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La ortografía, los errores de

formato, la longitud y hasta


olvidar poner una forma de
contacto pueden costarte un
empleo.

En la misión de encontrar un empleo, el


Currículum es el documento más importante
que podemos presentar a un reclutador pues
es donde se encuentra contenida toda nuestra
marca personal y todos nuestros logros
profesionales.

Resaltar nuestras fortalezas es un punto clave


que puede ayudarnos a obtener un
puesto pero por el contrario, cometer un error
en la presentación del CV, muy
probablemente nos dejará fuera de la
competencia.
Aquí te presentamos 20 errores frecuentes
que debes evitar:

- Ortografía, redacción y tipografía


El 84% de los currículums no sobreviven ni 10
segundos en manos del reclutador antes de
irse a la basura por encontrar errores de
ortografía, fallas de redacción o tipografías
que dificultan su lectura. Quizá esta sea la
forma más fácil de ser descartado para un
puesto de empleo pues fallas de este tipo
demuestran falta de interés en lo que se
presenta, poco interés por los detalles y falta
de compromiso.

- Centrarse en las responsabilidades y no


en los logros
La combinación perfecta es hablar de
nuestras responsabilidades en cada puesto
pero también de los logros en cada uno.
Mencionar sólo las primeras es un ejercicio
inútil que no denota los alcances de un
profesional.
Para evitar incurrir en este error recuerda las
siglas SAR (Situación, Acción Resultados) y
construye frases como la siguiente:
“Encargado del área de Recursos Materiales,
Implementando procesos de mejora continua
y aumentando el 20% de eficiencia en
almacenes y registrando ahorros del 10%
anuales)

- Privilegiar longitud y no contenido


Al contrario de lo que comúnmente se piensa,
el exceso de información dificulta la lectura e
impide encontrar los logros verdaderamente
importantes.
En la elaboración del CV siempre debe
privilegiarse la calidad y destacar sólo
aquellos puntos que nos hacen expertos en
nuestras áreas. Un currículum no debería
exceder las dos páginas de información y
aquella información que quede fuera, puedes
reforzarla durante la entrevista personal.

- Proporcionar un e-mail inapropiado


Es común que por comodidad, las personas
utilicen su cuenta de correo habitual y la
proporcionen como forma de contacto, sin
embargo, muchas de ellas son inapropiadas
para denotar una imagen profesional
“sexygirl@yahoo.com,
elguapodelbarrio@gmail.com,
gatito123@hotmail.com”. Lo correcto es
generar una cuenta de correo profesional para
este tipo de casos:
“ernestogomez_fotografo@gmail.com,
rhernandezpazos@hotmail.com”.

- No adaptar tu Currículum a cada


destinatario
Es importante tener un CV general con toda
la información de nuestra experiencia
profesional pero es mejor, personalizar el
currículum a cada puesto al que aspiramos.
Las vacantes tienen necesidades específicas
así que lo ideal sería destacar nuestros puntos
fuertes respecto a cada una de esas
necesidades, por ejemplo, si eres
Programador y aplicas para una puesto como
programador Java, deberías resaltar los
proyectos que has realizado en ese lenguaje.
Otro error importante es no denotar nuestras
capacidades para el puesto al que aspiramos.
Por ejemplo, un experto en Marketing que sólo
presenta su CV en una hoja elaborada en
procesador de texto, seguramente no es muy
bueno implementando estrategias publicitarias
si no es capaz de vender su propia imagen a
un reclutador.

- Omitir el objetivo profesional


Una gran mayoría olvida incluir un objetivo
profesional o incluye uno poco contundente,
nada más a manera de relleno. Aprovecha
este espacio, tres renglones para destacar tus
puntos fuertes y las áreas en las que eres
experto, son suficientes y hacen una gran
diferencia.

- Incluir abreviaturas, tecnicismos y


términos rebuscados
En promedio, un CV está en manos de un
reclutador entre 10 y 20 segundos así que
incluir demasiados tecnicismos, abreviaturas o
términos especializados reducirá tus
oportunidades porque hará que el reclutador
pierda tiempo en descifrarlo y termine por
descartarte.

- Incluir demasiados números de contacto


o no incluirlos
La limpieza visual de tu CV es parte
fundamental y el exceso de datos sólo
confunde e incluso irrita al reclutador. Incluye
sólo un número donde sepas que estarás
disponible en horarios de oficina y en el que
puedas atender la llamada. Otro error común
es olvidar incluir un número de contacto así
que aunque se interesaran en ti, hicieras
imposible localizarte.

- Proporcionar información confidencial


Siempre es importante ser celosos y proteger
la información sumamente personal pues aún
cuando por Ley o códigos de ética de las
empresas, no deban compartirse los datos de
los aspirantes, nunca se sabe por manos de
quién puede pasar. Jamás incluyas en un CV
números de cuentas bancarias, sueldos o
datos económicos, ni propiedades. Si la
empresa llegara a requerirlos, seguramente
sería ya en un proceso avanzado de la
contratación.

- Incluir información poco apropiada


A menos que el puesto lo requiera, es
innecesario incluir información como tu peso,
estatura o una lista de tus aficiones
personales (tu equipo favorito de fútbol). Si lo
haces, seguramente el reclutador pensará que
no tienes suficiente información profesional de
la cual hablar.

- Exponer las razones por las que has


salido de otros trabajos
Incluir los motivos por los que has dejado tus
otros empleos, aún cuando hayan sido
justificados, es una invitación a no contratarte.
Evita mencionar esta parte en el documento
impreso.

- El uso de pronombres personales (Yo)


El uso del “Yo” provocará que tu currículum se
convierta en un culto a tu ego y que denote un
pobre manejo del lenguaje y los sinónimos.
Sustituye “Yo incrementé en 24% las
ventas…” por “Implementé una estrategia que
incrementó las ventas en un 24%...”.

- Mentir o ser incongruente


Puede parecerte una salida fácil pero los
reclutadores están capacitados para detectar
incongruencias como fechas, empresas para
las que no has trabajado o cargos que no has
ocupado. Ser deshonesto en el CV es
equivalente a perder la oportunidad de ser
reclutado.

- Ser arrogante y vanidoso


Una cosa es presumir tus logros y
capacidades y otra muy distinta ser arrogante
y narcisista, hecho que puede resultar
particularmente molesto para un reclutador.
Destaca siempre tus mejores puntos pero deja
que sea él quien decida que tú eres el
candidato idóneo. Jamás se te ocurra
presentarte como ‘el mejor’.

- Ser modesto o mostrar baja autoestima


Ocultar o minimizar tus logros por modestia,
es de los peores errores que puedes cometer
pues para una empresa, es sinónimo de falta
de liderazgo, autonomía y carácter. Nadie
quiere contratar indecisos.

- Mal diseño y errores de formato


Aunque es recomendable que adaptes tu CV
a tu área de especialidad y seas creativo, la
limpieza, el orden y facilidad de lectura es lo
que debes privilegiar siempre. Utiliza fuentes
legibles (Arial, Times, Calibri) de entre 10 y 12
puntos. Evita en todo momento las fuentes
caricaturizadas, demasiado con adornos
excesivos y también el exceso de colores.

- Descuidos en la foto
La fotografía es un elemento muy delicado en
el CV porque es tu imagen directa en un
documento. Lo mejor es sólo presentarla
cuando lo solicitan y en esos casos, debes
elegir alguna imagen nítida y reciente en la
que te muestres profesional (postura,
vestimenta, sonrisa moderada). Evita las fotos
borrosas, pixeladas, recortadas de otras fotos,
informales o tomadas en lugares que
destaquen más que tú.

- Utilizar “Currículum Vitae” de título


Es un error que ocurre en más del 80% de los
casos y que demuestra redundancia y falta de
creatividad. En lugar de eso, coloca un título
que comunique tu valor profesional o tu
experiencia; eso te garantizará mucho mayor
impacto.

- Hacer párrafos interminables


Los párrafos largos hacen casada la lectura y
por lo tanto aburrida. Lo mejos que puedes
hacer es presentar frases cortas y usar
viñetas (bullets).

- No actualizar el Currículum
Procura tener toda tu información al día, no
hacerlo es enviarle el mensaje a tu reclutador
de que no tienes tiempo para tu marca
personal.
ERRORES HABITUALES EN UNA ENTREVISTA
Como ya te he enseñado en otros artículos sobre la entrevista de trabajo, actualmente
cualquierentrevista laboral puede ser decisiva. Quizás hace unos años bastaba con tener un
buen curriculum vitae y encajar en el puesto para optar al mismo, pero de un tiempo a esta parte
las cosas han cambiado mucho y ya no es suficiente tener estudios.

Errores frecuentes en una entrevista de trabajo


#1 Ilusionarte en exceso

Esta la pongo por las preguntas e historias que recibo casi a diario de todos vosotr@s. Llegar a
una entrevista de trabajo es difícil, pero superarla es todo un reto de preparación y solvencia
contigo mismo. Un error muy común, desde mi punto de vista, es que hay personas que se
ilusionan en exceso, y eso puede llevarles a un exceso de confianza que haga crecer
los errores que vas a ver a continuación.

#2 Llegar sin los deberes hechos


No haber buscado toda la información posible sobre la compañía y sobre el puesto es otro de
losgraves errores. Si de verdad quieres conseguir un trabajo debes preparar la entrevista
como si se tratara del último examen de tu vida –y probablemente lo será, hasta que cierre la
empresa, te echen o te marches a otro lado–.

En primer lugar tienes que saber bien a qué puesto estás optando y cómo es la empresa que te va
a hacer la entrevista. Esto parece baladí, pero lo cierto es que mucha gente acude a los
procesos de selección sin saber muy bien donde se está metiendo. Para prepararse
correctamente una entrevista de trabajo hay que investigar lo máximo posible sobre la empresa a
la que se acude. No está de más saber quiénes son sus accionistas, qué perfil ideológico tienen
los dirigentes, cuántos empleados tiene, si el negocio va bien o mal, la reputación que tiene en el
sector… Cualquier información puede ser útil en el transcurso de la entrevista, y los
responsables de recursos humanos valorarán positivamente a aquellos candidatos que se hayan
preocupado por conocer la empresa.

Gran parte de esta información podrás encontrarla en Internet, pero mucha otra no, por lo que no
es mala idea buscar algún contacto en la empresa con el que podamos hablar antes de
enfrentarnos a la entrevista. Con un poco de suerte incluso puede que conozca al entrevistador y
pueda darnos alguna pista que nos sea útil.
Nunca acudas a la cita con el entrevistador sin haberte informado previamente acerca de la
persona con la que te vas a encontrar. Tampoco debes presentarte en una empresa sin haber
recopilado información sobre la misma y las últimas noticias publicadas en prensa.

#3 Llegar tarde

Aunque parezca increíble, es un error tan habitual que merece un punto aparte. Antes de ir a
una entrevista de trabajo debemos saber perfectamente dónde va a tener lugar y cuánto
vamos a tardar en llegar allí. Lo mejor, claro está, es que vayamos con tiempo de sobra,
aunque tengamos que estar dando vueltas a la manzana hasta que llegue la hora acordada.

No llegar en hora a la entrevista de trabajo significará perder unos puntos muy positivos frente
al entrevistador y empezar con muy mal pie el proceso.

#4 Descuidar la imagen, el vocabulario y las expresiones


Y no me refiero a que no lleves ropa de marca o que tu corbata no esté a la última moda. Lo
importante en cuestiones de vestimenta: vestirse acorde con la posición y con la cultura de la
empresa. La apariencia, por mucho que lo nieguen los responsables de recursos humanos, sigue
siendo un aspecto que se tiene muy en cuenta en las entrevistas de trabajo y uno de los puntos
donde más errores se comenten. Para elegir el atuendo adecuado con el que debemos
presentarnos en una entrevista debemos saber antes cómo van vestidos los empleados de la
empresa.

Se debe evitar utilizar un vocabulario vulgar o expresiones demasiado coloquiales


El traje es necesario en empresas donde todo el mundo lo lleva, pero si acudimos a una
entrevista en traje cuando nadie en la empresa lo usa, la impresión que vamos a causar puede ser
un poco extraña. Lo mejor, en cualquier caso, es no llamar la atención con la ropa que llevas –a
no ser que estés optando a un puesto en alguna empresa relacionada con la moda–. No es
recomendable usar perfumes fuertes, gafas de sol, ni modelos extravagantes. Cualquier cosa que
pueda sorprender al entrevistador podría distraerle de lo que verdaderamente importa, que son
tus habilidades para afrontar el trabajo.

#5 Decir lo que crees que el entrevistador quiere oír


Los entrevistadores valoran positivamente la sinceridad del entrevistado y, como dice el refrán,
se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Tratar de decir lo que pensamos que quiere
escuchar quién nos hace la entrevista no sirve de nada, pues nos hará perder naturalidad,
que es uno de los aspectos que, precisamente, más se tienen en cuenta. Si sonamos forzados
estaremos perdiendo puntos.

Lo mejor para evitar este error es acudir a las entrevistas viéndolas más como un encuentro
entre profesionales que como un paso ineludible para que te den un trabajo. No es sencillo,
pero se trata de una buena técnica que, además, puede evitarte numerosos malentendidos. Si en
el transcurso de una entrevista te das cuenta de que el puesto no es como creías, que la empresa
tiene unos horarios imposibles, que el sueldo no es nada del otro mundo… ¿Realmente quieres
optar por el puesto? Tal y como están las cosas, quizás sí, pero desde luego no es lo ideal. Y si
mientes, lo van a notar y va a ser peor.

#6 Asumir que el entrevistador es el que manda


Al acudir a una entrevista es habitual sentirse en una posición de autoridad inferior a la del
entrevistador. Es algo normal, teniendo en cuenta que la mayoría de entrevistadores tratan de
mostrar más autoridad de la que tienen. Pero… ¿Realmente está el entrevistador en una
situación más cómoda? Lo cierto es que, en muchas ocasiones, no lo está. Tú necesitas un
trabajo, pero él/ella tiene mucha presión para contratar a las personas adecuadas. Contratar
a un inútil o, peor aún, a alguien que mine la confianza del equipo, puede costarle la cabeza a un
responsable de recursos humanos. Visto así, no parece que esté en mejores condiciones.

Volviendo al consejo del anterior punto, es mejor pensar en las entrevistas de trabajo como
si fueran reuniones profesionales, donde cada uno está haciéndolo lo mejor que puede.
Esto liberará muchas tensiones y te hará sentir que estás tratando con alguien en igualdad de
condiciones.
#7 Exagerar en tu formación o experiencia

Este es un error previo a la entrevista, que se comete en la elaboración del currículum vítae,
pero que sale a relucir siempre en ésta. Es, quizás, el peor de los fallos que se pueden cometer e,
inexplicablemente, el más habitual. Lo primero que hace un responsable de recursos
humanos es comprobar que lo que se dice en el CV es cierto.

Mentir solo sirve para que el entrevistador se lleve la peor de las impresiones. Sin embargo, si
uno es sincero en el currículo, puede llegar a sorprender de forma muy positiva a la persona que
hace la entrevista que, casi por defecto profesional, se espera que el CV
esté sobredimensionado y exagerado. En definitiva, eso de poner “nivel de inglés alto” y no
saber mantener una conversación no cuela. Y lo normal es que te pillen.
#8 Dejar que el entrevistador haga todas las preguntas

Aunque el entrevistador es quien, obviamente, va a dirigir la entrevista, es un error dejar que sea
él el que haga todas las preguntas. Al fin y al cabo, lo que está en juego es un contrato, un
acuerdo entre dos partes, por lo que el candidato también tiene preguntas que hacer: ¿cuáles son
las condiciones? ¿Qué responsabilidades concretas tiene el puesto? ¿Es necesario viajar? ¿El
horario es fijo o podría cambiar en el tiempo? Plantear este tipo de cuestiones no resulta una
intromisión, sino algo legítimo que el entrevistador va a valorar positivamente, en la
medida en que va a ver un interés y una motivación genuina por el puesto.

Saber hacer las preguntas adecuadas nos proporciona dos ventajas:

 Por un lado estaremos causando una buena impresión


 Por otro obtendremos respuestas que nos harán valorar adecuadamente el puesto al
que optamos

No hacer una sola pregunta en toda la entrevista, sobre todo si, tras finalizarla, como es habitual,
el entrevistador dice “¿Tienes alguna pregunta?” es un error gigantesco que no se debe pasar
por alto.

#9 Interrumpir al interlocutor
Espera el momento para intervenir, deja que el consultor formule las preguntas y tómate tu
tiempo antes de contestar, evita cometer el error de precipitarte. Recuerda que deberías haber
preparado la entrevista y tener un cierto “guión y discurso” para resultar estructurado y
coherente.

Preguntar por la hora durante la entrevista es un método infalible para que no te contraten
En el medio está la virtud. No conviene hablar poco, pero tampoco es bueno hablar demasiado.
Una clave es saber escuchar e ir ofreciendo poco a poco datos de tu trayectoria profesional.

#10 Alargar demasiado las respuestas


Tus respuestas han de durar más de 20 segundos y menos de 2 minutos. No hace falta llevar
un cronómetro para ser consciente de eso. Evita los monosílabos. No divagues a la hora de
responder a las preguntas de tu entrevistador. Debes haber preparado la entrevista y saber
resumir los principales hitos de tu trayectoria de manera estructurada. No evites entrar en los
detalles “comprometidos” de tu trayectoria; si has sido despedido de tu antigua empresa debes
comentarlo y explicar las razones que llevaron a la finalización de tu contrato (no eres el
primero, ni serás el último a quien le ha sucedido).

#11 Hablar mal del antiguo puesto, empresa, compañeros o jefe


En una entrevista es inevitable responder a preguntas sobre tus pasadas ocupaciones laborales,
pero nunca, bajo ningún concepto, debes cometer el error de hablar mal de tus antiguos
jefes. Pese a que te hayan hecho la vida imposible criticarles es siempre una mala idea, pues
el entrevistador puede pensar –aunque no tenga razón– que quizás la culpa es tuya y puedes ser
causa de problemas. Esto no quiere decir que no puedas hablar de cosas que no te gustaban de
tus anteriores puestos de trabajo, pero solo si está justificado en la conversación y, en ningún
caso, si incluyen críticas a tus antiguos jefes.

Nota: Si hablas mal de alguien, debes dar motivos razonados, evitar los descalificativos y
excusas. No hay que mostrarse como un trabajador conflictivo.

#12 Falsear u ocultar información sobre tu vida personal


Genera desconfianza en el consultor o entrevistador es un error que puede suponer el final
de tu participación en el proceso en cuestión. Un buen consultor sabrá detectar incoherencias
en la vida profesional de un candidato. Adicionalmente el proceso de toma de referencias
revelará cualquier omisión de información. No olvides que la confianza es la base de la empatía
con un consultor de selección. Seguramente vuestra relación puede durar años y podrá influir en
diferentes momentos de tu carrera profesional, así que es mejor basar dicha relación en la
confianza.

Crear una imagen que no encaja con lo que realmente eres, puede llegar a despistarte también
con respecto a lo que quieres llegar a ser. Es mejor apostar por expresar en el currículo y
durante la entrevista de trabajo quiénes somos, cuáles son nuestras cualidades más
destacadas y a qué estamos dispuestos a renunciar para ponerlas en marcha –en función de
nuestras circunstancias personales–, que tratar de ajustar agrandando o rebajando nuestra
experiencia, formación, conocimientos y habilidades a los requisitos que creemos que se están
buscando.

#13 Pasar por al alto faltas de respeto


Todos conocemos a alguien que, tras salir muy decepcionado de una entrevista, acepta el trabajo
pensando que su percepción podía ser incorrecta. La realidad, por desgracia, es que en la
mayoría de ocasiones si la entrevista nos ha trasmitido malas vibraciones el trabajo será
aún peor y lo dejaremos a la primera de cambio.

Por nuestro bien, y por el del resto de trabajadores, no debemos tolerar que se hagan
preguntas ilegales en las entrevistas -¿planeas quedarte embaraza? ¿Eres de derechas o de
izquierdas? ¿Qué religión prácticas?–, que nos traten sin respeto o se nieguen a contestar
preguntas esenciales sobre el puesto de trabajo. Pasar por el aro en este tipo de cosas solo puede
costarnos un disgusto. Por mucho que necesites el empleo, lo mejor en estos casos es abandonar
la entrevista.

#14 Acudir a la entrevista con familiares o amigos


Se trata de una reunión personal. Es lo que se conoce como padres helicóptero, que intervienen
excesivamente en los procesos de selección de sus hijos, inquiriendo a los entrevistadores o
pidiendo explicaciones a los empleadores son una influencia perjudicial para los candidatos. Las
compañías ven en este tipo de “ayuda” innecesaria una falta de madurez o independencia de
aquellos que buscan trabajo.

#15 Mostrar escasa sinceridad, confianza y actitud


En el momento de iniciar la entrevista, el candidato debe mostrarse sincero, amable y con
seguridad en sí mismo. La confianza es una parte fundamental. Si alguien no confía en uno
mismo, nadie más lo hará; los encargados de recursos humanos persiguen detectar este tipo de
fortalezas y debilidades.

No se debe caer en el extremo de adoptar un comportamiento arrogante. Conviene que


durante la charla con el entrevistador, el candidato se muestre humilde, pero confiado. Debe
aguardar a que el entrevistador lleve la iniciativa, dejarle que sea él quien dé la mano en primer
lugar y en ofrecer asiento, así como mantener una actitud e interés constantes en todo momento
y llevar a cabo las preguntas pertinentes cuando sea conveniente.

#16 No adaptar el perfil al puesto requerido


Deben potenciarse las habilidades y aptitudes que mejor se adapten al puesto específico
para el que se opta. Para ello habrá que conocer la empresa, el puesto y las tareas que se
realizarán. Se trata de identificar lo que espera la empresa para el nuevo puesto y adaptarse a ese
perfil para ser el candidato idóneo. Por muy completo que sea un CV o un candidato, si no se
amolda a las características y necesidades concretas de la oferta, será muy difícil que consiga el
puesto.

#17 No apagar o silenciar el móvil


El móvil, nuestro amigo inseparable. Apaga o silencia el móvil antes de entrar a la
entrevista. Son muchos los casos de solicitantes que reciben llamadas o mensajes durante la
entrevista. Y aunque no te lo creas, muchos de ellos incluso contestan estando en medio de la
entrevista. Probablemente, ya lo has adivinado. Una simple de llamada mientras te entrevistas y
tus oportunidades de conseguir el trabajo se reducirán a cero.

#18 Hablar sobre temas de sueldo, vacaciones o beneficios


Es un tema fundamental, pero el candidato no debe reflejar inquietud por ello, o concederle la
única o máxima importancia. Inquirir desde el primer momento por el sueldo, las vacaciones o
los beneficios que se esperan obtener es un error que no debe cometerse.

No se debe gesticular en exceso o cruzar los brazos, apoyarse sobre la mesa o reclinarse
demasiado en el respaldo de la silla
El momento de hablar sobre ello, si se desconocen las condiciones antes, ha de iniciarlo el
entrevistador. O bien cuando ofrezca la posibilidad de plantear alguna duda, al final de la
entrevista. Pero hay que ser consciente de que, según la política de algunas empresas, es posible
que no traten este tema en la primera prueba.

#19 Obviar la gestualidad


No solo debe cuidarse la expresión verbal. Los responsables de los procesos de selección
buscarán obtener la máxima información posible del candidato y una de las principales
fuentes de información es la comunicación gestual.

Gracias a ellas, los profesionales obtienen una gran cantidad de aptitudes y actitudes del
candidato. Entre las recomendaciones destacan: reflejar seguridad en uno mismo, evitar
gesticular en exceso o cruzar los brazos, apoyarse sobre la mesa o reclinarse demasiado en el
respaldo de la silla y los gestos que demuestren fragilidad o confusión.

# 20. IRTE SIN DAR LAS GRACIAS

6 Cosas Que Harán Que Tu CV Sea


Descartado
¡Qué No Te Descarten! Toma nota ..
A la vez que nosotros pensamos que ciertas palabras
o frases pueden ayudarnos a parecer mejores, otras
mil personas están pensando lo mismo mientras
elaboran su currículum. Por ello, te diremos cuáles
son algunas de esas cosas que muchas gente pone y
que hay que evitar utilizar. No queremos que tu
currículum acabe en el montón de los descartados.

1. "Busco
Desarrollarme Como
Profesional"
Evidentemente, si estás buscando un trabajo, es
porque quieres desarrollar tu carrera profesional.
Pero, ¿qué es realmente lo que buscas? Si quieres
hablar de crecimiento profesional, especifica en qué
quieres especializarte o qué es lo que quieres
aprender. Fija un objetivo, "desarrollarse como
profesional" quiere todo el mundo.
2. Capacidad De
Liderazgo
¡Demuéstralo!
No sirve de nada que pongas que tiene capacidad de
liderazgo si resulta que hasta el momento nunca has
tenido personal a tu cargo. "¿De quién eras líder
entonces? ¿Cómo sabes que tienes esa capacidad?",
se preguntarán los reclutadores. Piensa las cosas
antes de ponerlas y sé coherente.

3. Experiencia De X
Años.
Puedes llevar un siglo trabajando en un sector, pero
al reclutador lo que le interesa saber es qué has
aprendido a hacer durante todo ese tiempo. No
calcules tu valía en años, calcúlala en conocimientos.
No digas cuántos años llevas haciendo lo mismo,
cuenta qué es eso qué has estado haciendo y que tan
bien sabes hacer.

4. Orientado Al Logro
De Resultados.
Puedes estar todo lo orientado que quieras, pero a un
reclutador lo que le interesa es si alguna vez
conseguiste realmente resultados. No utilices esto a
modo de adjetivo como si fuera una cualidad propia,
facilita datos y preséntalo como un logro real. Por
ejemplo, cuenta aquella vez que conseguiste que
aumentara el porcentaje de venta.

5. Exceso De
Información
Personal.
A menos que te lo exijan, no es recomendable poner
datos excesivamente personales como son por
ejemplo tus hobbies o intereses fuera del ámbito
profesional. En cuanto a los datos de contacto, con
un teléfono y un correo electrónico basta. Por
ejemplo, poner tu dirección puede cerrarte puertas
aunque estés dispuesto a desplazarte.

6. Explicar Situaciones
Negativas De Las Que
Salimos Airosos.
Aunque aquella vez que conseguiste no perder a unos
clientes fuera toda una gesta, no es recomendable
que lo cuentes todo. Hay que destacar siempre lo
positivo, así que no relates cómo estuviste a punto de
perderlos, menciona cómo lograste conquistarlos.

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