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DE FONDO
De Naolli Eguiarte y Alejandro García
Teatro
Mar de fondo Obertura
Obertura
Están tres hombres en fila. Tienen los ojos cerrados. Con la mano derecha dibujan el
inexorable andar de un tren que va de su costado derecho al izquierdo; hacen sonido
de tren al andar. El tren llega a la estación; bajan sus manos y comienzan a ver, a ojos
cerrados, gaviotas en el cielo: las señalan, las llaman. Se hace de noche en esta acción.
Ahora están solos. Tienen frío.
Cuando el tren llegó a su destino, a lo lejos, comienza a escucharse, con eco, como
viajando en el tiempo, un poco deformado, el coro de la canción 17 años de Los Ángeles
Azules: como si la bailaran en un salón lejano unos desconocidos.
Por encima y por debajo de los hombres hay 2 pantallas que titulan y subtitulan el
cuadro.
En cuanto los hombres llegan al momento de la partitura de acción en que tienen frío;
en la pantalla de arriba dirá:
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Mar de fondo El mar
El mar
Mirando al mar, Lucy. Saca un cigarro, duda en encenderlo. Llega Blady y se para junto a ella.
Es el amanecer.
Blady: Sólo se pueden ver las latas de cerveza flotando entre espuma amarillenta.
Lucy: Quizá a ti sí. Escucha: eres los ojos de una res a punto de ser llevada al canal.
Blady: Me encanta.
Lucy: Si supiéramos.
Lucy: ¿Qué?
Blady: Vas a empezar con tus cosas, con tus memorias de un tiempo más sencillo.
Lucy: ¿Seguro?
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Mar de fondo El mar
Blady: ¿Y nosotros?
Lucy: Una moneda vieja olvidada en unos jeans manchados de cloro. No te rías.
Blady: Nunca me decías así. Me suena raro. Mira, me suena raro mi propio nombre.
Lucy: Esto que ves no es lo que quieres. No es lo que quiero. No es lo que somos. El
petróleo se apodera de cada grano de arena en esta playa y los plásticos flotan en la
espuma densa y amarilla. Ya no estamos listos para nadar, ya no tenemos los grandes
pulmones para sumergirnos en el agua hasta que estallen los tímpanos. Explotamos
antes de que pudiéramos hundirnos más, antes de llegar a ver las cavernas donde viven
Silencio. Lucy prende otro cigarro. Blady se lo quita, lo va a tirar, pero se detiene. Blady fuma.
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Mar de fondo El mar
Lucy: El jueves es un buen día. Pienso en jueves y veo azul; veo azul y me acuerdo de
Blady: No.
Lucy: Mientes.
Silencio. Una ola grande rompe en la costa. La espuma amarilla llega a los pies de la pareja. El
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Mar de fondo El mar
Lucy: Por favor. Hazlo ahora, nadie nos mira. No vamos a provocar lástima ni serás
objeto de abrazos piadosos. Hazlo. (Pausa. Blady no se mueve.) El jueves me voy, y hoy,
Blady: Por primera vez voy a tomar un autobús a la ciudad, yo solo. Por primera vez
voy a salir del metro y voy a luchar con un taxi. Ahí voy a olvidar mi maleta, al
bajarme a prisa en medio de una calle saturada de autos. Por primera vez no voy a
saber con qué llave abrir y el llavero, con una ballena de recuerdo, se me va a caer al
piso. Por primera vez voy a subir la escalera al departamento, sabiendo que ahí no vas
a estar y que tampoco vas a llegar. Voy a orinar con la puerta abierta y no voy a bajar
la tapa y tampoco voy a limpiar las salpicaduras de nada. No me voy a lavar los
dientes antes de irme a dormir. Y en la noche, cuando despierte por la pesadilla que
me estaba asechando desde hace años, voy a abrir los ojos buscando tu abrazo, y no
vas a estar. No vas a estar al otro día, en el desayuno de nada. No vas a estar en el la
parada del autobús, y no me vas a alcanzar a media calle para darme un beso.
Blady: Lucy…
Lucy: ¿Sí?
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Mar de fondo Música
Entra Julia.
Suena, de manera espectacular, la suite para cello solo no. 6, de J.Bach, Prelude. A los 20
Julia: No entiendo.
Víctor: Es que… mírate.. te ves… no sé, y yo… No quiero esto, Julia. Somos
compañeros y yo no… quizá lo estoy mal interpretando todo, pero… digo, fuimos a
cenar y todo fue excelente, pero creí que era un trabajo, ¿sabes? No quiero herirte. Así
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Mar de fondo Música
Víctor: Lo sé.
Julia: ¿Cómo me podría herir el cerrajero o el que atiende la caja del banco? Sus
palabras son humo para mí. Ellos dan un servicio y yo obtengo lo que quiero, ellos
Julia: Eso espero. Víctor, desde el principio fui muy clara. Esto es sobre la música.
Víctor: Sí.
Julia: Esto es sólo sobre la música. No hay ninguna posibilidad de que me hieras o de
Víctor: Sin duda es más interesante que tus cajeros de banco y futuros ladrones de cajas
fuertes.
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Mar de fondo Música
Víctor: No es.
Víctor: ¿Qué?
Julia: Es lo normal, todo el mundo dice el compas número catorce, el compas número
Víctor: Siguiendo tu lógica se diría, aunque suene mal… ¡vamos desde el compas
sesentaiunavo!
Víctor: No tenemos la confianza como para que venga a escuchar música a tu casa.
Julia: ¿Por qué no? Nos conocemos desde hace más de un año, Víctor.
Víctor: No te creo.
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Mar de fondo Música
Víctor: Ya sé.
Víctor: No te burles.
Julia: Odiabas que la gente te viera entrar o salir del salón. ¿Vergüenza?
Víctor: Voy a esa clase por prescripción médica. Eso es todo, no me gusta.
Julia: Si le apasiona tanto la música, tiene que gustarle el vino. Eso pensé, Víctor.
Julia: Sí. Tengo que entregar un reporte sobre ese disco. (Pausa.) Al periódico. No
pongas esa cara… Víctor, trabajo en un periódico. Lo digo todos los días en clase, les
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Mar de fondo Música
Julia: (Desde fuera.) Es tinto, español. De la Rivera del Duero. ¿Está bien?
Víctor: ¿Cuándo van a dar ese concierto, qué cellista viene, por qué sabes, por qué el
261 aniversario, por qué vino tinto, por qué no me dijiste nada de esto? ¿QUÉ
SENTIDO TIENE ESO? No, no… insisto en que esto es mala idea. (Se dispone a irse.)
Julia: Víctor, Víctor… está bien. Ya sé lo que estás pensando, y está bien. No te
Julia: Sé que a veces puede parecer que quiero otra cosa. Siempre me pasa.
dame un beso, Víctor, por favor. Pero sí quiero el vino. (Breve pausa.) Víctor… ¿me das
el vino?
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Mar de fondo Música
Julia: La mayoría intenta seguir el juego que creen que yo propuse. Y todo se pone
Víctor: Claro. (Bebe de su vino.) Perdón… ¡Salud! (Chocan las copas y se miran.)
Pausa.
Julia: (Sonríe. Se levanta, avanza unos pasos y se vuelve para mirar a Víctor que está sentado.)
Reversa. Víctor regresa a la silla, Julia sale con los vinos. Vuelve a sentarse junto a Víctor y la
Julia: Si le apasiona tanto la música, tiene que gustarle el vino. Eso pensé, Víctor.
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Mar de fondo Música
Julia: A mí también.
Julia: Tengo que entregar un reporte sobre el disco. (Pausa.) Al periódico. Víctor,
trabajo en un periódico.
Víctor: Lo sé. Lo leo todos los días. Me gustan tus notas. Oye, oye… esto ya había
pasado.
Víctor: De pronto me sentí… como si todo diera vueltas… un déjà vu… ¿sabes?
¿Fuimos a cenar?
Víctor: Por favor. ¿No te parece raro que elijan el número 261 para el aniversario?
Julia: Rarísimo.
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Mar de fondo Música
Víctor se acerca a Julia y la besa. Todo debe ser muy sutil. Luego, a la mitad del beso, música:
Bach, suite para cello solo, No. 6, Gavotte II. Durante la música se separan, lentamente, se
miran, apenados.
Víctor: ¿Qué cosa? Me gustas mucho, Julia. (Pasa sus manos por la cara de Julia.)
Víctor: ¿No?
Julia: ¿Entonces?
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Mar de fondo Música
Reversa con música. Víctor deja el saco en una silla. Los dos de pie en la sala. Julia está muy
Víctor: (Desesperado.) Lo que te quiero decir es que en el compas catorce, apenas en ese
Víctor: ¿Por qué no? El interprete, o mejor dicho, el asesino de la música que se atrevió
a grabar… eso… no tiene el más mínimo respeto por Bach, por el cello, por nada.
Julia saca un control remoto y activa la música que empieza en el segundo 21. La música suena
muy fuerte.
Víctor: ¡JULIA!
Julia: ¡QUÉ!
Víctor: (Escucha la música.) Ahí… Ahí… (Hace ademanes y se mueve con dolor al escuchar
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Mar de fondo Música
Silencio.
Víctor: No te creo.
Víctor: Eres una consentida que no sabe nada, una pequeña burguesita de mierda que
Víctor: ¿Sabes? No, no sabes… pero tú, tú, tu estilo de vida, tus preocupaciones, todo
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Mar de fondo Música
Julia: No lo hago.
Víctor toma su saco y camina hacia la salida. Se detiene y voltea a ver a Julia. PP
Víctor: Discúlpame. No debí decir todas esas cosas. Puede que sea Maisky y yo no lo
haya reconocido. Puede que sea hasta el mismísimo maestro Rostropóvich, pero nunca
iba a reconocer que tú supieras más que yo. (Larga pausa.) Disculpame, de verdad. No
Julia: ¿Aja…?
Víctor: Ir a la clase… a… a yoga… es algo importante para mí. Por ti. Porque te veía a
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Mar de fondo Música
Víctor: El cellista y su cello deben tener una armonía que genere música. No estamos
Víctor: (Se resiste a irse.) Estamos para escuchar la música. Sólo surge la música cuando
paso atrás.) Porque el cellista desea tocar su cello y el cello desea que lo toquen. Juntos
se envuelven para hacer una obra de arte. Pensé que eso debía ser el amor, lo que surge
de dos fuerzas que se desean y se repelen… ¿me entiendes? (Julia le da otra cachetada.
Víctor: (Se ríe.) A veces el instrumento se revela. He leído casos de cuerdas que
Víctor: No.
Julia: Qué lástima. Ya puedes irte, Víctor. Tengo que trabajar, tengo que escribir un
artículo, y es tarde…
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Mar de fondo Música
Víctor: Quiero…
Víctor: Dime qué quieres, por favor. Eso hacemos, lo que quieras, eso hacemos.
Pausa.
Víctor: ¿Todo?
Julia: Todo. Quiero que pienses en mí todo el día, quiero que me desees, quiero que
me toques, quiero que seas violento, que seas amable. Quiero que te vayas y que dudes
y que no te quieras ir. Quiero que no sepas qué hacer. Quiero saber y quiero no saber.
Quiero y deseo. Y deseo tocarte y que quieras que te toque, pero también deseo que te
dé miedo y que no estés para mí, y que no vengas, y que no respondas a mis llamadas.
Quiero extrañarte y tener que pensar en ti todo el día. Quiero que me seduzcas y
quiero que me desprecies. Quiero todo, Víctor. Quiero alimentarme de ti, quiero que
me comas, toda, a todas horas y de todas las maneras posibles. Quiero que huelas un
perfume y que sea siempre mi perfume, quiero que me bebas, hasta el infinito y quiero
que te quemes al tocarme. Quiero desearte y que tu deseo me quiera toda. (SILENCIO.)
¿Entiendes, Víctor? ¿Ahora entiendes a qué viniste? ¿Eh? (Silencio de Víctor.) ¡Responde
algo!
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Mar de fondo Música
Largo silencio. Víctor no sabe qué decir. Julia levanta su mano para darle a Víctor otra
cachetada. Él se aproxima a ella y la besa. Julia responde. Se separan. Sonríen como estúpidos.
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Mar de fondo TRANSICIÓN 1
Entran las mujeres. Forman una fila frontal al espectador. Se paran y en estricto mute
con todo el cuerpo, el gesto, TODO… Comienzan una pelea, un rompimiento furioso
con un interlocutor imaginario. La despedida de B, la trágico, cómica, fúrica despedida
de B. Unas ríen otras lloran, otras golpean, gritan… Se les va la vida.
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Mar de fondo El café
El café
Años después. Una calle. Ella sale de un café y va caminando por la banqueta con un vaso
desechable. Hace frío. De frente, entre la multitud va Él, con Otra. Llevan folders con papeles.
Ella los ve primero. Se detiene frente al aparador de una cafetería que tiene mesas sobre la acera.
Ella duda sobre meterse al café y dejarlos pasar; no puede, los espera.
Otra: ¡Hola!
Ella: Hola.
Él: Hola.
Otra: Hola.
Él: Hola.
Ella: Me sorprende mucho que estés aquí. Nunca, nunca pensé que te encontraría por
Otra: Estamos a quinientos kilómetros del lugar donde nos vimos por última vez. (La
abraza.)
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Mar de fondo El café
Silencio.
Ella: ¿Ella?
Otra: ¿Eras tú? Todo el tiempo eras tú. Digo, ELLA, eras tú. (Pausa. Las dos mujeres se
Otra: Nunca pensé que la persona que él sólo ha nombrado como ELLA durante todos
estos años fueras tú. Digo, fuimos compañeras de trabajo, ¿cuánto tiempo?
Ella: Nosotras…
Otra: No puede ser. No, no… ¿Cuánto tiempo? Fui a tu casa, conocí a tus papás.
¡Dios! Y eras tú. ¿Por qué nunca me hablaste de él? Cuando trabajamos juntas ustedes
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Mar de fondo El café
Ella: No sabía que tenía que... Bueno, sí sabía, es lo normal, supongo. No me gusta
Otra: No sé qué pensar… puede que a ti no te importe, pero entonces, ¿qué es que
con nadie, así que… quizá yo fui tu amiga, así lo viviste, y está bien.
Otra: Está bien, no fuimos amigas. No importa, digo… fue hace tanto.
Silencio.
Ella: Bien.
Otra: Esto es como de… bueno, ¿qué hago? ¿Quieres hablar con ella? ¿Me voy?
¿Estorbo?
Silencio. Ella ríe ofendida, hace un intento de irse, él no le hace mucho caso.
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Mar de fondo El café
Ella: No, no… Adiós, lo siento en verdad, no debimos tener este encuentro. (Ella
Él: (Él avanza hacía ella, dejando a la Otra atrás.) Espera. No es para tanto. Digo… Es
Otra: Nosotros llevamos cuatro años juntos… digo, te lo menciono porque luego
Ella: Es incómodo.
Otra: En mayo.
Él: Es la idea.
Ella: Déjame.
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Mar de fondo El café
Él: ¿Cómo?
Ella: QUE SI TE PARECE FÁCIL. Esto no está bien, no está bien. ¡Carajo!
A unos metros de Él y Ella, la Otra se sienta en el café. Un mesero llega y le toma la orden. El
mesero se va.
Él: Con...
Él: Yo…
encuentro. ¿Qué quieres? ¿Que me sienta como una duquesa abriendo regalos de
navidad? No, no… Mierda. ¿Qué estoy haciendo? Es que, Te veo y ... (Lo golpea en el
Él: Pero…
Él: Tú te fuiste…
Ella: En serio. Me tengo que ir. Que tengas una linda vida.
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Mar de fondo El café
Ella se va caminando.
QUEDARAS.
Silencio. Él se queda parado en medio de la calle. Voltea y regresa con la Otra que está sentada en
Otra: Espérate…
Otra: Siéntate. Hay algo que no entiendo. Tú nunca me dijiste que era ella.
Él: Sí te dije.
Otra: No. Y yo sí te dije que trabajé en la empresa. Sabías que ella trabajaba en la
empresa y no me dijiste nada. ¿Qué pasa? Yo te he dicho todo de todas mis parejas. Te
Él: Sí te dije. No quisiste entender… fueron tiempos raros. No tuvimos un buen cierre.
No hubo ningún cierre. La casa, un coche. Ella se quedó con el perro y las cuentas del
banco. Y… supongo que ahora, al verla, vino todo eso, de pronto, ¿sabes?
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Mar de fondo El café
Él: Carajo, estoy seguro. (Pausa.) Perdón, perdón por no habértelo dicho. En serio.
Otra: Gracias.
Él la mira. Silencio.
Él: Sí. Un café, americano, con doble carga, con sólo un cuarto de agua.
Otra: Nunca en estos cuatro años te había visto pedir un café, tomar un café.
Otra: Sólo tomas té, agua… esas bebidas de vitaminas y ya. Ni refrescos, ni café, ni
Otra: ¿A ti y a ella?
Él: Teníamos todas las cafeteras, todos los cafés. Americano, exprés, prensa francesa,
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Mar de fondo El café
Él: Nada.
Otra: …Hablas como si siguieras enamorado de una mujer que te hizo pedazos y que
justo ahora te arrojó un café caliente. ¡Por favor! Y pones tu cara de idiota, viendo al
Él: Sí. Muy bien. ¿Eso quieres escuchar? Pues sí, tienes razón. Sigo enamorado.
Él: ¡Mirame! Estoy sudando. Hace frío y estoy sudando. Mi cabeza se inunda de
Otra: Nada.
Él: Significa que aún no puedo olvidarla. Quiero olvidarla, pero es muy fuerte.
Otra: No. Significa que sigues atorado en la idea de una loca que te acaba de aventar
una taza de café caliente y que se acostó con tu mejor amigo. No tienes idea de lo que
Él: Ella fue la mujer más importante en mi vida. Me salvó. Y sí, sí tomo café. Amo el
café. Lo amo con todas mis fuerzas. La primera vez que nos vimos me dijiste que no
soportabas el café y dejé de tomarlo. Durante estos cuatro años dejé de ser yo, porque
Otra: Pensé que éramos dos personas adultas, honestas, y que nos amábamos. No
tengo tiempo para tus dudas y tus miedos y tus crisis. Y para que hoy te des cuenta de
que en cuatro años no fuiste tú. Cuatro años, cabrón. Cuatro años de despertar juntos,
cuatro años de escucharte hablar de ella. Pero hoy tiene cara y voz.
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Mar de fondo El café
Otra: Pensé que eras alguien con quien me podía comprometer, y me sales con esto.
Él: Yo tampoco… (Pausa.) Siento que soy una persona horrible, pero me siento real,
Otra: ¿Real? En serio crees que lo real es ese supuesto amor que quién sabe dónde está.
Él: ¿Qué posibilidad había de que hoy, justo hoy, nos encontráramos? Era el destino.
Él: Oye, No me estás escuchado. No sólo fue importante. Creo que ha sido la relación
Él: No. No me voy a callar. Tenemos que hablarlo, tomar una decisión.
Otra: Habíamos tomado una decisión hace un año, hace seis meses, hoy, hace dos
horas. Esas eran las decisiones. Tú estás cambiando todo el plan. ¿Quieres que te tome
en serio? No puedes hacer esto y sin embargo los estás haciendo. Te conozco. Ya sabes
cual es la decisión.
La Otra se levanta y se va. Silencio. Entra el mesero con su café y se va. Él se queda solo, termina
su café y se va.
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Mar de fondo Sexo
Sexo
Una habitación. Eva y Caín están teniendo relaciones sexuales. Van de la cama al piso, del piso a
la cama. La música está muy alta. De pronto la canción termina y ellos continúan con el sexo.
Caín: ¿Así?
Eva: ¿Qué?
Eva: Gracias.
Silencio.
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Mar de fondo Sexo
Eva: ¿Cambiamos?
Caín: Ok…
Eva: Así…
Caín: ¿Y?
Eva: ¿Qué?
Caín: ¿Entonces?
Eva: ¿Qué?
Eva: ¿Y?
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Mar de fondo Sexo
haciendo?
Eva: Sí, verdad. Creo que nada más te estoy cogiendo por gusto.
Eva: No te enojes.
Eva: Ven.
Caín: No me toques.
Caín: No.
Caín: No.
Ella besa a Caín. Él pone cierta resistencia pero finalmente cede ante el beso de Eva.
Caín: Y tú me gustas.
Caín: Y a mí.
Eva le quita a Caín la ropa que se había puesto y comienzan a tener sexo otra vez.
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Mar de fondo Sexo
Eva se aparta y le da la espalda a Caín. Caín intenta reanudar la actividad sexual, pero Eva se
resiste.
Caín: Eva…
Eva: ¿Qué?
Caín: ¿Y yo?
Caín: ¿Qué?
Eva: Espera… esto es… ah… (Deja de respirar por unos instantes y luego exhala
Pausa.
Caín: No es justo.
Eva: Caín, no mames, tuve uno de los mejores pinches orgasmos de toda mi vida…
Caín: ¿Y yo?
Eva: ¿Tú?
Eva: No, no… sólo espérame tantito. (Pausa.) Espera, eh… Voy al baño.
Caín: Pero… chinga… (Él se levanta, se viste.) Soy su puta… eso soy.
Eva: (Entrando.) Ahora, sí… Caín… demuéstrame quién era el hermano malo… ¿Qué
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Mar de fondo Sexo
Eva: Te contesté.
Caín: Y luego me dejas así, nada más, como si yo no importara. Ni madres… así…
Eva: No somos.
Eva: No podemos ser novios, Caín. ¿Por qué no sólo disfrutas esto, y ya?
Eva: Sí.
Caín: ¿Segura?
Eva: ¿Qué?
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Mar de fondo Sexo
Eva: Segura.
Eva: Sí.
Eva: En la mesita.
Caín: ¿Qué?
Caín: No, no… Nada. Tienes razón. Disculpa. Fue una estupidez, en serio.
Eva: Caín…
Caín: ¿QUÉ?
Eva: Nada…
Caín: Que no, carajo. No digas ridiculeces. ¿Cómo me voy a enamorar de ti?
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Mar de fondo Sexo
Caín: (La mira, muy cerca.) No me estoy enamorando de ti. (Se aparta. Toma sus cosas y
sencillo.
Eva: ¿Cuál?
Caín: Adiós.
Caín: Y yo contigo.
Caín sale. Eva se queda en la cama. Se levanta, camina. No sabe qué hacer. Está a punto de
gritar, pero se contiene. Se empieza a vestir. Busca su teléfono celular y marca un número. Entra
Caín: Eres…
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Mar de fondo Sexo
Eva: Yo también, desde hace mucho. Pero no hay que decirlo todavía.
Caín la besa. Eva lo besa. Música. Se desvisten mutuamente, sin prisa, y empiezan a hacer el
amor.
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Mar de fondo TRANSICIÓN 2
II
Entran todos los hombres y mujeres del grupo en caminatas vertiginosas por el
espacio. Se cruzan y poco a poco se irán desarrollando una serie de encuentros que
rompen el espacio; algunos violentos, otros extremadamente sutiles, se respira: sexo,
ternura, dolor, encanto, nostalgia…
Por allá vemos una pareja que se besa apasionadamente, con todo el cuerpo. Otro pasa
arrastrando a alguien de los cabellos. Unos más chocan al cruzarse y se van, uno de los
dos voltea para ver al otro irse. Otro guía a alguien que tiene los ojos cerrados. Pasa
una pareja corriendo, alguien carga de caballito a alguien. Se rompe el espacio y el
tiempo con la irrupción de estos hombres y mujeres. Mientras los subtítulos van
tomando una velocidad vertiginosa:
PANTALLA DE ARRIBA
PANTALLA DE ABAJO
PANTALLA DE ARRIBA
2. Tan LEJOS de ti
(Las palabras cerca y lejos se van intercambiando vertiginosamente.)
PANTALLA DE ABAJO
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Mar de fondo TRANSICIÓN 2
PANTALLA DE ARRIBA
PANTALLA DE ABAJO
“Hablando de amor”
Mismo juego con palabras, se tacha y cambia por: metáforas, acciones, versos,
verbos… línea para completar.
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Mar de fondo La pistola
La pistola
Un estudio en casa de Raúl y Lilia. Raúl cuelga el teléfono cuatro veces. En el escritorio hay una
Raúl: ¡CARAJO!
Del lado izquierdo entra Lilia, su esposa. Del lado derecho, al mismo tiempo, entra Santiago,
Santiago sale.
Lilia: Raúl…
Raúl: Nada, carajo. Vete, por favor. Eres a quién menos quiero ver ahora. ¡Vete!
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Mar de fondo La pistola
Raúl: Pues no ayudas. En el último mes ya se nos cayeron tres distribuidores, y nos
acaban de confiscar cuatro putos contenedores, ¿sabes cuánto dinero es eso? (Lilia
Lilia: No.
Raúl: Intento hacer las cosas bien, intento que lo nuestro funcione, pero no ayudas,
Lilia, simplemente no ayudas. Te la pasas por ahí, viendo en qué perder el tiempo… y
mira que sé en qué andas perdiendo el tiempo… ¡Hay cámaras en toda la casa, carajo!
Lilia: Pensé que iba a ser mejor que estuvieras aquí, que nos iba a ayudar.
lana y me pasan mil cosas que no entiendes y que no te voy a explicar, carajo.
Raúl: ¿Y todo para qué? (Abre el cajón, mira la pistola sin que Lilia vea. La guarda.) No
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Mar de fondo La pistola
Lilia: Pero…
Raúl: Carajo, Lilia. ¿No entiendes lo que te estoy diciendo? YA SE FUE TODO AL
CARAJO. Si seguimos así olvídate de las vacaciones con tus papás y menos de
Lilia: ¡Oye!
Raúl: …de la remodelación de la casa. Nos cargó la chingada, llevo toda la vida
trabajando… Trabajo como idiota para que tengas lo que quieres y tú andas ahí, de…
No puede ser.
Raúl: ¿Qué?
Raúl: No voy a discutir por esa estupidez. ¿Te das cuenta de lo que tengo que resolver?
Entra Santiago.
Santiago: ¿Sí?
Raúl: ¿Qué?
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Mar de fondo La pistola
Raúl: Son chingaderas, Santiago. Ya nos pasó el año pasado. ¡Qué carajos!
Santiago: Perdón.
¿Sabes qué significa eso? No puedo arreglar eso ahorita, puta madre. Pinche
Lilia: Es sábado.
Lilia: ¡Raúl!
Raúl: Acabamos de perder diez putos millones de pesos. El pendejo de Santiago ya nos
¡Santiago!
Raúl: Piensa… (Pausa.) Puta… Hacienda, la aduana… diez putos millones de pesos…
Lilia: Debe haber algo que hacer, ¿no? (Lo abraza.) Raúl… tú siempre sabes qué hacer.
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Mar de fondo La pistola
Raúl: No seas pendejo. ¿Qué vas a arreglar? Con tu pinche cara de idiota…
Lilia: Oye…
Raúl: Fue su culpa, Lilia. ¿Lo vas a defender? ¿Te vas poner del lado de los idiotas?
cabrón.
Raúl: Ve, por favor, a chingar a tu madre y a tu padre. A mí no, Lilia. HOY YA NO.
Santiago: A ver, Lilia, tenemos que hacer esto rápido. Tengo todo listo. Haz las
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Mar de fondo La pistola
evasión fiscal. Yo tengo cinco millones en mi cuenta. Lo planeé todo, el dinero está en
mi cuenta y a ese güey se lo van quebrar. Lo hice bien. No hay manera de que nos
Santiago: Vamos a empezar una vida juntos, sin miedo, con lana, tú, Ricardito y yo.
Santiago: No le importa. Él anda con mil viejas, tú lo sabes. Además ya está acabado.
Lilia: No.
Entra Raúl.
Santiago: ¿Sí?
Raíl: Vete, pero volando, con el Rubén. Ese puto nos debe unos favorcitos. Dile que
mueva los hilos con sus contactos de La Oficina. Todavía me los puedo chingar. Yo no
voy a perder esos contenedores, es nuestro dinero, Lilia. (Le da un beso y una nalgada a
Santiago: ¿No es mejor dejarlo ahí? Ya sabes cómo es el Rubén, y esos contenedores…
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Mar de fondo La pistola
Pausa.
Santiago: Raúl…
Raúl: ¡Qué! ¿Sigues aquí? No mames. Si te gusta perder dinero, está bien, pero que sea
Raúl: No, no, no… no me vengas con lágrimas de cocodrilo, puto. Querías la chamba,
Raúl: Ahora me vas a salir con lo del contrato, ¿no? No me chingues, cabrón.
Santiago: Llevo limpiando tu desmadre un rato. No lo voy a hacer más. No hay nada
Raúl: Hoy no tengo ganas discutir, no tengo ganas de hablar con nadie, cabrón. No
tenía ganas de perder diez pinches millones de pesos, no tenía ganas de que la gente
me fallara.
Raúl: No tengo ganas ya de nada de esto. ¿Les parece bien? Estoy hasta la madre,
Lilia, de que quieras controlar mi vida. Estoy hasta la madre de que vivas en un
mundo de cristal donde no pasa nada nunca. Estoy hasta la madre de los errores, de las
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Mar de fondo La pistola
fallas, de la falta de honestidad. ¿Sabes para quién hago todo esto? Lo hago todo, todo,
para ti.
Lilia: Raúl, cálmate. Lo que esté pasando tiene una solución. Es absurdo que hagas
Raúl: ¡Con una chingada, no me quiero calmar! (Suelta un tiro. Lilia y Santiago se van a
al piso.) No me voy a calmar, no me quiero calmar y por esta vez voy a hacer lo que yo
quiera. Llevo diez años haciendo sólo lo que tú quieres. Se acabó, cabrona, se acabó.
hubiera sabido… Por favor. Yo no sabía nada del dinero, ni la aduana, ni nada…
Raúl: Pues sí; no sabes nada de nada, pero bien que andas jugando con el Santiaguito.
A ver, párense los dos, no sean putos. Ya sé cómo están las cosas… ¿Creen que soy
pendejo, o qué?
Lilia: Mi amor…
llevaba sospechando un rato y le di una buena lana a los de vigilancia. (Se ríe.) Quería
saber si tenía razón o no… y ayer me mandaron un video donde están los dos…. Muy
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Mar de fondo La pistola
Raúl: No es como me lo imagino… está bien. No es así. De todos modos para mí,
después de ver eso, ya no tiene sentido. ¿Sabes qué va a pasar? Nos está cargando la
chingada, y es más, no sólo es el dinero, la neta. Las cosas no han ido bien, ¿verdad,
Lilia? Y ya todo se cagó. Imagínate ahora los abogados, el divorcio, los bienes
separado, el toma y quita, el arrebato, la vileza. Carajo… ¿Por qué me tenías que hacer
esto? ¡Eres una puta! (La lleva, a punta de pistola contra una pared. Santiago aprovecha que
Raúl le da la espalda para intentar quitarle la pistola. Forcejan. Lilia grita y se queda en el suelo
tapándose los oídos. Finalmente Raúl se deshace de Santiago que cae al piso.) ¿Y si te mato,
pendejo? ¿Y si los mato los dos? (A Lilia.) ¿Sabes cuánto es de tu seguro de vida? Y si él
te mata, mucho más. “Hombre de poco valor asesina a su amante y luego se suicida.”
¿Gran encabezado, no? Lo podemos armar y sacar una lana. Pero no. No, no. (Se ríe,
luego ya no.) Estoy hasta la madre de todo esto y, ¿sabes qué es lo peor? Que yo te amo,
Lilia. Pero ya no importa porque aquí alguien tiene que pagar las consecuencias.
¡Somos libres de hacer lo que queramos! Pero luego se nos olvida que todo lo que
seducir a mi esposa? Ya sé que es una puta, pero tú. Pensé que éramos amigos, pinche
Santiago.
49
Mar de fondo La pistola
Raúl: ¡Contesta puto! (Santiago le escupe.) Muy bien, buena respuesta. (Le da un tiro en la
pierna.)
Raúl: Claro que sí. Eres mía, Lilia y me amas y estoy seguro de que esto te excita.
Raúl: ¿Y?
Lilia: Te prometo que voy a estar contigo siempre, te lo prometo. Voy a ser tu mujer,
Lilia: Todavía podemos ser felices, ¿sí? Vámonos de vacaciones, deja todo. Sólo
nosotros, dejamos al niño, ¿sí? Un viaje en tren, el que siempre has querido hacer,
Lilia: Déjalo, por favor. Voy a hacer lo que quieras, lo que me digas.
Raúl: Está bien, está bien. (Sin dejar de apuntarle.) Ven, ven.
Raúl abraza a Lilia por atrás, sosteniendo la pistola y apuntándole a Santiago. Raúl pone la
mano de Lilia en la pistola, de tal modo que los dos la sostienen y le apuntan a Santiago. Lilia
50
Mar de fondo La pistola
Raúl: ¿Me sientes? ¿Te gusta? Esto querías, ¿no? Vamos a chingárnoslo entre lo dos,
Lilia: No.
Raúl: (Con ternura.) Dijiste que ibas a hacer lo que yo quisiera, Lilia. Ándale, chiquita.
Dispárale. Dispárale.
Oscuro. Disparo.
51
Mar de fondo Funeral
Funeral
Tres hombres en un velorio. Son los últimos. Uno de ellos, Joel, llora. Los otros dos, Paco y
Rubén, están sentados junto a él, sin saber qué hacer o decir. Silencio incómodo, pero luego, Joel,
vuelve a llorar. En otra sala del velatorio se escucha El arte de la fuga, de Bach, interpretado en
órgano.
RUBÉN: Va a estar bien, Jo. La vida y la muerte, la existencia, tú sabes… duele, yo sé,
pero así es. (Se busca algo en las bolsas del traje.)
JOEL: (Sin poder articular palabras.) Mi mamá… no quiero… (Joel se levanta y pierde el
paso.)
PACO: Ya estaba grande, Jo. Bueno, más grande que… era su momento. ¿Crees en el
RUBÉN: Ahora está mejor. Imagínate: sin deudas, sin prisas, sin angustias de su
hijo… Ya ves cómo se preocupaba cuando nos íbamos de borrachos. Ahora, sólo paz.
JOEL: Sí. Ya sé. Pero no es justo, así no tenía que ser. Era la mujer más importante de
PACO: No mames…
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Mar de fondo Funeral
CRISTINA: Disculpen, el velatorio está reservado para otro funeral. Les voy a pedir
PACO: Sí, ya vamos, es que nuestro amigo… (A Joel.) Ya, vámonos. (Joel no puede
detener el llanto.)
CRISTINA: Cinco minutos, creo que podemos esperar cinco minutos. Pero no más.
Cristina se va.
JOEL: ¿Por qué se tenía que morir? ¿Por qué, chingada madre?
PACO: Ya, pinche Joel. Tenemos que irnos. Joel… No hagas escenas, cabrón.
Joel bebe.
PACO: ¡Jo! Ya. Llevamos más de tres horas entre que nos vamos o no. Ya estuvo,
¿no? Jo… no mames. Me sorprende verte así. Tú eres un hombre fuerte, un tipo de
JOEL: Ni madres. Si quieren, váyanse ustedes. Ya luego veo como me voy… y me voy
cuando yo quiera. No entienden nada. Y está bien que no entiendan. No me voy a ir.
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Mar de fondo Funeral
PACO: Se serio. Quiero que regrese mi amigo, el fuerte, el cabrón, el Joel que
conozco.
JOEL: Es lo más serio que puedo ser. Pienso y pienso y ya no sé qué chingados de lo
anforita.) A ver... Mi mamá… y la Adri. Son las mujeres de mi vida, ¿lo ven? Yo… soy
PACO: ¿Sí?
JOEL: Yo la amo.
RUBÉN: La amas.
JOEL: A mi mamá también, pero ella ya no está, ahora sólo está Adri… y la amo. La
RUBÉN: Sí sabemos, sabemos que nos vamos a morir. (Un trago más.)
JOEL: Mi mamá se cayó de una escalera, no mames, un pinche piso recién trapeado.
Estaba bien, cabrón, estaba bien de todo; la semana pasada le hicimos exámenes de
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Mar de fondo Funeral
laboratorio, por lo de sus triglicéridos, y ya… ya estaba bien, de todo. Mejor que una
de dieciocho. El doctor dijo que tenía mamá para rato. El corazón, bien. La sangre,
bien. Azúcar, bien. Grasas, bien. Huesos, bien. Todo bien y madres; pinche escalera.
JOEL: Y así nos puede pasar a cualquiera. (Recibe el alcohol y bebe.) Ahorita abro la
puerta y en la manija hay una abeja. La abeja me pica, ¡pam! Choque anafiláctico,
papas, muerto, frito. Yo sé que me voy a morir, sé que Adri se va a morir. Ustedes se
RUBÉN: ¿Beber?
JOEL: Amar, pendejo. Eso vale la pena. Por eso vale la pena vivir, ¿no, Paco?
PACO: A huevo.
JOEL: Y me caga, porque entonces, ¿qué es el amor? ¿Qué tengo que hacer ahora que
sé que no es para siempre y que no es vivieron felices? ¿Qué chingados tengo que hacer
JOEL: No bastan las flores, porque las flores se pudren. No bastan las palabras, porque
se las lleva el viento. No bastan los besos, porque un año después ya extrañas besar a
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Mar de fondo Funeral
JOEL: Muy bien, entonces estoy pedo. (Lo escupe.) El pedo, busca pedos, gratis. ¿No?
(Lo empuja.) A ver, cabrón. A lo mejor eso es el amor, una pinche pelea sin sentido.
JOEL: No te metas, pendejo. Esto es entre Rubencito y yo. ¿No? A ver, cabrón.
JOEL: No la metas. (Le da un golpe en la cara a Paco. Cae al piso.) ¿Esto es el amor?
RUBÉN: No.
Entra Cristina.
CRISTINA: ¿Qué pasa aquí? Les dije que se tenían que ir. Váyanse, por favor. Ya.
JOEL: ¡Señorita! Le voy a decir algo: el amor es lo que te hace hacer cosas idiotas que
CRISTINA: ¿Qué?
JOEL: El amor es la idiotez del mundo. El amor es pegar tu lengua a otra lengua. ¿Por
qué hacemos eso? El amor es preparar una sorpresa, una cenita romántica, velitas,
vinito y ¡pum! Tirar todo a la basura cuando te cancelan y aún así, cuando tu amor
JOEL: Amor es hacer caras idiotas, hacerle como animales, ¡hazle como changuito…!,
correr encuerado por la toda la casa, tender la cama aunque te cague. Amar es querer
alcance.
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Mar de fondo Funeral
JOEL: Amar es dejar tus babas en el cuerpo de alguien más: ¡Qué idiotez! El amor,
PACO: Ya vámonos.
JOEL: Amar es estar en el piso y pensar en tu amor. Adri… Adri… pienso en Adri. (Le
aplican una llave de lucha para que deje de poner resistencia. Gritando.) YO TE AMO, PERO
(Se levanta.)
RUBÉN: Vámonos.
PACO: Pide disculpas, pinche Joel. (Silencio.) ¿No? Saben qué… yo me largo.
JOEL: No, no. Ya. (Se levanta.) Amar es darte cuenta que la cagaste. (Risa
incontrolable.) Yo los amo, culeros. Los bien pinches amo. (Los abraza.) Discúlpenme. Y
usted también, mil disculpas. Ya nos vamos. En serio. (A sus amigos.) Amigos, no lo
vuelvo hacer.
PACO: No seas mamón. ¡Vámonos! (Va por las cosas: sacos, una maleta, etc…)
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Mar de fondo Funeral
JOEL: Espérate, espérense. Ya. Ya… paremos todos de mamar, por favor.
PACO: ¡Vaya!
PACO: No, no, ya nos vamos… y, si quieres, otro día, más tranquilos, vengo a
visitarla…
Sale Cristina.
JOEL: Hace dos días que yo no llego a dormir. Ayer salimos del funeral y cada quién
se fue para otro lado. Estuvo aquí, conmigo, pero todo fue una pantalla.
JOEL: Ella es todo para mí. Ahora lo sé. Ella estuvo aquí durante todo el velorio, me
ayudó y no dijo ni una palabra sobre separarnos. Sólo al final se iba a otro lado. No sé
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Mar de fondo Funeral
JOEL: Pero yo siento que tengo una sola oportunidad, y mi mamá sabía eso, por eso
se murió. Mi mamá fue la mujer que enseñó todo… ella quería esto.
JOEL: Ella sabía y me dio la última oportunidad para estar bien con Adri.
JOEL: Tengo que aprovechar esta oportunidad para estar con ella, ¿no? Y miren…
RUBÉN: Ah…
PACO: ¡Qué!
JOEL: Quiero bailar con Adri. Quiero llegar a la casa y bailar con ella. Ella siempre
quiso que la invitara a bailar, y yo no sé. Quiero bailar y bailar. Y besarla durante el
baile y abrazarla… eso quiero. Amarla mientras bailamos y bailar mientras nos
amamos.
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Mar de fondo Funeral
RUBÉN: (Después de dudarlo.) A ver… Paco, marca este ritmo: un-dos-tres-un-dos tres.
PACO: Nel…
RUBÉN: ¡Paco!
RUBÉN: A ver, cabrón, primero es la posición. La tomas así (Toma a Joel de la cintura.)
PACO: Un-dos-tres…
Siguen bailando. Entra Cristina seguida por los sujetos de seguridad. La música empieza. Rubén
entrega a Joel a los brazos de uno de seguridad. Joel saca a bailar a Cristina que entrega a Paco a
Rubén. Cristina baila con el otro elemento de seguridad que la besa. Paco llora en el hombro de
Rubén al ver a Cristina besarse con otro. Las parejas se pueden ir rotando después de quedar en el
último orden:
Joel- Seguridad 1
Paco-Rubén
Cristina-Seguridad 2
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Mar de fondo TRANSICIÓN 3
III
Pantalla de arriba: YO
Pantalla de abajo: YO
Pantalla de arriba: TU
Pantalla de abajo: TU
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Mar de fondo TRANSICIÓN 3
Ambas pantallas:
¿Amor, existes?
¿Amor?
¿?
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Mar de fondo Boda
Boda
Vemos en una esquina de un salón a una novia y tres damas de compañía. Están bebiendo
derecho cada una de una botella. La novia tiene el maquillaje corrido; el cabello hecho un
desastre. Ninguna de las tres está en su mejor momento. El pastel de bodas está atrás, tiene las
figuritas de los novios enterradas en el centro, la novia y las damas tienen merengue en el vestido,
las manos, etc. Mientras beben, Ester trata de limpiar su vestido con agua mineral, Andrea baila
descalza y fuma, Renata manda un mensaje y está todo el tiempo pendiente de su celular. Ester la
Novia: (Volteando la botella y dejando caer al piso las últimas gotas.) ¡Pluf! Se acabó.
Andrea: ¡Ester!
Novia: ¿En serio? ¿Me puedes prometer eso?... (De nuevo riendo enloquecida.) Los que no
cumplen sus promesas se van al infierno… (Cantando con sorna.) Y ya sabemos quién se
va a ir al infierno.
Andrea: Ten.
Novia: No wey, lo último que me falta es estar dejada y drogada… Déjame disfrutar
mi fiesta chinga… Es la última vez que me voy a poner este vestido, miren que bonita
63
Mar de fondo Boda
Ester: Tal vez sea buena idea, calmarnos, dejar de beber. Comer algo. (A la novia) ¿Por
Novia: Ya no tengo con qué brindar… (Yendo por una botella que destapa ruidosamente. El
líquido se chorrea por todas partes.) Salud por la novia. 50 botellas de champagne cortesía
de mi papito. Salud por mi papito y sus 50 años de casado con mi mamita, salud por
sus bodas de oro en Febrero, salud por los 3 hijos que le sabemos y no conocemos,
Andrea: ¡Salud, carajo! Brindemos, qué chingados. ¡Ya Ester!, quita tu carita de
velorio, deschóngate por una vez, por Dios. Es la primera vez que bebemos las cuatro
Renata: Sí Ester, bebamos hasta reventar. ¡Que chingados! Todas las aquí presentes
Novia: La última vez que estuvimos las cuatro fue en tu despedida de soltera…
Andrea: Sí; ese wey piensa que te pervertimos y te enviamos a los brazos de otros
hombres, que no mame, si no fuera tan pinche mocho… En qué momento entraste en
modo propiedad privada, pero ahí estás… Bien idiota, no puedo ñe ñe ñe, es que
Carlos está cansado, tuvo un día muy pesado… Es que su mamá… Mañana quedamos
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Mar de fondo Boda
Novia: ¡Ya!, dejen en paz a Ester, ella lo ama y se va a refundir con él como
te has enamorado como perro de alguien… No tienen idea, así que no tienen voz ni
voto.
Novia: Wey, te conozco desde los siete, nos pusimos papel en las chichis juntas, y
conozco a toda la bola de pelmazos con que te enrolas; sé perfecto que te da por bajar
la vara, cabrón… Y está chido, al final toda esta historia de guardar el corazón es puro
Brindan.
Andrea: Todas. Todas nos hemos divertido más que tú… Hasta Ester antes del mocho
del bajío.
Ester: De nadie.
65
Mar de fondo Boda
Novia: Ay, ya, ya, te enamoraste una vez… que bueno que no pasó nada… A fin de
cuentas todo acaba aquí… Eso le tengo que agradecer al Flaco… Nos ahorramos el
desmadre, el divorcio, los perros y los hijos y me dejó una fiesta chingona. (Llora, todas
Novia: ¡No!
Andrea: ¡No, espera… ya no te voy a estar chingando! Sólo me quedé con esto después
de mi vida…
Ester: Amen.
Novia: Salud.
Andrea: Está increíble, lo oyes y dan ganas de casarte… Es muy femenino… TODOS
LOS DÍAS DE MI VIDA… no sé por qué pienso que eso es algo que sólo una mujer
puede prometer…
Renata: Ni al caso.
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Mar de fondo Boda
Novia: Tiene razón, es cultural, es de crianza… por lo menos aquí, naces con el chip.
Novia: Y hacerlo.
Novia: Sí puedes. Amar es una decisión. Puedes quedarte ahí cuando se pone
cabrón… Quedarte, estar. Hasta que ESTAR se vuelva AMAR… otra vez, todas las
veces que sea necesario. Habrá días que no sepas qué mierdas está pasando, que
que él te vea y te lea. Y un día, cuando menos piensas, estás en la cima, y el panorama
es chingón, estás arriba con ese Wey; como dioses, viendo el mundo a sus pies, y
Renata: No sé.
Renata: No.
Andrea: En escena.
67
Mar de fondo Boda
Andrea: Es lo mismo. Pienso que te pienso … y te pienso, pienso que te amo y te amo.
A veces primero te amo y luego lo pienso. Y otros días estás perdido… así… y
cualquiera.
Andrea: Tal vez, a veces he llegado a esa conclusión. Pero no lo creo, primero eliges,
Renata:¿No?
Novia: Decides.
Novia: ¿Ya habrá comido algo?… Está muy solo, su mamá no iba a venir a la boda.
Novia: Sí, no podía dejarla sola… Me pregunto, ¿habrá comido algo? Seguro está
68
Mar de fondo Boda
Andrea: ¡Yo! Brindo porque cambiemos el ritual, porque nombremos sólo aquello de
lo que nos haremos cargo, por tener palabra, por apostar por alguien… Porque nuestro
Andrea: Sí, querida. Por ejemplo, en tu caso podrías decir, prometo renegar de mis
cuando tú prometas proveer y cuidarme celosamente, así como sólo tú sabes amarme.
Andrea: No es un juicio, si tu vida es esa y tú quieres que así sea, está bien… Ahí te va
mi promesa para que veas que no tengo nada contra ti. Yo diría algo así como, me
encantaría prometerte que estaremos juntos por siempre, pero sólo puedo hacerme
Andrea: …o cogemos, es porque no hay otro lugar en el que yo querría estar en ese
momento. Te prometo que un día me voy a ir, y que el día que yo me vaya o tú, no
haré la guerra en venganza de quién se fue primero. Ese día te prometo que te voy a
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Mar de fondo Boda
soltar. Aunque muera de tristeza te voy a soltar para que puedas seguir con tu vida.
Todas: ¡Salud!
Novia: Yo lo tenía todo planeado. Habíamos dicho que no tendríamos hijos el primer
Andrea: Nada, guardarlos en el cajón de los nombres de los hijos imaginarios que no
tendremos.
hombres interesantes.
Ester: O estúpidos.
enloquecer de placer.
Novia: Me dan ganas de llorar de pensar de nuevo en: cómo te llamas, en qué trabajas,
Andrea: Calma, calma, por eso estoy hablando de coger: puro, vil, llano, fantástico
sexo…
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Mar de fondo Boda
Renata: Ya saben… una de cal por las que van de arena. No estas contemplando los
atascados, los lugares de mierda, los malos olores, las formas extrañas…
Novia: Wey, ellos están traumados con ese pedo y no entiendo… En realidad va de
otra cosa.
Ester: Sí y no.
Andrea: Dices eso porque no te has acostado con nadie que la tenga, digamos
anormalmente chiquita…
Ester: Dices eso porque estás hablando de hacer el amor, no de sexo. A veces es sólo
Novia: No, alto, no tengo la experiencia de ustedes pero sí puedo diferenciar entre
Renata: ¿Si?... Nos conocemos desde los 7, nos pusimos papel en las chichis juntas…
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Mar de fondo Boda
acuestas con alguien abres una puerta, tocas algo del otro que no es la piel y ya.
Andrea: Ni al caso.
Ester: Lo entiendo, pero en todo caso esa sería una categoría intermedia entre coger y
hacer el amor.
Renata: Conclusión, te conozco desde los siete y es un hecho que no sabes lo que es
coger y en cualquier momento acabas enamorada de tus acostones por seguir abriendo
puertas… Ahí te encargo, Andrea, que le eches un ojo cuando la lleves de turismo
sexual… Sigo con mi listado: los gandallas, los que se enamoran y tu ni siquiera has
Novia: ¡Wey!
Renata: Es como besar una gomita de pandita que te deja toda la cara llena de dulce…
Ester: Oigan…
72
Mar de fondo Boda
Andrea: ¡No mames! Siempre me pregunté si nadie les decía a esos weyes que pararan
de mamar y que tomaran una lección de anatomía… Y ahora resulta que te gusta.
Andrea: Ester, mi vida... Pandeando con el mocho del bajío, ¡que ternura!… ¡Guácala,
Andrea: Tú y el mocho del bajío pandeando durísimo en las noches los sábados,
porque los domingos Dios nos ve y no se coge ante la mirada del divino.
Todas ríen, menos Renata que tiene la mirada en el vacío. Ester besa sorpresiva, intensa y
largamente a Andrea. Las otras las ven, silencio. Termina el beso. Se miran y Andrea sonríe.
Ester: ¿Decías?
Renata: También puede pasar, que un día, después de tanto buscar, y tanto esperar…
Llegue por fin. Llegue por fin esa persona y te dé el beso de tu vida. El beso que te
Renata: No, no estoy bien. De hecho todo está mal, más mal que nunca, peor…
Ester: Va a estar bien, sólo no lo hagas peor… (A la Novia.) Estamos cansadas, hemos
bebido mucho…
Novia: ¿Qué?
73
Mar de fondo Boda
Renata: Un día llega ese beso y te recuerda el día que naciste, y los ojos que tenías de
Renata: Y a lo mejor el beso es así porque lo tenías enquistado dentro, desde el día
he podido.
Renata: Yo lo conocí antes que tú… Yo te dije que me gustaba, te acuerdas… Pero él
Renata: No, no, no… no me estás entendiendo. Es cierto, yo no tenía nada que
Renata: ¿Y qué querías que te dijera? Si yo te decía que me importaba, que lo dejaras.
Novia: No sé…
Renata: Me callé la boca. No sabes como lloré, pregúntale a Ester, y no dije nada
cuando me dijiste que se casaban y que querías que yo fuera la madrina de anillos… y
74
Mar de fondo Boda
debí, pero el día que su hermana se puso mal y no te podía encontrar me habló para…
Renata: No sé… Él por fin volteó a verme y yo me enamoré, así como perro, así como
dices que yo no sé amar, eso ocupó todo de mí, me volví loca, nunca había sentido
eso… Yo siempre quise ser como tú y de pronto se volvió literal. Yo quería… Ser
cómo tú, saber lo que era eso, verlo así, sentir su mirada… Yo quería eso…
Novia: No… qué asco… (Contiene las arcadas). (A Ester) ¿Y tú sabías? ¿Ustedes sabían?
Renata: Esto no tiene nada que ver con Ester, yo le conté, no podía más y ella me trajo
acá… Tú te ibas a casar y todos íbamos a olvidar esto, ese era el plan, no pensé que
Novia: No seas idiota, lo sé perfecto… Él jamás podría amar a alguien como tú, lo
75
Mar de fondo Boda
Renata: Está confundido… Él no… (Saca el celular y lo pone entre ellas, como prueba.) Yo
Luego… “Ustedes se casan, va a pasar lo que tiene que pasar. Perdón, nunca debió de
haber pasado. Mañana todos olvidaremos todo. Perdón”. (Lee. Duda en leerlo, cuestiona
Ester: “Quiero dejar de pedir disculpas... No está bien este desmadre, nunca debió de
haber pasado… Nada está bien ahora. Pero aunque sea por una noche algo estuvo bien
La Novia intenta irse, las otras no saben qué hacer. Ester va con Renata, Andrea alcanza a la
Novia.
76
Mar de fondo Boda
Novia: Está confundido… Tenemos que arreglarlo, tenemos que casarnos, y vamos a
tener dos hijos hermosos, sólo es un bache… Aquí está el pastel (Trata de arreglarlo, está
Novia: (Balbucea.) Él me ama, tiene que amarme, él se decidió por mi… Sólo está
confundido.
Renata: (De la manera más tierna posible, con cada palabra pide perdón.) No te ama… se fue
Novia: Lo sé.
Novia: Lo sé.
Renata: Soy una mierda, de verdad, no entiendo nada… sé que me conoces, sabes que
cuando te digo que soy una mierda, sabemos de lo que estamos hablando, no sólo me
refiero a esto; esto es la colita, el final de un largo camino. Por favor, tú y yo somos
hermanas, nos amamos, con todo lo horrible que soy. Nadie puede amarme, por favor
La novia la ve, las ve a todas. Se levanta sin prisa y se va. En el quicio de la puerta…
Novia: Alguien puede amarte, claro que alguien puede amarte… sólo, yo ya no.
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Mar de fondo TRANSICIÓN 4
IV
Todo el mundo está falto de algo. Se acaba el tiempo y no han obtenido lo que desean,
buscan frenéticamente. Hay prisa, toda la prisa del mundo, de todos los días vividos y
los que vienen por vivirse. En esa búsqueda dos chocan inesperadamente, van a seguir
su camino, dudan. Deciden parar y se encuentran en un beso infinito. El tiempo se
detiene en ellos mientras el resto continúa. Todos, insaciables, unos de ausencia y estos
dos del otro. El tiempo pasa, todos van saliendo, la escena se queda vacía. Los dos
siguen besándose fuera del tiempo y el espacio.
Pantalla de arriba:
Pantalla de abajo:
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Mar de fondo Manteles individuales
Manteles individuales
Javier sale de bañarse y se empieza a poner un traje negro. Ha llorado mucho. Se ve deshecho.
Entra Pablo; le lleva un sándwich y un café en una charola, se las deja en la mesita, lo abraza por
estaba con otra mujer… los gastos exorbitantes que aparecían en las cuentas comunes.
pequeños abuelos. Yo no conocí a esa persona. Él era otro para mí. No entiendo por
qué ahora mi Tita le llora tanto. No entiendo. ¿Por qué le llora tanto?
Pablo: No sé.
Javier: Yo pensé ella lo odiaba, de hecho buena parte de mi infancia estuve enojado
con ella, por verlo así, por aventarle el plato, por descalificar todo lo que él decía.
Cuando era niño, mi abuelo iba a desayunar a casa de mi Tita, ahí en el departamento
de enfrente. Juntos, pero no… Y yo con ellos, en medio, entre platos aventados y
79
Mar de fondo Manteles individuales
Pablo: Es muy difícil perder a alguien, sólo piensas en lo bueno cuando alguien ya no
está. ¿Por qué no podemos acordarnos de los momentos horribles? Dicen que es más
fácil recordar el dolor, pero cuando el otro se va… (Pablo lo ve de frente, Javier le sostiene
Pablo: Si quieres voy en lo que estas listo… ¿Me das para la gas?
Javier: ¿Qué?
Pablo: El reloj.
Javier: No… Mi abuelo era como mi papá. Cuando mi papá me mandó al carajo…
Cuando era niño compuse este reloj con mi abuelo. ¿Estará arrepentida?
Pablo: ¿Quién?
80
Mar de fondo Manteles individuales
Pablo: Ahhh… No sé si esté arrepentida, para el caso, por lo que cuentas él tendría que
haberse arrepentido igual. (Largo silencio.) El amor es de dos, la culpa también. (Largo
silencio.) ¿Cómo sabes cuándo se termina el amor? ¿Cómo sabes que no es amor? Que
es pura culpa.
decisiones.
Pablo: No hay nada que quiera decirte. Vámonos, es tarde. Te paso tu saco. (Se levanta
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Mar de fondo Manteles individuales
Javier: No quiero mi saco. Llevo meses guardándome este nudo, lo bajo de los ojos a
la garganta, y lo empujo más abajo, llega al pecho, se guarda por horas en el abdomen
Pablo: No es el momento de hablar, nos esperan. Tu abuela espera que estés ahí, tú vas
más tarde, ni ya que hayamos cenado, ni después de que pase el duelo, no es mejor de
Pablo: Tu abuelo querría que estuvieras ahí, con tu abuela… De verdad… todo puede
esperar…
Pablo: ¿Cómo puedes estar tan seguro que quiero decirte algo? ¿Qué quiero…?
Javier: ¿Terminar? ¿Podrías dejar de subestimarme por una vez? Dejemos el juego
pendejo que nos une. Por una vez hablemos como iguales, de frente. Por una vez deja
de pensar que tú eres el hombre que todos desean y por eso tengo que cortejarte. Que
Aunque decido dejar el dinero fuera por ahora… por una vez quiero dejar de esperarte.
En todo. Para todo. Quiero dejar de ser el que ama, el que busca, el que procura, el que
persigue. Ya no puedo luchar por ganarte, ¿ganar qué…? No alcanzo el lugar en el que
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Mar de fondo Manteles individuales
estás, no llego, hay días que ni siquiera lo veo. Voy a descansar, voy a descansar de
correr esta carrera que no va a ninguna parte desde hace un rato y que no voy a ganar
de ninguna manera.
Pablo: Ni madres, Javier. Yo he estado aquí, y he estado aquí porque aquí quería estar,
domingos que tienes comida familiar con tu papá que es un pendejo que te mandó al
carajo y que decidió que está bien que seas puto, siempre y cuando él no lo vea. Te iba
a esperar en el puto coche durante la misa y el entierro; espero el día que me presentes
relación. Cuando quisiste mudarte nos mudamos; cuando decidiste que la casa nos
quedaba chica y nos vinimos a vivir al culo del mundo, te seguí, y ¿por qué?, porque tú
eres el del varo y tú decides… Y porque yo te amaba y quise seguirte al culo del
mundo.
Pablo: ¡Sí, por fin vamos a hablar del puto dinero! Y de todo… Y sí Javier, todos me
buscan, hay un chingo de weyes queriendo estar conmigo, siempre fue así… ¿Qué
quieres que haga?, lo sabías… Tú fuiste uno de esos weyes y yo decidí estar contigo, no
Javier: No, no, no. No puedes estar pensando que yo no soy lo suficiente para ti y que
hay una fila esperando tras la puerta… Y tenerme siempre pendiente de esa puerta.
83
Mar de fondo Manteles individuales
Pablo: Wey, la relación fue así desde el principio. Tú te pusiste ahí, no me vas a negar
que hay un lugar, con ciertas gentes, donde tú me pones como trofeo, ese eres tú. Te
gusta que yo te haya elegido y para que te guste yo tengo que seguir siendo el Wey que
todos desean.
Pablo: Yo también veo como ves a otros y no importa. Sé que no vas a hacer nada, sé
que lo haces porque necesitas reafirmar cada 24 horas quién eres… Necesitas que te
vean, todos… Siempre, en el trabajo, en tu casa, en la calle. Creíste que conmigo iba a
ser suficiente y yo lo creía también. Pero no. Y eso jodió todo. Yo no puedo con tu
puto complejo de inferioridad, quieres hablar como iguales, perfecto, pero yo no puedo
Pablo: Sí, wey, y te amo… O te amaba. No lo sé. Pienso eso y con eso y con todo te
amo y no sé cómo hacer esto, y no sé si lo estoy haciendo bien o este es el puto error
más grande de mi vida. Con eso y con que pienses que soy un pendejo porque no gano
tanto varo como tú, con eso y con que juegues el caminito de la ventaja y la
desventaja…
Javier: ¿Cómo puedes amar eso? ¿Cómo puedo amarte si sé que me ves así?
Javier: De qué.
84
Mar de fondo Manteles individuales
Javier: Sí.
mí, veme a mí, párate en frente y dime… Dime las cosas. Pregúntate por mí. (Pablo
comienza a empujarlo). Pero no, prefieres fingir que todo está chido… dejarme ir solo y
que digo, ahora mismo lo estás haciendo… y dejarme el dinero de la casa, del coche,
Pablo: No, no sólo se trata del varo, se trata del varo y de todo. De la vida que quieres
tener… Yo te dije que no me alcanzaba para vivir aquí, pero el señor quiere una casa
vida y su educación… y yo me tengo que buscar mil chambitas que no quiero hacer
para medio alcanzar tu estilo de vida y que no me veas con cara de que no te amo
porque tú pagas la cuenta siempre… Tú querías esta casa, y el jardín y las dos perras…
Pablo: Y por eso me tardé tanto en llegar aquí. Pero tú “me esperas”… Tal vez si tú en
Javier: No.
85
Mar de fondo Manteles individuales
Pablo: Perfecto, para variar tú todo lo sabes, lo que no ha pasado, lo que va a pasar.
Javier: Desde que te vi en esa fiesta supe que esto iba a acabar así. Era una cuestión de
tiempo, siempre fue así. Siempre supe que yo amaría más, estaría más…
Javier: ¿Soy lo mejor que te ha pasado? ¿Soy el amor de tu vida? ¿Me ves en veinte
años a tu lado? ¿Quieres conocer el mundo sólo conmigo? ¿Piensas que nadie es mejor,
más guapo, más inteligente, más chingón? ¿Cuándo duermes sueñas conmigo?
¿Cuándo te pasa algo es conmigo con quien quieres hablar? ¿Guardas fotos en tu
gustar? ¿Me extrañas cuando no estoy? ¿Cuándo tomas una decisión piensas en mí?...
Pablo: Somos distintos, muy distintos. Cómo sé que eres el amor de mi vida si no es
viviendo mi vida contigo. Sí, eres lo mejor que me ha pasado y también lo peor. No sé
si voy a vivir veinte años más o me muero mañana, nunca voy tan lejos. Sé que hay
gente más chida que tú, pero quiero estar contigo. Cuando duermo, sueño contigo y
veinte gentes más, con el mundo y con lo que no nos ha pasado ni nos va a pasar y con
lo que quiero que pase y con lo que no, y la mitad del tiempo no sé lo que sueño… Lo
que te puedo decir es que empecé a soñar a partir de que te encontré; yo antes no
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Mar de fondo Manteles individuales
soñaba, nunca. Te extraño y también me alegro de que te vayas, para pensarte, para
saber si te extraño, para esperar que me extrañes… Y para estar solo y hacer mis
pendejadas, para saber que no soy tú… Tú tomas las decisiones: dónde vivimos, qué
hacemos, las vacaciones, las perras, las cenas… tú decides qué café compramos y
cómo nos gusta, empecé a tomarlo fuerte cuando te conocí y ahora me gusta así…
Javier: Cuando era niño, y desayunaba en medio de mis abuelos. En medio de tanta
tristeza y tanto reproche. Mi abuela ponía unos manteles individuales de los signos del
zodiaco. Se veía el cosmos, era infinito, y había figuras mitológicas que representaban
los signos… Mitad hombre y mujer, mitad animal… Esos manteles me daban miedo,
cada vez. Me los sabía al derecho y al revés. Y mientras ellos dos se veían
preguntándose en silencio cómo habían acabado así, yo veía los manteles y siempre
abuelos me da miedo. Tú me das miedo. Verte a los ojos es ver cada vez uno de esos
Amarte más allá de todos los días y las horas me da miedo. Saber que no eres yo me da
miedo. Y sí, desayunaba con mis abuelos porque mi papá no quería que desayunara
con mis hermanos, y sí… siempre he pensado que hay algo que no está bien conmigo.
Y tú… sabes eso… y lo amas. Somos tan distintos. (Largo silencio.) Me da gusto que
cuando ya no vayas a estar sigas tomando el café cargado. (Largo silencio, se miran a los
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Mar de fondo Manteles individuales
Pablo se para y abraza a Javier quien llora como un niño. Después de un largo abrazo Javier
toma las llaves y su saco y sale. Pablo se queda en el sillón viendo el reloj, la casa, la infinitud del
mantel en su vida.
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Mar de fondo Bilis
Bilis
Angélica y María, muy arregladas, cenan en silencio. Es la casa de María. El aire está tenso.
María: ¿Ya?
Angélica: ¿Por qué no me dices nada? ¿Por qué nunca putas dices nada?
Angélica: Siempre hay algo que no decimos o que no entendemos… Dime algo, por
favor.
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Mar de fondo Bilis
Angélica: Pelea conmigo, pelea por mí, pelea con el mundo, carajo, carajo, carajo…
estoy furiosa.
Angélica: ¿Entonces sólo nos sentamos, cenamos y dejamos que todo se vaya a la
mierda?, como todo, como siempre. ¡Todo! No puedo, estoy muy enojada para dejar
ir, para entender que las cosas nacen, crecen y mueren, para ver que el río pasa, para
enterrar gente, ¿por qué? Dame una sola buena razón. ¿Por qué tengo que hacerlo?
¿Porque así dicen que funciona el mundo? ¿Porque se supone tengo qué? ¿Porque es la
ley de la vida? ¿Por qué putas? Una sola buena razón y me callo y me largo.
María: Cálmate.
Angélica: No me voy a calmar. Me voy a agarrar con uñas y dientes a lo que pueda, no
hacer…! Todos tienen buenos consejos y yo veo su vida y está igual de jodida que la
mía. Voy a quedarme ahí hasta que yo tenga la convicción de que ya no quiero, que ya
no más.
María: Quedamos que íbamos a estar tranquilas, a terminar bien. Era una promesa.
María: Carajo…
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Mar de fondo Bilis
Angélica: ¿Si te beso… es terminar bien? ¿Si te cojo, si me cojes…? Si me trago toda tu
no el último, o si fingimos que estamos camino de ser amigas, las mejores amigas...
Angélica: Quédate.
Angélica: En mi vida.
Angélica: Ni tú conmigo.
María: Perdón, en serio ya no sé qué hacer contigo, qué decir… te jodí la vida,
María: No sé.
Angélica: ¡Dime!
María: No sé, no sé… lo que quieras, ya no me importa qué hagas con eso ¿hasta
dejarme sin palabras, no puedo contigo… ¿Qué mierdas quieres de mí? Fracasamos,
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Mar de fondo Bilis
ya… No sé lo que pasó, por qué paso… no lo sé. Estaba confundida. La vida sigue,
Silencio.
Silencio.
María: ¿Crees que es fácil para mí? Siempre creí que tú eras mi único y verdadero
amor.
Angélica: Creíste y quieres estar segura… no vas a parar hasta que lo compruebes
Largo silencio.
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Mar de fondo Bilis
Angélica: También…
Silencio.
María: Yo no sé…
Silencio.
Angélica: Nunca le volverás a hacer a nadie lo que me hiciste a mí, y eso me duele en
el alma… Porque aprendiste algo, o porque el cuerpo se queda resentido, o por lo que
sea… Explicaciones hay miles y todo sigue sin tener sentido. ¿Por qué es imposible que
nunca me hagas a mí lo que me hiciste a mí? ¿Por qué no puedes aprender conmigo?
María: ¿Aprender?
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Mar de fondo Bilis
María: No entiendo…
Angélica ríe.
Silencio.
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Mar de fondo Bilis
María: No lo digas entonces. Nadie te pidió explicaciones. Mira, esto solo empeora y
Angélica: Eso estoy tratando de hacer, estoy buscando el final, buscándolo como una
María: No quiero.
Angélica: ¿No me citaste aquí para eso…? Para terminar lo interminable… por fin, de
una vez por todas. En medio de vinito y lasaña, vestidas como si fuéramos a una puta
fiesta… ¿Para terminarlo bien? Ya te dije, yo no sé hacer eso. Pero créeme, te quiero
Angélica: Yo tuve que dilucidar por meses como fue que acabaste con otra…
Angélica: No. Meses preguntándome cómo las mentiras piadosas se vuelven mentiras
del diablo. Viví con su fantasma, estaba más ella que tú en mi vida, que yo misma.
María: Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón… Carajo, carajo, SOLO FUE UNA
fue solo el cuerpo, no te traicioné… Carajo, perdón… ¿Cuántas veces lo tengo que
repetir?
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Mar de fondo Bilis
María: No sé, que tú no estabas nunca, que eso ya no era amor, o sí, no sabía si me
Angélica: Me voy a ir de tu vida, y me vas a dejar ir: Él me abrazó mucho, toda una
Angélica: Lo conoces.
María: ¿Qué?
Angélica: Él me regresó el mío. ¿Y sabes la peor parte? Entonces entendí lo que te pasó
con ella… entendí todo. En ese momento volví a ser aquella que había olvidado, que
traiciona.
María: ¿Cómo te atreves a hablarme de traición? ¡”Seguí tu ejemplo”, por Dios! ¡No!,
¡No seguiste ni madres metiste a un él en esta historia! Hace un rato hasta creí que
podíamos volver… Extrañar, coger, reír… Casi te creo tus lagrimitas y tu histeria. ¡Qué
imbécil soy! Hasta creí que dándote tiempo tú ibas a acabar entendiendo que ella no
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Mar de fondo Bilis
significó nada y nos daríamos otra oportunidad… pero… ¡¿Tres meses?! Tu llevas tres
Angélica: Le doy vueltas y vueltas… “No sabías si eso era amor”… Eso me dijiste
todas las veces que trataste de explicarte. Y tienes razón, ¿era amor eso que teníamos?.
María: No es lo mismo, el cuerpo, coger no… ¡Carajo, de qué hablas! Me cogí a esta
morra, fue un error pero jamás te dejé de amar… Y tú dices que te acostaste con no sé
Angélica: Encontré también las palabras que no tenías… “¡Claro que era amor!”... ¿no
María: Lárgate.
Angélica: Yo solo quería que lo dijeras, oír que me amabas, que nunca me dejaste de
amar… ¿Por qué no pudiste decirlo antes?, porqué tiene que haber un ÉL para que lo
digas.
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Mar de fondo Bilis
Angélica: Al final sí logré cumplir una promesa, te dije que me iría de tu vida y que tú
me dejarías ir… ¿Quién iba a decir que él iba a tener tantas cosas que habíamos
perdido?
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Mar de fondo TRANSICIÓN 5
En el centro del espacio hay un hombre y una mujer desnudos, una luz va recorriendo
partes de su cuerpo, se ilumina sólo esa parte. Tienen una media en la cabeza que
neutraliza su rostro. Alrededor de ellos, en la penunmbra, varios hombres y mujeres
cruzan el espacio, están vestidos y tienen la misma media. Conforme se van
iluminando las partes del cuerpo, los que caminan, se encuentran con otro y tocan esa
parte en el cuerpo del otro, sobre la ropa. Otros buscan quitar la ropa para llegar, o
entrar por debajo de la ropa, nadie se resiste, es un contacto automático, maquinal. Al
final la luz llegará a las caras del hombre y la mujer desnudos. La luz se abre sobre
todo y todos. Han quedado en parejas, frente a frente. Los dos cuerpos voltean y
quedan frente a frente. La gente que caminaba, está a medio vestir o con la ropa
claramente desarrelgada después del tránsito anterior. En algunos, poco a poco ese
contacto automático va tomando una calidad humana, y con esa calidad se desgarran
la media que les cubre el rostro, se tocan, por primera vez. Otros no lo lograrán. El
espacio vuelve a penunmbra.
Al principio de la secuencia:
Pantalla de arriba:
El cuerpo: (Va nombrando las partes del cuerpo que se iluminan.) Las piernas, el
sexo, las manos, etc… del otro.
Pantalla de abajo:
Y su condición limítrofe.
Pantalla de arriba:
Pantalla de abajo:
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Mar de fondo Cereal
Cereal
Ana entra a la casa, se para al cruzar la puerta. Las llaves se le caen. No las levanta. Se queda un
rato quieta y respira profundo. Camina hacia la sala, pasa los dedos por las cosas que se va
encontrando en su camino. Va a la cocina por agua y riega las plantas. Les acaricia las hojas. Ya
hay algunas cajas apiladas en una esquina, cerradas. Otras vacías por llenar. Se sienta sobre el
sillón y se abraza a sí misma muy fuerte. Se para, abre las cortinas y va a la cocina por unos
platos y unas tazas. Los empieza a empacar con papel periódico, separa del montón una taza y un
plato y los regresa a la cocina. Va a los libros, toma varios, los mete a una caja. De un cajón saca
una caja de cartón, la abre, la caja contiene boletos, fotos, servilletas… recuerdos. La cierra y la
empaca. Regresa a los libros, los saca y los regresa a su lugar en el estante. Los limpia, empieza a
sacudir la casa, a ordenar. Al llegar al lugar donde están las fotos; hay fotos enmarcadas de ella y
David riendo, en una están sentados sobre las piernas de un Santa decadente, otra foto en una
banqueta en Guanajuato. Las junta todas y las mete en un cajón. Entra David. Al oír las llaves
David voltea a ver la casa. Casi todo sigue ahí. No entiende, Ana no se ha llevado casi nada.
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Mar de fondo Cereal
Ana: No
Ana: No.
Ana: …Cómoda…
David: En serio, quiero que estés bien, por qué no te llevas la sala…
Ana: No sé David, por si te quieres echar a tu nueva vieja en nuestra sala tal vez…
Silencio
David: Carajo.
Ana le pone cinta a las nuevas cajas, David la ve hacer. Las empieza a cargar y a llevar a la
Ana: Yo puedo.
David se aleja. Ana encuentra una caja muy pesada y no puede cargarla.
Ana: No puedo.
Ana: Dejé tu plato, y tu taza… El morado, en el que te gustan las sopas y la taza del
café de la tarde.
David: Gracias.
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Mar de fondo Cereal
Ana: Tus libros, mis libros… No sé cuáles son cuales y no quiero pensarlo, es La
biblioteca… No puedo, ya me quedé yo sin casa, no quiero que las cosas se queden sin
casa.
David: Ana…
David: ¿Cuál?
Ana: Esa en la que tengo la nariz y los cachetes salpicados de yogurt, una risa rara, se
Ana: ¿Alíen?
Ana: ¡Sí! Me parecía un mal chiste que trajeras eso ahí, cualquiera podía verla.
Silencio.
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Mar de fondo Cereal
Ana: Estaba feliz... Era feliz. Por eso nunca te obligué a borrarla o a quitarla de tu
celular... Además, tú eras la única persona en la tierra que podía ver eso y pensar que
era divertido y que yo era hermosa. Esa foto es el amor. ¿Dónde quedó?
David: Nunca la imprimí, se fue con el celular… Borre todo antes de venderlo.
piyama por las noches, ni te lleva el café por las mañanas, cancelas la reservación
sorpresa de tu cena de aniversario, un día apareces sola en una casa extraña y sabes
David: Vuelve.
Silencio
David: Por favor, este no puede ser el final. Simplemente no puede ser, tú y yo somos
más, mucho más que todo esto que pasó, que hice, que hicimos. Detente, déjame tratar
Ana: Ya lo firmé.
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Mar de fondo Cereal
Ana: No digas…
David: Soy yo, veme, Ana, Ana, Ana, Ana… Voy a decir tu nombre mil veces.
Escúchame.
Ana: No podemos hablar ahora, tú eres pura culpa y yo puro resentimiento. ¿Qué nos
diríamos?
Ana se da la vuelta, va a salir. David la toma de la mano y la jala hacia él. Ella no se resiste,
Ana: Ya no soy la de yogurt, no puedo volver. Soy una otra yo... Tal vez si tuviéramos
esa foto, esa donde recuerdo quién era yo antes, contigo. Tú y yo. Ver juntos esa foto,
verme en tus ojos de nuevo, tal vez así podría volver, la veríamos juntos, nos reiríamos
hasta que nos doliera la panza... Reír hasta encontrar el camino de regreso.
David: Perdóname.
Ana: Quisiera que el perdón fuera un cereal, irías por una caja familiar al súper y todos
David: Yo te amo.
Ana: ¿Crees?
David: Perdóname.
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Mar de fondo Cereal
Ana: Yo no te amo. Amar no puede ser pedir perdón cada tres minutos e ir y venir
incesantemente por ese camino. Necesito ser la del yogurt y eso es imposible. Lo
sabemos.
David: Tú y yo siempre tendremos una relación, eso no lo puedes negar. Aunque no
David: Si tú quieres podemos ir al súper juntos. Yo iré todos los días a tu casa.
Desayunaremos diario yogurt y cereal con leche, todos los días... tú con mucha, como
palabras te llegarán de nuevo a la boca, vas a querer hablar conmigo, van a llegar las
palabras cotidianas, las suaves e insignificantes, esas que construyen los días de las
parejas. Cuando esas palabras nos invadan te tomaré una foto cada día. Y ahí, después
de muchos días, viéndonos a los ojos por las mañanas, descubrirás que el perdón es un
cereal y ese día tendremos una foto nueva de dientes raros, ojos brillantes y chuecos,
Ana: No puedo.
Ana recoge las llaves que estaban en el piso. Saca la llave del llavero y empieza a sacar las cajas.
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Mar de fondo Banca
Banca
Marina está parada en un parque frente a una banca, mira a su alrededor. Elías llega.
Elías: ¿Qué hacemos?, quieres… no sé, caminar… podemos tomar un café... o no. No
Elías: Siempre pensé que si esto pasara la banca sería el último paso.
Elías: No mucho.
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Mar de fondo Banca
Elías: No es eso. Sí soy feliz, bueno, no… sí… la felicidad es una cosa complicada.
Marina: Puedo empezar yo. ¿Te parece si empiezo con los nuncas?
Marina: No te voy a decir todos los nuncas ni todos los siempres. Decirlo todo arruina
las cosas, eso es algo que aprendí, de cierto. Al parecer funciona callar, pero no
demasiado, amamos el secreto de los otros, supongo que nos da oportunidad de meter
ese hueco.
Marina: Nunca más dejé que alguien supiera tanto de mí como tú.
Marina: Londres…
Elías: ¿Y?
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Mar de fondo Banca
Marina: No.
Elías: Nos vemos de vez en cuando. Pero no, ella se casó otra vez, tiene 4 perros, 6
Elías: Era una cita. Pero yo, al contrario, siempre pensé que no era real… Y aquí
estamos.
Marina: Dejemos eso para más adelante, entonces decidiré si te cuento la verdad o la
mentira.
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Mar de fondo Banca
Marina: Mi vida, toda mi vida. Me asustaba empezar a regir todo por una cita
fantasma a la cual podrías presentarte o no. Me asustaba tener una cita con un
fantasma.
Marina: Ahora veo que no, eres más parecido a un desconocido muy familiar….
Silencio.
Marina: Yo venía… vine… porque algo faltaba, o tal vez no… bueno sí. Es decir, era
una parte emocionante del año. Esta es la tercera vez que vengo.
Elías: Tres…
Marina: La primera sólo estaba por aquí, en un café que queda cerca, ni siquiera me
acordaba de todo esto, no en ese momento. Pero entré a una librería de viejo, abrí uno
de los libros…
Elías: ¿Y?
Marina: Nada, me acordé de ti, no directamente... No era un libro del que hubiéramos
hablado, nada, no sé… En realidad no tenía nada que ver contigo ese libro. La mente
funciona de maneras extrañas, digo que me acordé de ti por lo que pasó después.
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Mar de fondo Banca
Marina: No recuerdo el libro. Recuerdo que tenía escrito a mano en la primera página,
ganas de llorar y asfixia, salí corriendo y cuando paré estaba frente a la banca. Y me di
cuenta. 21 de marzo, 12 del día. Hace 8 años. Entonces me senté y te esperé. A la una
me fui.
Elías: No, tu extraño humor. También lo otro, un poco, solamente… Extraño casi
todo de ti. Por días, por horas… a distintos niveles, como en un sueño, en realidad.
Marina: El tajamar es una parte de los puentes que están sobre el agua. Corta el agua,
la cadena, la cadena que está rodeando el roble verde y que terminará asfixiándolo.
¿Lo entiendes?
Elías: Sí…
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Mar de fondo Banca
Marina: El año pasado… el año pasado decidí, supongo, una vez más víctima de algún
libro, una novela de García Márquez probablemente, venir cada año hasta hacerme
una buena tradición. Además ya no tengo miedo de estar perdiéndome de algo por
Elías: Pero no tenía que pasar así, ¿cierto? (Silencio.) Aparecí muy pronto… ¿no?
Marina: No es cierto.
Elías: Es muy pronto… muy pronto para que estas citas tuyas sean tradición. No te he
dejado esperando lo suficiente, los suficientes años. Es muy pronto para no reconocer
tu cara, no tienes el pelo blanco, no hay suficientes marcas. Aparecí muy pronto y sin
Marina: Ese es el problema, ese ha sido siempre el maldito problema, apareces pero no
sabes qué haces ahí, y entonces eso es una sentencia, no te vas a quedar… Siempre te
Marina: Se tienen que tener algunas certezas, aunque sea para que después se vuelvan
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Mar de fondo Banca
Silencio
Elías: Alguien me dijo que a los 30 estás construyendo todo, estabilidad, felicidad, la
maravillosa vida que te espera… A los 40 te das cuenta que la felicidad no existe y que
todo eso en lo que te depositaste años, es una mala broma; destruyes todo. Pasa el
camino de regreso. Y te tome por sorpresa o lo estés esperando, cuando menos piensas
tienes 60 años y en ese momento estás listo para ser feliz con lo que tienes, ya no hay
fuerzas para pelear, ya no es tan importante defender eso que crees que eres, que
apenas ayer teníamos una vida que soñamos que no era nuestra, que ya no existe.
Marina: Voy a cerrar los ojos. Voy a imaginar que no llegaste. Voy a construir la
tradición año con año. Y un día vas a saber con toda certeza qué haces aquí, y estarás
muy cansado –como yo- para pelear, para defenderte, yo también. Entonces no sabrás
mirada. Siempre he sabido que eres mío. También llevo un rato sabiendo que no
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Mar de fondo Banca
vamos a estar juntos, no más de lo que ya estuvimos… Tal vez sólo un poco al final.
Cuando llegue ese día lo sabrás… será 21 de marzo a las 12 del día. Yo aquí estaré.
Elías: Como puedes estar tan segura. Podrías conocer a alguien y acabar en Londres.
último, lo prometo.
Marina: No. No estoy lista para dejar de pelear, aún tengo fuerzas para decir varias
Elías: ¿Cómo sabes que no tendríamos que caminar y tomarnos de las manos y que
ahí empezará todo? Sin perder 15 años. ¿Cómo sabes que esto no es como lo pensaste
Marina: Porque podemos no saber muchas cosas, pero yo sé, en algún lugar de mí, qué
hago aquí… siempre lo supe. Y tú sigues sin saberlo. Voy a cerrar los ojos…
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FINAL
FINAL
Vuelven a escena vestidos de sus personajes los tres del tren. Tanto ellos como
todos los que entrarán tienen un vaso de café en la mano. Hacen el recorrido del
tren: entran a escena los otros personajes. Todos ven gaviotas, se hace de noche.
Sienten frío y beben su café. Ven a otro que los mira. Se encuentran.
Pantalla de arriba:
Pantalla de abajo:
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MAR DE FONDO
DE NAOLLI EGUIARTE Y ALEJANDRO GARCÍA
CIUDAD DE MÉXICO-PÁTZCUARO, MICHOACÁN, 2015-2016