Sunteți pe pagina 1din 3

Dios habla a través de las casualidades y la

intuición
Autoayuda, Desarrollo-personal, Superacion-personal
Entrevista al terapeuta y escritor James Redfield, autor de Las nueve revelaciones.

Los problemas personales se resuelven mejor a través del desarrollo espiritual.

Qué aprendió como terapeuta de niños maltratados?


Estuve 15 años en un centro de Auburn y después en Birmingham. Pero no sólo trataba a los niños,
también trataba a sus padres. Fue un laboratorio donde pude comprobar una y otra vez mi idea
fundamental.

¿Cuál es esa idea?


La mejor terapia para sanar a una persona herida es ayudarle a descubrir su dimensión espiritual.

¿Cómo eran esos niños?


Eran ya adolescentes que habían sufrido abusos en el pasado y que para aliviar su dolor se drogaban
y delinquían...

¿Pudo revertir esas actitudes?


Había que hacerles conscientes de sus traumas y que conocieran sus propias fortalezas para
afrontarlos. Pero cuando a esos jóvenes les enseñaba el camino espiritual comenzaban a tener
revelaciones.

¿Revelaciones?
Sí, que les ayudaban a abrirse por completo y encontrar seguridad en su interior.

Lo dice como si tener revelaciones fuera algo habitual…


Es que lo son, es el lenguaje a través del que nos habla Dios: intuiciones, casualidades...

¿Dios?
Ese conocimiento superior que está contenido dentro de nuestra propia mente.
¿Y se comunica con nosotros a través de la intuición?
Esas coincidencias misteriosas nos aportan información, esas casualidades nos abren una puerta.
Mensajes que nos asisten a lo largo de una vida, que nos guían, pequeñas revelaciones que las
personas tienen que aprender a identificar.

No todos somos creyentes.


Todas las tradiciones religiosas nos dicen que debemos llamar a la puerta y pedir ayuda, en nuestra
cultura materialista a veces es difícil aceptar lo intangible, pero uno mismo lo puede comprobar.

Dígame cómo.
Pidiendo soluciones de forma genuina y escuchando atentamente las respuestas, observando lo que
ocurre y siendo sensible a ello, desvelando el mensaje. Si nos dejamos llevar por la intuición, esta
nos conducirá a misteriosas coincidencias.

¿Algún aprendizaje más pragmático?


Sí, algo muy útil que afecta a nuestra propia vida y también a la de los que nos rodean: cada uno
de nosotros ha aprendido de forma inconsciente a conseguir la atención y la energía de los otros,
se trata de la teoría de los dramas de control de Carl Jung.

¿En qué consiste?


Todos seguimos un patrón, una pauta mediante la cual nuestro ego intenta controlar la situación
en la que nos encontramos, aliviar nuestra ansiedad. Nuestro ego tiene miedo y quiere protegernos,
queremos sentirnos seguros, tener éxito, y para ello utilizamos al otro.

¿Cómo?
Yo esbozo cuatro pautas de comportamiento. Algunas personas obtienen comprensión y atención
haciéndose las víctimas. Nos hacen sentir culpables y responsables por ellos, Otros obtienen la
atención siendo distantes, reservados, esa forma de coqueteo hace que los otros se interesen por
ellos.

O no.
Aunque no te acerques a esa persona, te fijarás en ella y ella captará tu energía. Los interrogadores
roban la energía juzgando y criticando a los demás, cuestionándolos.

¿Qué consiguen con ello?


Que la gente de su alrededor vaya con pies de plomo y que les dediquen atención por temor a ser
objeto de críticas. El intimidador roba energía del resto con amenazas.

¿Y todo eso para que el ego se sienta mejor?


Una competencia inconsciente por la energía es la base de todos los conflictos. Dominar o
manipular a otros nos da una energía extra que creemos necesitar. Debemos ser conscientes de la
dinámica familiar que crea nuestro drama de control y superarlo.

¿Cómo evitar que alguien ejerza sobre nosotros ese drama de control?
Hablándole a su alma en lugar de a su ego, si hace eso, verá cómo la conversación cambia casi de
manera milagrosa.
Es el poder de la honestidad. Lo importante es que nos mantengamos por encima del juego del
otro, porque la lucha por la energía es contagiosa.

Entonces es difícil dejar de ser un vampiro de energía.


Hay que dedicar el tiempo suficiente a plantearse preguntas y escuchar las corazonadas. Esa guía
interna es clara y práctica.

El mundo espiritual funciona por el poder de la fe. El agradecimiento por adelantado abre una
puerta a un futuro mejor. Si estamos constantemente en un estado de gratitud por lo que tenemos
y lo que podemos recibir, se produce una reacción kármica que acaba trayendo lo que queremos.

Eso es mucho suponer.


Ser espiritual es mucho más que creer en un dios abstracto. Es abrazar el descubrimiento de otra
dimensión de la vida que opera sólo de manera espiritual. Cuando lo descubres te das cuenta de
que el universo está repleto de esas misteriosas coincidencias, encuentros fortuitos, intuiciones, y
que todas apuntan a un propósito más alto de la vida humana.

Fuente: la contra de lavanguardia.com

https://www.psiquo.com/2012/06/dios-habla-intuicion-casualidades.html#.UewOZYnKXVM.wordpress

S-ar putea să vă placă și