—motocicletas,
necesito su ubicación
Salas hablaba con Force por computel.
115
VICTOR HUGO BARRERA
—El satélite—vigilante aún no nos da una señal

Force avanzaba en su turbo—moto mientras hablaba con
Salas.
—Creo que dependen mucho de la tecnología.
Salas hablaba con Force por computel.
—Me lo dice el Policía que viaja en turbo—motocicleta
Force avanzaba en su turbo—auto mientras hablaba con Salas.
— ¿Cuánto tarda en llegar la señal?
De pronto, el turbo—auto de Nicole se atravesó y Force frenó
bruscamente.
— ¡Rayos!
Force esquivó el turbo—auto pero perdió el control de la
turbo—motocicleta la cual se estrelló contra la orilla de la carretera,
la cerca láser rebotó a Force y la turbo—motocicleta deslizándolos
por el asfalto.
Nicole se detuvo y bajó del turbo—auto asustada.
— ¡¿Qué hice?!
Nicole miraba en las imágenes que se proyectaban en su
parabrisas que Force y su vehículo quedaron tirados a media
carretera.
— ¡Oh Dios mío!
Nicole subió a su turbo—auto, arrancó y se fue.
—Mejor me voy
Force quedó tirado en la mitad de la carretera.
116
Salas llegó en su turbo—patrulla observando a Force tirado e

inconsciente.
— ¡Force!
Salas llegó a donde estaba Force, revisó sus signos vitales y
luego lo cargó y caminó hacia la turbo—patrulla.
—Descuida Richard. Te llevaré a casa
En una casa lujosa, Nicole entró muy desesperada a su cuarto.

— ¡Maté a ese policía! ¡Debo huir de aquí!—pensaba Nicole y luego
activó su maleta electrónica y comenzó a arrojar ropa al interior de
ésta, la cual acomodaba la ropa automáticamente.
—Usaré mi turbo—auto para llegar a la cabaña de mi padre—decía
en su mente mientras salía de su cuarto con su maleta en la mano.
—Debo prepararme para detener los robos en Hidalgo—pensaba
Nicole mientras subía en su turbo—auto, arrancaba y huía.
—Este Estado me necesita.
117
118
EXPEDIENTE 3
“FORCE”
119
120
IX
En la casa Reyes, Richard despertó en la cama de su cuarto, Salas
estaba sentado junto a su cama.
— ¿Cómo te sientes, amigo?—preguntó Salas.
Richard observó impresionado a Salas.
—Gracias por estar siempre que despierto después de ser herido
—Tu último sueño de 30 años no fue nada con este de 3 días.
Richard se levantó de la cama y comenzó a estirar los brazos y
piernas.
— ¿Dormí 3 días?
Salas observaba a Richard mientras éste se cambiaba la playera.
—Tus músculos estuvieron congelados. Debes descansar para
que se recuperen
Sacudidor y Trapeador entraron al cuarto observando a Richard.
— ¡Richard, despertaste!—expresó Sacudidor.
— ¡Qué bueno que estás bien!—agregó Trapeador.
—Gracias amigos.
—Queremos mostrarles algo—comentó Sacudidor.
—Descubrimos qué son exactamente las cosas que hay en el sótano—dijo
Trapeador.
Richard, Salas, Sacudidor y Trapeador salieron del ascensor
entrando al sótano en donde observaron, además del lugar limpio, un
pequeño laboratorio.
— ¡Wow! ¡Este lugar es genial!—expresó Salas.
121
VICTOR HUGO BARRERA
Richard observó impresionado computadoras y servidores.

—Es un pequeño laboratorio científico
—No sólo es un pequeño laboratorio. Es un lugar para fabricar armas
Richard, Salas, Sacudidor y Trapeador se acercaron a una de las
computadoras.
—Dijiste que esta casa fue de Alan Félix—comentó Sacudidor
mientras buscaba el tipo de archivos que contenía el disco duro de la
máquina.
—Debió dejar varios archivos de sus prototipos—dijo Salas.
Richard, Salas, Sacudidor y Trapeador observaron en la pantalla
de la computadora el Menú de archivos que tenía: Balas Congelantes,
Balas de calor, Lanzadores de sogas, Lentes con luz ultravioleta y
Lentes con Luz infrarroja.
—Estos debieron ser sus primeros proyectos—dijo Salas.
Richard tecleó rápidamente en la computadora buscando
profundizar más en el contenido de los archivos.
—Tal vez estos proyectos nos sean de ayuda
—¿Cómo al Equipo Alienígena del Estado de México?—
preguntó Salas.
— ¿Grupo qué?—cuestionó Richard.
—Cierto. Lo lamento mucho. Tú aún no los conoces. Un grupo
de alienígenas invadió el Estado de México, pero otro grupo, también
de otra galaxia, reclutó a mexicanos como tú, que decidieron luchar
contra el crimen espacial. Usan campos de fuerza, boomerangs láser
122
y tienen turbo—motocicletas extraordinarias que llegan a formar un

robot enorme.
—Y hablando de eso, reparamos la tuya, Richard—reportó Trapeador.
Salas observó sorprendido a Sacudidor y Trapeador.
— ¿Repararon la turbo—moto?
—Nuestro chip de IA tiene archivos de electromecánica—respondió
Sacudidor.
—Creo que Ustedes dos serían excelentes compañeros de
Force—comentó nostálgico Richard.
—Pero capturaste a Pino y Teclas tú solo.
—Pero los otros escaparon. Además, será difícil capturarlos
porque atacan en grupo y porque la señal del Satélite—Vigilante tarda
en llegar
—Mejor dicho, no llega. Las computadoras del Departamento
tienen un virus que impide que la señal llegue. Teclas puso ese virus
antes que la atraparas.
—Podemos desviar la señal y recibirla en una computadora de aquí—
propuso Sacudidor.
— ¿Pueden hacer eso?—preguntó sorprendido Salas.
—Nuestro chip tiene archivos de informática—respondió Trapeador.
Richard abrazó a Sacudidor y Trapeador.
—Sigo en lo dicho. Ustedes dos son excelentes Agentes. Qué
lástima que no puedan ser compañeros de Force
Salas observaba pensativo a Richard, Sacudidor y Trapeador.
123
VICTOR HUGO BARRERA
—Hay una forma en que Sacudidor y Trapeador sean

compañeros de Force.
En la Madrugada, en un callejón sin salida de las calles de Pachuca,

detrás de un edificio de departamentos abandonado, Coto leía un
periódico mientras los demás Escorpiones dormían cerca de él.
— ¿De dónde salió ese Force? No importa. Pero más le vale no volver a tratar
de detenernos—decía en sus pensamientos Coto.
Razo y Golfo se acercaron a Coto.
—Jefe Coto ¿Podemos hablar con Usted?—preguntó Razo.
Coto volteó y observó a Razo y Golfo.
—Razo, Golfo, vayan a dormir. Debemos descansar para
enfrentar a Force
—Cuando caímos en el agujero vimos a alguien más. Una
chica—dijo Golfo.
— ¿Una chica? ¿Creen que sea compañera de Force?
—No lo creo. Sólo tomó un turbo—auto y se fue. Parecía que
esperaba que nos distrajéramos para robar el vehículo—contó Razo.
—Entonces nos dividiremos para el siguiente ataque
— ¿Dónde atacaremos?—preguntó Golfo.
Coto les mostró a Golfo y Razo la primera plana del Diario El
Tolteca, en donde se anunciaba la inauguración de la Academia de
Ballet Reyes.
—Seguramente habrá gente importante en esa inauguración
124
Teodoro y Roberto aparecieron de pronto detrás de Coto, lo

tomaron del brazo y lo asustaron provocando que los demás
Escorpiones se despertaran y se levantaran rápidamente.
— ¿Nos perdimos de algo?—preguntó Roberto.
— ¡Oigan Ustedes! ¿Por qué llegan así?—gritó Rata.
—El traje que nos dio Alan Félix repele la luz de los objetos—
dijo Teodoro.
— ¿Qué no eran tres hermanos? O ¿También los atacó el policía
ese?—preguntó Totis.
—Jacobo se quedó cuidando a la hija del político. ¿Para qué nos
llamaron? ¿Tiene que ver con el policía que dijo Totis?—decía
Roberto.
—Como criminales de Pachuca tenemos un gran problema. Hay
un nuevo policía—dijo Coto provocando la risa en Teodoro y
Roberto.
—Por Favor, Coto. ¿Cuánto vale ese policía nuevo?—decía
burlonamente Teodoro.
—Créanme, este policía es diferente y no creo que podamos
sobornarlo. Además, que usa tecnología casi tan avanzada como la
que nosotros usamos.
Teodoro y Roberto se mostraron asombrados.
—Entonces sí que es un problema—dijo Roberto— ¿Cómo se
llama ese policía?
125
VICTOR HUGO BARRERA
En el sótano de la Casa Reyes, Trapeador entraba al simulador,

tomaba el traje de CAREL de Force y luego se alejaba disparándole
con un lanza llamas, viendo que al traje no le pasaba nada. Luego,
tomó un arma y le disparó al traje una bala congelante y la bala rebotó
y congeló parte de la pared del lugar.
Por último, Trapeador tomó un arma láser y le disparó al tarje, el
disparo rebotó y pegó en la pared haciéndole un agujero.
Richard y Sacudidor observaban atentos todas las pruebas
realizadas al traje.
—El traje de Force es resistente a prácticamente todo. Aún recuerdas cómo
pelear, eso fue lo que te ayudó esta vez. En cuanto a la turbo—motocicleta no tienes
porque preocuparte, fue construida al igual que muchas cosas en México, de
CAREL. Te protegerá de los disparos—dijo Sacudidor.
—Entonces ¿Cómo fue que los demás Escorpiones escaparon?
—Tal vez fallamos en no usar el visor de rayos infrarrojos. Con eso los hubieras
encontrado, aunque estuvieran dentro de la pared—dijo Trapeador
acercándose a Richard.
—Trapeador ¿Por qué dijiste fallamos? A mí se me escaparon, no
a Ustedes.
—Pero nosotros no te supimos guiar. Ni siquiera estábamos comunicados
contigo—respondió Sacudidor.
—Por eso colocaremos comunicadores computarizados en tu casco y en tu
turbo—motocicleta para poderte guiar—informó Trapeador.
—Ahora estoy igual de sorprendido que el teniente Salas. Creí que
sólo daban mantenimiento y limpieza a las casas
126
—Esas son nuestras funciones principales, pero nuestro chip de inteligencia

artificial también incluye funciones científicas—dijo Sacudidor.
Richard pensó un poco la situación.
—Tal vez quieras decir de nuevo que seríamos una excelente ayuda para Force,
pero no necesitamos una identidad secreta para ayudarte, sino un cuerpo nuevo.
Richard se quedó pensando en las palabras de Trapeador.
—Veré qué puedo hacer para solucionar eso.
En la prisión de Pachuca; Omar Cerda llevaba a Alan Félix,

esposado con cuerdas láser, al área de visitas.
—Tienes 15 minutos para hablar en privado—dijo Cerda.
— ¿Cuánto me costarán 15 minutos más?
Cerda y Alan Félix entraron al área de visitas de la prisión, cuyas
puertas se abrieron automáticamente al detectar sus cuerpos.
—$1000
—Está bien.
Alan sacó una tarjeta de crédito de su bolsillo y se la dio a Cerda.
—Tengo 30 minutos y tú no verás nada
—Claro
En el área de visitas, Alan se sentó en una silla que estaba frente a
un campo de fuerza y del otro lado del campo se encontraba Joaquín
Díaz.
— ¿Cómo va el proyecto “Robots IA”?—preguntó Alan.
—Estarán listos en un mes. Tal vez menos.
127
VICTOR HUGO BARRERA
Joaquín sacó su computel y proyectó imágenes 3D en el campo

de fuerza para mostrarle la información a Alan.
—Encontré a las personas que me pediste
Alan observaba imágenes 3D de las Gemelas Sánchez.
—Ellas fueron tus alumnas en la Universidad por
correspondencia. Se llaman Hortensia y Orquídea Sánchez.
Hermanas Gemelas
Alan observaba imágenes 3D de los Trillizos.
—Ellos son Teodoro, Jacobo y Roberto. Hermanos Trillizos y
alumnos tuyos de la Universidad por correspondencia también.
—No creo que Gemelas y Trillizos sean los indicados para mis
prototipos.
—Estos chicos se odian entre sí. Tienen habilidades para el robo y
son muy astutos. Serán perfectos para usar los prototipos.
—Tráemelos. Yo les daré los trajes y los guantes.
—Eso no es posible... las Gemelas fueron arrestadas la semana
pasada... Y, los Trillizos fueron enviados a una mina para cumplir su
servicio comunitario.
—Entonces libéralos y dales los trajes.
—Hice algo parecido. Les di los trajes para que ellos los usaran y
así pudieran liberarse.
Alan miró desconcertado a Joaquín.
128
En la Jefatura de Policía de Pachuca, Orquídea y Hortensia Sánchez estaban

encerradas en una celda.
—Tu idea de fingir que te robaron para tú robar a otros fue pésima idea—dijo
Orquídea.
—Perdona. No sabía que fueras tan pésima ladrona—respondió Hortensia.
—Soy mejor ladrona que tú
En ese momento, un paquete entró por la ventana golpeando a Orquídea en la
cabeza.
Hortensia tomó el paquete observando que tenía una nota que decía así:
USEN ESTO PARA ESCAPAR.
—¿Quién arrojó esto?—preguntó Hortensia y luego se asomó por la ventana
sin ver a nadie.
—La persona que arrojó esto, huyó.
Hortensia abrió el paquete viendo el traje verde en el interior.
— ¿Qué es esto?
Hortensia presionó el cierre del traje y éste se mimetizó con el lugar.
Hortensia y Orquídea observaban asombradas que el traje se mimetizaba.
— ¡Santo cielo! ¡Es el traje prototipo!—gritó Orquídea, luego, sacó del paquete
un guante con un chupón de plástico transparente en cada dedo.
Orquídea se colocó el guante, luego puso su mano sobre la cama y Orquídea alzó
su mano logrando levantar la cama de la celda. Hortensia miraba impresionada a su
hermana.
—El que arrojó esto nos quiere ver libres—aseguró Orquídea mientras
levantaba la cama con ayuda del guante.
129
VICTOR HUGO BARRERA
En una mina de cobre; Teodoro, Jacobo y Roberto golpeaban las rocas con picos
automáticos como parte de su servicio comunitario. De pronto, los tres se sintieron
cansados y dejaron de golpear las rocas.
—Tengo sed—dijo Jacobo.
—Yo también—agregó Teodoro.
—Pediré agua—Roberto tomó un compuradio para comunicarse al exterior de
la mina.
—Necesitamos más botellas de agua acá abajo.
Un carro donde comúnmente se transporta el material obtenido de las minas se
acercó a los Trillizos.
—Sí que son rápidos—expresó Jacobo.
Roberto se acercó al carro y observó que no había botellas de agua en el interior,
pero sí había un paquete.
— ¡Aquí no hay agua!—gritó Roberto, luego, abrió molesto el paquete—
¡¿Qué es esto?!
Roberto les mostró a Jacobo y Teodoro tres trajes color azul.
— ¿Pidieron otro uniforme?—preguntó Roberto.
— ¡No!—dijeron al unísono los otros dos.
Jacobo observó unos guantes que venían en el paquete.
—También nos mandaron otros guantes
Jacobo se puso uno de los guantes observando que tenía mira láser. Jacobo disparó
un rayo láser de su guante haciendo un agujero en una roca, Teodoro y Roberto lo
observaron sorprendidos.
Teodoro y Roberto se pusieron los otros pares de guantes.
130
—¡Estos guantes sí me gustan!—dijo Teodoro, después, disparó un gancho con

cuerda de su guante mientras Roberto formaba una esfera gigante con el suyo.
—Usemos esto para largarnos de aquí—propuso Roberto a sus hermanos.
131
132
X
En la prisión de Pachuca; en la celda de máxima seguridad, El
Loco Arriaga hacía ejercicio colgándose de la barra. Al terminar de
hacer ejercicio, el Loco se dejó caer y se sostuvo con sus brazos
quedando en forma de lagartija, después, se arrastró hasta donde
estaban sus muletas, las sujetó y se levantó con ayuda de éstas. De
pronto, escuchó ruidos, y observó por la ventana de la puerta de la
celda que los Policías humanos llevaban a Pino y Teclas a sus
respectivas celdas.
—¿Capturaron a dos Escorpiones?—se preguntó el Loco
mostrándose sorprendido.
Los dos Escorpiones eran llevados a su celda esposados con
unas esposas de CAREL las cuales se abrían por medio de la
orden de una computadora.
—Oiga oficial ¿Por qué no nos lleva a esa celda grandota?—
preguntó Pino.
—Porque en esa celda están los condenados a más de 50 años
de cárcel. Ahora ¡Camina!—El Policía le dio un golpe en la nuca a
Pino.
—Y ¿Quién está hospedado ahí?—preguntó Teclas mientras
seguían caminando hasta las celdas.
—El Loco Arriaga. ¡Avancen!
133
VICTOR HUGO BARRERA
Los 2 Escorpiones se sorprendieron, Pino fue metido en su

respectiva celda. Luego el policía llevaba a Teclas a la celda para
mujeres.
— ¡¿Por qué Teclas estará en otra celda?!—cuestionó Pino.
—Aquí separamos a los hombres de las mujeres.
Pino gritó hacia la celda de máxima seguridad.
— ¡Oiga! ¡Zafado Arriaga! Yo soy mejor criminal que Usted.
Al menos yo camino. Ja, Ja, Ja.
—Te dije que te comportaras—Un segundo Policía oprimió
un botón de su control remoto y varias regaderas salieron del
techo de la celda bañando con chorros de agua a Pino.
— ¡Era broma! ¡Me bañé antes de venir! ¡Por favor, no siga!—
suplicaba Pino siendo bañado por los chorros de agua.
— ¿Ya te vas a comportar?—preguntó el Policía.
— ¡Ya! ¡Pare por favor! ¡Ya me comporto! ¡Lo prometo!
El Loco observaba todo desde la puerta de su celda, después,
regresó al interior y tomó un chip que estaba en un mesa junto a
una tarjeta virtual, le colocó el chip a la tarjeta y oprimió el botón
para grabar, la tarjeta proyectó una luz y el Loco comenzó a
hablar.
—Estimado General Bryan: Ahora sé lo que Usted siente al
estar en prisión y saber que los criminales que están afuera son
unos novatos, pero se creen ser lo mejor del Planeta. Desde hace
13 años—El Loco observaba su tatuaje del brazo—tengo un
tatuaje en mi brazo izquierdo que tiene una doble “R”. Es por
134
Richard Reyes, quien me puso en prisión. Y aunque nunca

volveré a caminar, creo que Richard nunca saldrá de ese cubo de
hielo. Usted y yo somos iguales, General, ambos no podemos
caminar, pero eso no nos detendrá, ya que algún día saldremos y
Cuernavaca y Pachuca lo pagarán caro. Espero que pueda
vengarse de Guitarra Poderosa y que responda a mi carta con
prontitud. Simón “EL Loco” Arriaga.
El Loco empacó la tarjeta en una caja y la envió por el buzón
Express de su celda con destino a Cuernavaca, Morelos, México.
—El buzón Express no es revisado por el scanner de la
prisión—dijo orgulloso el Loco.
En el décimo piso de un edifico abandonado de la Empresa

YCF, Jacobo, Orejas y Golfo cuidaban a Hilary, quien se
encontraba atada a una silla con sogas láser y con los ojos
vendados.
— ¡Sáquenme de aquí!—gritaba Hilary.
—Ya me cayó mal de tanto grito. Tápale la boca—ordenó
Jacobo.
—Con gusto—respondió Golfo mientras tomaba una cinta
masking y le vendaba la boca a Hilary—Lo siento niña bonita, pero
no nos gustan las gritonas.
135
VICTOR HUGO BARRERA
En el sótano del mismo edifico, Coto, Totis, Trompas, Tacha,

Rata y Razo junto con Teodoro planeaban un nuevo ataque sobre
una mesa que proyectaba imágenes virtuales de la Ciudad de
Pachuca.
—La exhibición de CAREL está en el museo de Pachuca.
Exhiben desde armas hasta los escudos más sofisticados—decía
Teodoro.
Roberto apareció y tocó el hombro de Tacha la cual se asustó
al ver al Trillizo.
— ¡Cuando menos di ya llegué!
—No hay tiempo para eso. Encerraron a los otros dos en la
prisión de Pachuca, si queremos dar este gran golpe y robar todos
los objetos de la exhibición, debemos estar completos.
—Nosotros iremos por los demás. Ustedes Trillizos distraigan
a la policía con el rescate de la hija del Político. Nos veremos aquí a
la media noche y nos dirigiremos al museo—propuso Coto.
—Hecho. ¿Qué pasa si ese tal Force se interpone?—preguntó
Roberto.
—Acaben con él. Él no nos dejó otra alternativa—respondió
molesto Coto.
Los Escorpiones: Coto, Totis, Orejas, Trompas, Tacha, Razo y
Rata salieron del edifico en sus turbo—motocicletas rumbo a la
prisión, mientras esto sucedía, en el sótano de la Casa Reyes,
Sacudidor le explicaba a Richard las posibles opciones para
detener a las dos Pandillas.
136
—Para detener a los Escorpiones y los Trillizos debemos saber que sus
armas son más sofisticadas que las que usa la Policía, pero no más que las
nuestras. Como recordarás, Richard; Coto usa un cotonete gigante hecho de latón,
Totis una ganzúa y una llave con las que abre cualquier cerradura, Golfo usa su
increíble fuerza que concentra en su panzota, Trompas propaga el fuego con su
encendedor y su aerosol, Tacha fabrica bombas caseras, pero también sabe usar el
mercurio, así que le fabricó a Cortado una espada gigante, a Pino unas cadenas
y a Razo un escudo, aparte de su marro de CAREL que el ex sargento carga
todo el tiempo. Las cosas se atoran en las cadenas y el escudo por que el mercurio
es un metal líquido. El Orejas usa un cinturón gigante para educar a la sociedad,
Rata sólo sabe meter el dos de vastos y Teclas siempre carga una
virtualtabletover1 para hacer fallar todos los sistemas de seguridad.
Richard y Trapeador buscaban en las cajas del sótano.
—No he conocido a los Trillizos, así que no conozco sus
armas.
—A ellos, Alan Félix les hizo un traje anti láser que repele la luz de los
objetos, por eso pasan sin ser vistos. En sus guantes, cada uno tiene un arma.
Jacobo tiene un guante que dispara rayos láser, Teodoro uno que dispara gancho
y cuerda, y Roberto, uno que hace una esfera gigante. No sé de qué material
hayan sido fabricados esos guantes, pero resisten los disparos láser—explicó
Trapeador.
Richard encontró en una caja un drone con forma de
helicóptero a escala.
—¡Vaya!—Richard sacó el dron de la caja—Un modelo a
escala del helicóptero de la policía.
137
VICTOR HUGO BARRERA
Sacudidor se acercó con un dron con forma de camioneta de

bomberos en las manos.
—Miren lo que yo encontré.
Richard y Trapeador observaban impresionados el dron.
— ¡Este drone tiene forma de camioneta de bomberos! ¡Está genial!
—¿Estos “drones” tendrán todas las funciones?—preguntaba
Richard mientras Salas salía del asesor.
—De hecho, tienen más funciones de las que te imaginas.
Richard, Sacudidor y Trapeador se sorprendieron al ver a Salas.
—Sé que este lugar es tuyo, y que el scanner de la propiedad te
reconoce y abre sus puertas automáticamente, pero cuando
menos llama y dime que vendrás a verme.
—No hay tiempo, tengo dos noticias importantes. La primera
es que el Candidato a Gobernador Paulo López recibió una tarjeta
virtual en donde le piden que esté en una hora en el viejo edificio
YFC con $100, 000, 000 de pesos y lo más probable es que sea
una trampa. Y la segunda, es que en Morelos llegó la noticia de
Force, y el héroe de allá te envió un paquete, toma.
Salas le da el paquete a Richard, éste tomó una navaja láser y
abrió el paquete observando que dentro de la caja había plumillas
navajas y una plumilla con rastreador integrado, Richard sacó los
dispositivos y también sacó un cartucho con balas paralizantes y
uno con balas de gas.
—Esto, sí será de ayuda.
138
La alarma de criminales sonó en la computadora principal del

tablero de controles, todos corrieron a ver y observaron la señal de
los Escorpiones que se dirigían en sus turbo—motos a la prisión.
—Coto va por los otros—dijo Richard.
—Y si los Trillizos quieren el rescate, entonces no deben estar
unidos.
—Claro que sí, sólo que buscan crear una distracción ¿Te
importa si uso los… dro…nes para mis ayudantes, Javier?
—No. Úsalos. Pero sería mejor si ayudaran primero al político
a rescatar a su hija.
—Primero atraparemos a todos los Escorpiones y luego
rescataremos a la hija del político.
—Richard, esas fueron las órdenes que se nos dieron. Y
debemos obedecerlas, ¿Recuerdas lo que te pasó por desobedecer
una orden hace 30 años?
—Sí. Capturé al villano más buscado de Hidalgo. Ve con el
político, Salas. Nosotros capturaremos a los criminales
—¿Quiénes son nosotros?—preguntó Salas confundido
mientras Richard le señaló con la mirada a Sacudidor y Trapeador.
Los Escorpiones llegaron a las afueras de la prisión. Totis y

Trompas atoraron navajas de mercurio en las cadenas y las
lanzaron contra las puertas de la prisión, las navajas se atoraron en
las puertas. Luego Totis y Trompas subieron a sus turbo—
139
VICTOR HUGO BARRERA
motocicletas y condujeron en reversa moviendo las puertas de la

prisión.
— ¡Más potencia!—ordenó Coto.
Totis y Trompas aceleraron más y arrancaron, con ayuda de las
cadenas, las puertas de la prisión.
— ¡Bien hecho!—gritó Coto.
Policías Humanos salieron de la prisión mirando a los
Escorpiones en sus turbo—motos.
— ¡Son los Escorpiones! ¡Fuego!
Los policías les dispararon a los Escorpiones con sus armas
láser, Rata tomó el escudo de Razo y lo hizo crecer lo suficiente
para retener los disparos y cubrir a sus compañeros.
— ¡Trompas, Orejas, Razo, Cortado y Totis! ¡Tomen el
escudo y acompáñenme por los otros!—ordenó Coto.
— ¡Sí jefe!—dijo Trompas mientras tomaba el escudo y cubría
a Coto, Razo, Cortado, Orejas y a Totis.
— ¡¿Qué hay de Tacha y Rata?!—preguntó Totis.
—No te apures, Totis—dijo Tacha sacando una bomba
casera, encendiendo la mecha y arrojándola hacia interior de la
prisión, la bomba explotó volando por los aires a los policías.
—Bien hecho, Tacha. Quédate con Rata por si Force llegara a
venir. Y si lo hace, destrúyanlo—dijo Coto.
—Sí, Jefe.
Coto, Totis, Razo, Orejas, Cortado y Trompas subieron a sus
turbo—motos y entraron a la prisión.
140
En el interior de la prisión, Coto, Totis, Razo, Orejas, Cortado

y Trompas caminaban por el área de celdas, pasando por celdas
con prisioneros de peligrosidad mínima y media.
— ¿Dónde los habrán puesto?—preguntó Trompas.
—Es más que obvio, en el área de máxima peligrosidad—
respondió Coto.
Afuera de la prisión, Tacha y Rata esperaban paradas junto a
sus turbo—motocicletas.
—Ya deberían estar aquí. Han robado cosas más numerosas y
pesadas—dijo Tacha, y Rata escuchó un ruido.
— ¿Escuchaste eso?—preguntó Rata.
— ¿Qué?
Ambas escucharon el sonido de un turbo—motocicleta que se
acercaba, ambas observaron a los alrededores sin ver nada.
Segundos después, el sonido se escuchaba más fuerte y Rata
observó a los lejos a Force acercándose en su turbo—motocicleta.
— ¡Es Force!—gritó Rata.
— ¡Yo lo detendré!
Tacha sacó una bomba casera, le encendió la mecha y la arrojó
hacia Force, la bomba cayó delante de la turbo—motocicleta y
explotó volando a Force por los aires cayendo boca abajo.
— ¡Sí! ¡La Tacha te venció, Force!
Ambas subieron a sus turbo—motos y fueron a ver a Force
que seguía tirado.
141
VICTOR HUGO BARRERA
Al llegar, bajaron de las turbo—motos, Tacha trataba de

voltear a Force boca arriba.
— ¡Mira mi rostro!
La imagen del cuerpo de Force desapareció.
— ¡¿Qué?! ¡Era un holograma!
El dron de Helicóptero salió de repente y alumbró a las dos
ladronas.
— ¡Tacha y Rata, quedan detenidas!
— ¡Rayos! ¡Otro policía!—dijo Rata.
Ambas corrieron hacia sus turbo—motos, subieron a ellas y
arrancaron hacia la prisión, Helicóptero las perseguía
disparándoles con su láser sin lograr impactarles ningún tiro. De
pronto, el drone de Camionetita salió de los arbustos y cayó a
mitad de la calle sacando su escalera que impactó con la turbo—
moto de Rata, quien perdió el control y salió volando y cayó más
adelante, Tacha siguió su camino, pero Helicóptero le disparó con
su láser dándole en una llanta haciendo que Tacha perdiera el
control y cayera.
Camionetita sacó su cañón y le disparó una red pegajosa a Rata
dejándola atrapada.
Tacha se levantó y le arrojó una bomba casera a Camionetita, la
bomba explotó y Camionetita salió volando cayendo boca abajo.
— ¡Hermano!
Helicóptero se dirigió a auxiliar a Camionetita, mientras Tacha
aprovechaba para huir en la turbo—motocicleta de Rata.
142
Helicóptero le disparó la plumilla con rastreador, la cual se

atoró en la turbo—motocicleta. Helicóptero sacó unos patines de
ruedas para poder descender y acercarse a Camionetita, quien se
volteó boca arriba.
— ¿Estás bien, Camionetita?
—Sí. Pero Tacha escapó.
—Le puse un rastreador, ahora hay que ayudar a Force.
—Bien.
Helicóptero se elevó y Camionetita arrancó, ambos se
dirigieron a la prisión.
En la prisión, Coto, Totis, Razo, Orejas, Cortado y Trompas
llegaron a las celdas donde estaba Pino.
—Miren nada más. El jefe vino por nosotros. ¡Por eso lo
quiero, Jefe Coto!
Totis sacó su llave y su ganzúa, pero se dio cuenta que la
cerradura de la celda tenía sólo la entrada para una tarjeta de
identificación, además de contar con un tablero numérico.
—Mi llave aquí no sirve. Necesitamos la tarjeta de un policía.
El policía Omar Cerda apareció detrás de los Escorpiones.
— ¡Manos arriba! ¡Quedan detenidos!
Los Tres Escorpiones voltearon y observaron a Cerda.
— ¡Dije manos arriba!
—Yo me encargo—dijo Trompas sacando su encendedor y
su aerosol, rápidamente, creó una flama gigante con la cual azotó a
143
VICTOR HUGO BARRERA
Cerda contra la pared dejándolo inconsciente. Totis corrió y le

quitó su tarjeta de identificación a Cerda.
El Loco Arriaga escuchaba todo desde su celda, sujetó sus
muletas y fue lo más rápido que podía a la puerta para verlo todo.
Totis metió la tarjeta en la cerradura, pero el sistema le pidió el
código de la celda.
— ¡Ahora ¿Qué?!—cuestionó Coto.
—Necesito el código de celda.
Teclas les gritó a todos desde su celda en el área de mujeres.
— ¡Totis, el número de código debe estar en la tarjeta! ¡Son los
6 números!
Totis revisó la tarjeta, vio el código y comenzó a teclearlo en el
tablero de la cerradura.
—Si te apuras no me enojo, Totis—dijo Pino, un tanto
desesperado.
El sistema registró el código y luego le pidió una huella dactilar
a Totis.
— ¡Rayos!
— ¿Ahora qué?—preguntó Coto.
—¡Estas celdas tienen mucha seguridad! ¡Necesito la huella
del.…!
Todos voltearon y observaron que Cerda ya no estaba.
— ¿A dónde se fue el policía?—preguntó Orejas.
—Trompas, ve a ver—ordenó Coto y Trompas corrió hacia
donde estaba Cerda sin ver nada sospechoso.
144
De pronto, Force apareció junto a Trompas.

—Hola
Force le dio un puñetazo a Trompas en la cara tirándolo al
piso.
— ¡Es Force!—gritó molesto Coto— ¡A él, Totis!
Totis le lanzó su ganzúa—gancho a Force, éste se cubrió con
su brazo izquierdo pero la ganzúa se atoró en su brazo. Totis jaló a
Force quien trataba de resistirse poniendo los pies bien firmes en
el suelo, pero no podía mantener su cuerpo fijo, luego, Force sacó
su arma y le disparó una bala congelante a la cuerda de la ganzúa
congelándola completamente junto con Totis.
El Loco Arriaga se asombró al ver desde su celda lo que estaba
sucediendo.
Trompas se levantó, creó otra flama gigante tratando de
quemar a Force, Camionetita entró rompiendo parte del techo y
con su manguera de bomberos apagó la flama de Trompas y
luego lo azotó contra la pared usando la misma manguera.
—Incendio apagado
Camionetita levantó su cañón y le disparó una red pegajosa a
Trompas pegándolo contra la pared.
Orejas sacó su cinturón gigante y corrió a golpear a Force, pero
éste giró su cuerpo y le dio una patada en la cara a Orejas
dejándolo hincado, Force observó que Cortado ya venía tirándole
un golpe con su espada de mercurio, Force usó su brazo para
sujetar la mano de Cortado impidiendo que la espada de mercurio
145
VICTOR HUGO BARRERA
lo lastimara, pero también, Razo ya estaba tirándole un golpe con

su marro a la cara de Force, éste echó su cuerpo atrás y el golpe del
marro siguió de largo golpeando a Cortado en la cara y tirándolo al
piso, Force se quedó con la espada de Cortado en la mano, así que
Force usó la espada para herir en la mano a Razo tirándole el
marro, Force goleó con su codo la cara de Razo para después
darle una patada en el pecho y enviarlo directo al piso.
Pino observaba molesto la situación desde su celda.
— ¡Qué estúpidos son! ¡Él sólo es uno y Ustedes son tres!
Cortado y Razo se levantaron y caminaron de nuevo para
enfrentar a Force, pero en ese momento, Helicóptero entró por el
agujero del techo disparándoles rayos láser a Razo y Cortado
hiriéndolos y tirándolos al piso.
Force observó que Orejas seguía hincado en el piso por la
patada.
—Quedas arrestado—dijo Force a Orejas, luego, sacó su arma
y le disparó a Orejas una soga dejándolo atado de los brazos, luego
Force puso a Orejas contra el piso y volteó a ver a su alrededor
viendo que Coto huía corriendo.
Force volteó mirando a Helicóptero y Camionetita.
— ¿Dónde están Rata y Tacha?
—Tacha escapó, pero la plumilla no sólo nos dirá donde está
ella, sino también la hija del político—respondió Helicóptero.
—Bien. Salgamos de aquí. Muy pronto también atraparé al
Jefe Coto.
146
Helicóptero sacó unas manos elásticas con las que sujetó a

Force y lo sacó volando del lugar, Camionetita arrancó y salió por
las escaleras.
El Loco Arriaga no podía dar crédito a lo que veía desde el
interior de su celda.
—Esto es increíble. Aquí en Hidalgo ya hay héroes también.
147
148
XI
El Teniente Salas, junto con varios policías humanos y el
Candidato López, entraron al sótano del edificio YCF viendo a
Hilary atada con sogas láser a una silla.
— ¡Sáquenme de aquí! ¡Auxilio!
—¡Hilary!—gritó Paulo López al ver a su hija al mismo tiempo
que corría para desatarla, pero al llegar y tocarle la cara, la imagen
de Hilary desapareció—Pero ¿Qué rayos?
Los Trillizos aparecieron de pronto.
—¿Creyó que iba a ser tan fácil? Claro que no. Queremos
nuestro dinero—dijo Teodoro.
—No les daré nada—Paulo López volteó a ver a los
Policías— ¡Disparen!
Los policías dispararon sus armas láser, pero Roberto formó
una esfera con su guante y los disparos impactaron la esfera sin
hacerle daño.
—Lo siento mucho—dijo Jacobo para luego usar el láser de
su guante para impactar y derribar a todos los policías.
Salas sacó su arma, Teodoro usó el gancho de su guante para
atar de manos a Salas y tirarle su arma, luego jaló la cuerda del
gancho y azotó a Salas contra Paulo López.
—Su hija está en este edificio. La cuidan Golfo y Tacha.
Sabemos de Force y sus amigos policías, si no quiere que las
149
VICTOR HUGO BARRERA
lastimen a su hija, entréguenos el dinero ahora, futuro

Gobernador—dijo Roberto.
Force entró a bordo de su turbo—motocicleta junto con
Helicóptero y Camionetita rompiendo las ventanas del sótano.
Los trillizos se sorprendieron al ver a los policías entrar, Force
sujetó a Paulo López y a Salas, siguió su camino y los dejó a
ambos luego de ponerlos a salvo.
Teodoro atoró su gancho en la esfera y la dirigió hacia
Helicóptero quien fue golpeado y sacado de balance por la esfera,
Camionetita usó el chorro de agua de su manguera para dirigir la
esfera hacia Roberto y golpearlo volándolo por los aires.
Force bajó de la turbo—motocicleta y le disparó una bala
congelante a Roberto impactándolo en una pierna y congelándole
la misma. Force recibió en el hombro un disparo del láser de
Jacobo, luego Force corrió para protegerse de los disparos de
Jacobo. De pronto Jacobo fue golpeado por el chorro de agua de
Camionetita, Jacobo trató de dispararle a Camionetita con su láser,
pero éste no funcionó.
— ¡No!
Camionetita le disparó una red pegajosa con su cañón a
Jacobo, pero Roberto disparó su gancho interceptando la red e
impidiendo que su hermano fuera capturado, después, Roberto
disparó su gancho atorándolo en la base de Helicóptero, luego jaló
a Helicóptero y trató de hacerlo caer, pero Helicóptero usó toda
150
su fuerza y arrojó a Roberto contra la ventana, Helicóptero sacó

su patín de hielo y con la cuchilla de éste rompió la soga.
Roberto golpeó con su guante la ventana rompiéndola.
Después, presionó la letra de su traje y desapareció, Force volteó a
su alrededor viendo que Jacobo y Teodoro hicieron lo mismo que
su hermano y desaparecieron.
Force activó la luz infrarroja de su casco para buscar a los
Trillizos, pero Salas le pidió ayuda a Force haciéndolo voltear hacia
el Teniente.
—¡Force, aún falta encontrar a Hilary, dijeron que estaba en
este edificio!—gritó Salas.
Force usó la luz infrarroja de su casco para buscar a Hilary
encontrándola en el último piso con Golfo y Tacha cuidándola.
—Está en el último piso. Helicóptero, Camionetita, hay que ir
arriba.
En el último piso, Tacha y Golfo cuidaban de Hilary que
estaba atada con sogas láser a una silla.
—¿Crees que los demás hayan podido con esos policías?—
preguntó Golfo.
—Eso espero, porque si no...
Una bala de gas entró por la ventana, la bala expandió el gas,
Tacha y Golfo trataron de cubrirse la nariz, pero el gas se
expandió por todo el cuarto, Golfo tomó la bala, corrió hacia la
ventana y aventó la bala por la ventana, luego Force fue impulsado
151
VICTOR HUGO BARRERA
por Helicóptero y entró por la ventana dándole una patada a

Golfo tirándolo al piso.
Tacha estaba a punto de desmayarse por el gas, pero al ver a
Force dentro del cuarto, encendió la mecha de una bomba casera
y trató de arrojársela, Camionetita llegó y le apagó la mecha con su
chorro de agua, luego, Tacha cayó desmayada.
Camionetita se acercó a Hilary y usó un gas que apagó el
mecanismo de las sogas láser y Hilary pudo desatarse, mientras
tanto, Golfo se levantaba y derribaba a Force tirándole su arma,
Golfo tomó el arma de Force y le disparó una soga que ató a
Force de los pies, Golfo tiró el arma, levantó a Force y lo puso en
la orilla de la ventana del edifico.
—Caerás desde muy alto, Force.
Force sacó un arma que tenía balas paralizantes y le disparó a
Golfo en el estómago, la bala le dio una descarga eléctrica a Golfo
que lo paralizó y lo derribó hacia dentro del edificio.
Helicóptero entró por la ventana y con las cuchillas de sus
patines de hielo rompió la soga de los pies de Force.
—Gracias, Helicóptero
Camionetita se acercó a Hilary, quien ya estaba desatada justo
cuando Paulo López y Salas llegaron al último piso.
— ¡Hilary!
— ¡Papá!
Ambos corrieron a encontrarse y se abrazaron.
—Mi niña. Nunca renuncié a volver a verte.
152
Salas, Force, Helicóptero y Camionetita se acercaron a Paulo

López y Hilary, el político los miró sonriente.
—Salas, estos tres policías hicieron un excelente trabajo. Tanto
ellos como tú tienen todo mi apoyo. Jefe de policía.
Paulo López le dio la placa de Jefe de policía a Salas y se alejó
junto con Hilary mientras Salas no podía creer su nuevo
nombramiento.
—Pero Usted no es Gobernador aún, Sr. López.
Paulo López se detuvo, miró sonriente a Salas y habló:
—Entonces imagina lo que podré hacer cuando lo sea.
Salas miró emocionado a Force, Helicóptero y Camionetita.
— ¿Oyeron eso? Soy jefe de la policía
—Se le va a subir la fama—dijo Camionetita.
—Hay un ligero problema, jefe Salas. La luz infrarroja de mi
casco dejó de funcionar y los Trillizos escaparon—comentó
Force.
—Debe ser el virus que Teclas envió a los servidores del
Estado.
—Creo que no fue una idea del todo sabia el conectar todos
los sistemas por Internet.
—El problema es que Teclas no quiere quitar el virus. Dice
que prefiere pasar 50 en prisión.
—Deja que Force hable con ella.
153
VICTOR HUGO BARRERA
En la Prisión de Pachuca; Teclas estaba sentada en la cama de

su celda mirando al techo. De pronto, las puertas de la celda se
abrieron automáticamente, luego, Force entró a la celda
provocando que Teclas se levantara de la cama rápidamente.
— ¿Cómo te sientes en tu nuevo hogar, Teclas?
— ¡Force!
Las puertas de la celda se cerraron dejando a Teclas sola con
Force.
—Si viniste a interrogarnos fue una mala decisión. No te diré
nada y no quitaré el virus.
—No vine a interrogarte. Vine a proponerte un trato
Teclas observó confundida a Force.
—Dejaré ir a Golfo y Rata para que se reúnan con el Jefe
Coto. Si no atrapo a tus tres amigos en menos de 12 horas, Tú y
los demás Escorpiones saldrán libres
Teclas miró impresionada a Force.
—Pero si los atrapo, todos irán a prisión y tú Teclas, quitarás el
virus que enviaste a todos los servidores del Estado.
Teclas pensó un momento la propuesta de Force.
—Suena bien. Es un trato justo creo yo. Acepto. Pero tu
tiempo comienza ahora.
Esa misma noche, en el sótano de la Casa Reyes; Sacudidor y
Trapeador se acercaban a Salas, quien observaba dos cabinas, con
manos robot en su interior, frente al tablero de controles.
—La cabina de transformación está lista, jefe Salas—dijo Sacudidor
154
—Ya veo como es que Ustedes pueden ocupar los drones

que el jefe Sosa le dejó a Richard.
La computadora principal hizo un sonido, Salas, Sacudidor y
Trapeador escucharon y corrieron a ver.
Trapeador tecleó en la computadora para descargar la imagen
del satélite vigilante.
—Los Escorpiones no pierden el tiempo—dijo Trapeador—Estarán
presentes en la inauguración de esta noche.
—Sólo que éste será su último evento al que asistirán—aseguró
Trapeador.
—Hoy se inaugura la Academia Reyes—dijo nostálgico el jefe
Salas.
—Así es—respondió Sacudidor—Pero ¿Por qué lo dijo en ese tono,
jefe?
Salas miró preocupado a Sacudidor y Trapeador.
En salón principal de los espejos de la nueva Academia Reyes;
Janet Reyes, dueña y directora, hablaba por el micrófono a toda la
Audiencia.
—¡Es un honor para mí tener una Academia de Ballet que
lleve mi nombre después de trabajar muy duro y con mucho
esfuerzo!
Janet señaló a Hilary López, quien estaba sentada detrás de ella,
vestida como bailarina de Ballet de la Academia.
155
VICTOR HUGO BARRERA
—¡Quiero agradecerle a Hilary López, quien además de estar

aquí a pesar de lo sucedido en las últimas horas, me ha dado todo
el apoyo para la creación de esta Academia!
Hilary se puso de pie y el público le aplaudió.
—¡Nombro a Hilary López como Maestra Encargada de la
Academia Reyes!
Los vidrios del techo de la Academia se sacudieron
fuertemente y después se rompieron.
Golfo, Rata y Coto cayeron del techo asustando a todos los
presentes.
— ¡Los Escorpiones!—gritó Hilary.
Varios policías humanos se acercaron a los Escorpiones
apuntándoles con sus armas.
Coto usó su cotonete gigante para golpear a los policías, tirarles
sus armas y arrojarlos contra las paredes.
Golfo, Rata y Coto caminaron hacia donde estaban Hilary y
Janet.
— ¡Qué nadie se mueva o saldrán heridos!
Force entró en su turbo—moto por el agujero del techo
cayendo detrás de los Escorpiones.
— ¡Vengan por mí, Escorpiones!
— ¡Vayan por él! ¡Yo iré por las bailarinas!—ordenó Coto.
Golfo corrió hacia Force.
— ¡Yo primero!
Force se dirigió hacia Golfo a bordo de su turbo—moto.
156
Force frenó antes de chocar con Golfo quedando la turbo—

moto sobre la rueda de enfrente, Force giró la turbo—moto
golpeando con la llanta trasera la cara de Golfo.
Golfo cayó desmayado y Force giró en su turbo—moto para
quedar frente a los otros dos Escorpiones.
— ¿Quién sigue?...
En la cabina de seguridad de la Prisión de Pachuca, Núñez y
Cerda observaban la televisión.
— ¿Crees que pase algo grave esta noche?
—No. Y no me interesa
La puerta de la cabina explotó arrojando a Núñez y Cerda
contra el piso.
En el sótano de la casa Reyes, Salas observaba en la
computadora la señal del Satélite vigilante.
—Hay problemas en la Prisión de Pachuca.
Salas volteó y observó a Sacudidor y Trapeador en las cabinas
de transformación.
— ¿Están listos?
— ¡Listos!—dijeron al unísono ambos robots.
En la cabina de transformación, una mano robot extrajo el
chip de IA de Sacudidor, luego, la mano robot colocó el chip en el
dron Helicóptero.
Otra mano robot extrajo el chip de IA de Trapeador, después,
la mano robot colocó el chip en el dron Camioneta de
bomberos…
157
VICTOR HUGO BARRERA
…En la Academia Reyes, Rata sujetó de la cara a Hilary y

Janet.
— ¡Ustedes vienen conmigo!
Rata llevaba a Hilary y Janet a la parte trasera del salón principal
de espejos.
— ¡Auxilio!—gritaban Hilary y Janet al unísono.
Coto se acercaba a Force girando su cotonete, tratando de
golpearlo, Force se movía esquivando el golpe logrando que Coto
fallara en más de cinco ocasiones, hasta que Force detuvo el
cotonete con su brazo, para luego sujetarlo rápidamente y azotarlo
contra el piso, después, Force golpeó a Coto en el estómago con
su cotonete, lo golpeó también en la cara dando un giro y
acertando un golpe más en la cara de Coto dejándolo tirado e
inconsciente.
Force vio a Coto inconsciente, tiró el cotonete al piso, sacó sus
esposas y esposó a Coto, luego, miró a su alrededor buscando a
Rata, pero no la encontró.
—Ojalá funcionen esta vez
Force activó la luz infrarroja de su casco observando a Rata
con Hilary y Janet en la bodega que estaba detrás del salón
principal de espejos.
—Ya te vi, Rata—pensó Force…
…En la prisión de Pachuca; Orejas, Totis, Razo, Cortado,
Trompas y Pino jugaban cartas en el piso del interior de su celda.
De repente, la puerta de la celda se sacudió, los Escorpiones
158
voltearon mirando que parte de la puerta parecía despegarse y

caminar hacia ellos, los Escorpiones tiraron asustados las cartas
3D al piso y se levantaron poniéndose en posición de pelea.
—¿Quién eres tú?—preguntó Cortado mientras la silueta de
una persona caminaba hacia ellos arrojándoles sus armas a los pies
de cada uno.
En la celda para mujeres, Tacha y Teclas se pintaban las uñas
con barniz de secado instantáneo, sentadas en la cama de Tacha.
De pronto, parte del muro de la celda se movió y caminó hacia
ellas, ambas se levantaron asustadas mirando la silueta de un ser
humano caminar hacia ellas.
—Vaya, el virus que envié funciona de maravilla. Ahora los
Trillizos pueden entrar a cualquier lugar sin ser detectados por los
sistemas de seguridad—dijo sonriente Teclas.
La silueta humana les arrojó un paquete con plástico C4, el cual
fue atrapado por Tacha. Luego, la silueta humana tomó forma de
mujer y adquirió color mostrando su verdadera identidad.
—Yo no soy ningún trillizo—dijo enojada la Gemela
Orquídea Sánchez.
En la celda para hombres, la silueta humana adoptó su forma
original mostrando a la Gemela Hortensia Sánchez.
—No es uno de los Trillizos. Es una…
Hortensia le pidió a Orejas que guardara silencio.
—Si quieren salir de aquí, ahí están sus armas. Hagan con ellas
lo que mejor saben hacer—Hortensia presionó el cierre de su traje
159
VICTOR HUGO BARRERA
y se mimetizó con el lugar desapareciendo de la vista de los

Escorpiones.
En la celda para mujeres, Tacha abrió el paquete viendo el
plástico C4, Teclas observaba que Orquídea caminaba de nuevo
hacia el muro para desaparecer y huir.
—¡Espera!—gritó Teclas provocando que Orquídea se
detuviera— ¿Por qué nos ayudan? Nosotros somos camaradas
de Los Trillizos y tu hermana y tú no se llevan con ellos.
Orquídea volteó encogiéndose de hombros.
—No sé. Fueron las órdenes del jefe.
— ¿El Jefe Coto?—preguntó Tacha.
—No. Nuestro Jefe—Orquídea presionó el cierre de su traje,
se mimetizó con el lugar y escapó.
En la celda para hombres, los Escorpiones tomaban sus
armas.
— ¡Totis! ¡Abre la puerta!—ordenaba Razo.
—¡¿Ya olvidaste que está puerta es automática?! ¡No puedo
abrirla!
Tacha les gritó a sus amigos desde la celda para mujeres.
— ¡No se preocupen! ¡Volaré la puerta!
Tacha colocó parte del plástico C4 en la puerta de su celda y
junto con Teclas se ocultó debajo de la cama, el plástico explotó
haciéndole un gran agujero a la puerta de la celda.
Tacha y Teclas salieron de la celda y caminaron hacia la celda
donde estaban sus amigos.
160
— ¡Bien hecho, Tacha!—gritó Trompas.

—Otra ventaja de mi virus es que las alarmas no van a
sonar—agregó Teclas.
— ¡No se muevan!
Tacha, Teclas, Razo, Totis, Orejas, Trompas y Pino voltearon
a ver detrás de ellos.
— ¿Quién dijo eso?—preguntó Orejas.
— ¿Acaso fue otro tonto policía?—dijo Pino.
Helicóptero entró volando al pasillo del área de celdas.
— ¡No! ¡Lo dije yo!
Helicóptero disparó un láser que impactó a Teclas tirándola al
piso.
Tacha colocó otra parte del plástico C4 en la puerta de la celda
de sus amigos y se arrojó sobre Teclas cubriéndola; Razo, Totis,
Orejas, Trompas y Pino corrieron a ocultarse bajo las camas y el
plástico explotó haciéndole un gran agujero a la puerta de la celda.
Totis salió corriendo de su celda y le arrojó su ganzúa a
Helicóptero, éste se inclinó poniendo sus hélices como escudo
rebotando la ganzúa, la cual se le incrustó a Totis en el hombro
provocando que Totis cayera hincado por la herida.
Tacha le arrojó parte del C4 a Helicóptero, éste sacó unas
manos elásticas que golpearon el C4 hacia los Escorpiones. El C4
explotó volando a los Escorpiones por los aires e impactándolos
contra las paredes y el piso.
161
VICTOR HUGO BARRERA
Orejas se levantó y arrojó su cinturón gigante hacia

Helicóptero.
— ¡Toma esto, robot!
Una manguera sujetó en el aire el cinturón antes de que
golpeara a Helicóptero.
Camionetita apareció jalando el cinturón con su manguera,
luego, Camionetita usó la misma manguera para azotar a Orejas
contra la pared.
Camionetita observó a Pino y Teclas levantarse y con
intenciones de huir. Así que Camionetita mojó con su chorro de
agua a Pino y Teclas regresándolos a los dos a una celda.
—Ustedes no irán a ningún lado
Helicóptero atrapó en su red bolsa a Razo, Tacha, Cortado,
Totis y Orejas, quienes venían levantándose. Helicóptero arrojó la
red bolsa al interior de la celda donde Camionetita había arrojado
con su chorro de agua a Teclas y Pino.
—Si querían estar con sus compañeros, lo consiguieron.
…En la Academia Reyes; Rata lleva arrastrando a Janet y
Hilary a una bodega del quinto piso del lugar.
— ¡No sé por qué nos llevas! ¡No tenemos nada de valor!—
decía Janet.
Rata entró a la bodega arrastrando a Janet y Hilary.
—Claro que sí son de valor. Aún tenemos la ilusión que el
Candidato Paulo López pague una fortuna por Ustedes.
162
De pronto, el cotonete de Coto impactó a Rata por la espalda

tirándola al piso. Rata, Hilary y Janet voltearon y vieron a Force
acercarse a ellas.
— ¡Suéltalas!—exigió Force.
Rata se levantó rápidamente y sujetó a Hilary del cuello.
— ¡Ven por ellas!
Force observó a Janet reconociéndola.
—Es Janet. ¡Está viva!—dijo Force en sus pensamientos.
Force sacó su arma y le disparó una soga con su arma a Rata, la
soga ató a Rata de los pies derribándola junto con Hilary.
Force se acercó y esposó a Rata quedando Hilary desmayada
por la caída.
—Creo que sólo faltabas tú de ser atrapada.
Rata observó burlonamente a Force.
—¿En serio creíste que sería tan fácil atraparme? ¿Force?—
Rata se arrojó hacia el frente impactando a Force en el estómago y
alejándolo de ella. Después, Rata sacó de entré sus pies una navaja
de mercurio y con sus pies y la navaja rompió las sogas de sus pies
para luego abrir las esposas y aventarlas lejos de ella.
Janet observaba detenidamente el traje de Force y a Force
mismo, quien se levantó luego del golpe recibido.
—¡Caíste en la trampa, Force!—gritó Rata antes de arrojar la
navaja de mercurio hacia Force, Janet observó asustada la
situación y se interpuso en el camino de la navaja, la cual se le
163
VICTOR HUGO BARRERA
incrustó en el pecho traspasándola, pues la hoja de mercurio de la

navaja creció dentro del cuerpo de Janet.
Force observe aterrado a Janet caer herida.
— ¡Janet! ¡Noooooo!
Golfo llegó de repente y golpeó a Force en la cara
derribándolo. Golfo sujetó a Force del cuello mientras éste estaba
tirado.
—Creo que encontramos tu punto débil—Golfo miró a
Rata—Trae a la otra chica. También la asesinaremos frente a él.
Rata caminó hacia Hilary, quien seguía desmayada.
—En seguida, Golfo.
En ese momento, dos boomerangs de hélice golpearon a
Golfo y Rata tirándolos al piso y alejando a Golfo de Force.
Force volteó y observó a Helicóptero entrar por la ventana.
Rata se levantó y arrojó otra navaja de mercurio hacia
Helicóptero, éste usó sus hélices como escudo para recibir el
impacto de la navaja.
Golfo se levantó y corrió hacia Force para golpearlo con su
panza, pero Camionetita llegó y le disparó un chorro de agua a
Golfo alejándolo de Force y azotándolo contra la ventana, la cual
se estrelló por el impacto.
Camionetita le disparó una red pegajosa a Golfo capturándolo.
Force corrió desesperado hacia Janet.
— ¡Janet!
Force tomó en sus brazos a Janet, quien agonizaba.
164
—Janet soy yo.

Force se quitó el caso mostrándole a Janet que es Richard
Reyes.
—Janet soy yo, Richard Reyes. ¿Me recuerdas? Fuimos novios
e íbamos a casarnos
Janet, agonizando, y con lágrimas en los ojos observaba a
Richard.
—Richard…Eres...tú.
Janet acarició el rostro de Richard.
—Sólo...quería...volver...a...verte
Janet murió en los brazos de Richard ante la mirada de
Helicóptero y Camionetita.
— ¡Janet! ¡Nooooo! ¡No te vayas! ¡Nooooo! ¡Nooooo!
Richard escuchó que alguien se acercaba detrás de él, Richard
se puso rápidamente el casco y volteo mirando a Rata lanzarle un
golpe con una navaja de mercurio que iba dirigido a su corazón de
Force, pero éste recibió el impacto en su traje al cual no le pasó
absolutamente nada.
Rata se sorprendió al ver que a Force no le pasó nada.
— ¡Es imposible!
—No deberías estar sorprendida. Tú eres de esta época.
Force le dio un puñetazo a Rata en la cara tirándola al piso y
dejándola inconsciente.
— ¡Por el Jefe Sosa y por Janet!
165
VICTOR HUGO BARRERA
Force sacó su arma y le disparó una soga que ató a Rata de los
brazos, luego, Force le disparó una soga que ató a Rata de los pies.
Force miraba furioso a Rata y a Golfo. Helicóptero y
Camionetita se acercaron a Force para consolarlo.
—Buen trabajo, Force—dijo Helicóptero.
Force miró sorprendido a Helicóptero y Camionetita.
—Creo que ya les gustó esto de ser Justicieros, Sacudidor y
Trapeador.
—Nuestros nombres claves con: Helicóptero y Camionetita—dijo éste
último.
Force volteó y observó el cuerpo de Janet, luego, lo levantó
mientras Helicóptero levantaba a Hilary con sus manos elásticas.
—Ustedes también hicieron un buen trabajo. Lleven a Hilary
con el Jefe Salas. Luego, llevaremos a los Escorpiones faltantes a
prisión.
En la prisión de Pachuca; Paulo López caminaba por los

pasillos de las celdas junto con el director de la prisión.
—Si llego a ser Gobernador le prometo que aumentaré la
seguridad...
Una red bolsa cayó por el agujero que Helicóptero ya había
hecho en el techo.
Paulo López y el Director de la prisión observaron en la red a
Coto, Golfo y Rata.
Paulo López tomó una nota 3D que estaba en la red.
166
Paulo leyó la nota que decía: “LOS ESCORPIONES NO

PICARÁN MÁS. AMIGOS POLICÍAS”
Force en su turbo—moto, Helicóptero y Camionetita salieron
de las puertas de la Prisión de Pachuca.
En el cementerio de Pachuca; Richard hablaba muy triste

frente a la tumba de Janet.
—Perdóname por no estar ahí para salvarte. Pero te prometo
que Helicóptero, Camionetita y yo no dejaremos que la gente de
Hidalgo sufra por el crimen.
Salas llegó acercándose a Richard.
—Algo me decía que estarías aquí.
Richard observó un tanto molesto a Salas.
— ¡Javier! ¿Qué ocurre?
—Tengo una buena y una mala noticia: La buena es que todos
los Escorpiones forman oficialmente parte de la población de la
prisión. Y estarán ahí hasta que cumplan su sentencia.
Salas le mostró, por medio de su computel, a Richard, una
imagen virtual de los Trillizos.
—La mala es que los jóvenes Trillizos que raptaron a la hija del
político aún siguen libres. Y no sólo eso…
Salas le mostró ahora a Richard una imagen virtual de Las
Gemelas Sánchez.
167
VICTOR HUGO BARRERA
—…Unas ladronas conocidas como Las Gemelas intentaron

liberar a los Escorpiones aprovechando que el virus de Teclas
bloqueaba nuestro sistema. Aunque… Gracias a Dios que
Helicóptero y Camionetita no dejaron que eso sucediera. Teclas
perdió la apuesta con Force y ha retirado el virus de todos los
servidores del Estado.
Richard observó nostálgico a Salas, luego miró nostálgico la
tumba de Janet, después miró de nuevo y fijamente a Salas.
—Un objetivo a la vez. Y te aseguro que los capturaremos a
todos.
—Esa voz me agrada. El Nuevo Jefe de Policía necesitará toda
la ayuda de Force, Helicóptero y Camionetita para combatir el
crimen.
—Por ahora sólo nos concentraremos en Los Trillizos.
Salas le puso el brazo en el hombro a Richard.
— ¿Cómo se llama tu Equipo?
Richard le dio una palmada a Salas en el hombro y luego
caminó a la salida del Cementerio mientras respondía la pregunta
de Salas.
—Somos los Amigos Policías. Protectores de Hidalgo.
168
XII
Era un medio día soleado y en una Mina de cobre en Pachuca.
En las faldas de la montaña donde se encontraba la mina, todos
trabajaban duro a pesar del intenso calor y del sol apremiante.
En el interior de la mina, 3 Prisioneros picaban piedras
cumpliendo su servicio comunitario. De repente, uno de los tres
soltó su pico eléctrico y comenzó a quejarse.
— ¡Ya no aguanto más! ¡Hace mucho calor!—miró a los otros
dos prisioneros— ¡Esto es injusto! ¡Los Escorpiones matan
personas y siguen libres!
—¡Eso no es cierto! ¡Hace un mes fueron capturados!—
corrigió otro prisionero.
El tercer Prisionero sintió algunas vibraciones en el suelo,
volteó y observó que las rocas del techo de la mina comenzaban a
caer.
— ¡Miren esto!—gritó alertando a sus compañeros.
El techo de la mina se rompió completamente, Jacobo entró
por el agujero mirando a los tres Prisioneros.
—Pero ¿Qué hacen aquí abajo? La acción está allá arriba
Los tres prisioneros corrieron asustados a la salida, pero
Roberto apareció frente a ellos asustándolos.
— ¿Por qué corren? No los lastimaré
Roberto formó con su guante una esfera gigante.
—Sólo los sacaré de aquí
169
VICTOR HUGO BARRERA
Roberto capturó dentro de la esfera a los tres prisioneros.

Roberto y Jacobo se asomaron a través del agujero del techo
de la mina buscando a su hermano.
— ¡Teodoro, ya puedes subirlos!—gritó Jacobo.
Un gancho con cuerda descendió por el agujero, el gancho
sujetó la esfera y la cuerda subió la esfera por el agujero de la mina
hacia la superficie.
En las faldas de una montaña, muchos prisioneros observaban
impresionados a Teodoro sacar la esfera por el agujero.
—Vengan con Papi—decía burlonamente Teodoro. Luego,
abrió la esfera liberando a los tres prisioneros, quienes al salir
miraron atemorizados el lugar donde se encontraban y al resto de
los prisioneros.
—Son libres de nuevo—dijo Teodoro.
Jacobo y Roberto aparecieron junto a su hermano.
—Esos son todos los prisioneros—dijo Jacobo.
Roberto se acercó a los prisioneros para darles un pequeño
discurso motivacional.
— ¡Hombres prisioneros de Pachuca! ¡Los hemos liberado
con un solo propósito!
Un grupo de policías humanos llegó apuntando a los
prisioneros con sus armas láser.
— ¡Quédense donde están!—ordenó uno de los Policías.
Los Trillizos y los prisioneros voltearon molestos y observaron
a los policías.
170
—¡Ahí están los que los atraparon!—dijo Teodoro a los

prisioneros.
— ¡Vayan por ellos!—propuso Jacobo.
Los prisioneros levantaron piedras que estaban a su alrededor y
las herramientas que ocupaban para trabajar.
— ¡Vamos por ellos!—dijo uno de los prisioneros liberados a
los demás y todos corrieron furiosos hacia los policías, éstos
preparaban sus armas para recibir los ataques de los prisioneros.
171
172
EXPEDIENTE 4
“PROTECTORES DE HIDALGO”
173
174
XIII
Los policías miraban a los prisioneros correr hacia ellos, el líder
de los policías miró a los demás, asintió y los policías comenzaron
a correr hacia los prisioneros disparándoles láseres y los prisioneros
comenzaron a arrojarles piedras a los policías.
Los disparos láser impactaron algunas piedras rompiéndolas en
el aire. Pero algunas otras piedras lograron seguir su camino.
Algunos policías fueron golpeados y tirados al piso, mientras
corrían, por unas piedras.
Mientras que algunos prisioneros fueron impactados y tirados
al piso, heridos por los láseres.
Los policías y prisioneros que lograron evitar las pedradas y los
disparos respectivamente se encontraron corriendo comenzado la
pelea.
Los prisioneros golpeaban a los policías con sus herramientas,
mientras algunos policías tiraban al piso de un solo golpe a algunos
prisioneros.
Los prisioneros rodearon a un pequeño grupo de policías,
quienes se protegían con sus armas.
Los Trillizos observaban todo desde una distancia lejana.
— ¡¿Qué esperan?! ¡Acábenlos!—ordenó Teodoro.
Los prisioneros se acercaban a los policías dispuestos a
matarlos a golpes, pero de pronto, varios láseres impactaron y
tiraron heridos a los prisioneros.
175
VICTOR HUGO BARRERA
Helicóptero llegó volando y alumbrando a los prisioneros.

—La fiesta terminó.
Helicóptero capturó varios prisioneros usando su red bolsa.
Helicóptero arrojó hacia el inicio de la montaña a los
prisioneros capturados.
Camionetita llegó mojando a los prisioneros con su chorro de
agua logrando alejarlos de los policías y tirarlos al suelo.
Varios prisioneros se levantaron y corrieron enojados hacia
Camionetita.
Force llegó en su turbo—moto disparando balas congelantes,
con el cañón de su vehículo, a los prisioneros.
El resto de los prisioneros fueron impactados por las balas
quedando congelados.
Los Trillizos observaban muy asombrados lo sucedido.
— ¡¿Otra vez Ustedes?!—dijo Roberto.
Jacobo disparó láseres de su guante hacia los Amigos Policías.
—Pues no sé si sean o se parezcan. Para mí todos los policías
son iguales.
Helicóptero colocó sus hélices como escudo rebotando los
disparos láser.
Un disparo impactó a Jacobo en el hombro tirándolo al suelo.
Teodoro y Roberto observaron sorprendidos a Jacobo tirado y
herido.
— ¡Jacobo!
176
Teodoro arrojó su gancho con cuerda hacia Helicóptero, el

gancho sujetó a Helicóptero, pero éste retrocedió en el aire jalando
a Teodoro, quien trataba de resistirse, pero era fácilmente movido
por Helicóptero. Así que Teodoro arrojó su gancho con cuerda
de su otro guante hacia una roca. Después, Teodoro arrojó la roca
hacia Helicóptero, la roca golpeó a Helicóptero derribándolo.
Teodoro cortó la cuerda con la que sujetaba a Helicóptero
antes de que éste cayera completamente, luego, arrojó su gancho
hacia otra roca y la arrojó hacia Camionetita, quien ya se dirigía
hacia Jacobo.
Camionetita fue impactado por la roca y arrojado hacia las
faldas de la montaña.
Helicóptero y Camionetita cayeron por las faldas de la
montaña.
Force llegó corriendo y le disparó una bala congelante a
Teodoro, Jacobo se levantó, tocándose el hombro herido, y
disparó un láser con su guante destruyendo la bala congelante en
el aire y formando una luz blanca.
Roberto formó una esfera gigante y la arrojó hacia los policías.
La esfera impactó a los policías capturándolos en su interior.
Roberto pateó la esfera con los policías dentro, y la esfera
descendió por las faldas de la montaña.
Force observaba preocupado a los policías y Helicóptero y
Camionetita caer por la montaña.
Los Trillizos observaban burlonamente a Force.
177
VICTOR HUGO BARRERA
— ¿A quién salvarás? ¿A tus amigos o a los policías?

Los Trillizos corrieron por la montaña, Force los miraba
molesto.
—Esto no ha terminado. Los atraparé.
Los Trillizos desaparecieron entre la montaña.
Force subió a su turbo—moto y descendió en ella por las
faldas de la montaña…
Los Trillizos bajaron de la montaña viendo en la carretera una
turbo patrulla.
— ¡Es hora de escapar!—dijo Roberto.
— ¡Usemos esa turbo—patrulla!—propuso Teodoro.
Los Trillizos corrieron hacia la turbo—patrulla, Teodoro
disparó uno de sus ganchos sujetando la puerta del turbo—
vehículo, Teodoro jaló fuertemente su cuerda y arrancó la puerta,
luego los Trillizos subieron a la turbo—patrulla para huir.
…Force descendía por las faldas de la montaña a bordo de su
turbo—moto, Force disparó una bala del cañón de su vehículo en
la dirección en que descendía Camionetita, la bala cayó en la tierra
formando lodo.
Camionetita cayó en el lodo atascándose en él.
Force disparó balas congelantes del cañón de su turbo—
vehículo hacia unas rocas filosas que estaban al final de la
montaña. Las balas impactaron las rocas congelándolas y
rompiéndolas formando nieve.
178
La esfera en la que estaban atrapados los policías se atascó en la

nieve.
Force disparó una soga del cañón de su turbo—vehículo
sujetando a Helicóptero deteniendo su camino.
Los policías lograron romper parte de la esfera y salieron
mirando a los Amigos Policías reunirse de nuevo.
— ¡Gracias Amigos Policías!—dijo uno de los Policías.
Force, Helicóptero y Camionetita se acercaron a los policías.
—Llamen al jefe Salas y repórtenle lo sucedido—dijo Force.
—Nosotros iremos por los Trillizos—agregó Helicóptero.
En la carretera, los Trillizos escapaban a bordo de la turbo—
patrulla.
— ¡No resultó el plan! ¡Casi nos atrapan!—dijo Jacobo.
—Ellos deben ser los Amigos Policías. Ellos capturaron a los
Escorpiones y estuvieron a punto de capturarnos cuando
secuestramos a la hija del político—comentó Roberto.
Helicóptero volaba sobre la turbo—patrulla alumbrándola con
su luz.
— ¡Teodoro, Jacobo y Roberto, quedan detenidos!
— ¡No nos atraparán!—dijo Teodoro para después acelerar.
Helicóptero observó que la turbo—patrulla aceleró el paso.
— ¿Quieren persecución? La tendrán
Camionetita y Force, a bordo de su turbo—moto, aparecieron
detrás de la turbo—patrulla.
—Es hora de frenar
179
VICTOR HUGO BARRERA
Force disparó láseres del cañón de su arma hacia las llantas de

la turbo—patrulla, los láseres impactaron las llantas reventándolas,
pero las llantas se repararon inmediatamente después del impacto.
Force y Camionetita observaron sorprendidos a la turbo—
patrulla seguir su camino.
—Llantas auto reparables. Hora del plan B—dijo Camionetita.
Camionetita sacó una escalera de su interior haciéndola crecer.
Camionetita usó la escalera para impulsarse y saltar.
Camionetita estaba por caer encima de la turbo—patrulla, pero
Jacobo le disparó por la ventana un láser con su guante,
Camionetita fue impactado y salió rebotado por el láser.
Force observó asustado que Camionetita estaba por caerle
encima.
— ¡Camionetita!
Force salió impulsado del asiento mientras Camionetita se
impactaba contra la turbo—moto.
Force fue sujetado en el aire por las manos de Helicóptero.
— ¡Te tengo!
Helicóptero acercó a Force a la turbo—patrulla.
— ¡Déjame en el techo por favor!
— ¡Está bien! ¡Yo cubriré el frente!
Helicóptero soltó a Force y éste cayó en el techo de la turbo—
patrulla sumiéndolo.
Dentro de la turbo—patrulla, los Trillizos se asustaron al ver el
techo sumido y al sentir que algo les cayó encima.
180
— ¡¿Qué rayos fue eso?!—preguntó Roberto.

Force le disparó una bala congelante a la parte frontal del techo
de la turbo—patrulla, luego, golpeó la parte del techo congelado
rompiéndola.
Force sujetó del cuello a Teodoro sacándolo del vehículo.
— ¡Es hora de detenerse!
Helicóptero descendió a la carretera, quedando al frente de la
turbo—patrulla usando sus patines de ruedas para acercarse al
vehículo.
—Estoy de acuerdo, Force.
Helicóptero le disparó láseres con sus cañones al parabrisas de
la turbo—patrulla, los láseres rompieron el parabrisas.
Force sacó a Teodoro del vehículo sujetándolo del cuello,
Helicóptero guardó sus patines de ruedas y se elevó sujetando a
Force y Teodoro con sus manos elásticas.
Dentro de la turbo—patrulla, Jacobo y Roberto observaron
que estaban a punto de estrellarse contra un árbol.
— ¡Nos estrellaremos!
La turbo—patrulla se estrelló contra un árbol.
Helicóptero voló acercándose al vehículo llevando a Force y
Teodoro con él.
—No debieron dispararle a mi hermano
Helicóptero fue impactado por un láser y cayó a la carretera
junto con Force y Teodoro.
181
VICTOR HUGO BARRERA
Teodoro se levantó como pudo luego de la caída y corrió,

Force lo observó y se levantó rápidamente.
— ¡No huyas!
Force le disparó una soga con su arma a Teodoro, la soga ató a
Teodoro de los pies y piernas y éste cayó mientras corría.
Force se acercó a Teodoro apuntándole con su arma.
—Dije: No huyas
Un láser impactó la mano de Force tirándole el arma.
Force volteó y observó a una mujer que se hacía llamar La
Llave mientras Teodoro logró romper las sogas que ataban sus
pies y corría huyendo.
—No lastimarás a nadie más—La Llave le disparó con su llave
láser a Force tirándolo.
Force le disparó una bala congelante con su arma a la Llave,
ésta usó un escudo con forma de cerradura para recibir el impacto,
la bala congeló el escudo de La Llave.
— ¡Congelaste mi escudo!
La Llave le disparó una cuerda con gancho con una llave
gancho a Force quitándole su arma.
La Llave se acercó a Force apuntándole con su arma.
—Estoy aquí para proteger a la gente de criminales como tú.
El jefe Salas y un grupo de policías humanos llegaron
rodeando a La Llave.
— ¡Baja el arma y aléjate de él!
La Llave volteó y observó a Salas y al resto de los policías.
182
— ¡Detuve este criminal que atacó esa turbo—patrulla!

Salas le apuntó con su arma a la Llave.
— ¡No es ningún criminal! ¡Pero los 3 que dejaste ir, sí!
Los policías se acercaron a la Llave y la esposaron.
—Quedas detenida por obstruir la justicia—dijo Salas, luego,
observó que Force estaba tirado y herido.
Salas se acercó a Force y lo ayudó a levantarse.
—Vine tan rápido como pude
—Los teníamos. Si esa chica no hubiera llegado...
Force observó que los drones de Helicóptero y Camionetita
estaban severamente dañados por los impactos.
— ¡No puede ser!
Force observaba a Helicóptero con la cubierta muy dañada.
—Los drones tienen una cubierta muy frágil.
Salas y Force observaron la turbo—moto destruida por el
impacto con Camionetita.
—Y al parecer, la turbo—moto también—dijo nostálgico
Salas.
—Los Trillizos tienen guantes con armas. Seguramente
huyeron a la ciudad.
—Debemos detenerlos. Pronto serán las elecciones para
Gobernador y la población corre peligro con esos tres libres.
Force volteó y observó a los policías subir a la Llave a la
turbo—patrulla.
183
VICTOR HUGO BARRERA
—Repararé a Helicóptero y Camionetita. Tú, asegúrate que esa

chica no vuelva a interponerse.
Los Trillizos observaban, escondidos detrás de unos arbustos,
a Force y Salas platicar.
—Los trajes que repelen la luz funcionan de maravilla. Nadie
nos vio—dijo en voz baja Roberto.
—Si no fuera por esa chica nosotros estaríamos en esa
turbo—patrulla—comentó en voz baja Teodoro.
—Sigámosla hasta Pachuca. Ahí le devolveremos el favor—
propuso en voz baja Jacobo.
Los Trillizos oprimieron la inicial de su nombre que estaba
grabada del lado derecho de su traje, luego, el mecanismo de los
trajes se activó y los Trillizos desaparecieron.
Los Trillizos invisibles caminaban hacia donde los policías
cerraban la puerta de la turbo—patrulla para llevarse a la Llave.
184
XIV
Esa misma noche; en el Centro de Convenciones de Pachuca,
los Candidatos a Gobernador: Paulo López y Ramiro Hernández
sostenían un debate antes de las elecciones, siendo vistos en todo
el Estado y siendo monitoreados por todos los medios de
comunicación de Hidalgo.
Tocó el turno a Paulo López y éste usó su tiempo para hacer
proselitismo a su favor.
—¡Como Candidato del Partido Liberal, les aseguro que haré
de Hidalgo un Estado más seguro! ¡Pondré tras las rejas a todos
los criminales y policías corruptos!
Paulo López se acercó más al micrófono para que su voz se
escuchara más fuerte.
— ¡Yo sí estoy comprometido con la población! ¡Yo permití la
creación de los Amigos Policías! ¡Gracias a mí los Escorpiones
están tras las rejas!
En el sótano de la Casa Reyes; Sacudidor, Trapeador y Richard
observaban impresionados el debate por televisión.
—Si no me equivoco, se está llevando todo el crédito—dijo Trapeador.
El Scanner de la casa dio un aviso mientras Richard, Sacudidor
y Trapeador observaban la televisión.
—El Teniente Salas está en la puerta.
Richard observó en la pantalla de los controles a Salas afuera de
la casa.
185
VICTOR HUGO BARRERA
—Hazlo pasar por favor

La puerta de la casa se abrió automáticamente y Salas entró.
—Bienvenido Teniente Salas—dijo el Scanner.
—Gracias
Salas llegó al sótano por medio del asesor. Salas salió del asesor
observando que Richard, Sacudidor y Trapeador miraban el
debate en la Televisión.
—Creo que deberías actualizar la información de Bienvenida
de tu scanner, Richard.
—Lo siento mucho, Jefe de Policía—comentó
sarcásticamente Richard.
—En todos lados están viendo el debate
—Pues Paulo López está ganando muchos votantes
—Y gana más al proclamarse creador de los Amigos Policías—agregó
Sacudidor.
—El Candidato Paulo López aprobó el descongelamiento de
Richard. Pero no sabe que Richard es Force
Richard observó preocupado a Salas luego de escucharlo.
—Prométeme que nunca sabrá que soy Force
—Lo prometo. Pero Ustedes prométanme también que ya
atraparán a los Trillizos
Richard tomó uno de los drones completamente dañados por
los golpes y se lo mostró a Salas.
—Lo haremos en cuanto repare estos drones. No creí que
tuvieran una cubierta tan frágil.
186
—Son modelos de colección, Richard. No vehículos de

combate.
—¿Estás seguro? Según el manual, ambos drones pueden
transformarse y adoptar la forma de otro vehículo.
— ¿Estás diciendo que ambos modelos tendrán la capacidad
de viajar por tierra y aire?
En ese momento, un paquete llegó por buzón—exprés y éste
hizo un sonido cuando recibió el paquete. Todos voltearon y
observaron en la pared que el buzón—exprés tenía contenido.
Sacudidor se acercó al buzón, lo abrió y sacó el paquete.
—Llegó tu paquete, Richard.
Sacudidor transformó sus dedos en navajas láser, luego, usó las
navajas para abrir el paquete y sacar el contenido.
Salas, Richard y Trapeador se acercaron a Sacudidor mirando
el helicóptero de juguete con cubierta de CAREL que Sacudidor
sacó del paquete.
—El juguete que pediste, Richard—dijo Sacudidor.
— ¿Ahora colocarás el chip de IA de Sacudidor y Trapeador
en dos juguetes, Richard?
—Según leí en Internet, estos juguetes tienen la misma
capacidad de transformación que los drones sólo que están
cubiertos de CAREL. Serán sus trajes temporales mientras
modifico la cubierta y funciones de los drones.
El computel de Salas hizo un sonido en ese momento, Salas
sacó su computel y habló para responder.
187
VICTOR HUGO BARRERA
—Javier Salas
En un cuarto oscuro; Álvaro Pérez corría desesperado
buscando una salida y hablando por computel con Salas.
—¡Teniente, necesito su ayuda! ¡Soy Álvaro Pérez y fui
secuestrado por el Candidato Paulo López!
Salas hablaba por computel con Álvaro Pérez desde el sótano
de la Casa Reyes.
—¿Tiene alguna idea de la ubicación del lugar al que fue
llevado, Señor Pérez?
Álvaro se recargó en la pared hablando desesperado por
computel con Salas.
— ¡Estoy en el sótano del viejo edificio YCF!
Salas hablaba por computel con Álvaro Pérez desde el sótano
de la Casa Reyes.
— ¡Vamos para allá!
Salas colgó y corrió hacia el elevador mientras comentaba la
situación en voz alta.
— ¡El Señor Pérez fue secuestrado, tengo que ir al viejo
edificio YCF!
Richard, Sacudidor y Trapeador observaron preocupados a
Salas entrar al asesor.
— ¡Iremos contigo!
—¡No! Mejor preparen los nuevos vehículos a escala.
Estaremos bien.
188
En el sótano del viejo edificio YCF, Paulo López entraba al

cuarto oscuro observando a Álvaro Pérez hablar por computel,
recargado en la pared, y también observó a los Guardaespaldas
tirados en el piso e inconscientes.
—Sí que sabes escapar, Álvaro.
Álvaro oprimió un botón del computel para comenzar a
grabar una conversación.
—Al menos yo no soy un farsante—dijo Álvaro mientras
Paulo López se acercaba a él.
—Disculpa la pregunta, pero ¿Fabricar armas para el enemigo
no es ser farsante?
Álvaro observó molesto a Paulo López.
—Al menos yo no contraté al Loco Arriaga para deshacerme
de mis contrincantes. Ni tampoco le doy trato preferencial en la
prisión.
—Eso es tema del pasado. Lo que importa es que yo seré el
Nuevo Gobernador de Hidalgo.
— ¿Me secuestraste para tener el voto de los empresarios?
Paulo López observó burlonamente a Álvaro.
—Sí… y… No. Te secuestré porque...
Paulo López le apuntó con un arma a Álvaro en la frente.
—...Voy a deshacerme de ti.
Paulo López inclinó el ángulo de su arma y le disparó un láser a
Álvaro en la garganta, éste soltó el computel y se tocó
189
VICTOR HUGO BARRERA
inmediatamente la garganta que comenzaba a sangrarle, luego,

Paulo López le disparó un láser a Álvaro en el pecho, éste cayó al
piso desangrándose. El Político bajó su arma y se acercó a Álvaro
que estaba tirado desangrándose.
—Pudiste haberme ayudado, Álvaro. Pero elegiste morir
Paulo López escuchó las sirenas de las turbo—patrullas que se
acercaban.
Paulo López limpió sus huellas digitales del arma y la puso en la
mano de un guardaespaldas que estaba tirado e inconsciente.
Paulo López disparó el arma en la mano del guardaespaldas
hiriéndose a sí mismo en una pierna.
Salas y policías humanos llegaron al cuarto oscuro observando
a Paulo López sosteniendo el cuerpo ensangrentado de Álvaro
Pérez.
— ¡No se mueva!—ordenó Salas a Paulo López.
— ¡No disparen! ¡Yo traté de ayudarlo, pero llegué tarde!
Salas y los policías humanos comenzaron a revisar el cuarto
oscuro.
—¡Llamen una turbo—ambulancia de inmediato, El Señor
Pérez está gravemente herido!
Salas observó a Paulo López herido en una pierna.
— ¿Cómo llegó tan rápido después del debate, Señor López?
—Recibí una llamada donde me avisaron que tenían a mi
amigo secuestrado
190
Salas observó todo el lugar y a los policías revisar a los

guardaespaldas.
—¡Saquen a los secuestradores y al Candidato y no toquen
nada por favor!
Afuera del viejo edificio YCF; Álvaro Pérez era subido a la
turbo—ambulancia mientras Salas hablaba por computel con
Richard.
—Richard. ¿Cómo van los nuevos vehículos a escala?
En el sótano de la Casa Reyes; Richard observaba a Salas en la
pantalla de su video—teléfono.
—Los chips de IA fueron colocados con éxito en los juguetes
con cubierta de CAREL. ¿Cómo terminó tu misión?
Afuera del viejo edificio YCF; Salas hablaba muy preocupado
por computel con Richard.
—Álvaro Pérez está gravemente herido. Sospecho que el
Candidato López tuvo que ver
En el sótano de la Casa Reyes; Richard observaba a Salas en la
pantalla de su video—teléfono.
—Perdona que cambie de tema, pero necesito una turbo—
motocicleta y no tenemos CAREL para una cubrirla.
Afuera del viejo edificio YCF; Salas hablaba por computel con
Richard.
—Envíame las especificaciones a mi computel. Tendré tu
vehículo lo más pronto posible
191
VICTOR HUGO BARRERA
En el Departamento de Policía, Nicole se encontraba sentada

en el interior de una celda.
—Pensé que ayudaría a otros y ya hay justicieros en el Estado—pensó
Nicole.
En ese momento, la puerta de la celda comenzó a romperse,
Nicole se puso de pie mostrándose preocupada.
La puerta de la celda de Nicole fue arrojada hacia el escritorio
donde Pablo Núñez cubría su guardia, éste miró asustado la
puerta venir hacia él, se arrojó hacia el piso y la puerta de la celda
impactó el escritorio destruyéndolo.
Nicole observaba sorprendida su celda abierta.
— ¿Qué fue eso?
Los Trillizos aparecieron en la celda de Nicole asustándola.
—Hola Preciosa—dijo Roberto.
—Llegaron tus héroes—completó Jacobo.
Nicole observaba sorprendida a los Trillizos en el interior de su
celda.
—¡Ustedes son los Trillizos! ¡Ustedes provocaron que me
detuvieran!
—No. Tú nos ayudaste y ahora nosotros te pagamos el
favor—respondió Teodoro.
—Yo no soy una ladrona
—Claro que lo eres. Nos ayudaste y detuviste a esos…
Amigos Policías—expresó Roberto.
192
—Ven con nosotros y juntos detendremos a los Amigos

Policías—propuso Jacobo mientras le estiraba la mano a Nicole,
ésta miró la mano de Jacobo durante algunos segundos.
—Ellos no son criminales.
—No. Pero les demostraremos que tampoco son héroes—
dijo Teodoro.
Núñez y varios policías humanos rodearon a los Trillizos
apuntándoles con sus armas.
—¡Alto ahí Trillizos! ¡Quédense donde están!—ordenó
Núñez.
Roberto formó una esfera gigante con su guante y la arrojó
hacia los policías.
— ¡Detengan esto!
Los policías le disparaban a la esfera haciéndola más grande
todavía.
— ¡Crece con nuestros disparos!—gritó Núñez.
La esfera impactó a los policías capturándolos.
Teodoro arrojó su gancho con cuerda sujetando la esfera.
— ¡Esto apenas comienza!
Teodoro jaló su gancho dándole vueltas varias veces a la esfera
con los policías dentro.
Finalmente, Teodoro arrojó la esfera por la ventana del
Departamento rompiéndola.
Los Trillizos observaron fijamente a Nicole.
193
VICTOR HUGO BARRERA
—Decide Nicole. ¿Vienes con nosotros o te quedas

encerrada?—preguntó Roberto.
Nicole se acercó, mostrándose pensativa, a los Trillizos.
—Acepto. Sólo necesito las armas que me quitaron
En el Hospital General de Pachuca, Júnior Pérez observaba

preocupado a su Padre; Álvaro Pérez, agonizar en una cama del
cuarto más lujoso. De pronto, Álvaro abrió los ojos y miró
sonriente a su hijo.
—Júnior... Debes... Paulo…López... computel... lo… tengo
Júnior observaba muy triste a su Padre agonizar.
—Padre ¿Dónde está la misión que tienes para mí?
Álvaro observaba agonizante a Júnior.
—Tu primo Rubén tiene el sobre. Yo... te...te… te…
Álvaro Pérez cerró los ojos y murió provocando que Júnior
rompiera en llanto. Luego de un momento de llorar
profundamente, Junior pudo decirle algo al cuerpo de su Padre.
—Adiós Padre. Te prometo que Paulo López pagará por esto.
Casiodoro, guardaespaldas de Júnior, entró al cuarto de Álvaro
observando a Júnior llorar frente al cuerpo de su Padre.
—Lo siento, amo—dijo Casiodoro.
—No lo sientas—dijo Júnior mientras se secaba las lágrimas y
caminaba hacia Casiodoro—Tenemos trabajo que hacer.
194
Salas entró al Departamento de Policía observando todo el

lugar destruido y la celda donde estaba Nicole sin puerta.
—Pero ¿Qué sucedió aquí?
Salas fue impactado por un láser en el brazo, Salas cayó y la
Llave le apuntó con su llave—láser al Jefe de Policía.
—Llega tarde, como siempre, Teniente Salas.
—Para tu información, ya soy Jefe de Policía.
Salas trató, mientras hablaba, de sacar su arma, pero la Llave le
disparó un láser a Salas hiriéndolo en la mano.
—Señorita Anderson, sé que está molesta, pero...
La Llave amarró de las manos a Salas con su llave—gancho.
—Nicole Anderson no existe más. Yo soy La Llave
La Llave pateó en la cara a Salas dejándolo inconsciente.
—Soy su peor pesadilla, Jefe de Policía.
La Llave observó a Salas desmayado en el piso.
—Ahora sólo me falta el Nuevo Gobernador.
En un Campo Experimental, cerca de la Sierra Madre

Oriental; el científico Rubén Darío Pérez buscaba gusanos entre la
tierra usando un scanner de bolsillo.
—La arena de este lugar es más suave. Mi scanner detecta
inmediatamente el tipo de gusanos que necesito.
Júnior y Casiodoro aparecieron detrás de Rubén.
—Siempre jugando con tierra—dijo Júnior.
195
VICTOR HUGO BARRERA
Rubén volteó y observó a Júnior y Casiodoro.

— ¿Qué haces aquí, Júnior?
Júnior observó molesta a Rubén.
—Mi padre te dio un sobre. Lo quiero ahora.
Rubén dejó de mirar su scanner en busca de gusanos y se
acercó a Júnior.
—Te lo daré si prometes no molestarme nunca más
En una oficina cercana al campo Experimental, Rubén abrió
su cajón del escritorio tocando la manija, Rubén sacó un sobre
bolsa sellado y se lo entregó a Júnior.
—Siento mucho lo de mi tío Álvaro. Pero su última voluntad
fue que tuvieras esto
Júnior tomó el sobre y lo abrió buscando en su interior.
—Él confiaba en ti. No en mí
Júnior sacó una micro SD del sobre e inmediatamente la
conectó a su computel para abrir la información.
Rubén caminó hacia la puerta de la oficina mientras Júnior
miraba los archivos que contenía la micro SD.
—Iré a explorar un poco. Casiodoro no escarbará por mí todo
el día
Júnior se acercó a Rubén deteniéndolo.
—Espera Rubén. Un favor más, necesito que me ayudes a
vengarme de Paulo López
—Soy científico. No vengador
Júnior le mostró los archivos en su computel a Rubén.
196
—Eres un científico mal reconocido por culpa de Alan Félix

Rubén miraba intrigado los archivos en el computel de Júnior.
—Ayúdame a vengar a mi padre y te prometo que serás un
científico reconocido
Júnior le quitó el computel a Rubén y lo guardó en su bolsillo.
—Si no, los gusanos te estarán esperando
Rubén sujetó del brazo a Júnior.
—Si voy a ayudarte, entonces tú patrocinarás algunos inventos
míos.
Júnior observó feliz a Rubén.
—Considéralo un hecho—Júnior le estiró la mano a Rubén y
éste estrechó la mano de su primo.
Los Amigos Policías llegaron al Departamento de Policía
observando todo el lugar destruido.
— ¡Salas! ¡Salas! ¡Salas!—gritaba Force.
La pantalla de una computadora, que estaba en la pared, se
encendió mostrando a Jacobo.
—Hola Force. Como verás el ahora Jefe de Policía Salas no
está en casa
Force, Helicóptero y Camionetita observaban molestos a
Jacobo en la pantalla de la computadora.
—El Jefe Salas está con nosotros y si lo quieres ver vivo dejarás
que secuestremos al nuevo Gobernador
197
VICTOR HUGO BARRERA
Los Amigos Policías observaron en la pantalla de la

computadora que La Llave le apuntó con su llave—láser a Salas
en la cabeza.
—Si no, Javier Salas morirá. Decidan ya…Amigos Policías
Force, Helicóptero y Camionetita observaron que la
computadora dejó de transmitir la imagen de Jacobo.
—Núñez y Cerda apagaron el sistema del satélite—vigilante.
Por eso no podemos ubicar a ninguno de ellos.
—No debimos confiar en el Departamento de Policía—dijo
Camionetita
—Tiene razón. El Jefe Salas es honesto, pero los demás no—
complementó Helicóptero.
En ese momento, un Robot Mensajero llegó al Departamento
de Policía.
—Hola. Busco al Jefe de Policía Javier Salas.
Los Amigos Policías voltearon y observaron al Robot
Mensajero, Force se acercó a éste sospechando que fuera un
enemigo.
—El Jefe de Policía no está aquí. ¿Puedo ayudarle?
—Traigo una turbo—motocicleta para uso policiaco. ¿Puede
recibirla?
Force observó feliz al Robot Mensajero.
—Claro que sí.
198
DÍA DE LAS ELECCIONES

En las casillas, la gente entraba para votar por su candidato
favorito.
En una casilla; una persona votó por Paulo López del partido
liberal mientras en otra casilla otra persona votó por Ramiro
Hernández del partido Conservador.
Force, sentado en su nueva turbo—moto, vigilaba la zona
donde se encontraban las casillas de votación.
—Qué raro. No hay rastro de los Trillizos—pensaba Force.
Force observaba en los lentes de su casco a Helicóptero y
Camionetita vigilar otras zonas donde se encontraban casillas de
votación.
—¿Aún no muestra nada el Satélite—Vigilante?—preguntó
Force.
—Aún no—respondió Helicóptero.
En el espacio exterior; el satélite—vigilante detectó la señal de
los Trillizos saliendo de una mina y la envió a los radares de Los
Amigos Policías.
La ubicación de los Trillizos apareció en la computadora
interna de Helicóptero y Camionetita.
—¡Espera! ¡Tengo algo! ¡Los Trillizos salen de una mina en este
momento!—dijo Helicóptero.
Force observó la señal de los Trillizos en la computadora del
parabrisas de su turbo—moto.
199
VICTOR HUGO BARRERA
—Hay que interceptarlos antes de que lleguen a Pachuca

Force encendió su turbo—moto y se dirigió hacia la mina de la
montaña.
Helicóptero y Camionetita tomaron vuelo y toda velocidad
turbo respectivamente dirigiéndose hacia la mina.
En el Comedor de la Casa López; Paulo comía junto con su
hija Hilary.
— ¿Estás nervioso?—preguntó Hilary a su padre.
—No. Algo me dice que ganaremos—respondió Paulo
sonriendo maliciosamente.
El Asistente de López entro corriendo al comedor.
—Sr. López le tengo noticias...
López se levantó, a pesar de su herida en la pierna, de la mesa
mirando molesto a su asistente.
—No digas ni una palabra. Hablaré contigo en mi oficina.
En el Estudio de la Casa, el Asistente hablaba preocupado con
Paulo López, quien estaba sentado en su escritorio, debido a la
herida en la pierna.
—Álvaro López murió. Y según las últimas encuestas de
salida, Usted es el Nuevo Gobernador de Hidalgo. Felicidades,
Señor.
Paulo López observaba feliz a su Asistente estirarle la mano.
—Al fin. La victoria es mía
Paulo estrechó la mano de su asistente.
200
XV
En la prisión de Pachuca; Alan Félix leía unos documentos, en
su tabletover1, sentado en la cama de su celda.
—Los Trillizos están usando perfectamente mis trajes y mis guantes—
pensaba Alan.
De pronto, una bala explosiva impactó la puerta de la celda
asustando a Alan.
— ¿Qué fue eso?
Alan observó que la bala incrustada en la puerta de su celda
tenía un contador en reversa con 5 segundos.
— ¡No puede ser!
Alan corrió a la pared mientras la puerta de la celda explotaba
detrás de él, observó, un poco aturdido por la explosión, que tres
pequeños robots con Inteligencia Artificial entraron a su celda.
—Es increíble.
Joaquín, vestido con un traje azul, entró a la celda observando a
Alan mirar incrédulo a los robots.
—Hola amigo. ¿Te gustan mis robots? Usan las armas que
fabricaste
Alan observó sorprendido a Joaquín.
—Joaquín ¿Qué haces aquí?
Joaquín le arrojó un traje color azul a Alan y éste lo atrapó.
—Sacándote de aquí como lo prometí. Ponte esto y Vámonos
Policías humanos se acercaron a la celda de Alan rodeándola.
201
VICTOR HUGO BARRERA
— ¡Hay un intruso con armas! ¡Solicito refuerzos!—dijo uno

de los Policías.
Uno de los robots disparó balas paralizantes a los policías, las
balas impactaron a los policías dándoles una fuerte descarga
eléctrica que los dejó tirados y dormidos, otro robot disparó balas
de gas, las cuales durmieron con su efecto a los policías.
Alan y Joaquín salieron de la celda observando a los policías
heridos y dormidos.
—Territorio despejado. Salgamos—dijo Alan.
Alan y Joaquín corrieron a la salida junto con los robots, los
cuales los protegían de cualquier policía que pudiera acercárseles.
—Te dije que te sacaría de aquí y cumplí—Joaquín y Alan
presionaron el lado derecho de su traje azul y se volvieron
invisibles para no ser detectados.
En la mina debajo de la Montaña, La Llave cuidaba de Salas,
quien estaba atado con sogas láser a una silla.
—Le dije que buscara mi turbo—auto y no lo hizo, Jefe de
Policía.
—Tú se lo robaste a los Escorpiones. Sólo piensas en ti
misma.
—Dígame, Jefe ¿Quién no piensa en sí mismo en este Estado?
Force entró en su turbo—motocicleta rompiendo parte del
techo de la mina.
Force cayó, a bordo de la turbo—moto, entre Salas y la Llave.
— ¡Force!—gritó La Llave.
202
—La Llave—dijo Force…
En la carretera rumbo a Pachuca; los Trillizos viajaban en un

turbo—auto a toda velocidad.
—Ya quiero ver la cara del Gobernador cuando nos vea—
dijo Teodoro.
Una turbo—patrulla hizo sonar la sirena detrás del turbo—
auto.
El vehículo de los Trillizos se orilló y se detuvo, un policía
humano bajó de la turbo—patrulla y se acercó al vehículo de los
Trillizos.
El policía observaba a Teodoro por la ventana del vehículo.
—Su Licencia y permiso por favor—pidió el Policía.
Teodoro le disparó un láser al policía tirándolo al piso.
El policía tirado observaba que los Trillizos aparecían frente a
él.
Teodoro le apuntó con su guante al policía.
—Si van a detenernos. Envíen policías de verdad
Teodoro estaba a punto de disparar, pero un boomerang con
forma de hélice golpeó el guante de Teodoro desviándole el tiro.
Los Trillizos voltearon y observaron a Helicóptero, en su
nuevo traje, volar hacia ellos.
— ¿Me llamaron?
Teodoro trató de dispararle a Helicóptero pero su guante no
disparó.
203
VICTOR HUGO BARRERA
— ¡¿Qué sucede?!
Teodoro observó que su guante estaba golpeado.
—Se averió mi guante
Helicóptero le disparó un láser a Teodoro tirándolo al piso.
Helicóptero se transformó en el aire logrando tener piernas,
brazos, además de usar sus hélices como escudo.
—Es hora de la nueva modalidad
Helicóptero transformado caminaba hacia Jacobo y Roberto,
quienes retrocedían desconcertados.
— ¡Tú no caminabas!—dijo Jacobo.
—Ahora sí lo hago…
…En la mina bajo la montaña, La Llave le disparó con su
llave—láser a Force, éste le disparó una bala congelante a la Llave,
la bala de Force impactó la llave—láser de la Llave congelándola
completamente.
— ¡Nooooo!
Force le disparó con su arma láser al techo de la mina tirando
algunas rocas hacia La Llave.
La Llave usó su escudo con forma de cerradura para
protegerse de las rocas que le caían encima.
Force corrió hacia Salas usando un gas que quitó las sogas láser.
—Llegas justo a tiempo, Amigo.
—No gracias a tu equipo de trabajo.
La Llave salió de entre las rocas que le cayeron encima con su
escudo de cerradura.
204
La Llave le disparó con su llave—gancho a Force, quien estaba

terminando de desatar a Salas…
En la carretera rumbo a Pachuca, Helicóptero caminaba hacia

Jacobo y Roberto, éstos quisieron correr, pero Camionetita, en su
nuevo traje, apareció cerrándoles el paso.
— ¿A dónde Trillizos?
Camionetita se transformó logrando tener piernas, brazos,
además de usar su manguera y escalera como armas. Una vez
transformado, se acercó a Jacobo y Roberto, quienes lo
observaban sorprendidos.
— ¡Ambos se transforman!—dijo Jacobo.
—Yo me encargo de éste, tú del Helicóptero—propuso
Roberto.
Jacobo asintió y le disparó láseres a Helicóptero mientras que
Roberto formaba una esfera.
Helicóptero usó su escudo de hélice para protegerse de los
disparos, luego, le disparó un láser a Jacobo logrando que el
impacto diera en la mano.
Después, Helicóptero le disparó un láser a Jacobo tirándolo al
piso.
Camionetita le disparó un chorro de agua a la esfera de
Roberto, Camionetita hizo crecer la esfera dirigiéndola de vuelta a
Roberto.
205
VICTOR HUGO BARRERA
Roberto fue impactado por su propia esfera quedando

atrapado dentro de la misma.
— ¡Atrapado en mi propia esfera!
Helicóptero capturó a Jacobo en su red—bolsa.
Teodoro despertó observando a Helicóptero y Camionetita
capturar a sus dos hermanos.
—Mejor me voy
Teodoro oprimió la letra de su traje y despareció…
En la mina bajo la montaña, Salas observaba el gancho de la
Llave dirigirse hacia Force.
— ¡Force cuidado!
Force disparó una soga con su arma hacia el gancho,
la soga impactó el gancho fijándolo al techo de la mina.
Después, Force le disparó un láser a la Llave tirándola al suelo. Al
momento de caer, La Llave jaló rocas del techo las cuales
comenzaron a desprenderse.
Force disparó una bala de calor que destruyó las rocas que
comenzaron a caer. Luego, Force disparó otra bala de calor al
escudo de la Llave, la bala derritió completamente el escudo de la
Llave.
Finalmente, Force disparó una soga que ató a la Llave de los
brazos.
Force sujetó a La Llave y la llevó atada a su turbo—moto.
—Quedas arrestada, Llave.
206
Force observaba a Helicóptero y Camionetita transformados

en los lentes de su casco.
—Tengo a la Llave ¿Y Ustedes?
Helicóptero y Camionetita transformados observaban a Force
en su computadora interna.
—Capturamos a Jacobo y Roberto. Pero, hay un problema—dijo
Helicóptero.
—Teodoro escapó—completó Camionetita.
En el interior de la mina; Force observaba preocupado a Salas.
— ¿En cuánto tiempo toma protesta el Nuevo Gobernador?
—Dos horas
Force se comunicó con Helicóptero y Camionetita por medio
de su casco.
—Helicóptero, Camionetita, los veré en el Palacio de
Gobierno de Pachuca lo antes posible.
En el palacio de Gobierno, los miembros del Congreso
tomaban la protesta de Paulo López como Gobernador de
Hidalgo.
—Señor Paulo López, como Gobernador ¿Promete hacer
cumplir las leyes del Estado de Hidalgo en beneficio de su
Pueblo?—decía el Presidente del Congreso.
Paulo López levantó su brazo derecho al frente.
—Sí protesto
Todos los miembros del congreso comenzaron a aplaudir.
207
VICTOR HUGO BARRERA
Teodoro entró, estando invisible, al Congreso sin que nadie lo

viera.
Paulo López se acercó, ayudándose de una muleta, a la tribuna
para dar su primer discurso como Gobernador.
—Sé que a todos les preocupa la vida del nuevo Jefe de Policía;
Salas. Como Gobernador les aseguro que lo encontraré. Y reto a
los Amigos Policías para que lo traigan de vuelta si es que son
realmente los protectores de Hidalgo
Force, a bordo de su turbo—moto, Helicóptero y Camionetita
entraron rompiendo el techo del Congreso asustando a todos los
miembros y al Gobernador López.
Force bajó de su vehículo y junto con Helicóptero y
Camionetita comenzó a buscar a Teodoro en el interior del lugar.
—¡Usen los sensores infrarrojos! ¡Debe estar invisible!—dijo
Force.
El Gobernador López observó molesto a los Amigos Policías.
— ¡Amigos Policías! ¡¿Qué rayos hacen aquí?!
Force observaba por medio de sus lentes de luz infrarroja que
Teodoro se acercaba al Gobernador.
— ¡Se dirige al Gobernador!
Helicóptero se transformó y disparó un láser hacia el
Gobernador, el láser impactó a Teodoro que estaba invisible,
Teodoro se hizo visible, pues estaba herido en el hombro, y Force
le disparó una bala congelante, la bala impactó a Teodoro
congelándolo completamente frente al Gobernador.
208
Force observó molesto al Gobernador, quien estaba atónito

por lo que acababa de ver.
—Reto aceptado, Sr. Gobernador
Camionetita se transformó y arrojó una red, con Jacobo,
Roberto y la Llave en el interior. La red con los criminales cayó
frente al Gobernador.
—Y reto superado—dijo Camionetita.
Salas entró por la puerta al Congreso sorprendiendo a todos
los Presentes.
— ¡Jefe Salas!—gritó asustado el Gobernador.
Force subió a su turbo—moto, Helicóptero transformado
volvió a modalidad vehículo y Camionetita transformado sacó
unos propulsores de sus pies.
— ¡Es hora de irnos!—dijo Force.
El Gobernador observaba impresionado y confundido a los
Amigos Policías.
—¡Force! ¿Los Amigos Policías servirán al Gobernador de
Hidalgo?
—Los Amigos Policías nunca servirán a la Policía corrupta de
Hidalgo, ni a ningún Partido Político, ni siquiera al Gobernador
Force encendió su turbo—moto.
—Los Amigos Policías siempre servirán a la gente de Hidalgo.
Y siempre la protegerán
209
VICTOR HUGO BARRERA
Force salió por la puerta del Congreso, Helicóptero y

Camionetita transformado salieron por el agujero del techo
dejando impactados a todos.
Salas y todos los miembros del congreso les aplaudieron a los
Amigos Policías.
— ¡Vivan los Amigos Policías!—gritó Salas.
—¡Vivan!—gritaron al unísono los miembros del Congreso
mientras seguían aplaudiendo.
210
EPÍLOGO
Dos días después, en la azotea de la Prisión de Pachuca; Salas
hablaba con Force, quien estaba sentado en su turbo—moto, y
con Helicóptero y Camionetita, quienes ya estaban en los drones
con forma de modelo a escala, los cuales habían sido reparados.
—Es para mí un honor informarles que Los Trillizos y la Llave ya
están en prisión—dijo Salas.
—Ya es oficial, así que lo diré: Felicidades por su asenso, Jefe de Policía Salas.
—Gracias, Camionetita. Veo que lograron reparar los drones.
Aunque sinceramente, lucían muy bien usando los juguetes a
escala como traje.
—La cubierta de CAREL de esos juguetes junto con su modalidad de
transformación será transferida a estos drones para el uso rudo—comentó
Helicóptero.
—Me alegra escuchar eso. Aunque… No todo son buenas
noticias. Alan Félix escapó de esta prisión siendo ayudado por
Joaquín Díaz.
—No te preocupes. Vamos tras ellos. Ahora tenemos nuestra
propia señal del satélite—vigilante
Force encendió su turbo—moto mientras Helicóptero y
Camionetita se preparaban para irse.
—¡Force! ¿A mí sí me ayudarán?—preguntó intrigado el Jefe
Salas.
—Sólo mientras sigas siendo honesto...
211
VICTOR HUGO BARRERA
Force calentó el motor de la turbo—moto.

—...Pero si dejas de serlo, Yo mismo te encerraré.
Force arrancó y saltó de la azotea de la Prisión cayendo en la calle
de enfrente y siguiendo su camino.
Helicóptero se elevó mirando a Salas.
—No confiamos en los policías corruptos como Cerda y Núñez. Trabajamos
solos.
Helicóptero se fue volando siguiendo a Force.
Camionetita pasó rápidamente junto a Salas dirigiéndose a la orilla
de la azotea.
—Somos policías de verdad. Protegemos y cuidamos a la gente.
Camionetita saltó la azotea de la Prisión cayendo en la calle de
enfrente y siguiendo a Force y Helicóptero.
Salas observaba orgulloso a Los Amigos Policías alejarse de la
Prisión.
—Claro que son diferentes. Por supuesto que cuidan a la gente.
Son… Los Amigos Policías.
212
213
214
DESCUBRE CÓMO FUE QUE MÉXICO SE CONVIRTIÓ

EN POTENCIAL MUNDIAL, Y CONOCE EL ORIGEN
DEL PRIMER HÉROE MEXICANO EN:
215

Los Amigos Policías: Volumen Uno Parte 1a

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Los Amigos Policías: Volumen Uno Parte 1a

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1

VICTOR HUGO BARRERA

Por: Victor Hugo Barrera

© Victor Hugo Barrera Arellano 2009

Primera Edición: Febrero 2017

Segunda Edición: Octubre 2019

Edición Cuarto Aniversario: Febrero 2021

Diseño de Portada: Victor Hugo Barrera Arellano y Baeeprojects

Afortunadamente, la tecnología ayudará a recuperarse a un

Esta es la Historia de cómo surgió éste nuevo Equipo de

PACHUCA HIDALGO, MÉXICO

La limusina color blanco modelo 2000 del empresario Álvaro

El Senador dejó su comida, se puso de pie y abrazó a Álvaro,

El Senador golpeó con sus puños, muy molesto, la mesa.

—Venga conmigo, Sr. Pérez—dijo el Loco Arriaga mientras

—¡Oye! ¡Alto ahí!

siguiente: “LO VERÉ EN SU DESPACHO EN 1 HORA.

En un callejón, varias calles atrás del Restaurante, podían

El Senador quedó detrás de su escritorio dejando un espacio

El Loco Arriaga sacó todo el dinero de la caja fuerte y

El Loco Arriaga apareció detrás de Álvaro disparando con una

Álvaro se dolía en gran manera por las nuevas heridas de bala en

—...Pero Usted mandó cerrar la Empresa y el giro cambio para fabricar

—Es verdad. Yo no envío a nadie a cometer asesinatos y

—Recuerda que el Loco Arriaga es el máximo criminal que ha

Mientras tanto, en el interior del Edificio; los estudiantes de

El helicóptero cayó sobre la calle destruyendo algunos

—¡Salgan inmediatamente! ¡Luego vayan a la ambulancia!

—Con el debido respeto, jefe; Richard Reyes anhela tanto

Dos helicópteros rodearon el techo del edificio alumbrando el

El Loco hincó a Álvaro mientras le seguía hablando a Richard.

Álvaro observaba desde la orilla que Richard se sostenía de los

Dentro del ascensor, varios policías que iban a apoyar a

Partes del edificio fueron destruidas por las explosiones, la

Los Estudiantes de Policía Cerda y Núñez se acercaron a

El jefe Sosa, desde el helicóptero, observaba a Richard y al

—Descuiden, tengo todo controlado

La patrulla se estacionaba afuera del callejón donde el Loco Arriaga la

En la ambulancia, Richard era atendido por los Paramédicos,

múltiples ocasiones, homicidios y secuestros, siendo el más

el Loco se arrastraba buscando algo de qué sostenerse para

estorbaba en su carrera política! ¡Ya perdí mis piernas, mi familia y

En el quirófano del Hospital General de Pachuca; el Médico

—Prepárenlo para administrarle el elemento en su sistema

Los padres y Janet se entristecieron al escuchar el pronóstico,

tenga los suficientes recursos para curarlo podrían descongelarlo,

—Adiós, amigo. Siempre fuiste un héroe—dijo llorando Salas

—¡He creado balas que paralizan con descargas eléctricas al

Alan oprimió el cierre del traje.

Un Agente AFI le disparó a Alan, éste puso ambos trajes frente a

—...Pero nunca encontrarán los trajes—pensó de nuevo Joaquín.

quedando en posición de lagartija. El Senador retrocedió asustado

—Interesante nombre—dijo sarcásticamente El Loco Arriaga.

El joven huía corriendo de la casa.

El segundo intento había fallado también, entonces, el Niño miró el cuarto

—Son órdenes del Doctor

La novia miraba burlonamente a su pareja.

—¡Necesitan una turbo—patrulla en el número ocho de la Calle

La mamá le puso dos pequeños melones a la niña en el pecho.

—Veamos si mi plan funcionó—pensó la joven y luego desactivó las

El Loco levantó la manga de su playera viendo el tatuaje con

—...y robó 3 turbo—motocicletas que pueden conducirse a

En un callejón oscuro, Coto recibía la visita de Totis, Golfo,