Sunteți pe pagina 1din 4

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

DEPARTAMENTO DE CASTELLANO
MAGÍSTER EN DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA

ASIGNATURA : SEMINARIO DE TEXTO Y DISCURSO


PROFESORA : TERESA AYALA PÉREZ

MATERIAL DE APOYO: LA ENUNCIACIÓN

Se entiende por enunciación el conjunto de condiciones de producción de un mensaje: quién lo


emite, para quién, cuándo, dónde; estos elementos permiten interpretar el sentido último del
enunciado, producto resultante de la actividad enunciativa.

En relación con el discurso, el enunciado no es más que la unidad menor, un constituyente de


este discurso. Para Ducrot, “En mi opinión todo discurso está constituido por una sucesión de
enunciados”.
El enunciado, a diferencia de la oración, conlleva una naturaleza pragmática, lo que remite a la
intencionalidad o fuerza ilocutiva (solicitar, advertir, aconsejar, censurar, alabar, etc.) y a los
efectos perlocutivos (contestar, obedecer, rechazar, negar...).
En este sentido, es posible afirmar que un enunciado está para ser interpretado (es una magnitud
hermenéutica), mientras que una frase u oración es una unidad que puede analizarse,
desestructurarse, siguiendo una lógica gramatical (sujeto, predicado, modificadores...).

Se entiende por enunciación el conjunto de condiciones de producción de un mensaje: quién lo


emite, para quién, cuándo, dónde; estos elementos permiten interpretar el sentido último del
enunciado, producto resultante de la actividad enunciativa.
“Se hace en general referencia a la definición de E. Benveniste (1974, pág. 80) como
‘puesta en funcionamiento de la lengua por un acto individual de utilización’ que él opone
al enunciado como el acto se distingue de su producto. Pero esta definición sufre
modificaciones notables según las teorías lingüísticas que la movilicen” (Chauraudeau y
Maingueneau, 2005).

El término enunciación se emplea en lingüística de forma sistemática a partir de Charles Bally


(1932), pero es Émile Benveniste (1966, 1974) quien desarrolla la denominada teoría de la
enunciación en la que analiza y describe el proceso de producción lingüística que desemboca en
el enunciado; desde entonces, la enunciación constituye uno de los temas de investigación más
característicos de los estudios franceses en análisis del discurso. Benveniste define enunciación
como el acto individual de apropiación de la lengua. Para este autor, sistema lingüístico y proceso
comunicativo son inseparables, pues ciertos elementos de la lengua adquieren significación sólo
cuando son actualizados por el hablante en el momento de la enunciación. De este modo, las
personas, el tiempo y el lugar del enunciado se identifican por su relación con la situación de
enunciación.

La teoría de la enunciación desarrollada por Benveniste puede considerarse como uno de los
pilares de la pragmática. El lingüista francés considera la enunciación como una instancia
intermedia entre la lengua como sistema de signos y el habla como manifestación expresa de la
lengua. La bibliografía esencial para entender este enfoque son los trabajos
“De la subjetividad en el lenguaje” (1958), en Problemas de Lingüística General I, México: Siglo
XXI, 1974, pp. 179-187.
“El aparato formal de la enunciación” (1970), en Problemas de Lingüística General
II, México: Siglo XXI, 1977, pp. 82-91.

Para Benveniste, “En tanto que la realización individual, la enunciación puede definirse, en
relación con la lengua, como un proceso de ‘apropiación’. El locutor se apropia del aparato formal
de la lengua y enuncia su posición de locutor mediante indicios específicos, por una parte, y por
medio de procedimientos accesorios, por otra”. Agrega que “Pero inmediatamente, en cuanto se
declara locutor y asume la lengua, implanta al ‘otro’ delante de él, cualquiera que sea el grado de
presencia que se atribuya a ese otro. Toda enunciación es, explícita o implícita, una alocución,
postula un alocutario […]. El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla en
su habla. He aquí un dato constitutivo de la enunciación. La presencia del locutor en su
enunciación hace que cada instancia de discurso constituya un centro de referencia interna
(1970: 84).

En la lingüística europea, a partir de Benveniste, el concepto de sujeto productor del discurso o


voz enunciativa se une a la observación de su presencia en su propio discurso: a través de la
enunciación el sujeto construye el mundo como objeto y se construye a sí mismo. El yo
enunciador precisa, por el mero hecho de existir, de un no-yo: el tú enunciatario o también
denominado coenunciador. El aquí y el ahora representan, respectivamente, el lugar y el
momento en que se produce la enunciación. Todos aquellos elementos que hacen referencia
tanto al yo y al tú como al aquí y al ahora se consideran índices específicos de la enunciación o
deícticos. Oswald Ducrot (1984) ha destacado la polifonía o presencia de distintas voces en el
proceso de enunciación:
1. el emisor o sujeto empírico: quien efectivamente produce el discurso; por ejemplo, el
Quijote fue producido por el escritor real Miguel de Cervantes;
2. el locutor o sujeto de la enunciación: la voz que toma el enunciado bajo su
responsabilidad; por ejemplo, los dos narradores —Cide Hamete Benengeli y la voz
anónima que oye o lee directamente el lector, y que no es la de Cervantes— que cuentan
la historia de Don Quijote y Sancho en el Quijote;
3. y el enunciador o sujeto del enunciado: las otras voces o puntos de vista que aparecen en
el discurso; en el caso del Quijote, los distintos personajes que intervienen en la obra.

El estudio de la enunciación implica, pues, analizar la huella que la voz enunciativa o locutor deja
en su discurso, y cómo y por qué introduce otras voces o enunciadores. En relación con estas
cuestiones, fenómenos enunciativos como el discurso referido o el uso de las comillas en un texto
escrito son estudiados en cuanto marcas de la presencia de distintos enunciadores en un
discurso. El análisis de la subjetividad, la modalización, la distancia o personalización son
mecanismos discursivos también centrales en los trabajos sobre la enunciación, pues se
relacionan con la actitud del sujeto discursivo hacia lo que dice.

En la enseñanza-aprendizaje de lenguas, los trabajos sobre la enunciación han otorgado un


espacio privilegiado a los elementos que intervienen en la comunicación: el locutor y el
enunciador, el coenunciador, el espacio y tiempo de emisión de un discurso. Estas coordenadas
contextuales requieren ser consideradas en el diseño de las prácticas de aprendizaje, tanto de
producción como de interpretación. Desde esta perspectiva, fenómenos como la deíxis o la
modalización de un discurso en distintas situaciones de enunciación constituyen unidades básicas
de estudio en los programas de enseñanza del español como lengua extranjera.

POLIFONÍA ENUNCIATIVA
En la obra El decir y lo dicho. Polifonía de la enunciación -que reúne diversos trabajos del autor
escritos entre 1968 y 1984 relativos a los problemas lingüísticos de la enunciación-, Ducrot
plantea una concepción polifónica de la enunciación y descubre en el sentido de los enunciados
que “el decir es como una representación teatral, como una polifonía en la que hay una
presentación de diferentes voces abstractas, de varios puntos de vista y cuya pluralidad no puede
ser reducida a la unicidad del sujeto hablante”. En un mismo enunciado están presentes varias
entidades polifónicas con niveles lingüísticos y funciones diferentes, figuras discursivas que el
propio sentido del enunciado genera.

Ducrot habla de tres entidades polifónicas vinculadas con el sujeto hablante (funciones del sujeto
hablante): el sujeto empírico, el locutor y los enunciados. Especifica que dos de ellas, el locutor y
los enunciadores, deben ser objeto de atención del lingüista.
El sujeto empírico es el autor efectivo, el productor del enunciado, quien profiere unas
palabras o las escribe.
El locutor, en singular, es el ser del discurso al que se atribuye la responsabilidad del
enunciado y de la enunciación de éste. En la mayoría de los enunciados el locutor está
inscrito en el sentido mismo del enunciado y está designado en las marcas de primera
persona “yo”, “mi” y “me”. La “voz” del locutor tiene una dimensión verbal, se le
atribuyen palabras.

CASOS DE POLIFONÍA
Discurso reproducido: reflejo de la heterogeneidad enunciativa. Se divide en discurso directo,
directo libre, indirecto, indirecto libre y mixto.
Enunciados ecoicos: representaciones de estados mentales o enunciados atribuidos a otros. El
concepto de “eco” ayuda a explicar los usos del marcador de evidencia, condicional de rumos y
pretérito imperfecto de indicativo.
Intertextos: incorporación explícita de otros textos, completos o no.

Discurso reproducido
• discurso directo: el receptor oye dos voces del discurso: la del locutor-enunciador y
la de otro enunciador, introducida o enmarcada por el locutor. Quien habla reproduce
las palabras de otro emisor mediante diferentes recursos tipográficos (comillas,
guiones largos, dos puntos, etc.)
• directo libre: el locutor cede su voz y su visión a las del enunciador por un
momento. Las palabras del enunciador en cuestión van señaladas por algún rasgo
tipográfico de la presencia del locutor.
• indirecto: se reproduce el significado, pero no las palabras textuales del primer
emisor, que quedan introducidas en las del locutor después de un verbo de lengua y la
conjunción completiva “que” (“dijo que…, afirmó que…, aseveró que…, añadió que…”).
• indirecto libre: consiste en transcribir los contenidos de una conciencia de tal modo
que se produzca una confluencia entre los puntos de vista del locutor y del enunciador
y se manifieste en la superficie del texto . Puede manifestarse a través de comillas.
• mixto combina fragmentos literales con discurso indirecto.


Bibliografía
Bally, C. (1932). Linguistique générale et linguistique française. París: Ernest Leroux.
Benveniste, É. (1966 y 1974). Problemas de lingüística general I y II. México: Siglo XXI, 1971 y
1977.
Cervoni, J. (1987). L’énonciation, París: Presses Universitaires de France.
Chauraudeau, P.; Maingueneau, D. (2005) Diccionario de análisis del discurso. Buenos Aires:
Amorrortu.
Culioli, A. (1999). Pour une linguistique de l’enonciation. Formalisations et opérations de
repérage, París: Ophrys.
Ducrot, O. (1984). El decir y lo dicho. Polifonía de la enunciación. Barcelona: Paidós, 1986.
Kerbrat Orecchioni, C. (1986). La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje, Buenos Aires:
Hachette.
Lozano, J., Peña-Marín, C. y Abril, G. (1989). «Sujeto, espacio y tiempo en el discurso». En
Análisis del discurso. Hacia una semiótica de la interacción textual. Madrid: Cátedra,
capítulo III.
García Negroni, M.ª M. y Tordesillas, M. (2001). La enunciación en la lengua. De la deíxis a la
polifonía, Madrid: Gredos.

S-ar putea să vă placă și