LLAMADOS A LA SANTIDAD
Ser santo o llamado a la santidad suena a broma cuando todo lo que nos rodea
solo habla de pecado, de maldad, de alejamiento de los valores, de una vida lejos
de la santidad. Algunos creen que la santidad nace con uno o que la persona está
predestinada a la santidad a lo que es más asombroso los santos son aquellos que
pueden hacer milagros.
La santidad es un deber, como decía la beata Madre Teresa de Calcuta. Es nuestro
deber de luchar y alcanzar la santidad en nuestro diario vivir, pues venimos de una
raza celestial, somos hijos de Dios, herederos del Reino de los Cielos y, en
consecuencia, somos santos, pues nuestro Padre es Santo.
Ser santo implica ir contra la corriente según lo que predica el mundo. Ser santo
es seguir a Cristo.
 ¿Creen que es posible vivir santamente en la sociedad actual?
 ¿Qué actitudes, valores o virtudes debe tener una persona santa?
 ¿Qué dificultades encontramos para vivir santamente?
 ¿Creen que todos estamos llamados a la santidad? Expliquen su
respuesta.
La santidad no es una moda, un capricho, una idea irracional. La santidad o mejor
dicho la vida santa es una realidad que pocos se atreven a vivir. En un mundo lleno
de vanidades y de hedonismo, la idea de vivir santamente cuestiona y enceguece
a aquellos que quieren seguir viviendo en la sombra y en la oscuridad.
La santidad es una decisión de vida, pero sobre todo una obligación para todo
bautizado que está llamado, precisamente, a ser santo en medio del mundo. “Sed
sal de la tierra, sed luz de la tierra” (Mt 5, 13-16)
Si bien es cierto que hay personas, seres como nosotros que con acciones
extraordinarias han llegado a los altares, pues estos son los pasos para ser
canonizados: hacer milagros o dar la vida por la fe (código de derecho canónico
1403), también es cierto que por nuestra naturaleza de hijos de Dios por el
Bautismo, heredamos el Reino de los Cielos y, ¿Quiénes heredan sino los hijos y,
con ello toda la estirpe del padre? De la misma manera al ser hijos de Dios
heredamos también su santidad.
Es por eso que ser Santo no es un deseo o una simple casualidad de la vida que
llevamos, no es así, ser santos es una responsabilidad y una obligación de los hijos
de Dios, ya que debemos parecernos a nuestro Padre Dios. Esta es la misión real
que recibimos en el bautismo. Ser sano como nuestro Padre es santo (Mt 5,48)
 ¿Qué es el bautismo?
 ¿Quiénes hacen milagros y dan la vida por la fe? Cita dos ejemplos
 Elabora un cuadro comparativo sobre las conductas que nos alejan y nos
acercan a Dios para ser personas santas.
 ¿Consideras a la Virgen María un modelo de santidad’ ¿Por qué?
LLAMADOS A LA SANTIDAD
Ser santo o llamado a la santidad suena a broma cuando todo lo que nos rodea
solo habla de pecado, de maldad, de alejamiento de los valores, de una vida lejos
de la santidad. Algunos creen que la santidad nace con uno o que la persona está
predestinada a la santidad a lo que es más asombroso los santos son aquellos que
pueden hacer milagros.
La santidad es un deber, como decía la beata Madre Teresa de Calcuta. Es nuestro
deber de luchar y alcanzar la santidad en nuestro diario vivir, pues venimos de una
raza celestial, somos hijos de Dios, herederos del Reino de los Cielos y, en
consecuencia, somos santos, pues nuestro Padre es Santo.
Ser santo implica ir contra la corriente según lo que predica el mundo. Ser santo
es seguir a Cristo.
 ¿Creen que es posible vivir santamente en la sociedad actual?
 ¿Qué actitudes, valores o virtudes debe tener una persona santa?
 ¿Qué dificultades encontramos para vivir santamente?
 ¿Creen que todos estamos llamados a la santidad? Expliquen su
respuesta.
La santidad no es una moda, un capricho, una idea irracional. La santidad o mejor
dicho la vida santa es una realidad que pocos se atreven a vivir. En un mundo lleno
de vanidades y de hedonismo, la idea de vivir santamente cuestiona y enceguece
a aquellos que quieren seguir viviendo en la sombra y en la oscuridad.
La santidad es una decisión de vida, pero sobre todo una obligación para todo
bautizado que está llamado, precisamente, a ser santo en medio del mundo. “Sed
sal de la tierra, sed luz de la tierra” (Mt 5, 13-16)
Si bien es cierto que hay personas, seres como nosotros que con acciones
extraordinarias han llegado a los altares, pues estos son los pasos para ser
canonizados: hacer milagros o dar la vida por la fe (código de derecho canónico
1403), también es cierto que por nuestra naturaleza de hijos de Dios por el
Bautismo, heredamos el Reino de los Cielos y, ¿Quiénes heredan sino los hijos y,
con ello toda la estirpe del padre? De la misma manera al ser hijos de Dios
heredamos también su santidad.
Es por eso que ser Santo no es un deseo o una simple casualidad de la vida que
llevamos, no es así, ser santos es una responsabilidad y una obligación de los hijos
de Dios, ya que debemos parecernos a nuestro Padre Dios. Esta es la misión real
que recibimos en el bautismo. Ser sano como nuestro Padre es santo (Mt 5,48)
 ¿Qué es el bautismo?
 ¿Quiénes hacen milagros y dan la vida por la fe? Cita dos ejemplos
 Elabora un cuadro comparativo sobre las conductas que nos alejan y nos
acercan a Dios para ser personas santas.
 ¿Consideras a la Virgen María un modelo de santidad’ ¿Por qué?