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La Etnografía

Económica

LUCIO MENDIETA Y NUÑEZ

La finalidad de la ciencia económica fundamental-


mente, no es otra que la de procurar que el hombre
aproveche los bienes materiales de la mejoi manera
posible. Tiene un aspecto puramente especulativo que
en el caso se denomina Economía Política; pero tam-
bién tiende a realizaciones en beneficio del hombre y
así, la Economía Aplicada "trata de descubrir los me-
jores medios prácticos de acrecentar la riqueza de un
país, por medio de grandes sistemas y la Economía So
cial, también llamada "Política Social" trata de hacer
más felices a los hombres, trata de investigar lo que
debe ser y lo que hay que hacer". (1)
Entre estas tres fases de ¡a ciencia económica, exis
ten lazos estrechísimos, mejor aún, constante inter-
dependencia que no debe olvidarse, porque la Econo-
mía pura, sin relaciones con sus fines políticos, lleva
a la elaboración de sistemas que a menudo contrarían
la realidad social y a su vez, no es posible desarrollar
una Economía Aplicada ni menos una Política So-
(1).—Charles Gide.-Economía Política.-Págs. 3 y 4.
152 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

cial eficiente, sin la base teórica general de la Economía


Política.
En el primer caso se cae en la erudición vacía y en
el segundo, en el empirismo no menos funesto.
México ha sido víctima de estos extremos. El sis-
tema de los llamados "científicos" por la clarividen-
cia irónica del pueblo, logró una aparente prosperidad
pública. Porque los grandes sistemas económicos for-
mados por un país, a la vista exclusivamente de las
teorías, de los principios, de las leyes de la ciencia, lle-
va a éste, posiblemente, al acrecentamiento de sus ri-
quezas, a la elevación de las grandes cifras económi-
cas, pero es necesario, cuando de pueblos se trata, bus-
car, además, el alma de los números.
Si reducimos a números la economía de México,
resultará un país envidiablemente próspero, pero quie-
nes conocen la realidad nuestra, saben que detrás de
esos números^ optimistas, vive un pueblo miserable.
México habrá elevado el índice de sus riquezas; pero
no el índice de bienestar de la mayoría de su pobla-
ción.
Para que la Economía, considerada en sus tres as-
pectos, llegue a su verdadero fin, se impone, según lo
que llevamos expuesto, que además de estudiar los
grandes fenómenos y los grandes hechos económicos,
se oriente hacia el estudio de hechos más humildes, de
menor radio y de escasa importancia aparente, porque
sólo así podrá obtener un material vivo que sirva de
base humana a los grandes sistemas de la Economía
Aplicada y de la Economía Social.
__ Esta orientación se hace más necesaria en aquellos
países que como el nuestro tiene una población disím-
bola. Con cuánta razón opina el Dr. Manuel Gamio
que "en nuestro medio social, que es tan heterogéneo
en cuanto a tradición, raza, civilización o cultura,
idioma, etc., la investigación y principalmente la inter-
pretación económica, debe hacerse a base del previo
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 153

conocimiento sociológico, etnográfico y aun psicoló-


gico de los diferentes grupos que integran la pobla-
ción . . . (1)
El estudio de los hechos económicos que se mani-
fiestan en los medios sociales humildes, a que nos re-
ferimos, precisamente por derivarse de la vida cuoti-
diana de las gentes, son diversos en los diversos grupos
humanos y para captarlos, se requiere un método es-
pecial de la investigación que sólo puede ser el etno-
gráfico, puesto que la variedad de los hechos econó-
micos universales se encuentra explicada por la diferen-
cia de costumbres y ya se sabe que la etnografía se
ocupa especialmente de la descripción de los pueblos,
del estudio de "sus peculiaridades internas y exter-
nas". (2)
Para los que consideran a la Etnografía como una
ciencia, esta clase de investigación sería materia de una
rama de ella y basta se piensa que constituye una dis-
ciplina autónoma. El profesor Fritz Krause, ha for-
mulado una "Economía Etnográfica", pretendiendo
asignarle contenido propio y finalidad exclusiva. En
su obra, trata de establecer una relación casual entre
las diversas formas económicas de los pueblos primi-
tivos para hallar "una línea evolutiva de la economía
humana". "Trata de averiguar las causas que sirven
de fundamento a la vida económica en cada una de las
etapas de la cultura". (3)
Ya se ve que nosotros nos referimos a la investi-
gación etnográfica en otro sentido. Como método pa-
ra poner de relieve costumbres que influyen en la eco-
nomía de los sectores más humildes de la sociedad, pa-
(l)_Or. Manuel Gamio.-"Los Varios Mercados Mexicanos".-En
"El Trimestre Económico". - Núm. 5, pág. i.
(2). —Míchael Haberlandt.-Etnografía.-Editorial Labor, S. A..pág. 11
(3)—Profesor Frite Krause.-"Vida Económica de los Pueblos".-
Editorial Labor, 3. A., Barcelona- Buenos Aires.
164 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

ra fundar sobre los datos así adquiridos, todas las


actividades de la Economía Aplicada y de la Economía
Social. Por esta razón designamos a esta forma de
estudio directo "Etnografía Económica". Pensamos
en una Etnografía especialmente dirigida a la descrip-
ción de los hechos económicos y de las costumbres que
en ellos influyen hasta determinarlos o modificarlos.
Porque hasta ahora, la Etnografía se ha concreta-
do a describir las costumbres de los pueblos primitivos;
pero sin dar gran importancia a su vida y a su organi
zación económica. Describen sus habitaciones, la indu-
mentaria, sus creencias, ritos, supersticiones, prácticas
sociales, artes, etc. Raras veces pueden encontrarse en
los estudios de los etnógrafos, datos precisos relativos
al trabajo, a la producción y a la distribución de los
bienes; cuando se refieren a las formas de producción
lo hacen desde un punto de vista tecnológico preten-
diendo determinar por comparaciones, parentescos tri-
bales o zonas de influencia cultural; pero no les in-
teresa el dato económico.
Y este dato es el que tratamos que se ponga de re-
lieve mediante la Etnografía Económica como preciso
auxiliar de otros estudios más altos de economía, sin
los cuales esos estudios carecen de base sólida.
Algunos ejemplos servirán de base a estas afirma-
ciones y pondrán de relieve la importancia de la direc-
ción etnográfica señalada por nosotros.
Las investigaciones económicas sobre el costo de
la vida en los Campos de México, en las que se han to-
mado como base el precio de artículos de primera ne-
cesidad: maíz, carne, frijol, manteca, etc., en compa-
ración con los salarios que se pagan, han llevado a
conclusiones falsas, porque no se han tenido en cuen-
ta las costumbres de los diversos grupos étnicos que
componen nuestra población rural.
La costumbre en la preparación de los alimentos:
la preferencia que se da a unos sobre otros; ritos y fies-
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 135

tas religiosas que obligan al indígena a ahorrar sobre


lo indispensable para afrontar los gastos exigidos en
esos ritos y festejos, son entre muchos más, datos de
importancia que desdeña el investigador economista.
Don Matías Romero en su estudio sobre el costo
de la vida en México en 1891, hace una relación de
precios de artículos tales como el algodón, el arroz, la
azúcar, el frijol la harina, el maíz, el trigo, etc. El se-
ñor Lie. don Toribio Esquivel Obregón refiere los pre-
cios de estos artículos en los años de 1792, 1891 y
1908; pero olvidan ambos autores, el precio del pul-
que, artículo que, con el maíz, acostumbran la inmen-
sa mayoría de los trabajadores del campo como base de
su alimentación y cuyo precio por lo mismo, influye
más que el de los otros artículos considerados, en el
costo de la vida. En cambio el precio del trigo, de la
azúcar, casi no tiene importancia para determinarlo
por la sencilla razón de que la mayoría, por no deck
la totalidad de los jornaleros mexicanos casi no los
consumen. Trabajos etnográficos con orientación eco-
nómica realizados sobre algunos grupos indígenas,
demuestran que en el presupuesto de sus gastos de ali-
mentación el maíz, pero sobre todo el pulque, ocupan
la mayor parte.
La influencia de la costumbre en la forma de pre-
paración de los alimentos que a su vez redunda en el
precio de la ración alimenticia, es algo que no puede
discutirse y por lo mismo resulta evidente que una
simple lista de precios de artículos de primera necesi-
dad no puede dar una idea exacta del costo de la vi-
da. Esa lista no dice en qué proporción se usan esos
artículos y lleva a conclusiones necesariamente falsas.
En cambio una investigación etnográfica sobre la ali-
mentación de las poblaciones rurales de México, sí da
una idea precisa sobre este punto de gran importancia
económica y biológica porque no sólo indica con preci-
sión cuánto gasta en comer una familia de campesinos
136 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

proletarios, sino en qué forma prepara sus alimentos,


en qué proporciones están los artículos que usa en esa
preparación, cómo los prepara, con lo cual descubre
datos de incalculable valor para estudios sobre la efi-
ciencia o deficiencia de la alimentación que a su vez ex-
plicaría el valor de los trabajadores rurales como "fuer-
za de trabajo" en las distintas regiones del país.
Insistiendo en este punto, puede afirmarse que no
es posible conocer con exactitud la distribución que
hace del producto de su trabajo, el jornalero, si no se
tiene conocimiento de las formas que reviste la super-
vivencia del manismo entre las poblaciones indígenas
y de otras costumbres profundamente arraigadas que
imponen fuertes gastos en detrimento de la alimenta-
ción, del vestido, de otras atenciones personales, de tal
modo que más que una alza en el precio de la manta
o de los sombreros, zapatos, sarapes, etc., influye en
la pobre economía de las gentes de campo el alza en el
precio de las ceras votivas y de los cohetes, porque el
indio guarda durante todo el año, centavo a centavo,
un pequeño capital para quemarlo el día del santo pa-
trono de su pueblo.
En el costo de producción agrícola, los datos rela-
tivos al valor del grano que se emplea en la siembra, el
del alquiler de animales, impuestos, etc., que general-
mente se toman para determinarlo, no bastan para ex-
presar con exactitud ese costo, cuando se trata de re-
giones habitadas por indígenas de tan bajo nivel
cultural como los del Estado de Chiapas, entre los cua-
les viene a constituir una verdadera gabela el tributo
que pagan a los hechiceros con el fin de evitar que ha-
gan daños mágicos a sus sembrados.
Estos ejemplos sirven para poner de relieve la re-
lación, la influencia de las costumbres en los hechos
económicos y la necesidad, por lo mismo, de dedicar-
les una atención preferente; pero con independencia de
este aspecto, pintoresco si se quiere; pero no por ello
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 157

despreciable, existen otras consideraciones de carácter


estrictamente económico que exigen el conocimiento de
todas las relaciones, de todas las manifestaciones de es-
ta naturaleza que pueden observarse en los grupos hu-
manos de cultura primitiva, especialmente entre nues-
tros grupos indígenas, si se quiere dar un fundamento
y un sentido a todas las actividades relacionadas con
la Economía Aplicada y con la Economía Social.
¿Qué producen, cómo producen, cómo realizan
sus productos y qué utilidad perciben los proletarios
del campo, los pequeñísimos agricultores? De las
respuestas que con, apoyo en datos fehacientes se den
a estas cuestiones depende la acción concreta que debe-
rá desarrollarse en cada caso para mejorar su situación
económica.
En algunas regiones montañosas del Estado de
Oaxaca, en otras de sus costas, en las costas del Estado
de Guerrero, en regiones abruptas del Estado de Chia-
pas, por falta de comunicaciones y de organización
adecuada de los campesinos, se observa que éstos son
víctimas de explotaciones inicuas, porque como no
pueden llevar sus productos a lugares favorables para
su venta, se ven obligados a entregarlos a unos cuan-
tos acaparadores que les dan en cambio mantas, ar-
tículos de mercería, ceras, imágenes religiosas, etc., a
precios elevados, de tal modo que, como son los com-
pradores únicos posibles para el indio, además de que
ponen el precio a lo que compran, todavía obtienen
una ventaja leonina en la forma en que pagan ese
precio.
En el Estado de Sonora, las compañías pesqueras
pagan a un precio el pescado que les llevan los pes
cadores mestizos o criollos y a otro precio mucho más
bajo, el que les ofrecen los indios seris, sólo porque es-
tos son indios miserables incapaces de defender sus in-
tereses.
¿Y qué decir de aquéllas tierras magníficas que los
138 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

indios de diversas regiones de la República, siembran


de maíz para satisfacer la inveterada costumbre de ali-
mentarse con él no obstante que otros cultivos les serían
económicamente más provechosos?
Estos son apenas unos cuantos hechos vivos, arran-
cados a la realidad misma, de entre el gran número de
ellos que deben ser considerados en la elaboración de
todo sistema económico social. Por no tenerlos en
cuenta, han fracasado o no han tenido el éxito que se
esperaba, muchos de esos sistemas.
He aquí algunos ejemplos que sirven de apoyo a lo
expuesto:
El artículo 123 de nuestra Constitución, en su
fracción X establece que "El salario deberá pagarse
precisamente en moneda de curso legal, no siendo per-
mitido hacerlo efectivo con mercancías, ni con vales,
fichas o cualquier otro signo representativo con que se
pretenda substituir la moneda".
Teóricamente el precepto citado es indiscutible,
máxime si se tiene en cuenta el antecedente de las "tien-
das de raya", oprobioso sistema de explotación del peo-
naje. En la época colonial, la Ley II, Libro VI, Tí-
tulo XIII y la Ley VII, Título XIII, de la Recopila-
ción de Leyes de Indias, mandaban también que el
jornal se pagara en moneda, "en propia mano" y la
última disposición citada, prohibía que el jornal se pa-
gara en bebidas embriagantes, "vinos, chicha, miel ni
yerba del Paraguay", bajo pena de nulidad de pago y
multa de veinte pesos. Pero las investigaciones etno-
gráficas evidencian este hecho: las grandes haciendas
venden sus cosechas por entero a los almacenistas de
las ciudades y sí no separan una cantidad de maíz para
la atención de las necesidades de sus trabajadores, es-
tos, o se mueren de hambre o tienen que traer el maíz
de otras partes, a veces alejadas y de difícil comunica-
ción, pagándolo a precios muy elevados. De aquí la
costumbre de pagar al peón de campo parte de su sala-
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 159

rio en metálico y parte en maíz, costumbre que subsiste


y subsistirá a pesar del Artículo 123 Constitucional,
porque en ciertos casos, las leyes son impotentes para
modificar las realidades.
Otro ejemplo nos lo ofrecen las actuales leyes so-
bre Crédito Agrícola cuya crítica en extenso ya tene-
mos hecha, ( 1), leyes que no han podido satisfacer la
necesidad del crédito que se advierte en las poblaciones
rurales del país, sobre todo en las más aisladas, en las
de más bajo nivel cultural, entre las cuales esa necesi-
dad se manifiesta de una manera angustiosa.
Una investigación etnográfica conducida con fi-
nes económicos, descubriría cuáles son las operaciones
de crédito que se realizan en ese medio primitivo y mi-
serable: el préstamo de un arado, de un utensilio para
labores del campo, de semillas para la siembra y el con-
sumo, préstamos con frecuencia leoninos, que son una
de las causas de que el indio no pueda manumitirse de
la esclavitud económica en que vive. Pondrá de mani-
fiesto también la incapacidad de ciertos núcleos de po-
blación que no saben leer ni escribir, que hasta ignoran
él castellano, para compender y practicar los sistemas
de crédito cooperativo y llevaría necesariamente a la
elaboración de un sistema adecuado.

METODOLOGÍA.

La orientación económica de la Etnografía que


apuntamos en este estudio, para llenar los fines de la
Economía Aplicada y de la Economía Social, exige
la construcción de una metodología propia.
La Etnografía, en su nombre mismo, lleva im-
plícito el método que le es peculiar: la investigación
(1) —Lie Lucio Mcndicla y Núñez.-"E1 Crédito Agrario en México"
Origen. Evolución -Estado Actual-Crítica del Sistema Cooperativo. -
Imprenta Mundial, México, 1955.
EL TRIMESTRE ECONÓMICO

directa. En las Ciencias Sociales ese método, en forma


monográfica, fué introducido por Federico Le Play y
perfeccionado por Demulins, fundador de la Escuela
Italiana y por De Tourville y Du Marussen. El ca-
rácter de la investigación monográfica es principal-
mente económico, de manera que en nuestro concepto,
de una feliz combinación entre los procedimientos et
nográficos y los peculiares a la monografía económico-
social de los autores citados, se podrá llegar a la elabo-
ración de un método para la Etnografía Económica.
El problema del método es fundamental en el caso
que nos ocupa, porque de él depende el verdadero va-
lor de los datos aportados por la investigación. Puede
decirse que el escaso valimiento, el poco aprecio que se
hace entre nosotros de los trabajos de investigación et-
nográfica, depende precisamente de la ausencia de mé
todo que les resta seriedad.
Los trabajos etnográficos que se han hecho hasta
ahora entre las poblaciones rurales de México, princi-
palmente sobre las tribus indígenas de más bajo nivel
cultural, que son algo así como la supervivencia de es-
tados sociales prehistóricos, dan la impresión de sim-
ples relatos de viajero, o de superficiales descripciones
sin más valor que el de la firma del autor.
La ausencia de método impide descubrir los posi-
bles paralelos etnográficos, útilísimos para las ciencias
sociales, porque cada investigador examina solamente
los grupos de hechos, los aspectos que según su criterio
tienen mayor importancia y desde un punto de vista
personalísimo, de tal modo que es casi imposible esta-
blecer comparaciones entre los resultados de investiga-
ciones llevadas a cabo por diversos autores sobre di-
versos grupos humanos, y aun sobre las realizadas por
un mismo investigador carente de disciplina.
Para que la Etnografía Económica llegue a ser un
precioso auxiliar de la Economía Aplicada y de la Eco-
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 141

nomía Social debe, por lo mismo, disponer de un mé-


todo que haga posible la uniformidad de los procedi-
mientos de investigación, la semejanza en la índole del
material que habrá de considerarse, la identidad en los
objetos de estudio y que avalore los resultados por el
número y clase de observaciones.
De acuerdo con estas ideas, nosotros ensayamos la
construcción de un método para la investigación siste-
mática en la Etnografía Económica, que en seguida ex-
ponemos:
Una vez seleccionada la región o el grupo humano
que habrá de ser objeto de estudio, la investigación
comprenderá:
a) Una parte etnográfica y económica general.
b) Una parte etnográfica y económica concreta.
DESCRIPCIÓN GENERAL-.-L3 descripción del
ambiente biológico, de los antecedentes históricos, de
las características generales de la población y la situa-
ción de la misma en el seno social, serán como el pór-
tico, el escenario mejor dicho de todos los hechos, de
todas las situaciones que deberán describirse en seguida
y sin el conocimiento del cual es imposible compren-
derlas.
INVESTIGACIÓN PARTICULAR:—-Una vez
realizado el estudio general, se llevará a cabo la inves-
tigación concreta sobre los individuos y las familias.
enfocándola hacia los hechos económicos; pero en re-
lación íntima con su aspecto etnográfico.
El desarrollo parcial de estas ideas puede encon-
trarse en el esquema que hemos formado, susceptible
de perfeccionamiento y de modificaciones de acuerdo
con las necesidades que se deriven del objeto de estu-
dio, de la región, de las peculiaridades del grupo bu-
mano en el cual se desarrollan las investigaciones.
142 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

| l.-Siruación y descripción geográfica


2.-Clima
5.-Suelo
4.-Reino vegetal
a).-AMBIENTE BIOLÓGICO \ 5.-Reino animal
I 6.-Reino Mineral
7.-SaIubridad
| 8.-Censo
í 9.-Demografia

[ 1 .-Historia del grupo humano estudia-


¡ do, o del grupo social a que perte-
b) .-ANTECEDENTES HIS- ■j nece y de aquel en que está colocado
TORICOS
j 2.-EvoIución política
{ 3,-Orgariización política actual
cX-CARACTERISTICAS RA- l.-Antropológicas-fisiológicas
CIALES DE LA POBLA-
CIÓN 2.-Psicológicas

I 1.-Producción agrícola
j 2.-Producción industrial
d).-MEDIO ECONÓMICO
I 3.-Comunicaciones
{ 4.-Mercados

( 1.-Trabajo agrícola
2.-Trabajo industrial
3.-Tecnología
4.-Telergéíica-Formas y ritmos de tra-
e).-EL TRABAJO bajos
5.-Rendimiento
6.-Asociaciones de trabajadores
7.-Costumbres, supersticiones y con-
ceptos sobre el trabajo
1.-Patrimonio
2.-Distribución de la propiedad terri-
torial
O.-EL CAPITAL 3.-Elementos de producción
4,-Organizaciones de Crédito
5.-Formas de Crédito - Costumbres -
Conceptos sobre Crédito
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 145

1.-Clases y costos de la producción


agrícola por hectárea
2.-Clases y costos de producción in-
g).-ORGANIZACION DE LA Jj dustrial por unidad
PRODUCCIÓN \ 3.-DÍvisión del trabajo
4.-Formas de producción
5.-Asociaciones de producción
I 6.-Costumbres sobre la producción

1.- Formas de realización de la pro-


ducción
h).-EL CAMBIO .-Los transportes-Costo
.-Intermediarios-Comerciantes
( 1.-Utilidad diaria por individuo y por
familia en !a producción agrícola
! 2.-Utilidad diaria por individuo y por
0.-1NGRESOS •J familia en la producción induslrial
¡ 3.-Oiros ingresos (artes, oficios, ren-
tas, servicios, etc.)
> 4.-Jornales forma de pago
j 1.-Alimentación-Tóxicos
| 2.-Vestido
¡ 3.-Habitación
1 4.-Otros gastos domésticos
O.-EL CONSUMO i 5.-Necesidades morales
i 6.-Enfermedades
| 7.-Impuestos
i g.-Formasde ahorro-Destino del ahorro

•Lenguaje
.Manifestaciones artísticas
-Matrimonio
-Religión
-Folk Lore
k).-VIDA SOCIAL -Gobierno
-Criminalidad - Penalidad
-Actividad cívica
; 9.- Vicios Sociales
í 10..-Derecho Privado
■Obras públicas colectivas
144 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

En este esquema se ponen de relieve únicamente


los puntos fundamentales; pero a su vez, cada uno, es
susceptible de mayor desarrollo hasta el detalle siem-
pre que no degenere en la nimiedad intrascendente.
Los límites de este trabajo nos impiden llevar a su
extenso desarrollo el cuadro general transcrito; para
ejemplo tomaremos un solo punto del apartado g.
\ l.-Costumbrcs y supersticio-
nes sobre la alimentación
2.-Aríículos de consumo ali-
menticio y sus precios
g).-CONSUMO \ l.-La Alimentación 3.-Forma de preparación de
los alimentos
4.-Ración alimenticia-Su costo
L 5.-Valor nutritivo de la ración
alimenticia
l 6.-Alimentación infantil
Pero la formación de un cuadro metodológico pa-
ra la investigación, es sólo parte del método general
que encuentra en su realización práctica dificultades
que se acrecientan en razón directa de la extensión de
la zona geográfica y de la magnitud del grupo huma-
no objeto de estudio.
En la imposibilidad de llevar la indagación sobre
todos los individuos del grupo que se estudia, es nece-
sario reducir las observaciones a un número limitado;
¿pero qué número de observaciones deben hacerse para
considerarlas válidas, para que sirvan de sólido fun-
damento a una generalización? ¿Y cómo se escogerán
los tipos de observación?
Estas dos cuestiones están íntimamente ligadas.
Desde luego debe procurarse el mayor número de ob-
servaciones que sea posible y con objeto de reducir al
mínimo el coeficiente de variabilidad, es necesario, si-
guiendo el método monográfico de la escuela de Le
Play, hacer una subdivisión en subgrupos a fin de lle-
var las investigaciones al seno de cada uno de ellos,
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA l«

escogiendo al efecto las familias y los individuos tipos.


Esto requiere una previa observación general, una con-
vivencia suficiente con el núcleo social para hacer a
priori, las subdivisiones precisas y para escoger los ti-
pos de observación, subdivisiones y escogitaciones que
podrán ser ratificadas o rectificadas en los sondeos con-
cretos posteriores.
En la recolección misma de los datos, es indispen-
sable seguir un sistema de precisión rigurosa, para no
dejar a la memoria, a la tendencia personal, la efecti-
vidad del trabajo, máxime si se tiene en cuenta la gran
extensión de datos que exige el esquema nuestro. Co-
mo instrumento de precisión deben emplearse las cé-
dulas personales y familiares en las que se clasifican
los datos correspondientes al apartado del esquema, a
fin de ir anotando el resultado de la observación en el
lugar correspondiente. Es claro que no todas las ob-
servaciones pueden reducirse a cédulas y a números:
pero si el método preconizado ha de tener un valor
indubitable, deberá procurarse esa reducción en todos
los casos posibles.
Las cédulas serán de dos clases: para simple reco-
lección estadística de datos y para experimentación.
Como un ejemplo de estas últimas, puede verse la cé-
dula telergética usada en el Instituto de Investigaciones
Sociales de la Secretaría de Agricultura y Fomento que
está bajo la dirección del autor de este artículo, como
un ensayo en las investigaciones que se realizaron so-
bre la población campesina del Estado de Morelos.

SECRETARIA DE AGRICULTURA Y FOMENTO


DIRECCIÓN DE POBLACIÓN RURAL, TERRENOS NACIONALES
Y COLONIZACIÓN

Instituto de Investigaciones Sociales


Cédula Telergética No.
Nombre y apellido Véase Céd. antr. No
146 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

l.-Datos Generales
1.-Género del trabajo agrícola a que se somete el sujeto:-

2.-Utiles y herramientas empleados en la faena: (Descripción, dimen-


siones, peso)———

particularidades:^
3.-Condiciones físicas del medio
a).-Temperatura ambiente: —-grados centígrados
b).-Estado atmosférico:-
Altura:
. Consistencia:-
c).-Constituc¡ón del terreno: inclinación: —
Particularidades:

ll.-Factor Humano
(Véase Cédula aníropo-biométrica adjunta)
t.-Aptitudes para el trabajo
a).-Exploración de los sentidos: Vista: Oído:
Dominio del impulso con la pala—
b).-Habilidad manual: Precisión con zapapico
Automatismo de los movimientos-
2. Condiciones actuales del sujeto durante la prueba
a).-Horas de reposo anterior: (sueño o vigilia la víspera)-

b).-Hora de la última comida:-


.-Alimentos ingeridos-
d).-Excítación o depresión nerviosa de origen tóxico:-

e).-Fatiga inmediatamente anterior al trabajo actual:-


f),-Constantes fisiológicas antes del ejercicio muscular: a las
-horas: Pulso Temperatura axilar
-grados c. Frecuencia respiratoria -
tensión arterial Mx. Mn Fuerza de la
presión: Mano D. kg. Mano Izq kg.
g).-Constante fisiológica después del ejercicio muscular a las
horas. Pulso Frecuencia respiratoria
-Tensión arterial. Mx.-
Mn. Temperatura axilar Fuerza de la
presión Mano D. kg. Mano Izq kg.
Grado de fatiga producido:
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA

h).-Resistencia de la fatiga en el ergtímelro:-

Observaciones:
5.-Técnica del trabajo
a).-Actitud predominante:
b).-Trabajo automotor: -
c).-Principales músculos activos:-
Velocidad del movimiento-
Sencillez del movimiento—
Monotonía de! movimiento—
d).-Técnica del movimiento: Movimientos forzados-
Movimientos innecesarios
Coordinación de los movimientos-

e).-Ritmo del trabajo: -

f).-Rendimiento del trabajo en cantidad


g).-Rendimiento del trabajo en calidad
Conclusiones:
Lugar y fecha Firma del observador

Los datos obtenidos y consignados en tantas cédu-


las cuantas observaciones se hayan hecho son objeto de
una cuidadosa concentración y de un estudio que lleva
a conclusiones concretas sobre cada aspecto investi-
gado.
Como ejemplo de este trabajo presentaremos los
resultados obtenidos por el señor Manuel Basauri, del
Instituto de Investigaciones Sociales de la Secretaría de
Agricultura y Fomento, sobre los datos antropológicos
y psicológicos contenidos en las cédulas de experimen-
taciones realizadas por él mismo sobre cincuenta indí-
genas del pueblo de Ocotepec. Estado de Morelos.

ANTROPOSCOPIA.
"Dimensiones de la cabeza: normales. Facciones:
medias. Forma del cuerpo: media. Panículo adiposo:
escaso. Lordosis lumbo sacra: casi nula. Cejas: ralas
148 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

o medianamente desarrolladas. Vellosidad en el tron-


co: rala. Vellosidad en los miembros: nula. Denta-
dura no sana (caries). Uñas: fuertes. Tórax: am-
plio. Abdomen: medio. Miembros inferiores: cortos.
Miembros superiores: largos. Pies y manos: tamaño
normal. Abertura palpebral: uniforme, horizontal, a
veces ligeramente oblicua. Color del iris: café muy
obscuro. Color del cabello: muy negro. Tipo del ca-
bello: liso, grueso, abundante. Color de la piel: café
obscuro."

ANTROPOMETRÍA

Promedio 1600
Estatura Mínima 1562
Máxima 1700
Índice de estatura 54 braquicélicos

índice cefálico-- - - - - —.81 (Braquicéfalos)


índice facial superior 49.5 (Mésenos)
índice nasal - - —75.4 (Mesorrinos)
índice vital - - 53
índice ponderal - 23.8
Peso corporal en kg 52.00

FISIOLOGÍA
Frecuencia del pulso En reposo Después de ejercicio

Prom. 74 Prom. 110


Máxima 86 Máxima 140
Mínima 56 Mínima 84
Frecuencia respiratoria Prom. 20 Apnea Prom. 55 Sgs.
Máxima 24 Volun- Máxima 55 „
Mínima 17 taria Mínima 20 „
Fuerza muscular a la presión
Prom. 54 kg. Prom. 50 kg.
Mano derecha Máxima 45 „ Mano izquierda Máxima 45 „
Mínima 28 „ Mínima 27 „
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 149

Prom. 36.4
Temperatura axilar Mdximo 57.2
Mínimo 36.2
(Entre las 10 y las 12)
Prom. 75
Hemoglobinometría (Escala de Talquist) Máxima 90
Mínima 70

EXPLORACIÓN MENTAL
Percepciones: Prueba de Bleuler—. 80% correcto poder perceptivo
Atención Prueba de Bourdón mo-
dificada para analfabe-
tos - 50% normal
Conservada tanto la an-
terógrada como la re-
trógrada
Imaginación: Prueba de Rorchac— 60% (medianamente
desarrollada)

AFECTIVIDAD
Sentimientos: Egoístas en 60% Familiares en 50% Sociales 10%
Relig. 100% (Porcentaje de los casos observados)
Emociones: Depresión en 76% de los casos. Euforia 24%
Pasiones: No se exploraron

VOLUNTAD
Activa: Son trabajadores y ahorrativos
Subconciencia: No se exploró

CONCLUSIONES

Tipo Racial: Indígena puro (tlahuica), en 92% de los casos,


mestizo con débil proporción de sangre blan-
ca en 8% (Diagnóstico de presunción)
Tipo Morfológico: Braquicélico Macroplánico
Tipo Endocrinológico: Hipo-tiroideo-hipergenital
Biotipo: Brevilíneo esténico (Clasificación de Pende)
Constitución Mental: Esquizotímica
150 EL TRIMESTRE ECONÓMICO

"Se puede asentar, en resumen, que se trata de un


grupo de indígenas descendientes de los tlahuicas, co-
mo lo corroboran los antecedentes históricos. Son bra-
quicélicos-macroplánicos, es decir, que hay en ellos,
preponderancia del tronco en relación a los miembros
con buen desarrollo de los órganos de la vida vegeta-
tiva, braquicéfalos y de talla inferior a la media, pro-
longada resistencia al esfuerzo muscular y movimien-
tos lentos, corresponden al biotipo brevilíneo esténico,
en su variedad endocrinológica hipotiroideo-hipergeni-
tal, siendo su inteligencia mediocre y sus reacciones
psíquicas lentas.
Tales características permiten considerarlos aptos
para el trabajo físico, particularmente para las faenas
agrícolas."
Se puede objetar este aspecto del trabajo de inves-
tigación diciendo que no es propiamente etnográfico;
pero si la Etnografía tiene por objeto la descripción de
los grupos humanos para determinar sus características
culturales y psicológicas, si la Etnografía no ha de per-
manecer como una disciplina estratificada sino que ha-
brá que evolucionar al par de todas las ciencias, enton-
ces la objeción no es válida, porque es evidente que no
puede hacerse la descripción de un pueblo, de un gru-
po de hombres, sin atender a sus características somá-
ticas y psicológicas y para descubrirlas será necesario
recurrir a la Antropología y a la Psicología poniendo
en práctica todos los procedimientos, todas las conquis-
tas que han alcanzado.
Precisamente tratamos de despojar a la Etnogra-
fía del empirismo, de la confusión, de la charlatanería
que la ha caracterizado, apoyándola en la estadística y
en datos y procedimientos estrictamente científicos.
Nótese que tanto los aspectos antropológicos y
psicológicos y los que se refieren a la telergética, están
orientados con un fin económico, puesto que tratan
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA

de la aptitud del hombre del campo y de su capacidad


de trabajo. Conocidos son los resultados del Tayloris-
mo, que ha conseguido por medio de métodos racio-
nales la multiplicación del rendimiento del trabajo,
su perfeccionamiento y la disminución de la fatiga.
Por discutible que sea el Taylorismo dentro del
sistema capitalista en cuanto se refiere a los intereses
de los obreros, no es posible desconocer que al traba-
jador libre le reporta indudables beneficios y aun al
asalariado porque le permite realizar su trabajo con
un esfuerzo menor.
Entre nuestras poblaciones rurales, especialmente
entre los ejidatarios que laboran su propio campo, con
herramientas defectuosas, siguiendo técnicas rudimen-
tarias y absurdas, bastaría que se introdujera un cam-
bio en sus instrumentos de trabajo y que se educara
a las nuevas generaciones en los métodos racionales de
realizarlo, para que vieran notablemente aumentado
su nivel económico. El ejemplo de Taylor que logró,
mediante simples variantes en las dimensiones de la
pala para traspalar carbón, que 150 obreros realizaran
sin esfuerzo alguno extraordinario el trabajo de 500,
es concluyente.
¿Pero cómo saber que determinados trabajadores
de la ciudad, del campo, usan instrumentos inadecua-
dos y técnicas de trabajo defectuosas? ¿Y de qué sirve
conocer este dato si se ignora la alimentación a que está
sujeto el trabajador? ¿Y no es, acaso, la alimentación
del trabajador el resultado de costumbres que lo llevan
a tomar ciertos alimentos y a limitar sus gastos de ali-
mentación para satisfacer vicios, necesidades, tradicio-
nes? Asi podríamos continuar ligando, unos a otros,
hechos que sólo descubre la investigación totalitaria
Etnográfico-Económica, si se lleva a cabo con un mé-
todo riguroso.
Es cierto que los trabajos que requiere son prolijos
15S EL TRIMESTRE ECONÓMICO

y sólo accesibles a investigadores especializados. Es


cierto que la enorme extensión de nuestro territorio y
la heterogeneidad de su población ofrecen dificultades
que se antojan insuperables. Pero las investigaciones
pueden empezarse por regiones, o sobre determinados
grupos de población o de trabajadores clasificados por
la naturaleza de su trabajo (obreros de la industria
textil, de la industria azucarera, etc.), con el propó-
sito de obtener un acervo de datos fehacientes que per-
mitan poner en práctica sistemas de Economía Social
que mejoren las condiciones de vida de los habitantes
de las regiones estudiadas o de los grupos obreros es-
cogidos.
Esto quiere decir también, que una vez concluido
el trabajo rigurosamente científico, documentado, de
la investigación directa, debe empezar el trabajo de in-
terpretación, de creación y de acción del economista,
del sociólogo, del político. Y esto ha faltado en Méxi-
co; la estadística se reduce a una serie monótona de ci-
fras disecadas en grandes volúmenes y las observacio-
nes etnográficas y económicas directas, existentes, que
aun cuando fragmentarias y defectuosas, no dejan de
ofrecer hechos de indudable valor, son miradas por los
pseudo-economistas, con un sonriente desprecio. Es
más fácil ciertamente, y "viste más", encerrarse en un
cómodo despacho lleno de libros de autores extranje-
ros, con una magnífica bibliografía y una buena me-
moria "a hacer economía burocrática", "economía de
nómina", que salir a los campos y a los centros fabri-
les a descubrir, a anotar y a clasificar los hechos socia-
les y económicos cuyo conocimiento se necesita para
fundar especulaciones posteriores, porque en el primer
caso basta repetir lo que otros han dicho, cuando más,
hacer un esfuerzo a fin de adaptar sus ideas; mientras
que en el segundo, se requieren impulsos de animador,
cualidades de observación y de lógica, se requiere en
LA ETNOGRAFÍA ECONÓMICA 183

fin, un poco de heroísmo para ensuciarse el traje con


el polvo de los pueblos.
Pero felizmente la vieja economía nacional que en
esencia ha consistido en la alcabala, en el sube y baja
de las tarifas aduaneras con el propósito de favorecer
a los capitalistas y en aumentar inconsideradamente las
gabelas para satisfacer las exigencias de los presupuestos.
ya se va transformando con una savia nueva, ya quiere
acercarse a la vida, valerse de la ciencia y de la técnica
Ya se ve que la mejor manera de aumentar efectivamen-
te los recursos de una nación consiste en vigorizar eco-
nómicamente a las capas sociales inferiores y tal cosa
sólo se logrará conociendo a fondo a los grupos huma
nos que viven en esas capas por medio de la Etnografía
Económica, fundada en una metodología rigurosa-
mente científica. Porque sólo así será como el micros-
copio social a través del cual habrán de verse en los
sectores enfocados, las lacerias colectivas, los virus de
descomposición que aquejan a las gentes y que esperan,
hace años, ¿hace siglos?, la acción consciente del Estado.

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