Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Cubierta: Geest/Hoverstad
EL MUNDO MÁGICO
DELAS COMBINACIONES
ALEXANDER KOBLENZ
EL MUNDO MÁGICO
DE LAS
COMBINACIONES
Prólogo 9
Al acecho. 43
La clavada 50
Arterias d� damisela 61
La «diversi6m>, tema combinativo 61
¡Atraer a toda costa! . 64
Motivos geométricos . 85
7
Métodos de autodefe1;1.sa . 96
Combinaciones de «ahogado» 96
La jugada intermedia . 97
Jaque perpetuo 98
Celadas 99
Contraataque . 101
Sacrificios Intuitivos . 1 15
Queridos amigos:
A. Koblenz
Riga, agosto de 1979
9
EN LA «DESPENSA» DE LAS MARAVILLAS
11
rrea una rápida y magnífica vic Con esta definición, ya l o sé,
toria. no os estoy descubriendo Amé
-¿Seré yo capaz de adquirir rica. La podéis leer en cualquier
ese poder combinativo ? ¿No se manual de aj edrez. Sólo preten
trata de una especie de «don di do que durante vuestro entrena
vino», de talento que sólo unos miento no os contentéis con ver
pocos poseen ? la combinación misma, sino que
Me parece que esta pregunta os fij éis también en los factores
no os la dirigís únicamente a vos posicionales que la determinan y
otros mismos, sino que me la di en las condiciones que permiten
rigís también a mí. llevarla a efecto. Esto os ayuda
Sí , puedo responderos a la pri rá a encontrar con rapidez la idea
mera parte. En cuanto a la se de la combinación, a asimilar pro
gunda, no cabe duda de que tal fundamente y recordar lo que ha
ha sido la opinión más común béis visto.
durante mucho tiempo, pero la Examinemos un ejemplo toma
actual pedagogía ajedrecística ha do de la práctica :
dej ado bien establecido que la
práctica asidua y un entrena Diagrama núm. 1
miento sistemático agudizan rá
pidamente la visión combinativa Moresi Ferrarini
del j ugador medio. Además, no Italia, 1 972
hay un solo gran maestro que
haya heredado ese don desde la
cuna. Como cualquier otro arte, •
el.de la combinación exige, para
dominarlo, una actitud reflexiva
y seria, una asiduidad que lo
mantenga «vivo», un entrena
miento constante. ··
12
sa. Aunque las piezas blancas de 2. . . . , A x P? las negras po
ocupan lugares activos y se dis dían haber j ugado de otra ma
ponen a explotar la debilidad del nera y ser así las primeras en
rey contrario, han de contar con dar mate : 2 . . . . , D X PT+! ! ; 3.
ia amenaza inmediata de las ne R X D, TlT+; 4. A6T, T X A mate .
.�ras: ;mate en 2CR! Por ello resulta claro que, pa
¿Y qué'? ¿Por qué tener mie r a las blancas, lo más importan
do? Juguemos l. A5D + , C2C ; 2. te en la posición del diagrama 1
TlCR, AxP?; 3. TxP + , A X T; es no conceder tregua alguna a su
4. D6TD con m ate inevitable al· adversario.
rey negro. Muy bonito . . . pero fal «Pero ¿cómo no va a ser po
so. ¡En los cálculos hay que te sible explotar las ventaj as de mi
ner siempre en cuenta la res posición?», piensa el blanco. En
puesta mas fuerte del adversario! efecto, se dan todas las condi
Cualquier j ugador algo experi ciones favorables para combinar
mentado notará en seguida que con éxito : fuerte presión en la
el punto flaco de esta variante diagonal 2TR-8CD, posición acti
consiste en 2. . .. , A X P? va de la dama blanca, posibilidad
¿Qué es lo que le permite a un de que el alfil de rey intervenga
buen ajedrecista dar de inmedia en el ataque por la diagonal 1 TR-
to con lo esencial de la posición? 8TD, además de que una de las
Su conocimiento de las posicio torres y sobre todo el caballo
nes típicas. En la variante que apuntan directamente al monar
acabamos de ver, su memoria no ca enemigo . . . Y el cerebro del
podía menos de evocar, por aso aj edrecista empieza entonces a
ciación de ideas, la posición que desentrañar febrilmente los se
sigue: cretos de la posición y a exami
nar las posibles variantes.
Diagrama núm. 2 Con este problema de creativi
dad tendréis que habéroslas a me
nudo en la práctica. En mi opi
• nión, todo jugador de ajedrez de
be dej arse guiar por el .siguiente
• principio, que en su tiempo for
muló así el primer campeón del
• • mundo, Wilhelm Steinitz: « El que
•• tiene ventaj a está obligado a ata
car, so pena de perderla» .
• A propósito de este axioma,
Emanuel Lasker escribía : «Ese
"estar obligado" connota una ley
ética a la que es arduo y fasti
dioso obedecer. . . Sólo el que obe
13
que recoj a el fruto de tu venta to es que la encontraron recor
j a . Cree en la existencia de tal dando, probablemente, la posición
combinación y trata de descubrir temática del mate ahogado :
la. Y si la has buscado cien ve
ces sin encontrarla, sigue bus Diagrama núm. 3
cándola. Es posible que la venta
j a que imaginas tener no sea más
ql.lle una ilusión, que te hayas • •
equivocado en tus apreciaciones :
verifícalas y mej óralas. Pero, an
m•a ••
f¿g� i �� P
�
m
te todo, ¡busca con diligencia!
¡Trabaj a, pues tu trabaj o será re • • • •
compensado!»
Volvamos ahora a la posición • • •
que comentábamos. ¿Están las
blancas en lo cierto al pretender
• • • •
que se les brindan aquí las con
diciones obj etivas indispensables
• • •
para poder realizar una combina • • •
ción ? De ordinario se plantea uno
este tipo de preguntas después de • • •
haber evaluado la posición, es de
cir, sopesado sus pros y contras
para emitir un diagnóstico preci Y he aquí que la imaginación
so. Una evaluación correcta es recobra sus derechos, j unto con
como el «hilo de Ariana» , que nos la habilidad de combinar. Poco
indica por dónde hemos de bus a poco va concretándose el plan.
car la idea combinativa. En primer lugar, ¡bloquearle to
En el caso presente, los facto das las salidas al rey negro ! Es
res estáticos de la posición mani trechar el cerco a su alrededor
fiestan una neta superioridad de con las propias piezas, de modo
las blancas. Pero este dictamen que ni siquiera pueda moverse.
sólo puede guiarnos de manera Según el diagrama 1, dos ideas
general, como si se tratara de una tácticas le permiten al blanco lle
brújula. La información definiti var a cabo una vistosa combina
va que determinará nuestro pro ción de mate'.
ceder será el fruto de una eva
luación de los factores posiciona l. A5D+ C2C
les de carácter dinámico, el re 2. DSC+! TxD
sultado de un análisis concreto
de todas las posibilidades tácti ¡Ya está realizada la idea del
cas que la posición encierra. bloqueo !
No sé si las blancas habrían
sido capaces de encontrar la com 3. TxP+!
binación decisiva sin el auxilio
de una larga experiencia aj edre ¡Desviación! El alfil negro se ve
cística y del cúmulo de conoci obligado a abandonar la defensa
mientos así atesorados. Lo cier- del punto 2AD y, al mismo tiem-
14
po, a ocupar la casilla 2TD, blo con los temas del bloqueo, la des
queándola a su vez. viación y el mate ahogado, las
blancas han sabido encontrar la
3. Ax T solución correcta. ( Sin esos cono
4. C7A mate. cimientos podían también, claro
está, haber alcanzado su obj etivo,
Diagrama núm. 4 pero ¿para qué se inventó la bi
cicleta? )
A. Kakovi.Q, 1936
Diagrama núm. 5
15
coyuntura ejecutando una combi Diagrama nú m 6
.
nación de mate?
l. P4A+
1. ••. R4D
2. PSA!
te del peón que más inofensivo
Sacrificio para despej ar la ca parecía al principio.
silla 4AR, que será utilizada por Un j uego complicado y agudo
el caballo. caracteriza el siguiente final del
compositor letón:
2. Ax P
3. C4A + R4R
4. TlD P3A Berman Matison, 1924
5. TSD + ! PxT
6. C3D + ! PxC
"l. P4A mate.
16
extraordinaria perspicacia y una pueden dar mate: 5. PSA=D,
buena dosis de espíritu imagina PSC = D + ; 6. R X A, etc. Y a 4 .
tivo para visualizar aquí la po . . . , R xP seguiría 5. TSTR + y 6.
sición de tablas que se les pro TlT.
mete a las blancas.
5. T8TR + ! RxT
l. T8T + R2A
Por fin el rey negro es empu
Es malo l. . . . , R2D a causa de j ado a su primera fila y las blan
2. TSCD, C4C ; 3. PSA=D mate. cas pueden coronar el peón con
Esta variante ilustra la idea mo j aque. Pero las cosas no son to
triz del final: la transformación davía tan sencillas como parece,
de un peón en dama. aunque la lucha está ya a punto
de culminar.
2. T8CD C4C
3. T8AR + ! 6. P8A = D + R2T
7. D2A! P8C = D
Sacrificio de atracción. Des
pués de 3. . . . , R x T las blancas
En apariencia todo el proyecto
promueven su peón a dama con
de las blancas se viene abajo,
ganancia de tiempo: 4. PSA=D + ,
pues si 8. D X D, el negro conti
R2A ; 5. D2A, PSC=D; 6. D x D,
núa 8. . . . , C6A + , recobrando la
C6A + ; 7. R3D, C x D; 8. P7T y
dama y quedando con ventaj a de
no hay defensa contra la amena
cisiva de material. Sin embargo...
za 9. PST=D.
· En vez de la j ugada del texto,
8. R3R + ! ! DxD
sería erróneo 3. T X C, P x T; 4.
PSA = D, ya que las negras ata
carían primero : 4 . . . . , PSC=D + ; Di'tlgrama núm. 8
5 , R4D, D5C + ; 6 . R3D, D7D + ;
7. R4R, D6R mate.
3. . .. R3C!
4. C4A + ! !
17
Cierto que las negras podían cho el estudio de tales composi
haber coronado su peón trans ciones para desarrollar en breve
formándolo en alfil en vez de da plazo la facultad combinativa y
ma, pero también entonces serían la perspicacia táctica. Lo especí
tablas depués de 8. C3D! ! , A x D. fico de los problemas es que en
¡El caballo queda ahora clavado ellos «ya está todo a punto»: sólo
en otra casilla y por otro alfil! queda hallar el camino más cor
to para el mate.
Antes de poneros a trabajar,
K.h. Eichstadt, 1848 conviene que tengáis presente es
te consej o práctico: cada ejerci
Diagrama núm. 9 cio debe abordarse con la máxi
ma concentración y seriedad po
sibles. El propio perfeccionamien
to rendirá en su j usta medida
sólo si, al entrenaros, adoptáis la
actitud psicológica de quien se
enfrenta con un auténtico adver
sario. Ya desde los primeros pro
blemas desconfiad de las jugadas
fáciles o, en otras palabras, guar
daos de dar «capirotazos» irrefle
xivos con las piezas. Por último,
tratad de analizar mentalmente
las variantes, sin «pasear» el ma
terial por el tablero.
Y ahora. . . ¡manos a la obra!
Diagrama núm. 10
Mate en 4 j ugadas
18
Diagrama núm. 11 Diagrama núm. 13
19
Diagrama núm. 15 Diagrama núm. 17
•
•
20
EL LABORATORIO úEL AJEDRECISTA
21
7. 0-0 A3C Diagrama núm. 18
8. PxP P3D
9. C3A C3A?
22
Ahora se cierne sobre las ne cante deben actuar con energía y
gras una amenaza similar por la armónicamente.
columna de rey : 1 8. TRlR. 4) Si el obj eto de ataque es el
rey enemigo, se precisan a menu
17. C2D do considerables sacrificios de
18. cxc Dx C material para. llevar la ofensiva
19. CxA PxC a feliz término.
Defensa siciliana
Tal Suetin
Tifiis, 1 969
20. T x P!
l. P4R P4AD
¡Decisivo ·remate táctico! Las 2. C3AR P3R
negras abandonan, ya que des 3. P4D PxP
pués de 20. . . . , D x D la otra to 4. CxP P3TD
rre blanca entra en j uego con 5. A3D C2R
mortal efecto: 2 1 . TlR + , etcétera. 6. C3AD CD3A
De la partida que acabamos de 7. C3C
ver podemos sacar las siguientes
conclusiones : Esta j ugada no es una pérdida
de tiempo. El desarrollo de uno
1 ) Estrategia y táctica están de los caballos negros en 2R tie
estrechamente ligadas. ne por obj eto, además de refor
2) Para llevar a cabo una com zar su propio flanco trasladán
binación, el bando activo debe no dose eventualmente a 3CR, sim
sólo tener alguna ventaj a posi plificar la posición desaloj ando a
cional ( ventaj a de desarrollo en la dama blanca de su puesto do
el ejemplo precedente) , sino tam minante y concluyendo con nor
bién una superioridad material malidad el desarrollo del ala de
en el sector donde se libra la ba rey.
talla definitiva.
3) Las piezas del bando ata- 7. . . . C3C
23
8. 0-0 P4e londradamente al ataque ni in
9. A3R P3D tentan forzar los acontecimientos ;
1 0. P4A A2R primero llevan al centro la torre
11. D5T que les queda por desarrollar. Ad
mitiréis que, arrastrados por el
Ahora se pone en evidencia el carácter violento de los ataques
aspecto negativo del desarrollo recíprocos en distinto flanco, a
del caballo negro por 3CR : la da menudo nos olvidamos de la exis
ma blanca ha logrado ocupar una tencia de esa lej ana torre . . .
inexpugnable y amenazadora po
sición j unto a la ciudadela ene 1 2. Axe
miga. 13. PxA D2A
14. T2D!
11. A3A
Jugada de largo alcance. Una
vez abierta la columna AR, la to
En la defensa siciliana asisti rre de dama irá rápidamente a
mos al enfrentamiento de dos ideas 2AR, intensificando así la presión
estratégicas igualmente agresivas. sobre el frente enemigo.
Las negras cifran sus esperanzas
en un juego activo en el flanco 14. CD2R
de dama, aprovechando la colum
na semiabierta AD y la posibili Moviendo varias veces la mis
dad de hostigar a su adversario ma pieza, las negras sólo consi
mediante el avance del PCD. Las guen retardar todavía más su de
blancas, por su parte, tratan de sarrollo.
atacar enérgicamente en el flan
co de rey. 15. C4D!
A partir de estos datos no es
difícil seguir el curso psicológico Este caballo no hacía nada
de la lucha. Las negras arden en práctico en 3 CD. Ahora es trans
deseos de adquirir alguna venta ferido al centro de operaciOnes.
ja tangible de posición en el ala
de dama, en particular doblando 15. A2D
los peones blancos tras el cam 16. P5A!
bio en 6AD, pero no se percatan
de que al entregar su alfil de rey Principio de una ingeniosa ma
por el caballo enemigo debilitan niobra para abrir la columna AR.
las casillas negras en su propio A las blancas no les importa, en
campo. este caso, ceder a su adversario el
punto 5R ( 4R del negro) .
12. mm!
16. PXP
Trasladando su dama a 5TR, 1'7. PXP e4R
las blancas han dado a conocer 1 8. e6R! Axe
sus intenciones agresivas. Sin em 19. PxA P3e
bargo, para oponerse a los planes
del adversario, no se lanzan ato- En esta j ugada, a lo que pare-
24
ce, cifraban las negras sus espe Las fuerzas blancas, por el con
ranzas. A raíz del retroceso de la trario, ocupan posiciones activas :
dama blanca pensaban continu ar l a torre de I AR apoya el avan
20. . . ., P4A, refutando las ame ce del peón en esta column a ; la
nazas inmediatas. La réplica si otra torre, es cierto, se mantiene
guiente echa por tierra todas sus por ahora en reserva, pero su im
ilusiones . . . portancia se pone de relieve tras
2 1 . . . . , R2D, en cuyo caso sigue
Di:agrama núm. 20 un ataque a la descubierta con
jaque doble, 22. A5AR+ y des
,
25
Diagrama núm. 21 Diagrama núm. 23
26
Diagrama núm. 25
• •
• • • •
• ��� ••
••. • �- �
f*,,,,, ¡¡¡¡
··�Jil • • •
• • • •
• [I ·� ;
••• • •
�•• �
. '� •• ··.
.
. . i·
27
DOS PÁJAROS DE UN TIRO
l. TSR! !
Blackburne Teichmallll
El negro se rindió inmediata
Diagrama núm. 26 mente, ya que después de l. . ,
DxT; 2. A x e + , Tx A ; 3. DX T+,
. .
28
Muffang Devos las blancas han obligado al ad
París, 1 948 versario a debilitar también la
diagonal 1 TR-STD tras la juga
Diagrnma núm. 27 da P4AR que las negras han he
cho para defenderse del ataque
a 2CR y quitarle fuerza al alfil
de rey enemigo obstruyéndole la
diagonal 2TR-8CD. A consecuen
cia de esto, la cadena de peones
negros se ha quedado rígida y
ahora se hace mucho más into
lerable la presión del adversario
por las casillas oscuras. Además,
las piezas negras apenas pueden
moverse, atadas como están a la
defensa. Por ej emplo, ¿podría la
dama abandonar siquiera un ins
tante la vigilancia del punto 2CR?
¡ Claro que no! Si nos referimos
a los tres factores fundamentales
de la partida de ajedrez: mate
Probemos a evaluar el estado rial, tiempo y espacio, hay que
de cosas tal como nos lo repre reconocer que las negras no sólo
senta el diagrama. Las blancas, han perdido ya la batalla del
que han movilizado ya todas sus tiempo, sino también la del espa
fuerzas, tienen ventaj a posicio cio. En resumen, vemos aquí reu
nal. Su dama ocupa un puesto do nidas todas las condiciones que
minante en el centro y sus dos han de permitir a las blancas
torres controlan sendas columnas aclarar «fulminantemente» la si
abiertas. A su vez, el alfil situa tuación por medios tácticos.
do en 2C desempeña un papel im De entrada, el blanco ve que
portantísimo reforzando la pre puede ganar un peón mediante l .
sión de la dama sobre el punto A X P, pues a l . . . . , P x A ; 2. D x D,
7CR. T X D seguiría 3. T x C + con ma
Todas las piezas blancas ac te. Sin embargo, ya con más cal
túan en perfecta armonía, lo cual ma, observa que no sólo el pun
es, como decíamos, uno de los to 2CR de las negras está poco
principales requisitos para com defendido, sino también su pri
binar con éxito. Recordemos, con mera fila. Esto le sugiere una bri
todo, que las fuerzas atacantes llante idea combinativa.
deben coordinar y ejecutar sus
respectivas tareas sin «pisarse el l. T7A! D x T7A
terreno» unas a otras. Tal es el 2. T x C! Abandonan.
caso, por ejemplo, de los dos al
files, que se complementan ideal Si 2. . . . , D2R, las blancas cam
mente discurriendo por casillas bian sencillamente las torres en
de distinto color. SR oblig ando a la dama enemi
En la posición que nos ocupa, ga a dejar sin defensa el punto
29
crítico 2CR. ¡Caso típico de pie La posición de las negras es,
za sobrecargada! por supuesto, lamentable. El rey
Pero imaginad por un momen se ha quedado en el centro, ence
to que el PTR blanco se encon rrando una de las torres y petri
trara todavía en su casilla origi ficando, por decirlo así, su propio
nal ( 2T) , bloqueándole el paso al flanco. No hay duda de que las
propio rey. La citada combina blancas han de ganar, pero su
ción se vendría entonces abaj o , mérito estriba en haber encontra
y a que después d e l . T7A??, do el camino más corto hacia la
Dx T(7A) ; 2. T X C, Tx T ; 3. victoria.
D xD'?? contaría sobre todo la de
bilidad de la primera fila. . . ¡de l. P6T! PxP
las blancas ! , y serían éstas las 2. D4R
primeras en recibir mate: 3 . . . , .
Atacando la torre y amenazan
TSD mate. do al mismo tiempo 3. DSR + ! ,
He ahí por qué, pese a lo mu TXD; 4. T X T mate.
cho que pueda seducirnos una
combinación en ciernes, y a lo 2. ... DIA
dispuestos que estemos a llevar 3. A7D !
la audazmente a cabo, debemos
examinar con gran cuidado la po Sacrificio de desviación mer
sición, tratando de no perder de ced al cual las blancas ganan el
vista ni el más menudo detalle. caballo y con él la partida.
Hay que hacerlo, como dicen al Otro recurso táctico, la obs
gunos, «con la cabeza fría, aun trucción, le permitió a D. Ja
que arda el corazón». nowski rematar brillantemente
una de sus partidas de torneo:
• • � ,, ..�
...
1• ·-�-��p
�.,/;�
/ �N/m�
i • i fl i 0
• • i fl i
• • • ¡.¡ • •
���
�"'�. ·�· • •
• • º@j �· • •
� •
�---� �·
s· • •
·� · �n
fít,,� � �-��
--� •
*'""� *'""�
• ��� �....,,,� ���
�,, ..}� •
30
l. ASD! Diagrama núm. 30
31
Reti Alekhine Diagrama núm. 33
Baden-Baden, 1 925
Diagrama núm. 32
2. R2A
32
Diagrama núm. 34 Diagrama núm. 36
• •
• •
••
• • •
•
•
•
• • ·�·
. ·� •
Juegan blancas Juegan blancas
33
Diagrama núm. 38 Diagrama núm. 40
•
�
• • •
• • • 111 •
• • • •
� . . .
• • • •
. ·�· .
• • • '&1° .
Juegan negras Juegan blancas
, .
• • • •
• • •
• • • -�
• • m •
. . . -�
• • • •
• • • •
Juegan negras Juegan blancas
34
HORQUILLAS DE CABALLO Y PEÓN
35
ficar nada sin haberos represen perdigadas y. . . ¡a tiro del caba
tado antes la posición final y ha llo negro! Este típico motivo g eo
ber respondido a la siguiente pre métrico facilita frecuentemente
gunta : ¿a quién favorecerá el ba la selección de golpes tácticos en
lance de fuerzas materiales una los que interviene la horquilla
vez concluida la combinación, de caballo.
cuando «la calma suceda a la tem
pestad» ? Lo peligroso de la hor l. ... T x A!
quilla de peón consiste precisa
mente en que, atacando dos pie Recurso habitual : el sacrificio
zas a un tiempo, ese peón, a me que atrae una pieza enemiga a la
nudo a costa de su propia vida, casilla crítica.
infiige al adversario un daño irre
parable, al paso que restablece 2. DxT D x P+ !!
el equilibrio material del j uego. 3. RXD ese +
Pasemos ahora a la parte prác 4. RIT Cx A+
tica, comenzando por un instruc 5. R2T CxD
tivo ejercicio de P. Romanovski.
Fin de la combinación. Las ne
Diagrama núm. 43 gras salen de ella con pieza y
peón de más.
En el ejemplo que viene aho
ra, las blancas ofrecen la torre
seis veces seguidas -¡un récord
en su género!- previendo que, de
aceptarse su sacrificio, el rey y
la dama del adversario quedarán
situados de una manera «espe
cial» . . . Por lo demás, la presen
cia del caballo no dej a lugar a
dudas sobre lo que va a ocurrir.
l. T4C! DlA
Es evidente que a l. . . ., D x T
Juegan negras sigue 2. C6A + y 3. CxD.
36
A. Troitzk7, 191 0 l. ASC! D3TR
2. A4A! DlT
3. A5R! D3T
4. A7C+ !!
Fascinante, ¿verdad?
También en la partida real sur
gen posibilidades análogas cuan
do el bando activo logra instalar
sus caballos en el centro o, me
j or aún, en la fila 5, desde donde
Juegan blancas y ganan les es fácil emprender peligro
sas incursiones en territorio ene
silla fatal, si se le brinda la oca migo.
sión de mostrarse tan impertinen
te corno la torre del ejercicio an
terior.
Randwir Beinra
P. Sobolevsld, 1950 Tallinn, 1950
37
A primera vista parece que las Suttles Ostoic
blancas, cansadas de una guerra
«de trincheras1>, se lanzan impe Diagrama núm. 47
tuosamente al asalto de la forta
leza enemiga. Pero esto sólo es
una fachada. Su verdadero obj e
tivo es lograr ventaj a de mate
rial mediante una astuta horqui
lla de caballo, sirviéndose de la
casilla 5AR como trampolín.
l. ... TIA
l. A4D?
2. D6A + !
38
Blau Donner l. P5A! AxP
Amsterdam, 1958 2. D5A Abandonan.
Trifunovlc Gulmard
l. T x A! DxT
Mar del Plata, 1953
2. PxP
ChlgorhJ Janowskl
París, 1900
Diagrama núm. 50
l. P4A
2. PxPR P5D
3. P6T TlC
39
La idea de las blancas se apre Las blancas inician una ma
cia en la variante 3 . . . , P x PT; niobra forzada confiando en la efi
4. P x P, A x P ; 5. C4R y una de
.
40
Diagrama núm. 53 Diagrama núm. 55
41
Diagrama núm. 57 Diagrama núm. 59
•
•
. . -�
Juegan negras Juegan blancas
• • • •
�
•. • • • �•
• . . .
�ful -
�
ff.., ,..�
�
ll1 m
� -�
fi$. � •
�t�
• • '" • •
.. •
��
• •
� •�
•
� it •
�, � • �···"*
• • • � fr�
�- • • �p
..;,,, �
•
� • • •
� ••
Juegan blancas Juegan blancas
42
AL ACECHO
43
lanzas en el noble juego, no cayó Torre Em. Lasker
alguna vez en la siguiente cela Moscú, 1 925
da -astuta a los oj os del novi
cio- de la defensa Petroff? l . Diagrama núm. 62
P4R, P4R; 2. C3AR, C3AR; 3 .
C x P, C x P? (hay que j ugar pri
mero 3 . . . . , P3D) ; 4. D2R, C3AR?
( relativamente mej or es 4. . . . ,
P4D) ; 5 . C6A + y l a dama negra �
sucumbe.
En sesiones de partidas simul • il i
táneas j ugadas por un maestro
contra adversarios inexpertos, no ·�· .
es raro ver esta celada : l. P4D,
P4D ; 2. P4AD, C3AR; 3. P x P,
C x P; 4. P4R (es más fuerte 4.
C3AR) , C3AR ; 5 . A3D, D x P? ?
( aquí e s indispensable 5 . .. . , P4R! ) ;
6. A5CD + , etc. Da vergüenza,
claro está, tener que rendirse a
la sexta j ugada, pero ¿ qué reme
dio queda? ¡La dama es la dama! adversario, sembrando en ella la
El más voraz entre los j aques desolación.
a la descubierta es el que recibe
el nombre de «molino». En un 3. KlC
abrir y cerrar de ojos, este tipo 4. T7C + KIT
de j aque dej a la posición enemi 5. T x A+ KI C
ga literalmente arrasada. Hasta el 6. T7C + KIT
propio Lasker experimentó una 7. TSC +
vez sus mortales consecuencias.
Las blancas podían también, de
(Véase diagrama núm. 62) paso, capturar el PTD negro, pe
ro, mirando al futuro, deciden no
Las negras acaban de j ugar abrirle la columna TD a la to
P3TR, intentando ganar así el al rre enemiga.
fil enemigo aparentemente clava 7. R2T
do en 5CR. Pero las blancas te 8. TxD R3C
nían prevista u,na réplica fenome 9. T3T KxA
nal. . . 10. TxP+
44
Westerinen Sigurjonsson blero. Con frecuencia se pierde
Nueva York, 1978 la dama cuando, ávida de adqui
siciones materiales, irrumpe sin
Diagrama núm. 63 consideración en el campo ene
migo y, una vez satisfecho su ape
tito, se encuentra de pronto con
que le han cortado todas las vías
de retirada.
Najdorf Reshevsk7
Diagrama núm. 64
�
••
l. D x PC + ! R x D
2. ASD + ! RlT
3. TSC + !
45
zó por capturarl;fgracias a un j a Tal Vysotzld
que a la descubierta. Riga, 1950
Diagrama núm. 66
Krupski Beuer
Naroch, 1 966
Diagrama núm. 65
46
L. Kubbel, 1935 Aquí este j aque es oportuno. La
j ugada 7. A6D daría solamente
Diagrama núm. 67 tablas en vista de 7 . . , D2CR!
. .
7. A2T
8. D3AD + ! Rl C
9. DSA!!
• 9. ... R2A
47
Diagrama núm. 68 Diagrama núm. 70
48
Diagrama núm. 72 Diagrama núm. 74
• • •
• Bi
• • •
• • m •
i . 11 . t1) .
�-�· .
� . .
49
LA CLAVADA
50
dor acepta de .buen grado que lo grave cuanto que no disponen de
aten «de pies y manos», pero no fuerzas aptas para anular la he
pocas veces las circunstancias le gemonía de su adversario en las
obligan a dej arse clavar alguna casillas oscuras.
pieza. Esto es siempre peligroso,
pues proporciona al adversario 2. Px A
nuevas posibilidades tácticas que 3. PTD x P P3C
le permiten asumir la iniciativa,
o acrecentarla si ya la tenía. El Con la intención de cerrar la
:: f.odc más común consiste en peligrosa diagonal por medio de
ato..:ar la pieza clavada con fuer
' ·
Lilienthal Capablar;ica
Hastings, 1 934-1935
Diagrama núm. 78
l. T x P! TXT
2. DxC
51
Especialmente peligrosa es la Trifunovic Golombek
clavada en una columna abierta Amsterdam, 1 954
cuando el rey se encuentra to
davía en el centro. A este pro Diagrama núm. 79
pósito conviene recordar el anti
guo refrán : «Al hierro candente,
batir de repente». • • •
l. P x C! DxD •
2.
3.
PxP
C4D
TlCR
D5R •
Ahora sigue una clavada deci
••
siva, pero tampoco salvan el j ue
go otras continuaciones, por ejem
plo : 3 . . . . , D7D ; 4. TDl R + , e4R ;
5. T x e + , R2D; 6. T 5D + , R l R ;
7. TlR + , etc. E n esta variante se
pone bien de relieve el importan
tísimo papel que desempeña, co
mo factor auxiliar, el peón blan
co de 7e. por lo que las blancas han de
En cuanto a 3 . . . , D x PA; las
. echar mano de sus reservas para
negras pierden asimismo después atacar el punto 6AR con superio
de 4. TDl R + , e4R ; 5. T x e + , ridad de fuerzas. Al mismo tiem
R2 D ; 6. T7R + , y ahora si 6 . . . . , po deben impedir a toda costa
R3D sigue 7. ese + , y si 6 . . . . que su adversario se libere de la
RlD decide 7. e6R + , Pxe; 8 .
,
52
Claro está que el éxito de la casillas negras, que ahora irá a
operación se ha debido en gran clavar el caballo enemigo, defen
parte a la mala posición de las sor de la torre.
piezas negras, totalmente alej a
das del flanco de rey. l. PxP
Veamos ahora tres ej emplos su 2. A5C T5D
mamente instructivos tomados de
la práctica de ilustres maestros. Las negras se resignan a entre
gar la calidad, pero a pesar de
ello no se libran de la clavada.
Nimzovich Marshall También tendrían una partida
Nueva York, 1 927 muy difícil después de 2 . . . , A3R;
.
3. DxP, T l A ; 4. TDlR!
Di·agrama núm. 80
3. C6C + P5A
4. D3AD Px C
5. DxT R2C
6. TDIR! PXP
'7. T8R!
53
Ragozin Kasparlan der el PR, sino que él mismo se
Tiflis, 1934 convierte en obj eto de ataque.
A X PR, T x A ; 4. D x T la dama
las blancas tomaron la decisión blanca amenaza a la vez dar ma
correcta. te en 7CR y tomar la torre ne
gra en 7 AD. El propio defensor
l. T6C! estaría sobrecargado, ya que no
podría parar el mate por medio
¡Clavada contundente! El alfil de 4. . . . , DlAR sin dej ar aban
negro nd sólo dej a ya de defen- donada la torre en cuestión.
54
A cualquier j ugada «indiferen Espero que estéis ya bien con
te» , por ejemplo 2. . . . , C3C, las vencidos del mal que puede ha
blancas responderían con toda cer una clavada . . . y deseo al pro
sencillez 3. T x T + , D X T ; 4. D6AR pio tiempo que no la padezcáis
ganando. vosotros mismos. Sin embargo,
La partida siguió todavía 3. hay en el ajedrez un campo, el
A X PR, C3C; 4. T x A + , R l A ; 5.
·
de la composición artística, don
T7T y las negras abandonaron. de la salvación reside a veces
En el siguiente ejemplo, las ne precisamente en la clavada o, pa
gras se atienen a la norma : «Cla ra ser más exactos, en la «auto
var, remachar el clavo y atacar clavada».
dos veces para asegurarse una su
perioridad de material».
A. Berbstmann y v . Korolkov,
1935
Belavenetz Panov
Leningrado, 1939
Diagrama núm 83
Diagrama núm. 82
• • •
. . ·�
• • •
••
. �
�---
�
55
ría 2. . . . , C4C + logrando la vic Zakharov Anikaev
toria.
Diagrama núm. 85
2. ..
. RxP
3. P6R+ !
3.
4. R4R
RxP
C4R!
•
5. P4D! 'ª
¡Tres piezas atacadas! Y a pe
sar de todo las negras encuentran
el modo de defenderlas.
••• •
lla lD que acaba de quedar libre,
• reforzando decisivamente la pre
�
•
� � . �.,,
• .
•
� �///.V.
sión sobre el caballo clavado.
· · -� · . 3.
4. TI-ID
TIC
T5C
• • • • 5. T6A!
• • • • Amenazando 6. T X A. La parti
da aún continuó : 5. . . . , T5T; 6.
• • • • D3D, P5R ; 7. D2R, A2C; 8. P3CR
(esta horquilla de peón obliga a
¡Tablas por ahogado! Ni siquie las negras al cambio de damas) ,
ra tres signos de exclamación D5C ; 9. D x D, T x D; 1 0 . T7A,
bastarían para traducir el encan abandonan.
to de este magnífico final.
El siguiente método es típico de
cómo forzar la clavada de una
pieza enemiga.
56
Spielmann Wahle Alexandria Shul
Viena, 1926
Diagrama núm. 87
Diagrama núm. 86
57
6. P4D! Cl-2D Veidzan Bodja
Tirana, 1 954
Sería un craso error 6 . . . . , P x P,
ya que después de 7. P5R las ne Diagrama núm. 88
gras no están en condiciones de
hacer frente a la doble amenaza
8. P x C + y 8. D x T.
7. D3C AxA
8. P4AR!
58
sibles», como lo llamaba el ima Y ahora . . . ¡pavimentemos el ca
ginativo escritor e ilustre proble mino recorrido!
mista Alexandr Kazantzev.
59
Diagrama núm. 93 Di.agrama núm. 95
• •••
�
�� -�· ·
·. ·
�
• •
�
• ·�
Juegan negras Juegan negras
60
ARTERÍAS DE DAMISELA
l.
2.
P7C
P7T
A4D
A3R + •
Si 2. . . . , R2C, las blancas ga Juegan blancas y ganan
nan inmediatamente por medio
de 3. A4R! 5. ASA
6. A3D! A4D +
3. A5A! P7A 7. RlA R2C
4. R2C A4D + 8. A4R!
5. A4R!
Y uno de los dos peones avan
¡Puro sacrificio de diversión! zados del blanco se corona.
Por lo demás, sería un error 5. Como en el pintoresco ejemplo
R X P a causa de 5 . . . ., A4A + y que acabamos de ver, también
las negras ganan el PTD. en el siguiente el sacrificio de di-
61
versión sólo alcanza su objetivo ¡Por fin! Aprovechando la cla
gracias a una clavada. vada, las blancas fuerzan el des
vío de la torre enemíga hacia
una columna desde donde no pue
Em. Lasker, 1890 de seguir «vigilando» al peón .
Diagrama núm. 98
Stevenson Brian
Middlessex, 1962
�· . . 99
D ·� · Diagrama núm.
•• • • •
• • • •
• • • •
• • • •
1 M
�d •
�
• • •
Juegan blancas y ganan
l. RSC! T7C +
2. R8T T7A
3. T6A+ R4T ¿ Qué es lo primero que salta
4. R7C T7C + a la vista al evaluar esta posi
5. R7T T7A ción ? Por descontado, la debili
6. T5A + R5T dad del rey negro. El peón ene
migo instalado como una cuña en
El rey negro no puede ir a la 6TR ( 3TR de las negras) es es
columna CD debido a la amena pecialmente peligroso, aunque sin
za R7C. ayuda ajena no pueda hacer nada
concreto. ¿Existe algún medio de
7. R7C T7C+ ponerlo en contacto con otras pie
8. R6T T7A zas blancas, en particular con la
9. T4A + R6T dama ? ¡Sí! Ello es posible me
1 0. R6C diante un sacrificio de desvia
ción. A decir verdad, un cálculo
Amenazando 1 1 . T x P. más preciso demuestra que, para
obtener la victoria, las blancas
10. T7C + han de recurrir todavía a un se
11. R5T T7A gundo procedimiento táctico: el
12. T3A + R7T sacrificio. . . de atracción (o «de
13. T X P! arrastre» ) .
62
l. TSD + ! esperar más. En efecto, a 2. D X T
( dej ando de controlar el punto
La dama negra es apartada de l AR) sigue sencillamente 2 . . . . ,
la defensa del PR. DSR + ; 3. T X D, T x T mate. Tam
poco arregla las cosas 2. P X T a
l. DxT .
causa de 2 . . . ; D x T + ; 3. TIC,
2. DxP D2D TSR + ! , etc. En esta última va
3. DST + ! ! riante se da la situación llamada
de «los rayos X», cuando una pie
De tales «visitas» no puede es za ( en el caso presente la dama)
perarse nada bueno. ejerce su poder a través de otra
enemiga que se le interpone.
3, ... RXD En la fase final de la siguiente
4. TSA mate. partida, ya clásica, la dama blan
ca se ofrece en sacrificio tres ve
Cuando la fila I del adversario ces consecutivas para desviar una
está mal defendida, el sacrificio pieza contraria de la defensa del
de desviación es a menudo un punto crítico SR ( IR de las ne
buen medio para despej ar el ca gras) .
mino hacia las dependencias rea
les. Adams Torre
Nueva Orleans, I 920
63
4. P4TD D x PT rre enemiga a una casilla domi
5. T4R D4C nada por el caballo y, como ve
6. D x PC! remos en seguida, crítica.
3. RxT
¡Atraer a toda costa! 4. C x T+
l. D x A!
64
l. P4CD! AxP l. DxP+!
2. C2A!
El rey negro es atraído a un
Ahora las dos piezas negras es jaque a la descubierta. Ahora de
tán amenazadas. En el furor de berá emprender un arriesgado
la batalla, incluso a los jugado viaje por entre las filas enemi
res más duchos se les pasan a gas. Por supuesto, de nada ser
veces por alto estos taimados sa vía l . C x A + a causa de l . . . ,.
crificios intermedios. P x C.
En especial son peligrosos cuan
do arrastran al rey enemigo a un l. RxD
punto desde donde puede dársele 2. CxA+ R3T
j aque a la descubierta, tanto más
si es doble. La siguiente combi Ya no hay vuelta atrás. En ca
nación pertenece a la flor y nata so de 2. . . . , Rl T, las blancas hu
del arte aj edrecístico. bieran dado el elegante mate de
los dos caballos ( 3 . C6C mate) ,
poco frecuente en la práctica.
Ed. Lasker Thomas
Londres, 1 9 1 1 3. C5-4C + R4C
4. P4TR + RSA
Diagrama núm. 104 5. P3CR+ R6A
6. A2R + R7C
7. T2T + R8C
�· · · 8. R2D mate.
65
Diagrama núm. 105 Diagrama núm. 107
66
Diagrama núm. 109 Diagrama núm. 111
• •
• • ., . �m ij·
• •
• • • •1
• • •••
• •• •
. . - �·
D. • • •
Juegan blancas Juegan blancas
67
NO SÓLO EN LOS VUELOS SON PELIGROSAS
LAS SOBRECARGAS ...
2. C5A.
68
Simacin Nikolich Tolush Kop7lov
Kislovodosk, 1 968 Leningrado, 1 954
69
salvar la pieza amenazada j ugan negra no está en c on di ci ones de
do 6. A2C, pero entonces segui detener sin abandonar al mismo
ría 6 . . . . , D3CR + ; 7. RlT, D7 A ; tiempo la defensa de su propio
8. TlCD, A x P! , etcétera. peón débil.
Además, las blancas se dan
6. ... TSA! cuenta de que deben explotar rá
Abandonan . pida y enérgicamente la actual
posición insegura del rey negro,
En la siguiente posición, inten ya que a cualquier jugada pasi
temos primero analizar el proce va las negras podrían contestar
so mental de l a s bl an ca s . l. . . . , R2C y apoderarse de la ini
ciativa mediante 2 . . . . , T x T; 3.
P x T, D x P. Si, por otra parte,
Tal Dvoretzki la torre blanca se retirara en es
Leningrado, 1 9 74 te momento de la ti.la 7, el PD
caería en manos del enemigo.
Di'Qgrama núm. 116 Al cakular variantes, las blan
cas no tardan en percatarse de
que a nada conduce el prosaico
• • cambi o l. T x T, A x T, pero, de
- 'W' · i
repente, se les ocurre una idea :
¿qué pasaría si el altl.l negro se
fuera de 3R y dej ara de defen
der la torre? Entonces sería eft
cacísimo T x T, por estar sobre
cargada la dama enemiga. De es
ta idea nace un plan concreto :
¡desviar dicho alfil!
l. A4A P4AR
cide sencillamente 4. T x T, D x T;
70
5. D6A + , R4T; 6. P4C + , R5 T ; 7. Con todo, parece difícil que las
D6T mate. blancas puedan intensificar aún
A menudo es preciso provocar más su ataque, debido al influj o
artificialmente una situación de que a su vez ejerce el caballo ne
sobrecarga. Para ello se echa ma gro sólidamente instalado en el
n o la mayoría de las veces de centro. La primera jugada, por
un recurso táctico auxiliar, la tanto, tiende a aniquilar ese mo
destrucción de una de las defen lesto adversario.
sas, que consiste en alej ar del
punto atacado una de las piezas o l. T x C! PxT
peones que lo defienden, d ej an 2. A6A!
do así sobrecargados a los demás
Si las negras aceptan este nue
defensores. Sólo hay que tener
vo sacrificio, sus peones del ala
en cuenta que si la combinación
de rey quedarán seriamente debi
entraña algún sacrificio, la su
litados. Así, después de 2. ,
per i o rid a d de fuerzas en el sec
• . .
C x P!
Botvhuµk Chekhover
Moscú, 1935
Diagrama núm. 118
71
La búsqueda de un medio para Windrich Bolz
acabar con las defensas enemigas, ROA, 1969
destruyéndolas o alejándolas del
sector crítico, ocupa a menudo un Diagrama núm. 119
lugar predominante en los cálcu
los del bando activo. En esta po
sición, claro está, las blancas cen
tran sus reflexiones en dos fac
tores : 1 ) Aunque las negras tie
nen dos piezas de más, una de
sus torres (en 2TD) y la dama
están prácticamente fuera de j ue
go; se impone por tanto actuar
con energía, de manera que el
enemigo no disponga de tiempo
para reagrupar sus fuerzas. 2) La
única debilidad en el campo de
las negras, que hay que tratar
de explotar cuanto antes, es la
posición precaria en que se en
cuentra su rey; pero de momen
to la dama blanca no puede pe l. . .
. T x P!
netrar en las filas enemigas cvi
giladan por el caballo de 3AR. Precisamente este peón era el
Conclusión lógica : ¡eliminar este pilar en que se sostenía la posi
caballo aun a costa de un sacri ción de las blancas. Todo el edi
ficio de calidad! ficio se viene ahora abajo.
72
Kbolmov Ba.DJ;llk 2. RxA
URSS, 1 962 3. C5A + !
3. PxC
4. D2D + A4CR
5. T3TR+ R3C
6. A x P4A + Abandonan.
73
Diagrama núm. 121 Diagrama núm. 123
74
Diag rama núm. 125 Diagrama núm. 127
•
�
•
Juegan blancas Juegan blancas
75
EL COMBATE POR LAS «ESFERAS
DE INFLUENCIA»
76
En la siguiente composición ar 3. RlR A5C
tística las blancas le bloquean va 4. A2D + R7A
rias veces al alfil negro el cami 5. A4A!
no hacia la casilla 2D, desplegan
do en ello notable ingenio. Bloqueando sólidamente el PAR
negro y obteniendo así la victo
ria, pues en caso de 5 . . . , P X A
.
Al analizar la combinación de
la partida Moresi-Ferrarini ( véa
se el capítulo «En la "despensa"
de las maravillas») pudimos ya
¡·� ¡�
�-� •
�---� ver cómo a veces una pieza pro
pia nos estorba ocupando una ca
• ¡g silla imprescindible para instalar
otra pieza. Sucede a menudo que
ir
�.,,� • una torpe disposición de fuerzas
� -�· B � -� �"--�
no sólo nos corta la retirada, si
no que nos impide llevar a cabo,
•
�..• , ..�
dado el caso, operaciones táctica
mente ventaj osas. En la práctica,
esto equivale a un «autoblo
Juegan blancas y ganan queo»,
En semejantes casos hay que
averiguar si con un sacrificio o
La amenaza por parte de las un jaque ( ¡para no perder precio
blancas de coronar el PD puede sos tiempos! ) se podrá despej ar
ser parada por el negro median la casilla crítica.
te l. . . . , P5C o la maniobra l. . . . , Examinad con atención las me
ASD seguido de 2. . . . , A4T y 3 . jores partidas de Karpov, Spassky,
... , AIR. Veamos cómo se las arre Tal, Fischer . . . En ellas veréis lo
gla el blanco para lograr la an bien que «respiran» las piezas de
helada promoción. esos campeones por las columnas
y diagonales abiertas, para poder
l. P6C PxP desplegar toda su actividad en
2. A4C! ASD + cualquier momento.
77
Bemsohn Beisenbutter Gurgenidze Sergievski
RFA, 1 958 URSS, 1 962
• • ••
..,,�
78
Em. Lasker Capablanea entregar la calidad, ya que, en
San Petersburgo, 1 9 14 caso de retirarse la torre, segui
ría 4. C x A y 5. C4-6D + , etc. La
Diagrama núm. 133 partida continuó 4. C X T, A X C;
5. T7T, TIA; 6. TIT, RID; 7.
T8TD + , AIA; 8. C5A, abando
nan.
A veces se revela indispensa
ble despejar no sólo una casilla ,
sino todo un conjunto de esca
ques, por ejemplo los de las dia
gonales para activar los alfiles, o
los de las columnas para facilitar
el juego de las piezas pesadas.
Panov J.Wa.kO&"onov
Tiftis, 1937
l. PSR!
l. ... PD x P
2. C4R cm
Al estudiar este ejemplo nota
A su vez el caballo negro dis réis que durante el ataque no se
pone de un fuerte punto central, sacrifican piezas únicamente pa
pero esto ya no cambia las co ra destruir los defensores activos
sas, pues las amenazas que crean de la posición enemiga, sino tam
las blancas con su siguiente ju bién para incrementar el poten
gada son demasiado graves. cial bélico de las propias piezas
atacantes.
3. C6-5A AlA Sin duda habéis caído ya en la
cuenta de que, distribuyendo mal
Las negras se ven obligadas a nuestras piezas y asignándoles pa-
79
peles pasivos, no pocas veces les ejemplo doblando las torres, re
impedimos actuar con libertad y sultaría poco eficaz debido a su
entorpecemos sus maniobras aun lentitud. Al blanco se le ocurre
en el propio campo. una magnífica idea para ganar
Observad con qué sencillez se rápidamente la partida.
desarrolla aquí el ataque de las
blancas una vez despej ada, me l. P4CR
diante un sacrificio de calidad, la
diagonal 1 TD-8TR. La amenaza 2. P5A obliga a las
negras a aceptar este «regalo».
l. T x C! PxT
2. P7A + ! 1. AxP
2. TDIC A4A
Con esta jugada las blancas de 3. T x PT !
satan toda la potencia de la ba
tería que constituyen la dama y Sólo ahora se percibe el verda
el alfil. dero sentido de la apertura de la
El resto de la partida no re columna CR. Al no poderse j ugar
quiere comentarios : 2 . . . , T x P;
. 3 . . , R x T a causa de 4. TlT +
. .
Curiosamente, si 4. . . . , T3A ; 5.
A4R! , cualquier retirada de la to
rre negra conduce a pérdidas de
material.
5. AxP D5T
6. A4R+ RIA
7. TlT Abandonan.
Si la dama se va de la columna
TR, sigue 8. TST+ y las negras
pierden la torre de 1 T.
80
Rubtzova Borlsenko 4 • . . . Rx P
Sukhumi, 1966
La partida prosiguió todavía 5.
Diagrama núm. 136 T6T + , R2A ; 6. A3R, R2C ; 7. T l T ,
D2R; 8. A4R + , A3A; 9. A x A + ,
R x A ; 10. D4R + ( como veis, la
diagonal abierta se ha aprovecha
do bien ) , R2A ; 1 1 . T5T y las ne
gras abandonaron.
Obstrucción
2. D7T + R2A
3. A6C + R2R
4. P6D + !
81
¡De un solo golpe las blancas C x A; 6. D7D + , etc. Y a l. . . . ,
acaban con la armonía de las D2A sigue 2. D5C + , RlA; 3 .
fuerzas enemigas! Si l. . . . , A x T D6T + , R2R; 4. D6A + , RlA; 5.
o l . . . . , P x T, la torre negra que C x P + , T x C ; 6. D x T.
da sin defensa. Tampoco sirven
l. . . . , D x T, a causa de 2. D6A 2. CxP+ R3A
mate, ni l. . . . , T x T, a lo que si
gue igualmente mate (2. D8A No es posible 2 . . . . , D x C debi
mate) . do a 3. D6D mate.
Asimismo es típico el ejemplo
que viene a continuación. 3. T6D + Rx C
4. D3AR + TSA
5. DST + RSR
6. A2A + R6R
7. T3D + Abandonan.
82
Diagrama núm. 139 Diagrama núm. 141
••
i
•
83
Diagrama núm. 143 Diagrama núm. 145
-
Juegan blancas ,,, .1 • , · . , Juegan blancas
! i
84
MOTIVOS GEOMÉTRICOS
85
¡He ahí por qué la torre negra R3A ; 4. D4TD + ; o 3. . . . , R4R ;
fue atraída a 4TR! 4. D IR + . ¡Espléndido final!
También en el siguiente ejem
plo las blancas consiguen ganar
A. Troitzky, 1898 la dama enemiga gracias a sus
« intrigas» por las diagonales.
Diagrama núm. 148
v. y M. Platov, 1909
�·
149
• Diagrama núm.
•
•
•
l. A7T + !
86
perderían inmediatamente la da Meckinr Tan
ma tras 4. A5C + . Tampoco sir Petrópolis, 1 973
ve 3 . , R7D a causa de 4. C3C +
. . .
3. ... D4T
4. AxP+! RxA
s. ese +
87
¿ EN QUÉ SUE:RAN LOS PEONES ?
88
Besaler Müller Teich� Aficionado
Landau, 1 962 Zuricb, 1921
l. T x P!! C xT
2. D5C C2A
3. D8D + ! CxD
4. P6T! Abandonan.
89
No es posible, naturalmente, l . Zelinski v. Dzuravlev
PD x P a causa de 2 . A x A. Por correspondencia, 1 9 7 1-1 972
2. TIA
3. D3A!
3. TRIR
4. AxA PxA
5. D x PR! DxD l. C6A! Axe
6. TxD TxT 2. PxA PxA
'7 . T x P+ 3. P'7A D2R
90
negras prefirieron rendirse de in 5. P7R! DSA +
mediato.
Las negras aún confían en el
j aque perpetuo, pero el blanco ha
Botvignik Capablanca previsto ya el modo de cubrirse :
Torneo A VRO, 1 938 6. R2A, D7A + ; 7. R3C, D6D + ; 8.
R4T, D5R + ; 9. R x P, D7R + ; 1 0 .
Diagrama núm. 156 R4T ! , D5R + ; 1 1 . P4C, DBR + ; 12.
R5T, abandonan .
• Geller Averbach
Kiev, 1954
••
91
Ganando un importante tiempo Las negras tienen una torre de
y, a la vez, atrayendo la torre más, pero toca j ugar a las blan
enemiga a ID. Las blancas aban cas, que a su vez disponen de un
donan, ya que después de 7. T x T peligroso peón pasado. Es claro
el negro logra la victoria median que no puede continuarse l. A X D
te 7 . . . . , P7A, etcétera. a causa de l. . . , T8AR + seguido
En algunos casos es necesario
.
de 2 . . . , T X D. Tampoco resulta
.
yoría de las veces esto tiene la fi D7R+ ; 3. R4A, D5R mate.
nalidad de evitar las tablas por Parece que no hay solución. Sin
ahogado. El caballo constituye una embargo, transformando el peón
excepción : a él se recurre cuan en caballo, las blancas ganan un
do hay que aprovechar su apti tiempo esencial para reavivar su
tud para atacar dos piezas ene ataque, al paso que asumen la ini
migas mediante una horquilla o ciativa. ¡Y ésta, como ya lo ha
para entrar instantáneamente en béis podido comprobar, es la cla
juego dando j aque. De todas for ve del triunfo!
mas, este tipo de promoción pro
duce siempre un efecto de sor l. PSA = C + ! Rl C
presa, pues estaréis de acuerdo 2. A6R+ ! DxA
en que es bastante raro que en 3. Dx D+ RxC
la práctica un peón se transfor 4. D x PD
me en caballo. Y las blancas ganaron explo
tando su ventaj a de material.
92
La belleza de esta fantástica ¡Y ahora os toca a vosotros
composición se aprecia sin comen crear obras maestras! Todos los
tarios. ejercicios que siguen tienen un
enunciado común: las blancas j ue
l. C4A+ R3T! gan y ganan. Os advierto que es
2. PSC = C + R2T tos ejemplos no provienen de par
3. C8C-6A + R3T tidas reales, se trata de compo
4. C x P+ R2T siciones artísticas donde la solu
5. C8-6A + R2C ción nunca es superficial. ¡Buena
6. C6R + R2A suerte!
7. PSD = C + ! R2R A propósito, no todos los ejem
8. PSA = C mate. plos tienen por protagonista un
peón pasado ; en algunos de ellos
¡La posición final bien merece hay que atender a los motivos
un diagrama! geométricos.
•
- .
.. .
•
·�·
93
Diagrama núm. 161 Diagrama núm. 163
�. ·it' ··
• •• •
� •
•
•
•
•
k,,,.,�
'" i
��
�---
� •
�
•
id .
· �·
94
Diagrama núm. 165 Diagrama núm. 167
•
• • •
• B • •
• • • •
• • •
�� ¡ •
lff�
�.
95
MÉTODOS DE AUTODEFENSA
Combiuaeiones de «ahogado»
96
4. T5D+ Px T quiere perder la dama después de
5. DSAD + ! DxD 4. , R3C ; 5. D8CR + .
. . .
La jugada intermedia
l. TxT RxT
2. T3C + !! DxT
3. DSC + R2T
4. DSTR + !
5. C6C + R4C
6. CSA! TlD
7. C7T + ! Tablas.
Jaque perpetuo
98
ludio al j aque perpetuo, con una Steinberg Makarov
espléndida combinación salpicada Kbarkov, 1 956
de sacrificios.
Diagrama núm. 174
Neumann Aficionado
Viena, 1 9 1 2
Diagrama n ú m . 173
Celadas
99
Chigorin Marco Makogonov Chekhover
Viena, 189 a'
Diagrama nú m . 176
Diagrama núm. 175
1 00
Contraataque Rosenthal Makogonov
Moscú, 1936
Cuando el adversario ataca, la
reacción natural es defenderse de Diagrama núm. 178
sus amenazas inmediatas. Pero,
como ya sabemos, la mej or de
fensa consiste . . . ¡en el ataque! Un
inopinado contragolpe táctico lo
gra muchas veces cambiar de re
pente el curso de la batalla.
Johanssen Metzb:ag
l. A5CR
l. ... C6A!!
Las blancas esperaban que la Abandonan.
dama atacada se retirara, y a l .
. , D X C tenían l a intención d e
. . No existe defensa satisfactoria
contestar 2 . A x T . Pero, como sue contra 2 . . , C x D + ni 2 . .,
le decirse, «el hombre propone y
. . . .
101
Miscto Kloza Alekhine Verlinski
Polonia, 1 955 Odessa, 1 9 1 8
1 02
Diagrama núm. 181 Diagrama núm. 183
•
•
• •
.• - ¡ ··
•
-�-
•
•
•
1 03
Diagrama núm. 185 Diagrama núm. 187
-,
·
•
••
•
1 04
A LA CAZA DEL REY
l. C6C C x C?
1 05
En tales combinaciones apare Abriéndole paso a la dama para
cen varios motivos: los alfiles la maniobra final.
« apuntan» al flanco de rey y, des
pués de su sacrificio, al bando 2. ... Rle
atacante le quedan todavía fuer
zas en número suficiente para dar Si 2. . . . , R3T sigue 3. D4C y 4.
mate al aterrorizado rey enemigo. D4T mate.
3 • . D5T! Abandonan .
Marshall Wolf
Nuremberg, 1 906 A 3. . . . , P x D sigue «sencilla
mente» 4. A 7T mate, y en caso
Diagrama núm. 190 de 3 . . . . , P3A; 4. D X P + , D2CR;
5. D x D + , R x D ; 6. C x P + se
guido de 7. C x T las negras que
•• dan en una situación enteramen
te desesperada.
La combinación realizada por
las negras en la siguiente parti
da es una de las más bellas que
existen en relación con el ataque
por las diagonales.
Rotlevy Rubinstein
Lodz, 1 907
l. C x PT!
l. Rxe l. T x e!
2. ese + 2. PxD T7D!
1 06
Desviando la dama blanca para Después de 5. T3AR el ataque
que dej e de defender su AR y, al hubiera sido irresistible, pero en
mismo tiempo, amenazando mate la partida se les pasó por alto a
(3 . . . . , T X PTR mate) en caso de las blancas esta posibilidad.
que la dama se retire de la fila
que ocupa.
Richter Aficionado
3. D x T A x A+ Berlín, 1 935
4. D2e T6T!
Abandonan. Diagrama núm. 193
l. AxP+! Rx A
2. eseR + P x e?
107
5. D5T + RI C I. C x PA! Rx C
6. P6C! Abandonan. 2. C x PC ! PxC
3. A x PCR + RIC
La cuña introducida por las 4. A7A + ! RIT
blancas en la fortaleza enenúga
j ustifica la decisión del negro, ya Naturalmente, no es posible
que el mate es inevitable. capturar el alfil a causa de 5.
En suma, el plan de ataque en D7T mate. ¡El caballo negro está
semej antes posiciones viene a ser clavado!
éste: sacrificar un alfil en 7TR y
llevar en seguida el caballo a 5CR 5. A7C +
sin conceder tregua ni cuartel
( ¡dando j aque ! ) al adversario, Ambos alfiles se muestran ine
abriendo a la vez paso a la pro xorables . . .
pia dama hacia 5TR. La actua
ción conj unta de la dama y el ca 5. ... RXA
ballo es aquí excepcionalmente
eficaz. También es útil disponer Todo lo que viene ahora es for
de una torre en cualquier colum zado.
na abierta, para trasladarla con
rapidez al flanco de rey por la 6. D6C + RIA
fila 3 y reforzar así el ataque. 7. D6T + ! RxA
Algo distintas son las operacio 8. D7T + RIA
nes contra el punto 7AR, aunque 9. T x C+ AxT
también en este caso desempeña 1 0. T x A mate.
un papel de primer orden la de
bilidad de las diagonales. Los alfiles blancos han traba
j ado a las mil maravillas prepa
rando el ataque final de la artille
Fürstenberg Witman ría pesada.
1 955 Después de los ej ercicios que
Diagrama n ú m . 194
os daré para resolver personal
mente, hablaremos de algunas
otras formas de combinación asi
mismo utilizadas como «ariete»
contra los peones que defienden
al rey enemigo.
108
Bagirov Furman Todavía siguió 7. T x A, TlTR ;
Bakú, 1 972 8. D3C + , R2A ; 9. T x C con estra
gos irreparables.
Diagrama núm. 195
Tatai Karpov
Las Palmas, 1977
Diagrama n ú m . 196
l. C5A + ! PxC
109
Si las blancas retiran el alfil su primera fila. Contra los defen
a lA o lo defienden por medio sores de ésta se dirigen uno tras
de 9. C3R, el negro replica 9 . . . . , otro los tiros del blanco.
A4AD seguido de 1 0 . . . . , TlT
mate. I. C4C
2. D2D
3. D5D! !
� 3. RIA
- Liberándose de la clavada. Si
3. . . . , P3CR, decidiría 4. T3-3R!
110
puj arlo hacia el propio campo, R5D; 6. T X A, R6R ( se amenaza
donde le será leída la sentencia ba 7. R2R y 8. P3A mate) ; 7.
de muerte. Ello se consigue de or 0-0, C5D; 8. TD l R + , C7R + ; 9.
dinario por medio de j aques ince T x C + , R X T; 1 0 . A5T + , R6R ; 1 1 .
santes y a menudo también sa T3A + , R5D ; 1 2 . A7A ! , abando
crificios. nan.
¿Por qué «magnéticas» ? Fij aos ¡El florón que viene ahora fue
bien en los ejemplos y os pare llamado por Paul Keres «perla
cerá como si las blancas estuvie del arte aj edrecístico» !
ran haciendo uso de un potente
imán que atrae fatalmente al rey
adverso hacia su inexorable des Pérez Najdorf
tino . . . Torremolinos, 1 9 6 1
••
•
He aquí una de esas posiciones
cuya evaluación no plantea difi
cultades. Ambos reyes tienen la
vida pendiente de un hilo, pero
la ventaj a está de parte de las
l. CxP AxD blancas porque les toca jugar y
2. A x P+ así adelantarse a su adversario en
el ataque. No obstante, esto es
El rey negro accede «amable más fácil de decir que de hacer.
mente» a dar un paseo en direc Al iniciar su combinación, el blan
ción al campo enemigo. co ha de prever todas sus conse
cuencias y en particular el rema
2. R2R te. El más pequeño descuido se
3. A5C + R3D ría fatal, ya que en el presente
4. C4R + ! Rx C caso las negras pueden p asar in
mediatamente a la contraofensiva
La partida siguió : 5. P4AR + , y lograr así la victoria.
111
l. C3A + !! 3. RxA
4. D2D + TGD
¡Jugada «de problema» !
Si 4 . . . . , R4A o 4 . . . . , R4R las
l. . .. Tx C blancas dan mate empezando por
5. D x P + .
A l . . . . , P x C seguiría 2. D7C + , El final de l a combinación me
R4R; 3. D7R + , R4D; 4. T X P rece conocerse: 5. D X P + , R4R;
mate. 6. D4AR + , R4D ; 7. D x P + , R5R;
8. D4A + , R4D ; 9. D4A + , R4R ;
2. D2C + R4R 1 0 . D6R + , R5D; 1 1 . T4A + , R6A ;
3. A4D + ! ! 12. DlR + , R7C ( 1 2 . . . . , T7D; 13.
T4A + ) ; 1 3 . T2A + , R6T; 14.
En este sacrificio se basaba la D7R + ! seguido de mate.
idea de las blancas. Gracias a él Ahora sois vosotros quienes de
la dama gana un tiempo decisivo béis poner a prueba vuestra vi
para llevar a buen término su sión combinativa, vuestra aptitud
ataque. para calcular variantes y, sobre
todo, ¡vuestro entusiasmo!
112
Diagrama núm. 200 Diagrama núm. 202
1 ••
•
• t. �w�
rl .t\ i �,N�
.i
i • .t\ l1 i • •
• • ¡ • • �,A •
• � �dtJ § .
• •
·� �
�. •Wli�
�m •
"� § 'ª· �-�
§ �- p �-,� • �
%' " · '
��·
�, - � � �[J ..... �,,. �
113
Diagrama núm. 204 Diagrama núm. 206
•• •
- -
1 14
SACRIFICIOS INTUITIVOS
115
Grünfeld Spielmann 5. C2A A4D
6. D3TR D2R
Diag rama núm. 208
Las negras no se distraen de su
ataque capturando el PTD blanco.
7. A2R P6D!
8. CxP TRlR
9. RIA A x PCD
116
Tal Pachman hay que tener constantemente en
Riga, 1 954 cuenta la ventaj a material del ad
versario. Aquí las blancas deci
Diagrama núm. 209 dieron lanzarse con valentía al
ataque, confiando en que la ini
ciativa así conseguida sería larga
y peligrosa para el negro.
5. DXC
6. PxP TxT
7. P7C + RIC
8. A x PT +
8. RxA
9. TxT C5R!
l. P3C
2. Tl-lAR P3A
3. P4TR! RIT
4. T5-3A P4A
5. P x P !?
117
pasados y avanzados, sostenidos Con esta jugada «tranquila» las
por la dama y la torre, plantea blancas preparan una astuta com
rían al adversario problemas de binación.
fensivos sumamente difíciles que
le llevarían a cometer errores. 13. ... T2R
Así sucedió en realidad . . .
Merecía considerarse 13. ...,
12. ... T2T DlT.
1 18
Según la escala de valores ma P x P y ahora 12. A5D. Por otra
teriales, las blancas no tienen su parte, si no toman el peón ( 1 1 .
ficiente compensación ( dos peo . , P x P) , sigue 12. P5A con
. .
5. P3TR! A4A
6. RlT!
Tal Sima.gin
Ahora las negras deben contar Moscú, 1 963
con la amenaza P4AR.
Di'llgrama núm. 212
6. ... A5D
'7. TlD!
'7 . T3D
8. A3T T3T
119
l. T7D P7A a uno de los principios generales
2. CxP cxc de la defensa : « ¡Cuantas menos
3. P7A piezas, mejor!» Pero las negras no
tuvieron en cuenta que esta j u
¿Qué induj o a las blancas a sa gada debilitaba su primera fila.
crificar el caballo a cambio sola A 3. . .. , R2C el blanco pensa
mente de un peón ? Dos cosas : ba replicar 4. P5T ! , y a 3 . . . , D6A
.
R3C Abandonan.
Obedeciendo automáticamente
120
¡ HACIA NUEVOS ENCUENTROS !
• �"'" • • il �,.,.,,
• al
�·
• • ª %tr·�
�,,,,� •
•u• • ·s· • • • • •
·� �
�$,&; � . bd • ·�
121
•
122
Diagrama núm. 213 Diagrama núm. 215
• •• ••
•
�---� •¡•
• � •
�M'
� • �........ v.
·s· •� .¡
• • •
• �"'�
r�
%
%,,,,%
�"""%
• • ilf("''% �
�-"�
�·� • �m�
�Mu� �
'%,,,;·�
� %
�'""�
�1N;1�
�bí�
�...,.,.,,�
, • •
� ld r!l ¡¡,,,,, �
123
Diagrama núm. 217 Diagrama núm. 219
�
. ¡ . �� $� '- • ,. • �'--� •
��
��
�---� � �l �t • ·.,�'
?I. . •� "" • · � · ��?- ////M
�
�--- � • • • . • � �·� m
!},,,,,,� � /#�
�dt. :::
?J o� � . ·� �//�
••§ m �'/.f4t� '..r&·· i�,,;11
•�r �---� § � � �
�'--� • m %W&-�
�-----�
��
�,,.
,,.� . id -� . r@ ' .Q
Juegan negras Juegan negras
124
Diagrama núm. 221 Diagrama núm. 223
§"
�--,� "
�,,,� �- �///.;,
• � • •
�/.:.'�
• • �---
�--"'�
�� tl; ��
�---� ;=_,
• ��� ��íl� �
�N/N� · ·
-�
�ª"""� W#uz
•• ••
• •
125
Diagrama núm. 225 Diagrama núm. 227
Juegan blancas
126
¡ COMPROBAD VUESTRAS SOLUCIONES !
127
2. P4A mate. l. . . . , T X A ; 2. T X P mate. l . . . . , R x A; 2. T3R mate. l . . . ,
.
128
Diag. 3 8 : Vogt-Alexander. - l . . . , P5A! ( las negras amenazan aho
.
129
R3C! (la vulnerabilidad del caballo negro queda ilustrada en esta va
riante: 3 . . . . , C3A ; 4. A x A, C x A ; 5. T7D, etc. ) ; 4. T8A, C3A! ; 5. A x A,
R2C (las negras esperan aprovecharse de la mala posición de la torre
y forzar las tablas mediante un «ataque perpetuo», pero el blanco dis
pone de un motivo geométrico que le conducirá a la victoria ) ; 6. T8R,
R2A ; 7. T8T!, R2C ; 8. A6A + ! ! , R X A; 9. T6T + seguido de 1 0 . T x C.
En este final compuesto nos admira la aguda y tenaz defensa de las
negras. '
Al acecho
130
horquilla 4. CSA + ) ; 4. A X D, P x P + ; 5. R X P, Rx C; 6. A6D ga
nando.
Diag. 7 5 : Sviderski-Marshall. - Aquí no es bueno ganar un peón
mediante l. . . . , D x P + ? ; 2. R x D, C6R + ; 3. R3A, C x D, ya que des
pués de 4. P4A! el caballo negro queda atrapado al borde del tablero.
La clavada
Arterías de damisela
131
Diag. I 0 6 : Bondarevski-Ufimtzev. - l . TST + , R2A ; 2. ASR + ! ,
C X A ; 3. R5C! y el mate e s inevitable. Las blancas sacrificaron el
alfil para privar al adversario de la posibilidad C X PR + .
Diag. I 0 7 : Ej emplo escolar de A. Mason. - La j ugada l . . . . , T7C
es un error, puesto que debilita la fila I de las negras : 2. TID, DI T
(a 2 . . . . , T x D seguíría 3. T x D, P3C; 4. P7T, T7T ; 5. TSD + y 6.
PST = D) ; 3. D4R! ( ¡sacrificio de desviación! ) , TIC; 4. TICD ! , P7A
(4 . . . . , TIAR; 5. D x D, T x D ; 6. P7T) ; 5. T x T + , D x T; 6. P7T, DlAD ;
7. PST = D, PSA = D ; 8 . DSR+ ! , D x D ; 9. D x D mate.
Diag. I O S : Ficher-Reshevsky. - l. A X P+ !, R x A ( si l. . . . ,
T X A, sigue 2. C6R ganando la dama ) ; 2. C6R! y se acabó la partida,
ya que las negras pierden la dama. En caso de 2 . . . . , R x C ; 3. D5D + ,
R4A ; 4. P4CR + , R x P; 5. TICR + , el rey negro no tarda en su
cumbir.
Diag. 1 09: Behting-Romashkevich. - l. A5T! , D x A (después de
l . . . . , P3C ; 2. T5 X C ! se abriría con fatales consecuencias para el ne
gro la diagonal ITD-STR ) ; 2. T3 X C, D3C; 3. TSR + , R2A ; 4. D x PD + !
( sacrificio de desviación ) , abandonan. En efecto, a 4 . . . . , T X D sigue
5. T4-7R mate. ¡Espléndida conclusión!
Diag. 1 1 0 : A. Troitzky. - l. D4D + , R4C! ; 2. D6A + , R5C; 3.
D3AR + , R4C ; 4. D3CR + , A5C ; 5. D4T + ! ( ¡ atracción! ) , R X D ; 6. A6A
mate. En caso de 5 . . . . , R5A decide 6. D2A + , A6A + ; 7. D x A + , R4C;
8. D3CR + , R4A ; 9. D3D + ganando la dama.
Diag. I l l : Guo.sberg-Chigoriu. - l. . . . , T x PA! ( arrastrando a
la dama blanca fuera de su fila 2 ) ; 2. D X T ( 2 . R X T, D5A + ; 3. R2C,
D6C + seguido de 4 . . . . , T2AR + , etc. ) , D7D + ; 3. RIC, A7A + ! ; 4.
RIA, C5D ! (desviando al alfil de la defensa de la torre : ¡ sobrecarga! ) ;
5. A x e, D x T+ ; 6. R2R, T X T ; 7. A X A, D x A ; 8. Abandonan.
Diag. 1 1 2 : Niedermaun-Zuchs. - l. ASA! ( atrayendo la torre ne
gra a IAD) , T X A ( si l . . . . , DSC + ; 2. R2T, D x P; 3. A X T, D x A ; 4.
D6D + , D2AD, decide el sacrificio de desviación 5 . TST + ! , R2C ; 6.
T7T + ) ; 2. TST + ! , R x T; 3: D x TI + , TI C ; 4. D6A + , T2C ; 5.
D4T + , RIC; 6. DSR + , DlD; 7. D X D mate.
I 32
lC está ligada a la defensa de su dama. La partida continuó 4 . . . . ,
R X T, lo que les permitió a las blancas dar el siguiente j aque doble :
5. ASA + ( obstruyendo la fila 8) y ahora 5 . . . . , R x A ; 6. D x D+ , R2A ;
7. D7C + , abandonan.
Diag. 1 24 : Keres-Mikenas. - l. C5A! , PC x C; 2. T3T, abandonan.
No hay defensa contra el mate.
Diag. 1 2 5 : Smejkal-Adorjan. - l . T x P + ! , R x T; 2. D4TR mate.
Diag. 1 2 6 : Rada-Castel. l. T x A ! ( las negras pierden su prin
cipal defensor y sus casillas oscuras quedan «desesperadamente» dé
-
133
sólo amenazan j aque perpetuo en las casillas 6CR y 6TR, sino tam
bién el contragolpe 2. T7A. Por eso se declararon inmediatamente
las tablas. A l. . . . , D X A (pero no l. . . . , A x A ? a causa de 2. T7A)
seguiría 2 . D5T + , RlC; 3. D7A + , R l T ; 4. D5T + , etcétera.
Diag. 144: Reggio-Mieses. -l. . . . , T6C! ! ; 2 . D x T, A5T! ; 3. Aban
donan, pues en caso de 3. D x A decide 3 . . . . , D6R+ ; 4. A2R, D x AR
mate.
Diag. 14 5 : Tarrasch-.Coosultantes. - l. A7A ! ! , D x A ( si l. . . . ,
T x A sigue el sacrificio de diversión 2. D7C + ! ! , T x D; 3. T x P mate ;
y si 2 . . . . , R X P, entonces 3. Tl T + , D5T; 4. T x D mate) ; 2. T x P + ! ,
D x T ; 3 . D7C + , R x P ; 4. TlT mate.
Diag. 146 : A. Troitzky. - l. P7TD, A5A + ; 2 . RlT ( naturalmente
no 2. R3T, ya que después de 2 . . . . , A4D las blancas perderían) , A4D;
3. C6A, T5TD + ; R2C, A x P; 5. C4R! ! , A x C; 6. P7T, etcétera.
1 34
co, sin ·embargo, encontró un camino más seguro para ganar, digno
de una composición artística : l. T x A!, T2 x A; 2. T8D + !! (no repor
taba nada 2. P x T? , P x T; 3. TlAD, RIA) , T x T ; 3. P X T, Tl AD ; 4.
TlD!, abandonan.
Diag. 1 66 : L. Kubbel. - l. D4C + , RlC; 2. C7D + , A x C ; 3. P x A,
T8A + ; 4. R2C ( las blancas capturarán la torre en la casilla 2AD
para acercarse al punto 3D) , T7 A + ; 5. R x T, D3AD + ; 6. R3D, D x T ;
7. D x P + , R2C ; 8. D7A ! ! ( sólo ahora aparece lo profundo de la de
cisión de las blancas de no tomar la torre enemiga en l AD ; de ha
berlo hecho así, el negro podría salvarse dando j aque en 7CR) ,
D x D ; 9. P8D = C + !
Diag. 1 6 7 : K. Traxler y F. Dedrle. l . T2T + ! , R X T ; 2. A x P + ! ,
-
D x A ; 3. P8C = A ! ! , T x C ¡ahogado!
Diag. 1 6 8 : F. Lazard. - l . P7D, A3T! ( amenazando mate en una
jugada ) ; 2. ASA ! , A5A; 3. A6D!, Ax A ( de otro modo las blancas
continúan su persecución «perpetua» ) ; 4. P8D = T! ! (en caso de 4.
P8D = D ? decide 4 . . . . , A5A; a cualquier jugada de la dama, el rey
negro se retira con j aque, y después de 6. D X A, R X D las negras ga
nan fácilmente) , A5A (a 4 . . . . , A x P sigue 5. T3D + , R x T y tablas
por ahogado ) ; 5. T2D, A4C ! ; 6. T5D, R5A ; 7. T2D!, A3T; 8. T6D, R4C ;
9. T2D, tablas. Tan pronto como el rey negro se retire de la diagonal
del alfil, el blanco queda ahogado.
Métodos de autodefeQsa
135
R3R! ; 8. C5C + , R4A ; 9. C x P, R5C ; 1 0 . C2A + , R6A ; 1 1 . C3T, T7C + ;
1 2 . RlC o RlT, R6C y las negras ganan ) , T7C; 7. RlC, P7T+ ; 8. RlT,
Tx C ¡ abogado!
1 36
A la caza del rey
I37
¡Hacia nuevos encuentros!
A 7 A + ; 4. Abandonan.
Diag. 220 : A. Konstaotioopolski, ejemplo escolar. - l. . . . , TSR + ! ;
2 . T x T, D x P + ! ; 3 . R x D, C5D + ; 4 . R l C ( aquí se ve el significado
de la primera j ugada de las negras : ahora no sirve 4. RlD, ya que
las blancas recibirían mate mediante 4 . . . ., C x P mate, cosa que no
habría sucedido de estar libre la casilla IR) , C6AD + ! ( forzando la
apertura de la columna CD, pues en caso de 5. RI T seguiría 5. . . . ,
C7A mate) ; 5. P x C, T I C + ; 6. R l T, C7A mate.
Diag. 22 I : Furman-Klovan. l . . . ., C6A ! ; 2. P3C (no es posible,
-
138
y si la dama se retira, las negras ganan la calidad después de 2. . . . ,
A x A.
139
COLECCION ESCAQUES·
59 Errores típicos. Pe r s i t s y V o r o n k o v .
60
-
La defensa Alekhirie. - E a l e s y W i l l i a m s .
61 F i nales a rt í sticos. K a s pa r i a n .
62
-
D i cc i onario d e ajedrez. - R a m ó n I b e r o .
63 Curso d e aperturas. Abiertas. - Panov y Estrin.
64 Curso de aperturas. Semlablertas. - Panov y Estr l n .
65 Curso de aperturas. Cerradas. - Panov y Estri n.
66 Defensa slclllana. Variante Schevenlngen. - A. N i klti n .
67 Práctica de las aperturas. - L. Pachma n .
68 Práctica del medio juego. - L. Pachma n .
69 Práctica de los finales. - L. Pachma n .
70 Ajedrez y computadoras. - Pachman y Kühnmund
•
AJ E D R EZ V COM PUTADORAS
Pacbman Kühnmund
•
EL CONTRAATAQUE EN AJ E D R EZ
Damski